eclesiologia eucarística a partir do cvii

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    U N

    F T

    Rodrigo S A

    LA ECLESIOLOGA EUCARSTICA A PARTIRDEL CONCILIO VATICANO II 19621965

    Precedentes y desarrollo posconciliar

    Extracto de la Tesis Doctoral presentada en laFacultad de Teologa de la Universidad de Navarra

    P

    2009

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    Ad normam Statutorum Facultatis Theologiae Universitatis Navarrensis,perlegimus et adprobavimus

    Pampilonae, die 30 mensis iulii anni 2009

    Dr. Ioseph M M Dr. Paulus B S

    Coram tribunali, die 16 mensis iunii anni 2009, hancdissertationem ad Lauream Candidatus palam defendit

    Secretarius FacultatisSr. D. Eduardus F

    Excerpta e Dissertationibus in Sacra Theologia

    Vol. LIV, n. 1

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    PRESENTACIN

    Dentro de la Liturgia celebrada en la Iglesia y por la Iglesia, el Sa-cramento del Altar desempea un papel central porque de l manahacia nosotros la gracia como de su fuente y se obtiene con la mximaeficacia aquella santificacin de los hombres en Cristo y aquella glori-ficacin de Dios, a la cual las dems obras de la Iglesia tienden comoa su fin (SC 10).

    La centralidad de la Eucarista acentuada y proclamada por el Con-cilio se hace notar en todos los documentos dimanados por el Magiste-rio, pues desde el inicio del cristianismo1, la Eucarista siempre estuvoconsiderada en su relacin con la Iglesia.

    En un primer perodo2pareci natural distinguir el cuerpo sacra-mental del cuerpo histrico, del cuerpo crucificado, porque el corpusmysticum(entendido en contraposicin con verum) era el cuerpo inmys-terio, correlativo inmediato de un mysterium corporis. Sin embargo, no

    se puede ver en esta distincin un intento de debilitar la profunda iden-tidad entre el Sacramento de la Eucarista y el Sacrificio del Calvario.En una segunda etapa, la expresin Cuerpo Msticopas de la Euca-

    rista a la Iglesia. El corpus mysticumha sido el misterio de la signifi-cacin de este cuerpo eclesial mediante el sacramento. En tal acepcinradical, se puede decir estrictamente que ste se halla contenido en laEucarista. Despus, del mysterium corporis se pas al corpus in mysterio,de la significacin a la cosa significada3. La Iglesia es el Cuerpo Msticode Cristo, es decir, el cuerpo de Cristo significado por el sacramento.

    Pero mientras el cuerpo individual de Cristo est presente verdade-ramente en el sacramento, el cuerpo eclesial est solamente en miste-rio. Lo cual no significa una restriccin que disminuya la afirmacinde su realidad.

    Tanto el realismo eclesial como el realismo eucarstico se apoyanmutuamente. El eclesial garantiza el eucarstico y ste confirma el pri-

    mero. En ambos se refleja la misma unidad del Verbo encarnado.

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    Cuando creemos que en la Eucarista est realmente presente elCuerpo de Cristo, creemos tambin en la realidad del Cuerpo eclesial.

    En la teologa patrstica la perspectiva era inversa: tena ms importan-cia el efecto que la causa.Podemos decir que la presencia del Cuerpo de Cristo en la Euca-

    rista adems de substancialmente real es una presencia realizadora,dado que la Iglesia se edifica por medio de ella4: la sangre y el agua dela Cruz estn presentes en el vino y en el agua del sacramento. No sonmeros smbolos.

    La doctrina del Cuerpo Mstico estaba ya presente en los Padres,

    pero en pocas posteriores se dej de utilizar esta expresin por temora la carga simblica que llevaba consigo. En el fondo, el cuerpo histri-co, el cuerpo sacramental y el cuerpo eclesial necesitan ser conjugadosa la vez. Entre estos trminos debe existir una tensin circular.

    La vinculacin de los misterios de la Iglesia y de la Sagrada Eucaris-ta es un hecho histrico y dogmtico de vastas consecuencias e impli-caciones, que la misma Iglesia descubre gradualmente en su reflexin

    teolgica y en su adoracin del Sacramento del Altar. La conexin in-disoluble de ambos misterios de la fe existe desde que la Iglesia funda-da por Jesucristo hace de la fraccin del pan un elemento constitutivo,junto a la doctrina apostlica, la oracin y el amor fraterno5.

    Esta honda conexin real entre los dos misterios eclesial y eucars-tico ha permanecido implcita durante largo tiempo, y algunos hanpodido imaginarla incluso como una relacin extrnseca. La Iglesiapoda parecer nicamente como la confeccionadora, garante y protec-

    tora del misterio eucarstico, mediante el culto litrgico y la oportunadistribucin a los fieles.Pero la sensibilidad eclesial ha descubierto paulatinamente aspectos

    y dimensiones ms profundas y ms decisivas todava en esa relacin,que deviene crucial. A travs de la tradicin secular de la Iglesia haavanzado imparable una reflexin teolgica que, en un clima de fe(cuya meta no son frmulas y palabras sino el mismo misterio credo)busca acercarse todo lo posible a la conexin entre Iglesia y Eucarista,que se manifiesta a la mirada creyente cada vez ms intrnseca.

    Se ha desarrollado as a todos los niveles doctrinales, magisterialesy contemplativos una eclesiologa eucarstica que es actualmente elfactor dominante en las consideraciones de la Iglesia sobre el misteriodel Cuerpo y la Sangre de Cristo. Pensamos que en estos momentosen que la Iglesia y la piedad cristiana viven una situacin eucarsticade gran intensidad, resulta til examinar los puntos ms salientes de

    la reflexin teolgica sobre la Eucarista en los ltimos decenios, y

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    PRESENTACIN 13

    relacionarlos con los textos magisteriales contemporneos. Puede ob-tenerse as una visin de conjunto, que subraye la unidad de teologa y

    magisterio de la Iglesia en torno a la eclesiologa eucarstica.La tesis se estructura en cinco captulos. En el primero analizare-mos cmo estn relacionadas Iglesia y Eucarista en la Sagrada Escri-tura y en los Padres de la Iglesia6. Centraremos nuestra atencin en losprincipales textos que reflejan esta conexin.

    En el segundo captulo presentamos un panorama histrico mostran-do la manera en que la relacin entre Eucarista e Iglesia se va desdibujan-do en el panorama teolgico. Nos centraremos en un primer momento

    en el anlisis del concepto de corpus mysticum y cmo era aplicado tanto ala Eucarista como a la Iglesia; a continuacin veremos la separacin quese hara en la Edad Media entre cuerpo sacramental y cuerpo eclesial. Laimportancia que supuso esta separacin puede ser contemplada en los hi-tos sealados: el IV Concilio de Letrn, primer concilio en el que apareceel carcter sacrificial y eucarstico de la Iglesia; el Concilio de Trento, enel cual se percibe aunque implcitamente la preocupacin de los Pa-

    dres Conciliares en establecer, frente a los reformadores, la relacin entreel misterio eucarstico y el eclesial; el Concilio Vaticano I y los telogosque han influido directa o indirectamente en el desarrollo conciliar y lacomprensin del Cuerpo Mstico; al final del captulo estudiaremos elprincipal documento magisterial sobre la cuestin del Cuerpo Mstico deCristo, la EncclicaMystici Corporis de Po XII7.

    El tercer captulo est centrado en algunos telogos que han re-flexionado sobre la relacin entre Eucarista e Iglesia. Dedicamos un

    apartado a estudiar dos telogos ortodoxos que, a nuestro juicio, haninfluido en la concepcin catlica de la eclesiologa eucarstica: Niko-lai Afanasiev e Ioannis Zizioulas. Analizaremos tambin en este cap-tulo a algunos telogos catlicos: Henri de Lubac, Yves Congar, JeanJrme Hamer, Marie-Joseph Le Guillou, Jean-Marie Roger Tillard,Giuseppe Dossetti, Marcello Semeraro, Bruno Forte, Walter Kasper yJoseph Ratzinger.

    El cuarto captulo lo dedicamos al estudio de los principales docu-mentos sobre la Eucarista emanados posteriormente al Concilio Va-ticano II. Para la correcta interpretacin de estos documentos es im-portante hacer una referencia a la comprensin eucarstica que supusoel Concilio. Como reflejo de la reforma propuesta por el Vaticano II,surgieron en el seno de la Iglesia algunas controversias eucarsticas, enlas cuales nos detendremos brevemente.

    Algunos telogos contemporneos consideran que Encclica Mys-

    terium fidei de Pablo VI equivale al documento eucarstico que no

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    lleg a ser escrito por el Concilio. Se trata de una opinin vlida. Sinduda es un documento importante. En l veremos la defensa de la

    doctrina catlica sobre la Eucarista frente a las desviaciones surgidasen el propio seno de la Iglesia. Otros documentos estudiados son lainstruccin Eucharisticum mysterium8, seguida de otra instruccinInstimabiledonum9, que da las claves de lectura de la carta apostlicaDominiccen10, el II Snodo Extraordinario; la carta Communionisnotio11; posteriormente pasaremos al estudio de la encclica Ecclesia deEucharistia12, de la instruccin RedemptionisSacramentum13, la carta

    Mane nobiscum Domine14y por ltimo la exhortacin apostlica Sa-

    cramentumcaritatis15.A pesar de que cada documento trate de un aspecto distinto de la

    Eucarista en la vida de la Iglesia y de que no se repiten entre s, man-tienen puntos en comn.

    En el ltimo captulo propondremos la explicacin para la relacinque existe entre Eucarista e Iglesia. Esta explicacin se centrar en lamutua causalidad que existe entre ambas16.

    El presente excerptumrecoge el captulo tercero y los ltimos apar-tados de la tesis. Uno de estos apartados hace un resumen de los docu-mentos magisteriales analizados en el trabajo y el otro busca establecerun puente entre la reflexin teolgica y los documentos magisteriales.

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    NOTAS DE LA PRESENTACIN

    1. Cfr. 1 Co 10, 16-18. 2. Cfr. H. D L, Corpus Mysticum. LEucharistie et lgliseau Moyen ge, Editions

    Montaigne, Paris 1949, 279-294. 3. D L, Corpus Mysticum..., 281. 4. Cfr. A, De civitate Dei, XXII, 18. 5. Cfr. Hch 2,42. 6. Debido a la amplitud del tema, centraremos nuestra atencin en los siguientes Pa-

    dres: Didach, Ignacio de Antioqua, Cipriano de Cartago, Agustn de Hipona,

    Juan Crisstomo y Cirilo de Alejandra 7. PoXII, Carta Enc.Mystici Corporis,AAS 35 (1943),193-248. 8. C C D D S,

    Instr. Eucharisticum Mysterium,AAS 59 (1967)539-573. 9. S C C D, Instr. Instimabile Donum,AAS

    72 (1980) 331-343. 10. J P II, Carta Apost. Dominic Cen,AAS 72(1980), 113-148. 11. C D F, Carta Communionis Notio,AAS 85

    (1993) 838-850. 12. J P II, Carta Enc. Ecclesia de Eucharistia,AAS 95(2003) 433-475.

    13. C C D D S,Instr. Redemptionis Sacramentum,AAS 96 (2004)549-601.

    14. J P II, Carta Apost.Mane nobiscum Domine,AAS 97 (2005) 337-352. 15. B XVI, Exhortacin Apost. Sacramentum Caritatis,AAS 99 (2007) 105-

    180. 16. Cfr. H. L,Meditacin sobre la Iglesia, Ediciones Encuentro, Madrid 1980,

    112.

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    NDICE DE LA TESIS

    A .................................................................................. 1I ................................................................................. 3E ................................................................ 12

    1

    LA ECLESIOLOGA EUCARSTICA EN LA SAGRADAESCRITURA Y PADRES DE LA IGLESIA1.1. E S E ....................................................... 17

    1.1.1. La primitiva comunidad cristiana ................................. 191.1.2. La eclesiologa eucarstica en los Evangelios Sinpticos ... 221.1.3. Eclesiologa eucarstica en San Juan .............................. 241.1.4. Eclesiologa eucarstica en San Pablo ............................ 25

    1.2. E P I ................................................... 29

    1.2.1. Didach ....................................................................... 291.2.2. Ignacio de Antioqua .................................................... 301.2.3. Cipriano de Cartago ..................................................... 321.2.4. Agustn ........................................................................ 341.2.5. Juan Crisstomo ........................................................... 401.2.6. Cirilo de Alejandra ...................................................... 41

    2CORPUS MYSTICUM2.1. T M ................................................................ 45

    2.1.1. Consideracin histrica ................................................ 482.2. I E M .................................. 59

    2.2.1. Concilio IV de Letrn .................................................. 592.2.2. Concilio de Trento ....................................................... 622.2.3. El Concilio Vaticano I .................................................. 73

    2.2.4. Mystici Corporis ............................................................ 76

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    3ECLESIOLOGA EUCARSTICA

    EN LA TEOLOGA DEL SIGLO XX3.1. T ................................................................ 813.1.1. Nikolaj Afanasev .......................................................... 813.1.2. Ioannis Zizioulas .......................................................... 90

    3.2. T .................................................................. 943.2.1. Henri de Lubac ............................................................ 943.2.2. Yves Congar ................................................................. 1113.2.3. Jean Jrme Hamer ...................................................... 118

    3.2.4. Marie-Joseph Le Guillou .............................................. 1243.2.5. Jean-Marie Roger Tillard .............................................. 1283.2.6. Giuseppe Dossetti ........................................................ 1353.2.7. Marcello Semeraro ....................................................... 1433.2.8. Bruno Forte ................................................................. 1473.2.9. Walter Kasper ............................................................... 1573.2.10. Joseph Ratzinger ........................................................... 167

    4ECLESIOLOGA EUCARSTICA EN EL MAGISTERIO

    POSTERIOR AL CONCILIO VATICANO II4.1. E M ..................................................... 1794.2. C V II ............................................................. 183

    4.2.1. Eucarista y documentos del Concilio ........................... 1864.2.2. Puntos teolgicos ......................................................... 195

    4.3. C .................................................. 2004.4. MYSTERIUMFIDEI(1965) ........................................................... 2044.4.1. La Misa en privado ....................................................... 2074.4.2. La transubstanciacin ................................................... 2094.4.3. El culto eucarstico ....................................................... 214

    4.5. EUCHARISTICUMMYSTERIUM(1967) ............................................ 2164.5.1. Estructura .................................................................... 2174.5.2. Finalidad ...................................................................... 2174.5.3. Enfoques doctrinales .................................................... 2184.5.4. Enfoques normativos .................................................... 220

    4.6. INSTIMABILEDONUM(1980) ..................................................... 2234.6.1. Dominic Cen............................................................. 2234.6.2. La Instruccin .............................................................. 227

    4.7. S E O (1985) ................... 2294.8. COMMUNIONISNOTIO(1993) ...................................................... 232

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    NDICE DE LA TESIS 19

    4.9. ECCLESIADEEUCHARISTIA(2003) ................................................ 2414.9.1. Estructura .................................................................... 241

    4.9.2. Visin panormica de los captulos ............................... 2424.9.3. Puntos ms destacados ................................................. 2464.10. REDEMPTIONISSACRAMENTUM(2004) .......................................... 249

    4.10.1. Principales contenidos .................................................. 2524.11.MANENOBISCUMDOMINE(2004) ................................................ 256

    4.11.1. Ao de la Eucarista. Sugerencias y propuestas .............. 2634.12. SACRAMENTUMCARITATIS(2007) ................................................. 265

    4.12.1. Proposiciones del Snodo de Obispos ........................... 2654.12.2. La Exhortacin Apostlica ............................................ 266

    5REFLEXIN TEOLGICA Y CONCLUSIONES

    5.1. R I E .................................... 2755.1.1. La recproca causalidad entre Iglesia y Eucarista ........... 2765.1.2. Eucarista y comunin orgnica y visible de la Iglesia ... 280

    5.1.3 Eucarista fuente y cumbre de la misin de la Iglesia ..... 2815.2. C, .... 2825.3. M T ... 287

    B .................................................................................... 295

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    Decreto Presbyterorum Ordinis.

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    BIBLIOGRAFA DE LA TESIS 33

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    Decreto Christus Dominus. Decreto Gravissimum Educationis. Decreto Optatam Totius. Decreto Orientalium Ecclesiarum. Decreto Perfect Caritatis. Decreto Unitatis Redintegratio.C P C D D S-

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    ECLESIOLOGA EUCARSTICAEN LA TEOLOGA DEL SIGLO XX

    Pretendemos hacer un estudio de la eclesiologa eucarstica en losprincipales autores catlicos que tratan el tema a lo largo del siglo XX.

    Antes de detenernos en los autores catlicos, dedicamos un aparta-do a la eclesiologa eucarstica de la Iglesia ortodoxa. Trataremos sola-mente los dos autores ortodoxos que son, a nuestro juicio, los que ms

    han influido en la concepcin catlica de la eclesiologa eucarstica.

    1. T

    1.1. Nikolaj Afanasev

    El gran nombre de la eclesiologa eucarstica de la Iglesia ortodoxa

    es Nicolai Afanasiev1, hasta el punto que algunos lo consideran el pri-mero a utilizar esta expresin2.Afanasiev ha sido uno de los primeros telogos del Instituto San

    Sergio de Paris3. Fue observador ortodoxo en la ltima sesin del Con-cilio Vaticano II, y uno de los que ms han contribuido a redescubrirla esencia sacramental de la Iglesia4.

    Afanasiev ha dedicado gran parte de sus esfuerzos a superar la con-cepcin jurdica de la Iglesia, que estara presente tanto en la Igle-sia Catlica como en la Ortodoxa. Podemos observar este intento enmuchos de sus escritos5. Los que ms destacan en nuestro tema sonLglise duSaint-Esprit6, Lglisede Dieu dans le Christ7, Le monde danslcritureSainte8, Le Sacramentde lAssemble9y principalmente su te-sis doctoral defendida en 1950, cuyo ttulo es Ecclesia Spiritus Sancti.

    Una de sus ideas fundamentales es que la Iglesia se realiza de formaconcreta, en el plano local10, mediante la celebracin de la Eucarista11.

    El telogo de San Sergio busca con esto indicar que las formas de la

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    Iglesia (parroquias, dicesis, eparquas) deben arraigarse en el cumpli-miento escatolgico que reciben en la asamblea eucarstica. Es decir,

    que los lmites empricos de la Iglesia son determinados por los lmitesde la asamblea eucarstica12.Su gran intuicin ha sido redescubrir el vnculo esencial que existe

    entre Eucarista (Cuerpo sacramental y mstico de Cristo) y la Iglesia(Cuerpo eclesial de Cristo), idea que se manifiesta en la Sagrada Escri-tura especialmente en 1 Co 10,16-1713, y en la teologa Patrstica14.

    Construye su teologa sobre una hiptesis histrico-jurdica. Segnl, a lo largo de la historia habra habido una doble transformacin en

    el seno de la comunidad cristiana:La primera transformacin sera la que ocurri cuando de una ni-

    ca asamblea eucarstica pasaron a existir varias asambleas en un mismolugar. Debido a este factor, la Eucarista dejara de ser la causa de launidad de la Iglesia. Es decir, la Eucarista cedera su lugar de sacra-mento en la Iglesia para ser el sacramento de la Iglesia15.

    La segunda transformacin sera el cambio de presidente de la

    asamblea eucarstica, que pasa del presbtero al obispo. Este cambiosupondra, por tanto, el origen del ministerio del obispo, que se con-vertira en la nueva causa de la unidad eclesial.

    Ambas transformaciones ocasionaron lo que Afanasiev llama ecle-siologa universal, que habra sustituido a la primitiva eclesiologaeucarstica que estaba presente en la Sagrada Escritura y en los Pa-dres16, principalmente en Ignacio de Antioqua.

    Segn Afanasiev, la eclesiologa universal tuvo inicio con San

    Cipriano que, ante la multiplicidad de iglesias locales muchas vecesdivididas entre s, busca en el Imperio Romano un modelo de orga-nizacin para la Iglesia17, es decir, centrado en la figura de una nicapersona, el obispo. Para el, ste es actualmente el sistema reinante enel catolicismo y predominante en las enseanzas de escuela de la orto-doxia oficial18. Un elemento fundamental de esta eclesiologa univer-salista sera la refutacin de la nocin de la Iglesia local como partede la Iglesia universal.

    Estas transformaciones trajeron consigo las siguientes consecuencias:En primer lugar, la prdida del sentido comunitario y la consi-

    guiente individualizacin de la vida en la Iglesia; en segundo lugar, lasobrevalorizacin de la dimensin sacrificial de la Eucarista en detri-mento de las otras dimensiones; como tercer punto, la ruptura de launidad orgnica que exista dentro de la Eucarista, pues se separa lacomunin de la celebracin19; por ltimo, la perdida de la nocin de

    que la Eucarista es el sacramento de la asamblea20

    .

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    LA ECLESIOLOGA EUCARSTICA A PARTIR DEL CONCILIO VATICANO II 37

    En el fondo, estas transformaciones, segn Afanasiev, llevan la rela-cin entre Eucarista e Iglesia al terreno de la mstica, pues separan la

    nocin de Pueblo de Dios y de Iglesia en la Eucarista21

    .La afirmacin clave de esta eclesiologa eucarstica es que la Euca-rista es el sacramento de la Iglesia de Dios en Cristo, porque en ella elCuerpo de Cristo es manifestado en su plenitud22. Cristo est presentecon Su cuerpo en la asamblea eucarstica: los fieles, cuando comulganel Cuerpo de Cristo, se convierten en miembros de su Cuerpo.

    Nuestro autor afirma que la Eucarista es el motivo que determinael origen de la Iglesia. Se aprecia en diversos pasajes del Nuevo Testa-

    mento, como la promesa de Cristo sobre la edificacin de la Iglesia,en la institucin de la ltima Cena y en la actualizacin en el da dePentecosts, a partir del cual los Doce se convierten en Iglesia de Diosen Cristo23.

    Afanasiev establece adems una identidad entre la Iglesia local yla asamblea eucarstica. Es decir, la Eucarista es el nico principio deunidad que existe en la Iglesia24.

    Esta profunda identidad permite que cada Iglesia local sea inde-pendiente (porque no existe un poder por encima de ella) y autnoma(tiene lo que necesita para la vida eclesial). Las iglesias locales son igua-les y, a la vez, diferentes, pues la Iglesia de Dios se manifiesta de formadistinta en cada una de ellas25.

    Concluimos que Afanasiev excluye cualquier tipo de poder de unobispo o de una iglesia local sobre otra. Niega tambin as el primadodel Papa sobre toda la Iglesia. El primado del Papa sera un primado

    en el amor, pero no tendra el carcter jurisdiccional afirmado por elVaticano I26. En el fondo, presenta su eclesiologa eucarstica comouna alternativa tanto a la eclesiologa ortodoxa tradicional, basada enla sobornost y formada a la imagen del Misterio Trinitario, como a laeclesiologa catlica cuyo fundamento est en el primado papal27.

    Seguirn la eclesiologa eucarstica de Afanasiev dos de sus discpu-los en el Instituto San Sergio de Paris: Alexander Schmemann y JohnMeyendorff. Tanto uno como otro mantendrn algunas diferenciascon relacin a Afanasiev.

    Schmemann28har hincapi en la unidad orgnica de la Iglesia (nosolo de las iglesias).

    Segn l, la unidad entre las iglesias locales es garantizada no sola-mente por la simple unin de estas iglesias, sino porque en cada una deellas est presente la misma Iglesia o el indivisible Cuerpo de Cristo29.

    Es decir, defiende que la Iglesia local-episcopal30es el sujeto por-

    tador de la sustancia eclesial. Parte del principio de que la Iglesia es el

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    Cuerpo de Cristo y, por tanto, su plenitud ocurre en la Iglesia local. Enla iglesia local existe organismo, es decir, en ella se da la continuacin

    de la Humanidad de Cristo.Otro presupuesto de esta eclesiologa es negar la idea de una Iglesiacon un primado supremo sobre las dems. Schmemann, partiendo deeste razonamiento, negar en la estructura de la Iglesia las categorasde todo y parte, porque afirmarlas equivaldra afirmar la existencia deun Obispo universal nico31.

    Meyendorff32subraya la importancia de la comunin entre las igle-sias locales. Dice que stas no son mnadas separadas entre s, sino que

    estn unidas por la identidad de su fe y de su testimonio33.Seala tambin que el aspecto sacramental en la vida de la iglesia

    primitiva ha recibido ms atencin y considera el Bautismo y la Euca-rista como elementos esenciales de esta primera sntesis. Tanto el Bau-tismo como la Eucarista presentan para l una naturaleza corporativa,pese a que la vida de la comunidad estuviera centrada exclusivamenteen torno a la Eucarista34.

    1.2. Ioannis Zizioulas

    Uno de los telogos ortodoxos que ms ha influido en el mbitocatlico ha sido Ioannis Zizioulas35.

    El presupuesto fundamental de su teologa es considerar que losdogmas son vida y, en consecuencia, deben tener una incidencia in-

    mediata y decisiva en nuestra existencia; deben representar un descu-brimiento de la verdad36.Para Zizioulas, el principio hermenutico de toda la realidad es

    Cristo. En una de sus principales obras, afirma que los Padres identi-ficaron el ser con la vida, y sta con la verdad, y la verdad con Cristo,partiendo de la experiencia eclesial de la Eucarista37.

    La categora fundamental de su teologa es el concepto de perso-na38. En este concepto est presente la fuente de la verdadera libertad,que solamente puede ser ejercida mediante el amor39. Sostiene queen el hombre existen dos modos de existencia: uno es el denominadohipstasis de la existencia biolgica; el otro, hipstasis de la existenciaeclesial.

    La hipstasis biolgica est constituida por el nacimiento y la con-cepcin del hombre. Esta hipstasis est sujeta a dos pasiones: la pa-sin de la necesidad ontolgica, que lleva al hombre a vivir como ne-

    cesidad y no como libertad; la segunda es la pasin del individualismo,

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    que lleva al hombre a separarse de los dems. Esto hace que el hombretenga una existencia trgica y no alcance el fin para el que fue creado.

    Por eso, el hombre tiene la necesidad de un nuevo nacimiento paraconseguir una nueva hipstasis: la hipstasis eclesial.

    El bautismo como un nuevo nacimiento es precisamente un actoque constituye una hipstasis. Al igual que la concepcin y el nacimientoconstituyen su hipstasis biolgica, el bautismo lleva a un nuevo modode existencia, a una regeneracin (1 P 1, 3.23) y, por lo tanto, a una nuevahipstasis40.

    Esta nueva hipstasis se vive y se experimenta en la Eucarista, en-tendida como asamblea: como un movimiento dirigido hacia la plenarealizacin futura de la hipstasis eclesial.

    Para Zizioulas, la Iglesia como cuerpo de Cristo est constituidahistricamente a partir de la Eucarista:

    La Eucarista no era un acto de una Iglesia preexistente; era un acon-

    tecimiento constitutivodel ser de la Iglesia, posibilitando el ser de la Igle-sia. La Eucarista constitua el ser de la Iglesia41.

    Tambin la Eucarista manifiesta la forma histrica de la economadivina, y manifiesta la Iglesia como una institucin. Sin embargo, nopuede ser reducida a estas dos formas. En el fondo, la Eucarista re-presenta sobre todo la naturaleza escatolgica de la Iglesia. En conclu-sin, para Zizioulas la Iglesia convierte en escatolgica la comunidad

    eucarstica42

    .Hay diferencias entre la eclesiologa eucarstica de Zizioulas y la deAfanasiev. Zizioulas desarrolla sus ideas en la tesis doctoral defendidaen 1965 con el ttulo La unidad de la Iglesiaen la divina Eucarista y enel obispo durante los tres primerossiglos43.

    Existe una influencia de la eclesiologa eucarstica de Afanasiev enZizioulas, pero las diferencias entre los dos planteamientos son palpa-bles.

    Para Zizioulas44, la eclesiologa eucarstica desarrollada por Afana-siev y por sus discpulos presenta serios interrogantes y necesita correc-cin para ser vlidamente aplicada.

    Critica adems el principio sostenido por Afanasiev, de que dondeest la Eucarista, est la Iglesia45, pues presenta a su juicio dos gravesinconvenientes:

    El primero es considerar a la parroquia que celebra la Eucarista

    como una Iglesia completa y catlica. Segn Zizioulas, el problema de

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    razonar de esta forma est en que este principio podra ser vlido cuan-do existiera una nica comunidad parroquial que cumpliera todas las

    condiciones de catolicidad: una parroquia en que todos los miembrosestn unidos a todos los ministros (los presbteros, con el obispo a lacabeza).

    La dificultad estriba en que existen parroquias que no renen a to-dos los fieles de un lugar y, por tanto, el principio de Afanasiev no seravalido en toda su literalidad. Por esta razn, se pregunta Zizioulas:Entonces, queda debilitado el principio de la eclesiologa eucarsticaque reza donde est la Eucarista, est la Iglesia? No necesariamente,

    pero entonces este principio precisa de una interpretacin nueva paramostrar la relacin entre la parroquia y la dicesis, entre la Eucaristay la Iglesia46.

    El segundo problema planteado por la doctrina de Afanasiev apa-rece en la relacin entre Iglesia local e Iglesia universal, pues, segnZizioulas, este principio corre el riesgo de sugerir la idea de que cadaIglesia podra, independientemente de otras iglesias locales, ser la

    Iglesia una, santa, catlica, apostlica47

    .

    2. T

    2.1. Henri de Lubac

    Uno de los primeros telogos catlicos que busca las races sa-

    cramentales y eucarsticas de la Iglesia es, sin duda alguna, Henri deLubac48. Con un masivo retorno a las fuentes, pretende superar losproblemas heredados de la teologa dialctica anterior. Quiere volver adescubrir a Jesucristo como ncleo central de la historia humana, conuna eclesiologa que es fundamentalmente cristocntrica.

    En su obra teolgica se aprecia el influjo de la renovacin de la teo-loga iniciada en la primera mitad del siglo pasado, es decir, el recursofrecuente a las fuentes: Sagradas Escrituras, Santos Padres, Tradiciny Magisterio49.

    Henri de Lubac no es un autor sistemtico, lo cual dificulta encua-drarlo en una lnea concreta y precisa del pensamiento teolgico50. Sinembargo, a l se debe la recuperacin del protagonismo de la Eucaristacomo signo de la unidad de la Iglesia.

    El ncleo de su teologa sobre la relacin entre Eucarista e Iglesiaest condensado en el siguiente aforismo: es la Iglesia la que hace la

    Eucarista; pero es tambin la Eucarista la que hace la Iglesia51

    .

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    Este aforismo est desarrollado en tres de sus obras principales: Ca-tolicismo52; CorpusMysticum53yMeditacinsobre la Iglesia54y por eso

    centraremos en ellas nuestro estudio.

    Catolicismo

    Catolicismo fue escrito en 1938 y es la primera obra publicada porde Lubac. Segn Van Balthasar, este ensayo puede ser consideradocomo programtico del pensamiento del telogo francs.

    La primera finalidad que se propone de Lubac es combatir el in-dividualismo que estaba presente en la teologa de los inicios del siglopasado. Pretende demostrar que, en realidad, el catolicismo es esen-cialmente social55. Esta idea permite entender el subttulo del libro:aspectossociales del dogma.

    El dogma tiene para el autor tres dimensiones: una dimensin so-cial, una dimensin histrica y una dimensin interior y trascendente.

    En primer trmino, la Iglesia posee una dimensin social, pues ellacontina la obra de santificacin de la humanidad iniciada por Cris-to. De esta manera, si Cristo es el sacramento de Dios, la Iglesia espara nosotros como el Sacramento de Cristo; ella le representa segntoda la antigua fuerza del trmino: verdaderamente nos hace presentea Cristo56.

    sta solidaridad universal se realiza principalmente a travs de lossacramentos. Estos son los medios de salvacin entregados por Cristo

    para la santificacin de la humanidad y, por eso, deben ser entendidoscomo instrumentos de unidad57.De Lubac considera que los sacramentos son instrumentos de uni-

    dad.En primer lugar analiza el Bautismo. Su primer efecto es la incor-

    poracin a la Iglesia visible58, lo cual significa que el cristiano al serbautizado empieza a ser parte del Cuerpo de la Iglesia. Ahora bien, elhecho de que este cuerpo no sea exclusivamente una sociedad humanaimplica que existen entre sus miembros verdaderos vnculos sobrena-turales.

    Cuando considera la Penitencia, hace ver el vnculo entre el perdnde los pecados y la reintegracin social59. Prueba de ello es que paravolver a la gracia, existe la necesidad imperiosa de entrar nuevamenteen comunin con la Iglesia.

    Sin embargo, el sacramento de la unidad por excelencia es la Euca-

    rista60

    , porque en ella est significada la Iglesia en cuanto convocada

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    (comunin de todos los hombres con Dios) y en cuanto congregada(comunin de todos los hombres entre s)61.

    Una persona no puede tener plena unin con Cristo si ignora lacomunin eclesial. En otras palabras, la Eucaristapide que sea vividauna vida eclesial, porque ella nos rene como Iglesia62.

    De Lubac se esfuerza por demostrar que la enseanza patrsticasobre la Eucarista, es decir, su dimensin de unin con Cristo y, a lavez, unin de unos con otros, no ha terminado con este perodo, sinoque ha permanecido presente en la historia de la Iglesia durante laEdad Media63.

    Al hablar de la dimensin sacrificial de la Eucarista, recoge en unaantologa de textos la enseanza de los Padres, y seala: Uno en todoel universo es el Sacrificio cristiano: porque uno es el pueblo cristianoque lo ofrece, nico el Dios a quien se ofrece, una la fe que lo ofrece,uno el mismo que es ofrecido. Es el Sacrificio de la Iglesia, de toda laIglesia, pastores y fieles, presentes y ausentes en el cuerpo. Y su fin esla unidad, pues es ofrecido para la Iglesia, para una Iglesia ms amplia

    y ms una;pro totius mundesalute64

    .

    Corpus Mysticum

    En el comentario que ofrece sobre sus escritos, de Lubac afirmaque la intencin de Corpus Mysticum era definir la relacin que vin-cula la Eucarista y la Iglesia, es decir, unir el elemento ms mstico al

    elemento ms institucional65. Sigue, por lo tanto, desarrollando la tesisiniciada en Catolicismo, de que la Eucarista hace la Iglesia66.En el inicio del libro muestra que desde los comienzos del cristia-

    nismo, la Eucarista estuvo siempre relacionada particularmente conla Iglesia67.

    Toma como punto de partida el texto de la epstola a los Corin-tios68, donde se expone la idea de que la comunin con el cuerpo deCristo supone, gracias a este sacramento, una forma de unin con lacomunidad. Es decir, la participacin de todos en el nico pan llevaconsigo la formacin del Cuerpo nico. Por eso, concluye, la Iglesiasiempre estuvo asociada con la Eucarista.

    Esta asociacin bilateral permite ver que la expresin Cuerpo Ms-tico aplicada a la Iglesia hace referencia al verdadero cuerpo de Cristo.

    Originalmente, esta expresin ha sido aplicada a la Eucarista pero,con el pasar del tiempo (sobre todo despus de la hereja de Berengario

    de Tours), algunos telogos pensaron que el adjetivo mstico se contra-

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    pona a natural, y por tanto, corpus mysticum se dira en oposicin acorpusphysicum.

    Este proceso se podra haber evitado entendiendo el sentido pri-mitivo y autntico de corpus mysticum. Aplicado a la Eucarista, estetrmino significaba corpus in mysterio, es decir, el misterio de la presen-cia del Cuerpo de Cristo en las especies sacramentales. Detrs de estaacepcin se esconde la importancia de establecer una diferenciacinentre el cuerpo sacramental, el cuerpo histrico y el cuerpo crucifica-do de Cristo. Se trata, en definitiva de establecer una distincin entreel hecho sacramental (la Eucarista) y el hecho real (la Pasin). Estadistincin no lesiona la profunda identidad existente entre ambos he-chos.

    Cuando el trmino mstico comienza a ser aplicado a la Iglesia, sehace en un sentido anlogo, pues cuerpo mstico pasa a significar mys-terium corporis. Es decir, connota el misterio del cuerpo eclesial signi-ficado por medio del sacramento. En esta nueva acepcin se podraafirmar que el misterio de la Iglesia est contenido, en cierta manera,

    en la Eucarista. No obstante, con el pasar de los aos, llegar el cam-bio de significado: se pasar del mysterium corporis al corpusin mysterio,es decir, de la significacin misma a la cosa significada69.

    De aqu se llega a la conclusin de que la Iglesia es el corpusmys-ticum de Cristo: el cuerpo significado por el sacramento. En otraspalabras, la realidad eucarstica y la realidad eclesial estn apoyadasmutuamente y son complementarias. As se seala en el siguientepasaje:

    Realismo eucarstico, realismo eclesial: estos dos realismos se apoyanuno sobre el otro; son uno la promesa del otro. El realismo eclesial garan-tiza el realismo eucarstico y ste, a su vez, confirma el primero. En ambosse refleja la misma unidad del Verbo70.

    Podemos apreciar entonces que en la teologa actual es la fe en lapresencia real la que salvaguarda la fe en el cuerpo eclesial. Es decir,que el cuerpo eclesial est significado por el cuerpo eucarstico.

    El autor busca mostrar asimismo que en los Padres esta perspectivaera inversa, es decir, el acento estaba puesto habitualmente en el signi-ficado, ms que en la causa. Sin embargo, el realismo eclesial ofrecidoen los escritos patrsticos nos garantiza el realismo eucarstico, dadoque la causa debe ser proporcionada a su efecto71.

    Esto explica, segn de Lubac, que en los tiempos modernos los

    que atenan el concepto patrstico de Iglesia como cuerpo de Cristo,

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    tengan que debilitar o incluso suprimir la realidad de la presenciaeucarstica. Por esto se pregunta a continuacin:

    Como, en efecto, puede ser realmente edificada la Iglesia, cmo to-dos sus miembros pueden ser reunidos en un organismo, por medio deun sacramento que no contiene ms que un smbolo que debe convertirseen el cuerpo de Aquel (Cristo), que puede hacer la unidad?72.

    Si queremos mostrar que la Eucarista hace la Iglesia y la Iglesiano es ms que cuerpo real de Cristo entonces tendra que ser el

    cuerpo real, no un cuerpo simblico. Por tanto, el realismo eucars-tico y el sacramental no se deberan oponer, como parece que pre-tenden algunos.

    Sin embargo, como afirma de Lubac, en la historia de la teologahubo un momento en que ambos conceptos estuvieron contrapues-tos:

    Entre los tres trminos que tenan delante (cuerpo histrico, cuerpo

    sacramental y cuerpo eclesial), trminos que necesitaban organizarse, esdecir oponerse y a la vez unificarse, alguna vez la incisin vena puestaentre el primero y el segundo, pero enseguida se coloc entre el segundoy el tercero. Tal es, en resumen, el hecho dominante en la evolucin de lateora eucarstica73.

    Este modo de pensar trajo consecuencias inmediatas tanto en elmbito eucarstico como en el eclesial. En el mbito eucarstico se

    lleg a la negacin de la presencia real y, en el mbito eclesial, a larefutacin de la dimensin visible de la Iglesia.De Lubac pone de manifiesto que la intencin de volver a los or-

    genes sacramentales del Cuerpo Mstico es fundamental, porque estocomportar retornar a las fuentes msticas de la Iglesia, es decir, eu-carsticas. La Iglesia y la Eucarista se hacen, cada una a su modo, launa por la otra. La idea de la Iglesia y la idea de la Eucarista debenpromoverse paralelamente y profundizarse la una por la otra. Perescamet sanguinem Dominici corporis fraternitas cunctacopuletur!74.

    En la conclusin del libro de Lubac afirma que la unidad entrelos miembros de Cristo no se obtiene simplemente por la celebracincomn de los misterios. A este propsito seala: Memoria de la Pa-sin, ofrenda al Padre Celestial, conversin del corazn: estas son lasrealidades interiores sin las cuales no existir sino una caricatura de lacomunidad. Lo que nos ofrece la Eucarista no es una quimera huma-

    na, sino un misterio de fe75

    .

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    Meditacin sobre la Iglesia

    Segn algunos autores76

    las mejores pginas escritas por de Lubacsobre el binomio Eucarista e Iglesia se encuentran enMeditacin sobrelaIglesia. En este libro desarrolla de modo ms sistemtico la idea deque se puede afirmar que hay una causalidad recproca entre ambas(entre Iglesia y Eucarista). Puede decirse que el Salvador ha confiadola una a la otra. Es la Iglesia la que hacela Eucarista; pero es tambin laEucarista la que hace laIglesia77.

    Para que el aforismo propuesto sea verdadero, de Lubac siente la

    necesidad de introducir una precisin terminolgica: establece en qusentido usa cada una de las palabras Eucarista e Iglesia.

    La expresin la Iglesia hace la Eucarista se toma en sentido activo,es decir, ocurre cuando la Iglesia ejerce su poder de santificacin78. Laexpresin la Eucarista hace la Iglesia se refiere a la Iglesia en sentidopasivo: es decir, la Iglesia de los santificados79.

    Aclarado este punto, se pregunta sobre el significado de poder de

    santificacin y quin posee este poder en la Iglesia.De Lubac ratifica tanto el sacerdocio comn de todos los fielescomo el sacerdocio ministerial que algunos reciben por medio del sa-cramento del Orden, y resalta la distincin esencial que existe entreambos. Independientemente del sacerdocio que se ejerce en los actosdel culto (sacerdocioministerial), hay otro que ofrece a Dios las hostiasinmaculadas de piedad en el altar del corazn (sacerdociocomn)80.

    Tanto uno como otro son verdaderos, pero esencialmente distin-

    tos. Reconoce tambin el poder de la Iglesia para conferir el poder delsacerdocio ministerial, pues ste no es una emanacin de la comu-nidad de los fieles [...]. Los fieles son incapaces de conferir o delegarun poder que ellos no han recibido. Por consiguiente, el sacerdoteque consagra y ofrece el sacrificio no puede ser entendido nicamentecomo representante o portavoz de los que asisten o participan en ciertamedida en la celebracin del misterio81.

    Esto se debe a que, aunque los fieles no ordenados participan ver-daderamente en la liturgia, en las acciones propiamente sacramen-tales de la liturgia, y particularmente en la consagracin de los doneseucarsticos, el sacerdote celebra ante todo el culto del Seor y es,sobre todo y principalmente, ministro y representante sacramental deJesucristo. El sacerdote, dice la teologa, celebra in personaChristi82.

    Por el hecho de ser un ministro ordenado, el sacerdote no es mscristiano que los dems fieles. Sin embargo, existe una diferencia irre-

    ductible de situacin y de poder83

    .

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    Los sacerdotes tienen el poder de gobierno, enseanza y santifica-cin84. Son poderes recibidos como consecuencia de la participacin

    en la triple misin de Jesucristo85

    . Esas tres tareas no son tres minis-terios distintos, sino tres facetas del nico e indivisible ministerio quederiva de la misin de Cristo, recibida del Padre, de ser rey, profeta ysacerdote86.

    De Lubac busca ahora establecer una gradacin entre estos tres po-deres y ver cul de ellos puede ser considerado como raz y cumbre delos otros87.

    En la Iglesia todo est hecho con una doble finalidad: la santifi-

    cacin de los hombres y la consumacin en la unidad88. De Lubaccita un texto del Papa Len XIII: por la salud del gnero humano sesacrific Jesucristo, y a este fin refiri todas sus enseanzas y todos suspreceptos, y orden a la Iglesia que buscase en la verdad de la doctrinala santificacin y la salvacin de los hombres89.

    Lo que busca de Lubac tomando como base estas palabras es mostrarque el principal ministerio ejercido por el sacerdote es el de santificar. Y

    dentro de ese ministerio sita a la Eucarista, como el sacramento de lossacramentos, el ms noble de todos, que a todos los consuma y al quetodos estn ordenados. Y concluye que el mayor privilegio que posee lajerarqua de la Iglesia es el poder de confeccionar la Eucarista90.

    Esta prerrogativa no significa que el pueblo fiel, que es linaje es-cogido, sacerdocio real, nacin santa (1 P 2,9) no tenga participacinen esta santificacin. Al contrario, es la Iglesia entera la que realiza laEucarista, aunque cada uno la realice a su modo91.

    En este sentido, la expresin la Iglesia hace la Eucarista significaque es toda la Iglesia jerarqua y fieles la que realiza la Eucarista.Cada ministerio lo realiza dentro de su propia naturaleza: el ministroordenado, en cuanto que personifica a Cristo (es decir, mientras actain personaChristi); los bautizados, cuando se unen activamente a laofrenda y se ofrecen ellos mismos juntamente con ella.

    As la Iglesia es digna de recibir el nombre de ecclesia(asamblea)cuando, en un determinado lugar, el Pueblo de Dios est reunido(congregado) alrededor de su Pastor para celebrar la Eucarista92.

    En este punto apreciamos una clara diferencia entre el modo decomprender la eclesiologa eucarstica de Henri de Lubac y la del or-todoxo Nicolai Afanasiev.

    Para de Lubac, la Iglesia es la que est en lugares diversos, pero sinser diversas iglesias, porque la Iglesia est toda entera en cada unade sus partes93. Hasta aqu existe una cierta similitud con el aforismo

    de Afanasiev94

    . La diferencia estriba en el papel atribuido al obispo

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    como elemento de unidad de su grey. El obispo es fuente de unidaddesde que est en paz y comunin con todos sus hermanos que en

    otros lugares celebran el mismo y nico sacrificio [...] y todos estnigualmente en paz y en comunin con el obispo de Roma, sucesorde Pedro [...]. Todos los fieles estn unidos por medio de ellos. Todosruegan humildemente al Seor [...] por su Iglesia santa y catlica. Lepiden que la pacifique, la guarde, la unifique y la rija en toda la super-ficie de la tierra95.

    Definido el papel del obispo, de Lubac puntualiza la verdad de quela Iglesia hace la Eucarista en todas la Misas celebradas, y no solamente

    en la celebrada por el obispo en la catedral rodeado por su presbiterio.Cada sacerdote participa en el poder consagratorio del obispo. En

    la Iglesia no hay ms que una fe, un Bautismo y un solo Altar. TodaMisa, por tanto ser siempre sacrificio de la comunidad96.

    En la segunda parte del aforismo, es decir, que la Eucarista hace laIglesia, el autor afirma que esta expresin debe ser tomada en el sen-tido ms estricto97. La Eucarista hace la Iglesia porque remata la obra

    que haba sido iniciada en el Bautismo pues, como afirma San Pablo,todos hemos sido bautizados en un solo Espritu para formar un soloCuerpo (1 Co 12,13). Por tanto, este Cuerpo debe ser alimentadocon el mismo alimento para sostener la vida y perfeccionar la unidad98.

    De ah que la Iglesia, como cuerpo visible de Cristo, est congrega-da en torno a sus pastores para comer el cuerpo eucarstico del Seor,y por eso se convierte en el Cuerpo Mstico de Cristo: en definitiva, esverdaderamente corpus Christieffecta99.

    Por tanto, la Iglesia se hace a s misma a travs de la celebracin delmisterio eucarstico, es decir, la Iglesia santa y santificante construyela Iglesia de los santos100. El misterio de comunicacin (de Dios a loshombres) se consuma entonces en un misterio de comunin (de Dioscon los hombres y de los hombres entre s). La Iglesia de la tierra seincorpora a la Iglesia del Cielo101.

    La Eucarista hace la Iglesia porque es el sacramento de su Sacri-ficio (de Cristo) y el memorial de su Muerte. Por la comunin que loplenifica, nos alimenta y nos da de beber de Su Cruz, y no tendra valoralguno si en cada uno de los asistentes no suscitara el sacrificio interior.La vida unnime de la Iglesia no es una expansin natural: se vive en lafe, y nuestra unidad es el fruto del Calvario. Ella (la unidad) resulta dela aplicacin que nos hace en la Misa de los mritos de la Pasin, convistas a la liberacin final102.

    Nuestro modo de participar en la unidad es asociarnos con la obra

    redentora de Cristo. Y nos unimos a esta obra cuando recibimos libre-

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    mente en nosotros la remisin de los pecados, primer fruto de la San-gre derramada, por la cual morimos a nosotros mismos y renunciamos

    al mal que nos separa103

    . Si no lo hiciramos de esta forma, no habrams que una caricatura de la comunidad deseada104.En conclusin, tanto la Eucarista como la Iglesia son el Cuerpo

    de Cristo. Son el mismo Cuerpo de Cristo. Por este motivo debemosevitar toda posible separacin entre una y otra.

    El simbolismo eclesial que se desprende de la Eucarista no puede serreducido a una enseanza accidental y sin compromiso. No bastarapor lo tanto contentarse con hablar de un cuerpo fsico de Cristo queest presente en la Eucarista, y luego de otro cuerpo, mstico ste, limi-tndose luego a trazar entre uno y otro una serie de lazos, ms o menosestrechos105. Porque entre los dos existe identificacin mstica, y el rea-lismo de la Iglesia es garantizado por la presencia eucarstica. De Lubacvuelve aqu a la idea que ya haba presentado en CorpusMysticum.

    La Iglesia est formada por la Cabeza y por los miembros, y los dosforman un solo Cuerpo. A este respecto, resulta interesante la siguien-

    te afirmacin:La Esposa y el Esposo son una sola carne. No hay dos Cristos dis-

    tintos, uno de los cuales sera personal y el otro mstico. Es cierto que laCabeza y los miembros no se confunden. Los cristianos no son el cuerpofsico (o eucarstico) de Cristo. La Esposa no es el Esposo. Todas las dis-tinciones persisten, pero no constituyen una discontinuidad. As tambinla Iglesia no es un cuerpo cualquiera: ella es el Cuerpo de Cristo106.

    De Lubac llega a la conclusin de que el misterio de la Eucarista resul-ta prolongado por el misterio de la Iglesia, y el misterio de la Iglesia asumeun papel preponderante en la realizacin del misterio eucarstico107.

    Por eso, el misterio eucarstico se prolonga necesariamente en elmisterio de la Iglesia y el misterio de la Iglesia es indispensable para larealizacin del misterio eucarstico. El misterio del Cuerpo de Cristose realiza cuando todos sus miembros se unen para ofrecerse con l ypor l al Padre. Es en la Iglesia donde florece en frutos verdaderos yefectivos la significacin oculta de la Eucarista108.

    2.2. Yves Congar

    Junto a Henri de Lubac, el dominico Yves Congar desempea un

    papel importante en el redescubrimiento de la visin sacramental de la

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    Iglesia109. A pesar de que ninguno de sus escritos trata exclusivamentede eclesiologa eucarstica110, creemos, sin embargo, que este tema es

    crucial a la hora de analizar tanto su pensamiento eclesiolgico comosacramentario.En primer lugar importa subrayar la definicin de sacramento que

    hace el P. Congar en su libro Ensayos sobre el misterio dela Iglesia:

    Los Sacramentos son signos de la alianza realizada en Cristo y se re-fieren a una triple realidad: la realidad pasada, pero siempre activa y eficazde la Pasin de Cristo, en la que se ha cumplido la reconciliacin entre

    el mundo y nosotros; una realidad presente de gracia por la cual se nosconcede la vida eterna y se constituye el Cuerpo Mstico; y finalmente larealidad futura de la consumacin gloriosa, anunciada por el sacramento,de la cual es prenda111.

    Se observa en esta definicin una sntesis entre la doctrina agusti-niana de los sacramentos como signos y la doctrina de los misterios deOdo Casel.

    Al presentar la nocin de Iglesia, Congar utiliza algunas veces lasimgenes de Pueblo de Dios y Cuerpo de Cristo112, otras veces hablade templo del Espritu Santo y de comunin, o bien de una sociedady un sacramento universal de salvacin113.

    Es interesante notar que el telogo de Le Saulchoir distingue trestipos de sacramentos114: Cristo como sacramento primordial, la Iglesiacomo sacramento universal y los sacramentos propiamente dichos115.

    Hay una conexin entre estas tres acepciones de sacramento: laIglesia como sacramento universal de salvacin est fundamentadaen Cristo como sacramento primordial y Cristo sigue actuando en suIglesia a travs de los sacramentos propiamente dichos. Podemos decirque existe una unidad profunda entre el cuerpo personal del Salvador,crucificado y resucitado, entre su cuerpo sacramental, ofrecido en laEucarista, y su cuerpo eclesial, el cual tambin se ofrece, convirtin-dose por el mismo hecho en el Templo espiritual de Dios116.

    Cristo es fundamento porque es el hecho central y decisivo de toda lasalvacin117, y por este motivo decimos que es el sacramento de nuestraunin con Dios118. No podemos olvidar el fundamento pneumatolgi-co119de esta eclesiologa120, pues el Espritu Santo es principio de nuestraunin con Cristo, porque confiere la consistencia vital a la Iglesia121.

    Unas palabras explican el porqu del fundamento cristolgico:

    Cristo es sacramento porque es la unin misma de una gracia invisi-

    ble, de alcance universal, y de una forma sensible por la que se manifiesta

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    y comunica esta gracia. Es el sacramento de la salvacin, pues lo que deeste modo aporta es la reconciliacin por su sangre, la alianza nueva y de-

    finitiva, la filiacin divina por gracia, la esperanza de la gloria, las arras denuestra herencia de hijos, la unin ntima con Dios, la unidad de todoslos hijos de Dios en un solo pueblo y un solo cuerpo122.

    La Iglesia es sacramento universal de salvacin porque en ella se dala continuacin de la Encarnacin123. Es decir, en la Iglesia124se puedeverificar la continuacin de la vida de Cristo en cada hombre con-creto125. Y sta continuacin se desarrolla por medio de la fe y de los

    sacramentos. Podemos decir con palabras de Congar que toda la acti-vidad externa y visible de la Iglesia desea nicamente la realizacin delo que es su ntima substancia, la vida de la humanidad en Cristo126.

    Existe as una profunda relacin entre Cristo y la Iglesia, por elhecho de que Jesucristo no es solamente el fundador histrico, sino elfundamento constante que est presente activamente en la construc-cin y en la vida de la Iglesia127.

    El modo que Cristo tiene para continuar realizando la Iglesia es atravs de los sacramentos. stos son como una continuacin funcionaleconmica de la encarnacin128. Por medio de ellos, el Cuerpo Msticose constituye y realiza en su unidad129.

    Cabe destacar que entre los siete sacramentos Congar reserva unpuesto destacado para el Bautismo y para la Eucarista. Por medio delBautismo somos incorporados a Cristo y a travs de la Eucarista for-mamos un slo cuerpo130.

    Hacindose eco de la enseanza tradicional de la Iglesia, dice Con-gar que la Eucarista nos une a Cristo y nos hace vivir en l. La Eu-carista nos une a Cristo, nos hace vivir en l porque es una accinsacramental que se realiza en memoria de la pasin.

    Si, como veamos anteriormente, la finalidad de toda accin ex-terna de la Iglesia es unir los fieles a Cristo, es coherente que Congarponga el punto de partida de la Iglesia en la institucin de la Eucaris-ta y que en el cuerpo eucarstico figure la realidad que haba dado sunombre al mismo Cuerpo Mstico131.

    El autor llega a la siguiente conclusin: la constitucin del CuerpoMstico en lo ms profundo y en lo ms ntimo de su ser tiene su basey su causa en la accin sacramental132.

    Congar utiliza la idea tomista133de que la Eucarista es sacramentode la unidad, y lo considera as por varios motivos:

    En la Eucarista es realizada de un modo superior la unin entre

    Dios y el hombre. Por medio de ella ocurre el paso del primer Adn al

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    Segundo (Cristo), es decir, de la condicin terrestre a una condicinceleste134.

    A travs de la presencia real de Cristo en la Eucarista la Iglesia esformada como Cuerpo de Cristo.Establece lazos de unin entre los miembros de la Iglesia135, porque

    la Eucarista no solamente seala la unidad, sino que realiza aquelloque indica.

    Por medio de la Eucarista sera posible la unidad entre las iglesiascristianas. Sera factible esta unin porque existe una interdependenciaen el modo de entender la Eucarista y la Iglesia, pues la Eucaristasignifica la plenitud de la profesin de fe y de la comunin eclesial136.

    Congar atribuye un puesto esencial a la Eucarista en la Iglesia por-que, para l, la Palabra crea la Iglesia como congregatio fidelium y laEucarista construye la Iglesia en plenitud, pues sta ser Cuerpo deCristo solamente a travs de la mediacin sacerdotal de la Eucarista137.

    Para Congar no hay Iglesia en sentido pleno sin Eucarista138,porque las realidades sacramentales que son principios de una vida en

    Cristo tienen como base el Bautismo y como cumb