“Equo es un ejercicio de riesgo” Entrevista a Juan López de Uralde

Juan López de Uralde (San Sebastián, 1963) es un político atípico, de los que nunca se ponen corbata y saben inglés. Juantxo, como le llaman todos, ha dedicado toda su vida al activismo verde, un recorrido que le ha llevado por distintas asociaciones en defensa del medio ambiente hasta llegar a dirigir Greenpeace España en 1991. En la Navidad de 2009 estuvo 20 días en prisión por irrumpir en la cena de gala que ofrecía la reina Margarita de Dinamarca a los asistentes de la Cumbre del Clima de Copenhague. Después de superar los controles de seguridad con otros 2 miembros de Greenpeace, confundido con el presidente de Georgia, desplegó ante los líderes mundiales reunidos en la cena y ante el mundo, una pancarta que rezaba “leaders act, politicians talk”, una imagen que dio la vuelta al mundo. Dejó la presidencia de Greenpeace España el 2010, para presentar en septiembre de ese mismo año el proyecto político que lidera en la actualidad, Equo. Dio el paso para corregir lo que considera una anomalía española: la falta de voz de los verdes. Ha escrito varios libros, el más reciente El Planeta de los Estúpidos. También ha colaborado en la redacción de Actúa, con un capítulo dedicado a la crisis ecológica. Juantxo respondió estas preguntas sentado en la mesa de su desierto despacho en la sede de Equo en Madrid. Confiesa no gustarle el trabajo de despacho.

Pregunta. No se parece tanto a Saakashvili (presidente de Georgia)…

Respuesta. (ríe animosamente) Es cierto.

P. Jefe de estado de Greenpeace en nombre de la Madre Tierra. ¿A quién se le ocurrió poner eso en el coche oficial?

R. Unos día antes de la acción dejamos el piso que teníamos alquilado en el centro de Copenhague y nos trasladamos a la casita de las afueras donde lo preparamos todo. Recuerdo que discutimos mucho sobre las credenciales, y al final alguien de nuestro equipo decidió efectivamente que en ellas pusiese Jefe de estado de Greenpeace en nombre de la Medre Tierra. Yo ya estaba en otras cosas.

P. ¿Pensaron en todo momento que pasarían los controles?

R. Estábamos convencidos de que no íbamos a llegar. Casi en un 80% de probabilidad. De hecho, teníamos pensado un plan B que consistía en salir con las pancartas cuando nos detuvieran.

P. ¿Ha pasado del grupo de los que actúan a los que hablan?

R. No en absoluto. Equo también es una acción. Me hubiese pasado si hubiese aceptado algún cargo a dedo, pero Equo es pura acción.

P. Entonces no se considera político…

R. Soy un ciudadano que se está dedicando por un tiempo a la política.

P. ¿Siente desafección de la sociedad hacia la política o hacia la clase política?

R. Desgraciadamente el desafecto afecta a las dos. En primer lugar hay que decir que el desafecto es justificado, hay ciertos comportamientos de los políticos que soy muy difíciles de entender por parte de los ciudadanos. Aunque hay que mirar transversalmente a todas las profesiones, no creo que en la política haya más corrupción que en otros oficios. Creo que es normal, pero también es peligroso. No recuerdo quién lo decía, pero decía algo así como que la política que no hagamos nosotros la harán contra nosotros.

P. Joan Fuster…

R. Exacto, y es por esto por lo que creo que hay que hacer todo lo posible por regenerar la política, hay que hacer todo lo posible por ganar espacios de transparencia, por evitar que se den situaciones como las que se están dando en la actualidad. No debemos dejarnos llevar por la antipolítica, porque al final estos espacios van a ser ocupador por otras políticas que no decidiremos nosotros. Es esto es lo que nos lleva a Equo, nosotros compartimos este diagnóstico de desafección a la política actual pero creemos que la búsqueda de soluciones pasa por hacer política, otra política, pero política al fin y al cabo.

P. ¿Ha tenido que aprender a ser político?

R. Lógicamente he hablado con mucha gente, pero no he tenido ningún aprendizaje teórico. Entiendo que un político es un ciudadano. Es verdad que por ejemplo en el caso francés, se criticó mucho a Eva Jolie (candidata a presidir el Eliseo por el partido verde) por su perfil alejado del político profesional. Al final hay un discurso de crítica al político profesional instalado en la sociedad, pero a la hora de votar la misma gente es reticente a abandonar esta inercia, ya sea en sensibilidades de izquierda o derecha. Tal vez es un poco lo que nos ha pasado a Equo.

P. ¿Cuando se formó Equo, buscaron algún nombre en concreto para anexionarlo a sus filas?

No, en absoluto. Equo fue fruto de diversas conversaciones entre distintos grupos sociales, tanto asociaciones, como gente del mundo sindical, y políticos. Fue un proceso abierto en el que participó quien se interesó.

P. ¿Es Equo la nueva izquierda?

R. Pienso que sí. Equo es el embrión de lo que puede ser la nueva izquierda. Una izquierda que no actúa por clichés predeterminados. De hecho esto hace que nuestra capacidad de respuesta sea más lenta. Por ejemplo, frente a determinados hechos, si eres comunista sabes hacia dónde debes reaccionar, lo mismo si eres liberal. Pero si en cambio estás buscando la opción más positiva para la ciudadanía, en cada situación dada debes analizar las soluciones posibles, y construir una respuesta adecuada.

P. No manejáis un ideario político, entonces…

R. Más bien los manejamos todos. Entendemos que para nosotros hay un ideario clave, que es la herramienta que nos debe ayudar a salir de esta situación, la ecología política. Pero la ecología política es todavía lo suficientemente nueva como para ser muy abierta y reaccionar a las necesidades sin cortapisas.

P. Tal vez sea este el caso actual de los recortes en las subvenciones a la minería del carbón…

R. Sí. Debemos pensar que igual determinados clichés ya no sirven. No podemos estar anclados en algo que quizá sea muy atractivo para la izquierda tradicional, y más la española con lo que tiene con la minería asturiana, pero que igual ya funciona. Hay que mirar más allá, debemos plantearnos si la minería del carbón es una actividad por la cual debemos seguir apostando. Y nuestra respuesta es que no. Evidentemente aquí tenemos una discrepancia profunda.

P. Pero tampoco es el no del PP.

R. No. Nosotros apostamos por ayudas a los mineros pero no al carbón. Esa es la gran diferencia. Entendemos que hay que ayudar a los trabajadores y sus familias a buscar una salida alternativa, pero el carbón debe terminar.

P. ¿Ha tenido algún apoyo de la política tradicional?

R. Ninguno. Es más, todo al contrario. Hemos sido francamente maltratados por aquellos partidos que podrían haber sido más cercanos ideológicamente, seguramente por miedo a que ocupásemos su espacio.

P. Y por qué ese recelo.

R. Lo dice muy bien Inés Sabanés, en política nadie te facilita un espacio, y además van a hacer lo posible para que siga siendo suyo.

P. ¿Qué le diría a un ciudadano que considera Equo un partido únicamente ecologista?

R. Le invitaría a que se acercarse a las propuestas de Equo. Hemos trabajado en un programa que da respuesta a todos los problemas sociales. Y creo francamente que lo hemos conseguido. Tal vez lo que no hemos conseguido es transmitir precisamente eso, que Equo es más que verde.

P. Hablando de los resultados a las elecciones generales, ¿se siente defraudado?

R. Sí, porque aunque hemos recibido muchos votos, confiábamos en conseguir más escaños. Estoy hablando concretamente de Madrid, donde nos quedamos a muy pocos votos, y eso genera cierta frustración. Aunque cuando se hace un análisis objetivo de los

datos, hay que estar orgulloso de lo que hemos conseguido en tan poco tiempo. Conseguimos entrar en Valencia con Baldoví, fruto de la coalición con Compromís.

P. ¿Se siente cómodo con el pacto con Compromís?

R. Muy cómodo. Compromís está en una fase más avanzada de los valores que en Equo queremos representar, como por ejemplo en relación a la política ciudadana y cercanía con el ciudadano. Se nos ha criticado más por los orígenes de Compromís que por lo que hoy representa. Trabajamos muy estrechamente con Baldoví.

P. ¿Está asegurada entonces la voz de Equo en el parlamento?

R. Hubiésemos querido tener más voz, como te decía. Estuvimos muy cerca en Madrid. Pero por supuesto que todas las propuestas que hacemos se tramitan.

P. ¿Se han planteado presentarse como marca única en Valencia?

R. Compromís es una marca que está funcionando bien. ¿Por qué cambiar lo que funciona? Somos partidarios de dejar que la cosa fluya. Estamos cómodos y vamos a ir avanzando y vamos a ir evolucionando hasta ver dónde llegamos. Estamos en algo que todavía se encuentra en un estado muy germinal.

P. ¿Hasta donde piensa que puede llegar Equo?

R. Equo puede ser el germen de una izquierda distinta, y creo que podemos llegar a crear un nuevo espacio político que existe ya en Europa. Creo que es realista pensar que puede llegar a tener más de un 10 % del voto. Por tanto puede llegar a tener opciones de gobernar, que es lo que realmente pretendemos. En este momento, los mayor parte de los gobiernos de izquierda que existen en Europa son gobiernos de coalición. Por ejemplo, en Francia Holland ha llamado al gobierno a la líder del partido verde, en Dinamarca hay un gobierno de coalición entre socialdemócratas, izquierda y verde, en Alemania la clave para derrotar a Merkell serán los verdes. Estamos aquí porque queremos gobernar, no estamos aquí ni para hacer oposición ni para estar de manera simbólica.

P. ¿Qué relación tiene con el 15-M?

R. No tenemos ninguna relación orgánica. Nosotros somos ciudadanos, y participamos en muchas de las movilizaciones porque simpatizamos con muchas de las cuestiones de fondo que se plantean desde el 15-M. Creo que el 15-M hace bien en tanto que es un movimiento social que está en la calle, pero creo que estar en la calle, aunque es necesario, no es suficiente. Por eso en Equo hemos dado este paso.

P. ¿Fue un riesgo exponerse a unas primarias totalmente abiertas?

R. Sí, de hecho todo Equo es un ejercicio de riesgo al ser una organización tan abierta. Pero si es lo que proponemos tenemos que aplicarlo, y lo vamos a seguir haciendo. Vamos a seguir funcionando así.

P. ¿No teme el sabotaje?

R. Cada vez es más difícil. Hubiese sido más factible al principio, pero vamos teniendo ya una base militante numerosa, y nos vamos dando a conocer.

P. ¿Qué espera Equo del Congreso Nacional del 6 y 7 de julio?

R. Es un congreso fundamentalmente en clave interna, de consolidación. Queremos unos estatutos aprobados por todos y una nueva comisión ejecutiva, que ya seria más estable. Equo es todavía una casa con andamios, vamos a empezar a retirárselos en julio.

P. ¿De cuantas personas está compuesto el aparato orgánico de Equo?

R. Liberados somos solamente 4. Funcionamos mucho a base de militancia, voluntarios. Hace falta tener un equipo mínimo, pero casi al 90% funcionamos a base de militancia.

P. ¿Y no os tienen envidia, un partido que funciona sin créditos bancario, y a base de militancia activa?

R. Bueno, sí nos comentan con un poco de admiración que se nos ve mucho para el equipo y los medios que tenemos. Somos muy activos.

P. ¿Quizá por los orígenes del activismo civil?

R. Bueno, la verdad es que la mayoría de la gente de Equo viene de su casa. Nunca ha estado en política. El tipo de dinámica que desde los comienzos se ha intentado que Equo desarrolle es una dinámica de activismo y no una de burocratismo.

P. ¿Qué opina de las políticas medioambientales del PP?

R. Que no existen. En primer lugar no existe un ministerio, está fusionado dentro del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Y en segundo lugar, no se está gestionando el medio ambiente, esta materia está entonces a merced de las decisiones en otras políticas.

P. De las primeras acciones del ministro Arias Cañete fue la renegociación de los acuerdos pesqueros que mantiene Europa con las costas africanas, y las subvenciones a la agricultura. ¿Qué opinión tiene de estas negociaciones?

R. Como viene haciendo en casi todas las materias, el gobierno lo que hace es atender a las demandas de los lobbies del sector correspondiente, da igual que sea la pesca, la agricultura o los envases y embalajes. Es el gobierno de los lobbies, y en medio ambiente lo estamos viendo muy claramente. Por ejemplo, se han abierto los espacios naturales a la caza.

P. ¿De verdad volvemos como insisten al ladrillismo, neoladrillismo como ustedes acuñan?

R. No insistimos, advertimos. Advertimos que se están haciendo movimientos en este sentido. Espero que no volvamos, pero que hay gente en el gobierno que pretende volver, de eso no me cabe ninguna duda. Por el ejemplo la nueva ley de costas que se está preparando. Vengo de Murcia, el 19 y 20 estuve en Cabo Cope, ahí hay un proyecto de construir una urbanización para 50.000 personas, 8 campos de golf, etc. Y

esto está sobre la mesa. En Valdevaqueros (Tarifa), en Sa Ràpita (Mallorca), etc. Ojala que no volvamos, pero que hay gente que apuesta por el ladrillo como motor de la economía otra vez, de eso no hay duda.

P. ¿Teme que con la coartada de las urgencias de crecimiento se eliminen algunas protecciones?

R. La crisis está siendo utilizada para barrer aspectos que en los años pasados no se han podido eliminar. Lo hemos visto en lo social, con la reforma laboral, con las pensiones, la edad de jubilación, con la sanidad y la educación, y la crisis va a ser utilizada también como excusa para barrer lo que haya que barrer con tal de favorecer los intereses de las grandes empresas y los grandes grupos de presión.

P. Los verdes en Europa están consiguiendo grandes logros, llegando incluso en algunos casos al gobierno en coalición. ¿España es diferente?

R. Yo no diría España, yo diría el sur de Europa. En Italia, Grecia, España, nos está costando mucho desarrollarnos. Tal vez sea cuestión de percepción, o de menos conciencia, pero ciertamente es una realidad

P. En breve van a formar parte del Partido Verde Europeo. ¿Qué puede obtener Equo de esta asociación?

R. Nosotros nos sentimos parte de ellos, y de hecho la idea inicial era haber pasado directamente a ser miembros del Partido Verde Europeo, pero desgraciadamente, los que en aquel momento ostentaban la marca verde se aliaron con Izquierda Unida, y eso llevo al partido en Europa a plantear que con el pacto, había otros proyectos en el que alojarse y que en ellos no había espacio. Simplemente ahora tenemos que realizar el proceso legal, pero de hecho nosotros asistimos ya a las reuniones, etc. Es simplemente la culminación de un proceso que lleva en marcha desde que nacimos prácticamente.

P. ¿Qué ha aportado la cumbre Rio+20?

Nada. Copenhague supuso un fracaso que dejo muy tocada la política ambiental global, y de la que todavía no se ha recuperado. De hecho las últimas cumbres, la de Durban y Cancún, han sido más un fracaso que otra cosa. Pienso que Rio desgraciadamente no ha aportado nada, y de hecho así lo están valorando las organizaciones. La cumbre de Rio del 1992 vino en un contexto muy favorable en cuanto a consciencia ecológica, que desde los 80 vivía un tiempo de fortaleza. Pero ahora la política parece tener otras prioridades, y no responde tanto a una reclamación social, sino un ejercicio de marketing político.

P. Con la crisis, ¿hay una consciencia de vuelta al transporte público y a la bicicleta?

R. Todo lo contrario. A nosotros nos sirve de argumentación, pero luego nos encontramos que las medidas políticas que están tomando los gobiernos, por ejemplo en Madrid, van en la dirección del encarecimiento del transporte público. No están desincentivando el uso del vehículo privado. Otra cosa es que el ciudadano, ante la situación haya pensado en coger la bicicleta. Pero no porque se esté impulsando por las administraciones, casi por necesidad.

P. ¿Cómo acude al trabajo?

R. Andando. Bueno, a veces tengo por aquí la bici, pero bueno. Puedes ver que siempre hay alguna bicicleta. La verdad que para nosotros la bicis se ha convertido como en un símbolo, en muchos aspectos simboliza muy bien lo que somos. Equo es política en bicicleta.

P. Le propongo para terminar una serie de palabras, y usted comenta lo que le sugieran.

R. (sonríe expectante) Dame tiempo.

P. Copenhague.

R. Cárcel (contesta sin pensar).

P. Kyoto.

R. Esperanza.

P. Rio.

R. 92.

P. Madrid.

R. Aire contaminado.

P. GEDEA (Grupo Ecologista de Agrónomos).

R. (Ríe) Mi juventud.

P. COMADEN (Coordinadora Madrileña de Organizaciones en Defensa de la Naturaleza)

R. Madurando. (entre risas)

P. Phoracantha.

R. Activismo juvenil.

P. Greenpeace.

R. Mi universidad.

P. Félix Rodríguez de la Fuente.

R. Un maestro.

P. Benigno Varillas.

R. Un buen amigo.

P. Alejandro Sánchez.

R. Amigo y trabajador incansable.

P. Inés Sabanés.

R. Una sorpresa en positivo.

P. Delibes.

R. El gran escritor de la naturaleza española.

P. Democracia.

R. Una asignatura pendiente.

P. Futuro.

R. Verde.

P. Y punto final. ¿Qué lee?

R. Leo mucho de los temas que me interesan, por ejemplo ahora estoy trabajando con en el tema del petróleo. Pero si te refieres a las lecturas por placer, ahora estoy leyendo a

Almundena Grandes, El lector de Julio Verne. Pero la verdad que leo bastante, me gusta mucho la novela negra, me he devorado a Mankell entero, pero hay mucho más.

Destacats:

Equo es pura acción.

No debemos dejarnos llevar por la antipolítica, porque al final estos espacios van a ser ocupador por otras políticas que no decidiremos nosotros.

Se nos ha criticado más por los orígenes de Compromís que por lo que hoy representa

Equo es todavía una casa con andamios, vamos a empezar a retirárselos en julio.

Equo es política en bicicleta.