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fVOLUCJONqE.DACTORES:
vv. Beltrán. P. Delfino.E. Boix. B. Feo.D. Castellanos. H Miranda1. C'Hrech ]. A. Schinca.
Adl1lÍlústradores: Roberto Sundberg, Joaquin Travieso.Marzo de 1906
Jlño I • núm. 4
La regió'l inguino-~bdominal
(Co:ncl."U.sicS:n)
vFAsea TRANSVERSALIS
El faseia transversalis descrito porprimera vez por A. Cooper en 1804 esla hoja profunda de la aponeurósis deenvoltura del músculo transversalis. Delgada y delicada en la mayor parte desu extensión, se espesa en la regióninguino-abdominal y toma la consistencia de una membrana netamente fibrosa.
Por esta razón se le designa en estepunto bajo el nombre de facia transversalis fibroso ó de facia transversalisverdadero, á fin de distinguirlo del fascia transversalis celulosa, que es el tejido celular infra-peritoneal, en el cual searrastran los vasos epigástricos.
Además en esta región el fascia transversalis se vuelve más fuerte v más espeso por tres haces fibrosos que sesobreagregan á las fibras propias desu trama. Dos de estos haces tienensus fibras verticales el ligamento deHesselbach y el ligamento de Henl€; eltercero está formado por fibras transversales "JT conocido bajo el nombre de bandeleta ilio-pubiana. Estos tractus fibrosos provienen de los planos músculoaponeuróticos vecinos; no forman partedel fascia transversalis, pero afectancon él relaciones tan íntimas, que sonpara éste fascia verdaderos haces deresfuerzo.
Para darse cuenta de la textura complicada del fascia -transversalis en laregión inguinal, es necesario estudiarlaexaminándola por su cara profundasobre un sujeto vigoroso, La píel y eltejido infra cutáneo sacados, la aponeurósis del gran oblícuo una vez tiradasobre el muslo se aislan las dos regiones inguinales por medio de una incisión horizontal que pase por el ombligo,y cuyas extrenüdades se paren con elencuentro de dos incisiones verticalessalídas de la espina ilíaca ant. superior.Se obtiene asi una espeeie de delantalmúsculo-aponeurótico, que se mantienetendido para la diseceióu.
Una diseceión así, examinada portransparencia y por su cara posteriorantes de tocar al peritóneo, suministraya datos interesantes. Se distingue yendode la espina iliaca hácia el pubis: 1",una zona clara circular que respondeá la faseta inguinal externa y al orificio profundo del canal inguinal. 2°, unabanda longitudinal opaca, estrecha queocnpa el labio interior del orificio profundo del canal inguinal y cuya (lirección sigue la de ·los vasos epigástricos;éste espesamiento es oeasionado por elligamento de Hesselbach y por los vasosque acabo de nombrar;---3°. una segunda zona clara límitada hácia afuera porlos vasos epigástricos, háeia adentro porel cordón de la arteria ombilical: estazona responde ála fosetainguinal lÍledia;4°, una segunda "ona opaca, ancha, ex-
tend'ielldo del cordón de'la arteria ombilical al ouraque, y ocupaüdo todo elancho del musculo recto; á ésta últimazona responde la faseta inguinal interioró foseta pubis-vesieal.
Hecha esta inspección se despega elperitóneo. El fascia transversalis aparece; el ligamento de Hesselbach esig'ualmente visible á los largos de losvasos epig'ástrieos. Se diseca entouc'esel fascia transversalis de arriba ó bajov de af\1era adentro. hasta el medio dela cara posterior del medio recto dellacio opuesto; lo que permite ver comose porta el fascia hácia afuera del anilloinguinal profundo al nivel y hácia adentro de este anillo.
Hácia afuera pasa detrás de los vasoscircunflej os ilíacos y se inserta sobre elfascia ilíaca.
Al nivel del anillo inguinal profundo,se mete en este anillo v forma unavaina á los elementos dei cordón porlos cuales ha sido empujado como dedode guante. Si se prosigue la diseccióndel fascia-transversalis hácia abajo desu invaginación en el canal inguinal seconstata que despues de haberse adherido á la arcada crural, pasa bajo estaarcada para continuar con los vasosfemorales. No es pues absolutamenteexacto el decir. á lo menos en estepunto que el fascia se inserta sobre ellabio posterior de la arcada.
Hácia adentro del anillo inguinal profundo el fascia se desliza detrils de laarcada Cl'ural y se continúa hasta laaponeurósis del pectíneo, formandoseptum crural de Cloquet y enviandofibras al lígamento de Gimbernat.
En fin, detrás del gran recto el fascia superior representa sólo la hoja posterior de la ap del gran recto y se inserta sobre el labio posterior del borde superior de la rama horizontal delfubis; he constatado que adhiere clebilmente al borde exterior del gran recto, que pasa todo entero detrás de él;pero no he encontrado la hoja del fascia, que segun ciertos autores, pasaríapor la cara anterior del músculo.
Durante esta disección el ligamentode Hesselbach ha sido llevado con elfaseia; pertenece pues á este plano ysu descripción encuentra aquí su sitionatural.
LIGA:\IENTO DE HESSELBACH
Los alemanes lo llaman ligwlientointei'foDeolai'e, á causa de su situaciónent¡'e la fosa inguinal externa y la media,Es no obstante justo de conservarle elnombre de ligamento de Hesselbach.Este autor ha merecido en efecto porvarios titulas de ver su nombre conservado en la anatomía de la región inguinal. Uno de los primeros ha llamado la atención sobre el fascia tranvei'salís, que describió bajo el nombre deli,0;amentlllll in,g'Vinale internum, en 1806d~s años clespl~~es de Cooper, del cual noconocia probablemente los trabajos, Havisto el primero las fibras de resfuerzoque debian llevar su nombre. Estánmuy bien representadas sobre las planchas que acompaflan SLl trabajo, en elcual son designadas bajo los nombresde fibí'oe firndoi'es y de fib¡'as subtiliores,
Pero el texto escrito en latín le faltaclaridad y por más atenta que sea sutraducción no lleg'a á darse cuenta exacta de su sentido; así este sistema defibras ha sielo mal comprendido hastaque Braime ha llamado la atención sobreél y lo ha designado bajo el nombre eleligamento de Hesselbach.
Este ligamento es el haz fibroso querefuerza el labio interior elel anillo inguinal profuneloy sobre el cual loselementos del cordón se inflexionan, ásu entrada en el canal inguinal. Responde á los vasos epigástdcos, situadoshácia atrás de él, pues se anastran enla capa cellulo-adiposa limitada adelante por el fascia transversalis, atrás porperitóneo.
En su conjunto el ligamento de Hesselbach forma en ansa, de concavidadluicia afuera y arriba cuya parte mediase desliza bajo el cordón spel'lllático:ahí las fibras están pintadas y el li,g'amento ofrece sn máximun de espe~or.De las dos ramas del ansa, una essuperior paralela á la direeción de losvasos epig'ástricos, es decir, ligeramenteoblicuo arriba y adentro; la otra inferior se separa élespues de haber pasadobajo los elementos del cordón y tomauna dirección oblícua ascendente háciala espina ilíaca antera superior,
Las fibras ele la rama inferior seirradian sobre el fascia transversalis en
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la vecindad del labio externo elel anillo inguinal profundo, sobre la baneleleta ilio pubiana, algunas veces mismosobre el fascia iliaca.
Las fibras ele la rama inferior se clisocian igualmente, pero confundiéndosela mayor parte con la arcada de Douglas. Ahora bien, las fibras que componen la arcada ele Douglas atraviesanla línea blanca y se funden en la aponeurósis del transversalis elel lado opuesto. El ligamento de Hesselbach apareceentonces como esencialmente constituídopor fibras que emanan ele las al'caelasde Douglas del lado correspondientepero que provienen de la aponeurósisdel transversal del laelo opuesto, despuesde entre cruzamiento en la línea mediana.
Hesselbach ha representado á lo larg'o de la rama superior del ansa, fibrasterminándose en punta sobre el fasciatrallsversalis. No las he encontrado:cuanelo existen no tienen el origen quehe atribuído al ligamento "J' no he po.iido comprender la procedencia sobre lasláminas de Hesselbach.
Las connexiones clel lüramento eleHesselbach con la aponeuró~isdel transversalis tienen una cierta importanciafisiológ'ica. La contracción del músculoeletermina la tensión del lig'amento v,por intermedio ele ésta, la tensión delfascia transversalis, que se opone asíde una manera más eficaz á la presiónintra abdominal.
El fascia transversalis V el ligamentode Hesselbach disecados 'v doblados, setiene bajo los ojos un nuevo plano formado de afuera adentro: 1". por el transversal hasta el punto adelante del recto.2°. por el recto ofreciendo sobre su costado externo una expansión fibrosa, elligamento de Henle. Abajo de la regiónse extiende una lámina de fibras paralelas á la arcada cTural, que es la bandeleta ilio-pectínea. Dos de estos elementos-debemos aún estudiarlos: el ligamento de Henle y la bandeleta iliopktinea.
LIGANENTO DE HENLE
Braune tiene aún el mérito de haberllamado la atención sobre este' ligamento; le ha ciado el nombre de ligamentor1e Henle como se le llama generalmente.En la nomenelatura de "'V. His, es 11a-
lilado primeramente, aponelU'osis fal{j;z"fot'mes despues fal::inguinalis.
A primera vista el ligamento de Henle se presenta como una expansión falcifol'lne del borde exterior del tendóndel gran recto. Su forma es más ó menostriangular; su borde interior costea elexterior del gTan recto, con el cual seconfunde; su borde exterior cóncavoarriba y afuera se aproxima más ómenos del li,g;amento de Hesselbach: labase se conf~nde con la extremidad' interior de la bandeleta ilio-pubiana.
Henle no lo había comprendido así.Su ligamento inguinal interior medianose extiende desde el borde exterior delgran recto al orificio interior del canaling'uinal, donde ofrece un replieguefalciforme, sobre el cual reposan loselementos del cordón. La lámina fibrosa descrita por Henle abraza pues losdos tractus, que se describen hoy separadamente.
El modo de ver de Henle no es exacto. Los ligamentos de Henle y Hesselbach están separados entre sí, por unazona delgada que responde á la foseta inguirial me dia; á este nivel el fasciatransversalis está constituido solamentepor sus fibras propias. «Si se quita eltejido delg'ado que forma el fondo deesta foseta; el dedo que se introducirápodrá ser llevado hasta el anillo ínguinal exterior; estará entonces encerradoen dos sistemas de láminas cortantes,colocados uno detrás del otro, el posterior estando constituido por las bandeletas de Henle v Hesselbach. el anteformado por el contorno del ~nillo inguinal externo." Por otra parte el ligamento de Henle tal como lo elescribe, aunque forlllando parte como elligamento ele Hesselbach, de la paredposterior del canal inguinal no estácompletamente en el mismo plano queéste. Cuando se ha separado el peritóneo, se vá el ligamento ele Hesselbachy la capa ele las fibras del fascia tran8versalis, pasanelo detrás del recto; nose vé el ligamento ele Henle. No esvisible en las planchas de Hesselbach.Esta diferencia ele situación está netamente indicada en el trabajo de His enlos elos dibujos trazaelos según una preparación ele Spaltecholz.
La procedencia de las fibras queconstituyen el lig'amento ele Henle es aúneliscu tida. Para unos está constituiclo
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'por fibras propias; para otros P01' unaexpansión tendinosa del recto. Braunelo considera como una poreión enroscada del tendón del transverso sólo. mientras que Blaise lo hace proveI~ir deltendón conjoint todo entero. En finpara Charpy está constituído por eltransversalis y por una expansión del;recto.
Estas diferencias no extrañan á quienha disecado atentamente la pared posterior del canal inguinal. Los planosfibrosos son delgados y no solamente encontacto, sino uni los por fibras que cambian entre ellos. Para algunos autoresel faseia transversalis, llegado á niveldel borde exterior del recto, se divideen dos hojas, una anterior, la otra posterior. Como lo he dieho vo no heconstatado este desloblamiento. Si existiese el ligamento de Henle, debieraestar coloeado entre estas dos hojas;ahora bien, está situado adelante delfascia transversalis en el plano del recto.Según mi opinión el ligamento de Henledebe ser, ante todo, eonsiderado comouna expansión lateral del tendón de éstemúsculo. No niego, que la aponeurósisdel transversalis no le envie algunasfibras; pero repito, que el transversalispasa adelante del recto y no perteneceá este plano. Rechazo la opinión deBlaise adoptada por Testut, según lacual el ligamento de Henle es una par.te del tendón conjoint. Este modo dever no es exado; prodüee una confusiónen el estudio de la pared posterior deleanal inguinal.
BANDELETA ILIO-PUBIANA DE TH01IPSON
Se da este nombre á una bandeletafibrosa, situada á lo largo del labioposterior de la arcada erural; representapara el fascia transversalis un haz deresfuerzo de fibras transversales.
Es así que lo han comprendido Thompson, que la ha deserito, el primero, en1838, y Robin, que ha hablado despuesde Thompson en su tésis sobre la regióninguinal (1848). Despues los autoreshan descuidado esta bandeleta ó la hanconfundído con la arcada crural. Cruveilhier· hace apenas alusión; Sappeydescribe una bandeletta ílio-inguinal,que recuerda vagamente la bandeletade Thompson; Rkhet designa las fibras.;que han recihirlQ de Thompson el nom-
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'bre de. 'bandéleta iIío-pubiana~ 'bajo eíde arcadacrural superficial; Paulet, llamacon razóñ, bandeleta iHo-pubiana lasfibras propias de la arcada crural, quese insertan de un lado en la espinailiaca, y del otro á la espina del pubis,sin insisLir más.
Hay que llegar á Blaise en 1894, paravdver á hallar las noeiones primerasque estan reproducidas en los tratadosde anatomía reeientes.
Para poner bien en evidencia la bandeleta ilío-pectinea, lo mejor es llegará la región por su cara posterior. Elperitoneo sacado se diseca el faseiatransversalis de arriba abajo. La bandeleta se encuentra en la veeindad dela arcada crural; con un poco de atención se separa el fascia transversalis.Está entonces descubierta v tanto másvisíble despues que se h~ librado suborde superior de las adhereneias quetenía con el fascia transversalis.
La bEtndeleta ilio-pubiana se inserta,afuera; sobre la vertiente de la espinailíaca, antero superior y sobre el labioínterior de la cresta illiaca en la veeindad de la espina. De ahi sus fibras sedirigen oblicuamente hácia adentro yabajo, deslizan bajo el cordón, y se insertan en su mayor parte en la espinadel pubis. Numerosas fibras pasan laespina, y van, pasanclo detrás del recto,á unirse al adminiculum de la líneablanca; otras se dirigen abajo para expandirse en el ligamento de Gimbernat.
La altura de la bandeleta no es lamisma en todas sus partes. En la vecindad de la espina illiaca es de 3 cts.Sus fibras se agrupan en seguida parapasar debajo de los elementos del cordón y se apartan de nuevo despues dehaberlo pasado. En término meclio labandela miele de 5 á 18 m. de altura.Su espesor variable según los sujetosestá en relacíón con la musculatura.
Para precisar las relaeiones de labandeleta ilio pubiana se considere enella una cara anterior y otra posterior,un borde superior y otro inferior.
La cara superior esta en relación, deafuera adentro: 1°. con el tranversalis:2°. con el cordón qne solo lo separa déla aponeurósis del gran oblícuo; 3°. conel tendón eonjoint; 4". con la cara posterior elel recto.
La cara posterior está en contacto
con el fascia transversalis. Hácia afuerade los vasos femorales ésta llega hastael fascia iliaca. Pero antes de llegarse aparta ligeramente de la bandeleta,formando con ella v con el faseia iliacaun pequeño espacio prismátieo, en elcual caminan los vasos circunflejos. Sepueden poner á la vista estos vasos yahaciendo una incisión á la bandeletapor su cara anterior, habiendo separadoel gran oblicuo el pequeño y el transversalis, sea desgarrando el fascia transversalis por su cara pectineaI. Se véasí que los vasos circunflejos iliacosestán en contacto con la banda, delante,con el fasC'ia transversalis atrás. con elfascia iliaca abajo. Su penetraé.ión entre la bandeleta v el transverso muestra una vez más' que estos dos planosfibrosos son independientes y no pertenecen al mismo sistema.
El borde superior de la bandeleta, despues de la disección que acaba de serhecha, es libre y eortante; antes pareda confundirse con el faseio transversalis al cual se adhería estreehamente.En euanto al borde inferior se une á laareada crural en toda la extensión delfondo de la gotera formada por la earasuperior de esta areada; no se le puedeseparar sino artificialmente.
El orígen de las fibras que componenla bandeleta ha sido comprendido dediversos modos. Thompson considerala bandeleta constituída por las fibrasmás elevadas de la pared anterior delo que él llama embudo femori-vascular,reflejadas bajo la arcada. En efecto,para él no es el fascia transversalis quepasa bajo la arcacla, para recubrir laparte anterior de los vasos femorales, esla bandeleta. El fascia transversalisse refleja, al 'contrario, hácia arriba yotras, sobre la cara anterior de los vasosiliacós.
BJaisie, á quien he tomado estos detalles sobre la opinión de Thompson,comparte este modo de ver. En lo queme concierne no la creo exaeta. Todoslos autores que han estudiado la bandeleta la hacen detener en la arcadacrural. Es ella que forma el labio poslerior de la gotera, de la cual la aponeurósis del gran oblicuo representa ellabio anterior. Por otro lado he verificado varias veces el pasaje del fasciatransversalis bajo la arcada para dirigirse hácia adelante ele los vasos femo-
rales; me inclino á creer que si estanoción está reproducida en casi todoslos tratados, es que como yo, otros hanconstatado su exactitud.
",Para los alemanes, diee Charpy, labandeleta es la espansión horizontaldel ligamento de Hesselbach. En Franeia se describen estas fibras como hacesindependientes, corriendo paralelamenteá la arcada crural y resforzando lapared inferior del canal inguinal.» ]Iayque agregar que algunos autores lasrelacionan al fascia transversalis, delcual son las fibras transversas.
La opínión que considera la bandeleta como una expansión del ligamentode Hesselbach no me parece íundada.Sin duda cuando el ligamento ha pasado bajo el cordón, envía algunas fibrasá la porción exterior de la bandeleta,pero no la forman ellas solas. Paráverla bien, es necesario sacar el ligamento de Hesselbach al mismo tiempoque el fascia tranversalis. El ligamen"'to de Henle afecta con la bandeletarelaeiones más íntimas v mas extendidas puesto que se cOllfunde con ellapor su base. No sería sin embargoexaeto el decir que la bandeleta es laexpansión de este ligamento.
¿.Es necesario describir la bandeletailio-pubiana como un haz independienterelaeionado por convención al fasciatransversalis'? No lo creo.
Según mis investigaciones, la baneleleta ílio-pubiana está constituída porlas fibras más profundas del borde inferior de la aponeurósis del gran oblicuoreplegada en gotera. Forma parte integrante de este borde inferior, que esla arcada crural misma. Para verificarlo que adelanto, basta examinar la bancleleta ílio-pubiana sobre una preparaeión, en la cual la aponeurósis del granoblícuo sea tirada hácia abajo, mientras que el fascia transversalis' sea disecada por la cara profunda de la pared.La gotera formada por la arcada crural está así bien extendida; dand o vueltala bandeleta hácia atrás, .se ven las ficras confundirse sin transición algunacon las de la aponeurósis del granoblicuo.
Tales son las fibras de resfuerzo delfacia transversalis. En resumen provienen todas de aponourósis tendinosas:el ligamento de Hesselbach viene de laaponeurósis del transversaJis del lado
0tmesto; el ligamento de Henle es unaexpansión del tendón del recto, con lareunión de fibras del trm:sversalis delmismo lado; la bandeleta ilio-pubianaes el fin del borde inferior de la aponeurósis del gran oblicuo replegada engotera.
Con el fascia transversalis se termina el estudio de los planos fibrosos,elementos esenciales de la reg'ión inguino-abdominal; tenía que pon~rse claro algun punto particular sobre cadaUIlO de ellos. Seré más breve en ladescripción de los dos últimos planos,el tejido celular infra peritoneal y elpel'itóneo,
VI
TEJIDO CELULAR INFRA-PERlTONEALFASCIA PROPIA
El tejido conjuntivo infra-peritonealpoco desarrollado alrededor del ombligose vuelve de más en mas abundante ámedida que uno Sl~ aproxíma á la arcadacl'Ural. En la región inguino-adminal,una grasa amarillenta se infiltra en susmallas; constitu;ye entonces un planorelativamente espeso, al cual Richetreserva el nombre de ('acia transul'salisceluloso. Se le llama aún ('acia propia pero esta denominación convienemás bien á una de las partes de este plano que al total. Este en efectoestá compuesto de dos capas: una, superficial, más espesa, arcolar, infiltradaele grasa: la otra, deHcada, laminar,directamente aplicada contra el pel'itóneo, del cual favorece los deslizamientos. Este ofrece el aspeeto de unadelgada aponeurósis; Cloquet la há llamodo ('acia propia.
Se ha hedo jugar á la grasa infraperitoneal un cierto rol en la patogeníade las hernias: es ella la que á menudolleva el peritoneo en el futuro travectoherniario; otras veees, provoea p¿r sudesaparición la formación de infumdibulum pel'itoneales en los euales seÍl~troduce el intestino. No hay que olVIdar en fin que esta grasa se eontinúaen m<;;dio de los elementos del cordón.
El ütscia propia se adhiere íntimamente al contol'110 del anillo ilH~;uinal
interno: asi no forma jamás saco'~á lashernias inguinales. Hácia abajo del mislllQ anillo se continúa con el septum
crural de Cloquet, que contribuye afonnar.
En la parte interior de la región, laconstitl¡ción de la capa cellulo grasosainfra pel'itoneal se complka; se encuentra una nueva lámina fibrosa, le ('asciaJ]l'cresical. Esta faseia se relacionacon la logia de Retzius, seré pues breveen este punto.
Tiene la forma de una lámina triangular: el vértice truncado responde alomblig'o: la base se inserta sobre laapone~l1'ósis pubiana superior; los costados responden á los «faux» ombilicales. Es suficiente apartar con el mango del scalpelo la grasa colocada detn\:sdel faseia transversalis; para poner enevidencia el fascia prevesical. Este tieneuna textura más densa que el fasciapropia" con el cual no hay que confundirlo. Segun algunos autores, el fasciapreveskall'epresenta el ala anterior de laaponeurósis ombilico-pelviana ó aponeurósisoculta-vasos de Farabeauf: Pero,en un trabajo redente Cuneo y Veali.parecen haber demostrado por la embriolog'ia, que el fascia prevésícal resulta de la coalecencia de dos láminasperitoneales, que, separadas en los primeros estados del desarrollo. entran enseguida en contacto por su~ superficieserosa v se sueldan. De estas dos láminas pe;'itoneales. la una vesical, recorre la cara anterior de la vejiga y lasarterias ombilicales. que en este momento no son más preperitoneales, como enel adulto; la otra! parietal, tapiza la caraposterior de la pared addominal anterior. La soldadura de estas dos superficies peritoneales, se hace, en el sentido transversal. de una arteria ombilical á la otra;' en el sentido verticaldesde el ombligo hasta 'el piso pelviano: son los límites mismos del fascíe prevesical.
VII
PERITOXEO
El peritoneo, último plano de la región,está debilmente unido á las capas fibromusculares de la pared abdominal porel tejido celulo-adiposo infra-peritoneal:así se puede fadlmente despegarlo excepto en la parte superior del orifieíoinguinal profundo, donde se adhiere alfaseia transversalis. Estos medios de
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Uluon sienclo debiles, el peritóneo sedeja llevar tambien por deslizamiento,cu'ando una partp de una viscera abdominal sale á través de la pared y forma una envoltura serosa alrededor delas visceras herniadas. En la cura radical de la hernia, antes de ligar y resecar el saco seroso, se tira el peritóneopor intermedio de este saco y la laxitud de las adherencias que unen elperitóneo le permite descender una buenaparte.
Se observan en la superficie de esteplano seroso las tres fosetas inguinales(exterior media é interior ó vesicopubiana), que he señalado ya. Ciertos
autores no admiten sino la exterior vla media. rehusando consiclerar. comoinguinal la foseta vesieo-pubiana. Cloquet no admite igualmente más que dos;conserva la foseta vesico-pubiana, y confunde la exterior;r la media bajo el110Jilbre (le foseta inguinal, bajo el pre-
texto que los vasos epigástricos que laseparan UIla de otra no hacen en lasuperficie del peritóneo con salida suficientemente marcada.
A mi ver es más práetico y mas exacto describir 3 fosetas inguinales.
Al ni.vel de la faseta inguinal exterior el peritóneo presenta una depresión más ó menos aparente, cuyo estado de figeza es debido á la inserciónsobre la cara profunda del peritóneo,de fibras del eremastor interior de Henle y de un eordón fibroso, reliquat deleanal vagino-peritoneal. Sobre la preparación que me ha servido á deseribirtenia dos eentímetros de profundidad.Es por esta foseta que se mete el intestino en la hernia inguinal oblicua exterior común, que es la más frecuente delas hernias inguinales. Los vasos epie:ástrieos están adentro del «colletá dela hernia, el cordón debajo.
Por esta foseta Se produeen aún lashernias ing;uinales eong'énitales. así llamadas, no '-porque date~l del nac~imientosino porque las vísceras herniadas penetran en un saco prexistente á la hernia,formados á expensas del divertieulumperitóneo vaginal. Este es una invaginación del peritóneo, que desciende álas bolsas para formar la túniea vaginal. He admitido anteriormente queesta invaginación se produeía, desde elprincipio del tercer mes de la vidaintra-uterina antes de la aparieión deltextieulo. Trabajos más recientes tienden á establecer que el descenso deltextíeulo v la formación del divertículoperitoneaÍ son fenómenos simultáneos yprovocados por las mismas causas. SegunSoulié, en particular. el descenso de laserosa se hace bajo la influencia de untendón celular, que llama procesus peritóneo-vaginal; el gubernaculum se pierde en éste proceso á nivel del orificioprofundo del canal inguinal. Cuaadoel textíeulo ha llegado á las bolsas, laporeíón texticular del divertieulum peritoneal representa lo que será más tardela túnica \ aginal, que primero comunica ampliamente con la cavidad peritóneal por la porción funicular, por laporción inguinal del mismo divertículoseroso; las dos últimas forman juntasel canal vagino-peritoneal. Este estáahnmas veces obliterado ellelnacimiento~ lo más á menudo se oblitera en elpr:imer mes, por el contacto de sus pare-
des; donde entonces no esta representado más que por un cordón fibrosoextendido de la depresión peritoneal dela foseta inguinal exterior á la túnicavaginal.
A veces en el adulto, el canal vaginoperitoneal; obliterado solamente en partepersiste más ó menos reducido. En estascondiciones, se produce la hernia congenital del adulto; el intestino invadelo más á menudo de una manera brusca, la porción restante del canal vaginoperitoneal. La hernia es entonces texticular, cuando el intestino penetra entodo el divertículum primitivo, es funicular, cuando el intestino no distiendemás que la porción funicular y la inguinal; en fin, es inguino-intersticial cuando el intestino no puede franquear elorificio superior del canal inguinal.
La foseta inguinal media, limitada áfuera por los vasos epigástricos, adentropor la «faux~ ombilícal está enfrentedel anillo inguinal primitivo, y el puntodebil de esta misma pared. Las vísceras que atraviesan la pared, á nivelde la foseta, no tienen más que caminar recto delante ellos para llegar á lostegumentos. La hernia inguinal es directa. No obstante la rectitud de sutravecto la hernia ésta es mucho másrara que el oblícuo exterior. Los vasosepigástricos y los elementos del cordónestán situados á fuera del «colleb dela hernia.
La posición de los vasos epigástrieoscon relaeíón al «collet,. de la hernia,permite pues de distínguir la herníaoblicua exterior de la hernia directa.Berop reseña un caso donde las dosvariedades se encontraban simultáneamente. los dos "collets,. estaban solamente' séparados por los vasos. Sinembargo esta noción anatómica no tieneen la práctica la importancia que seestaría tentado atribuirle. En el momento del decridamiento de una herniaextrangulada en el anillo inguinal profundo, sería muy útil, sin duda, reconocer la variedad de hernia á la cualse tiene, de saber por consiguiente silos vasos epigástricos están adentro óafuera del collets hernial, para llevarel bisturí del lado opuesto. Pero lasvísceras herniadas distienden progresivamente su orificio de salida y acabanpor borrar la foseta veeína. Los vasosestán eehados hácia adentro si la her-
nia es oblicua exterior, hacia afuera sies directa; es imposible á priori, sabersu posición exacta. En la duda sehace la incisión directamente arriba.
La faseta inguinal interior (fosetasupra-pubiana, supra-veskal) respondeá la cara posterior del recto, está háciaadentro del anillo inguinal superior.Las vísceras que hacen hernia por estafoseta pasan á través de una craillurede los planos fibrosos adosados al bordeexterior del recto; algunas veCeS atraviesan el músculo mismo. Se dirigenen seguida oblicuamente de adentroafuera para llegar al anillo inguinal sup erial', que ataaviesan para salir al exterior. Una hernia tal, á causa de sudírección se llama hernia inguinal oblícua exterior; es excepcional.
VASOS Y NERVIOS
VASOS
Los vasos sanguíneos se reparten entres planos musculares: un plano superfieíal ó infra cútaneo; uno medio, muscular; uno profundo ó preperitoneal.
Los vasos del plano vascular superficial se arrastran entre las dos láminasdel fascia superficial; encuentra: 1°. laarteria infra-cutanea abdominal, cuyasramas se anastomosan con las ramasperforantes de las arterias similares; 2°.con ramas salidas de las pudendas exteriores.
Dos venas acompañan á cada yaso arterial, se tiran en la femoral ó en lasafena interior. Pequeñas, por lo común,se vuelven en ciertos casos sinuosasv varieosas. Las he visto recientemente más gruesas que el index en unhombre que tenía un tumor hepáticovoluminoso, que obstaculizaba la circulación en la vena, cara inferior.
El plano vascular medio comprendelos vasos que caminan entre los músculos parietales irrigándolos. Las arterias están representadas por ramas delas lumbares y por la circunfleja ilíaca.
Las arterias lumbares envian su ramaanterior á los músculos anchos del abdomen.
Cada rama anterior se divide en dosramas: una camina entre el pequeñooblicuo v el transversalis. la otra entreel pequeño y el gran 'oblicuo. Esta
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última suministra arteriolas, qu~ atraviesan la aponeurósis del gran oblícuov se unen al plano vaseular subeútaneo.Hácia adentro á lo larg'o del bordeexterior del recto, las ramas anterioresde las lumbares se anastomosan eonla epigástriea.
La arteria eireunfleja iliaca, situadaentre la bandeleta ilio-pubiana y el fascia transversalis perteneee á la regióndesde el punto donde se pone en eon:aeto con la arcada crural hasta la espina iliaca anterior superior, donde dásus dos ramas terminales.
Las venas son dobles para cada arteria; las lumbares van á la venacavainferior y á las venas azigos por lalumbar ascendente; las circunflejas iliacas se tiran en la iliaca interior.
El plano vascular profundo está representado por los vasos epigástricos. Laarteria epigástrica es lo más importantede la región. Naeida del costado interior de la iliaca exterior á una distancia luída arriba de la al'cada cruralvariando de 5 á 10 milímetros se dirige: 1°. abajo y adentro despues arriba,describiendo una curva cuva concavidad mira arriba y afuera." Sobre estacurva reposa la curva formada en sentido contrario por el canal deferenteen el momento que flanquea el anilloprofundo.
La arteria gana el borde exteriordel recto á 5 cts. más ó menos arribadel pubis, costea éste borde hasta quepenetra en la vaina del recto á nivelde la arcada de Douglas. Esta penetración se hace á 9 cts. y 112 arribade la espina del pubis en la preparación que tengo á la vista.
La artieulaciónse pierde en seguida enel espesor del músculo.
El cayado inicial de la epigástricacontornea el labio interno del anilloinguinal profundo, está á una distanciavariable en 10 y 4 m. casi siemprequeda á 2 ó 3 ets. de la arcada erural.He medido en algunos sujetos la distancia que separa la poreión aseendentedel cayado epigástrico de la espina iliaeaantero superior y de espina del pubis.En el hombre se encuentra en terminomedio á 7 cts. de la primera, á 5 dela segunda en la mujer, 7 112 á 4 112.En este punto está á un dedo adentrola areada crural. Por exeepción la epi-
gástrica puede estar más adentro y responde á la parte media de la fosetamedia.
El trayecto de la arteria está casiindicado par una línea tirada del mediode la arcada al ombligo, línea que debeevitarse en la junción del abdómen.
La regla es que debe introducir eltrocart afuera de ella. sobre el travectode otra línea yendo eÍe la espina Üiaeaantero superior al ombligo. Seria mejorcomo lo hace notar Saulet, hacer lafunción hácia adentro de la línea representando el trayecto habitual de laarteria, que está á menudo desviadaafuera por la distención del abdómen.
La herida de la epigástrica es grave;conozco un caso de muerte. Es inútildecir que hay que lig'ar los dos cabospara parar la hemorragia.
Entre las colaterales señalaré. eomoperteneciendo á la región, la arteriafunicular y el ramo supra-pubiano. Elfunicular nace del cayado de la epig'ástrica, penetra en el canal inguinal delcual atraviesa la pared posterior y camina atrás de la vaina fibrosa del cordón, para terminar en las envolturasdel testiculo en el hombre, con los~,l'andes labios en la mujer.
Larama supra pubiana se dirig'e adentro y forma, detrás los grandes reetos,anastomosándose con el ramo del ladoopuesto, la arcada supra pubiana.
Dos venas acompañan la arteria: setiran de la iliaca exterior, despues de haber recibido varias veniculas del cordón.
LníF.tTICOS
Los vasos linfáticos de la reglOn descienden convergiendo hácia los gangliosinguinales superiores, de las cuales losmás elevados reposan sobre el plieguede la ingle. Según Paulet, existe arriba del lig'amento de Fallope dos ó tresganglios superficiales, que reciben unaparte de sus vasos aferentes del forro de la verga.
NERVIOS
Los nervios son suministrados por elplano lumbar y provienen del granabdómino-g'enital, del pequeño y dela rama interior del génito crural.
CANAL INGUINAL
Se clá el nombre de canal inguinalal espacio ocupado por el cordón espermático) ó el ligamento redondo) enel medio de los planos fibroso-musculares de la región inguino-abdominal.En realidad el cordón se insinua v camina en el espesor de la pared comoun haz vasculo nervioso ordinario. Nose encuentra un verdadero canal másque en el feto y el recien nacido, cuando el diverticulum vagino-peritonealexiste aún, v en el adulto cuando estáformado por' un trayecto herniano, adquirido ó congenital en el cual se meteuna porción de vísceras abdominales.En los dos casos se puede distinguir eltrayecto de un canal situado en el espesor de las pareeles abdominales) condos orificios: uno superior ó profundo)abrienc10se en la gran cavidad peritoneal (anillo inguinal profundo) el otroinferior ó superficial recubierto por lostegumentos (dnillo inguinal superficial).Pero. en el ad uIto en estado normal, sise encuentran facilmente los dos orificios por la entrada y la salida del cordón. no se sabría asimilar á un verdadero canal el intersticio que ocupa estecordón en el espesor de la pared. Elnombre de canal es conservado, pueshay interés para el médico representarselo; ya que la hernia lo crea ámenudo.
No tengo que insistir sobre la descripción: que está contenida implicitamente en lo que precede) dpseo solamente aquí sintetizar las nociones quese relacionan á la pared posterior delcanal.
El anillo inguinal superficial) formadopor la aponeurósis del gran oblícuo)casi redon,jeado tiene por límite óseola porción del pubis comprencl ido entreel ángulo y la espina. Esta últimasalida ósea es un punto de referenciafácil de encontrar.
El anillo inguinal profundo formadopor el fascia transversalis es una hendidura dispuesta en creciente con laconcavidad mirando arriba v afuera ellabio interior del crecient(~. sobre elcual se pncurva el canal deferente. estáreforzado por el ligamento de Hesselbach. El hnillo inguinal profundo está¡¡ituado un poco háci~t adentro del medio
de la arcada crural. á un dedo arrIbade esta arcada. '
El trayecto del canal. oblícuo de arriba, abajo y de afuera adentro tiene unalongitud media de;) á 6 cts. Está comprendido entre la aponeurósis del granoblicuo, que forma la pared anterior) ylos otros tres planos músculo-aponeuróticos de la región laponeurósis delpequeño oblícuo y transversalis fasciatransversalis) que forman la pared posterior. La pared inferior del canal esla porción correspondiente de la goteraque ocupa la cara superior de la arcada crural. He demostrado que estagotera es una dependencia del bordeinferior de la aponeurósis del gran oblicuo. El cordón espermático está á unacierta distancia arriba de la pared inferior: está á un dedo á nivel del anilloingLlinal profundo. Arriba del cordónla pared anterior y posterior se juntan,unidas por una capa de tej\do celular;el canal no tiene pared superior, no seha admitido la existencia ele esta paredsino porque no se comprendía bien laconstitución de la pared posterior.
PAl(ED POSTEmOH DEL C"\NAL INGUIKAL
Se puede aún leer en tratados re,:ientes que la pared posterior está constituída por el fascia transversalis; esta seune abajo con la aponeurósis del granoblícuo para formar la pared inferiordel canal; el pequeflo oblícuo y el transverso quedan entre el grande y el fascía transversalis y constituyen la paredsuperior por su borde inferior. Estamanera de comprender el canal inguinal mucho tiempo e1ásica no es exacta,pues el pequeño oblicuo ¿' el transversalis deben ser estudiados en la paredposterior.
Esta esla parte del canal de estructuramás complicada.
Cuando se ha puesto en descubiertocon una incisión la aponeurósis delgran oblícuo) cuyos colgajos son tiraélos arriba y abajo y apartando el cordón) se vé que esta pared está formada)yendo del anillo inguinal superficial alpIofundo) por el ligamento de Collesel tendón conjoint y el fascia transversalis.
Si se explora con el dedo) uno se clácuenta que la pared no resiste igualmente en todos sus puntos) que su re-
sistencia vá disminuyendo del ángulodel l)ubis al anillo profi.mdo, y se encuentra reducida al mínimum afueradel borde exterior del tendón del conjoint, ahí la pared cede, el dedo penetra bruscamente en el punto debil. Lapared posterior en efecto, no tione estructura homogenea. Si se la examinadesde el punto de vista de los planosfibrosos que lo componen, se puede clisting'llÍr en ella cnatro segmentos, Sll
cediéndose uno al otro de dentroafuera.
El primer segmento, el más interiorv el más resistente. está formado (deadelante atrás) por el ligamento deCalles, el tendón conjoint, el recto, elligamento de Henle, estos dos últimossituados sobre el mismo plano y el fascia transversalis'
El seguudo segmento está formadopor el tendón conjoint y el fascia transversalis.
El tercer segmento, es menos resistente, está reducido al solo fascia transversal.
El cuarto seg1l1ento, estrecho esta formado por el fascia transversalis; reforzado por el ligamento de Hesselbach.
En fin todo á lo largo y abajo de lapared posterior corre la bandeleta iliopubiana.
G. l\Ic. Clellan. describe aún en estapared el espacio triangular de Hesselbaeh como una zona de resistencia mÍnima. Según éste autor este espacioestá limitado hácia adentro por el tendón del recto. hácia afuera por las epigástricas; abajo por el ligamento dePoupart. De una manera más prncisael triángulo está formado por el ligamento de Henle. arlentro: el de Hesselbach, afuera; la bandeleta ilio pubianaabajo. Su lado interior es el más sólido de los tres, pues se apoya sobre elrecto y se encnentra doblado adelantey abajo por el ligamento de Calles.
El área del triángulo está recubiertaen parte, por su cara anterior por eltendón conjoint que pasa también delante del recto v delante del li,g'amento deHenle. L ~
El tendón conjoint desborda afuera elligamento ele Henle: es él que formaforma por su bOl'(le infcrior externo ellimite interior elel punto débil. Estese extiende del ligamento de Hesselbac11 ó dicho de otro modo del labio
interior del orificio profundo del bordecóncavo hácia abajo del tendón conjoint, y no como se ha dicho erróneamente al borde, cóncavo arriba, del ligamento de Henle. El punto débil esen suma la parte exterior del triánguIar.
Resulta de esta descripción que elfascia transversalis sólo ocupa toda laextensión de la pDred posterior; desdeel punto de vista anatómico en elelemento fundamental; pero si la paredposterior está reelueida al fascia transversalis solo, seria incapaz de protegerel canal contra la ilTupación del intestino.
Son los otros elementos de la paredlos que juegan el rol preponderante desde el punto de vista fisiológico, puescasi todos continuan á músculo, cuyacontracción se ejerce sobre ellos. Labanrleleta ilio pubiana sola parece invariable en su e,:;tado á causa de lafijeza de sus inserciones: los otros hacesfibrosos son puestos en estado de tensión, en el momento del esfuerzo, porlo contración ele los músculos de queprovienen ó con los cuales tienen estrechas connexiones. El gnm oblicuotiende el ligamento de Colles: el recto,el ligamento de 11enle: los pequeñosoblicuos y transversos ponen en estadode tensión el tendón conjoint~ el ligamento de Hesselbach y por intermediode estos dos últimos el fascia transversalis mismo. Este puede asi resistir' ála presión intra abdominal, en el puntodonde la soporta solo, lo que habianbien visto A. Cooper y su anunciadorAstor Kie.
Terminaré este trabajo describiendola operación de la cara radical de lahernia inguinal por el procedimientode Bassini. :No se sabria me parece,encontrar una aplicación quirúrgicamás directa. una conc[ición mas práctica es el estudio anatómico topogTáficoque acaba de ser hecho.
Bassini divide el a ~to operatorio encuatro tiempos:
En el 1". incide la piel y el tejidocelular. en toda la t'stensión del canal.
En el :2". se incide la anoneurósis delgnm oblicuo del anillo i~]g'uinal superior ó profundo.
Los dos colgajos aponeuróticos queresultan de esta sección son tiradosuno arriba y otro abajo. Hay que nis-
lar entonces el «collet» del saco hernialy el saco mismo, aislándolos con losdedos de los elementos del cordón. Este despegamiento debe ser llevado muyalto más allá del anillo inguinal profundo. Se abre ent Jnces el saco. sucontenido es examinado, el intestinoreducido, el epiploon resecade. Se ligael saco lo más arriba posible; se resecala parte J-a aislada, el muñón del sacodesaparece en el abdómen.
El tercer tiempo está consagrado ála reconstitución de la pared posterior.El cordón espermático se tira arriba.Los dos colgajos de la aponeurósis delgran oblícuo son tirados, uno arriba, elotro abajo, para poner bien en deseubierto la cara superior de la gotera formada por la arcada crural. Se ponelibre entonces el borde exterior del recto y la triple capa formada por elpequeño oblicuo transversalis y faseiatranversalis. Se moviliza esta triplecapa ó mejor el tendón conjoint, hastapoder aproximarlo sin dificultad al borde posterior profundo de la arcada crural, es decir á la bandeJeta ilio-pubiana.Se unen entonces el tendón conjoint yla bandeleta ilio-pubiana por una suturaentrecortada, que comienza adentro;los dos primeros puntos, colocados cercadel pubis, deben abrazar tambien elborde exterior del recto ó el ligamentode Henle.
Esta sutura debe extenderse sobreuna longitud de [) á 6 cts. hasta elanillo inguinal profundo, que se encuentra así reconstituído. al mismo tiempo que la pared posteriór. Hecho esto,sería bueno constatar que la pared posterior del canal inguinal está fuertemente tendida v en estado de resistirá la presión intl~a abdominal más fuerte.
El 4°. tiempo es mucho más simple.El cordón espermático le coloca en susitio; se reconstituye enseguida la paredanterior del canal y el anillo inguinalsuperior, suturando la aponeurósis delgran oblícuo de afuera adentro. Noqueda ya más que suturar la piel.
CONCLUSIONES
Resumil'é aquÍ las nociones establecidas ó confirmadas.
La región inguinal ó de la ingle comprende dos regiones: una superior, región ing'uino abdominal ó región del
canal inguinal: otra inferior, regióninguino-crural ó región del canal crural.
Los tractus fibrosos descritos por Petrequin bajo el nombre de ligamentosuspensor de la ingle todo á 10 largode la arcada crural.
Las inserciones pubianas de la aponeurósis del gran oblicuo se hacen porfibras directas (pilar exterior) y porfibras cruzadas (pilares interiores y posteriores.)
Existe una compensación entre el pilar interior de un lado y el posteriordel otro: uno g'ana lo que el otropierde.
El pilar exterior de un lado se entrecruza con el interior del lado opuesto sobre la cara anterior del pubis; seune tambien con el pilar posterior correspondiente: las fibras pubianas directas de la aponeurósis del gran oblicuode un lado se unen pues á las fibraspubianas cruzadas del gran oblicuo dellado OpLH:StO.
Las fibras arcifonnes se dividen endos grupos: grupo exterior formado porfibras arcadas directas; grupo interiorformado por cruzadas.
La arcada crural no es más que elborde inferior de la aponeurósis delgran oblicuo. La gotera que ocupa lacara superior de la arcada está todaentera formada por el borde inferior dela aponeurósis del gran oblícuo que sedá vuelta v se enrosca sobre sí misma.En el mon1ento del repliegue del bordeinferior. alg'unas fibras no hallan sitioen el I)lan~ general de la aponeurósisy se expanden en su superfieie formando el grupo exterior de las fibrasarciformes.
La aponeurósis del gran oblícuo ytransverso tienen una disposición general semejante á la región inguinal. 1ntimamente pegadas constituyen el tendón conjoint. Las dos pasan delante delrecto.
El faseia transversalis está reforzadoen esta región por tres haces fibrosos:el ligamento de Hesselbach, de Henle yla bandeleta ilio-pubiana.
El ligamento de Hesselbach está esencialmente constituído por fibras queemanan de la arcada de Douglas dellado correspondiente (arcada prim~ipal
y accesoria), pero que provienen de laaponeurósis del transverso opuesto, def¡-
'púes del entrecruzamiento en la line~l
mediana; es visible despegando el peritóneo.
El ligamento de Henle es una expansión lateral del tendón del recto. Puederecibir fibras de la aponeurósis del transverso, pero no forma parte del tendónconjoint. Está situado atrás de éste,adelante del fascia transversalis.
La bandeleta ilio pubiana de Thompson está constituída por las fibras másprofundas del borde inferior de la aponeurósis del gran oblicuo replegada engotera. Forma parte integrante de esteborde inferior.
El cordón se insinúa v camina en elespesor de la pared a'bdominal comoun haz vasculo nervioso ordinario. Elcanal inguinal no es un verdero canalen el adulto en estado normal.
La pared posterior del canal es laparte más complicada. Se pueden distinguir cuatro segmentos sucediéndosede dentro á fuera.
El 1~. segmento 'ínás intenso está fOÍ'mado, de adelante atrás, por el ligamento de Calles, el tendón conjoint, elrecto, el ligamento de Henle (estos dosúltimos en el mismo plano y el faseiatransversalis.
El 2°. esto. formado por el tendón conjoint y fasc:ia transversalis.
El 3°. está reducido al solo fasciatransversalis (punto débil).
El 4°. por el fascia reforzado por ellig'amento de Hesselbaeh.
La bandeleta ilio pubiana corre todoá lo larg'o y abajo de esta pared.
Se describe aún en esta pared posterior: el espacio triangular de Hesselbach, comprendido entre el ligamentode Henle, el de Hesselbach v la bandeleta ilio pubiana,. y el punto" débil quese extiende desde el ligamento de Hesselbach al borde cóncavo del tendónconjoint.
P. GILIS.
J:a ~ns~ñanza d~ la Jlnatomía Patológica ~n JlI~tnania
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Berlín, 22 de Setiembre de 1905.
SeFioí' Decano de la Facultad ele Ciencias 111edicas, DI'. Eufemio Uballes.
Tengo el agrado de dirigirme á Vd.para informar á la Honorable Academiade los adelantos que en la enseñanzade la Anatomía patológica he observadoen las Facultades europeas, cumpliendoasí con la honrosa misión que esa Academia me ha encomendado.
:Mis observaciones fueron recogidas enItalia. en la Faeultad de 1Iedieina deTurir{. en donde asistí durante 3 mesesá laselases del profesor Foá, el que goza en su país de la fama de ser el primer anatomo-patólogo. Al mismo tiempe hacía mis estudios de Histología práctica en el Instituto de Anatomía normal, del que es director el Prof. Fusari.
En Paris. cOllcurri durante 3 mesesá las clases del PI'Of. agl'ege Legry, quedicta el curso de Anatomía patológicaen la Facultad de 1Ieclicina durante lasegunda mitad del año, pues en la primera lo dicta el Prof. Cornil. Contemporáneamente estudié en el mismo Instituto la sangre normal y patológicabajo la dírecc!ón del Dr. Dominici.
Fínalmente, hace un año que trabajo en el Instituto de Anatomía patológica de Berlin, habiendo asistido durante dos semestres á todos los cursos delProf. Orth y á algunos de los que dietan los Prof. Israel, Kaiserling y Grarritz.
He sido además, durante un año vmedio Prosec:tor en el Instítuto de An~tomía 'patológica de nuestra Facultad.
De la comparación de las escuelasque conozco resulta que la enseñanzaque se hace en las Facultades alemanas
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es muy superior á las otras. Aquí seenseña la Anatomía patológica en todasu extAnsión en una forma más práctica y se coloca al alumno en mejorescondiciones de aprendizaje que en lasFacultades de Turin y Paris.
Me limitaré 11 referir suscintamentecomo ella es enseñada en el Institutode Anatomía patológica de Berlín; enlas otras 23 Facultades alemanas ella sedicta más ó menos en la misma forma.
** *La construcción del nuevo local para
el Instituto de Anatomía patológica setermina actualmente, y aunque él estáya habilitado en su mayor parte parael servicio, recién será inaugurado oficialmente á principios del año próximo. Para dar una idea de su amplitud,sólo diré que él es más vasto que todoel edifieio de nuestra Facultad de JHedicina. con la Materuidad inclusive. Después' de su inauguración tendré el agradocle enviar á la Honorable Academialos planos del mismo~ acompañados desu descripción. Por ahora me limitaré ádecir que él se compone de tres cuerpos de edificios con las siguientes reparciones:
l.er cuerpo~ a) Repartición para elDirector y la Biblioteca. lJ) Reparticiónpara la Patología experimental. c) Repartición para los trabajos de Histologíapatológ'ica de los asistentes y médicosque trabajan en el Instituto. d) Repartíción de la Bacteriologia aplicable ála Anatomía patológica. e) Reparticiónpara la enseñanza de la Histología patológica práctica á los estudiantes. f)Rep~utición para la Química biológiea.
En el 2.° cuerpo de edificio está laSala de Autopsias y sus anexos.
El 3.° contiene el Museo v un vastoanfiteatro. "
:::* *
El Director del Instituto es el Gehsimi.l1edezinal Red, profesor J ohannes Orthactualmente Oecano de la Facultad delVledicina. .bl es el alma v el músculodel Instituto. Trabaja en" él todos losdías. en el verano desde las 7 a. m.hasta las 3 p. m. y en el invierno desde las 8 a. m. hasta las 4 p. m. Dictadiariamente 3 horas de clase;
Ensefia la Anatomía patólógica ell 4eursos que pueden resumirse así:
1.0 Enseñanza [de la Patologia genei'C{[ y especial con presentación de piezas del :l\Iuseo y proyección de preparaciones microscópicas.
2.° Enseñanza de la Anatomia patológica macroscópica ymicroscópic(¿ enpiezas frescas y preparaciones hechasde las mismas~ provenientes de la autopsia de la Charite. (Esta es un hospital de 1.400 enfermos dedicado á laenseúanza y en el que está ubicado elInstituto).
3.° Enseñanza de la Histologia patológica práctica en preparaciones coloreadas y no coloreadas que se distribuyen á los estudiantes.
4.0 Enseñanza de la Tecnica de lasautopsias.
Haré una descripción breve de estoscursos que los conozco muy bien porhaber asistido regularmente á ellos, durante un año.
El primer curso se dicta en una horade clase diaria. Durante el semestre deverano dicta la Patologia general ydurante el de invierno la Anátomia patológica especial. Esta enseñanza esmetódica y práctica. Describe y demuestra, ordenadamente, todos los procesosde todos los tejidos y de todos los órganos. La demostración de cada proceso se hace de la manera siguiente: 1.0Descripción teórica~ la que es siempreclara v eorta. 2.° Demostración del mismo nlacroseopieamente en una piezadel Museo, la que es descripta y mostrada de cerea á cada uno de los alumnos. 3.° Dernostraeión mieroscópica delmismo, proyectando preparaciones, nunca dia-positivos.
En este eurso el profesor no disertamás de media hora; en la otra medialos alumnos observan las piezas) las queson explicadas á cada uno de ellos porel profesor acompañados de 6 Ú 8 asistentes voluntarios (1) ó bien se proyectan preparaciones microscópieas, lasqUA son explicarlas por Orth.
Durante el año hemos visto un término medio de 6000 piezas patológicas(el museo posee 26.000) y unas 2000preparaciones microseópicas.
(1) Los asistentes efectivos ó voluntarios sonm6l1icos; los primeros á sueldo.
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~en el mundo. De América, del ~apónde Rusia, de Italia, de Grecia, vienenmédicos y estudiantes en níunero noescaso á seguir sus cursos.
Esta enseñanza, esencialmente práctica, de la Anatomía patológica iniciada en Alemania por Virchow, y seguipor sus numerosos discípulos, es la queha dado los sólidos fundamentos sobrelos que reposa esta Escuela de JHedicina. Ella se diferencia de la que sehace en otros paises en que es mas vasta, más práctica y más didáctica porcuanto ella coloca al estudiaute en mejores condiciones para su aprendizaje.
lHientras en otras escuelas solo sedicta un curso ó dos en el que se demuestran los órganos enfermos segúnla frecuencia con que aparecen en lasautopsias, aquí no solo se hace estosinó que se dictan además cursos eI{donde sistemáticamente v en un órdendeterminado se enseñml los procesosde todos los tejidos y órganos. y nosolo es más vasta sino que ella es máscompleta, porque mientras en aquellasllas se limitan los profesores á la des_cripción macroscópica del órgano sinhacer la demostración microscópica delmismo, tan importante como la primera, porque es la que dá la noción exáctade la enfermedad ó haciéndola de unamanera imperfecta proyectando día positivoS ó preparaciones qUA no han sidocoleccionadas con un fin didáctico, aquíla demostración microscópica es un complemento indispensable del que se usaen todos los casos v en la forma másadecuada. "
Si se trata, por ejemplo, de demostrarle al estudiante las alteraciones microscópicas de la tuberculosis pulmonar,el profesor no le da una sola preparación en la que no podría adquirir unaidea completa de la naturaleza del proceso, sino que le da varias con distintas coloraciones, cada una de las cualestiene un fin especial: 1.0 le da una preparación microscópica en la que puedaestudiar la morfologia de las células deltubérculo v del exudado tuberculoso. ven este ca~o ella debe ser coloreada éOllJlfethylgl'ún y PYl'onin Ó con otros colorantes; 2.° le da otra preparación delmismo procese con coloración de lasfibras elásticas por el método de vVeigertú otro, para que vea las relaciones deltubérculo y del exudado con el parén-
qu'ima plllmonar tan a:Iterado eÚ estoscasos que sólo una coloración de fibraselásticas puede darle una buena orientación; 3. 0 una preparación con la coloración de la fibrina para revelarles laexistencia de este elemento importanteen la COlllposición del exudado; 4.' elcorte transversal de un puente de caverna tuberculosa para enseñarle la endarteritis proliferante que oblitera elvaso é impide muchas veces la hemóptisis; 5.' un preparado fresco para queobserve la degeneración grasosa, mediante las reacciones con ácido acético ypotasa, que sufren las células del tubérculo y del endotelio pulmonar cuandoentran en degeneración caseosa; 6.' unapreparación con coloraci9n de bacilusen el tejido para que estudie sus relaciones con las células que los rodean;7: una serie de preparaciones para queaprecie objetivamente las díferencias microscópicas que existen entre la tuberculosis militar del pulmón, la bronconeumonía tuberculosa, la neumonía caseosa y la tuberculosis pulmonar crónicaulcerosa. Y sólo esto, ya que no esposible enseñar á 100 estudiantes losmás finos detalles de cada proceso; 8.'finalmente le da una preparación coninduración fibrosa del pulmón, resultante de una tuberculosis curada.
y lo mismo que con la tuberculosispulmonar hace con la pericarditis, conla cirrosis del hígado, con la meningitisó con el tabes. El estudiante recibepreparaciones en donde pueda ver todolo que el profesor explique, ó mejor dicho, el profesor explica con las preparaciones que el alumno observa.
Se comprende fácilmente que despuésde este estudio analíti:o de las unidadespatológicas, el concepto de la enfermedad, de su patogenia y de su sintomatología, debe ser claro y simple y lainterpretación de los casos más sencilla.
El estudio de la anatomía patológica,hecha en esta forma. no sólo tiene suinfluencia directa en' la mejor preparación de los médicos prácticos dedicadosexclusivamente al ejercicio de la medicina. sino que él es de gran trascel1deneia para los que se dedican al profesorado y á las especulaciones científicas.
En ningún pais la producción médicaes actualmente tan vasta como aquí yesto depende en gran parte á la facul-
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ad de ob3ei'var que 103 m3dico3 a1euL1nes adquieren en sus 24 Institutos, donde se hace la enseñanza práctica de laAnatomía patológica.
La medicina moderna marcha con elmicroscopio porque éste da el reactivoexacto de la presunción clínica. Comocon tanta razón decía Wircho"\v: "LaAnatomía patológica sin la Clínica, seríaestéril, así como ésta sin aquélla quedaría en un pantano". Cuando el microscopio no da la reacción que se lepide, la insuficiencia no está en él, sinoen el ojo que observa. Un mioma defibras lisas v un sarcoma á células fusiformes pueden confundirse fácilmentey el error es grave, pero morfológicamente la fibra muscular lisa v la célulasarcomatosa son diferentes y 'el patólogodebe distinguirlas siempre.
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* *Además de los cm sos dictados por el
Profesor Orth, profesan en el mismoInstituto, y como complemento de laenseñanza que él hace: el Profesor Israel, que dicta la Patología general enel semestre que Orth hace la Patologíaespecial JT vice-verse. Dicta un segundo curso en el que haee practicar autopsias á los estudiantes.
El proíesor Kaísel'ling, enseña la técnica histológica fina, apl~cada á la Anatomía patológica. Es un curso prácticoJT muy útil en donde se aprende todaslas coloraciones v rea -ciones necesariasen los trabajos ele esta materia.
El Profesor Salulwsky, enseña la Química biológica teórica y prácticamente.Los estudiantes pueden ocupar una plaza en su repartición y hacer los trabajos que deseen.
El pJ'i1)((t-clozent Bickel dicta la Patología experimental práctica.
El asistente Beítzke dicta uu cursopráctico de bacteriología aplicada á laAnatomía patológica.
Los médicos extranjeros matriculadosen la Facultad, lo mismo que los estudiantes, mediante el pago oficial de 30ó 40 marcos por cada curso. tienen elderecho á ocupar una plazá en cualquiera de estas reparticiones y seguirlos trabajos prácticos que el profesoreuseñe ó bien hacer trabajos especialesindependientes de aquéllos.
Hay además una vasta sala para mé-
aicos alemanes oextranjeros que deseenocuparse en los trabajos científicos sobreAnatomía patológica y en la que haceun año tengo el honor de ocupar únaplaza. Estos medicas vienen generalmente con un tema ya elegido y sólobuscan la opinión y el apoyo científicodel maestro para la orientación del trabajo y su publicación en una revista deimportancia ó bien reciben aquí mismoel tema y lo estudian bajo la direccióndel Prof. Orth.
En lo que á mí concierne hice en elúltimo semestre un trabajo "Sobre elexudado en la meningitis», el que meha sido solicitado por el Prof. Orth, parapublicarlo conjuntamente con otros trabajos en un volúmen que aparecerá áprincipios del año próximo, eon motivode la inauguración del nuevo Institutode Anatomía patológica. 1\Ii objeto alhacer este trabajo ha sido presentarlo ála Honorable Academia de l\Iédicina demi país, lo que haré después de su publicación en lUemania.
:;:
* :::Los demás hospitales de Berlín tienen
preeeptores, independientes del Instituto y los que también dictan cursos oficiales en la misma forma que los deOrth, pero con un menor número de estudiantes. Ellos son los profesores Hansemann; Oestreich, Pick, vVestenhoffer. etc.
En las otras Facultades alemanas 111enseñanza de la Anatomía patológica sehace de ig'ual manera que en Berlín.Todas han realizado el esfuerzo necesa·rio para obtener un buen Instituto enel que se haga el aprendizaje práctico,objetivo de esa materia.
En Leipzig tuve oportunidad de visitar el nuevo Instituto que acaba deconstruirse y el que será inauguradodentro de un mes y el viejo donde trabajan actualmente, el que me fué pacientemente mosrrado por su director, elProf. l\Iarchand, uno de los patólogoscontemporáneos de más serio talento.
El Prof. l\Iarchand, lo mismo que Orth,dicta cursos de Histologia patológicapráctica, con preparaciones en tejidosfrescos y coloreadas, que se distribuyen
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en número de 100 a 150 á los estudiantes. Presenta, además, según me hadicho él mismo, el mayor número posible de preparaciones microscópicas enlos demás cursos que dicta. Al hablurde Buenos Aires, hizo un grato recuerdo' de Bürmeister.
En Munchen (lVlunich) visité el Instituto de Anatomía patológica que dirigeel Prof. Ballinger "':I el que me fué enseñado en todos sus detalles por elProf. Dürk, jóven é ínteligente; que hace14 años trabaja en ese Instituto y autorya de uno de los mejores tratados de lamateria. Aquí, lo mismo que en BerlínJ' en Leipzig, dan una gran importancia a la Histolog'ía patológica y ademásde los cursos especiales que sobre estamateria se dictan, proyectan numerosas preparaciones en los demás cursos.Este Instituto tiene por lo menos 30 añosy si bien no reune todas las condiciones de iluminación y capacidad de losnuevos, satisface, sin embargo, para haceruna enseñanza completa de la materia.Aquí también esperan obtener dentro depoco tiempo uno nuevo.
En este país se tiene una idea grande de lo que un Instituto de Anatomíapatológica debe ser. Los nuevos que seconstruyen son vastos pabellones de 3ó 4 pisos en donde profesores, asistentes y estudiantes, lo mismo que los médicos alemanes ó extranjeros, dispongan, ademáe del marerial, de todas lascomodidades para sus trabajos, Las plazas se conceden generosamente á todoel que quiera traba,jar con seriedad,cualquiera que sea el punto de procedenda.
** *En todas las Facultades alemanas el
profesor de Anatomía patológica se dedica exe1usivamente al estudio de estaciencia; no ejerce la profesión. No podriaser de Qtra manera: la enseñanza de la
Anatomía patológica, tal como se haceaquí, requiere desde luego que el profesor le dedique diariamente un crecidonúmero de horas y aparte del trabajoque eso significa, elebe ocuparse en investig'aeiones científicas que lo hag'andign¡j y estable en el puesto que oCllpa.
:;:
* *La Histología patológica, no es, como
generalmente se cree, una cienda sinaplicación práctica; ella es fundamentaly aplicaple á todos los estudios medicoso En l\Iunchen, uno de los profesoresde Clínica médica más renombrados enAlemania. Fredl"ich l\Iüller. dicta su curso en un' anfiteatro á doncle el enfermoes traído en su cama y examinado porlos alumnos. Despues de verificado eldiagnóstica y antes de prescribir el tratamiento, el profesor proyecta preparaciones microscópicas de la enfennedaden cuestión. haciendo las consideraciodes referentes á la patogenia y sintomatología con un perfecto conocimientode las finas alteraciones anatómicas delcaso.
La comprensión de la enfermedad, presentada así en el enfermo y en el microscopio, es más fácil: más científicaque por las abstracciones que el estudiante debe hacer cuando no tiene elfLlndamento anatómico sobre sI cual hade fijar toda la concepción clíni(;a.
Será para mí una gran satisfacción síestas informaciones que hago á la Honorable Academia contribuveran á la formación de un nuevo Instituto de Anatomía patológica y al comienzo de laenseñanza práctica de la Histología patológica en una forma igual á la que sehace en las Facultades médicas alemanas.
Saludo al señor Decano con. mi másalta consideración y respecto,
DAVID SPERONI.
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tia Repúbliea y sus ttelaeiones inte11naeionales (1)
Señor presidente:Señoras:Señores:¿Habéis escuchado alguna vez, mo
dularse á intervalos, en medio del silencio no inteITumpÍdo de la noche,' elcanto de la lechuza, parada sobre lacumb¡'era del rancho, como un centinela en atalaya? ¿Habéis razonado, alguna otra, sobre lo sombrío y lúgubre,de aquel canto, en el seno de la oscuridad y del silencio producido, comopara hacer,-por contraste,-mas lóbrego aquel y más densa ésta? ¿Habéisrecordado, en fin, al escuchar aquelgrito, mezcla de voz de alerta y de. espasmo doloroso, en el terror despertado,por él, en las sencillas gentes de las campiñas y en crédulaslas multitudes ele lasciudades? Si podeis responderme afirmativamente, y si, como yo, no habéisdado al grito terrorífico del ave de lamuerte; otro valor que el qne tiene:simple voz de alarma, denunciante deque algo turba la quietud que le rodea,sed clementes, también, para estas palabras que voy á deciros, canto agorero entonado bajo el cielo oscuro delporvenir de la patria, si los hechos apo-
(1) El presente trabajo del doctor AmbrosioL. Ramasso, fué leído por su autor en el Ateneodel Uruguay, el 29 de noviembre de 1905.
El doctor Ramasso,-cuya· incorporación á nuestro cuerpo de colaboradores, constituye uo éxitopara la Revista,-es uno de los intelectuales jóvenes más eruditos y mejor conceptuados.
Ha publicado un opúsculo titulado «Dios antela razóll») y un libro «El Estadista», recientemeote aparecido, que demuestran su vasta preparación cientifica y su honda personalidad intelectual,-que ocupa con toda competencia el cargode miembro de la Comisión DepRrtamental deInstrucción Primaria de Montevideo.
N. DE LA R.
yan mis temores, ó sincera incitación áponernos en guardia, para los días deprueba qne nos esperan, si, como lodeseo ardientemente, no responden,aqueHas, á mis recelos. Nadie es profeta ensu tierra, suele decirse; y, aunque pueda consolarme que el aforismo, por popular, sea verdadero, me preocupa yme duele haber profetizado con aciertomás de una, más de dos y más de diezveces, en mi patria. -Pero, á pesar detodo, y sea de ello lo que fuere, escuchadme, os lo suplico, Y si mis palabras no expresan la verdad presente,aceptadlas, no obstante, como un graveproblema planteado, de resolución impuesta, para días que, lejanos ó próximos, pueden registrarse, en el calendario de nuestra accidentada historia.
1
Cuando los delegados del gobiernochileno, los elel argentino y los del brasileño, honraron al nuestro con su visita; cuándo pueblo y autorida,rles, de consuno, rebosantes de un júbilo sobradamente manifiesto, revelaron á losamables huérpedes . su satisfacción inmensa, desde la recepción hasta la despedida; cuando casi un centenar demiles de pesos,-bajo esta administración que, si no la distínguiesen otrosrasgos, la señalarían sus excesivas economías,-fué invertido en corresponderdebidamente á los que, en misión oficial, vertían su oro á manos llenas, para agasajarnos; cuando todo eso pasóante mis ojos, y, ante mí pensamiento,las ideas de que diplomacia, política,cálculo y habilidad, suelen ser uno, sen·ti oprimirse mi corazon y permanecí
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apenado en medio de los cbmunes regocijos.
:l\1ás, después que se fueron, y todopasó; después que, disipadas las expansiones del festin, serenada la atmósfera,huídas las visiones y acallados los entusiasmos, la razón, la fría razón tuvosu imperio y volvieron, pueblo y gobierno, á la rutina del vivir diario, eltaciturno pensar de aquellos dias y latristeza invencible de aquellos momentos que parecieran no guardarla paranadie, se concretaron en estas preguntas: ¿Por que razón si somos tan pequeños, tres grandes potencias, los trescolosos del continente, se creen obligados á dispensarnos tanto honor? ¿Cómoes que Chile, el arrogante y soberbioChile, que hasta divide su población
.en clases; que parece que ha hechootro tanto con las naciones, á juzgarpor su conducta en el asunto devolución de Tacna y Arica; que no creyódigno de apoyo el movimiento de confraternidad continental que representanlos tratados sobre derecho privado, de1889, acaso porque habria, en su celebración, todo linaje de países, metido;cómo es, repito, que nos concedió tantadistinción, viniéndo tan lejos, siendonosotros tan chíeos, y, sobre todo, noviendose causa exterior, importante ónimia, para hacerlo? ¿Cómo es que elBrasil, sin confiictos que dirimir, connosotros, ni en lo político ni en lo comel cial, nos considera dignos del mismo honor que dispensa á la Argentina,si en territorio, en vida económica, enfuerza militar y naval, y aún en recursos, somo~ tan infeí:iores á aquellay á él mismo? ¿Y cómo, finalmente,la Argentina, que hasta ayer, durantediez larg'os meses de revuelta, quearruinaron nuestros campos y esquilmaron nuestros tesoros rurales, asumióuna actitud tan hostil que hasta se hallaron sus fusiles y sus uniformes enlas filas de los sublevados; que mantuvo,á pesar de nuestro notorio y manifiestodisgusto, un agente diplomático que albergaba á los revoltosos, nos envia,ahora, toda una legión de prohombres,en forma 'de misión diplomática, igualándonos con Chile y el Brasil, á losque, razonablemente, entendió que podía temer, desde que se apresuró áproponerles el arbitraje para sus gran-
des cuestiones de limites? ¿Y cómo ¡ rilepregunto, doblemente admirado de tanto desprendimiento, se ha dado prisa,empeñándose en que suscribiéramos untratado de arbitraje con ella, años hace, sin que se vea que cuestiones pendientes lo imponían, pues no había unasola sobre el tapete, cuando tal sehizo?
Estos hechos, estas interrogaciones,han suscitado en mi, dudas mortales,lo confieso. <tEl pobre desconfía de lalimosna, cuando es muy grande», asienta la secular ciencia del pueblo; y si,haciendo uso de otro de sus gráficosmodismos, en la vida toda, y en la política y la diplomacia, que son la suprema expresión de ella, pues resumenla de las grandes eolectiyidades,dlOse dá puntada sin nudo:>, me temo yno sin falta de razón, que los tres ciclopes del poder militar, de la diplomacia y de la fuerza económica, se hayanllegado á ésta <tmuy fiel y reconquistadora eiudad de San Felipe y Santiago»,persiguiendo reeonquista posible de unahegemonia continental perdida paraunos, por perderse para otros, y de todos modos, en tela de juicio, proximamente y que hayan querido, tambiensegún el expresivo decir del pueblo,<tadorar al santo por la peana:>. y. esesanto, señores, ese santo bien pudieraser nuestro desgraciado pueblo, Yictimaexpiatoria, durante su corto vivir independiente, de las vicisitudes internacionales, y esa peana, su posición geográfica, envidiable para todos menospara el,-que hará su ruina de ser ciertas mis suposiciones,--para él que nopuede aprovecharla, porque cuando loínterno parece tranquilo, lo externo serevuelve, y ,cuando lo externo se apacigua, sólo lo ha(~e en apariencia, puesque, en el fondo, la política internacional y la diplomacia libran una luchade muerte. Acaso, y no es esta la primera vez que se me ocurre,-acaso,dig'o, sea hora .de dejar á un lado, ypara siempre, en la resolución del magno problema de la jefatura del Estado,las simpatias irazonadas de las turbas,y hacer que se inclinen las voluntadesde 10'3 electores á darnos por gobernantes á quienes, mitad estadistas, mitaddiplomáticos, sepan: dirigir la marchainterna, sin descuidar la brega externa.
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II
Un sesudo pensador nacional, joven deaños y experimentado de reflexión, parasu poca edad, el doctor Alfredo Furrioldecía en 1896, desde su retirado laboratorio, de infatigable eolaborador dela obra común: «El estado actual de laAmérica nos ha llevado á meditar sobre nuestra nacionalidad. En los presentes momentos, parece que la guerraoprimida y sofocada en el viejo continente, bajo un montón de ejércitos armados, tiende á transportarse al sueloamericano en busca de ambiente máspropicio, pues de las Antillas á la Pampa Argentina, desde el Pacífico al Atlántico, el telégrafo nos trasmíte el eco delas turbulencias continentales, que bienpueden guardar el embrión de futurascatástrofes para alguna de las Repúblicas americanas. Aún 110Y llegan al Perú las proyecciones de las pasadas luchas con Ohile, porque no se extingieron con los últímos estampidos delcombate, las causas Ique dieron vida ála contienda. Siente Bolivia robustecerla conciencia de su importancía politica, al verse solicitada, con insistencia,por Ohile y la Argentina, que en apariencia sólo disienten por cuestiones delímites, y en cuya problemática peroposible lucha armada, ni el Uruguay,ni el Brasil, ni el Paraguay tal vez,pudieran mostrarse indiferentes. Ahí está Ouba, luchando sola éontra España,sin que la América latina le tienda generosa mano, aunque corriera el ríesgode que á sus pueblos se aplicara poresa legitima protección, el epiteto dedescastados con que los moteJa el eminente Oastelar. Y al Norte, en los confines de América, en la tíerra de Bolival', la vieja Inglaterra pretendiendoextender aún más lo inmenso de susdomínios con tierras venezolanas, queriendo llevar el límite actual de la Guayana que marca el Esequibo, hasta laspuntas de Barima, en las puertas delOrinoco, punto estratégico comparadocon el Dardanelos europeo.
«Algo dicen los hechos apuntados, ypor lo menos, que la noción de derecho,que la idea de justicia, no por habersearraigado hoy más que nunca en laconciencia del sig'lo XIX, sirven siempre de disciplina ó norma de conducta
en las relaciones internacionales. Quela fuerza prima al derecho y que lapaz perpetua es simplemente una visión concebida por el altruismo humanitario de filósofos y estadistas.
«Bien puede la diplomacia, aunquese ponga en mangas de camisa, comodecía Birmarck, mostrar la más francasinceridad, que su acción ha de sufrirel acomodamiento á que le somete laínfiexible ley de la lucha por la existencia. No pondremos como ejemplo elde Europa, cruzándose de brazos antelas desgTacias de Polonia; ni el de Alsacia y la Lorena, el botín de Alemania en la guerra del 70; ni aquí, enAmérica, el de Tacua y Arica, las provincias peruanas que ambiciona Ohile.
«Recurrimos á nuestra República, ypreguntamos: el Brasil ¿á que sentimientos respondía, cuand9 en 1851, enlas horas mas aciagas para nuestro paisle arrancaba sin escrúpulos, el territorio comprendido entre el Ibicuy Guazúy el Arapey? ¿Eran sentimientos de fraternidad los que inspiraban á su diplomacia ó estaba ésta animada por lastendencias más adversas á nuestra República? ¿Se dirá que hubo tratados.Los hubo, es cierto. Pero hubo tambiénviolencia; y, aunque nos repitan el viejoaforismo jurídico coacta voluntas, tamenvoluntas para dar á aquellas convenciones fuerza de legalidad, no llegaránjamás á obtenerla, como no sea invocando el derecho que la fuerza presta.
«No puede, porque no debe caer sobrelos ilustres sostenedores de la Defensa yla diplomaci& de la República en aquella época, ni la sombra de una sospechaque llevaría consigo la mayor de lasinjusticias. ¿No vemos hoy al Brasilempecinado en monopolizar la navegación del río Yaguarón y la laguna filerim contra principios de derecho internacional universalmente admitidos? ¿Nova en ello la ostentación de la fuerzaque logra sobreponerse al derecho? Esaha sido siempre la política de usurpación de la nación brasileña. Por eso nohemos podido menos que sonreir cuando, leyendo las conferencias que precedieron á la convención preliminar depaz de 1828, nos hemos encontrado alvoraz Imperio brasileño, defendiendosolemnemente nuestra independencia,matando una por una las ambicionesporteñas.
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«No tenemos por qué advertir queese modo de ser del Brasil no llega ásingularizarle, porque es conducta general de las demás naciones. Si cambianel escenario y los actores, la obra representada es la misma: es el drama,naturalmente terrible, de laducha porla existencia á que la humanidad parece consagrar, desde sus comienzos, losmás perseverantes esfuerzos.
«Digno del estudio del sociólogo y delverdadero estadista, el espectáculo quenos ofrecen los pueblos: en el órdeninterno, esforzándose y alcanzando porfin un grado de moralidad elevada,.....en las relaciones externas. una moralmuv distinta vaciada en él molde depráCticas salvajes, que desconoce elderecho de los menos fuertes, que convierte á las naciones en cuarteles.....
«Hay, pues, verdadera oposición entre la moral que bien podemos llamarinternacional y las reglas de conductaá que los individuos se somenten en elseno de las sociedades. Mientras que elcristianismo predica uuiversalmente lapiedad y la mansedumbre, parece haberotra religión, unánimemente aceptada,que exhorta á la guerra; que es fuentede la moral de la enemistad, como lallalna Spencer, moral que, aunque no seconfiesa por los que la profesan, se llevaá la práctica sin embargo».
Si la lucha por la existencia, unabrega cruenta de vida ó muerte, es,como lo dice el distinguido compañero,la expresión del vivil' diario de las naciones; si, por ella, pasa á letra muertala exig'ente moral interna; si pudo inspirar, para nuestro pais, la aparentemagnanimidad, el desprendimiento forzado «del voraz imperio», como afirma;si, ni en mangas de camisa, al decir deBismarck, ni desnuda del todo, segúnvoy viendo, en lo moral mismo, podríala diplomacia proceder ó hablar sinambages; y si la guerra, que ahogan,en Europa, montones de bayonetas yacelera'los impuestos progTesivos, devoraelores de capitales privados, para mantener esos montones, va mudando decasa ó escenario para ubiearlo en América, ¿á qué responden esas grandesmanifestaeiones de los colosos continentales á nuestro pequeño y poeo afortunado pais? ¿No os asombraría, de igualmanera, ver inelinarse, poseidos de respeto, ante un mendig'o, á Morgan, Van-
dervildt ó Jay Gould? ¿No os dariaís ápensar en la signifieaeíón, pongamospor easo, de un homenage internaeional como aquellos, de los grandes soberanos de la actual triple alianza, á Leopoldo de Bélgica, el Príneipe de l\Iónaco,ó el Consejo Ejecutivo de San Marino?«Ese huevo pide sal", diee el pueblo,euando la actitud insistente de alguien,demuestra que solieita algo á eambiode sus desprendimientos ó amabilidades,ó sacrificios; y me pareee que el deeste asunto requiere tanta eantidad decondimento que, transportadas á la Repúbliea las salinas gaditanas, puede queno bastasen. No teniéndolas, saldrá seguramente, el precioso produeto de nuestra sangre; y el organismo, privado deuno de sus prineipales tonificantes, deeaerá hasta producir la muerte. l\Ietáforas á un lado, ¿qué persiguen, eontodas sus eortesias diplomáticas, con susvenidas á este rincón de 190,000 kilómetros de superficie, de un millón eseaso de habitantes, los que cuentan pormillones y millones los pobladores y latierra? Estas ceremonias pareeen muchoal menear de la cola v al acercarseeauteloso del perro grailCJe, mientras,gruñendo y regañándole los dientes, devora afanosamente, el cuzco, su hueso.¿No serán todos éstos, los elogios dealgún zorro, para arrebatarnos el queso, por sorpresa? Tan avezados en despedazarnos durante la lucha interna;tan habituados á arrebatarnos, deseonociendo hasta la justieia más elemental,las posieiones políticas, es posible quetratemos, ineautamente, de cantar comoel cuervo del apólogo, ó, t:omo los hombres sin energía, seamos tiranos en casay débiles con el de afuera.
III
Para resolver, ó aeercarnos á la resolueión de los problemas que planteanlas interrogaeiones meneionadas, intelTogaciones que forman uno solo, perotraseendente y magno de proporeiones,es menester fijarse en el pasado, sacando de él como eonsecuencia, nuestro vivir presente.
Recomendamos alguno de los gran lestrozos de la historia de América. Riquísimo de fauna, flora y gea, el continentevírgen, elemento inapreciable de producción animal, vegetal y mineral,-
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inagotable, en esto ultimo, para lo másprecioso,-el conquistador sólo pudo considerarlo como lo que fué para él: Undestino inequívoco para formar la fortuna prívada, nn filón interminable, parala del Estado. Desbordando producción,para un consumidor extenuado y voraz,no debió éste invertir fatiga ninguna enexplotarle; y, como los agraciados conlos banquetes ó los pródig'os que heredan, se limitó á consumir. ¿Habia decuidarse. de otra cosa, si estaba llenadosu fin de que las colonias le diesen parasus necesidades, y nadie le importunabaen el domínio de aquéllas? Ni le preocuparon muchas cosas importantes desu vida interna, si, en conclusión, parasus 500.000 kilómetros de territorio principal, le sobraban millone:;; de terrenotributario, inmensamente rico, de unariqueza incalculable. Inventó la fórmulafeliz de que el trabajo no era para losseñores, sino para los burros, y, comolos millonarios ingleses que terminansuicidándose de· hastio, concluyó, también, por hacerlo, al sumirse en los antros tenebrosos de la gobernación teocrática: Sacerdotes y soldados, ejércitosy órdenes religiosas, he ahí sus actividades de siglos y siglos. Echar moros,pelear turcos, torturar y convertir infieles ó infiuir en el nombrar papas: esafué su misión; esa su preocupación constante. Sucedió cuanto debía suceder. Sinla intención de su fomento; sin la mentft de su destino, inmediato ó lejano;sin el cuidado de su constitución comopueblo; sin otro objeto que acaparar suproducción, siguieron las colonias siendo lo que en un principio: territorioslibrados al primer ocupante, yocupaciones erigidas en derecho de tales por latradición no interrumpida. Los conquistados no asimilaron á su ser lo europeo, ylos intrusos no cuidaron de adaptar almedio lo que traían. Cuando de orig'ímlrios é importados, se vió cruza encantidad bastante, se les ocurrió emanciparse, como un buen día cualquiera,podría habérseles antojado otra cosa.No hube plan, ni trabajos de preparación, ni estudio previo de las consecuencias; ellos sabían explotar su riqueza mejor que los otros, y los echaron:esto fué todo. La metrópoli, teocratizada, sumida en el enervamiento de lafalta de hábitos de trabajo, tironeada ydistraida por el confiicto europeo, no
pudo atendernos y perdió la cuarta par~
te del mundo por obra de la mismacasualidad que se la hizo adquirir. Lospueblos, librados á su destino, demolieron, por deliberación ó instintivamente, los restos de la vida colonial, ysólo quedó de ella lo que no pudo SfT
suprimido, lo fundamental. La situacióngeográfica formó estados, pero estadossin fi.'onteras, como los extinguidos virreinatos, gobernaciones y capitanías.Alguno se ti-accionó, como el de BuenosAires, y sl1l'gieron nuevas naciones. delo qne fueran simples gobernaciones secundarias. La herenda española trajo esenuevo peljuicio; y, si guerreros fuimos pororigen, g'uelTeros habremos de seguirsiendo, al menos para zanjar las contiendas internacionales sobre límites, noresueltas aun, un sig'lo después de lacomún emancipación. Los ejemplos sobran, y, desde Venezuela, que todavíaanda en faena con el Brasil y hasta conintrusos europeos que le han cercenadobuena parte de sn territorio meridiana 1,hasta la Patagonia, disputada por Chiley la Argentina, una vida bélica intermitente y un estado latente de confiictocontinuo: son la situación internacionalde Sud América, desde la independencia.
Es cierto que, en la libre América,libre hasta de tradiciones y prejuicios,la idealidad latina, pródiga en desinterés, abnegada en la realización de lafraternidad internacional, decidida enmarchar hácia el imperio de los principios, ha dado un auge y un vigor á lainstitución del arbitraje, verdaderamente inauditos, dejando tamaña á la viejaegoista Europa; es cierto, asi mismo,que las grandes cuesti Jiles internas impiden, en gran parte, que se mire demasiado á lo exterior, y coadyuvan, enesa forma, á la misión pacifica del laudo,alejando, dentro de lo posible, la guerra.
Pero no es menos cierto, tampoco, quesi todo tiene su límite, y los remediossu dosis, esto, que lo es para aplacarla sed de conquista y la voracidad hegemónica, también ha de reconocerlos, sipor otra cosa no fuese, por la razón,sencillísima, de que el espiritu de lostiempos y la preparación de las razas,le son hostiles, hasta ahora. El1l'opa misma esta más convencida que nosotrosde la bondad de los arbitrajeS; pero nQ
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los usa. ni los usará durante muchosaños; alinque á voz en gTito proclamesus ventajas. También la marea, y nopoco, el sueño de la paz perpetua, esautopia generosa que la ruina de la pazarmada va fortaleciendo en forma depresentarla, hoy, con verdaderos caracteres de imposición, aún á los más reposados y razonadores. Con todo. ni elarbitraje se instituye, ni la paz perpetuallega: Las realidades son otras que lasidealidades br otadas de los ardientesanhelos de bienestar y prosperidad; lasrealidades son las de una lucha másbrutal entre las naciones, que entre losindividuos, pues lo colectivo es más complicado y objeto de mayores necesidades que lo individual. El arbitraje, comotodo en la vida, tiene su momento; salvador recurso, en una ocasión, puedeser (letestable expediente, en otra. Porotra parte, todos lo sabéis, ninguna cuestión internacional se presenta simple yúnica, sino compleja JT múltiple: los conflictos de este órden, como las quiebrasdel comercio, como las enfermedadesgraves del organismo, como todos losfenómenos que, por lo peligrosos, tratande evitarse ó contrarrestar de cualquiermodo, son verda,j eros procesos de gestación lenta que, cuando se manifiestan,presentan un arraigo, una multiplicidadde aspectos y una antigüedad de origen, demostrados, luego, por lo profundo de sus raíces y lo asiduo· de loscuidados que requie'i:en. La política externa, como la interna, no ofrecen, jamás,la cuestión como es realidad: y estedisfraz, que lleva á la diplomada "á viviren carnaval, constantemente, diremosasi, agrega un factor nuevo, á los numerosos contenidos en cada problema deéste género.
IV
Ahora bien; transportad á America elasunto y, si bien los viejos orgullos deraza. lo arcaico de las tradiciones. loapolÜlado de los pergaminos, lo raríciode todos los prejuicios, no se conoce, ysi, además, se agrega lo plástico delelemento. por lo joven de los pueblosv lo ingenuo de los hombres, halláis,~>ll su l~lgar, la mezcla de las í'azas, lóincierto de los tipos nacionales, los pueblos en formación. los intereses mal concretados, las tenélencias peor definidas
y, en suma, el auge del desorden moraly físico, en tales términos, que no sesabe si es más dificil luchar con el prejuicio ó destruir el caos.
Los buenos hermanos que se agruparon para darse ayu Ia desinteresadamente, durante ]a emancipación común,riñen, ahora, por la herencia paterna, enprimer término, y bregan por la vida,en seg'lllldo. El arbitraje es toda7ia, enAmérica, como en Europa, - bien queen ésta lo sea ID enos, - un medio dedilatar las medidas viólentas. Y ni aUDen toda América, es cosa admitida, niá todo llega. Países hay que, si lo admitieron para algún asunto, lo rechazaronv rechaza enérgicamente como arbitrio general par~ zanjar dificultades.Los más previsorf's,es decir, los menoslatinos; los que, con preferencia, vivende su presente, demostrando, de esemodo, un sentido de la realidad, mayor;los que, lejes de dedicarse al futuro,-quimérico de todas maneras,-viyen másbien del presente, aun con pehgro decaer en lo empirico, esos no repudiaronlos arbitrajes, pero si lo usaron ó losusan en este ó en aquel caso, no vivenlig'ados á perpetuidad é imprudentemente~ por tratados generales que si halaganal chieo, porque parezca que desarmancolosos, á su respecto, dejar ver, de inmediato, la realidad tristísima de quesi un cóloso se desarma, no lo hacen asilos otros, y el tratado, tenido por beneficio incalculable, resulta una ataduraterrible que impicle tomar rumbos hácialas verdaderas conveniencias, y obligaal más débil á correr por accesión, diremos así la suerte del que supo, conhabilidad ó sin ella, uncirle al carrode sus intereses ó su destino. El verdadero concierto internacional desapareceó peligra, de este modo, y, como, fatalmente, la cuerda se rompe por lo másdelgado, la víctima es siempre el pequeño, víctima expiatoria de pecados ajenos,-pues que la acción propia es tanreducida,-y de pecados de otro, muchomayores, que podrían costarle hasta la.vida misma, porque la magnitud delmal y sus efedos, dicen relación conla fuerza de aquello que lo produce; ysi la complexión ó el tamaño de quienesteng'an que sufrir sus consecuencias óá quienes interesa, simplemente,no guardan, con él, las proporciones debidas,sufren, forzosamente, esas consecuen-
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eias, en relación con aquella falta deproporciones. Cuando otro peljuic.io nose siga, siempre se producirá el de unestancamiento parcial, en la actividadpolítica, social ó económica, y la aparición .de terribles dificultades en lasrelaciones externas del menos fuerte,ligado ·por el arbitraje, que hará másembarazosa, aún, su vida y su posición.
He meditado más de una vez, sobreel. valor de los juicios arbitrales entrenaciones, para esta América, y, lo confieso, señores, aunque pueda juzgarseuna heregía, de mi parte, no veo, todavía, á esa institución, la vialidad necesaria para admitirla como permanenteé indiscutida. El juicio de árbitros podrá ser todo lo simpático que se quiera,en el terreno de los principios; podráser la resolución ideal para todos losconfiictos, la panacea para todos losmales. entre los pueblos, dentro de laidealidad, pero, mal que nos pese, serátan solo uno de tantos expedientes socorridos ó desprovistos de oportunidadó prudencia, entretanto no hayamos llegado á la realización, sineera y efectiva, de los principios, entretanto no searealidad lo teórico. Y el arbitraje g'eneral para todas las cuestiones, ese sustitutivo de lo bélico, encarnaciónnetadelsueño de Bernardino de Saint Pien'e,infinitamente mayor, en idealidad, queel juicio arbitral para casos particulares, no ha pasado, no pasará durantemuchos siglos, de faz, simplemente especulativa, del problema. Sin embargo,nosotros y la Argentina, asombraos,hemos celebrado un tratado. de este género, dejando tamaño al resto del mundo. Lo meditó la cancillería argentina,al proponerlo'? Indudablemente. ¿Lo reflexionó la nuestra, al aceptarlo? Supongo que también. ¿Se conocen las razones que originaron la propuesta? ¿Sepublicaron los fundamentos de la aceptación? No lo sé, y, por mi parte, losignoro. P8ro,' por graves que hayan sidoestos motivos ó aquellas razones, nopuedo mirarlos como cosa estable ódefinitiva. Desgraciadamente, no se hanextingui -10 las tendencias bélicas, ni,por mayor desgracia, todavía, han desaparecido, tampoco, las vecindades queunos v otros tenemos con diversas naciones" no ligadas por el arbitn\je; yvivimos) aún, y seguiremos viviendo en
el mismo continente que ellas pneblan.El presente es guerrero como el pasado:Ning'ún país, ninguna raza escapa alimperio de lo bélico, y el estado militar y sacerdotal de los pueblos, perduraen este momento, sin viso alguno decesación inmediata ó rápida. Encerrarse,en estas condiciones, dentro df. un compromiso general de arbitraje; no dejar,siquiera, ya que quiso hacerse así, unapuerta abierta al casus belli imprescindible, conciliando, en lo humano, la estabilidad del tratado v la violencia dequebrantarlo, que pu"diera imponer elfuturo,-imposible ele adivinarse; salirse, en una palabra, del término mediorazonable. -':imprescindible en esta comoen todas las cosas de la vida,-es, señores, atarse las manos frente al enemigoapercibido para la lucha; es, señores,por parte de quienes nos metieron ensemejante atolladero, una imprudenciaincalificable, un pecado irredimible.
vEstudiemos nuestra condición inter
nacional, y nos convenceremos de estatriste verdad. No es un misterio que,si mucho bregamos por la independencia' ella resultó, no de nuestro esfuerzo,solamente, sino de una mediaf5ión europea entre los que disputaban su predominio sobre este territorio. Oon justidaó sin ella, la disputa existía, y habríamosdebido batallar más de lo que batallamos, si esa mediación no se hubiese producido. Creo firmemente que la temeridad que nos caracteriza y lo tenaz dela inclinación bélica, que también nosdisting'ue, nos habrían llevado, al fin, ábuen puerto; pero, no se me ocultan niveo fuera de lógica, lo de que la suerte podría habemos sido adversa, y, seg'ún somos nación autónoma, tambiénpodríamos habemos visto provincia argentina ó estado brasileño.
Nadie que conozca medianamente geografía, ignora ni puede desconocer nuestra inmejorable posición sobre el estuario del Plata, pasa;je, único y obligadopara el corazón de América, puerta exclusiva para cuanto de allá proviene ylug'ar ~stratégico de primer órden, porlas facilidades que daria á las operaciones de una guerra. Saltan á la vista, deinmediato, las ventajas que aleanzaríala Argentina, apoderada de esto, y de
la puerta para el interior de América,por consiguiente, como las que tocaríanal Brasil, impidiendo el cierre de ellay limitando, de un modo envidiable, suterritorio, con barreras naturales, inalterables para el hombre, y asimilandoá sus vastos dominios, la cuarta ciudadde Sud América, dueño ya, como lo es,de la segunda, aparte de contar eon unacomarca encantadora y tan dotada decondiciones para halagar su codicia ydespertar la ajena.
Nadie que haya leído dos páginas dehistoria, finalmente, nadie que lea lasrelacione3 geográficas de los viajeros ólas descriptivas del mundo político, ignonora que el Brasil y la Argentina noscodician y nos codician sin disimularlo:Son detnasiado recientes los hechos denuestras dos emancipaciones, para que losolviden qUÍlmes nunca contaron con ellas,quieneslasjuzgaron utópicas ó imposibles,quienes las recibieron por fuerza y contoda mala g'ana. No se van las tradiciones en un día, ní se modifican enof\henta años de eonvulsiones no interrumpidas, es decir, sin que la razónpueda tomar campo y sin alteraciónsensible del belicoso ser primitivo, lasideas fundamentales de los pueblos. Unsiglo en su vida, es una hora en la delindividuo humano, y si el pueblo esnuevo, es menos que eso, tal vez.
El Brasil no ignora ni olvida quesomos fracción de un territorio mayoren amplitud, del que los portuguesesarrebataron una cuarta parte á España,y del cual el imperio que sucedió, endominio, á aquéllos, obtuvo por extorsión, de nosotros, otro tanto. El Brasilno puede haber olvidado, por consiguiente, los poderosos vinculas que nosligan á Río Grande del Sud, á esa regiónpoblada por una raza grande y noble,de la que nació su emancipación de lamonarquia, por un pueblo, altivo é indomable, al que, si tueron impotentes,para dominar, las huestes imperiales,son tan incapaces como aquéllas las legiones republicanas de esta hora, parasujetar á su ley. El Brasil y el mundoentero saben, en fin, porque no lo ocultamos ni debemos ocultarlo, hasta dóndenos interesan las fortunas, buenas ó malas,del Estado de Río Grande, en que formatomamos parte en sus prosperidades ósus desgracias, y hasta qué punto aquélse interesa por cuanto nos concierne:
Es que la sangre tira, como suele decirsevulgarmente, y si fLlÍmos hermanos hasta ayer, ¿cómo considerarnos extrañoshoy'? ¿Cómo serlo, por otra parte? Eltipo fisico y moral de los riograndencesacusa muchas mas similitudes (jon nosotros que con el resto dd elementopoblador de los actuales dominios brasileños.
La república vecina debe haberse dado cuenta del árduo y terrible problema que, para ella y para nosotros, importan esos vínculos que nada puededestruir, y de esas semejanzas de tipoy de raza, y de esas desemejanzas deraza y de tipo que forman nuestra unidad étnica y destruyen" su unidad política, asi como del derecho inmanenteque radican en nosotros, derecho, cuyaacción para restituirlo, emana de dosalteraciones violentas de las leyes naturales, esos postulados fundamentalesdel mundo que vuelven siempre á sucauce las corrientes universales, pormucho que se las trastorne.
Estos hechos que, ni el Brasil, ni lala República llevan hoy, por ánimo estimular en su producción, no forman,desgraciadamente, el único problemaque podría preocuparnos. Otras son lascosas que se ponen, en lí;t actualidad,sobre el tapete, y muchas más que lade una sola, las fases con que se nosofrecen. La jóven América, que una vida de vorágine y una rapidez de centella, parecen querer llevar á los comienzos de una adolescencia ficticia óreal, amalgamando asi, los portentososprogresos de lo vieja Europa, con losresagos de su barbarie de ayer, queaún conserva; la jóven América, que vé,junto á los problemas primitivos y elementales de fijar fronteras á sus pueblos,para que alcancen vida autónoma, lacuestión social de los viejos agregados,repercutir dentro de sus territorios, vírgenes hasta de exploración; la jóvenAmérica, digo, arrebatada sin compasiónpor las caidas apocalípticas del progreso, comienza á vislumbrar ya, en sushorízontes, la lucha titánica de la direeción política y la hegemonía eeonómicav social. entre sus individualidades internacioilales. y ¿sabéis donde se presenta esa brega formidable? Hacia elSud, en aquellas regiones que el clima templado ó el fria, han heeho preferentes para las irrupciones de avalancha
del cosmopolitismo. Allá nace, y de allárf'fleja y repercute á todo lo demás,como esas ondas concéntricas de loscharcos, partidas de la conmoción de unpunto de sus superficies inmóviles. Allá,en el fondo del gran estuario, el de mayor magnitud del mundo,-apellidadorío por la ineptitud de los hombres ó laironía del destino,-donde la imponentecosmópolis del Sud abre sus fauces insaciables, ávidas de inmigración y elemento nuevo; donde, como á golpes deun conjuro jigantesco é incontrastable,se precipitan hijos de todas las comarcasde la tierra, en contínua é interminablecaravana; élonde, semejantes á creaciones de la magia, brotan y florecen empresas y sindicatos, en alas de los vértigos mercantiles, anunciando la grandezade las civilizaciones industriales delfuturo. allá se encuentra el centro de lasondas; hegemónicas, turbadoras de la superficie política, inmóvil otros dias. Vancediendo las revueltas internas á losgolpes mortales del progreso, y surgenlas dificultades y los problemas externos.
Miran los vecinos, con horror y asombro, aquel crecer desatentado, aquelingerirse desatinado y g'lotón del alimento que tanto anhelan, ~quel ensancheimponente que avasalla sus fuerzas yofrece á sus ojos la perspectiva tristísima, de una subordinación inevitable.Tras la enorme cabeza, ven el fornido ygigantesco cuerpo, igual para alg'uno,mayor, mucho mayor, para los demás.La antigua capital del floreciente iInperio, donde los esplendores de una dinastia naciente, congregaron las artes, ellujo y todas las exquisiteces de una civilización avanzadísima, donde las exhuberancias lqjuriantes de una naturalezatropieal, se aunaron con el boato de loshombres, para hacerle dar las notas masaltas de la gama de 'lo espléndido, veperdido 'su poder pasada, roto y tiradosu cetro, humillada su galanura pretéritay aristocrática, por las burdezas despiadadas de un industi'ialísnwavasalladoré insolente. ¿Cómo resignarse'? ¿Cómoconsentir ese ascenso inopinado de lomenos'? ¿Cómo admitir esos despojos, esostraslados, deprimentes y por sorpresa,sin razón, sin motivo bastante, para darlugar á todo el desastre ocasionado'? Elamor propio herido, la necesidad despertada, imponen un supremo, un desesperado 'i colosal esfuerzo para el reme-
dio de tanto daño, y desgracia tanta.y el esfuerzo vendrá, y la tentativa sehará, porque es imprescindible que sehaga, porque es cuestión de vida ó mnerte, porque no se suelta el mendrugodel perro, el pan del hambriento ó elbastón del mando, sin un desesperadoconato de mantenerlo ó recobrarlo.
VI
Dirigid los ojos, ahol'a, al otro ladode los Andes y observad. Una raza,fuerte y activa, se agita; un pueblo,jóven y viril, echa las bases de un porvenir grande y venturoso. Abrupto ypoco accesible de carácter, como lasmontañas escarpadas entre que. vive;soberbio, como las elevaciones imponentes de sus clominios; impasible, enlo internacional, como la arrogante majestad de aquéllas para las terriblesborrascas de los vientos y los mares,lleva, como sus altas cumbres, nieve enla cabeza, bien que, como ellas también,oculte fuego, mucho fueg'o, en su corazón. Es esa nieve, acaso, la que ponecoto, la que da medida á sus manifestaciónes políticas, prudentes y calculadas; á sus espansiones meditadas, disonantes con su ser latino, y en contradicción abierta con los entusiasmos vlos idealismos de la raza. Altanero eilla prosperidad y la ~lesgracia, ni desborda de júbilo ni se echa á muerto,poseído de la convicción de que no soneternas, ésta ni aquélla; y, avizor siempre, parece que la sombra de Lautarotuviera atalayas en la Cordillera,. paratomar nota de cuanto pudiera interesarle.
También su mirar fijo y acerado, (leáguila, se ha posado sobre la gran cosmópolis; y, en su labor incesante deobservación, y en su inmovilidad y susgarras, cualquiera podría confundirle,fácilmente, con el cóndor de sus serranías inaccesibles. Decididamente le inquieta ese crecer desatentado de su convecino, esa vertiginosa carrera de engrandecimiento, esa expansión desmedida que amenaza absorberle. Mira alamplísimo escenario en que se derraman á su placer las poderosas corrientesvitales de su lindero; considera, codicíosamente, aquellos llanos dilatados queno tiene, y gravita sobre su pensamiento, oprimiéndole el corazón y maül)ldQ
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sus capitales esperanzas de engrande~
cimiento, lo estrecho y lo sórdido, lodesamparado y estéril, de su accidentado territorio: necesita expansión, yesta necesidad lo abruma v lo obsesiona, como una realidad terrIble de todoslos momentos, como el pecado originalde su vida, como el obstáculo único,interpuesto para alcanzar una grandezafutura, que presiente. Y no se conforma,ni se conformará jamás; no se conformaningún hijo con la desig'ual herencia quele cupo en suerte, si sus demás hermanos, opulentamente instituídos por sumadre lo son en una desproporciónenorme y que le humilla. La actividaddel de este caso, ha tomalo la únicavía expedíta y posible: tiempo hace quevive en aprestos bélicos, que no interrumpe. ¿Con qué fin? Nadie lo sabe de fijo,bien que muchos lo colijan: el cóndorde los Andes vive, silencioso é inmóvil,fijo su mirar acerado y frío, que noparpadea, sobre la gran cosmópolis.
VII
¿Qué nos traerá el futuro? Calculadlo;y, para efectuarlo con acierto, hacedmemoria de lo dicho anteriormente. Supremacias económicas, direcciones políticas perdidas para el Brasil, explendores de un predominio del imperio, ocultos, ya, también, .tras el ocaso, para lajóven república; estrechez de territorioy defraudación de esperanzas, fracasadas por un arbitraje pilatuno, para Chile;expansión desmedida y sin límite visible, de la Argentina, dentro del actualórden de cosas sud americano, que amenaza devorar á todo el continente. cuvamitad meridional va siendo suyá, (Ííapor día; y, en fin, dirección política perdida, para unos, notorio en su detrimento y con beneficio ostensible adquirida,para otros, que parecen ir uniendo, áesta inmensa (;onquista, la de la superioridad económica, llevándonos, de esemoclo, á la concentración posible, ensus manos, de todas las supremacias:Alteración necesaria del equilibrio, enresumen, y trastorno inminente del orden internacional, como resultado defitivo.
He ahí cuanto guarda el porvenir; heahí una guerra en gestación, en estaAlllérica desgraciada, tan pródiga enlas cQnvulsiones internas de sus estados.
No se sueñe con los arbitrajes, parasalvar estos malos pasos; todo tiene unlímite, en la vída, y esto ¿cómo queréisque no lo tenga? ¿Hasta dónde puedetener fuerza el tratado, si bulle, todavía,como en sus mejores tiempos, la sangreguerrera de aborígenes y colonizadores?¿Hasta qué punto ser eficaces los laudos,donde la necesidad, la ley implacablede la subsistencia, impone reconquistasde predominios perdidos y hegemoníasarrebatadas, cuando no expansiones tanimprescindibles, que son asuntos de vidaó muerte? ¿No veis, como lo veo yo,lo irrisorio de estos paliativos diplomáticos, si la tormenta ruge ya, porquese acercan á su término las carg'as de 'los acumuladores?
La guerra vendrá, sí, terrible y. deexterminio, servida por las nuevas conquistas de una civilización lozanamentesiniestra en sus imponentes grandezasbélicas, como si hubiese de servir á laley de Malthus, la selección de Darwin,ó la pena capital, de Ferri. El Brenode su triunfo pondrá, también, su espadaen la balanza, repitiendo el histórieoYea victis, dictará su ley, y los tributosen tierras ó las contribuciones en di-,nero, acabarán de aniquilar al vencido,en este esfuerzo titánico de lentas ydilatadas g'estaciones. Y ella vendrá,porque si la vida individual es un equilibrio, la internacional tiene que serloen mayor grado; si los predominios eco:nómieos son de uno, corresponden aotro los de orden político, y al de másallá, los étnicos ó sociales de otra espeCie. Los poderíos, sin tradición que lossostenga, sin un asentimiento, pequeñoó grande, ampliamente sedimentado, enla conciencia de los que deban soportarlos, son inestables; los auges de lospueblos en formación, las prosp~l:idadesdeslumbrantes de los agTegados Jovenes;surgidas en un día, no son, en la historia, más que modalidades pasajerasde la marcha hácia adelante: no puedenser durables. Y menos han de serlo, enesta América, ayer salvaje de pobladores El inculta de territorio, sembrada,hoy, de especies heterogéneas, inconciliables, infusibles, acaso, como elemento étnico, empeña'.\as en la empresatrascendente de hacer suvas todas lasmanifestaciones de una civilización complicadísima, y multifaz, sin saber quégrado de asimilación tiene, para sus
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habitantes. Mucho hemos ue ver enella, y su carta política tiene, para lovenidero innulllerables cambios preparados.
VIII
¿Qué guarda lo futuro, para nosotros?Seamos menos latinos; no soñemos, ycoloquémonos en lo inmediato, en vezde lanzarnos en el piélago de un porvenir remoto. Viriles de raza, peropequeños de población y territorio, esdecir, débiles de fuerzas, lo venidero notiene nada de halagüeño. Ni, siquiera,nos ha evitado, el destino, la molestiade los grandes embates políticos, alejándonos de donde pudiera producirse elestallido de la guerra.
Ya vimos cuál es la situación de América: Un coloso, por una parte, económica y geográficamente hablando, en víasde alcanzar á serlo, desde el punto devista politico; por la otra, un colosotambién, en lo económico y lo geográfico considerado, desposeído de la dirección política, ó en vías de serlo, por elprimero, contra todas las habilidadesfelinas de su aguerrida diplomacia; ymás allá, uno nuevo, ó en camino deserlo, trabajando como hormiga, parano perder lo conseguido y no desandar lo adelantado, acumulando fuerzas,creando su poder militar. La vitalidadeconómica, contrapuesta á la habilidady la diplomacia, por un lado, y á lafuerza por el otro; y metida entre ellas,entre esos terribles perros de presa, laRepública, como la liebre del cuento,acurrucada para que no la vean, intentando escapar entre las patas de loscombatientes. ¿No nos magullará, pisoteándonos, alguno de los metidos en laliza? ¿No nos tocará algún tarascón desus bocazas? ¿No seremos, en conclusiól1, la desdichada vaca de esta boda,y pagaremos los vidrios rotos de esteendemoniado trag'ín?
La razón, la fría razón me dice, estavez, que toean á abordar este graveproblema y que, bajo fatales ó halagadores auspicios, debemos apercibirnospara lo que venga. Pasaron las horasdel sentimentalismo v las fraternidadesmal entendidas. v debe ser de la historia y no del presente, aquello de quetal ó cual nación poderosa de Américaó de Europa, vendrá en nuestra ayuda
a salvarnos de la catástrofe. Éuropavió impasible el reparto de Polonia;miró tranquila la supresión del puebloboer, del mapa de las naciones; y América acaba de ver sin alterarse, los despojos de Alemania á Venezuela, los deEstados Unidos de Norte América áColombía y á España, para satisfacersus deseos ó necesidades. No es, seguramente, la Repúblíca del Uruguay, desconocida para el Viejo Mundo, tenidaen concepto de semi salvaje por NorteAmérica, la que puede inspirar compasiones nunca vístas. Yo no dudo que,cuando la hora de la contienda suene,revoloteen los fatídicos g'avilanes internacionales, buscándonos las entrañas.:l\Iientras aquélla no haya dado, la política interna y la externa continuaránsiendo lo que son y lo que fueron: laexpresión neta y despiadada del do utdes y del {acío ut {acías. ¿Qué daremos, para que nos den? ¿Qué podremos hacer para que hagan por nosotros?Esta es la cuestión, como había dichoHamlet en una hora suprema, cual lapresente, y en esta como él, en aquélla, debemos repetir nosotros: Ser ó noser.
Y no se me, juzgue hipocondríaco ófatalista, por sistema. Para nadíe es unmisterio la afinidad creciente que vienedespertándose, año tras año; entre Chile y el Brasil; para nadie son un enibmaesos amores chileno-brasileños, de unaternura progresiva, en que han simultaneado hasta visitas diplomáticas deambos, á la conclusión de un conflictoentre uno de ellos y la Argentina; paranadie es desconocida la lucha brasileñoargentina, en el Paraguay, con motivode su última conmoción interna; paranadie es dudoso, en fin, que Chile y elBrasil marchan, hoy, de mano dada, poruna senda contraria á la que sigue laArgentina, y que su choque es fatal éinevitable. Chile, perjudicado en favorde ésta; el Brasil, privado, por ellatambién, de su influencia en los asuntosdel Paraguay, detalle que demuestra supérdida de superioridad política; nosotros. amenazados abiertamente de absorción 'en el pasado, por un gobernanteargentino, Rozas, privados de una denuestras propiedades, JYIartin García,por ella, y amagados ahora, por ellatambién, que pretende, nada menos quela soberanía sobre todo el Río de la
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'Plata, qüeintenta, sin duela 'con igualintención, valizarnos el Uruguay, ennuestras aguas; y, en fin, Perú y Bolivia que fundaron en ella esperanzaslegítimamente concebidas, dada su actitud respecto de ellos, en el confiicto conChile; echados en el más absoluto olvido: reflexionad.
O la conflagración se produce, ó laRepúblíca Argentina absorberá á losdébiles é impondrá silencio á los fuertes, en su provecho exclusivo, tan solocon dejar marchar las cosas sobre estoscarriles en que acabo de enseñároslas.Pero esta situación no puede perdurar.Chile no se armará más de lo que está: ni el último tratado se lo permite,ni, acaso, él lo necesite ya; pero seguirá aguerríendo y organL...ando sus fuerzas, que no es armarse, bien que seamás que hacerlo, ya que el material bélico pronto se adquiere, máxime Cuando los confiictos no se producen de improviso, como en este CaSO. La Argentina tampoco se armará, sin que meatreva á afirmar que se duerma, por suparte: Algo pueden significar, al respecto, la fundación de su E. S. de Guerra,el envio contínuo de oficiales á Europay el servicio obligatorio. El Brasil, encambio, al que no liga ningun tratado,se armará v se armará de un módoformidable, "apercibiéndose asi para unalucha titánica. de vida ó muerte: suCongreso, todo's lo sabeis, acaba de votar la construcción ó adquisición deveintiocho navios de guerra, ¡veintiocho navíos de guerra, señores, veintiocho unídades de combate, que por sunúmero, por el el hecho de adquirirsesÍlllultaneamente, nada más, son signoinequívoco de una marcha á pasos degigante, háda un fin preconcebido! Ycuéntese con que no me hago eco, ahora; de una duda del primer momento:de la idea de que en esa medida tangrave, no hubiese el cumplimiento deuna adquisición conjunta, entre aliados,á alguno de los cuales vedasen otroscompromisos, el aumento de sus materiales guerreros. Y si todo lo mencionado pudiese mirarse como insuficiente,esto más puede agregársele: Yo he visto,por mis ojos, una carta geográfica, quellamó grandemente mi atención desde elprimer momento. Es un trabajo extenso, preciso y prolijo del doctor OctasilioCámará y del ingeniero Wertheimer,
titulaclo: «Carta cleIhostrativa del válor'estratég:ico de Pelotas, del plano de defensa de Rio Grande del Sud, y de lasección meridional de un nuevo trazado para el camino de hierro RecífeValparaísol>. La carta referida abarcael estado de Rio Grande, nuestro país,parte de la Argentina y un3, fracciónde Chile, y se ven, widadosamentemarcadas; las distancias, los caminos,las vías ferreas v hasta diversos sitiosá lo largo de n~lestra línea divisorianorte, con el nombre de colonias, según las referencias, pero que, á cualquier observador, saltan á la vista como puntos ó estaciones estratégicos. Yfinalmente, las curiosas vías férreas delnuevo trazado corren, en nuestro país,desde Puntas del Río Negro hasta laColonia, pasando por Durazno y Trinidad, después de atravesar aquel río porPalanca, el Yi por muy cerca de la ciudad del Durazno y, en fin, siguiendo elcamino de la Cuchilla Grande en todasu extensión, es decir, la senda militar,más usada por nuestros ejércitos. Y, porotro lado, las vias férreas aludidas, parten de Valparaíso, atraviesan la Cordillera y, i)asando Uspallata y JYIendoza,concluyen en Buenos Aires, que, advertidlo, está unida á la Colonia, portrazo azul, distintivo del viejo trazadode esta particular línea ferrocarrilera...Yo os dejo meditando, señores, sobreestas extrañas formas de fomento industrial; pero les uno, para que vuestro juicio sea cabal, esas tentativas conparticular simpatía recibidas por nUeStro pueblo incauto, de unir los ferrocarriles riograndeses con los nuestros, nnavez llevado el último de los grandesramales hasta la frontera, sin que en elBrasil,-cosa rara,-se hayan dado ápensar si no les convendría más unirá Río Grande con Río Janeiro, que con:Montevideo. Os dejo meditando, si, pero,lo confieso, por mi parte veo, extrañosé indisolubles maridajes en la comúnresistencia de chilenos y brasileños, enel Congreso Científico de 1902, á quese tratasen los arbitrajes; en la visitacasi simultánea de brasileños v chilenos á los gobi81'nos del Plata, en 1903;en los ostensibles preparativos bélicosde Chile primero y del Brasil, ahora,así como en las susceptibilidades extremas de la prensa fiuminense, por
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nuestra acojida á los delegados argeiltinos.
y porque los veo, y porque ligo lasvisitas diplomáticas á nosotros, con lasvías férreas en nuestro terrítorío; lassusceptibílídades por actos ínocentés ysin valor, de nuestra conducta, con esosvísibles aprestos bélicos; y, por fin,nuestras condieiones estratégicas y nuestra envidiable posieión geográfica, conesas doctrinas de dominio exclusivo denuestras aguas y su valizamiento, mepregunto: ¿á dónde vamos, ó donde sepretende conducirnos, con esas galanterías excesivas, de la diplomaeia?¿Qué significan tales entraFiables cariños? Esto, sólo podrian contestarlo satisfactoriamente, las cancillerías de Chile, del Brasil ó la Argentina, si pudiesen dejar á un lado las salvedades políticas, y la diplomaeia, para hablarclaro; la nuestra, me lo presumo conalgún fundamento, no ha podido, talvez, ni preoeuparse de semejante cosa:ocupados, colorados y blancos, en tirarnos los trastos á la cabeza, ¿quién puede atender negocios semejantes? Yo sé,todos sabemos, por desgraeia, que simañana ese destino implacable y fatídico que quiere templar nuestro corazón para la adversidad, eu las fOljasde Vulcano, nos arrastra á empuñarlas armas en ayuda de quien nos ampare ó en defensa de nuestra reutralidad; yo sé, si, que no han de faltarmalos corazones que se encierren em-
pecinadamonte, en la abstencion departicipar, si pertenecen al partido delllano, ó al círculo alejado de aquel que,para entonces, nos gobierne; yo sé, si,que hay alientos de ponzoña, que notienen mas patria que su bando, masbandera que su divisa, ni más conE>titución que la carta orgánica del partido á que se afilian: Cuando no existeel respeto ajeno, menos existe el propio, y menos todavía el de la dignidadnaeional y el de la patria. Yo no hablo, no, para esos, que no me escucharían, que habrían de confundir con lamía, patriótica y abnegada, la voz de suvileza, obcecada y criminal; yo apelo,yo invoco, yo llamo desesperadamente,en una exhortaeión suprema, al patriotismo de los que tienen, al desinterésde los que, g'enerosamente, corrieron alas armas en horas menguadas, paramantener el imperio de la dignidad,naeional, desconocida, y, más que áellos, á los que desde el gobierno, rig'en nuestro destino, y les digo: iNonos dejeis perder la patria, con tantasangre conquistada, y que tanto y tantoencierra, para nosotros! i ImponednoscontribuC'Íones de vida ó de dinero, sies preciso, llevaclnos al sacrificio, perosalnd á la República!
He dicho.
A:.YIBROSIO L. RAlI1ASSO.
Montevüleo, Marzo de 1905.
De los que se baeen justieia pOí1 su pttopia mano (1)
x y R celebran una sociedad porcinco aFias; el prÍínero aporta un rebaño ele ovejas que deben sede ?'estitwidas al fin de ld sociedad y el segundosu trabajo. Vence el término, perocomo R en cuyo pode¡' se encuenti'Cln lasovejas, se ha hecho cesionario de unc¡'édito exigible contra X, rehusa entregar los animales mientras SLI sociono le pague lo que le adeuda.' ¿Existedelito? y en caso afinnatiw, ¿cuál esel delito que se ha cometiclo?
La primera condición del hombre esla libertad que le permite mover, enun sentido ó en otro, sus actividadesacomodandolas á la obtención de losresultados favorables al desenvolvimiento de la vida v colocandole en situación ele conseg{iir el fruto de sus derechos, emanados de su naturaleza misma.
El hombre es un ser que al lado de
(1) El bachiller Rodolfo Mezzera es sin dudaalguna uno de los estudiantes más preparados ytalentosos de la Facnltad de Derecho,
Inteligencia robusta, con una seria base científica que acrecienta día á día en la labor provechosa de las aulas,-carácter ecuánime y perseverante, incapaz de dobleces ó desfallecimientos,-Rodolfo Mezzera ha conquistado ya, á pesarde su juventud., una envidiable reputación intelectual, deutro y fuera de la Universidad de'Montevideo,
Los notables trabajos presenta(los en las clases de la Facultad de Derecho,-uno (le los cualestenemos el agrado de publicar en este número,-han afianzado aún más .esa reputación; y suconferencia sobre el divorcio,-leída en los salones de la Asociación de los Estudiantes y publicada luego en folleto,-ha sido considerada portodos como un estudio profundo y erudito querevela claramente un criterio severo y un indiscutible talento.
N. DE LA R.
un gran número de deberes posee ungran número de dereehos, derechos quele consagra esa libertad, que segúndecíamos. es su condición esencial. Ensu libert<:ld plena, trata, naturalmente,de llegar al conseguimiento de esosfines, que siendo sus derechos le aseg'uran los resultados buenos ó malos desu naturaleza v de su conducta consiguiente como cÚce Spencer.
Pero esa actividad personal, puramente individual y aislada, debe necesariamente modificarse ante las necesidades de la convivencía social como laúnica manera posible de evitar que elejercicio de sus propios derechos seauna fuente segura de discordias, en lasque estén en pugna-peligrosamentelos derechos de los asociados, comprometiendo la tranquilidad y buena marcha de la asociación. La vida social,pues, pide para su existencia, la limitación de esas actividades individuales,de modo qué, lo que es fin del individuo aisladamente considerado pueda serfin del individuo colectivo, esto es, delindividuo como miembro de la sociedad.
El derecho á la libertad de acción,por el cual el hombre,-considerado individualmente-puede y debe asegurarse los resultados buenos ó malos de sunaturaleza y de su conductaconsiguiente,es limitado en vista del interés socialpor el mismo derecho de los demásasociadJs que por actos del mismo género como dice Spencer (1) deben recojer los resultados normales, buenos ómalos.
Pero cuando esa limitación de activi-
(1) Spencer-La Justicia p 14 pago 34.
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nades no basta paramanlener los derechos en su término jJlsto, cuando hayintereses encontrados, no corresponde,ciertamente, á los individuos, el dirimiresas cuestiones.
Es preciso la intervención del Estado,dentro de cuyas funciones, las más primordiales por cierto, está la garantización de la justicia, es á él, órgano dela sociedad, manifestación sensible deella, á quien eorresponde velar por laperfecta armonía de los derechos individuales que en las alternativas de lavida, que tiene sus fiujos y refiujos,pueden encontrarse en pugna; es á élá quien corresponde delinear la esfera desu acción corporativa,de modo q' todo individuo reciba los beneficios proporcionalmente á sus méritos, cosa que seharía imposible por la administraciónpersonal de la justicia. Toca, pues, alEstado su administración, y son sus órganos-especializados para esas funciones-los que deben decidir sobre esosderechos aparentemente contradictorios.
¿Qué representa el hacerse justiciapor su propia mano? Hacerse justiciapor su propia mano. no es otra cosaque apropiarse una función que pertece al Estado; es sustítuir por su personalidad la personalidad colectiva de laque el Estado es representante; es agTandar, dilatar la esfera de acción propiaexpoliando atribuciones comunes, es desconocer los mandatos de la sociedad quequiere que sea elEstado-pormedio de susórganos-el llamado á dirimir los ataquesde que son susceptibles los derechosindividuales. Pero, ¿ésta apropiación defunciones del Estado por parte de unindividuo constituye un acto que laley penal debe castigar? en una- palabra; ¿es un delito? Ante ésta preg'untase nos presenta una prévia, ycuya constestación no nos atrevemos á dar sinun cierto temor y vacilaciones, pero ála que es preciso contestar si se quiereresponder á la que recien nos formulamos y que representa el punto más importante, que en la doctrina, suscita elasunto de que tratamos. Esa segundapregunta, es: ¿que se entiende por delito?¿cuales son las infracciones que la levpenal debe castigar y cuales las queestán fuera de su dominio? ¿qué amplitud tiene el derecho de penar? Diremos de antemano que no es posibleresponder á ésta preg'llllta con la defi-
nlción de delito que dá nuestro derecho positivo, como que en verdad, aldecir nuestro Código: delito es todaacción, Ü Qinisión 'coluntw'ia castigada)Jor disposición e:t::pl'esa de la tey nodefine lo que es delito, no hace otracosa sino marcar una norma de conducta para juzgar sobre la penalidadde los delitos ciue vá á establecer. Porotro lado, esa pretendida definición denuestro Código tiene el mismo defectoy los mismos inconvenientes que la quelo define con Bentham: todo lo que esuna infi'acción á ley la penal. Dar esadefinición de delito es-dice Franck (1)sentar un círculo vicioso, es decir queuna acción digna de pena es la castigada por la ley; es afirmar que el opiohace dormir porqne tiene condicionesadormecedoras. Definición completamente inútil, no señala el camino á seguirse; no sirve de guia y solo puedeemplearse una vez que se haya legislado. ¿Cómo dirigirse paraconstítuir unaacción en delito v colocarla en las clisposiciones del Código? ¿Cómo juzgarsobre la legitimidad de los delitos, considerados como tal por la lejislaciónpositiva? Debe necesariamente buscarse una norma que tenga en cuenta y~L
la acción en si misma, ya la acción vel ajente, norma capaz cle ponernos e11una condición tal, que podamos en unmomento el ado, juzgar sobre la existencia ó nó de un delito.-Queda, paraello, descartada la respuesta dada pornuestro derecho positivo; veamos cuales la preferible.
No una, sino muchas, han sido lasdefinicionés-dadas en la' doctrina-paraseñalar precisamente las condiciones queconstituyen un delito, .no habiendo llegado todavía á un acuerdo definitivo quetrasara un solo camino, definicionescuyas diferencias dependen, como diceVidal, de la teoria general admitidapara justificar el derecho de penar' (2)Para Rossi (3) el delito es la violaciónde un deber én perjuicio de la sociedadó de los individuos.' La definición' deRossi nos parece extremadamente amplia, amplitud que nos conduciría 'necesariamente á considerar como delitos elno cumplimiento de deberes-que son
(1) Franck, Philosofig dl1 droit penal, pago 131.(2) Vic1al, Comós ele c1roit criminal p 62.pág. 69.(3) Rossi. Tratac10 c1e c1erecb o penal, pág. -217
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verdaderas virtudes-y que el sentImiento nos manda para con nuestrossemejantes, deberes que son, por otrolado, mandatos de la ley moral, pero,¿deberá la ley penal castigar el no.mmplimiento de las acciones morales?¿deberá por ese medio hacer perder álas aeciones morales la cualidad esencial que es su coeficiente: la expontaneidad? Nó, hay deberes que la moralprescribe pero sobre ios cuales, de nÍllninguna manera, debe lejislar la leypenal.
La introducción del método positivoal estudio de la ciencia penal hizo quese buscara por otros medios la definición del delito basándose para ello enel estudio de las costumbres y de lasnecesidades de la sociedad en un momento determinado de su marcha. Garófalo ha tratado de distinguir el delitonatural del delito legal. Segun él, haydos sentimientos universales: la piedadque lleva al hombre á respetar la vidade los demas y la probida.d que produce ese mismo respeto hácia la pro·piedad ajena (1). La violaciqn de estossentimientos constituiria-según él . eldelito, de donde su definición: la violación hecha en todo tieinpo y en todopais d ~!'n cierto sentimiento medio depiedad y de probidad. El delito natural, según esto, no es solamente-comodice FIarían (2) - una acción dañosapero también una especie de inmoralidad.
Ferri ha hecho con toda verdad lacrítica á la definición de Garófalo; considerar como delítos la violación de lapiedad y de la probidad es dejar impune una cantidad inmensa de violacíones que sin duda de ningun géneroconstituyen actos delietuosos, ¿cómo, conel criterio de Garófalo, penar la violaciónde los sentimientos de pudor y de patriotismo, por ejemplo? Evidentementeestarían fuera de los límites de la definicl:ón.
Ferrí define el delito corno accionesdeterminadas por motivos individualesy anti socialesque turban las conclicionesde existencia y ofenden la liwí'alidadmediade un pueblo en un momento dado.Hay una gran dificultad en aceptar
(1) Citado por Stoppato. Delle esercizio arb.delle propie ragg., pág. 13.
Florian. Dei reati e delle peile en generalepág,91.
como base del delito una moralidadmedia porque-como dice Stoppato (1)¿quién es el que define esa moralidad?¿cómo puede haber criterio positivo parafijar la moralidad media de una sociedad determinada? Hay pues, el inconveniente gravísimo de la dificultad infaltable, de saber cuando se ofende esamoralidad, cuyo barómetro no estará,indudablemente, gobernado por leyesde una precisión matemática; los límites de esa moralidad no podrán ser precisados, no se podrá decir con certeza:aquí empieza lo permitido, aquí lo prohibido, como no se podría decir exactamente: aquí acaba el reino vejetal yempieza el animaL
Tiene tambien el inconveniente deser demasiado subjetiva; Ferrí ha atendido para sentar un criteri.:> generalsobre el delito, la clasificación de losdelincuentes. El delito, para él, no esotra cosa que una resultante de fuerzas ya conocidás; el temperamento yel carácter del delincuente (2). Ferrimismo ha reconocido uno de los inconvenientes' de la definición dada por él,dentro de la cual se hace difícil ó imposible encontrar una diferencia entre los delitos para los que basta unasanción civil y aquellos para los cualesse hace necesaria la sanción de la leypenaL
Para que una acción-dice Franckpueda caer bajo la acción de la ley penal no basta que sea culpable ella misma ó castigada por la ley moral, espreciso que sea contraria al orden social, que sea peligrosa á la seguridad':{ á la libertad, sea de la sociedad entera, sea de los individuos aisladamente;en definitiva, una acción no puede serlegitimamente perseguida y castigadapor la sociedad, sino cuando es la -l)Íolación no de un deber. sino de un deTecho, 'ÍJulividual ó colectivo, fundadocomo lc~sociedad misma, sobre la leymor'al. (3).
y para Franck existen dos clases dederechos: los unos encerrados en unamedida precisa y que son exigibles porla fuerza, porque son absolutamente necesarios al cumplimiento de los deberesá los cuales corresponden: y los que no
(1) Stoppato. L' esercizio arbitrario delle propie ragioni, pág. 14.(2) G. Vidal. Cours de droits criminel. pago 73.(3) Franck. Philosophie du droit penal. pág.135.
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sons'ucepttbles de una determinaciónprecisa y dentro de cuya naturaleza noestá la de ser exigidos por la fuerza, desde que no son indispensables al cumplimiento de nuestros deberes.
Nos decidimos por el criterio deFranck; creemos que la definición dada por él reune las condiciones, que según nuestra manera de entender, sonesenciales para una definición del delito; ni demasiado amplia para que entren dentro de ella lo que en maneraalguna la ley penal puede castigar porser el puro dominio de la moral, produciendo en ese caso un exceso de legislación, que como Bentham ya lo hizonotar, produce tantos ó mayores malesque el mal que se quiere reprimir, nidemasiado restringida como para serexcluida de ella verdaderas infracciones cuya importancia es indiscutible yque no penarlas, sería ayudar la propagación del mal. si es verdad, comocreemos, que la pena es el remedio necesario de esos males, cuyo objeto es,ya curar ó ya impedir que se produzcan. La definición de Francle reune esasdos condiciones.
Determinados así los actos que la leypenal debe castigar, tratemos de averiguar si la apropiación de funciones quecorresponden al Estado, como la justida, constituye un delito.
El hacerse justicia por su propia mano elevado á la categoría de delito está-dice Stoppato-(l) en contradiccióncon los principios, porque sín la agresión conciente de la actividad jurídicade otro no se debria hablar de deiito.El ejercicio arbitrario de las propiasrazones supone en el agente la conciencia de un derecho, no importa sibien ó mal comprendido; excluye unacto intencionalmente dañoso, se concreta al error, al falso supuesto deejercitar un derecho.
Toda infracción-dice Haus (2) parasentar un principio idéntico-se compone de dos elementos: un hecho contrario á la ley penal y la culpabilidad delagente, cuando falta una ú otra de esestas circunstancias, esenciales, no haydelito. El hecho puede haber sido ejecutado en circunstancias particulares yexcepcionales que lo rinden legítimo
(1) Stoppato, obra citada, pág, 51.(2) Hans. Principes generanx' dn drolt "pe::al
p GOO pág. 456.
aunque entre en la definición legal eleun delito y que haya sido cometido conconocimiento y voluntad, lo que tienelugar cuando el autor tenia el derechoó mismo, el deber de cumplirlo.
Es el caso en que haya CGLusas' dejustificación, esto es, circunstanciasagrega Haus mas adelante,-que excluyen la infracción, sean porque borranla legitimidad del agente, sin legitimarla acción misma; sean porque transforman el acto en legítimo.
Es así que sienta el principio de quelas acciones, merced á las cuales se~jerce un derecho actual y cierto, nodeben penarse, porque no turban la posesión legal de un tei'cero y no sonacompañadas ni de violencia contra laspersonas, ni de amenazas que constituyan del!to (1) de donde el propietariotiene el derecho de reprimir por vía dehecho, aquellas que tienden á despojarlo de su propiec~ad ó á impedirledisponer en modo absoluto y exclusivosiempre que no adopte amenazas niviolencias contra las personas.
Esta tesis de Haus es sustentada conlas mísmas palabras casi, por Garraud,(2) al hacer notar que en el derechofrancés no existe una disposición penalanáloga á la que los italianos contemplan con el nombre de ejercicio arbitrario de las propias razones.
No creemos que el ejercicio arbitrario de las propias razones pueda noser considerado como delito, según loquieren Haus, Stoppato y Garraud; novemos con la claridad con que pareceafirmarlo Hauss, la legitimídad de lasvías de hecho ejercidas por el propietario para reprimir aquellas que le turban en el goce de su cosa; ni tampococreemos que la existencia -aún realdel derecho que se quiere poner enmovimiento sea una causa justificativade las que habla Haus, capaz de legitimar la acción. v sí. solo creemos, comoel mismo lo cÍice en otro lado, que elprincipio solo debe inclinarse ante lanecesidad. cuando el atentado es dé naturaleza á exponer 1) la persona, que esel objeto, á sufrir un daño irreparablesi se esperara el socorro de la autoridad pública, pero entonces dejaría deser el ejercicio arbitrario de las pro-
(1) Hans. Obra citada p. 644 pág. 496.(~! Gawmd. Tmitá dn drolt pe:lal. Tomo IV
p. 301, pág. 307-8.
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plas razones, para transformarse al impulso de la necesidad-que es imperativa-en un caso de leg'itima á defensaque, como dice un autor, es la acciónde reehazar la fuerza con la fuerza.
La agresión conciente de los derechos de otro es, para Stoppato, la condición sine qua non de la existenciadel delito y cree que en el caso deragionfattasi no existe esa agresión como que está en la concieneia del agente el ejercer un derecho, dereeho quepodrá ser verdadero ó presunto. Creeque no puede derivarse de allí la negación del carácter de delito al aetoque examinamos. Aún euando no hayaagresión al dereeho de un individuoaisladamente, agresión que no creemosnecesaria en el delito que tratamos,existe una agresión hácia el Estado,una usurpación de sus funciones conevidente daño para la sociedad; es laviolación de uno de esos derechos quetienen una medida precisa, eomo diceFranck, 7'l es la violaeión de ese derecho eolectivo, lo que en verdad eonstituye el delito, cuya esencia y cuyoelemento eonstitutivo está en la sustitución del brazo de la soeiedad por elbrazo propio.
El principio de que al Estado ineumbe relativamente la actuación del derecho-dice Pessina (l)-trae consigo queel Estado deba intervenir cuando dosvoluntades estén en conflicto, una delas cuales se encuentre en un estadojuridico acompañado de presunción delegitimidad; y la otra teng'a una pretencíón contraria á esa presuncíón.
En general, todo individuo tiene elderecho á no ser obligado al cumplimiento de una obligación-que no debe ser otra cosa que la expresión de sulibre voluntad-ni tampoco puede sermolestado en el libre goce de la posesión de lo que le pertenece, sinó envirtud de orden emanada del Estado.
Hacerse justieia por su mano, no esotra cosa que violar ese derecho ciertoy seguro, yeso solo constituye delito,aún cuando el que lo ejerza tenga untitulo perfectamente justo para reclamarpor las vias de la justicia.
La perfectibilidad del titulo toca á lajusticia el declararla.
La eseneia de este delito-diremos,
(1) Elementi di diritto penale p. 356, pág. 259.
pues, con Carrara (1)-consíste en sústituir la propia acción á la de la autoridad en la tutela de un derecho: jus sibi ]Jí'opia auctoritate i'eclclitwn Ó paradeeir con 1mpallomeni, eitado por 1nnamorati, (2) en la sustitueión de lafuerza privada al poder de la autoridadpublica para eonseguir una cosa á lacual se cree tener dereeho.
Creemos, pues, que haeerse justiciapor su propia mano es un delito, porel solo heeho de sustituir, despreciativamente, la aeción de la justicia por laacción privada. ocasionando,-eomo diee Crivellarí (3)-aquellos inconvenientes gravisimos, que ordinariamente produce la justicia privada puesta en manos de quien, deiendiendo su eausapropia, puede estar prevenido y ha ~er
se transportar fuera de su esfera porsus propios intereses.
Estudiado asi, doctrinariamente, eldelito de los que. se hacen justicia porsu propia mano, no nos eabe ningunaduda; qúe R, en el caso propuesto,al rehusar la entrega de los animalescomo pago del crédito exigible contraX., sin recurrir para ello á la justicia, ha cometido delito. Dentro dela pregunta, estudiemos ahora el delitoen si, y las disposieiones legales que áél se refieren.
El delito que nosotros llamamos hacerse justicia por su propia mano, noha sido reeonoeido como tal por todaslas legislaciones de los paises eivilizados, no tiene su sanción en todos losCódigos á la manera de esos delitos, quetanto en la doctrina como en la legislación positiva, tienen la eonsagraeiónde lo que no se discute.
El Código belga de 1867, ealla sobreeste delito, lo mismo que el Códigofraneés de 1810 que lo suprimió, auneuando lo habian contemplado las ordenanzas de 1867.
Otros Códigos, el italiano y el nuestro, por ejemplo, han hecho de él llllaperfecta figura delietuosa, siguiendo latradición del derecho romano, que preveia el caso de hacerse justicia por supropia mano, penándolo como acto cri-
(1) Carrara. Commente al Cad. Penale, pág.150.
(2) Innamorati. Lui delitti contra l'alleegl1stizia, pág. 430.
(3) Crivellari,· Il Codice Penale. Tomo ·VI, N.O301, pago 748.
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minoso, castigándolo con pena privada:con la pérdida del derecho en el casode existencia de él y con el resarcimiento del daño en el caso de un derecho pretendido, pero inexistente.
Se ha discutido sobre cual es el titulo en que este delito debe figurar yesta discusión ha tenido mucha importaneia en el Código italiano, sosteniéndose por los unos que se trataba de undelito contra la administración de lajusticia.
Dejando de lado la discusión suscitada por el punto en la Cámara italiana,(somos ya demasiado extensos), creemos que el delito de que se trata, esun verdadero deiito contra la administración de la justicia, puesto que-yacansa el repetirlo-la índole jurídicadel delito, está en el desprecio á lajusticia que puede ser-según Crivellari (1)-intrínseco y extrínseco; intrisecamente porque eon el hecho se usurpan aquellas prerogativas que corresponden al magistrado; extrinsecamenteporque haciendo esto el agente demuestra la falta de confianza en la obradel magistrado.
¿Cuales son las condiciones necesariaspara la existencia de este delito, en unapalabra, cuales son sus estremos juríclicos?
Según Carrara (2) cuatro son los estremos necesarios.
1.0 Un acto externo que despoje áotro un bien que goza contra la oposi.ci9n presunta ó expresa de éste.
2.0 Creencia de hacer este acto enejercicio de un derecho.
3.° Conciencia dc hacer con el brazoprivado lo que debía hacerse por laautoridad de los majistrados,
4.° Falta de título más grave.El objeto de la criminosidad está en
la sustitución de mi autoridad por laautoridad de la ley que habría debidoinvocar, pero es preciso que al ejerceresos actos tenga la creencia de queejerce un dereeho del cual se cree asistido pues á no ser así el delito degenera ó cambia. Si un individuo se apodera de una cosa de 'la que se creepropietario, no comete delito de hur::o,sino de ejercicio arbitrario de las pro-
(1) Crivellari. Obra y tomo citado, núm. 302,pág. 750.
(2) Carrara. Prog. del corsi de diritto criminaleT. V. P 2850, pág. 536.
pias razones (entiendo existir los otroselementos) cosa que no. sucedería sifaltara ese elemento intelectual: la creencia de ejercer un derecho.
El objeto intencional de este delitoes-dice Innamorati (1) el conseguimiento de un pretendido derecho; suobjeto jurídico, la sustitución de la penaprivada al poder de la autoridad pública; su elemcnto subjetivo material, laviolencia sobre las cosas ó contra laspersonas no transformadas en homicidio ó lesiones más graves.
Entre los elementos de este delitocoloca Innamorati la violencia sobre lascosas ó sobre las personas; del caracter'que le hemos dado se desprende fácilmente que no consideramos la violencia ni sobre las cosas ni sobre las personas como condiciones esenciales deeste delito; pero tendremos ocasión devolver sobre ello estudiando las disposiciones del derecho positivo.
¿Cuál es la solución dada por laslej islaciones?
El artículo 185 de nuestro Código dice;"El que, con el solo fin de ejercitar
un derecho de que se cree asistido, sehiciese justicia por su mano en loscasos en que debe y puede recurrir ála autoridad pública, será penado conmulta de cien á doscientos pesos".
¿Existe en las lejislaciones vijentesalgun artículo concordante con el nuestro? Sí, la unica que conocemos es laitaliana, en cuyo ariículo 235 del Códigopenal leemos: .
"Cualquiera, con el solo fin de ejercitar un pretendido derecho, en loscasos en que podría recorrer á la autoridad, se hace razón por sí' mismo,usando violencia sobre las cosas, serápenado con multa hasta quinientasliras".
Como se vé, aun cuando contemplanel mismo delito no tienen una misma éigual redacción y aparentemente (veremos más tarde si lo es en verdad) no requieren para su existencia los mismoselementos constitutivos.
Pero si concordantes, no es por ciertoel artículo 255 del Código penal italiano el origen de nuestro artículo sinoindirectamente el artículo 146 del CÓ-.digo Toscano que decía:
(1) Innamorati. Sin delitti contro 1" ultima dela giustizia, pág. 439.
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Cualquiei'Cl que sin 1;iolencia "se haceilicitClinente .razón por si mismo, dedonde derivan los artículos 162 del provecto de l\Iavo de 1883 v el 264 delI)l'oyecto del 22 de Noviel~lbre de 1884presentados por el honorable Zanardellicu;ya redacción era:
«Cualquiera, con el solo fin de ejercer un derecho, en los casos en quedebría y podría recorrer á la autoridad, se hace razón por sí mismo, serápenado con multa de cincuenta á quinientas liras".
Como se vé en el artículo del CódigoToscano y en los dos artículos del proyecto de Zanardelli de donde fué extraído nuestro artículo, no se hablabade 'violencias sobre las cosas que despues introdujo-ultimamente-el lejislador italiano en la redacción definitivadel artículo 235 del Código penal, porque observaba la Comisión de la Cámara de Diputados que sin violencia sobrelas cosas no se debía admitir esta figura delictuosa porque entonces bastabanlac leyes civiles con las acciones posesorias y con las acciones de reparación de daños producidos por actosdel hombre.
Pero no de lamisma manera opinaba laComisión de la Cámara de Senadores,la que en su informe decía: Considerando que aun cuando no concurraviolencia, la ofensa á la justicia pública existe igualmente; que el acto arbitrario es por sí mismo fuente inagotable de disputas, y que aun en ese caso,existen todos los elementos del delitola Comisión cree que la violencia seaun agravante pero nó un extremo necesario de' éste delito.
Pero la doctrina sostenida por la Comisión de la Cámara de Diputados erala que debía vencer y la que se exponía en la relación del Rev sobre eltexto definitivo dol Código. v
No están de acuerdo los comentaristas sobre lo que debe entenderse porlas palabras violencia sobre las cosasusadas en el artículo del Código Italiano.
Esta discusión tiene su importanciaya desde el punto de vista de la letradel Código ya para la doctrina siempreque se considere con Berner que laexistencia de este delito, despojado dela condición de violeneia, no es otraCQSa que una 'lacia abstracción.
Dice Flocca, citado por Stoppato (1)se debe entender todos los hechos arbítrarios de la fuerza individual del hombre los cuales turban realmente ó impiden el goce de la cosa al legitimoposeedor siempre que tenga por objeto el ejercicio de un pretendido derecho.
Se podía objetar á Fiocca que segunsu amplio concepto de lo que debe entenderse por violencia sobre las cosas,no se dará jamás un caso en el quehaya ejercicio arbitrario de las propiasrazones sin la existencia de violencias.El responde que sí. y que se produceen todos aquellos actos arbitrarios quetienden á ejercitar un pretendido derecho sin tener la fuerza de turbar realmente ó impedir el goce de la cosa allegítimo poseedor.
La violencia sobre la cosa debe necesariamente resultar- dice Crivellari(2) - de un hecho positivo, consistenteen el daño de la cosa misma, ó en sualteración ó al menos en la turbaciónde la posesión.
En general-dice Pessina (3)--violencia es el uso de la fuerza individualque borra las actividades contrarias;ordinariamente es todo constringimientomoral ó material de las personas, ypara Sarrochi es un acto material queturba y altera profundamente un estadode hecho no sin producir dañosas consecuencias.
y por último, dice Stoppato, quepara que exista violeneia sobre lascosas es preciso un acto material queproduzca una alteración á la cosa ensu entidad natural, ó una modificaciónen su estructura, ó un impedimentopara cumplir su destino, ó la destrucdón de un título comprobante de undeterminado hecho ó relación jurídica (4).
Como se vé si se tratara de resolverel caso que examinamos segun la disposición del Código Italiuno, fuera preciso poner de acuerdo las diversas interpretaciones sobre las violencias sobrelas cosas, puesto segun fuera ella variaríala solución dada.
Las preguntas serían, ¿el solo hecho
(1( Stoppato, obra citada pág. 231.(2) Crivellari-Obra y tomo citados núm. 826,
pág. 785.(3) Pessina-Element., tomo UI, pág. 268 Y 269.(4) Stopatto-Qbra citada, páginas 236 y 237,
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de turbar la poseslOn constituye, en elsentido del Código, violencia sobre lascosas? v resolver ele inmedioto si elhecho de mantener R las ovejasen supoder constituía una soluciónsobre lascosas.
Nosotros creemos que no. Y en esecaso diríamos, que dentro de la lejislación italiana R no había cometido delito.
¿Sucede lo mismo con nuestro Código?
El artículo 185 de nuestro Código esuna disposición más latamente ampliaque la disposición italiana; ha suprimidocomo elemento esencial del delito la existencia de violencias sobre las cosas ycreemos que al hacer eso se ajusta estrictamente á los caracteres que el delito debe tener doctrinariamente considerado. Nuestro Código-·c6mo el artículo del proyectoZanardelli,- de dondesaca su orígen directamente, é indirectamente del 146 del Código Toscano,ha creído que el solo hecho de la sustitución de la autoridad de la lev erabastante para considerarlo un delito,
considerando por lo tanto, que la sanción civil que pudiera tener, era insuficiente.
El caso propuesto contiene todos loselementos requeridos para la existenciadel delito de ejercicio arbitrario de laspi'opias razones ó de los que se hacenjusticia por su propia mano cayendopor lo tanto bajo la sanción del artículo 185 de nuestro Código, en el que ellejislador no ha usado esa espresión ypor lo tanto no toca al interprete hacerle una agregación, agregación que porotro lado consideraríamos ajena al delitodesde que él, para existir, no la nececita v al introducirla no haríamos otracosa·qve desfigurarlo.
Por lo tanto: R al negar la devolucióndel rebaño mientras su socio no lepagara lo que le adeuda debiendo comodebía acudir á la justicia civil (nos esimposible tratar el caso desde ese punto de vista) ha cometido el delito dehacerse justicia por su propia mano.
RODOLFO ]'líEZZERA.
Los fi lósofo) del siglo XVIII
La historia de la humanidad, en medio de sus violentas sacudidas v suscrueles desgarramientos, nos comp;uebacon clara evidencia. la frase de consueloque vocea Palletán, como soberbioacento al progreso social: «i El mundomarcha!". Cuando la sociedad retrocede, sesiente en sus entrañas. el temblor convulsivo de fuerzas misteriosas, que enlucha gigantesca, bregan porque se cumpla la ley eterna y bendita del progreso humano.
Del conflicto ele las dos tendenciasantagónicas, brota la luz: la chispa seconvierte en incendio. v EUS siniestrasllamaradas al iluminal' las tinieblas,provocan los estallidos Eociales, que son
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una proclama de libertad y un gritode red ención.
La humanidad mira con cariño, miracomo suyas, aquellas épocas, en quecada idea que brota es un nuevo rayode luz que viene á agregarse á los rayos de su aureola; á aquellas épocasen que nacen los apóstoles de palabrainspirada, precursores del despertar delos pueblos abatidos, en que muerenlos mártires de sublime fortaleza, testimonios ensangrentados pero elocuentes de que la revolución se cumple.
Entre esas épocas se destacan aquellas, en que el mundo abrumado anteel peso de serios desastres, se levantay sacudiendo su cabeza con energía,lanza un reto hácia ias usurpaciones,
arroja un guante al porvenir y marcha,aniquilando á la ignominia y á la vergüenza, para cimentar sobre los eseombros del despotismo y del crímen,los principios que forman la esenciade la naturaleza humana.
Entre esas inscripciones de la historia, se destaca el cuadro inmenso delos acontecimientos del siglo I de laera cristiana, la época de la revolución religiosa social, y el siglo XVIII,en que las campanas del universo tocaran á rebato, anunciando el brillantedespertar de la redención política.
i El siglo XVIII! El siglo de la luchamás encarnizada, el siglo en que se libraron las batallas más decisivas contra el fanatismo filosófico, contra el fa~latismo religioso, contra el fanatismopolítico; ha sido la jornada más gigantesca de la humanidad.
Haciendo tabla rasa con todos losespiritus, sUl:je imponente la filosofíadel siglo XVIII.-Su arma es el ecepticismo; su enemigo, las creencias antigTlas; su fin, la libertad.
El mundo parece presa de una abrumadora postración. - Sus actividadesduermen, se hallan aniquiladas ante unabatimiento profundo.
Necesitaba un sacLldimiento para volver á la vida, un sacudimiento producido por alguna causa exterior; nadahabía que esperar de la savia raquíticaque la nutría, porque las raíces se habian secado al contacto maligno delfhnatismo y de la dialéctica escolástica.
Los Bizantinos, trajeron el recuerdode la Grecia antigua, y la sangre de un,cadáver, conservada en las misteriosasurnas de sus libros, vivificó al mori-bundo. '
El renacimiento tocó á rebato, convocando á los pueblos, no á lueliar sino á recordar y los pueblos fueron.
La memoria de la gloria pasada, trajo el valor. El gigante comenzó á mover sus miembros entumecidos y empezó la lucha. La reforma proclamó ellibre exámell.
Empero, el fanatismo no decayó; eldero tanto católico como protestante,siguió imperando; los reyes, eomo amarg'a ironía á la soberanía de los pueblos,continuaron invocando su derecho divi-no y, haciendo unjir sus altanerasfrentes con el sagrado óleo. para mos-
trarse á países abyectos como los delegados de Dios.
De pronto, una convulsión poderosa,fecunda, interminable, agita á la humanidad. El armazón del antíguo rég'imen bambolea espantado; pronto seproducirá el derrumbe, arrastrando ensu caída los últimos resabios de viejascostumbres y de siglos de ignominiamoral.
El mundo se siente atravesado porel ariete irresistible de los filósofes delsiglo XVIII.
Europa, se despoja de su sayal, apartando sus oídos de los acordes solemnes del órgano, que aeompañaba la fúnebre salmodia del Dios -¡"Ne, bajo lasbóvedas de ~us sombrías catedrales, para abrirlas al rumor armonioso de lasondas azules del JHediterráneo, que letraería en sus auras, la seductora vozde la redención sociaL
En Francia, que era la fragua dondese templaba el cortante acero, destinado á desatar el nudo gordiano del pasado, desaparecia la grandiosa monarquía de Luis XIV, el rey de los combates, y le sucedía la monarquía deaparato de Luis XV, el rey de los placeres.
Junto al trono, se levantaban numerosos apóstoles del pensamiento, quesentían en su alma, el calor abrasadorde las concepciones gigantescas.
Racine, Diderot, D' Alambert, JYIontesquieu, JYIably, los poetas, los filósofos, los politicos. Y más altos que todos, Voltaire, el amigo de los reyes, yRousseau, el campeón de la democracia, el representante germino de sig'losde odio, de rabia y de maldiciones. Voltaire, quo habia de enseñar comose arrostra la furia de los poderesfuertes, sin temerles, como se hace para mirar frente á frente los soles deradiantes rayos,-y Rousseau, que habíade carg'ar la mina, encelldida luego,por esa asamblea de demagogia, salpi~
cada de sangTe y de gloria, que se llamó la Convención, encargada de ejeeutar .la sentencia de los siglos!
Voltaire! Alguien ha dicho que haynombres que son un poema; el nombrede Voltaire significa más; Voltaire esuna época,-y una época sublime y gigantesca, en que se marca con huellaprofllnda, la senda del porvenir anteel salmo infinito del progreso humano.
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«Su destino es el más brillante dela humanidad», exclama Taine, en losOrigenes de la Francia Contemporánea.Es que Voltaire es la historia de un siglo; escribe y reina; enorgullece á losprincipes por su pederío y los sonrojaante su ineptitud degradante; desde elfondo de su retiro tiene suspenso á lospueblos, entre el temor y la esperanza;pone en zosobra á sus dominadores;impele a una multitud ilustre hácia lameta de antemano señalada; tilda deinfamia la esclavitud de las conciencias; combate y vence por la humanidad; hace conspiraciones tenebrosasen que todos los clérigos aparecen como enemigos, y por cómplices todoslos reyes; rompe el grillete oprobiosodel despotismo religioso; funda, al decir de Laurent, «una religión nuevaque se llama humanidad, y cuyo primer dogma es la tolerancia».
El cristianismo, dice 1Iichelet en «LaBiblia de la Humanidad» ,-refleja ensus comienzos la luz rutilante del Verbo, y con una mano toma la fuerza('readora de las ideas, y con la otrarecoje como tributo; el eco de todas lasarmonias dispersas. por la vasta extensión de sus dominios, para transformarse en fuerza propulsora del progreso yun elemento esencial de la curlización.» "La nueva religión, con su acento misterioso, habla y á su voz los elementos enmudecen; como asombrados,se someten los hombres á su dominación, reconociendo á su propagador como Dios y como profeta exelso.»
Pero pronto, la idea de Cristo se transforma, Ya no resnenan los ecos dulcísimas del sermón de las montañas; lasideas de caridad son utopías irrealizables; la abnegación, una cruel idealidad;la Iglesia pronuncia tan solo palabras,cuyos ecos penetran en el alma humana, como un hálito de infamia y dementira; millares de hombres, viventransformados en turba inconsciente devasallos; el espiritu gime de dolor antela negra esclavitud de un dogma opresor. Es que los que ayer fueron principios de redención, en brega con elpaganismo heleno, son hoy, ideas deretroceso y de muerte, apresadas porla garra poderosa de la religión católka'
La maldición terrible de Voltaire, re-
tumba con el acento de tempestad sobre la naturaleza adormecida.
Se convierte en el vocero de lasideas libres, en el gallardo paladin dela tolerancia.
El cristianismo tradicional por la propia confesión de Bossuet, el últimopadre de la iglesia, hacía de la intolerancia un derecho y un deber.
La libertad de pensar era, pues,una verdadera herejía.
Voltaire, por el contrario, difunde laluz de la razón, el sentimiento ·más profundo de la humanidad: la tolerancia.
y con estas ideas, que viven, se fecundan y florecen, el pensamiento humano, libre del candado esc:wizador delcatolicismo, en un salto prodigioso, seentrega á las concepciones de lo sublime y de lo grande.
Voltaire, al combatir las preocupaciones religiosas, se convierte en fuerzapropulsora de la ciencia. La iglesia,dogmática y opresora, ahogaba en sucinturón de hierro, hasta las ideas delos pensadores mas geniales,-los cuales, pretendían conciliar lo inconciliable:establecer el consorcio de la razón yla fe.
y de ahí que un Descartes, nacidopara vivir en las regiones donde sólose sienten los aletazos de los cóndores,tuviese las trivialidades enervantes delos espíritus vulgares. - Y de ahí unnIalebranche, lleno de dolorosas incertidumbres,-Y de ahi un Leibnitz, abrumado ante la impotencia de unir la fécon la razón; y de ahí un Wolf, quesiente invencibles temores de que susdoctrinas violen la esencia de los dogmas.
y la aberración es tan monstruosa,que Descartes, proclama que la razónse debe someter á la fé;-esto es, lafé, convertida en señora omnipotente yla razón en criada humilde y sumisa.
Galileo, descubre que la masa terráquea, se siente animada de movimientosinmutables, que determinan su revolución giratoria, en el concierto de losastros.-Pues bien, la iglesia se ofende,afirma que su dogma con tema tan original, se siente en peligro; amenazacon el anatema al sabio exelso; aprisiona con anillo de hierro sus concepciones gigantescas y el sabio se retracta.
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Voltaire "JT los pensadores del sigloXVIII, son por el contrario, verdaderos filósofos. Yana pretenden conciliarla fé y la razón; al contrario, abandonan la fé, porque su razón no puedeaceptarla.
Hay que har;erle la guerra á muerte,porque la razón quiere la libertad,mientras que la fé la oprime y la encadena.
y por eso, Voltaire, ha sido el blanco de la diatriba católica.-De JHaistreen las"Veladas de San Petersburgo ~,
compara á la encarnación de la filosofia del siglo XVIII con las sociedadesque con Genserico y Atila "recibenpor consigna, marchar en dirección álos pueblos donde sopla el viento de lacalera de Dios».
y agrega que ha destruído la fé, lamoral y el cristianismo.
Pero' ¿dónde estaba la fé y el cristianísmo verdadero"? ¿No había sido todo ello herido mortalmente en el tiempo de Luis XIV'?
Bossuet, el gran padre de la iglesia,¿no quemaba incienso á la revocacióndel edicto de Nantes, sancionando consu palabra y su defensa, el crimen horrendo de las dragonadas"?
De ahí el santo furor de los padresde la íglesia contra Voltaire, y en vezde combatir con la razón al que con larazón ha vencido al cristianísmo tradicional, no emplean sino contra ellos,más que ínjurias é ímpotentes anatemas.
Pero con la bocina de Voltaire v losfilósofos, resuenancon estrépitos esos dosgritos de tolerancia y razón. El fanatismo está cubierto de oprobio en la memoria de los trastornos de que dió laseñal, de las hogueras que levantó.
Las supersticiones antiguas son entregadas á los tiros de una befa inmortal.-La ciencia emprende una marchaavasalladora, al ir en consorcio con ·lafilosofía.
Para desmentir al Génesis, para convencer de error ó de impostura á lo's libros de los clérigos, los sabios c'onsultan el cielo, miden las montañas, escudriñan las entrañas de la tierra y pidenal globo el secreto de su edad.
¡Que formidable y que fecundo poderde libre examen!
Unos niegan á Cristo, sin cuidarse delgran vacío que así quedaría en la his-
toria; otros ponen en duda el alma delhombre; otros discuten á Dios, alma deluniverso.
El espírítu nuevo, se fecunda é invade toda la sociedad desde la basehasta la cúspide.-Penetra en la cortede Prusia por Federico, en la de Austria por José II, en la de Francia porTurgot, en la de Rusia por Catalina yen el Vaticano por Clemente XIV.
La filosofía penetró en los alcázares;y subyugó á los reyes; dictóle palabras de estraña importancia; impusóles enajenadas de alabanzas á la destrucción de los altares que los tronoshabían tenido tanto tiempo por apoyo.
Pero debía llegar la hora, en que losreycs retrocederían de espanto ante sumisma obra.......
Caen por fin los últimos velos delespíritu.-El pensamiento llevado en alasdel libre examen, pasa de la religión ála política, de la política á la propíedad. -Entonces smjen en los labios delos hombres, preguntas de fuego, antetan ignominia y vergüenza tanta.
¿Por qué amos y esclavos y generadones enteras pulverizadas en el tránsito ele uno solo"? ¿Por qué reyes ynobles'? ¿Por qué clases que nacen dichosas, y más abajo una innumerablemultitud de seres hambrientos, hijos dela desesperación, primogénitos del infortunio"? ¿Por qué esta larga invasión,por algunos, de la tierra, morada dela humanidad v su indivisible dominio"?
La nueva cOlwulsión adquiría caracteres tempestuosos.-Es que caian comoletras de fuego, las teorías de la inteligenciasalvaje de Juan Jacobo Rousseau.Su nombre significa el momento, enque el siglo XVIII maria presa de sacuc!imientosfebriles v convulsiones horrorosas; en que el pu'eblo francés, por lamano del verdugo, de ese ser abyecto,decapitó la monarquía, mostrando su cabeza á todos los pueblos de la tierraque tímidos, agitándose en sus cadenas,sólo se atrevieron á saludar al pueblorey.
En ese día, diee Luís Blanc en Suhistoria de la revolución francesa, "elgenio de la libertad, escribió en el librode los acontecimientos humanos: "lasmonarquías desaparecen».
Al lado de este epitafio dictado porLuís Blanc, no ha de faltar el nombrede Rousseau, que al presenciar el terri-
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ble drama, parece presentarse á nuestraimaginación, pronunciando este sarcasmo: - ",Todo poder viene de Dios, loconfieso; pero las enfermedades tambien nos vienen de él:> .-(Oontrat. social, capit. 3.°).
Voltaire, es el jefe de los filósofos delsiglo XVIII, pero Rousseau, significatambien, y con clara elocuencia el carácter del sig'lo.
El mismo dibujó en sus Confesiones,la cadena de su vida, en que cada eslabón es un acto de fiera honradez ó unerror, una falta, un crímen;-crímenes,faltas, errores sin honradez que nos hacenver, su alma, como la representación de susiglo, mezcla de vicios y de virtudes;uu alma egoísta, cíniea, desagradecida,sensual, pero llena de salvaje independencia, y que inspirándose en su pasión en desorden, semejantes á las olasdel mar ag'itadas por la tempestad, lanzó execraciones en que el odio y larabia van envueltos, á una sociedadque llegó hasta admirar su genio sinquerer darle un asiento en su festín,como las aguas alborotadas arrojan espuma á los cielos.
",Mil veces más elocuente que Platón,dice Lamartine,-mil veces más apasiodo que Fenelon, tan poético como elsofista griego, tan relijioso como el arzobispo francés, nacido en una épocaen que moría el viejo mundo feudal, enque la Francia sentía removerse en susentrañas, el embrión de una revoluciónradical, el hijo de Ginebra, Juan Jacobo Rousseau, casi alemán por la Suiza,su patria, casi sectario por el espíritude Ginebra, su cuna, casi faccioso porel espíritu de la democracia humillada,respirada en la tierra de su padreartesano, casi francés por el vigor desu lenguaje y por el clacisismo de laelocuencia francesa, contiguo de la Suiza,-fronteras de vidas comunes como deterritoria,-republicano en una pequeñarepública siempre en fermentación, enemigo de los grandes y de los ricos porque él era pequeño y pobre, J. J. Rousseau, parecia destinado por los tiempos,las circunstancias y su naturaleza, parael rol del tribuno el e los sentimientosjustos y de las falsas ideas, que ibaná entrar en lucha gigantesca en los fastos de la humanidad».
El odio á lo existente, á la tiranía,el anhelo febril de que desapareciesen
las instituciones caducas, la desespera~ción de que se realizaran sus esperanzas sin un movimiento radical que conmoviera á la sociedad, la lucha de susideas y de sus pasiones, todo bulle enla filosofía destructora de Juan JacaboRousseau.
",No es solo un tratado de instituciones políticas, dice Taine,-un códigode preceptos fríos; es un arma de combate, una orden del día expedida momentos antes de la batalla».
Su elocuencia nacida del alma, llegaba hasta el alma. No se manifestabaen discurso perfectos, son en frases sucesivas.-No escribió para el gabinetede los sabios sino para la humilde casade los pobres.-El pueblo no comprende las fórmulas absolutas, el lenguajede la intelig'encia; siente en cambio sus pasiones, comprende al decir de Pascal, ",ellenguaje del corazón». Por eso conprendió la filosofía ele Rousseau v trató derealizarla, por eso su obra fLlé una ardiente propaganda.
Sus ideas filosóficas principales quedurante la revolución francesa ejercieron tanta infiuencia, y que quizá sifué una de las causas poderosas paraque se produjese, lo fué de que semalograra,- está en la formación de lasociedad por medio de una convención,de un pacto:-en toda la obra, se derivan consecuencias, de esa idea fundamental.
El hombre vivía en estado sanitario,como un animal en sus guaridas de losbosques.-Su leyera el instinto, su Diosera el acaso.-Podría estar sobresaltado siempre por la perspectiva de unataque qU8 por momentos podía llevarle un ser semejante. Empero, gozaba deuna libertad natural, de una libertadsalvaje. quien sabe, debido á que inspiración súbita, cruzó por la menteinculta del hombre primitivo, la ideade reunirse, despojarse de esa libertad,que ya se hacia una pesada carga, yconstituirse bajo la tutela de hL entidad llamada estado, por medio de unpacto que estableció la sociedad porprimera vez en la tierra. (Oontrato social, capítulo 6.°).
Para Rosseau, como para casi todoslos pensadores de su tiempo, el aislamiento, era el estado natural del hombre, y sólo por un acto emanado de susaberana voluntad, se formó la soeiedad.
No cabe duda, semejante idea, encierraun fondo de manifiestafalsedad.-JYIirensela naturaleza, y la naturaleza responderá que el hombre no puede viviraislado; necesita de la sociedad como elanciano del báculo, como el niño delmaestro.
Pese al entusiasmo de Luís Blanc, alllamar ideal la doctrina de Rousseau,yo me atrevo á decir, que sus ideasde aislamiento. no son ideales sino deretroceso y de' muerte.-La propia naturaleza del hombre está formada demodo que no puede vivir solo; los bosques y los desiertos se han hecho paralas bestias.
La misma naturaleza hace nacer alhombre impotente para bastarse asímismo, para despues fortalecers0, formal se y luego, decrecer, languidecer ymorir; estableció en fin la graduaciónde la edad y colocó en su alma el sentimiento, fuente principal de la sociabilidad.
Yo no pienso, que las ideas de Rousseau, como las de que el se el erivan exajeradamente, las de un Kroropockitne,Grave,JOlje,JYlalato,Reclus, en cuanto ála desaparición de la sociedad, sean exactas.
Mientras el hombre ame; mientrasexperimente simpatías que nacen en suespíritu, quien sabe porque consorciomisterioso; mientras sienta conmoversesu alma al ver á sus semejantes sufrir;mientras experimente los generosos impulsos de la caridad; mientras ame lo bello,tenga el sentimiento de lo sublime; mientras se estremezca su corazón v latafuertemente al oir á los anciari'os decabellos nevados, hablar de los dolores,de las glorias, de las derrotas, de lasvíctimas de la patria, la sociedad existirá, tendrá irremisiblemente que existir.-Oomo todos esos sentimientos hanvivido en el espíritu de los hombres,lo mismo que en nuestras almas, puesto que hacen parte de la naturalezahumana, el estado social es el estadonatural del hombrc.
No se comprende como el sentimental autor de la Nueva Eloisa, ha podidopensar, ni por un instante que el hombre pudiera vivir feliz v contento en elaislamiento. u
Los que se complacen en pintar alhombre solitario, es porque nunca hanpasado el umbral del alma; indudable-
mente se han detenido en la portada.El ambiente de sociedad es podero
sísimo en el hombre, y ha inspiradomuchas veces páginas magníficas, llenas de naturalidad, de exactitud, de sencilles, de candor y de poesía, que sienten, sufren.. gozan, lloran, rien.
¡Quien no se ha conmovido exclamaunescritor,-alleer Mis lJl'isiones de SilvioPellico, que no pudiendo sufrir la soledadabrumadora de su prisión, anhelaba aun:que fuera la sociedad del carcelero; másaún,-g'ozaba al ver el semblante adustodel centinela. frío é insensible como verdadero autómata!-Al leerlos, se sienteel conveneimiento profundo que la sociedad es tan necesaria al hombre comoel aire que respira; de siendo imposible decir que los hombres puedan viviraislados, desde que la sensibilidad nosarrastra á la sociedad con fuerza irresistible, pues sería lo mismo decir queuna piedra, puede mantenerse suspendida en el espacio, en el radio que ejerce su atracción la tierra.
El hombre no puede vivir sin los instantes gratos de expansión, sín que elalma en los momentos en que rebosade placer ó de clolor se vaciara en otraalma que supiera "gozar con sus alegrías y con sus tristezas llorar».
El mismo Rousseau, cuando calcó lasociedad sobre la convención formuladapor la volnntad gelleral, sintió como semovía el suelo bajo sus piés, y temiendo que algún lógico inflexible, lo precipitara quien sabe en que abismo insondable, no pudo menos de exclamar:"El estado natural no puede ya subsistir y el género humano perecería si nocambiara su manera de ser». (OapituloVII, contrato social).
Deleznable teoría, la que para l:esguardarse de sus mismas consecuenCIas,tuvo que apoyarse en un principio quele es contradictoria. No pensó el publicista g'inebrino que al querer librarsede su caída, arrojaba el fundamento desu doctrina, diciendo que la sociedades de todo punto necesaria para la conservación del género humano.-La necesidad absoluta v la existencia estántan estrechamenteu ligadas como la luzv el calor.u El pacto social, de Russeau, al pretender destruir el despotismo de losmonarcas, nos presenta al decir deLaboulaye, la sanción de la más inso-
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'porta'ble tiranía, «la tiranía de la mult'itud estúpida:>.
Para Rousseau ,quedan sometidos á lamultitud, el honor, la vida, la libertad,la propiedad; nada, nada le resta al individuo, sino es su voto, voto infimo yraquítico, destinado á desaparecer sumergido en el imenso conjunto de lavoluntad de todos.
Rousseau proclamó en su obra, la soberania del pueblo como lógica deducción de su teoría, pero la revistió deatribuciones tales, que vino á sustituirla tiranía de los reyes feudales, por latiranía del .l!.;stado impersonal y las multitudes, como si fuera más dulce laopresión porque emanara de la soberanía del pueblo ó del derecho divino delos reyes.
«La soberanía, dice Tocqueville, ensu obra «La democracia americana", reside indudablemente en el pueblo, quetiene libertad para constituirse como leacomode y para darse las leyes queguste, con tal que se hallen sujetas álas prescripciones absolutas, necesariasé inmutables de la justicia" .-El derecho limita la soberanía y esta no puededar un paso más allá del límite queaquel le demarque.
La soberanía reside en el pueblo;pero el pueblo e0n toda :su soberaníatiene que detenerse ante los dereehoseon pue se envuelve el individuo, porser el conjunto, un grano de arena enuna playa, una gota de agua, en eloceáno siempre borrascoso de las ,masas.
El individuo es el gran principio, esla base de todo, el motor de las sociedades modernas.-Si se le suprime, todose hunde, la sociedad languideee, muere,porque le falta el principio que le imprime movimiento.
Al considerar Rousseau como inenajenable la soberanía, sienta por el contrario un principio justo y fecundoque demuestra la limitación de la misma soberanía.
Pero por los defectos que encierra suobra, no va;ya á creerse que no sintetiza verdades profundas, y lo avasalladaque ha sido la influencia ej ercida porese monumento que se llamó «Contratosocial".
La primera frase de su obra «Elhombre nació libre",·- penetra en elalma de la masa, florece, se transfor-
rila en trueno de redenciÓn, en piquetademoledora delviejo edifieio de los siglos,y sobre sus ruinas, clava su bandera decombate: ig'ualdad y libertad.
Tiene un mérito indiseutible: su filosofía es la rebelión airada contra lasideas de la tradición v las leyendas delpasado, convirtiéndose en ardoroso prpcursor de los tiempos modernos.
Rousseau, se pone en frente de Voltaire y de los demás filósofos del sigloXVIII.-Estos enaltecían la razón, quedivide,-y él enaltecía el sentimientoque reconcilia y reune.
En medio de los apóstoles del individualismo, pensaba en el Nazareno quepredicó la fraternidad, y hablábale alcorazón con la santidad del evangelio.
Nada cuadraba á Rousseau en la filosofia de los enciclopedistas; ni la serenida'l eseéptica de D'Alambert, ni lafría estatura de Condillac que por mediode la sensación eobraba la vida,-ni elsistema de la fermentación de los órganos, por donde pretendia explicar Diderot el misterio del pensamiento, niel vacío que el ateísmo dejaba en eluniverso v en el hombre.
Rousseau atacó pues la filosofía desu tiempo, pero en nombre del porvenir.-Todo es fuego y entusiasmo en sulibro, Cada idea es una amenaza á loexistente; se vé al través de sus páginas, la obra de una inteligencia encombustión, exasperada, conmovida porlos vejamenes, vilipendios é injusticias de que las clases inferiores eranobjeto.-No ha nacido del estudio concienzudo sino ele la inspiración súbita;ha sido el rayo desprendido de las cargadas nubes que tantos años de oposición y de ignominia habían amontonadoen el ciclo de la monarquía, para ir áherirla en la frente; ha sido en fin laobra de la inteligencia salvaje de JuanJacobo Rousseau.
Así no hay que pedirle armonía yconsecuencia; cuando se bate una muralla, no Se van á escojer las balasbuscando que sean iguales; - se hacefuego y se emplea el material á mano.
Se quiere derroear la tirania de losreyes; pues bien! Vamos á golpear laspuertas de sus palacios, derribemos susfortalezas y torreones, aun que sea ennombre de la intransigente tiranía delpueblo.
Los reyes invoean su dereeho divino)
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el clero su autoridad. Pues bien, sobreel derecho divino está la soberanía delpueblo omnipotente, sobrela autoridad,está la razón! El nuevo rey, tirano tambien, no empuñára el cetro, se apoyará en la pica; no se adornará condeslumbrantes coronas, se cubrirá conel rojo gorro de la libertad!
Es por eso que á pesar de la antitésisprofunda notada entre Rousseau, y losotros filósofos del siglo XVIII, cuandose miran á la buena luz, se ve, queesas dos tendencias, marchando en líneasparalelas van á parar ambos en elpiélago inmenso de la revolución.
La' primera conduce á Robespierre;la segunda creó á lVIirabeau.- Los dosse funden, en ese retumbante alaridode la libertad,que se llamó RevoluciónFrancesa.-En torno del primero seagitan, lVlorelly, lVlably, Necker; rodeanal segundo D'Alambert, Condorcet, Diderot, Helvecio, Turgot, Morell, bajo elcetro omnipotente de Voltaire.
En ese siglo XVIII, prevalecía la filosofía de las sensdciones, precisamenteporque seguía la causa del indívidualismo que era la acentuada corriente dela épbca.
Hobbes lo había inaugurado en Inglaterra con brutales formas; Locke le había dado más discretas maneras; Voltaire acaba de imponerla en Franciay Condillac la explica con claridad ymétodo, con severa elegancia y mediante ingeniosa hípótesis.-Supuso alhombre en el estado de estátua orgánica; luego expuso como le venían porlos ojos las primeras ídeas, como leeran suministradas enseguida nocionesmás justas y más completas por lossentidos del tacto, sustituyéndole el dela vista.
Satisfecho de su hipótesis que él <:onsideraba feliz, Condillac la prolongabaá su contento; llevaba su impresionableestátua por entre los infinitos accidentes de la vída; la espantaba con las tiníeblas hasta que la aurora la desengaña, para darle uno medida del tiempo y la idea misma de la duración conlas alternativas del dia v de la noche.
La filosofía de Condillac, tendría porlo tanto al individualismo,-punto queparticularizaba los sentimientos delhombre.-Despues de correr el mundo,de respírar la fragancia de las flores,de oír las armonías de la naturaleza, de
saborear los frutos de ta tiel'ra y perfeccionar la educación de sus órganos,debía acontecer, que la estátua animada se hiciera hombre, proclamara supersonalidad, se coronara con sus manos v volviera á subir á su pedestal.
Pe~'o entre los filósofos que marchaban por esta senda se hallaba Diderot.
En los ejércitos, rara vez deja de haber uno de esos capitanes cínicos, insubordinados pero valientes, que arrostran la derrota y tientan lo imposible,que pelean doquiera que se pelea, sinque jamás lo amedrenten ni los desas·tres ni el infortunio. Estos héroes simpáticos se llaman Kleber en Heliopolis;en una asamblea Dantón; entre los filósofos militantes Diderot.. El hijo del buen herrero de Lougres,ejercía influencia preponderante enaquel siglo de agitadas tempestades, yla ejerció con la palabra, en la cual semanifestaba su índole revolucionaria,siendo las mejores páginas de sus libros, en fragmentos de brillantes discursos bregando por la tolerancia JT sobre todo por el imperio de la razón, yel reinado de la libertad.
y llegamos á la Enciclopedia.Thiers al hacer su pintura, dice que«nos figuramos un arquitecto que sopretexto de examinar todas las piedrasque componen un monumento, las desprendiera una á una, demoliera pocoá poco el edificio, y despues de arrasarlo dejara el suelo cubierto de escombros: he ahí la imágen del trabajo delos enciclopedistas».
¡Inmensa y sobre todo audaz ha sido su obra1 La Enciclopedia cs de seguro el resúmen del siglo XVIII filosófico, su obra por excelencia.
Su fin ha sido, expulgarlo todo, revolverlo todo sin excepción y sin miramiento: reunir en una sola obra los innumerables tesoros del conocimientohumano; recordar las opiniones de tantos sabios de la antiguedad ó de lostiempos modernos, sus creencias, susdudas, sus contraciciones, sus incertidumbres' ó las angustias de su ánimo;compilar, hacinar en un diccionario alfabétko, lo que nunca estuvo confundido, la teología y la física, el comercio y los buenos libros, la historia natural, las artes, los idiomas, las religiones, yeso en el orden aparente quenace de lo casualidad de las iniciales
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'y que a dec1l' verdad, es un gran desorden; llamar al antíguo mundo, al espectáculo de su descomposición, aniquilarlo, desmenuzarlo, y valerse delas luces del pasado para destruír mejor... . i Esa es la Enciclopedia! Diderot, D' Alambert, Helvecio, D' Holbact,son sus columnas.
Al observar la Enciclopedia, diceCarlvsle en su obra La RevoluciónFraricesa», que experimenta un vagoafecto de tristeza, como en los camposde Palmira, célebres por sus rectos.
Es que la Enciclopedia ha sido unaobra de destrucción-bien es verdadque ha derribaclo lo que sentía en su interior el cáncer voraz, la completa gangrena de los siglos pasados,
La demostración de la existencia deDios, la teoría del entendimiento, lascontroversia de los hombres sobre el alma y su orígen y destino, se presentanmezelados con descripciones de máquinascon procedimientos químicos; la confusión es inmensa v de tantas cienciassolo quedan palabras, de cada conjuntosolo partes, de eada familia solo individuos: mil diseminadas piedras indieanel lugar de lo que era monumento-
El andamiaje religioso del pasado hesido destruido; bastó para ello el arietede Voltaire y los filósofos.-Pero paraderribar el edificio antíguo, además dela metralla' demoledora de Rousseau, senecesita la piqueta de lVIontesquieu.
En el ",Espíritu de las Leyes», anatematiza el despotismo-sobresale en laironía tranquila, en el desdén cortés, enel sarcasmo disfrazado.
Lanza ataques recios contra las instituciones vigentes, contra el catolicismoalterado, el cual, según su propia expresión ",en el estado en que actualmente seencuentra Europa no puede subsistirquinientos años:>;- eontra la monarquía,que hace agonizar á los ciudadanosútiles para engordar á los eOl'tesanosfazoritos.:>
Toda la nueva filosofía,-dice Taine,- brota bajo su mano, eon aire de ínocencia, en una novela pastoril, en unaoración cándida, en una carta ingénua.
Ninguno de los toques con que se puede llamar la atención falta en su estilo,en la imaginación grandiosa, ni la delicadeza de matices, ni la previsión vigorosa ni la gracia jovial, ni lo burleseo
ImprevIsto, ni la variedad de la decoración.
Con esas ideas, la revolución está,pues provocada. - Voltaire, con la tolerancia, en el mundo religioso; Ronsseau,en el social; 1\1ontesquieux, en el politico.
Análogas teorias á las sostenidas porlos filósofos franceses del siglo XVIII,han atravesado varias veces la imaginación de los hombres, v teorías análogas la atravesarán más de una vez.En todo tiempo basta que reproduzca uncambio en la concepción la naturalezahumana, para que, de rechazo, se veangerminar en seguida, innovaciones yutopías en los dominios de la política yy de la religión.
Pero esto no es suficiente para quese propague la nueva doctrina-ni mucho menos para que la teoría seallevada al terreno feeundo de la práetica.
La filosofía del siglo XVIII, nació enInglaterra; empero no pudo desarrollarse, ",pues la fiebre de reconstrucción ydestrucción fué allí superficial y momentánea» .
Deismo, teísom, materialismo, excepticisimo, ideología, teoría del regreso dela naturale...a, proclamación de los derechos del hombre; todas las temeridades de Bolingbroke, Collins, Tolaud,Tvndal v lVIaudeville. todos l)s atrevimientos "dd Hume, :Hartly, James lV1ill,y Bentham, todas las doctrinas revolucionarias han sido plantas de invernadero, abiertas aquí y allí en los gabinetes aislados de algunos pensadoresal aire libre abortadas tras una breveflorescencia.
Por el contrario en Fl'anJia, la semilla importada de Inglaterra, vegetay pulula con extraordinario vig'or.
Desde la Regencia está en flor.Como una especie favorecida por el terreno v el elil11a. invade todos los terrenos, acapara el áire y la luz para ellasola, que se va á transforJJlar en fuenteinag'otable de vida y de progreso.
y entonces se tecundan las ideas deVoltaire, l\Iontesquieu, Rousseau,Diderot,D'Alamberty Buffon, con Duclos, lVIably,Candillac, Turgot, Baul11archais, Bernardin de Saint Pierre, Boilhe1l11Y y Tomas,gallardos paladines de la nueva idea.
¿Por qué la filosofia del siglo XVIII,
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adqulere ese desarrollo gIgantesco qileasombra á la humanidad?
El avance avasallador de la ciencia,ha preparado la semilla; el ambiente,envilecido ha desaparecido.
Por primera vez en la historia en elsiglo XVIII, las ciencias se extiendeny se consolidan, hasta el punto de producir, no ya como en otros tiempos unGalileo, ó un Descartes, fragmentos deconstrucción ó alguna andamiada provisional,-sino un sistema del mundodefinitivo y probado.
En torno de esta verdad capital seagTupan, como complemento ó prolongáciones, casi todos los descubrimientosdel siglo.-En las matemáticas puras, elcálculo infinitesimal inventado simultaneamente por Leibnitz y Newton,-lamecánica reducida por D'Alambert á unsolo teorema, - y el magnífico conjuntode teorias que elaboradas por los Bernoulli, por Culer, Clairant, Alambert,Taylor, JYIaclaurin, se completan á finesdel siglo en manos del JYIonge, Lagranjey Laplace.
En la Astronomía, la serie de cálculos y observaciones que, de Newton áLaplace, transforman la ciencia en unproblema de mecánica, explican y predicen todos los momentos de los planetas y sus satélites, índican el oríjen yformación de nuestro sistema solar, yllegan más allá con los descubrimientosde Rerschel, hasta dejarnos entrever ladistribución de los archipiélagos de estrellas y las grandes líneas de la arquitectura celeste.
En la física, la descomposición de losrayos humanos y los principios de laoptica hallados por Newton, la velocidaddel Bonido, la forma de sus ondulaciones, y desde Sauwer hasta Chladin,desde Newton hasta Bernoulli y Lagranje, las leyes experimentales y los teoremas principales de la acústica, lasleyes primeras del calor irradiado porNewton, Kraf y Lambert, la teoría delcalor latente por Black. la medida delcalórico por Lavoisier y Laplace, lasprimeras ideas verdaderas sobre la esencia del fuego y del calor, las experiencias, las leyes, las máquinas, mediantelas cuales Duffa;y, Nollet, Franklin ysobre todo Coulomb, explican, manejan y utilizan por primera vez la electricidad.
En química, el oxíjeno y el hidrÓgenoaislado, la conjunción del agua, la teoría, de la combustión, la nomenclaturaquímica, el análisis cuantitativo, los descubrimientos de Schelee, Priestley, Cavendish y Stal, coronados por la soberbia teoría de Lavoisier.
En mineralogía, la fijeza de los angulas, y las primeras leyes de la derivación por Romeo y Zesli, y por últimoel descubrimiento de los tipos y ladedución matemática de las formas secundarias por Rany.
En geolojía, la comprobación de lasteorías de Newton, la figura exacta dela tierra, el aplanamiento de los polos,el desarrollo del ecuador, la causa yleyes de los malos, la primitiva Flandesdel globo, la persistencia del calor centeal; después can Buffon, Desmarets,Hulton, Werner, el oríjen acuoso é igneode las rocas, lo estratifieación de losterrenos, la estructura final de los yacimientos, las transformaciones gradualesde la corteza terrestre, la evolucióngigantesca desde que no era más queuna masa de lava ardiente hasta nuestra especie, esa evoluciól'l eterna é inmutable, que se produce sobre el carácterefímero de los siglos que pasan, de lostiempos que pasan, de los tiempos quecambien á través de todas las revoluciones y de todas las edades de latierra.
Sobre esta ciencia de la materia bruta, se vé al mismo tiempo elevarse laciencía de la matei'ia organizada.-Liver y después Vaillan, vienen á demostrar los sexos v la fecundación de lasplantas-Liver inventa la nomenclaturabotánica y las primeras clasificacionescompletas; los Jussien descubren la clasificación natural.
La dijestión queda esplicada por Reamur y Sfallaujami,-la respiración porLavoisier; Pochaska comprueba el mecanismo de las acciones reflejas; Hallerexperimenta y describe las condicionesy las faces de la generación.
Se penetra en lo profundo del reinoAnimal-Reamur publica sus admirablesmemorias sobre los insectos y Leonetemplea veinte años en estudiar la orugadel sauce; Spallanzani resucita sus rotíféros; Trembl examina un pólipo deagua dulce; Needan hace aparecer susinfusorios.
-240-
De todos estos estudios se desprende la concepción experimental de lavida.
Esta vasta previsión de verda.cles ciertas ó probadas, demostradas ó presentidas, es la que ha proporcionado alespíritu del siglo el alimento, la sustancia v los resortes.
S( examinamos á los directores de la'opinión pública, á los promotores dela nueva filosofía todos están versadosen las eiencias físicas y naturales;desde Voltaire, que es uno de lbS primeros en exponer la óptica y la astronomía de Newton, hasta Diderot, queenseña las matemáticas, y devora lasciencias, las artes, los procedimientosmecanicos, desde el mismo Rousseau,queapesar de ser el menos instruido detodos sigue los eursos del químico Ronelle, herbruja y se apropia para escribir su emilio de todos los conoeimientos humanos,-hastanIaupertins, Condorcet y Lalande, que son matemáticos,físicos, astronómos; desde Condillac autor de tratados de aritmética, algebra,mecánica y astronomía, hasta Helbach,La :Mestrie, Cobanis, que son 'químicos,naturalistas. fisiólogos, médicos.
Es pués de esa fuente fecunda quesale la filosofía del siglo XVIII.- Deella parten para enseñar al hombre loque es, de donde viene, á d~nde vá, loque puede llegar á ser, lo que debeser.
Las ideas encuentran un ambientepropicio para el desarrollo.-Un profundo envilecimiento. unido á la miseria delargos siglos de opí'esión y de esclavitud,envenenaban la humanidad.
He aquí como pintaba La Brujere lacondición del hombre. horrible condición que deberá próvocar sangrientas tempestades, y terribles alaridos dcprotesta' airada.
"Se observa dice, que antes anImalesferoces, machos y hembras, esparcidospor los CaJl1pos, negros, lívidos y que-
, }l1ados por .. el sol, se _aferrag ..á:. la .ti!3rxa, _que escarban y remueven con una terquedad invencible. Tienen como unavoz articulada, y cuando se alzan sobrelas patas, muestran una faz humana; yson hombres en efectos-se ,retiran porlas noches á sus cubiles donde viven depan negro, agua y raíces.-Evitan á losotros hombres el trabajo de sembrar,delabrar'vde recolectar para vivir, yasí merecen que no les falte el pan quehan sembrado:>.
La filosofía del siglo XVIII, protestapués, contra este réjimen de ignominiay de vergüenza.-Proc1ama la libertadde conciencia, contra el yugo opresorde la relijión católica; brega por la libertad polítiea contra el poder divinode los reyes, eternos flajeladores de losderechos del hombre; lucha por la libertad del trabajo contra los monopoliosabsorventes,-y en su bocina retumbaun grito de emaneipación soeial,-gritoque tiene el estrépito fragoroso de losgrandes cataclismos; grito que sacudeal mundo de una larga noche de miseria y oprobio; grito pue se transformaen verdadera tempestad, como que hayen él, relámpagos luminosos de un radiante despertar, truenos de redención,centellas que escriben en la historia conletras de fuego, la igualdad del hombre,la tolerancia de las ideas, el misterio'de -la razón; grito que al1uneia el derrumbe del pasado y advenimiento delporvenir, la cuna de un mundo quenace, y la sombra de un mundo quese vá.
,YASHIXGTOX BELTRA.N.
4,.,eiYllpil1lfu~, es,y será siempre, lamadre,. bUell,a .del hombre. .
t~,A.sTR()No.MÍA, 'fué, es y será.siempre, la. etern[l, . guiadora. de los. serespen~ª,115esháGÍaJaíl regionys dG laveredad; PCll'cuya ca;u¡;a es considerada laprimqra ,entry la:,¡cienpias,.y su estuq.ioSG aPwite co¡no el máílprovechoso .delos ....,éClllPci¡nientos humanos.
A. peSa;r .dg esto, la ASTRONOMÍA nohª, sido difundida como .. debiera, .. porcuya, CaUs[¡" P9cOS son los que sabend~mostrar los. movimientos. terrestres,ymURh.o§m~nos los ..que ,pueden. ,explicarcomo, SG. 'efectúan, todos. los cálculo§astnalesj y. dyaqui que. la generalidadenquentry..-PClr fl1ltl1 <:lGconocimientos~
utópi(~p,ó ,se¡niutópico,,-el .aclmitir esascantidades. con qll€) ,la Ciencia .nos,indica l[l,i),climEjnsipnes, los p(:)sos.y la3 .distanqiai). d(:),esas;acul1lulacionesdemateria, .gq.~ .. 'obedf\ciendo á, 'la. gravitaciónuniversa~, .por el espaqio.. mal:chan~
E¡.t m~. ",Casmogr:;¡.fía», aunque de unmodo elemental se explica como sehallan esas distancias y esas dimensiones, á veces tan..grandes, que el pensamiento calla y la imaginación más exhuberante se confunde.
Ahora me ocuparé de explicar comose encuentra el peso de los planetas,como ,el hombre sin salir de su Tierra,puede calcular la masa de esos cuerpos que en su bóveda parecen puntosluminosos.
Por Física sabemos, que todo cuerpocon movimiento curvilíneo, tiende á seguir una dirección tal como la B C,véase la figura) resultante de las fuer-
zas. A B Y B D que actúan sobre elcuerpo en movimiento; siendo la. A Bfuerza centrípeta, y la B D fuerza tangencial.
La línea B C, que señala la velocida 1del móvil en. un segundo, pprejemplo;se confunde verdadel'amente. con lacuerda del mismo arco, por cuya causa
á B C se le considera como á una línearecta; su medida se encuentl'a fácilmente: basta dividir la longitud de la circunferencia recorrida por el móvil, porel tiempo empleado en recorrerla; sieste tiempo se señala por segundos, setendrá la medida del arco B C recorrido en la unidad de tiempo ó en unsegundo.
Conocido este arco, se puede calcularel valor de la fuerza ABó de la desviación C D, que con relación á latangente B E, experimenta el móvil ensu movimiento curvilíneo.
Para ésto, tracemos: el diámetro F B,la cuerda F C v traslademos la fuerzaB D á su paraiela A C; tendremos dostriángulos: el F C B y el B A C, queson semejantes por tener sus ángulos
- 242-
-
Para hallar esta cantidad de 324.000,que representa la masa del Sol cumparada con la de lluestro planeta, se puedehacer relación á la gravedad en la superficie terrestre, que como todos sabemos¡ hace que todo cuerpo abandonado
de kilómetros.". cantidad . 14.388"" yepesmayor qüe '196.000'km., cÓmo la'q,traccián y la desL"Íacz'án disminuyen(leunmodo inocrsamente prop0í'eio{wZ alcuadrado de las distancias, la désviación que entonces sufriría" Ari~lsería. al .O.lll. 081.594 .. 0,081.594.-Ig~U, a 14.3882 , 20'7.014.544 -O metro 000.000.0004 (b).
Como se lée en el mismo texto, la\-elocidad de traslación de Urano es de6980 metros por segundo, y, por lotanto su desviación ABó CD es de:
698()1
2X2.820.000.000.000 de m.= O luetro 000.0086.383 '. (e).
Comparando las desYiacionesexperimentadas por Arielá una di~tancia, delSol igual á la de Urano, y la 9-e~via
ción de este planeta, casi iglla,l'¡i ladesviación del satélite en ~u movill1iento revolutivo al rededor del Sol; representando á la masa del Sol por la. unidad, tenemos que, como las desviaciones son Pi'0poí'ciOíwles á laslnasas:0.000.000.000.4 (bJ_ x " 'Iv" tl" 10,000.0086283 (e) - 1 ,leso len o aproporcioll se encuentra la masa de
Urano Ó XcjUe con 'relación á 'la del
" 0,0000000004X 1 ,Sol es de: 0,000 00 86 383 =21595
Ahora bien¡ como por un proci~iffiiento análogo se ha encontrado que la masa
de la Tierra es 324~Oode la del Sol; la
masa de Urano ~on relación á la de
nuestro planeta será de 9/9- ó simple-_ D D
1 1 1 321000mente 21600: 324000 = 21600 X 1
324000 _= 21 600 lD.
La masa de Urano, es pues, 15 vecesmayor que la de la Tierra.
km.48.72().400.
2X2820.000.000 de
(1) En mi última publicación cosmográfica, sehallan estos números, en los cuadros sobre lossatélites que se encuentran en el capítulo correspondiente al estudio de los planetas.
respectivatnente igüales: el 13 CF delprimero es recto 10 mismo que el B A Cdel segundo, el F B C es cOl1lún, ypor 10 tanto, el otro ángulo,F B C enel triángulo m.ayor, y A CB en elmenor son iguales.
Lue '0 . A B (~l. cat~tQmellorder tríán-g , B C (el cateto menor del tríán
gula menor) _:13 e (la hipotenusa delgulo mayor) -F B (la hipotenusa deltriángulo mgJ1Ql'J
.. 1 "' Y, en consecuencia:tnano'u o mavorl ,."b t".-,
A B = B º_){..lLC "=ItQ2. siendoFB FB'
F B igual á un diámetro ó dos" radiosO B, sustituyendo tenemos: A'B = C D =B C2B C2F B =:!OB (a).
De modo que, el valor de esta' desviación C D igual á la fuerza A B, quenos servirá para calcular la masa delcuerpo atrayente en el punto O, esigual á la L"elocidad en un segundo elerada al cMldrado, dicidida po,' dosceces el radio ele la áí'bita descriptapor el astro secundario.
Aplicando estas dedueiones en la práctica, tratemos de buscar,por ejemplo,la lmtS1:t deUrallo sabiendo que el satélite Ariel (1) dista de Urallo196.000km,y la órbita que recorre en una traslación tiene una lon~dtud de 2 A 3,1416 X196.000= 1.231.517km. 200=1.231.517200metros, recorridos el). 2 días 12 horas29 minütos 362, equivalentes á 217.761segllndos 72.
Pasando á la figura, suponiendo áUrano en O y á Ariel enB, el arcoB C recorrido por el satélite en un se-
g'lllldo será igual á 1 ;~::~~~.200 met~os:. /. i segun os
=5655 metros: v la desviación ABó e Dde acuerdo coil la fórmula (a) valdrá:
. B C2 56552A B o C D = 2 OB - 2 X 196000 km.
31.984.025 _2x196.000.000 de m. Ometro 081.D94.La desviación experimentada por Ariel
á unadístaneia de Urano igual á 196.000kilómetros, es pues, de 81.594 mil milímetros: si el satélite distara de Urano loque éste dista del Sol ósea 12.820.000.000
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ti su peso en dicha superficie, recorra4 metros 90 en el primer segundo decaída.
Sinó, puede seguirse el ya explicadoprocedimiento, que como se desprendede lo dieho, tiene sus bases en el conocimiento de los radios del astro y suórbita y en la longitud del año sideral.
Así, tenemos: la longitud de la órbitaselenita admitida circular (1) al rededordeleTierra es de: 231,416X376264 km.=2.364.141 km. 964 metros: la velocidad resultante de esa órbita" es de:2.364.141 km. 964 2.364.141.964 m.
9'" d '" h 49 = \> 31~0 - 80_ I ., ." 'J m. ~. v.D s.1001 metros 52 por segundo; y la desviación ó el valor de C D es igual á:
1001,52 1.003.042,31042 x 376.264 kilómetros = 752.52tí.000 m.-o m. 0013328.
A la distancia á que se encuentra laLuna ó la Tierra del Sol: 148.620.000kilómetros. cantidad 395 veces mavorque 376.264 kilómetros, la distanciao dela Luna á la Tierra; la desviación queentonces sufriria la Luna seria de:O m. 0013328 _,
3952 = 0,000.000.00.80 (el); caSI
igual á O m. 000.000.009.La velocidad de la Tierra en su órbi
ta, semi confundida con la descripta porla Luna en su movimiento traslativa alrededor del Sol, es de 29.786 metrospor segundo; y su desviación, sensiblemente igual á la qué en este caso tiene la
29.7862
Luna es: \> -'- 1486')0000 1-'1' .~ I • _ • ,-1 omet] os887.205.796 0998 (
297.240.000.000 m. = Om.O:.. 4.831 1e).
(1) Es sabido que en la re.alidad siempre quese trate de los astros no eXIsten curvas cerradas, la 6rbita de la Luna no es pues circular,pero se le su pone tal para ciertos calculas yexplicaciones.
De la comparación de la iqtensicladde las atracciones de dos euerj:lOs ftJlllamisma distancia, resulta el valor de. lamasa de esos cuerpos; á una distanciaigual sobre una misma masa: la Luna;la atracción de la Tierra, produce unadesviación (d) igual á Om.000.000.0085;v la del Sol una desviación (e) equivalente á O m. 002.984.813; luego lamasa de estos cuerpos, desde que sonmedidas por las desviaciones producidas, están en la relación:
0,000.000.00.85 10,002.984.8130 - 351.154'
La masa del Sol, es pues, 351,154veces mayor que la de la Tierra; otrosle dan 324.479, pero se admite generalmente la cantidad de 324.000.
Creo innecesario mayor número deejemplos para hacer comprender comose pesan los planetas con satélites; losque parecE)ncareeer de éstos, eomo JHereurio y Venus, se calculan sus atraeciones,por las perturbaciones que causan á losastros vecinos.
De esta manera, los desinteresadosobreros de la CIencia, han llegadoá calcular las masas de esosmun dosque la inmensa mayoria de la humanidad no eonoce y ignorando así lasgrandes ideas demostradas, las verdadesde la Ciencia.
.JosÉ F. ARIAS.
Teoría general y objeto del arte
Ar.\' homo additu8 natwrce.BACO:".
1
La naturaleza presta todos sus elementos, es un inmenso laboratorio puesfo á las manos del artista, quien ha dehacer con todo ello sus combinaciones,prestarle el calor de su imaginación,comuniearle una afinidad rica de emociones que le animen, coordinen y presten al conjunto, ese carácter simpáticopor excelencia que es el sello generaldel arte.-La simpatia, como ha demostrado Guyau, es la explicación generaldel arte.
Una obra es tanto más bella cuantomás nos une á nuestra sensibílidad,evocando en nosotros el mavor númerode emociones. "
El arte no es otra cosa, según unilustre escritor contemporáneo, que "larealización de ideas por medio de imágenes". ¿Quó hace el pintor, sinó tratar que sus imágenes evoquen en nosotros una idea ó un conjunto de ideassubordinadas á una idea madre"?-¿Quéhace el músico que combina un conjunto de sonidos'? - ¿Qué quiere sinóproducir sentimientos que sinó evocanuca idea, tienden á la evocación deuna idea"?-¿Qué hace el escultor cuando cinc81a una estátua'? ¿No quiereacaso dar á entender con ello unaidea"?
Eso es lo que quiere todo artista quese propone realizar una obra; porquesi lo bello es la conciencia de los sentimientos esteticos, es cierto tambienque los grandes sentimientos estáu engendrados por las grandes ideas; y queel arte tiende á la expresión de la idea
donde encontrará siempre una fuenterica de emociones estéticas.
Pero después de sentado este principio general ¿ para qué seguir divagando sobre la naturaleza de lo bello"?
Este grave error ha sido la causa deque la estética sea hasta la fecha unaciencia casi inútil.
Hay pues, que darle nuevo campo deacción, haciendo lo posible para quepreste su concurso al desarrollo del arte.-Para ello nada mejor que emplearel método de observaeión, ya que no esposible todavía la experimentación; ydel estudio de las obras v del artistasacar las consecuencias lóg'icas que indudablemente prestarán algun provecho.
El arte tiende siempre á la realización de este postulado: La produeciónde sentimientos estéticos que no son sino el refiejo de Ias emociones é ideasque animan al artista; ~' que la obra
. refieja con más ó monos fidelidad, segun la períección de la misma.
Para el cumplimiepto de este postulado, es necesario que se realicen varias condiciones: 1.0 La existencia deun artista que posea eualidades para laejecueión de la obra. - 2.° La realización de la misma.
3." Individuos dotados de inteligencia y educación artistica suficiente paracomprenderla.
El artista debe estár dotado de cualidades aptas para el desempeño de larama del arte á que se dedica.
Podemos dividir las cualidades delartista en dos grupos: subjetivas y motrices, ambas necesarias para la realización artistica, las primaras son másó menos semejantes en todos los artistas, sea cual fuere la rama del arteá que se dedica, y el seg'unde grupo
- 245 ~
de cualidades, muy necesarias· tambiénvarian según la rama del arte quepractique. .
Cualidades subjetivas: inmaginaeióncreadora y reproductora, sentimiento,facultades ~uperiores perfectamentes desarrollad as, gusto estético.
Cualidades motrices: todas aquellasque se relacionan con la ejecución dela obra y varían según la rama del arte. El grado de perfeceión y desenvolvimiento de estas cualidades dependede la integridad fisiológica de los órganos motrices, así como tambien de superfecto desarrollo y. ejercicio.
Estas cualidades son importantísimasy la falta de desenvolvimiento y ejereieio ha hecho malograr muchos genios.-Ellas pueien ser adquiridas muchas veces y en la mayor parte de loscasos han sido desarrolladas por el ejercicio.
Demóstenes no hubiera llegado á sergran orador, si no hubiese poseído fuerza de voluntad suficiente para adquirirv desarrollar muchas cualidades motrices de que carecía.
:ilíiguel Angel no hubiera sido pintor,no hubiera realizado sus admirablesobras, si no hubiera tenido aquella facilidad para trazar las lineas que sumente le dietaba, aquel buen tino parasacar un color que su imaginación había entrevisto.
Si :ilíiguel Angel quedando con lasmismas cualidades subjestivas que paseía, hubiera perdido les motrices depintor escultor; y recibido ~ al' un donespecial, cualidades motrices de musica ó de orador, hubiera sido un granmúsico óun gran orador.
Cuantos de nosotros hemos imaginado un círculo perfecto en nuestra mente, y sin embargo casi ninguno seríacapaz de trazarlo con la facilidad v rapidez que lo hizo Giotto)en ocasióndel concurso célebre por este hecho.
Ciertamente que un círculo á unaobra de arte, hay gTan distancia, peropongo este ejemplo para demostrar queeste artista á más de las cualidadessubjetivas) poseía prodigiosamente dessarrolladas las motrices; y que lo mis..mo que hacía un círculo tal, como ensu imaginación lo veía, podiahacer las
(' emás imágenes que en -su mente concebía.
Demostrada, por ahora) á grandesrasgos la importancia de las cualidadesmotrices, debo tambien hacer presenteque ellas son suceptibles de educaeíónv deben por este motivo ser perfeccionadas en todo lo posible.
Las cualidades subjetivas; sentimiento, gusto estétíco, facultados intelectuales desarrolladas) y tambien la imaginación creadora y reproductora, varíande esta en especie, según la rama delarte que practique el artista; asi elmúsico le será necesario imaginaciónfonética ó de sonidos; al pintor, de ímágenes viseales, el poeta, el escultor y arquitecto, más ó menos, las mismas; alal danzista, imágenes de movimiento.
Los espíritus críticos pueden carecerde cualidades motrices, pues no le sonnecesarias; pero si las subjetivas, y enespecial de éstas las intelectuales yenmenor grado las otras de la mismaclase.
Consecuencias: 1.0 La perfeceión dela obra artística. está en razón directadel desarrollo dé las cualidades subjetivas v motrices del autor.
2.° Si en el autor predominalllas cualidades subjetivas ó las motrices, la obrano será tan perfecta en detalle, perotendrá mejor argumento.
3.° Si predominan las cualidades motrices sobre las subjetivas, la obra serámás perfecta en pulimento y este pulimento será casi la completa expresiónde las cualidades subjetivas; pero elargumento de la obra no estará á laaltura, tal vez, de su perfección en detalle.
Estas consecueneias, como se comprenderá, no son del todo exactas; puespara obtener reglas lógicas habría queestudiar la cuestión dema.nera más ,detallada, cosa que haré más adelante;pero teniendo en cuenta la falta demedios v otras circustancias inherentes;pueden provisoriamente, aceptarse concierto viso de verdad.
JOSÉ A. COSTA SPÍRITU.
:Montevideo, Diciembre de 1903.
..- Z46-
"'Evolución" en el extranJero
A raíz. de la aparlClOn de ésta revista, se remitieron numeros, solicitandocanje y colaboración, á algunos rectores amedcanos y españoles, así comoá otras personas de reconocida competenciaen cuestiones científicas. En contestación á· esas invitaciones v á ese ofrecimiento. se han recibido varias cartas ytarjetas que mucho nos honran.
A continuación publicamos algunasde esas cartas, dejando para los números sucesivos el resto de las que consideramos honrosas para ésta publicación,eorrespondiendo así á esa gentileza quenos es necesario buscar en el extranjero. y que mucho dice en favor delas distinguidas intelectualidadesquesuscriben esas comunicaciones.
Van.. á continuación las cartas de losRectores de las Universidades de BuenosAires, Chile y Salamanca.
Del R~ctor ele la. Ul)iversiela.el ele B. AiresSeñor Director de «EVOLUCIÓN».
Montevideo,El Recto}' ele la Uniüe}'sielaellVacio
nal ele Baenos Aires saluda atentamentea! señor presidente de la Asociaciónde los Estudiantes eh Montevideo v leagradece el envío del ejemplar de larevista «EVOLUCIÓN» v el ofrecimiento desus columnas, felieitt'mdole por la importancia del material que contiene yel.elevado propósito que esa Asociaciónha tenido al fundarla.
Hace votos por la realización de esepropósito que es el engrandecimiento yel progreso de la intelectualidad oriental.
Buenos Aires, Noviembre 24 de 1905.
De la. Ui)iv.~rsiela.<i elEL. GbileSantiago, 17 de Diciembre ele 1905.
Señor Directorde laRevista «EVOLUCIÓN».:l\Iontevideo.
Señor:EU15 del presente he. recibido elnú
mero dos de la Revista «EVOLUCIÓN» cu-
yas columnas ofrec·e usted al rector profesorado de esta Universidad,
Agradeciendo á usted atentamente tangeneroso ofrecímiento, de que daré noticia á los señores profesores universitarios, tengo el agrado de enviarle encanje los Anales de ésta corporación,suplicándole para tener la coleccióncompleta, el envío del número 1.0 de esaRevísta, pues como ya le he dicho solola llegado el número 2.
Saluda á usted muy atentamente.Luis Espejo,
Secretario General.
De la. Universiela.el <le Sa.la.ma.l)ca.El Rector de la Universidad de Sala,
manca-(Particulm').10-1-906.
Señor don Miguel Becerro de Bengoa.:l\Iuy señor mío:
He recibido su carta y el número queme envía de la revista «EVOLUCIÓN», vse lo agradezco. ' "
Le agradezco tambien las benévolasfrases que me dirije y así que encuentre un respiro en el tráfago de mis quehaceres v trabajos lo dedicaré á escribir unas" cuartÚlas con destino á esarevista, El ser de estudiantes me lahace muy simpátiea.
Respecto á los profesores de ésta Universidad no pasan de tres ó cuatro lospublicistas.
Salude á sus compañeros y mande ásu afectisimo y S. S.
Miguel ele Unamuno.
"\.rJVJVI\.fI\.fI\.fI\.fI\.fI\.f I\.f'\r'\r'\r'\r.1\;
Fublica.ciol)es recibiela.sReljista··ele la UniDe}'sielael ele Buenos
A.ires - Hemos recibido el número 20 deesta importante publicación mensuaL dirijida por don Rodolfo Rivarola y publicada por órden del Consejo Superior dela Universidad,. de la capital aI'gentina.
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ÍieDisto del Centro E. de J.vÍedicina Hemos recibido los dos últimos lllimeros de ésta importante publicación mensual que se edicta en Buenos Aires,bajo la dirección del señor Julio Iraberne.
Entre su abundante v selecto material de lectura se encuentran los siguientes temas: Galope izquierdo porJuan J. Vitón.-Abcesos hepáticos yamibas por José Solari.-Doptcia ocular, conferencia por el seflor R.- CUJ'so oficial de patologia interna por el señor R. Colón-Inyecciones sub-conjuntitales por J. S. Schleisinger. - Noticias-NeCI'ologia.
La Construcción .Moderna
Han llegado á nuestra mesa de redacción los tres últimos números de estaimportante revista quincenal ilustrada,que se publica en :Madrid bajo la dirección de los señores ingenieros EduardoGallego Ramos y Luís Lains dé losTorreros.~~~~~~~~~~
GACETILL.J\L.a Aoatomía PatolóJica eo Alemaoia
El interesante artículo que publicamos en nuestra sección de medicina,sobre la enseflanza de la Anatomía Patológica en Alemania, pertenece á laREVISTA DE LA UNIVERSIDAD DE BUENOSAIRES dirijida por el doctor RodolfoRivarola.
El doctor Speroni comisionado por elgobierno de la República Argentina paraestudiar en las principales universidadeseuropeas la forma en que se cursa laAnatomía Patológ'ka, ha dirijido al Consejo Superior de la Uníversidad, unconcienzudo informe deelarandose partidario de las universidades alemanasen lo que se refiere á la enseñanza deesa materia.
Nosotros tenemos especial placer enpublicar ese traba,jo con el convencimiento de que ha de ser de gran utilidad para los estudiantds que sig'uen lacarrera médica en nuestro pais.
Recomendamos pues su lectura á nuestro futuros médicos.
Nuevo Iogeoiero-Juao De)"eroardis
A la edad de 19 aflos, caso quiza¡'mico en nuestra Universidad, ha reci-
hido el titulo de ingenieí'o de Puentesy .Caminos el estudiante Juan. Deber~
nardis.El ingeniero Debernardis es un ele
mento de primer órden que viene áincorporarse al número re l.ucido deaquellos que, tras una brillantísima actuación por las aulas, encuentran enel campo de las actividades justo merecido.
Inteligente, contraído, reposado y celoso, de consiguiente, como el que más,por dejar bien sentado au paso por laFacultad de Matemáticas ha llegado altérmino de su carrera, querido y apreciado por sus profesores y condiscípulos, habiendo conquistado notas honrosísimas.
Historia de la arquitectura
Por inconvenientes de última hora,nos hemos visto obligados á suprimir eneste número los apuntes sobre Historiade la aJ'quiteetw'Ct que con la firmadel distinguido arquitedo don Juan Guiria hemos venido publicando.
Pedimos disculpa á los lectores poresa omisión, prometiendo para los números siguientes la continuación de esaimportante .colaboración.
Reforma <:lel Coo·seJo Uoiversitario
. Debido á la abundancia de materialhemos tenido que retirar á último momento un articulo sobre la necesidadimperiosa que existe de reformar dealguna manera el Consejo Universitario.
Al escribir ese articulo, hemos tenidoen cuenta la opinión general, que eonsidera absolutamente impropio y peI:judicial para la Enseñanza Secundaria,el funcionamienio de un consejo queconstando con más de veinte miembros,funciona desde hace muchos años concinco ó seis á lo sumo.
La competencia indiscutible de losmiembros asistentes, no basta para quelas cuestiones sean tratadas con la de·.tención que merecen, pues todos ellostienen multiples tareas que atender ajenas en su mavoría á las cuestionesuniversitarias. Ii.'á en el próximo número.
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