diseÑo precolombino muiscataller5-histdiseno3b.wikispaces.com/file/view/diseÑo+precolombi… ·...

Download DISEÑO PRECOLOMBINO MUISCAtaller5-histdiseno3b.wikispaces.com/file/view/DISEÑO+PRECOLOMBI… · DISEÑO PRECOLOMBINO MUISCA El grupo indígena Muisca, ... arte característico de

If you can't read please download the document

Upload: hacong

Post on 06-Feb-2018

219 views

Category:

Documents


2 download

TRANSCRIPT

  • DISEO PRECOLOMBINO MUISCA

    El grupo indgena Muisca, a pesar de ser uno de los ms renombrados de Colombia y de

    Amrica no cuenta con suficientes estudios sobre sus manifestaciones culturales que nos

    permitan poseer un conocimiento adecuado de lo que fue su cultura.

    Se puede comprender que este grupo indgena sea conocido dentro y fuera del pas por la

    divulgacin de que fueron objeto algunos aspectos de su cultura ya desde los tiempos de

    la Conquista, cuando en el centro poltico de su territorio se fund la capital del Nuevo

    Reino de Granada.

    Desde esta poca se hizo clebre por la Leyenda del Dorado, sustentada por las que se

    tejieron en torno a la orfebrera, las esmeraldas y a diversos aspectos de su cultura.

    UBICACIN GEOGRFICA

    En la zona central colombiana correspondiente a los actuales departamentos de Boyac y

    Cundinamarca se encuentra un altiplano de incomparable belleza natural, en el cual

    floreci la cultura del grupo de los Muiscas. Su territorio estaba surcado por numerosas

    fuentes de aguas cristalinas, que regaban vastas zonas cubiertas de vegetales, tanto

    natural como cultivada.

    All debi sobresalir como primersimo cultivo, el maz, base de su alimentacin, as como

    diversos tubrculos comestibles tales como las ibias, los cubios, la papa y los frutales para

    complementar su dieta alimenticia. La cordillera Oriental sirvi de marco a este suelo

    privilegiado.

    Quizs la exuberancia del paisaje, sus tierras prdigas y frtiles, la abundancia de aguas

    llenas de variados peces, ejercieron poderosa influencia en la idiosincrasia de los Muiscas,

    quienes posean un temperamento pacfico y una bien estructurada organizacin poltica y

    social.

    En efecto no tuvieron que luchar con el medio para poder sobrevivir, como s les ocurri a

    los belicosos Panches vecinos de la parte occidental y sur-oriental de su territorio.

    Rodeados de numerosos grupos indgenas, los Muiscas sostuvieron con ellos relaciones

    generalmente amistosas y de carcter comercial; sin embargo, tuvieron enemigos

  • acrrimos como los citados Panches quienes los obligaron a establecer un pie de fuerza

    permanente en su zona occidental.

    Con los Muzos, vecinos Nor-occidentales, igualmente sostuvieron grandes guerras

    probablemente a causa del deseo de stos de apropiarse de algunas extensiones de la

    frtil sabana para albegar una poblacin que padeca hambre, por la escasez y dificultad

    de cultivo en su territorio.

    Por el norte tenan de vecinos a los Guane, aguerridos, comerciantes, alfareros y tejedores

    destacados. De otra parte, es probable que sus aproximaciones tuvieran tambin fines

    matrimoniales dadas las reconocidas costumbres exgamas de este grupo.

    Lanches, Tunebos, y Achaguas fueron los vecinos de la parte oriental y con ellos

    aparentemente no tuvieron conflictos, probablemente mediaban relaciones de carcter

    comercial. Por el Sur colindaban con Los Sutagos y los Guayupes. Los primeros estaban

    sometidos parcialmente al dominio del Zipa e hicieron frente unido contra los Panches sus

    enemigos comunes. Los segundos, habitantes del lmite con los llanos, tuvieron contactos

    frecuentes y amistosos, lo cual nos lo prueban las investigaciones arqueolgicas de los

    llanos donde se ha encontrado alfarera con marcada influencia Muisca.

    CRONOLOGIA

    Los Muiscas se pueden situar en el tiempo mediante fechas de C14. por sus

    manifestaciones culturales en el grado de desarrollo denominado Formativo

    Desarrollado en el contexto precolombino americano.

    Los Muiscas alcanzaron notables adelantos desde el punto de vista de sus complejos

    sistemas polticos y sociales.

    Posean un slido gobierno con una bien estructurada legislacin y gobernaba toda una

    pirmide social en cuya cspide se encontraban los caciques y la nobleza y en la base el

    pueblo y los esclavos. Practicaron la agricultura intensiva con excedente de produccin y

    emplearon terrazas de cultivo para aprovechar con ventaja los sitios de difcil cultivo o

    sujetos a inundaciones.

  • Trabajaron con relativo xito en metalurgia y alfarera aunque en estos campos sus

    resultados desde el punto de vista esttico no pueden compararse con algunos de los

    grupos precolombinos contemporneos como por ejemplo los Quimbaya, entre otros.

    Por el C14 se puede apreciar a travs de toda la secuencia temporal comprendida desde

    310 D.C., hasta 1305 D.C. una continuidad y repeticin de formas, tcnicas de

    manufactura y elementos decorativos, tanto en alfarera como en la orfebrera, por los

    cual se puede notar claramente una persistencia de estilo dentro de este grupo cultural.

    De otra parte los estudios arqueolgicos realizados en la zona reportan una escasa

    profundidad de la capa cultural identificada como perteneciente a los Muisca, entre 50 y

    80 cm., lo cual nos lleva a concluir sobre un asentamiento relativamente reciente del

    grupo cuando lo sorprendi la conquista espaola. Vale decir que los Muiscas tuvieron un

    desarrollo temporal aproximado de 1200 aos, pero se encontraban en pleno proceso de

    crecimiento y desenvolvimiento cuando llegaron los hispanos.

    USOS DE LA CERAMICA ENTRE LOS MUISCAS

    Los Muiscas tenan diferentes clases de cermica la cual utilizaban para diversos fines, es

    decir, tenan forma, acabado y decoracin, segn la funcin especfica a la cual estuvieran

    destinadas.

    Sin embargo, la especializacin no fue tan completa puesto que su alfarera en un gran

    porcentaje no es el resultado del trabajo de especialistas dedicados exclusivamente a este

    oficio.

    Se pudo deducir al observar que las piezas no alcanzan a tener el pulimento acabado y

    arte caracterstico de la cermica que s fue producida por artesanos especializados como

    es el caso de la alfarera de Nario, Calima, o Quimbaya, en el territorio colombiano, o

    tambin la Inca en el Per y la azteca en Mxico.

    CERMICA COMO AJUAR FUNERARIO

    Los Muiscas no se apartaron de la mayora de los grupos aborgenes precolombinos en la

    creencia en otra vida posterior a la muerte y a la cual haba que llevar las pertenencias

    materiales, esclavos y esposas, segn fuera la categora del desaparecido.

  • Por esta razn al difunto lo inhumaban engalanado con sus adornos de oro y esmeraldas si

    los posea. Se lo introduca en la tumba con armas, vestidos, recipientes con comidas y

    bebidas y en fin todo lo que consideraban que pudiera necesitar en el largo viaje que se

    iniciaba.

    Las personas de bajo rango social eran enterradas con sus escasas pertenencias las cuales

    consistan normalmente en unos pocos recipientes de cermica con alimentos.

    Una costumbre algo comn entre los Muiscas, fue el embalsamiento o momificacin de

    sus muertos, lo cual realizaban mediante el empleo del jugo de algunas plantas.

    Tambin sometiendo el cadver a la accin del humo y el fuego hasta obtener su

    deshidratacin.

    Respecto de estas prcticas y su ajuar funerario nos dice el Cronista de la Conquista, Fray

    Pedro Simn: Eran varios los modos con que enterraban a sus difuntos, porque a los

    reyes y caciques de ordinario los sacaban las tripas e intestinos en muriendo y con resinas

    que llamaban Mocoba que se haca de unos higuillos de leche pegajosa y otras cosas con

    que las mezclaban, embalsamaban los cuerpos y despus de llorarlos en su casa 7 das, los

    enterraban en una bveda que ya tenan hecha para esto, envolvindoles en mantas finas

    y ponindoles a la redonda muchos bollos de maz y mcuras de chicha, sus armas y en su

    mano tiradera con un pedazo de oro... (Simn, Noticias Historiales. Tomo 1 pag.27).

    Esta costumbre es igualmente reseada por los diversos cronistas que relataron todo el

    acontecer de la conquista.

    Ya bien entrado el siglo XVIII, Rodrguez Freyle cuenta lo siguiente respecto de las mismas

    prcticas: ...Estos (indios) quedaban enterrados por aquellas cuevas y peascos,

    ponindoles dolos de barro y de oro y dems pertenencias... (Rodrguez Freyle, El

    carnero. pag 84).

    La anterior relacin nos lleva a pensar que en pleno perodo colonial los indgenas an

    conservaban sus prcticas y costumbres funerarias. Por excavaciones arqueolgicas

    realizadas en los municipios de Soacha y Funza en Cundinamarca a comienzos de 1976,

    hemos podido comprobar diversas formas de enterramiento utilizadas por los Muiscas, as

  • como la ofrenda de cermica como ajuar funerario de acuerdo a lo relatado por los

    cronistas.

    LA CERMICA CEREMONIAL

    Los Muisca elaboraron una clase especial de cermica con formas determinadas y cuya

    funcin era eminentemente ceremonial. Esto quiere decir que eran utilizadas para recibir

    las ofrendas en los templos o tambin para simbolizar en figuras antropomorfas sus dioses

    o deidades tutelares a quienes se les renda culto. Aparecen tambin representados en

    cermica falos y pequeas figuras femeninas los que posiblemente fueron utilizados para

    algn rito especial de fertilidad.

    Las vasijas que servan de ofrendatarios fueron denominadas por los espaoles del siglo

    XVI Gazofilacios posiblemente por analoga con las figuras que servan para recoger

    limosna en Jerusaln. Los gazofilacios o cepos Muisca consisten en figuras antropomorfas

    huecas con una abertura en el vientre o en la cabeza. A veces la cabeza o su tocado era

    movible y serva de tapadera, la abertura en la figura est hecha con el propsito de que

    pudieran ser introducidas las ofrendas. Estas ofrendas consistan por lo regular en figuritas

    antropomorfas de oro, cobre y tumbaga denominados comnmente tunjos; en collares

    de conchas o de semillas; y tambin esmeraldas piedras favoritas de los Muisca con las

    cuales adems de adornarse y de servirles de ofrendas, realizaban importantes

    transacciones comerciales con sus vecinos para obtener el oro, metal del cual carecan en

    su territorio. Adems de esta clase de ofrendatarios, posean otros en forma de vasijas

    corrientes, denominadas Mcuras o tambin Copas. Las ofrendas eran depositadas

    exclusivamente por los sacerdotes denominados jeques o mohanes quienes previo al

    ofrecimiento realizaban complicados y especiales ritos. La ofrenda ceremonial estaba

    igualmente representada por figuras antropomorfas manufacturadas con diferentes

    materiales tales como oro, cera, cermica, algodn y madera con los cuales se hacan los

    ofrecimientos o rogativas segn las necesidades del ofrendante.

    Las pequeas figuras femeninas posiblemente tenan el poder de conceder favores a su

    dueo aunque tambin podra tratarse de un amuleto, por ejemplo para propiciar un

    buen parto.

  • Los falos fabricados en cermica son otro tipo de representaciones ceremoniales

    encontradas en la zona Muisca, esta cermica presenta dimensiones que varan entre 24 y

    30 cm en su eje; se presume que eran utilizados para un culto ritual o flico relativo a la

    fertilidad, igual al observado en otras reas americanas y colombianas como en la Tairona

    y Tumaco en Colombia y la Mochica en el Per.

    Una prctica frecuentemente observada en la cermica del ajuar funerario es la de la

    ruptura intencional, total o parcial, de las vasijas, en este ltimo caso aparecen unos

    orificios de forma redondeada o ligeramente alargada en el cuerpo de la vasija los cuales

    por sus caractersticas acusan una fractura intencional cuidadosa, de ninguna manera

    accidental, puesto que no se observan estras perpendiculares al orificio como s ocurrira

    si se tratara de un golpe accidental. Esta cermica se denomina matada en razn al rito

    simblico realizado por los indgenas en el cual las pertenencias del difunto moran

    igualmente con l.

    Otra clase de cermica ceremonial es la de los braseros utilizados para quemar Moque,

    resina de penetrante olor, en sus ceremonias religiosas. Estas vasijas generalmente

    presentan una excelente forma, acabado y manufactura y su superficie tiene un color

    negro caracterstico producido por el efecto de la exposicin prolongada al fuego en seco

    durante el proceso de quemado de las citadas resinas.

    LA CERAMICA DOMSTICA

    En lo referente a la funcin especfica de esta cermica no hay una relacin detallada,

    pero se puede inferir su presencia por las alusiones que hacen sobre jarras, destinadas

    para el transporte de la chicha y tambin por la mencin de las vasijas utilizadas para

    tostar las hojas de coca que fueron consumo usual entre los aborgenes precolombinos

    debido a sus propiedades estimulantes, a la vez que eran utilizadas como producto de

    intercambio comercial. Esta vasija ceremonial era denominada Mcura, la cual tiene las

    caractersticas de poseer un cuello alto y angosto, con decoracin antropomorfa o

    zoomorfa y un cuerpo globular. Este recipiente era usado como ofrendario y tambin para

    la funcin domstica de almacenar los lquidos y la chicha de consumo diario. Sin

    embargo, las Mcuras destinadas para el transporte de las chicha son las mismas vasijas

  • denominadas jarras, estas tienen cuerpo ms ancho y corto y no siempre presentan

    decoracin en el mismo, su acabado y manufactura son poco esmerados; adems su

    frecuencia de aparicin en relacin a la mcura ceremonial propiamente dicha es bastante

    alta debido, a su funcin domstica.

    Es conveniente anotar que aunque estas jarras de uso domstico son utilizadas como

    parte del ajuar funerario para almacenar la chicha, casi nunca presentan seales de haber

    sido usadas. Seguramente este hecho se deba a que para las prcticas funerarias

    empleaban piezas nuevas. Las Mcuras o jarras tenan otros usos adems de los

    meramente domsticos como son los de servir de dote a la novia cuando contraa

    matrimonio.

    Haba otra clase de vasija domstica denominada escudilla o cuenco, utilizadas para servir

    alimentos, aunque tambin nombran como escudilla al recipiente destinado a recoger la

    sangre de los Moxas, como se llamaba a los nios destinados a los sacrificios religiosos.

    La cermica propiamente domstica sea la empleada en las labores de cocina cotidiana

    es fcilmente identificada por las seales de frecuente uso que presentan como por la

    cantidad de holln que generalmente tiene adherida a su superficie.

    Es poco frecuente encontrar esta cermica en el ajuar funerario porque como ya

    habamos anotado por amplia observacin, se puede deducir que preferan o tenan por

    costumbre ponerle al muerto piezas cermicas nuevas.

    LA CERMICA INDUSTRIAL

    La cermica industrial era aquella utilizada en la elaboracin de diversos productos

    destinados primordialmente para el intercambio comercial y an para ser utilizados en el

    consumo interno. Es el caso de los recipientes cermicos de considerable tamao

    llamados gachas o moyas, utilizados para la evaporacin en la produccin de la sal. Otra

    clase de cermica destinada a usos industriales eran los crisoles y los sopladores de arcilla,

    utilizados para la fundicin del oro. El Museo del oro del Banco de la Republica cuenta con

    algunas muestras de estos utensilios encontrados en los municipios de Guatavita y Pasca

    en Cundinamarca, famosos precisamente por su laboreo del oro durante la poca

    precolombina.

  • Respecto de los volantes de huso o torteros, utilizados en la industria de los hilados, se les

    ha encontrado generalmente manufacturados en piedra con dibujos muy bien elaborados

    como elementos decorativos.

    Sin embargo han aparecido unos hechos en arcilla pero con una manufactura diferente, lo

    cual hace pensar que los utilizaban seguramente de manera provisional mientras

    elaboraban los usuales en piedra.

    Para la decoracin de su alfarera los Muiscas usaron preferencialmente la pintura positiva

    tanto en monocroma como bicroma, las incisiones, y en una baja proporcin emplearon

    las tcnicas de modelado, impresin y pastillaje.

    Estas ltimas tcnicas aparecen casi exclusivamente en sus representaciones

    antropomorfas de deidades o de personajes principales, y solo por excepcin en la

    cermica domestica. Los colores empleados fueron el blanco y el rojo en todos sus

    matices. Los diseos se elaboraron con el colorante rojo directamente sobre la vasija y

    tambin aplicaron el color blanco a manera de engobe y sobre ste dibujaban los diseos

    deseados.

    La pintura fue aplicada con plumas, con los dedos y tambin con una gota de algodn o un

    ramillete de hojas arregladas para que sirvieran de instrumento decorador.

    Evidentemente estos pinceles no fueron muy eficaces dados que los diseos solo por

    excepcin aparecen bien elaborados. Generalmente, la perfeccin del instrumento iba de

    acuerdo con la especializacin del artesano y con la funcin que desempeara la pieza

    una vez manufacturada.

    La cermica ceremonial aparece decorada con mejor tcnica y sentido artstico que la

    domstica. En esta ltima es usual la aplicacin de la pintura con los dedos o con

    instrumentos muy rudimentarios.

    Segn cierto nmero de estudios consultados al respecto, en muchos pueblos primitivos

    se puede observar que en sus manifestaciones artsticas se evidencia generalmente una

    primera etapa de naturalismo o realismo, en la cual se plasma en la piedra, en la cermica,

    en los metales o en el hueso, lo que el artista tiene a su alrededor; la naturaleza, los

    animales y el hombre mismo. Luego ya en una etapa ms adelantada, generalmente

  • prescinde del elemento naturalista para pasar al plano de las representaciones

    geomtricas, las estilizaciones y las abstracciones. Este desenvolvimiento suele ir

    generalmente a la par de sus dems realizaciones sociales, intelectuales y materiales, en

    las cuales gradualmente se va llegando a un perfeccionamiento, producto de la repeticin

    de las experiencias derivadas de sus realizaciones en estos campos.

    Es este plano, de geometrizacin y muy poco naturalismo, en el que encontramos las

    representaciones artsticas de los Muisca, quienes fundamentaron su decoracin en los

    diseos geomtricos y en las estilizaciones humanas y animales, pero a diferencia de otros

    pueblos, sus dems manifestaciones materiales y culturales no estn del todo acordes con

    esta etapa de abstraccionismo.

    El resultado del anlisis de los Muiscas dentro de su contexto histrico social y cultural,

    nos ha llevado a pensar que su decoracin geomtrica con pocas excepciones estaba

    desligada de un simbolismo o abstraccionismo.

    Pensamos esto, debido a que sus incursiones en los diversos campos culturales, salvo su

    organizacin social y poltica, no dejan de ser manifestaciones simples carentes de una

    planeacin o sensibilidad que evidencie expresiones artsticas en anlisis o abstracciones.

    En esto se diferenciaron de los mayas, los Incas y los Aztecas, por ejemplo, quienes

    expresaban su arte y sus conocimientos en nivel ms avanzado por medio de smbolos y

    tambin por representaciones naturalistas. El hecho de encontrar entre los Muisca un

    adelanto significativo en su organizacin social y poltica, no acorde con sus realizaciones

    tcnicas y artsticas.

    La especializacin alfarera de los Muiscas, no parece haber tenido una dedicacin

    exclusiva por parte de los artesanos puesto que los resultados no fueron del todo

    satisfactorios. Se puede constatar este hecho al observar la decoracin precipitada y

    descuidada de gran parte de sus vasijas, posiblemente por el afn de dedicarse a otros

    menesteres ms necesarios para su subsistencia. Se pone de manifiesto que el mejor

    resultado en el desarrollo de una industria cualquiera, se logra cuando existe la

    especializacin por parte de individuos dedicados a una determinada profesin quienes

  • gradualmente perfeccionan y desarrollan nuevas tcnicas que necesariamente se

    traducen en mejores obras desde el punto de vista de la calidad tcnica.

    El hecho de que los diseos geomtricos no correspondan al adelanto tecnolgico, en

    acabado y decoracin, nos hace suponer que los Muisca pudieron haber tomado los

    diseos decorativos de otro grupo ms adelantado, el cual no podemos precisar debido a

    que en otros sitios de Amrica se encuentran los motivos representados en su alfarera

    tales como espirales, ngulos, lneas curvas, etc. Tambin debido a que los Muiscas

    provenan de otro sitio y que su asentamiento en el territorio colombiano era

    relativamente reciente y no haban alcanzado a desarrollarse plenamente cuando los

    sorprendi la Conquista. Nos inclinamos un poco ms por este ltimo planteamiento, ante

    la evidencia arqueolgica que as lo demuestra, por las excavaciones llevadas en la zona.

    En estas, la cermica apareci solamente en los primeros niveles de la excavacin y hasta

    50 cm de profundidad. De esta profundidad hasta 3.50 mts, donde ya aparece la capa

    cultura estril, solo se encontraron objetos lticos y huesos pertenecientes evidentemente

    al Paleoindio (Correal,Gonzalo. Investigaciones en los Abrigos Rocosos del

    Tequendama.1975).

    El anlisis de los fragmentos cermicos puso de manifiesto una cermica ya evolucionada

    en los aspectos de adecuado manejo de la arcilla y uso de pintura positiva. Sin embargo,

    en ningn fragmento aparecieron rasgos que denotaran una cermica temprana, a saber,

    de manufactura burda y decoracin ungulada o digital tosca. (Perdomo Luca de, Informe

    de laboratorio sobre la Cermica Tequendama, 1975).

    En efecto, la poca profundidad de la capa cultural identificada como Muisca y la aparicin

    de cermica bien manufacturada nos llevaron a considerar que la cermica de los Muiscas

    no tuvo su primer desarrollo en el territorio ocupado por ellos sino que la trajeron ya

    adelantada de otros sitios. Probablemente algn da sern reconocidos si se emprende un

    estudio conjunto y metdico en las zonas arqueolgicas americanas.

    En la decoracin Muisca el diseo predominante es el geomtrico simple a base de lneas

    rectas, de puntos, de espirales y de lneas curvas de diferentes anchos y dimetros,

    diseos carentes de regularidad y ejecutados con trazos descuidados y precipitados. En su

  • disposicin se observan superposiciones y repeticiones simtricas que evidencian un

    sentimiento de composicin pero en general se observa ausencia de habilidad en su

    ejecucin.

    Los diseos geomtricos de la gran mayora de las vasijas cermicas Muisca no parecen

    ser representaciones simblicas de ideas abstractas y solamente estos dibujos parecen

    encerrar una funcin de adorno bsica y elemental, independiente de conllevar implcito

    un mensaje, una rogativa o una cbala religiosa. Pudiramos pensar que los primeros

    diseos, cuando empezaron a decorar su cermica, se elaboraron independientemente de

    la mera representacin ornamental, dado que la mentalidad de los primitivos aborgenes,

    siempre ha estado influenciado por conceptos mgico-religiosos. En este concepto estn

    de acuerdo la mayora de los autores que han hecho estudios sobre arte primitivo por

    ejemplo Pijoan en su Historia del arte dice que tanto el indgena precolombino como el

    actual se haya condicionado por creencias, costumbres y mitos orientados en funcin de

    lo religioso y sobrenatural. Similar concepto emite Carlos Samayoa, en su breve resea

    sobre el arte Maya al afirmar que el hombre primitivo vivi y vive en funcin de la

    mitologa que es la forma de interpretar los diversos fenmenos que los rodean. Quizs

    los primeros diseos de los muisca se elaboraron con esa funcin religiosa pero luego el

    dibujo fue repetido colectivamente hasta el punto en el cual el artesano olvido el cabal

    significativo de su decoracin y sta pas a cumplir una funcin meramente de tipo

    ornamental; una excepcin a lo anterior la presentan las mcuras y copas ceremoniales

    tipo Tequendama, alguna cermica del valle de Tenza y Buenavista en el departamento de

    Boyac, en las cuales el elemento artstico es notoriamente complejo y parece llevar un

    mensaje religioso, adems se pone de manifiesto que su manufactura y decoracin estuvo

    a cargo de un alfarero especializado y se adivina en sus diseos el deseo del artista de

    producir un dibujo esttico y una forma en armona de proporciones. Las mcuras poseen

    un cuello esbelto, elegante sobre un cuerpo igualmente bien manufacturado, su

    decoracin es compleja y parece llevar un mensaje de carcter religioso por el hecho de

    estar formadas por figuras antropomorfas y por sus rasgos parecen representar a un

    personaje principal o mtico, tambin por sus motivos zoomorfos de culebras y ramas, las

  • cuales tiene una significacin dentro de su mitologa. La decoracin de la culebra que

    aparece invariablemente en estas piezas y en las copas ya sea de representacin

    naturalista o tambin estilizada, parece corresponder al mito del Bachu, considerada

    como la madre del gnero humano.

    Segn la leyenda Muisca, Bachu emergi de la laguna de Iguaque con un nio en sus

    brazos y ms tarde cuando el nio creci se caso con l y tuvieron tantos hijos que

    poblaron el mundo; despus cuando la pareja se volvi anciana se tornaron en culebras y

    volvieron al fondo de la laguna.

    Una vez canalizamos este mito, podemos entender el porqu de las frecuentes

    representaciones de serpientes y culebras, que aparecen en la alfarera de su ajuar

    funerario, debido a que los Muisca posiblemente asociaban la culebra con la muerte y el

    viaje al ms all.

    La rana y el renacuajo son representaciones muy usuales no slo en la cermica sino

    tambin en el oro y en las pinturas rupestres entre los Muisca, posiblemente estos

    animales tenan al igual que en la mayora de los grupos aborgenes americanos una

    connotacin mgica o religiosa especial. Luis Duque Gmez las identifica como deidades

    del agua y de la lluvia, pero es probable que tambin tuvieran alguna connotacin con la

    muerte pues aparecen representadas habitualmente en las vasijas ceremoniales

    funerarias. En el arte Muisca esta clase de representaciones las podemos incluir dentro del

    plano representativo, puesto que conllevan una significacin especial. Este significado es

    independiente del resultado esttico aunque, algunas veces los dos elementos de

    representatividad y esttica se ven combinados en una misma decoracin.

    El diseo cruciforme, es un motivo que con frecuencia encontramos en las copas y en las

    mcuras en las cuales ocupa un lugar evidentemente destacado dentro del conjunto de

    dibujos, parece que el artista hubiera querido resaltarlo sobre los dems diseos. Este

    motivo es una representacin que ha aparecido en casi todas las culturas primitivas y

    antiguas. Las cruces posiblemente tuvieron para los Muiscas una significacin mgico-

    religiosa especial debido a que, como anteriormente lo anotbamos, su ejecucin es

    cuidadosa y su posicin destacada dentro del conjunto de diseos y adems no se

  • encuentra representada sino en las vasijas ceremoniales. La escultura de las figuras

    antropomorfas en los Muiscas entra igualmente en el plano de lo representativo.

    Tampoco denotan gran habilidad en este campo, tienen s, un estilo especial que las hace

    diferentes a las representadas por otros pueblos, por la ejecucin de la cara de forma

    aplanada, con los ojos y la boca grano de caf y la nariz fina y angosta pero totalmente

    inexpresiva y esttica. No hay representaciones de movimientos en ninguno de sus rasgos

    o de sus miembros, cuando estos son representados son apenas estilizaciones

    disarmnicas en cuanto al tamao del cuerpo y de la cabeza de la figura y acusan un

    evidente descuido en su confeccin. Parece que les dieran muy poca importancia en el

    conjunto corporal y slo les interesaba la aparicin de la cabeza y los adornos con los

    cuales distinguieron el rango de la figura representada.

    Acerca de los diseos y de la manufactura cermica de los Muiscas podemos agregar que

    los alfareros lograron a fuerza de repetir diseos. Agregndole cada artesano una mnima

    variacin, un estilo que los diferencia y los hace identificables entre los diseos y formas

    de otros grupos ceramistas como son los diseos de espirales sencillas y tambin radiadas,

    estas ltimas a veces aparecen con unos diseos a manera de letra T dispuestos en

    forma perpendicular, pero su proporcin de aparicin es muy baja. A diferencia de la

    espiral con T de los Guane de Santander, que constituye un elemento decorativo muy

    usual y caracterstico de este grupo cultural.

    Tambin aparecen los diseos a base de lneas geomtricas superpuestas, tringulos,

    ngulos y lneas curvas que estn ejecutadas en forma simple, e invariablemente sobre el

    cuello, hombro y asa de la vasija cuando se trata de mcuras o de jarras, y en una cenefa

    externa o interna de aproximadamente 7 centmetros de ancho en las copas.

    Las figuras antropomorfas, como vimos, tienen un patrn homogneo de manufactura. La

    variacin de los diseos decorativos que aparecen en la alfarera Muisca pueden

    observarse en la serie de planchas que se ilustran ms adelante, las cuales fueron

    dibujadas en forma geomtrica algo perfeccionada para que puedan apreciarse mejor los

    diseos sin la deficiencia de ejecucin que presenta el diseo original.

  • LAGUNAS COMO CENTROS CEREMONIALES

    Entre los Muisca las lagunas fueron adoratorios naturales. La exuberancia de la naturaleza

    y la abundancia del agua, elemento vital en su mitologa constituyeron escenario

    esplendoroso para su comunicacin con los dioses Chiminichagua, Huitaca, Xue, o Bachu,

    a quienes posiblemente se les renda culto.

    La laguna de Guatavita fue adems importante porque all se investa de mando al nuevo

    cacique. Esta ceremonia debi dar lugar a la leyenda de El Dorado. La balsa de oro

    encontrada en Pasca, en los ltimos aos es quizs una representacin de uno de esos

    cultos Muisca.

    GEOMETRIA SAGRADA

    Las altas culturas amerindias crearon, sobre fundamentos msticos, desarrollos

    matemticos, numerolgicos (cbala) y geomtricos para una estructuracin fctica de las

    obras de culto.

    Al igual que otras culturas del planeta, la Geometra Sagrada en Amrica fue un sistema

    esotrico de valores mgicos, similar al pitagrico hermtico de tan secular vigencia en el

    Viejo Mundo, que estableci en cada alta cultura una normativa de cnones

    proporcionales y subyacentes signos de alusin mtico-csmica y cabalstica adivinatoria.

    Esta geometra regidora fue celosamente guardada en secreto por las castas sacerdotales.

    Para este clero, tales normas fueron cerrados sistemas mgico-religiosos, generadores

    vitales de sagradas formas y de imgenes icnicas metafricas de connotacin csmica.

    La deteccin y estudio de tales sistemas demuestra la necesidad de una prolija

    investigacin terica para acreditar los criterios armnicos de las distintas concepciones

    estticas habidas en Amerindia.

    Toda la arquitectura ceremonial participa de esta semiologa al igual que la escultura, la

    pintura, el dibujo, la cermica, la textilera y la orfebrera. De acuerdo con estas

    comprobaciones es indudable que, en las obras artsticas de Amerindia, no todo lo que se

    ve es tal cual como se ve y que como norma, se encuentran pensamientos trascendentes

    plasmados visualmente que evidencian el alto nivel intelectual habido en la Amrica

    antigua.

  • CRONOLOGA DE LAS CULTURAS HEGEMNICAS Y SUS PRINCIPALES

    VOCACIONES PLSTICAS

    SURAMRICA

    COLOMBIA

    Horizonte Temprano/Medio/Tardio/500 a.C.-1534 d.C.

    SAN AGUSTIN: ESCULTURA ltica. Monolitos. Arquitectura incipiente, tumbas.

    TIERRADENTRO: Arquitectura incipiente, tumbas. Orfebrera, votiva - adorno, joyas.

    SINU/MUISCA/CALIMA: ORFEBRERIA. Joyas, votiva - adorno.

    QUIMBAYA/TOLIMA: Cermica, vas.-vas. Escultura.

    CAUCA/NARIO

    TAIRONA: ORFEBRERIA. Joyas. ARQUITECTURA. Cermica - Escultura.

    CARACTERSTICAS SOCIALES Y ECONMICAS DE LOS MUISCAS

    Entre los muiscas exista una clara diferenciacin de clases; en la cima se encontraba el

    Zipa, seor de Bogot y descendiente de la luna y el Zaque, seor de Tunja, descendiente

    del sol. Despus de la nobleza que ocupaba cargos en el gobierno, estaban los sacerdotes

    o jeques encargados de la comunicacin con los dioses; seguan los guerreros, defensores

    del territorio; despus estaba el pueblo tributante, quienes hacan el trabajo agrcola,

    minero y artesanal; y finalmente estaban los esclavos, generalmente prisioneros de

    guerra, que servan a veces de vctimas en los sacrificios religiosos.

    Para los muiscas, la luz y el agua representaban el principio de la vida. Las lagunas eran

    santuarios naturales en donde rendan culto a los dioses y les ofrecan rogativas. Rojas

    plantea que la mitificacin del agua se puede deber a que dado que los muiscas eran un

    pueblo esencialmente agrcola, su sustento dependa de la lluvia y el riego. Esto explicara

    su culto al sol y a la luna. Cuando faltaba la lluvia, ofrecan sacrificios a Xu (o Zu) para

    apaciguar su ira. Cha, la luna, guiaba las siembras con sus fases. A diferencia de otros

    grupos precolombinos, entre los muiscas, los hombres y las mujeres encarnaban las

  • fuerzas supremas y solo ocasionalmente intervena un animal: las culebras representaban

    la muerte, los pjaros eran portadores de luz y las ranas eran estimadas por su relacin

    con el agua.

    En el territorio del norte, en donde rega el Zaque, se crea que los primeros hombres

    fueron hechos de barro (a semejanza de la mitologa judaica) y las mujeres, de hierbas.

    Su religin era politesta y contaban con dioses protectores que estaban en la mayor parte

    de los actos de su vida.

    Dentro de su mitologa figuran personajes masculinos que representaban la fuerza, el

    poder y la sabidura y personajes femeninos que representaban la fertilidad y la

    continuidad de la vida, pero tambin la lascivia y tentacin: Cha, deidad femenina, era

    llamada Huitaca por su inclinacin a la vida disipada; fue ella quien les ense las

    costumbres insanas.

    Algunos dioses eran etreos mientras que otros tenan figura de hombres; solo uno,

    Mencatacoa (o Fo), el dios de la chicha, de los pintores, de los constructores y de los

    tejedores, se representaba con figura de oso o zorro.

    Entre sus dioses estaban:

    - Bachu, la diosa de los muiscas y de las legumbres

    - Cuchaviva (o Suchaviva), el arco iris, protega a las mujeres durante el parto y era el

    protector de la salud.

    - Chiminichagua era el ser supremo y la fuerza creadora.

    Tenan templos en donde veneraban a sus dioses, representados en figuras de cera, oro,

    cermica o hilo. El templo ms conocido por sus dimensiones fue el de Sogamoso, el cual

    dicen estaba ntegramente alfombrado en fino esparto. Fue incendiado durante una de las

    incursiones de saqueo de los espaoles.

    Las ofrendas se depositaban en figuras huecas de cermica y eran los sacerdotes o jeques

    los que realizaban los ofrecimientos despus de elaboradas ceremonias.

    El jeque adems de sacerdote, era curandero, labor que realizan con diversas yerbas

    acompaadas de invocaciones a sus dioses. Su cargo era heredado por los sobrinos, hijos

    de la hermana. El aspirante al cargo era sometido desde nio a drsticos ayunos y

  • penitencias; le enseaban la mitologa y los ritos y prcticas para realizar las curaciones.

    Parece que llegaron a practicar complicadas cirugas en el cerebro, con resultados

    positivos.

    Realizaron sacrificios espordicos como el de los Moxas (Mojas), adolescentes ofrecidos al

    sol para aplicar su ira, durante las sequas. Tambin tenan costumbre de inmolar nias en

    los postes de las construcciones de jeques y caciques.

    La organizacin social muisca se basaba en clanes, en donde estaba prohibido el

    matrimonio debido a la cercana de parentesco.

    Eran polgamos: la primera mujer era la principal y poda reprender a su marido. Las

    dems tenan categora de concubinas.

    Los hombres tenan derechos casi ilimitados sobre sus mujeres: podan darlas como

    obsequio, las enterraban vivas para acompaarlo durante la muerte y eran una de las

    principales fuentes de trabajo.

    En la mujer, la infidelidad era castigada con la muerte y en el hombre con una sancin ms

    o menos leve, a menos que el ofendido fuera un personaje principal, en cuyo caso ambos

    culpables eran ajusticiados.

    El matrimonio era un trueque que se realizaba entre el novio y los padres de la joven; se la

    cambiaba por mantas, cargas de coca y chicha o por venados. Las vrgenes eran

    rechazadas por el esposo, lo que implica que era permitida y necesaria la libertad sexual

    entre los jvenes.

    Era importante para los muiscas el paso de la niez a la pubertad: las nias eran recluidas

    en una casa especial y luego culminaban la ceremonia con un bao del ro; los hombres

    celebraban una gran fiesta con chicha.

    La msica acompaaba todos los sucesos de sus vidas, incluso la guerra.

    Para los muiscas, el rojo era seal de luto y muerte, de ah que las vasijas funerarias

    estuvieran pintadas de este color.

    La sal y las esmeraldas ocuparon el primer rengln en la minera muisca. La explotacin de

    las esmeraldas la realizaban solo en poca de lluvias, explotando las minas de Somondoco,

    ya que las de Muzo, estaban ocupadas por tribus belicosas. Para los muiscas, las

  • esmeraldas tenan un significado mtico: Segn la leyenda, el primer zaque, Goranchacha,

    sali de una esmeralda que gest y alumbr una joven de Guachet por intermedio de un

    rayo de sol. Las esmeraldas eran colocadas en los ojos, la boca, las orejas y el ombligo de

    los personajes importantes cuando moran.

    Para la explotacin de sal hacan largas y angostas galeras y luego extraan los terrores

    con palos puntiagudos (coas). Para refinarla, utilizaban como tcnica, la evaporacin.

    Los espaoles fueron recibidos con miedo por los indgenas, quienes pensaron que eran

    enviados del sol y la luna para castigarlos por sus pecados.

    Del mismo modo, muchas de las innovaciones de los espaoles fueron aceptadas. La lana

    de oveja sustituy casi totalmente al algodn. La ganadera vacuna, caballar, porcina y las

    aves de corral tuvieron igual aceptacin.

    Los bueyes y la yunta espaola aligeraron las labores agrcolas, para las cuales solo se

    contaba con la fuerza del hombre y el palo plantador o coa.

    ORFEBRERA

    Los muiscas elaboraron piezas en oro utilizando la tcnica de la Tumbaga, que consisti en

    la utilizacin de una mayor proporcin de cobre en la aleacin del oro. Trabajaron el oro

    por el sistema de martillado de lminas de delgadas, con aplicaciones de motivos hechos

    con alambre; tambin utilizaron el sistema de moldes como el de cera perdida. Los tunjos

    no se caracterizaban por su belleza. Parece que eran representaciones de los personajes

    sobresalientes (deidades o gobernantes), destacndose la incidencia de figuras femeninas.

    Los muiscas utilizaron el dorado por oxidacin, para darle a la tumbaga la apariencia de

    oro fino.

    Segn los cronistas, los indgenas usaban el zumo de una planta para lavar la tumbaga,

    luego la ponan al fuego, de modo, que el cobre se oxidaba, produciendo una pelcula de

    xido de cobre. Este xido era limpiado y la superficie quedaba recubierta de una capa

    delgada de oro.

    Esta tcnica fue utilizada por los muiscas para engaar a los espaoles cuando tuvieron

    preso a Sagipa, el ltimo Zipa, por el cual pedan un rescate en oro. Cuando la baja calidad

    del oro fue descubierta por Quesada, recay su furia sobre el zipa.

  • ALFARERA

    Por otra parte tenan centros dedicados al trabajo de la cermica como Tocancip, Tinjac,

    Rquira, Tunja y Soacha.

    Hicieron vasijas para las ofrendas en los templos, figuras antropomorfas que simbolizaban

    sus deidades tutelares y personajes principales y grandes vasijas para el intercambio

    comercial. Elaboraron su cermica modelando directamente el barro, o por medio de

    rollos de arcilla en espiral. La decoracin utilizada fue la pintura roja y blanca en varias

    tonalidades. Estos colores los obtenan de xidos minerales. Algunas vasijas fueron

    adornadas con aplicaciones de pastillaje y con incisiones, tcnica con la que realizaron

    diseos antropomorfos y geomtricos. La decoracin de la alfarera era pobre, salvo

    cuando el diseo tena una simbolizacin mgico-religiosa con culebras y figuras humanas.

    MANUFACTURA

    Los muiscas fueron hbiles tejedores. Utilizaron los husos, varitas de madera insertadas en

    torteros de piedra, que cumplan la funcin de pesas para facilitar la torsin de las fibras.

    Para el tejido emplearon telares horizontales y verticales. Utilizaban agujas de oro y

    hueso. Pintaban la tela con pinceles o tean las madejas de hilo para realizar franjas

    decorativas. Elaboraron dibujos geomtricos de gran complejidad. Utilizaron colorantes de

    origen vegetal y animal. El color rojo lo obtenan de unos insectos llamados cochinillas y

    del achiote (Rojas, 1980).

    ASPECTOS FUNERARIOS

    La muerte era concebida como el inicio de un largo viaje, al final del cual, llegaran a un

    mundo similar a este, en donde segn el comportamiento que hubiera tenido la persona

    en vida y la forma como ocurriera su muerte, tendra una recompensa o un castigo. En la

    mayora de los casos, dotaban las tumbas de adornos de oro y esmeraldas, armas, vasijas

    de arcilla con provisiones de maz, chicha y otros alimentos, mantas y herramientas. Una

    de las maneras de preservar los cadveres era la momificacin, que lograban ahumando

    el cadver hasta secar todas las sustancias lquidas y grasas, con lo cual la piel quedaba

    apergaminada; la otra consista en cubrirla con capas y capas de telas de distintas tramas,

  • y finalmente lo metan en una bolsa de fique, parece que con el propsito de preservarlo

    de la humedad. Los personajes principales eran enterrados con sus esclavos y mujeres a

    quienes narcotizaban y embriagaban, para que no se dieran cuenta de su destino.

    Buscaban la capa de greda natural, para sobre sta, tallar la tumba, de tamao

    ligeramente mayor que el del difunto, a quien depositaban directamente sobre la tierra.

    Las cuevas naturales fueron otros sitios para sus enterramientos, en donde colocaban a

    los cadveres momificados. Silva Celis excav gran cantidad de estas cuevas en la Belleza

    (Santander) y encontr ms de 500 figurillas de arcilla sin cocer, antropomorfas y en

    posiciones flexadas. Todas tenan representado el sexo femenino, lo que hace pensar que

    se relaciona con el culto a la fertilidad.

    ORGANIZACIN SOCIOPOLTICA

    La Confederacin Muisca era la forma poltico-administrativa que se conformaba en el

    momento de la llegada de los conquistadores en 1537. La conformacin presupuso el

    predominio de los psihiqua, jefes o caciques, dentro de cada comunidad. El origen y parte

    de la explicacin de unidades polticas que trascendan la comunidad debe buscarse en los

    lazos de parentesco, como los que existan entre los caciques de Bacat y Cha, Tunja y

    Ramiriqu o Duitama y Tobasa. Aunque la necesidad de unirse para ejecutar obras o

    comerciar o de aliarse temporalmente durante las guerras, haya desempeado tambin

    un papel en la articulacin confederal, entre los muiscas la tendencia preponderante lleg

    a ser la sujecin de las comunidades ms dbiles por las ms fuertes, por medios militares.

    Representacin orfebre de la antigua tradicin del Zipa que, cubierto en oro, hace

    ofrendas a la diosa de la Laguna de Guatavita. En esta tradicin est el origen de El

    Dorado.

    El cacique dominante dentro de una confederacin respetaba el gobierno autnomo de

    los caciques subordinados y mantena la territorialidad de las respectivas comunidades,

    pero se converta en el mximo jefe militar y adems el detentador final y principal

    beneficiario de un sistema de tributos comunitarios que ha sido documentado. Operaba

    una superposicin de estructuras de caciques y comunidades dominantes, subdominantes

  • y dominados, a la que le correspondan caciques de jerarqua diferente, que los espaoles

    denominaron seores, caciques (uzake, eran convocados a los consejos), capitanes

    (sybintiba) y capitanes menores (utatiba). Se heredaba el cargo por lnea materna.

    Las confederaciones hermanas, ubicadas en el Altiplano Cundiboyacense, rea central de

    la Cordillera Oriental de los Andes colombianos, comprendan un territorio de

    aproximadamente 46.972 km2 (rea un poco mayor que la de Suiza: 41.285 km2), desde

    el norte de Boyac hasta el Pramo de Sumapaz, y desde las cimas hasta las faldas de la

    cordillera en la Cundinamarca oriental, limitando con los Panches y Pijaos, tena una

    poblacin de aproximadamente un milln de habitantes. Pero el rea de influencia de la

    cultura muisca es mayor, comprendiendo parte de Centroamrica.

    Las confederaciones conservan la soberana, luego es inexacto hablar de un planeta

    chibcha y mucho menos de un imperio chibcha. No fue un reino porque no exista un

    monarca absoluto y no fue un imperio porque los muiscas no sometieron pueblos no

    muiscas a su rgimen poltico. En este sentido las confederaciones chibchas no pueden ser

    comparadas al Imperio azteca o al Imperio inca que le eran contemporneos.

    La importancia poltica de la Confederacin Muisca es que fue la ms grande y la ms

    organizada confederacin de tribus del continente.

    Cada comunidad estaba regida por su jefe o cacique, tena su autonoma y se sentan

    parte de su confederacin.

    Los muiscas no trataron de agregar a esas confederaciones a otras etnias, sino que sus

    jefes se batan entre ellos para unirse en torno al vencedor. La confederacin, adems de

    ser entre tribus hermanas, de la misma cultura e idioma, garantizaba el trueque y la

    defensa comn ante enemigos externos. Por esta razn el ejrcito dependa directamente

    del mximo jefe de la confederacin (Zipa o Zaque) conformado por los gechas, los

    tradicionales guerreros muiscas.

    Gobernantes muiscas

    Al llegar los europeos, haba dos confederaciones principales, la de Hunza (hoy Tunja),

    cuyo soberano era el Zaque y la de Bacat cuyo soberano era el Zipa. Ambas

  • confederaciones tenan relaciones polticas estrechas dada la afinidad tnica y cultural,

    pero mantenan rivalidad. Adems de Bacat y Hunza, los cronistas refieren la existencia

    independiente de las confederaciones de Duitama (Tundama), y Sogamoso (cuyo jefe era

    el Iraca).

    Territorio del Zipa (Dividido en cuatro partes):

    Cacicazgo de Guatavita: Guatavita, Sesquil, Guasca, Sop, Usaqun, Tuna, Suba,

    Teusac, Gachet, Chocont y Suesca entre otras.

    Cacicazgo de Ubaque: Ubaque, Choach, Chipaque, Cqueza, Usme

    Cacicazgos de Fusagasug: Fusagasug, Pasca y Tibacuy.

    Cacicazgos de Ubat: Ubat, Cucunub, Simijaca, y Susa.

    Territorio del Zaque:

    Hunza, Ramiriqu, Machet, Moniquir, Tenza, Sutatenza, Somondoco, Sorat, Tibirita,

    Lenguazaque y Turmequ.

    Territorio del Tundama:

    Duitama, Tobasa, Paipa, Cerinza, Ocavita, Onzaga, Soat, Ibacucu, Sativa y Tiban, entre

    otras.

    Territorio del Iraca: Sogamoso, Bombaza, Busbanz, Chipat, Pesca, Pisba, Tpaga, Toca

    entre otras.

    Cacicazgo de Bacat: Funza, Tenjo, Subachoque, Facatativ, Tabio, Cota, Cha, Cajic,

    Zipaquir, Nemocn, Engativ, Bosa, Soacha y Zipacn.

    Cacicazgos autnomos:

    Saboy, Charal, Chipat y Saquencipa, Tacasquira, Tinjac, entre otros. La confederacin

    de Guanent, perteneca a los guanes, y la de Cocuy a los tunebos, pueblos ambos de

    lenguas chibchas, pero independientes.

    La legislacin muisca estaba basada en la consuetdine, es decir, en la fuerza de la

    tradicin. Un determinado comportamiento ms o menos aceptado por el comn y

    aprobado por la mxima autoridad (zipa o zaque), era tenida por todos como fuerza de

  • ley. En tal sentido dicha manera de legislar corresponde naturalmente al modo

    organizativo de una confederacin y de esta manera la normatividad muisca tena un

    admirable nivel administrativo. Los recursos naturales no podan ser privatizados.

    Bosques, lagunas, pramos, ros y recursos naturales en general pertenecan al bien de

    todos.

    Economa

    La Confederacin chibcha explotaba los siguientes productos minerales:

    Esmeraldas: an hoy Colombia es el primer productor mundial de esmeraldas y son

    tenidas entre las ms preciadas del planeta. stas vienen del territorio que constitua la

    Confederacin chibcha.

    Las minas de cobre.

    Carbn: tanto vegetal como mineral. Hoy todava se siguen explotando minas de carbn,

    por ejemplo en Zipaquir, y en este producto Colombia es una de las principales reservas

    mundiales.

    Sal: las minas de sal de Nemocn, Zipaquir y Tausa.

    Oro: el oro era importado y lleg a ser tan abundante que fue material principal para la

    artesana muisca (orfebrera) con fines religiosos. Este material dentro del territorio de la

    Confederacin ms la tradicin de Guatavita crearan el mito de El Dorado.

    Era una sociedad agrcola que tena un complejo sistema de regados. Otras actividades

    econmicas fundamentales eran la orfebrera y la cermica. Se conservan piezas nicas

    del arte precolombino muisca de figuras de extraordinaria fineza.

    De manera muy especial hay que mencionar la produccin textil muisca. Al respecto dice

    Paul Bahn que las culturas andinas dominaron todas las tcnicas de tejido y decoracin y

    ya para el 3000 a. C. haban desarrollado los textiles de algodn y producan tejidos de

    extraordinaria delicadeza superiores en muchos casos a los contemporneos.15 La

    arqueloga Sylvia Broadbent quien estudi tejidos pintados de algodn, concluye que

    las tcnicas de los muiscas eran complejas para producir telas de una sola pieza con

    innumerables entretejidos y una capacidad de resistir el tiempo.

  • El mercado era sitio obligado de la economa de las comunidades, que practicaban la

    compra-venta y an ms el trueque. All se cambiaban productos de primera necesidad

    como el maz, la sal, miel, frutas, granos y mantas e incluso artculos de lujo como plumas

    de pjaro, cobre, algodn, coca y caracoles marinos importados desde el territorio

    tayronas. Bacat, Chocont Pacho y Hunza tenan los ms grandes mercados de todo el

    territorio.

    La moneda general eran unos tejuelos redondos de oro, aunque esmeraldas, sal, coca y

    mantas de algodn tambin fueron usadas como equivalentes monetarios o para facilitar

    el trueque.

    Idioma

    Idioma muisca

    Nombres geogrficos:

    Se conservaron los nombres de poblaciones y localidades. En muchas ocasiones los

    conquistadores nominaban una fundacin espaola con un nombre castellano y otro

    muisca (por ejemplo Santaf de Bogot). La toponimia de los municipios de los

    departamentos de Boyac y Cundinamarca, en su mayora provienen del muisca: Bogot,

    Sogamoso, Zipaquir, Cha, Soacha, Bojac, Bosa, entre muchos otros.

    Tambin la palabra chucua para designar un pantano.

    Nombres naturales:

    la curuba y la uchuva, por ejemplo, son frutas.

    Relaciones: al hijo menor se le dice cuba, a una muchacha se le dice china, muysca

    significa gente.

    Cultura

    Ruinas de un antiguo observatorio solar muisca en el sitio El Infiernito (en las cercanas de

    Villa de Leyva).

    Los muiscas constituan y constituyen una sociedad agro cermica y manufacturera

    perteneciente a la regin andina del norte de Suramrica. La manera de organizacin

    poltica ya descrita los haca una unidad cultural compacta y disciplinada. Los aportes de

  • los muiscas a la identidad nacional colombiana hoy son incuestionables, ms an porque

    la Confederacin chibcha no era otra cosa que la mxima representacin poltico-

    organizativa de una cultura y una familia lingstica mayor. El estudio de la cultura muisca

    es motivo de permanente investigacin y ello contribuye en parte a entender la identidad

    del colombiano.

    Religin

    Los sacerdotes se formaban desde la infancia y eran los responsables de dirigir las

    principales ceremonias religiosas. Nadie ms que los sacerdotes poda entrar al interior

    del templo. La religin muisca contemplaba los sacrificios humanos, pero es probable que

    a la llegada de los espaoles estos hubieran desaparecido tiempo antes y los relatos de

    sacrificios humanos entre los muiscas sean historias transmitidas por tradicin oral, pues

    no existe un testimonio de primera mano que mencione un sacrificio humano

    contemporneo a la presencia de los espaoles. En todo caso las fuentes coinciden en que

    cada familia deba ofrecer un hijo a los sacerdotes, el cual era criado por ellos como

    persona sagrada y a los 15 aos era sacrificado a Xue, lo que constitua un honor para la

    familia y para la vctima. Junto a las actividades religiosas, los sacerdotes participaban de

    la vida de la comunidad con recomendaciones acerca de la agricultura o mediando en

    casos de conflicto entre los lderes polticos.

    Culto solar

    Si bien no era un calendario muy preciso, los muiscas conocan el solsticio de verano (el

    da ms largo del ao, que cae en el 21 de junio). Esa era la fecha indicada para rendir

    culto a Xue (el dios Sol). El templo de Sue estaba en Sogamoso, la ciudad sagrada del sol y

    sede del iraca (sacerdote). De ese culto viene el nombre de la ciudad:

    Suamox o Sugamuxi. Una procesin de la corte del zipa se diriga al Templo del Sol y el da

    era motivo de gran fiesta y alegra entre el pueblo quienes se pintaban el cuerpo y se

    embriagaban con chicha. Se hacan ofrendas a Sue para pedir por la bendicin de las

    cosechas anuales. Tambin era el nico da en el cual la gente poda ver al zipa.

  • Mitologa

    La mitologa muisca estaba muy bien documentada gracias a que el territorio de la

    Confederacin muisca fue escogido como sede de la administracin colonial en una nueva

    unidad administrativa de un territorio ms vasto conocido como Nuevo Reino de Granada.

    Ese factor permiti que los ms destacados cronistas se establecieran en Bogot y

    recopilaran mucha informacin de primera mano.

    Sue (El Sol): era el padre del partenn muisca y su templo estaba en Sugamuxi o Suamox

    (Sogamoso), ciudad sagrada del sol. Era este el dios ms venerado, especialmente por los

    sbditos del Zaque que se consideraban hijos de Xue y que le rendan culto a base de

    sacrificios humanos muy sangrientos y del consumo de ojos de nios, los cuales eran

    extraidos en el momento mismo del ritual.

    Cha (La Luna): su templo estaba en lo que hoy conocemos como el municipio de Cha y

    era venerada especialmente por los sbditos del zipa, que se consideraban sus

    descendientes.

    Bochica: este misterioso personaje no era propiamente un dios, pero era digno de gran

    veneracin. Como sucede con seres mitolgicos de otros pueblos, quiz se trate de un

    antiguo jefe o hroe inmortalizado en los relatos que protagoniza. Dice de l el relato que

    en la sabana, vivan los muiscas, pero se haban cansado de las inundaciones, que podan

    ser causadas o por Huitaca, la hermosa y malvada mujer, o Chibchacum (el protector de

    los agricultores). Entonces, del cielo sali un arcoris, y de l baj un hombre blanco, con

    barbas blancas y tnica. ste dijo llamarse Bochica y les ense a tejer. Bochica escuch

    las quejas de los muiscas sobre las inundaciones, y con su bastn de oro parti dos piedras

    al borde del precipicio donde terminaba la sabana y sali toda el agua, crendose el salto

    de Tequendama. Bochica castig a Huitaca y Chibchacum. A la primera la convirti en

    lechuza, y obligndola a cargar el cielo. A Chibchacum, lo oblig a cargar la tierra, y cada

    vez que se la cambia de hombro, la tierra tiembla. Se crea que los zipas eran

    descendientes de la luna (Cha) y los Zaques del sol (Xue).

    La estatua de la Diosa del Agua fue tallada en piedra por la escultora bogotana Mara

    Teresa Zerda. La Diosa del Agua - Sie se identifica con Bachu.

  • Bachu: la madre de los muiscas. Dice de ella el relato que un da, de la laguna de

    Iguaque, sali una mujer esbelta y bella, con un nio en sus brazos. Ella (Bachu), se sent

    a la orilla de la laguna y esper hasta que su hijo creciera. Cuando este alcanz la edad

    suficiente, se casaron y tuvieron muchos hijos, siendo estos hijos los muiscas. Bachu les

    ense a cazar, cultivar, respetar las leyes y adorar a los dioses. Bachu fue tan buena,

    que los mismos muiscas se referan a ella tambin como Furachoque (mujer buena, en

    chibcha). Cuando ya eran muy viejos, Bachu y su Hijo-Esposo decidieron volver a Iguaque

    y se convirtieron en serpientes sumergindose en el lago. Ese da los muiscas, a pesar de

    su tristeza saban que Bachu, su madre, era feliz. De la leyenda existen otras versiones.

    Por ejemplo aquella que dice que despus de sumergirse en Iguaque, Bachu asciende al

    cielo para converirse en Cha, mientras que en otras versiones Cha es una diosa diferente

    de Bachu.

    El Dorado

    El Dorado era un lugar mtico en la parte central de la Nueva Granada (hoy Colombia). Se

    supona que tena grandes reservas de oro. El Dorado tiene como origen la Confederacin

    chibcha y la misma nace de la antigua tradicin del zipa de ofrendar dones a la diosa

    Guatavita en la laguna del mismo nombre. Dicen los relatos que el zipa se cubra

    completamente de oro. Esa tradicin que fue conocida por pueblos circunvecinos a los

    muiscas, atrajo muy especialmente a los espaoles que atravesaron las selvas

    colombianas y venezolanas en bsqueda de una Ciudad de Oro con tesoros fabulosos. De

    esta leyenda y su legtimo origen colombiano, viene el nombre de Aeropuerto

    Internacional El Dorado de Bogot.

    Arquitectura

    Los muiscas construan sus casas utilizando como principal material la caa y el barro para

    hacer las tapias llamadas bahareque. Las casas comunes eran de dos formas: unas cnicas

    y otras rectangulares. Las primeras consistan en una pared en crculo hecho de palos

    enterrados como pilares ms fuertes sobre los cuales se sostena de lado y lado un doble

    entre tejido de caas cuyo intersticio era tupido de barro. El techo era cnico y cubierto

  • de pajas aseguradas sobre varas la profusin de tales construcciones en forma cnica en la

    sabana de Bogot, dio origen a que Gonzalo Jimnez de Quezada le diera a esta

    altiplanicie el nombre de Valles de los Alczares. Las construcciones rectangulares

    consistan en paredes paralelas tambin de bahareque, como las anteriores, con techo en

    dos alas en forma rectangular.

    Tanto las construcciones cnicas como las rectangulares tenan puertas y ventanas

    pequeas. En el interior el mobiliario era sencillo y consista principalmente en camas

    hechas tambin de caas, llamadas barbacoas, sobre las cuales se tenda una gran

    profusin de mantas; los asientos eran escasos pues los indgenas solan descansar en

    cuclillas en el suelo. Adems de las casas comunes existan otras dos clases de

    construcciones:

    Una para los seores principales, probablemente el jefe de la tribu y del clan, y otras para

    los jefes de las confederaciones chibchas, como los Zaque y los zipas.

    Historia

    La historia precolombina de los muiscas es en realidad pobre por la prdida de mucho

    material que permita una reconstruccin detallada a causa de las guerras de conquista

    durante el siglo XVI. Todo lo que sabe de los muiscas precolombinos es gracias a la

    tradicin oral, las crnicas de los conquistadores y a las excavaciones arqueolgicas

    adelantadas especialmente despus de la Independencia.

    Antecedentes

    Arqueologa de Colombia

    Las excavaciones realizadas en el rea del altiplano Cundiboyacense dejan evidencias de

    una gran actividad humana en ese territorio a partir del periodo arcaico, es decir, hace

    ms de 10.000 aos, al inicio del Holoceno. Ello termin una hiptesis tenida como vlida

    durante el siglo XIX que los muiscas haban sido los primeros habitantes del Altiplano.

    Colombia cuenta adems con uno de los yacimientos arqueolgicos ms antiguos del

    continente, El Abra cuya edad es datable incluso hasta de hace 13.000 aos. Otros

    vestigios arqueolgicos relacionados con El Abra determinan una cultura agrcola

    denominada abriense. Por ejemplo en Tibit se encontraron artefactos abrienses datados

  • a partir del 9740 a. C. y en la Sabana de Bogot, en el abrigo de Tequendama otras

    herramientas lticas que datan de un milenio ms tarde elaboradas por cazadores

    especializados. Entre los hallazgos ms apreciados se encuentran esqueletos humanos

    completos del 5000 a. C. Los anlisis han demostrado que los abrienses eran otra etnia

    diferente a los muiscas con lo que se termina la hiptesis de que estos ocuparon un

    territorio vaco.

    Poblamiento muisca

    En la actualidad los estudiosos coinciden en que el grupo humano muisca inmigr hacia el

    Altiplano Cundiboyacense en una poca comprendida entre el 5500 a. C. y el 1000 a. C., es

    decir, durante el periodo preclsico por las numerosas evidencias arqueolgicas

    encontradas en sitios como Aguazuque y Soacha. Como todas las culturas del preclsico,

    los mismos estaban en una transicin entre cazadores y agricultores.

    Desde 1500 a. C. arribaron a la regin grupos de agricultores portadores de tradiciones

    cermicas incisas provenientes de las tierras bajas que inician la ocupacin a travs de los

    valles de vertiente. Estos grupos tienen viviendas permanentes y campamentos

    estacionales. Entre sus actividades econmicas se destaca la explotacin de fuentes de

    aguasal. En el sitio de Zipacn son reconocibles las evidencias de agricultura y alfarera

    ms antiguas de la altiplanicie, y datan del 1270 a. C.

    Entre el 500 a. C. y el ao 800 d. C., lleg una nueva oleada de pobladores al altiplano

    Cundiboyacense cuya presencia est indicada por cermica pintada y por obras de

    adecuacin agrcola y de vivienda. Estos grupos permanecen hasta la poca de la

    conquista espaola y han dejado abundantes huellas de su ocupacin mediante las cuales

    y con la ayuda de los testimonios escritos del siglo XVI se puede reconstruir en forma

    detallada su modo de vida y organizacin sociopoltica. Al parecer los muiscas se

    integraron a la poblacin que estaba antes que ellos, pero fueron los muiscas los que

    definieron el perfil cultural y la lengua estrechamente relacionada con la de los pueblos de

    la Sierra Nevada de Santa Marta (Kogui, Ijka, Wiwa y Kankuamo) y la vertiente de la Sierra

    Nevada del Cocuy (Uwa).

  • Historia muisca

    Hasta 1450, todo lo que se narra antes de esa poca, es de carcter mitolgico, por cuanto

    se daba ms la influencia de las leyendas de personajes divinos y semidivinos dentro de la

    cosmogona muisca. Sin embargo, gracias a la tarea de los cronistas de la poca de la

    conquista y colonia de las Indias (como el de Lucas Fernndez de Piedrahta), se ha podido

    reconstruir los ltimos aos de existencia histrica de los muiscas.

    Las guerras civiles e intertribales

    Con la ascensin del zipa Saguamanchica, este se mantuvo en constantes guerras contra

    diferentes tribus hostiles en sus cercanas como los Sutagaos, Fusagasugaes, a los que

    someti capturando y subordinando a su mximo cacique Usatama y sobre todo los

    panches, lo que sera un serio problema para sus sucesores Nemequene y Tisquesusa en

    los aos venideros. As mismo tenan que estar pendientes de las oleadas de invasores

    caribes y de la lucha hegemnica con los Zaques de Hunza por el mando del territorio

    muisca, principalmente por las minas de sal que eran preciadas para la economa y al

    tiempo con los caciques rebeldes que se alzaban en su contra.

    Se sabe que Saguamachica domin a los Sutagaos o Fusagasugaes, al cacique Ubaque que

    incendio el pueblo de Usme, para conquistar el corazn de la hija del zipa, Usminia,

    pretexto de la guerra entre dos clanes rivales, finalmente conquist la confederacin de

    Guatavita, pero este cacique tras su derrota se ali con el Zaque de Hunza, Micha, con

    quien march a la batalla, a pesar de la imprecisin de los registros histricos se cree que

    ambos ejrcitos sumaban unos 30.000 hombres y que el campo de batalla seria cerca de

    Chocont, en el transcurso de la batalla tanto el Zipa como el Zaque murieron, dando la

    retirada de los dos bandos en contienda.

    El Zaque fue sucedido por Quemuechantocha y el Zipa por Nemequene. Este ltimo se

    destac en los siguientes aos como una especie de Carlomagno muisca tanto legislador

    como conquistador. Rechazara continuamente las invasiones panches, fortificara las

    fronteras, adems tipificara los delitos y dictara normas estrictas de investigacin y

    juzgamiento. Finalmente se lanzara a la conquista de las tierras del Zaque, en una batalla

  • similar en Chocont se enfrent a Quemuechantocha, pese a que los ejrcitos del Zipa

    inclinaban la balanza, Nuemequene fue herido por una saeta y retirado del campo de

    batalla muri unos das despus, lo que provoc la retirada de sus fuerzas, su general

    Sagipa cubrira la retirada. Sucedido por su sobrino Tisquesusa se sabe que adelant una

    tregua con el Zaque, mientras organizaba sus ejrcitos. Pero fue sorprendido por los

    espaoles derrotado y finalmente muerto en Facatativ en 1537. Quemuechantocha,

    Tundama, Suamox cayeron con facilidad ante los poderosos ejrcitos europeos.

    La conquista espaola del territorio

    Mientras los gobernantes muiscas se enfrascaban en guerras civiles, los conquistadores

    espaoles ya se adelantaban en conquistar el territorio colombiano. Algunos de ellos

    Sebastin de Belalczar, Gonzalo Jimnez de Quesada y Nicols de Federmann,

    interesados en la bsqueda del tesoro de El Dorado. Avisados de la inminente presencia

    de los nuevos invasores, los gobernantes muiscas se valieron de ellos para terminar sus

    conflictos con las tribus hostiles pero una vez terminadas sus diferencias con ellas, los

    espaoles pronto se aprovecharan de la situacin para conquistar la confederacin y

    legitimar sus actos ante la Corona espaola.

    Muertos los ltimos soberanos muiscas (Sagipa y Aquiminzaque), los caciques y el pueblo

    se alzaron tardamente contra los nuevos dominadores hasta 1542 cuando el conquistador

    Gonzalo Suarz Rendn finalmente sofoc los ltimos movimientos de resistencia.

    Inicialmente la confederacin fue repartida por Belalczar, Federmann y Quesada hasta

    que la corona design a ste ltimo como adelantado de los cabildos de Santa Fe (sic) y

    Tunja.

  • ltimos soberanos muiscas

    Zipas de Bacat:10

    Meicuchuca (1450-1470)

    Saguamanchica (1470-1490)

    Nemequene (1490-1514)

    Tisquesusa (1514-1537)

    Sagipa (1537-1538)

    Zaques de Hunza:

    Michu (hasta 1490)

    Quemuenchatocha (1490-1537)

    Aquiminzaque (1537-1541)

    Muiscas como colonia

    Desaparecida la estructura de las dos confederaciones muiscas como estado soberano,

    este pas a integrar la realidad de las colonias espaolas en Amrica. El territorio de las

    confederaciones muiscas, ubicado en una de las regiones ms frtiles de los Andes

    colombianos, el Altiplano Cundiboyacense y que haba dado como resultado una de las

    civilizaciones ms avanzadas de la actual Colombia, fue escogida por los espaoles como

    cabeza administrativa de una regin mucho ms grande a la que llamaron Nuevo Reino de

    Granada.

    Ese hecho ocasion que la clase alta, la nobleza y la casta sacerdotal muisca fueran

    eliminados y slo quedaran las capitanas. Tambin posibilit que los espaoles ms

    intelectuales se interesaran por la civilizacin y registraran mucha informacin. Los

    mejores terrenos en cambio fueron para los conquistadores y se constituyeron los

    resguardos indgenas para albergar a la poblacin muisca sobreviviente, que al mismo

    tiempo fue sometida a encomiendas o sea a la obligacin de trabajar en las haciendas

    apropiadas por los jefes espaoles. La poca colonial contribuira a dar una importancia

    creciente a Santaf, la antigua Bacat, que jugara un papel primordial en las luchas de

    independencia y de consolidacin republicana. La guerra de independencia que implic la

  • unidad de propsito poltico de los que seran tres naciones (Colombia con Panam,

    Venezuela y Ecuador), fue liderada por los criollos, es decir, los descendientes de los

    conquistadores. En tal caso la participacin de los afroamericanos, indoamericanos y

    mestizos fue ms bien como soldadesca, no menos importante porque fueron los que

    pusieron el pecho a los poderosos ejrcitos realistas mejor preparados.

    Siglo XX

    Despus de la independencia (1810) el nuevo estado criollo propici la disolucin de los

    resguardos, de los cuales subsisti solamente el de Tocancip. En 1940 fue repartido y

    queda el de Sesquil que fue recortado por el concejo municipal, hasta quedar solamente

    el 10 por ciento de su tamao original. El de Tenjo despus de 1934 qued con tan slo 54

    hectreas. El resguardo de Cota fue reconstituido con un lote de tierra comprado por la

    comunidad en 1916, reconocido entre 1991 y 1998, cuando fue retirado el

    reconocimiento a la comunidad, que lo recuper en 2006, pero la formalizacin del

    resguardo est en trmite.

    En 1948 se prohibi la fabricacin de chicha de maz que no fuera pasteurizada y

    embotellada en envase cerrado de vidrio. ste fue un golpe cultural a los indgenas y al

    consumo de la bebida tradicional muisca, que disminuy los ingresos de muchas familias

    de origen indgena y se agreg a la prdida de las tierras. La prohibicin rigi hasta 1991.

    El Festival de la chicha, el maz, la vida y la dicha se celebra en el barrio bogotano de La

    Perseverancia (principal sitio de produccin de chicha) como una muestra de las

    tradiciones ancestrales de alegra e identidad.

    Siglo XXI

    Desde 1989 se ha dado un proceso de reconstruccin de los cabildos indgenas por las

    comunidades muiscas sobrevivientes. Actualmente cuentan con Cabildo en

    funcionamiento las comunidades muiscas de Suba, Bosa, Cota, Cha y Sesquil. Los

    diferentes cabildos se reunieron del 20 al 22 de septiembre de 2002 en Bosa en el I

    Congreso General del Pueblo Muisca y constituyeron el Cabildo Mayor del Pueblo Muisca,

  • que se afili a la Organizacin Nacional Indgena de Colombia ONIC. Se propusieron la

    recuperacin lingstica y cultural y la defensa del territorio actualmente ocupado, frente

    al ordenamiento territorial que se quiere imponer para planes urbansticos y de turismo.

    Tambin apoya a las comunidades muiscas como las de Ubat, Tocancip, Soacha, Rquira

    y Tenjo, para que defiendan su identidad y recuperen su organizacin y derechos

    especficos.

    Comunidad descendiente de los muiscas en Bosa; se observa la degradacin de esta

    cultura y el intento de recuperarla.

    Los muiscas de Suba se opusieron con xito a la desecacin de la laguna de Tibabuyes y

    lograron la recuperacin del Humedal de Juan Amarillo. Tambin han defendido la reserva

    natural del cerro de La Conejera, que el acta de disolucin del resguardo considera tierra

    comunal y por lo tanto inalienable. La revista Suati (cancin del sol) divulga poesa y

    otros trabajos literarios y de investigacin de autores muiscas. La comunidad de Bosa ha

    logrado desarrollar con xito un proyecto de recuperacin y ejercicio de la medicina

    tradicional, en conjunto con el Hospital Pablo VI y con la Secretara de Salud Distrital de

    Bogot. La comunidad de Cota adelanta un programa de soberana alimentaria, ha

    reintroducido el cultivo de la quinua y realiza peridicamente eventos de trueque de sus

    productos agrcolas, pecuarios y artesanales y participa de los mercados campesinos que

    en Bogot organiza el Comit de Interlocucin Campesino y Comunal.

    Hacia finales del ao 2006 ste es el informe de la poblacin muisca contempornea:

    3 cabildos muiscas: Cota, Cha y Sesquil con una poblacin de 2318 personas.

    En el Distrito Capital estn censadas 5186 personas pertenecientes a la etnia muisca,

    principalmente en las localidades de Suba y Bosa.

    Ello no cuenta otras comunidades muisca en otros sectores del territorio de las antiguas

    confederaciones ni de Colombia y no tiene en cuenta el mestizaje, es decir, las personas

    que tienen ancestros muiscas.

    Desde algunas perspectivas polticas, la cultura muisca desapareci con el fin de la

    estructura poltico-organizativa de las confederaciones de Hunza y Bacat a principios del

  • siglo XVI. Incluso se dice que el idioma muisca muri definitivamente hacia finales del siglo

    XVIII. Pero dicha percepcin es un desacierto histrico y una negacin cultural. Por el

    contrario la cultura muisca vive, est presente de una u otra forma en la cultura nacional

    colombiana y est presente en muchas comunidades campesinas que han sobrevivido los

    convulsos siglos que arrebataron la soberana de un pueblo que todava tiene mucho que

    aportar.

    Estudios muiscas

    Los estudios acerca de la cultura muisca son abundantes y tienen una larga tradicin. Las

    primeras fuentes histricas acerca de la existencia de este pueblo estn en los llamados

    Cronistas de Indias cuya labor dur los tres siglos de la existencia de la Colonia Nuevo

    Reino de Granada. Despus de las gestas de la independencia (1810), se present un

    fenmeno que fue til a los estudios sobre los muiscas: los criollos establecieron como

    capital la que fuera la capital colonial, Santaf y la que a su vez fuera la capital de la

    Confederacin del Zipa, Bacat. Se dio pues un inters por documentar la idea de que el

    territorio del Altiplano Cundiboyacense haba sido en realidad la cuna de una civilizacin

    avanzada cuyo proceso de esplendor fue bruscamente detenido por la conquista.

    El presidente Toms Cipriano de Mosquera invit en 1849 al cartgrafo italiano Agustn

    Codazzi, quien dirigi la Comisin Coreogrfica con Manuel Anczar. Hicieron estudios

    descriptivos del territorio nacional en el que contaban hallazgos arqueolgicos. Los

    resultados de dicha expedicin fueron publicados en 1889 en Peregrinacin Alfa.19

    Argello Garca seala que el objetivo de dichas expediciones dado el contexto reciente de

    la constitucin de la nueva nacin, era el de resaltar la civilizacin de la poca

    precolombina y en tal sentido se centran en la Cultura Muisca como parangn cultural.

    Esta percepcin que habit el territorio de lo que hoy es Colombia fueran vistas como

    salvajes.