el candil 03a

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Otra vez, amigos lectores, estamos con todos vosotros. Y lo hacemos, con humildad, desde esta pequeña publicación para con el máximo respeto- intentar acercarnos y acercaros a los proble- mas de nuestro tiempo. En esta ocasión queremos dar las gracias a los amigos que han contribuido con sus aportaciones- a que el Candil nos proporcione su luz tenue, pero que en constante movimiento intenta iluminar oscuri- dades. El artículo de nuestra compañera Tatiana, residente en Suiza, ya ha sido publicado en su revista Realizando Antroposofía-, pero dado el carácter e importancia que consideramos atesora, queremos compartirlo con todos nuestros lectores. También contamos en esta edición con aportaciones de nuestros amigos Jaime Padró y Charo Pa- checo, que por el peso específico de su preparación, conocimientos y valía personal, esperamos -por todo aquello de lo que son continentes- que no sean los últimos. Jean Michel Florín comparte con nosotros su reflexión sobre el “tema del año” que la Sección de Agri- cultura del Goetheanum ha lanzado para compartir en un Congreso realizado en el mes de Febrero. Su mensaje “Alianzas para la Tierra” es un tema actual que esperamos os motive. Tiempos difíciles que nos tienen que hacer pensar, sentir y ac- tuar de acuerdo con una con- ciencia que -naciendo desde los más profundo de nosotros mis- mos- debe aportar serenidad y buen hacer a todos nuestros actos y relaciones con los de- más. Estas reflexiones, que a continuación anotamos, de Joseph Beuys “En cada hombre hay un artista” nos invitan a repensar acerca de lo que podemos hacer y contribuir con nuestras acciones al desarro- llo de los acontecimientos por pequeños que sean estos intentos. El Candil es una gota en este océa- no. . . “Sólo se vive como ser humano cuando se conocen diversas posibilidades de hacerse cargo de una responsabilidad política. Porque nuestros sistemas actuales apenas hacen participes en las decisio- nes a las personas. En el momento en que las personas vean un instrumento para poder hacerse cargo efectivo de la responsabilidad desarrollarían luego la necesidad, es decir cada ser humano aprendería que eso depende de él. . . La cosa va conmigo.” “Soy miembro necesario de esa sociedad: en la escuela, en la administración de justicia o en un puesto de trabajo. . . Que uno piense acerca del organismo social en conjunto, que participe en el pensamiento, en la creación, como un ser humano. Y que no se deje eso en manos de unos pocos, que naturalmente sacarán provecho propio del asunto” Las gotas hacen un océano de responsabilidad. El consejo de EL CANDIL. Carta Abierta Sociedad Antroposófica en Valencia Num.3Invierno 2013 El Candil. Sumario: Una retrospectiva del año 2012. Tatiana Garcia- Cuerva. La creación del Tiempo. Jaime Padró. Tres Miradas. Charo Pacheco. Alianzas para la Tierra. Jean-Michel Florin. Equipo de Redacción: Lola Pérez Bodi. Antonio M. Alcalá. Manuel Pardo. Alberto Llorca. Consuelo Abad. M.A. Sanvalentin.

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Revista de cultura general desde el punto de vista de la Antroposofía de Rudolf Steiner. Publicada en Valencia, España, por la Rama Micael que pertenece a la Sociedad Antroposófica.

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Page 1: El candil 03a

Otra vez, amigos lectores, estamos con todos vosotros. Y lo hacemos, con humildad, desde

esta pequeña publicación para –con el máximo respeto- intentar acercarnos y acercaros a los proble-

mas de nuestro tiempo.

En esta ocasión queremos dar las gracias a los amigos que han contribuido –con sus aportaciones- a

que el Candil nos proporcione su luz tenue, pero que en constante movimiento intenta iluminar oscuri-

dades.

El artículo de nuestra compañera Tatiana, residente en Suiza, ya ha sido publicado en su revista –

Realizando Antroposofía-, pero dado el carácter e importancia que consideramos atesora, queremos

compartirlo con todos nuestros lectores.

También contamos en esta edición con aportaciones de nuestros amigos Jaime Padró y Charo Pa-

checo, que por el peso específico de su preparación, conocimientos y valía personal, esperamos -por

todo aquello de lo que son continentes- que no sean los últimos.

Jean Michel Florín comparte con nosotros su reflexión sobre el “tema del año” que la Sección de Agri-

cultura del Goetheanum ha lanzado para compartir en un Congreso realizado en el mes de Febrero.

Su mensaje “Alianzas para la Tierra” es un tema actual que esperamos os motive.

Tiempos difíciles que nos tienen

que hacer pensar, sentir y ac-

tuar de acuerdo con una con-

ciencia que -naciendo desde los

más profundo de nosotros mis-

mos- debe aportar serenidad y

buen hacer a todos nuestros

actos y relaciones con los de-

más.

Estas reflexiones, que a continuación anotamos, de Joseph Beuys “En cada hombre hay un artista”

nos invitan a repensar acerca de lo que podemos hacer y contribuir con nuestras acciones al desarro-

llo de los acontecimientos por pequeños que sean estos intentos. El Candil es una gota en este océa-

no. . .

“Sólo se vive como ser humano cuando se conocen diversas posibilidades de hacerse cargo de una

responsabilidad política. Porque nuestros sistemas actuales apenas hacen participes en las decisio-

nes a las personas. En el momento en que las personas vean un instrumento para poder hacerse

cargo efectivo de la responsabilidad desarrollarían luego la necesidad, es decir cada ser humano

aprendería que eso depende de él. . . La cosa va conmigo.”

“Soy miembro necesario de esa sociedad: en la escuela, en la administración de justicia o en un

puesto de trabajo. . . Que uno piense acerca del organismo social en conjunto, que participe en el

pensamiento, en la creación, como un ser humano. Y que no se deje eso en manos de unos pocos,

que naturalmente sacarán provecho propio del asunto”

Las gotas hacen un océano de responsabilidad.

El consejo de EL CANDIL.

Carta Abierta

Sociedad Antroposófica en Valencia

Num.3—Invierno 2013

El Candil.

Sumario:

Una retrospectiva

del año 2012.

Tatiana Garcia-

Cuerva.

La creación del

Tiempo.

Jaime Padró.

Tres Miradas.

Charo Pacheco.

Alianzas para la

Tierra.

Jean-Michel Florin.

Equipo de Redacción: Lola Pérez Bodi. Antonio M. Alcalá. Manuel Pardo. Alberto Llorca. Consuelo Abad. M.A. Sanvalentin.

Page 2: El candil 03a

Página 2 El Candil.

Una retrospectiva del año 2012. pasar de lo exotérico a lo esotérico?

Para mí, este año con las problemáticas

mencionadas nos da la clave. Asistimos

a una crisis de la forma.

Vida y forma

Vida y forma son principios creadores.

En cada ser viviente que se desarrolla

obran los principios de la vida y de la

forma.

El mejor ejemplo es la planta: ¿Dónde

encontramos la máxima vida y la mínima

forma? en la semilla. Cuando de la semi-

lla surge el brote, asistimos a cómo la

vida crece dentro de la forma. La vida

está primero, ella se abre paso como

principio dentro de la forma.

La vida anhela asumir una forma.

En la flor tenemos la máxima forma y la

mínima vida. Lo vemos en la hermosa

forma de las flores que muchas veces

reproducen formas geométricas y lo ve-

mos en lo breve de la vida de la flor.

No hay forma alguna que no provenga

de una vida que la preceda y cada vida

aspira a la forma, pero no cualquiera,

sino aquella específica y propiada en la

cual esa vida concreta pueda desenvol-

verse.

A la forma debe preceder la vida

Así como el misterio de la vida es que

ella aspira a adoptar una forma, el miste-

rio implícito en la forma es que:

Toda forma quiere morir

La flor es la expresión máxima de la

forma en la planta. Ésta no pretende ser

eterna, la flor es la culminación de un

proceso y más allá de la flor hay un um-

bral hacia algo nuevo. En el umbral

hacia la muerte la flor se abre a ser fruc-

tificada y ella no puede hacerlo por sí

misma, sino que esto ocurre a través de

otros seres que la visitan como las abe-

jas. Sólo así nace el fruto y la flor se

extingue. En el fruto se desarrolla la se-

milla que permite el desenvolvimiento de

una vida nueva. Del fruto a la semilla

encontramos una disminución de la for-

ma y un aumento de la vida. De la forma

no puede nacer una forma nueva, solo

de la vida y la vida es pura potenciali-

dad, como también lo es el Yo.

Asistimos a una crisis de la forma en el

Tatiana García-Cuerva, Dornach.

Coincide este año con el fin del calenda-

rio Maya, que en verdad no es un fin

sino que completa una ronda y comienza

una nueva.

¿Qué significa este nuevo comienzo?

Con este motivo común, en el que ci-

mientos antiguos se tambalean bajo

nuestros pies quitándonos toda seguri-

dad, leo el imperativo de encontrar ci-

mientos nuevos, menos materiales y en

cambio más vivos y fluidos. Cimientos

más espirituales, más individuales y me-

nos colectivos.

La Sociedad Antroposófica sufre una

crisis de identidad, precisamente porque

aquello que debería fluir como vida en

ella se ha vuelto mera forma y esto

aqueja también a muchas instituciones

antroposóficas en las que hay una forma

que de hecho, nació de un impulso espi-

ritual vivo en el pasado, pero que a lo

largo del tiempo no se ha nutrido y trans-

formado en el vínculo vivo con su origen

y cuya forma constituye el único resabio

de la substancia espiritual que las gestó.

Peter Selg, expresó en la conferencia

dada por él el 30 de Marzo de 2012 para

el aniversario de la muerte de Rudolf

Steiner y que está publicada en su libro

"La Identidad de la Sociedad Antroposó-

fica General", que el año 2011 con la

celebración del aniversario 150 del naci-

miento de Rudolf Steiner fue un año

exotérico para la Antroposofía en un

sentido positivo. Nunca antes fue Rudolf

Steiner y su obra percibida con semejan-

te amplitud en el mundo a través de la

abundancia de eventos, artículos y li-

bros. Asimismo Peter Selg expresa

cómo en el 2011 en la Sociedad Antro-

posófica se tematizó intensamente la

pregunta de la relación con Rudolf Stei-

ner y la Antroposofía. En su reflexión

continúa diciendo que "...quizá todo ello

indica que el año 2012 tenga que ser un

año esotérico, un año de profundización

en el Ser de la Antroposofía y lo relacio-

nado con ella". (ver nota 4)

Aquí la pregunta implícita es: ¿Cómo

El 2012 ha sido para mí así como para

muchos, un año intenso de crisis tanto

internas como externas. Fueron muchas

las vivencias y eventos este año, pero

hay para mí un hilo rojo, un gesto

común, un "tema".

En la Sociedad Antroposófica también

tuvimos un tema: "La Identidad de la

Sociedad Antroposófica". ¿Por qué ha

sido este “el” tema de este año? Este

tema no surgió como fruto de haber pro-

fundizado en la esencia de esta identi-

dad y de su maduración, sino porque en

la crisis de la Sociedad esta identidad se

ha transformado en una pregunta o una

necesidad interna frente al peligro de

perder aquello que nos la brinda. El te-

ma surgió de la escasez, no de la abun-

dancia.

En el 2012 celebramos el centenario de

la primera fundación de la Sociedad An-

troposófica inmersos en la pregunta tras

la identidad. ¿No es paradójico?

En el mundo, las revoluciones contra las

formas de gobierno en los países árabes

son el terremoto social que agita estruc-

turas y cimientos que han dejado de ser

la forma apropiada para la conducción

de la humanidad del presente, también

en esas regiones de la Tierra. La crisis

económica en todas partes ha movido a

reflexión en todo el globo acerca de esta

forma de economía enemiga de la vida -

vale aquí cordarse del movimiento Wall

Street en el 2011-y pese a que la mayor

parte del mundo reconoce lo adverso de

este sistema económico, atendemos a

todo tipo de medidas, por ejemplo, las

medidas de ahorro que intentan preser-

var la forma actual que "nadie" parece

querer. La crisis conómica ha impartido

inseguridad en el mundo, así como la

falta de trabajo.

¿Qué hay detrás de todo esto?

Todo ello apunta a un gesto común. El

suelo en el que nos afirmábamos ya no

es el suelo que nos puede seguir soste-

niendo. Todos los cimientos y formas

antiguas se agitan bajo nuestros pies.

Una retrospectiva del año 2012

Page 3: El candil 03a

Num.3— Inv ierno 2013

Una retrospectiva del año 2012

mundo, estamos en el estado de la

flor...Y más allá está el umbral. El soste-

nerse en el umbral a pesar de asumir la

muerte de las formas en que nos apoyá-

bamos, puede hacer posible que ocurra

algo nuevo que no existía antes y surja

una vida nueva que antes no conocía-

mos.

Pero también podemos sucumbir en este

umbral a raíz del miedo. Ahriman está

dispuesto a ayudarnos en esta desespe-

ración, encontrando siempre la manera

de mantener las formas existentes sin

arriesgar el paso que permitiría el fruto.

De ello resultan las formas estériles,

duraderas, sin espíritu. El afán opuesto

es el Luciférico que evita que la vida

asuma forma; y la vida sin forma alguna

no es apta para vivir en la Tierra. (ver

nota 5)

¿Cómo pasar de lo exotérico a lo esoté-

rico?

Volvemos a la pregunta: ¿cómo pasar

de lo exotérico a lo esotérico? Con esta

pregunta se abren los enigmas del um-

bral. En su libro "¿Cómo se adquiere el

conocimiento de los mundos superio-

res?" (Ver nota 6) Rudolf Steiner hace

hablar al guardián del umbral con las

siguientes palabras: "Mi umbral está

formado por todos los temores que to-

davía subsisten en ti, como asimismo

por tu vacilación ante el esfuerzo que

necesitas para asumir la plena respon-

sabilidad de todo cuanto hagas y pien-

ses...”. "no cruces mi umbral hasta que

no tengas conciencia de que tú mismo

deberás iluminar la oscuridad en la cual

penetras; no des ni un solo paso adelan-

te mientras no tengas la certidumbre de

que tienes bastante aceite en tu propia

lámpara. Las lámparas de los guías, que

hasta ahora te conducían, te faltarán en

lo futuro". (Ver nota 7)

Un aspecto de la vida esotérica reside

en el dejar de apoyarse en todas las

ayudas externas en las que uno descan-

saba previamente. El ser humano se ve

cada vez más relegado a sí mismo. Esto

que sucede ante el guardián del umbral

se presenta en un tenor atenuado pero

implícito en cada crisis o conflicto. En

ellas hay algo que apela al Yo a dejar

formas previas y pasar por el "ojo de la

aguja" sin más equipaje que su mera

actividad volitiva y la flexibilidad que,

dejando las formas antiguas -que nos

otorgaban seguridad y cohesión-se abre

dispuesto a ser fecundado por un impul-

so nuevo.

Si todo esto fuera fácil, otra sería la si-

tuación en el mundo y entre nosotros.

¿Cuáles son los impedimentos que nos

obstaculizan avanzar en esta dirección?

Rudolf Steiner habló de dos males que

aquejan a la humanidad y que deberían

superarse en la Sociedad Antroposófica:

1) El miedo a lo suprasensible: del mie-

do a lo suprasensible dijo Rudolf Steiner

que "éste constituye la base de toda

enemistad contra la Antroposofía" (Ver

nota 8) .

Como antropósofos cabe hacernos la

pregunta sincera de si a pesar de nues-

tro amor a la Antroposofía, nuestro mie-

do subconsciente a lo esotérico (sea en

el grado que sea) no nos ponga en la

dramática situación de volvernos enemi-

gos de aquello que creemos amar.

El otro mal del que habla Rudolf Steiner

es:

2) La debilidad de la voluntad y la paráli-

sis volitiva del hombre moderno:

"Precisamente estas características de

la civilización y cultura moderna deben

ser superadas en la vida antroposófica.

Y si la vida antroposófica ha de volverse

práctica, entonces es necesario que la

vida práctica nazca desde un conoci-

miento sin miedo y una voluntad fuer-

te” (Ver nota 9) .

¿Quién está libre de estos males hoy en

día en algún que otro grado? Sólo com-

batiendo a éstos es que se posibilitará la

realización de lo esotérico y el desplie-

gue de una nueva vida frente a las for-

mas que se desvanecen.

A modo de ejemplo, las preguntas acer-

ca de la constitución u organización de

la Sociedad Antroposófica que en parte

han sido tema en el número previo de

esta correspondencia (y en la Sociedad

a lo largo de muchos años) no se pue-

den resolver, a mi modo de ver, a través

de estrategias que se ensañen en la

búsqueda desenfrenada de formas. La

clave está en la vida, a partir de la cuál

la forma debiera surgir. Sin vida previa,

las nuevas formas serán construcciones

abstractas destinadas a morir sin traer

frutos a la vida práctica y en las que per-

maneceremos pasivos, pues no se pue-

de delegar en la forma aquello que ha de

lograrse por el camino interior.

Ahí radica para mí la fuerza de lo esoté-

rico que se afianza en lo positivo y nun-

ca en lo negativo. No a través de la mera

crítica a las formas incorrectas (lo cual

no implica que hagamos el visto bueno a

los errores del pasado sin aprender de

los mismos), sino a través de vida con-

creta, del despliegue de nueva vida se

llegará a soluciones reales, positivas.

Esto está en nuestras manos.

De la activa vida esotérica desplegada

por cada uno de nosotros se nutrirá la

Sociedad Antroposófica para el cumpli-

miento de sus tareas en el mundo así

como del fruto de esa vida esotérica

concretada a través de nuestra actividad

volitiva: esto es, a través de nuestras

iniciativas. Pienso que es esta substan-

cia viviente-volitiva la que hará posible

que la Sociedad Antroposófica devenga

el organismo viviente en el que el Ser

Antroposofía pueda encontrar su envol-

tura terrenal.

Que las crisis de este año sean la ayuda

para ello.

4 Peter Selg ,"La Identidad de la Sociedad Antro-

posófica General", Editorial Dorothea, Buenos

Aires, Argentina

5 El contenido de este apartado sobre vida y forma

fue trabajado recientemente en un seminario sobre

Maniqueismo con Christine Gruwez.

6 GA 10 Título original: "Wie erlangt man Erkennt-

nisse der höheren Welten?"

7 GA 10 "¿Cómo se adquiere el conocimiento de los

mundos superiores? Capítulo: El guardián del um-

bral.

8 GA 257 Anthroposophische Gemeinschaftsbildung

(La creación de comunidad antroposófica). No tradu-

cido aun.

9 GA 257 Anthroposophische Gemeinschaftsbildung

(La creación de comunidad antroposófica).

Página 3

Page 4: El candil 03a

Página 4 El Candil.

La creación del Tiempo

que las semillas

radiantes del alma

arraiguen en los

fundamentos del

mundo, en los

principios y así se

engendre el fruto

celestial de la esperanza.

Con la creación del calor interior y con la

fuerza de concentración nace un tiempo

nuevo, nace el joven poder de la maña-

na. Y ese calor que se empieza a crear a

partir de la concentración en algo de

validez universal que no tiene nada que

ver con mi propio Yo va colmando el

vacío engañoso de mi personalidad y

empieza a llenarse en el fondo del alma

desde los mundos de amor del corazón

con la ardiente fuerza del verbo univer-

sal.

El día en que Zeus arrojó una piedra en

la garganta de Kronos, el tiempo se de-

tuvo, apareció el nacimiento y la muerte,

apareció un espacio interior anímico

separado del transcurrir interior, la vida

del hombre se independizó, nació el

tiempo que transcurre, el tiempo discur-

sivo, el tiempo de la agenda, el tiempo

del primero, segundo y tercero, el tiempo

que noimagina. A través del arte Sócra-

tes atribuye al dios Eros el nacimiento de

la respiración que con su ritmo pretende

reunir el interior separado del exterior en

una única armonía. Solo en el arte ha

vivido un residuo de los antiguos tiem-

pos de los dioses que permite todavía a

la humanidad acercarse a través de sus

obras a ese tiempo primordial, a ese

tiempo de crear. Ahora nace el joven

poder de la mañana, en el octavo día de

la creación, allí donde nace la creación

interior, el acto de conocer como respira-

ción simultánea entre el interior y el exte-

rior, entre el concepto y la percepción.

Hasta ahora hemos vivido prisioneros

del tiempo sucesivo, prisioneros en la

caverna que Platón imaginó, sin ver la

luz exterior, y solo ver la luz del sol pro-

yectada en el fondo como una pantalla

en la que vemos las imágenes de la vi-

da. Pero la posibilidad de vivir en la si-

multaneidad nos permite recuperar el

tiempo de los principios.

Mircea Eliade, al investigar el rito curati-

vo, observa cómo el mito del origen, de

en la semilla, en el calor que hay en la

Tierra y que contiene la potencialidad de

la planta entera a nivel imaginativo. El

tiempo simultáneo, el tiempo en que el

interior y el exterior coinciden, el tiempo

del equilibrio, el tiempo de la armonía,

existe como potencialidad en el alma

humana y en ella vive como la semilla

enterrada en las capas de la tierra. Y

ahora, en el declive y la muerte de la

noche invernal, aparece como semilla el

renovado comienzo de la creación, el

joven poder de la mañana que emerge

como posibilidad en las almas a partir de

la creación de tiempo, a partir de la crea-

ción de calor.

Este tiempo seminal, el kronos de la

antigua mitología, que se convierte en

dios del tiempo, es el de las continuas

transformaciones, donde no hay deten-

ción, no hay algo que se solidifique, sino

que discurre en lo que se crea y se ab-

sorbe al mismo tiempo. Es el tiempo

Imaginativo, es el tiempo de la imagina-

ción, es crear alma. Es el tiempo que

permite un sistema de variables que

siempre cambia. Es el verdadero tiempo

holístico, pero al que el hombre tiene

que acceder si quiere vivir verdadera-

mente en una edad holística.

En el interior se siente con vigor, con

nueva existencia propia, el misterio con-

servado de lo antiguo; despertar fuerzas

cósmicas creadas desde el alma huma-

na que se graben en la obra de mi vida y

me den forma en la existencia.

En el corazón del hombre anida el impul-

so para llevar la luz de su actividad inter-

ior a la noche invernal del mundo para

LA CREACIÓN DEL TIEMPO.

Sobre el solsticio de invierno

El tiempo invernal en la naturaleza es-

conde una enorme paradoja. Por encima

de la superficie terrestre, allí donde en la

tierra es invierno, aparece un universo

sin vida. Los árboles, como esqueletos

desnudos, sin hojas que lo cubran. La

tierra enmudecida por el frío que congela

el agua. Sin embargo, a pocos metros

de profundidad, también se encuentran

las semillas llenas de potencialidad y de

futuro y que esperan el inicio de la pri-

mavera para convertir la visión arquetípi-

ca de su propia especie en planta real

que tendrá su máxima expansión en

verano y perecerá en otoño, y nueva-

mente, cuando el frío invernal invada

esa parte de la tierra vivirá en su interior

como sol, como potencialidad de futuro

fiel al arquetipo. La planta nace en pri-

mavera y perece en otoño. Sin embargo

hay otro tiempo, el tiempo kairos, el

tiempo saturnal original, primordial, don-

de vive el arquetipo y del que nacerá

más tarde la planta física que nace y

perece.

El tiempo intelectual dominado por la

facultad discursiva, donde todo se cono-

ce por esquemas, donde la frialdad es

necesaria, donde la vida huye, donde

aparecen los desequilibrios, donde

siempre se funciona con la necesidad de

suponer un elemento estático para ver

cómo todo funciona alrededor. Ese tiem-

po, el tiempo de lo primero y de lo se-

gundo, el tiempo en el que lo más anti-

guo es lo primero, es imaginativamente

similar a la naturaleza despoblada, mar-

chita, fría y helada que nos deja traslucir

un paisaje cualquiera en esa época del

año. El tiempo del que estamos hablan-

do, la creación de tiempo, es el que vive

Jaime Padró Martín de Pozuelo.

En el corazón del hombre

anida el impulso para

llevar la luz de su

actividad interior a la

noche invernal del mundo

Así el hombre encuentra en el declive

y en la muerte de la noche el renovado

comienzo de la creación, el joven

poder de la mañana.

R. Steiner

Page 5: El candil 03a

Página 5 Num.3— Inv ierno 2013

que funde el hielo del discurso para

transformarlo en el amor de las ideas

que, como bien decía Ortega, Eros une

todo lo que está separado, recupera el

principio de cosificación relacionando las

cosas entre sí, puesto que las cosas,

como bien decía nuestro filósofo, no

tienen sentido cuando están separadas.

Esta semilla que vive en la atmósfera del

calor a pocos centímetros del suelo y

conserva potencialmente la planta que

florecerá en primavera, nos hace ver que

es en el tiempo invernal donde la semilla

nos indica el mundo de los arquetipos, el

mundo de las posibilidades al que solo

se accede imaginativamente hablando.

Si los pensamientos pueden ser contem-

plados con calor aparecen todos los

conceptos que se relacionan con él, apa-

rece una armonía, un equilibrio que dar-

ía un modelo al principio asociativo que

debe regir en la vida económica. Efecti-

vamente, así como a través del calor se

observan todos los pensamientos que se

relacionan entre sí y se perciben antes

de cosificarse como individuos separa-

dos, así el principio asociativo debe de

surgir en la humanidad como elemento

que integra la producción, la distribución

y el consumo, toda la economía solo

puede ser asociada puesto que la aso-

ciación consciente es el principio de lo

vivo que rige en la naturaleza y que el

hombre debe crear conscientemente a la

luz del calor del pensar, donde se puede

ver que están relacionados indefectible-

mente, el que produce, el que distribuye

y el que consume.

Al principio asociativo en la vida econó-

mica solamente se llegará no por im-

plantación, sino por meditación, porque

ahí se reconocerá que la economía es

un ser vivo que solamente puede ser

tratada desde lo vivo, desde un “sistema

que depende de sus condiciones inicia-

les”, es decir, de los principios, y los

principios es aquél principio sintético que

abarca en una unidad la producción, la

distribución y el consumo, que también

genera la mentalidad de que cada uni-

dad productiva tiene un campo de per-

cepción, y como cada campo de percep-

ción es limitado, solamente la asociación

de distintos campos de percepción per-

mitirá el nacimiento de un edificio que no

sean multinacionales que obedecen al

lo permanente, de los principios, es al

que apela todo curador como remedio a

la enfermedad en todas las culturas. Por

lo tanto, en sentido ritual y real para cu-

rar cuando se está enfermo, es necesa-

rio un remedio que relacione el cambio

con lo permanente, si no a la enferme-

dad, como toda unilateralidad, no se la

encuentra un punto de equilibrio, es de-

cir, la salud.

El nuevo tiempo creado a través de la

generación de calor permite reconocer

los principia, los orígenes. Cuando Mir-

cea Elíade trata del mito del origen o

mito del principio encuentra cómo en

toda la humanidad la palabra origen no

indica lo primero que aparece, sino pre-

cisamente lo que está detrás de ese

orden sucesivo que se da en el mundo

de lo creado. El problema es que el inte-

lecto, cuya base es el discurso, recono-

ce solo el orden temporal, el ámbito de

lo primero y la sucesión de pensamiento

discursivo, encuentra su límite en la

comprensión de los principios. Ésta sólo

puede darse en la actitud creadora, diná-

mica, generadora de sí misma, que per-

tenece más a la razón como elemento

sintético que al intelecto exclusivamente

analítico.

El gran filósofo Kant reconoce el intelec-

to archetypus como aquél que es capaz

de conocer los principios, pero declara la

incapacidad del hombre y afirma que

éste es el intelecto divino, reconociendo

naturalmente que solo se puede alcan-

zar el intelecto discursivo que le conduce

a lo que llama la razón práctica. Toda la

moderna civilización científica, creadora

de enormes desequilibrios en lo econó-

mico, en lo social y en lo cultural, es hija

de esta forma de pensar. No nos damos

cuenta que todas las desigualdades que

hoy se denuncian en todos los campos

de la vida y que van aumentando sin

cesar son producto de una forma de

pensar limitada, fría, esquemática, que

necesita fijar las cosas para comprender

lo que ocurre alrededor y que es incapaz

de comprender todo el movimiento.

Ese todo el movimiento” solamente se

comprenderá a partir de que uno mismo

entre en movimiento generando a partir

de la concentración el calor con que

debo contemplar cualquier idea, calor

La creación del Tiempo

pensamiento abstracto y a los demonios

del poder, sino muchas empresas aso-

ciadas que pueden abarcar un determi-

nado mercado.

Esto aparece hoy en día por necesidad,

sin embargo, el amor hacia la acción que

estamos hablando solamente es posible

desde una comprensión, y esa compren-

sión nace desde el calor. Es el nacimien-

to de un nuevo tempus que tiene que ver

con lo musical, con los ritmos. Los des-

equilibrios en la distribución de alimentos

y los desequilibrios de riqueza en el

mundo solamente se podrán paliar a

través de ritmos. Los ritmos comprenden

la sabiduría de cuándo parar, cuando

pautar, cuándo acelerar, cuándo ralenti-

zar, cómo se respira entre la producción

que exhala y el consumo que inhala. El

distribuidor es el que regula esa respira-

ción. El equilibrio anímico se añade al

equilibrio físico, el equilibrio físico se

alcanza con una temperatura media de

36,5ºC, ahí se considera que un organis-

mo está sano. Sin embargo, el equilibrio

anímico es una conquista entre el pen-

sar, sentir y voluntad, y solamente se

alcanza con un equilibrio que se crea a

partir de la atención que se genera entre

el pensar, el sentir y la voluntad, es de-

cir, el nuevo equilibrio económica se

genera en base a una percepción soste-

nida, a una atenta percepción de aquello

que me rodea para encontrar el ritmo

adecuado que permita que el mundo no

se divida entre países ricos y países

pobres, sino que la equitativa distribu-

ción de la riqueza solamente es posible

con la conquista del equilibrio interior

personal.

El idealismo de las izquierdas, sólo es

idealismo en cuanto que no deja de ba-

sarse en un intelecto discursivo al que

se une una aspiración que rebasa una

forma práctica de realizarlo. Para que la

razón práctica se transforme en razón

teórica, es decir, para que se encuentre

la energía de Dios, que es lo que signifi-

ca Teo-rein ,para que se encuentren las

formas prácticas de crear un equilibrio

en el mundo tengo, indefectiblemente,

que pasar por una transformación perso-

nal en la que cambie de forma de pen-

sar, si no, asistimos ante la constatación

de las decepciones y la utopía de las

Page 6: El candil 03a

Jaime Padró es el Presidente de

la Fundación Círculo de Arte So-

cial. Su actividad se centra en el

fomento de la cultura colectiva

como impulso de la creacion de

comunidades.

Página 6 El Candil.

aspiraciones y siempre, aquél que crea

un mundo mejor, se transforma con la

llamada “cruda realidad”, en la que se

imponen las bases del pensar causantes

de los desequilibrios en el mundo. Recu-

perar los principios y distinguirlo del del

tiempo que transcurre, a través de la

generación del calor, a través de la con-

centración, a través de la imaginación en

la que el concepto se transforma en ima-

gen justamente al relacionarlos entre sí,

y el nacimiento, desde lo individual a lo

colectivo, y no al revés, permitirá que

tengamos una fundamentada esperanza

de que cambien las cosas.

Con la forma normal de pensar intelec-

tual, uno alcanza solamente a ser revo-

lucionario, y la palabra “revolución” es,

en forma práctica, poner lo que está

abajo arriba y poner lo que estaba arriba

abajo, y volver una y otra vez a esta

actividad. El “evolucionario” crea un or-

den desde la individualidad, desde el

grupo de individualidades que no consis-

te en volver a poner lo que está poster-

gado, sino en crear algo nuevo, y lo nue-

vo es el equilibrio de lo que está separa-

do, lo que por razones de la evolución

de la humanidad se vive como dolorosa

separación entre el pensamiento, el sen-

timiento y la voluntad. El verdadero nue-

vo orden no es un orden político, es el

orden que se genera en el calor creado,

un orden que se mueve entre espirales

de expansión y contracción. El orden

que aparece ya en la convección de los

líquidos cuando se calienta y aparecen

remolinos, espirales, lemniscatas y for-

mas en movimiento que nos indican que

el caos contiene un orden interior de

formas vivas que no se dejan someter a

esquemas, sino a relaciones desde la

atenta percepción.

Tres Miradas

expresión del alma. Luego la palabra y el

color se transforman, no, ¡se transforma

el alma! Ella es ahora vehículo de ex-

presión del color, de la palabra. Ese pro-

ceso que ya venia viviendo, en el cruce

de caminos adquiere otra cualidad. Se

hace más abarcante. Es un proceso en

que ambas premisas - "Hombre conóce-

te a ti mismo"... conociendo el mundo".

"Hombre conoce el mundo"... conocién-

dote a ti mismo" - son simultáneas-

¿Cómo? Sólo puedo responder a esta

pregunta narrando mi experiencia. De

nuevo es el otro quien me trae mi desti-

no. Acogerlo y al mismo tiempo recha-

zarlo me abrió las puertas a lo que se

transforma a lo largo de mi vida en un

ámbito de juego.

Soy juguetona como un niño. Recuerdo

la imagen de verme observando a un

chiquitín intentando encajar cubos de

colores de distintos tamaños uno dentro

de otro. Fue una experiencia asombrosa

en la que me reconocí. Cuando lograba

encajarlos los miraba satisfecho y de

pronto, ¡los tiraba de nuevo riendo! Lle-

gaba a la forma, no lo dejaba a medias

pero una vez alcanzada... ¡Vuelta a em-

pezar como si nunca los hubiera visto!

Ese niño es uno de mis maestros.

Más tarde escuché a otro fundamentar

epistemológicamente tal experiencia,

algo que sin su ayuda nunca hubiera

llegado a hacer. Como digo, el otro nos

trae nuestra pregunta en forma de res-

puesta y ¿cuántas veces esa respuesta

viene disfrazada de pregunta? ¿Podría

El encuentro con Antroposofía es un

hito, un crucero, un cruce de caminos en

nuestras vidas.

Es sobre todo un encuentro con aquellos

que tienen en sus manos nuestro desti-

no, con aquellos que nos hacen la pre-

gunta, aquellos que reconocen cómo

vive en nosotros la pregunta.

Escribe algo del color, el arte..., para El

Candil... Yo escribo y mucho; ahora me

dicen sobre lo que tengo que escribir.

¿No es esto un hecho de destino?

Es el otro el que me trae la pregunta, el

que descubre mi pregunta.

Escribir, ha sido una necesidad. La pala-

bra me ha ayudado en el camino a cono-

cer cómo vive en mi interior el mundo. A

través de mis escritos, hechos mundo,

manifestados, he podido conocer cómo

vivo yo en el mundo.

Tal fue mi primer acercamiento al color,

partía de la necesidad de expresarme

sin palabras. El color fue en un principio,

como la palabra, un vehículo de expre-

sión del alma. Experiencia contemporá-

nea. A través del color, pintando, pude y

puedo conocer como vive en mí el color.

Mis obras me permitieron conocerme.

Comenzaba hablando del hito en el ca-

mino, a partir de ese cruce de caminos,

la palabra y el color han sido un camino

de conocimiento y de auto conocimiento.

La palabra y yo, yo y la palabra. El color

y yo - yo y el color. Primero fui yo, el

color y la palabra eran medios de

TRES MIRADAS. Charo Pacheco.

La creación del Tiempo.

Page 7: El candil 03a

Tres Miradas

Página 7 Num.3— Inv ierno 2013

llegar a ser así sin el cruce de caminos,

sin el hito fundamental de nuestro cami-

no, sin el encuentro con Antroposofía, el

encuentro con los hermanos antropóso-

fos?

Se muy bien lo que digo cuando digo

hermanos. Mi nacimiento me regaló una

importante escuela. Nací en una familia

de 13 miembros. Yo fui el número 12,

luego vino el 13. Antes del hito en el

camino me preguntaba ¿Qué tendré yo

que ver con todos estos? Estos eran mis

hermanos y mis padres. Mi pregunta

encuentra respuesta en el ámbito de la

Sociedad Antroposófica, respuesta la

que sin duda alguna y tras un largo pro-

ceso, me conduce la muerte de uno de

los miembros de mi familia, cuando lo

deja de ser. La muerte se encarga de

ello, entonces la verdadera relación se

desvela. Sin su muerte no podría expli-

car mi acercamiento a la medicina anto-

posófica, un encuentro fundamental en

el camino al crucero del que vengo

hablando.

Volvamos a la fundamentación de la

experiencia.

La fundamentación fue simultánea a la

experimentación profunda con la Teoría

del Color Goetheana. En ese proceso,

pude experimentar el paso decisivo de

Goethe a Rudolf Steiner. Con tal bagaje

me enfrenté a Newton.

Es una decisión, tomada a la luz de la

experiencia de simultaneidad, el no es-

cribir sobre el color a priori. Lo más que

puedo decir, es que mi trabajo con el

color es un continuo empezar siempre

de nuevo como si nunca lo hubiera

hecho, con el mismo y nuevo asombro,

viendo cada vez el nacimiento de profun-

do interés, la alegría de encontrar las

leyes experimentándolas siempre de

nuevo, viendo así como se aproxima la

gracia. En cada nuevo intento damos un

muchas diferentes actividades pero en

esa actividad el niño está solo. Otra cosa

es si ponemos a un grupo de niños a

encajar los cubos. He hecho la experien-

cia. Os aseguro que me regaló una in-

mensa sonrisa de comprensión. Casi

nunca llegan al final si se los deja a su

libre albedrío.

La presencia, la conciencia del maestro

infantil cambia las cosas. En un círculo

de adultos la conciencia del maestro ya

no es lo mismo. Es precisa la conciencia

de todos y de cada uno. Cada uno de

nosotros hemos de ser conscientes de lo

que aportamos y también aportamos

todo aquello que nos vive sin conciencia

y eso, lo proyectamos sobre el otro, so-

bre el círculo. El círculo cromático -no es

más ni tampoco menos- que un círculo

de estrellas y ¿qué somos nosotros sino

estrellas caídas en la Tierra, nuestra

estrella, con la maravillosa y ardua tarea

de convertirla en Sol?

Del Círculo cromático de Goethe al

Círculo cromático de Steiner hay un ma-

ravilloso camino para nuestra alma y

todo camino que el alma realiza cons-

cientemente es camino del Yo. De eso

se trata el trabajo, de recorrerlo y en el

recorrerlo hacernos conscientes de lo

que nos vive inconscientemente. Po-

dremos o no transformarlo en el momen-

to pero conocerlo nos ayuda a no pro-

yectarlo sobre el otro y a reconocer que

a través de él nos llega el reverso de la

medalla de lo que creemos ser. Él nos

da unas veces lo que nos falta, nuestra

debilidad, otras aquello que es un exce-

so que no conocemos, a veces nos

muestra nuestra falta de carácter...

¿Qué podemos crear juntos a pesar de

excesos y carencias? Esta pregunta no

es ninguna tontería. Su respuesta exige

conocerme y en el conocerme simultá-

neamente me reconozco en el otro, re-

conozco al otro en mí.

En el Círculo cromático todos los colores

tienen su lugar, como todos los puntos

de vista tienen el suyo. Todos están invi-

tados a la mesa. No sobra ni falta nada.

Lo importante es saber en cada momen-

to que puesto ocupamos. Si no lo sabe-

mos, escuchemos, el otro nos lo dice.

El color, los colores... La relaciones en-

pasito más en el largo camino de New-

ton a Goethe de Goethe a Rudolf Stei-

ner. Podemos decir el Camino de Rudolf

Steiner a Goethe, a Newton. Cada uno

hacemos nuestro camino de forma dife-

rente. En este camino es esencial el

instante en que nos vivimos, observa-

mos y experimentamos como creadores

de los fenómenos. El instante en que

ponemos conceptos a tal experiencia.

¿Y no son "fenómenos" los hechos, los

acontecimientos del Karma?

La experimentación Goetheana con el

color es un magnifico y bellísimo entre-

namiento para trabajar con el karma de

forma científico/artística.

El color no me hizo pintora, mi relación

con el arte, con el color, viene de muy

lejos y he ido desentrañándola y re-

creándola a lo largo de mi biografía. Si-

multáneamente me ha enseñado a des-

entrañar, a recrear el karma. Y digo el

Karma, no mi karma. El karma como

fenómeno puramente humano. El color

y las plantas me han enseñado a pen-

sar, pero sobre todo me han enseñado a

reconocer eso que llamamos "lo social",

el camino a la fraternidad.

Fue en el proceso de trabajo con el mun-

do vegetal, mientras paseábamos por un

bosque de hayas donde me encontré

viviendo conscientemente la experiencia

de lo que nos da el mundo vegetal que

nos permite entrar en libertad al mundo

de lo social contando con el cómo del

otro, amándolo, escuchándolo. Una con-

dición imprescindible es conocer el

nuestro. A partir de ese conocimiento

dejamos de proyectarlo sobre el otro,

sobre la vida....

Trabajé hace años en un círculo que

puso conscientemente como centro Kar-

ma y Reencarnación. Un círculo puede

poner como centro conscientemente lo

que quiera. Que duda cabe aquello fue

un hito muy especial. Fue un cruce de

caminos fundamental que nos trascien-

de. Pasamos muchas horas como niños

intentando encajar los cubos de colores.

El niño no ceja en su empeño, tampoco

conserva lo logrado. Su juego es un ca-

mino de aprendizaje, así desarrolla ca-

pacidades que más tarde le permiten

...mi trabajo con el

color es el de continuo

empezar siempre de

nuevo...

Page 8: El candil 03a

tre luz y oscuridad, lo que ellas crean a

partir de esas relaciones. Algo que pode-

mos llamar "La danza de las horas". La

experiencia de llegar al espectro de

Newton, en el que vivimos más inmer-

sos de lo que nos imaginamos aunque

"sepamos" que Newton se "equivocó".

Todo su error fue sacar una conclusión

precipitada (¿quien de nosotros no la

hecho? y luego re-flexionar sobre ella

(¿nos reconocemos?) Newton no se vio

a si mismo oscureciendo la habitación

donde realizo su experimento (Quizás no

lo hizo él. Es interesante observar el

gesto asombrado del joven y el gesto

reflexivo de Newton). Newton era un

científico. Goethe como artista entra en

un proceso pensante con su voluntad

Newton en un proceso de reflexión.

Cuando llegamos al espectro de Newton

Página 8 El Candil.

Tres Miradas

aquellos que llegaran después que él.

Los ideales Goetheanos de precisión y

devoción al detalle en el experimento

son además no menos sino mucho más

exactos que aquéllos que predominan.

El tenía derecho a hablar porque lo hab-

ía practicado. Aunque han pasado más

de 200 años, lo qué el dice en este en-

sayo es urgente aplicarlo hoy en día,

cuando las teorías científicas apoyadas

frecuentemente por las llamadas

"pruebas experimentales" como aquellas

sobre las que en este ensayo nos pre-

vienen, han desembocado en el vacío.

Este es un camino de gran valor cuando

nos acercamos a lo que está en deve-

nir...

...mientras no hagas tuya

la consigna ¡muere y deviene!

sólo serás un turbio huésped

en la tierra oscura.

J.W. Goethe

de la mano de Goethe vivimos simultá-

neamente lo que a Rudolf Steiner le dio

el trabajo con su obra. La pregunta so-

bre la relación Steiner/Goethe me ha

acompañado y sigue aquí a mi vera. No

es posible que la insistencia de Steiner

en el Goetheanismo sea algo vano. El

Goetheanismo en si, no hablo ahora de

los diferentes reinos, es, yo diría, un

previo a Antroposofía pero eso sería

salirse de la simultaneidad que no es

otra cosa que el percibirnos en nuestra

actividad. Percibimos simultáneamente

el fenómeno y como lo creamos, si no

llegamos a ese cómo ¿Podemos trabajar

con él?

Con todo esto lo que digo es que el Go-

etheanismo no es más ni tampoco me-

nos que una herramienta que no se

compra en la ferretería, la fabricamos

cada uno de nosotros a poco que nos

esforcemos de acuerdo con aquello que

quiere ser conocido.

El ensayo sobre El experimento como

mediador entre sujeto y objeto es uno

de los más citados por Rudolf Steiner. El

Dr. Steiner lo menciona por ejemplo

cuando se refiere a como el Pensamien-

to de Goethe, su relación con el mundo

de la naturaleza, era en un profundo

sentido Cristiano. El se resiste, una y

otra vez en un esfuerzo constante, a

la tentación de imponer sobre la Natu-

raleza su propio sistema de pensa-

mientos. El haría lo mas grandes es-

fuerzos para que a través de su traba-

jo hablara la naturaleza para que el

fuera portador de sus pensamientos

no de los suyos propios y que así el

camino hacia la pura naturaleza pu-

diera estar abierto, no cerrado ni en-

corsetado en sistemas teóricos para

El Fortalecimiento del Corazón.

Dornach -Suiza. 18 al 25 de mayo.

El congreso está destinado a jóve-

nes de todo el mundo que estén cur-

sando estudios de Medicina, Enfer-

mería u otras especialidades terap-

éuticas o que estén iniciándose en

dichas profesiones y deseen cono-

cer o profundizar la Medicina Antro-

posófica. El congreso se centrará en

la Antropología del corazón, contem-

plada desde un enfoque interdiscipli-

nar. Es una oportunidad de encuen-

tro entre jóvenes de todo el mundo

en el ámbito de la Medicina antro-

posófica.

NOTICIAS.

Fuente Goethe: www.proyectacolor.cl

Fuente imagen. Biblioteca de investiga-

ciones de word press.com

Charo Pacheco trabaja en la actualidad

en el Centro Médico Terapéutico Lucas

con la Autobiografía Pictorico/Literaria y

realiza también talleres de “Experiencia

del Color”.

Page 9: El candil 03a

Página 9 Num.3— Inv ierno 2013

Sobre el tema del año 2012/13 de la Sección de Agricultura del Goetheanum –Sede

de la Sociedad Antroposófica General en Suiza.

Nuestro mundo parece hundirse en una crisis cada vez más profunda. ¿Qué es una

crisis? Si orientamos nuestra mirada hacia el futuro, se puede descubrir una crisis

donde algo nuevo quiere brotar. Por ejemplo, el gusano de seda atraviesa una crisis

cuando se larva, cuando su cuerpo se convierte en una sustancia lechosa sin forma.

¿Cómo puede una forma surgir de esto? ¿Puede nuestra actual crisis dirigirnos a

una metamorfosis de nuestra sociedad? ¿Cómo podemos sostenernos en esta me-

tamorfosis?

Si intentamos encontrar un común denominador para la actual crisis, podemos con-

venir en que tiene todo que ver con una visión particular del mundo: la tierra, las

plantas, los animales y por tanto, el ser humano se han convertidos en objetos, en

cosas. Podemos hablar de la “cosificación del mundo”. En los últimos quinientos

años la ciencia se ha limitado a lo que puede medir y lo que no es mensurable, o lo

ha convertido en cifra o lo ha ignorado; por ejemplo, la relación entre agricultores y

sus ganados, que no es mensurable pero es perceptible, ha sido ignorada y aparta-

da como algo sin importancia. Dejando paso así a la industria agrícola (leer más en

el artículo “El secreto de las relaciones” en la circular 101, verano del 2012).

Este desarrollo tiene su importancia para la evolución humana: nos ha ayudado a

liberarnos de los estrechos lazos de las tradiciones de las cuales provenimos. Ha

ayudado a la gente para reafirmarse en su personalidad como Yo. La pregunta que

surge ante la crisis de las individualidades que se han desligado de la tierra es:

¿Cómo reconectar de forma nueva, consciente y libre con la tierra? Esta es la tarea

del alma consciente.

La cosificación del mundo y de las criaturas aumentó a finales del siglo pasado y en

la actualidad. Con el crecimiento del mercado de consumo todo se ha degradado a

mercadería. El mundo entero está en venta; y recientemente, ¡incluso parcelas en la

luna!

El mercado de consumo es la fuente de muchos problemas hoy en día, que afectan

a la agricultura mundial, especialmente a los países más pobres:

La cuestión de la Tierra: La tierra es una mercancía. Existen compañías y gobiernos

que compran grandes extensiones de tierra cultivable en otros países y reducen el

acceso de forma progresiva ejerciendo su derecho de propiedad. Esto incrementa el

número de agricultores sin tierras o de gente joven con gran dificultad de acceso a un

terreno para cultivar o para su ganado.

Un bien común (agua, semillas, …) se convierte de forma progresiva en una mercancía,

por ejemplo, por la privatización.

El trabajo se convierte en una mercancía (y por tanto también el ser humano); y por

tanto se encarece para los empleadores. La agricultura tendría una gran oferta de tra-

bajo, pero la gente no puede y no quiere pagar por ello. Por consiguiente el número de

desempleados está en aumento de forma desconectada.

De igual manera el dinero se degrada a mercancía y por tanto se puede ganar dinero

con dinero. La brecha entre pobres y súper-ricos es cada vez mayor.

Los alimentos no sólo se han convertido en mercancías, sino en objeto de especula-

ción, lo que causa carencia alimentaria y hambre.

Un ejemplo evidente es la transformación

de paisajes en mercancías. En la actuali-

dad, el valor económico de áreas naturales

y paisajes está siendo calculado, y, de

hecho, se hace así porque se piensa que

pueden ser mejor protegidas, cuando sa-

ben que la naturaleza ofrece sus servicios

por valor de millones de dólares de forma

gratuita. ¿Es así? De hecho no, pues el

valor cualitativo y único de las reservas

naturales queda reducido a un número. Si

alguien deseara eliminar parte de esa

reserva natural, podría ser re-emplazada

por otra de igual valor económico. En el

proceso, el valor único de la reserva natu-

ral es obviado: es exactamente lo opuesto

a lo que nosotros, como agricultores bio-

dinámicos, luchamos por conseguir, pre-

servar el organismo individual de nuestras

granjas.

Quien tenga suficiente dinero puede

tener posesiones y así dificultar a otra

gente el acceso a lo básico vital. Como

vivimos en la era de la cosificación,

“tener” es más importante que “ser” y por

tanto la posibilidad de adquirir algo por

uno mismo está siendo acaparado por

aquellos que pueden permitírselo –en

detrimento de todos los demás. Así el

número de gente “sin” está en aumento

(sin tierra, sin trabajo, sin casa, sin un

duro, sin comida, sin voz, etc.) Toda esta

gente son “excluidos”. También un gran

número de seres vivos están también

excluidos: tierras baldías, animales cria-

dos en factorías agrícolas, animales en

extinción, plantas en extinción…

Es importante comprender que la visión

del mundo que convierte todo en objeto

y mercancía no permite la existencia de

ningún aspecto interior de las criaturas;

sólo existe lo físico material. Sin embar-

go, más y más gente llega a otras visio-

nes del mundo. A este respecto es inte-

resante leer el estudio del sociólogo

americano, Paul Ray. A modo de entre-

vistas realiza un estudio de investigación

sociológica de la sociedad Americana

desde hace diez años. En dicho estudio

descubre tres tendencias, que recorren

todo el espectro político:

Los modernistas. Podemos llamarlos

la “gente Prometeo”. Son los que pien-

san que todo es mejor que antes, que el

progreso tecnológico resolverán todos

Tema del año de la Sección de Agricultura del Goetheanum

Alianzas para la Tierra. Jean-Michel Florin.

Page 10: El candil 03a

Página 10 El Candil.

en sus vidas. Muchos activistas, como

por ejemplo, activistas por los derechos

humanos, los derechos de las minorías,

por el medio ambiente, por los animales,

por un estilo de vida ecológico, etc. per-

tenecen a este grupo.

Incluso con visiones del mundo distintas,

tienen en común la decisión de compro-

meterse no por cuestiones tradicionales

–porque pertenezcan a una familia, a

una comunidad, a una cultura o a un

país – y no por cuestiones egoístas,

razones utilitarias, sino, al contrario,

completamente desde su consciencia

profunda, desde su elección individual.

Han fortalecido su núcleo individual para

separarse de las antiguas estructuras.

Es un grupo de personas, que está cre-

ciendo en número cada vez mayor, y

que construyen muchas pequeñas o

grandes iniciativas concretas por todas

partes en diversos campos (medio am-

biente, agricultura, economía, cultura,

etc)

Son gente con quien podemos entablar

alianzas de forma más sencilla si, en vez

de anteponer nuestra visión del mundo

(antroposófica, ecológica, permacultura,

etc) como cuestión central, nos centra-

mos en la experiencia transformadora

interior concreta que tenemos en común.

Por razones que emanan desde lo más

íntimo de mi consciencia quiero tener

una relación distinta con la tierra y con

las criaturas vivas. La gente busca lo

que les une, no lo que les separa. Este

ejercicio puede ser también muy impor-

tante dentro del movimiento biodinámico

o antroposófico, ya que parece que las

personas ostentan puntos de vista que

hacen imposible la colaboración.

Según Paul Ray este grupo de personas

están en peligro de creer que sólo ellas

piensan de esa forma y por tanto creen

que sólo pueden cambiar muy poco de

la realidad. Según él, este grupo es rela-

tivamente grande y puede desarrollar un

gran poder, especialmente en la socie-

dad civil. La dificultad de esta gente en

este grupo es que justamente porque

cada uno quiere pensar de forma indivi-

dual, libremente, la colaboración con

otros es difícil. Cuando desarrollo un yo

individual con fuerza, existe el peligro de

desarrollar un ego demasiado unilateral.

los problemas. Para ellos el mundo no

tiene un significado intrínseco; se ha ido

formando a lo largo de los milenios des-

de el Big Bang. Para este grupo el ser

humano es producto de las fuerzas here-

ditarias y las influencias ambientales, los

individuos no tienen “interioridad”, así

solo podemos dividirlos en poblaciones

de culturas diferentes como Samuel

Huntington ha predicho en su ensayo “El

Choque de las Civilizaciones”. Esta vi-

sión del mundo es realmente fatal: para

poder vivir así hay que “disfrutar hasta

morir” o intentar olvidar.

Los tradicionalistas. Es el típico gru-

po de gente que piensa que todo era

mejor antes. Siempre buscan los valores

tradicionales antiguos, que la ciencia

moderna ha destruido. Con facilidad se

convierten en integristas, gente dogmáti-

ca.

En medio de la oposición entre estos

dos grupos surge un espacio libre, don-

de una nueva tendencia está surgiendo.

Son gente (proveniente de uno de los

dos grupos anteriores), que han experi-

mentado una transformación interior.

Para estas personas la interioridad del

ser humano individual es un hecho; ellos

lo han experimentado con gran intensi-

dad, incluso algunas veces se expresa

en forma de rabia u odio – quizás el in-

esperado éxito del libro “Empört

Euch!” (“¡da rienda suelta a tu odio!”) por

Stéphane Hessel puede ser explicado

por él como un aspecto esencial de

nuestra época. Friedrich Glasl describe

en sus seminarios sobre los conflictos

cómo usa los recuerdos de las personas

de los momentos de mayor odio para

hacerles descubrir sus valores básicos.

Paul Ray denomina a este nuevo grupo

lo “creativos culturales”. Los enmarca en

un nuevo movimiento social, que está en

devenir. Presienten que el mundo está

lleno de significado y que el ser humano

puede crear una conexión real con el

mundo, pues la tierra y las criaturas vi-

vientes no son cosas, sino seres. Estas

personas han descubierto en su mayor-

ía, en algún momento de sus vidas y en

un sentido personal verdadero, que por

razones de su consciencia más profunda

–que es una clara señal del alma cons-

ciente– desean cambiar algo concreto

Arthur Zajonc dijo en cierta ocasión,

“Demasiado ego, ego, ego”. Cuando

reflexionamos profundamente en esta

observación, podemos descubrir que el

ego, para llegar a ser un Yo como tal,

necesita el encuentro con el “tú”. El filó-

sofo, Martin Buber, escribe, “La palabra

fundamental Yo-tú solo puede ser dicha

por un ser completo. El encuentro y la

fusión en un ser completo sólo puede

ocurrir a través de mí, nunca sin mí. Yo

vengo a ser sobre el fundamento de “tú”;

mientras llego a Yo, yo digo tú. Toda

verdadera vida es encuentro.” Aquí toca-

mos un motivo muy importante de la

alianza: desarrollar el yo propio en el

encuentro con los otros y trabajar en el

mundo con otros.

En el congreso de agricultura del 2013

estamos convocados a practicar este

encontrarse. A este fin se realizarán

laboratorios de Alianzas, en los cuales

queremos poner la bases para construir

alianzas concretas en temas concretos

desde nuestro compromiso con la bio-

dinámica y nuestros conocimientos es-

pecíficos, si fuera posible. Nuestro de-

seo es que mucha gente pueda partici-

par y que tú, lector de esta circular, en-

cuentres el coraje junto con personas a

tu alrededor para participar en nuestro

congreso; está abierto a todos – a todos

los “creativos culturales” – que estén

interesados en el movimiento biodinámi-

co.

Jean-Michel Florin comparte la dirección

de la Sección de Agricultura del Goethea-

num junto a Ueli Hurter y Thomas Lüthi.

También es coordinador de la Asociación

biodinámica de Francia.

Tema del año de la Sección de Agricultura del Goetheanum

Page 11: El candil 03a

CENTRO KAIROI Calle Gascóns 2, 1ª 46002 Valencia.

Teléfonos: 96 394 33

10

96 365 28 76

Juan Antonio Martínez

Médico.

Orientación Antroposófica. Experto en Homeospagyria

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Masaje Doctor Pressel.

Tfno. 657 586 489 — 963 653 042

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Consuelo Abad. Psicóloga.

Trabajo Biográfico. Consejera en educación infantil y de adolescentes.

Isabel Más Paños.

Médico y arte-terapeuta.

Valencia.

Tel. 96 328 67 02

[email protected]

Página 11 Num.3— Inv ierno 2013

Poemas.

Luces y sombras

Entre luces y sombras

transcurre mi destino,

las luces me las regalan,

las sombras...,

las llevo conmigo.

———

Manuel Pardo.

Días, noches

Estoy lleno de ausencias,

de gritos silenciosos

y de palabras vanas,

de buenas intenciones

jamás realizadas.

He vivido días tenebrosos...,

y también noches iluminadas.

———

Manuel Pardo.

Iniciativas.

Page 12: El candil 03a

Deseamos hacer una revista participativa donde puedas expresar tus opi-

niones, plantearnos tus dudas o compartir tus poesías, o tus dibujos…

Tus contribuciones puedes enviarlas por e-mail a:

[email protected] (Antonio) y [email protected] (Alberto);

por correo postal a Rama Micael. Calle Gascons 2, pta. 1. Valencia 46002.

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de Antroposofía.

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Lugar: Calle Cartuja Vall de Crist 13. Altura –Castellón Sábado 4º de mes de 10:00 a 13:00 horas. Carmen Lozano: 609 814 379

Comunidad de Cristianos en

Lugar: C/ L'Alguer,2-15 Valencia 46022. Semanal: Viernes a las 18 h. Tel: 96 328 67 02 [email protected]

Grupo de Estudio

de Antroposofía.

Valencia.

Lugar: Centro Kairoi. Calle Gascons 2-1. Valencia. Viernes 1º y 3º de mes de 19:00 a 21:00 horas. Juan Antonio Martínez. Tel. 96 394 33 10 [email protected]

Formación en Agricultura Biodinámica en Valencia.

Nivel I – 2012 en Alboraya (Valencia) Organizados por Instituto de Estudios para la Vida Rural Sostenible (IDEAVIDA). Información: teléfonos: +34-630754443; +34-699165189 e-mail: [email protected] http://www.formacionbiodinamida.com

La publicación de la revista “EL CANDIL” está producida enteramente por la Rama Micael de Valencia, perteneciente a la Sociedad Antroposófica en España. No tiene fines comerciales y por tanto su distribución es gratuita.

Puedes consultar las actividades actualizadas en la página web:

www.antroposofiaVLC.es

Escuela de Familia en Altura

Castellón.

Lugar: Calle Cartuja Vall de Crist 13. Altura –Castellón Información: Tlfn. 645 389 951 e-mail: [email protected] http://www.antroposofiaVLC.es

DRAMAS MISTERIO del 22 al 28 JULIO EN DORNACH (SUIZA)

Este verano se van a representar en el Goetheanum los cuatro Dra-mas Misterio, que se van a leer en castellano simultáneamente. Se recomienda a las personas interesadas que hagan las reservas de alojamiento y viaje lo antes posible, pues se espera una ocupación total. Estas reservas se hacen directamente de forma individual. Más información: http://www.sociedadantroposofica.com y [email protected]

El Fracaso Escolar.

Miércoles Abierto de la Rama Micael.

27 Febrero. 19:30 h. Rama Micael. C/ Gascons 2, 1º. 46002 Valencia. Coordina: Consuelo Abad. La adolescencia y su problemática. La adolescencia significa maduración sexual y mucho más. Se dan una serie de transformaciones que conducen a la madurez y a la posibilidad de relacionarse de tú a tú con los otros y con el mundo: creando, dando forma y destruyendo. La tarea y reto de los padres y profesores es principalmente la de ser mediadores entre el/la adolescente y el mundo, poniendo a disposición lo necesario para un desarrollo armónico para su futuro.