elias, norbert - deporte y violencia

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C. \üüRIGHT MILIS, M. FOUCAULT, M. POLLAK, H. MARCUSE,J. HABERMAS, N. ELIAS, P. BOURDIEU, E. GOFFMAN, B. BERNSTEIN y R. CASTEL MATERIALES DE SOCIOLOGIA CRITICA Edición y Preserttación Fernando Alvarez-Uría y Julia Varela

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Libro:ELIAS, NORBERT - Deporte y Violencia

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  • C. \RIGHT MILIS, M. FOUCAULT,M. POLLAK, H. MARCUSE,J. HABERMAS,N. ELIAS, P. BOURDIEU, E. GOFFMAN,

    B. BERNSTEIN y R. CASTEL

    MATERIALES DE SOCIOLOGIACRITICA

    Edicin y PreserttacinFernando Alvarez-Ura y Julia Varela

  • DEPORTE Y VIOLENCIANorbert Elias

    Un gran nmero de deportes que se practican en laactualidad de un modo casi idntico en todo el mundoproceden de Inglaterra. Desde este pas se han difundido atras naciones principalmente durante la segunda mitad delsiglo XIX y la primera mitad del XX: entre ellos estn lascaireras de caballos, la lucha libre, el boxeo, el tenis, la cazadel zorro, el remo, el croquet y el atletismo' Sin embargo,ninguno de estos deportes ha conocido la amplia y rpidadifusin que conoci el ftbol, deporte que fue adoptado yasimilado por los distintos Peses y que ha gozado de unapopularidad muy superior al resto de los deportes (el ftbols conocido en Inglaterra con el nombre de

  • t46 Norbert Elias

    la atencin en el exrranjero que en la propia Inglaterra2; eltrmino ingls

  • =---

    r48 Norbert Elias

    frecuencia tras modificaciones apropiadas, en otras lenguas.En Francia conserv su forma original. En Alemania setransform sin gran dificultad en . En Espaa seconvirti en ftbol con derivados tan significativos como y

  • -1t0 Norbert Elias Deporte y uiolencia

    religiosas de la Edad Media estaban frecuentemente acom-paadas por juegos de pelota bastante violentos entreciudades o corporaciones rivales. Prefiguran los grandesdeportes-espectculo del siglo XX: ftbol, beisbol, tenis,ftbol americano, etc. Con la revolucin industrial demediados del siglo XVIII y Ia introduccin posterior de losdeportes entre las actividades regulares fuera de las horas deestudio en las Public Schools por Thomas Arnold (hacia1830) se produce un impulso que conduce al gran desarro-llo del deporte durante la dcada victoriana en Inglaterra. Elrestablecimiento de los Juegos Olmpicos en Atenas en 1896corona el renacimiento atltico del siglo XIX. A comienzosdel siglo XX el inters por los deportes cmpetitivosalcanza una nueva cima, y pese a las dos guerras mundiales ya orros numerosos conflictos, este inters contina cre-ciendo>.

    Como puede comprobarse, este resumen expone undeterminado nmero de hechos concretos y ocasionalmen-te hace alusin a una explicacin: el fomento del deportegracias a la iniciativa de Thomas Arnold. Pero no sirvedemasiado parc aclanr los numerosos problemas noresueltos que permanecen subyacentes. Cmo explicar, porejemplo, la

  • 152 Norbe't Elias

    Antigedad que, desaparecido durante la Edad Media,reaparece en nuestra poca por razones desconocidas? Losjuegos de competicin de la Antigedad manifiestan, comolos actuales, una sensibilidad relativamente elevada, alprohibir que los adversarios se inflinian mutuamenteheridas graves para placer del pblico? O ms bien latendencia a presenrar el movimiento deportivo modernocomo heredero de la Antigedad no es ms que una de esasleyendas ideolgicas que sirven para reforzar la unidad de unmovimiento lleno de tensiones y de conflictos y realzar assu atractivo y su prestigio? Un estudio especfico de lascondiciones concretas que expliquen la gnesis y lastransformaciones del movimiento deportivo contempor-neo mostrara, sin duda, que los juegos de competicin decarcter deportivo, del mismo modo que los Estadosindustriales en los que se inscriben, ofrecen determinadascaractersticas especficas.

    El grado de violencia legtima

    Profundizando un poco ms, se puede comprobar fcil-mente que los juegos de competicin de la Antigedadclsica, que suelen presentarse como el paradigma de losdeportes, se diferencian notablemente de nuesrras competi-ciones deportivas y se han desarrollado en condiciones muydiferentes. Aunque la mayor parte de los textos modernostienden a minimizar las diferencias y a subrayar las seme-ianzas, imponindonos as una visiri deformada de nuestrasociedad, de la sociedad griega y de lo que las une, el ethos delos participantes, los criterios rnediante los que eranjuzgados, las reglas de las competiciones y los propiosresultados son muy diferentes. En la medida en que renemostendencia a considerar lqs competiciones de la Antigedadcomo la encarnacin del ideal deportivo contemporneo ysobre todo en la medida en que esperamos ver confirmadaesta hiptesis en los textos antiguos, tendemos a descuidarlos datos que la contradicen o a tratarlos sistemticamen-te como casos excepcionales. Bastar subrayar un rasgo que

    DePorte Y aiolencia I53

    ilustra especialmente bien las diferencias de estructura entrelos iuegos de competicin de la Antigedad clsica y los dei;; ;;;ilxix v xx. Las reglas de ls.encuentros atlticosuru, tales cbmo el boxeJo la lucha libre' toleraban en laA;;il on ltuao de violencia fsica mucho ms elevadoo,r" ?l admitid por las reglas mucho ms detalladas yiiferenciadas de Is correspondientes deportes contempo-rneos. Y, por otra Parte, stas ltimas. no 'son costumbresri""-t.gf"t^ escritas, sometidas. explcitamente a crticasrazonadas y u aorr...iones' Leios e.constituir un hechoJrl";,

    "i uyo, grado de violecia fsica de los juegos de.la

    ;;tg.;J ,.nuj" a las formas especficas de organizacin. ito.i"ad' griega y, en concre, al.nivel de desarrollo;q;;6 po, lJqu uctuulmente denominados or,ganzacinestltal, u.i.o*o por la monopolizacin de la violencia fsica

    -i-m|l U.u ,not'opoiitucin y. un control de la.iiolenciu relativamente fuertes y estables si los compara-;;; .;" los existentes en las Ciudades-Estados griegas1"". .L monopolio y el control-institucional de la violen-;; Jrti* eran' rudimentarios' Se podra Pensar que laior-u.in del Estado, la formacin e la conciencia moral';i ;;. el nivel de violencia fsica admisible y el um.bral de,apugrr"ttai" para emplearla o enfrentarse con ella sondiferentes y mantienn relaciones especficas segn losJii"t..,.t Lstadios de desarrollo de las sociedades; essorpr.nd.rrte constatar hasta qu .Punto se cumplen estaslip?i.tit en el caso de la Greci clsica siguiendo:l -99t1:;;;;;;i.;"do por la teora de los procesos de civilizacin8'

    El sentimiento segn el cual l valor humano de unasociedad disminuye iuando se admite que el nivel de,i.i".i" fsica toierado en ella es elevado y que el senti-;i;;,; de repulsin hacia espectculos en los que las;;;;;"t-;. hran o se mataban entre s' es menor que elnuestro, suPone un importante. obstculo para comPren-il; i;t dife'rencias del iesarrollo histrico' uno de cuyos;t.l.t it constituye la comparacin entre los iuegos de

    E N. ELf^s, tJber den Prozess der Ziuilisatiott'1939\.

    1976 (1.^ ed., Bale,

  • 154 Norben Elia.r Deporte y uiolencia lttlas exigencias a que se ven sometidos dado que no existe unamonopolizacin efectiva y un control de la violencia fsica enlas relaciones entre los diferentes Estados. De aqu se derivaun desdoblamiento de la moral y una escisin de Iaconciencia contempornea.

    Contradicciones de este tipo pueden observarse tambinen otros estadios del desarrollo de las sociedades; en elestadio tribal el control de la violencia es casi siempre msfuerte en el interior de los grupos sociales que entre losgrupos, a diferencia de Io que ocurra en las Sociedades-Estados griegas en donde la diferencia entre estos dosniveles era relativamente escasa si la comparamos con hoy.Numerosos indicios sugieren que la disparidad existenteentre, por una parte, el nivel de seguridad fsica, de controlsocial e individual de las pulsiones violentas y de laconciencia adquirida hoy en los Estados I, por otra, el nivelde seguridad fsica y de regulacin social de los sentimientos

    -ypor intermitencia- de los actos de violencia entre losEstados es actualmente mayor que nunca. La inseguridadentre los Estados no ha decrecido aunque haya quien estdispuesto a pensar que el nivel de seguridad fsica entiempos normales es mayor en los Estados industriales queen otras sociedades menos . En el estadioactual del desarrollo social los conflictos violentos entreEstados siguen siendo incontrolables para los que estnimplicados en ellos; debido a esto las normas del com-portamiento civilizado son relativamente dbiles y la inte-riorizacin de los tabs sociales relativos a la violenciafsica, la formacin de la consciencia, son momentneos ypoco slidos. Y si bien los conflictos y las tensiones en elinterior de los Estados industriales han llegado a ser, salvoexcepciones, menos violentos y en cierto modo ms fcilesde controlar esto se debe al resultado de un desarrollo noplanificado y no al mrito de las generaciones actualesincluso si stas tienen tendencia a considerarlo positivo y ajuzgar a las generaciones pasadas, cuyo umbral de repul-sin hacia la violencia fsica era ms alto (por ejemplo, enlas relaciones entre dirigentes y dirigidos), como si el decre-cimiento de su propio umbral de repulsin fuese una

    competicin antiguos y contemporneos. En el caso de laLrrecra ctslca parece difcil poder conciliar el alto valornumano que tradicionalmente se confiere a sus realizacio_nes en el- campo de la filosofa,las ciencias, t",

    "r,..1-tupoesa y la . lu9 para nosorros supone su dbilrepulsin hacia las violencias fsicas. Es precisamente la in_correca comprensin del proceso de civi-lizacin, la ,.n..,-cia dominante a emplear trminos tales como ", expresin de juicios de uuloi .r;;;;;;iaDsoluros y detrnitivos, lo que puede conducir a contradic_ciones aparenremente irreiolutles como Ia anterior. Alhaber sido educados en conformidad con lu organizu,ci!social y en el control especfico de los i.r.tru.,.rr,o" .violencia caractersticos de los nrruJr-irraurrriul.r-ul,*t.JI-rt:g:.^"3._*ls,particulares de autocontrol.., io ;;rerere a las pulsiones violentas, aplicamo, uuto_ticu_mente estos criterios para. juzgar las transgresiones, ya seproduzcan en nu..trJ socida o ," huy"r, producido enotras situadas en otros estadios de desairoll. Una ,..,ri_bilidad acenruada respeco a actos de violencia, sentimien_tos.de repugnancia a especrculos que superan el nivel deviolencia rolerada en l vida cotiianu, sentimientos deculpabilidad respecro a las propia, nirrccio.r.r, u_"tu

    .o.r-ciencia> constituyen algunos iniicadores de lus ief.rrs;r;;las proteccrones que nos proporciona la inreriorizacin deesos criterios. No obstante-, en perodos como los actuales enlos que existe una violenciu pat-**e en ros asuntosinternacionales esras defensas interiiizadu,

    .o.r,iu-i",pulsiones violentas siguen siendo inevitablem..r,. in"riu_bles y frgiles. Estn nti.ruu-..r,.rometidas "

    pr.riorr.,sociales contradictorias: por una parre las que fuur.n-u'alto grado de aurocontrl en las'relaciones humanas en elinterior de una nacin especfica, l- p., orra, las quefavorecen.el debilitamie'to " .r. .trrrrJl e incluso incitana Ia violencia en las relacion.,

    .rr,r. Jif.r.n,., Er;;;;.l,"t pliT.ju: explican el nivel relativamente alto desegurldact tislca, aunque no psicolgica, del que disfrurana*ualmente los ciuddarro, d. los"Esiados ;."r;p;;:neos; estas defensas entran constantemente en conflic con

    i

    I

  • rr6 Norbert Elia.rconquisra personal.

    El nivel de violencia fsica observado en los juegos decompeticin del pasa.do es con frecuencia juzgadldil;esros crirerios. Ha.bitualmente no distinlu.; ;;'l;;transgresiones a las reglas de control d. h ;;i;";;;vrgentes en nuesrra sociedad y los actos en aparienciasemejantes que han tenido lugr en otras sociedades conotras norrnr: y 9r.r" nivel de violencia tolerado. Nuestroreflero emocional inmediato nos conduce con frecuencia alyg1::1.^dujr,su" tienen .rir.r. Jif"renres de control yoe repulston de la violencia como si sus miembros tuuie,_sen la posibilidad. de elegir ..,rr,

    "*o, criterios y losnuesrros y se decidiesen por la solucin. i en_o-nsecq;ncia experimentamos en relacin a ellos la mismarmpreslon de superioridad moral que sentimo,

    "n "uarrrupropia sociedad respecto a criminales cuya condu*a nosparece

  • lt8 Norbert Eliat Deporte y aiolencia

    ms tarde una esrarua en la plazadel mercado de su ciudad 10.Esta parece haber sido una prctica habitual. Si un hombreresultaba muerto durante una competicin de las grandesfiestas era sacralizado como uencedor; el supervivint. ,roera castigado salvo con la prdida de la corona

    -unaprdida muy imporrante-; pero, por lo que se sabe nin-guna marca social infamante recaa sobre 1. El luchador depancracio contaba entre los riesgos que poda correr, con laTyerle, heridas graves y en ocasiones quedar lisiado de porvida. Se puede medir la diferencia que Lxiste entre la luihaen tanro que deporte y la lucha como en ladescripcin siguiente:

  • l@

    t4 Cf. N. Er-fas, ,Bitisb loamal of Sociology. I (4), diciembre, 19j0.r; Fnosrnaro, op. cit., cap. ll.

    Deporte y uiolencia

    los tiempos de los ejrcitos hop'litas, pero la relacin eramucho ms estrecha de la que existe hoy en los Estadosindustriales entre las tcnicas deportivas de combate y lastcnicas de los combates militares. Probablemente Filostra-to no estaba muy alejado de la verdad cuando afirmaba queen otros tiempos los juegos de competicin eran consi-derados como una preparacin para la guerra, y la guerracomo un ejercicio destinado a la competicin 1. El ethos delos juegos de competicin de las grandes fiestas griegas eratodava el reflejo del de los heroicos antepasados rePre-sentados en la epopeya homrica. En cierto modo estaimagen se perpetuaba de generacin en generacin paraservir de instrumento a la educacin de la juventud. Enmuchos de sus aspectos coincida con el erho de osten-tacin que regulaba las rivalidades de estatuto y de poderentre lites nobles de diversas sociedades. Tanto en el juegocomo en la guerra la prctica del combate estaba centradaen una ostentosa representacin de las virtudes guerreras,lo que qonstitua uno de los medios para recibir los mselevados elogios y honores en el interior del grupo, o paraproporcionrselos al propio grupo, a los parientes o a laciudad. Si vencer constitua un motivo de gloria no lo eramenos ser vencido, como Hctor lo fue por AquiJes, con talde que se hubiese luchado con todas las fuerzas hasta quedarlisiado, herido o muerto, es decir, incapacitado para seguirluchando: victoria o derrota dependan de los dioses. Loinfamante y vergonzoso era abandonar la victoria sin unademostracin suficiente de bravura y de resistencia. Pro-longando esta lnea del ethos guerrero se entiende que unjoven o un hombre muerto en uno de esos combatesolmpicos de lucha libre o de boxeo haya alcanzado la gloriade la victoria para su clan y para su ciudad y que elsuperviviente

    -el - no fuese ni castigado niestigmatizado.Los juegos griegos no obedecan en absoluto al espritu

    de la . Conviene asociar la historia del etbosingls de la lealtad, cuyos orgenes no son militares, con la

    Norbert Elias r61

    solamente en la forma, sino tambin en la finalidad y en elethos este tipo de combate es diferente del boxeo comodeporte. Esto sucede en general con todos los kagn>griegg!, y as por ejemplo, el etbos del pancracio procedams directamente del etbos del combate de una ariitocraciaguerrera que de los encuenrros deportivos. Es preciso situarel ethos de las competiciones deportivas en la tradicin deun pas que, de forma ms clara que ningn otro paseuropeo, organiza de forma original la guerra martima, yposee una armada de guerra diferente de los ejrcitos detierra 14. Sus grandes propietarios agrcolas, la aristocracia yla- poseen un cdigo de comportamiento qu., diferencia del que adoptan la mayor parie de las otras ilasesaltas en Europa, no se inspira directmenre en el cdigo delhonor caracterstico de los oficiales de los ejrcitos de lierra.. .Al igual que las otras formas de enrrenamiento y delucha que tenan lugar en las Ciudades-Estado griegas, y adiferencia del boxeo ingls de los siglos XVIIi y tX, el griego era considerado no slo un juego, sinotambin un enrrenamiento para la guerra. por elo Filos-trato

    -

    seala que la tcnica del pancracio proporciongrandes servicios a los. ciudadanos griegos durante labatalla de Maratn que termin en una brahunda gene-ralizada, y lo mismo sucedi con los esparranos quecombatieron a puetazos en las Termpilai cuando iusespadas y sus jabalinas se destrozaron rt. En la poca en laque escribe Filostrato, bajo el Imperio romano, ls guerrasno l1s hacan ejrcitos de ciudadanos sino soldados profe-sionales de las legiones romanas. La diferencia entre la iecnicamilitar y las estrategias de guerra se haba profundizado enrelacin a la tcnica de lucha tradicional e los juegos decompeticin. Es comprensible, pues, que el griegolilos_trato recuerde. la poca clsica con una cierta nstalgia. Contoda seguridad, las tcnicas de guerra y las de los jriegos noestaban tan ntimamente ligadas como l afirma, incl-uso en 1it'

    i

    t FrLosrnaro, op. cit.. cap. 43.

  • =-

    r62 Norbert Elias Deporte y uiolencia

    desplazarse rpidamente de izquierda a derecha, o deadelante hacia atrs: en el cdigo de los guerreros, recularefa un signo de cobarda, esquivar los golpes del adversariosalindose de su lnea constitua un deshonor. Como losguerreros en el cuerpo a cuerpo los boxeadores debanmantenerse firmes y no ceder terreno. Un buen boxeadorposea una defensa impenetrable y fatgando a su adver-sario poda ganar sin recibir heridas; pero si el combateduraba mucho tiempo un juez poda pedir a los adversa-rios que encajasen y devolviesen golpe por golpe sindefenerse hasta que uno de los dos quedase fuera decombate. Este tipo agonstico de boxeo pona elacento en elpunto culminante, en el momento decisivo, el de la victoria la derrota, considerado la parte ms importante y mssignificativa del enfrentamiento, ms importante que elpropio juego, y que era tanto una prueba de resistenciafsica y de fuerza muscular como de destreza. Orejashinchadas, dientes rotos, narices machacadas constituanhechos frecuentes, del mismo modo que heridas gravesen los ojos y en la cabeza. Eiemplo de ello es la historia queha llegado hasta nosotros de esos dos boxeadores queaceptan intercambiar golpe por golpe. El primero le da ungolpe en Iacabeza a su adversario sin derribarlo; cuando bajala guardia ste le pega bajo las costillas con la mano abierta,le abre el costado con sus duras uas, le arranca lasentraas y lo mata rs.

  • 164 Norbert Elia.r Deporte y aiolencia r65

    perdi su vida en el estadio. Esta crtica, formulada en l8g2por Adolf Boettic_her, uno de los primeros especialistascontemporneos de los juegos olmpicos, sigue siendo vlidahoy. Los boxeadores, al igual que sus colegas de lucha libreo del pancracio, estaban decididos a vencer a cualquierprecio.>le

    Si los hechos parecen ciertos, no resulta igual con su inrer-pretacin. La cita anterior represenra un ejemplo casi para-digmtico de la incomprensin a la que se e*pone., loi queutilizan de forma incontrolada e implcita su propio umbialde repugnancia respecto a determiados tips dl violenciafsica, y lo emplean como patrn de todai las sociedadeshumanas, independientemente de su estructura, de suestadio de desarrollo social y ms en concreto del nivelalcanzado en la organizacin y el control de la violenciafsica (aspecto del desarrollo s

  • r6 Norbert Eliasf.uerza y la belleza corporal no parecen jugar en esre campoun papel tan importante (si bien la televisin puede suriirsus efectos en este mbito). El hecho de que una de lasnaciones ms poderosas de nuesrro tiempo haya elegido unhombre paraltico para desempear la'funcin ,pr.*uresulta en este sentido sintomtico.

    En las Ciudades-Estado griegas las cosas sucedan de otr

  • 168 Norbert Elias

    de aminorar el placer que el arte griego nos proporciona, elconocimiento de estas relaciones objetivas ms bien lorefuerzan.

    Sensibilidad a la violencia y civilizacin

    Comparando los niveles de violencia caractersticos delos juegos de la Grecia clsica o de los rorneos y los juegospopulares de la Edad Media con los de los actuales deportesde competicin se hace perceprible una dinmica especialdel proceso de civilizacin. El estudio de un aspectoconcreto, en este caso el grado de civilizacin que semanifiesta en los juegos antiguos, resulra inapropiado eincompleto si no se lo relaciona con orros aspectos de lasociedad; en suma, el nivel de civilizacin de los juegos decompeticin y sus variantes resulran incomprensibles si nose los conexiona, al menos al nivel de violencia social-mente tolerada, al nivel y a la organizacin alcanzada por elcontrol de la violencia y, correlativamente, a la formacinde la conciencia en las distintas sociedades consideradas.Pongamos otro ejemplo. En el siglo XX Ia masiva masa-cre de pueblos derrotados por los nazis provoc unarepulsin casi mundial. El recuerdo de estos hechos hamarcado Ia imagen internacional de Alemania. La impre-sin fue tan importante que muchas personas han vividocon la ilusin de que tales atrocidades ya no volveran aproducirse en esre siglo. Al admitir implcitamente que loshombres se haban hecho ms >, que estabainscrito en su naturaleza el hecho de que se hubiesenconvertido en sujetos

  • t7r170

    sociedades humanas han sufrido un proceso de civilizacintan limitado e inesrable como sus efectos. En la Antigedadgriega y romana, la masacre de toda la poblacin maiculinade una ciudad vencida y conquistada, y la conversin enesclavos de sus mujeres y nios inspiran piedad, pero noprovocan ninguna condena general. Nuestras fuentes mues-tran que, aunque de forma espordica, se produjeron conregularidad muertes masivas durante todo.este perodo22.La masacre integral de los enemigos era, a veces, elresultado del furor de un ejrcito amenazado o frustradodurante largo tiempo

    -como restimonia por ejemplo lamasacre que los ciudadanos de Crotona hicieron sobre lossibaritas-, y, en ocasiones, el era tambin unacto premeditado que rena como objetivo aniquilar la fuerzamilitar de un Estado rival; tal fue el caso de Argos, cuyopoder_militar fue aniquilado por orden del generl espr-tano Cleomenes, que mand eliminar a todoi los hombrescapaces para la guerra. La masacre de la poblacin masculi-na de Milo ordenada por Ia Asamblea de los ciudadanos deAtenas en el ao 4IJ antes de Cristo, descrita por Tucdi-des con gran expresividad es el resultado de una confi-guracin comparable a la que condujo a la ocupacin rusa deChecoslovaquia en 1968. Los atenienses consideraban Milo,que tena para ellos una importancia estrattica especial ensu lucha contra Esparta, como una parte de su imperio.Ante la resistencia de sus habitantes, mataron a loshombres, vendieron a las mujeres y a los nios comoesclavos y colonizaron la isla con colonos atenienses.Algunos griegos consideraban la guerra como el modonormal de relaciones entre Ciudades-Estados, guerra quepoda ser interrumpida mediante tratados de duracnlimitada. Los dioses, por boca de sus sacerdotes, y losescritores podan desaprobar esre ripo de masacres; pero elnivel de respecro a lo que dnomi-namos

  • t72 Norbert Elia.r

    2, F. ScnvNr, Die Menchenopfer bei den Griecben and Ronern,Giessen, A. Topelmann, 191t.

    Deporte y uiolencia 173

    aproxima a nuestro tipo de formacin de la conciencia, Peroesta ((voz interior>> tan altamente individualizada como sequiera, conserva de algn modo el carcter de un geniotutelar. En otros trminos, el grado de individualizacin y deinteriorizacin de las normas y de los controles sociales queencontramos en Scrates (por medio de Platn) era sin dudaun fenmeno excepcional en aquel tiempo. Es muy signifi-cativo que el griego clsico no Posea un trmino espe-cializado para decir conciencia; se utilizan en vez de con-ciencia un cierto nrnero de palabras tales como ,, , etc., Pero si se mira atentaEenteuno se da cuenta pronto que ninguna de ellas es especfica yque cada una cubre un espectro mucho ms amplioreenviando entre otras a la nocin de no tena para los anriguos griegos laconnotacin de horror que tiene para las nacioes > del siglo XX2l.-Todos los escolares griegos cultosc

  • 174 Norben Elias Deporte y uiolencia 175

    utilizar barreras interiorizadas para controlar sus pulsio-ngs violentas y doblegar sus pasiones. Es preciro ,roobstante aadir que eran (o al menos lo eran sus lites)mucho ms capaces de contenerse a nivel individual que lofueron sus ancestros del perodo pre-clsico como aiesti-guan la evolucin de las representaciones de los diosesgriegos, la crtica de su arbitrariedad y de su ferocidad. Si setiene en cuenra el estadio particular del proceso de civili-za.cin-que representa la sociedad griega en la poca de lasCiudades-Estados independientes, se puede cmprenderms fcilmente

    -comparado con el nestro- el iarcterviolentamente apasionado de los antiguos griegos cuyosactos eran perfecramente compatibles con la- armonacorporal, el equilibrio,la gracia aristocrrica y la fiereza demovimientos reflejadas en la escultura griega..

    Pgr ltimo, puede resultar til fijarsen otro aspecto delas relaciones exisrentes entre el nivel de violencia inscritoen las formas griegas de los juegos de competicin y de laguerra, por una parte, y determinadas caractersticas es_tructurales de la sociedad griega, por otra. Incluso en Atenasla proteccin de la vida de ls ciudadanos no estabaasegurada como est hoy al convertirse en un asunto exclu-sivo del Estado. Cuando alguien era eliminado o herido,incluso en_la Epoca Clsica, era ste un motivo para que susparientes lo vengasen y ajustasen cuenras. El grupo fami-liar jugaba un papel rnucho ms importante que ahbra en laproteccin del individuo conrra la violencia,lo que signifi-caba que todo hombre normalmenre consrituido deLa de"estardispuesto a defender a los miembros de su familia o, llegadoel caso, a batirse para vengar o contribuir a vengar u ,fu,i.,pariente. Incluso en el interior de una Ciudad-Estdo el elgeneral de violencia fsica y de inseguridad era relativa-mente alto, lo que contribuye a explicar que el nivel derepulsin respecro a los dolores o heridas sufridas, o res-pecto a su manifesracin pblica, era ms bajo que lossentimientos de culpabilidad relativos a los acios deviolencia, los cuales estaban menos profundamenre enrai-zados en los individuos: en una sociedad as organizada,estos sentimientos constituiran un serio bndicap.

    Algunas sentencias de Demcrito, extradas de la expe-riencia social comn a todas las gentes de la poca, puedenquiz ayudar a comprender mejor estas diferencias. Mues-tran que el

  • 176 Norbert Elia.r Deporte y aiolencia t77

    a las innovaciones y descubrimientos cientficos, as como aldesarrollo de un instrumental conceptual. Limitado posi-blemente a lites muy reducidas, este fenmeno estuvoseguido en las sociedades posteriores de Roma y de laAntigua Europa por un largo perodo de

  • :^*

    178 Norbert llli.r

    ms pujante de descubrimient

  • Deporte 7 uiolencia 181r.80 Norbert Elia.r

    una manifestacin de que el grado de sensibilidad pblicarespecto a la violencia fsica es superior al de la GreciaAntigua y por supuesto al de los y la ahaEdad Media?

    Esta perspectiva de larga duracin permite captar mejorel problema de la sociognesis del deporte. Sera necesarioque determinsemos las caractersticas especficas del proce-so de formacin del Estado Ingls y, correlativamente de laformacin de la conciencia en relacin a los mbitos ligadosa la transformacin de los juegos tradicionales de com-peticin. Avanzando un poco ms podramos tambin pre-guntarnos cules son los aspectos de la configuracingeneral de los Estados y de su desarrollo que explican, espe-cialmente en los siglos XIX y XX, la difusin y la unifi-cacin del deporte, o al menos de determinados deportes, enun principio en Europa y en la actualidad en todo el mundo.Del mismo modo que no se puede explicar el desarrollo delos Juegos Olmpicos en la Antigedad sin comprender laestructura de la > y la de las relaciones entre lasCiudades-Estado del mundo griego que entraban en compe-ticin mediante juegos tradicionales u otros del mismo tipo,tampoco se puede explicar el desarrollo de los JuegosOlmpicos del siglo XX sin comprender la multiplicacin dejuegos deportivos practicados siguiendo las mismas reglasen casi todos los pases del mundo. De qu funcionessociales generales tuvo que desprenderse el deporte para quetipos de deporte tan numerosos hayan podido implantarseen pases con estructuras que nos parecen a los contem-porneos totalmente diferentes por no decir incompatibles yopuestas? Han cambiado estas funciones durante los siglosXIX y XX? Se ha debilitado el control de la violencia fsica,se ha elevado el umbral de sensibilidad respecto a ella o msbien es slo una ilusin debida a nuestro insuficienteconocimiento de las normas del pasado?

    He aqu algunos de los problemas que se presentancuando se analizan los juegos de competicin, teniendo encuenta el nivel de conrrol de la violencia y el correspon-diente umbral de sensibilidad. EI inters de este tipo deanlisis comparativo se har cada vez ms patente en la

    medida en que nos demos cuenta de que el tipo altamente.;;ril d! control de la violencia-caracterstico de los5;;;il;-dot ,.a.pot'.s> no, puede ser comprendido ais-ladamente. Existe en la actualidd una creciente tendencia a;;;;;; la sociologa del deporte como si ste existiese-d;;il;;;;;; f" o"* asPectos de la sociedad' Al igualt;.,., ru i"*"ia' la iiencia.u otros objaos socigl-Ji.l, . .rioio, el deporte tiene ciertamente un relativoltudo de autonoma, pero en realidad'.en tanto que manl-festacin rePresentativa de las sociedades contemporneas',ro por".

    -, qo. una autonoma relativa en relacin a otrasulif.r,u.ior,"i d" dichas sociedades (pese a esto la socio-i;;i;'.pt* tiende a ser tratad" como una especia-lidad absolutamente autnoma)' Pata aclarat las relacionesexistentes entre la .,ttt""'u y las funciones sociales deldeporte y otros aspectos de la sociedad' es convenienteadootar una perspectiva de larga duracin

    -la perspectivag.ti"isi." ' y ieiar de considerar el deporte como unhecho natural; es preciso Preguntarse cmo y por qu se ha;;;;.i. .r," f"tt-eno' El objeto de este artculo no esi;;;;;.l*t !i ptout.-u c"uttto plantearlo mostrandoo".. ti bien los iuegos de competicin son comunes aH;;;t;.t.dted la f.rma prticular denominada