fraternidad e instituciones eclesiales · pregunta de qué es lo que nos hace ser hermanos. (2da...

Epistemología de las Ciencias Sociales. La Fraternidad (2004) CIAFIC Ediciones

Fraternidad e Instituciones eclesiales. Experiencias y desafíos

Dr. Michael P. Sommer* 1. Introducción

“Juntos como hermanos, miembros de una Iglesia, vamos caminando...”. Esta es la canción que tan a menudo cantamos en nuestras celebraciones en la capilla de Adveniat en Essen (Alemania). Es una canción que une - seguramente también a nuestros 100 empleados procedentes de 13 países diferentes, en su mayoría con el español o el portugués como lengua materna. Pero es mucho más que eso: No se trata sólo de la unión a través de la canción o la oración conjunta y la bonita melodía, sino también el hecho de que el tema de esta canción recoge perfectamente en palabras el objetivo de nuestro trabajo cotidiano. La temática de la fraternidad toca e corresponde profundamente con la identidad de ADVENIAT. El compromiso por ayudar a nuestros hermanos y hermanas en América Latina es desde hace casi 42 años el objetivo central de nuestro trabajo.

Por ello, para comenzar, me gustaría presentar en las siguientes explicaciones hasta qué punto, desde la perspectiva del trabajo de nuestra organización, se puede responder a la pregunta de qué es lo que nos hace ser hermanos. (2da parte) Además les mostraré cómo el nombre de “ADVENIAT”, nuestro marcado entendimiento de Iglesia a través del Concilio Vaticano II y la compresión de la Iglesia Universal como comunidad de aprendizaje subrayan para nuestra organización el significado del tema de la fraternidad. (3ra parte)

* Vicedirector de “Bischöfliche Aktion Adveniat”.

Fraternidad e Instituciones eclesiales. Experiencias y desafíos Dr. Michael P. Sommer, pp.289-315.

289


Me gustaría ilustrar estas exposiciones con algunos ejemplos concretos que están estrechamente unidos al trabajo de ADVENIAT (4ta parte), para llegar al final del abanico de preguntas sobre la fraternidad, teniendo en cuenta un mundo globalizado y “cada vez más pequeño”.

2. ¿Qué es lo que nos hace a todos ser hermanos?

2.1 Nuestro Padre

Hablar de hermandad o fraternidad de los hombres entre ellos -y también cuando lo hacemos en nuestra organización ADVENIAT, el hecho de que Dios es para nosotros como Padre y Madre a la vez, es una de las bases para este discurso sobre la fraternidad. Fue el mismo Jesús quien nos ofreció esta imagen de su Padre, que también es el nuestro. Esto es lo que nos transmite el “Padrenuestro” y nos une por encima de cualquier idioma o confesión (en este sentido pienso especialmente en las iglesias protestantes tradicionales).

En esta oración se considera la fascinación de la fe, la fascinación sobre el hecho de que el Padre es Jesús pero también la amenaza de la existencia humana. Recapitula de manera impresionante las diferentes facetas de la vida y la fe humana. El Padrenuestro nos remite a la triple relación entre fe, vida personal y vida en sociedad. En la oración común los hombres se sitúan en la sucesión de Jesús.

De la relación entre Dios como Padre y los hombres como sus hijos e hijas surge una nueva relación entre los hombres. Más allá de la relación familiar personal, serán reunidos en una nueva familia humana. Del conocimiento de esta relación puede -¡y debería!- crecer una fraternidad solidaria entre los hombres.

Pero aunque esto sea así: también en esta comunidad fraternal, la vida regida por la fe no está libre de dificultades. Por eso cuando los hombres rezan el Padrenuestro se dirigen a Dios para rogarle en sus limitaciones y necesidades. En este


290


sentido, el Padrenuestro recoge, entre otras cosas, las peticiones para que se cumpla la voluntad de Dios y la venida de su Reino, que los hombres entienden al mismo tiempo como ofrenda y cometido porque se dan cuenta de que la vida está una y otra vez amenazada por otros poderes. Además esta oración contiene también las peticiones que hacen referencia a las propias necesidades: el pan de cada día, el perdón de los pecados y librarnos de caer en la tentación. De esta forma será posible vivir siempre de manera eficaz la palabra de Dios, la opción por el evangelio y el esfuerzo para la venida del Reino de Dios.

El texto originario comenzaba con el simple encabezamiento “Abba” que, como tratamiento amistoso del Padre o como tratamiento respetuoso de los hombres sabios, suplanta ahora totalmente al hasta entonces conocido “mi Padre” como tratamiento directo de Dios. Por medio de este tratamiento, Jesús no sólo expresa su relación especial con este Dios y su calidad de Hijo. Con él introduce un nuevo aspecto en la hasta entonces imagen vigente de Dios-Padre como Padre- Dios de Israel: “Abba” define al Padre-Dios Jesús, que de esta forma es nuestro Padre-Dios soberano. Así se coloca Jesús en la relación Hijo-Padre y abre para todos los hombres un nuevo camino hacía Dios: Este camino ya no es sólo accesible para aquellos que pertenecen al pueblo de Israel, sino que está abierto a todos los hombres a través de la creencia en el mensaje de Jesús1.

Cuando rezamos conjuntamente el Padrenuestro los hombres nos situamos en la sucesión de Jesús y por El seremos acogidos por el Padre en esta estrecha relación. De esta forma los hombres se sitúan además en una relación con Dios Padre-Hijo. Pero así también la relación entre los hombres es otra: Quien acepta la oferta de dirigirse al Padre con el tratamiento de Abba, será acogido en la filiación del hombre

1 Padrenuestro. Ayudas litúrgicas de trabajo. Tomo II. Munich 1998.


291


como individuo y de todos los hombres con Dios. La cita del Gal. 4,6 hace referencia a esto: “Por esta razón dios mandó a nuestros corazones el Espíritu de su propio Hijo que clama al Padre ¡Abba! o sea: ¡Papito!”.

Los cristianos en su fe en Dios compartirán la relación de Jesús con Dios como Padre. Serán hijos e hijas del Padre y así hermanos y hermanas entre ellos y unos con otros. Los creyentes serán llamados por el Dios y Padre de todos los hombres y en razón a las relaciones familiares naturales, serán convocados en una nueva familia humana. Así está escrito en Rom. 8,15f: “Ustedes no recibieron un espíritu de esclavos para volver al temor, sino que recibieron un espíritu de hijos adoptivos, el que nos enseña este grito: ¡Abba! o sea: ¡Papito!. El mismo Espíritu le asegura a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios”.

Esta relación cristiana con Dios tiene consecuencias en la relación de los hombres entre ellos. Los creyentes toman parte en la buena y extensa voluntad de Dios para con todos sus hijos. Y de esta participación surge entre los bautizados una fraternidad solidaria que sirve como signo para la fraternidad de todos los hombres2.

2.2 Amor al prójimo y solidaridad en parte

Junto a esta nueva designación de la relación del hombre con Dios y del hombre con el hombre, el mandamiento del amor al prójimo es también una base muy importante para el entendimiento de la fraternidad. Así lo refleja el pasaje de la Biblia Mt 22, 34-40. Como respuesta a la pregunta planteada por un escriba sobre el mandamiento más importante, Jesús le da el mismo valor a estos dos: “Amarás al Señor, tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu fuerza y con todo

2 Vgl. Hallermann, Brigitte: Padrenuestro. En: Ayudas litúrgicas. Fundamentos para la celebración de la misa. Material de la Acción 2002 de ADVENIAT. Essen 2002. 8-12. Aquí: 10.


292


tu espíritu; y a tu prójimo como a ti mismo”. (Lc 10, 27). En el evangelio de Lucas, y a continuación aparece la parábola del samaritano caritativo (Lc 10, 29-37) que ilustra de nuevo la directa preocupación de aquel que cayó en manos de los ladrones y quedó tirado al borde del camino.

Pero de quién se trata cuando hablamos de mi, nuestro prójimo, quién es para mí hermano o hermana? Para ello existen criterios muy claros que el mismo Jesús nos indicó para que pudiésemos reconocer al prójimo. Las palabras del Juicio Final de Mateo 25 nos muestran que aquel que está tirado al borde del camino es Cristo mismo: Tuve hambre, sed, fui forastero, estuve desnudo, enfermo, encarcelado y me disteis o no me disteis de comer, de beber, un techo, ropa, cariño. “En verdad les digo que, cuando lo hicieron con alguno de estos más pequeños, que son mis hermanos, lo hicieron conmigo”. (Mt 25, 40). Esta forma vuelve a plantearse en el documento de la Asamblea General del Episcopado Latinoamericano en Puebla3 (1979) cuando se habla de las diversas caras en las que de nuevo aparece el semblante de la pasión de Cristo en América Latina: en las caras de los niños que han nacido en una familia pobre, de la gente joven, los indígenas y afro-americanos, la población campesina, los trabajadores, los subempleados y los parados, los grupos marginados de la sociedad, los ancianos. (Puebla 31-39).

En este sentido la actuación del hombre ha de abarcar más que una simple ayuda social que alivie la necesidades primarias y más existenciales pero sin que en esta calidad pueda cambiar ninguna estructura. Obrar en fraternidad significa más que un proceder caritativo en un puro sentido asistencialista. Significa actuar compartiendo. Pablo ya entonces llamó a las comunidades para prestar ayuda a sus hermanos y pidió que se hiciese una colecta para la comunidad

3 La evangelización en el presente y en el futuro de América Latina. Documento de la III Conferencia Episcopal del Episcopado Latinoamericano en Puebla. 13 de febrero 1979.


293

Epistemología de las Ciencias Sociales. La Fraternidad (2004) CIAFIC Ediciones en Jerusalén. En su segunda Carta a los Corintios Pablo impulsa una colecta para Jerusalén: “No se trata de que otros tengan comodidad y ustedes sufran escasez. Busquen la igualdad; al presente, ustedes darán de su abundancia lo que a ellos les falta, y algún día ellos tendrán en abundancia para que a ustedes no les falte. Así se encontrarán iguales”. (2 Cor 13-15). Este es un llamamiento que, teniendo en cuenta la división actual de los bienes en el mundo, no podría ser ni más actual ni más moderno. De qué manera este equilibrio e intercambio de los bienes no están ahí simplemente para ser entendidos en su sentido financiero y material, pasaré a explicarlo a continuación.

2.3 Referencias doctrinales

Junto a las palabras de la Biblia que hemos citado, hay también textos doctrinales que subrayan el significado de la responsabilidad recíproca de los diferentes miembros de la Iglesia universal.

Indicador en este sentido fue el Concilio Vaticano II. En la Constitución Pastoral Gaudium et Spes se dice:

“El Concilio, mirando ahora a las consecuencias prácticas más urgentes, quiere inculcar el respeto al hombre, a quien cada uno debe considerar, sin ninguna excepción, como “otro él mismo”, preocupado ante todo de su vida y de los medios necesarios para que la viva dignamente (48), no sea que se parezca a aquel rico que no quiso ocupar de Lázaro (49). En nuestros días, sobre todo, urge la obligación de hacernos nosotros prójimos de cualquier hombre y de servirle activamente cuando lo requiera” (GS 27)

A continuación, estos pensamientos son recogidos en el contexto latinoamericano en la Conferencia Episcopal Latinoamericana de Medellín en 1968:

“En este contexto una Iglesia pobre: Denuncia la carencia de injusticia de los bienes de este mundo y el pecado que la


294


engendra. Predica y vivir la pobreza espiritual, como actitud de infancia espiritual y apertura al Señor. Se compromete ella misma en la pobreza material. La pobreza de la Iglesia es, en efecto, una constante de la Historia de la Salvación. La pobreza de tantos hermanos clama justicia, solidaridad, testimonio, compromiso, esfuerzo y superación para el cumplimiento pleno de la misión salvífica, encomendada por Cristo.” (Capítulo 14, II. párrafo)

Para continuar, la Conferencia Episcopal Latinoamericana de Puebla en 1979 desarrolla una opción por los pobres y los jóvenes (Puebla, Parte IV, Capítulo I y II) y declara:

“La inmensa mayoría de nuestros hermanos siguen viviendo en situación de pobreza y aun de miseria que se ha agravado. [...] A esto nos hemos referido en los Nos. 15 y ss, pero recordamos que carecen de los mas elementales bienes materiales en contraste con la acumulación de riquezas en manos de una minoría, frecuentemente a costa de la pobreza de muchos. Los pobres no sólo carecen de bienes materiales, sino también, en el plano de la dignidad humana, carecen de una plena participación social y política.” (Puebla 1135)

El pobre, que hasta entonces siempre había sido objeto de ayuda para los que vivían al margen de la sociedad, se sitúa a partir de Medellín, Puebla y Sto Domingo en el centro desde donde todo el resto va a ser leído y definido de nuevo4. La Iglesia en América Latina ya no se ve como Iglesia para, sino con los pobres, cuando no de los pobres, porque sólo “una verdadera solidaridad con los pobres y una auténtica protesta contra la pobreza, como se presenta actualmente, están en condiciones de adaptarse a la discusión teológica sobre la pobreza en un contexto palpable y realista”5. En este sentido es

4 Vgl. Agostini, Nilo: L‘option communautaire. Conscientisation des pauvres et évangélisation. L‘exemple du Brésil. Paris 1990. 34. 5 Gutierrez, Gustavo: Teología de la liberación, 10, nueva edición comple-mentada. Mainz 1992. 361.


295

Epistemología de las Ciencias Sociales. La Fraternidad (2004) CIAFIC Ediciones necesario comprender que la opción por los pobres no excluye a nadie. Entiende esta opción como primordial y preferente, es decir, ni exclusiva, ni excluyente. Lo que importa es que los pobres deben considerarse como sujeto y no como objeto de la ayuda a prestar y no se les debe reducir a una categoría ni política, ni social, ni sociológica, ni económica. Fraternidad es algo más que una mera categoría estadística.

Todos estos aspectos nos fortalecen en nuestro trabajo en ADVENIAT, en nuestra meta a conseguir y nos muestran una y otra vez que no nos puede dar igual lo que les pasa otros en otros lugares. Me gustaría explicarles a continuación lo que esto significa concretamente para nuestro trabajo y nuestra misión.

3. Significado del pensamiento de fraternidad para ADVENIAT

3.1 ADVENIAT - El nombre es programa

“ADVENIAT” - Venga Tu Reino. Esta petición extraída del Padrenuestro constituye el nombre y también el programa de la Acción Episcopal Adveniat. En ella se puede ver el fundamento más profundo de nuestro compromiso fraternal.

La petición de la llegada del Reino está situada entre el “ya” y el “todavía no”, como cuentan muchas de las parábolas del Nuevo Testamento (el sembrador, grano de mostaza, masa agria...). En este sentido, la petición sobre la venida del Reino no pierde de vista la realidad, yendo mucho más allá, ya que, gracias a la percepción de la realidad, la oración tiene una nueva razón de ser: Que venga el Reino de Dios, porque a través de la existencia de otros reinos, el hombre se ve obstaculizado en su vida. El ruego para que el Reino de Dios venga, no se trata de actuar de forma pasiva, sino de cooperar activamente. El Reino de Dios es don y tarea a la vez. Esta invitación a obrar es algo inconfundiblemente cristiano -por algo todas las grandes organizaciones repartidas por el mundo


296


dedicadas al amor del prójimo y cáritas se concentran en el cristianismo y no por ejemplo en las filosofías y religiones asiáticas. En la persona de Jesús, en sus actuaciones de obra y palabra así como en su pasión, el Reino de Dios como poder del amor de Dios entró en el horizonte de la historia. Aquí se encuentran los comienzos de la Iglesia. Es una comunidad fundada en el poder del amor de Dios, el cual nos fue acercado gracias a Jesús. Es una comunidad fraternal, ya que ésta sólo tiene un profesor y un Padre (Mt 23, 8-12). El móvil común de esta comunidad fraternal y universal es la percepción de la palabra de Dios, la fe y el realizar la voluntad de Dios (Mt 3, 31-35)6. Esta comunidad de la Iglesia se hace realidad en las iglesias locales, como indica el redescubrimiento del Concilio Vaticano II7. (Este aspecto lo explicaré a continuación.) El posible intercambio de experiencias religiosas interculturales a través de esta comunidad fraternal se refleja claramente en el trabajo de ADVENIAT en contacto con las iglesias locales de América Latina.

Pero el Reino de Dios sólo se puede comprender si en él todos son hermanos. Una separación entre “arriba” y “abajo”, según el sexo de cada uno, la raza o la clase es incompatible con la idea del Reino de Dios. La puesta en práctica del Reino de Dios es también palpable en la visión profética de María, transmitida en el Magnificat: “Sacó a los poderosos de sus tronos y puso en su lugar a los humildes. Repletó a los hambrientos de todo lo que es bueno y despidió vacíos a los ricos”. (Lc 1, 52f.). La tarea que con esto se nos ha propuesto de colaborar día a día en la puesta en práctica del Reino de Dios, implica para nosotros una invitación para actuar en solidaridad. Precisamente este año pondremos aquí el acento

6 Vgl. Hallermann, Brigitte: Padrenuestro. En: Ayudas litúrgicas. Fundamentos para la celebración de la misa. Material de la Acción 2002 de ADVENIAT. Essen 2002. 8-12. Aquí: 11 y ss. 7 Vgl. Wiedenhofer, Siegfried: Eclesiología. En: Libro de bolsillo de la dogmática. Tomo II. Düsseldorf 1992. 70 y ss.


297


de nuestro trabajo, ya que el Magnificat será el texto base de nuestra campaña para la preparación de la colecta de Navidad para América Latina. También el slogan que encabeza la campaña está acorde con lo recientemente dicho: “La palabra de Dios está viva. Gracias a tí”. De nuevo queda aquí reflejado como impulso para actuar.

3.2 Comunión y solidaridad intraeclesial El Concilio Vaticano II desarrolla de nuevo la conciencia de

Iglesia universal. Así queda escrito en Lumen Gentium: “El Pueblo de Dios está realmente presente en todas las comunidades locales legítimas. Ya en el Nuevo Testamento se llaman Iglesia porque están en comunión con sus Pastores”. En este sentido el Concilio Vaticano II determina claramente la relación entre iglesia local e iglesia universal.

“Iglesia universal” sería la Iglesia en su totalidad, de la que hablamos al rezar el Credo; “iglesia local” es “la puesta en práctica más concreta de la iglesia universal en diferentes contextos históricos, sociales, culturales, etc. La iglesia se realiza como iglesia [...] en cada una de las iglesias locales individuales; en ella construye las correspondientes formas de vida en sus respectivas culturas y sociedades.”8.

La fraternidad queda también patente en la reunión de las iglesias parciales. Y esto es de lo que se trata en ADVENIAT: “de la reunión de las iglesias parciales en la totalidad de la iglesia, de la estructura interior del catolicismo”9.

Al hablar de fraternidad no se debe llegar a una mezcla o competencia entre el pueblo de Dios, en el que todos somos hermanos y pueblo cultural. “Los miembros del pueblo de Dios

8 Nagel, Ernst-Josef: Informe del grupo de trabajo de identidad teológica de Adveniat. En: Spelthahn, Dieter entre otros. (Hg.) Gelebte Solidarität. 40 años Adveniat. Mainz 2002. 75-112. Citado a continuación como: Nagel: Identität) Aqui: 86 y ss 9 Ibid., 77


298


serán siempre ciudadanos de sus respectivos pueblos. Y esto ha de permanecer siempre así por razones evidentes: Por un lado la iglesia local como tal tiene una misión que cumplir en sus pueblos, cosa que no podrían satisfacer si se produjese un distanciamiento cultural. Por otro lado han de aportar a la iglesia en su totalidad aquello que ha surgido de su cultura y que han dado lugar a su iglesia local10.

Ser iglesia local y ser cada vez más, no significa perder de vista a la iglesia universal, sino mucho más que eso “como iglesia local introducir sus características en la evolución de la Iglesia universal y en el crecimiento de la iglesia para formar una familia de hombres y mujeres”11. Es mérito del Sínodo Americano -seguramente con razón también criticado- el haber dejado claro que “la iglesia local sólo es iglesia universal cuando ésta amplía sus perspectivas más allá de sus propias fronteras y se establece un diálogo entre las formas de vivir la fe que se dan en las diferentes culturas”12. Una parte de este diálogo es la defensa de los débiles y las necesidades de los demás y la prestación de ayudas eficientes. Sólo en un diálogo solidario con otras iglesias locales la iglesia local es parte de la iglesia universal. Y así, en el reconocimiento solidario de los otros, se construye una y otra vez la Iglesia como “communio”13.

En estas interdependencias entre iglesia local y universal, que una y otra vez se fijan de nuevo, la iglesia se topa con resistencia por parte de los conceptos actuales de globalización. Superficialmente la globalización ha conseguido “un mundo único”, aunque en parte de una manera absurda: En este mundo los contrastes entre ricos y pobres son más grandes de lo que nunca fueron. También en el ámbito cultural

10 Ibid., 82. 11 Ibid., 94. 12 Ibidem. 13 Comparar con el libro anteriormente mencionado


299


hay tendencias universalistas, quizás escondidas tras tendencias “eurocéntricas”, de las que la teología y la Iglesia han de protegerse continuamente a través de la reflexión autocrítica. De este modo, el caminar de la iglesia local en la iglesia universal, con esta nueva unidad como unidad en toda su variedad, presenta un modelo contrario a una globalización igualitaria y destructiva de la cultura. En esta communio ha de existir un intercambio entre comunidades ricas y pobres. Y en esta lógica del intercambio crecen la fraternidad y la solidaridad. La solidaridad es “expresión de la fraternidad de los unos con los otros en amor y libertad, un compartir de los bienes y un dar la cara por los demás”14.

Adveniat, como organización de ayuda, se ha entregado a la consecución de este objetivo de la solidaridad intraeclesial15. Sobre las cualidades particulares de esta solidaridad, que nunca debe constituir una calle de dirección única, pasaré a hablar a continuación.

3.3 Comunidad de aprendizaje Iglesia Universal16

Comienzo con una cita: El tipo de Comunidad que ofrece la iglesia de los pobres, es

la solidaridad en el apoyo mutuo. (Kol 3,13; Eph 4,2). Esto implica mucho más que el que una iglesia ayude a otros que lo están pasando mal. Significa que uno da al otro y el otro recibe del uno, y en cada caso lo mejor del otro [...] También la iglesia de los pobres comparte con la otra iglesia, al ofrecerle su pobreza como lugar ideal para la conversión y de la fe cristiana, como lugar de vida en comunidad donde el obstinado

14 Ibid., 97 15 Comparar en el mismo libro 85, 92 u.ö. 16 Comparar con libro del mismo nombre de Piepel, Klaus: Lerngemeinschaft Weltkirche. Aachen 1993


300


individualismo será superado como lugar de trascendencia, que se sobrepone al positivismo indiferente.17

Esta impresionante descripción de Jon Sobrino, nos ha conducido a un entendimiento de la iglesia como communio, en la que las relaciones son solamente “sanas”, como dicen los alemanes, cuando son recíprocas. El tema de la fraternidad nos lo hace aún ver más claro: Fraternidad en la familia significa no sólo dar, sino también aceptar y recibir, implica un intercambio recíproco y enriquecimiento. Se trata de aprender del otro, ya que ser hermano o hermana, no se puede ser solo, sino de alguien.

Esta teoría es igualmente válida en sentido transferido para la fraternidad practicada en la iglesia universal. Y afortunadamente ésta la hay desde nuestra perspectiva -alemana- de diversas maneras. Por ejemplo se ve manifestada en:

• Hermandades entre comunidades

• Intercambios entre escuelas o seminarios en América Latina y Alemania

• Hermandades entre las diócesis, que en parte ya existen desde hace décadas entre América Latina y Alemania

• A través de los sacerdotes alemanes “fidei donum”, que trabajan en las iglesias locales de América Latina por un tiempo determinado

• Gracias a los “Missionare auf Zeit” (MaZ, misioneros laicos). Gente joven que durante uno o tres años viven y trabajan con religiosos y religiosas en América Latina y al mismo tiempo

17 Sobrino, Jon: Gemeinschaft mit den gekreuzigten Völkern, um sie vom Kreuz abzunehmen. Kirchliche communio in einer pluriformen und antagonistischen Kirche. In: Bertsch, L. (Hg.): Was der Geist den Gemeinden sagt. Bausteine einer Ekklesiologie der Ortskirchen. Feiburg 1991. 101-135. Hier: 130f.


301


conocen otra forma de vivir la iglesia en otro continente y su cultura. Cuando vuelven a sus diócesis de origen tratan de introducir en ellas la vivencia de estas nuevas experiencias.

• A través del intercambio personal y financiero entre las diócesis de un país o región, como por ejemplo entre los obispados del norte y sur de Brasil, la llamada “Igreja irmã” (iglesia hermana) Este intercambio entre hermanos, no implica en ningún caso un mero intercambio financiero. Sino que en él prevalecen las experiencias que nos aportan nuevos conocimientos. Incluso en el marco de encuentros producidos en viajes de estudios o programas de “Exposure-und Dialogprogramm”, que aunque sean cortos son a la vez muy intensos, o cuando invitados de América Latina se encuentran entre nosotros en Alemania, como por ejemplo hace poco, en el marco de la celebración del día ecuménico de la iglesia en Berlín. Todas estas reuniones en fraternidad están marcadas por un aprendizaje recíproco. Y es así como una y otra vez la iglesia universal aparece plasmada como comunidad de aprendizaje. “Iglesia universal como comunidad de aprendizaje” [responde

a] un programa que quiere construir un puente que pudiera ser una ayuda también en el campo de tensiones de la globalización con sus diversos aspectos: Sólo cuando se aprende de forma común de los demás, las iglesias locales pueden en su variedad llegar a ser una verdadera iglesia universal. Este aprendizaje mutuo está a la vez siempre unido al Evangelio y en último término es un aprendizaje común dirigido al que está en el centro de la buena nueva, que ha de predicar la iglesia.18

Esta conducta elemental de los cristianos como hermanos entre ellos no es sólo una conducta importante, sino la base

18 Müller, Johannes: Weltkirche als Lerngemeinschaft. Modell einer menschengerechten Globalisierung? In: Stimmen der Zeit 217. 1999. 317-328. Hier: 327.


302


para la comprensión de fraternidad y colaboración en ADVENIAT -desde hace más de 40 años. ADVENIAT como acción episcopal ha de entenderse como compañera de la Iglesia en América Latina. Fundamental para comprender esto es el entendimiento de hermandad que, según la fraternidad cooperativa de los unos con los otros arriba descrita, crece más allá de los continentes. Esta cooperación no es una calle de dirección única sino es un dar y recibir en los diferentes ámbitos. ADVENIAT entiende que su aportación debe basarse en animar y acompañar a la iglesia alemana en el proceso de llegar a ser una iglesia universal sobre el trasfondo de las experiencias vividas con las iglesias locales latinoamericanas. Esto significa también que se ha de ser siempre consciente de que una iglesia universal fraterna vive fundamentalmente de una solidaridad viva y testimonial, y “que el Reino de Dios comienza, cuando aprendamos a ayudar a superar los muchos obstáculos sociales y culturales en el mundo.”19

A continuación me gustaría presentarles dentro del contexto de fraternidad y el trabajo de ADVENIAT una elección de pocos ejemplos de entre el rico tesoro de experiencias del que disponen la iglesia latinoamericana y la alemana.

4. Diferentes formas de la fraternidad y el trabajo de ADVENIAT

Los ejemplos concretos que voy a citar a continuación van a darnos una idea de la diversidad de formas que existen de la fraternidad en América Latina o entre América Latina y Alemania (y en el ámbito eclesiástico cómo todas están apoyadas de forma financiera por Adveniat, sobre todo gracias a la colecta de Navidad de los católicos alemanes). A la vez, con ejemplos de aquí, de Argentina, de Brasil y de todo el continente americano, me gustaría llegar al significado de la

19 Nagel. Identität. 100


303


fraternidad sobre la base de la doctrina social católica en tiempos de la globalización.

4.1 Mercados de intercambio y "Comedores" - Solidaridad en la escasez (Argentina)

Aquí en Argentina hubo en el ámbito de las ONG y de la iglesia, las experiencias más grandiosas de mercados de intercambio (trueques), aunque éstos no han transcurrido siempre sin causar problemas. Tuvieron origen en la crisis económica que exigió nuevas formas de organización y de solidaridad20. En el seno de las iglesias y casas parroquiales en muchas parroquias argentinas conocemos la organización de comedores para satisfacer el estómago de los más pobres. Esta organización ha despertado una nueva forma de fraternidad con el prójimo más cercano en la propia vecindad teniendo en cuenta la necesidad material, y actualmente existencial, así como nos muestra a la vez que, si se quiere, siempre es posible compartir. Se me ocurren otros ejemplos de fraternidad: en el caso de las inundaciones de Santa Fé a principios de mayo, cuando los cartoneros de forma espontánea ayudaron a las víctimas y también que el resultado de la colecta de “más por menos” que logró un récord en medio de la crisis.

20 Vgl. Weber, Gaby: Prosumieren statt konsumieren. Tauschhandel in Argentinien. In: ILA 258. September 2002. 38-41. Vgl. http://www.prosumidores.com.arg Vgl. Lomoth, Mirco: Créditos statt Pesos. In: Lateinamerika Nachrichten 341. November 2002. 18-20.


304


4.2 Solidaridad interna en la iglesia - "Plan compartir" (Argentina)

Como ejemplo de solidaridad dentro del seno de la iglesia, hay que resaltar especialmente el esfuerzo del Arzobispo de Resistencia y antiguo presidente de la Comisión Episcopal de asuntos económicos, Carmelo Giaquinta. Por un lado, él intenta que los católicos den una contribución propia para el sostenimiento de la iglesia, y por otro quiere aumentar la transparencia de la situación financiera de la iglesia. En este sentido se trata también de un equilibrio interno solidario entre las diócesis más ricas y las más pobres en Argentina - un camino largo de recorrer. En este contexto se introduce el denominado “Plan compartir” en la pastoral de muchos obispados, hasta entonces en la catequesis de las parroquias, para así despertar la conciencia de responsabilidad de los creyentes a todos los niveles21.

También hay ejemplos parecidos de solidaridad en el seno de la iglesia en otros países de América Latina.

4.3 Abstinencia "Campanha da Fraternidade" (Brasil)

Todos los años durante el tiempo de cuaresma tiene lugar en Brasil desde 1962, y a nivel nacional desde 1964, la “Campanha da Fraternidade”. En sus primeros años la “Campanha da Fraternidade” se ocupó de cuestiones de la vida como cristiano. Desde 1973, la Campanha tiene cada año un planteamiento social distinto22. Por eso la cuaresma es anualmente para la iglesia brasileña una época muy intensa de evangelización y de pastoral. Durante el año 2000 la “Campanha da Fraternidade” fue por primera vez ecuménica,

21 Vgl. Kuhnert, Michael: Hinwendung zu den Ausgeschlossenen. Die Kirche in Argentinien nach den Präsidentschaftswahlen. In: Herder Korrespondenz 54. 100-104. Hier: 103f. 22 Vgl. CNBB: Campanha da Fraternidade. In: CNBB: 50 años. Brasília 2002. 62-63, 84-85.


305

Epistemología de las Ciencias Sociales. La Fraternidad (2004) CIAFIC Ediciones coordinada por el Consejo Nacional de Iglesias Cristianas de Brasil (CONIC) dedicada al tema de la “Dignidad humana y Paz” bajo el lema “Un nuevo siglo sin excluidos” (Novo milênio sem exclusões). El tema “Vida si - Drogas no” fue el tema por ejemplo del año 2001; el año pasado se dedicó la campaña a la situación de los indígenas y este año a los ancianos en la sociedad. De esta forma las “Campanhas da Fraternidade” abarcan, además de la cuestión pastoral, también las estructuras políticas, sociales y económicas de Brasil. Este es uno de los ejemplos que mejor ilustran la fraternidad en la iglesia - la fraternidad llevada a la práctica.

4.4 Inculturación - Aprender fraternidad de los hermanos y hermanas indígenas

Impulsada por el Concilio, la iglesia latinoamericana percibió en su continente los “signos del tiempo” allí presentes. Se distinguió especialmente en este sentido por la defensa de la concreta identidad social, histórica y cultural del continente. De aquí surgió la prioridad de la opción por los pobres, por los jóvenes, una defensa intensa de la situación de la mujer, de los trabajadores. La Asamblea General del Obispado Latinoamericano en Santo Domingo en 1992, recogió los nuevos desarrollos en el marco de la inculturación. En ellos se trata también el tema de la inculturación de la iglesia y una estructuración eclesiástica de las culturas. “Un proceso de inculturación tal, implica por un lado la formación de la iglesia local con sus propias características. En América Latina las comunidades de base, entre otras, han llegado a ser un camino excelente del ser de la iglesia, en el cual la experiencia de la comunicación entre Dios y el hombre se refleja en diversas formas de comunidad y participación. Pero ser iglesia local, significa también no perder de vista a la iglesia universal y “como iglesia local introducir sus características en la evolución


306


de la Iglesia universal y en el crecimiento de la iglesia para formar una familia mundial”23.

En el aprendizaje recíproco entre las iglesias locales con sus propios tesoros culturales, nosotros aprendemos de nuestros hermanos y hermanas indígenas a alabar, proteger y a conservar los elementos de la naturaleza como a nuestro hermano y a la tierra como nuestra madre. Este entendimiento universal tiene como consecuencia social una relación fraternal con el prójimo. Sólo así podemos entender la frase del padre Rigoberto Pérez, sacerdote de Nebaj en Guatemala, quien hace pocas semanas me reveló esta asociación de manera simple y con toda claridad: “Se perdona y se ama también al enemigo, porque se vive sobre la misma tierra”.

En este contexto se podrían incluir muchas de nuestras medidas que año tras año ayudan a fomentar los proyectos -siempre con la intención de acompañar a cada iglesia local en su propio camino.

4.5 Globalización de la solidaridad - aplicación en conjunto de la doctrina social católica

Teniendo en cuenta las estructuras de injusticia descritas por las diferentes Conferencias Episcopales del continente latinoamericano, el sínodo americano señaló en 1997 que entre todos los llamados que fueron oídos en el sínodo, el grito de los pobres resaltó por encima de todos.

En el mensaje del Sínodo se dice: “Ninguna Conferencia Episcopal del Continente ha dejado de

hablar con claridad y con mucha fuerza del reclamo de justicia para nuestros hermanos y hermanas, cuya vida y dignidad humana han sido afectadas por la pobreza y la indigencia. Las causas de esta inquietud no están solamente en nuestros pecados, sino también en las estructuras de pecado, que las

23 Nagel: Identität. 94


307


faltas individuales pueden acrecentar y que, por otra parte, refuerzan el pecado de cada uno y aumentan sus consecuencias”24.

Teniendo en cuenta el constante aumento de la ideología neoliberal y de una globalización de la injusticia „estamos frente a un drama que no puede dejarnos indiferentes; el hombre que ha buscado los mecanismos globalizadores que han creado una trama interdependiente de relaciones, no tiene otra alternativa que globalizar también la solidaridad”25. En este sentido aparece toma también parte la doctrina social católica. El hombre ha de estar en el centro de toda actuación social. Y la dimensión humana se mide según la relación del hombre con Dios. El Cardenal Höffner lo expresó de la siguiente manera: “La economía no es ni la meta más alta ni la única... porque por encima está la dignidad y la libertad del hombre, matrimonio y familia, religión y moral y como último objetivo, al final de todas las cosas, está Dios mismo ”.

ADVENIAT se ha propuesto la tarea de seguir apoyando esta causa en América Latina. Y así, partiendo de una iniciativa de nuestra organización, y en cooperación con otras dos instituciones, este año tiene lugar en Bonn por primera vez una academia de verano durante tres semanas para los becados latinoamericanos que estudian en Roma. Como puntos más importantes del contenido de la misma, figuran el tema de la doctrina social católica y el fomento de la democracia. También se habla del papel que juega la iglesia y de animar a los laicos a comprometerse políticamente en la sociedad y facultarles para que puedan cooperar en la construcción de un mundo

24 Mensaje del sínodo de los Obispos. Asamblea Especial para América, 16.11. al 12.12.1997. No. 25. 25 Vgl. Albistur, Emilio A.: Globalizar la solidaridad. Desafío para la pastoral y la Doctrina Social de la Iglesia. In: CIAS (480). 1999. 13-33. Hier: 25.


308

Epistemología de las Ciencias Sociales. La Fraternidad (2004) CIAFIC Ediciones justo y un sistema económico que, al contrario de lo que ocurre con el neoliberalismo, sitúe al hombre en el centro de atención.

En este contexto hemos de citar otras iniciativas de ADVENIAT: congresos en Alemania, México y estamos preparando uno en Ecuador. Además estamos tratando de fundar una cátedra de doctrina social cristiana en la Universidad Católica de Tegucigalpa. Hay otros muchos ejemplos cuya meta más profunda está, al fin y al cabo, en la práctica y el ejercicio de la fraternidad en la iglesia y entre los hombres.

5. Facit

Como hemos podido ver en los textos bíblicos que hemos citado, el tema de la fraternidad siempre se ha tratado en el judaísmo y en el cristianismo y desde tiempos inmemoriales constituye un pilar de la vida eclesial. El significado de la fraternidad más allá “del propio campanario”, de la propia diócesis, llegó de nuevo a la conciencia de la iglesia hace aproximadamente medio siglo con el Concilio Vaticano II, ya que en él se acentuó la relación entre iglesia local e iglesia universal. Procesos de globalización y conexión nos muestran un mundo cada vez más pequeño y nos dejan claro que el hermano o la hermana que están lejos, muchas veces están más cerca de nosotros de lo que habíamos pensado hasta ahora. Y ahora podemos enriquecernos recíprocamente con franqueza y solidaridad fraternal. Ahora, llegados al final de mi charla, me gustaría citar de nuevo al Padre Rigoberto Perez de Nebaj en Guatemala:

La fraternidad es entonces sentir, reconocer y convivir con el otro como mi hermano no como un extraño. Esto es el llamado, el reclamo y la pregunta final de Dios al momento del encuentro con Él, después de nuestra muerte: ¿dónde está tu hermano? (Padre Rigoberto Perez, Nebaj, Guatemala) [Gen 4,9].


309


Ahora me gustaría terminar de una manera no demasiado típica para un discurso, invitándoles a cantar juntos la canción que cité al principio de mi charla, la cual explica musicalmente el contenido de la misma. Y de manera fraternal vamos a pensar en una chica que trabaja en Adveniat y que hoy celebra su boda. Desgraciadamente no pude aceptar su invitación para poder estar aquí hoy con ustedes, lo cual le impulsó a ella a cooperar más intensamente conmigo: como teóloga que es, me ayudó a la elaboración de esta charla.

Les agradezco mucho su atención y su colaboración. Gracias.

DIÁLOGO

- Mons. Serrano: Quisiera preguntar desde mi experiencia docente. He dirigido diversas tesis de doctorado en Roma, me pregunto, sobre todo habiendo dado clase en la Universidad de las Misiones, en la Universidad Urbaniana, si a lo mejor no sería momento de atender más que a las personas singulares a las instituciones en grupo. Por ejemplo, mandar un chico a Roma es estupendo, pero mandarlo ya con la vista de un Tribunal Eclesiástico que hay que hacer y de una Facultad que hay que crear, es decir, no dejarse sólo enderezar o hacer campañas vocacionales de manera que cada uno encuentre su sitio en la Iglesia, pero lo encuentre también de una forma orgánica. Creo que hay chicos estupendos de América Latina en Roma, pero a veces pienso si no están dejados demasiado a su iniciativa personal, que es sagrada. No es que yo quiera decir que no es importante eso, pero que siendo tal la necesidad de nuestras Iglesias en Latinoamérica, me refiero al terreno, por ejemplo, de la justicia, a los Tribunales Eclesiásticos que no están organizados, y eso también para las congregaciones religiosas en materia de inmigración, de mandar personal. No nos conformemos con que nos manden un frailecito o una monjita, sino que nos manden un canonista, o nos manden un médico, o nos manden un profesor, nos manden a alguien que inmediatamente encuentre un lugar en un tejido eclesial que luego camine hacia la autonomía, de manera que no haya que mandar continuamente gente a Roma, que es una cosa estupenda, pero creo que es estupenda mandarla para reciclaje, para ponerla al día, pero no para prepararla -y muchos se quedan en Roma porque tampoco hay que ocultarlo-, no hay que mandarla sólo para su formación


310

Epistemología de las Ciencias Sociales. La Fraternidad (2004) CIAFIC Ediciones personal sino para la formación de la Iglesia, para la construcción de la Iglesia en los lugares de donde ellos proceden, de manera que la Iglesia sea cada vez más autosuficiente y no tenga que depender, que luego resulta carísimo mandar a chicos a Roma porque aquí no hay estructuras que los puedan acoger, en las que puedan desarrollar su formación a un nivel semejante al que tienen en Europa o al que tienen en Roma.

Un Obispo dice: "yo necesito un canonista", pero no tiene una visión de la Iglesia de su país, a lo mejor ni siquiera de la Iglesia de su Diócesis porque tiene una preocupación excesiva por un Tribunal y sin embargo en aquella nación hace falta una Facultad, hace falta algo que contribuya a acrecentar los recursos en el campo en donde están situadas las Iglesias locales, donde están enraizadas las Iglesias locales. - Mons. Karlic: Me parece que ha tocado algo muy importante porque creo que Europa tiene una calidad exquisita, hace tiempo que nos está ayudando. Me acuerdo en una reunión de la Comisión pro América Latina estábamos hablando de las ayudas y se levantó un Irlandés enojado porque no veía suficiente reacción nuestra diciendo: "tienen que reaccionar ustedes y auto ayudarse". Y me parece que una de las formas de ayudar para que la Iglesia se estructure es la que dice Monseñor: sabiendo que elegir a los futuros profesores, conductores es difícil -el Padre Anaya lo sabe muy bien-, porque hay que tener vocación para eso. Nosotros en la Diócesis hemos tenido más de un caso en que buenos sacerdotes -gracias a Dios-, vuelven y se insertan en la Pastoral. Por eso la elección tendrá que ser muy buena, el motivo tendría que ser muy fuerte, pero creo que hay que hacer así. Y ustedes lo saben hacer. La idea es no ayudar simplemente a las personas sino ayudar a la Iglesia para que el Cuerpo de la Iglesia se vaya estructurando. Primera cosa.

Segunda cosa: no sé cómo será la forma correcta, pero al menos en la experiencia de Paraná, llegó un momento en que había tantos comedores, que le dije a CARITAS “¡basta!”. ¡Qué exagerado!, ¡qué falta de caridad no van a tener comida! “No, si les falta comida que les den”. Pero la idea es -si es posible - no abrir comedores sino hacer comer en la familia. No parece gran diferencia, pero es importantísimo. Y el ejemplo que se me ocurrió fue, -se me ocurrió de repente pensando en Alemania, pensando en Europa, Italia-: Europa pasó mucho hambre, no abrió comedores comunes, comió pobremente en su familia. Eso me parece que es un hecho muy importante, porque la familia tenía mucha fuerza. ¿Lo lograremos nosotros? No sé, pero en la medida en que


311

Epistemología de las Ciencias Sociales. La Fraternidad (2004) CIAFIC Ediciones nuestra familia sea capaz de eso, hagamos eso, porque si no la estamos bombardeando como estamos bombardeando la cultura del trabajo. Hay que dar de comer, pero hay que pedir que se trabaje, hay que dar de comer y si es posible en la familia. Y toda verdad es compleja y toda acción es en el Misterio de la Iglesia para el Misterio del hombre. - Dr. Sommer: Tiene toda la razón Monseñor, y ésas son las dificultades en nuestro trabajo cotidiano. Siempre nos planteamos si es mejor ayudar a las personas o a las infraestructuras. Normalmente todo el mundo dice que una inversión en las personas es la mejor inversión para el futuro y creo que es así, pero hay que ver y definir muy claro para quién es más conveniente esta inversión, porque en la práctica, los fondos son limitados. A veces francamente tenemos dudas de si la ayuda particular tiene razón de ser, pero en Adveniat tenemos un principio: la responsabilidad la tiene el Obispo y no nosotros. No queremos juzgar a quién conviene dar una ayuda y a quién no, eso no lo queremos decidir nosotros, no queremos usar el dinero como poder. Éste es un tema muy complicado, muy difícil, muy sensible. Entonces, conociendo este tema tan complejo normalmente decimos: "si el Obispo dice: necesito una ayuda para este sacerdote para su formación", si tenemos los fondos lo hacemos, a veces tenemos dudas. También nos preocupa la situación actual en América Latina y nos preocupa decidir en dónde tenemos que concentrar más nuestros fondos y lo hacemos bajo criterios específicos, sobre todo porque cada año -por varias razones, no solamente por la secularización, sino por un montón de razones- la colecta es menor, aunque tengo que reconocer también, que el año pasado hemos tenido una buena colecta después de cinco años con resultados frustrantes. Pero tenemos que concentrar nuestros criterios, tratamos de ayudar más donde hay un efecto de multiplicación. Éste es un punto.

Usted ha planteado el autofinanciamiento de la Iglesia. Este criterio es importantísimo. Yo personalmente hago con frecuencia discursos sobre este tema de la autofinanciación de la Iglesia relacionados con la transparencia de manejos de fondos que es importantísima, porque si los fieles no tienen confianza en la Iglesia no van a hacer donaciones. Éste es un tema dificilísimo, lo hemos planteado hace cuatro años en el CELAM en Bogotá y desde entonces hay permanentemente seminarios y conferencias al respecto, aunque ya existen sistemas en varios países, por ejemplo, aquí en Argentina, en Chile, en Ecuador, en Brasil pero en la mayoría de los países todavía este criterio falta, tratamos de impulsarlo, aunque normalmente respondemos solamente a las iniciativas locales.


312


En cuanto al planteamiento de ayudar a alguien que quiere estudiar en Roma, es un tema dificilísimo, a parte de la decisión del Obispo local. A veces tenemos la impresión de que sería mejor buscar la oportunidad de un estudio en la misma América Latina, por ejemplo, pero frecuentemente conocemos muy bien el deseo del mismo Obispo o del sacerdote de especializarse por lo menos por un tiempo en Roma. En estos temas siempre respetamos la decisión del Obispo, él sabe qué tiene que hacer. Pero es un tema permanente. - Prof. Zamagni: La pregunta es fácil, la respuesta es difícil. - Dr. Sommer: A veces es así. La pregunta es fácil, pero la respuesta es difícil. Hay muchos casos en los que los estudiante se quedan en Roma o en otros lugares, no regresan, esto es parte de la vida también. - Dra. Rava: Saco un tema que parece que estuvo subyacente durante toda la presentación, pero que creo que hasta ahora no fue explicitado que es el tema de la pertenencia.

Para que haya una comunidad tengo que sentir fuertemente, o saber y querer pertenecer, saber que pertenezco a esa realidad. Me parece que precisamente lo que señalaban a propósito de distintas realidades es porque se ha perdido el sentido de pertenencia. Precisamente se ha insistido sobre la globalización, la destrucción o por lo menos debilitación de la familia, cada vez hay más pueblos que van y que vienen, entonces, lo que antes se desarrollaba en el ámbito de una tierra concreta..., usted dijo en algún momento "se ama al enemigo porque vive en la misma tierra". Tal vez hoy ese vivir en la misma tierra no tiene un sentido tan local. Pero la Iglesia tiene una pertenencia realmente universal y uno de los problemas grandes de la Iglesia de hoy es que los jóvenes rechazan todo lo que sea institución. Entonces en la medida en que no se educa y no se crece en ese amar y sentir con la Iglesia no va a ser posible ni una verdadera fraternidad, ni una verdadera responsabilidad, porque lo que es mío lo cuido y lo cultivo. - Dr. Sommer: El tema es importante, pero necesitaríamos más tiempo para tratarlo. Me interesa un punto que usted ha mencionado respecto a la juventud y a la no aceptación de las formas tradicionales que es nuestra experiencia en Alemania y la gente dice a veces que la juventud no cree. La juventud ciertamente está en la búsqueda de las formas que pueden aceptar. A veces yo le digo a mi hija mayor, que actualmente se niega a ir a la Santa Misa los domingos por la mañana, a las 9 o las 10 de la mañana porque para ella es demasiado temprano y dice que toda la semana tiene tantas actividades que por lo menos el domingo quiere dormir un poco más. Pero si el Párroco llama para un ágape un viernes


313

Epistemología de las Ciencias Sociales. La Fraternidad (2004) CIAFIC Ediciones a las cinco de la mañana, todos los jóvenes están presentes antes de ir al colegio, nadie está cansado, todos están presentes, esto demuestra que a veces solo se trata del modo en que se hagan las cosas. En ese sentido nos ayuda mucho el intercambio con las iglesias locales de América Latina, porque estamos tratando, a través de nuestro departamento de información de Relaciones Públicas, de transmitir un poco las experiencias de las Iglesias locales hacía Alemania, porque es precisamente en la juventud en donde se puede encontrar otra posibilidad de vivir su fe, otras experiencias, otra manera de combinar la fe con la realidad, con la vida cotidiana.

En Alemania, la gente participa de la Misa del domingo que dura, más o menos, sesenta minutos, durante la semana hacen sus cosas. Hay una división total entre fe y vida cotidiana. En Alemania tenemos más o menos un 25% de católicos; activos, en la misa, más o menos un 12% o 13%. No es ni más ni menos que aquí en América Latina, pero aquí aunque la gente que no vaya a la Misa tiene una manera de vivir la fe en su vida cotidiana. En Alemania no es así, alguien que no practica su fe, permanece alejado de su fe. La Iglesia universal tiene otras posibilidades de vivir su fe, es por eso que apoyamos a jóvenes de Europa que trabajan aquí en América Latina en alguna Parroquia o con algún Obispo porque regresan con experiencias que son de gran importancia para toda su vida. Y eso es algo de la riqueza que nos llega a nosotros de América Latina. - Mons. Serrano: Quisiera completar la idea de antes con la idea de intercambio. Creo que el profesor Boggiano va a Italia a dar cursos, pero creo que la descompensación es tan grande entre los que venimos de Europa a enseñar algo a América y los que van de América a enseñarnos que tenemos que aprender tanto a Europa que se realiza -no sé si por suerte o por desgracia- ese problema de que la fraternidad -sobre todo la fraternidad intelectual- no cabe entre dos extremos demasiados separados, por lo que creo que con un criterio aún egoísta interesa a Europa fomentar una cultura autóctona en América Latina de manera que luego se pueda enriquecer con el intercambio, mientras que si no, seguimos colonizando y eso no puede ser, hay que elevar los valores en donde están y levantarlos dónde están. - Dra. Archideo: No entiendo mucho qué quiere decir Usted con "seguimos colonizando". Entiendo que aquél que va a Europa a aprender se sigue perfeccionando no “colonizando” en el sentido peyorativo que se ha dado a esta palabra por parte de algunos historiadores. Por otra parte estamos hablando de que el mundo está


314

Epistemología de las Ciencias Sociales. La Fraternidad (2004) CIAFIC Ediciones globalizado y tal vez en algunos casos sería más fácil llegar a estar a la misma altura todos y poder todos participar de los mismos bienes. Cuando digo bienes, me refiero a los económicos, culturales, políticos, sociales, etc. Veo eso de la colonización. - Mons. Serrano: A lo mejor la expresión no ha sido muy feliz, pero la veo muy clara. Es decir, si el nivel medio de preparación cultural en Europa es mayor que el de aquí, para que haya un intercambio fecundo tendremos que aspirar a que desde las mismas raíces de la cultura latinoamericana crezca el nivel y se pueda establecer un intercambio mucho más fecundo, mucho más gratificante, que no sencillamente que uno vaya a enseñar y otro vaya a aprender siempre. - Dra. Archideo: Sí, pero ¿cuáles son las raíces latinoamericanas? Depende de los países. Las raíces latinoamericanas, por lo menos en la Argentina, son italianas, españolas, croatas, de otros pueblos, de Alemania misma hay muchos grupos. Sí, hay un grupo pequeño de indígenas. Si usted me dice los incas en Perú que tuvieron una cultura muy particular... Pero no todos los latinoamericanos tuvimos raíces similares, no creo que tengamos una cultura cuyas raíces vamos a desarrollar, lo cual no quiere decir no tenerlas en cuenta. Pero sí anotaría que la cultura que nos selló fue la cultura cristiana de los primeros misioneros, y, aunque mezclada con intereses distintos a los de la Iglesia, por la acción de quienes vinieron con el interés de conquistar riquezas, esa cultura cristiana que nos dio la lengua, nos dio también la catequesis primera que no borraron del todo los intentos posteriores de una cultura positivista, ni iluminista. Lo que sí debe entonces pedir a Europa el latinoamericano es que ella no erradique el cristianismo como pareciera que muchos quieren hacerlo con la Constitución de la Comunidad Europea. Y Europa pese su responsabilidad ante el mundo de ser una fuente de cultura de la cual espera el mundo y más Latinoamérica.

Gracias Dr. Sommer por su exposición y su trabajo con América Latina y gracias a todos los dialogantes. © 2004 CIAFIC Ediciones Centro de Investigaciones en Antropología Filosófica y Cultural Federico Lacroze 2100 - (1426) Buenos Aires e-mail: [email protected] Dirección: Lila Blanca Archideo ISBN 950-9010-39-1


315

fraternidad e instituciones eclesiales · pregunta de qué es lo que nos hace ser hermanos. (2da...

Documents