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Page 1: Enfermedades de Zorros Corregido

Universidad de Concepción

Facultad de Ciencias Veterinarias

Concepción

Enfermedades de los

Zorros

Luis Gonzalo Torres Fuentes

Docente: Dr. Daniel González Acuña

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1. INTRODUCCIÓN

Las enfermedades en la fauna silvestre han cobrado gran importancia en los últimos años, ya que éstas están constituyendo entre muchos otros factores, mayoritariamente antropogénicos, un factor importantísimo en la extinción de muchas especies. A demás de esto, las enfermedades son de gran preocupación en el ámbito de la salud pública, ya que el grupo de los cánidos especialmente, son fuente de contagio de enfermedades para el humano, tales como la rabia, leishmaniasis o quistes hidatídicos (Echinococcus granulosus), o porque los cánidos amenazados han sufrido alta mortalidad debido a estas enfermedades(Young, 1994; Funk et al 2001;. Cleaveland et al 2002;.Woodroffe et al. 2004).

Las enfermedades que son de mayor preocupación en las poblaciones de canidos silvestres son principalmente la Rabia y el distemper canino (CDV) (Macdonald 1983; Appel et al. 1995; Deem et al. 2000; Woodroffe et al. 2004), además existen otras enfermedades como la sarna, parvovirus, ántrax y otodectes.

Los zorros al igual que el coyote, el chacal y el lobo poseen características de generalistas y oportunistas pudiendo convivir en estrecha relación con el humano, siendo afectados por los problemas que esto conlleva. Otros factores de riesgo lo representan el consumo de presas infectadas, la interacción social con sus congéneres (peleas, reproducción, etc) y el estrecho contacto con el perro doméstico, generándose una competencia por recursos similares, como por ejemplo desechos humanos, presas, etc., entre otras cosas.

El estudio y entendimiento de la dinámica de la enfermedad en la población huésped es fundamental para el manejo de la enfermedad, por otra parte es importante resaltar dos puntos importantes. El primero consiste en que todos los patógenos que causan problemas en una población pequeña o de riesgo tiene la habilidad de infectar a un amplio rango de especies y son generalistas (Cleaveland et al. 2002), lo segundo es que estos patógenos generalistas deben persistir en otra población reservorio (Haydon et al. 2002), a partir de esta se puede extender y causar una epidemia en las poblaciones amenazadas.

2. EVALUACIÓN DEL TIPO Y GRAVEDAD DE LA ENFERMEDAD

Claramente la gravedad de la enfermedad depende de varios factores, entre los cuales figuran la incidencia potencial de la enfermedad en el reservorio, el impacto potencial de la enfermedad en los individuos y la población objetivo y por último, la probabilidad de que la enfermedad sea transmitida desde el reservorio a la especie objetivo.

Los posibles métodos de evaluación y vigilancia dependerán de la enfermedad en cuestión, el tipo de reservorio (si es que se conoce) y la ecología del sistema.

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3. PRINCIPALES ENFERMEDADES INFECCIOSAS

3.1 RABIA

La rabia es una zoonosis milenaria producida por un Rabdoviridae (Lyssavirus), es de alta significancia mundial en salud pública, agricultura y economía, especialmente ligada a los cánidos, los mustélidos y a los quirópteros (Sikes, 1981; Carey y McLean, 1983; Cherkasskiy, 1988; Charlton y col., 1988; Steele, 1988).

El virus de la rabia se transmite con facilidad entre mamíferos, ya sean especies iguales o diferentes, propagándose por la saliva, cuando un animal infectado muerde a otro. Con menos frecuencia, un animal o una persona pueden infectarse por contacto con saliva infectada o tejidos neurológicos, a través de las membranas mucosas o heridas (no se transmite por la piel sana).

Si bien, es generalmente bien controlada en los animales domésticos en las naciones desarrolladas, la rabia canina continúa siendo un problema serio en algunas partes de África, el Medio Oriente, Asia y América Latina.

Los signos clínicos de esta enfermedad son inespecíficos y en las especies silvestres por lo general cursan con cuadros de euforia, episodios de ataques al humano, deambular en horarios poco comunes, etc. siendo casi siempre mortal una vez que se desarrollan estos.

Los reservorios naturales importantes varían con el área geográfica, por ejemplo los Zorros colorados (Vulpes vulpes), murciélagos insectívoros, lobos y perros mapache (Nyctereutes procyonoides) parecen ser los huéspedes principales en Europa. En USA este virus aparentemente se ha establecido en algunas poblaciones silvestres, como los Zorros grises (Urocyon cinereoargenteus) en Texas y Arizona llevando además a la fuerte reducción de su población (Steelman et al. 2000), y podría restablecerse en los perros a través de éste reservorio, Secord y col. (1980) describen prevalencias en URSS de 3% y de 75% en Zorro Ártico (Alopex lagopus (Linnaeus, 1758)) y en Canadá encuentra prevalencias de 5,4% y 21,9% la misma especie, siendo también una de las principales víctimas y vector de rabia.

Los zorrillos son la especie considerada de alta resistencia a la enfermedad, ya que requieren de una alta carga viral para expresar la enfermedad, no así el zorro colorado y el zorros gris que requieren de dosis muy bajas de virus para infectarse y presentar los síntomas de rabia, las áreas de distribución de estas especies ocasionalmente se superponen de tal manera que conviven muy relacionadas, lo que da lugar al denominado “Ciclo zorro – zorrillo de perpetuación de la Rabia”.

Durante 1988 y 1989 fueron encontrados 11 zorros de la especie Vulpes cana (Blanford, 1877) muertos en 2 poblaciones de Israel, resultado 2 cadáveres

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frescos positivos a rabia, además se ha observado que los individuos presentan mala condición corporal y por lo general alta carga de pulgas.

En Ceará, Brasil 18 zorros de la especie Cerdocyon thous (Linnaeus, 1766) fueron confirmados positivos a rabia entre 1980 y 1986, de los cuales 11 eran de la misma región, lo que ocurrió dentro de un periodo de 6 meses (1989 Barros et al.).

En 1989 Duran J. y Favi M. realizaron la primera descripción de rabia en Zorro Chilla Pseudalopex griseus (Gray, 1837) por inmunofluorescencia directa (IFD) y diagnóstico biológico en la Región de Magallanes (Tierra del Fuego y área continental) determinándose una prevalencia de un 8,62 % (n=58) con un grado de confianza de 95%, constituyendo la distribución más austral de rabia de Chile, determinándose una positividad creciente desde 1-12 meses a 37 – 60 meses de edad.

3.2 DISTEMPER (CDV)

El virus del Distemper canino, es un Morbillivirus ARN negativo, de la familia Paramyxoviridae, es envuelto, su nucleocapside tiene diversas proteínas asociadas, tales como nucleoproteína (N), fosfoproteína (P) y proteína polimerasa mayor (L); además conforman la partícula viral la proteína de membrana (M), la hema-glutinina/neuraminidasa (HN) y la proteína de fusión (F) (Örvell, 1980; Diallo, 1990), estas últimas median la entrada y salida viral de la célula hospedadora.

El virus es lábil en el medio ambiente inactivándose rápidamente a 37°C en pocas horas y es muy sensible a desinfectantes comunes.

Produce una infección sistémica severa en diferentes tipos de células incluyendo epiteliales, mesenquimatosas, neuroendocrinas y hematopoyéticas, en varios órganos y tejidos, lo que podría conducir a persistencia viral en el sistema nervioso central (SNC) y en tejidos linfoides, es de distribución mundial, comprendiendo familias del orden Carnivora (Deem et al., 2000) tales como Canidae, Felidae, Procyonidae y Mustelidae,

Afecta a animales de todas las edades, siendo particularmente vulnerables tempranamente y en la vejez, donde produce un cuadro que se conoce como "encefalitis de los perros viejos".

Se transmite por el aire y mediante el contacto con fluidos corporales infectados, incluyendo comida y agua contaminadas, presenta un tropismo por los tejidos linfáticos, epiteliales y nerviosos. El periodo de incubación es de 14 a 18 días, aunque puede haber fiebre de tres a seis días tras la infección.

El perro doméstico al ser uno de los carnívoros más ampliamente distribuidos en el mundo con poblaciones compuesta por un gran número de individuos es el principal reservorio del CDV, no así las poblaciones de carnívoros silvestres que por lo general suelen ser pequeñas y de baja densidad por lo que a menudo no son adecuadas para mantener infecciones de los virus altamente patógenos generalistas como el CDV (Cleaveland et al., 2002)

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Entre los años 1998 y 2000 en la Isla Santa Catalina ocurrió una epidemia de CDV que afectó al Zorro de la Isla (Urocyon littoralis (Timm et al. 2000)), la cual causó una reducción del 95% de la población sobre el 87% Este de la Isla Catalina, además en ésta especie en particular también se han detectado títulos de anticuerpos positivos para parvovirus, adenovirus canino, herpesvirus canino, coronavirus, leptospirosis, toxoplasmosis y un parásito del corazón (Dirofilaria immitis) (Garcelon et al 1992.; Roemer 1999; Roemer et al. 2000a, 2001a; Crooks et al. 2001).

En el caso del Otocyon megalotis (Desmarest, 1822) el CDV junto con la rabia pueden estar causando el decline de su población, en África oriental por ejemplo ambas enfermedades se relacionan con reservorios presentes en la población de perros domésticos (Cleaveland y Dye, 1995;. Carpenter et al 1998).

En Chile trabajos realizados por Acosta et al. entre el año 2005 y el 2007 en la región de Coquimbo revelan seroprevalencia de CDV en las poblaciones silvestres de P.griseaus y P culpaeus, siendo en su mayoría positivos los individuos adultos.

Los hábitos de estas especies como lo son por ejemplo incursiones en vertederos aledaños a la ciudad, entre otros, generan el momento propicio para que se produzca un contacto entre las poblaciones de perros domésticos y las poblaciones de zorros.

El estudio demográfico realizado en los perros domésticos y los datos de seroprevalencia en canidos silvestres (Zorros) sugieren que la alta densidad y el gran número en la población de perros domésticos de sectores ya sea rurales o urbanos podrían constituir la población reservorio del virus del distemper canino (CDV), el cual se transmitiría a los zorros, pudiendo explicarse así el brote epidémico de CDV el año 2003 en la misma región.

Durante el primer semestre del 2009 en suiza se avistaron numerosos zorros que se presentaban temblorosos, dando vueltas, con signos de dificultad respiratoria y muchos otros se encontraron muertos gravemente emaciados.

Los casos reportados hasta el 2011 se caracterizaban por cambios patológicos que consistían principalmente en bronco-neumonía intersticial y meningoencefalitis, esta ultima caracterizada por células sincitiales, Inclusiones intracitoplasmáticas e intranucleares eosinofílicas (Origgi F. et al).

Todo esto nos indica que la llave para el control del CDV y para minimizar su impacto en la conservación de la fauna silvestre debe incluir la identificación de los reservorios, los mecanismos mediante los cuales se sustentan las infecciones dentro de éste y las fuentes y vías de transmisión de los reservorios a las especies de interés (Woodroffe, 1999).

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4. OTROS AGENTES PATÓGENOS REPORTADOS

4.1 PARASITOS

Uno de los parásitos más característicos del zorro es Echinococcus multilocularis, esta tenia causa una enfermedad hepática grave o incluso mortal en los seres humanos llamada Equinococosis alveolar, pero en el zorro causa poco o ningún daño prácticamente, muy por el contrario Angiostrongylus vasorum, es un nematodo que se aloja en la arteria pulmonar del zorro y requiere de hospedadores intermediarios como caracoles y babosas para su desarrollo, este parasito provoca insuficiencia cardiaca y la posterior muerte del animal. Otro parasito importante que pertenece principalmente al perro doméstico y se ha reportado en el zorro es Dirofilaria immitis, el cual es otro nematodo que se transmite por varias especies de mosquitos cuyo gusano adulto vive en las arterias del corazón y pulmones; a demás de estos últimos 2 nemátodos existe otro que es característico de los zorros pero que no provoca grandes problemas en su hospedador sino mas bien en la transmisión del perro doméstico al humano cuyo nombre es Toxocara canis.

En un estudio coprológico llevado a cabo con un total de 189 heces del zorro de Darwin (Pseudalopex fulvipes (Martin, 1837) recolectadas en diferentes localidades de la isla de Chiloé en el sur de Chile, las cuales se examinaron en busca de huevos de parásitos y oocitos usando la técnica de flotación en azúcar. Se obtuvo como resultado que el 21,2% de las muestras fueron positivas a nueve helmintos y/o a un protozoo. Siendo los nematodos del orden Ascaridida y un cestodo Spirometra los de mayor prevalencia. Otros endoparásitos identificados incluyeron Capillaria sp., Toxocara canis, Toxascaris leonina, Filaroides osleri, nematodos ancylostomatidos, Trichuris sp., Taenia sp., e Isospora sp. Las cargas parasitarias fueron mayores durante el invierno y en áreas con más perros domésticos; este estudio fue llevado a cabo por Jimenez JE et al. el año 2011 siendo todas las especies descritas por primera vez, también se investigó la seroprevalencia de los parásitos protozoarios Toxoplasma gondii y Neospora caninum en 337 zorros rojos (Vulpes vulpes) de 16 de los 19 condados en Hungría. Originalmente estos zorros se recogieron dentro de un Programa nacional de vacunación contra la rabia. Los anticuerpos contra T. gondii se detectaron en 228 muestras (68%) de los zorros utilizando una prueba comercial de aglutinación directa (DAT), por otro lado, a través de un ELISA indirecto íscom, 5 muestras (1,5%) fueron positivos para anticuerpos contra N. caninum. La alta prevalencia de los zorros positivos por T. gondii puede ser explicado por la presencia generalizada del parásito en el la dieta de los zorros, pero por otro lado, las infecciones latentes de N. caninum entre los zorros rojos en Hungría son mucho menos comunes.

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En otro estudio que se llevo a cabo en los Emiratos Árabes Unidos por Dubey J.P. y Pas A. en el 2008, se diagnosticó Toxoplasmosis en el zorro de Blanford (Vulpes cana), tanto Toxoplasma gondii como taquizoítos (formas móviles que forman quistes) fueron encontrados asociados a necrosis en intestino, bazo, hígado, riñones, pulmones, músculo esquelético, cerebro y corazón.

Los taquizoitos protozoales reaccionaron positivamente con el anticuerpo polyclonal específico para T. gongii. Los anticuerpos para T. gondii fueron detectados en 10 de 12 V. cana a través de ensayos por aglutinación en latex y aglutinación directa modificada.

4.1.1 Sarna (Sarcoptes scabiei)

La sarna producida por Sarcoptes scabiei puede infectara un amplio rango de mamíferos domésticos y silvestres a través del mundo, es una enfermedad extremadamente contagiosa, produce una dermatosis muy frecuente y de fácil tratamiento, afectando por ejemplo al Zorro Rojo Europeo (Vulpes vulpes).

La hembra del ácaro escaba galerías en la capa cornea de la piel donde deposita sus huevos, desechos metabólicos, fecas, etc, provocando procesos de inflamación y prurito intenso. Posteriormente evoluciona a zonas con alopecia. Generalmente, los síntomas aparecen en determinadas zonas de la piel (codos, orejas, parte ventral del abdomen) extendiéndose a medida que avanza la enfermedad.

La sarna es una enfermedad común de los zorros y ha causado la muerte de poblaciones de zorros en todo el mundo, incluyendo Gran Bretaña y Escandinavia. La sarna se propaga eficazmente a través de las poblaciones rurales y urbanas.

En Noviembre de 1990 se registró un caso en el que se encontró a un zorro joven muerto de la especie Vulpes vulpes, en Gran Bretaña, el cual estaba muy desnutrido y presentaba una sarna extensa, con 1 – 5 cm de espesor de costras que se extendían por el lomo, pasando por la cola, la zona inguinal, hasta llegar al escroto, a partir de este caso comenzaron a aparecer más casos los cuales fueron examinados , a través de un rapado de piel como esta descrito por MAFF (1987), descubriendo a partir de esto infestaciones simultaneas de S scabiei var Vulpes y otodectes cynotis en zorros de Rusia.

La sarna se presenta como un proceso continuo de engrosamiento de la piel, de espesor entre 0-5 a 1-5 cm, fisura y lesiones con costra. Cursa con zonas de alopecia manifiesta, pudiendo ubicarse en orejas, vientre, extremidades, cola, etc.

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4.2 BACTERIAS

En un estudio se determinó la prevalencia serológica de brucelosis Brucella abortus (Br abortus) en el zorro gris pampeano (Pseudalopex gymnocercus) a través de muestras de sanguíneas de 41 zorros de la región centro-este de la provincia de La Pampa, Argentina para determinar la presencia de anticuerpos específicos contra Br abortus, para esto se utilizaron las Pruebas de Polarización de la Fluorescencia (FPA), Seroaglutinación en Microplaca (SAP) y Seroaglutinación en Microplaca con 2-mercaptoetanol (2-ME) obteniéndose como resultado que sobre un total de 41 sueros procesados por FPA, en 7 (17,1%) se detectaron anticuerpos contra Br abortus, Sólo 34 sueros fueron analizados por las pruebas de SAP y 2-ME, encontrando 5 (14,7%) y 4 (11,8%) muestras positivas, respectivamente.

5. CONCLUSIÓN

De acuerdo a la información recopilada se puede concluir que:

- Las principales enfermedades que se reportan para las especies de zorros a nivel mundial son la Rabia, el Distemper canino y la sarna sarcóptica.

- El zorro también se puede ver afectado por cuadros parasitarios que le pueden provocar la muerte como lo son Angiostrongylus vasorum y Dirofilaria immitis

principalmente.

- El perro domestico representa un factor importante en la presentación de las enfermedades de los zorros, ya que la mayoría de los agentes patógenos que afectan al perro, afectan también a los cánidos silvestres, pasando a constituir una población reservorio de parásitos, bacterias, virus, etc, ya que sus poblaciones son grandes, densas y están presentes prácticamente en todo el mundo, pero esto no es siempre así ya que por ejemplo en el caso de la rabia, la población reservorio es distinta según la región geográfica.

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6. REFERENCIAS

Acosta-Jamett G., Chalmers W.S.K., Cunningham A.A., Cleaveand S., Handel I.G., Bronsvoort B.M.D. Urban domestic dog populations as a source of canince dispemper virus for wild carnivores in the Coquimbo region of Chile. (2011) Veterinary Microbiology, 152 (3-4), pp. 247 – 257.

Canine Distemper: Introduction. The Merck Veterinary Manual. Merck & Co., Inc. (2006).Consultado el 29-05-2012.

Dubey J.P., Pas An, Toxoplasma gondii infection in Blanford’s fox (Vulpes cana). Veterinary Parasitology 153 (2008) 147–151

Durán R., J.; Favi C., M.. Rabia en zorro gris (Pseudalopex griseus) patagónico, Magallanes, Chile Avances en Ciencias Veterinarias, Norteamérica, 430 09 2010. Consultado el may 28, 2012, de http://www.revistas.uchile.cl/index.php/ACV/article/viewArticle/4548/4436.

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Jakubek E.-B., Farkas R., Palfi V., Mattsson J.G. Prevalence of antibodies against Toxoplasma gondii and Neospora caninum in Hungarian red foxes (Vulpes vulpes) (2007) Veterinary Parasitology, 144 (1-2), pp. 39-44.

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http://www.thefoxwebsite.org/

http://www.oie.int

http://www.canids.org/