el problema de américa latina no es su pobreza sino su riqueza

50
Raúl Zibechi

Upload: celinareinoso

Post on 22-Jul-2015

176 views

Category:

Education


0 download

TRANSCRIPT

Raúl Zibechi

Desde los albores de la

conquista y colonización de

América, la plata y el oro

americanos se pusieron al

servicio del naciente

mercantilismo capitalista y

los empresarios mineros

convirtieron a los indígenas

y esclavos negros en un

numerosísimo proletariado

externo de la economía

europea.

En la región de las venas abiertas, desde su

descubrimiento hasta nuestros días, todo se ha trasmutado

siempre en capital europeo o, más tarde, norteamericano, y como tal se ha acumulado y se acumula en los lejanos centros de poder. Todo, la tierra, sus

frutos y sus profundidades ricas en minerales, los

hombres y su capacidad de trabajo y de consumo, los recursos naturales y los

recursos humanos. El modo de producción y la estructura de clases han sido sucesivamente determinados, desde fuera,

por su incorporación al engranaje universal del

capitalismo.

A cada cual se le ha asignado una

función, siempre en beneficio del

desarrollo de la metrópoli extranjera

de turno, y se ha hecho infinita la

cadena de las dependencias sucesivas,

que tiene mucho más de dos

eslabones, y que comprende, dentro

de América Latina, la opresión de los

países pequeños por sus vecinos

mayores.

El modelo neoliberal, pese

a los efectos perversos que

ha tenido en la

profundización de las

injusticias sociales en

América Latina, sigue

funcionando, “pero ya no

gira en torno a las

privatizaciones, la

apertura económica y las

desregulaciones, sino que

se ha volcado en la

apropiación de los recursos

naturales”

Soy lo que dejaron,

soy toda la sobra de lo que

se robaron.

Un pueblo escondido en la

cima,

mi piel es de cuero por

eso aguanta cualquier

clima.

Soy una fábrica de humo,

mano de obra campesina

para tu consumo

Frente de frio en el medio del

verano,

el amor en los tiempos del

cólera, mi hermano

El sol que nace y el día que

muere

con los mejores

atardeceres

Soy el desarrollo en carne

viva,

un discurso político sin

saliva.

Las caras más bonitas

que he conocido,

soy la fotografía de un desaparecido.

Soy la sangre dentro de

tus venas,

soy un pedazo de tierra

que vale la pena.

una canasta con frijoles ,

Soy lo que sostiene mi bandera

la espina dorsal del

planeta es mi

cordillera.

Soy lo que me enseño

mi padre,

el que no quiere a su

patria no quiere a su

madre.

Soy América latina,

un pueblo sin piernas pero

que camina.

Tú no puedes comprar al viento.

Tú no puedes comprar al sol.

Tú no puedes comprar la lluvia.

Tú no puedes

comprar el calor.

Tú no puedes

comprar las nubes.

Tú no puedes

comprar los

colores.

Tú no puedes

comprar mi

alegría.

Tú no puedes

comprar mis

dolores.

Tú no puedes comprar el calor.

Tú no puedes comprar las nubes.

Tú no puedes comprar los colores.

Tú no puedes comprar mi alegría.

Tú no puedes comprar mis dolores.

Tengo los lagos,

tengo los ríos.

Tengo mis dientes pa` cuando

me sonrío.

La nieve que maquilla mis montañas.

Tengo el sol que me seca y la lluvia que me baña.

Un desierto embriagado con bellos de un trago de pulque.

Para cantar con los coyotes, todo lo que necesito.

Tengo a mis pulmones respirando azul clarito.

La altura que sofoca.

Soy las muelas de mi boca mascando coca.

El otoño con sus hojas desmalladas.

Los versos escritos bajo la noche

estrellada.

Una viña repleta de uvas.

Un cañaveral bajo el sol en cuba.

Soy el mar Caribe que vigila las casitas,

Haciendo rituales de agua bendita.

El viento que peina mi cabello.

Soy todos los santos que cuelgan de mi cuello.

El jugo de mi lucha no es artificial,

Porque el abono de mi tierra es natural.

Tú no puedes comprar al viento.

Tú no puedes comprar al sol.

Tú no puedes comprar la lluvia.

Tú no puedes comprar el calor.

Tú no puedes comprar las nubes.

Tú no puedes comprar los colores.

Tú no puedes comprar mi alegría.

Tú no puedes comprar mis dolores.

no puedes comprar al sol.

no puedes comprar la lluvia.

Vamos caminando

Vamos caminando

Vamos dibujando el camino

No puedes comprar mi

vida.

MI TIERRA NO SE VENDE

Trabajo en bruto pero con orgullo,

Aquí se comparte, lo mío es tuyo.

Este pueblo no se ahoga con marullos,

Y si se derrumba yo lo reconstruyo.

Tampoco pestañeo cuando te miro,

Para que te recuerdes de mi

apellido.

La operación cóndor invadiendo

mi nido,

¡Perdono pero nunca olvido!

Vamos

caminando

Aquí se respira

lucha.

Vamos

caminando

Yo canto porque

se escucha.

Vamos dibujando el camino

Vamos caminando

Aquí estamos de pie

¡Que viva la América!

No puedes comprar mi vida

Los ideólogos del imperialismo sostienen que para alcanzar un mayor

nivel de desarrollo, Latinoamérica, tiene la necesidad de “madurar”

políticamente, asumir el “orden internacional actual”, favorecer la

inversión extranjera, abrirnos a los mercados, entrar en una suerte de

“modernidad” despojándonos de ideas nacionalistas, “populistas” o

socializantes; pero, esas condiciones son precisamente contrarias a

las que trazaron los libertadores americanos.

Entonces....¿Cómo romper las cadenas de la dependencia económica?

El poeta y filósofo cubano José J. Martí nos ofrece una posible respuesta...

“¿Adónde va la

América, y quién la

junta y guía?

Sola, y como un solo

pueblo, se levanta.

Sola pelea.

Vencerá, sola”.