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1 Distritos industriales en Argentina y Suecia Una aplicación del análisis de redes para develar los secretos de la organización empresaria Bengt Johannisson Hugo Kantis ** Con la colaboración de Rubén Ascúa*** 1. Investigando el fenómeno del distrito industrial Al comienzo del nuevo milenio, la inquietud y la curiosidad por la aglomeración espacial de pequeñas firmas se ha vuelto más importante que nunca tanto entre los investigadores como entre los políticos. Creemos que existen cuatro razones fundamentales que explican este interés en las pequeñas firmas en general, y en su aglomeración espacial en particular. Primero, los investigadores y profesionales continúan afirmando que las pequeñas firmas constituyen una porción creciente de las nuevas fuentes de trabajo. Segundo, en mercados cada vez más competitivos y generalmente globalizados, incluso las pequeñas firmas deben especializarse e internacionalizarse. Estas dos situaciones proponen la cooperación empresaria como una estrategia comúnmente utilizada para enfrentar dichos cambios. Tercero, las nuevas tecnologías han reducido la escala de las grandes corporaciones y sus jerarquías, recreándolas como estructuras más pequeñas e interconectadas. Cuarto, en Europa, América del Sur y América del Norte, por ejemplo, las estructuras supranacionales han debilitado la posición de la nación- estado, y han puesto la mirada en la dimensión regional de la vida económica. Si bien la estructura localizada de las firmas adquiere diversas formas, (véase, por ejemplo, Markusen 1996), deseamos centrar la atención en los distritos industriales. Aunque la mayoría de los investigadores que se dedican a los distritos industriales concuerdan en sus características como un fenómeno espacial socioeconómico –concepto esbozado por Marshall en 1920 e iluminado nuevamente por Porter en sus trabajos de 1990 y 1998–, pocos han intentado seccionar y estructurar sistemáticamente sus componentes fundamentales (Bianchi, 1998). Nuestra ambición no es aportar a tal esfuerzo sino, más bien, proporcionar un modo diferente de hacer inteligible la aglomeración de pequeñas firmas. Presentándolo como un fenómeno organizador, cubrimos tanto su estructura como su proceso, acción y gobierno (en el sentido del término inglés SIRE, School of Management and Economics, Växjö University, SE-351 95 Växjö, Suecia, Tel.: +46-470- 708513, Fax: +46-470-83092, E-mail: [email protected] ** Instituto de Industrias, Universidad Nacional de General Sarmiento, Argentina, Tel.: +54-11-46671238, Fax: 54-11-46647723, E-mail: [email protected] *** Centro de Estudios, Fundación Potenciar, Argentina, Tel.: +54-(0)3492-428562. E-mail: [email protected]

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Distritos industriales en Argentina y Suecia Una aplicación del análisis de redes para develar los secretos de la organización empresaria

Bengt Johannisson ∗ Hugo Kantis**

Con la colaboración de Rubén Ascúa***

1. Investigando el fenómeno del distrito industrial Al comienzo del nuevo milenio, la inquietud y la curiosidad por la aglomeración espacial de pequeñas firmas se ha vuelto más importante que nunca tanto entre los investigadores como entre los políticos. Creemos que existen cuatro razones fundamentales que explican este interés en las pequeñas firmas en general, y en su aglomeración espacial en particular. Primero, los investigadores y profesionales continúan afirmando que las pequeñas firmas constituyen una porción creciente de las nuevas fuentes de trabajo. Segundo, en mercados cada vez más competitivos y generalmente globalizados, incluso las pequeñas firmas deben especializarse e internacionalizarse. Estas dos situaciones proponen la cooperación empresaria como una estrategia comúnmente utilizada para enfrentar dichos cambios. Tercero, las nuevas tecnologías han reducido la escala de las grandes corporaciones y sus jerarquías, recreándolas como estructuras más pequeñas e interconectadas. Cuarto, en Europa, América del Sur y América del Norte, por ejemplo, las estructuras supranacionales han debilitado la posición de la nación-estado, y han puesto la mirada en la dimensión regional de la vida económica.

Si bien la estructura localizada de las firmas adquiere diversas formas, (véase, por ejemplo, Markusen 1996), deseamos centrar la atención en los distritos industriales. Aunque la mayoría de los investigadores que se dedican a los distritos industriales concuerdan en sus características como un fenómeno espacial socioeconómico –concepto esbozado por Marshall en 1920 e iluminado nuevamente por Porter en sus trabajos de 1990 y 1998–, pocos han intentado seccionar y estructurar sistemáticamente sus componentes fundamentales (Bianchi, 1998). Nuestra ambición no es aportar a tal esfuerzo sino, más bien, proporcionar un modo diferente de hacer inteligible la aglomeración de pequeñas firmas. Presentándolo como un fenómeno organizador, cubrimos tanto su estructura como su proceso, acción y gobierno (en el sentido del término inglés ∗ SIRE, School of Management and Economics, Växjö University, SE-351 95 Växjö, Suecia, Tel.: +46-470-708513, Fax: +46-470-83092, E-mail: [email protected] ** Instituto de Industrias, Universidad Nacional de General Sarmiento, Argentina, Tel.: +54-11-46671238, Fax: 54-11-46647723, E-mail: [email protected] *** Centro de Estudios, Fundación Potenciar, Argentina, Tel.: +54-(0)3492-428562. E-mail: [email protected]

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governance). No se trata de un enfoque irreal, si se tiene en cuenta el creciente interés en las organizaciones como estructuras interconectadas que operan en un medio también interconectado, (véase al respecto Nohria, 1992). Nuestro enfoque, sin embargo, implica que debemos volver a analizar los pre-supuestos paradigmáticos fundamentales, y especificar el trabajo teórico y empírico necesario.

Morgan (1980) sugiere que la investigación debería reflejar lo siguiente: (1) la posición paradigmática de los autores que tratan el tema, (2) su elección de metáforas para guiar el estudio del fenómeno investigado y determinar qué información hay que adquirir y (3) el trabajo metodológico de dilucidar el fenómeno una vez que la elección epistemológica está hecha. Utilizaremos el diseño propuesto por Morgan para situar nuestra investigación.

Nuestra elección paradigmática es la del construccionismo social, el cual establece que los seres humanos, por su naturaleza interactiva, a la vez construyen su propio ambiente (véanse Berger and Luckmann, 1966; Weick, 1979; Smircich and Stubbart, 1985). Las investigaciones existentes acerca de los distritos industriales y el fenómeno asociado de la aglomeración espacial de pequeñas firmas sugiere que es posible reforzar e, incluso, inducir esos contextos. (Johannisson, 1988; Van de Ven, 1993). Las regiones se tornan viables debido a los beneficios de la aglomeración, como por ejemplo, el acceso a una manera única de abordar interactivamente la creación de conocimiento. En su elaboración sobre la importancia de las aglomeraciones industriales, Porter (1990) recurre al contexto italiano y al alemán para analizar los distritos industriales y su ubicación espacial. Según este autor, “El proceso de aglomeración y el intercambio entre las industrias dentro de este contexto, también brinda mejor resultado cuando las industrias involucradas están concentradas geográficamente” (Porter, 1990: 157). Colectivamente, consideradas como una “región de aprendizaje”, estas capacidades localizadas generan una competencia característica (Maskell et al., 1998), y no pueden trasladarse porque están íntimamente vinculadas a cada contexto (Storper, 1995).

Esta imagen de realidades socialmente construidas corrobora la metáfora de la red. Dentro de esta perspectiva general, convergen los ideales analíticos, interpretativos y emancipatorios acerca de los agentes y las estructuras de la red. La mayor parte de la investigación académica sobre los distritos industriales, por ejemplo, es analítica: plantea estructuras conceptuales y pone en tela de juicio teorías económicas establecidas indicando solamente las características y la importancia de las actividades en red, (véanse, por ejemplo, Piore and Sabel 1984; Pyke et al., 1990). Los estudios interpretativos de las actividades en red, por ejemplo, los etnográficos, son escasos. El trabajo de Johannisson y Nilsson (1989) constituye un ejemplo de investigación inspirada en ideales emancipatorios de democratización económica y social y de adopción de estrategias de desarrollo de redes.

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Un modo de caracterizar y matizar nuestro paradigma fundamental es imaginar el contexto interconectado en red como un sistema de autoorganización. Tal sistema se beneficia de una estructura, más allá de la jerarquía y la colaboración horizontal, incluyendo también relaciones “laterales” y combinando la acción intencional con el azar y la buena fortuna para hacer hallazgos valiosos por casualidad. Operando sobre una inestabilidad limitada, (Stacey, 1996) el sistema de autoorganización tiene una habilidad inherente para neutralizar amenazas y ampliar los resultados exitosos de la (inter)acción a través de relaciones flexibles, espontáneas y descentralizadas entre las partes constitutivas del sistema. (Weick, 1976).

La convergencia de la acción intuitiva y la intencional en contextos emprendedores fue señalada por Bird (1989), y distintas combinaciones de espontaneidad e intención en la interconexión espacial fueron también citadas por otros autores (por ejemplo, Perrow, 1992; Saxenian, 1994 y Markusen, 1996). Recurriendo a modelos del caos y la complejidad (Tsoukas, 1998), la autoorganización puede explicarse como un fenómeno que se desarrolla entre la acción individual (no) intencional y la incertidumbre del cambio ambiental por un lado, y el cambio sistemático del distrito industrial en su totalidad, por el otro (Dandridge and Johannisson, 1996; Johannisson, 2000b).

Pensamos que todos estos empeños académicos, por ambiciosos y minuciosos que parezcan, podrían no alcanzar su objetivo por no concentrarse suficientemente en las características organizativas genéricas del distrito industrial. Creemos que la idea general presentada por Granovetter en 1985 –acerca de que toda actividad económica se halla enmarcada e inserta en su contexto social– se refleja de manera particularmente clara en el distrito industrial, definido como una comunidad empresarial interconectada, rodeada por un contexto institucional y sociocultural igualmente interconectado. Esta imagen de organización también establece una relación entre las ideas generales de Granovetter con las particulares de Marshall y, además, abarca otras aplicaciones de la metáfora de la red en las ciencias sociales (véase Powell and Smith-Doerr, 1994; Araujo and Easton, 1996).

Una gran parte de las investigaciones sobre los denominados contextos interconectados en red, sólo brindan de modo empírico información indicativa cualitativa, anécdotas, ejemplos o, en el mejor de los casos, relatos de carácter narrativo. Los vínculos de la red se presentan como (conjuntos de) relaciones bilaterales, en vez de ser investigados empíricamente en forma sistemática. En nuestra opinión, muchos investigadores no afrontan el reto paradigmático y empírico que podría plantear una investigación de la red más sistemática y profunda.

Habitualmente, este rechazo se racionaliza con el argumento de que la operativización metodológica de la forma y el contenido de la red niega la naturaleza misma de las actividades en red como procesos personalizados y tácitos. Sin embargo, el hecho de que las actividades de red como proceso se

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hayan resaltado en la investigación construccionista no excluye el hecho de que muchos procesos llegan a transformarse en estructuras. A su vez, las estructuras se institucionalizan y se dan por sentadas como una realidad dentro del enfoque objetivista. Las explicaciones restantes acerca de las limitaciones para realizar investigación empírica sobre las complejas estructuras de red son las siguientes: las dificultades para que los encuestados respondan rápidamente los pedidos de información sobre aglomeraciones de firmas, y la falta de herramientas analíticas. Sin embargo, estos obstáculos deben superarse teniendo en cuenta que todos los seres humanos consideran que sus contactos personales son importantes, y que no es frecuente que sean reacios a informar sobre sus vínculos importantes.

Tomando como eje las redes de intercambio (Mitchell, 1973), queremos matizar con Sjöstrand (1992) el argumento propuesto por Granovetter (1985) acerca de que toda actividad económica está entretejida con su contexto social, diferenciando entre distintas formas de vínculos de intercambio (bilaterales) que tienen motivos distintos: actitudes calculadoras, ideales (valores compartidos) y afecto mutuo genuino. Mientras que la teoría económica se fundamenta en el intercambio por razones de cálculo, la noción de vínculo inherente al contexto social reconoce otras razones de intercambio, tanto genuinas (por ejemplo, la amistad) como originadas por ideales (por ejemplo, la identidad local compartida). Estas dos últimas razones construyen la dimensión “social” de las actividades de intercambio en red realizadas en un contexto empresario localizado. Además, sostenemos que las actividades de intercambio "personalizado" en red practicadas por entrepreneurs-dueños-gerentes de empresas demuestran que el cálculo por interés y los vínculos sociales (genuinos) están entrelazados con vínculos individuales (Johannisson, 1987; 2000a). Estas características genéricas de las redes personales matizan la importancia general que, por ejemplo, Granovetter (1985), Nohria and Eccles (1992) y Porter (1998) atribuyen a las mismas.

El tercer componente del esquema “de Morgan” es la dilucidación de cuestiones metodológicas. También dentro de un paradigma analítico, debe tenerse en cuenta con sumo cuidado la manera de unir razonamiento conceptual y trabajo empírico. Por un lado, la mayor parte de las investigaciones se refiere a la aglomeración espacial de pequeñas firmas como un fenómeno holístico con características únicas y, por el otro, la mayor parte del trabajo empírico existente trata meramente acerca de subunidades de nivel agregado. Se ocupan de los nodos, por ejemplo, de los entrepreneurs y de firmas individuales como posibles (conjuntos de) vínculos bilaterales. La dificultad que se nos presenta, entonces, es proporcionar un modo de "operacionalizar", o hacer operativo en el plano empírico-metodológico, el carácter holístico de los distritos industriales.

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La introducción de variables relacionales y estructurales prepara el camino para alcanzar una comprensión más profunda de la dinámica local en los distritos industriales como resultado del entrelazamiento con su contexto social (Granovetter 1985). Este entrelazamiento incluye tanto la forma (actores interdependientes y no aislados) como el contenido (intercambio no sólo económico, sino también social).

La estructura y el proceso son mutuamente dependientes: la estructura se constituye a partir del proceso, y el proceso prospera enormemente cuando está acompañado por una estructura, (recuérdese la noción de “estructuración” Giddens, 1984). Además, las características globales y contextuales que reflejan el carácter holístico socioeconómico del distrito industrial ideal se ven limitadas si sólo se consideran la comunidad empresaria y sus firmas/entrepreneurs. Esto es un impedimento en lo que respecta al contenido social, acerca del cual reflexionaremos en mayor profundidad en la última sección.

Mientras que los estudios de casos pueden sugerir /generar teorías “locales”, en toda investigación existe, independientemente de qué paradigma se adopte, un interés por la generalización (analítica) más allá de ese conocimiento local. Esto implica, o bien ampliar el campo de teorías existentes, o bien mejorar nuestra habilidad para describir y entender los fenómenos proporcionando, por ejemplo, el vocabulario adecuado. Por consiguiente, proponemos un diseño multi-caso a fin de no poner a prueba los límites de una teoría formal y demostrar, en cambio, que los modelos de actividades en red pueden utilizarse para contrastar distintas aglomeraciones espaciales de pequeñas firmas con respecto a sus características organizativas. Previamente, hemos utilizado este enfoque para comparar un distrito industrial con otros contextos inducidos desde las políticas (un parque científico-tecnológico y una corporación) en términos del desarrollo de las actividades de redes de entrepreneurs en un contexto nacional (Johannisson and Nowicki, 1992; Johannisson et al., 1994). En este caso, por el contrario, compararemos aglomeraciones localizadas de pequeñas firmas creadas orgánicamente en distintos contextos nacionales, con el objetivo de contribuir a la generalización analítica de ese campo de estudio particular, (véanse al respecto, Yin 1989; Eisenhardt 1989). Puesto que nuestro análisis se lleva a cabo en contextos radicalmente distintos (Argentina y Suecia), los resultados nos ayudarán a reflexionar sobre diferencias que están sujetas a la variación del desarrollo histórico y sobre diferencias en los sistemas de valores y el contexto institucional.

Por lo tanto, es nuestro objetivo proporcionar, en primer lugar, un análisis comparativo de las actividades de red de los entrepreneurs de los distritos industriales en un contexto nacional desarrollado (Suecia) y otro en vías de desarrollo (Argentina). Para este fin, nos basamos en investigaciones previamente realizadas acerca del contexto sueco, en las cuales se utilizó la técnica de análisis gráfico para identificar las características de las actividades de red de la comunidad empresaria. En segundo lugar, los resultados y el análisis comparativo

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de estos dos casos se utilizarán para proponer un programa de investigación con un alcance más amplio, que abarque también contextos institucionales y sociales interconectados dentro de un conjunto más vasto de ambientes en diferentes países.

El resto del ensayo está organizado de la siguiente manera. En la próxima sección, desarrollamos en mayor profundidad la noción de “contexto organizador” y proponemos que, como sistema que se autoorganiza el distrito industrial proporciona tal contexto para sus miembros. Además, presentamos los dos contextos empíricos para la investigación: Anderstorp, en el distrito industrial de Gnosjö en Suecia, y el distrito industrial de Rafaela en Argentina. En la Sección 3, introducimos nuestro modelo de red operacionalizado, es decir, traducido en variables operativas, y explicamos las dificultades metodológicas que debimos enfrentar en esta investigación comparativa. En la Sección 4, presentamos los resultados y los resumimos en conclusiones tentativas. En la última sección, utilizamos lo aprendido de este estudio para bosquejar un programa de investigación más detallado para futuras investigaciones comparativas en el ámbito internacional. 2. El distrito industrial como contexto organizador: enfoque teórico y empírico 2.1. Redes y el proceso de organización En nuestro estudio acerca de los distritos industriales como fenómeno organizativo, nos dedicamos a las redes personales de entrepreneurs locales por cuatro razones fundamentales.1 Primero, las actividades personales de desarrollo de redes, que abarcan las relaciones humanas, son generalmente el modo más eficaz de organizar la actividad de los emprendimientos, como ya dijimos. Por el contrario, las redes industriales o de producción en las que la acción está representada por organizaciones, tienen una inclinación al vínculo calculador, (véanse, por ejemplo, Ford, 1992; Johannisson, 1995). Segundo, en las pequeñas empresas familiares dirigidas en forma paternalista, el dueño-gerente personifica a la empresa. Así, ambos niveles de análisis, tanto el de la firma como el del individuo, pueden condensarse en uno sólo. 2Tercero, en los contextos locales o comunales con una cercanía espacial y social al distrito industrial, las actividades personales de desarrollo de redes de los entrepreneurs vinculan la esfera económica y no económica de la vida comunitaria. Cuarto, las actividades de red son un modo genérico de crear y mantener las competencias de los emprendedores, sean éstas colectivas o individuales, pero en el contexto del distrito industrial las competencias se condensan, tiñendo de espíritu emprendedor al distrito en su totalidad o en su mayor parte (Johannisson, 2000a,b). 1 Se utiliza la noción de “entrepreneur” por conveniencia; sin embargo, tenemos en mente el tipo dueño-gerente del negocio familiar. 2 La estructura de clan de las firmas individuales pone de manifiesto esta situación: por ejemplo, si el dueño-gerente no está presente, sus empleados (inter)actuarán siguiendo su misma línea (véase Ouchi, 1980).

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Introducimos la noción de “contexto organizador” como una elaboración de

la noción del sistema que se autoorganiza ( Johannisson, 1988).3 Desde el punto de vista del empresario individual y su firma, el distrito industrial como un contexto organizador posee determinadas características: • El contexto organizador representa un ámbito socioeconómico simbólico y

material que aparece como inteligible y significativo para sus miembros. Es el producto de la interacción entre distintos entrepreneurs/firmas, y de la interacción con otros agentes locales ( Weick, 1979; Daft and Weick, 1984).

• El contexto organizador es un instrumento para dar sentido a fenómenos locales y globales ambiguos y para tomar medidas en consenso, utilizando el contexto organizador alternativamente como un multiplicador que absorbe shocks y que a la vez debe enfrentar la dinámica de cambio en el contexto inmediato (Johannisson, 1988).

• El contexto organizador se desarrolla, es decir, se reproduce y se renueva, a través de la interacción personal en red, que crea en forma sintética y transparente una situación de aptitud e idoneidad para todos sus miembros. Es decir, cada miembro del contexto organizador (firma) se autoidentifica con el contexto y con la firma, y puede representarlos.

• En el contexto organizador, las normas de comportamiento empresario se hallan entretejidas con un ámbito social moldeado históricamente, y por lo tanto, se dan por sentadas a priori. Estas normas se crean a partir de interacciones espontáneas e intencionales, por lo cual resulta difícil explicarlas, y también copiar su lógica operativa (Stacey. 1996).

• En su condición de sistema flexiblemente vinculado y socialmente interconectado de firmas formalmente independientes, el contexto organizador se autoarticula a través del aprendizaje del proceso de conexiones entre los integrantes de la red, haciendo que el contexto sea, en su mayor parte, emergente y emprendedor.

Argumentaremos que un modo apropiado de esbozar empíricamente la

singularidad de un contexto organizador es identificar las características de los miembros que se vinculan personalmente y que devienen en estructuras de red compartidas. Teniendo en cuenta el objetivo de nuestra investigación, adoptaremos un enfoque cuantitativo. Además, se aplicará un software de computación adecuado (análisis gráfico). Entre los modos alternativos de esbozar esta complejidad está la investigación cualitativa, por ejemplo, los enfoques etnográficos. La metodología cuantitativa y cualitativa podría extrapolarse para su aplicación en futuros estudios. Antes de operacionalizar el contexto organizador en términos de sus características de interconexión, queremos introducir los distintos 3 A fin de unir la noción original de “distritos industriales” con un enfoque constructivista, proponiendo que el medio se pone en acto –o es "enactuado" como se suele decir en la jerga– a través de las actividades de red, necesitamos proporcionar un concepto que ubique al contexto local más allá de nociones tales como “actividad económica inmersa o incrustada (embedded) en su contexto social” (Granovetter, 1985), “interdependencias no permutables” (Storper, 1995) y “capacidades localizadas” (Maskell et al., 1998).

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contextos empíricos de nuestra investigación. 2.2 Los contextos empíricos de la investigación El objetivo específico de nuestra investigación previa fue instrumentar las diversas imágenes conceptuales de los contextos emprendedores como espacios de redes. Con ese fin, utilizamos la herramienta de análisis computarizado de redes sociales (Scott, 1991) para identificar distintos perfiles de procesos de redes en tres contextos diferentes: el distrito industrial que surgió orgánicamente, el parque científico-tecnológico inducido y una gran empresa (Johannisson and Nowicki, 1992; Johannisson et al., 1994, Johannisson, 1998).

En el distrito industrial, las redes –empresarias/profesionales y sociales– eran densas y complejas. Pese a que las redes personales en el parque científico-tecnológico estaban estructuradas de un modo similar, no parecían tener la densidad suficiente para generar procesos de autoorganización y, por lo tanto, el intercambio local debía estar impulsado por instituciones formales especiales. El contexto corporativo carecía por lo general de contactos sociales entre los integrantes del espacio común, y estaba dominado en exceso por la estructura corporativa formal, al punto que parecía incapaz de estimular las relaciones entre sus integrantes y las redes personales y espontáneas y, por ende, las redes de los entrepreneurs internos (intrapreneurs). Por consiguiente, el resultado concluyente de esta investigación es que el distrito industrial sigue siendo la imagen ideal de un contexto organizador y su actividad colectiva de “entrepreneurship”. Por las diversas razones que detallamos a continuación, el estudio inicial realizado en Suecia reclama réplicas de esa investigación en diferentes contextos (nacionales), con el objeto de hacer mayores aportes a la conceptualización y la operatividad del fenómeno del distrito industrial:

1. Se necesita una mayor investigación empírica para avanzar en la generalización analítica del modelo de red propuesto, en lo que se refiere a su viabilidad, tanto en distritos de diferente tamaño y estructura industrial como en contextos nacionales con conjuntos de valores (con respecto al trabajo) y recursos institucionales diferentes y niveles de desarrollo también disímiles.

2. El estudio desarrollado en Suecia acerca del contexto de los distritos industriales, con su aplicación del análisis gráfico a las interconexiones entre las unidades que constituyen las aglomeraciones espaciales de pequeñas firmas, sigue siendo único. Mientras que el potencial de la herramienta de análisis gráfico todavía no ha sido aprovechado exhaustivamente, la tecnología analítica se ha desarrollado actualmente para lograr su mayor y mejor utilización.

3. El enfoque de redes propuesto sugiere que la interacción entre firmas concierne a cuestiones empresariales y sociales, lo cual indica no sólo el carácter social de las pequeñas firmas (familiares), sino también que las actividades de red dependen de las características socioculturales y

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productivas del contexto en el cual han surgido históricamente, y que son, por lo tanto, únicas. Esta generalización resulta de la comparación entre distintos contextos.

4. Si las actividades empresarias de red (locales) se ven hoy como un elemento de fortaleza desde el punto de vista de la firma individual y de la localidad en su conjunto, entonces el análisis gráfico podría ser un complemento muy eficaz, como instrumento descriptivo y diagnóstico, de otras herramientas más tradicionales que se utilizan para diseñar estrategias de desarrollo para firmas individuales y regiones enteras. En esta investigación, es nuestra intención estudiar las dos primeras

cuestiones mientras que las dos restantes se tomarán en consideración en menor grado en la última sección. Puesto que estamos presentando una nueva perspectiva acerca de las actividades localizadas de las empresas pequeñas, nuestra aspiración respecto a la generalización analítica concierne a la distinta gama de contextos (nacionales) en los cuales podría aplicarse la imagen de los distritos industriales como contextos interconectados. Suecia y Argentina son dos contextos nacionales muy distintos en lo que se refiere al estatus estructural y al nivel de desarrollo de cada uno. El trabajo de Hofstede acerca de las diferencias nacionales con respecto a valores relacionados con el trabajo llega a la conclusión de que Suecia y Argentina divergen en las cuatro dimensiones culturales propuestas (grado de individualismo; aversión al riesgo; masculinidad; distancia del poder vs. horizontalidad). Véase la Tabla 2.

Una fuerte orientación hacia una cultura menos individualista sugiere probablemente que la socialización, por ejemplo, la conversación informal, es por lo general más frecuente. Así, los entrepreneurs argentinos, a diferencia de los suecos, no se destacan tanto del contexto por su inclinación al desarrollo de redes comunicacionales. La intención de reducir el grado de incertidumbre, por ejemplo, significa internalizar recursos (materiales, financieros y humanos) para poder controlarlos mejor. Según los resultados mencionados, en el contexto argentino existe menos interés por las redes de producción locales y el intercambio "profesional" para resolver problemas de las empresas. Además, la necesidad de evitar la incertidumbre tiene consecuencias metodológicas porque puede generar escepticismo hacia los investigadores. Una elevada "distancia del poder", entendida como una mayor brecha entre actores con distinto perfil, sugiere que las estructuras jerárquicas, no las redes, dominarían una localidad particular, lo que podría implicar que las grandes firmas fueran el eje de las estructuras locales de producción y poder. También, se puede suponer que en tal contexto, las firmas grandes menosprecian el valor de las actividades locales de red. Asimismo, sería de esperar que los entrepreneurs que actúan en un contexto donde los valores masculinos son los dominantes tuvieran menos interés en reconocer su dependencia de otros, en otras palabras, que al presentar información a desconocidos desvaloricen por lo general sus redes personales, sean éstas locales o “globales”.

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Tabla 2. Suecia y Argentina: comparación de las culturas nacionales

DIMENSIONES CULTURALES

Individualismo (vs.

colectivismo) Aversión al riesgo

Distancia de poder

Masculinidad (vs.

femeneidad)

Suecia Alto Débil Pequeña Baja

Argentina Bajo Fuerte Grande Alta Fuente: Hofstede, 1980

Mientras Suecia, como país desarrollado y estado benefactor, ha sido un modelo por muchos años, Argentina está considerada como un país en vías de desarrollo que aún se encuentra rezagado con respecto a las economías industriales occidentales. Por lo tanto, es claro que la elección de Suecia y Argentina para realizar estudios comparativos está en un todo de acuerdo con el objetivo de esta investigación: indagar acerca del potencial y las limitaciones de la utilización de un enfoque que emplee la técnica de análisis gráfico para investigar las aglomeraciones espaciales de pequeñas empresas. Una razón adicional por la cual elegimos el contexto de pequeñas empresas argentino es por el interés en la calidad de la investigación. Los miembros del equipo de investigación no sólo conocen el contexto de su propio país, sino que también están familiarizados con el contexto del otro país. Esta elección, sin embargo, no se hizo por una cuestión de “conveniencia en la selección de la muestra” para reducir nuestro esfuerzo. Por el contrario, los vínculos personales de los investigadores fueron desde el principio una condición previa para el acceso. De todos modos, la elección es en buena medida ilusoria porque en cada país, el contexto elegido es el más reconocido como representante de un distrito industrial. El estudio sueco original que usamos como base de comparación investiga la comunidad de Anderstorp, parte de un distrito industrial de Suecia meridional que durante los últimos años ha tenido gran éxito económico. Entre 1987 y 1995, su principal municipio (Gnosjö) fue el único mercado laboral sueco en el cual el nivel de empleo no disminuyó (Prop, 1997/98: 62). Davidsson (1995) hace referencia a esta región como una “Meca de pequeñas firmas” (sic) por la fuerte influencia en ella de la ética protestante, promovida por numerosas iglesias independientes. (Véase al respecto, Johannisson, 1984, 1987). En la contribución sueca al estudio comparativo entre naciones de Porter (1990), no hay una investigación sobre las aglomeraciones territoriales (Sölvell et al., 1991). El modelo fundamental de ventaja competitiva en Suecia, por lo tanto, hace hincapié en las aglomeraciones funcionales (redes de producción) y en la rivalidad doméstica vinculada con ellas, a pesar del relativo éxito del distrito industrial de Gnosjö.

La historia del distrito industrial data de varios siglos. El escaso rendimiento de las tareas agrícolas obligó a la población autóctona a diversificar sus

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actividades utilizando recursos locales para la actividad industrial. En el año 1999, el distrito industrial tenía una población de aproximadamente 80.000 habitantes, con una población de alrededor de 1.500 firmas dominada por pequeñas empresas de las industrias de baja tecnología en ingeniería (y auxiliares) de plásticos y metales. Como comunidad, su principal municipio tiene una población de 4.000 habitantes, y el tamaño promedio de las firmas es comparativamente grande teniendo en cuenta el promedio del distrito. Las características de Anderstorp se resumen en la Tabla 3, que también muestra una síntesis paralela para la comunidad (empresaria) de Rafaela, Argentina.

El núcleo de la zona industrial de Rafaela es la ciudad homónima

constituida hace casi 120 años por inmigrantes italianos de la región del Piamonte. Con la intención de cultivar la tierra, colonizaron lo que era en esa época una región “vacía”. Más tarde, grupos de suizos alemanes emigraron a la región y, en forma conjunta, estas comunidades étnicas crearon un contexto dinámico caracterizado por una fuerte ética laboral, el deseo de logros personales y de movilidad social. Este espíritu emprendedor ("entrepreneurial" para el mundo anglosajón) coexiste con un conservadurismo moral que tiene sus raíces en las costumbres originales de los inmigrantes. Rafaela alberga aproximadamente 400 establecimientos en el sector industrial, aunque muchos de ellos representan actividades realizadas por microempresas o trabajadores independientes. Tabla 3 Los distritos industriales de Anderstorp (Suecia) y Rafaela (Argentina)

Características Anderstorp Rafaela Período de investigación 1990/91 1998/99

Origen de la industria local Actividad protoindustrial en el

siglo XVIII

Inmigrantes italianos durante la

década de 1880

Ubicación (distancia del área

metropolitana)

Suecia meridional (120 km) Argentina central (100 km)

Población 4.000 habitantes (80.000 en

todo el distrito)

80.000

Población de firmas

industriales

138 (aproximadamente 1.500

en todo el distrito)

179 (aproximadamente 400 si se

incluyen los artesanos autónomos)

Sectores dominantes en la

industria

Ingeniería de metales y

plásticos

Ingeniería de metales, industria

alimenticia

Instituciones principales Asociación de comercio local

Iglesias independientes

Centro comercial e industrial local

Centro de desarrollo empresario

Autoridades locales

Situación económica con

respecto al promedio nacional

Favorable Favorable

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Las 179 firmas rafaelinas que abarca este estudio son las que tienen cierta posición en el mercado industrial.4 En Rafaela, la industria de baja tecnología de ingeniería de metales está complementada por la industria alimenticia. Con sus 80.000 habitantes, Rafaela ha tenido en los últimos años un desarrollo muy favorable, con un aumento del 20% en la cantidad de puestos de trabajo entre los años 1984 y 1994. Cabe señalar que, en contraste, durante el mismo período, la cantidad de puestos laborales declinó tanto en la región en la cual se halla Rafaela como en Argentina en general. Por consiguiente, tanto Anderstorp como Rafaela parecen ser ámbitos empresarios muy dinámicos, con muchas de las características que asociamos con los distritos industriales.

Mientras que el vigor emprendedor y las redes personales de los dueños-gerentes presentes en el distrito industrial de Anderstorp están muy bien documentados (Johannisson and Nowicki, 1992; Johannisson et al., 1994; Johannisson 1998), la investigación acerca de temas similares con respecto a Rafaela es más indicativa y hace hincapié en otros aspectos. (Quintar et al., 1993, Yoguel et al., 1998). En el trabajo de Quintar et al. (1993), sin embargo, los autores afirman que Rafaela no es sólo un agregado de firmas independientes que puede prosperar a partir de externalidades, sino que es una localidad en la que el medio industrial brinda ventajas competitivas originadas en, por ejemplo, recursos humanos avanzados y en una especialización e integración locales. Además, Quintar y sus colaboradores afirman que Rafaela se diferencia de los distritos industriales ideales por su bajo nivel de subcontratación. A fin de diagnosticar adecuadamente las cualidades de Rafaela como contexto organizador para pequeñas empresas, debe hacerse un bosquejo y un análisis más exhaustivo de las redes de entrepreneurs de Rafaela.

4 Hemos excluido las siguientes industrias: panadería, heladería, rotiserías, fabricantes de ladrillos, reparaciones de equipos y mantenimiento de maquinaria (si bien pertenecen clásicamente a las industrias “auxiliares” en cualquier contexto).

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3. Definición de las redes y diseño de la Investigación En esta sección, queremos exponer y debatir los temas más técnicos relacionados con la investigación comparativa propuesta acerca de las comunidades empresarias localizadas, entendidas como estructuras de red. Dentro de la noción general de redes personales de entrepreneurs, pueden adoptarse dos perspectivas distintas: un enfoque egocéntrico y otro sociocéntrico. El primero implica relevar e identificar la red personal “global” de los entrepreneurs individuales, es decir, todos los vínculos directos (e indirectos) que el entrepreneur mantiene (véanse al respecto, por ejemplo, Johannisson, 1990; Dubini and Aldrich, 1991). El egocentrismo de la red se debe al hecho de que “sus vínculos se crean y se mantienen para reflejar la personalidad del entrepreneur y las necesidades de su negocio” (Johannisson, 1995). Por consiguiente, las redes personales son a la vez existenciales e instrumentales en la carrera del entrepreneur.

La fuerza motriz de las actividades en red es el individuo o la firma, suponiendo en este caso que ambos coinciden (véase lo que se dijo anteriormente). Por el contrario, la red sociocéntrica toma como unidad de análisis una comunidad colectiva, una comunidad profesional o, como en este caso, la comunidad empresaria localizada. Desde luego, nuestra noción de “contexto organizador”, tal como se la aplica a los distritos industriales, une las imágenes socio y egocéntricas de las actividades en redes personales.

Queremos hacer otros dos comentarios que son pertinentes para el diseño de la investigación. En primer lugar, si dedicamos toda nuestra atención únicamente a la persona clave, en la práctica es difícil ver o revelar algo más que las relaciones directas con otras personas y los vínculos que estas personas podrían tener. Sin embargo, con un enfoque contextual que estudia las redes sociocéntricas analíticamente, las dependencias indirectas no manifiestas o imposibles de descubrir a los ojos de los propios entrepreneurs podrán revelarse analíticamente (véase al respecto Powell and Smith-Doerr, 1994). En segundo lugar, desde el punto de vista del entrepreneur individual, las redes egocéntricas y sociocéntricas pueden coincidir en varios puntos, como se supone que es el caso de los distritos industriales. La cuestión de hasta qué punto la red egocéntrica de un entrepreneur individual es local, se aborda en este trabajo sólo marginalmente.

Por una parte, esperábamos encontrar niveles similares de desarrollo de las redes entre pequeñas empresas, tanto en Rafaela como en Anderstorp. Las redes personales no difieren extremadamente entre las distintas economías occidentales, (véanse Aldrich et al., 1989; Cromie and Birley, 1992). Por otra parte, la diferencia que se observa en los valores relacionados con el trabajo (Tabla 2) – muchos de ellos pertinentes para el análisis del comportamiento de los entrepreneurs– indica también la existencia de diferencias en las normas de intercambio social.

Se puede suponer, por un lado, que una tendencia a compartir valores colectivos crea una actividad de red más densa en el contexto argentino en

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comparación con el de Suecia, mientras que una mayor distancia de poder se ve reflejada en redes sociocéntricas más centralizadas (y menos densas). El menor nivel de desarrollo industrial/tecnológico en Argentina puede, por una parte, crear redes de producción menos densas que en Suecia, en razón, por ejemplo, del bajo nivel de subcontratación. Por otra parte, la tecnología avanzada, más frecuente en Suecia, puede implicar cierta exclusión local parcial y, en su lugar, asociaciones globales. Esta es probablemente la razón por la cual las firmas de alta tecnología de los parques científico-tecnológicos no construyen redes tan densas como las firmas de los distritos industriales (Johannisson and Nowicki, 1992).

El tamaño de la localidad también influye en el perfil de las actividades en red. Por razones prácticas, existen límites para la extensión de una red (local) a través del tiempo y, por consiguiente, cuanto más amplia sea la red sociocéntrica tanto menor será su densidad. (Johannisson, 1987). Por ende, se supone que las redes de Rafaela son menos densas que las de Anderstorp.

Es importante destacar que, pese a las diferencias supuestas con respecto a los dos distritos industriales, la metodología aplicada parece ser la adecuada. Asociamos la actividad de entrepreneurs y de pequeñas empresas con un modo especial de conducta antes que con rasgos, habilidades o creencias especiales. En conformidad con este punto de vista, nuestro modelo de red utiliza información sobre comportamiento (sobre actividades en red) y no recurre a información actitudinal, reduciendo radicalmente de este modo los problemas provenientes de prejuicios y los cuestionamientos sobre la fiabilidad debidos a diferencias culturales.

La red egocéntrica de los entrepreneurs en estos dos distritos industriales fue analizada mediante preguntas a los entrevistados acerca de las cinco personas con quienes prefieren hablar y debatir sobre la empresa. Se les pidió que describieran sus relaciones con estas personas con respecto a, por ejemplo, los negocios (cliente o proveedor) o a la vinculación social (por ejemplo, parentesco o amistad), y también se les solicitó que especificaran su domicilio. Hacemos referencia aquí a esta parte de la red egocéntrica global como la “red primaria”. Además, preguntamos acerca de la ubicación geográfica del “núcleo” principal de las relaciones de negocios de la firma, habiendo definido al “núcleo” como la relación con el cliente o proveedor que llevaría más tiempo o esfuerzo reemplazar.

A fin de representar las redes sociocéntricas que reflejan la actividad general de la interacción, todos los directivos de las firmas locales fueron interrogados. La encuesta incluyó, además de información básica, una lista de todas las (otras) firmas, en el contexto local. Interrogamos a los entrevistados acerca del intercambio (personal) con otras firmas en dos dimensiones principales: social y empresaria. (véase al respecto, Johannisson et al., 1994).

En Suecia, los estudios también incluyeron una sección de “relaciones”, dedicada a indagar si el director o empresario o alguna otra persona de la

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dirección superior o del directorio era conocida personal del entrevistado o no. Consideramos que este tipo de relación es demasiado general e imprecisa en la cultura latina. Los segmentos pertinentes del estudio comparativo fueron implementados del siguiente modo.5

Conversación Un encuentro personal o telefónico con la dirección superior tuvo lugar durante los últimos 30 días. La duración de esa conversación debió ser de por lo menos cinco minutos y los temas deben haber tocado tópicos distintos, aparte del clima (para el estudio argentino, agregamos: “ y del fútbol”).

Comercial Se han realizado algunos negocios con la firma durante los últimos nueve meses (se incluye el otorgamiento y recepción de préstamos, y el trueque).

Profesional Se hace contacto con el personal de la firma si surge un problema complicado o de difícil solución.

La tasa de respuesta fue en ambos casos bastante elevada (Tabla 4), sobre todo porque los investigadores tenían contactos y actuación previa en las respectivas regiones (Johannisson, 1994). De ahora en más, nos referiremos primero a la información sobre Rafaela. 6

5 El cuestionario fue traducido primero del sueco al inglés, y luego al español. 6 La encuesta postal rafaelina estuvo seguida de entrevistas personales, lo cual explica por qué la tasa de respuesta en cuanto a la información básica y la de la red egocéntrica fue del 89%, muy por encima del 67% registrado en el caso sueco. La velocidad de respuesta correspondiente a la información de la red sociocéntrica fue del 80% y del 49%, respectivamente. El análisis de las preguntas no respondidas se consideró necesario sólo en el caso sueco, y este control de calidad de la información no presenta problemas de sesgo.

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Tabla 4. Las comunidades empresarias de Rafaela y de Anderstorp CARACTERÍSTICAS BÁSICAS RAFAELA ANDERSTORP

Número de firmas 179 138

Entrevistados (información general)

Entrevistados (información sobre la red)

159

144

100

67

Tamaño (empleados)7 6 (40) 10 (28,8)

Gerente-fundador 70,4 % 39,2 %

Ubicación del mercado8

Estructura de ventas

Local

Internacional

40 (42,2 %)

1 (2,8 %)

5 (16,5 %)

5 (10,0 %)

Estructura de compras Local

Internacional

20 (28,3 %)

1 (3,4 %)

10 (14,8 %)

5 (18,0 %)

A diferencia del caso sueco, el estudio argentino también incluyó una investigación sobre la red institucional local. Nos referiremos a los resultados de esta última sólo esporádicamente, puesto que no es posible utilizarlos para una comparación entre ambos países.9

Puesto que la unidad de análisis es el distrito industrial y su comunidad empresaria, no corresponde aplicar pruebas estadísticas para detectar diferencias entre los dos contextos. El empeño analítico, en cambio, se concentró en el análisis gráfico computarizado (UCINET) de la información sobre redes sociocéntricas.

7 Mediana (la media se indica entre paréntesis) 8 Mediana (la media se indica entre paréntesis) 9 El mapeo de las redes institucionales de Rafaela preanuncia, no obstante, una investigación más amplia que ya hemos propuesto, a la cual nos referiremos en la última sección.

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4. Resultados empíricos 4.1. Características fundamentales de las comunidades de pequeñas empresas en Rafaela y en Anderstorp La Tabla 4 también reseña la información fundamental sobre ambas aglomeraciones de pequeñas firmas (de ahora en más, nos referiremos primero a la información sobre Argentina, ya que los datos suecos proporcionados por investigaciones anteriores se exponen aquí como elemento de comparación). Ambas localidades están dominadas indudablemente por empresas pequeñas: en el momento de los estudios, en ambos distritos el número promedio de trabajadores era de 30/40 empleados, siendo la mediana considerablemente menor, por debajo de 10, en Rafaela. El hecho de que las tradiciones industriales estén muy arraigadas en Anderstorp se refleja también en las firmas individuales. Mientras que casi un cuarto de las firmas en Rafaela tenían sólo 5 años de antigüedad o menos en el momento del estudio, sólo 4% de las firmas del distrito industrial sueco eran tan nuevas, y el 81% de las firmas tenían más de 10 años de antigüedad. Por lo tanto, no sorprende que el porcentaje de firmas argentinas dirigidas aún por sus fundadores sea aproximadamente el doble que en el caso sueco.

Las diversas y contrastantes condiciones de comercialización para los dos distritos industriales se reflejan también en nuestro informe.

Por lo tanto, mientras que en el volumen de ventas de las firmas suecas el promedio de ventas locales es del 16,5%, el mercado local es mucho más importante para las firmas rafaelinas (42,2%) (las medianas son 5 y 40 respectivamente). En lo concerniente a la internacionalización, las firmas suecas exportan, en promedio, un 10,0% de su producción; las firmas argentinas, un 2,8%.10 La Tabla 4 muestra además que las firmas en Rafaela utilizan proveedores internacionales en menor medida que las firmas suecas pero aprovechan en mayor medida los mercados de compra locales. Desde luego, esta situación refleja no sólo diferencias en el entorno inmediato (siendo Rafaela mucho más extensa que Anderstorp), sino también diferencias nacionales . Aun así, resulta difícil utilizar estos resultados para sacar conclusiones acerca de las distintas características organizadoras de la población local de firmas pequeñas. 4.2. Redes empresarias de Rafaela y de Anderstorp 4.2.1. Redes egocéntricas enfocadas en el entrepreneur y/o la firma El rol de las redes personales de los dueños-gerentes es múltiple: confirmar y afianzar la identidad del entrepreneur, asegurar que la firma adquiera la legitimidad necesaria, así como también canalizar los recursos suplementarios y la información necesaria para mantener/renovar las operaciones de la firma y

10 Estas características del distrito argentino también se relacionan con las condiciones de precios relativos vigentes al momento del estudio, a fines de los 90, y han tendido a incrementar su orientación internacional en el nuevo contexto existente desde 2002.

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proporcionar un contexto de aprendizaje para los entrepreneurs y su personal. Así, las redes personales estabilizan y reorientan las operaciones de la firma. En consecuencia, el tiempo que dedican los entrepreneurs a mantener y renovar sus redes personales fue analizado en los dos contextos. Los datos sobre Argentina se originan en un extenso estudio sobre redes contextuales llevado a cabo en 1998/99 (Kantis et al., 1999), mientras que los correspondientes a Suecia provienen de dos estudios diferentes. En cuanto al tamaño de la red personal egocéntrica y al domicilio de los principales integrantes de la red, la información se reunió en buena medida a partir del extenso estudio contextual realizado en 1990/91. En ese entonces, también se identificó al “núcleo” de la relación empresaria. De un estudio previo proviene la información concerniente al tiempo dedicado a mantener y renovar la red personal, así como la relativa a la constitución social/empresarial de los vínculos individuales en la red principal. Ese estudio se llevó a cabo en 1987 y abarcó las nuevas firmas emergentes dentro de una muestra geográficamente estratificada, que incluía todo el distrito al cual pertenece Anderstorp (Johannisson, 1998, 1990). Este estudio sueco fue incorporado en investigaciones internacionales comparativas también presentadas en Aldrich et al., 1989.

El porcentaje de dueños-gerentes/entrepreneurs que comentan y debaten sus operaciones de negocios con cinco personas por lo menos es más alto en Rafaela que en Anderstorp (véase la Tabla 5). Esta circunstancia llama la atención si se tiene en cuenta que las firmas en este último distrito son de una antigüedad mucho mayor. La información sueca detallada acerca de firmas emergentes indica que, a medida que las firmas dirigidas por sus dueños adquieren mayor antigüedad, la red que puede movilizarse en función de sus intereses se torna más amplia (Johannisson 1990). Los resultados empíricos también indican que los entrepreneurs argentinos invierten mucho más tiempo que sus colegas suecos en mantener sus redes personales.

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Tabla 5. El núcleo principal de las redes personales de los entrepreneurs Red empresaria general RAFAELA ANDERSTORP

Dimensión: % de entrepreneurs que han discutido sus operaciones de negocios con al menos cinco personas en

los últimos seis meses.

95,0%

61,5%

Red principal dentro del contexto (%)11 80,5% 43,6%

Diversidad de la red principal (% de todas las respuestas)12

Comercial Social (familia-amigos)

61,8% 38,2%

50,5% 49,5%

Relaciones Empresariales más importantes dentro del contexto (%)13

45,0% 18,0%

Tiempo dedicado a desarrollar nuevos contactos (% de firmas con menos de 5 hs/semana)

62,2% 67,0%

Tiempo dedicado a contactos ya existentes (% de firmas con menos de 5 hs/semana)

51,6% 73,0%

El tipo de socialización más frecuente en la vida empresaria de Rafaela confirma diferencias que esperábamos entre la cultura latina y la escandinava (los latinoamericanos son más dados a “conversar”). Además, el mayor tiempo dedicado a mantener contactos podría explicarse, al menos parcialmente, por los siguientes cuatro factores: a) la antigüedad de las firmas, b) el medio histórico de los contextos estudiados, c) la densidad de firmas, d) la densidad de redes. Cuanto más antiguas sean las firmas y el distrito en general, tanto más densas y estables serán sus redes, debido a la institucionalización. Si éste fuera el caso, los entrepreneurs suecos no necesitarían invertir tanto tiempo en mantener sus contactos como sus colegas argentinos, puesto que en el país escandinavo se necesita un nivel menor de socialización para seguir siendo miembro de la red. Un nivel más alto de densidad de firmas (por habitante/área) sugiere una necesidad menor de invertir tiempo directamente en cada contacto que se debe mantener: puesto que la proximidad/densidad espacial de las firmas permite encuentros personales frecuentes, a menudo estos pueden producirse por mera coincidencia. Este proceso demuestra una paradoja: un contexto (interconectado) altamente organizado reduce la necesidad de actividad de red individual (intencional).

11 Se pidió a los entrevistados que identificaran a las 5 personas con las que preferían comentar su negocio/trabajo en general, y que especificaran el domicilio de esas personas. 12 En el caso de Anderstorp, la información se refiere a firmas nuevas y emergentes en el distrito industrial en su totalidad. 13 La importancia se definió en razón del tiempo que llevaría reemplazar el contacto.

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Además del mayor nivel de desarrollo industrial de Suecia, los factores mencionados anteriormente indicarían la existencia de redes más densas en Anderstorp. Si una firma forma parte de una red más desarrollada, el tiempo concreto dedicado a las actividades de red podría reducirse, ya que los vínculos indirectos producen externalidades positivas, como se dijo anteriormente. Por último, el cambio macroeconómico estructural ocurrido en Argentina durante la década del noventa, se caracterizó por la apertura económica, la competencia de productos importados, la estabilidad monetaria y el comienzo de un proceso de integración entre naciones: el MERCOSUR (Kosacoff, 1993; Bisang et al., 1995). Toda esta situación significó un verdadero desafío para la posición de los entrepreneurs argentinos en su propia red doméstica (Kantis, 1998; Gatto y Yoguel, 1993), que los obligó a actuar de manera defensiva para mantener los contactos existentes en lugar de dedicar tiempo a la formación de contactos nuevos.

En ambos casos (Rafaela y Anderstorp) el tiempo utilizado para renovar la red también es limitado. Pero en un contexto de redes densas, cada miembro puede capitalizar la renovación de los demás modificando levemente sus propias redes. Por lo tanto, incluso si cada miembro individual se encuentra involucrado en la renovación de la red sólo marginalmente, todos los miembros comparten una experiencia de aprendizaje colectiva, ya que las innovaciones se difunden fácilmente a través de la comunidad interconexa de pequeñas empresas. En síntesis, las firmas de estas dos zonas parecen satisfacer su necesidad de cambios a través de la consolidación de redes existentes, intercambiando de este modo los recursos colectivos y el conocimiento “arraigado” del distrito (Markusen, 1986). Salvando las diferencias culturales y las diferencias de la industria local, el hecho de que los dueños-gerentes de Rafaela empleen más tiempo en desarrollar actividades en red que sus colegas de Anderstorp sugiere que las redes locales del distrito industrial sueco son más densas, lo que posiblemente sea al reflejo de una “atmósfera” más favorable.

Al instrumentar la noción de inmersión social (social embeddedness) de las actividades económicas” –del modo en que tal inmersión se ve reflejada en las actividades de red de los entrepreneurs– hemos dividido los vínculos por su origen empresario/comercial y social. Como lo muestra la Tabla 4, los entrepreneurs rafaelinos mantienen un número bastante menor de vínculos sociales, en comparación con sus pares de Anderstorp. En este sentido, los últimos se destacan también dentro del contexto sueco en general, donde el 40% de los vínculos correspondientes a redes personales tradicionales de los entrepreneurs tiene un origen social. También se debe tener presente el hecho de que los vínculos empresarios involucran a clientes/proveedores, a profesionales y a colegas entrepreneurs. En general, estos resultados sugieren que el arraigo social de la actividad empresaria es más profundo en Anderstorp que en Rafaela. El capital social y la confianza parecen aprovecharse mejor en el contexto sueco que en el argentino.

Como se dijo anteriormente, la red personal de los entrepreneurs

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(individuales) no está limitada espacialmente, aunque a menudo está concentrada geográficamente. La cifra para Rafaela parece incluso alarmante por lo elevada. Granovetter (1973) se refirió al riesgo del aislamiento: la misma información sigue circulando y el conocimiento local se realimenta aun cuando se haya vuelto obsoleto (Grabher, 1993). La importancia del área local de Rafaela se confirma por el hecho de que el 45% de las firmas tiene sus contactos comerciales más importantes (por ejemplo, un cliente o un proveedor) dentro de la misma localidad. En Anderstorp, el porcentaje equivalente es de tan sólo el 18%.

El resultado concluyente del análisis de la información básica y de las redes egocéntricas es que, comparados con los de Anderstorp, los entrepreneurs de Rafaela tienen mayor inclinación por lo local y lo comercial: el contexto argentino es más autosuficiente. La comunidad proporciona un marco de referencia para los entrepreneurs locales, pero es fundamentalmente el aspecto económico del espíritu emprendedor el que se pone en acción para crear riqueza. Nuestro interés en la aglomeración de pequeñas firmas como contexto organizador nos lleva a un estudio especial de las redes sociocéntricas de entrepreneurs. 4.2.2. Actividades de redes sociocéntricas en Rafaela y en Anderstorp Tomando como eje el distrito industrial como contexto interconectado para el desarrollo empresario y comunitario, puede utilizarse un análisis de las redes sociocéntricas con enfoques diferentes (véanse Grabher; Johannisson et al., 1994:339). Aquí presentamos, en primer lugar, una interpretación analítica del comportamiento de las actividades en red, lo cual significa que informamos sobre la distribución de entrepreneurs/firmas según la frecuencia de sus vínculos con otras firmas locales de Rafaela y de Anderstorp. En segundo lugar, identificamos las propiedades estructurales, es decir, aquellas que comparan a las aglomeraciones de pequeñas firmas como gráficos de redes. La unidad de análisis es, en general, la comunidad empresaria en general como contexto organizador. a) Características analíticas de las redes de Rafaela y de Anderstorp

En las Tablas 6a y 6b, las redes sociocéntricas de entrepreneurs de las dos localidades se comparan con respecto a la distribución del número de relaciones bilaterales locales que los entrepreneurs/firmas han establecido. Primeramente, queremos destacar que el número potencial (teórico) de vínculos que una firma/entrepreneur puede establecer difiere considerablemente, siendo de 143 en Rafaela y de 66 en Anderstorp.

Esta situación implica que los entrepreneurs rafaelinos, aunque sólo conversan con el 5% de sus pares, se comunican con un mayor número de colegas locales en comparación con los entrepreneurs de Anderstorp, quienes se comunican con el 10% de sus colegas locales. Por otra parte, mantenerse “aislado”, es decir, sin comunicarse con nadie, sorprende más en Rafaela que en Anderstorp, ya que el entrepreneur argentino tiene el doble de posibilidades de interactuar localmente. Así y todo, los resultados de todas las redes estudiadas

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muestran que los “aislados” son significativamente más frecuentes en Rafaela que en Anderstorp. Esto sugiere que el distrito argentino está más fragmentado. En general, los entrepreneurs suecos parecen aprovechar más sistemáticamente el potencial del contexto local. Sin embargo, pocos se comunican (mensualmente) o hacen negocios (dentro de un período de nueve meses) con más del 20% del número total de entrepreneurs/firmas (es decir, con más de 14 colegas entrepreneurs/firmas).

Tres parecen ser las razones principales por las cuales el número de vínculos locales se encuentra acotado dentro de un distrito industrial. En primer lugar, las actividades en red exigen tiempo, y el tiempo destinado a ellas debe incluir también relaciones fuera del distrito industrial (véase la Tabla 5 y su explicación). En segundo lugar, debemos suponer que las personas/firmas del distrito industrial elegidas como contactos a través del tiempo dependen de los temas que surgen. El hecho de que el distrito industrial implique una síntesis y sea transparente para sus miembros reduce considerablemente los costos de búsqueda. Esto sugiere que la mayor diversidad de Rafaela en términos de socios potenciales no puede ser plenamente aprovechada debido al menor grado de transparencia. En tercer lugar, utilizando la información de reiterados estudios realizados en la misma zona, postulamos que los beneficios marginales de las actividades locales en red disminuyen una vez alcanzada una masa crítica de relaciones (Johannisson, 1987). Esta proposición podría explicar el hecho de que en Rafaela pocos entrepreneurs se comunican con más de 7 colegas cada mes. Una explicación alternativa es que la localidad argentina aún no ha alcanzado la madurez de un sistema que se autoorganiza. Tabla 6a. Distribución acumulada de firmas según el número relativo de vínculos contextuales

Conversación Comercial Profesional Porcentaje de vínculos potenciales(%)14

Rafaela Anderstorp Rafaela Anderstorp Rafaela Anderstorp

0 50,0 7,5 26,7 3,0 58,1 1,5 5 98,6 38,8 76,3 17,9 93,3 s/d (15 ) 10 100,0 53,7 91,4 32,8 99,2 20,9 15 64,2 96,4 56,7 100,0 56,7 20 88,1 100,0 79,1 s/d 30 100,0 93,9 s/d 50 98,5 s/d 100 100,0

14 Los porcentajes del cuerpo principal de la tabla muestran la distribución de los entrepreneurs/negocios según el máximo de vínculos potenciales que desarrollaron en cada red (columna izquierda). En la red comercial de Anderstorp, por ejemplo, el 32,8% de las firmas (22) han alcanzado como máximo el 10 % del potencial. 15 Sin datos.

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Tabla 6b: Distribución acumulada de firmas según el número absoluto de vínculos

Conversación Comercial Profesional Número de vínculos logrados16

Rafaela Anderstorp Rafaela Anderstorp Rafaela Anderstorp

0 50,0 7,5 26,7 3,0 58,1 1,5 7 98,6 53,7 76,3 32,8 93,3 20,9 14 100,0 88,1 91,4 79,1 99,2 56,7 100,0 96,4 93,9 100,0 s/d

Si nos referimos a la red profesional, aparecen diferencias radicales entre los dos distritos industriales. En la red profesional de Rafaela, los vínculos son a menudo asimétricos, circunstancia que es probablemente el reflejo de la mayor distancia de poder en el contexto argentino. Por ejemplo, un entrepreneur de estatus inferior (debido al tamaño de la firma, por ejemplo) puede reconocer sus vínculos con colegas de estatus superior, pero por lo general esto no se verifica a la inversa.

Por consiguiente, las redes profesionales son menos densas en Rafaela que en Anderstorp. Así, mientras que el 58% de los entrepreneurs argentinos no tendrían en cuenta siquiera la posibilidad de acudir a un colega en caso de que surgiera un problema complicado o que constituyera un reto para ellos, menos del 2% (es decir, sólo uno) de los entrepreneurs suecos carecía de un colega local al cual acudir en caso de necesitar apoyo ante problemas. No creemos que este perfil de respuesta refleje necesidades de apoyo técnico/funcional diferentes, sino distintas actitudes para admitir la necesidad y recurrir al apoyo y la cooperación.

Como ya se ha dicho, en el estudio argentino, las relaciones entre las firmas y las instituciones formales locales fueron analizadas en un estudio complementario (Kantis et al., 1999). Un número considerable de instituciones respaldan a la comunidad empresaria de Rafaela, algunas de las cuales tienen mucho arraigo (por ejemplo, la Cámara de Comercio e Industria), mientras que otras son más jóvenes (por ejemplo, el Centro de Desarrollo Empresarial y la Cámara de Pequeños Industriales de la Región). De los entrepreneurs rafaelinos, el 71,5% se ha comunicado con una institución al menos durante los últimos nueve meses, el 67,4% conoce directamente al personal de una institución al menos, el 63,9% utiliza su asistencia y el 91,7% tendría en cuenta la posibilidad de acudir a una institución en caso de que surgiera un problema complicado o que ponga a prueba su capacidad de respuesta.

16. Los porcentajes del cuerpo principal de la tabla muestran la distribución de los entrepreneurs/negocios según el máximo de vínculos potenciales que desarrollaron en cada red (columna izquierda). En la red comercial de Anderstorp, por ejemplo, el 32,8% de las firmas (22) han alcanzado como máximo el 10 % del potencial.

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En resumen, nuestros resultados sugieren que en Rafaela los vínculos con las instituciones locales están más desarrollados que los vínculos con los colegas. Desde luego, las redes institucionales se aprovechan más que las menos elaboradas redes de colegas informales, aunque existe un grupo de firmas carente de vínculos con instituciones17.

17 La investigación sobre Rafaela (Kantis et al., 1999) también ha estudiado la participación de los entrepreneurs en dichas instituciones y su papel como autoridades de instituciones locales. Los resultados avalan la idea de que en Rafaela existe un grupo muy activo de entrepreneurs locales, que generalmente son dueños de empresas medianas y cumplen un papel importante como líderes de instituciones locales. Por otra parte, casi la mitad de los entrepreneurs ha contestado que no pertenece a ninguna institución. Estos datos son coherentes con la fragmentación de la red informal.

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Tabla 7. Actividades en red y características de las firmas18

% del número potencial de

vínculos logrados

Comunicación Rafaela

Comunicación Anderstorp

Comercial Rafaela Comercial Anderstorp

Profesional Rafaela Profesional Anderstorp

Alcance del mercado Doméstico 0 52,1 5,8 28,1 0,0 65,3 2,9 5 99,0 38,2 78,2 15,2 94,0 20,6 10 100,0 58,8 91,1 39,4 99,0 20,6 20 88,2 98,3 87,9 100,0 58,8 Internacional 19 Total Más del

15% Total Más del

15% Total Más del

15%

0 29,4 36,1 9,1 18,0 27,1 5,9 32,7 25,0 0,0 5 94,3 86,3 39,4 47,2 60,2 20,6 87,4 100,0 9,1 10 100,0 94,1 48,5 77,1 69,1 26,5 69,6 100,0 21,2 20 100,0 82,9 94,0 77,3 70,6 100,0 100,0 54,5 Éxito en el desempeño

0 42,1 13,8 29,1 3,5 52,9 3,4 5 99,3 34,5 62,1, 20,7 89,0 13,8 10 100,0 41,4 82,4 37,9 98,0 20,7 20 82,8 95,2 75,9 10,0 58,6 Sin éxito Declinante Declinante Declinante 0 59,2 61,1 2,6 24,3 22,2 2,6 64,7 66,7 0,0 5 100,0 100,0 42,1 87,0 72,1 15,8 96,8 94,0 15,8 10 63,2 97,1 100,0 28,9 10,0 100,0 21,1 20 92,1 100,0 81,6 100,0 100,0 55,3

18 Los porcentajes del cuerpo principal de la tabla se refieren a la proporción acumulada de entrepreneurs/negocios en cada categoría que han logrado el promedio de vínculos potenciales en cada red. 19 La categoría “Internacional” muestra que las exportaciones representan más del 15% de las ventas.

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Las similitudes y diferencias entre Rafaela y Anderstorp con respecto a las actividades locales en red de los entrepreneurs no están sujetas sólo a la variación del contexto nacional y local. Además, las características de las firmas pueden influir en la creación, mantenimiento, estructuración y utilización de las redes en un contexto local. En nuestra investigación empírica observamos los siguientes conjuntos de características de firmas relacionadas con las redes contextuales: origen del negocio (fundador/no fundador), tamaño de la firma (número de empleados), participación en el mercado (doméstico/internacional) y desempeño (en Suecia, una medida combinada de los resultados inferiores/superiores al promedio en crecimiento y rentabilidad de la industria; en Argentina, crecimiento de las ventas). Estos factores se presentan en la Tabla 7 y se analizan a continuación. Firmas dirigidas por su fundador y firmas no dirigidas por su fundador Investigaciones previas sobre jóvenes entrepreneurs suecos muestran que los jóvenes e incipientes entrepreneurs construyen redes más orientadas socialmente que los entrepreneurs ya establecidos (Johannisson, 1990). Esto sugiere que los fundadores socializan sus actividades en el contexto local más que los no fundadores (por ejemplo, los sucesores). Además, es razonable suponer que dentro de un distrito industrial las características de las firmas influyen en las redes empresarias en mayor grado que las redes sociales. Nuestros resultados confirman esta conjetura. En ninguno de los contextos se podría encontrar una diferencia entre las firmas dirigidas por sus fundadores y las que no están dirigidas por los fundadores con respecto a las redes sociales (en este caso la medición de la “comunicación”). En lo concerniente a las redes comerciales, las firmas de Anderstorp que no están dirigidas por sus fundadores actúan como agentes locales de interconexión muy activos, posiblemente por la visibilidad de la propia firma y por su conocimiento del mercado local, acumulado a través de generaciones en el negocio familiar. En Rafaela, con una mayor proporción de firmas dirigidas por los fundadores, esos procesos impulsores no parecen haberse iniciado.

La economía argentina cambió drásticamente en los años noventa, década durante la cual se fundaron muchas de las firmas estudiadas. En tiempos tan agitados, tiene menos sentido aferrarse demasiado a las redes industriales existentes. De hecho, semejante actitud incluso podría resultar peligrosa y crear aislamiento. Nuestro descubrimiento acerca de que las redes profesionales son más elaboradas entre los no fundadores que entre los fundadores de Rafaela –a diferencia de Anderstorp– respalda esta línea de pensamiento. En Argentina, cada generación ha tenido que crear con destreza su propia imagen de la realidad. Sin embargo y a su debido tiempo, el medio crecientemente competitivo debería obligar también a los fundadores de firmas rafaelinas a integrarse más en redes profesionales. Firmas grandes y pequeñas

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En Rafaela, pero no en Anderstorp, se observan diferencias con respecto a la utilización de las redes de comunicación, comerciales, y profesionales entre las empresas pequeñas y medianas, y las de mayor envergadura. La ausencia de diferencias en el distrito industrial sueco podría deberse a los fuertes valores igualitarios de Suecia en general y del distrito industrial estudiado en particular (Johannisson, 1984). Las diversas comunidades pequeñas que constituyen el distrito sustentan esos valores. Las diferencias en Rafaela podrían deberse a una cultura nacional diferente (Kantis et.al., 1999) o a un carácter más urbano del distrito industrial argentino.

En la red profesional, sin embargo, las grandes firmas son más activas que las pequeñas. En general, esto puede explicarse por el hecho de que existe un mayor número potencial de agentes de interconexión/empleados disponibles en las grandes firmas, agentes que procuran plantearse retos de diverso orden y, por consiguiente, se involucran en proyectos locales. Teniendo esto en cuenta, pensamos que también es importante destacar que, aunque las firmas grandes tengan redes locales más extensas, esto no las hace más dependientes del contexto local que las pequeñas firmas con redes más reducidas. Esto se debe a que las grandes firmas tienen los recursos necesarios para desarrollar una gran red global o “no local”. Alcance del mercado Al dividir las firmas con respecto al “alcance del mercado”, es decir, si exportan al menos un 5% de su producción (“con orientación internacional” o, caso contrario, “con orientación doméstica”), concluimos que en ambos contextos, las comunicaciones locales, las transacciones y las actividades profesionales en red tienen casi la misma importancia tanto para las unas como para las otras. Esto indica que la comunidad empresaria, como unidad colectiva, adopta una estrategia “glo-cal”20. Así, las firmas que no exportan directamente podrían hacerlo indirectamente a través de interconexiones locales y viceversa. Es decir, las firmas que penetran en el mercado internacional utilizan medios locales para ampliar sus propios recursos.

En Rafaela, los exportadores explotan todas sus redes locales, tanto las de comunicación y las comerciales como las profesionales, en forma mucho más agresiva que sus colegas locales orientados al mercado interno, si bien en menor grado que sus pares suecos. Este hecho demuestra que las pequeñas empresas que operan en el mercado global experimentan mayor presión para construir redes locales de apoyo o para aprovechar las redes ya existentes con el objeto de ser más competitivas. La conclusión general es que las redes locales y globales no son intercambiables, sino que son fenómenos que se fortalecen mutuamente. Desempeño o performance En este estudio, afirmamos que la red (egocéntrica) personal de entrepreneurs es 20 Denominamos estrategia “glo-cal” a la que involucra tanto aspectos globales como locales.

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un medio necesario pero insuficiente para el éxito empresarial (véase, por ejemplo, Johannisson 1990, 2000a). Se puede llegar a una conclusión similar a partir del análisis de la red sociocéntrica de pequeñas firmas locales en el distrito industrial de Anderstorp: tanto los negocios exitosos como los no exitosos no difieren con respecto a las actividades locales en red de los dueños/gerentes principales, porque las actividades contextuales en red involucran a casi todas las personas y todas las cosas. Por otra parte, en Rafaela, donde las redes son menos densas, nuestros resultados sugieren que las actividades sociales en red están relacionadas con el desempeño de las firmas en un mayor grado que las comerciales y profesionales. En un contexto menos densamente interconectado y, como veremos, más fragmentado, como el de Rafaela, es más ventajoso estar integrado a las redes (Kantis et al., 1999 b). Por un lado, las limitadas actividades sociales en red que practican las firmas menos exitosas indican que las empresas se enfrentan con dificultades si no aprovechan el aprendizaje social e interactivo. Por otro lado, parecería que una firma que ya se encuentra en problemas no desea poner de manifiesto su falta de éxito ni tampoco es invitada a compartir actividades de red con otras empresas. Para concluir con la cuestión del desempeño, sostenemos que en un contexto como el que ofrece Rafaela, y en un contexto nacional caracterizado por un fuerte cambio estructural, las firmas que desean proseguir con una estrategia global concreta también parecen tener necesidad de intensificar sus actividades locales en red. b) Características estructurales de las actividades en red en Rafaela y en

Anderstorp Nos apartamos ahora de la firma individual como sujeto que desarrolla actividades en red para considerar la comunidad empresaria como unidad interconectada, a fin de realizar una búsqueda de subestructuras de entrepreneurs/firmas. Como punto de partida, en la Tabla 8 detallamos la información sobre la densidad de las redes, que refleja el alcance de la interacción entre los entrepreneurs locales. Como se dijo anteriormente, las redes son considerablemente más densas en el distrito industrial sueco (especialmente en lo que respecta al ámbito social- comunicación y profesional). Las redes de comunicación simétricas se encuentran comparativamente subdesarrolladas en Rafaela. No obstante, cuando se toman en cuenta todos los vínculos, es decir, se hace caso omiso de la asimetría, las diferencias con respecto a las redes de comunicación y comerciales entre ambos conjuntos de aglomeraciones se ven muy reducidas. Esto sugiere una mayor estructura jerárquica en Rafaela. Como se dijo, estos resultados podrían deberse a la más breve trayectoria del distrito industrial argentino, así como a las diferencias culturales. Una explicación adicional sería el hecho de que en Rafaela existe una estructura industrial más heterogénea que en Anderstorp.

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Tabla 8: Densidad de las redes: vínculos simétricos y asimétricos 21

Contexto Comunicación Comercial Profesional Simétricos Todos Simétricos Todos Todos

Anderstorp 0,101 0,183 0,144 0,211 0,138 Rafaela 0,061 0,195 0,078 0,120 0,011

Existe, no obstante, una necesidad de identificar y medir las variables

estructurales que especifican el modo en que las aglomeraciones de pequeñas firmas, como las de Rafaela y Anderstorp, se presentan como sistema interconectado complejo. En la Tabla 8, se introducen tres conceptos, a saber: componentes, bloques y una/dos coaliciones (Johannisson et al., 1994). Comenzando con la noción de componente, es importante especificar que el tamaño del componente indica el número total de firmas/entrepreneurs interconectados por cualquier sendero que atraviesa la red. Una red se encuentra desconectada cuando existen dos o más componentes. Varios pasos pueden ser necesarios para la difusión de información relativa a la inversión de un miembro en una nueva tecnología, por ejemplo, para su difusión en la red del componente, pero finalmente terminará habiendo difusión y todos los miembros tendrán acceso a ella. Tabla 9: Subestructuras contextuales: componentes, bloques y coaliciones22 COMUNICACIÓN COMERCIAL CONTEXTO

ANDERSTORP (67)

RAFAELA (144)

ANDERSTORP (67)

RAFAELA (144)

Componentes 1/62 1/75 1/65 1/42 Bloque máximo 1/50 1/18 1/63 1/29 Máximo 1 Coalición

1/6 2/5 1/6 3/6

Máximo 2 Coalición

88/24 1/22 2/35 5/42

Los resultados muestran que en todas las redes estudiadas existen muy

pocos casos de “aislamiento” en el distrito industrial de Anderstorp. Por el contrario, casi todas las firmas/entrepreneurs constituyen un único gran componente. En Rafaela, en contraste, todas las redes parecen estar altamente fragmentadas. Incluso en las redes más elaboradas (de comunicación y comerciales) podría hacerse una clara distinción entre un gran componente y el 21 La densidad de línea se define como la proporción de los vínculos realizados simétricos o asimétricos (todos) con respecto al número potencial de vínculos, es decir, r(r-1)/2 (simétrico) y r(r-1) (todos), donde r es el número de entrevistados. 22 Se utilizó el término "coalición" para traducir el vocablo “clique”. Incluimos únicamente los vínculos simétricos, lo cual significa que la red profesional está excluida. La primera cifra se refiere al número de subestructuras y la segunda al número de nodos (firmas/entrepreneurs) incluidos en cada subestructura. Sólo se presenta la subestructura más grande (es decir, en Anderstorp, el componente de comunicación más amplio incluye 62 nodos y en Rafaela, 75 nodos).

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resto de las firmas (más o menos aisladas). Las firmas más nuevas y pequeñas están más desconectadas. En el caso de las firmas más nuevas, se puede decir que no han tenido aún el tiempo necesario para construir vínculos fuertes y complejos. En Rafaela parece haber un grupo de entrepreneurs ubicados estratégicamente en la cima de la escala social, quienes conducen firmas de mayor envergadura, más antiguas, exitosas, con confianza en su capacidad y gran prestigio. Por otra parte, existe un gran grupo de entrepreneurs que parecen reconocer con cierto recelo a los miembros del grupo de estatus superior.

Un bloque es una estructura de red en la cual no existe “punto de corte”, es decir, un único nodo del cual la integridad de la red depende, y que tiene evidentemente un gran poder (véase al respecto, Burt, 1992). Analizar bloques es un modo eficaz de tomar en cuenta la fragilidad/fortaleza de las redes establecidas. Consideremos las redes comerciales y de conocidos de Anderstorp, en las cuales el bloque de información refiere que 63 de 67 firmas en la red están interconectadas de tal modo que, incluso si una de las firmas cerrara, las 62 restantes seguirían estando interconectadas por vínculos tanto de negociación-transacción como sociales. Desde luego, las redes representan un motor potente para la difusión de innovación y para la creación de efectos multiplicadores en el distrito industrial (Malecki, 1991). En Rafaela, por el contrario, el bloque más grande (el comercial) es mucho menor (en números absolutos) que en Anderstorp, lo cual demuestra la fragilidad del contexto argentino.

El concepto de coalición o clique refleja un nivel de organización más allá del bloque. Una coalición-n define cuántas firmas/entrepreneurs están interconectados mutuamente por un n-sendero. Esto significa que, mientras que en una coalición de 1 todos los miembros están conectados directamente, en una coalición de 2, todas las firmas/entrepreneurs están relacionados, sea directa o indirectamente, a través de otra firma/entrepreneur, es decir, en uno o dos pasos. Aplicada a las redes de intercambio comercial, la coalición de 1 ha sido denominada por nosotros una “alianza estratégica” (Johannisson y Nowicki, 1992). La alianza estratégica máxima, tanto en Anderstorp como en Rafaela, consta de seis firmas. En la red de comunicación, las diferencias entre Anderstorp y Rafaela son bastante reducidas. La máxima coalición de 1 de Anderstorp incluye seis entrepreneurs, mientras que en Rafaela existen dos grupos de cinco entrepreneurs cada uno. Cuando consideramos la coalición de 2, surgen conclusiones similares: en ambas localidades la red comercial incluye el máximo posible de estas subestructuras. En este aspecto, el contexto argentino incluso ofrece subestructuras más frecuentes que el distrito industrial sueco, en razón posiblemente de la mayor diversidad industrial de Rafaela. 5. Conclusiones y temas para un futuro programa de investigación 5.1. Breves conclusiones a priori

Nuestro estudio comparativo entre el contexto de “PyMEs” argentino y sueco ha proporcionado resultados interesantes. Las redes principales de los entrepreneurs se hallan más dispersas y localmente orientadas en el caso

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argentino. En Rafaela, los entrepreneurs también dedican mayor cantidad de tiempo al mantenimiento de sus contactos contextuales que sus colegas suecos. Sin embargo, el hecho de que una mayor proporción de los entrepreneurs de la localidad argentina comente sus negocios con al menos cinco colegas y dedique más tiempo al mantenimiento de sus contactos existentes, evidentemente no prueba que en Rafaela exista una red local más amplia, es decir, más diversificada y con mayor potencial. Las características contextuales/estructurales (por ejemplo, el tamaño de la localidad, su historia, la estructura de la industria, la cultura nacional y el nivel de desarrollo económico/tecnológico) condicionan las actividades individuales en red, tanto egocéntricas como sociocéntricas. Esta situación se refleja en la coexistencia de redes egocéntricas más extensas entre los entrepreneurs rafaelinos, así como en las actividades locales en red menos fragmentadas del más pequeño (pero más sólido) distrito industrial sueco.

El hecho de que las actividades (locales) en red de un entrepreneur no estén necesariamente relacionadas con redes locales densas entre colegas entrepreneurs es interesante tanto desde la perspectiva teórica como metodológica. El comportamiento de las actividades en red podría reflejar la interacción entre la estructura existente y procesos continuos de cambio. Las actividades de red egocéntricas complejas (más extensas) de Rafaela podrían ser el resultado de redes locales menos densas y consolidadas, es decir, más fragmentadas y asimétricas. En un contexto de cambio estructural (como en el caso argentino), los entrepreneurs se ven obligados a aumentar la intensidad de sus actividades en red para defender su posición en las menos complejas y más frágiles redes con orientación local.

Hay factores socioeconómicos y culturales que explican aún más el hecho de que las redes locales argentinas estudiadas sean más fragmentadas y asimétricas que las suecas. El menor nivel de desarrollo económico-industrial relativo genera una diversidad estructural muy grande.

Esto implica que, en términos de su capacidad tecnológica, gerencial y de emprendimiento, las diferencias entre firmas se tornan excesivas y superan el nivel de diferencia (fricción) necesario para fomentar la creatividad y la innovación. La ausencia de intereses compartidos afecta muy negativamente la gama de oportunidades y el estímulo para la interacción. La gran carencia de vínculos entre los entrepreneurs argentinos, que ofrece un gran contraste con su importante papel dentro del contexto sueco, exige un vasto conjunto de explicaciones económico-técnicas y socioculturales. Las firmas rafaelinas más grandes y exitosas orientadas al mercado internacional operan sus redes profesionales (y todas sus redes en general) muy agresivamente. Esto implica que, dentro de un contexto nacional de redes menos desarrollado, el hecho de estar integrado o no supone una gran diferencia, así como el hecho de contar con una base local de asistencia en caso de que surja un problema importante (de todos modos, hace falta investigar más para establecer la relación causa-efecto).

En Argentina, los vínculos también están caracterizados por la asimetría,

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resultante de la heterogeneidad y de una mayor distancia de poder en el nivel nacional. En contraste, el paisaje de la red en Anderstorp se caracteriza por la integración y la simetría. Un alto nivel de desarrollo industrial y de homogeneidad, en combinación con la cultura más igualitaria de Suecia, explican la fortaleza de las redes localizadas de entrepreneurs. Con el debido respeto hacia las características socioculturales, el intercambio mutuo mediante relaciones simétricas parece ser el camino más eficaz hacia el desarrollo.

Un número significativo de instituciones formales (creadas por entrepreneurs locales o que interactúan con ellos o les dan apoyo) tiende a compensar esta debilidad de las actividades informales en red y del aprendizaje interactivo entre los entrepreneurs de Rafaela, al menos parcial o potencialmente. El contexto institucional podría desempeñar el papel de catalizador y estimular los vínculos informales ya existentes. Las instituciones también podrían apoyar a los entrepreneurs en la ampliación, diversificación y renovación de sus redes (que están demasiado concentradas en la zona local), es decir, podrían actuar como intermediarias para el desarrollo de redes. A fin de lograrlo, son necesarios conocimientos apropiados (“saber cómo”, no “saber qué”) y estar familiarizados con el contexto social local (“saber quién”). Con el objeto de no detener un fenómeno emergente de autoorganización de la comunidad (empresaria), las instituciones y su personal deben ser conscientes de la estructura y de la dinámica de las redes locales (véase Johannisson, 2000b). Creemos que la metodología aplicada en este estudio proporciona un marco de referencia interesante para el diseño de una herramienta que puede utilizarse para diagnosticar y evaluar el desarrollo local, y también para idear estrategias apropiadas para fomentarlo. 5.2. Un programa de investigación emergente En este estudio, nuestra intención ha sido la de unir la metáfora de actividades en red con una metodología eficaz para, justificar directa o indirectamente conceptos como los de “autoorganización”, “economías de síntesis”, “transparencia”, y “atmósfera”, del modo en que se encuentran desarrollados, por ejemplo, en las investigaciones sobre distritos industriales. Sin embargo, nuestro empeño estuvo limitado a la formulación de modelos de redes y al análisis de interacciones empresariales entre dos contextos espaciales de pequeñas empresas en Suecia y Argentina. La ampliación del modelo de red original correspondiente a la comunidad empresarial para abarcar el sector institucional en el contexto argentino (Rafaela) demostró claramente que hay necesidad de ampliar en general el fundamento teórico y empírico original. Hasta ahora, hemos asociado las instituciones con organizaciones y autoridades, las cuales se han establecido para asegurar la existencia de apoyo externo al mercado con el fin de crear una comunidad empresaria viable. Hay otras imágenes más desarrolladas de “instituciones”, entre las cuales figuran estructuras formales e informales que proporcionan el orden necesario para promover el desarrollo empresario (Becattini, 1990; North, 1993; Van de Ven, 1993).

Por consiguiente, como hemos mostrado en este estudio, una base

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apropiada para la investigación comparativa de actividades empresarias localizadas consiste, en primer lugar, en organizar estas actividades colectivas en forma de una economía local interconectada, es decir, un contexto empresario en el cual las firmas están interconectadas por medio de redes personales. Las investigaciones contemporáneas al respecto presentan generalmente estas aglomeraciones localizadas de firmas como competitivas (Porter, 1990, 1998), como estructuras de aprendizaje (Maskell et al., 1998) y también como reservas de flexibilidad (Volberda, 1998).

La coexistencia de cooperación y competencia genera ventajas comparativas colectivas y sistémicas, debidas a la existencia de clientes y proveedores imprescindibles, competentes y comprometidos. Las “constelaciones de valores” locales (Normann and Ramirez, 1994) surgen, operan y se disuelven constantemente como estructuras transitorias. En las constelaciones de valores, el valor no se crea a través de una “carrera de postas” a lo largo de la cadena de valores, sino que es el resultado conjunto del diálogo genuino entre socios de negocios. La imagen de nuevos negocios que se forman mediante la participación en actividades personales en red motiva aún más el uso de la metáfora de las redes (Johannisson, 1992; Larson and Starr, 1993).

No obstante, se necesitan investigaciones adicionales, tanto conceptuales como empíricas, para descubrir las características sistemáticas que podrían explicar la variedad y el potencial de las actividades colectivas de entrepreneurs de la forma en que se reflejan en los distritos industriales.

Hace ya medio siglo que el economista sueco Erik Dahmén lanzó la noción de “bloque de desarrollo” para utilizarla como unidad de análisis genérica en los estudios sobre el desarrollo (Dahmén 1988). El “bloque” adquiere fuerza por la complementariedad de sus componentes, por ejemplo, la capacidad de emprender, los recursos financieros y físicos, y los vínculos con los clientes, los cuales representan, por lo tanto, un sistema innovativo holístico y colectivo. Las características innovativas están vinculadas, entonces, con la relación entre los agentes, y no sólo con su capacidad individual. Sin embargo, las herramientas de análisis gráfico dan opciones para estudiar el papel del distrito desde la perspectiva de los actores individuales, por ejemplo, hasta qué punto la variación de la “centralidad” (véase la Tabla 1) afecta el potencial del distrito industrial como contexto organizador para un negocio determinado.

No obstante, los factores económicos y tecnológicos no pueden explicar por sí mismos el surgimiento de contextos locales que fortalecen los procesos de autoorganización dentro de la comunidad empresaria. Además, es necesario esbozar más sistemáticamente el ámbito institucional y sociocultural de un contexto espacial de pequeñas firmas (véase, por ejemplo, Van de Ven, 1993). Como se dijo anteriormente, una estructura institucional elaborada podría compensar la menor densidad de las redes entre empresas, ya sea involucrándose en las firmas individuales o promoviendo explícitamente la cooperación entre firmas (Johannisson, 2000a). El impacto de un sistema de

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apoyo institucional como éste, sin embargo, no puede depender tan sólo de los vínculos entre firmas individuales e instituciones. El modo en que el propio sistema institucional está interconectado influye seguramente en su eficacia y en la calidad del apoyo brindado a la comunidad empresaria. Una red institucional integrada podría tener varias consecuencias: (1) que las instituciones, como proveedoras de servicios, puedan especializarse, (2) que las firmas sólo necesiten acercarse a una institución para lograr el éxito del complejo institucional entero y (3) que el intercambio y, por lo tanto, los procesos de aprendizaje estén sostenidos por las instituciones. Además, cuanto más integrada sea la red, tanto más eficiente será la estructura institucional porque ayudará a la comunidad empresarial a mantenerse al día con respecto al desarrollo económico y tecnológico. Desde ya, un modelo interconectado en red del distrito industrial debe también incluir los perfiles de interacción dentro del sistema institucional, así como el sistema político y cultural (Becattini, 1990).

La noción de "inmersión social" (social embeddedness) de la actividad económica insta a formular una perspectiva que vaya más allá de las instituciones empresarias y de apoyo. La vida social comunitaria tiene su origen en la identidad, los valores y los sentimientos compartidos, lo cual genera un intercambio espontáneo, no solicitado, de información y apoya, en general, el aprendizaje interactivo.

Los procesos sociales tienen una gran influencia sobre la iniciación, el mantenimiento y la elaboración del intercambio empresario puesto que ofrecen espacios para la creación de confianza y para el intercambio de información entre los actores económicos. Por consiguiente, la afiliación de los entrepreneurs a las instituciones socioculturales, tanto las formales –a saber, asociaciones deportivas y comunidades religiosas– como las informales –a saber, estructuras de parentesco– debería incluirse en un modelo general de redes. Las relaciones de los entrepreneurs no sólo son importantes en lo que se refiere a su contribución a la organización de la localidad como contexto factible para la actividad empresaria: las actividades en red entre las asociaciones –que reflejan los procesos fundamentales de desarrollo de la comunidad– se transforman en lo que está asociado con la confianza (colectiva) y el capital social (Putnam, 1993).

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Figura 1. La creación de un contexto organizador para el desarrollo empresario: las actividades personales en red dentro de los sectores sociales y entre ellos

En la Figura 1, se ilustra la imagen que proponemos para la aglomeración espacial de pequeñas empresas en tanto fenómeno institucional y socialmente entretejido. Sugerimos que el resultado de los procesos locales de organización depende de: (1) los procesos interactivos dentro de cada comunidad empresaria, el sistema institucional y la esfera sociocultural, y de (2) las influencias mutuas entre las aglomeraciones de actividades y de agentes. Lo que el modelo tentativo no logra representar es que, por vagos que sean intrínsecamente los límites internos entre las organizaciones empresarias / institucionales / sociales, el límite entre el contexto localizado y sus alrededores es igualmente difuso. Las firmas no sólo están interconectadas localmente, sino también globalmente, en sistemas funcionales y virtuales. Las instituciones locales, ya sea que tengan su origen desde abajo o que sean resultado de iniciativas de sentido descendente o “top-down”, tienen vínculos nacionales e internacionales. Además, muchas organizaciones sociales son miembros de estructuras globales.

Nuestra imagen del contexto viable de pequeñas empresas como algo “glo-cal”, es decir, algo que combina características globales con locales, destaca por lo tanto los tres subconjuntos de agentes comunitarios. Proponemos que una característica fundamental de la “autoorganización ” es la capacidad que ésta tiene de ampliar las fronteras internas y externas según la dificultad particular que se presente, sea que tengamos en mente a firmas individuales o a comunidades (empresarias) locales como contexto organizador. Esta imagen de sistemas abiertos está inspirada por la teoría de la complejidad (por ejemplo, Stacey, 1996) o los “modelos del caos” (Tsoukas, 1998).

Si bien proponemos varias características genéricas que están asociadas al distrito industrial como contexto que se autoorganiza para el desarrollo

La red empresaria

La red institucional

La red sociocultural

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empresario, al idear un estudio comparativo podrían tenerse en cuenta cierto número de factores. Entre ellos como ya dijimos, están los distintos sistemas de valores nacionales, la etapa de desarrollo del contexto nacional, el nivel de tecnología usado en las industrias locales y la organización global de la industria. Por lo tanto, es importante tener presente que la aglomeración espacial parece desmentir creencias muy arraigadas, como la que dice que las economías desarrolladas son incapaces de competir con países en vías desarrollo en las industrias de baja tecnología (Maskell et al., 1998).

En esta investigación sostenemos que la capacidad de autoorganización de una comunidad empresaria localizada depende tanto de la necesaria variedad y del número de firmas como de la densidad de las redes interconectadas (Johannisson, 1987). Se plantean así cuestiones nuevas en lo que respecta a la relación inversamente proporcional entre variedad de firmas y densidad de redes. Al estudiar una región más extensa, el número potencial de firmas que interactúan aumentará, y la densidad de relaciones logradas disminuirá. Desde luego, la regulación de los límites es crucial, incluso si los límites se mantienen siempre difusos en el enfoque de construccionismo social que aquí adoptamos. Existen fuerzas poderosas que a menudo actúan sobre la línea divisoria entre el contexto local y sus alrededores. Por lo tanto, investigar un contexto espacial implica, en primer lugar, identificar fuerzas socioculturales como la identidad local y regional, que representan instituciones informales, y contemplarlas como un fenómeno de raíces históricas. En segundo lugar, deberían bosquejarse las estructuras explícitas como la organización pública y las instituciones de apoyo formal constituidas por la ley, ya que definen en forma conjunta los límites externos factibles de la localidad. Por supuesto, estas imágenes que representan lo necesario para lograr que una localidad sea viable, como ocurre en el caso del distrito industrial, nos invitan a realizar un estudio conjunto de las redes empresarias, institucionales y socioculturales en diferentes contextos nacionales.

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AAggrraaddeecciimmiieennttoo En el estudio argentino, Nuhria Mahlet se encargó de aplicar el software de análisis de redes. Su contribución es altamente valorada por los autores. Bibliografía

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