el santuario. esteban bohr

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* El Santuario Siendo que en el Apocalipsis se hace mencin del Santuario, sus muebles y el sacerdocio, cre necesario dedicar todo un captulo a este singular tema. El estudio cuidadoso del Santuario y todo lo referente a l es vital para la comprensin de las profecas, tanto de Daniel, como del Apocalipsis. El santuario (llamado tambin tabernculo por estar cubierto por una tienda de campaa) era el centro del culto hebreo. Su comienzo se remonta a la salida del pueblo de la esclavitud egipcia. Fue en la falda del monte Sina que se erigi el primer tabernculo. El sistema de sacrificios se origin en el mismo huerto de Edn. Una vez hubo pecado, el hombre tena que ofrecer una vctima para que fuera sacrificada en su lugar. Vemos en la Biblia como los antiguos patriarcas levantaban altares y hacan sacrificios. Esta obra se limitaba al padre de familia. l deba ensear a sus hijos la necesidad de presentar a Dios un animal, el cual casi siempre era un cordero, derramar su sangre y quemar su cuerpo. As el ser humano se reconciliaba con Dios. Aunque nos parezca repugnante, este acto era la forma en que Dios educaba al pueblo respecto a lo que significaba el pecado y el costo del mismo: el sacrificio del Hijo de Dios. Recordemos que Cristo vino y fue sacrificado unos 4,000 aos despus de la creacin. Los sacrificios continuaron en la poca patriarcal, hasta que Dios indic a Moiss: Y me han de hacer un santuario, y yo habitar entre ellos (xodo 25:8). Dios, no slo indic los materiales con que se construira el santuario, sino que orden sus medidas exactas. Mira, dijo el Seor, hazlo conforme al modelo que se te mostr en el monte (xodo 25:40). Ese modelo es lo que Pablo llama el verdadero tabernculo (Hebreos 8:2), el cual est en el cielo. Este es el ms amplio y ms perfecto tabernculo, no hecho de manos, es a saber, no de esta creacin. (Hebreos 9:11) Los artfices del santuario fueron tambin escogidos por Dios. Aholiab y Bezaleel estaban a la cabeza de los constructores de esta obra. De Bezaleel dice Dios: Mira yo he llamado por su nombre a Bezaleel Y lo he henchido de espritu de Dios, en sabidura, y en inteligencia, y en ciencia, y en todo artificio, para inventar diseos, para trabajar en oro, y en plata, y en metal (xodo 31:2-4) Al llamado de Moiss, el pueblo don oro, plata, bronce y lino en abundancia para la construccin de lo que sera la habitacin de Dios en medio de su pueblo. El santuario habra de ser construido de tal forma que pudiera armarse y desarmarse con relativa facilidad y ser trasladado a los lugares que Dios indicara. * La Construccin del Santuario Siguiendo la orden de Dios, Moiss se dio a la tarea de la construccin del tabernculo. El atrio o patio era muy amplio, de unos 75 pies por 150. A cada lado haban 20 columnas de bronce con bases y capiteles de plata. Entre ellas haban cortinas de lino. A la entrada haba un hermoso pabelln con unas ricas cortinas de lino y adornadas con rojo y carmes. En l se hallaban dos muebles.El primero era el altar de los sacrificios. Era de madera recubierto de bronce y sobre l se ofreca un cordero en la maana y otro a la puesta del sol. Esta era lo que se llamaba holocausto u ofrenda del todo quemada. Entre el altar de bronce y la entrada al santuario se hallaba la fuente de bronce o lavatorio. Esta fue construida con los espejos de bronce que las mujeres israelitas trajeron de Egipto. En esta fuente los sacerdotes se lavaban los pies y las manos antes de entrar en el recinto santo. El santuario estaba cubierto por cuatro cortinas. La primera del interior era de lino, prpura y carmes, con bordados de querubines. La segunda era de pelos de cabras. La tercera de cueros de carneros teidos de rojo. La cuarta era de pieles de tejones. El significado de la palabra hebrea para tejones es incierto. Algunos creen que se trataba de una especie de foca, pero nada es seguro. Lo importante es que eran pieles, de color pardo grisceo y que eran fuertes, para resistir el clima severo de la pennsula sinatica. Esta ltima cortina le daba al tabernculo un aspecto poco agradable. Lo importante es que la belleza del santuario estaba en su interior. El santuario estaba dividido en dos compartimientos. El primero, llamado lugar santo, meda unos 17 pies de ancho por 35 de largo y 17 de alto. Al frente estaba el velo, ricamente bordado, entre cinco columnas de madera cubiertas de oro. Sus paredes eran de tablas cubiertas de oro con bases de plata. En l haban tres muebles. El primero, a la izquierda, era el candelabro de siete brazos, hecho de oro slido, con figuras de almendras, manzanas y flores. Frente al candelero estaba la mesa de los panes. Era de oro, con una cornisa alrededor y sobre ella se colocaban dos hileras con los panes de la proposicin, los cuales eran cambiados cada sbado. En el centro, y frente al velo divisor, estaba el altar del perfume. El mismo era de madera cubierta de oro y sobre l arda el incienso diariamente. El velo divisor estaba entre cuatro columnas de madera cubiertas de oro con capiteles y bases de plata. Este velo era muy rico, decorado con querubines y divida el lugar santo del santsimo. El compartimiento ms importante del santuario era el lugar santsimo o santo de los santos, puesto que all se manifestaba la presencia de Dios o la santa Shekina. Tena forma de cubo, pues meda unos 17 pies de ancho por 17 de largo y 17 de alto. En este haba slo un mueble: el arca del pacto. < Esta era una caja de madera cubierta de oro. Sobre ella estaba el propiciatorio, que era una plancha de oro slido con una moldura alrededor. Sobre este fueron colocados dos querubines hechos de oro slido. Con sus alas cubran el arca y ambos miraban hacia abajo. Dentro del arca, y por orden de Dios, Moiss coloc las dos tablas conteniendo lo 10 mandamientos, indicando que esta ley es el fundamento del gobierno divino. Ms tarde se puso dentro de ella la vara de Aarn que reverdeci y un recipiente con man. * Los Servicios del Santuario Los cultos del santuario se dividan en dos: el diario o continuo y el servicio anual, llamado la fiesta de la expiacin (Levtico 23:26). En el libro de Levtico encontramos las diversas leyes respecto a los sacrificios. Toda persona deba acudir al tabernculo con una ofrenda por el pecado. Si el individuo era rico, su ofrenda haba de ser un becerro. Otros menos pudientes traan un cordero y los ms pobres dos trtolas o dos palominos. Lo importante es sacrificar a un animal que servira de substituto del pecador. La persona pona sus manos sobre la cabeza del animal, luego lo sacrificaba y con su sangre el sacerdote rociaba el santuario, demostrando que el pecado pasaba del individuo al animal y del animal al santuario. Esos pecados acumulados por todo el ao contaminaban el santuario y era necesario un culto especial para purificarlo. Con el sumo sacerdote oficiaban 24 sacerdotes, los cuales eran cambiados cada dos semanas. Cada sacerdote tena una obra que realizar en el servicio del santuario. Zacaras, padre de Juan el Bautista, era de la orden de Abas, esto es, la orden del incienso. Algunos eran cantores, que dirigan al pueblo en las alabanzas a Dios. El mover y armar el tabernculo era obra exclusiva de los sacerdotes. Todos ellos vivan en sus tiendas alrededor del tabernculo. El libro de Levtico, en el captulo 16, se presentan todos los detalles de la festividad anual. Luego de hacer un sacrificio por s y por su casa, el sumo sacerdote escoga dos machos cabros y los presentaba frente al tabernculo. Ambos no podan tener defectos. Luego echaba suerte sobre ellos, uno por Jehov y otro por Azazel. La razn por la cual los dos animales tenan que ser sin defectos era justamente eso: uno de ellos representara a Cristo. Este era sacrificado y con su sangre se efectuaba la expiacin. Antes de proseguir con el interesante relato del da de la expiacin, es necesario saber quin era Azazel. La versin en el idioma latn de la Biblia, realizada por Jernimo, llamada La Vulgata, tradujo la palabra como macho cabro emisario. Esto ha dado lugar a la teora de que este chivo, al igual que el otro, es smbolo de Cristo. Pero la literatura juda nos dice que Azazel es un demonio del desierto. (Vea apndice.) Con la sangre del macho cabro el sumo sacerdote entraba, por nica vez en el ao, al lugar santsimo. El derramaba parte de la sangre sobre el propiciatorio, y estaba un buen tiempo all, confesando lo pecados del pueblo e implorando la misericordia divina. Mientras l estaba en el lugar santsimo, el pueblo alrededor, dirigido por los sacerdotes, hera sus pechos y confesaba sus pecados. Este da era tan solemne, que era la nica fiesta donde se requera humillacin (Levtico 23:26-30). Por no poder hacer obra alguna en ese da, este era llamado sbado. Al terminar su obra frente al arca del pacto, el sacerdote sala y purificaba los muebles del santuario y luego, fuera del tabernculo, confesaba los pecados ya expiados sobre la cabeza del otro macho cabro y lo enviaba al desierto por un hombre escogido de la congregacin. Sin agua ni comida animal mora al poco tiempo. Tradiciones judas dicen que era despeado para que muriera. Este animal no poda representar a Cristo porque no era sacrificado. No expiaba el pecado, sino que cargaba con la culpa de ellos. Algunos preguntan, cmo es posible que se haga una fiesta para expiar los pecados del pueblo si ya se ofrecan sacrificios de expiacin en los servicios diarios? La respuesta es sencilla: Todos los sacrificios que se ofrecan eran efectivos dependiendo de lo que se realizara el da de la expiacin. He aqu la importancia de la celebracin de ese da especial. Aun hoy los judos celebran esa fiesta a la que llaman El Da del Perdn. En el idioma hebreo el nombre es Yom Kippur, lo que puede entenderse como El Da del Juicio.* El Simbolismo del Santuario El santuario y sus servicios estaba cargado de simbolismos. El mismo santuario representaba a Cristo. Por fuera era poco agradable, pero por dentro era deslumbrante. El oro de las tablas y los muebles reflejaba la luz de las luminarias del candelero. Los ricos bordados de las cortinas, todo era una obra de arte. Esto simboliza la grandeza de Cristo. l dej su gloria celestial para venir a este oscuro mundo a convivir con una humanidad cada. l vel su Divinidad con humanidad. El altar de bronce representa el sacrificio de Cristo. La fuente de bronce representa la purificacin que Jess hizo por nosotros. Algunos ven en ella un smbolo del bautismo. Esta fuente o lavatorio fue construida con los espejos de bronce que las mujeres hebreas trajeron de Egipto. Es interesante que Santiago compara la ley de Dios con un espejo. La violacin de los preceptos del Declogo nos convierte en pecadores. Al acudir a Cristo, recibimos la limpieza de nuestras faltas. El candelero representa a Cristo que es la luz del mundo. En Apocalipsis Cristo dice que las luminarias representan a la iglesia, a quien l le dijo: Vosotros sois la luz del mundo. La mesa de los panes tambin representa a Cristo, que es el pan de vida. El altar del incienso es smbolo del sacrificio de Cristo. Tambin Apocalipsis dice que el incienso representa las oraciones o acciones justas de los santos. El arca representa el trono de Dios. Dentro de ella fueron colocadas las dos tablas conteniendo los diez mandamientos. Esta santa ley es el fundamento del gobierno de Dios. Mientras el pueblo de Israel viajaba por el desierto, el santuario era armado y desarmado a la orden de Dios. Esta orden divina era evidenciada por la nube o el fuego que se levantaban o asentaban en lugares diversos. Veamos esta interesante cita: Y segn se alzaba la nube del tabernculo, los hijos de Israel se partan: y en el lugar donde la nube paraba, all alojaban los hijos de Israel. Al mandato de Jehov los hijos de Israel se partan; y al mandato de Jehov asentaban el campo todos los das que la nube estaba sobre el tabernculo, ellos estaban quedos. Y cuando la nube se detena sobre el tabernculo muchos das, entonces los hijos de Israel guardaban las ordenanzas de Jehov, y no partan. Y cuando suceda que la nube estaba sobre el tabernculo pocos das, al dicho de Jehov alojaban, y al dicho de Jehov partan O si dos das, o un mes, o un ao, mientras la nube se detena sobre el tabernculo, quedndose sobre l, los hijos de Israel se estaban y no se movan: mas cuando ella se alzaba, ellos movan (Nmeros 9:15,18-22). Hay unas palabras que Moiss deca al moverse el Santuario, que son un cntico a Dios: Cuando el arca se mova, Moiss deca: Levntate, Jehov! Que sean dispersos tus enemigos y huyan de tu presencia los que te aborrecen! Y cuando ella se detena, deca: Descansa, Jehov, entre los millares de millares de Israel. (Nmeros 10:35,36) El pueblo israelita tena gran respeto por el santuario y todos sus muebles. Slo los Levitas podan trasladar, armar y desarmar las piezas del tabernculo.* El Santuario Celestial En el captulo siguiente veremos la visin que Juan tiene del Santuario celestial. Esta expresin la sacamos de las muchas veces que la epstola a los Hebreos la menciona. Veamos este texto: As que, la suma de lo dicho es: Tenemos tal pontfice que se sent a la diestra del trono de la majestad en los cielos; ministro del santuario, y de aquel verdadero tabernculo que el Seor asent y no hombre (Hebreos 8:1,2).Cuando a Moiss se le orden construir el tabernculo, estas fueron las palabras de Dios: Y mira, y hazlos conforme a su modelo que te ha sido mostrado en el monte (xodo 25:40). Por lo tanto, el Santuario que Moiss construy era una copia del verdadero tabernculo el cual est en el cielo. Este Santuario es el ms amplio y ms perfecto tabernculo, no hecho de manos, es a saber, no de esta creacin (Hebreos 9:11).La realidad del Santuario celestial la vemos a menudo en Apocalipsis. En el captulo 1ro. Juan ve a Cristo entre siete candeleros, que es mueble del lugar santo. En el captulo 6 pueden verse las almas bajo el altar, expresin referente al altar de los sacrificios. Luego, en el captulo 8:3,4, se menciona el altar del incienso y en el captulo 11:19 se habla del arca de su testamento. El captulo 16 y el verso 17 menciona el templo del cielo. El Captulo 15:5 habla del momento en que el templo del tabernculo del testimonio fue abierto en el cielo, alusin al fin del ministerio sacerdotal de Cristo. Estando en la tierra, Cristo no ministr en el templo, donde se hallaban los muebles del Santuario. l no era de la familia de Lev, ni descendiente de Aarn; por lo tanto no tena derecho a ejercer el sacerdocio. Sin embargo, Pablo menciona el sacerdocio de Cristo como del orden de Melquisedec (Hebreos 6:20). Por qu? Para ministrar en el Santuario del cielo, Cristo tena que ser revestido de Sumo Pontfice. Como no descenda de Aarn, Dios le concede un ttulo mayor, la descendencia de Melquisedec.No hay un personaje ms extrao e interesante que Melquisedec. Aparece en la Escritura de forma fugaz. Se le da el ttulo de Rey de Salem, lo cual significa Rey de paz. Se dice de l que era sacerdote del Dios Alto. Abraham lo reconoce como mayor que l al darle los diezmos del despojo de la guerra y recibir de l la bendicin. Es hermoso saber que el sacerdocio de Cristo viene de este linaje. Mientras estuviera el santuario terrenal, y se llevaran a cabo en l sacrificios de animales, el Santuario celestial no estaba en vigencia. Una vez Cristo muere, y se rompe el velo del templo, comienza una nueva era, que la Biblia llama el Nuevo Pacto. El templo judo pierde su importancia y la vista de todo creyente es puesta en el cielo, donde Cristo, nuestro Sumo Pontfice ministra en su favor. La uncin de Jesucristo como Sumo Sacerdote del Santuario celestial se efectu unos das despus de su ascensin. El momento del derramamiento del espritu Santo en Pentecosts fue la seal de que Cristo estaba siendo glorificado (Vea Juan 7:38,39). Como el sumo sacerdote en el culto levtico era asistido por 24 sacerdotes, Juan ve a 24 ancianos (ministros) sirviendo con el Cordero en el Santuario del cielo. (Vea comentario de Apocalipsis 4.) As como el sacerdote ministraba en el servicio diario o continuo, Cristo estuvo ministrando en lo que equivale al lugar santo por algn tiempo. No es que Jesucristo no tuviera acceso al lugar santsimo del santuario celestial. Como Hijo de Dios y parte de la Divinidad celestial, Cristo se sent a la diestra de Dios, el Padre. Ese lugar donde est el trono es el lugar Santsimo y le pertenece, como Soberano del universo. Pero su labor sacerdotal se limit al lugar santo, hasta que en algn momento entrara a su obra final de expiacin en el lugar Santsimo, ya como el sumo Sacerdote. Nos dice la Biblia cundo entr Cristo en la segunda fase de su ministerio? S. Basta con estudiar las profecas de Daniel 7,8 y 9.* La Visin de Daniel 8 Dos aos despus de la visin de las cuatro bestias, Daniel nos presenta otra visin. Esta vez ve un carnero que, aunque tena dos cuernos, uno se levantaba ms que el otro. Este carnero es vencido por un macho cabro, el cual tena un cuerno notable entre sus ojos. El ngel Gabriel aparece para explicarle al profeta la declaracin de la visin. Veamos las palabras del mensajero celestial: He aqu yo te ensear lo que ha de venir en el fin de la ira: porque al tiempo se cumplir. Aquel carnero que viste, que tena cuernos son los reyes de media y de Persia. Y el macho cabro es el rey de Javn (Grecia): y el cuerno grande que tena entre sus ojos es el rey primero (Daniel 8:19-21) La frase al tiempo se cumplir es traducida en otras versiones como el tiempo del fin, expresin muy comn en el libro de Daniel. El fin de la ira y el tiempo del fin es indicio de que esta visin se ha de prolongar hasta el tiempo de las plagas y la segunda venida de Cristo. Algunos intrpretes han tratado de ubicar estos acontecimientos, en das de Antoco Epfanes y los Macabeos, cosa que es imposible, si visualizamos el alcance de la visin. Otros tratan de reinterpretar Daniel 8 a la luz de acontecimientos recientes, aduciendo que la visin es para el fin de los tiempos. Insistimos en que parte de la visin es para el fin, pero no podemos olvidar la parte histrica, que nos ayuda a ubicarnos correctamente en la profeca. El rey primero de Grecia es Alejandro Magno, hijo de Filipo, rey de Macedonia. Al morir este, indicado en la profeca cuando estaba en su mayor fuerza, surgen cuatro otros cuernos hacia los cuatro vientos del cielo, alusin a los cuatro puntos cardinales. En profeca los cuernos representan reyes o reinos. La muerte de Alejandro a la corta edad de 32 aos, dej a Grecia sin caudillo, ya que el rey no dej hijos legtimos. Luego de varios aos de lucha y confusin, los cuatro generales de Alejandro: Casandro, Lismaco, Seleuco y Ptolomeo se dividieron el territorio griego. Ptolomeo tena a Egipto, Palestina y parte de Siria: Casandro dominaba Macedonia con soberana nominal sobre Grecia: Lismaco tena Tracia y una gran parte de Asia Menor: y Seleuco posea la mayor parte de lo que haba sido el imperio Persa: parte del Asia Menor, el norte de Siria, Mesopotamia y el oriente . Una gran potencia poltica aparece luego de la hegemona de los cuatro cuernos. Esta es representada por otro cuerno que surge. Veamos el texto: Y del uno de ellos surgi sali un cuerno pequeo, el cual creci mucho, al medioda, y al oriente, y hacia la tierra deseable (Daniel 8:9). Pareciera decir que este cuerno sale de uno de los cuernos anteriores, pero la parte final del verso 8 dice que estos cuernos salan hacia los cuatro vientos del cielo, cosa que corrobora Daniel 11: 4. Es de uno de esos vientos que surge ese cuerno o imperio. La preponderancia de este reino es tal que se le asigna gran parte de la profeca. Decir que ese cuerno es Antoco Epfanes es imposible, ya que este era parte de los Selecidas, que era uno de los cuatro reinos. Ciertamente Antoco fue sumamente cruel contra los judos y profan el templo, pero la profeca apunta hacia un poder mucho mayor y destacado ampliamente en Daniel y Apocalipsis. De uno de esos vientos aparece en el escenario histrico Roma. Pero la profeca no se limita a la Roma de los csares, sanguinaria y perseguidora de la naciente iglesia cristiana. Tambin, y con ms nfasis en la profeca, ese cuerno se refiere a Roma papal, la cual existe desde comienzos del siglo 6to. de la era cristiana hasta nuestros das. Los versos 9-12 y 23-25 describen asombrosamente a este poder religioso-poltico. En la interpretacin que el ngel da en el verso 23, dice que este gran cuerno surgir cuando se cumplirn los prevaricadores. Esta expresin es una obvia alusin a Roma pagana. Este imperio cay en el 476 de la era cristiana, pero ya desde mediados del siglo 4to., cuando Constantino mud la capital del imperio al Bsforo. el obispo de Roma comenz a destacarse como un lder poltico. La historia medieval est llena de datos sobresalientes de la soberana papal, as como sus persecuciones implacables contra diversos grupos cristianos. Una comparacin entre el cuerno pequeo que crece en Daniel 7, este cuerno de Daniel 8 y la bestia de Apocalipsis 13, nos lleva a la certeza de que se refiere al papado. Son tantas y tan claras las semejanzas que no tenemos otro camino a seguir, sino el de identificar a este gran poder poltico con Roma papal. (Lo veremos en el comentario del captulo 13 de Apocalipsis). La terrible obra de este cuerno, de levantarse contra el prncipe de la fortaleza, quitar el continuo, echar por tierra el santuario y de destruir al pueblo de los santos, hace que haya gran conmocin entre los santos ngeles del cielo. Daniel est maravillado mientras escucha un dilogo entre dos santos: Y o a un santo que hablaba y otro de los santos dijo a aquel que hablaba: Hasta cundo durar la visin del continuo sa crificio y la prevaricacin asoladora que pone el santuario y el ejrcito para ser hollados? (Daniel 8:13) La prevaricacin asoladora o prevaricacin del asolamiento se refiere al cuerno o Anticristo. El mismo Jess mencion a este poder como futuro en la profeca de Mateo 24. Por lo tanto no puede referirse a Antoco Epfanes ni otro reino posterior, sino a uno que vendra ms tarde en la era cristiana. La pregunta de uno de los ngeles trae la interesante respuesta del otro: Y l me dijo: Hasta dos mil y trescientos das de tarde y maana; y el santuario ser purificado (Daniel 8:14). Qu significa esta purificacin del santuario? Obviamente no se refiere al santuario o templo de Jerusaln el cual estaba en ruinas tanto como la ciudad. Tampoco puede referirse al templo que sera ms tarde reedificado. Otra cosa interesante es que no puede referirse a das literales, ya que la cifra de 2,300 tardes y maanas, apenas llegan a 6 aos y 20 das, tiempo imposible para la obra de restauracin del templo y reanudar los sacrificios, si es que se quiere tomar la porcin de la profeca como literal.Muchos objetan el estudio de este tema, aludiendo que no es importante. Pero todo estudioso de las profecas sabe que estas profecas de tiempo s son importantes. No es un mero juego de nmeros, sino un mensaje importante de parte de Dios. La expresin tarde y maana debe tomarse como plural. As la traducen algunas versiones bblicas. La palabra da ha sido introducida en el texto por algunos traductores por entender que estas palabras representan justamente eso. En ningn lugar del captulo 8 se halla algo que explique el misterio de las tardes y maanas. El ngel se limita a decir a Daniel: Y la visin de la tarde y la maana (los 2,300 das) que est dicha es verdadera; y t guarda la visin, porque es para muchos das (verso 26).. Es interesante notar la importancia que el mensajero del Seor da a esta porcin de la visin, diciendo que es para muchos das, o para un trmino largo. Adems se le pide al vidente que la guarde. Qu significa esto? La visin es muy importante y Daniel debe estar consciente de sus palabras. Pero, Y que significa? El captulo 8 termina con Daniel enfermo, y luego de su convalecencia continu con su trabajo en la corte del rey. En cuanto a la visin de las tardes y maanas, se nos dice que l estaba espantado acerca de la visin, y no haba quien la entendiese. Daniel, como la mayora de los judos, estaba ansioso porque Jerusaln fuese restaurada y el templo de Jehov fuese de nuevo el centro del culto al Dios del cielo. El captulo 9 nos presenta a Daniel buscando luz para entender la porcin de la visin que le preocupaba. Siendo que la parte de la visin que no entenda tena que ver con tiempo, se nos informa que l mir atentamente en los libros el nmero de los aos del cual habl Jehov al profeta Jeremas que haba de concluir la asolacin de Jerusaln en setenta aos (Captulo 9:2). Es claro que el estudio no le ayud mucho y recurre al arma ms eficaz de los hijos de Dios: la oracin. Los versos 4 al 19 recogen la oracin sincera de este siervo de Dios. Entre alabanzas a Dios y confesin del pecado, Daniel menciona lo que es el corazn de su oracin: Jerusaln, tu santo monte y el santuario asolado. En cuanto a pedido, podemos ver el amor de este profeta por su pueblo, al concluir su oracin, diciendo: Oye, Seor, oh Seor, perdona; presta odo, Seor, y haz; no pongas dilacin, presta odo, Seor, y haz; no pongas dilacin, por amor de ti mismo, Dios mo: porque tu nombre es llamado sobre tu ciudad y sobre tu pueblo (verso 19). Como respuesta inmediata al pedido del profeta, el ngel Gabriel es enviado de nuevo a ayudarle. Veamos las significativas palabras del mensajero del cielo: Daniel, ahora he salido para hacerte entender la declaracin. Al principio de tus ruegos sali la palabra, y yo he salido para ensertela, porque t eres varn de deseos. Entiende pues la palabra y entiende la visin (versos 22,23). El ngel fue enviado al profeta para hacerlo entender la visin. A qu visin se refera? En los versos 1-19 no hay visin alguna, mas bien una oracin. La nica respuesta posible es que el ngel viene en ayuda de Daniel para que entienda la porcin de la visin registrada en el captulo 8: los 2,300 das. Pero Gabriel le menciona otra cifra. Veamos: Setenta semanas estn determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para acabar la prevaricacin, y concluir el pecado, y expiar la iniquidad, y para traer la justicia de los siglos, y sellar la visin y la profeca, y ungir al santo de los santos (verso 24). La palabra traducida determinadas tambin significa cortadas, substradas o descontadas. Lo que obviamente indica que esta nueva cifra de tiempo debe ser descontada de los 2,300 das. Setenta semanas equivalen a 490 das, que, descontndolos de los 2,300 nos quedan 1810 das. Es tambin claro que tanto los 2,300 como los 490 das se refieren a aos. La razn es simple: los acontecimientos descritos que habran de suceder en las setenta semanas tienen relacin con el sacrificio de Cristo, que acontecera unos cinco siglos ms adelante. Adems no es la primera vez que Dios usa ese sistema. Lo vemos en Nmeros 14:34 y Ezequiel 4:6. El punto de partida para ambas cifras es la salida de la palabra para restaurar y edificar a Jerusaln (verso 25). Hubo tres decretos de reyes Medo persas para la reedificacin de la ciudad de Jerusaln; el de Ciro, en el 536 AC.; el de Daro, en el 519 AC. y el de Artajerjes en el 457 AC. Aunque con los dos primeros decretos hubo un grupo numeroso de judos que fueron a reedificar la ciudad, la obra qued inconclusa por diversos problemas. Algunos indican que el punto de partida debe ser el primer decreto, el de Ciro, ya que la profeca de Isaas presentaba a este como el que habra de liberar a su pueblo cautivo. Es cierto que Ciro hizo esa obra, pero, por qu la profeca apunta hacia tres decretos? Adems, partiendo del ao del decreto de Ciro jams se podr colocar las partes de la profeca de las 70 semanas en fechas correctas. Fue el decreto de Artajerjes, descrito en el captulo 7 de Esdras, el ms completo y definitivo. Artajerjes subi al poder en el ao 464 AC, por lo tanto el ao sptimo de su reinado fue el 457 (Vea apndice). Segn Esdras 6:14, los judos edificaron, por el mandamiento del Dios de Israel y por el mandamiento de Ciro, y de Daro, y de Artajerjes, rey de Persia (Esdras 6:14). Los dos primeros eran prcticamente iguales, ms bien el de Daro confirmaba el de Ciro, pero el de Artajerjes contena, no slo el permiso oficial para la obra de reedificacin de la ciudad y el templo, sino que, adems, conceda a Esdras autorizacin para restaurar el culto a Dios y establecer un gobierno autnomo en toda la regin. Dio a Esdras una guardia personal, su propia ofrenda para los sacrificios del templo y cartas para los gobernadores de alrededor para que, no slo permitieran la obra, sino que, adems, les proporcionaran todo lo que Esdras demandare, hasta cien talentos de plata, y hasta cien coros de trigo, y hasta cien batos de vino, y hasta cien batos de aceite, y sal sin tasa (Esdras 7:22). La profeca asignaba para la obra de reedificacin y edificacin 7 semanas, o 49 aos (Daniel 9:25). Comenzando en octubre del ao 457 AC, llegamos al 408 AC. Luego, hasta el Mesas Prncipe, tomara 62 semanas o 434 aos. Notemos que esta cifra es mayor, lo cual indica que tomara unos aos de la era cristiana. Al restar 408 de 434, tenemos 26 aos. Pero al cruzar de era AC. a DC. hay que aadir un ao, ya que no existe un ao 0, por lo tanto llegamos al 27 DC. En este ao, siendo Jess como de treinta aos (Lucas 3:22), comenz su ministerio indicando: El tiempo es cumplido y el reino de Dios est cerca: arrepentos y creed al evangelio (Marcos 1:15). Obviamente el tiempo que se haba cumplido es el del aparecimiento del Mesas (Cristo, en griego). Alguien podra preguntar por qu Jess contaba 30 aos en el ao 27, siendo que la era DC. debe comenzar con el ao 1 en que Jess naci. El problema es que el contar AC y DC se comenz para el siglo 4to. Un hombre llamado Dionisio el Exiguo hizo la tremenda obra de calcular las fechas, partiendo de los reinados de los monarcas y gobernadores de las diferentes naciones. Pero se equivoc en cuanto al nacimiento de Cristo partiendo del ao de la fundacin de Roma. Se pudo hallar el error de Dionisio al corroborar que Herodes el Grande, autor de la matanza de los nios de Beln, muri 4 aos antes de Cristo nacer, cosa que sera imposible. La cronologa del obispo Usher, que es la ms difundida, coloca el nacimiento de Cristo 4 aos antes de la era AC. Sin embargo, hay historiadores que la colocan 5, 6, 8 y ms antes de la poca fijada. Creemos que la cronologa de Usher es la ms creble y ms lgica. Luego del ao 27 en que se cumplieron las 7 y 62 semanas, nos queda an una semana para que se cumplan las 70 asignadas a los judos y su ciudad. La profeca de Daniel 9 nos da unos claros detalles: Y despus de las sesenta y dos semanas se quitar la vida al Mesas , y no por s (verso 26). Podra alguien dudar que ese Mesas se refiere a Jesucristo? Siendo que esta profeca es poco entendida y enseada en el mundo religioso y otros le dan interpretaciones forzadas, no falta quien diga que este Mesas es algn lder judo de la poca de los Macabeos. El problema con esta interpretacin es que dice que el Mesas no muri por s. La versin Ncar Colunga vierte esta parte del texto de la siguiente manera: sin que tenga culpa. De quien quin puede decirse eso sino de Cristo? l no mereca morir por cuanto nunca cometi pecado. Pero su sacrificio en la cruz es garanta para todo pecador de que Jehov carg en l el pecado de todos nosotros (Isaas 53:6). Cundo morira el Cristo? El texto dice que en algn momento luego del ao 27 en que terminaron las 62 semanas. El verso 27 nos da el momento exacto: A la mitad de la semana har cesar el sacrificio y la ofrenda. Partiendo de octubre del ao 27 DC, llegamos a abril del 31. En ese ao, y en el mes exacto, Cristo muri en la cruz del Glgota. El relato del evangelio de Mateo nos indica que el velo del templo se rompi, de alto a bajo, indicando el cese del sistema de sacrificios. El verso 24, donde el ngel dice a Daniel los acontecimientos que habran de suceder en las setenta semanas, menciona acabar la prevaricacin y concluir el pecado, lo que puede pasar slo cuando Cristo consuma su sacrificio por el pecado del hombre. Adems de sacrificarse por la raza cada, el Mesas habra de traer la justicia de los siglos. Esta expresin puede verse nicamente a travs de la justificacin por la fe de Cristo, tema apasionante en las epstolas paulinas. Es intil que el ser humano pueda hallar justificacin por s mismo, aun guardando todos los mandamientos de la ley de Dios y los preceptos mosaicos. No hay justo, ni an uno, son palabras del salmista que Pablo repite en Romanos 3:10. Somos salvos por su vida, dice el apstol en Romanos 5:10. Es justamente la vida inmaculada del Cordero de Dios la que recibimos en el instante que le aceptamos como Salvador. Esa es la justicia de los siglos que se nos presenta en el clmax de las 70 semanas de Daniel 9. Aun queda la otra mitad de la ltima semana. Y en otra semana confirmar el pacto a muchos (Daniel 9:27). En octubre del ao 34 DC, al culminar el tiempo asignado a la nacin juda, sucedi un evento que nos muestra el cumplimiento de esta profeca. Los judos apedrearon a Esteban, el primer mrtir cristiano. Con este acto indicaron que, no slo rechazaban a Jesucristo como el Mesas, sino a su mensaje y a su iglesia. Ese acto sell su rebelin contra Dios y su Ungido y perdieron su lugar como nacin de Dios. El reino de Dios les fue quitado y dado a gente que haga los frutos de l (Mateo 21:43). En Pentecosts, luego del discurso de Pedro, 3,000 judos se convirtieron al Evangelio. Estos constituyeron el ncleo de la iglesia de Cristo. Luego del apedreamiento de Esteban, se convirti Saulo de Tarso y el Evangelio llega a los gentiles, que son lo muchos que habla Daniel 9:27, entre los cuales el pacto sera confirmado. Una vez culmina el tiempo dedicado a los judos, la nacin de Dios la componen todos los creyentes, tanto judos como gentiles. Es por eso que Pedro anuncia a la iglesia: Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nacin santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciis las virtudes de Aquel que os ha llamado de las tinieblas a su luz admirable (1 Pedro 2:9). Segn lo indicado por Gabriel, las 70 semanas eran descontadas de los 2,300 das o aos. Al descontar los 490 de los 2,300 nos quedan 1810 aos, que, aadidos al ao 34 nos llevan al 1844. Qu deba suceder al culminar los 2,300 aos, segn Daniel 8:14? El Santuario haba de ser purificado. Vimos que el santuario terrenal era purificado cada ao en la fiesta de la expiacin. Aunque en el ritual judo haban sacrificios de expiacin, era necesario esta fiesta anual para limpiar el santuario de las contaminaciones que se hacan diariamente. Pero, como hemos visto, el santuario estaba asolado, junto con el templo y la ciudad. Hacan muchos aos que los sacrificios no se realizaban. Por lo tanto esta purificacin en Daniel 8:14 tiene otro significado. Una vez el Mesas muere, el santuario terrenal, con todo su ritual, festividades y sacerdocio, pierde su vigencia, para dar lugar al Santuario celestial, centro de la mediacin de nuestro Sumo Pontfice: Cristo Jess. Segn el sacerdote en el ritual que era sombra de lo verdadero, tena un ministerio dividido en dos faces, as Cristo, al ascender al cielo, comienza su primera fase en lo que equivale al lugar santo. Esto no quiere decir, segn lo expuesto anteriormente, que Jess no poda estar en el lugar santsimo, donde se encuentra el arca, smbolo del trono celestial. Como Dios l tena acceso a ese lugar, pero como sacerdote se limit a lo que sera el lugar santo del santuario celestial. Por eso Juan lo ve entre los candeleros, desde donde l ministraba a su pueblo. Esta parte de nuestra interpretacin de Daniel 9 es contradicha por algunos, alegando que Cristo entr al lugar santsimo al ascender al cielo en el ao 31. Basan su interpretacin en el texto de Hebreos 9:12, el cual dice que Jess entr una sola vez en el santuario. Esta versin de la Biblia Reyna Valera es la del 1909, la que ha servido para traer el mensaje de Dios por tantos aos. Pero la Sociedad Bblica present una revisin en el 1960, donde presenta el texto como que Cristo entr una sola vez en el lugar santsimo. As tambin lo presentan otras versiones modernas. Esa no es una traduccin, mas bien es una interpretacin, ya que la misma palabra griega que traducen como lugar santsimo, la traducen santuario en otros lugares. Esa contradiccin de los revisores y traductores ha dado lugar a que muchos se confundan. Luego de su ascencin, Cristo se sent a la diestra de Dios en el lugar santsimo, puesto que ah est el trono de Dios y a l le corresponde como miembro de la Divinidad. Pero como sacerdote entr en lo que equivale al lugar santo, para iniciar su obra de intercesin por su pueblo. Algo extrao es que el autor de la epstola a los Hebreos, a pesar de que presenta tan ampliamente el ritual levtico, no menciona ni remotamente dato alguno sobre Daniel 8 y 9, que tan claramente presenta el asunto del santuario. Cmo entender esto? Sencillamente, el autor no tuvo luz de parte de Dios para entender esos pasajes. Fue luego del 1798, ao en que comenz el tiempo del fin, que las profecas de Daniel seran abiertas. (Vea Daniel 12:4.) Apocalipsis 11:19 presenta la apertura de la segunda fase del ministerio sacerdotal de Cristo: Y el templo de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su testamento fue vista en su templo. Siendo que en la poca neotestamentaria no existen los sacrificios de animales, el santuario celestial se contamina mediante las obras escritas en los libros, los cuales son abiertos en esta fase primera del juicio (Daniel 7:10). El principal libro es el de la vida, donde estn escritos los nombres de todo los profesos creyentes. El juicio, pues, es la revisin de los nombres del libro de la vida, comparados con las obras registradas en los otros libros. Jess es claro al indicar que los nombres pueden ser borrados, al decir: Al que venciere, no borrar su nombre del libro de la vida (Apocalipsis 3:5). Desde 1844 Cristo est oficiando en el Santuario celestial, en el lugar santsimo. Nosotros estamos viviendo en la poca de la expiacin final. El juicio comenz por los muertos. As lo declara la profeca de Apocalipsis 11:18: Y se han airado las naciones, y tu ira es venida, y el tiempo de los muertos para que sean juzgados, y para que des el galardn a tus siervos los profetas, y a los santos que temen tu nombre, a los pequeitos y a los grandes, y para que destruyas a los que destruyen la tierra. Pronto terminar esta fase del juicio y comenzar por los vivos. T y yo tenemos que comparecer ante el tribunal de Cristo. Pero nada tenemos que temer si contamos con nuestro Abogado Jesucristo. l tomar nuestro caso y responder por nosotros. Una vez cada caso sea juzgado, la obra sacerdotal de Cristo terminar, se vestir de sus ropas regias y se alistar para venir a la tierra por los suyos. El da de la expiacin, como hemos visto, termina cuando el sacerdote, una vez culminada su obra en el lugar santsimo, salga afuera y eche los pecados expiados sobre el macho cabro escogido para Azazel. Este era conducido fuera del campamento a un lugar desierto donde mora por falta de agua y alimento. Esto se ha de cumplir cuando Cristo eche los pecados sobre Satans, una vez culmine la fase primera del juicio. Durante el milenio, Satans estar en la tierra desolada y vaca, cargando con los pecados que hizo cometer al pueblo de Dios. Finalizado el milenio, l ser destruido junto con sus ngeles y todos los impos. Entonces la tierra ser limpia para siempre de toda contaminacin y ser la morada eterna de los redimidos de Jehov.

*********************** ----------------------------- *********************1. Tu camino oh Dios, est en el santuario. En el santuario encontramos el camino para llegar al mismo trono de Dios. Y en este seminario vamos a estudiar el trono de Dios, representado en ese santuario. El santuario tena tres divisiones bsicas.

Lo que se conoce como el atrio o la corte, es el patio exterior. All se encontraban el altar del sacrificio

El lavacro, la fuente de agua.

Luego vena la parte llamada el Lugar Santo

donde se encontraba la mesa de los panes de la proposicin, el candelabro todo de oro y el altar del incienso. Finalmente, el Lugar Santsimo.

donde haba solamente un mueble, el arca del pacto.

Cuando comparamos esto con el plan de salvacin, nos damos cuenta que esas tres divisiones del santuario, las tres partes de las cuales estaba compuesto, nos hablan de la obra de Cristo en tres fases para nuestra salvacin. La corte, el patio o el atrio del templo, donde estaban el altar y el lavacro, representan la obra de Cristo en esta Tierra. En Isa. 66:1 dice:" el Cielo es mi trono y la Tierra el estrado de Mis pies". La parte exterior al tabernculo propiamente dicho, representa la obra de Cristo en esta Tierra. Lo que l hara aqu para nuestra redencin. El altar de bronce bruido. El bronce representa sacrificio.Al pie del cual se derramaba la sangre, representa la muerte del Seor Jess, para el perdn de nuestros pecados. Representa la justificacin. El lavacro representa la limpieza del pecado. Es la obra que Cristo hace en el alma, en el corazn creyente. No solamente nos perdona el pecado, sino tambin nos limpia de toda maldad. Esto representa la muerte de Cristo, y el lavacro representa Su resurreccin. El bautismo est simbolizado tambin por el lavacro, ya que en el bautismo somos sepultados con Cristo para muerte y resucitamos a una nueva vida en Cristo Jess. 1. Luego viene la parte llamada el Lugar Santo, y ese es el prximo paso en la vida cristiana. Hay muchos que se quedan al pie de la cruz toda su vida. Hay muchos que no progresan ni pasan ms all del altar. Todo el tiempo necesitan estar confesando sus mismos pecados. Ni siquiera se lavan en la fuente. Solo piden perdn por sus pecados, pero no creen en el poder de Cristo de transformarlos y resucitarlos a una nueva vida. Pero despus de esta obra, que est representada en la conversin, el altar y el lavacro representan el arrepentimiento al pie de la cruz, la conversin y la transformacin, el nuevo nacimiento a travs del agua. El que no naciere del agua y del Espritu no puede entrar en el reino de los cielos. Pero despus del nuevo nacimiento, despus de la conversin, entonces viene la santificacin. La santificacin representada en el Lugar Santo. Y tenemos all los tres elementos que Dios nos da para nuestra santificacin. 1. Los panes de la proposicin, que representan la Palabra de Dios. Santificados por la Palabra.

2. Luego el altar del incienso que representa la oracin. La intercesin de Cristo en nuestro favor. Ese altar, que tena 4 cuernos, representando el poder sin lmite de Cristo, para llenarnos con la fuerza de vivir una vida santa para l. Y ese poder se obtiene en el altar de la oracin. Es justamente en el altar del incienso donde recibimos el poder para vivir una vida santificada.

3. Y el tercer elemento de nuestra santificacin es el candelabro, que representa el Espritu Santo.

Son los tres elementos usados para nuestra santificacin. La Palabra de Dios, la intercesin de Cristo y la obra del Espritu Santo. Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espritu Santo. Los tres trabajan para nuestra redencin. El Espritu Santo nos da luz del entendimiento y nos ayuda a brillar por Cristo. Esto representa tambin el servicio cristiano. Porque el Espritu Santo es dado para testificar. Y recibiris poder cuando venga sobre vosotros el Espritu Santo y seris testigos. La testificacin est representada en el candelabro. Vosotros sois la luz del mundo. Tenemos que brillar en nuestro servicio para Cristo Jess. Y estos tres elementos nos llevan a la santificacin. A travs de esos tres canales, Dios va santificando nuestra vida y hacindola a la imagen de Su amado Hijo. La Palabra de Dios, la oracin y el servicio. Son los tres elementos tangibles, visibles en nuestra vida, que nos llevan a la santificacin.1. Y con eso entonces llegamos detrs del velo. En el Lugar Santsimo. Hoy en da le llamamos a la tierra de Palestina, la tierra santa. Pero si Palestina era santa, era porque era la tierra en la cual estaba la ciudad santa. La ciudad de David, la ciudad del Rey de reyes, la ciudad de Sin. Jerusaln se le llama en la Biblia la ciudad santa. Sin Jerusaln Palestina no sera santa. Pero entrando un poco ms adentro todava, Israel es tierra santa porque en ella estaba Jerusaln, que es la ciudad santa de Dios. Pero en Jerusaln, Jerusaln no sera ciudad santa, de no estar en ella el monte santo. El monte santo es lo que haca santa la ciudad de Jerusaln. El monte de Sin. El monte de Dios. As se le llama en la Biblia. El monte santo. Pero, por qu era santo el monte santo? Porque sobre ese monte estaba construido el templo de Dios, el santuario de Dios en esta Tierra. As que Israel era santa porque estaba en ella Jerusaln, la ciudad santa. Jerusaln era santa porque estaba en ella el monte santo. Y el monte era santo porque en este monte estaba el templo de Dios, que es santo, su santuario. Y por qu era santo el santuario? Porque tena el Lugar Santsimo en l. Y por qu era santsimo el Lugar Santsimo? Porque el arca del testimonio estaba en el Lugar Santsimo. La parte ms sagrada de todo el servicio del santuario, se encuentra en el Lugar Santsimo. El arca del pacto y del testimonio. Y por qu era santa el arca del pacto? Por qu era algo tan sagrado? Porque dentro del arca del pacto se encontraba la santa ley de Dios. Imagnense. Todo es santo por la ley de Dios que es santa. Y por qu es santa la ley de Dios? Porque representa el carcter santo de Dios. Lo ms sagrado en el tabernculo es la ley de Dios. Y esa ley estaba dentro de un arca, el arca del pacto. Y Dios dio instrucciones de como deba construirse esa arca, en forma especfica. Vamos a leerlo en el libro de Exo. 25, all estn las instrucciones de como deba construirse el arca del pacto. Versculo 10-22, dice all: "harn tambin un arca de madera de acacia, cuya longitud ser de dos codos y medio, su anchura de codo y medio y su altura de codo y medio. Y la cubrirs de oro puro por dentro y por fuera. Y hars sobre ella una corniza de oro alrededor. Fundirs para ella cuatro anillos de oro que pondrs en sus cuatro esquinas. Dos anillos a un lado de ella y dos anillos al otro lado. Hars unas varas de madera de acacia, las cuales cubrirs de oro. Y meters las varas por los anillos a los lados del arca, para llevar el arca con ellas. Las varas quedarn en los anillos del arca y no se quitarn de ella. Y pondrs en el arca el testimonio que yo te dar. Y hars un propiciatorio de oro fino, cuya longitud ser de dos codos y medio y su anchura de codo y medio. Hars tambin dos querubines de oro labrados a martillo. Los hars en los dos extremos del propiciatorio. Hars pues un querubn en un extremo y un querubn en el otro extremo. De una sola pieza con el propiciatorio hars los querubines en sus dos extremos. Y los querubines extendern por encima las alas, cubriendo con sus alas el propiciatorio. Sus rostros volteados el uno frente al otro, mirando hacia el propiciatorio los rostros de los querubines. Y pondrs el propiciatorio, o sea la tapa del arca, encima del arca. Y en el arca pondrs el testimonio que yo te dar. Y de all, de en medio de los querubines, hablar contigo sobre el propiciatorio. De entre los dos querubines que estn sobre el arca del testimonio, todo lo que yo te mandare para los hijos de Israel."

Las instrucciones dadas para construir el arca eran muy especficas. El arca deba ser hecha de madera de acacia. Y deba ser recubierta por fuera y por dentro de oro fino. La palabra arca quiere decir un lugar de refugio. En la Biblia se mencionan solamente dos arcas. Una es el arca de No. Que sirvi de refugio para No y su familia y los animales en medio del diluvio. Y la otra arca es el arca del testimonio o el arca del pacto, que sirvi de refugio para recibir en su seno las dos tablas de piedra escritas con el dedo de Dios. El arca es el lugar de seguridad. El lugar de seguridad para la ley de Jehov. Esta ley fue puesta dentro del arca y cubierta con el propiciatorio, que es un smbolo del trono de Dios, el rey del universo. El propiciatorio, la tapa del arca, representa el trono de Dios. Porque l se manifestaba en medio de los dos querubines de oro. El propiciatorio, la tapa, y entonces el artista ha cortado simulando una abertura para poder ver las dos tablas de piedra que estaban dentro del arca. En medio de los dos querubines de oro, hechos de una sola piedra de oro junto con el propiciatorio, se manifestaba la presencia de Dios. Dice all, yo hablar a ti en medio de los dos querubines de oro, encima del propiciatorio y te dir todo lo que debes decir al pueblo de Israel. Entre los dos querubines haba un claro de gloria indescriptible. Una luz potente, un brillo sobrenatural, que no sala del oro ni de ninguna luz dentro del santuario, sino que era la gloria de la presencia divina escondida en medio de la nube de gloria, estaba la presencia del Dios de Israel. Por as decirlo, sentado sobre Su trono de gloria, con dos querubines, uno a cada lado. El arca entonces, con su propiciatorio, representa el trono de Dios. Estos dos querubines, que estaban a ambos lados mirando hacia el propiciatorio, con sus alas cubriendo el propiciatorio y con sus rostros mirando hacia el arca del pacto, mirando hacia el propiciatorio, representan los ngeles cubridores que estn en la misma presencia de Dios junto a Su trono en el Cielo. Solo que esos ngeles en el Cielo no son de oro, sino que son reales. Son ngeles verdaderos. Y que miran hacia el trono de Dios. Saban ustedes que uno de esos ngeles tuvo el privilegio de ser un ngel cubridor y protector de la ley de Dios, estaba junto al trono del Rey del universo en el Cielo, fue el mismo Lucifer? La Biblia dice que l era un querubn cubridor. Uno de los dos ngeles que tuvo el privilegio de estar en la misma presencia de Dios en el Lugar Santsimo en el santuario celestial. Por eso dice la Escritura, cmo caste oh lucero hijo de la maana; tu querubn protector, en medio de piedras de fuego te paseabas. Perfecto eras en todos tus caminos hasta que se hay en ti maldad. Debajo del propiciatorio entonces estaba la ley. Eso representa que la ley de Dios es el fundamento de Su gobierno. Dios est sentado, por as decirlo, sobre Su ley. Lo que le da estabilidad al gobierno de Dios, porque el trono es smbolo del gobierno, el trono representa donde se sienta el rey que tiene autoridad de gobernar, porque es el Rey del universo. Y si el propiciatorio representa el trono de Dios, la ley entonces representa el fundamento del gobierno divino. La base misma que le da estabilidad a todo el gobierno de Dios. Y esa ley es santa, es justa y es buena, as como Dios es santo, justo y bueno. Su gobierno es un gobierno santo. Su justicia se ve por doquier. Su bondad se deja ver en Su trono, porque l es misericordioso. Un Dios amante, tardo para la ira y grande en misericordia. Por eso, al propiciatorio se le llama el asiento de la misericordia. Literalmente la palabra hebrea que se traduce al espaol como propiciatorio, viene de nuestra palabra propiciar, justamente se propicio a m pecador, es ten misericordia de m. La palabra hebrea literalmente dice asiento de misericordia. En ingls no se le llama propiciatorio a la tapa del arca, sino que se le llama igual que en hebreo, the mercy seat, o sea el asiento de la misericordia divina. Pero aqu, en el arca del pacto, se encuentran la justicia y la misericordia. Porque Dios es todo amor, todo misericordia, pero l tambin es todo justicia. La justicia es justicia eterna. Y la justicia representa Su ley. Su ley es justa. En el Salmo 119:142 se nos dice, tu justicia es justicia eterna y tu ley es la verdad. Todos tus mandamientos son justicia. En el Salmo 111:7 se nos dice, las obras de Sus manos son verdad y juicio. Fieles son todos Sus mandamientos. Afirmados eternamente y para siempre hechos en verdad y en rectitud. Los mandamientos de Dios son verdad, y la verdad es verdad eterna. Su ley es tan eterna como Dios mismo. Los mandamientos estn eternamente afirmados y para siempre. Y el trono de Dios es eterno. Porque Dios es eterno. Su ley tambin es eterna. Afirmada para siempre. Porque Su gobierno es un gobierno de justicia para siempre jams. Esa ley representa el mismo carcter de Dios. Ahora, hablando un poquito ms acerca del arca. El arca del pacto tambin nos representa a Jess. l est representado por el propiciatorio. l es el trono de Dios. En el libro de hebreos 1:8 nos dice, mas del Hijo dice, tu trono oh Dios es por el siglo del siglo, cetro de equidad es el cetro de tu reino. Has amado la justicia y aborrecido la maldad, por lo cual te ungi Dios, el Dios tuyo, con leo de alegra ms que tus compaeros. Tu trono oh Dios es eternamente y para siempre. Pero de quin se dice eso? Qu dice all? Del Hijo dice. Tu trono oh Dios es eternamente y para siempre. Jess es Dios eterno y l est representado en ese trono tambin. l dice en Apocalipsis 3:21, al que venciere Yo le dar que se siente conmigo en Mi trono, as como Yo he vencido y me He sentado con Mi Padre en Su trono. As que Cristo est representado tambin aqu por el trono de Dios. l es el que est sentado en el trono de Su Padre. Esa luz de la presencia divina era la presencia de Cristo en medio de Su pueblo. El Jehov, el ngel del pacto que los guiaba de da en la nube y de noche en la columna de fuego, era el mismo Seor Jess. Lanlo ustedes en xodo 23:20. Dice all, he aqu yo envo mi ngel delante de ti, para que te guarde en el camino y te introduzca en el lugar que Yo he preparado. Gurdate delante de l, si oyes Su voz no le seas rebelde, porque l no perdonar vuestra rebelin. Porque Mi nombre est en l. Porque mi ngel ir delante de ti. El ngel que guiaba al pueblo de Israel en la nube, cuando el tabernculo se asentaba, la nube se detena en un lugar y esa era la indicacin que el pueblo deba acampar en ese lugar. Y cuando la nube se detena, era la orden de Dios a Moiss, que el tabernculo deba levantarse directamente en el lugar debajo de la nube. Una vez que se levantaba el tabernculo, entonces la gloria de Dios que estaba cubierta en la nube, entraba dentro del tabernculo y se colocaba en medio de los querubines de oro. Y desde all hablaba Dios a Su pueblo. Cuando el arca era cubierta, era porque la nube se haba levantado. La seal que el pueblo de Israel deba levantar el campamento, era cuando la nube se elevaba. Pero la nube se elevaba cuando la gloria que estaba dentro del tabernculo, sala y se esconda dentro de la nube. Normalmente lo que suceda, era que la nube bajaba encima del tabernculo y lo cubra con Su sombra. Y entonces, en medio de la nube, la gloria de Dios, que estaba dentro del tabernculo en el Lugar Santsimo, sala y se introduca en la nube sin que los ojos humanos lo vieran, porque era la gloria de Dios. Y entonces la nube se elevaba. Eso era la seal de que ya el Sumo Sacerdote poda entrar dentro del Lugar Santsimo y colocar las barras de oro, de madera de acacia cubiertas de oro, en los anillos que tena al costado, para poder entonces cargar el arca. Pero sin que ningn ojo mortal viese el arca, el nico que la poda ver era el Sumo Sacerdote, l entraba con la cobertura que se pona encima del arca, y esta era cubierta para moverla de un lugar a otro, para sacarla del santuario. Y manos santas, de hombres encargados de transportar los elementos del santuario, entraban solo despus que el arca estuviese cubierta. Y entonces, tomaban de esas barras y las colocaban sobre sus hombros cargando as el arca. El arca era tan sagrada, que no poda ser vista por los ojos humanos. En xodo 25, se nos dice que esas barras de madera, deban ser usadas para transportar el arca. En el versculo 12 dice as, fundirs cuatro anillos de oro y pondrs en sus cuatro esquinas dos anillos a un lado de ella y dos anillos al otro, y hars unas varas de madera de acacia las cuales cubrirs de oro y meters las varas por los anillos al lado del arca, para llevar con ella el arca. Las varas quedarn en los anillos del arca, no se quitarn de ella. Las varas tenan que quedar puestas todo el tiempo. No podan quitarse. Y as era transportada el arca de un lugar a otro. Al moverla de un lugar a otro se cubra con un velo. Eso est registrado en Nm. 4:5, dice all, cuando haya de mudarse el campamento, vendrn Aarn y sus hijos y desarmarn el velo de la tienda y cubrirn con l el arca del testimonio. Y pondrn sobre ella la cubierta de pieles de tejones y extendern encima un pao todo de azul, y le pondrn varas. Notaron eso? El velo que separaba el Lugar Santo del Lugar Santsimo era doblado de una manera muy solemne. Muy santa. Algo as como hoy en da se dobla la bandera aqu en los EEUU. Se considera la bandera un smbolo sacrosanto. No debe tocar el suelo. Si la bandera toca el suelo, tiene que ser quemada. Esa es la orden para la bandera del Ejrcito de los Estados Unidos. Si los soldados dejan caer o una punta de la bandera toca el suelo, esa bandera tiene que ser quemada. No puede ser ms usada. De igual manera, el velo que representaba a Cristo, Su carne, ese velo tena que ser doblado en forma muy cuidadosa y ese velo se colocaba encima del arca para cubrirla. Y luego, la capa exterior, noten que la capa interna que iba dentro era de los mismos cuatro colores, o de los mismos tres colores con lino, que se usaba en el velo de separacin. Esa era la capa interna, la de ms adentro. Pero la capa externa con la cual se cubra el arca por fuera, que era de pieles de tejones, era de color caf, recuerdan? Esa tambin se doblaba en forma cuidadosa y cubra el arca por encima, para moverla de un lugar a otro. Vean ustedes que hermoso simbolismo tambin. El arca representa el trono de Dios. La ley representa el carcter de Dios. Y ese carcter santo y puro de Dios era cubierto por el velo que representa a Cristo. Y luego, se usaba la capa externa, que representa la humanidad de Cristo, para cubrir la parte divina que estaba dentro. Para mover el arca, tena que estar cubierta con el velo de los tejones de color caf, que representa la humanidad de Cristo. La divinidad cubierta por la humanidad. Y as era transportada. Nadie poda verla. Las varas nunca se sacaban. Eso representa los clavos que atravezaron a Cristo, en Su cuerpo. Para hacer recordar el sacrificio de Cristo. Por esa ley, se dejaban esas varas que tenan que entrar por los orificios. Y con eso era transportada de un lugar a otro. El arca era llevada en los hombros de los Levitas, que haban sido sealados especialmente con la responsabilidad de ese trabajo. La penalidad, la paga de la desobediencia sobre este punto, causaba la muerte. Lean ustedes por ejemplo en 1 Crnicas 13, cuenta la historia cuando David decidi mover el arca y llevarla a Jerusaln. David intenta traer el arca. Y dice el versculo 5 en adelante, David reuni a todo Israel desde Silor de Egipto hasta la entrada de Amat, para que trajesen el arca de Dios, de Quiriat Jearim. Y subi David con todo Israel a Baal de Quiriat Jeraim, que est en Jud, para pasar de all el arca de Jehov Dios, que mora entre los querubines, sobre la cual Su nombre es invocado. Y llevaron el arca de Dios de la casa de Abinadab en un carro nuevo. Y Uza y Aio guiaban el carro. Y David y todo el pueblo de Israel se regocijaban delante de Dios, con todas su fuerzas, con cnticos, arpas, salterios, tamboriles, cmbalos y trompetas. Pero cuando llegaron a la era de Quidn, Uza extendi su mano al arca para sostenerla, porque los bueyes tropezaban, y el furor de Jehov se encendi contra Uza y lo hiri porque haba extendido su mano al arca, y muri all delante de Dios. Y David tuvo pesar, porque Jehov haba quebrantado a Uza, por lo que llam a aquel lugar Perez-Uza hasta el da de hoy. Y David temi a Dios aquel da, y dijo, cmo he de traer a mi casa el arca de Dios? Es algo muy tremendo cuando uno piensa, que el bien intencionado Uza trat de impedir que el arca se cayese. Era algo sagrado el arca. Y cuando l vio que los bueyes tropezaban, que el camino era escabroso, y que el arca se tambale, al ir los bueyes por el camino, y estuvo a punto de caerse, en ese carro nuevo que haban construido para transportar el arca, l se adelant en buena intencin, tratando de proteger el arca y estir su mano para sostenerla, y en ese momento qued fulminado por la gloria de la presencia de Dios. Nosotros podemos pensar que ese es un castigo muy severo, para un hombre que tena una buena intencin. Uza deseaba evitar que el arca se cayera. Pero la instruccin de Dios era, no ser vista ni tocada por nadie. Hombre alguno pondr su mano pecadora sobre el arca de Jehov. Ni siquiera los Levitas que eran consagrados a Dios, que tenan que lavarse y ponerse sus vestiduras blancas para transportar el arca de Dios, podan tocarla. Lo que ellos poda tocar, era las varas. Pero el arca no la podan tocar. Por eso, las varas se colocaban y quedaban en su lugar. Nadie deba tocarla. Ni siquiera para ponerle las varas en su lugar. Y uno dice, Por qu tan severo? Esto nos ensea la santidad de la ley de Dios que iba en el arca del pacto. Y que debemos tratar esa ley con tremenda reverencia y solemnidad. Que nunca debemos tratar la ley de Dios con indiferencia, o dejar de lado ninguno de sus preceptos. Es una ley santa y debe ser tratada con santidad y solemnidad. El Altar del Holocausto

(Exodus 27:1-8) El Altar del Holocausto era lo primero que se vea al entrar por la Puerta exterior del tabernculo al Atrio. Era una impresionante construccin: hecha de madera de acacia revestida con bronze. Meda 1.4 metros de alto sobre una base cuadrada de 2.3 metros. La madera es una figura bblica del hombre (Sal 1:1,3 y Jeremas 5:14). La madera de Acacia es fuerte, de buena calidad, figura de lo mejor de la humanidad de Jess. El bronze en la Biblia es figura del Juicio de Dios, particularmente de su juicio sobre nuestros pensamientos rebeldes y nuestras murmuraciones en contra de l (como en Nmeros 16:29-40 y Judas11). Dado que la madera era cubierta de bronze, el Altar del Holocausto nos recuerda al hombre bajo el juicio de Dios por habrsele rebelado. Dado que se trata de madera de Acacia, entonces representa a Cristo sufriendo el juicio de Dios. En el Altar del Holocausto el sacerdote sacrificaba varias Ofrenda a Dios; algunas ofrendas eran por sus propios pecados y por los pecados del pueblo. El punto era que por medio de esta ofrenda de holocausto, una persona llegaba a ser aceptada por Dios y perdonada (Levtico 1:4). La Ofrenda que se quemaba, tena que ser un animal sin defecto. Esto fue cumplido por nuestro Seor Jesucristo, que al ser examinado por Pilatos declar: "No encuentro ninguna culpa en l" (Juan 18:38). La sangre de la ofrenda era derramada alrededor de la base del altar, figura de lo que Cristo hara, cuya sangre preciosa se derram hasta lo ltimo cuando un soldado romano traspas su costado con una lanza (Juan 19:34 y I Pedro 1:19). La idea de derramar sangre es difcilmente aceptado en el siglo 20 por una sociedad como la nuestra. Alguna explicacin puede ayudar a entender la perspectiva de Dios en la Biblia. En Ezequiel 18:4, Dios dice "Todas las almas son mias... Alma que pecare de seguro morir". La paga del pecado es muerte (Romanos 6:23).Esta es entonces la posicin legal: le pertenecemos a Dios, El nos cre y le pertenecemos por derecho. Pero hemos hecho lo que hemos querido, viviendo nuestra vida sin tenerlo en cuenta: hemos pecado. Siempre tratamos de justificarnos y decir que nuestra naturaleza pecaminosa no es tan mala. Sin embargo ante los ojos de Dios todo cuenta, aun las cosas ms pequeas. Dado que nos hemos robado nuestras propias vidas de Dios, a quien le pertenecemos hemos pecado. De acuerdo a la justicia requerida por la Ley por este pecado, deberamos morir por nuestro pecado. Sin embargo, Dios ha dado una provisin: "La vida de la carne (de la ofrenda del holocausto o sacrificio) esta en la sangre, y "Yo se las he dado sobre el altar para hacer expiacin por vuestras almas; porque es la sangre la que hace expiacin por el alma" (Levtico 17:11,8). De all, que alguien deba morir: sea la ofrenda para el holocausto en lugar del pecador el pecador mismo, una vida por una vida. Si la ofrenda muere, entonces (a travez de la vida que hay en la sangre) hay expiacin por vuestra alma, es decir restauracin a Dios a quien pertenecemos (Levtico 1:4). Esto es el plan de Dios, Su Provisin. Injusticia para el animal? Esto es porque al haber sido injustos con Dios, no viviendo para l, se hace necesario una ofrenda. Y esto hay que tomarlo por la F:creyendo en la Provisin de Dios, al reconocer que no podemos hacer nada por nosotros mismos. As como Abraham le dijera a Isaac en f "Dios mismo proveer un cordero para el sacrificio" (Gnesis 22:8), y l lo hizo: un cordero enredado en un rbol (Gnesis 22:13) frente al Monte Moria (Gnesis 22:2,14), que es el mismo lugar donde el templo se levanta hoy da, en Jerusalm. Para cumplir con todas estas indicaciones, Dios no guard a su nico Hijo (Gnesis 22:16; Juan 3:16), el Seor Jess, que fue el cordero ofrecido por Dios: El fue crucificado frente al Monte Moria en el ao 33, "el cordero que quita los pecados del mundo" (Juan 1:29). Creed en l. Al ver morir a Jess, el mismo centurin Romano declar: "Realmente, este hombre era Hijo de Dios" (Marcos 15:39). Despus que la sangre era derramada, la ofrenda del holocausto era totalmente consumida por el fuego, quedando slo cenizas y el aroma. Estas cenizas eran retiradas del campamento a un "lugar limpio" (Lv 6:8-13). La ofrenda del holocausto era un agradable y dulce aroma para Dios (Lv.1:9,13,17) ya que haca a la persona ser aceptada por Dios y perdonada (Lv.1:3-4). En Efesios 5:2, Pablo nos muestra claramente que la ofrenda del sacrificio fue una exacta figura del Seor Jess, quien "nos am y se dio asimismo por nosotros " en la cruz, "una ofrenda y un sacrificio de aroma agradable para Dios".

Salmos 22 describe grficamente y profticamente las aflicciones de Cristo en la cruz al momento de colocar Dios sobre l los pecados de todo el mundo. Cristo sin haber pecado, representaba en ese momento al pecado de la humanidad y como Dios no admite el pecado en su presencia se alej de l (muerte espiritual) y Jess al no precibrlo ms se angusti y clam "Dios mio, Dios mio, Porqu me has abandonado?" (Salmos 22:1). En este Salmo se percibe la agona del crucificado: "todos mis huesos se descoyuntaron (Salmos 22:14). Luego sigue el calor del fuego de la muerte: "Mi corazn es como cera; se ha derretido dentro de m. Como un tiesto se sec mi vigor, y mi lengua se peg a mi paladar;" (Salmos 22:14-15) - la ofrenda del holocausto. En su ltimo suspiro, la ofrenda es completada y Jess grita "Todo est consumado" (Juan 19:30). "l lo hizo!" (Salmos 22:31). La parte final, el de llevar las cenizas a un lugar limpio se cumple al bajar el cuerpo muerto de Jess de la cruz: "en el lugar donde Jess fue sacrificado haba un jardin y una tumba nueva en que nadie haba sido enterrado. All pusieron el cuerpo del Seor" (Juan 19:41-42). Juan, un testigo ocular de todo esto, escribi "el que esto vio da testimonio y su testimonio es verdadero; y el sabe que lo que dijo es verdad para que ustedes tambin crean" (Juan 19:35). Cuando estuvimos en la Puerta del cerco exterior oimos las palabras de Jess "Yo soy la puerta. El que por mi entre, vivir y entrar, y saldr, y hallar pastos" (Juan 10:9). Jess no es slo la puerta, El tambin dijo "Yo soy el Buen Pastor" (Juan 10:11), para ayudarnos a entrar por esa puerta. Y ms an todava: "El Buen pastor su vida da por la ovejas" (Juan 10:11), as que Jess es la ofrenda para el holocausto en el altar del holocausto tan pronto como cruzamos por esa puerta. Por derecho le pertenecemos a Dios: somos su pueblo y las ovejas de su prado, el rebao a su cuidado, oyendo su voz (Salmos 95:7). El problema est en que nos hemos rebelado contra Dios nuestro Creador, no hemos oido su voz. El destino normal para toda oveja que entraba en el Tabernculo era ciertamente la muerte. Sin embargo Jess ha puesto su vida por nosotros, que somos sus ovejas. Cuando el lobo de la muerte viene, Jess no huye, como lo hara un pastor asalariado, que no son dueos del rebao (Juan 10:12-13). En las propias palabras de Jess "Yo soy el Buen Pastor; y conozco a mis ovejas, ... Y mi vida doy por las ovejas" (Juan 10:14-15). Y las ovejas a quien l se refiere no son slo de la casa de Israel "tambin tengo otras ovejas que no son de este redil. A ellas tambin debo de traer y oirn mi voz. y todos los rebaos sern uno y uno slo el pastor" (Juan 10:16). Estas son las buenas noticias del Altar del Holocausto: sin importar que seamos judos o gentiles, todos estamos bajo juicio de Dios por nuestra mala forma de pensar, hablar y hacer. Sin embargo, el Seor Jess, "El no hizo pecado, ni se hall pecado en su boca" (I Pedro 2:22) lleg a ser la ofrenda sacrificado por nosotros. Al creer en su muerte, "llevando nuestros pecados en su cuerpo a la cruz" (I Pedro 2:24), llegamos a ser aceptados por Dios, restituidos al Pastor y su rebao (I Pedro 2:25). Luego podemos entrar a sus atrios con alabanza y accin de gracias (Salmos 100:3-4). Un cordero era ofrecido en el Altar del Holocausto cada maana y cada atardecer (Exodo 29:38-42). Aprendamos a venir a este altar cada da a confesar nuestros pecados a Dios y recuerde (mediante accin de gracias y alabanza, Hebreos 13:15) que el Seor Jess muri en tu lugar para perdonarte y limpiarte de todo pecado mediante su sangre (I Juan 1:7-9; Hebreos 8:12; 9:14), para que vivas no para t sino para l (II Corintios 5:15). Ex. 20:24-26; Deut. 27:5-7;

CRISTO EN EL SISTEMA DE SACRIFICIOS El pecado de nuestros primeros padres trajo sobre el mundo la culpa y la angustia, y si no se hubiesen manifestado la misericordia y la bondad de Dios, la raza humana se habra sumido en irremediable desesperacin.La cada del hombre llen todo el cielo de tristeza. El mundo que Dios haba hecho quedaba mancillado por la maldicin del pecado, y habitado por seres condenados a la miseria y a la muerte. Parecera no existir escapatoria para aquellos que haban quebrantado la ley. Pero el amor divino haba concebido un plan mediante el cual el hombre podra ser redimido. La quebrantada ley de Dios exiga la vida del pecador. En todo el universo slo exista uno que poda satisfacer sus exigencias en lugar del hombre. Puesto que la ley divina es tan sagrada como el mismo Dios, slo uno igual a Dios podra expiar su transgresin.

La primera indicacin que el hombre tuvo acerca de su redencin la oy en la sentencia pronunciada contra Satans en el huerto. El Seor declar: " Y pondr enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; sta te herir en la cabeza, y t le herirs en el calcaar" (Gn. 3: 15). Esta sentencia, pronunciada en presencia de nuestros primeros padres, fue una promesa para ellos. Mientras predeca la lucha entre el hombre y Satans, declaraba que el poder del gran adversario sera finalmente destruido. Aunque habran de padecer por efecto del poder de su gran enemigo, podran esperar una victoria final. Despus del pecado y la cada de Adn, nada fue eliminado de la ley de Dios. Los principios de los Diez Mandamientos existan antes de la cada, y se ajustaban a la condicin de un orden de seres santos. Esos principios fueron ms explcitamente declarados al hombre despus del pecado, y enunciados de manera que se adaptaran a las necesidades de las inteligencias cadas. Esto fue necesario a causa de que la mente del hombre haba sido cegada por la transgresin. Se estableci entonces un sistema que requera el sacrificio de animales, a fin de mantener delante del hombre cado lo que la serpiente haba hecho que Eva no creyera, que la paga de la desobediencia es la muerte. La transgresin de la ley de Dios hizo necesario que Cristo muriese como sacrificio, a fin de proporcionar al hombre una va de escape de su castigo, y preservar al mismo tiempo el honor de la ley de Dios. El sistema de sacrificios haba de ensear al hombre humildad, en vista de su condicin cada, y conducirlo al arrepentimiento y a confiar solamente en Dios, por medio del Redentor prometido, para obtener el perdn por las pasadas transgresiones de su ley.

El hombre ofrece su primer sacrificio Para Adn, ofrecer el primer sacrificio fue una ceremonia muy dolorosa. Tuvo que alzar la mano para quitar una vida que slo Dios poda dar. Por primera vez iba a presenciar la muerte, y saba que si hubiese sido obediente a Dios no la habran conocido ni el hombre ni las bestias. Mientras mataba la inocente vctima temblaba al pensar que su pecado hara derramar la sangre del Cordero inmaculado de Dios. Esta escena le dio un sentido ms profundo y vvido de la enormidad de su transgresin, que nada sino la muerte del querido Hijo de Dios poda expiar. Y se admir de la infinita bondad del que daba semejante rescate para salvar a los culpables. Una estrella de esperanza iluminaba el tenebroso y horrible futuro, y lo libraba de una completa desesperacin.Se le encomend a Adn que enseara a sus descendientes a temer al Seor y, por su ejemplo y humilde obediencia, les ensease a tener en alta estima las ofrendas que simbolizaban al Salvador que habra de venir. Adn atesor cuidadosamente lo que Dios le haba revelado, y lo transmiti verbalmente a sus hijos y a los hijos de sus hijos.En los sacrificios ofrecidos en cada altar se vea al Redentor. Con la nube de incienso se elevaba de cada corazn contrito la oracin de que Dios aceptara sus ofrendas como una muestra de fe en el Salvador venidero. Al hombre cado le fue revelado el plan de infinito sacrificio por el cual se lograra la salvacin. Nada sino la muerte del amado Hijo de Dios poda expiar el pecado del hombre, y Adn se maravill por la bondad de Dios al proporcionar tal rescate por el pecador. Por el amor de Dios, una estrella de esperanza ilumin el terrible futuro que se extenda delante del transgresor. Mediante el establecimiento de un sistema simblico de sacrificios y ofrendas, la muerte de Cristo haba de estar siempre delante del hombre culpable, para que pudiera comprender mejor la naturaleza del pecado, los resultados de la transgresin y el mrito de la ofrenda divina. Si no hubiese habido pecado, el hombre no hubiera conocido nunca la muerte. Pero en la vctima inocente contemplaba los frutos del Hijo de Dios en su lugar. Al convertirse en sustituto del hombre, al llevar la maldicin que debiera haber recado sobre el hombre, Cristo se ha dado en prenda en favor de la raza humana mantener el excelso y sagrado honor de la ley de su Padre. Dios ha entregado el mundo en las manos de Cristo para que l pueda vindicar completamente las demandas imperativas de la ley, y hacer santidad de cada principio . El sistema de sacrificios confiado a Adn fue tambin pervertido por sus descendientes. La supersticin, la idolatra, la crueldad y el libertinaje corrompieron el sencillo y significativo servicio que Dios haba establecido. A travs de su larga relacin con los idlatras, el pueblo de Israel haba mezclado muchas costumbres paganas con su culto; por consiguiente, en el Sina el Seor le dio instrucciones definidas tocante al servicio del santuario. Una vez terminada la construccin del santuario, Dios se comunic con Moiss desde la nube de gloria que descenda sobre el propiciatorio, y le dio instrucciones completas acerca del sistema de sacrificios y ofrendas, y las formas del culto que deban emplearse en el santuario. De esa manera se dio a Moiss la ley ceremonial, que fue escrita por l en un libro. Pero la ley de los diez mandamientos pronunciada desde el Sina haba sido escrita por Dios mismo en las tablas de piedra, y fue guardada sagradamente en el arca. Muchos confunden estos dos sistemas y se valen de los textos que hablan de la ley ceremonial para tratar de probar que la ley moral fue abolida; pero esto es pervertir las Escrituras. La distincin entre los dos sistemas es clara. El sistema ceremonial se compona de smbolos que sealaban a Cristo, su sacrificio y su sacerdocio. Esta ley ritual, con sus sacrificios y ordenanzas, deban los hebreos seguirla hasta que el smbolo se cumpliera en la realidad de la muerte de Cristo. Cordero de Dios que quita los pecados del mundo. Entonces deban cesar todas las ofrendas de sacrificio. Tal es la ley que Cristo quit de en medio y clav en la cruz. (Col. 2: 14.)Pero acerca de la ley de los diez mandamientos el salmista declara: "Para siempre, oh Jehov, permanece tu palabra en los cielos." (Sal. 119: 89.) Y Cristo mismo dice: "No pensis que he venido para abrogar la ley.... De cierto os digo," y recalca en todo lo posible su aserto, "que hasta que perezca el 381 cielo y la tierra, ni una jota ni un tilde perecer de la ley, hasta que todas las cosas sean hechas." (Mat. 5: I7, 18.) En estas palabras Cristo ensea, no slo cules haban sido las demandas de la ley de Dios, y cules eran entonces, sino que adems ellas perdurarn tanto como los cielos y la tierra. La ley de Dios es tan inmutable como su trono. Mantendr sus demandas sobre la humanidad a travs de todos los siglos. Respecto a la ley pronunciada en el Sina, dice Nehemas: "Sobre el monte de Sina descendiste, y hablaste con ellos desde el cielo, y dsteles juicios rectos, leyes verdaderas, y estatutos y mandamientos buenos." (Neh. 9: 13.) Y Pablo, el apstol de los gentiles, declara: "La ley a la verdad es santa, y el mandamiento santo, y justo, y bueno." Esta ley no puede ser otra que el Declogo, pues es la ley que dice: "No codiciars." (Rom. 7: 12, 7.)Si bien la muerte del Salvador puso fin a la ley de los smbolos y sombras no disminuy en lo ms mnimo la obligacin del hombre haca la ley moral. Muy al contrario, el mismo hecho de que fuera necesario que Cristo muriera para expiar la transgresin de la ley, prueba que sta es inmutable. Los que alegan que Cristo vino para abrogar la ley de Dios y eliminar el Antiguo Testamento, hablan de la era judaica como de un tiempo de tinieblas, y representan la religin de los hebreos como una serie de meras formas y ceremonias. Pero ste es un error. A travs de todas las pginas de la historia sagrada, donde est registrada la relacin de Dios con su pueblo escogido, hay huellas vivas del gran YO SOY. Nunca dio el Seor a los hijos de los hombres ms amplias revelaciones de su poder y gloria que cuando fue reconocido como nico soberano de Israel y dio la ley a su pueblo, Haba all un cetro que no era empujado por manos humanas; y las majestuosas manifestaciones del invisible Rey de Israel fueron indeciblemente grandiosas y temibles. En todas estas revelaciones de la presencia divina, la gloria de Dios se manifest por medio de Cristo. No slo cuando vino el Salvador, sino a travs de todos los siglos despus de la cada del hombre y de la promesa de la redencin, "Dios estaba en Cristo reconciliando el mundo a s." (2 Cor. 5: 19.) Cristo era el fundamento y el centro del sistema de sacrificios, tanto en la era patriarcal como en la juda. Desde que pecaron nuestros primeros padres, no ha habido comunicacin directa entre Dios y el hombre. El Padre puso el mundo en manos de Cristo para que por su obra mediadora redimiera al hombre y vindicara la autoridad y santidad de la ley divina. En las enseanzas que dio cuando estuvo personalmente aqu entre los hombres, Jess dirigi los pensamientos del pueblo hacia el Antiguo Testamento. Dijo a los judos: "Escudriad las Escrituras, porque a vosotros os parece que en ellas tenis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mi." (Juan 5:39.) En aquel entonces los libros del Antiguo Testamento eran la nica parte de la Biblia que exista. Otra vez el Hijo de Dios declar: "A Moiss y a los profetas tienen: iganlos." Y agreg: "Si no oyen a Moiss y a los profetas, tampoco se persuadirn, si alguno se levantare de los muertos." (Luc. 16:29, 31.) Jess era ya la luz de su pueblo, la luz del mundo, antes de venir a la tierra en forma humana. El primer rayo de luz que penetr la lobreguez en que el pecado haba envuelto al mundo, provino de Cristo. Y de l ha emanado todo rayo de resplandor celestial que ha cado sobre los habitantes de la tierra. En el plan de la redencin, Cristo es el Alfa y la Omega, el Primero y el Ultimo.Desde que el Salvador derram su sangre para la remisin de los pecados, y ascendi al cielo "para presentarse ahora por nosotros en la presencia de Dios" (Heb. 9: 24), raudales de luz han brotado de la cruz del Calvario y de los lugares santos del santuario celestial. Pero porque se nos haya otorgado una luz ms clara no debiramos menospreciar la que en tiempos anteriores fue recibida mediante smbolos que revelaban al Salvador futuro. El Evangelio de Cristo arroja luz sobre la economa juda y da significado a la ley ceremonial. A medida que se revelan nuevas verdades, y se aclara an ms lo que se saba desde el principio, se hacen ms manifiestos el carcter y los propsitos de Dios en su trato con su pueblo escogido. Todo rayo de luz adicional que recibimos nos hace comprender mejor el plan de redencin, cumplimiento de la voluntad divina en favor de la salvacin del hombre. Vemos nueva belleza y fuerza en la Palabra inspirada, y la estudiamos con inters ms profundo y concentrado. Muchos opinan que Dios coloc una muralla divisoria entre los hebreos y el resto del mundo; que su cuidado y amor de los que privara en gran parte al resto de la humanidad, se concentraban en Israel. Pero no fue el propsito de Dios que su pueblo construyera una muralla de separacin entre ellos y sus semejantes. El corazn del Amor infinito abarcaba a todos los habitantes de la tierra. Aunque le haban rechazado, constantemente procuraba revelrselas, y hacerlos partcipes de su amor y su gracia. Su bendicin fue concedida al pueblo escogido, para que ste pudiera bendecir a otros. Dios llam a Abrahn, le prosper y le honr; y la fidelidad del patriarca fue una luz para la gente de todos los pases donde habit. Abrahn no se aisl de quienes le rodeaban. Mantuvo relaciones amistosas con los reyes de las naciones circundantes, y fue tratado por algunos de ellos con gran respeto; su integridad y desinters, su valor y benevolencia, representaron el carcter de Dios. A Mesopotamia, a Canan, a Egipto, hasta a los habitantes de Sodoma, el Dios del cielo se les revel por medio de su representante. Asimismo se revel Dios por medio de Jos al pueblo egipcio y a todas las naciones relacionadas con aquel poderoso reino. Por qu dispuso el Seor exaltar a Jos a tan grande altura entre los egipcios? Poda lograr sus propsitos en favor de los hijos de Jacob de cualquiera otra manera; pero quiso hacer de Jos una luz, y lo puso en el palacio del rey para que la luz celestial alumbrara cerca y lejos. Mediante su sabidura y su justicia, mediante la pureza y la benevolencia de su vida cotidiana, mediante su devocin a los intereses del pueblo, y de un pueblo idlatra, Jos fue el representante de Cristo. En su benefactor, a quien todo Egipto se diriga con gratitud y a quien todos elogiaban, aquel pueblo pagano deba contemplar el amor de su Creador y Redentor. Tambin mediante Moiss, Dios coloc una luz junto al trono del mayor reino de la tierra, para que todos los que quisieran, pudieran conocer al Dios verdadero y viviente. Y toda esta luz fue dada a los egipcios antes de que la mano de Dios se extendiera sobre ellos en las plagas. Mediante la liberacin de Israel de Egipto, el conocimiento del poder de Dios se extendi por todas partes.El sacrificio de animales era una sombra de la ofrenda sin pecado al amado Hijo de Dios, e indicaba su muerte en la cruz. Pero en la crucifixin, el smbolo se encontr con la realidad, y all ces el sistema simblico... El Hijo de Dios es el centro del gran plan de redencin que cubre todas las dispensaciones. Es el "Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo" (Apoc. 3: 8). Es el Redentor de los cados hijos de Adn en todos los siglos del tiempo de gracia humano. "En ningn otro hay salvacin; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos" (Hech. 4: 12) Cuando Cristo expiraba sobre la cruz y exclam "Consumado es", el velo del templo se rasg desde arriba hacia abajo. El sistema judaico de sacrificios y ofrendas ya no era necesario. El tipo se haba encontrado con el antitipo en la muerte de Aquel a quien sealaban los sacrificios. Se haba abierto un camino nuevo y vivo; un camino por el cual judos y gentiles, libres y siervos, podan acercarse a Dios y encontrar perdn y paz. Cristo debe ser exaltado como el Redentor del mundo. Debe ser proclamado como el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. El Salvador haba declarado: "Pero recibiris poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espritu Santo, y me seris testigos en Jerusaln, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo ltimo de la tierra" (Hech. 1: 8). Puesto que toda la economa ritual simbolizaba a Cristo, no tena valor sin l. Cuando los judos sellaron su decisin de rechazar a Cristo entregndolo a la muerte, rechazaron todo lo que daba significado al templo y sus ceremonias. Su carcter sagrado desapareci. Qued condenado a la destruccin. Desde ese da los sacrificios rituales y las ceremonias relacionadas con ellos dejaron de tener significado. Como la ofrenda de Can, no expresaban fe en el Salvador. Al dar muerte a Cristo los judos destruyeron virtualmente su templo. Cuando Cristo fue crucificado, el velo interior del templo se rasg en dos desde arriba hacia abajo, indicando que el gran sacrificio final haba sido hecho, y que el sistema de los sacrificios rituales haba terminado para siempre. "En tres das lo levantar". A la muerte del Salvador, potencias de las tinieblas parecieron prevalecer, y se regocijaron por su victoria. Pero del sepulcro abierto de Jos, Jess sali vencedor. "Despojando a los principados y a las potestades, los exhibi pblicamente, triunfando sobre ellos en la cruz" (Col. 2: 15). En virtud de su muerte y resurreccin, pas a ser "ministro del santuario, y de aquel verdadero tabernculo que levant el Seor, y no el hombre" (Heb. 8: 2). Los hombres haban construido el tabernculo, y luego el templo de los judos; pero el santuario celestial, del cual el terrenal era una figura, no fue construido por arquitecto humano. "He aqu el varn cuyo nombre es el Renuevo, el cual brotar de sus races y edificar el templo de Jehov. El edificar el templo de Jehov y l llevar gloria, y se sentar y dominar en su trono, y habr sacerdote a su lado" (Zac. 6: 12, 13). PREGUNTAS PARA MEDITAR 1. Por qu solamente uno igual a Dios poda expiar la transgresin de la ley divina? 2. Qu significado tuvo la declaracin de Gnesis 3: 15 para Satans? Para Adn y Eva? 3. Por qu se les otorg un tiempo de gracia? 4. Cul fue el propsito del sistema de sacrificios? 5. Por qu razn el primer sacrificio de Adn fue una ceremonia dolorosa?

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Esas tablas de piedra estaban escritas con el mismo dedo de Dios. Y el arca del pacto, que tambin se le llama el arca del testimonio, porque lo que estaba colocado dentro, eran las tablas del testimonio. En xodo32:15" y volvi Moiss y descendi del monte trayendo en su mano las dos tablas del testimonio, las tablas escritas por ambos lados, de uno y otro lado estaban escritas. Las tablas eran obra de Dios y la escritura era escritura de Dios grabada sobre las tablas".

Y en el captulo 30:6 se nos dice," y pondrs el arca delante del velo que est junto al arca del testimonio, delante del propiciatorio que est sobre el testimonio, donde me encontrar contigo". Al arca se le llama el arca del testimonio, porque tena las tablas del testimonio. La palabra hebrea testimonio, es berit, y berit quiere decir testigo, evidencia, demostracin o prueba, pacto. Las tablas del pacto, las tablas de la demostracin o de la evidencia. As que los diez mandamientos son un testimonio de la autoridad de Dios. Son la prueba, la evidencia del gran Creador de que l es el nico Dios verdadero, que debe ser adorado. Esas tablas, estn puestas dentro del arca. En el corazn mismo del santuario, estaba el Lugar Santsimo. Y en el corazn del Lugar Santsimo el arca del testimonio. Y dentro del corazn del arca del testimonio, la ley de Dios.

En el Salmo 40:8 nos dice el Seor Jess, "el hacer tu voluntad Dios mo me ha agradado y tu ley est en medio de mi corazn." Qu lugar ms seguro para colocar la ley de Dios! En el corazn de Cristo. El hacer tu voluntad Dios mo me ha agradado y tu ley est en medio de mi corazn. Ese es el arca de seguridad. El arca del pacto y del testimonio es el corazn de Cristo. Dios no podra haber escogido un lugar ms seguro para guardar el testimonio, que el corazn mismo de Cristo. l saba que Su ley estara segura all. l saba que Su ley en ese corazn, no sera puesta a un lado. Que Su ley no sera traicionada. Que nunca sera olvidada ni transgredida. Nunca sera mal representada. En el corazn de Cristo esa ley estara segura. No hay otro lugar donde esa ley pueda estar ms segura que en el corazn de Cristo. Y saben hermanos? Cuando uno acepta a Cristo, Cristo viene a morar en nuestro corazn. Pero como l trae en su corazn Su santa ley, yo no puedo aceptar a Cristo y rechazar Su ley. Porque rechazar la ley de Cristo, es rechazar a Jess. La ley est en el medio del corazn de Jess. As como rechazar la ley era rechazar a Dios, porque l se manifestaba encima de la ley, el que rechazaba la ley de Dios, estaba rechazando a Dios. El que le daba la espalda a la ley, le estaba dando la espalda a Dios. Se acuerdan en Ezequiel, la visin que vio Ezequiel en el captulo 8 de los varones que dando la espalda al arca del pacto adoraban al sol? Cuando uno da la espalda a la ley de Dios le est dando la espalda a Dios. Y cae en la idolatra del falso da de descanso. El domingo es smbolo de la apostasa y el haberle dado la espalda a la ley de Dios. Por eso en Israel todos miraban hacia la ley. Las oraciones eran mirando hacia el Lugar Santo. Daniel oraba mirando hacia el lugar del santuario. Porque all estaba la ley santa de Dios. Y nosotros cuando oramos debemos orar poniendo nuestra vista en Cristo, que est en el Lugar Santsimo de Dios, y en Su santa