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Estudios del patrimonio culturalTRANSCRIPT
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Revista digital de Estudios del Patrimonio Cultural
Edita SERCAM, Servicios Culturales y Ambientales, S.C.
Acceso gratuito en: www.sercam.es
Nº 04. Mayo de 2010
ISNN: 1988-8015
Consejo editorial: Alicia Gómez Pérez, Pedro Javier Cruz Sánchez y Roberto Losa Hernández
Contacto: [email protected]
Foto portada: Centro de Interpretación del Folklore y la Cultura Popular. San Pedro de Gaíllos, Segovia. Foto: SERCAM, S.C. Foto contraportada: Vista del Fuerte Nuevo de Torregamones, Zamora. Foto: Pedro Javier Cruz Sánchez.
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ÍNDICE
EDITORIAL 3
J. Álvaro Arranz Mínguez
ETNOGRAFÍA
Ensayo de tipología de las construcciones secundarias en piedra seca
en las Arribes del Duero salmantinas. 5
Pedro Javier Cruz Sánchez
MUSEOGRAFÍA E INTERPRETACIÓN DEL PATRIMONIO
Socialización, puesta en valor e interpretación para la gestión del patrimonio
cultural y natural a escala local. Programación, ejecución y reflexiones en
Cogeces del Monte, Valladolid. 25
Consuelo Escribano Velasco
Cómo se gestó el Museo Provincial del Vino de Peñafiel 50
Alicia Gómez Pérez y J. Álvaro Arranz Mínguez
El Centro de Interpretación del Folklore y la Cultura Popular de
San Pedro de Gaíllos, Segovia 65
Arantza Rodrigo Martín
Civitates, una exposición conmemorativa. 81
Antonio Sánchez del Barrio
FRAGMENTOS ESGOGIDOS
Clunia 91
3
EDITORIAL J. Álvaro Arranz Mínguez
L TESORO DE MIGUEL DELIBES
“A mi hijo Germán y a cuantos dedican su vida a
investigar nuestras raíces”
Con esta sentida dedicatoria que encierra un profundo
reconocimiento y agradecimiento se inicia la novela ‘El Tesoro’.
Las tardes de lectura y sueños, de tiempo libre y naturaleza, de
recogimiento en la soledad de casa o de aislamiento entre los
avatares de ese ir y venir tan de nuestros días. Donde sea, pero
con un libro entre las manos, con la historia, la hábil ficción
envolvente que emplaza a la realizad, o quizá no. Donde sea y
cuando sea, pero acariciando el tesoro, ese tesoro que tiene la
gracia de transportarnos a otros mundos, de mostrarnos otras
realidades, de enseñarnos otras vidas y de permitirnos volar
sobre ellos.
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Y en este caso el tesoro no está oculto en las entrañas
de la tierra, esquivo a las miradas codiciosas, perdido. Lo
encontramos a plena luz del día, o por la noche bajo la luz
inquisitiva del flexo. Para verlo, para descubrirlo, sólo tenemos
que volver sus pastas y ojear sus hojas, atrevernos a leer las
palabras, a interpretar los raros caracteres que impregnan las
páginas antaño de un blanco virginal y ahora manchadas con
los pensamientos de los hombres.
Y en este caso el tesoro estaba en la pluma de Miguel
Delibes, en la serena conciencia de esta tierra, de la Tierra.
Viejas historias contadas por hombres viejos, caminos que no
siempre llevan a alguna parte, sueños de cazadores y
emigrantes en busca de su peculiar fortuna, horas de soledad,
inocentes en un mundo despiadado, héroes sobrepasados por
la vida, fondos grises de existencias monótonas, disputados
señores Cayos en geografías ya imposibles de recuperar, hojas
rojas que marcan el final…
De regreso a los orígenes, a nuestras raíces en este
terruño ingrato, nos encontramos con el mismo acontecer de
siempre, con las mismas penurias. Afortunadamente la mente
ecuánime y, a la vez soñadora, de D. Miguel supo reconocer la
labor de todos aquellos que de una u otra forma ayudamos a
conocer, conservar y mostrar nuestro Patrimonio. Si él lo
reconoció seguro es que comprendió nuestro mérito.
Desde estas páginas todos los que hacemos y
colaboramos en la Revista de Estudios del Patrimonio Cultural
queremos reconocer a D. Miguel Delibes sus palabras de
aliento, sus palabras mágicas, bellas, dolidas, únicas. Gracias.
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ENSAYO DE TIPOLOGÍA DE LAS CONSTRUCCIONES SECUNDARIAS EN PIEDRA SECA EN LAS ARRIBES DEL DUERO SALMANTINAS Pedro Javier Cruz Sánchez
RESUMEN:
La realización en el invierno de 2008/2009 de un inventario de arquitectura de carácter
agro-pastoril en el Parque Natural de las Arribes de Duero salmantinas, nos ha dado pie a
establecer una suerte de tipología constructiva que caracteriza a aquel espacio del NO
salmantino. Estos tipos cuentan con una serie de variantes que mostramos en las páginas
que siguen a continuación.
PALABRAS CLAVE:
Arribes del Duero salmantinas; arquitectura subsidiaria. Tipología constructiva. Chozos,
chiviteros, arrimachos.
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e concitan en Las Arribes del Duero salmantinas, una de las comarcas que mejor
conserva su patrimonio arquitectónico tradicional1, una importante variedad de tipos
constructivos relacionados con la actividad agro-pastoril, los cuales son además muy
numerosos. Aún cuando el grueso del catálogo que presentamos se centra en lo que hemos
dado en llamar de una forma un poco genérica refugios de piedra (esto es, chozos, arrimaderos,
pocilgas y chiviteros) no hemos olvidado, cuando nos han salido al paso, otros elementos que se
encuentran indisolublemente asociados a aquellos como pueden ser pontones o pasiles, fuentes
y charcas, cortinas y cierros, tenadas o molinos de rodezno. Tampoco toda una serie de
construcciones situadas dentro de los cascos urbanos o en sus inmediaciones como los pajeros
de la comarca de La Ramajería o los boíles del Abadengo, que entran a formar parte del paisaje
paleo-económico del Parque Natural.
Chozos, arrimaderos y chiqueros son los actores principales de ese paisaje antiguo, a
veces fosilizado en hojas que han sobrevivido a los avatares del tiempo, el cual con su presencia
nos está indicando viejas formas de construir, viejas prácticas agrarias o inveteradas costumbres
arraigadas en las gentes de la región. Son estos tipos constructivos el objeto principal del trabajo
que hemos llevado a cabo; aún cuando muestran unas características similares en todos los
casos, de su análisis pormenorizado podemos obtener importantes datos acerca de su tipología,
forma, función y cronología, hasta ahora poco considerados en la bibliografía científica. Este
conocimiento de primera mano nos habrá de servir además a la hora de proponer tanto posibles
propuestas de protección y puesta en valor de un tipo de bien que sufre las amenazas de los
nuevos usos del suelo y sobre todo, de su desaparición motivada por el abandono del campo.
Conscientes de este patrimonio cultural, en grave peligro de extinción, el Servicio
Territorial de Cultura de la Junta de Castilla y León de Salamanca2 en colaboración con el
Servicio de Medio Ambiente de la misma administración, gestor además del Parque Natural de
Las Arribes de Duero, nos encargó en otoño de 2008 un catálogo de este tipo de construcciones
secundarias, con el fin de contar con un instrumento de primera mano a la hora de llevar a cabo
cualquier tipo de actuación sobre un vasto territorio que se encuentra en el NO de la provincia
de Salamanca, justo en la frontera con la provincia de Zamora, al norte, y Portugal, al oeste. El
inventario se llevó a cabo entre los meses de octubre y noviembre de 2008 y enero de 2009 y
gracias al mismo se han catalogado tres centenares largos de construcciones de las cuales damos
sucinta cuenta en las páginas que sigue a continuación.
1 Benito Martín, F. La arquitectura tradicional en Castilla y León, vol. 2: 732. Junta de Castilla y León. Valladolid. 2 En este sentido hemos de agradecer a Consuelo Escribano Velasco, arqueóloga entonces de dicho Servicio y a Francisco Bolaños,
ingeniero del Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León en Salamanca, todas las ayudas prestadas para
la consecución de este trabajo.
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Forma y función de las construcciones en piedra seca del NO salmantino.
El objeto principal del trabajo que hemos efectuado son los refugios de piedra de Las
Arribes del Duero salmantinas; es en el cobijo de personas, animales o enseres donde
encuentran estas construcciones toda su razón de ser. Aún con todo este uso como refugio,
innegable en el caso de los arrimaderos o arrimachos como también se les conoce, cabe ser
puntualizado. Así las cosas, la función de estas construcciones es sustancialmente diferente si
nos encontramos ante chozas localizadas en tierras de labor, olivares, almendrales y viñedos,
ante construcciones levantadas en las zonas de monte o en las barreras que dan acceso a los ríos
o las que se encuentran en las zonas abiertas de pasto y en los encinares de los espacios
adehesados.
La misión principal de estos tipos es la de proteger de las inclemencias del tiempo, bien
sea de la lluvia bien de los vientos de poniente que son los predominantes en la comarca. Este
hecho marca una de las primeras características de estas construcciones cual es la de situar sus
puertas o espacios de acceso al este o sureste, rara vez al norte, a salvo por tanto del ábrego, que
es el que trae las lluvias en la región. Se trata por otro lado, de refugios temporales para las
personas, de ahí que se localicen en los espacios de trabajo de aquellos; encerrados en cortinas,
bien adosados a ellas o exentos, o dispuestos en baldíos o zonas de monte alto, son espacio al
abrigo del viento pero también del agua, como lo prueba que la mayor parte de los mismos se
levanten directamente sobre pequeños resaltes rocosos, a salvo de eventuales corrientes de agua,
tan frecuentes en épocas de lluvia en todo el oeste salmantino.
A la par que refugios ocasionales, algunas de las chozas arribeñas han servido, según los
diversos testimonios recogidos en la zona, como habitaciones temporales. Si bien la mayor parte
de estas construcciones tienen unos diámetros interiores que no superan los 3 metros y que en
su mayor parte se corresponden con auténticos refugios, existen algunas que exceden estas
dimensiones –la choza que hemos catalogado en San Martín, localidad pedánea de La
Fregeneda, tiene un diámetro que supera con creces los 5 m-, correspondiéndose en este caso
con auténticas viviendas, tal y como nos ha confirmado posteriormente la información oral.
Incluso estas cabañas estacionales contaron en un momento dado con un sencillo mobiliario
consistente en bancos y artesas de piedra. Tal y como podemos comprobar en el tomo
correspondiente, algunas de las chozas documentadas sirvieron de puesto de guardia fronteriza
–tal y como ocurre en Hinojosa de Duero-, para el control de los pasos de personas y
mercancías, legales y de contrabando entre España y Portugal.
Documentamos en Las Arribes del Duero salmantinas unas particulares construcciones,
casi idénticos en lo formal a los chozos anteriormente referidos, destinadas al refugio de los
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animales; nos referimos concretamente a los chiviteros o chiqueros, destinados a las cabras,
pocilgas, chozas de pequeño tamaño con corral delantero localizadas en la comarca de La
Ramajería y gallineros, construcciones anejas a los chozos de las cortinas que se levantan en la
orla periurbana de Vilvestre, en plena comarca de La Ribera. Cuentan estas chozas con una
función a caballo entre el refugio y la caseta de era o guardaviñas, propias éstas de las tierras
centrales de la Meseta. Son las construcciones situadas en las cortinas abiertas al cultivo las que
fueron utilizadas, tal y confirma la información oral, para guardar los aperos de labranza,
función que alguna conserva hoy en día. Es curioso como se suelen levantar –Trabanca,
Lumbrales, La Fregeneda…-, de manera aislada en los sectores centrales de las tierras de
cultivo, sobre apenas destacados altozanos, en los espacios de mayor altura de las mismas.
Refugios para personas, para animales, eventuales viviendas o chozos destinados a
guardar los aperos de labranza forman parte de un tipo constructivo muy común en toda la
franja occidental de la provincia que muestra en prácticamente todos los casos, una serie de
caracteres comunes a todos ellos.
En primer lugar, hay que destacar el uso exclusivo de la piedra en seco en el
levantamiento de la estructura; se localizan Las Arribes del Duero salmantinas en un terreno de
penillanura, de perfil aparentemente plano pero que deja entrever los enormes contrastes
existentes entre los profundos escobios que forman los ríos Tormes y Duero, en el extremo
noroccidental de la comarca, y las venas secundarias que desaguan a aquellos y las extensas
planicies de las tierras que se encuentran a naciente, alteradas por curiosas formas de relieve
tales como los asomos duros –domos o inselbergs y berrocales– de granito o los crestones de
pizarra y cuarcita, dispersos por los interfluvios los cuales aparecen delimitados por valles
estrechos y riberas que discurren en sentido este-oeste a buscar aquellas arterias principales3.
Nos encontramos en los dominios del granito y de la pizarra, materiales paleozoicos que
encuentran el límite en la comarca del Abadengo, donde se disponen los últimos retazos
pizarrosos hacia el sur y aparece en su lugar la penillanura granítica que se extiende hacia el
norte hasta alcanzar las tierras del Sayago. Se trata de un terreno que cuenta con una altura
media de 750 m tajados por las cortaduras del Duero, Tormes, Huebra, Uces o Águeda los
cuales, sin embargo, ocupan una pequeña porción de la superficie. Esta relativa uniformidad de
la llanura se encuentra matizada por la presencia de pequeños enclaves rocosos singulares, más
resistentes que el granito, como los sierros, espinazos rectos afilados y alargados que destacan
en el paisaje como el que se levanta en término de Cerezal de Peñahorcada4.
3 Cabero Diéguez, V.; Cascos Maraña, C. y Calonge Cano. G. (1987): Geografía de Castilla y León. Los espacios naturales: 11-12.
Ed. Ámbito. Valladolid. 4 Ibidem, 14.
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Pizarra, granito y cuarcita son, por tanto, la materia prima que encontramos en la
totalidad de los chozos y marcan perfectamente los límites de la penillanura pizarrosa, al
mediodía, de la granítica, al norte. Se emplea un material constructivo cuyas fuentes de
aprovisionamiento se encuentran en las inmediaciones del lugar donde se levanta el chozo. No
se documentan materiales que no se encuentren en el entorno ni otros tipos como el ladrillo, el
adobe o el tapial.
Curiosamente el elemento vegetal, tan abundante en el entorno, apenas si entra a
formar parte de estas construcciones. A veces lo encontramos en el interior de las chozas
formando parte del interior de la cubierta o en la zona del acceso, pero poco más. Al contrario
que lo que sucede con las chozas de algunos puntos del Sistema Central –Riofrío o Navalosa,
ambas en Ávila, por citar dos de los municipios con las construcciones más representativas-, el
sistema de cubrición de los chozos y chiqueros se realizó por medio de la aplicación al exterior
de una fina capa de tierra (se emprada en terminología de la zona) que permite el nacimiento
de una rala vegetación que semeja las auténticas cubiertas vegetales. Aquella solución aparece
exclusivamente en las cubriciones de las tenadas, actualmente en peligro de extinción, como la
que encontramos en Saldeana, realizadas con escobas, posiblemente uno de los últimos
ejemplos de Las Arribes salmantinas. El uso de las cubiertas de tierra se ha de poner en
relación con la propia técnica de construcción de aquella por aproximación de hiladas,
formando así cerramientos de falsa cúpula.
Los chozos de piedra se podrían caracterizar tal y como lo hace Mena Cabezas como
“construcciones abovedadas, de planta circular, por lo general exentas”5, levantadas con
piedras en seco sin evidencias de labra, a veces recibidas con barro, con escasos vanos o ninguno
y de reducidas dimensiones. Aunque se han escrito numerosos trabajos acerca del origen y el
desarrollo de las construcciones circulares en la Península Ibérica6, se viene aceptando que estas
construcciones nacieron al hilo de los movimientos ganaderos trashumantes de la Mesta, si bien
estos elementos se han perpetuado una vez que este sistema económico dejó de tener
importancia económica, aunque se han conservado hasta nuestros días, esta vez insertos en una
economía agro-pastoril de carácter casi autárquico.
Las piedras más grandes y alargadas se suelen colocar en la base a modo de cimentación
de la construcción y en las cubiertas abovedadas; así mismo, las jambas y dinteles se
conformaban por medio de lajas de mayor o menor tamaño. El cuerpo circular del chozo suele
5 Mena Cabezas, I. R. (2003): “Humildes moradas. Recuperación de la arquitectura tradicional de chozos de piedra en Palomero”,
Revista Piedra con Raíces, nº 58: 50. Cáceres. 6 García Bellido, A. (1967): “Sobre la extensión actual de la casa redonda en la Península Ibérica”, Revista de Dialectología y
Tradiciones Populares, tomo XXIII: 41-54. Madrid.
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seguir, tal y como apunta Bernabé Salgueiro7 una pauta de clara proporcionalidad esto es, a
mayor altura y anchura de las cubiertas, mayor altura y anchura de las paredes. Por lo general,
el grosor de las paredes de mampostería, las cuales en bastantes ocasiones utiliza la argamasa de
barro, oscila en torno a los 60 y los 90 cm.
Como ocurre en este tipo de construcciones de falsa cúpula, los paramentos internos y
externos dejan de ser paralelos a partir de cierta altura, que gira en torno a un metro, momento
en el que comienzan a ser convergentes, hecho que posibilita la construcción de esta falsa
cúpula. Por lo común los chozos carecen de revestimiento externo; es frecuente que al interior,
por otro lado, encontremos bancos o poyos de piedra elaborados con grandes lajas de pizarra,
bancos que a veces también encontramos en el exterior de la construcción.
Los chozos o muros utilizan un sistema de cierre, como apuntábamos más arriba,
mediante aproximación de hiladas de grandes o medianas lajas de pizarra que da lugar a la falsa
cúpula. Es común que las falsas cúpulas de los chozos del occidente salmantino y, más aún, de
todo el poniente peninsular (desde Andalucía hasta Zamora), se cubran por medio de una capa
de tierra a la que enseguida le crece la hierba y que sirve de inmejorable impermeabilizante
contra la lluvia y el viento. Así mismo es frecuente encontrar, aunque este detalle lo
encontremos más habitualmente en los chozos de Extremadura, en la zona de contacto entre el
lienzo y la cúpula una especie de saledizo o voladizo formado por una línea de lajas que
sobresale del cuerpo del chozo y que servía para proteger toda la construcción, formando una
suerte de discreta cornisa.
La presencia de falsas cúpulas en la mayor parte de los casos analizados da pie, por
mera lógica constructiva, a cuerpos de forma circular o para-circular cumpliéndose en
aproximadamente el 90% de los casos analizados. No obstante, encontramos construcciones de
planta cuadrada, rectangular o irregular en las cuales la transición entre el cuerpo y la falsa
cúpula se lleva a cabo por medio de grandes lanchas que actúan a modo de impostas sobre las
que se arma la cúpula. No obstante, cuando las chozas son de planta cuadrada o rectangular se
recurre a las cubiertas a dos aguas construidas por medio de grandes lanchas de pizarra o
granito, raras veces de materia vegetal.
La mayor parte de los tipos arquitectónicos de tipo secundario que se documentan en
Las Arribes del Duero no dejan de ser un trasunto, más o menos simplificado, de los elementos
presentes dentro de la arquitectura de los espacios urbanos. Ello es bien perceptible en los
cuerpos de fábrica de las diferentes construcciones analizadas.
7 Bernabé Salgueiro, A. (1997): “Una arquitectura extremeño-andaluza singular: las torrucas”, Demófilo, nº 21: 210. Fundación
Machado. Sevilla.
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El tipo de paramento que encontramos, como corresponde a una construcción de
carácter popular, es la mampostería de granito o de pizarra, materia prima que se emplea según
nos encontremos en las penillanuras graníticas o pizarrosas. Se trata de gruesos paramentos
levantados en seco que tienen un grosor medio entre 0,50 y 0,70 m; el empleo de la materia
prima que se encuentra en las inmediaciones, a veces poco apropiada para levantar una
estructura, provoca que se recurra constantemente al retacado o enripiado de las paredes por
medio de guijarros de cuarcita o pequeños clastos de pizarra, hecho que a veces encontremos
chozas en las que, tal vez de un modo fortuito, ofrece una suerte de bicromía de la que el
constructor popular no es desconocedor. La propia naturaleza de la piedra empleada deja lugar
al empleo de otras técnicas constructivas; así es como algunas de las chozas documentadas, en
especial las que se encuentran dentro de la penillanura pizarrosa, presentan una técnica
semejante a la soga y tizón en la que alternan lanchas en disposición horizontal con otras que
aparecen a lo largo del muro, sobre todo en las zonas de acceso.
Como ocurre en la arquitectura doméstica, solo ciertas partes de la construcción
presentan un tratamiento diferencial en su fábrica. En el caso de las construcciones de tipo
subsidiario de Las Arribes del Duero lo encontramos en la zona de los vanos y, eventualmente,
en los remates de las cúpulas. La puerta de acceso es, por lo general, el espacio que recibe un
tratamiento más esmerado. Aparecen éstas formadas por dos partes principales: por un lado la
toza, palabra que en origen hacía referencia al tocón de madera labrado a esquina viva. Actúa a
modo de dintel y para ello se suelen emplear grandes lanchas de pizarra o de granito que a
veces muestran huellas de haber sido talladas. Se trata con una denominación empleada en
todos los pueblos de las comarcas de Campo de Argañán, Abadengo, La Ribera o La Ramajería.
En algunos municipios encontramos encima de la toza una pieza pétrea dispuesta de forma
horizontal denominada sobre-toza (Ahigal de los Aceiteros; Hinojosa de Duero), a veces
dejando un hueco entrambas; se trata de un recurso técnico que se emplea para descargar parte
del peso de la cúpula, el cual también aparece en las construcciones de carácter doméstico.
Del mismo material son también las jambas, las cuales cuentan con variopintas
denominaciones en los diferentes pueblos arribeños. Así mientras que en Vilvestre, Aldeadávila
o Cerezal de Peñahorcada se les llama miembro, en Sobradillo es conocido como lizar, palabra
de origen árabe que significa cimiento y en San Felices de los Gallegos se le asigna el nombre de
postigo. Si bien es generalizado el empleo de tozas y miembros en las puertas, encontramos un
par de variantes más; aunque no es muy frecuente algunos chozos presentan entre la toza y el
miembro una pieza dispuesta horizontalmente, colocado a modo de rústico capitel, que en
Cerezal de Peñahorcada se denomina tijera y sirve como la sobre-toza para descargar las
fuerzas de la cubierta al cuerpo de la choza.
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En Villarino de los Aires hemos documentado, por su parte, una variante de puerta que
aparece bajo la forma de un arco de medio punto construido con sillares de granito
someramente labrados, y que seguramente se corresponda con un unicum en Las Arribes ya que
no hemos documentado más puertas de este tipo en nuestro territorio de estudio.
La falsa cúpula presenta al exterior formas por lo común hemisféricas, ligeramente
cónicas o rebajadas. Aparecen además recubiertas de tierra o empedradas por medio de
morrillos de pequeñas dimensiones que cubren buena parte de la misma. Incluso en algunas
ocasiones se colocaban trozos de grandes tinajas rotas, como ocurre en Ahigal de los Aceiteros,
o los más variopintos materiales tales como tejas, plásticos, etc. Algunas chozas muestran en la
cúspide de la cúpula sencillos remates que actúan a modo de adorno; si bien no son muy
numerosos (no suponen más del 10 %), encontramos una serie de tipos que son los más
recurrentes.
Tipologías constructivas.
A la hora de llevar a cabo la clasificación tipológica de las construcciones secundarias de
naturaleza agro-pastoril de Las Arribes del Duero salmantinas nos topamos con varios
problemas de partida. El principal de ellos se encuentra directamente relacionado con el objeto
de la catalogación; bajo el epígrafe de arquitectura de tipo agro-pastoril podríamos englobar
no solo los refugios de piedra de los que tanto hemos hablado, sino también todos aquellos
elementos –zangüeños, norias, pilas, fuentes, pozos, etc.- situados en sus inmediaciones, así
como las edificaciones localizadas en el ámbito urbano relacionadas con la economía agraria –
tenadas, boiles, bodegas, molinos de aceite …- o las construcciones de campo dedicadas a la
transformación de la materia prima como pueden ser los molinos de rodezno. Necesariamente
hemos tenido que acotar el objeto de la catalogación sino queremos que el inventario se nos
vaya de las manos.
Atendida así a la problemática que contábamos de partida en el momento de realizar el
presente inventario, vimos conveniente catalogar aquellos elementos arquitectónicos
relacionados con el paisaje agrario tradicional, en concreto los que se asocian a un particular
sistema de trabajo de la tierra en cercados o cotos cerrados; de un plumazo se caían de las lista
algunos de los posibles objetos de catalogación presentes en el campo arribeño. El análisis de los
elementos que conforman el cuerpo del presente inventario se puede efectuar desde diversos
puntos de vista; frente a la simple catalogación de tipo arqueológica de las construcciones agro-
pastoriles existentes en Las Arribes del Duero salmantinas, se nos abre un amplio abanico de
posibilidades de análisis que debemos de poner en relación con una serie de niveles que
trataremos de deslindar siquiera brevemente.
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Un primer nivel hace referencia al contexto geográfico en el que se encuentra el objeto
de estudio; son numerosos los estudios que han tratado de deslindar cómo es el paisaje agrario
tradicional de Las Arribes. Uno de los más recientes obra de Prada Llorente8, ofrece para el
caso sayagués un modelo de organización de la propiedad de la tierra representado
gráficamente por medio de trazas concéntricas en el que se expresa la dialéctica propiedad
privada-propiedad pública de la tierra dentro de la cual entrarían a formar parte como elemento
fundamental las construcciones objeto de nuestro trabajo.
Otro nivel se ha de centrar en la propia complejidad estructural del elemento
catalogado; así se puede hacer una distinción entre construcciones simples y construcciones
complejas, atendiendo por tanto a cuestiones de carácter arquitectónico que no dejan de
encubrir, sin embargo, connotaciones de tipo cronológico, económico y cultural. Son estas dos
variables –contexto y complejidad estructural-, las que hemos atendido a la hora de llevar a
cabo el inventario arribeño. Con todo, hemos establecido una suerte de triple división entre las
construcciones de tipo subsidiario propiamente dichas, los elementos asociados a aquellas y
algunos de los tipos de edificaciones agrarias más representativas de Las Arribes que se sitúan
en el ámbito urbano o peri-urbano.
Chozos, arrimaderos y chiqueros.
Sin duda alguna son los tipos más numerosos y representativos de las Arribes del Duero
salmantinas; aunque aparecen por lo común íntimamente asociados a los cortinales, estos tres
tipos de construcciones se levantan tanto en espacios cercados como en espacios abiertos,
aunque no en todos como posteriormente veremos.
Forman el corpus de refugios de piedra de Las Arribes del Duero salmantino un total
de 300 items a los cuales se han de añadir tres más recogidas en Navasfrías y Casillas de Flores,
ambas en la comarca de El Rebollar. Estos refugios se han subdividido en tres tipos básicos que
son los chozos, con su amplia variedad de denominaciones locales, los arrimaderos y los
chiviteros. La representación en el catálogo de unos y otros muestra, tal y como podemos
observar en la tabla que acompaña a estas líneas, una enorme desigualdad; así, mientras que los
chozos vienen a copar el 87 % del total de los elementos estudiados, los arrimaderos suponen el
12 % y los chiviteros el 1% restante. Esta evidente desproporción entre unos y otros deriva
directamente de la naturaleza selectiva del inventario que se ha realizado. La propia localización
topográfica de algunas de las construcciones juega un papel muy importante; este hecho es
especialmente significativo en el caso de los chiviteros, los cuales se localizan al pie de las
8 Prada Llorente, E. I. (2005): “Paisaje agrario: antropología de un territorio”, Estudios Territoriales, 144: 343-372. Madrid.
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barreras de los ríos en los lugares más inaccesibles de las localidades. Este hecho unido al
abandono del campo ha impedido que apenas hayamos investigado estas construcciones.
A pesar de este hecho y una vez realizadas las acotaciones pertinentes, los números nos
dan idea, bien que de forma muy aproximada, de la realidad de este tipo de arquitecturas de
carácter agrario. Es claro el predominio de los chozos (en sus múltiples variantes) frente a los
otros dos tipos, hecho que se encuentra directamente relacionado con los sistemas de propiedad
de la tierra.
Municipio Nº
chozas
Nº
arrimaderos Nº chiviteros Total
Lumbrales 29 9 -- 38
Sobradillo 8 4 -- 12
La Redonda 5 -- -- 5
Ahigal de los Aceiteros 19 2 -- 20
Hinojosa de Duero 14 2 3 19
La Fregeneda 17 2 -- 19
Vilvestre 22 5 -- 27
San Felices de los Gallegos 9 -- -- 9
Bermellar 2 -- -- 2
Barruecopardo 1 -- -- 1
Saldeana 4 -- -- 4
Masueco 6 3 -- 9
Aldeadávila de la Ribera 16 1 1 18
Pereña de la Ribera 5 1 -- 6
Villarino de los Aires 29 1 -- 30
Navasfrías 2 -- -- 2
Casillas de Flores 1 -- -- 1
Puerto Seguro 5 -- -- 5
La Bouza 1 -- -- 1
Almendra 7 -- 1 8
La Zarza de Pumareda 11 -- -- 11
Cerezal de Peñahorcada 4 1 -- 5
Saucelle 15 2 -- 17
Trabanca 15 1 -- 16
Cabeza de Framontanos 7 -- -- 7
15
Mieza 8 5 -- 14
La Peña 5 -- -- 5
TOTAL 267 39 5 311
Número y tipo de construcciones catalogadas en Las Arribes del Duero salmantinas
Presentan los chozos unas características arquitectónicas comunes a todos ellos,
independientemente donde se levanten; son construcciones, como vimos, de planta circular o
subcircular, levantadas con piedra en seco y rematadas con cierres de falsa cúpula, a veces
recubiertos de tierra. Si bien la práctica mayoría de los mismos se amolda a esta descripción,
encontramos en la realidad una serie de variantes que merece la pena ser descritas, siquiera
brevemente.
Nosotros mismos hemos llevado a cabo en fecha reciente un primer intento de
clasificación de las construcciones de tipo agro-pastoril de Las Arribes del Duero salmantinas,
basado principalmente en los caracteres morfológicos de las mismas y en la presencia o ausencia
de cortinas adosadas9, tipología que se puede aquilatar con los resultados que hemos obtenido
en la presente campaña.
Atendiendo al amplio polimorfismo de los chozos, cada uno de ellos vendría a
representar un subtipo por cuanto nos encontramos ante edificaciones realizadas por
constructores no especialistas que ofrecen diversas soluciones a la materia prima que tienen a
mano y a los problemas con que se topan a la hora de levantarlas. Aún así, proponemos realizar
una subdivisión de los mismos, la cual se asienta tanto en la fisonomía y en las soluciones
arquitectónicas otorgadas a cada una como en el propio uso que se les dio.
1. CHOZOS
Chozo exento.
Es, sin duda alguna, el modelo más difundido y mejor representado de Las Arribes del
Duero. Tal y como hemos descrito en capítulos anteriores, nos encontramos ante construcciones
de planta circular, cuadrada, rectangular o poligonal levantados con paramentos en seco y
cerramientos con falsa cúpula por aproximación de hiladas. Su distribución geográfica en
amplia, encontrándolos dentro de las cortinas, en los viñedos, olivares y almendrales, en
9 Cruz Sánchez, P. J. (2008): “Chozos, cabañas, casitas. Análisis preliminar de la arquitectura agro-pastoril del NO salmantino”,
Revista Piedra con Raíces, 23: 37. Cáceres.
Cruz Sánchez, P. J. (en prensa): “Análisis etno-histórico de un paisaje tradicional en Las Arribes del Duero salmantinas”, Revista
Piedra con Raíces. Cáceres.
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espacios dedicados a pastizales así como en zonas de monte o baldío. Hasta tal punto
menudean en las cortinas que se encuentran en las cortinas de propiedad privadas situadas en
las hojas más cercanas a los cascos urbanos, que se puede apuntar un binomio cortina-choza en
la mayor parte de las localidades arribeñas.
No tratamos en este estudio los denominados chocetes que Lamano describe como
“chozo pequeño de forma cónica fabricado con ramas”10, de los cuales sólo hemos encontrado
un ejemplo aislado en un herrenal de San Felices de los Gallegos.
Chozo con corral adosado.
Se trata de una variante que encontramos preferentemente en El Abadengo y en La
Ramajería. En este caso al chozo se le adosa delante de la zona de acceso o en un lateral un
pequeño recinto levantado con muros de mampostería en seco que no levanta más de un metro
de altura y adopta planta en forma de arco de círculo. Siendo uno de los tipos menos
frecuentes, aparece asociado a las pocilgas que luego veremos.
10 Lamano Beneite, J. (2002): El dialecto vulgar salmantino. (Edición facsimil de la original de 1902): 375. Diputación Provincial de
Salamanca. Salamanca.
Ejemplos de chozo exento. Chozas de Mieza y Saucelle.
Choza con corral adosado de Trabanca.
17
Subtipo 1·c. Chozo adosado a una cortina.
La única diferencia que existe entre esta variante y la siguiente -chozo integrado en
cortina- estriba en la diacronía de una respecto de la otra (chozo y cortina). Mientras que el
subtipo 1·c, el más común, se construye una vez levantada la cortina, esto es, una vez parcelada
la hoja, el subtipo 1·d se levanta al tiempo que se construye el cortinal. Este detalle es de suma
importancia por cuanto podemos encontrar en un espacio más o menos reducido cierto abanico
cronológico.
Chozo integrado en una cortina.
Como arriba hemos dejado apuntado, choza y cortina se levantan al mismo tiempo; es
lógico pensar que en este caso el constructor popular planifica desde un primer momento tanto
el lugar de ubicación de la edificación como la técnica constructiva a seguir para levantar la
misma. Suponen, por tanto, unos gestos técnicos diferentes a los que se siguen en el caso de que
la cortina se encuentre ya levantada.
Cortina con chozo adosado de Cerezal de Peñahorcada.
Esta curiosa choza de Mieza, de planta cuadrada y con dos zonas de acceso, se levantó al mismo tiempo que la cortina.
18
Chozo adosado a viviendas.
Nos encontramos ante una modalidad poco representativa en Las Arribes del Duero,
siendo más común en la mitad salmantina de la Sierra de Gata, sin duda influenciada por las
construcciones de la zona extremeña. Nos encontramos ante chozas, por lo común de planta
circular, que aparece adosadas a una vivienda y a través de la cual se accede a aquella.
Chozos-gallineros.
Una modalidad particular que hemos documentado en Vilvestre es la que hemos
denominado, tal vez un poco arbitrariamente, chozo-gallinero el cual consta de dos estructuras
adosadas una a otra formadas por un chozo, generalmente de planta circular, al que se le adosa
un gallinero cuya puerta de acceso se encuentra dentro de la choza, rematado con cubierta de
falsa cúpula. Se trata de un tipo que se dispone preferentemente en las cortinas del entorno del
casco urbano, tanto en los herrenales del mismo, en espacios de prados o en las eras.
Choza situada en el confín meridional del término de Navasfrías adosada a una vivienda a la que se accede por la misma.
Algunos tipos de gallineros de Vilvestre.
19
Pocilgas.
Las denominadas pocilgas, construcciones de pequeñas dimensiones de planta circular
rematadas cubierta de falsa cúpula, son características de la comarca de La Ramajería, donde
aparecen distribuidas por los espacios dedicados a prados o en los espacios de montanera
ocupada ésta por encinares y alguna mancha de alcornoque.
Se trata de particular tipo formado por la pocilga propiamente dicha, con las
características anteriormente referidas, a la que se le adosa en la parte delantera un pequeño
corral de planta semicircular o en arco de círculo. Dentro de este particular tipo encontramos, a
su vez, variantes en función de la división interna de la pocilga en un solo espacio (Trabanca,
Almendra) o en dos (Trabanca).
Otros.
Encontramos en Las Arribes del Duero salmantinas una serie de construcciones que aún
contando con similares soluciones técnicas a las de los tipos anteriormente descritos, no son
pueden ser catalogados como chozos sensu stricto. Nos referimos a toda una serie de
edificaciones, de las que aquí insertamos tan solo unos pocos ejemplos que eventualmente han
contado con la misma función que aquellos pero que, sin embargo, presentan morfologías
sustancialmente diferentes.
Son edificaciones por lo común de planta ovalar o rectangular, de generosas
dimensiones habitualmente, que se suelen levantar bien en espacios destinados a pastizales bien
en las eras de las inmediaciones de los cascos urbanos. Cubiertas con falsas cúpulas o no,
presentan en casi todos los casos dos puertas de acceso las cuales dan paso al ganado, bien lanar
bien vacuno, hecho que certifica su uso eminentemente ganadero, si bien encontramos ciertas
edificaciones que sirvieron claramente como casetas de era.
Pocilgas de Almendra. La imagen de la izquierda muestra división interna en dos espacios en tanto que la de la derecha cuanta con un solo espacio.
20
2. ARRIMADEROS
Un arrimacho es un “chozo pequeño que forman en el rincón de una tierra cercada,
cubriéndole con una lancha. La utiliza el obrero del campo para, en él, resguardarse del
viento y del agua”11. Arrimaderos o arrimachos son el ejemplo genuino de los refugios de
piedra de Las Arribes del Duero salmantinas. Nos encontramos ante sencillas construcciones de
planta semicircular, en arco de círculo o en forma de herradura, habitualmente asentadas sobre
cortinas o sobre grandes afloramientos rocosos que aprovecha para levantar parte de su
estructura. Ésta se realiza con muros de mampostería en seco y cubierta, en casquete esférico,
que no llega a formar falsa cúpula, por medio de aproximación de hiladas.
Su localización se encuentra generalizada en todos los ámbitos y así los encontramos
tanto dentro de las cortinas con dedicación agraria como en los espacios de prados, en los
baldíos o en el monte, a veces al pie de las chozas. En algunos espacios en los que el paisaje
11 Lamano, op. cit. 253.
Caseta de era de Trabanca.
Corral para ganado lanar de Almendra (mosquil).
21
agrario tradicional aparece bien conservado los encontramos al pie de los viejos caminos
empedrados, aprovechando parte de la estructuras de los cortinales.
3. CHIVITEROS
Los chiviteros o chiqueros se corresponden con unas complejas construcciones de tipo
pastoril, destinadas al resguardo y cría del ganado cabrío, que se levantan en las zonas de monte
bajo, en los espacios más inaccesibles del campo, casi siempre al pie de las barreras que dan
acceso a las profundas quebradas de los ríos que surcan la región. Este hecho ha provocado que
apenas si hemos podido acceder a las pocas construcciones que aún se conservan en pie, la
mayor parte de ellas en ruinas y semi-cubiertas por la vegetación. Aún a pesar de lo reducido de
la muestra, hemos podido definir dos tipos de chiqueros arribeños.
Chivitero de planta circular con chozo.
El tipo más característico de los chiqueros de Las Arribes del Duero es el que hemos
documentado en el pago de La Peña de la Vela en término de Hinojosa de Duero. Este
espacio, bastante alejado del núcleo urbano, tradicionalmente ha sido lugar de habitación
Algunos modelos de arrimaderos de Mieza, La Fregeneda y Trabanca.
22
temporal de pastores y cabreros; en el mismo se encuentran algunas tenadas así como una serie
de chiviteros que siguen el modelo clásico de los existentes en El Abadengo y La Ribera.
Nos encontramos ante una construcción compleja compuesta por un recinto o cortina
de generosas dimensiones de planta ovalar al que se adosa una choza, tal cual la hemos descrito
en páginas precedentes, así como una serie de pequeñas dependencias de planta para-circular
adosadas a la cortina y dotadas de cubierta de falsa cúpula en las que se resguardaban los
chivos, tapando la puerta de acceso con una lancha de piedra.
En su Dialecto vulgar salmantino Lamano describe estas construcciones como “corral
redondo y cubierto donde tienen encerrados a los chivos saliendo solo a mamar, hasta que
por sí puedan pacer”12.
Chivitero de planta rectangular.
El segundo de los tipos de chiqueros que hemos tenido oportunidad de documentar en
Las Arribes del Duero salmantinas se encuentra en a localidad de Aldeadávila, en una hoja muy
cercana al Salto de Aldeadávila, ocupada en la actualidad por prados y pastizales. En este
espacio así descrito y adosada a una cortina se levanta una construcción de planta rectangular
de mampostería en seco con la cubierta a dos aguas, en la que se abren tres pequeñas
oquedades destinadas a recoger los chivos.
12 Ibidem, 375.
Detalle de la chivitera de la Peña de la Vela de Hinojosa de Duero
23
Vista del chivitero documentado en tierras de Aldeadávila de la Ribera.
Mapa provincial en el que sombreado se muestra los municipios estudiados.
24
TIPO SUBTIPO CROQUIS
1·a. Chozo exento
1·b. Chozo con corral
adosado
1·c. Chozo adosado a cortina
1·d. Chozo integrado
1·e. Chozo adosado a una
casa
1·f. Chozo-gallinero
CHOZO
1· g. Pocilga
1·h. Mosquil
ARRIMADERO Arrimadero
1·a. Chivitero circular
CHIVITERO
1·b. Chivitero rectangular
25
SOCIALIZACIÓN, PUESTA EN VALOR E INTERPRETACIÓN PARA LA GESTIÓN DEL PATRIMONIO CULTURAL Y NATURAL A ESCALA LOCAL. PROGRAMACIÓN, EJECUCIÓN Y REFLEXIONES EN COGECES DEL MONTE, VALLADOLID Consuelo Escribano Velasco
RESUMEN:
Las siguientes líneas vienen a presentar el trabajo de gestión del patrimonio cultural y
natural en el ámbito de un pequeño territorio correspondiente al término municipal de
Cogeces del Monte, en Valladolid. Esta ha sido planteada con actuaciones sucesivas y
complementarias que parten de la necesidad de llevar a cabo una investigación de los
bienes y su puesta en valor desde la perspectiva de la sostenibilidad y el desarrollo
territorial y bajo el enfoque de la Interpretación del Patrimonio, de modo que todo ello
llegue a revertir en una valoración completa de los aspectos materiales e inmateriales de
dichos bienes, a favorecer un reencuentro del hombre con su medio ambiente y sus
bienes culturales para su protección y puesta en valor, y a tener en cuenta que hemos
de legarlo a las generaciones venideras.
PALABRAS CLAVE:
Gestión, Patrimonio Cultural y Natural, sostenibilidad, desarrollo territorial,
Interpretación, protección y puesta en valor.
26
asta hace unas décadas las cuestiones patrimoniales se hallaban exclusivamente en
manos de las administraciones, poderes públicos e instituciones con competencias
legales en la materia o en aquellas otras que tenían una vinculación académica con
materias relacionadas con los estudios medioambientales y culturales. Dependiendo de cuáles
fueran las características de esos órganos o de algunos de los individuos que las integraban se
llevaba a cabo una valoración de los bienes integrantes del Patrimonio Natural (entendida de
forma exclusiva como la fauna y la flora) y del Cultural (arte, arquitectura, arqueología,
etnografía, documentos, etc.) parcial o profesional. De esa primera forma de acercarse a la
realidad patrimonial, del análisis de las prácticas históricas y legislativas y de la introducción de
nuevos conceptos en la comprensión y gestión de los bienes culturales y naturales han ido
derivando fórmulas más complejas, conceptos más globales y acercamientos más
sociabilizadores.
Sin embargo, estas nuevas líneas puestas en práctica en nuestra Comunidad desde hace
apenas dos décadas desde las instituciones administrativas regionales, no han tenido un reflejo
directo mas que parcial en el conjunto del territorio, no habiendo trascendido conceptos como
Patrimonio Cultural y Natural, Sostenibilidad, Socialización, Puesta en valor, Desarrollo
Territorial e Interpretación, salvo en unos lugares muy concretos asociados a bienes muy
singulares en el contexto general.
Por ello la mayor parte de los pobladores del medio rural, precisamente muchos de los
que aún tienen un conocimiento tradicional de los territorios y son depositarios de un bagaje
cultural imprescindible para su estudio y comprensión, han permanecido ajenos a estas nuevas
propuestas y lo más importante, al valor de los bienes con los que se relacionan.
Además, en la última mitad del siglo XX los intensos cambios producidos en las formas
y modos de vida en el medio rural, entre los que cabría mencionar una intensa pérdida de la
identidad de los pobladores y de su vinculación al territorio, ha llegando a provocar,
fundamentalmente aquellas personas de las generaciones mas recientes, un desconocimiento
total o casi total de los elementos naturales y culturales que son parte consustancial de aquel.
Este olvido o ignorancia, provocada por la valoración de nuevas fórmulas de desarrollo
socioeconómico y la infravaloración de lo propio, introduce al habitante del medio rural, en un
círculo continuo en el que al fin y al cabo existe un desprecio por lo propio y consustancial, de
modo que buena parte de los pobladores han acabado viviendo de espaldas a una realidad que
aún permanece en un estado de conservación razonable e incluso excepcionalmente bueno.
El imparable proceso de transformación de los núcleos rurales que viene determinado
por condicionantes como el envejecimiento poblacional, la emigración a las ciudades, las
transformaciones del sector primario, etc. está ocasionando una irreparable desaparición de
H
27
conocimientos tradicionales interesantísimos desde el punto de vista económico, social y
territorial, entre los que cabe lamentar, entre otros muchos, el desuso reiterado de las
referencias toponímicas, conservadas prácticamente en exclusiva por los escasos pastores que se
mantienen en los pueblos o por los agricultores de cierta edad.
Sin embargo y a pesar de ello, aún son muchos los hitos y realidades conservados en
estos ámbitos rurales, eso sí de modo parcial, tanto de carácter tangible como intangible, por lo
que todavía es posible, con una cierta premura, realizar un buen estudio, catalogación,
protección efectiva y programación para la puesta en valor de algunos de estos elementos
culturales y naturales.
Con el convencimiento de que todos los bienes son importantes y partiendo de la base
de que sólo puede valorarse aquello que se conoce, en la segunda mitad de los años 80 del siglo
XX me propuse trabajar para la consecución de estos objetivos en el ámbito local; un trabajo
que prosigue a día de hoy y que se ha ido trasformando y consolidando con el tiempo.
Para poder llevar a cabo un trabajo ordenado de gestión sobre el Patrimonio Cultural
(el natural entró enseguida pero lo hizo en el segundo lugar de nuestras prioridades de
entonces) era consciente de que se hacía preciso valorar la accesibilidad de los bienes existentes
al intelecto y las emociones, una cuestión que exigía una específica formación que iba más allá
de mi preparación académica como arqueóloga e historiadora.
Así las cosas lo sensato era hacer una serie de reflexiones que debían partir
necesariamente de un conocimiento exhaustivo de la legislación vigente en materia de
Patrimonio Cultural y Natural, de la recopilación bibliográfica específica y de las experiencias
realizadas en otros lugares, de modo que con todo ello se pudiera poner en marcha una serie de
actividades en las que la pretensión era acertar lo mas posible en lo que se refiere a una buena
gestión: máximo estudio, divulgación y disfrute público se nos antojaron esenciales para ello.
Con este punto de partida y aplicando todos los principios básicos de lo que se había
dado en llamar Interpretación del Patrimonio, se fueron dando unos primeros pasos que poco a
poco se han llegado a consolidar sin que por ello nos resistamos a hacer una mejora y una
evaluación continua.
En aquellos primeros momentos contábamos con un buen punto de apoyo, un
patrimonio bien conservado y una población que podía involucrarse en un proyecto propio, al
que se unían unos objetivos claros: el conocimiento y salvaguarda de los bienes patrimoniales,
que a través de unas estrategias de sostenibilidad, socialización, puesta en valor y utilizando
unos recursos interpretativos pudieran ser una alternativa y complemento para el desarrollo del
territorio.
28
Ámbito de trabajo
Cogeces del Monte se halla al sureste de la provincia de Valladolid, a medio camino
entre las villas de Peñafiel y Cuellar. Es una población bien comunicada por carretera con una
distancia de 40 km. de la capital provincial.
Iglesia Parroquial de Nuestra Sra. de la Asunción. Cogeces del Monte (Valladolid)
Valle de Vadillana o Valdecas Casa de labranza abandonada
29
Se trata de un espacio social y territorial de carácter rural, dedicado a la agricultura y la
ganadería, en el que se han producido cambios muy paulatinos, con una población en constante
reducción y un número de personas mayores de 70 años muy elevado, depositarios todos ellos
de un conocimiento excepcional de su medio en el sentido más amplio.
A ello se unen unas características naturales igualmente sobresalientes. Su paisaje es
considerado como uno de los mejor conservados de la provincia con un soporte geomorfológico
conformado por los cuatro valles de los arroyos Valcorba, Cogeces, Valdecas o Vadillana y
Valimón, y, entre ellos, elevadas amplias parameras.
En territorio cogezano se ubica la única cueva con desarrollo horizontal de la provincia
de Valladolid, en Valdelaperra, donde se conserva una interesantísima y excepcional colonia de
murciélagos, amén de otros abrigos rupestres como el que originó la instalación del monasterio
de la Armedilla.
Singular es aún la arquitectura pastoril de esta zona en la que abundan chozos y
corralizas que retrotraen sus orígenes documentales a la Edad Media y que en 1904 eran más de
un centenar. Fruto de una intensa preocupación por la conservación de algunos de estos
conjuntos, que se iban a ver afectados por el proyecto de concentración parcelaria llevado a
cabo a mediados de los años 80, el entonces alcalde del Ayuntamiento de Cogeces del Monte,
D. Julio Andrés Arranz, consiguió que algunas de las construcciones pastoriles más significativas
del término municipal fueran conservadas tanto en parcelas de titularidad pública como
privada, una gestión cultural espontánea y ejemplar.
A esta cuestión hay que añadir un elemento de enorme interés para la comprensión del
dominio territorial sobre las cañadas ganaderas de las trasterminancia hacia el abrevadero
natural del Duero, que unido a los valores simbólicos y monumentales, hacen de las ruinas del
Convento Jerónimo de la Armedilla, uno de los bienes culturales más singulares del territorio.
Este establecimiento es, en su parte construida, mayoritariamente de propiedad municipal,
habiendo conservado en manos de particulares, la huerta y la traza completa y la estructura casi
intacta de la cerca monacal. La imponente ruina no es sino el resultado y amalgama de los
efectos de los procesos desamortizadores, la explotación como cantera de piedra y la incuria del
tiempo.
Desde un punto de vista histórico, el panorama se completa con mas de 16 enclaves
arqueológicos conocidos, entre los que cabe destacar, por su notoriedad, el Castro de la Plaza,
un excepcional lugar ocupado durante la Edad del Bronce, hacia la mitad del II Milenio a C., un
momento de explotación intensiva de los valles y laderas del territorio, sin parangón hasta la
ruralización hispanovisigoda.
30
Para ir encuadrando mejor la situación patrimonial cogezana, es necesario apuntar la
situación de la localidad sobre la una lengua de páramo colgada del valle del arroyo Cogeces,
caracterizado por abundantes surgencias de fuentes y que era atravesado, precisamente en esta
zona, por una de las principales cañadas de comunicación con el río Duero.
La población conserva retazos de un urbanismo antiguo en el que se advierten
modificaciones a lo largo del tiempo tanto en la parcelación, como en los espacios públicos y
estructuras singulares, como las casonas y el templo parroquial, el trazado de los viarios y la
inserción de construcciones secundarias. Igualmente, se conservan manifestaciones inmateriales
de hondo calado, permaneciendo vigentes algunas de sus costumbres ancestrales como la Misa
Pastorela de Nochebuena o Misa de Gallo.
El templo parroquial, reedificado en el siglo XVI y bajo la advocación de la Virgen de la
Asunción, es otro de los bienes culturales, en este caso sí, siempre estimado, importantes para la
población. Conserva un magnífico retablo en el altar mayor, así como otros dos retablos de
buena calidad en las naves laterales y alberga la imagen románica de la Virgen de la Armedilla.
Además de un edificio relevante por sus características constructivas, ha sido el centro de la
cotidianeidad y sociabilidad de los habitantes del pueblo; en ella se han llevado a cabo las
ceremonias más importantes en la vida de sus pobladores y desde ella se ha arbitrado el tiempo
diario, se ha convocado a la oración y se han dado los avisos a la comunidad.
Debilidades y fortalezas del patrimonio cultural y natural en su contexto.
Queda demostrado, con todo lo anterior, que el medio cogezano se enmarca en una
situación natural y cultural ciertamente privilegiada. Este es un dato nada baladí, por el
atractivo que supone en un contexto de aprecio de la naturaleza en su estado mas esencial que
sirve para potenciar el turismo de interior y dentro de aquel, la demanda turística de naturaleza
y patrimonio cultural.
En el caso concreto que nos ocupa, hay que unir a ello un buen estado de conservación
que permite garantizar la investigación a corto, medio y largo plazo y la documentación para su
conocimiento y puesta en valor.
Frente a ello, hemos de insistir igualmente, en que esas mismas características
locacionales suponen en cierto sentido un handicap para el desarrollo de estos territorios. El
hecho de que se encuentre apartado de las redes de comunicación principales, o que sea uno de
los mas de 2000 municipios con menos de 1000 habitantes de Castilla y León, imbuido en un
proceso constante y paulatino de despoblación, con un porcentaje elevado de personas mayores,
no hace precisamente fáciles las cosas.
31
En este marco, la pérdida de servicios es importante y la intervención institucional no
es posible a la escala deseable, necesaria y precisa.
Reseñable es también el hecho de que la cultura y la gestión de la naturaleza suelen ir a
la cola de las inversiones públicas, un hecho que no es precisamente diferente en el ámbito
local, en el que generalizando las cuestiones culturales van muchas veces vinculadas en exclusiva
con el turismo o las fiestas patronales o con unas actividades ceñidas a un ciclo semanal
especial.
Programación. Características generales.
Las premisas no ponen nada fácil, en principio, la cuestión de proponer ideas de
desarrollo sostenible para la valoración del territorio. Hacen falta enormes dosis de imaginación
y pragmatismo que permitan llevar a cabo con éxito los programas de trabajo, unos proyectos
originales, bien reflexionados, poco costosos en inversiones y mantenimiento, eficaces y
efectivos a corto, medio y largo plazo.
Para impulsar este concepto de tratamiento de los bienes del territorio han debido darse
además otras condiciones, como la existencia del apoyo de los representantes municipales y de
la administración local, del movimiento asociativo local, el acceso a los recursos institucionales
comarcales, provinciales y regionales y la constante comunicación con la población local,
responsable en primera y última instancia de la existencia y conservación de todo este sistema
humano, a la que se ha intentado implicar en el programa paulatinamente.
La preparación del trabajo es en cierto modo paralela y subsidiaria, a la vez, de lo que
se está ejecutando en el ámbito castellano y leonés, una cuestión fundamental si hemos de
valorar los aciertos y originalidad de la programación que hemos de promover.
En este planteamiento subyace una base fundamental en la que confluyen varias
cuestiones relacionadas con la socialización de los bienes patrimoniales, la sostenibilidad de las
propuestas de desarrollo, la puesta en valor de los bienes culturales y naturales y la
interpretación como disciplina de comunicación esencial de todas y cada una de las actuaciones.
Desde mi punto de vista la socialización es absolutamente necesaria como premisa de
actuación consistiendo esta básicamente en que la población (habitantes, veraneantes y
visitantes) recupere y valore positivamente sus bienes culturales y naturales. Estos bienes deben
revertir, para su apreciación y disfrute, en los ciudadanos que, a su vez, han de involucrarse
necesariamente en la gestión de los mismos. Se intenta romper así una dinámica tradicional que
entendía que el aprecio y la comprensión de estos bienes sólo se hallaba en manos de unos
pocos científicos e investigadores, o aquel otro por el que la población se dedicada a contemplar
32
sus bienes como algo hermoso e interesante pero sin descender a protagonizar un papel en la
gestión de aquellos.
Además, el ciudadano, con sus impuestos, garantiza que los procesos de estudio y
recuperación de algunos bienes así como la consecución de una protección efectiva de los
bienes objeto de socialización cuenten con fuentes de financiación pública, entre otras
cuestiones, por lo que parece lógico y necesario que desde los círculos académicos y de la
Administración se haga un esfuerzo para acercar los valores del patrimonio a la población local
y a los posibles futuros visitantes de estos lugares.
Así pues, la socialización tiene dos vertientes. Una, la divulgación del contenido y el
significado de los bienes es importante, pero lo es tanto o mas, la responsabilidad en la
protección y conservación de los mismos. En conclusión, que la sociedad sea responsable de sus
bienes y tenga derecho a su disfrute, pasando por una implicación como grupo humano en la
propia gestión de los bienes y recursos.
La puesta en valor de los bienes patrimoniales tiene por objeto favorecer precisamente
la comprensión de su significado a través de la ejecución de trabajos específicos y actuaciones
que permitan decodificar los valores que le son propios y que en no pocas ocasiones, como
ocurre con los yacimientos arqueológicos, son aparentemente invisibles.
Para llevar a cabo una buena propuesta de valoración de los bienes patrimoniales existe
una estrategia de comunicación específica, la interpretación del patrimonio, definida como “el
arte de revelar in situ los bienes al público en su tiempo libre” (Freeman Tilden) y que debe
poner en contacto el bien con el intelecto, las emociones y sensaciones del visitante haciendo
que este piense, provocándole, para que lo conozca, aprecie y disfrute.
Esta estrategia interpretativa como elemento gestor del Patrimonio Cultural ha sido
recientemente objeto de tratamiento específico por parte de la Asamblea General de Icomos
Internacional (Québec 2008). Fruto de la reunión, en la que se han valorado todas las
experiencias interpretativas en su globalidad, ha sido la elaboración de un documento en el que
se detallan los objetivos y principios de la Interpretación.
Resulta curioso observar como a una escala local, con el sentido común y la preparación
suficiente, pueden llegarse a las mismas conclusiones y proponerse en el marco de proyectos que
comenzaron a gestarse a inicios de 2000. Para ello es importante tener en cuenta el papel
fundamental que en el inicio de nuestros trabajos tuvieron la influencia de Jorge Morales,
introductor de la disciplina en España, la divulgación de la misma por la Asociación de
Interpretación del Patrimonio, mi formación académica y postuniversitaria en Arqueología, así
como mi profesionalización personal en operaciones de gestión para la puesta en valor de los
33
yacimientos arqueológicos en la Comunidad de Castilla y León y mi interés por la antropología
social, la etnografía y el arte de contar historias.
Programación. Criterios de selección y bienes.
Es obvio que para programar unas actuaciones de este calado hemos de ser conscientes
de que no todos los bienes son susceptibles de ser tratados, para su gestión, de la misma forma.
Unos serán susceptibles de investigación, otros además de ser estudiados podrán ser divulgados
y más allá, habrá un número de estos últimos, que puedan ser objeto de puesta en valor e
interpretación.
Llevar a cabo el procedimiento completo supone tener que realizar una selección en la
que han de valorarse aspectos y cuestiones muy diferentes entre los que cabe incluir la
necesidad de protección integral del bien, la constitución de reservas de estudio futuro, el
conocimiento de los diferentes ecosistemas y etapas de ocupación y uso del territorio, etc. De
modo que la representación en esta selección de bienes de diferente naturaleza, cronología y
características ha de estar garantizada.
Una vez determinado qué bien o bienes representativos de tal o cual ecosistema, de tal
o cual etapa, de tales o cuales características, hemos valorado como prioritaria la intervención en
aquellos lugares que gozan de una situación jurídica de protección máxima o de aquellos que
sin tenerla aún deberían contar con ella y son susceptibles de, tras un trabajo previo de
propuesta, conseguirla en un tiempo breve. La monumentalidad y excepcionalidad de los bienes
es un atractivo añadido que favorece sin duda su comprensión visual y por lo tanto hace más
fácil la abstracción de su significado y el aprecio inmediato del conciudadano o del visitante.
Pero es que fundamentalmente ha de garantizarse la accesibilidad analizando las posibilidades
reales de acceso físico al lugar para poder garantizar la seguridad de los futuros visitantes. Se
desechan, por lo tanto, de esta programación aquellos bienes que pueden suponer un problema
para la integridad física de las personas o cuyo acceso tenga un grado de dificultad añadido o
simplemente sea de muy difícil acceso a una buena parte del público, entendiendo dentro del
concepto general del visitante no sólo la posibilidad de llegada de personas discapacitadas que
necesitan medios específicos como sillas de ruedas, sino también aquellas con movilidad
reducida en razón de su edad (ya sea un bebé o un anciano), o por su condición circunstancial
(una mujer en avanzado estado de gestación), una persona con minusvalía (visión reducida,
etc.)
Se ha tenido en cuenta igualmente el carácter público de los bienes, considerando estos
como prioritarios a la hora de intervenir precisamente por tener que acudir, en los casos de
recuperación y puesta en valor, a fuentes de financiación casi exclusivamente públicas.
34
Finalmente y no por ello menos importante, en la relación de bienes susceptibles de
intervención no se incluyan aquellos que, por sus especiales características, deben ser
preservados de la visita pública porque esta afluencia no permita garantizar su conservación, ya
sea por el tipo de soporte en el que se hallan, por sus características físicas, por su contenido o
por cualquier otra circunstancia sobrevenida.
De la combinación de todas estas premisas ha resultado finalmente la relación de los
lugares seleccionados para llevar a cabo actuaciones de puesta en valor, que en este caso vienen
a ser los siguientes:
Monasterio de la Virgen de la Armedilla. Situado sobre la ladera norte que cae hacia el
Valdecas, se halla un conjunto de ruinas de la que fuera una de las primeras fundaciones
jerónimas de esta zona del centro de la Cuenca del Duero. A comienzos del siglo XV D.
Fernando de Antequera formaliza documento de cesión a los monjes de La Mejorada, en
Olmedo, que ya se habían aposentado allí años antes.
El origen de la devoción mariana se retrotrae a la leyenda del hallazgo de una imagen
de la virgen por unos pastores en una cueva que había sido escondida de los moros. Desde
entonces fue conocida como Ermitiella y se gestionó por el Consejo de Cuellar. Existe un
documento de donación al Abad de Sacramenia, lo que le ha valido la etiqueta de monasterio
del cister en la historiografía tradicional.
Refectorio de monjes jerónimos situado sobre la antigua cueva convertida en
iglesia semirupestre
35
Conserva en la actualidad las trazas del conjunto monacal, la iglesia, la huerta, la cueva
y la cerca que las engloba, así como otras evidencias estructurales situadas al exterior en
diferentes momentos de su devenir histórico.
Su importancia y la singularidad de su estado avalaron una propuesta para su
declaración como Bien de Interés Cultural que se produjo en el año 2007.
Vista de la iglesia del siglo XVI del Monasterio de la Armedilla
Chozo y Corrales de los Hilos. De los ejemplos conservados en el término municipal sobre
estructuras pastoriles, este conjunto de los Hilos, es uno de los que se hallaban más reconocibles
manteniéndose el chozo levantado y dos corrales en una finca de titularidad municipal. Su
conservación pone de manifiesto las técnicas constructivas, los emplazamientos originales, su
vinculación a los caminos ganaderos y la trasterminancia de pastores y ganados desde, al menos,
la Edad Media.
Chozo y corrales de Los Hilos. Estado de conservación en 2005
36
Choza de los Pelechines. Con una planta ovalada y en el pago conocido como El Monte, se
hallaban los restos de una construcción pastoril muy singular, de tipología diferente a la de los
chozos troncocónicos de los páramos calizos, ya que a un alzado mucho menos esbelto, se
añadía una cubierta plana de madera sobre la que se asentaban pequeñas lajas de piedra
cubiertas de tierra y césped natural que impermeabilizaban la techumbre. Este choza se halla
situado junto a los restos de al menos otras cuatro construcciones aparentemente similares pero
prácticamente desaparecidas, en un sector agrícola y de pinar degradado por la colocación en
las inmediaciones del vertedero municipal.
Castro de la Plaza (desde la Pared del Castro al Pico de la Frente). Este lugar arqueológico
es, sin duda, excepcional en el contexto de las ocupaciones de la Edad del Bronce en el
territorio, hasta el punto de constituir un referente en la bibliografía arqueológica por varias
razones entre las que es necesario mencionar la existencia de una gran muralla que colocada en
la zona en la que el páramo se estrecha, cierra un espacio de 17 ha. que fue ocupado hace
aproximadamente 3.500 años por pueblos portadores de una cultura conocida como
Protocogotas.
Este espigón fluvial, situado en la confluencia de los arroyos Valcorba y Cogeces, es un
hito territorial, un mirador excepcional sobre el paisaje próximo y sobre el propio valle del
Duero. El abandono de unas tierras pedregosas por la agricultura extensiva ha ocasionado la
recuperación de sistemas forestales del pasado y de especies vegetales y animales variadas que
le otorgan una especial consideración.
Iglesia Parroquial de Nuestra Sra. de la Asunción. Es el
único templo parroquial conocido en esta localidad. A
día de hoy suponemos que retrotrayendo sus orígenes la
aldea de Cogeces a la instalación de la Comunidad de
Villa y Tierra de Cuellar, a comienzos del siglo XII,
debió erigirse una iglesia más antigua que la que hoy se
conserva.
El templo fue levantado a expensas de los
señores de Cuellar, de la casa de Alburquerque, en el
siglo XVI, aunque sufrió reformas constantes a lo largo
de los siglos XVII y XVIII.
Retablo renacentista de la iglesia parroquial
37
Urbanismo tradicional. Tal vez sea esta una de las pocas localidades en las que no sólo es
posible reconocer un parcelario y una tipología de construcciones tradicionales, sino también de
espacios públicos, privados y subsidiarios que se mantienen sin modificaciones sustanciales.
Contamos, además, con trabajos de documentación que permiten valorar las modificaciones
urbanísticas acaecidas a lo largo de 8 siglos sobre una aldea castellana. Todo ello hizo posible el
planteamiento de trabajos para su puesta en valor.
Pico de la Mesilla. Se halla configurado como una plataforma elevada sobre los valles de los
arroyos Cogeces y Valimón que lo han convertido en un mirador natural desde el que es posible
admirar los fondos de los valles y las masas arbóreas de los montes. Igualmente constituye un
soporte para observar el paisaje agrícola que se extiende hasta el curso del Duero.
Fuentecita. Con este nombre es conocida la zona en la que se ubicaba la fuente que
proporcionaba agua al lavadero que se encuentra en el fondo del valle Cogeces, al lado de las
laderas del cerral que limita por el norte la localidad. Formaba parte, junto con un buen número
de surgencias, ya muy modificadas, de un sistema hídrico que seguramente propició la
instalación y supervivencia de la población humana en este lugar.
Programación y ejecución. Fases de trabajo o trabajos por fases.
Desde un principio, he de decir, en honor a la verdad, que no ha existido una
programación única ejecutada en fases, sino muchas actividades incardinadas en una
planificación amplia que perseguía unos fines concretos. Tampoco el trabajo se ha desarrollado
en un protocolo fijo en el que tales o cuales fases anteceden a la vez a todas las demás; más bien
se ha tratado de que cada una de las actividades fuera lo más rigurosa, seria y completa posible
y que a la vez pudiera formar parte de un programa conjunto.
No obstante lo anterior y en la medida que las posibilidades financieras y de los apoyos
institucionales lo han permitido, se ha intentado y, a veces, conseguido, que existiera un orden
lógico en los trabajos previstos para la puesta en valor siguiendo las premisas mas actuales:
máximo conocimiento e intervención ajustada a las necesidades de dichos bienes.
1.- Conocimiento a través de la recopilación de los datos existentes de carácter bibliográfico y
gráfico: libros, monografías, revistas, artículos, tesis doctorales inéditas, fotografía antigua,
fotografía aérea (vuelo IRYDA), así como de la promoción de nuevos trabajos como el estudio
del urbanismo, la realización de un estudio archivístico y levantamiento fotogramétrico en el
Monasterio de la Armedilla, la realización de un inventario de construcciones pastoriles,
38
ampliado después a la artesanía y otros aspectos relacionados con el pastoreo de ganado ovino,
catalogación de romances, cantos, costumbres, creencias populares, cuentos y costumbres,
realización de un archivo fotográfico.
A este primer bloque correspondería igualmente la elaboración de dos estudios
relacionados con el medio natural del valle del Valcorba y del Medio Natural en el T.M. de
Cogeces del Monte, así como la programación y ejecución de campañas de prospección
arqueológica en el término municipal y de excavaciones arqueológicas y documentación de
archivo del Monasterio de la Armedilla.
Vista general del recorte del Pico de la Frente sobre el que se localiza el Castro de la Plaza, en la confluencia de los arroyos
Valcorba y Cogeces.
2.- Intervenciones para la recuperación- rehabilitación de los bienes: Se ha tratado de llevar a
cabo unas actuaciones muy adecuadas a los objetivos perseguidos, consistentes
fundamentalmente en la recreación volumétrica a través de la consolidación de los restos
deteriorados y una reconstrucción de algunos de los paramentos derrumbados. Es el caso de la
realizada en el conjunto pastoril de los Hilos, donde el chozo permanecía aún en pie, con
algunas faltas de piezas del cimiento y grietas, pero donde los corrales habían sufrido un
colapso por el abandono funcional y la falta de mantenimiento.
Algo más compleja fue la rehabilitación de la choza de los Pelechines, prácticamente
destruida en 2005, pero que había sido documentada mediante croquis, ficha y fotografía hacia
1985. En este caso fue necesario levantar los muros, configurar puerta y ventana y realizar una
techumbre plana con troncos de madera, lajas de piedra caliza y tepe.
39
Su ubicación se complica con la existencia en las inmediaciones del vertedero municipal,
una cuestión que exigió la realización de trabajos de limpieza de los taludes del basurero de
modo que el espacio intervenido, que se haría posteriormente visitable, fuera lo mas digno
posible.
De una limpieza de lodos y una reposición de piedras del estanque trató
fundamentalmente el trabajo de recuperación del lugar de la Fuentecita junto al que se instaló
un área de esparcimiento y descanso con árboles y un merendero.
Cuestión bien distinta es la que atañe a la intervención de recuperación de las ruinas
del Monasterio de la Armedilla. Si bien ya hace mas de una década se llevaron a cabo unos
trabajos que permitieron consolidar los paramentos de la iglesia jerónima del siglo XVI, la
situación general del resto de las ruinas, de varios metros de altura, es cuando menos urgente.
La detección de grietas y pandeos en los paramentos, la reutilización de materiales, el expolio
de los forros murarios, el colapso de las estructuras de cubierta y la acción de la vegetación y de
los agentes atmosféricos, nos han legado unas ruinas que indefectiblemente seguirán ampliando
su destrucción fundamentalmente en el sector de la cabecera de la iglesia jerónima, el claustro
mayor y la iglesia semirupestre levantada en la cueva de la aparición de la Virgen. Estas
cuestiones hicieron que yo misma propusiera con absoluta emergencia, la redacción de una
memoria de intervenciones en La Armedilla, que fue encargada en 2007 a D. Jesús Alba,
arquitecto, desde el Servicio de Restauración del Patrimonio de la Dirección General de
Patrimonio Cultural de la Junta de Castilla y León, sin que por el momento, se haya puesto en
marcha su ejecución.
3.- Señalización. Con el fin de convertir estos
bienes en recursos atractivos y comprensibles, se
han programado y ejecutado cuatro actuaciones
de señalización con una filosofía única y varios
tipos de soportes divulgativos que han
intentando no provocar un impacto negativo
sobre el medio en el que se localizan.
En el conjunto urbano de la población,
tras la selección de aquellos ejemplos mas
significativos desde el punto de vista de la
arquitectura popular, religiosa o los espacios
comunes y técnicas constructivas, se plantearon
carteles sobre soporte metálico, colocados
40
inmediatamente al lado de los inmuebles y espacios de modo que se facilitara su observación y
comprensión. Estos paneles tienen una numeración, un título, un contenido escrito breve y
sencillo y una recreación gráfica aproximada, más o menos realista, así como un plano del
conjunto del itinerario señalizado para que el visitante sepa el lugar en el que se encuentra y los
puntos que le faltan para completar su visita. Dicho itinerario guiado mediante paneles
comienza junto a la Plaza Mayor y recorriendo calles con casas de piedra, unas solariegas y
antiguas y otras populares tradicionales, llega hasta la Plazuela de la iglesia para descender al
valle hasta Fuentecita y el cerral de las bodegas.
Otra de las actuaciones de señalización divulgativa se acometió en las ruinas de la
Armedilla. En este caso el objetivo fue el establecimiento de un itinerario perimetral que
permitiera visitar y observar las partes esenciales del monasterio y comprender su origen,
evolución y abandono: la portada de la iglesia jerónima, la zona exterior al claustro y la huerta,
son tres de los puntos esenciales de la visita.
El soporte, con una estructura similar en cuanto a numeración, planos, aparato textual y
gráfico, se ve ampliado con la aportación de las fotografías de algunos de los bienes muebles
desamortizados, todo ello sobre una estructura de madera tratada en autoclave con planchas
metálicas para la base divulgativa. Idéntico tratamiento se ha llevado a cabo en el Parque
Etnográfico de los pastores localizado junto al chozo y los corrales de los Hilos.
El último de los hasta ahora ejecutados y de características idénticas, es el proyecto de
señalización llevado a cabo en el término municipal, concretamente en los miradores del pico de
la Frente y de la Mesilla. En ambas ubicaciones se han dispuesto paneles apaisados desde los
que es posible identificar los hitos del paisaje y las especies del ecosistema. La vista sobre el
medio se protege mediante la colocación de unos quitamiedos a modo de antepechos de
madera tratada que se han dispuesto en las zonas en las que son más abruptas las pendientes
del monte.
Toda la cartelería a que hemos hecho referencia se ha maquetado y ejecutado en virtud
de una tratamiento interpretativo de la información. La ubicación del visitante es permanente, la
accesibilidad intelectual queda garantizada con la utilización de un lenguaje directo y sencillo,
prescindiendo de tecnicismos innecesarios, las frases son cortas y los contenidos breves y
contrastados. Igualmente las reconstrucciones gráficas son sencillas y permiten observar
directamente las características más señeras de los bienes.
41
4.- Divulgación.
4.1. Creación de anagrama del Monasterio de la Armedilla como imagen general que
presidiera las actuaciones de conocimiento, recuperación, puesta en valor y difusión. Fue
elaborado por la empresa Sercam S.C.
4.2.- En 2004, surgen como una necesidad de conectar a la población con las ruinas del
convento de la Armedilla desde un punto de vista Patrimonial las I Jornadas Culturales y de la
Naturaleza de la Armedilla, Este enclave, que era visitado una vez al año desde 1988, mantenía
una cierta funcionalidad religiosa de devoción mariana con la celebración de una romería con
traslado de la imagen de la Virgen desde la parroquial hasta el convento, en el mes de agosto.
No obstante, el convento seguía siendo una ruina incomprensible para los pobladores actuales, a
los que prácticamente sólo les vinculaban bien el culto, bien historias de tipo legendario. En este
marco se generó una nueva iniciativa a lo largo de tres jornadas consecutivas en las que “in situ”
se aunaran exposiciones y charlas de temas relacionados con la investigación y el conocimiento
del lugar, música, teatro y ambientaciones históricas, visitas interpretativas, talleres y un
mercado del Convento, donde se pusieran de manifiesto oficios tradicionales, labores perdidas y
artesanías conservadas. Todas estas actuaciones se completaban con una merienda popular y los
actos institucionales precisos.
Las Jornadas, vamos por la VII edición, se han mantenido y consolidado con los años
consiguiendo la participación directa de más de setenta vecinos de la localidad (guías, puestos
del mercado, teatro, música coral e instrumental e infraestructura general). Cada una de las
ediciones se ha dedicado a un tema concreto sobre el que gira la temática a desarrollar: Piedra y
arte, Un pasado, un futuro, Territorio en transformación, Monjes, señores y pastores, El agua de
la Vida, Diez siglos cantando, son algunos de estos lemas.
42
Desde la segunda convocatoria la generación del proyecto, los lemas, contenidos, textos
y formación los guías intérpretes así como La coordinación corrió a cargo de la que suscribe
estas líneas junto con Gustavo Herguedas Villar, animador sociocultural del Ayuntamiento de
Cogeces del Monte en aquellos momentos, excepción hecha de las VI Jornadas que se
realizaron con otra filosofía de trabajo y coordinación de un grupo de personas responsables de
las diferentes actividades de cada una de las entidades participantes.
Las visitas interpretativas se han realizado sobre las ruinas del convento, el chozo de los
Hilos, la choza de los Pelechines, el Castro de la Plaza, el núcleo urbano y la iglesia parroquial
por un grupo de personas voluntarias (unas 8 cada año) que preparan los guiones y recursos en
virtud de los temas seleccionados en cada edición . Todos los guías que acompañan la visita se
han formado en cursos específicos de Interpretación y son perfectamente identificables por las
personas de los grupos de visita ya que se presentan “uniformados” con camisetas que presentan
el anagrama del Monasterio de la Armedilla o de la Asociación Cultural Arcamadre, según
años.
Los talleres desarrollados son de muy diversa índole y están dirigidos específicamente a
niños o público general respectivamente. Para niños se han realizado talleres de ganchillo, de
lavado de ropa, de fabricación tradicional de jabón, de dibujo sobre la Armedilla, de trenzado y
de música popular. Para adultos y público general se han llevado a cabo talleres de reciclaje,
farmacopea tradicional, hilado de lana y fabricación de miel.
Taller infantil de dibujo en la Armedilla. Ciego y Lazarillo recorren la
Armedilla para congregar al público
43
Taller de lavado tradicional en Fuentecita Taller de hilado de lana en el Mercado del Convento
Guías-intérpretes de la visita. La Bazanca. V Jornadas. 2008.
I Jornadas Culturales y de la Naturalezade la Armedilla, 2004.
Teatro en La Armedilla: Ambientación teatralizada de la fundación jerónima de la Armedilla (2008) y Las Troyanas (basadas
en textos de Sartre, 2006)
44
Carátula del folleto-programa de las V Jornadas. 2008
La convocatoria de la celebración de este evento se ha acompañado en todos los casos,
de una cartelería específica cuyo objetivo ha sido atraer la atención de la población local, en
primera instancia, y de los visitantes circunstanciales o potenciales, mediante la utilización de
imágenes sugerentes. La edición de folletos con los programas y su difusión en los medios
radiofónicos, los diarios y los medios digitales, apoyan esta labor de difusión en el ámbito
externo de carácter comarcal y provincial.
En la celebración de estas Jornadas se implican, además de los redactores y
coordinadores de los proyectos, el Ayuntamiento de Cogeces del Monte, la Asociación Cultural
Arcamadre, el Grupo de Teatro La Solana, la Asociación de Mujeres La Hantanilla, la
Asociación de Jubilados El Chorrillo, la Asociación Juvenil de Peñas y muchos vecinos y vecinas
a título particular.
4.2. Creación del Parque Etnográfico de los Pastores. Fruto de la iniciativa municipal y
redactado y ejecutado por la empresa SERCAM S.C., junto al conjunto de arquitectura pastoril
de los Hilos, en una parcela de titularidad pública, se encuentra el único parque etnográfico de
la provincia de Valladolid. Bajo este título se encuentra un espacio dedicado al descubrimiento
de un mundo ya desaparecido en el que ganados y pastores se movían por el territorio
practicando la transterminancia. Se completa el contenido divulgativo con aspectos históricos,
constructivos, artesanales, de transmisión oral, etc. y con una recreación en acero corten con
lámina de vinilo, de un pequeño rebaño dirigido por el pastor y sus perros, así como el lobo al
acecho. Junto con el itinerario guiado por paneles, se halla un espacio dedicado a la
recuperación de juegos tradicionales.
45
4.3. Monografía sobre los pastores en Cogeces del Monte. El exhaustivo trabajo de
catalogación de las construcciones pastoriles, abierto con posterioridad a la documentación de
artesanías, tradiciones y escritura cotidiana, forma el cuerpo de un libro recientemente editado
por la Junta de Castilla y León bajo el título “Pastores de la comarca de la Churrería.
Construcciones, formas de vida y artesanía en Cogeces del Monte (Valladolid)”.
4.4. Revista Arcamadre. Editada con carácter semestral por la Asociación Cultural Arcamadre,
cuenta con 11 números en los que se da cuenta de las actividades programadas en el ámbito local
junto con estudios históricos, urbanísticos, de archivo, arqueológicos, artísticos, de naturaleza
llevados a cabo en el territorio junto a, creencias populares, cuentos, romances y tradiciones
recuperadas en el ámbito local, así como noticias bibliográficas de actualidad, artículos de
opinión, etc.
46
5.- Ejecución interpretativa: formación y agentes.
5.1. Formación. Introducir la Interpretación en la puesta en valor del Patrimonio no es una tarea
fácil. Hay que conocer los principios básicos, tomar conciencia de su significado, haber tenido
experiencias interpretativas, conocer los recursos interpretativos y valorar los resultados que se
han obtenido con su aplicación. Si tenemos en cuenta que en el ámbito local no es habitual que
se conozca y que hay que introducirla contando no con profesionales, sino con personas que
voluntariamente deciden conocerla y aplicarla en las experiencias antes citadas, el valor de su
aplicación es importantísimo. Pero llevar a cabo la formación en Interpretación en estas
condiciones y, una vez mas, sin medios económicos, ha exigido la programación de unos cursos
de iniciación que han ido celebrándose desde 2005 con carácter anual, hallándonos ya en la VI
edición. A estos cursos, celebrados por iniciativa de Arcamadre y coordinados por CEV, asiste
una media de 10 alumnos que colaboran en las iniciativas interpretativas de visitas guiadas,
ambientaciones históricas, etc., y repiten el curso año tras año manteniéndose en permanente
actualización. La formación impartida proporciona una base teórica que es complementada con
la programación práctica de proyectos o propuestas interpretativas, talleres de comunicación y
las visitas a lugares en los que se llevan a cabo experiencias interpretativas. El profesorado está
compuesto por técnicos de empresas que trabajan en proyectos interpretativos (Sercam S.C.,
Unoveinte S.L.) e instituciones (Junta de Castilla y León, Fundación del Patrimonio Histórico
de Castilla y León, Universidad de Valladolid, Centro Etnográfico de Urueña).
Alfonso García y Raquel Molpeceres. Guías-intérpretes Alejandra del Valle. Guía de la visita al chozo de Los Hilos.
47
5.2. Agentes.
La socialización, puesta en valor e interpretación del Patrimonio Cultural y Natural
realizado hasta ahora en el ámbito de Cogeces del Monte, ha sido posible gracias al empeño de
algunas personas que han conseguido que las actuaciones propuestas y ejecutadas fueran
acogidas y mantenidas por la población local. Un papel fundamental en este proceso lo
constituye la formación y puesta en marcha de la Asociación Cultural Arcamadre, que cuenta en
la actualidad con unos 90 socios y una actividad cultural de enorme calado. Ambos agentes no
podrían haber impulsado en ningún caso todas las actividades sin el apoyo decidido del
Ayuntamiento de la localidad, que en diferentes fases correspondientes a distintas legislaturas,
ha tenido un papel desigual pero en cualquier caso importante y decisivo.
Actividades concretas, como el Parque Etnográfico y la señalización de algunos
elementos del territorio han sido posibles gracias al apoyo económico del Proder de Peñafiel.
A la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León, a través de la
Dirección General de Patrimonio Cultural, le ha correspondido la promoción y financiación
para la realización de las excavaciones arqueológicas en el claustro de la Armedilla, así como la
del trabajo documental realizado sobre el Monasterio y el levantamiento fotogramétrico con
escáner digital de los restos conventuales, mientras que, a través del Servicio Territorial de
Cultura de Valladolid, se ha hecho cargo de la realización de conciertos de música folk en las
ruinas del convento.
La Diputación Provincial de Valladolid ha apoyado algunas de las actividades
programadas en el marco de las Jornadas Culturales y de la Naturaleza de la Armedilla a través
de su política de subvenciones de actividades turísticas y culturales para administraciones
locales y para asociaciones sin ánimo de lucro.
En este mismo sentido ha sido fundamental la colaboración desinteresada, la
integración paulatina en las actividades y hoy bien consolidada, de las asociaciones locales como
la Asociación Cultural Arcamadre, la asociación de Jubilados “El Chorrillo”, la asociación de
Amas de Casa “La Hantanilla”, La Asociación Juvenil de Peñas y la Asociación de Padres y
Madres de Alumnos.
No es posible finalizar este apartado sin mencionar el decidido apoyo, muchas veces sin
ánimo de lucro y casi nunca valorado en su justa medida, de la empresa Sercam, Servicios
Culturales y Ambientales, responsable de la redacción de los proyectos de señalización y del
Parque Etnográfico, así como de algunos de los trabajos de investigación y colaboradora
habitual en los cursos de Interpretación.
48
Resultados y reflexiones
Entendemos que este ingente trabajo desarrollado en poco mas de ocho años, aunque
su gestación comenzó hace dos décadas, no estaría completo sin la realización de un
seguimiento y una evaluación de los trabajos realizados, su permanencia, mantenimiento,
gestión, etc., es decir sin la valoración de los resultados.
Como comentábamos unas líneas más arriba la paulatina participación de la población
local en las iniciativas de puesta en valor de su patrimonio es uno de los logros mas
significativos ya que permite el conocimiento, la estimación favorable, la comprensión de sus
valores, favorece la protección de los mismos y permite la cohesión social en proyectos comunes
y la colaboración permanente.
Esta recuperación de la identidad local con algunos de sus bienes ha supuesto la
rehabilitación efectiva mediante la realización de pequeñas obras y ejecución de proyectos de
señalización de algunos de los espacios abandonados, degradados o simplemente infravalorados
y que hoy es posible visitar y disfrutar.
Componente fundamental del trabajo y un acierto mas ha sido la realización de trabajos
de investigación que han permitido mejorar el conocimiento de los bienes objeto de
tratamiento e incluso cambiar las tesis tradicionales de interpretación histórica sobre algunos de
ellos.
No obstante lo anterior, también es preciso indicar que las actuaciones no cuentan con
una uniformidad en el apoyo institucional. Para empezar esta gestión de los trabajos de puesta
en valor no debería estar al pairo de los vaivenes de los grupos políticos de gobierno municipal,
provincial y regional y las urgencias en las actuaciones sobre bienes degradados deberían contar
con un decidido apoyo, fundamentalmente en los casos en que se trata de bienes de primera
línea con la protección jurídica máxima.
Tampoco se ha conseguido aún delimitar el alcance de algunas de las cuestiones
relativas a las actuaciones de socialización, puesta en valor, dinamización e interpretación.
Existen en el mismo ámbito iniciativas no interpretativas de gran significación y
atractivo. La implantación de una serie de rutas turísticas en el término municipal, la existencia
de un Museo etnográfico privado “Aperos del Ayer” y del Museo de Ciencias Naturales, sobre
la base de una colección privada, pero con carácter público, son ejemplo de ello. No todo lo que
se hace para dinamizar el territorio y sus bienes culturales y naturales es considerado
interpretativo, aunque sería bueno que siempre lo fuera.
Una originalidad del programa y una cuestión excepcional en el ámbito territorial es la
iniciativa anual de formación de guías-intérpretes a través de un curso de Interpretación del
49
patrimonio que se gestiona desde la asociación Cultural Arcamadre con la coordinación y bajo
la responsabilidad de la que suscribe estas líneas.
En el año 2010 este curso ha conseguido trascender definitivamente las barreras locales
para contar con un número mayoritario de alumnos no locales que nos permiten no sólo formar
en interpretación desde Cogeces del Monte, sino también dar a conocer nuestro Patrimonio
Cultural y Natural ante agentes de Desarrollo Local, guías de turismo, técnicos municipales, etc.
de otros territorios de nuestro ámbito provincial.
De los aciertos de la propuesta, de sus defectos, del análisis de los guías respecto de los
contenidos teóricos y prácticos y de la ejecución práctica de las visitas guiadas, van tomándose
notas para modificar las propuestas de los futuros cursos.
La valoración general de los trabajos de gestión realizados, es ciertamente buena, tanto
por parte de la población local como de la foránea. En su conjunto, estos bienes y las
actuaciones realizadas sobre aquellos están mantenidos en un grado de presentación aceptable,
aunque siempre mejorable. Tanto por sus objetivos, como por sus características, diversidad,
calidad y la consecución de la implicación social en la salvaguarda y gestión del patrimonio
propio, considero que lo realizado hasta ahora constituye uno de los mejores y mas originales
ejemplos de buenas prácticas en el ámbito local de nuestro país.
50
CÓMO SE GESTÓ EL MUSEO PROVINCIAL DEL VINO DE PEÑAFIEL, VALLADOLID Alicia Gómez Pérez
J. Álvaro Arranz Mínguez
RESUMEN:
El Museo Provincial del Vino de Peñafiel ha cumplido 10 años el diciembre pasado. Se
trata de uno de los primeros grandes proyectos territoriales llevados a cabo por la
Diputación Provincial de Valladolid1 y el primer proyecto museológico de envergadura
afrontado por la empresa SERCAM, S. C., quien ya en 1993 había sacado a la luz su
iniciativa de crear un Museo del Vino como una de las actividades turístico culturales
esbozadas para potenciar el sector oriental de la ribera del Duero vallisoletana2 y en
1995 la había concretado en la redacción de un anteproyecto para el Ayuntamiento de
Pesquera de Duero3.
Dado que, al fin y al cabo, la idea inicial de SERCAM, S. C. de crear un Museo del
Vino se hizo realidad en 1999, en Peñafiel, aprovechamos el acontecimiento del décimo
aniversario para hacer un repaso desde el momento de su gestación, del cual nos
consideramos artífices, hasta el de su inauguración bajo la promoción y tutela de la
Diputación Provincial de Valladolid y la colaboración del Ayuntamiento de Peñafiel.
PALABRAS CLAVE:
Museo del Vino, Peñafiel, Diputación de Valladolid.
1 En 1985 se había creado en Urueña el Centro Etnográfico “Joaquín Díaz” y tiempo después el Centro de Interpretación de
Matallana. Al Museo Provincial del Vino siguieron el Museo de las Villas Romanas de Almenara-Puras, El Centro de Recepción de
Viajeros del Canal de Castilla en Medina de Rioseco, el Centro de Interpretación del Valle Esgueva y el Parque de los 6 Sentidos en
Renedo, la Villa del Libro en Urueña y el Museo del Pan de Mayorga. 2 Esta iniciativa fue presentada en dicho año de 1993 en el Patronato de Turismo a D. José García, entonces Diputado de Turismo. 3 El anteproyecto de creación de un Museo del Vino en Pesquera de Duero fue presentado por D. Félix Muñoz, alcalde de dicha
localidad, al Presidente de la Diputación Provincial, D. Ramiro Ruiz Medrano.
51
n el año 1993 la empresa SERCAM, S. C., prácticamente durante su primer año de
existencia, irrumpía en el campo del turismo cultural con una propuesta muy novedosa
de actuación en el área occidental de la Ribera del Duero.
En este primer guión4 se planteaba una intervención conjunta en los lugares de San
Bernardo, Pesquera de Duero, Roturas, Curiel, Peñafiel y Padilla de Duero. Los incentivos que
se destacaban de esta zona:
Presencia de importantes conjuntos monumentales en Peñafiel y Curiel, además del
complejo monacal de Santa María de Valbuena.
Existencia de un complejo arqueológico de amplia extensión espacial y cronológica
entre Padilla y Pesquera, hoy conocido como Zona Arqueológica de Pintia.
4 Bajo el título de “Proyecto de Turismo Rural: Ribera del Duero en la Provincia de Valladolid” se recogían 9 páginas de ideas y
propuestas, ilustradas con fotografías de paisajes, monumentos y testimonios etnográficas, lo cual fue presentado a finales de 1993
en el Patronato de Turismo de la Diputación Provincial de Valladolid.
E
52
Posibilidad de recuperar casas abandonadas o deshabitadas, aún en relativo buen
estado, cuya restauración y rehabilitación acordes con los estilos y técnicas de la
comarca podrían hacerlas susceptibles de aprovechamiento como centros de albergue.
Recogida del rico patrimonio mueble cuya recuperación permitiría la creación de
museos locales, monográficos, comarcal…
Existencia de oficios y artesanías en desuso, con posibilidad de rehabilitación y
recuperación de sus técnicas, así como la pervivencia de una valiosa tradición oral y de
celebraciones festivas cuyo conocimiento nos acercaría al sentir popular.
Posibilidad de degustar los vinos (Ribera del Duero) y la gastronomía de la tierra.
Fotografías que ilustraban la propuesta de 1993
Junto a la zona de actuación señalada se contemplaba, además, otro área de incidencia
indirecta conformado por lugares del entorno, como Piñel de Arriba, Piñel de Abajo, Valbuena
de Duero o el Valle del Cuco (Bocos de Duero, Valdearcos de la Vega, Corrales de Duero y
San Llorente).
53
Entre los objetivos, el proyecto incidía en la conservación, protección y desarrollo del
rico Patrimonio Histórico destacado. En cuanto al visitante, se trataba de adecuarle con el
entorno “y no viceversa; la intención es evitar cualquier impacto negativo sobre el medio,
natural o humano”5. Se pretendía fomentar, sin olvidar el esparcimiento y diversión que toda
oferta turística debe contemplar, “el conocimiento ‘desde dentro’ de los pueblos visitados, un
marco nuevo y diferente al cotidiano para los habitantes de la ciudad y otras regiones; más
aún, se busca que el turista no sólo no degrade la zona, sino que llegue a sentirse copartícipe
de su proceso de desarrollo”.
Se apuntaban igualmente actividades de diversos tipos, como excursiones o ejercicios
deportivos, pero principalmente talleres, que aparecían desglosados según su temática:
Histórico-artísticos. Con “visitas con instrucción sobre el terreno y posibilidad de
intervenir en trabajos arqueológicos o de restauración”.
Tradiciones y costumbres. Pretendiendo la “participación en fiestas populares,
matanzas, vendimia, juegos autóctonos, conocimiento de la tradición oral”.
Trabajos populares, como “artesanía de la madera, cerámica, telar, cestería, forja,
molienda, panificación, elaboración del vino”.
Arquitectura popular. Con la participación en “equipos de colaboración en los
trabajos de rehabilitación de casas y construcciones populares”.
Granja piloto. Contemplando participar “en las labores del campo, con cultivos de la
zona y diversos tipos de ganadería (…), fomentar la repoblación forestal con
especies autóctonas, analizar y conocer las hierbas medicinales y, finalmente,
abordar el estudio de la fauna”.
Tomando como sede o centro de operaciones el Monasterio de Santa María de Valbuena en
San Bernardo, la propuesta quedó esbozada con el siguiente esquema:
5 SERCAM, S. C., 1993: “Proyecto de Turismo Rural: Ribera del Duero en la Provincia de Valladolid”. Las citas en cursiva de esta
página y las dos siguientes son fragmentos textuales tomados del proyecto citado.
54
Se destacó como primera fase de actuación la creación de un Museo Etnográfico del Vino
en la localidad de Pesquera. La elección de esta población como punto de partida para poner en
marcha este proyecto se justificaba por:
Las óptimas condiciones de comunicación existentes entre Pesquera y las demás
poblaciones implicadas.
Adecuado contexto social, con una corporación municipal y población sensibilizadas,
junto a la iniciativa privada local –principalmente vinatera6- dispuesta a colaborar en
nuevos proyectos, sobre todo a partir de la importancia adquirida por los vinos de este
municipio con la creación de la Denominación de Origen Ribera del Duero en 1982.
La disponibilidad de infraestructuras inmuebles susceptibles de ser adquiridas,
rehabilitadas y acondicionadas para los diferentes usos apuntados en la propuesta
museística. En este caso se destacaba expresamente la colaboración del bodeguero D.
6 Más que famosos había hecho por estos años el bodeguero D. Alejandro Fernández su marca de vino “Tinto Pesquera” y el slogan:
“Tinto Pesquera hasta que me muera”.
55
Alejandro Fernández, quien ponía a disposición un lagar y una bodega tradicional,
elementos que serían acondicionados propiamente como “salas de exposición” de la
historia y el laboreo vitivinícola. Se contemplaba también la adquisición de otros dos
lagares que, a pesar de su pésimo estado de conservación, serían sometidos a un
proceso de rehabilitación tendente a albergar el resto de dependencias
complementarias: biblioteca-centro de investigación y departamento didáctico en uno,
taller de conservación y restauración, almacén y dependencias administrativas en el
otro.
Se señalaba finalmente la necesidad de crear un mesón “como medio para allegar
recursos para el mantenimiento y funcionamiento” de las instalaciones anteriormente
enunciadas, espacio en el que se ofrecerían “recetas tradicionales y productos de la
tierra, siendo utilizado ocasionalmente como escenario de actuaciones musicales”.
Esta propuesta presentada en 1993 al Patronato de Turismo no fue apoyada por la
Diputación Provincial pero sí por el Ayuntamiento de Pesquera de Duero, que siguió adelante
con la idea instándonos a redactar un anteproyecto para la creación de un Museo Etnográfico
del Vino en la localidad7. El nuevo impulso municipal contaba también con la colaboración de
los principales bodegueros locales y, con ello, se mantenía el ofrecimiento de las dos
construcciones tradicionales –lagar y bodega- como base o complemento expositivo.
Con todo, la nueva iniciativa abogaba por la creación del Museo en un edificio de nueva
planta localizado en el extrarradio junto a la zona vinatera tradicional de Pesquera, de modo
que se tuviera acceso fácil y próximo al lagar y la bodega comprometidos, así como a una amplia
área de aparcamientos. Respecto al argumento museístico básico de exposición del patrimonio
cultural asociado al vino en sus diferentes ámbitos, se mantenía la idea inicial de combinar
estrategias de ocio y educativas con las potencialidades gastronómicas del lugar y el entorno.
7 El anteproyecto fue redactado en 1995 por Alicia Gómez Pérez, Henar Gallegos García y Pilar Craqui Izquierdo en el marco del
programa NOW en un curso de formación de emprendedoras llevado a cabo en Valladolid por la Escuela de Organización
Industrial (EOI) del Ministerio de industria y Energía.
56
A comienzos de 1995 el alcalde, D. Félix Muñoz, presentaba el anteproyecto esta vez al
Presidente de la Diputación Provincial, D. Ramiro Ruiz Medrano, quien sí lo valoró de forma
muy positiva, haciéndose eco de ello la prensa por boca del periodista D. Javier Pérez Andrés:
57
Hecha pública la intención de la Diputación de Valladolid de crear un Museo del Vino
en Pesquera de Duero, la situación cambió radicalmente en el municipio: cuando un mes
después el Diputado de Turismo, D. José García, comunicaba a la corporación municipal en
pleno la decisión de apoyar y subvencionar de forma prácticamente íntegra el proyecto8 dicho
Ayuntamiento lo rechazaba unánimemente. A partir de estos momentos comenzó una “guerra”
en la provincia con un enfrentamiento manifiesto y palpable de diferentes municipios por ver
cuál de ellos conseguía llevar a su término el Museo del Vino, algunos con ofertas asombrosas9.
En esta competición entró también Pesquera de Duero con una nueva corporación al frente de
su Ayuntamiento, totalmente renovada tras las elecciones municipales de 28 de mayo10.
8 El acuerdo planteado por D. José García suponía la asunción por parte de la Diputación Provincial de todos los costes de obra y
equipamiento de la propuesta presentada (valorada inicialmente sobre unos 50 millones de pesetas) a condición de que el
Ayuntamiento se hiciese cargo del terreno señalado en la misma (con un coste aproximado de unos 3 millones de pesetas). 9 Tan sólo mencionamos la propuesta de Cabezón de Pisuerga al brindar como sede la iglesia de Palazuelos, monumento que es
parroquia y propiedad del Arzobispado de Valladolid. 10 En julio de 1995 se remitía desde el Ayuntamiento de Pesquera a la Diputación Provincial una Memoria justificativa para la
instalación del Museo del Vino en la localidad, destacando “la aportación material y la intelectual” que asumía unánimemente dicho
Ayuntamiento al ceder “los terrenos básicos” para su construcción y hacerse cargo de la redacción del proyecto museístico,
señalando finalmente la trayectoria y empeño de este pequeño municipio por sacar adelante una idea y un proyecto comprometidos
con la cultura y la población rural.
58
En 1996 la Diputación Provincial decidió instalar en el castillo de Peñafiel el Museo
Provincial del Vino, contando también con la empresa SERCAM, S. C. para que realizara una
propuesta museológica para dicho emplazamiento. Por nuestra parte, y tras las expectativas
levantadas entre diferentes pueblos de la provincia por conseguir la adjudicación de semejante
proyecto, se formuló un planteamiento, más que de museo inmovilista, de centro o dinamizador
cultural entre las diversas Denominaciones de Origen que se extendían por el territorio
provincial11. En ese contexto conciliador, se sugirió, asimismo, la mediación de la Universidad de
Valladolid como instrumento de coordinación y garante científico.
Así, a comienzos de 1997 la Diputación Provincial de Valladolid firmó un convenio con
la Universidad de Valladolid para la redacción del proyecto museológico del Museo Provincial
del Vino. Bajo la dirección de D. José Luis Alonso Ponga –profesor titular de Museografía
Etnográfica del Área de Antropología Social de la Universidad de Valladolid- SERCAM, S. C.
entró a formar parte del equipo creado para tal fin. El guión de contenidos lo estableció D.
Roberto Valle, arquitecto de la Diputación Provincial responsable de la obra.
La trayectoria que SERCAM, S. C. había impulsado sobre el proyecto inicialmente
concebido en 1993 fue determinante a la hora de afrontar la nueva propuesta y abordar el
castillo de Peñafiel: se mantenía como foco catalizador y dinamizador la Ribera del Duero y nos
enfrentábamos al equipamiento cultural y material de un monumento histórico. El Museo seguía
planteándose como un producto cultural y comercial que debía acercar el patrimonio histórico-
natural al ciudadano haciéndole sentir agradablemente acogido, entretenido, respetado e
instruido.
Castillo de Peñafiel. 2006
11 En 1996 las Denominaciones de Origen establecidas en la provincia de Valladolid era: Rueda, Toro Cigales y Ribera del Duero. Ya
en 2007 se sumó la nominada Tierra de León.
59
Portada del proyecto museológico elaborado en 1997
Con estas premisas, se ideó un museo singular que, aunque no exclusivo por la temática
abordada –el vino-, podría presumir de único al presentar en un contenedor excepcional –el
castillo de Peñafiel- dicho “objeto museable” analizado en su extensión temporal, espacial,
económica y social: “el vino manifestándose a través de su milenario bagaje cultural,
impulsando importantes economías comarcales y familiares y consolidando nuevos estilos
de vida que marcan moda y cambian hábitos en un amplio sector social”12.
El Museo Provincial del Vino se cimentaría, pues, en dos fuertes pilares: el estatus
cultural del vino y el estatus económico del vino. Aunque, básicamente, sería definido como el
Museo de la Cultura del Vino: “un centro cultural abierto, arraigado a la tierra, las gentes,
sus costumbres y tendencias socioeconómicas y culturales; impulsor de la investigación, la
educación y el turismo y conservador de unas manifestaciones histórico culturales hasta no
hace muchos años vitales”. E, igualmente, podría haberse calificado como el Museo de la
Cultura del Vino Vallisoletana, por cuanto el usufructuario directo sería la provincia: “que verá
12 1997. Proyecto museológico del Museo Provincial del Vino. Convenio de colaboración entre Diputación de Valladolid y
Universidad de Valladolid. Tomo I, Proyecto Museológico, elaborado por SERCAM, S. C. con la dirección de D. José Luis Alonso
Ponga. Las citas en cursiva de esta página y las siguientes son fragmentos textuales de este proyecto del que no hemos podido
resistir sacar del olvido o desatención institucional.
60
potenciado su desarrollo cultural, la creación de iniciativas turísticas y la promoción de sus
vinos (…) cuya variedad y alto nivel de calidad son la revelación última del discurrir
histórico de esta geografía castellana que dista mucho de ser uniforme”
En el contexto legal, marcado en 1985 por la Ley de Patrimonio Histórico-Artístico
Español13, el Museo Provincial del Vino también debía constituir, custodiar y exhibir una
colección o conjunto patrimonial formado por bienes muebles, documentales y manifestaciones
que de alguna u otra forma guardasen relación con la temática enunciada en el propio título: el
vino. Por ello se planteó inicialmente:
La creación de una colección distintiva de carácter etnográfico. Esta tarea fue iniciada
con el registro y definición de objetos muebles a través de un trabajo de campo
marcado por la apremiante localización de determinadas piezas durante un período de
tiempo limitado a los escasos 3 meses de redacción del proyecto. No obstante, fue
establecido un referente inicial sobre el que se insistía que debía ser “continuado y
ampliado antes de que el museo abra sus puertas”.
La creación de una colección documental y bibliográfica en la que también tuvieran
cabida testimonios poéticos, míticos y legendarios, canciones populares y danzas.
El aprovechamiento del castillo de Peñafiel, que en sí mismo constituía un bien cultural
inmueble y, sin perder ese referente histórico que debía seguir mostrándose al público,
adquiriría a partir de esos momentos un nuevo significado como contenedor de un
equipamiento patrimonial y expositivo.
El planteamiento del Museo Provincial del Vino se impregnó de una perspectiva de futuro,
dinámico y creativo, proyectándose más allá de unos muros contenedores en un ámbito
geográfico intercomarcal. Este novedoso museo espacial se caracterizaría por:
Su misión de conservar, investigar y exponer la cultura del vino vallisoletana, así como
comunicar y difundir con carácter educativo y sentido lúdico dicha cultura a un público
mayoritario.
Su organización sobre una estructura centralizada en el Castillo de Peñafiel -sede y
centro primario que acogería todas las funciones básicas de un museo- desde donde se
coordinarían varios puntos expositivos repartidos por la provincia de Valladolid
denominados Aulas del Vino. La existencia de estas Aulas se justificaba por la
necesidad de presentar un espacio de acogida para el visitante que, desde el Castillo de
Peñafiel, se dirigiera a recorrer y conocer otras áreas de la geografía vinatera
vallisoletana:
13 Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español. Título preliminar: artículos 1.1 y 1.2; Capítulo II, artículo 59.3
61
Este planteamiento territorial o espacial del Museo Provincial del Vino se basaba en la
concepción de ecomuseo definido en Francia por G. H. Rivière y H. de Varine-Bohan14:
aludiendo a un entorno natural y social se creaba un museo del espacio, un laboratorio in situ y
pequeños grupos de base o comunidades que participarían en su planificación y desarrollo.
Las Aulas del Vino, cuya realización material debería llevarse a la práctica con la
colaboración y compromiso de Ayuntamientos, Bodegas y Consejos Reguladores de cada una
de las sedes seleccionadas, se organizarían en dos categorías:
Por un lado las que actuarían como complemento expositivo del discurso presentado en
el Castillo de Peñafiel y estarían ubicadas en la misma Denominación de Origen Ribera
del Duero. En este sentido se proponían 3 puntos de interés:
1.- Presentación de la vid en un Aula creada en Quintanilla de Onésimo. Debía incluir
una plantación con distintas variedades de cepa.
2.- Visita a varias construcciones tradicionales de Pesquera de Duero: un lagar, una
cocedera y una bodega.
3.- Visita a una bodega actual en la propia localidad de Peñafiel, concretamente Protos,
lugar que brindaba la posibilidad de visitar junto a las modernas instalaciones sus
antiguas bodegas excavadas en el cerro del castillo.
El circuito que se establecía de este modo potenciaba una ruta turística comarcal bien
definida que podía servir de escaparate y modelo para sugerir en el visitante otros
14 Rivière, G. H. (1985): “Definición evolutiva del ecomuseo”. Museum, 148: 182-183. París.
Varine-Bohan de H. (1985): “El ecomuseo más allá de la palabra”. Museum, 148: 185. París
62
itinerarios igualmente atractivos que, como centro en Peñafiel, le proporcionaría una
visión más completa del sector oriental de la provincia vallisoletana.
Otras dos Aulas se crearía en Cigales y Rueda que actuarían como expositores propios
de cada una de sus respectivas comarcas y Denominaciones de Origen. Al mismo
tiempo ejercerían su proyección dentro de un ámbito geográfico determinado con el fin
de proteger, conservar y difundir el particular patrimonio cultural.
Bajo esta estructura centralizada en el Castillo de Peñafiel, el Museo Provincial del Vino
supondría una mayor rentabilidad y eficacia social, cultural y económica. No obstante, la gran y
directa responsabilidad que adquiría este novedoso y ambicioso Museo era presentar a la
sociedad un primer compendio de la Cultura del Vino referido a los límites geográficos de la
provincia vallisoletana. Volviendo a las citas textuales del proyecto que estamos comentando, el
Museo Provincial del Vino de Valladolid se erigiría en:
Investigador de un amplio campo de conocimiento de difícil definición en el que
interfieren disciplinas como la Historia, Etnografía, Antropología, Sociología,
63
Enología, Geología, Biología… y todas aquellas que de un modo u otro se ven
relacionadas con el vino como un artículo que no es un simple objeto de consumo
sino que constituye una pieza cultural del engranaje evolutivo de la Humanidad.
Adquiriría sobre esta actuación una función coordinadora de un criterio científico
interdisciplinar aplicado al estudio del Vino, mostrándose pionero y sentando una
base consistente y sólida para una nueva perspectiva de análisis en el estudio del
conocimiento humano. De este modo se crea un corpus teórico interdisciplinar sobre
el que cimentarán, además de la investigación, el resto de funciones y servicios del
museo: conservación, educación y difusión cultural.
Guardián y conservador de los elementos materiales y manifestaciones inmateriales
asociados al Vino y relacionados con: la materia prima y su cultivo, elaboración y
producción, almacenamiento, comercialización y consumo, apartado éste último que
en muchas ocasiones reviste un componente ritual en función del cual el vino ha ido
manteniendo y acrecentando una secular valoración social.
Esta función proporciona las bases para la recogida y creación de una amplia
colección de objetos, instrumentos y testimonios documentales y orales que de
alguna manera han sido creados con un mismo referente: el vino.
Escaparate educativo y lúdico para la sociedad, en el cual se muestren para deleite
de ésta y con un montaje pedagógico las diversas parcelas de la Cultura del Vino.
El proyecto museológico para la creación del Museo Provincial del Vino en el Castillo de
Peñafiel se terminó de imprimir el 30 de junio de 1997, día de San Marcial (a quien se atribuye
haber servido el vino, el cordero y el pan en la Última Cena). Iba acompañado de cuatro tomos
que componían el corpus teórico solicitado en el documento-guión elaborado por D. Roberto
Valle y D. Andrés Muñoz a instancias del Área de Acción Territorial de la Diputación
Provincial: el primero de ellos, dedicado a la Enología, fue elaborado por Pascual Herrera
García (Director de la Estación Enológica de Castilla y León en Rueda, Valladolid) e Isabel
Sánchez Ramos (Analista de Laboratorio de dicha Estación Enológica); los tomos dedicados a la
Historia, la Etnografía, más un voluminoso apéndice con “Tratados sobre Agricultura” (que
incluía fragmentos de obras de autores tan reconocidos como Columela, Paladio o Alonso de
Herrera), fueron ejecutados por parte de SERCAM, S. C., interviniendo en su redacción Jesús
Álvaro Arranz Mínguez, Alicia Gómez Pérez, Antonio Bellido Blanco y Henar Gallegos García.
Todo ello bajo la directa supervisión de D. José Luis Alonso Ponga (Profesor Titular de
Museografía Etnográfica del Área de Antropología Social de la Universidad de Valladolid).
64
El Museo Provincial del Vino abrió sus puertas en el Castillo de Peñafiel en diciembre de
1999. Acaba de cumplir 10 años y ha clausurado dicha efeméride con un acto en el que además
se hizo un reconocimiento expreso del visitante un millón en la persona del turista chileno
Felipe Crignola.
Diez años después de su creación se
reencuentran en el Museo Provincial del Vino los
artífices del mismo: Félix Ángel Martín (alcalde
de Peñafiel, entonces y en la actualidad), Alicia
Gómez (en representación de SERCAM, S. C.) y
Ramiro Ruiz Medrano (Presidente de la
Diputación Provincial de Valladolid).
65
EL CENTRO DE INTERPRETACIÓN DEL FOLKLORE Y LA CULTURA POPULAR DE SAN PEDRO DE GAÍLLOS, SEGOVIA Arantza Rodrigo Martín
RESUMEN:
El Ayuntamiento de San Pedro de Gaíllos (Segovia) puso en funcionamiento el año
2003 el proyecto denominado Centro de Interpretación del Folklore y la Cultura
Popular, cuyo objetivo principal es el desarrollo de programas culturales a través de los
que recoger, difundir y poner en valor nuestro rico patrimonio de cultura tradicional.
Desde entonces se desarrolla una actividad constante: la Escuela de Música Tradicional,
la revista etnográfica “Lazos” y un programa anual de acciones formativas y lúdicas. En
marzo de 2009 se abre la exposición de carácter permanente dedicada a las Danzas de
Palos, El Museo del Paloteo, uno de los tesoros patrimoniales que se conservan en San
Pedro de Gaíllos.
PALABRAS CLAVE:
Centro de Interpretación del Folklore y la Cultura Popular, Museo del Paloteo
66
Los orígenes
ay que remontarse tiempo atrás para entender por qué surge un proyecto de estas
características en una población de poco más de 350 habitantes, que lucha, como
tantos otros, denodadamente por perdurar como pueblo en un medio rural
malherido.
San Pedro de Gaíllos es un municipio segoviano en el que perviven algunas tradiciones
gracias a sus vecinos, siempre demostrando un gran apego a su patrimonio y aferrándose
fuertemente a aquello que les identifica. Así lo demuestra el hecho de que año tras año,
podamos asistir a celebraciones y manifestaciones de cuyo origen apenas se sabe, o como
algunos mayores nos dicen “lo hemos conocido de siempre”. Una de estas tradiciones que en
San Pedro de Gaíllos tienen más arraigo son sus danzas.
Danzantes de San Pedro de Gaíllos años 50 del siglo XX.
Foto cedida por Lauro Rodríguez Merino
H
67
Son estas danzas, en las que destacan por su brillante ejecución los paloteos,1 germen
de este proyecto, en el que hay que reconocer el peso específico del actual grupo de danzas, que
surge en los años ochenta del siglo XX, coincidiendo con un movimiento muy generalizado en
el medio rural, por el cual asociaciones y diferentes colectivos inician un trabajo de recuperación
de antiguas tradiciones que estaban casi olvidadas, pero también descubriendo, en esta tarea,
que otras muchas se habían perdido definitivamente.
Fue un grupo de jóvenes de San Pedro de Gaíllos el que, en aquel momento, decide
emprender la recuperación de ancestrales danzas de la mano de las personas que aún podían
transmitirlas, los antiguos danzantes y músicos que danzaron hasta finales de la década de los
años sesenta. En poco tiempo aprendieron un repertorio que había sido transmitido de
generación en generación, comenzando así una andadura, al igual que sus predecesores, que les
ha llevado a actuar por gran parte de la provincia de Segovia y fuera de ella, participando en
numerosos festivales y fiestas patronales.
Procesión en la Fiesta de San Pedro de 2008. Foto: SERCAM
1 PALOTEOS: “Danza rústica que se hace entre muchos con unos palos en las manos como baquetas, con los cuales bailando dan
contra otros, haciendo ruido concertado al compás del instrumento” Vicente Salvá y Pérez (1846). Diccionario de la Lengua
Castellana.
68
Este resurgir del folklore produce en el pueblo un gran entusiasmo y una década
después, en los años noventa, empieza a apuntarse la idea de crear un centro o museo
etnográfico. Es en este momento cuando el Ayuntamiento toma las riendas del proyecto y se
comienzan a buscar los apoyos necesarios, que en una primera fase van a permitir la
construcción, en el año 2002, de un edificio que hasta siete años después, por diversos motivos,
no se convertirá en la sede del Centro de Interpretación del Folklore que actualmente alberga el
Museo del Paloteo, auditorio, biblioteca y aulas. Estas primeras ayudas económicas llegaron a
través de los fondos europeos Leader, Junta de Castilla y León y numerosas colaboraciones de
vecinos y personas vinculadas familiar o afectivamente al municipio.
La actividad del Centro de Interpretación del Folklore
En 2003, sin tener aún una sede terminada, se inicia el Plan de funcionamiento del
Centro de Interpretación del Folklore que permanece hasta el día de hoy, con firme voluntad
política, la participación y el apoyo de la población y con el reconocimiento y distinción por
parte de algunas instituciones2. La intención es convertirse en motor dinamizador del desarrollo
cultural en la comarca, trabajando en programas relacionados con la cultura en general, pero
especialmente de Cultura Tradicional.
Para su puesta en marcha el Ayuntamiento solicita en 2002 la Subvención para
Entidades Locales en el ámbito de los Nuevos Yacimientos de Empleo del Servicio Público de
Empleo de Castilla y León. Concedida la ayuda, se contrata a una persona que se encargará de
la Gestión y Dinamización Cultural del Centro. Una vez cumplido el periodo máximo
subvencionado para el proyecto, tres años, el Ayuntamiento mantiene el puesto con cargo a sus
propios fondos. Actualmente el Centro de Interpretación del Folklore y Museo del Paloteo han
generado de modo directo los siguientes empleos: 1 Director, 1 Monitor/ Informador y 1 persona
para limpieza y mantenimiento.
Después de siete años se ha consolidado en el municipio y la comarca una programación
diversa que abarca prácticamente a todos sectores de la población:
2 2007 Premio al Desarrollo Rural, categoría Comarcal, otorgado por Fundación “Macario Asenjo Ponce”.
2008 Premio Manuel González Herrero “a la fidelidad a la Tierra”, otorgado por el Centro Segoviano de Madrid.
69
• Lazos es la revista etnográfica que se edita
trimestralmente desde el verano de 2003. Es
una modesta publicación que en pequeñas
dosis, 12 páginas, y sin más pretensiones, trata
de ofrecer un soporte para la recuperación, el
recuerdo, el homenaje y también para la
actualidad del nuestro folklore. Nuestros
colaboradores escriben desinteresadamente
para lazos y son su principal valor.
Son más de 80 municipios en nuestra
provincia los que reciben la revista, a través
de Ayuntamientos, Centros Escolares,
Asociaciones, Centros de Jubilados y
diversos establecimientos turísticos. Desde el
año 2008 también está disponible en formato
digital3.
• La Escuela de Música Tradicional comenzó su actividad el noviembre de 2003 con una
veintena de alumnos matriculados en clases de Dulzaina, Percusión y Lenguaje Musical.
Después de seis años ha aumentado considerablemente el número de alumnos
interesados en el aprendizaje de estos instrumentos tradicionales del folklore segoviano.
También se desarrollan algunos fines de semana talleres intensivos dedicados a la música
o la danza tradicional: Percusión de cocina en la Tradición Castellana, Instrumentos de
Percusión para la Fiesta y el Trabajo, Taller de Pandereta, Taller de Bailes
Tradicionales, Sonidos de la Navidad, Percusión Corporal, etc.
• El Club Infantil “El Sobrao” está dirigido a la población más joven y ofrece actividades
que permiten a los niños/as interrelacionar los diversos aspectos de su realidad más
cercana, planteando temas de multiculturalidad y atendiendo a las diferentes franjas de
edad. Desde que comenzara en febrero de 2004 se han ofrecido actividades diversas:
⎯ El Planeta de las mil danzas (para niños y niñas de 4 a 6 años). Taller multicultural
de acercamiento a diferentes manifestaciones culturales desde el aprendizaje de las
danzas.
⎯ Talleres de Danza y Paloteo (para niños/as mayores de 7 años). Taller de iniciación
a las danzas, que se realiza en colaboración con miembros del grupo de Danzas.
3 www.sanpedrodegaillos.com
70
⎯ Montamos el Belén (para niños/as de 7 a 12 años). De octubre a diciembre los
niños participan en el montaje del Tradicional Belén. Actividad que desarrolla su
creatividad y habilidad al tiempo que se acercan a otras manifestaciones culturales.
⎯ Festival de Títeres (para niños/as de 7 a 12 años). En febrero se empieza a preparar
la obra de títeres con la que participarán en el Festival Internacional de Títeres de
Segovia TITIRIMUNDI en su apartado de TITIRICOLE. Los títeres son un
atractivo vehículo con el cual transmitir determinados valores como respetar lo
diferente, sensibilizar hacia el medio ambiente, etc.
Máscaras de Carnaval. Club Infantil el Sobrao, año 2004
• Tardes para la Tradición, es un programa que venimos desarrollando desde el invierno
de 2006 en la Residencia de Ancianos “Los San Pedros”, con una frecuencia mensual. Las
sesiones están dedicadas a las tradiciones, siempre vividas en primera persona, como
costumbres de la navidad, el carnaval, los oficios y los juegos tradicionales, entre otras.
Utilizamos una metodología dinámica y participativa. Este programa se ha convertido en
fundamental, ya que el saber de nuestros mayores nos nutre de nuevos contenidos e ideas
para la actividad del centro.
71
Tardes para la Tradición, año 2009.
• Otras actividades para la Interpretación del Folklore. En estos años se han programado
exposiciones temporales y talleres intensivos:
⎯ Trabajos con paja de centeno: (de
octubre a diciembre de 2008)
Taller de artesanía impartido por
mujeres de San Pedro de Gaíllos,
expertas conocedoras de esta
antigua tradición, la elaboración
artesanal con paja de centeno de
cestas y sombreras.
Sombrea elaborada artesanalmente con paja de centeno
⎯ Taller de Tintes Naturales: (abril de 2007) dirigido por Mª Ángeles Barriuso, para
la iniciación al mundo de los tintes naturales, aprendiendo las principales técnicas
de tinte vegetal y animal sobre fibras naturales. Muchas de estas plantas que
perviven aún en nuestros pueblos como restos de antiguos cultivos se están
perdiendo y, sobre todo, casi se ha olvidado para qué y cómo se utilizaban.
⎯ Las exposiciones han constituido una parte importante dentro de la programación
del Centro. En 2003 fue la primera, Juegos de Ayer y de Siempre, muestra
72
recuperada por Victoriano Yagüe Sanz. Después se han ido sucediendo otras como
las dedicadas a los instrumentos de la música tradicional: Instrumentos Musicales
de Castilla y León (2004), Instrumentos musicales de América Latina (2007) e
Instrumentos musicales de Aragón (2009). También las colecciones fotográficas:
Tras las Danzas (2005) y El Latir del Sahara (2006).
⎯ Más allá del ámbito municipal. Desde 2006 impartimos por los pueblos de nuestra
provincia, talleres de Juegos Tradicionales y de Paloteo.
Taller de Juegos Tradicionales. Aldealcorvo (Segovia) año 2007.
• El Certamen de Danza y Paloteo se celebra desde 1990 organizado por el grupo de
Danzas de San Pedro de Gaíllos en colaboración con el Ayuntamiento, respondiendo al
entusiasmo despertado entre la gente por la recuperación de esta tradición y
considerando la importancia de la promoción del folklore de otras regiones.
• Festival multicultural “Planeta Folk”. En 2006 se celebró con gran éxito la primera
edición de este festival, el objetivo era servir de instrumento para el enriquecimiento y
comprensión cultural, dedicando para ello un espacio destacado al folklore de otros
lugares. Durante una jornada se suceden actividades muy diversas, como el mercado de
artesanía, talleres de música y danza, exposiciones, exhibiciones, conferencias y sobre
todo música tradicional. Es una fiesta que atrae a vecinos y gentes de nuestra comarca, y
que supone una interesante experiencia en la que participa todo el pueblo tanto en su
desarrollo como en su preparación, y con especial dedicación desde la Asociación de la
Mujer Rural “Alameda”.
73
Planeta Folk 2007. Foto: Carmen Fombellida Torre
• Desde el Centro se ha colaborado con otras entidades en diferentes proyectos, como el
Proyecto de Cooperación Transnacional: Juegos Tradicionales y Patrimonio Cultural
Europeo (euroBol), concretamente en la organización del “Festival de Bolos Eurobol”
celebrado del 1 al 3 de junio de 2007, en Riaza, y colaborando en las “Jornadas de
Patrimonio Cultural: los Juegos Tradicionales”, celebradas el 20, 21 y 22 de junio de 2008
en San Pedro de Gaíllos.
• El Centro de Interpretación del Folklore ha sido incluido en el Sistema de colaboración
de los Circuitos Escénicos de Castilla y León a través de las redes provinciales para el
2010, el objetivo de este programa es impulsar el desarrollo de políticas culturales que
fomenten el acceso de los ciudadanos a las artes escénicas. Este primer año se ofrecerá de
agosto a diciembre una programación variada que incluye espectáculos de música, teatro,
danza y magia. Será el 5 de agosto, en las vísperas del V Festival Planeta Folk cuando
contaremos con la actuación de MAYALDE que nos ofrecerán entre otros los temas de su
último trabajo Al buen tun, tun.
PROGRAMACIÓN CIRCUITOS ESCÉNICOS 2010 EN SAN PEDRO DE GAILLOS
FECHA HORA ARTISTA / GRUPO O B R A
5/08/2010 22:00 MAYALDE AL BUEN TUN TUN
5/09/2010 20:00 VALIA PERCIK HECHIZOS Y ESCOBAS… QUE LOS HAY LOS HAY ¡AYAYAY!
9/10/2010 20:00 JORGE PRIETO VIVA LA MAGIA
6/11/2010 20:00 ALTO TEATRO CUENTOS ALGO ASQUEROSOS PARA NIÑOS POCO ESCRUPULOSOS
5/12/2010 20:00 NATALIA DIEZ WIRTON LA CAMA VOLADORA
74
El Museo del Paloteo
En febrero de 2009, finalizadas las obras de adecuación y dotación en el edificio del
Centro de Interpretación del Folklore, culmina una de las máximas aspiraciones desde que
comenzara a fraguarse este proyecto; contar con una exposición de carácter permanente
dedicada a las Danzas de Palos, EL MUSEO DEL PALOTEO, como complemento esencial a la
programación que se venía desarrollando y como alternativa innovadora en el ámbito del
Turismo Cultural y Patrimonial, con la cual contribuir a generar nuevas expectativas económicas
y culturales.
Este museo es el resultado de años de esfuerzo en los que se ha recorrido un difícil
camino, pero finalmente con la satisfacción del resultado, fruto de la ilusión y el buen hacer de
la gente que generosamente ha “arrimado el hombro”. Son muchas las personas e instituciones
que han sumado esfuerzo para construir este proyecto de futuro.
En esta segunda fase de ejecución se ha contado con subvención del Programa Leader+,
y ayudas económicas de la Junta de Castilla y León y de la Obra Social de Caja Segovia.
El equipo técnico que ha desarrollado el proyecto ha estado formado por:
Coordinación de proyecto: Arantza Rodrigo Martín
Proyecto Museográfico: SERCAM. Servicios Culturales y Ambientales, S.C.
Documentación: Gema Rizo Estrada
Dirección facultativa: Antonio Mata Mesa (Arquitecto) y Francisco Javier Corral Polo
(Arquitecto Técnico)
Estructura interna del área expositiva, envolvente escénica, redistribución de espacios
complementarios y ampliación: Freyssinet, S.A.
El proyecto museográfico está basado en cinco puntos temáticos:
⎯ Historia y Tradición en San Pedro de Gaíllos.
⎯ Bailes y Danzas Rituales en la Historia, la Tradición y en San Pedro de Gaíllos.
⎯ Grupo de Danzas de San Pedro de Gaíllos.
⎯ Danzas de Palos en España y en el Mundo.
⎯ La Música y los Músicos en la Tradición y en San Pedro de Gaíllos.
75
Espacio dedicado al Grupo de Danzas de San Pedro de Gaíllos. Fotos: SERCAM
El resultado final es un espacio expositivo en el que el visitante descubrirá un
interesante contenido, configurado a base de paneles informativos, una cuidada selección
fotográfica, una variada colección de piezas y bienes culturales, proyecciones audiovisuales,
módulos de sonido e instrumentos tradicionales que acompañaban a las danzas.
76
0
50
100
150
200
250
300
350
marzo
abril
mayo
junio
julio
agos
to
septie
mbre
octub
re
novie
mbre
diciem
breen
ero
febrer
omarz
oab
ril
Particulares Grupos
“Las cuatro características principales del Museo del Paloteo son la rigurosa
documentación utilizada para la elaboración de los textos, el empleo de medios técnicos
actuales para conseguir que los mensajes sean comprensibles, el cuidado en la ejecución
de la obra —Sercam S.C. ha sido la empresa encargada— y, por último, el apoyo
incondicional de los vecinos de San Pedro de Gaíllos, que han donado o cedido infinidad
de piezas para su exposición.
A diferencia de los pequeños museos etnográficos que se convierten en almacenes de
útiles antiguos, el Museo del Paloteo de San Pedro de Gaíllos destaca por el orden y buen
gusto con el que se han colocado los objetos que guarda, una labor que denota la
sensibilidad y el conocimiento de la cultura popular que tienen las manos a las que se
encomendó el proyecto.”
(Herrero Gómez, G. Adelantado de Segovia 1 de marzo de 2009)
La evolución de las visitas al Museo del Paloteo en los 14 primeros meses de
funcionamiento (con un total de 138 días abierto) ha experimentado un incremento, sobre todo
en grupos organizados, que constituyen el 54% de las visitas recibidas hasta el momento, frente
al 46% de particulares. Pero consideramos necesario un año completo de funcionamiento
normalizado para analizar detenidamente los datos de afluencia, ya que muchas de las labores
de promoción se han realizado a lo largo de 2009 y podemos esperar que comiencen a dar
resultados a partir del segundo trimestre de 2010.
Evolución de los visitantes al Museo entre marzo y diciembre de 2009
77
Programa de Interpretación de la Cultura Tradicional: Danzas, Palos y otras Artes
Una vez inaugurado el Museo, desde el Centro de Interpretación del Folklore se
comienza a trabajar en el Programa de Interpretación del folklore denominado “Danzas, palos
y otras artes” dirigido a Centros Educativos y Asociaciones que visiten el Museo. Se diseña a
partir de la experiencia acumulada hasta el momento, elaborando nuevos materiales y
reutilizando otros.
“Danzas, palos y otras artes” comienza con un breve recorrido por el pueblo en el que
se llama la atención sobre la arquitectura tradicional de la que aún se mantienen interesantes
elementos, destacando la Iglesia Románica del siglo XIII. Este itinerario nos llevará hasta el
Museo, en el que se realiza una visita interpretativa adecuada a cada nivel educativo y
características del grupo, para lo cual utilizamos diferentes juegos y dinámicas, por ejemplo, en
el primer espacio dedicado a la vida tradicional en San Pedro de Gaíllos: “Un día en la vida de
Damián” donde se narra un día en la vida de un chaval de San Pedro de Gaíllos en los años 60,
reforzada con diferentes imágenes, para que los niños vayan descubriendo por ellos mismos
algunos de los objetos expuestos, relacionados con oficios tradicionales, la indumentaria y los
juegos.
Para completar la visita, se ofrece la posibilidad de realizar alguno de los talleres adaptados para
los grupos que visitan el Museo:
Taller 1. Para niños de 4 a 6 años. El Planeta de las mil Danzas. Acercamiento a la
diversidad a través de las danzas. De la mano de un interesante personaje realizarán un viaje
“virtual” por el Planeta Tierra descubriendo la riqueza cultural que atesora.
Januk visitando el Planeta de las Mil Danzas
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Taller 2. A partir de 6 años. Juegos Tradicionales. Conocimiento de diversas formas de
divertimento a través del juego tradicional.
Taller 3. A partir de 8 años. Paloteos Conocimiento y práctica de estas danzas rituales.
Taller de Paloteo
¿Por qué un Programa de Interpretación de la Cultura Tradicional?
Actualmente algunas tradiciones han pasado, en el mejor de los casos, a ser elementos
de museo o meros espectáculos. Pero desde algunos ámbitos profesionales y educativos las
tradiciones se han convertido en una importante herramienta. La música tradicional, junto a
otras tradiciones trasmitidas a lo largo de los años, suelen ser tema recurrente en los primeros
niveles educativos en los que el conocimiento del entorno y el patrimonio son esenciales para la
formación de la propia identidad. Por otro lado, los problemas de integración de inmigrantes
que surgen en la actualidad en los centros educativos encuentran en la música y los juegos
tradicionales un instrumento al que los alumnos responden de manera muy positiva. El material
que ofrece la cultura tradicional resulta muy valioso pedagógicamente.
Así, cumplido el primer año de apertura del Museo, vamos consiguiendo, poco a poco,
captar el interés de centros educativos, asociaciones y otros colectivos que consideran la
posibilidad de programar una visita al Centro de Interpretación del Folklore y Museo del
Paloteo.
Algunos de los grupos que nos han visitado han supuesto, por otro lado, un verdadero
estímulo para nosotros a la hora de evaluar y mejorar el programa de interpretación, ya que nos
ha exigido reprogramar y adaptar la visita a sus especiales características. Así ocurrió, por
79
ejemplo, el pasado mes de noviembre con uno de los grupos que recibimos, marcando un nuevo
reto en nuestro recién estrenado trabajo en el Museo: se trataba de la Asociación “Club
Amigos”, dedicada a ofrecer un servicio de ocio para personas con discapacidad intelectual. Días
antes de la cita estuvimos adaptando algunos de los materiales y juegos que utilizábamos.
Teníamos, por qué no decirlo, cierta preocupación por conseguir que la visita fuera interesante y
atractiva para ellos: 35 jóvenes con un grado de discapacidad medio. El planteamiento se hizo
en coordinación con los responsables del grupo (voluntarios) y, ahora, podemos decir que
realmente hemos disfrutado y aprendido con ellos, ya que mostraron en todo momento un gran
entusiasmo por todo lo que iban descubriendo. Fue, sin duda, una experiencia de aprendizaje
positiva y gratificante para todos.
La dinamización turística
San Pedro de Gaíllos es un hermoso pueblo en el Nordeste de la provincia de Segovia,
distante de la capital 50 Km. Se localiza en el centro de un entorno privilegiado, separado unos
10 Km. del Parque Natural de las Hoces del Río Duratón y 14 Km. de las villas históricas de
Sepúlveda y Pedraza, zonas donde el turismo está ya muy consolidado. Esta circunstancia, que a
priori puede parecer beneficiosa, resulta en ocasiones un obstáculo a la hora de captar la
atención del visitante que se mueve por inercia en nuestra comarca. Por otro lado, en este tipo
de proyectos, no productivos, las cantidades recaudadas por la venta de entradas contribuyen
mínimamente al pago de los gastos de funcionamiento, por lo que los trabajos de promoción se
realizan con gran esfuerzo cuando se carece de otros apoyos económicos. Ante esta situación
desde el Centro estamos llevando a cabo algunas acciones encaminadas a la promoción del
Museo:
Participación en ferias (Feria de Muestras Comarcal del Nordeste de Segovia,
INTUR.)
Invitación a empresarios dedicados al turismo rural y activo en la comarca.
Proyecto de promoción e interpretación del patrimonio en colaboración con otras
iniciativas municipales surgidas en la comarca (Museo de los Fueros de Sepúlveda y el Centro
de Interpretación de la Peña de Estebanvela).
80
El futuro: seguir creciendo
El Centro de Interpretación del Folklore de San Pedro de Gaíllos tiene un carácter
aperturista, su ámbito de actuación no se reduce a lo estrictamente local ni su aspiración es
convertirse en una muestra más de las tradiciones locales. La intención es seguir creciendo,
haciendo llegar cada vez a un territorio más extenso los diferentes programas de cultura
tradicional y establecer convenios de colaboración con otras entidades / instituciones que
también trabajen en el campo de las tradiciones. La temática que se aborda en los diferentes
programas pertenece tanto a las tradiciones locales, como al folklore de otras comunidades,
favoreciendo de este modo el enriquecimiento y valorización de la cultura tradicional y popular
en su sentido más amplio.
Juego de Bolos de San Pedro de Gaíllos.
Foto: Fernando Maestro
81
CIVITATES UNA EXPOSICIÓN CONMEMORATIVA Antonio Sánchez del Barrio
RESUMEN:
Coincidiendo con el décimo aniversario de la inauguración en Medina del Campo del
Museo de las Ferias, la Fundación de este nombre y la Diputación de Valladolid han
organizando una exposición titulada “Civitates. Ciudades y comercio en la Europa de
los siglos XVI y XVII”, que será inaugurada a finales del próximo mes de junio en el
Palacio de Pimentel, en Valladolid, manteniéndose abierta durante el tiempo de
verano.
En ella se quiere reunir junto a las vistas panorámicas de una treintena de ciudades
españolas y europeas procedentes de la célebre obra cartográfica Civitates Orbis
Terrarum (Colonia, 1572-1617), medio centenar de obras histórico artísticas, artesanales,
bibliográficas y documentales, de una cronología comprendida entre los siglos XVI y
XVII, todas ellas ligadas respectivamente a cada uno de los principales centros
comerciales del momento, con las grandes ferias mercantiles y financieras de Medina
del Campo de aquella época como telón de fondo.
PALABRAS CLAVE:
Museo de las Ferias, Exposición, Edad Moderna, Comercio en Europa.
82
s bien conocido que los encuentros feriales de la localidad vallisoletana de Medina del
Campo habían alcanzado una proyección internacional muchas décadas antes de que
el canónigo alemán Georg Braun impulsara la edición del Civitates en su Colonia
natal. Prueba de que dicha repercusión era ya notoria en el segundo cuarto del siglo XV es el
modo en que el viajero cordobés Pero Tafur se refiere a dichas ferias en su obra Andanças é
Viaje... por diversas partes del mundo (1436-1439) cuando las compara con las de Amberes,
Génova o Frankfurt:
"Non sé como podiese escrevir un fecho tan grande como éste desta feria desta çibdad (se
refiere a Amberes); e bien que yo e visto otras, ansí como la de Genova, que es en el ducado
de Saboya, é la de Francafordia, que es en Alemania, ó la de Medina, que es en Castilla,
más á mi paresce que todas éstas non son tanto como aquella una".
La extraordinaria pujanza que habían alcanzado estos encuentros mercantiles se
basaba, de una parte, en su consideración como “Ferias Generales del Reyno” y su conversión
en ferias de pagos a finales del siglo XV por deseo expreso de los Reyes Católicos; de otra, en
el incondicional apoyo mostrado por los grandes comerciantes internacionales, cuya
participación efectiva se hacía a través de los hombres de negocios burgaleses, los más
poderosos de la Castilla de entonces. La influencia de estos últimos va a generar la activa
intervención de los agentes y consignatarios más importantes del momento -fundamentalmente
los procedentes de los focos flamenco e italiano-, y con ellos van a llegar las novedosas prácticas
financieras que posibilitarán el comercio a gran escala. Se tenía, de este modo, garantizada la
llegada de mercaderías, capitales e instrumentos cambiarios, todos ellos elementos
imprescindibles en cualquier actividad comercial de cierta entidad desde zonas muy alejadas.
En este mismo sentido, cabe recordar también que gracias a la concatenación temporal de las
ferias castellanas de Medina con las flamencas de Brabante y luego con las francesas de Lyon,
podían realizarse sin excesivas demoras, ágiles transacciones mercantiles y dinerarias con las
más importantes ciudades mercantiles de la época: Lisboa en Portugal, Londres en Inglaterra,
Nuremberg en Alemania; Brujas, Malinas y Amberes en Flandes; Florencia, Génova, Venecia y
Milán en Italia; Lyon, Nantes y Besançon en Francia; o Madrid, Burgos, Toledo, Sevilla,
Barcelona y Valladolid en España.
E
83
En definitiva, estamos nombrando una serie de grandes ciudades españolas y europeas
que, en muchos casos, tienen su primera imagen urbana general recogida en el álbum de vistas
de ciudades objeto de la presente exposición: el Civitates Orbis Terrarum.
Esta ingente obra, comúnmente conocida como el Civitates, es sin duda el más
completo elenco de vistas panorámicas, planos y comentarios textuales de ciudades de todo el
mundo, publicado durante la Edad Moderna. Fue realizado por un amplísimo plantel de
informantes, dibujantes y colaboradores que formaron un equipo de trabajo encabezado por el
canónigo de la catedral de Colonia Georg Braun (1541-1622), principal impulsor y coordinador
general del proyecto. Los dibujos originales fueron realizados por varios autores entre los que
cabe destacar a Joris Hoefnagel, artista que recorrió numerosos países para componer sus
vistas; el grabador Franz Hogenberg fue el encargado de realizar la mayoría de las planchas
para la estampación. Los textos latinos que acompañan a las imágenes, en buena parte
redactados por el propio Braun, son de carácter descriptivo y aluden a la historia, la geografía y
los aspectos sociales y económicos de cada ciudad. La obra se publicó en seis volúmenes,
aparecidos sucesivamente en los años 1572, 1575, 1581, 1588, 1598 y 1617, siendo reimpresa y
reeditada en numerosas ocasiones en varios países, circunstancia que originó la formación de
Vista panorámica de Medina del Campo (fragmento). Anton Van den Wyngaerde, 1565
84
arquetipos iconográficos de las más de quinientas ciudades representadas. Estas aparecen
generalmente en el entorno que las rodea, ya sea en plano, alzado o con perspectiva de vista de
pájaro; en primer término suelen mostrarse escenas cotidianas y personajes que ilustran motivos
muy diversos de la vida cotidiana y económica de la población representada.
Refiriéndonos ahora a los contenidos de la exposición, podemos asegurar que Medina
del Campo está representada por la obra artística más estrechamente ligada a sus grandes
ferias: el retablo de la Virgen del Pópulo, obra anónima fechada hacia 1520, que durante siglos
ha presidido la plaza mayor medinense desde su capilla exterior en la fachada principal de la
Colegiata de San Antolín; desde este balconcillo abierto –el más antiguo de su tipología de
cuantos quedan en pie- se oficiaba la “misa de los mercaderes” los días de feria. Asimismo se
recoge un “cuento” o recuento de cambios de valores monetarios referidos a las plazas
Vista de la ciudad de Nuremberg (fragmento). Civitates Orbis Terrarum, 1575
85
comerciales de Besançon, Lisboa, Amberes, Valencia, Florencia, Zaragoza, Barcelona y Lyon, en
la feria de 1605, año en que ya es más que evidente la caída generalizada de las ferias
medinenses.
En torno al retablo de la Virgen del Pópulo se dispone una veintena de obras histórico-
artísticas y documentales que muestran el variado comercio peninsular y de ultramar que estaba
establecido en la “Villa de las Ferias”. Como queda dicho anteriormente, las ciudades aparecen
en cada caso representadas por su respectiva vista panorámica del Civitates y, junto a ellas,
obras representativas de alguno de sus principales comercios.
Así, de Valladolid se destaca su condición de importantísimo foco de platería con dos
custodias ostensorios que muestran la maestría de los artífices que trabajaban en la ciudad.
Junto a ellas, la imagen de Nuestra Señora del Val, escultura gótica del siglo XIII que, junto
con San Eloy, ha sido la patrona del gremio de los plateros de la ciudad del Pisuerga desde los
tiempos medievales.
La ciudad imperial de Toledo destacó, entre otras muchas facetas, por su activo
mercado textil de manufacturas en damasco, seda o raso; encajes, bordados, pasamanerías, etc.
que queda representado en esta ocasión con un collarino de bordados y sobrepuestos de
terciopelo con entorchados de oro, junto a otras piezas de raso y seda. Asimismo, se muestra un
Retablo de la Virgen del Pópulo. Anónimo castellano, hacia 1520
86
ejemplar manuscrito de las Ordenanzas de la ciudad, fechado en 1505, en el que se recoge la
normativa oficial por la que se regían todos los gremios establecidos en la misma.
El grabado que recoge las ciudades de Burgos y San Sebastián nos evoca una de las
principales rutas comerciales que unía los puertos del Cantábrico –Bilbao, Laredo, Santander y
la propia San Sebastián , con las ciudades y villas mercantiles castellanas. Burgos, además de ser
la sede del Consulado del Mar y residencia de grandes mercaderes y cambistas, era famosa al
igual que Toledo por sus manufacturas textiles. En alusión a ello se muestra una vara castellana
y un documento de 1567 en el que el propio Felipe II insta al uso de “la vara de Burgos para
vender y comprar las cosas”. De otra parte, se hace un obligado recuerdo al más conocido de
los mercaderes de las ferias de Medina: Simón Ruiz Envito, burgalés de nacimiento (era natural
de Belorado) y medinense de adopción, mostrando su testamento original en su versión
impresa de 1597, año de su muerte. Respecto a la ciudad donostiarra, una escultura de San
Sebastián (cuyo martirio vemos en la propia panorámica a mano izquierda) fechable hacia los
años cuarenta del siglo XVI, hace de embajadora de la entonces pequeña villa vasca, cuyo
cercano puerto de Pasajes era uno de los más importantes muelles de carga de lana hacia la
Europa atlántica y de material de hierro para el comercio interior peninsular; por esto último, se
muestra una bombarda de hierro forjado procedente del medinense Castillo de la Mota –de la
que tenemos constancia que se elaboró con hierro de Mondragón-, fortaleza del mismo título
que el bastión amurallado que en San Sebastián corona el Monte Igueldo (en el grabado vemos
que ya entonces estaba dotada con piezas artilleras, probablemente similares a ésta).
Santander, la antigua Portus Victoriae, era otro de los puertos de salida o llegada de
cargazones destinadas o procedentes del Mar del Norte. Este comercio marítimo lo hemos
querido recordar con reproducciones fidedignas de navíos del momento; esto es, con navetas
elaboradas en plata para la administración de incienso en las ceremonias de la Iglesia, y con una
de las estampas que muestran diferentes tipos de barcos, incluidas en el Arte de Navegar,… de
Pedro de Medina, en su primera edición de Valladolid de 1545.
La siguiente lámina seleccionada del Civitates recoge conjuntamente las vistas
panorámicas de Barcelona y Écija. La capital catalana era, junto con Valencia, uno de los
principales puertos comerciales de la costa española mediterránea. Dos preciosas arquetas
amatorias de origen catalán, elaboradas en estuco dorado y policromado, nos acercan a una
exquisita producción de objetos suntuarios realizados en los talleres de la Barcelona del primer
cuarto del siglo XV que, por azares del destino, se conservan actualmente en nuestra provincia.
Esta primera parte de la exposición culmina con obras procedentes del comercio de
ultramar, que generalmente llegaban a las ferias de Medina del Campo a través de dos
importantes puertos fluviales: el de Sevilla sobre el Guadalquivir y el de Lisboa sobre el Tajo.
87
Estamos en ambos casos ante dos puntos culminantes de rutas comerciales transoceánicas
conocidas como la Carrera de Indias, el Galeón de Manila o la Nao de la China. Los grabados
del Civitates que recogen las vistas generales de ambas ciudades también muestran otras como
Cádiz y Málaga (en el caso de Sevilla) y Cascais (con Lisboa) que, en nuestro caso, pasamos
por alto. De la citada ruta del Galeón de Manila se exponen dos obras de delicada factura: un
Cristo hispano filipino de marfil y una arqueta japonesa de arte nambán, ambas piezas ligadas
a la presencia de misioneros jesuitas en las décadas finales del siglo XVI en el lejano Oriente.
Procedentes de las rutas gobernadas por los portugueses llegarían con destino a Lisboa un
singular Crucificado indo-portugués, también de marfil, y una refinada arqueta elaborada con
láminas de nácar originaria de los talleres artesanales del enclave indio de Gujarat.
Uno de los principales focos mercantiles de la Europa central fue la ciudad alemana de
Nuremberg. En ella se producían innumerables manufacturas elaboradas en bronce, hierro,
latón y otros metales, que posteriormente se exportaban a todo el Continente. Una caja de
caudales, dos ponderales de vasos anidados y varios platos litúrgicos elaborados en latón, son
muestra más que suficiente de las cotizadas piezas artesanales fabricadas en la ciudad bávara.
La exposición continua con los espacios dedicados a las principales ciudades
comerciales flamencas: Amberes, s’Hertogenbosch, Lovaina, Malinas, Bruselas y Brujas. En
recuerdo del intenso comercio artístico procedente de ciudades como Amberes o Bruselas se
exponen, respectivamente, un excelente tríptico atribuido a Marcellus Coffermans, que
Plato litúrgico de Adán y Eva. Talleres de Nuremberg, hacia 1510
88
representa a La Sagrada Familia, y un lienzo de Jan Brueghel de Velours que muestra una
exuberante versión de Las Tentaciones de San Antonio, colmada de seres monstruosos,
animales fantásticos y elementos simbólicos. Las ciudades de s’Hertogenbosch, Lovaina y
Malinas aparecen unidas en una misma lámina del Civitates, y en relación a ellas se muestran
en la exposición, respectivamente: una escultura de San Juan Bautista, obra de Pedro de
Bolduque (recuérdese que Bolduque –“Bosque del Duque”- es la traducción española de Bois-le-
Duc, versión francesa de la neerlandesa s’Hertogenbosch), artista de origen flamenco cuya
familia se instaló en la ferial Medina de Rioseco; dos libros impresos en Lovaina, cuya célebre
Universidad católica tanta influencia tuvo en el pensamiento y la cultura de la época; y varias
piezas de pequeño formato originarias de Malinas –dos relieves en alabastro policromado, dos
esculturas del Niño Jesús y de la Virgen con el Niño, y dos campanillas con la representación
del Mito de Orfeo-, todas ellas representativas del difundidísimo arte flamenco. Las obras de
esta procedencia se cierran con una selección de los delicados encajes y dentelles de Brujas.
Por su parte, de Italia se recogen cuatro vistas panorámicas de otras tantas ciudades con
las que hubo una notable relación comercial a través de las grandes ferias. De procedencia
milanesa se expone un escritorio elaborado en metales cincelados y damasquinados que ha
Tabla central del tríptico de la Sagrada Familia. Marcellus Coffermans, hacia 1570
89
llegado a la actualidad transformado en sagrario. En recuerdo de las activas compañías
comerciales de Génova se muestran dos letras de cambio fechadas en Medina del Campo en
1495, giradas a mercaderes genoveses establecidos en Sevilla. De Florencia, dos lienzos del siglo
XVII que copian los personajes de la difundida escena de Anunciación de la pintura al fresco de
la basílica de la Stma. Annunziata de la bella capital toscana. De Roma, una cruz relicario de los
primeros años del siglo XVI que evoca el importante comercio de reliquias procedente de la
Ciudad Eterna, y un tablero de piedras duras de hacia 1600 que muestra el refinamiento de las
ornamentaciones romanas en unos tiempos en los que está en plena vigencia el gusto por lo
antiguo, merced a las excavaciones que se hacen de las ruinas de la Antigüedad.
Por último, se recogen varias ediciones de libros impresos en el siglo XVI en la ciudad
francesa de Lyon, uno de los principales centros tipográficos de la época y de notable relación
comercial con las imprentas y librerías enclavadas en Medina del Campo, cuyas ferias
comerciales, como queda dicho, son el hilo conductor de esta exposición conmemorativa del X
aniversario del Museo de las Ferias.
Vistas de las ciudades de Génova y Florencia. Civitates Orbis Terrarum, 1572
90
El Museo de las Ferias
El Museo de las Ferias fue inaugurado en abril del año 2000 y en él se pretende reflejar
la importancia que las actividades comerciales tuvieron y aún tienen para la economía, la
cultura y el arte en la sociedad, tomando como guión expositivo el mundo de las ferias de
alcance internacional celebradas en Medina del Campo durante los siglos XV y XVI. Para ello, se
expone una extraordinaria colección de piezas artísticas, históricas y documentales, originales de
aquellos tiempos, relacionadas con los mercados feriales. Dichas obras se muestran en seis espacios
temáticos que están dedicados, sucesivamente, a la historia de los mercados y su escenario
urbano, el mercado de la lana y el comercio textil, el comercio del arte, la imprenta y el
comercio del libro, la "diversidad de oficios y mercaderías", y, por último, a los cambios
dinerarios y las finanzas. Por convenio suscrito en 2005 con la Junta de Castilla y León, el
Museo de las Ferias está integrado en el Sistema de Museos de Castilla y León.
La Fundación Museo de las Ferias fue constituida en marzo del año 2001 y en su
Patronato están representados el Ayuntamiento de Medina del Campo, la Diputación de
Valladolid, la Junta de Castilla y León y la Universidad de Valladolid. Sus principales objetivos
son la conservación, estudio y difusión de los fondos histórico-artísticos, antropológicos,
documentales y culturales en general, relacionados con el mundo de las ferias, el comercio y los
mercados, con atención expresa al patrimonio cultural de Medina del Campo, ciudad
especialmente vinculada a lo largo de su historia a la actividad ferial. Su sede es la antigua
iglesia de San Martín, edificio fundado en 1512 por los cortesanos de los Reyes Católicos, Pedro
de Ribera y María de Medina.
Entre sus actividades cabe destacar la realización de exposiciones temporales,
publicaciones divulgativas, científicas y facsimilares, así como un amplio programa de difusión de
carácter didáctico, en especial, con los centros de enseñanza en el ámbito de Castilla y León. De
otra parte, desde su creación, asumió la gestión del Archivo Municipal de Medina del Campo,
por encargo expreso de su Ayuntamiento, y, gracias a ello, pone a disposición de investigadores
y estudiosos un fondo documental de extraordinaria importancia para el conocimiento del
pasado de una de las más importantes ciudades de la España del siglo XVI. Con este legado,
así como con los fondos que componen el Archivo Simón Ruiz (el más importante del mundo
de un mercader banquero español del siglo XVI) o el recientemente adquirido Archivo del
Mayorazgo de Alonso de Quintanilla, la Fundación organiza proyectos de investigación
histórica o difusión didáctica. Entre los galardones recibidos por la Fundación y su Museo,
destaca el premio nacional de la Asociación Profesional de Museólogos de España, institución
que, en su edición del año 2000, valoró y premió los aspectos museográficos y el trabajo
modélico de atención al visitante.
91
CLUNIA
ontrariamente a la filosofía de esta sección, que también nos permitimos vulnerar en
el número anterior cuando celebrábamos el 50 aniversario de la publicación de La
Región Vaccea de D. Federico Wattenberg, en esta ocasión traemos aquí una
imagen en color (¡que sacrilegio para estas páginas!). Una postal impresa por Ediciones Sicilia
de Zaragoza donde puede apreciarse un veraniego y casi desconocido teatro romano de Clunia
(Peñalba de Castro, Burgos).
Esta imagen bien podría corresponder a la década de los 70 u 80 del pasado siglo e,
incluso, a la segunda mitad de los 60 cuando D. Pedro de Palol inició sus campañas de
excavación. Pero el colorido de la misma parece no sostener esa última cronología y acercarnos
más a las primeras, posiblemente hacia mediados de los 80. Este casi inútil baile de fechas, al
que podemos unir la comparativa de las imágenes reproducidas en las guías editadas de la
ciudad, en concreto la 5ª edición de 1982 y la última hasta el momento fechada en 1994 (que son
las que obran en nuestro poder) y cuyas imágenes son prácticamente idénticas (lo que ocurría
desde mediados de los 70), nos sirve para recapacitar sobre el paso del tiempo y la aparente
inmutabilidad de ciertos yacimientos arqueológicos. El cambio producido en tan pocos años
fruto de la investigación, reinterpretación y restauración del teatro nos ofrece una visión
totalmente contraria a la de hace veinticinco años.
Lo que no ha variado es el perenne paisaje cerealista de la cuenca del Duero. Para que
esto ocurra también hace falta progreso (además de educación, voluntad, etc.).
C
92
Excma. Diputación Provincial – Burgos
Ciudad romana de Clunia nº 2
Teatro romano.
Ediciones Sicilia – Zaragoza.
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