execrable nº1

36
Página 1 Febrero 2016 Execrable Magazine

Upload: execrable

Post on 26-Jul-2016

216 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

Primer número de la revista digital Execrable Magazine

TRANSCRIPT

Page 1: Execrable nº1

Página 1 Febrero 2016 Execrable Magazine

Page 2: Execrable nº1
Page 3: Execrable nº1

contar los costes económicos que supone. Execrable surge con las mismas motivaciones, sin ánimo de lucro y sabiendo los gastos y preocupaciones que conllevará. Pero todo com-pensa, quizás tu hijo no ga-nará el premio nobel ni será el que encuentre la cura del sida, pero le querrás igual y le apoyarás para que aporte su grano de arena. La revista Execrable es un proyecto na-cido de la ilusión y solo es-pero que haga su aportación en el ámbito cultural. Perso-nalmente me ha traído mucha satisfacción personal llevar-

la en mi mente durante todos esos meses de gestación, pero también frustración y desilu-sión por momentos. Doy gracias a todos aquellos que me han apoyado y tolerado durante este tiempo de cambios hormo-nales. Para acabar con el edi-torial me gustaría hacer re-ferencia a la frase típica que se suele decir de que no hay bebé feo, primero remarcar que es totalmente falso, y segundo decir que no espero que salga un bebé de revista sino que sea fiel a sus principios, que la gente lo acepte por lo que es y sobretodo, que sea execrable.

E D I T O R I A LSoy hombre, nunca podré saber lo que se siente al dar a luz. Supongo que lo más cercano que estaré de esa sensación es cuando este primer número llegue al enorme mundo de in-ternet. Cuando una pareja de-cide tener un hijo, la única motivación que les mueve es que ese retoño les llene la vida de alegre y les complete como seres humanos. No preten-den sacar beneficio de ello, es más, son conscientes de las preocupaciones extra que les va a traer criarlo, y eso sin

Page 4: Execrable nº1

6

9

1215

Page 5: Execrable nº1

20

23

28

30

32

Page 6: Execrable nº1

Página 6 Febrero 2016 Execrable Magazine

Page 7: Execrable nº1

Página 7 Febrero 2016 Execrable Magazine

importaba? Quizá por eso estoy aquí… temo que la curiosidad me pueda y que ello acabe trayendo terribles consecuencias a mi persona. Quizá la pre-gunta no sea qué hago yo aquí, si no qué haces tú aquí y no en tus dominios.- Caminas fuera de terrenos que puedas controlar mortal, hablas de algo que escapa a tu entendimiento, y aún más a tu conocimiento, nunca he tenido control sobre el infierno.- No dispones de control sobre tus propias tie-rras… curioso…- El infierno es un ente en propiedad, y es algo que no me interesa lo más mínimo, no son mis tierras no son mis dominios, este es mi úni-co reino.- Un reino vacío, un reino olvidado, te has des-terrado tú mismo de tu destierro…- ¡Nauseabunda criatura! Desaparece de mi vista, hablas como si conocieras algo de lo que aquí ocurrió, y lo único que tienes son tristes escrituras de leyendas y palabras vacías de char-latanes locos. Vete ahora que estás a tiempo.- No tengo nada por lo que volver, ni ilusio-nes que me mantengan atado a mi mundo, ni tan solo un motivo ni una explicación de por qué estoy aquí, o de cómo he llegado. Dices que los textos sa-grados son palabras vacías de tristes charlatanes, sin embargo, hablan de ti y de los tuyos, de tu descen-so a los infiernos y de tu destierra de los cielos…- ¡Largo! No sabes nada de lo que aquí pasó, este es mi lugar y estas son mis tierras, no hables como si me conocieras, no hables como si su-pieras algo de lo que los altos cielos o el infierno son.- Si no quieres que hable sin saber, tal vez de-berías explicarme qué pasó en realidad…- ¿Eres siempre igual de molesto?

-¿Qué oscuro motivo, y qué pobre criatura te ha abierto las puertas a mi reino, a ti, mortal?- No sé muy bien cómo he llegado, o qué estoy haciendo aquí, no soy más que la representación de un alma muerta que ha acabado en el inferno por mis pecados supongo. Pese a no recordar mi muerte, y solo recordar mi decadente vida, mi triste y humi-llante existencia. Esto será un castigo a la mediocri-dad de mis días…- No eres un alma, y mucho menos estás muer-to. Y de todas formas te hayas muy lejos del infier-no, y aún más de tu mundo, este es mi reino, estos son mis dominios, ahora debes marcharte, te espe-ra un largo camino de regreso.- No lo entiendo… si no estoy muerto… ¿Cómo he llegado aquí? - Eso es algo que escapa de mi interés… Már-chate- Lejos del infierno dices… ¿has descuidado tus dominios como yo descuidé todo aquello que me

CONVERSACIONES CON EL DIABLO

DIÁLOGO 1

Existen sangrantes historias que cuentan cómo un mortal llego a los reinos olvidados de Dia-blo, historias censuradas, perseguidas y destrui-das durante siglos, que muestran la verdadera naturaleza del señor de los infiernos. Estas histo-rias cuentan el cómo un simple mortal consiguió ahondar en las profundidades ocultas del inte-rior de Diablo, en su propio reino de locura, le-jos del infierno y sus nueve círculos, lejos del pur-gatorio y de la entrada al cielo, este triste mortal osó dirigirse al mismísimo señor del infierno., y estas… estas son algunas de sus conversaciones.

Página 7 Febrero 2016 Execrable Magazine

Page 8: Execrable nº1
Page 9: Execrable nº1

Página 9 Febrero 2016 Execrable MagazinePágina 9 Febrero 2016 Execrable Magazine

A qué se debe este intrigante nombre, os preguntaréis interesados, queridos lectores, bien pues os lo resumiré en una pregunta, ¿Qué pasa si juntas ironía, humor y algo de pensamiento ilícito? que un conjunto de gente, en caso de que estés hablando, te mandarán a tomar por culo, de forma sencilla pero no siempre respetuosa. Esto simplemente intenta ser una sección de críticas, para nada constructivas, de la vida en este mundo, de las personas, de los modernos pero sobretodo de la forma en que muchísima gente se cree un filósofo.

Porque realmente mucha gente cree tener la verdad absoluta, y si hablamos en política los iluminados abundan por todas par-tes. No hace mucho me hallaba en un bar, curioseando entre las cervezas y entre unos cuantos litros de alcohol maltrecho y de-cadente, me hallaba nada más y nada menos que en un bareto de mierda, pero con todas las letras y a poder ser en mayúscula. Estaba esperando a un colega, y no se me ocurrió nada mejor que entrar a ese bar que tenía pinta de estar medio bien, enorme y defraudante error, pese a que los precios eran formidablemen-te razonables y que el local disponía de una decoración cuanto menos pintoresca. Se trataba de un local de modernos, esta nueva subespecie que han cogido la cultura barriobajera adinerada y lo han mezclado con un peculiar estilo vintage, donde todo es mini-malista, donde todo disfruta de un estrambótico tono de los años

MIERDOSOFÍA

Page 10: Execrable nº1

Página 10 Febrero 2016 Execrable Magazine

veinte mezclados con la moda actual. Una nueva forma de vestir de pensar y de actuar que a mí personalmente me saca de quicio.

En el bar en cuestión había dos modernos, ¿haciendo qué? se preguntará usted amable lector, hablando de cosas profunda-mente filosóficas, estaban buscando el significado de un cua-dro de mierda de una maldita vespa de los años sesenta hecha al rollo viejuna con un árbol de fondo, la moto estaba sola en medio de una carretera. ¿Qué puto sentido puede tener eso? Ellos destinaron su conversación a buscarle significado mientras yo, cuanto menos sorprendido, prestaba atención a las maravillosas inventadas de aquellos dos especímenes extraídos del siglo pasado (además de forma literal, muchos de nosotros somos del siglo pasado) Uno de ellos al que lla-maremos Amodernao (así, de forma respetuosa) comenzó su teoría diciendo que la moto representaba el espíritu de las personas que necesitaba viajar, que necesitaba expandirse. La carretera era su alma siempre expandiéndose siempre con una ruta, siempre con un destino. El kit de la cuestión estaba en que la moto no tenía motorista por lo que el espíritu viajero no podía ser explotado, por eso estaba parada, por eso el alma estaba incompleta, porque la moto no deambulaba por ella. Hasta este punto, podemos llegar a comprender lo que se está diciendo, cada uno y sus historias mentales, pero lo bueno viene ahora. El motivo, añadió Amodernao, es que el capita-lismo de hoy en día impedía que el motorista pudiese usar su moto para viajar por la carretera y encontrarse a sí mismo, es decir, Amodernao llegó a la conclusión de que el cuadro era una crítica al capitalismo.

El segundo sujeto, que presentaré como El Iluminao, opinó libremente que la idea de su compañero le recordaba a cierto filósofo griego cuyo nombre no lograba recordar, toda una lástima. En este punto me pregunté seriamente si El Iluminao de verdad conocía algún filósofo griego que hablase sobre ca-pitalismo como tal, que yo sinceramente creo que es bastante inviable. Sin embargo añadió, de manera muy motivada, que además podría significar que la carretera era el tiempo y la moto los momentos de la vida que se acaban, y se paran. El ár-bol formaba la vida de la persona, la vida de alguien, siempre finita. Acabó añadiendo que solo hay una moto parada porque los momentos que vivimos son considerados inferiores a los que ya se acabaron y se tiene una visión idealizada del pasa-do. Resumiendo, El Iluminao pensaba que ese cuadro era una

representación del tempus fugit. Aunque para mi sorpresa ninguno de los dos llegó a esa conclusión, ninguno utilizó esa expresión, y sin embargo hablaron de filósofos y filosofía, sin utilizar muchos nombres y sin usar muchas corrientes del pensamiento, pero lo que cuenta es intentarlo

En definitiva, podemos deducir que ambos eran mierdósofos en esencia, por el mero hecho de coger algo que seguramente no tiene ningún significado, seguro que si le preguntamos al autor de la foto que seguro que vas al que hizo la foto y te dice que la hizo para probar si la cámara iba bien. Y esdto es algo que está afectando a un gran número de personas den-tro de nuestra sucia sociedad. No está mal hacer de mierdó-sofos, no está mal hacer ver que eres leído, intentar nombrar a algún filósofo y que solo te salga el nombre de Sócrates o de Platón. Pero hay algo en todo esto que me saca de quicio y aquí es cuando te agarras los cojones a dos manos que el mierdósofo va a hablar, porque realmente esta clase de gente me pone enfermo. Muchos de ellos forman el gran cúmulo de personas que antes eran hippies de pegatina, o posers de cualquier otro estilo. La mayoría de estos pseudoseres no son más que unos vivelamoda, y punto, no hay más. Dale a un moderno la foto de una mierda en una mesa con un pelo de coño de zarigüeya pegado y (esto es muy importante) hecha al estilo viejuno, con cincuenta filtros y te hará jodidas ma-ravillas. Y la cosa se agrava, cuando estando yo en la calle me encuentro a un colgado de estos modernos, con el móvil en la mano y en la entrada de los auriculares un teléfono fijo enchufado, y él hablando por ahí, por medio de la calle, un puñetero teléfono fijo, de los viejos de ruedecita. Es que hay gente que se pasa, se pasa de moderna, ¿no tiene sentido del ridículo o qué?

Pero bueno, para concluir la presentación de la sección, la cual se me ha ido un poco de las manos, para todos aquellos modernos/as que puedan leer esto, sean modernos/as, en serio, sean lo que les salga del ano, esto es crítica, para nada constructiva, pero sobretodo destructiva, que lo único que busca es liberar las toneladas de mala leche que hay en mi interior

Página 10 Febrero 2016 Execrable Magazine

Page 11: Execrable nº1
Page 12: Execrable nº1

Página 12 Febrero 2016 Execrable Magazine

“Tienes que hidratarte, debes de haber perdido muchos líquidos durante tu virus estomacal” me dijo el médico mientras yo recogía la tarjeta de la seguridad social, el parte de alta y mi chaqueta. Me despedí con cierta educación y una leve sonrisa, no pareció importarle mucho. “¿Puedes avisar que entre Fermín García a la consulta?” me preguntó mientras cruzaba el um-bral de la puerta. Me giré para de-cirle que sí, que lo haría, pero él estaba distraído mirando el moni-tor del ordenador. Cuando estaba saliendo y me disponía a avisar al siguiente paciente, vi que un hom-bre mayor con sombrero y bastón se levantó y sin que yo pudiese pronunciar su nombre pasó a la consulta. “Fermín García” dije en un tono de voz bajo y que me hizo sentir absurdo. Quizás ese anciano que había pasado no fuese a quien debía llamar, pero me era indife-rente, yo lo había intentado. “No es mi puta obligación avisar a nadie, no me pagan por ello” pen-sé mientras cruzaba la puerta que daba al exterior del edificio. Ese

pensamiento me hizo sonreír. “No soy la putita de na-die” añadí. Con el espíritu reconfortado y el estómago casi recuperado decidí que me prepararía mi plato fa-vorito para comer. Pensé, que después de todo ese se-ría el último día libre en mucho tiempo y que eso bien merecía un homenaje. Compré macarrones, tomate

triturado y una cebolla en un lo-cal que llevaban unos paquistanís cerca de mi apartamento. El tipo no sabía hablar bien el castellano, pero siempre sonreía. En ocasiones se equivocaba con el cambio, pero cuando me daba cuenta se discul-paba con unas reverencias que me hacían sentir importante y una sonrisa con la cual no me podía enfadar. Mientras subía las escaleras hasta el octavo piso donde se situaba mi apartamento me crucé con la veci-na atractiva del tercero y la no tan atractiva vecina del quinto. Les di los buenos días a las dos pero no me debieron escuchar. La del terce-ro estaba enviando un mensaje con el móvil que parecía importante porque bajó las escaleras sin mirar. Estoy seguro que no le deben faltar pretendientes. Yo estuve una sema-na cortejándola, no debo de ser su tipo. Quizás es lesbiana. La vecina del quinto estaba fregando el rella-no mientras escuchaba música. El volumen estaba tan alto que pude escuchar el ritmo. Parecía algún tipo de música latina. No ha debi-

Page 13: Execrable nº1

Página 13 Febrero 2016 Execrable Magazine

do escuchar mi cordial saludo. Ella se lo pierde, no es tan atractiva como la del ter-cero y quizás algún día se quede sorda por escuchar la música a tan alto volumen. Cuando llegué frente a mi puerta tuve que parar unos segundos para recuperar el aliento. Desearía fumar solo para que alguien justificase mi bajo estado de for-ma. Al abrir la puerta me di cuenta que todo estaba tal y como lo había dejado, respiré aliviado. Siempre me aterraba la posibilidad de llegar y que alguien me hu-biera robado alguna pertenencia. La mesa y la silla seguían en su sitio, la vieja radio sin pilas continuaba en el suelo como de costumbre. En la habitación seguía estan-do la cama, hecha y limpia. En la pared del cuarto ese viejo poster de una pelícu-la que me regaló Antonio del cine donde trabaja. No había visto la película, pero Antonio me aseguro que era una de las grandes del cine, de culto como dice él, y que me guardase ese poster porque en un futuro podría venderlo por un buen pe-llizco. Quizás me había mentido con eso, pero daba ambiente a la habitación. Una vez revisado todo el piso, decidí que era momento de cocinar. Llene el cazo de agua, le añadí un poco de sal y lo puse sobre el fogón. Encendí el fuego. Me gus-taba cocinar, era muy entretenido. Mien-tras el agua se calentaba pensé que tendría tiempo de ir al baño. Me miré en el espejo y vi que todo seguía igual. En el fondo sabía que nada de eso era cierto y que iba cambiando tan progresivamente que no me había dado cuenta. Mi pelo ya no es-taba. Alopecia lo llaman los expertos. En nariz y oídos era todo lo opuesto, cada vez más pelo. Algo de ojeras e incluso algún dermatólogo me habría dicho que mi piel estaba demasiado seca. De mí solo queda-ban esos ojos en los que alguien se fijó en algún momento. “Que ojos más bonitos tienes”, “Tienes los ojos azules como el cielo” y “Los ojos son el espejo del alma” eran algunos de los comentarios más tí-picos que solía recibir. Me gustaban esos piropos. A todo el mundo le gusta que le digan algo bonito de tanto en tanto y una madre nunca miente. Por un momento se me olvidó porque estaba en el baño. Tenía que cagar.

Cogí la revista que tenía para esos mo-mentos y comencé a releer alguna historia que me había parecido graciosa. Había una que hablaba de un chico que había descubierto que su padre biológico era una gran estrella de rock y el reencuentro se dio en un concierto. Según la noticia “Se provocó un momento muy intenso, donde algunos fans llegaron incluso a llo-rar…”. Enternecedor. Pese a mis intentos y las ganas que tenía de ir al baño, el agua de la taza seguía intacta. Otra historia con-taba como un oso había salvado la vida a un niño, en el texto explicaban como lo había hecho exactamente pero no podía parar de mirar la imagen que acompaña-ba la noticia. El niño junto al oso mien-tras a éste le daban un premio honorífico. “Vaya chorrada, ¿Para qué quiere un oso un premio?” Pensé mientras mi cara se volvía roja. Nada, ni un poco. Sin duda, mi parte favorita de la revista era una en la que salía un pequeño reportaje sobre un hombre que explicaba cómo se había hecho a sí mismo a pesar de las adversida-des. Cuando era joven había tenido que ir a la guerra, donde perdió un ojo y parte de la mano. La mujer decidió dejarlo por un joven adinerado y con las dos manos completas. Un terremoto destruyó la ma-yor parte su casa. Ahora era rico gracias a una cadena de restaurantes de comida rá-pida que montó con su esfuerzo. Siempre rio al pensar que la mujer lo abandonase por no verlo como un triunfador. Me gus-ta cómo le queda el parche, la mayor parte de gente que pierde un ojo se pone un ojo de cristal y disfruta quitándoselo delante de sus amigos. El parche es elegante y tie-ne un toque peligroso. Ojala hubiese ido a la guerra, quizás ahora sería rico o al me-nos podría llevar un parche. Me levanté de la taza del lavabo frustrado e incluso por un momento pensé en pasarme el pa-pel higiénico para limpiarme. Me pareció estúpido.

Page 14: Execrable nº1
Page 15: Execrable nº1

Página 15 Febrero 2016 Execrable Magazine

E N T R E V I S T A :

ALEIX BARAU

Página 15 Febrero 2016 Execrable Magazine

Page 16: Execrable nº1

Página 16 Febrero 2016 Execrable Magazine

- ¿Cuál es el origen del bmx?- El bmx empezó sobre los años setenta más o menos, lo comenzó la gente que hacia motocross para practicar los trucos ya que con la moto si te caes te metes un toñón que flipas con lo que pesa. Dijeron, ¿Qué hay parecido a una moto? pues la bici, las hicieron pequeñitas y manejables y comenzaron a practicar con ellas. Y a partir de eso a la gente le fue gustando y empezó el bmx. Pero no se popularizó hasta principio de los años noventa en estados unidos. Aquí en España y Europa, llegó sobre 2005. Yo por ejemplo empecé en 2007 y por aquella fecha quizás éramos 80 en toda Cataluña, ahora seremos unos 1500 que hagamos bmx.- ¿Qué te aporta?- Liberación. Cuando tienes un día que estás hasta los huevos de todo, su-pongo que es como la gente que va al gimnasio y se desahoga. Yo bajo aquí o voy a cualquier lado y es eso, descargar tu energía y luego a la vez la constante de estar siempre estar practicando, porque hay trucos que parecen muy fáciles cuando los ves, pero hay muchas horas detrás. Y solo practicar, practicar, practicar y ponerte tus metas y llegar a ellas te da un subidón de adrenalina y una felicidad que no se…es difícil de explicar.- ¿Qué es bmcbmx?- Bmcbmx es como el grupillo de chicos de aquí de Sant Boi y bueno, de toda España. Hemos ido haciendo piña desde que empecé hará 7 años. En el bmx se suele hacer, al no haber equipos ni nada, es un deporte individual, nos gusta juntar-nos para hacer videos, viajes y así al menos compartir las cosas. Cuando yo empecé a montar aquí en Sant Boi, había otra crew que era East Coast Monkeys, que lo llevaban los chicos que ahora casi no montan, luego tuvimos Fantabulous, y sobre 2011 creamos bmc.- ¿Qué relación hay entre el arte urbano y la bmx?- Yo creo que el arte urbano es una forma de expresarte y el bmx no es como si fuera el grafiti, que pintas algo y te estás expresando. Nosotros nos expresamos de otra manera, expresamos con los trucos que hacemos, con el estilo que tenemos cada uno y también pues ir por la calle cualquier sitio diferente para poder hacer las cosas. Mostrarle al mundo que no es nada malo, más que nada eso. La forma de expresarse a través de nuestro cuerpo y la bici.- ¿Quién hace el diseño de vuestras camisetas?- Normalmente lo hace Brian, entiende bastante de Photoshop y yo suelo tener las ideas de como quiero los logos, si quiero rellenos dentro, el tipo de que queremos. Quedamos los dos normalmente en una mañana, almorzamos e inten-tamos juntar todas las ideas y a veces salen mejor, peor, y luego buscamos cualquier sitio para poderlas estampar. Ahora estamos mirando de hacerlo nosotros en casa.- ¿Las vendéis?- Más que vender así tipo web, lo que hemos estado haciendo hasta ahora es a través de Instagram hemos ido colgando y si alguien nos has dicho que les gusta la camiseta, pues las hemos hecho bajo encargo. De alguna camiseta que hicimos hace un par de años si que hicimos una tirada de 25 y de sudaderas también y las vendi-mos, pero más que nada es para el grupillo de amigos.- ¿Cuánto trabajo supone un video?- Depende, todo es muy subjetivo porque si grabas un video tu solo vas a tardar menos, si quieres grabar un buen video tu solo puedes tardar cuatro o cinco meses, porque lo suyo es moverte alrededor, no estarte en la misma localidad, si tienes la oportunidad no ir solo a Barcelona, irte al resto de España, a otros países si puedes ser para ver contrastes en los lugares donde nosotros hacemos bici. Y luego si es un video con más gente, un video de larga duración, yo por ejemplo hice uno enteramente grabado en Sant Boi y tardé tres años y duraba al final 28 minutos. Y luego un video mío que grabe de 3 minutos tardé cuatro meses. Luego el montaje si es un video corto tardamos un par de días, y si es un video largo una, dos o incluso un mes, todo depende.- ¿Qué importancia tienen las redes sociales?- Realmente si lo haces por disfrutar no tienen importancia. La tiene cuando quieres empezar a crecer en el deporte y tener algún sponsor, porque es una cosa que mira, si tú tienes muchos seguidores en Instagram, twitter, conoces a mucha gente a través de Facebook eso les va a ir bien. Porque si tu estas llevando su marca, cuanta más gente te conozca a más gente llegará. Eso es normalmente lo que buscan

Page 17: Execrable nº1

Página 17 Febrero 2016 Execrable Magazine

a parte de la calidad del rider.- ¿Qué componente social tiene la bmx?- Componente social, más que nada al poder descargar mucha energía montando en bicicleta, hay mucha gente que si no acaba en el bmx, igual estaría todo el día fumando porros o estirado por ahí, o el típico niño que tiene 15 años y se va a robar a gente para poder fumar. Y el bmx lo que hace es pedirte mucho, tienes que estar muy atento a él y entonces estas cosas las dejas un poco de lado. Es como la gente que le gusta mucho el futbol, que te entregas a una cosa y dejas las cosas malas de lado.- El bmx es un deporte de riesgo ¿Cuántas lesiones has tenido?- Sí que es un deporte de riesgo porque cada día te caes miles de veces, pero dentro de lo que cabe cruzo los dedos porque he tenido muchísima suer-te y la lesión más grave que he tenido ha sido un esguince de cuarto grado en el empeine del pie y eso que me he caído de sitios altos de 3 metros, pero no sé qué ha pasado, que dios me quiere mucho o algo y nunca me he hecho daño. Lo máximo que he estado apartado de la bici por una lesión, fueron dos semanas y media.- Aparte de las lesiones ¿Qué otros problemas te ha traído?- ¿Problemas? Yo lo que siempre digo del bmx que como no es como el futbol o el básquet, que tienes unos días de entreno a la semana al final acabas no entrenando pero montando casi todos los días porque es lo que te hace disfrutar .Alguna vez he tenido problemas con los estudios, porque en época de exámenes he querido estar con la bici o problemas con la pareja, que quizás ella ha querido quedar para hacer algo y a mí me ha tirado más la bici algunas a veces.- ¿Os pone muchos problemas la policía?- Aquí por Sant Boi y el extrarradio de Barcelona no tanto, pero en Barcelona depende de que zonas es una locura, porque claro estas bicis no tie-nen frenos ni reflectantes. Cualquier cosa que hagamos en la calle, dicen que “estem destruint el mobiliari urbà” y entonces nos multan. En ocasiones nos han amenazado con ponernos multas de hasta mil euros por practicar este deporte.- ¿Cuál es el truco del que te sientes más orgulloso?- Truco en si tampoco sabría decirte cual pero el truco que más me mo-tivó y más ilusión me hizo fue para mí video de bienvenida de la marca que me patrocinaba antes. Un truco que hice en un bordillo del MACBA que es muy técnico, ya que es una combinación de tres trucos y lo peligroso es que era un bordillo de dos metros y vas de espaldas para girar al final. Los cinco o seis mejores blogs del mundo de bmx destacaron la técnica que hacía falta para poder hacer ese truco y eso me hizo una gran ilusión. Es como para un jugador de futbol debutar con el Barça. Que te pongan en los mejores blogs del mundo del bmx y hablen de ti fue algo que me emocionó mucho.- ¿Hasta dónde quieres llegar en este deporte?- Quizás cuando empecé quería llegar a ser profesional, pero en España las cosas están muy difíciles. Que vivan de ello , con sueldo y demás, hay tres personas, dos que ya son leyenda porque tienen más de 35 años y un amigo coraje de pamplona que tiene 18 años y tiene muchísimo futuro, tiene una proyección increíble en el bmx. Yo busco pasármelo bien y si alguna tienda o alguna marca decide ayudarme pues eso que te llevas, que te pagan el hob-bie, pero tampoco quiero llegar a ser nada, yo quiero pasármelo bien con mis amigos, y decirle a la gente que empieza eso, que pasárselo bien y ya está.- ¿Cuál es la mejor experiencia que has vivido en el mundo de la bmx?- A mí lo que más me ha gustado y lo que más me engancho desde el primer momento, es que el bmx es como una familia, por ejemplo, viene alguien de otra parte de España a Barcelona y no hay ningún problema, no tiene que mirar ni hotel ni nada, se viene a dormir a mi casa o a la de algún colega. Y yo lo mismo, he conocido a gente de casi todo el mundo, puedo ir a casi cualquier parte sin preocuparme por donde voy a dormir. Además cuan-do viajas no es lo mismo ir por libre que no sabes los sitios, que ir con alguien que vive ahí, no tan solo por el bmx, sino que te pueden enseñar mejor la ciu-

“Nosotros nos expresamos de otra manera, expresamos con los trucos que hacemos, con el estilo que tenemos cada uno y también pues ir por la calle cualquier sitio diferente para poder hacer las cosas. Mostrar-le al mundo que no es nada malo, más que nada eso. La forma de expresarse a través de nuestro cuerpo y la bici.”

Page 18: Execrable nº1

Página 18 Febrero 2016 Execrable Magazine

dad, bares que tú jamás encontrarías y la comida típica de verdad. Otra de mis pasiones es viajar con lo cual la mezcla de las dos cosas es fantástica.- ¿…y la peor?- Antiguamente que Barcelona parecía un poco salsa rosa, éramos todos más pequeños, más impulsivos, no teníamos las cosas claras, había mucha envidia entre unos y otros. Igual ibas a Barce-lona para quedar y te hacían la furla o te grababan tomas para un video pero nunca aparecía porque lo destruían, era así. Pero gracias a dios, dos o tres personas que estaban por ahí dando por culo han desaparecido del mapa y vuelve a ser todo igual que cuando empecé, que da gusto. Puedes ir a Barcelona y te encuentras a un chaval que no sabe casi ni montar, le dices que se venga contigo, que lo mismo te encuentras al mejor del mundo, al Messi del bmx, que está por la zona y te dice de ir con él a montar. El estar practicando el deporte que te gusta con tus ídolos es algo que te llena mucho.- ¿Alguna vez has pensado en dejarlo?- Si, alguna vez se me ha pasado por la cabeza, pero luego recuerdas todos los buenos momentos y experiencias que te trae y se pasa. Ha habido momentos de más bajón o temas de sponsor que me han rallado, pero siempre acabas volviendo.- ¿Te ves montando con 40 años?- Esta complicado porque con cuarenta tendré el cuerpo muy jodido ya, yo creo que ya lo tendré con 30 pero ojala. Seguramente una bmx como ésta no, pero igual le pondría unas ruedas más gran-des y al menos para pasear. Ojalá tuviera hijos para poder transmitir lo que siento yo por este deporte.- ¿Cuál es tu motivación en la vida?- Estoy muy perdido, no sé cuál es mi motivación pero más que nada lo que siempre he hecho, ser fiel a mí mismo y sobretodo ser feliz, hacer que la gente de mi alrededor ,que es la más importan-te para mí, sean felices igual que yo, y disfrutar cada instante como si fuera el ultimo, porque vida solo tenemos una.- ¿Qué les dirías a aquellos que se inician en la bmx?- Que el bmx sobretodo no es llegar a ser nadie, sino es llegar a pasártelo bien con tus amigos y compartir algo con mucha gente, crear una gran familia. Es eso pensar en pasártelo bien, no ponerte metas de tengo que hacer este truco hoy, tu pásatelo bien y da igual que no sepas hacer casi trucos. Pásatelo bien y ya está, es lo que importa, disfruta.

Page 19: Execrable nº1
Page 20: Execrable nº1

“Sé que debería empezar esta historia como todas las demás. Presentar a los pro-tagonistas. Podría despistar y darle más importancia a los secundarios solo para jugar con la mente de los pocos que me lean. Debería presentar el idíli-co lugar donde se esconde mi historia. Determinar el momento y empezar a vomi-tar palabras de más o menos belleza y encandilaros lo que reste de mi relato con alguna historia de las muchas que desearíais vivir, pero no tenéis hue-vos a hacerlo. Pero en esta vida pocas veces nos dan lo que queremos y/o es-peramos. Damos por hecho que las cosas van a suceder tal y como lo planeamos, pero conocemos a Dios y al azar, nosotros tiramos los dados y él nos la mete por detrás. Por lo tanto, no empezare hablándoos de C, sino de su desaparición.”

CAPÍTULO 0

Página 20 Febrero 2016 Execrable Magazine

Page 21: Execrable nº1

Página 21 Febrero 2016 Execrable Magazine

Era hora de un cambio, era hora de dejar aquella ciudad gris, vivida centímetro a centímetro. No quedaba nada nuevo por explorar, ninguna esqui-na donde mear, ningún callejón donde no hubiera dejado sangre, vomito o semen. La vida en aquel paraje había llegado a su fin, él lo sabía. Todas las viejas prostitutas llevaban su inicial en la piel, una gran C tallada entre fricción y tibio sudor. C era del tipo de persona que sabía valo-rar cada arruga, cada cicatriz, le fascinaba la historia que se escondía detrás de cada marca, las repasaba una y otra vez con sus fríos dedos, incluso con su seca lengua. Pero las historias nuevas tienden a volverse rutinarias, monótonas; él siempre quiso desmarcarse de la mediocridad del plagio y lo cierto es que nunca fue conocido por su gran paciencia. La puerta siempre se cerró antes que el cigarro de después se consumiera.

Fue entonces cuando decidió marchar, dejarlo todo atrás. Todas aquellas “nuevas” historias, la fal-ta de renovación en la decoración de los calabo-zos de la comisaría, todas aquellas sombras que se encontraba en su día a día, todas ellas, ca-dáveres. Las personas se habían rendido, habían perdido toda identidad para pasar a formar parte de ese colectivo insípido llamado “Gente”.

Eventualmente todo le acabaría por aborrecer, in-cluso aquello que más valoraba. Las paredes de ladrillos decoradas con protestas, los carteles maltratados por la lluvia, el plano secuencia que se imaginaba en cada nueva pelea de borra-chos. Así era él, capaz de vislumbrar la belleza en los actos más repulsivos, en el hedor de cada callejón, en los cartones hechos mantas, en la desidia hacia la esperanza que alimentaba las llamas de cada bidón, en todos aquellos guantes rotos y en aquellas miradas que todavía logra-ban conmover pese haber abrazado el lado oscuro de la vida. Se agotaron los parques y los cajeros donde des-cansar, no había paso que no hubiera caminado con anterioridad, no encontraba una fragancia a la que embaucar. Sin existencias se leía en todos aquellos vicios a los que abrazar, se consumió el amor que algún día lo podría matar. Sin toda aquella motivación, ya no sabía silbar, ya no sa-bía escribir, ya no sabía ser ni estar.Y llegó la hora de despedirse, C agarró la última xibeca, la abrió, lanzó un generoso chorro al sue-lo y vació aquella botella como si de un perro se-diento se tratara. Necesitaba hidratarse, aunque las cervezas no entendieran de hidratación. Pero pese a las grandes arcadas que pudiese provocar,

el alcohol siempre venía acompañado de aquel ar-dor en el ano que tanto le gustaba, que le hacía sentirse vivo entre desmayo y desmayo.

La estación de autobuses no le quedaba demasiado lejos, andaba en eses, maldiciendo en voz alta. Se volvió para admirar lo poco que aquella ciudad le había ofrecido, lanzó con violencia la botella ya vacía contra la estatua conmemorativa que el ayuntamiento, orgulloso, había inaugurado meses atrás. Los cristales estallaron, desafortunada-mente la estatua no sufrió daños, desafortuna-damente no se quedaría allí el suficiente tiempo como para que alguna asociación pro estatuas le pudiera denunciar.Ahora solo quedaba esperar el autobús adecuado, el mejor destino para todos aquellos desterrados por voluntad propia. Un nuevo principio, pensa-rán muchos. Para él, otro final más con atuendos renovados. La gente desapareció de las paradas, no había forma de culparles. C no era muy social que dijé-ramos. Como mucho y si el día lo merecía, te hun-diría en la miseria gracias a sus grandes dotes para la dialéctica. Era tarde ya, hacía horas que no se vislumbra-ban faros de cualquier tipo. La noche se había vuelto cada vez más fría, aunque C era de sangre ardiendo, por ello no le veríais dudando ante las temperaturas. Lo único que jamás pudo calentar fueron sus manos, era un regalo de Dios, así nun-ca podría sentir la vida en aquello que tocara. Y fue entonces cuando el pesado vehículo apare-ció con las luces apagadas. Un autocar vació sin ganas de desvelar su destino y así lo aceptó el joven. Las puertas se abrieron torpemente, y del autocar bajaron tres almas en pena y un conoci-do olor a alcohol proveniente de la amarillenta boca del conductor. Sus dientes separados, sus encías consumidas por algún vicio de andar por casa y aquél aliento nauseabundo que conseguía que C se sintiera como en casa. Puestos a criticar, lo único que detestaba de aquél pobre empleado era su calvicie, no tanto la calva sino ese afán de ocultarla bajo 4 pelos engominados peinados en horizontal.

- ¿Hacia dónde se dirige? –preguntó el conduc-tor desganado.

- No estoy hecho para ningún lugar de los que puedas ofrecerme, pero esta noche soy tuya. Sorpréndame y no me haga tener que volver a abo-fetearle. –fulminó el alcohol que hablaba por C.

- A Poppy Town, pues.

Page 22: Execrable nº1

Página 22 Febrero 2016 Execrable Magazine

Las puertas se cerraron vacilantes y chirriando. Dentro del autobús no había luz, todo reposaba en calma bajo la atenta mirada de la oscuridad. C estudiaba asientos, disfrutaba del horrible tapi-zado de ellos y de su olor rancio. Se sentó donde creyó poder pasar desapercibido, se sacó la cha-queta andrajosa que se negaba a tirar y la gol-peó con el codo. De todos los asientos fue a caer a su lado. El jo-ven aún no se había acostumbrado del todo a la oscuridad, pero mirando al suelo, entendió lo que eran unas piernas femeninas, bastante mordibles, de las que hacía tiempo no veía y menos tan de cerca. C sacó un “cigarro” superviviente de sus bolsi-llos, lo encendió:

- ¿Te molesta? -preguntó a la penumbra.- Solo si no invitas. – las palabras nacían de la oscuridad, de un rostro escondido.

- Veo que no tienes rostro, ¿nombre tampoco? – C preguntó mientras dejaba el verde a medio camino.

- No me gustan que me encasillen. – respondió la desconocida, lanzó el humo al aire y prosi-guió. -Además ya tendremos tiempo de conocernos no intentes correr más de lo que tus piernas se pueden permitir, C.

Después de compartir el piti de celebración que C guardaba para sí mismo, este se quedó dormido. Para cuando él despertó ella había desaparecido, el conductor tosía al borde de la muerte o de vo-mitar un hígado y en la cabeza del pasajero solo podíamos ver aquellas largas piernas bailando agarradas a la imaginación; tan femeninas, tan comestibles. Y aquél acento mejicano…No se preguntó cómo sabía su nombre, no se preo-cupó o lo pasó por alto. Se ladeó en su asiento, cerró los ojos y la vio en aquella nana triste de su infancia, aquella que siempre lo durmió entre lágrimas.Sin nada mejor que hacer C volvió a dormirse. Era eso o disfrutar de la terrible conducción de aquél calvo que más que tener una licencia, pare-cía que acababa de robar un autobús que en rea-lidad le quedaba grande. Y durmió. Durmió para que su cabeza no tuviera la oportunidad de preo-cuparse por llegar o no a aquél destino que des-conocía; con un bonito nombre eso si, Poppy Town. Un nombre que se le antojaba a burdel, uno de esos que que fingen jugar en las ligas mayores hasta que los muelles te perforan tus deteriorados ri-ñones mientras te cabalgan y tus orgasmos se los

dedicas a las humedades en el techo.

Sería raro de hablar del tiempo que había trans-currido hasta que C abrió los ojos. Esa forma de dañar nuestras retinas y colarse en nuestra cabeza como alfileres tan minúsculos que unica-mente se sienten cuando los retiran de la zona del cerebro donde los habían clavado. Seguía bo-rracho como era habitual. Fracasó en su primer intento por incorporarse, de hecho, al intentar agarrar el asiento del otro lado del pasillo, agarro aire más que asiento y se desplomó con la divina fortuna de cabecear con todo su peso iner-te el plástico del que están hechos esos asientos golpeadores.Más o menos se abrió la cabeza o eso advertía la sangre que brotaba de esa fresca brecha cayen-do por sus mejillas, colándose en su paladar, el metálico sabor de siempre. Gracias a el alcohol y/o las consecuencias físicas y psicológicas de él, más la sangre caída en la batalla, C no había tenido tiempo de notar que el vehículo estaba ex-trañamente parado. Se dirigió todo lo lento que pudo a la salida, la puerta estaba abierta, el calvo estaba dormido sobre el volante. Su cami-seta de tirantes interior estaba peor por detrás que por delante. El pantalón finalizaba en el paisaje antes que ese peludo y gordo culo. Lo peor fue ver esa garganta de pelos que separaba ese desierto de grasa y esos granos que mezclaban ese blanco y verde de la pus con ese rojo circulo que servía las veces como diana. Por encima de esa obra de arte la camiseta aparecía en escena. Presentando una primera parte de la misma en un tono marrón que se iba difuminando en un tono blanquecino que difería de el original.

Gracias al desprecio que sentía por el infeliz conductor se quedó mirándole más de la cuenta y gracias a ese tiempo extra vio la inerte car-tera del conductor en el suelo. La abrió aga-rró los pocos manoseados billetes que guardaba y una tarjeta mucho más útil. Al bajarse alzó la vista para descubrir dónde coño estaba. Arboles, se veían arboles y a escasos metros un oxidado letrero donde se entendía: “Bienvenidos a Poppy Town”. Una bajada de tensión le precipitó hacia el suelo de nuevo, esta vez logró ser más rápido apoyándose en el cartel, dejando una huella de sangre. Poppy ya tenía su sangre, what else?

Page 23: Execrable nº1

RÓTULA

Page 24: Execrable nº1

Página 24 Febrero 2016 Execrable Magazine

PODCAST DEL DOCTOR PATELLA, DÍA 21 DE OCTUBRE DE 2015

DEBEMOS PARAR Y PENSAR

hace millones de años el que es ahora el ser humano, comenzó a caminar sobre dos patas

al poder usar las manos, el ser humano con el tiempo comenzó a fabricar sus propias

herramientas

no apreciando su diversidad...desde ese momento, el ser humano

ha encontrado distintas maneras de diferenciarse del resto

el cerebro humano empezó a desarrollarse y poco a poco la “inteligencia” de la nueva

especie, le hizo dominar el planeta

un motivo para sentirse poderosoun motivo para dominarsino para tener un motivo por el que matar

Page 25: Execrable nº1

quizás hayamos dado ya demasiados pasos, quizás nos equivocamos de camino

es por eso que desde aquí os invito a parar y pensar

¿HAY ALGÚN PROBLEMA?

¿QUÉ DICES IMBECIL? VETE

DE AQUÍ

¿NO ME HAS OIDO BIEN? VETE O

serás tu el que los tenga

Página 25 Febrero 2016 Execrable Magazine

Page 26: Execrable nº1

Página 26 Febrero 2016 Execrable MagazinePágina 26 Febrero 2016 Execrable Magazine

¡¡¡crash!!!

primer aviso

y una mierda me vas a dar avisos

creeme, solo te queda uno más

¡¡CRASH!!¡¡¡eres una

puta!!!

¡¡¡y tu un hombre muerto!!

primer aviso

te mataré cabronazo

y una mierda me vas a dar

avisos

créeme, solo te queda uno

más

gracias por salvarme, no

se como podría agradecértelo

yendo al hospital para que te miren

las heridas

...quizás ésta es nuestra última oportunidad para poder caminar hacia algo mejor

Page 27: Execrable nº1

A veces

A veces una sola gota es suficiente para teñir el papel

Un ligero empujón con manos delicadas te lanza por los aires

Una pastilla o dos te calman sin piedad durmiéndote para siempre

Una única calada no te reconforta

Y una taza de café no te des-pierta de una realidad

Donde una sombra aterra más que

una persona

Y no decir nada

duele más que un tiro

Por Óscar C.

Page 28: Execrable nº1

Página 28 Febrero 2016 Execrable Magazine

TRÁS LA CLAQUETA: EL DIRECTORCon los Oscar en el ambiente, se hace imposible no hablar de cine, y es que hasta el menos cinéfilo tiene su opinión al respecto.

Sin embargo, no vamos a inaugurar la sección hablando de los premios estrella de la indústria. En una película pueden llegar a intervenir decenas de personas: actores, especialistas, técnicos de sonido, cámaras, guionistas... pero hay una de ellas que prevalece aunque en muchas ocasiones su trabajo puede parecer difuso. El director.

Si os pidiese que nombrarais cinco directores de cine, seguro que lo haríais sin demasiados problemas: Spielberg, Scorsese, Almodóvar, Hitchcock, Nolan... A todos nos suenan. Es fácil nombrar alguna película de ellos e incluso es posible que

seamos capaces de ponerles cara. Pero ¿Y si os pidiese que describierais en qué consiste realmente su trabajo?

Lo primero que hay que dejar claro es que un director, no es necesariamente el autor del guión de la película. Puede haber casos en los que el director sea también el guionista o uno de los guionistas de un film, pero no es parte intrínseca del trabajo de dirección.

La función del director es la de convertir una historia escrita en una historia contada en imágenes según su propia visión o interpretación.

Lo explicaremos mejor con el siguiente ejemplo:

Un director lee un guión. La historia de ese guión trata de un tema concreto, pero además le ha generado al director unas determinadas sensaciones. La función del director será conseguir transmitir esas sensaciones a la hora de contar la historia en imágenes buscando los planos que visualmente más las refuercen bajo su punto de vista, guiando a los acto-

Page 29: Execrable nº1

Página 29 Febrero 2016 Execrable Magazine

res para que interpreten a los personajes como él los estaba viendo mientras leía el guión, y en algunos casos, poniendo su punto de vista personal al respecto de lo que se cuenta para que el espectador sea partícipe.

En otras palabras, el director es el encargado de coger de la mano al espectador y guiarlo a través de su forma de contar la historia.

¿Cómo lo hace?

El director dispone de varias herramientas para contar la historia: los tipos de plano, la iluminación, la manera de tra-bajar el montaje, la estética de los personajes y escenarios, las interpretaciones de los actores...

Esto nos lleva a otro punto interesante a tener en cuenta. El director no está solo.El cine es un trabajo en equipo, y cada miembro de ese equi-po está para conseguir que la visión del director se haga una realidad.

Aunque hay directores más dominantes y otros que prefie-ren dar más libertad a sus miembros de equipo, podemos decir sin miedo a equivocarnos que el director de fotografía ayudará al director en la toma de decisiones respecto a la iluminación, ópticas e incluso encuadres determinados. El director de arte por su parte hará lo própio con la estética del film en términos de atrezzo, vestuario o decoración y el montador en términos de edición. Por supuesto los actores tienen también su punto que aportar a su propia visión de los personajes.

Un buen director es aquel que sabe sacar lo mejor de cada miembro de su equipo, defendiendo sus decisiones o ce-diendo ante buenas ideas, a fin de conseguir contar la mejor película del guión que ha leído.

Y aquí hay un detalle importante. La película la firma el director, porque la decisión de aplicar una opción u otra pasa por él, independientemente de que se trate de una idea de otro de los miembros del equipo.

¿Cómo podemos valorar si un director es bueno o malo?

Miremos una película cualquiera. Una vez la hallamos visto, volvamos a verla una vez más, pero esta vez vamos más allá de lo que nos cuenta el guión. ¡Es posible que cada vez que el peligro aceche se nos muestre con un determinado plano? ¿Vemos una progresión visual en los personajes o las situa-ciones? ¿Significan los colores algo más que pura estética? ¿Cuando suena la música y cuando para? ¿La sucesión de dos planos nos genera alguna idea respecto a lo que vemos?

Hay muchas cosas en las que fijarse y he ahí el quid de la cuestión. El director ha inventado unas normas para contar la historia. Cuando vemos la película por primera vez esas

normas son asumidas inconscientemente y es posible que nos hayan despertado sensaciones respecto a un personaje, una situación o la propia historia en sí. Pero si volvemos a verla, podremos ser conscientes de muchas de ellas. Veremos los múltiples niveles que la película tiene para llegar a no-sotros e incluso de contarnos algo más profundo que lo que indica el guión.

Directores como Hitchcock, Capra o Kubrick dotan a sus films de innumerables capas, tratando con cariño desde la fotografía, (con todo lo que de por sí implica), hasta el soni-do más mínimo que nos es audible.

Y es que una buena película no requiere de un enorme pre-supuesto y grandes efectos... si no de alguien que quiera con-tar algo, sepa hacerlo y sepa sacar lo mejor de su equipo para conseguirlo. Ese es el director, y ese es su trabajo.

Page 30: Execrable nº1

Página 30 Febrero 2016 Execrable MagazinePágina 30 Noviembre 2015 Execrable Magazín

GÉNESIS 19Pero Lot subió de Zoar y moró en el monte, y sus dos hijas con él; porque tuvo miedo de quedarse en Zoar, y habitó en una cueva él y sus dos hijas. Entonces la mayor dijo a la me-nor: Nuestro padre es viejo, y no queda varón en la tierra que entre a nosotras conforme a la costumbre de toda la tierra. Ven, demos a beber vino a nuestro padre, y durmamos con él, y conservaremos de nuestro padre descendencia. Y die-ron a beber vino a su padre aquella noche, y entró la mayor, y durmió con su padre; mas él no sintió cuándo se acostó ella, ni cuándo se levantó. El día siguiente, dijo la mayor a la menor: He aquí, yo dormí la noche pasada con mi padre; démosle a beber vino también esta noche, y entra y duerme con él, para que conservemos de nuestro padre descendencia. Y dieron a beber vino a su padre también aquella noche, y se levantó la menor, y durmió con él; pero él no echó de ver cuándo se acostó ella, ni cuándo se levantó. Y las dos hijas de Lot concibieron de su padre. Y dio a luz la mayor un hijo, y llamó su nombre Moab, el cual es padre de los moabitas hasta hoy. La menor también dio a luz un hijo, y llamó su nombre Ben-ammi, el cual es padre de los amonitas hasta hoy.

lecciones de la vida o cómo cometer in-cesto con tus dos hijas estando borracho

Page 31: Execrable nº1
Page 32: Execrable nº1

Página 32 Febrero 2016 Execrable Magazine

Apoyó las piernas entumecidas. Al contacto con el suelo, un cosqui-lleo recorrió su cuerpo desde la cabeza hasta la punta de los dedos de los pies. Tanteó el entorno. Se encontraba en una sala completamente vacía con paredes de color blanco. No había puertas.De pronto dos formas circulares comenzaron a dibujarse en la pared que tenía enfrente, pudo distinguir un círculo azul y otro amarillo de idéntico tamaño. Se movían en forma de espiral, bailando uno alre-dedor del otro, hasta encontrarse en el punto medio y entrecruzarse para formar en medio de ellos una nueva forma blanca creada por la intersección de ambos.Poco a poco, el hombre que permanecía de pie en aquel salón vacío comenzó a abandonar el aturdimiento, y tuvo ocasión de estrenar sus brazos moviéndolos ligeramente de un lado a otro. -Tómeselo con calma- Sonó una voz femenina, era dulce y le resul-taba familiar- Le llevará unos minutos acostumbrarse a esta nueva realidad.El hombre emitió una especie de sollozo ahogado. No podía hablar.-Ah, perdón… Espere un instante, por favor- Rogó la voz de nuevo- De acuerdo, hable.Se hizo un pequeño silencio, y el hombre dijo:-¿Ya está? -Sí. ¿Cómo se encuentra, Carlos?-Bien, me encuentro bien. Ya puedo andar.Carlos recorría la sala sorprendido de su propia capacidad para mo-verse por ella. Ya recordaba quien era la mujer, y de pronto recordó también todo lo demás.La intersección de círculos en la pared había desaparecido y en su lugar se proyectaba la imagen de una mujer. Era muy atractiva. Vestía un traje chaqueta morado y lo observaba con las manos entrecruzadas y un gesto amable. De pronto esa imagen comenzó a adoptar forma tridimensional, casi como si saliera de la pared. Antes de darse cuen-ta siquiera, la mujer permanecía de pie junto a Carlos, tan tangible como él mismo. -Las leyes de aquí son extrañas al principio-rió la mujer. Era joven, no alcanzaría los treinta y cinco años. -¿Puede salir gente de las paredes?-En una sala privada, puede hacer prácticamente lo que se le ocurra. Depende del universo y las normas que en ellas rijan. Es diferente en una sala común. Las normas de las salas comunes se asemejan a las del mundo real, hay excepciones claro, pero están reguladas. A ésta le llamamos el Recibidor. Le puedo enseñar…-Prefiero verlo por mi cuenta, si no le importa – Atajó él.-En absoluto señor, utilizaremos una sala común. Metrópolis IV, por ejemplo.El hombre asintió y la sala se envolvió en neblinas y se desvaneció.Al cuarto pestañeo se encontró en otro lugar. Estaba metido en un habitáculo mucho más pequeño, una especie de armario. Frente a él había un pomo. Lo giró y empujó hacia fuera. Se encontraba en una calle, aunque no reconocía la ciudad.Sacó la mitad de su cuerpo hacia el exterior. Los transeúntes iban de un lado a otro despreocupados, algunos en grupos. Era difícil cata-logarlos porque el conjunto resultaba de lo más variopinto que ha-bía visto jamás. Había varios hombres y mujeres vestidos de traje, otros en bañador, algunos incluso iban disfrazados de un grupo de superhéroes. No eran muchos, pero tampoco eran pocos. Suficientes, pensó. Emergió definitivamente y se dio la vuelta para descubrir que

Page 33: Execrable nº1

Página 33 Febrero 2016 Execrable Magazine

efectivamente estaba metido en algo muy parecido a un armario de color negro, a sus pies se había dibujado un perímetro en el que no se permitía permanecer. Carlos obedeció, cerró la puerta tras de sí, y avanzó un paso hacia adelante, encontrándose ya fuera de la zona prohibida. Miró hacia los lados y descubrió una larga fila de armarios negros idénticos, cientos de ellos. Detuvo la vista en una mujer especialmente atractiva. Andaba inmer-sa en un baile de sensualidad que quitaba el hipo. Lucía un vestido rojo imposible, que dejaba en evidencia unas formas perfectas, in-creíblemente perfectas. No alcanzó a verle el rostro, se perdía entre la multitud. Carlos se encogió de hombros, deshaciéndose de la paráli-sis que le había ocasionado la visión.Era un día nublado. Carlos vestía un elegante traje de lino azul ma-rino, zapatos de cuero y una camisa de algodón egipcio como la que había visto en un anuncio la semana anterior. Qué camisa, pensó. Dio unos pasos. Se fijó en que realmente aquello era una especie de gran calle peatonal. Se respiraba actividad y había gran cantidad y variedad de comercios, repletos todos ellos de clientes. A su derecha encontró una tienda de ropa para caballeros. Le sobresaltó el sonido de un teléfono móvil que tardó unos segundos en descubrir que se encontraba en su bolsillo derecho del pantalón. -¿Cómo va eso, Carlos? Si necesitas ayuda voy a dónde estás.-No, gracias. Estoy bien. ¿Puedo comprar aquí?-Sí. Te he introducido en una sala de la serie Metrópolis, hay unos cuantos millones de salas en esta serie. En esta se recrea de forma fiel como sería la vida en una gran ciudad libre de contaminación, trá-fico, ruidos molestos, delincuencia, en fin… Ya sabes. Cada artículo que compres se almacenará en tu inventario. En este caso, estás ante una tienda que imita la forma de comprar del mundo real. Entra, es como un gigantesco comercio en el que disponen de todas las tallas y siempre hay probadores libres.Colgó el teléfono y se dirigió hacia la tienda, la temperatura de la calle era agradable. Se iba a poder acostumbrar a aquello. Cogió una bocanada de aire y entendió que su cerebro estaba siendo engañado,

pero fue el aire más puro que había respirado, y que iba a respirar. De golpe sintió un fuerte empujón, indoloro pero violento, que le hizo caer al suelo y dar varias vueltas. Se le nubló la vista, oyó gritos. Se encontraba a oscuras, y de pronto en una calle parecida a la an-terior. Confuso, trató de levantarse, pero su cuerpo se encontraba totalmente bloqueado. Las texturas de los edificios, las calles, las fa-rolas y todo el resto del decorado de la ciudad cambiaron de colores, centelleaban y algunos se esfumaban, para volver a aparecer en el mis-mo sitio o en otro distinto. No había nadie en aquel lugar. No podía girar ni siquiera la cabeza, por lo que solamente tenía acceso visual a una bocacalle que ascendía hasta perderse en la vista. Parecía que aquel mundo parpadeaba, se retorcía, y que en cualquier momento iba a desaparecer. La ansiedad comenzó a hacerse dueña de Carlos. Parecía atrapado, y no tenía manera de comunicarse con la comercial ni de moverse hasta un punto de extracción. Pensó en gritar, pero su garganta no respondía. Tampoco serviría de nada, pensó. De pronto oyó pasos, como si se encontrara en una sala cerrada, y no en medio de la calle. Dos voces empezaron a hacerse nítidas, nacieron en forma de susurro y a los pocos segundos eran ya perfectamente audibles para Carlos. Podía oír a dos hombres, pero no podía verlos. Seguía visua-lizando la imagen de la bocacalle.-Ha salido, bien. Tom, haz tu trabajo. No creo que tengamos más de cinco minutos – Dijo una voz ronca.-Sí, empiezo- contestó la segunda. Esta era más suave pero arrastraba un pequeño acento que Carlos no supo reconocer.Pasaron algunos segundos de eterno silencio. La ansiedad de Carlos aumentaba, era extraño que no le hubiesen sacado ya. Pero no tar-darían en hacerlo. Lo de las voces no sería más que alguna especie de interferencia.-Espera- Dijo Tom.Se hizo otra vez el silencio.-Aquí hay alguien.-¿Qué dices? Eso es imposible. -Alguien se quedó en la sala. Joder Marcos, hay un usuario en la sala.

Page 34: Execrable nº1

Página 34 Febrero 2016 Execrable Magazine

-¿Cómo es posible? ¡Desconéctalo joder!-Espera… Creo que puede oírnos.-¡Desconéctalo, por tu madre!El mundo se hizo borroso y se deshizo en una ilusión. Despertó don-de se había dormido, en la Tienda de Sueños.Carlos había oído hablar de aquello en el trabajo, una realidad vir-tual, pero tan real como la misma vida. Desde hacía diez años, se había hecho con ciento cincuenta millones de usuarios, el mundo se había revolucionado como un remolino en un desagüe. Ese des-agüe era el sueño virtual. Desde los deseos más infantiles, a los más extravagantes y sórdidos, allí todo tenía cabida y sobretodo precio. Las aventuras que no podías hacer, las vacaciones que no te podías permitir, el coche que no podías conducir, la puta a la que nunca podrías pagar. En realidad había una parte de ello que no había cam-biado tanto: el mundo ya estaba sumergido en la red antes de llegar el sueño compartido, así que la mayor parte de éste no tuvo demasiados reparos en traspasar el monitor y transportar su conciencia para emu-lar sensaciones que ya no creía capaz de reproducir en el mundo real. Para algunos, se habían cambiado las tornas, y ahora el mundo real era el sucedáneo de la realidad onírica creada por el hombre.Desde hacía algunos años, el concepto había evolucionado, y la expe-riencia ya no se limitaba solamente a momentos esporádicos de en-tretenimiento. Algunos descendían al sueño virtual para hacer parte de su vida diaria: quedar con familiares, comprar, incluso trabajar. Ya existían puestos de trabajo que requerían una suscripción al servicio. Muchas empresas habían descubierto que era mucho más rentable si-tuar las oficinas en un espacio intangible y que cada trabajador se co-nectara físicamente desde su casa, creando servidores que emulaban oficinas mucho más grandes, bonitas y equipadas que las que podían (más bien querían) permitirse en el mundo real. Era posible realizar llamadas y enviar e-mails desde la nube (como le llamaban muchos) al mundo real en tiempo real. Toda una revolución.Resultaba evidente que aquella idea no hacía más que expandirse, tan rápido o más que lo hacían las leyes y la moral de los hombres

y mujeres que poblaban el mundo. Carlos era uno de los que, tras mucha reticencia, habían sucumbido al deseo y la intriga, y se había dirigido aquella mañana a una tienda por la que pasaba cada día en el trayecto de su trabajo de recepcionista de gimnasio a su piso, cinco calles más abajo.La vendedora vendió, y él compró, como se esperaba de ambos. Antes de firmar el contrato la mujer le ofreció una prueba del producto, y fue cuando Carlos entró en aquel universo intangible, el cielo en la tierra. Lo hizo por varios motivos, pero en esencia por el mismo que todos: escapar. En gran medida, el sexo era un gran aliciente, pero también lo era la necesidad de autorrealización, la evasión de los complejos, abandonar al perdedor que se había sentido desde su nacimiento y dar vida a un nuevo personaje. Escogió, como la mayo-ría, un cuerpo más atlético, un rostro más bello, más pelo y una ropa más cara. En definitiva, su avatar (así se le llamaba) era una simple proyección de sus anhelos.Cuando despertó, un grupo de personas lo observaban alrededor de la butaca roja en la que le habían conectado los electrodos al cerebro. Estaba sudando, y de entre todos los rostros reconoció el de la vende-dora, leyó el terror en su rostro. -Por favor, déjenme espacio – Dijo uno de los hombres.Le tomó el pulso, y comprobó la dilatación de sus pupilas con una pequeña linterna. Chasqueó los dedos ante sus ojos.- ¿Cómo se encuentra?-Dijo el hombre.-Algo mareado, y confuso-Dijo Carlos.-Bueno, tranquilícese. Permanezca sentado un poco más. El hombre se incorporó y se retiró a unos metros para hablar con otro, más menudo y canoso. -Está catatónico, pero se recuperará.

Page 35: Execrable nº1
Page 36: Execrable nº1