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Martha Yllescas Altamirano Versión final de Estudio de Caso sobre la experiencia de La Cuculmeca en incidencia en Presupuestos Municipales participativos y equidad de género, en el municipio de Jinotega. Documento a ser presentado en la Feria de Aprendizajes sobre Género y Gobernabilidad Local, 29 agosto de 2013.

ESTUDIO DE CASO

LA CUCULMECA: “INCIDENCIA EN PRESUPUESTOS

MUNICIPALES Y GÉNERO”

Feria de Aprendizajes “Género y Gobernabilidad Local”

Estudio de Caso La Cuculmeca: Incidencia en Presupuestos Municipales y Género

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Breve historia de la organización

La Cuculmeca es una asociación civil sin fines de lucro, ubicada en la ciudad de Jinotega, cabecera del departamento del mismo nombre, a 146.35 kilómetros de la ciudad de Managua.

En su misión se expresa que “es una asociación de educación y comunicación que facilita e incide en la gestión sostenible del medio ambiente y la participación de las comunidades en su propio desarrollo”.

Su visión al 2020 está planteada en torno a dos ejes; para la Gente y el Ambiente señala que esperan que “Las familias generan cambios para el desarrollo humano sostenible a nivel personal y colectivo” y a nivel de la organización indica que “La Cuculmeca es una organización referente de experiencias exitosas, implementadas a nivel local y nacional”.

Por esta razón realizan distintas acciones de educación, comunicación e incidencia para niñas, niños, adolescentes, jóvenes y personas adultas (de ambos sexos) con el fin de contribuir a la formación de una cultura basada en ideas, valores, costumbres y concepciones sobre: desarrollo humano sostenible, medio ambiente y recursos naturales, igualdad entre los géneros y generaciones.

El Punto de Partida: La conformación del Comité de Desarrollo

La constitución del Comité de Desarrollo Municipal de Jinotega - CDM abrió la oportunidad de que los actores locales participaran en forma más directa y ordenada en la gestión municipal y del desarrollo local. Su constitución puede detallarse así:

A fines de 1999 el Concejo Municipal de Jinotega decidió iniciar la elaboración del Plan Estratégico Municipal. En marzo de 2000, se realizó el primer taller de actores para la elaboración del análisis FODA del Municipio. En mayo de 2001, se realizó la entrega del Plan Estratégico Municipal (PEM) al Concejo Municipal de Jinotega.

En junio de 2001 se organizó un taller con la Red de Organizaciones de la Sociedad Civil–Red OSC de Jinotega para conocer la Estrategia Reforzada de Crecimiento Económico y Reducción de la Pobreza-ERCERP y analizar su articulación con el PEM. En julio se hizo la primera discusión del Plan Estratégico Municipal y en agosto se organizó un segundo taller con la Red OSC, para conocer la legislación municipal de cara a la organización del Consejo


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de Desarrollo Municipal-CDM y las comisiones sectoriales. Ese mismo mes se realizaron diversas sesiones del Concejo Municipal con la participación de todos los sectores, instituciones, organizaciones de la sociedad civil y gremiales.

Además la Comisión de Seguimiento inició el proceso de elaboración de la propuesta de ordenanza para la organización y funcionamiento del CDM. En el mes de octubre del mismo año se realizaron 12 talleres de consulta con líderes de diversas comunidades, reuniendo recursos de las organizaciones de la sociedad civil.

En febrero de 2002 se finalizó la elaboración de la propuesta de ordenanza para la organización y funcionamiento del CDM, la que se entregó al Concejo Municipal. Durante los meses de marzo y abril, la Comisión de Seguimiento trabajó en la priorización de Proyectos Estratégicos. En mayo se aprobó la Ordenanza Municipal 02-02 para certificar el funcionamiento del Comité de Desarrollo Municipal.

En enero de 2003 tuvo lugar la aprobación del Reglamento Electoral del CDM, la conformación de las Comisiones Sectoriales, Asambleas y Comités Distritales Urbanos y Rurales; así como la publicación de la Ordenanza y Reglamento Electoral. En febrero dio inició la organización del proceso electoral en los distritos rurales y urbanos.

En ese momento, el contexto era muy favorable para el trabajo de participación ciudadana, los Comités de Desarrollo Municipal - CDM habían empezado a funcionar en casi todo el país, con representaciones comunitarias de la juventud, las mujeres y hombres adultos.

El trabajo de La Cuculmeca para la incidencia en presupuestos públicos municipales dio inicio en 2004, con la conformación del Programa de Participación Ciudadana, que antes había sido un componente de un proyecto financiado por Intermón Oxfam para la diversificación


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productiva en el municipio de El Cuá y otro para el Fortalecimiento del Tejido Social, en el municipio de Jinotega.

Se detectó que había poca formación e información para hacer una gestión comunitaria y una participación ciudadana eficiente. Las personas no conocían las competencias de las municipalidades, sus sistemas de planes y demás funcionamiento.

Se empezó haciendo formación con los-as líderes-as de las comunidades. El propósito era compartir conocimientos y desarrollar nuevas habilidades y destrezas, de cara a la gestión comunitaria, su relación con los gobiernos municipales y resto de la sociedad civil. Parte importante de los contenidos se orientaban a aclarar el funcionamiento del sistema de planificación municipal y los presupuestos públicos, cómo se hacen y cómo funcionan.

El avance del proceso requirió un ordenamiento interno de la estructura de la Cuculmeca. Se creó el Programa y se definió que su cobertura incluiría todo el departamento de Jinotega. El propósito del programa, en estrecha vinculación con la misión de la organización, fue definido en términos de procurar desarrollar a los actores locales, para que puedan identificar sus demandas y buscar soluciones a las mismas, tratando –ahí donde fuera necesario – de encontrar los recursos y ayudas externas para su implementación efectiva.

Desde el periodo 2004-2007 se gestionaron diversos proyectos de Participación Ciudadana, especialmente con la intención de lograr el fortalecimiento de los CDM y sus expresiones comunitarias. Ese esfuerzo se acompañó con procesos de formación a líderes e integrantes de otras OSC, cooperativas y organizaciones gremiales.

En ese periodo, con el desarrollo del proceso de formación se logra negociar y saber cómo se elaboran los presupuestos, las personas del grupo meta empiezan a expresarse mejor en las comunidades y a hacer procesos de incidencia de manera más ordenada.

La cobertura del programa incluía principalmente a hombres y mujeres de los municipios de El Cuá, Wiwili, San José de Bocay, Santa María de Pantasma, San Rafael del Norte, San Sebastián de Yali y La Concordia, donde se facilitaba procesos de formación con organizaciones de sociedad civil, especialmente cooperativas de mujeres y UCAS mixtas, de productores de café, y cooperativas de servicios múltiples.

La noción de desarrollo: Desarrollo local endógeno de construcción colectiva

En La Cuculmeca la noción del desarrollo local está estrechamente vinculada con la visión del desarrollo rural, que se expresa claramente en los planteamientos de los propios


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actores locales, que se asienta en la difusión de los planes y políticas nacionales para el área rural, para lo sectorial y nacional. Eso se concreta luego en los distritos y en el nivel municipal, pero también se vincula con las finanzas de la municipalidad, sus ingresos y transferencias de fondos, su disponibilidad de fondos para el gasto público.

Para nosotros en el Programa de Participación Ciudadana de La Cuculmeca, el desarrollo local es visto como un proceso de formación, que brinda herramientas para que los actores locales gestionen el desarrollo de sus comunidades, desde sus sueños y aspiraciones. Queremos que la gente tenga su propia visión del desarrollo comunitario, por ello hemos realizado procesos de diagnóstico comunitario para la identificación de necesidades y demandas, para que puedan plantear planes estratégicos y definir cómo quieren que sea su comunidad en el mediano y largo plazo. Se concibe pues el desarrollo local desde la perspectiva de los propios actores, en una construcción local del tipo de desarrollo que quiere la gente.

Estas visiones luego se han incorporado en los planes estratégicos municipales, como Marco de Políticas que sintetizan los consensos logrados entre los distintos actores locales de cada municipio.

De otro lado, pese a que los proyectos no estaban dirigidos específicamente a mujeres, la incorporación del enfoque de género parte del interés de las mujeres expresado en los procesos formativos, donde confluían mujeres y hombres, adultos y jóvenes, que se encontraban y presentaban sus propuestas, en la búsqueda de construir consensos y que se incorporaran las demandas de todos los grupos. Son entonces las propias mujeres quienes plantean la necesidad de destacar su participación y de integrar sus necesidades y demandas específicas en el desarrollo local.

Ciertamente La Cuculmeca tiene una visión que plantea la inclusión de las mujeres y sus derechos, pero no tenemos proyectos orientados solo a mujeres. Los aspectos de género se abordan directamente en los procesos de formación, lo que ha facilitado que las mujeres estén y se reconozcan como colectivo con identidad de género.

La organización tiene una política de género, elaborada en el año 2011, que define cuál es el enfoque que se utiliza, que es el de Género en el Desarrollo; con un abordaje de empoderamiento de las mujeres, que reconoce que su participación ciudadana solo es posible si ellas transitan por un proceso de cambios y transformaciones, en la vida personal, familiar y en su inserción en el espacio público. Sobre esto hemos reflexionado mucho a lo interno –señala Aracelly Herrera, de La Cuculmeca– para valorar cuál es el costo que las mujeres asumen como personas por su participación en los espacios de toma de decisión, pero también cuánto debe ser reconocido dicho esfuerzo.


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Más de 500 personas han participado en los procesos de auditoría social con enfoque de género, especialmente mujeres y jóvenes, (338 mujeres, 170 hombres adultos y 60 hombres jóvenes); se han desarrollado 23 talleres formativos sobre el tema de presupuestos con enfoque de género, en los que han participado unas 665 personas (252 mujeres y 213 varones).

Buenas Prácticas: Participación ciudadana de los actores locales

En la Cuculmeca se han venido haciendo múltiples esfuerzos relacionados con la promoción del desarrollo local, así como en materia de construcción de ciudadanía y participación con equidad de género. Los ejes principales de trabajo se relacionan con:

a) Lucha contra la violencia de género: se hace prevención brindando información sobre las causas y mecanismos con que opera la violencia hacia las mujeres y los daños que provoca a las personas y la sociedad. Se hace formación con el personal, se coordinan esfuerzos con la Comisaría de la Mujer del departamento y se ha hecho algún acompañamiento ocasional a víctimas de violencia, en casos considerados emblemáticos.

b) Empoderamiento político y participación en la toma de decisiones: se trabaja desde la promoción y facilitación de la participación ciudadana con hombres y mujeres, jóvenes y adultos. En la formación se incluye brindar herramientas para la participación efectiva de las personas en la comunidad y el municipio.

c) Incidencia en Políticas de Género Municipales: se hizo un esfuerzo en este sentido en el municipio de El Cuá, donde las organizaciones comunitarias construyeron una propuesta de Política de Género, que se negoció con el Concejo Municipal y se logró su aprobación. En Jinotega no se ha podido hacer, aunque se incorporó el enfoque de género en el Plan Estratégico Municipal, pero con el cambio de gobierno de 2007 eso quedó relegado y el cierre del espacio dificultó la incidencia de cualquier tipo. Sin embargo, se construyó una Política de Género, pero con poca participación de la población. La Secretaría de Género Municipal no tiene fuerza en la toma de decisiones internas, solo se orienta a trabajar con las mujeres. Ahora cualquier posibilidad depende de las alianzas con actores privados-particulares que están dentro de las alcaldías, pues la única preocupación de las autoridades es su modelo de gestión y participación; pese a lo cual, las mujeres y jóvenes con los que hemos trabajado si están participando. Hay mucho esfuerzo en el tema, pero poca voluntad política.

d) Presupuestos Género sensitivos y Auditoría Social: este eje se viene trabajando desde 2004, y a él pertenece la experiencia que se va a compartir.


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e) Empoderamiento Económico: se hacen diversos esfuerzos dirigidos hacía hombres y mujeres rurales, que son productores individuales; pero también con Cooperativas de mujeres para contribuir a su fortalecimiento y con grupos de jóvenes de ambos sexos, a quienes se acompaña en sus iniciativas productivas y de generación de ingresos.

Las demandas de las mujeres: Satisfacción de necesidades prácticas

En el año 2004, se inició el proceso de formación a líderes-as comunitarios para fortalecer su participación ciudadana, en dos de los municipios del departamento, Jinotega y El Cuá. En ese proceso de formación, que duro desde 2004 hasta 2010 y que incluyó aspectos acerca de cómo hacer diagnósticos comunitarios, sistema de planificación y planes de acción, empiezan a conocerse las demandas de los actores locales. Las principales demandas se orientaban a la satisfacción de necesidades básicas de hombres y mujeres: caminos rurales, proyectos de agua potable, construcción de escuelas, electrificación, proyectos de educación técnica para jóvenes de ambos sexos, proyectos de generación de ingresos y habilitación laboral para las mujeres, entre otros.

Entre 2005 y 2006 se dio salida al tema de los caminos rurales, entonces la siguiente prioridad que aparece en el año 2008 es el tema de la educación. Las asambleas distritales conformadas por todas las comunidades del municipio, agrupadas en 11 distritos (con 10 comunidades cada uno), realizan un proceso de Planeación Estratégica a nivel distrital, que permite identificar y ordenar las demandas. Ahí surge el planteamiento de hacer procesos de formación con mujeres líderes, dando prioridad a la educación y formación en los distritos rurales.

Así en agosto 2004 se realizó la elección de delegados de las comunidades para su participación en la definición del Plan de Inversión Municipal Multianual 2005 – 2008. Entre los meses de agosto a octubre de ese mismo año se realizó la evaluación de la gestión municipal y la participación ciudadana en el municipio de Jinotega por La Cuculmeca como miembro de la Red Nicaragüense por la Democracia y el Desarrollo Local.

En febrero de 2005 se presentaron los resultados de la Evaluación de la Participación Ciudadana en la Gestión Municipal y se logró la firma de compromisos mutuos entre el Gobierno Municipal y la Sociedad Civil. Ese mismo mes se realizó la primera sesión de trabajo conjunta entre Concejo Municipal y el Comité de Desarrollo Municipal de Jinotega. En Abril se organizó el primer encuentro entre miembros de las Asambleas Distritales Urbanas y Rurales del Comité de Desarrollo Municipal con el Concejo Municipal de Jinotega. En Junio se inició el proceso de micro planificación participativa con Miembros de las Asambleas Distritales Urbanas y Rurales del Comité de Desarrollo Municipal, con el


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que los líderes y lideresas se integran en el Sistema de Planificación Municipal mediante las sesiones de micro planificación y de consulta del presupuesto.

También aparece la necesidad de hacer sensibilización de género y de impulsar procesos de reflexión respecto a la violencia hacia las mujeres y la niñez. La perspectiva de género se incorpora en el proceso, en la medida que se reconoce y se trabaja en forma diferenciada la identificación y atención de las demandas de hombres y mujeres. Eso se concreta en las reflexiones sobre liderazgo y sobre la necesidad, por ejemplo, de frenar la violencia hacia las mujeres y la niñez.

Pese a que los proyectos de inversión que se demandaba fueran incluidos en el Presupuesto Municipal estaban orientados a la satisfacción de necesidades básicas de hombres y mujeres, en realidad en la medida que esas necesidades se fueron satisfaciendo, dieron lugar a la emergencia de nuevas propuestas que tenían un sentido más estratégico, orientados a suprimir las barreras y obstáculos para la equidad de género, o para reducir las brechas de género. Así destaca la demanda de educación, que incluye a hombres y mujeres, para habilitarles y que puedan tener mejores opciones de inserción en el mercado laboral, pero que antecede a la mirada que incluye los intereses estratégicos de las personas.

En el municipio de Jinotega, las mujeres han empezado a apropiarse de su voz; así de 544 líderes comunitarios ocupando cargos, unos 305 son mujeres y jóvenes ocupando cargos en los Gabinetes del Poder Ciudadano, Comités de Agua Potable y Saneamiento, Comités de Auditoria Social, Comités Religiosos, Comités de Crédito, Comités de Patio, Comités de Fondos Resolventes, Red Jóvenes, Red de Mujeres y Cooperativas de diferentes denominaciones.

Desde esos espacios nombran sus necesidades, desarrollan su capacidad de diálogo, de negociación y de exigencia de sus derechos. También se destacan como líderes y gestoras del desarrollo comunitario, desde un abordaje argumental que parte del bienestar de las familias y las personas de la comunidad. Pero siguen siendo demandas que se ubican casi estrictamente en el plano de lo público y desde un enfoque pragmático.

Una vez que entran en funcionamiento los nuevos esquemas de participación las mujeres se insertan en ellos y continúan gestionando sus demandas. En realidad, los mismos Comités de Desarrollo Comunitario sirvieron de base para la constitución posterior de los Concejos del Poder Ciudadano y otros espacios.


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La respuesta de La Cuculmeca: Presupuestos participativos para la equidad

Frente a las demandas de los grupos meta, La Cuculmeca se plantea realizar esfuerzos para incidir en los Presupuestos Municipales, para que sean participativos y sensibles en términos de género a las desigualdades entre hombres y mujeres en la sociedad, que reconozcan las diferencias de necesidades y demandas que ello implica, así como sus habilidades y destrezas diferenciadas para la negociación, interlocución y gestión de demandas de cara a las autoridades municipales.

Sin embargo, esta respuesta de la organización frente a las demandas de los actores locales a los que acompaña y para quienes facilita procesos de formación y espacios de reflexión, han venido evolucionando simultáneamente a las propias demandas de las organizaciones comunitarias, al crecimiento de sus líderes y a la ampliación de sus miradas.

De los proyectos que se limitaban a facilitar procesos de formación, se pasó a impulsar procesos para lograr mayor profundidad y habilidad en el análisis de la realidad, en la identificación de soluciones, en la elaboración de propuestas sensibles a las necesidades diferenciadas de hombres y mujeres, aún incluso si las mismas se inscriben en el ámbito de las necesidades básicas de género.

Por ello se ha trabajado en el acompañamiento de la formulación de proyectos de agua potable, de caminos rurales, de la creación de caminos y otras infraestructuras, procurando incorporar en ellos las necesidades de las mujeres. Así por ejemplo, si se construye un camino rural para sacar la producción, es preciso recordar e incluir que las mujeres, los jóvenes y la niñez transitan por el mismo camino; razón por la que las mujeres demandan e insisten en que los mismos contemplen andenes para los peatones y luminarias para reducir sus riesgos.

En el proceso también se desarrolló una metodología de acompañamiento y facilitación de la participación ciudadana en las Consultas de los Presupuestos Municipales. Su punto de partida es el diagnóstico participativo, luego se pide a la comunidad la realización de un análisis costo/beneficio de la inversión propuesta, se hace una negociación interna dentro de la comunidad para llegar a consensos respecto a las prioridades y definir cómo se va a negociar con la municipalidad. El detalle aquí no es que la carretera o el camino rural, por ejemplo, queden insertos en el presupuesto de inversión anual, sino que la comunidad sepa cómo quieren que sea esa carretera y qué necesitan que se cumpla. Esta es la principal novedad.

Lo mismo ocurre con los proyectos de agua potable, donde pese a que las mujeres son quienes los demandan más, cuando los hombres hacen solo los diseños, no incluyen las


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necesidades de éstas. Así, en nuestros procesos, la participación de las mujeres es lo que asegura que, por ejemplo, los puestos de agua público estén ubicados cercanos a las casas, o que las casas tengan grifos y pilas internas; o que las letrinas sean pensadas para ser utilizadas con facilidad por mujeres embarazadas y niños-as pequeños.

Ese análisis también ha abierto la visión respecto a las nuevas demandas, pues muchas comunidades ya tienen agua potable, letrinas, electricidad, escuelas primarias, aunque ello pueda generar controversias en dependencia de cuál es el enfoque de desarrollo rural comunitario que tiene la gente y su idea de sostenibilidad, permite trascender las necesidades básicas. Sin embargo, desde el punto de vista de la incorporación de la perspectiva de género, las comunidades todavía no logran ver las desigualdades de género en el ámbito privado-familiar, que no se habían estado atendiendo, pero que a partir de 2009 se empezaron a integrar en la visión y reflexión que La Cuculmeca viene acompañando, en los espacios que hemos venido facilitando.

Esto es más visible en el caso de comunidades grandes que sirven de modelo a las más pequeñas, tal es el caso de Asturias, Monterrey, Pueblo Nuevo, La Fundadora y Mancotal; que son referentes de las asambleas distritales y donde la satisfacción de necesidades básicas ha dejado paso al surgimiento de demandas de carácter estratégico, como frenar la violencia hacia mujeres y niñez.

La otra demanda es la reducción de la inseguridad ciudadana, frente al surgimiento de grupos juveniles que no encuentran alternativas de salida a su exigencia de educación y/o empleo. En el caso de adolescentes y jóvenes varones, al no tener empleo se juntan para divertirse, lo que les pone en riesgo de caer en situaciones de transgresión. En el caso de las adolescentes y jóvenes mujeres, las coloca frente a la constitución temprana de familias, como única alternativa de vida.

Como parte del proceso de incidencia en presupuestos municipales, se logró que en el presupuesto municipal 2013, presentado por la Alcaldía de Jinotega en el Cabildo Municipal realizado en Noviembre de 2012 se incluyera gasto etiquetado de género. Así, el 60.2 por ciento del total del presupuesto proyectado correspondía a los proyectos de inversión, de los que un 8.1 por ciento era gasto etiquetado para jóvenes, deportes y educación, (4.86% del total) y el 2.07 por ciento a gasto etiquetado de género (1.2% del total), aunque las mujeres mayoritariamente gestionaron agua potable y saneamiento y electrificación.

Presupuesto municipal Jinotega, 2013 En miles de córdobas

Concepto Monto % Total 121, 876.6 100 Proyectos de inversión

72, 340.2 60.2

Gasto etiquetado para jóvenes

5, 924.1 4.86

Gasto etiquetado de género

1, 500,0 1.2

Fuente. Elaboración propia con datos de La Cuculmeca


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Los propósitos: Mayor participación de mujeres y jóvenes en la toma de decisiones

En principio se trataba de elevar la participación de mujeres y jóvenes dentro de los espacios de toma de decisión al nivel local, especialmente dentro de las Asambleas Distritales y los Comités de Desarrollo Comunitario. Pero se trataba de promover una participación de calidad, que no se separara de la visión de desarrollo de la comunidad, donde todos se pudieran expresar, que recogiera las demandas de todos y todas.

Como parte del proceso de formación y motivación de mujeres y jóvenes se hizo un análisis sobre la cultura política de mujeres y jóvenes sobre cómo se hace critica, en el que se reconoce que quiénes hacen crítica son particularmente los que están organizados. El documento señala que los jóvenes y las mujeres organizados hacen más juicios valorativos y de mayor criticidad; aunque los jóvenes organizados superan a las mujeres y aparecen como el grupo más crítico, pero las mujeres son más balanceadas en los distintos tipos de criticidad. Asimismo se afirma que el mayor contraste se observa entre los jóvenes organizados y los no organizados, que son los que muestran las más baja utilización de la crítica. (Prado, 2012).

Se trataba también de que las comunidades y sus líderes se reconocieran a sí mismos como los actores protagónicos del desarrollo local comunitario, cuya sostenibilidad depende de la comunidad, no de quienes les apoyan, tanto instituciones como ONG y organismos de cooperación.

Por ello, la apuesta más importante de la Cuculmeca ha sido el fortalecimiento de los actores locales y de sus capacidades para la gestión del desarrollo, incluyendo en esa visión la necesidad de que hombres y mujeres reconozcan las desigualdades que les constituyen, así como la necesidad de transformarlas desde sus propios referentes y realidades.

Hasta ahora, dentro de la respuesta de la organización, los aspectos estratégicos que sobresalen son el tema de la inclusión de inversiones para fortalecer la educación y la salud de la población, aspectos que constituyen derechos y que les habilitan para el ejercicio de calidad del resto de sus derechos. También les preparan para el reconocimiento de otras barreras y obstáculos para la equidad de género, como la violencia hacia las mujeres, el abuso y tráfico sexual de la niñez, la migración y el

Nivel de crítica de mujeres y jóvenes

Fuente: Cultura Política de Mujeres y Jóvenes en Jinotega. S. Prado, 2012


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desarraigo, la desarticulación del tejido social y las formas diferentes en que impactan en la vida de mujeres y hombres de todas las edades.

La metodología de trabajo para la incorporación del enfoque de género en los presupuestos municipales/comunitarios y las auditorías sociales desarrollada por el Programa, consta de seis pasos y consiste en:

1. Elección de un comité para la incidencia o auditoría social, con participación paritaria de mujeres y hombres,

2. Identificación de un problema a atender o tema a analizar, así como profundización de sus aspectos constitutivos,

3. Elaboración de instrumentos para la formulación de soluciones o el seguimiento, incluyendo diferencias de género, por ejemplo brechas y cuál podría ser (o es, o ha sido) la contribución del proceso a su cierre,

4. Elaboración de una propuesta de proyecto o informe que recoja los resultados de la participación en el proceso, así como las recomendaciones para mejorar la participación ciudadana en la situación problema o materia auditada.

5. Presentación/validación del proyecto o informe y sus recomendaciones 6. Seguimiento a la implementación del proyecto o las recomendaciones.

Un ejemplo de estos procesos es una Auditoría Social sobre Violencia Intrafamiliar–VIF realizada en 2010, en el distrito rural número cuatro, comunidad Pueblo Nuevo; en la que el Comité de Auditoría diseñó el instrumento e hizo visitas casa por casa en aquellos distritos donde se presumían elevados niveles de incidencia de Violencia Intrafamiliar-VIF. El propósito era identificar cómo se percibía la VIF en la localidad, identificar formas en que la gente contribuye o previene su incidencia, a la vez que identificar pistas para reducirla, así como el tipo de información disponible. Además se realizó una entrevista con personal de la Comisaría de la Mujer, para indagar los datos estadísticos.

Con toda la información recabada elaboraron un informe y lo presentaron a la comunidad, logrando que la Comisaria se acercara más a la comunidad, hiciera más visitas y prevención. El informe contenía un análisis de las principales situaciones encontradas e incluía recomendaciones para las autoridades encargadas de atender el problema. Las recomendaciones fueron retomadas por la Comisaría y en alianza con otras organizaciones, como Inter Vida y La Cuculmeca, se organizó un programa de visitas de la Comisaría Móvil a las comunidades en noviembre de 2012.


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Los actores involucrados

1. Grupo meta: conformado por hombres y mujeres, adultos y jóvenes, así como adolescentes y niñas-os, especialmente de comunidades rurales de todas las comunidades integradas en los 13 distritos rurales del municipio de Jinotega.

2. La Cuculmeca y su equipo de facilitación, que incluye no solo a las y los técnicos del Programa de Participación Ciudadana, sino también el equipo del Programa de Educación (primaria y técnica), Programa de Comunicación (redacción y publicación de materiales), Programa de Medioambiente y Agroecología (que contribuye a fortalecer la visión de desarrollo rural sostenible de los actores comunitarios).

3. Otros actores locales: Organizaciones de sociedad civil, por ejemplo Cooperativas, Otras ONG: Caritas Diocesana, Funjides, PCI, Inter Vida, entre otros Asociaciones gremiales: Anden, Fetsalud, Asociación de cafetaleros, entre otros Redes de articulación de esfuerzos Gobierno Municipal: Alcalde y vicealcalde, Concejo Municipal, Comisiones de

Trabajo, así como los Gabinetes del Poder Ciudadano. 4. Organismos de Cooperación: Oxfam Intermón, Save the Children, tdh-Alemania,

Ecodes, Ongawa, entre otros que brindan apoyo y acompañamiento financiero para la promoción y acompañamiento de los procesos de participación ciudadana.

Los resultados obtenidos: Más participación y visibilidad de mujeres y jóvenes

1. Incorporación de 536 mujeres adultas, 114 mujeres jóvenes y 60 hombres jóvenes en espacios de participación ciudadana, ocupando cargos de toma de decisión en el espacio de la organización comunitaria.

2. Desarrollada una metodología de incorporación del enfoque de género en los procesos de presupuestos municipales y de auditoría social, que permiten la priorización de necesidades, la identificación de demandas, la elaboración de propuestas, presentación y negociación de presupuestos, gestión y seguimiento a presupuestos municipales y auditorías de la gestión en clave de género.

3. Las comunidades y sus liderazgos reconocen que la gestión comunitaria es un proceso que trasciende los vínculos con una organización en particular, tanto si es de sociedad civil como si es gubernamental. Requiere la capacidad de gestión y negociación, pero también la construcción de alianzas con los actores clave del desarrollo municipal.


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Los aspectos novedosos: Respeto por la visión de los actores locales

Quizás uno de los aspectos más novedosos de esta experiencia ha sido trabajar en el fortalecimiento de capacidades a partir de las visiones y concepciones de los actores comunitarios y no desde los referentes del equipo técnico de La Cuculmeca; aun cuando sus conocimientos, información, formación y experiencia a veces pueden sesgar los planteamientos de la gente. Procuramos ser respetuosos de la visión de los actores – señala Aracelly Herrera del Programa de Participación Ciudadana– aunque algunas veces la tentación es grande...

Otro aspecto novedoso es la incorporación de jóvenes de ambos sexos en los procesos, lo que ha implicado grandes desafíos metodológicos, puesto que hemos debido adaptar las herramientas e instrumentos de la metodología de trabajo a las visiones, realidades y demandas de los jóvenes, que tienen un gran componente lúdico.

La valoración de la experiencia: Dos de cal y varias de arena

En positivo:

El aprendizaje del equipo ha sido muy importante, porque nos ha permitido ajustarnos a los cambios del contexto y adaptarnos a los cambios en la demanda social. Eso nos ha permitido, por ejemplo, adecuarnos a la nueva forma de gestión municipal promovida por el GRUN, sorteando los intereses político-partidarios y procurando que prevalezca el interés de la comunidad.

Se ha logrado mucha apertura e interés de los actores locales para trabajar y reflexionar alrededor de los diversos aspectos que se articulan en torno al desarrollo rural comunitario y su visión desde la perspectiva de género. Por ejemplo, las mujeres y los jóvenes están dispuestos y demandan formarse y reflexionar sobre los factores medioambientales que condicionan el desarrollo, aunque no les proporcioné ningún beneficio material, pero también quieren crecer en términos personales.

En negativo:

Hay una gran rotación de los liderazgos sociales en las comunidades, debido principalmente a los altos niveles de migración campo-ciudad y la permanente búsqueda de alternativas de mejoría de las condiciones materiales de vida. Ello dificulta medir y dar seguimiento al crecimiento personal de los-as líderes-as, la continuidad de los procesos y la implementación de la visión de desarrollo de la comunidad.

Lo anterior suele repercutir en la motivación del equipo técnico, pues cada vez que perdemos una persona con liderazgo y reconocimiento social, volvemos al punto cero en


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términos de capacidades instaladas en los Comités de Desarrollo Comunitarios y/o distritales, Gabinetes del Poder Ciudadano y otros espacios de participación ciudadana

El elevado nivel de empobrecimiento de las mujeres y hombres de las comunidades rurales, dificulta que puedan trascender en su mirada de las demandas orientadas a la satisfacción de necesidades básicas y la creación de condiciones materiales para la vida de la comunidad y de las personas.

También a lo interno de la organización la reflexión en torno al desarrollo local comunitario, las inequidades de género y sus expresiones concretas en las comunidades, con frecuencia, no han tenido la profundidad necesaria. Este es un aspecto que requiere la realización de esfuerzos particulares de formación de los facilitadores, que también deben de-construir sus propias realidades, a la vez que acompañan los procesos de los otros y otras a los facilitados del grupo meta.

Las lecciones aprendidas: Adaptarse para incidir y negociar

La principal lección aprendida es que el fortalecimiento de capacidades internas no puede reducirse, por ejemplo, al manejo técnico de los procesos presupuestarios, sino que requieren desarrollar capacidades para comprender el entorno en que viven los grupos meta, sus realidades y miradas, para actuar desde la empatía con ellos, para tener una mayor comprensión de sus propuestas y respetar su rol protagónico en los procesos que se quiere promover.

Otra lección aprendida es que el proceso de acompañamiento debe mejorarse, definiendo con claridad cuál es el rol de cada actor social, incluyendo a quienes acompañamos o facilitamos los procesos. El principal ejemplo es que no podemos sustituir a los actores en sus luchas y en la defensa de sus derechos, pues ellos son los actores de cambio y los agentes de desarrollo de sus vidas y comunidades.

Un ejemplo de lo anterior son los procesos de incidencia política, donde algunas veces en las comunidades se presentan situaciones que requieren la coordinación y articulación de esfuerzos con el gobierno, pues deben actuar en defensa de sus derechos, independientemente de cuál es su partido y quién ocupa el gobierno; sin embargo, no siempre lo consiguen. Es lo que pasa ahora con la transformación de las estructuras comunitarias de CAPS, hacia un modelo sesgado por una cierta visión partidaria y no necesariamente de conformidad con las necesidades de los-as comunitarios-as, que les impone unas reglas de juego con las que no siempre están de acuerdo.


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A manera de conclusiones: Fortalecer la participación ciudadana de todos/as

Todo el proceso formativo impulsado por La Cuculmeca debe fortalecer su trabajo hacia los jóvenes de ambos sexos, que están interesados en participar más, pero que algunas veces no encuentran los canales apropiados para insertarse en las organizaciones comunitarias, las que no siempre reflejan sus visiones, sus realidades y sus necesidades.

Ello supone también un gran desafío metodológico para La Cuculmeca, pues implica adecuar los métodos e instrumentos, los planteamientos, las visiones e incluso las prioridades de cara a la facilitación de procesos con estos actores emergentes, sin desatender el desarrollo rural comunitario, con equidad de género y sentido de justicia social, como fin último de los procesos.

También es necesario perfeccionar el monitoreo, seguimiento y evaluación del cambio social y su sostenibilidad, no solo en términos financieros, sino también de cara a la sostenibilidad política de las visiones programáticas de la organización y de las comunidades.

Se debe en suma responder a una concepción integral del desarrollo y sus requerimientos, que incluye la comprensión de que el desarrollo solo es posible si es para todos y todas, reconociendo la importancia de los sujetos de derecho, pero también reconociendo el papel de las colectividades sociales.

Managua, Nicaragua Fuente:

Entrevista con Aracelly Herrera Torres, Responsable de proyecto – Programa Participación Ciudadana, La Cuculmeca Evaluación del Programa de Participación Ciudadana, La Cuculmeca

La Cuculmeca está contribuyendo a la incorporación de mujeres y jóvenes en los espacios de toma de decisiones, además que es posible observar algunos cambios de género.

“Actualmente las mujeres se están integrando más a las organizaciones valoran que excelente, unas por exigencia de los proyectos y programas, otras por que las han nombrado en las organizaciones comunitaria” Las mujeres adultas y mujeres jóvenes afirman que “La mujer que participa es activa tiene conocimientos, es responsable sabe escuchar apoyar cuando le piden algo, supera en su vida personal y supera muchos obstáculos” Mujeres del grupo meta.

“La mujer que se organiza y participa vive mejor que la que no participa es activa y se preocupa más por la comunidad” Hombres adultos y jóvenes.

Grupo focal del Distrito Rural 8, Evaluación de Programa de Participación Ciudadana.

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