el rey chiquitín - edebe

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Page 1: El rey chiquitín - Edebe
Page 2: El rey chiquitín - Edebe

El reychiquitín

Page 3: El rey chiquitín - Edebe

© Marcela S. Coquillat del texto, 1993© Isabel Caruncho de las ilustraciones, 1993

© Ed. Cast.: Edebé 1993Paseo San Juan Bosco, 6208017 Barcelona

Diseño de la colección: DMB&B.

No está permitida la reproducción total o parcial de este libro, ni su tratamien-to informático, ni la transmisión de ninguna forma o por cualquier medio, yasea electrónico, mecánico, por fotocopia, por registro u otros métodos, sin elpermiso previo y por escrito del editor.

ISBN 84-236-3336-5Depósito Legal B. 16952-93Impreso en EspañaPrinted in SpainEGS - Rosario, 2 - Barcelona

El reychiquitínTexto: Marcela S. Coquillat

Ilustraciones: Isabel Caruncho

edebé

Page 4: El rey chiquitín - Edebe

Éste era un rey chiquitín, peromuy chiquitín, que vivía debajode una campana.

Cada vez que el campanero tirabade la cuerda, le daba un golpeen la cabeza con el badajo.

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Page 5: El rey chiquitín - Edebe

— ¿De qué me sirve llevar corona,si me la están abollandocontinuamente? —exclamó el rey.

Y se bajó del campanario y tiróla corona a un campo de coles.

— ¡Uf! ¡Qué descanso! —dijosatisfecho.

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Page 6: El rey chiquitín - Edebe

El rey chiquitín notaba su cabeza ligera, ligera...Y además, el silencio del campo le entusiasmó,lejos del tolón-tolón, talán-talán de las campanas.

Pero pronto empezó a oír los ruidos del campo:el menudo silbido de la hierba al crecer, el susurrode las amapolas al abrirse...

Page 7: El rey chiquitín - Edebe

Se tumbó a dormir la siestaa la sombra de un tomillo y,al despertar, no sabía quéhacer.

Miró a su alrededor buscandoa alguien con quien charlar,pero no vio a nadie. Estabasolo bajo las flores azuladasdel tomillo, que perfumabanel aire sobre su cabeza.

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Page 8: El rey chiquitín - Edebe

De pronto, un saltamontes cayódel cielo justo a sus pies.

— ¿Quién eres tú? ¿Para quésirves? —le preguntó el saltamontes,con un poco de impertinencia.— Soy un rey. Pero no sé qué hacer.— Los reyes llevan corona.Si no la tienes, no eres un verdaderorey —replicó el saltamontes.

Y ¡plaf!, dio un salto y desapareció.

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