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Estudio de caso: Programa Déborah Hilda Bojórquez

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Estudio de caso:Programa DéborahHilda Bojórquez

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Estudio de caso: Programa Déborah Hi lda Bo jórquez INDICE Agradecimientos 2 Resumen Ejecutivo 3

1 Introducción 5

2 Metodología 6

3 Violencia Doméstica Contra la Mujer 7

4 Contexto de la violencia doméstica 9 4 .1 Contexto de la v io lenc ia domést i ca en Honduras 9

4.2 Contexto de la v io lenc ia domést i ca en Comayagua 11

4.3 Causas de la v io lenc ia domést i ca en Honduras 11

4.4 Efec tos de la v io lenc ia domést i ca 13

5 Programa Déborah 15 5.1 Proyecto A ldea G loba l 15

5.2 Descr ipc ión de l p rograma 16

5.3 Casos espec í f i cos 17

5.4 Prob lem as que en frenta e l programa 21

6 Conc lusiones 25

7 Recomendaciones 27

8 Lecturas sugeridas 28

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AGRADECIMIENTOS Mis agradecimientos a Proyecto Aldea Global, por el apoyo incondicional, para la obtención de la información y por permitir compartir este estudio de caso; Al equipo de paralegales del Programa Déborah: Lizzet Canales, Deysi Cruz, Keyla Figueroa, Susana Corrales y Sandra Umaña por ayudarme a entender de lo que trata el programa. A las valientes mujeres de Comayagua que con tanta espontaneidad compartieron sus testimonios y su amistad; A mis compañeros Javier Barrios, por su valioso aporte en el análisis de los testimonios, a Mauricio Solís por sus sugerencias en la redacción y contenido del documento y a Amy Wagner por su colaboración la presentación de este informe. Y de manera especial a Tearfund UK, por darme su confianza para la facilitación de este estudio de caso.

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RESUMEN EJECUTIVO En el presente Estudio se pretende compartir cómo Proyecto Aldea Global, a través del Programa Déborah, está trabajando para dar atención a la problemática de la violencia doméstica. No se trata de analizar todo el fenómeno de violencia doméstica en Comayagua, ni todo el impacto causado por el Programa, ya que existen muchas limitaciones para lograrlo, pero esperamos que este estudio contribuya a fortalecer los compromisos para la atención integral a esta problemática. Se definió la estructura del estudio, se realizó una revisión documental al interior de las oficinas del Programa Déborah, se efectuó una revisión bibliográfica de estudios realizados en Honduras sobre la violencia doméstica y se implementó un taller, de dos días de duración, para recoger los testimonios acerca del impacto del programa. Finalmente, se analizó la información y se extrajeron algunas lecciones aprendidas. La violencia doméstica se define como “cualquier acción o conducta basada en su género, que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer, tanto en el ámbito público como en el privado.”. 1 CONTEXTO DE V IOLENCIA DOME STICA Honduras, no es un paraíso para las mujeres. La impunidad y una justicia poco justa, han elevado las cifras de muertes por violencia doméstica en los hogares hondureños. Un análisis del Centro de Derechos de Mujeres (CDM), que retoma hechos de violencia contra las mujeres publicados durante los años 2002 a 2004 por tres periódicos nacionales2 da cuenta que el número de mujeres asesinadas aumentó un 9.8% entre 2002 y 2003 y un 11.6% entre 2003 y 2004. Una de cada 10 víctimas (10%) de asesinato fue violada antes de ser asesinada. Dos de cada diez mujeres asesinadas (21.7%) tuvieron como victimario a una persona cercana: ex compañero, novio, ex novio pariente o padrastro. Comayagua es un departamento de Honduras donde se llevó a cabo el estudio. No se cuenta con registros que reflejen la dimensión de la violencia doméstica, sin embargo se tiene la percepción que es una de las causas principales de muerte entre mujeres. Las raíces de la violencia contra las mujeres son más profundas: se encuentran en las relaciones de desigualdad entre hombres y mujeres, y en las graves repercusiones que este sistema patriarcal ha generado. La violencia doméstica puede facilitar el camino hacia cometer asesinatos, homicidios, lesiones graves, abortos, enfermedades de transmisión sexual y VIH- 1 Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, aprobada por el Congreso Nacional de Honduras mediante decreto No. 72-95 del 25 de abril de 1995 y publicada en el Diario Oficial La Gaceta el 14 de junio de 1995. 2 Tiempo de Leer, Edición No. 4, CDM. Tegucigalpa. Agosto de 2005. Basado en publicaciones de Diario El Heraldo, Tiempo y La Tribuna, de los años 2002 a 2004.

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SIDA, vulnerabilidad a las enfermedades, tendencias suicidas, problemas de salud mental, efectos en los niños y niñas derivados de haber presenciado y vivido actos de violencia. La muerte es una de las consecuencias más reprochables. PROG RAMA DEBORAH El fenómeno de la violencia doméstica es considerado como parte de la cultura, y que poco o nada se puede hacer para cambiarlo. Proyecto Aldea Global es una ONG cristiana, hondureña que está trabajando para cambiar este concepto y pretende empoderar a las mujeres de la comunidad para que puedan ejercer y defender sus derechos. Este programa fue iniciado por Proyecto Aldea Global en 1999, para dar orientación legal a víctimas de violencia doméstica, mediar entre parejas sufriendo de violencia doméstica y asistir a las mujeres con sus demandas de alimentos y pensiones a sus hijos. El Programa tiene un enfoque cristiano, no busca divorcios ni pleitos en la Corte sino que se enfoca en la reconciliación y la armonía entre la familia, orando por las víctimas y mediando entre la pareja para que encuentren la paz y el amor. La violencia doméstica no es un problema fácil de resolver, es multicausal, por lo cual se necesita el trabajo multisectorial: del Gobierno, de la Iglesia, de la empresa privada, de las autoridades, de grupos de mujeres, de las Escuelas y comunidades. Conociendo esto, el programa tiene un eslogan: “Mano a mano en contra de la violencia doméstica, donde participar es tarea de todos y todas. CONCLUSIONES El programa Déborah es relevante y ha logrado posicionarse socialmente como el referente que atiende los casos de violencia doméstica, en los municipios de Comayagua, sin embargo el mayor esfuerzo lo han concentrado en la atención a la violencia doméstica y a la resolución “legal” de la misma, y hay muy pocos esfuerzos en relación a la prevención, a la comprensión de la dinámica psicosocial que afecta a las mujeres que enfrentan violencia y a las causas estructurales de este fenómeno. RECOMENDACIONES Para que Déborah logre su propósito, de restaurar mujeres y familias completas, tendrá que ir dándole integralidad a su programa, no sólo prestar atención a la violencia doméstica, sino que reflexionar en las causas que la originan, para lograr un mayor impacto. La iglesia debería ser un punto de apoyo para el programa Déborah, dando acompañamiento a las parejas, con una actitud pastoral, con una reflexión Bíblica-teológica en la cual se proclame que Dios quiere restaurar su reino, con justicia y paz.

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1 INTRODUCCION En el presente Estudio de Caso se pretende compartir la experiencia de cómo Proyecto Aldea Global, una ONG cristiana, hondureña, está trabajado para dar atención a la problemática de la violencia doméstica, a través de su Programa Déborah y el impacto de su intervención en algunos municipios del departamento de Comayagua. La violencia doméstica es el resultado de las relaciones de poder que se dan entre los hombres y las mujeres, que llevan a los primeros a considerar “normal” y hasta “necesario” ejercer control y violencia contra las mujeres. En Honduras, es un problema que la mayoría de mujeres, de todas las edades y estratos sociales viven diariamente, devastando física y emocionalmente sus vidas y hogares. Este estudio de caso no pretende ser un producto acabado de análisis de todo el fenómeno de violencia contra las mujeres de Comayagua ni del impacto del Programa Déborah, ya que existen muchas limitaciones para lograrlo. Una de las limitaciones es la relacionada con la inexistencia de registros de información sobre la situación de violencia contra las mujeres antes de que se iniciara el Programa Déborah. Además no se cuenta con registros actuales de la disminución de la violencia doméstica por ser un parámetro difícil de medir. Se registran casos atendidos y casos resueltos, pero programa Déborah no tiene una estrategia de monitoreo que permita asegurar que estos casos se resolvieron en forma definitiva, dando como resultado la disminución o erradicación de la violencia doméstica. Nos basaremos en el relato y reflexión de testimonios de algunas usuarias del programa, con el fin de obtener algunos hallazgos y lecciones aprendidas, que puedan servir para determinar lo positivo y negativo de la intervención y hacer los ajustes necesarios. Esperamos que este Estudio de caso, contribuya a fortalecer los compromisos la atención a la problemática, partiendo del reconocimiento que el fenómeno de la violencia contra las mujeres requiere de esfuerzos de largo plazo y que los mismos no por fuerza alcanzan resultados positivos y alentadores inmediatos, ya que la transformación de patrones culturales, de formas de pensar y actuar tan arraigadas en la población, pueden y están significando años de lucha, de caminar y avanzar. Pero sólo de esa forma se puede contribuir con la construcción de una sociedad con justicia y equidad.

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2 METODOLOGIA Un primer paso fue la definición de la estructura del estudio, las fuentes a consultar a nivel documental, así como personas a entrevistar. La elaboración de este estudio se efectuó con la colaboración del personal de paralegales del programa Déborah, personeros de las algunas instituciones operadoras de justicia, tales como: Policía Nacional de Prevención, Alcaldía Municipal, el Abogado de la Alcaldía Municipal, Unidad de Salud de la localidad, redes de mujeres y de mujeres usuarias del programa. En cuanto a las fuentes documentales consultadas se llevó a cabo una revisión bibliográfica de estudios realizados en Honduras sobre la violencia contra las mujeres. Así mismo se consultaron informes nacionales, diagnósticos de organizaciones gubernamentales, no gubernamentales e internacionales sobre esta temática. También la revisión documental incluyó reportes enviados a la alcaldía, libros utilizados en las oficinas paralegales de Déborah, sitio WEB de Proyecto Aldea Global, libros publicados por el programa Déborah. Además se consultaron dos bases de datos de del Centro de Derechos de las Mujeres3: una sobre violencia doméstica que registra las atenciones brindadas desde el año 2000 por uno de sus programas del CDM; a las mujeres que solicitan el apoyo para resolver su problemática, y la base de datos que desde el 2001 registra las noticias de agresiones contra mujeres en Honduras aparecidas en tres períodos nacionales. Se tuvo la limitante de la inconsistencia entre unas estadísticas y otras en función de la fuente. No existe en Honduras una instancia que recoja, procese y analice de forma sistemática todas las manifestaciones de violencia sufrida por las mujeres. Para recoger los testimonios acerca del impacto del programa Déborah en las comunidades, se implementó un taller de dos días de duración, el primer día fue con las paralegales y operadores de justicia y el segundo día con las usuarias del Programa. Luego se analizó la información y se extrajeron algunas lecciones aprendidas.

3 Centro de Derechos de las Mujeres. “Violencia Doméstica” Base de datos, Honduras 2000-2005 y “Registro de Noticias de agresión contra Mujeres” Base de datos, Honduras 2001-2005.

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3 VIOLENCIA DOMESTICA CONTRA LA MUJER La violencia doméstica se define como “cualquier acción o conducta basada en su género, que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual, psicológico, patrimonial o económico a la mujer, tanto en el ámbito público como en el privado”. 4 La legislación nacional describe las relaciones del ámbito privado, como las que se dan entre la mujer y su cónyuge, ex cónyuge, compañero o ex compañero de hogar, o cualquier relación afín, incluyendo aquellas relacionadas en las que se sostiene o se haya sostenido una relación sentimental. La violencia doméstica es “todo patrón de conducta asociado a una situación de ejercicio desigual del poder que se manifiesta en el uso de la fuerza física, violencia psicológica, patrimonial, sexual, intimidación o persecución contra la mujer”5 Debido a que los maltratos contra la mujer no se limitan a golpes físicos, la Ley contra la Violencia Doméstica define cuatro tipos de violencia contra la mujer:

• Violencia Física: Todos los golpes, en cualquier parte del cuerpo, jalones de pelo, empujones, mordidas, arañazos o cualquier otra forma de agresión física, incluyendo la muerte.

• Violencia Psicológica: Toda acción o actitud del hombre para imponer su

voluntad a la mujer, controlar su vida, mediante la escogencia de sus amistades, humillándola en privado o ante otras personas, haciéndola sentir menos, con burlas, creándole sentimientos de culpabilidad, inseguridad,

4 Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, aprobada por el Congreso Nacional de Honduras mediante decreto No. 72-95 del 25 de abril de 1995 y publicada en el Diario Oficial La Gaceta el 14 de junio de 1995. 5 Manual para facilitadores en temas de orientación jurídica a familias. Federación de Organizaciones Privadas para el Desarrollo de Honduras (FOPRIDEH). 6ª. Edición, Junio de 2006.

De acuerdo a la “Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer de Beijing (1995), la violencia contra las mujeres es un obstáculo para el alcance de la igualdad, el desarrollo y la paz.

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usando palabras groseras para ridiculizar las creencias, comportamiento y decisiones de la mujer.

• Violencia Sexual: Es cuando el hombre obliga a la mujer a realizar acciones

sexuales que la hacen sentir mal, la denigran o no le agradan, esto debido a sus creencias o modo en que la mujer entiende la relación entre hombre y mujer.

• Violencia Patrimonial: Actos violentos del hombre hacia los bienes

materiales que pertenecen a la mujer, con el fin de destruirlos.

• Violencia Económica: Es cuando el hombre no cumple con la obligación de dar a su familia el sustento económico para sufragar los gastos de salud, vivienda, alimentación y educación.

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4 CONTEXTO DE VIOLENCIA DOMESTICA

4 .1 CONTEXTO DE V IOLENCIA DOME STICA EN HONDURAS Honduras es un país centroamericano que cuenta con 6,797,951 habitantes, de los cuales 3,320,758 (48.8%) son hombres y 3,477,193 (51.2%) son mujeres. Viven en el área urbana 3,093,650 (46%) y en el área rural 3,704.301(54%) de los cuales 49.6% son mujeres (1,838.987) y el (50.4%) son hombres (1,865.314)6.

Tristemente la violencia en los hogares de Honduras es más común de lo que parece, está presente en todas las esferas de la sociedad y es considerado como algo ya parte de la cultura, no respeta edad, estado civil, educación ni religión. En palabras muy sencillas, “Los malos tratos que se dan en una pareja, generalmente del hombre hacia la mujer parecen ser algo normal y ya es una costumbre”. En la sociedad hondureña se considera que el hombre es “dueño de la mujer” y puede hacer con ella lo que quiera y la “mujer buena, debe aguantar” “por el bien de la familia”. Las frases soeces, los golpes y las humillaciones de todo tipo constituyen los modos más frecuentes en que se manifiesta la violencia de género en este territorio. Honduras, no es un paraíso para las mujeres. La impunidad y una justicia poco justa han elevado las cifras de muertes por violencia doméstica en los hogares hondureños. Un análisis del Centro de Derechos de Mujeres (CDM), que retoma hechos de violencia contra las mujeres publicados durante los años 2002 a 2004 por tres periódicos nacionales7 da cuenta que el número de mujeres asesinadas aumentó un 9.8% entre 2002 y 2003 y un 11.6% entre 2003 y 2004. Una de cada 10 víctimas

6 Ultimo Censo Nacional de Población. 7 Tiempo de Leer, Edición No. 4, CDM. Tegucigalpa. Agosto de 2005. Basado en publicaciones de Diario El Heraldo, Tiempo y La Tribuna, de los años 2002 a 2004.

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(10%) de asesinato fue violada antes de ser asesinada. Dos de cada diez mujeres asesinadas (21.7%) tuvieron como victimario a una persona cercana: ex compañero, novio, ex novio pariente o padrastro. Los expertos coinciden en señalar que el lugar donde las mujeres están más expuestas y bajo más riesgo es en su propio hogar. Los responsables de la mayoría de las agresiones, lesiones, heridas, abuso sexual y homicidio son los esposos o parejas de las víctimas. Desde el año 2000, las autoridades judiciales hondureñas han recibido más de 34,000 denuncias de mujeres que han sido víctimas de violencia doméstica. Las estadísticas asustan, pues de cada 10 mujeres que inician una denuncia, tres mueren a manos de sus agresores. De todas las denuncias de violencia recibidas por la Fiscalía de la mujer el 66.6% son de violencia doméstica en año 2002. Las mujeres que no denuncian a su agresor, lo hacen por las siguientes razones: el 44.8% de los casos creen que no es necesario; el 19.6% tuvo vergüenza y el 17.4 sintió miedo de el agresor. Hay un 10.5% de todas ellas que está convencida que no sirve para nada buscar ayuda. El hacer que las leyes contra la violencia doméstica se cumplan continúa siendo una preocupación seria. En una auditoria social sobre el funcionamiento de las instituciones del Estado, de la cual derivó la investigación acerca del maltrato a la mujer, mostró la inconformidad de gran parte de hondureñas y hondureños con la atención de las autoridades en diversos sectores. El análisis evaluó además el comportamiento de fiscales, municipalidades y de la Dirección General de Investigación Criminal, entre otras entidades. Según la opinión de los entrevistados, las autoridades y funcionarios de esas dependencias no dan repuesta, sino más bien malos tratos a la ciudadanía cuando denuncia algún hecho. La policía a menudo no da respuestas o se comporta de manera hostil con las mujeres que reportan casos de violencia doméstica.

Los tribunales de justicia de Honduras, uno de los países más riesgosos de Centroamérica, registran anualmente de 900 a mil 500 violaciones sexuales, según denunció el ex director de Medicina Forense, Denis Castro.

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Como resultado de la evaluación, los investigadores concluyeron que es preciso educar a los empleados públicos y a sus directivos en el manejo de las leyes.8

4 .2 CONTEXTO DE LA V IOL ENCIA EN COMAYAGUA Comayagua es un departamento de Honduras, cuya extensión territorial es de 5,124 Km.², con una población de 400,620 habitantes, de los cuales el 50.39% son mujeres y el 49.61% son hombres. Comayagua está constituido por 21 municipios, dentro de los cuales están Siguatepeque, Ojos de Agua, Las Lajas, La Libertad y Taulabé.

No se cuenta con registros estadísticos exactos que reflejen la dimensión del problema de la violencia doméstica en Comayagua, sin embargo se tiene la percepción que es una de las causas principales de muerte entre mujeres. La pobreza, ignorancia y el arraigo de patrones machistas obstaculizan la educación sexual y provocan que las mujeres de Comayagua sean afectadas por la violencia doméstica. Un hecho increíble, pero cierto es que el hombre se siente con el derecho de pegarle a su mujer cuando su equipo de fútbol pierde, cree que es una razón suficiente y justificable para maltratarla.9

4 .3 CAUS AS DE LA V IOLENCIA DOMESTICA EN HONDURAS La problemática de la violencia contra las mujeres, se expresa en un ambiente económico y social que refuerza las causas o facilita su producción: la falta de empleo, la inestabilidad laboral, la escasez de recursos para garantizar el mínimo consumo diario, las condiciones de hacinamiento y promiscuidad en la que viven una gran proporción de hogares, el tráfico y la posesión de armas sin ningún control legal 8 La auditoria estuvo a cargo de la Coordinadora Las Hormigas y contó con fondos de la Agencia Sueca de Cooperación Internacional. 9 Según informe de la encargada del Programa Déborah en el municipio de Las Lajas.

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y la drogadicción son factores que han contribuido a aumentar las tensiones del escenario en el cual se establecen las relaciones familiares, creando condiciones propicias para resolver los problemas cotidianos por la vía del conflicto violento. Los gritos, los golpes, los insultos se vuelven más efectivos que las palabras como medios de comunicación. Estos factores, frutos del empobrecimiento, han incrementado la violencia contra las mujeres en el seno de sus hogares, pero las raíces de la violencia contra las mujeres son más profundas: se encuentran en las relaciones de desigualdad entre hombres y mujeres, en la preeminencia de un sexo, el masculino, sobre el femenino y en las graves repercusiones que este sistema patriarcal ha tenido en cómo somos, en nuestras leyes, en nuestra cultura, costumbres, valores éticos o morales, percepciones, etc.10 Los factores de tipo más subjetivo que tienen que ver con la cultura predominante en nuestra sociedad, plagada de discriminación, intolerancia, desconfianza, insolidaridad y en última instancia en manifestaciones de los desequilibrios de poder entre diferentes grupos sociales que, además, es reproducida a diario con mensajes en los medios de comunicación o en cualquier otra esfera social y política. Es importante también resaltar la falta de educación emocional en los hogares, de manera que permitieran canalizar más positiva, saludable y efectivamente, la energía emocional que se generan de situaciones de frustración, enojo, desilusión, temor y conflictos interpersonales. Aquí también juega un rol importante los patrones de comunicación aprendidos erróneamente, donde la violencia ha sido equivocadamente escogida como un “canal y hasta un mensaje sustituto” para comunicar sentimientos e ideas. Interviene un conjunto de actores y espacios institucionales públicos y privados, sociales y políticos, a diferente escala, que han fomentado la sumisión de las mujeres y la violencia contra ellas: la familia, la iglesia, la escuela, el barrio, los medios de comunicación, entre otros. Siguen prevaleciendo una serie de ideas muy arraigadas en la cultura de la población que permiten y reproducen la violencia contra las mujeres. Entre estas ideas están: las mujeres son inferiores a los hombres, el hombre es el jefe del hogar, el hombre tienen derechos de propiedad sobre la mujer y los hijos, la violencia en el hogar es un asunto privado, de la familia; o las mujeres provocan con sus actitudes, con sus comportamiento, con su forma de vestir la violencia en su contra.

10 Violencia contra las mujeres en Honduras, Centro de Derechos de Mujeres, 1ª Edición, Noviembre 2005.

“El sistema nos educa para pensar que la violencia es normal y que las mujeres hemos nacido para sufrir. Nuestro trabajo es desenmascarar ese sistema, porque la violencia contra las mujeres nunca se justifica”. ~ Gladis Lanza

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A esto hay que agregar el desconocimiento por parte de las mujeres sobre sus derechos y las leyes que les protegen y la falta de voluntad política y jurídica para aplicar dichas leyes; el rol de “silencio y sumisión” que la Iglesia - dirigida por hombres mayormente – asignan a la mujer. A esto le debemos añadir la “espiritualización” de la crisis, a la que la Iglesia responde únicamente con oración; existe también indiferencia y conformismo en las familias de la víctima, caracterizando la situación como “mala suerte”, “cruz que le toca llevar”, “así es la vida” etc.

4 .4 EFECTOS DE LA V IOLENCIA DOMESTICA Las consecuencias de la violencia física, psicológica, sexual o económica pueden facilitar el camino hacia cometer asesinatos, homicidios, lesiones graves, abortos,

enfermedades de transmisión sexual y VIH-SIDA, vulnerabilidad a las enfermedades, tendencias suicidas, problemas de salud mental, efectos en los niños y niñas derivados de haber presenciado y vivido actos de violencia, costos agregados a la salud y efectos sobre la productividad y el empleo. La muerte es una de las consecuencias más reprochables de la violencia contra las mujeres. En Honduras se ha logrado el registro de los datos siguientes: durante el 2002 se registraron un total de 133 muertes de las cuales 19 eran por violencia doméstica; en el año 2003 se dieron 146 muertes de las cuales 18 eran por violencia doméstica; en el año

“La violencia contra las mujeres destruye la vida de muchas personas, fragmenta a las comunidades y constituye un obstáculo al desarrollo de las naciones”

~Noeleen Heyzer, directora ejecutiva del Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM)

La violencia doméstica es considerada cada vez más como un problema crítico de salud pública por organizaciones como la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Comisión Interamericana de Mujeres de la Organización de Estados Americanos (OEA) y una seria violación de los derechos humanos bajo tratados internacionales. Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), los países de la región invierten el 2 por ciento de su producto bruto interno (PBI) en el tratamiento las consecuencias de la violencia doméstica. Las víctimas de violencia doméstica necesitan en promedio más operaciones, visitas a médicos y farmacéuticos, internaciones hospitalarias y consultas de salud mental que otras mujeres.

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2004 se dieron 163 muertes de mujeres de las cuales 15 eran por violencia doméstica y hasta julio de 2005 se van registrando 105 muertes de mujeres de las cuales 13 fallecieron a manos de su compañero de hogar11.

11 Registro periodístico del Centro de Derechos de Mujeres

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5 PROGRAMA DEBORAH

5 .1 PROYECTO ALDEA GLOBAL Para entender lo que es el Programa Déborah, vamos a conocer un poco acerca de Proyecto Aldea Global, la cual es una organización hondureña de desarrollo cristiano sin fines de lucro, fue fundada en 1984. Inició con doce aldeas en la región central de Honduras, implementando proyectos de alfabetización, atención a la salud comunitaria, supervivencia infantil y proyectos básicos de agricultura. Proyecto Aldea Global ha ido ampliando su acción en proyectos de viviendas, diversificación de cosechas, agua potable comunitaria, construcción de carreteras, consolidación de la sociedad civil, micro-empresas, protección ambiental y programas educativos.12 Haciendo frente a la pobreza y como resultado directo del compromiso de Proyecto Aldea Global de trabajar de una forma integral en su estrategia de desarrollo, continúa enfocándose en la transformación de Honduras, buscando soluciones integrales a situaciones difíciles que parecen casi imposibles de resolver para muchas familias hondureñas. Uno de los problemas que los promotores o extensionistas del programa de agricultura detectaron fue que cuando visitaban los hogares, las mujeres no salían de sus casas para recibir las capacitaciones. Ellas estaban escondidas, pues no querían ser vistas con los golpes en su rostro y cuerpo. Las mujeres que no estaban golpeadas se comportaban muy sumisas, sufrían silenciosamente y no se podían involucrar en las actividades agrícolas “económicas” ni comunitarias. Según cuentan, un día el director de Proyecto Aldea Global, Chester Thomas, de origen norteamericano visitó las Fincas de los usuarios del programa y pudo ver esta problemática y tuvo a bien iniciar este programa. Nos preguntamos: ¿Por qué no se le ocurrió a un hondureño?, Pensamos que es debido a que el fenómeno de la violencia doméstica es considerado como algo ya parte de la cultura, es algo que sucede todos los días y que poco o nada se puede hacer para cambiarlo. En la actualidad, Proyecto Aldea Global está trabajando para cambiar este concepto y pretende empoderar a las mujeres de la comunidad para que puedan ejercer y defender sus derechos. El sueño de Proyecto Aldea Global es reducir la pobreza y construir comunidades productivas, donde las familias vivan en justicia y en paz. “Y esto es lo que nos inspira y nos hace entender que, si bien es cierto que falta mucho por hacer, estamos avanzando en el camino correcto y estamos triunfando”.13

12 Tomado del sitio Web: www.paghonduras.org 13 Palabras de Carlos Soto, Gerente de Diseño, Monitoreo y Evaluación de Proyecto Aldea Global

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5 .2 DESCRIPCION DEL PROGRAMA En 1999, Proyecto Aldea Global inició el Programa Déborah, diseñado para incrementar el acceso de la población a la orientación legal a víctimas de la violencia doméstica, mediar entre parejas sufriendo de violencia doméstica y asistir a las mujeres con sus demandas de alimentos y pensiones a sus hijos. Busca fortalecer la capacidad de las organizaciones de mujeres y la sociedad civil para prevenir y manejar conflictos de familia en las áreas rurales de la zona norte de Comayagua.14 Proyecto Aldea Global abrió oficinas paralegales en los cuatro centros de mayor movimiento en la zona norte de Comayagua: Taulabé, La Libertad, Las Lajas y Siguatepeque y ha recibido la solicitud de abrir otra oficina por parte de la Alcaldía Santa Cruz de Yojoa y de Ojos de Agua. La meta del programa es ofrecer orientación legal y apoyo espiritual y psicológico a las víctimas de violencia doméstica y sus hijos. El programa trabaja en coordinación con la Fiscalía de la Mujer, el Ministerio Público, Alcaldes, Jueces y Abogados de la zona. En los procesos de consejería se ha incluido a Iglesias y escuelas públicas y privadas. Las Alcaldías, han proporcionado un espacio físico para que sea utilizado como oficina de este programa, ganando así un prestigio y ofreciendo en sus instalaciones, un servicio novedoso que antes no prestaba. Ha habido diferentes Alcaldes de diferentes partidos políticos y concepciones ideológicas, que asumen a Déborah como un servicio que brindan a la comunidad. El Programa Déborah está creando así, la pauta para institucionalizar este tipo de servicio. El Programa Déborah, ha impartido capacitación a más de 2.000 personas en toda la región en derechos humanos, laborales y de la mujer. Actualmente existen unos 800 casos de violencia doméstica en consejería y se han pagado más de 2.000 dólares en pensiones y demandas de alimentos. Las mujeres llegan a la oficina a recoger su remesa. El programa Déborah a través de la consejería 14 FOPRIDEH, Manual para Facilitadotes en temas de orientación jurídica a familias “¿Qué hacer cuando…?, 6ª Edición, Tegucigalpa, 2006

“El programa Déborah esta inspirado en el personaje bíblico de una jueza, quien en los días posteriores a la muerte de Josué, servía de mediadora y juez. Ella solía sentarse bajo la sombra de la palmera que estaba entre Betel y Ramá en el monte de Efraín (Jueces 4:5). Y los hijos de Israel subían a ella para recibir consejo y justicia. El programa Déborah tiene un enfoque cristiano, no busca divorcios ni pleitos en cortes sino que la reconciliación y la armonía entre la familia, orando por las víctimas y mediando entre la pareja para que encuentren la paz y el amor".

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y la mediación ha logrado la reconciliación de 180 parejas y unos 150 maridos han firmados actas de no agresión contra sus esposas. Déborah se ha convertido en un elemento de referencia, cuando un hombre esta amenazando a la mujer, ella le dice: “te voy a llevar a Déborah” y el hombre se controla.15 Una de las víctimas en la zona de Las Lajas dice: “no puedo creer las cosas buenas que el Programa Déborah ha hecho por nosotras, el pueblo no es el mismo y la gente nos respeta”. En una nota escrita por el Departamento de Policía de Taulabé (no solicitada), el encargado nos cuenta: “debido al trabajo de estas mujeres (el programa Déborah) los casos de violencia doméstica se han reducido en la comunidad”. Sin embargo, las paralegales no se atreven a decir que el Programa Déborah ha contribuido a disminuir la violencia doméstica, sino que afirman: “estamos luchando en contra de la violencia doméstica”.16

5 .3 CASOS ESPECIF ICOS En un taller realizado con mujeres beneficiadas del programa Déborah y con liderezas de la red de mujeres, fueron escuchados algunos testimonios de casos, en los que el programa Déborah ha intervenido. Daremos a conocer algunos casos específicos, productos de la intervención del Programa Déborah, con el objetivo de mostrar lo que está ocurriendo en la realidad, no se trata de relatar cuentos de hadas o novelas con un final feliz. Estos relatos no necesariamente son lo que esperamos, pero podemos aprender de ellos; podemos sacar lecciones, ver lo positivo y lo negativo de los productos del programa. Deseamos que este análisis sea de utilidad, en primer lugar para que el Programa Déborah pueda evaluar en que etapa del camino está, pueda reflexionar el por qué sucedieron estos casos tal como sucedieron y pueda hacer los ajustes y correcciones que hagan cumplir su misión. En segundo lugar, este análisis podrá servir a aquellas organizaciones que están buscando contribuir a dar soluciones a la problemática de la violencia doméstica, evitando así, cometer los mismos errores y retomando lo positivo, lo cual ayudará a ir avanzando en el bienestar de las familias hondureñas. No se mencionarán nombres por respeto al derecho de confidencialidad, que es proclamado por el programa. CASO 1 Un hombre del municipio de Las Lajas, era muy violento y a menudo, le pegaba a su esposa. Ella acudió a denunciarlo al programa de Déborah, donde recibió orientación

15 Según opinión de la red de mujeres del municipio de Las Lajas 16 Taller realizado en el municipio de La Libertad con paralegales del Programa Déborah.

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y charlas acerca de los derechos de la mujer. ¡Lo curioso es que ahora, las cosas han cambiado, el hombre ya no le pega a su mujer….., ahora, la mujer le pega al hombre! Fue muy positivo por parte del Programa Déborah aplicar medidas precautorias, con las cuales se pretendía evitar que continuara la violencia, es decir, que no se repitieran las agresiones. Con estas medidas se ordena al agresor que se presente obligatoriamente a la consejería de familia. Después de la intervención de Déborah, el hombre entendió que ya no debía agredir a su mujer y no lo ha vuelto a hacer. Hasta aquí el cuento estaba bien, pero lo que está ocurriendo es que el modelo machista se está revirtiendo, ahora la mujer toma el modelo que tuvo antes y lo replica, ahora ella siente que tiene el poder y hace abuso de él. La violencia pareciera estarse imponiendo como la estrategia para resolver los conflictos o las diferencias en nuestra sociedad. Esto ha creado más conflicto y crisis en el hogar. Este hecho se ha convertido en violación de los derechos del hombre. Los dos como pareja, necesitan aprender como resolver los problemas sin violencia, al mismo tiempo. Si él aprende una manera de cómo resolver los conflictos, pero ella no entiende o no está de acuerdo, los dos terminarán frustrados. Se debería buscar la armonía y equilibrio en el hogar. No se trata de quién tiene el poder y de quién debe dominar y someter al otro, sino de que el hogar sea el ganador.

CASO 2 Una jovencita quedó embarazada y el hombre la abandonó, ella acudió al Programa Déborah y en una reunión conciliatoria estuvo de acuerdo en proveer mensualmente una cantidad de dinero para el sostenimiento de ella y del bebé. La jovencita manifiesta que él voluntaria y constantemente le está dando una cuota para la alimentación del bebé. El Programa Déborah ayudó con la aplicación de una medida cautelar que consiste en garantizar que el agresor cumpla sus responsabilidades de provisión con la familia. Ella recibe la ayuda, pero manifiesta que odia a este hombre y que nunca lo va a perdonar.

Fue un éxito por parte de Déborah, lograr que el agresor dé un aporte económico a su familia, sin embargo para esta jovencita no ha sido suficiente: ella necesita ser

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restaurada emocional y espiritualmente, pues tiene raíces de amargura en su corazón y esto es más dañino para su salud. En una situación de abandono e indiferencia como esta, el Programa Déborah no puede recomendar que traten de reconciliarse, no puede promover matrimonios, si las relaciones son disfuncionales CASO 3 Una pareja de novios recurrió a una iglesia local para recibir orientación prematrimonial. Estos jóvenes recibieron charlas orientadoras acerca de los derechos de la mujer y la violencia doméstica, por parte de una lidereza de la red de mujeres que han sido capacitadas por el Programa Déborah. Es de hacer la aclaración que el equipo de paralegales del programa Déborah, actualmente no cuentan con la especialidad profesional en el área de Psicología, ellas han recibido capacitaciones aisladas, pero nada sistemático. Después de las charlas, al darse cuenta que el compromiso es serio, ellos deciden ya no casarse,... pero deciden acompañarse o convivir como pareja, sin ningún compromiso legal, es decir, tienen una relación de hecho y no de derecho. La manera en que se está implementando el programa crea confusión en la pareja y empuja a tomar decisiones erróneas. La intervención fue bien intencionada, pero en lugar de corresponsabilidad, les creó miedo y ya no se casaron. Con una orientación brindada por personal capacitado, con experiencia y bien enfocado, la pareja hubiera contraído matrimonio, adquiriendo así, responsabilidades. Así la consejería hubiera sido efectiva. El Programa Déborah hasta este momento ha estado interviniendo para resolver casos de violencia, no se ha especializado en consejería matrimonial. Está bien y es necesario que el Programa Déborah se involucre en este tema, pero implica que debe tener metodológicamente bien diseñada su intervención, para dar una consejería efectiva. Estos casos son muy delicados, pues se está influenciando en la toma de decisiones que afectarán la vida y el destino de la pareja. CASO 4 Una mujer sufría de agresiones físicas y psicológicas por parte de su esposo. Después de varios años, él emigra hacia los Estados Unidos y la esposa se quedó en la casa con sus hijos. Ella recibía insultos y acusaciones cada vez que tenía la oportunidad de hablarle por teléfono.

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Ahora que ella es lidereza capacitada por el Programa Déborah, decidió pedirle el divorcio a su esposo, ella piensa que no tiene sentido seguir casados y vivir tan lejos el uno del otro, sin esperanza de volverse a ver. Además no tiene sentido estar recibiendo insultos por teléfono, ni seguir en sumisión a distancia. Ella ha escuchado que su esposo convive con otra mujer en los Estados Unidos. La infidelidad es un efecto no deseado, pero que ocurre con frecuencia al estar alejados el uno del otro. Puede decirse que la intervención del Programa Déborah ha sido positiva, pues ha ayudado a tomar una decisión realista a esta mujer. Al conocer sus derechos, ella decide divorciarse. Esta decisión se destaca en un contexto violento y donde las mujeres adoptan una actitud de sumisión que se acerca más a esclavismo. Ella toma una decisión sabia, por la imposibilidad de que su esposo regrese, ella decide rehacer su vida. No tenía sentido seguir casada con un hombre que posiblemente está conviviendo con otra mujer en los Estados Unidos. El aspecto religioso, es uno de los elementos que en los últimos tiempos está influyendo de manera determinante en el grado de aplicación de las leyes aprobadas. Un ejemplo de este tipo de intervención se encuentra en el caso siguiente: En Honduras, instituciones que tienen una visión conservadora en ciertos temas, han asumido algunos compromisos en relación a la violencia doméstica, por ejemplo algunas iglesias. Aunque siempre se corre el riesgo de que al momento de tratar el tema o atender un caso particular de violencia de género, prevalezca una concepción que desconozca las relaciones de poder al interior de las familias y desde un ámbito religioso que muchas veces se resume con slogan como “No se divorcie. Salve su matrimonio” En este sentido fue muy buena la intervención del Programa Déborah, al dejar en libertad la decisión de la mujer, ya que no se trata de que vivan como matrimonio siendo infelices o infieles, sino de vivir en armonía, juntos y en paz. No se trata de que estén juntos porque es un mandato divino, sino que vivan una vida abundante, vida justa, donde se respeten los valores, no que uno violente y el otro aguante. Jesús dijo: “Yo he venido, para que tengan vida y para que la tengan en abundancia” CASO 5 Este es el caso de una mujer que tenía 19 años cuando se casó. A los pocos meses el hombre se fue de la casa y formó otro hogar, quedando ella embarazada. Su hijo hoy tiene 12 años, ella nunca se volvió a casar y vive junto a sus padres, quienes la han apoyado, a pesar de su pobreza. Esta mujer conoció, a través del Programa Déborah, que tiene derechos: El padre de su hijo, su ex esposo, tiene la obligación de cumplir con sus responsabilidades de provisión.

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Ella desea que su hijo tenga mejores oportunidades de estudio y por esto está siguiendo la orientación que le brinda el programa Déborah, quien ha remitido el caso a los juzgados correspondientes y están en el proceso de embargar un terreno y un vehículo para garantizar que el hombre brinde una pensión provisional a su familia. Ella dice: “por desconocimiento no había ejercido este derecho desde hace 12 años y gracias a Déborah voy a dar un mejor futuro a mi hijo”. El Programa Déborah hace un papel muy importante en divulgar las leyes del país, pues con ello se ha logrado que esta mujer pueda abrir un proceso legal, en este caso, el embargo de bienes. CASO 6 Una mujer, luego de ser agredida por su compañero de hogar, fue a recibir orientación a las oficinas paralegales del Programa Déborah. Luego de conocer sus derechos puso la denuncia ante la policía. El agresor fue apresado…., pero a las pocas horas, la mujer llegó al puesto de Policía a suplicar que lo pusieran en libertad. Una de las orientadoras de la red de mujeres (capacitadas por el Programa Déborah) le dijo a esta mujer que era una tonta y que nunca más le iban a ayudar cuando su marido repitiera el maltrato. La misma reacción tuvo la policía, se enojaron por la actitud de la mujer al retirar la demanda. La orientadora se sintió frustrada, con mucha razón, ya que es grande el esfuerzo que hace el programa Déborah en animar a las mujeres afectadas a que tengan el valor de denunciar, a que reconozcan sus derechos y a construir una conciencia social sobre este fenómeno. Creemos que las orientadoras tienen que entender que estos son procesos largos y deben tener paciencia para lograr cambios. Debemos preguntarnos, ¿Por qué ocurrió lo que ocurrió? Las orientadoras de violencia doméstica del programa Déborah, suponen que puede ser el temor a ser agredida por haberlo denunciado y/o por limitaciones económicas, ¿quien va a sostener su hogar si el proveedor de la familia está en prisión? No se conoce, con profundidad, las razones por las cuáles las mujeres se arrepienten de seguir con el proceso legal o las causales que les impiden presentar una denuncia. Una hipótesis, que está por comprobarse, es que un sistema de justicia lento, ineficiente y con indicios de sesgos políticos en su administración puede desanimar a las mujeres para continuar con el proceso. También es importante considerar que se presentan limitaciones relacionadas con la participación de las mujeres en espacios destinados a fortalecer su autoestima y la deconstrucción de su identidad de género subordinado. El Centro de Derechos de Mujeres, que presta ambos servicios a las mujeres que sufren violencia doméstica y sexual, ha investigado de manera informal sobre algunas

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de las razones por las cuales las mujeres desisten de los procesos tanto legales como psicosociales. Hay muchos elementos de tipo económico, pero posiblemente en el fondo de esta problemática, existe una serie de razones mucho más profundas relacionadas con la identidad de género de las mujeres. También es importante entender que las personas usan criterios racionales y emocionales al momento de hacer sus decisiones. En este caso, el criterio emocional tuvo mucho peso. La ley por ser punitiva – no restaurativa, tampoco deja muchas opciones a reconciliación – la primera receta es cárcel. Esto no ayuda al proceso y limita a muchas mujeres, que si bien, quieren ver reprendido a su marido, no lo quieren ver en la cárcel. CASO 7 Una mujer expresó que antes de conocer el Programa Déborah, ella tenía miedo y se escondía cuado el esposo la amenazaba con maltratarla físicamente, ahora ella ya no tiene temor y manifiesta el valor para enfrentarlo, capacidad para defenderse y derecho de denunciarlo. El hombre hoy tiene temor y ya no la maltrata. “Ahora estoy decidida a enfrentarlo. Si me quiere pegar, yo lo amenazo con tirarle la plancha o el agua caliente en la cara”, manifestó esta mujer. Aunque el efecto no es el deseado, se resalta el hecho que la mujer ya no tiene temor, ya no es agredida; por lo tanto, disminuye su vulnerabilidad, pues ya no será una víctima más. No se trata que la mujer adopte una actitud de violencia, sino de que el hogar se restaure. El efecto deseado es la integración y paz en el hogar. CASO 8 Una lidereza de la red de mujeres manifestó que las mujeres desean aprender un oficio, desean trabajar para no depender económicamente del hombre y así, poder

independizarse, es la única salida que las mujeres encuentran para librarse de la violencia doméstica. El día que tengan independencia económica para poder mantener a sus hijos van a tomar la decisión de echar fuera de la casa al hombre o bien, irse lejos a un lugar más seguro y comenzar una vida nueva. Una de las mujeres expresó que su sueño es trabajar y poder decirle a su marido: “¡Mira, papito… quiero que te vayas de la casa….no te necesito!" El Programa Déborah desea contribuir a fortalecer las capacidades de la mujer para que sea económicamente independiente.

El empoderamiento económico de la mujer, sin una orientación bíblica a la pareja, no será la solución a los problemas de los hogares. Se seguirá replicando la prepotencia,

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ahora será la mujer la que tendrá el poder para humillar al hombre. Se seguirá confirmando lo que culturalmente se ha sostenido, de que quien tiene el dinero tiene el poder. Un organismo cristiano, debería apostarle a la restauración de la familia. Empoderando no solo a la mujer, sino también al hombre para ejercer su verdadero rol. CASO 9 Una mujer fue acusada por su compañero de hogar de serle infiel, por lo cual decidió, en primera instancia, “castigarla” incumpliendo con las obligaciones alimentarías de su familia, y por supuesto, se fue de la casa. Luego decidió denunciar a la mujer ante el Programa Déborah. Allí se le orientó al hombre y se realizó una reunión conciliatoria con la pareja. Al final de las orientaciones, se acordó que él daría una pensión mensual, pues es un delito el negar el derecho de recibir sustento alimenticio. La mujer relató que se llegó a un acuerdo positivo, pero el hombre dio la pensión total solamente el primer mes; el segundo mes disminuyó la pensión y así sucesivamente ha ido disminuyendo la cantidad de dinero, a tal grado que la mujer cree que este mes no recibirá nada. Al escuchar de este caso, deducimos que la labor del Programa Déborah no es suficiente, pues este fue un arreglo moral entre 3 personas naturales: el hombre, la mujer y la representante de Déborah, es decir, no hubo una obligación legal. Al hombre no le importa cumplir. Incumple porque no hay poder legal. Es necesario que el Estado obligue al hombre, Déborah no puede asumir el rol que le corresponde al Estado. Esta mujer, también expresó que si el hombre ya no le quiere dar la pensión, no quiere forzarlo, quisiera que la pensión fuera dada en forma voluntaria. Falta que el programa Déborah intervenga también en la sensibilización y educación del hombre en cuanto a sus responsabilidades, para que éste lo haga en forma voluntaria y permanente.

5 .4 PROBLEMAS QUE ENFRENTA EL PROGRAMA En este caso, daremos a conocer algunas dificultades que enfrenta el programa Déborah. La op in ión negat iva de a lgunos de los vec inos “Ellas son personas sin oficio”, tienen tiempo para andar visitando y estar en reuniones;

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El Programa Déborah “es la instancia que desintegra hogares”, la mujer que se involucra con Déborah, termina separándose de su marido al saber sus derechos; “Son mujeres que se meten en la vida privada y en lo que no les importa”. Para que contrarrestar la imagen negativa que tienen los vecinos acerca de que son mujeres sin ocupación, se puede integrar este programa con otros que tiene Proyecto Aldea Global, sería mejor que los vecinos dijeran: “son mujeres emprendedoras” Por ejemplo, involucramiento en el programa de créditos que permita a las mujeres tener algún negocio, etc. Además debería trabajarse en la integración de los matrimonios. La im agen de las l iderez as Las mujeres que forman estas redes, dicen que tienen dificultad en involucrarse a este programa porque sus esposos son celosos y les tienen desconfianza. Una de las liderezas manifiesta que tiene libertad de participar en este programa, porque está divorciada y otra dijo que lo podía hacer porque su esposo se ha ido para los Estados Unidos. Muchas de las liderezas son jefes de hogar o madres solteras, esto puede dar una imagen negativa, la mayor parte no tienen hogares integrados. Sería conveniente involucrar personas que tengan hogares integrados, tales como parejas estables, estratégicamente se debería manejar el asunto de imagen y mercadeo del programa con el apoyo de matrimonios estables, que estén comprometidos contra la violencia, no porque ellos estén sufriendo directamente la violencia doméstica, sino porque se solidarizan con los que sufren. Percepc ión acer ca de l p rograma Algunas usuarias del programa opinaron: “El programa Déborah debería tomar en cuenta a Dios”, ellas consideran que el programa es secular. Es necesaria la participación de la Iglesia, haciendo un trabajo pastoral que dé acompañamiento a los hogares. Como sabemos, la violencia doméstica no es un problema fácil de resolver, es multicausal, por lo cual se necesita el trabajo multisectorial: del Gobierno, de la Iglesia, de las autoridades, de las Escuelas, de las familias y de la comunidad. Conociendo esto, el programa tiene un eslogan: “Mano a mano en contra de la violencia doméstica, donde participar es tarea de todos y todas”.

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6 CONCLUSIONES

• Si bien es cierto que los testimonios relatados, no tienen ningún parecido a una novela con un feliz desenlace, puede concluirse que el Programa Déborah es relevante, pues ha logrado posicionarse socialmente como el referente que atiende los casos de violencia doméstica, en los municipios de Comayagua y está creando la pauta para institucionalizar este tipo de servicio.

• Históricamente, la Alcaldía ha sido una institución masculinizada y violenta,

el Programa Déborah está propiciando un cambio, está rompiendo paradigmas en un contexto machista y dentro de una cultura de superioridad.

• Se está logrando el empoderamiento de las mujeres: Antes, en estos

municipios de Comayagua, las mujeres no tenían valor de denunciar la violencia doméstica, ni tenían donde recurrir a poner sus quejas, pero ahora lo tienen. Las mujeres tienen valor de defenderse ante una agresión, antes se dejaban agredir y tenían que callar, ahora ya pueden hablar. Ha cambiado la realidad de las mujeres, esto es un impacto.

• El sistema dice que la violencia contra la mujer es “normal”, pero El Programa

Déborah ha enseñado y sensibilizado a las mujeres que no es normal y que es posible cambiar esta realidad.

• El sistema público, trata mal a las mujeres que llegan a denunciar, El

Programa Déborah en contraste, trata bien a las mujeres, les atiende con calidez, les escucha y les orienta para que ellas tomen sus propias decisiones, las cuales son respetadas.

• Si hablamos de la eficacia del programa Déborah, por los testimonios

conocidos, podemos decir que todavía no ha logrado su objetivo con enfoque cristiano, en el cual “no busca divorcios ni pleitos en cortes sino que la reconciliación y la armonía entre la familia”17, pero ha dado pasos importantes que le pueden permitir su logro. Existe la debilidad de que no están proporcionando atención psicológica para las usuarias del programa, por lo cual siempre queda el odio y la raíz de amargura. Todavía no se está restaurando a la misma mujer, mucho menos a los hogares.

• Mucho del esfuerzo realizado se ha concentrado en la atención a la violencia

doméstica y a la resolución “legal” de la misma, pero hay muy pocos esfuerzos en relación a la prevención, a la comprensión de la dinámica psicosocial que afecta a las mujeres que enfrentan violencia y a las causas estructurales de este fenómeno.

• Hasta este momento, el Programa Déborah no ha dado cobertura a la

educación al hombre, todavía se maneja el concepto: la mujer es la víctima y el hombre es el agresor.

17 Manual para facilitadores en temas de orientación jurídica a familias. Federación de Organizaciones Privadas para el Desarrollo de Honduras (FOPRIDEH). 6ª. Edición, Junio de 2006.

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• No se cuenta con registros actuales de la disminución de la violencia

doméstica por ser un parámetro difícil de medir. El programa Déborah tiene registros de casos atendidos y casos “resueltos”, pero no hay un monitoreo que permita saber si estos casos en realidad se resolvieron o cual es su status actual. Específicamente, el Programa Déborah, a pesar de su experiencia de años no cuentan con una línea de base que le permita ser contundente en afirmar que ha disminuido la tasa de violencia doméstica. Uno de los principales obstáculos que enfrentan son los reducidos presupuestos con los que cuentan que en muchas ocasiones les impiden realizar su trabajo en su totalidad quedando el seguimiento de los casos fuera de su alcance.

• Existe una debilidad en la conceptualización y práctica de género dentro del

programa, el cual deberán ir ampliando para tener impacto significativo a largo plazo, no solo en las mujeres, sino en las familias

“Señor Jesús, ¡Qué venga tu Reino a Honduras!, El Reino de Dios es Justicia y Paz”

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7 RECOMENDACIONES

• La historia no ha terminado, para que el Programa Déborah logre su propósito, de restaurar mujeres y familias completas, tendrá que ir dándole integralidad a su programa, con personal capacitado en género y psicología. No sólo prestar atención a la violencia doméstica, sino que reflexionar y actuar en las causas que la originan. No es suficiente sólo atender a las víctimas, sino evitar que haya víctimas.

• El Programa Déborah, debería aplicar medidas preventivas que persigan frenar

actos de violencia, ofreciendo espacios para la “reeducación” de los agresores a través de talleres de masculinidad18, en los que el hombre pueda conocer cual es su rol como hombre y de fortalecimiento de la autoestima para las mujeres, con enfoque de género, con el fin de proteger la integridad física, psicológica, patrimonial y sexual de ambos cónyuges. También se deberá brindar, consejería a los jóvenes, para evitar que estos no puedan asumir compromisos al casarse o acompañarse a muy temprana edad.

• Se debería dar importancia a los registros, para ir midiendo el

comportamiento del fenómeno de la violencia doméstica en los municipios de Comayagua, a fin de monitorear para ir avanzando en la disminución de la tasa de violencia. Debería realizarse un monitoreo que permita dar seguimiento a los casos atendidos, dando ayuda psicológica y espiritual a las parejas, con el fin de restaurar a las familias.

• El Programa Déborah, debería dar atención a uno de los factores que hace

sostenible a la violencia doméstica, como es: La dependencia económica de las mujeres, a través de los otros programas de Proyecto Aldea Global.

• Las iglesias deberían ser un punto de apoyo para el Programa Déborah, dando

acompañamiento a las parejas, con una actitud pastoral, con una reflexión Bíblica-teológica en la cual se proclame que Dios quiere restaurar su reino, con justicia y paz.

Para Dios la mujer tiene el mismo valor que el hombre: “Porque ya no hay mujer ni varón, todos son uno en Cristo.”

18 A menudo los que cometen violencia no comprenden que han cometido un crimen.

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8 LECTURAS SUGERIDAS Elsy Carvalho “Familia en Crisis” IINDEF Costa Rica, 1999 Jorge Maldonado “Aun en las Mejores Familias” Libros Desafío, Grand Rapids, MI, USA Jorge Maldonado Fundamentos Bíblico-Teológicos del matrimonio y la Familia" Editorial Nueva Creación, Buenos Aires: Argentina. 1995 José Dunker "Iguales y Diferentes” Editora Búho, Santo Domingo, República Dominicana, 2003 René Padilla-Carmen Pérez de Camargo “Hacer el amor en todo lo que se hace” Ediciones Kairós, Argentina, 2002 Revista Paso a Paso No. 55 “Las cualidades de una Familia Sólida” Tearfund UK, 2003 Recursos Roots No. 4 “Construcción de la paz en nuestras comunidades” Tearfund UK, 2003 Centro de Derechos de Mujeres Sitio web: http://ns.rds.org.hn/cdm/htm/noticias.html Centro de Estudios de la Mujer, Honduras Sitio web: http://ns.rds.org.hn/cdm/

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Estudio de Caso: Programa Déborah

Autor: Hilda Bojórquez

Editor: Amy Wagner

Contacto de Tearfund: João Martinez da Cruz

[email protected]

© Tearfund 2007

Tearfund es una agencia cristiana evangélica de ayuda y desarrollo trabajando con socios locales para brindar ayuda y esperanza a comunidades necesitadas alrededor del mundo.

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