48 INDUALIMENTOS • abril 2014

SALU

D

¿ Q u é S o n y q u é E f e c t o s T i e n e n e n l a S a l u d ?

DisruptoresEndocrinos

Si bien este tema se ha estado estudiando des-de hace varios años (aproximadamente veinte), aún existe poco consenso. Esto ocurre debido a la variedad

de situaciones que se presentan; sus-tancias que interactúan con el siste-ma endocrino, la cantidad y calidad de estudios que miden exposición (normalmente medido en ambiente y no en tejidos), la dificultad para probar que produzcan un efecto ad-verso, la dificultad de probar efectos a bajas dosis y/o asociaciones entre más de una sustancia, entre otros. En esta ocasión, intentaremos hacer un resumen con los elementos más im-portantes en este tema.

La Organización Mundial de la Sa-lud (OMS, 2002) define a los dis-ruptores endocrinos (DE) como una sustancia exógena o una mezcla que alteran las funciones del sistema en-docrino y como consecuencia causan un efecto adverso en la salud de un organismo intacto o su descendientes o subpoblaciones.

Se han identificado más de 500 sus-tancias capaces de interactuar con el sistema endocrino, sin embargo las que generan las más preocupantes son pocas. Estas sustancias pueden ser na-turales, como la genisteína presente en la soya o el cumestrol presente en el trébol y soya; o sintéticos, que pue-den ser contaminantes orgánicos per-sistentes como algunos pesticidas (di-clorodifeniltricloroetano o DDT que se encuentra prohibido), compuestos químicos que se generan a partir de desechos industriales (como bifeni-los policlorados, PCBs), surfactantes como PFOA, entre otros y contami-nantes de vida corta, como ftalatos

y bisfenol A (BPA). Estos últimos, si bien son de vida corta, se encuentran en los plásticos y por lo tanto se en-cuentran ampliamente distribuidos en el ambiente.

Debido a la importancia de este tema, la Comisión Europea viene analizán-dolo desde 1996, para lo cual tiene una estrategia en la que predomina el principio de precaución en sus medi-das legislativas. Por su parte, Estados Unidos ha desarrollado un plan de detección de disruptores endocrinos, a cargo de la Agencia de Protección Ambiental. También la OMS, a través del Programa Internacional de Seguri-dad Química (IPCS) ha publicado un documento titulado “Evaluación glo-bal del estado de la ciencia de los dis-ruptores endocrinos”, que se centra en la revisión de la literatura científica, en aquellos donde se han demostrado las asociaciones entre las exposicio-nes ambientales y los efectos adversos a la salud o donde se han formulado hipótesis de que estos efectos se pro-duzcan a través de los mecanismos de alteración endocrina.

Efecto en sistema reproductivo

Existen estudios que han reportado una disminución en la calidad de la esperma humana en distintos países, sin embargo no se ha podido probar que los disruptores endocrinos sean la causa. También se han asociado la exposición a disruptores endocrinos con el aumento de abortos espontá-neos, problemas reproductivos, dis-minución del nacimiento de hom-bres; sin embargo los resultados no son convincentes. Así mismo, se han reportado un aumento de la inciden-cia en las anormalidades en el apa-rato reproductivo masculino como criptorquidia e hipospadias, lo que se

50 INDUALIMENTOS • abril 2014

conoce como síndrome disgenesis tes-ticular, pero en este caso el debate se debe a que este aumento no se observa en todos los países.

El aumento reportado de casos de pu-bertad precoz es una preocupación de salud pública pues es un factor de ries-go para enfermedades endocrinas en el adulto. Como este aumento no sólo se explica por el aumento de peso en adolescentes, se ha propuesto que los disruptores endocrinos como ftalatos jugarían un rol importante.

Efecto en desarrollo

En Estados Unidos se ha observado un aumento de los partos prematuro desde la década de 1980 hasta estabi-lizarse en la década de 2000; aunque el porcentaje de bebés con bajo peso de nacimiento ha aumentado. Estudios que han asociado esta problemática han sido relacionados con disruptores endocrinos como ftalatos, pero con re-sultados contradictorios, lo que podría deberse a que no todos evalúan los me-tabolitos de estos compuestos, subesti-mando la exposición.

Otros efectos

Se han descrito efectos en la función neural en humanos y animales por la

exposición a disruptores endocrinos, algunos estudios han observado que esta exposición en la gestación y pri-meros años de vida se relaciona con un menor coeficiente intelectual, re-ducción de la memoria, desórdenes del espectro autista, déficit atencional con hiperactividad y problemas del com-portamiento con PCBs y pesticidas. Sin embargo, el componente endocri-no de este mecanismo tampoco ha sido probado, pero podría deberse a una interacción con hormonas tiroideas y sexuales.

Estos compuestos también han sido relacionados con la obesidad, un grupo de expertos del Instituto Na-cional de Ciencias de la Salud Am-biental (NIEHS, Estados Unidos) concluyeron que la literatura exis-tente proporciona la posibilidad de que la exposición a productos quími-cos ambientales pueden contribuir a la epidemia de la diabetes y / u obe-sidad. En adultos la relación entre BPA y obesidad es clara, en niños no se ha estudiado aún.

Se cree que los disruptores endocrinos promueven la adipogénesis (formación de masa grasa) interactuando con re-ceptores nucleares; pero nuevamente la evidencia en animales y seres huma-nos es contradictoria.

SALU

D

Conclusiones

En general, la posibilidad de un posi-ble daño a ciertas funciones humanas (especialmente en el desarrollo) pro-ducto de la exposición a sustancias con actividad endocrina existe pero con la evidencia acumulada hasta el momento no es posible concluir que esto sea así. La inconsistencia en los resultados de los diversos estudios que se han lleva-do a cabo puede deberse a numerosas razones, como la diferencia en el ta-maño muestral, diseño de los estudios, diferentes poblaciones, distintas etapas del desarrollo, entre muchas otras.

Como medida precautoria se recomien-da evitar aquellas sustancias cuando sea posible, preferir plásticos libres de BPA o la prohibición de uso de algunos pesticidas, sin embargo los mismos ex-pertos reconocen que falta información para realizar conclusiones.

ILSI Sur Andinocontacto@ilsisurandino.cl

BIBLIOGRAFÍA:

Meecker, J. Exposure to Environmental Endocrine Disruptors and Child Development. Arch Pediatr Adolesc Med. 2012; 166(10): 952-958.

Nohynek G, Borgert C, Dietrich D, Rozman K. Endocrine disruption: Fact or urban legend?. Toxicol Lett. 2013; 223: 295-305.

DiVall S. The influence of endocrine disruptors on growth and development of children. Curr Opin Endocrinol Diabetes Obes. 2013,

20(1): 50–55.

Efsa.europa.org [citado el 7 de abril de 2014] disponible en http://www.efsa.europa.eu/en/efsajournal/doc/3132.pdf

Ec.europa.eu [citado el 7 de abril de 2014] disponible en http://ec.europa.eu/environment/chemicals/endocrine/index_en.htm

Who.int [citado el 7 de abril de 2014] disponible en http://www.who.int/ipcs/publications/new_issues/endocrine_disruptors/en/

La numeración internacional ayuda a detectar aquellos plásticos que contienen disruptores endocrinos. El PVC o vinilo, con número 3, puede contener ftalatos. El número 6 puede liberar estireno. Dentro del número 7 se incluyen otros plásticos, entre ellos el policarbonato, cuyo principal componente es el BPA, que puede desprenderse del plástico y pasar al alimento en él almacenado. (Fuente: PEHSU)

Algunos estudios (no concluyentes) han asociado con disruptores endocrinos, como ftalatos, el aumento de partos prematuros y del porcentaje de bebés con bajo peso de nacimiento.