escribe hermano leon nº 100

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DECÁLOGO DE LA MISERICORDIAE VULTUS 1. Ser instrumentos de perdón porque hemos sido los primeros que lo hemos recibido de Dios (nº 14) 2. Dejarnos tocar, día a día, por su compasión para que también nosotros lleguemos a ser compasivos con todos (nº 14) 3. Realizar la experiencia de abrir el corazón a cuantos viven en la más contradictorias periferias existenciales, que crea dramáticamente el mundo moderno(nº 15) 4. Despertar nuestra conciencia muchas veces aletargada, ante el drama de la pobreza y el sufrimiento y poner en práctica las obras de misericordia corporales y espirituales y entrar en el corazón del evangelio, donde los pobres son los privilegiados de la misericordia(nº 15) 5. Participar en la iniciativa 24 horas para el Señor (durante el viernes y sábado que antece al IV domingo de cuaresma) y acercarnos al sacramento de la reconciliación para volver a experimentar la alegría del perdón y reencontar el sentido de la propia vida (nº 17) 6. Dejarnos reconciliar con dios por medio del Ministerio Pascual y de la mediación de la Iglesia y experimentar la comunión de los santos que vienen en ayuda de nuestra fragilidad(nº 22) 7. Favorecer el encuentro con hermanos de otras confesiones religiosas, favoreciendo el diálogo, eliminando toda forma de cerrazón y desprecio; alejándonos de cualquier forma de violencia y discriminación (nº23) 8. Acudir a María para que nunca se canse de volver a nosotros sus ojos misericordiosos y nos haga dignos de contemplar el rostro de la misericordia de su Hijo Jesús. (nº 24) 9. Dejarnos sorprender por Dios que nunca se cansa de destrabar la puerta de su corazón para repetir que nos ama y quiere compartir con nosotros su vida (nº 25) 10. Sentir la urgencia de anunciar a todos la misericordia de Dios. https://www.google.es/search?q=DEC%C3%81LOGO+DE+LA+MISERICORDIAE+VULTUS&oq=DEC%C3%81LOGO+DE+LA+MISERICO RDIAE+VULTUS&aqs=chrome..69i57.29583j0j8&sourceid=chrome&es_sm=93&ie=UTF-8

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DECÁLOGO DE LA MISERICORDIAE VULTUS 1. Ser instrumentos de perdón porque hemos sido los primeros que lo hemos recibido de Dios (nº

14) 2. Dejarnos tocar, día a día, por su compasión para que también nosotros lleguemos a ser

compasivos con todos (nº 14) 3. Realizar la experiencia de abrir el corazón a cuantos viven en la más contradictorias periferias

existenciales, que crea dramáticamente el mundo moderno(nº 15) 4. Despertar nuestra conciencia muchas veces aletargada, ante el drama de la pobreza y el

sufrimiento y poner en práctica las obras de misericordia corporales y espirituales y entrar en el corazón del evangelio, donde los pobres son los privilegiados de la misericordia(nº 15)

5. Participar en la iniciativa 24 horas para el Señor (durante el viernes y sábado que antece al IV domingo de cuaresma) y acercarnos al sacramento de la reconciliación para volver a experimentar la alegría del perdón y reencontar el sentido de la propia vida (nº 17)

6. Dejarnos reconciliar con dios por medio del Ministerio Pascual y de la mediación de la Iglesia y experimentar la comunión de los santos que vienen en ayuda de nuestra fragilidad(nº 22)

7. Favorecer el encuentro con hermanos de otras confesiones religiosas, favoreciendo el diálogo, eliminando toda forma de cerrazón y desprecio; alejándonos de cualquier forma de violencia y discriminación (nº23)

8. Acudir a María para que nunca se canse de volver a nosotros sus ojos misericordiosos y nos haga dignos de contemplar el rostro de la misericordia de su Hijo Jesús. (nº 24)

9. Dejarnos sorprender por Dios que nunca se cansa de destrabar la puerta de su corazón para repetir que nos ama y quiere compartir con nosotros su vida (nº 25)

10. Sentir la urgencia de anunciar a todos la misericordia de Dios.

https://www.google.es/search?q=DEC%C3%81LOGO+DE+LA+MISERICORDIAE+VULTUS&oq=DEC%C3%81LOGO+DE+LA+MISERICORDIAE+VULTUS&aqs=chrome..69i57.29583j0j8&sourceid=chrome&es_sm=93&ie=UTF-8

REFLEXIÓN:

¡Abrid las puertas a la Misericordia!

El Papa Francisco inauguró el Jubileo extraordinario de la Misericordia, convocado por él mismo, y abrió la Puerta Santa en el Atrio de la Basílica de San Pedro. Y, como se había anunciado, en el solemne rito de apertura estaba presente el Papa emérito Benedicto XVI, que aceptó la entrañable invitación de su sucesor y fue el primero en entrar por la Puerta Santa después del Papa Bergoglio. 8 de diciembre de 2015. Una vez más la fiesta litúrgica dedicada a María espejo de pureza, queda enlazada a la historia de la Iglesia universal, como ha querido el Santo Padre, señalando en la Bula Misericordiae Vultus que: «Dios no quiso dejar a la humanidad en soledad y a merced del mal. Por esto pensó y quiso a María santa e inmaculada en el amor (cfr Ef 1,4), para que fuese la Madre del Redentor del hombre». (MV n. 3) ¡Interceda por nosotros la Virgen Inmaculada! Rogó el Papa Bergoglio en su oración abriendo el año de gracia, con la alegría del Evangelio y pidiendo a Dios, que conceda «a todos los que cruzarán la Puerta de la Misericordia con el corazón arrepentido, renovado empeño y filial confianza», que experimenten su «ternura paternal y que reciban la gracia del perdón para testimoniar, con palabras y obras, el rostro de la misericordia, Jesucristo nuestro Señor». Después de pedir la apertura de la Puerta Santa, que como señaló el Obispo de Roma representa a Cristo – que en el ministerio de la Iglesia nos introduce en el consolador misterio del amor de Dios, que abraza a la humanidad entera – el Santo Padre se detuvo en oración en el umbral, para luego, acompañado por el canto del Te Deum entrar a través de ella y llegar hasta la Tumba del Apóstol Pedro, el Altar de la Confesión. Y encabezó a Cardenales, Obispos y representantes de sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos que cruzaron la Puerta Santa dirigiéndose luego en procesión, con el himno del Año Santo de la Misericordia, hasta la tumba del Apóstol Pedro para el rito final de la Santa Misa Como también escribió el Papa Francisco, el Año jubilar de la Misericordia, se concluirá en la solemnidad litúrgica de Jesucristo Rey del Universo, el 20 de noviembre de 2016, cerrando la Puerta Santa y encomendando «la vida de la Iglesia, la humanidad entera y el inmenso cosmos a la Señoría de Cristo, esperando que derrame su misericordia como el rocío de la mañana para una fecunda historia, todavía por construir con el compromiso de todos en el próximo futuro».

http://www.pazybien.es/misericordia/

El Señor me dio hermanos: PROFESIÓN PERPETUA DE NUESTROS HERMANOS:

Fray Fco. Javier Rojo Alique, ofm Fray L. Pablo Scioti, ofm

Fue el sábado 5 de Diciembre en la Parroquia de San Francisco de Asís de Alcalá de Henares.

FELICIDADES

El Señor me dio hermanos: MIL GRACIAS ENCARNITA DEL POZO POR TUS 50 AÑOS SIRVIENDO A LA OFS

Carta del Ministro General

Queridos hermanos y hermanas! Que el Señor os dé la paz! Nuestra querida hermana, Encarnación del Pozo, que había servido a la Orden Franciscana Seglar a nivel internacional desde hace 30 años, durante 12 años como Ministro General, celebrará el 50 aniversario de su profesión permanente el 8 de diciembre la Fiesta de la Inmaculada Concepción. Me complace compartir con ustedes esta gozosa noticia. Doy gracias al Señor por toda su vida, por su maravilloso ejemplo personal, y por

su servicio en la Orden Franciscana Seglar. Pido al Señor que la bendiga y la guarde, y os invito a orar por ella y dar gracias por ella el 8 de diciembre, martes. Vamos a estar juntos en la oración en esta fiesta muy especial! Vuestro hermano y ministro Tibor Kauser

El Señor me dio hermanos:

EL SEÑOR HA ESTADO INMENSO CON NOSOTROS.

El 21 nos regalo en Lopera (Jaén) cinco nuevos hermanos, por cierto muy jóvenes, y en Baeza profesaron 8 nuevos hermanos e ingreso un hermano más. La Fraternidad de Baeza que estaba inactiva, vuelve a estar activa. Mil Gracias a Dios-Padre.

CAMINAMOS AL ESTILO DE FRANCISCO Y CLARA DE ASÍS.

Señor, ¿Qué quieres que haga?

CARTA DEL MINISTRO GENERAL DEL CIOFS

TIBOR KAUSER, OFS

Queridos hermanos y hermanas, ¡Que el Señor les de su paz!

El Año Jubilar Extraordinario de la Misericordia comienza hoy, en la fiesta de la Inmaculada Concepción. Muchos de nosotros hemos estado esperando este Jubileo extraordinario, aun cuando haya quienes no estén en conocimiento del mismo. Pero estoy seguro que todos tenemos un profundo deseo de vivir la misericordia de Dios. La misericordia es el amor de Dios que El ofrece como un don. Es la expresión de cómo El mira a sus amados hijos, a quienes ha creado a su propia imagen, sin mencionar nuestros pecados una y otra vez. En su misericordia podemos redescubrir Su amor infinito y también podemos redescubrir, quienes somos, como seres humanos, como cristianos y como franciscanos seglares.

“Siempre tenemos necesidad de contemplar el misterio de la misericordia. Es fuente de alegría,

de serenidad y de paz. Es condición para nuestra salvación. Misericordia: es la palabra que revela el misterio de la Santísima Trinidad. Misericordia: es el acto último y supremo con el cual Dios viene a nuestro encuentro. Misericordia: es la ley fundamental que habita en el corazón de cada persona cuando mira con ojos sinceros al hermano que encuentra en el camino de la vida. Misericordia: es la vía que une Dios y el hombre, porque abre el corazón a la esperanza de ser amados para siempre no obstante el límite de nuestro pecado”.

Por lo tanto, debemos “redescubrir en este tiempo jubilar la riqueza contenida en las obras de misericordia corporales y espirituales. La experiencia de la misericordia, en efecto, se hace visible en el testimonio de signos concretos como Jesús mismo nos enseñó. Cada vez que un fiel viva personalmente una o más de estas obras obtendrá ciertamente la indulgencia jubilar. De aquí el compromiso a vivir de la misericordia para obtener la gracia del perdón completo y total por el poder del amor del Padre que no excluye a nadie. Será, por lo tanto, una indulgencia jubilar plena, fruto del acontecimiento mismo que se celebra y se vive con fe, esperanza y caridad.”

Necesitamos la divina misericordia para abrir nuestros ojos, nuestros oídos, nuestros corazones, para que podamos experimentar la bondad del Señor, quien también nos invita a ser misericordiosos. Nuestra vocación es ser santos, como nuestro Padre es santo. Esto significa, que tenemos también que ser misericordiosos, como nuestro Padre es misericordioso. El Año Santo de la Misericordia es un momento privilegiado también para nosotros para pedirle al Señor de los ejércitos, que nos muestre su misericordia, que nos ayude en nuestra conversión diaria, como base para transformarnos en constructores del Reino de Dios, y cambiar el corazón de los líderes de las naciones, para que puedan dirigir a las naciones hacia un mundo mejor, respetando los derechos humanos y las libertades religiosas, cuidando la creación y buscando el bien de todos. Nosotros, como franciscanos seglares debemos comprometernos en las diferentes áreas de

la vida pública, prestando atención al uso apropiado de los bienes y al cuidado de la creación. Cada uno de nosotros debe buscar, dónde y cómo estamos llamados a dar nuestra contribución al trabajo por la construcción de un mundo mejor, confiando en la presencia de la semilla divina de cada quien y en el poder transformador de amor y de perdón. Les invito a orar por aquellos que tienen necesidad especial por la divina misericordia. Les invito a orar por los pobres, por los marginados, quienes escasamente tienen bienes materiales, pero a menudo tienen inmensa riqueza en bienes espirituales, y pueden enseñarnos qué tan cerca podemos estar de Dios a través de la divina providencia.

Les invito a orar por todos quienes han sido víctimas de la violencia, alrededor del mundo, sin importar cuánto ha sido publicitado o cuantos han estado involucrados. Les invito a orar por aquellos que han pecado y no han comenzado su jornada de conversión. Les invito a orar por aquellos que están sirviendo entre nosotros: en la Iglesia, en la sociedad, en nuestras fraternidades. Que el Señor de la misericordia les ilumine y guíe, para que siempre busquen la voluntad de Dios. Finalmente les invito a orar para que todos comprendamos lo que debemos hacer, individualmente y también en nuestras fraternidades, “juntamente con todos los hombres de buena voluntad, a construir un mundo más fraterno y evangélico para edificar el reino de Dios” Al mismo tiempo, deseo llamar su atención sobre el siguiente punto. Franciscan International, ONG internacional de la Familia Franciscana, ha editado un folleto con el título “Haciendo que los derechos humanos funcionen par las personas que viven en extrema pobreza” 6. El folleto busca ayudar a quienes trabajan en esta área, creando un nuevo enfoque ya que la extrema pobreza es de por sí violencia contra los derechos humanos. Nosotros hacemos énfasis en recomendar la lectura y estudio de este folleto, particularmente para quienes están directamente comprometidos en este área de trabajo social.. Esta publicación nos invita a fortalecer nuestro compromiso a ser solidarios con los menores, con los más pobres, con los marginados, con los desterrados. Tenemos que ser mucho más sensibles con el sufrimiento de aquellos en necesidad, afuera y dentro de nuestras fraternidades. Tenemos que estar mucho más atentos a las necesidades de nuestras hermanas y hermanos, que están viviendo el mismo carisma, la misma vocación, en la misma fraternidad de la OFS, sea en la fraternidad local o en cualquiera de sus niveles. No podemos llamarnos los unos a los otros hermanas y hermanos si pasamos de largo sin una oración y sin un acto concreto de amor fraterno! Esto no solo significaría falta de espíritu fraterno pero también expresaría falta de compromiso

personal con nuestra vocación franciscana seglar, que es un regalo de Dios. Nuestra vocación es un tesoro, y solamente podemos cuidar y proteger este tesoro si lo compartimos, si lo hacemos visible y si damos un fuerte testimonio personal. Dios no nos lo ha dado para esconderlo sino para usarlo, y hacer visible este bien. Más aún, tenemos que extender nuestra solidaridad con nuestros vecinos, con quienes están más cercanos a nosotros, como signo del divino amor del Señor, quien siempre nos invita a hacer el bien a todos, pero particularmente a los más pobres, a los más débiles a los más pequeños. Debemos abrir nuestros oídos y nuestros ojos, abrir nuestros corazones, y luego abrir nuestras puertas, cocinas, hogares y también nuestras billeteras. Particularmente durante este Año de la Misericordia, debemos enfocarnos en actos concretos de solidaridad. Como lo hizo Francisco, debemos orar sin demora por aquellos que necesitan nuestras oraciones, ayudando al mismo tiempo a aquellos que tienen muchas más necesidades que nosotros mismos. Nuestra solidaridad también puede ser expresada de forma mucho más organizada. Por esta razón, la Presidencia ha decidido elaborar una guía relacionada con el acompañamiento entre fraternidades nacionales, tanto constituidas como emergentes. Ojalá y esta guía, que será distribuida el próximo año, ayude a fortalecer los lazos fraternos entre las diferentes fraternidades nacionales, y también colabore con el establecimiento de contactos fraternos personales. Por medio de esta Circular, también quisiera informarles que la Presidencia, luego del Capítulo General Electivo de Noviembre 2014 en Asís, ha creado las siguientes comisiones dentro de la Presidencia, comenzado un trabajo intensivo para procurar hacer más efectivo y tener mayor acercamiento con nuestras hermanas y hermanos:

Comisión Formación, coordinado por Ana Maria Raffo Laos Comisión Familia, coordinado por Silvia Diana Comisión JuFra, coordinada por Andrea Odak, y Ana Fruk como Animador Fraterno. Comisión Comunicaciones, coordinada por Michel Janian Comisión Justicia, Paz e Integridad de la Creación, coordinada por Attilio Galimberti Comisión Economía, coordinada por Augustine Youghak Yoon Comisión Jurídica y Patrimonial, coordinada por Tibor Kauser Comisión para la Causa de los Santos, coordinada por Francesco Mattiocco

Adicionalmente, han continuado o se han lanzado algunos proyectos, bajo la coordinación de algunos miembros de la Presidencia. Yo tengo una gran esperanza que a través de los contactos personales que serán reforzados entre los Consejos Nacionales y la Presidencia, y a través de los Consejeros Internacionales y los Consejeros de Presidencia, se viva una fructífera colaboración. Todos los miembros de la Presidencia estamos convencidos que nosotros somos ministros que hemos sido electos para servirles, de una forma que es determinada por nuestra Regla, Constituciones Generales, y por los Estatutos particulares, y puede ser percibida en nuestra ración individual y en nuestra vida fraterna, buscando siempre la voluntad de Dios que es misericordioso. Oremos para que seamos instrumentos del Señor, para que a través de nuestro testimonio personal de nuestra vocación franciscana seglar, y a través de nuestra activa presencia en el mundo, El pueda propagar, particularmente durante este año, Su divina misericordia sobre cada uno. Que la Bienaventurada Santa Virgen María, nuestro Seráfico Padre San Francisco, y nuestros santos patronos Sta. Isabel de Hungría y San Luis IX sean nuestros intercesores. Su hermano y ministro,

TESTIMONIO. SER FRANCISCANO SEGLAR

Para ser franciscano tan sólo es necesaria la fe, el Evangelio y el carisma. El posterior desarrollo personal de estos mínimos abarcará opciones tan diferentes como el sacerdocio, la vida consagrada, la familia como pequeña iglesia doméstica o el laicado responsable, entre otras muchas. Todas ellas en paridad de dignidad y reflejo de una Iglesia peregrina que camina por el mundo. La realidad franciscana es múltiple en sus manifestaciones y plural en sus movimientos y simpatías. Nadie es más o menos franciscano que otro por el simple y único hecho de pertenecer o no a cualquiera de las órdenes que abarca esta gran familia. Pero, a partir de aquí, cada uno debe perfilar las formas y el sentido de pertenencia de su propia vocación. Nuestro grupo, el Grupo de San Francisco, conforma un proyecto comunitario que, al estilo del Santo de Asís, tiene por objeto vivir el Evangelio creando comunidades fraternas. Desde mi más temprana juventud, vivo inmerso en esta realidad que tan franciscanamente ha llenado y formado mi persona. Paralelamente, a finales de octubre, celebré con alegría mi profesión en la O.F.S. ¿Por qué, estando felizmente ubicado en el seno de un grupo franciscano, surge en mí la llamada vocacional a formar parte de la O.F.S? Hoy día, las congregaciones derivan su rama terciaria o seglar con más o menos naturalidad, pero Francisco, adelantándose a su tiempo, tuvo la clarividencia de ubicar a los seglares en la que ha sido llamada, según las épocas, Orden de la Penitencia, Tercera Orden u Orden Franciscana Seglar. Mi vocación a formar parte de la O.F.S surge del agradecimiento que me inspira San Francisco por haber integrado a los seglares en su Orden, sin duda al claro soplo del Espíritu. Habiendo asumido ya el carisma para el resto de mis días, hoy por hoy no concibo ser franciscano sin, además, sostener el lugar natural que el mismísimo Francisco creó para nosotros. Me siento llamado a amparar su legado y a cuidarlo para que perdure, porque es un regalo para la vida seglar, y eso tiene su valía, su sentido de identidad y todo un espíritu de plena pertenencia e inclusión en la Orden Franciscana y dentro de la Iglesia.

Pedro J. Marín

REFLEXIÓN: ADVIENTO CON SAN FRANCISCO: CORAZÓN LIMPIO, MENTE PURA

Empezamos el ADVIENTO, tiempo para preparar nuestro corazón (habitación interior lo llamaba también san Francisco) a la venida del Señor, despertando en nosotros el deseo de un encuentro con Aquel que sólo espera ser reconocido, deseado y acogido. Es un tiempo único, que no podemos dejar pasar sin más, para caer en la cuenta de que Alguien nos ama desde siempre y nos acoge tal como somos, sin condiciones ni chantajes; de que Alguien nos busca, aunque no le busquemos, y quiere entrar donde ya habita. No tengamos miedo del silencio ni de la soledad, busquemos cada día un rato para entrar dentro de nosotros mismos, donde Él nos espera: “Mira que estoy a la puerta y llamo”. Sí, el camino del Adviento es un “viaje interior”. Se trata de descubrirnos en Él, de reconocer que nos espera en nosotros mismos. Se trata de abrir el interior a su presencia escondida para que habite en todo nuestro ser y hacer. De esta manera podremos ver con su mirada, sentir con su mismo corazón, actuar con su mismo Espíritu. Hemos de llegar hasta ese lugar íntimo donde, abiertas las puertas, se descubre que él ya vino a nosotros y nos espera en nosotros mismos (Francisco García). Esta es la invitación que nos hace san Francisco al comienzo del Adviento: «Ruego a todos los hermanos que, removido todo impedimento y pospuesta toda preocupación y solicitud, del mejor modo que puedan, hagan servir, amar, honrar y adorar al Señor Dios con corazón limpio y mente pura, que es lo que él busca sobre todas las cosas; y hagámosle siempre allí habitación y morada a aquél que es Señor Dios omnipotente, Padre e Hijo y Espíritu Santo, que dice: Vigilad y orad en todo momento» (Regla no bulada, 22).

http://vocacionesfranciscanas.blogspot.com.es/2011/11/adviento-con-san-francisco-hagamos-una.html

ESTUDIOS FRANCISCANOS:

ESCUELA SUPERIOR DE ESTUDIOS FARANCISCANOS

http://escuelafranciscana.org/

INSTRUMENTO DE TU PAZ

LOTERIA DE

NAVIDAD EL DÉCIMO DEL AMOR FRANCISCANO

PRECIO: 20 euros o lo que uno quiera

FECHA: Hasta 22/12/ 2015 (Día del Sorteo y éste siempre toca)

CUENTA: BBVA ES50 0182 1471 09 0201530965

TITULAR: CONSEJO PASTORAL DE LA ORDEN FRANCISCANA SEGLAR ZONA

ANDALUCÍA

CONCEPTO: LOTERÍA SOLIDARIA

DESTINO DEL DINERO: DELEGACIÓN DE MIGRACIONES. DIÓCESIS DE TÁNGER

¡¡¡ES UNA SUERTE PARTICIPAR!!!

ORDEN FRANCISCANA SEGLAR ANDALUCIA.

Señor, ¿Qué quieres que haga?

FECHAS: 23-24 de Enero de 2016. LUGAR: Franciscanas Misioneras de la Madre del Divino Pastor. C/Santa Engracia,

nº 140 - 28003 Madrid. PONENTES: COMISIÓN DE FORMACIÓN OFS NACIONAL. TEMAS:

o Francisco de Asís y la Fraternidad o La Fraternidad Local vista desde la Regla y CCGG. Yo hermano y mis

responsabilidades. o La Fraternidad Local celebra y vive la Eucaristía. o Que ofrece la Fraternidad Local a la sociedad actual.

PRECIOS: (Igual que el año pasado) Matrícula: 25 € TODOS LOS PARTICIPANTES. Además

o Pensión completa (PC) 96 € - llegando el viernes cena y saliendo domingo tras comida.

o Media pensión (MP) 75 €- llegando sábado mañana y saliendo domingo tras comida.

o Comida (C) (sin dormir ni cenar) 30€ - sólo comida sábado y domingo. INFORMACIÓN: [email protected]

INSTRUMENTO DE TU PAZ

Ven, Paz en la justicia

A la Iglesia de Dios que peregrina en Tánger: Paz y Bien.

El saludo que aprendí del bienaventurado Francisco de Asís y que suele encabezar las cartas que os escribo, es reconocimiento agradecido de que la Paz y el Bien son dones de Dios, y, al mismo tiempo, es confesión humilde de que todos y siempre, para acoger esos dones, necesitamos que la fe les abra las puertas de nuestra casa. Pronunciado aquí, el acostumbrado saludo se nos vuelve clamor de súplica, pues hambre, fronteras y fundamentalismos, injusticia y violencia, parecen haber apartado paz y bien de nuestras ciudades, de nuestras casas, de nuestros corazones.

A vosotros, amados de Dios, que preparáis esperanzados la venida de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, a vosotros que, por la fe, habéis recibido al Príncipe de la paz y habéis nacido de Dios, a vosotros que conocéis de cerca la violencia de innumerables injusticias y la injusticia de intolerables violencias, a vosotros os digo: llevad a todos el don de la paz y el bien que habéis recibido y que anticipa en la tierra la alegría del cielo. “Paz en la justicia”: Escucha, Iglesia amada del Señor, escucha y guarda en el corazón las palabras de la promesa que se te hace: “Dios te dará un nombre para siempre: «Paz en la justicia»”. Esa promesa se pronunció un día en medio de un pueblo que, sobrado de lutos y aflicción, andaba escaso de esperanza. Hoy se proclama en medio de ti, Iglesia de Cristo, llamada a ser en esta hora del mundo un recinto de verdad y de amor, de libertad, de justicia y de paz, para que todos encuentren en ti un motivo de esperanza. Si el nombre que se te da es el de «Paz en la justicia», si eso es lo que el Espíritu de Dios con su santa operación ha hecho de ti, si ése es tu ser, ésa ha de ser también tu tarea, ésa es tu vocación, ésa tu misión. Tú sabes que la promesa se ha cumplido ya, y que el nombre de «Paz en la justicia» le corresponde en plenitud a Cristo Jesús nuestro Señor y Salvador. Con él entró en la tierra la paz, el bien, la reconciliación, la justificación; con él, paz y bien, reconciliación y justificación, alegría y gloria, han puesto su tienda entre nosotros: ¡Él es nuestra paz! ¡Él es nuestra justicia! ¡Él es nuestra «Paz en la justicia»! Tú sabes, Iglesia de Cristo, que eres en el mundo presencia real de tu Señor, del Hijo más amado, del que está a la derecha de Dios en el cielo, pues él ha querido ser tu cabeza, y que tú fueses su cuerpo.

Recuerda lo que eres, de modo que jamás olvides lo que has de hacer. Si eres el cuerpo del Señor, tu vida es inseparable de la suya, tus palabras han de nacer de su evangelio, tus sentimientos han de ser los mismos que él ha tenido, tus acciones, como las suyas, han de manifestar a los pobres la llegada del reino de Dios. Así, asombrada y agradecida, el nombre de «Paz en la justicia» lo dirás hoy de Cristo tu Señor; y, esperanzada y dichosa., entenderás que se dice también de ti misma. La paz que tú eres no es la que impone el poder de los tiranos, no es la que buscan los ejércitos con la victoria, no es la que finge quien banquetea cada día a la vista de los pobres, no es la que sueña el necio que acumuló tantas riquezas que piensa dedicarse a disfrutar de ellas sin preocupaciones. La paz que tú eres está hecha de luz para los ciegos, de libertad para los oprimidos, de perdón para los que te ofenden; tu paz está hecha de consuelo para los que lloran, de alegría para los tristes, de compasión para los necesitados de misericordia; tu paz está hecha de pan y de agua, de vestido y de cariño, de humildad y de servicio; tu paz está hecha de tu vida, fluye de tu corazón, se derrama por tus manos, llega a todo lo que tocas, llega a todos los que Dios ama… tu paz es la de quienes imitan en su vida el amor que es Dios, el amor con que Dios nos ama. Ven, Señor Jesús: Hoy comulgarás con Cristo Jesús tu Señor, con la verdadera «Paz en la justicia», y en la intimidad de ese encuentro, te verás agraciado, transformado en aquel a quien recibes, y llamado a la vocación altísima de continuar en el mundo su misión de evangelizar a los pobres. Pero al mismo tiempo, verás apenado que en ti los nombres están lejos de haber alcanzado su plenitud de verdad, verás que es mucho el camino que todavía has de recorrer para ser de Cristo, para ser Cristo, para ser «Paz en la justicia». Por eso clamas por el que amas: «Ven, Señor Jesús»; y suplicas por la misión que has de cumplir: “Venga a nosotros tu reino”. Por eso vives siempre en adviento, y esperas aunque tu fe haya conocido ya el nacimiento de tu Salvador, y clamas por lo que esperas, aun agradeciendo siempre lo que ya has recibido. El Espíritu y la esposa dicen: “Ven, Señor Jesús”. Los pobre dicen: Ven, Paz en la justicia.

Tánger, 2 de diciembre de 2015. + Fr. Santiago Agrelo

http://diocesistanger.org/

OREMOS HERMANOS

Película: “Sophie Scholl”

Director: Marc Rothermund Alemania, 2005

Escuchar las oraciones de la protagonista en la cárcel”

Oración.- Leer despacio y en voz alta Voy a correr caminos de verdad, voy a saltar montañas y encontrar , un nuevo sol, un blanco amanecer, un hombre limpio, un mar, para poder creer Me falta fé, me falta claridad. Me sobran mil silencios al hablar. Quiero estallar los muros y creer que un día va a nacer, lo que hoy ha muerto ya. Cantando al silencio, matando la oscuridad. Rompamos los muros, que encierran a la verdad. Rasgando mentiras, sangrando los días, Podemos llegar..

Lecturas Bíblicas.- Leer y medita Sal 25 (24); Lc 3, 3-14; Is 7, 14

Reflexión (Sophia Magdalena Scholl)

Cuando miro a los hombres a mi alrededor, y también a mí misma, siento un enorme respeto ante las personas, pues a causa de ellas Dios ha descendido. Por otra parte es lo que menos entiendo. Sí, lo que menos entiendo de Dios es su amor. Señor, necesito rezar, rogar. ¡Sí! Tendríamos que tener siempre presente cuando nos interrelacionamos que Dios se hizo Hombre por nosotros.

PAZ Y BIEN.