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Letras P a Q del diccionario teológico de Rahner y Vorgrimler.

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  • Paganismo

    y a los musulmanes. A los primeros,porque como monotestas y cornosituados dento de la historia o pre-historia salvifica del cristianismo, sibien quedaron rezagados, no se lespuede dar un nombre que en prin-cipio designaba tradicional y bbli-camente a los no judos. Y a los mu-sulmanes tampoco, porque viven unareligin postcristiana. son rigurosa-mente monotestas y su Dios es elmismo de la historia salvflca cristia-na (por tanto, tal vez se los podraconsiderar como aferrados a unahereja trinitaria).

    En todo 1o dicho no sera licitopasar por alto que (bblicamente)paganismo se refiere al grupo reli-gioso e histrico (y a los individuosslo como miembros de ese grupo)que no perteneca al pueblo de laalianzu Mirndolo con precisin teo-lgica, habra que decir: Paganos>>son los hombres. histricamente es-tructurados en nacionalidades, queen su estructura como , dehecho, no han sido todavia alcan-zados histicamente por el requeri-miento del cristianismo o se hancerrado en l en nombre de su pro-pia tradicin histrica.

    El indiduo que, adelantndose asu propio pueblo y a la historia deste, abandona el paganismo y sehace cristiano, podria ser llamado,todava hoy y con pleno sentido,sacra-mento.

    Patrabra de Dios. En el sentidoobjetivamente ms originario, aun-que para nosotros el ms traslaticio,,se liama Palabra de Dios al -)Lo-gos, a la segunda persona divina dela Santsima ->Trinidad. En l seapoya y se realiza en el grado msalto, irrepetible y absoluto el hechode que el ente es expresable, que el

    513

    Ralr-Vorg. 17

    Palabra dc Dios

    ente puedc poner su ((cxpresin)) e, su como frutode su autoposcsi(rn cspiritual, comoalgo contrapucsto y mantcnido en smismo; y quc n() Licnc que quedarsimplemente cncorradr on s en uflainerte identidad. [,n la l'alabra deDios se funda todo cstado de cxpre-sividad en palabras para si o paralos dems (expresividad, clrrividen-cia del propio ser, Iglesia; la pala-bra de Dios en la -+gd [,5-critura. La ->palabra humana, porrazt de su peculiaridad propia, tienela -+potencia obediencial de ser pala-bra de Dios; sin que por ello vaYaen desdoro de sta ni la convierta enpalabra meramente humana al que-dar sometida a las condiciones deposibilidad del conocimiento humano.

    La palabra humana puede conver-tirse en palabra de Dios, por obray por el uso que de ella hace Dios,en tres aspectos: a) La palabra trtt-mana queda de tal manera formadapor Dios en virtud de un influjocarismtico en los profetas, que ex-presa lo que Dios quiere decir alhombre; y Dios, con ayuda de lapalabra humana, puede decirl6 todo,si bien analgicamente. La raznes que la palabra humana, como pa-labra del espritu, no tiene funda-mentalmente por la -+analoga delser, frontera alguna que, de formaradical y para siempre, deje ciertas

    512 514

  • Palabra de Dios

    realidades fuera de su horizonte./ I.a palab'a lrumrna va acompaa-da por la -+gracie de tal manera,que la realizcin de su oir en fe,por estar sostenida por la gracia,es decir, en ltimo trmino porDios mismo, no circunscribe esa pa-labra objetiva a la aprioridad mera-mente humana del conocimiento, nila convierte as en una palabra odaal modo meramente humano. c,) Lapalabra humana es una palabra ra-dicalmente

  • Papa

    guna. Podra ser, p.ej., que en laprctica se volviera a distinguir conmayor claridad que ahora la funcindei papa como patriarca do la Igle-sia occidental, latina, especflcamente; queda claro, de-cimos. que una religin asi tiene quetener en su constitucin social elcargo y autoridad que nosotros lla-mamos papal. La fe, la confianza yla paciencia que vienen de la graciade Dios, soportan la carga que eseministerio implica para el hombreque lo desempea, hasta la llegadade la -->brxllera de Dios.

    Paclito (griego : abogado, de-fensor, ayudador, consolador). EnIoh 14, 16. 26; 16, 7, el *EsprituSanto recibe el nornbre de Paclitopor cuanto en los apostoles y, por

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    tanto, on todo cristiano, en repre-sentacin de Jess ( Pacli-to) y como espritu de la verdad queste da y que procede del Padro>>,ensea, explica y testifica esa ver-dad rectora y salvadora, es esa misFma verdad y capacita a los apsto-les para dar tal testimonio. Puestoque dicho Parclito ensear lo ulterior (Ioh 14, 26), la Iglesiaactual le reconoce tambin su asisten-cia. Cf. adems -->pneuma.

    Paraiso (antiguo oriental -

    ) designa las condiciones de viday constitucin existencial, de ordeninterno y externo, de los primeroshornbres (-+Adn, ->Eva, -->mono-genismo) con anterioridad a su pe-cado (-)pecado original), tal comoquedan establecidas con popular cla-ridad en Gen 2 y 3 (Dz 2302 2329).El -)p1s de partida>> puro, ino-cente de toda la historia de la hu-manidad, como autntico punto departida, es decir, como verdaderohontanar de lo venidero, tiene quec()ntener lo vcnidero cn pura primiti-vez y plenitud. Tiene que ser meropunto de partida de una evolucin ehistoria que comienza en l a deve-nir: semilla y promesa. Esta dialc-tic necesaria e insuperable de unaafirmacin etiolgica retrospectiva(-+etiologa) sobe los orgenes, hayque tenerla en cuenta, si se han decomprender las enunciaciones bbli-cas acerca del paraso. Las elevadasrepresentaciones acerca de la graciadel ->estado original de los prime-ros hombres (-+integridad, ->inmor-talidad) no excluyen un punto departida econmica y primitivo. Primitivez que no ha depensarse slo como resultado delpecado. La pura armona con Diosen la gracia como capacidad plenapara disponer por s mismo, no esnecesario pensarla como un largoperiodo de tiempo. Como un modo

    tlo cncontrarse en el fundamento dela esencia, puede concebirse inclusocn la cultura prirnitiva, adaptndosepeilectamente con 1o que la Escritu-ra y el magisterio entienden (Dz 101788 2123) por carcter histrico delas narraciones del Gnesis.

    Parenesis (griego : exhortacin).Palabra biblica que pone de relieveun momento esencial de la -)predi-cacin cristiana (y del anuncio delmensaje en general). La parenesis nocs una mera enseanza, sino el mis-mo traer a presencia Ia agracianterealidad anunciada, como liberacin,consuelo, capacitacin y posibilitacir-rde su aceptacin, y asi tambin co-mo requerimiento y tarea, como leyclue exige, al tiempo que dona lacapacidad de su cumplimiento.

    Participa,cin es una palabra ge-neral que designa el hecho de queun ente, en su modo de ser, puedeser, de las formas ms diversas, de-tcrmirante para la esencia y propic-dades de otro. Toda causa que pro-duce eficientemente algo distinto desi misma proporciona inevitablemen-tc al efecto cierta semejanza conrespecto a s misrna; y de esa ma-nera le hace

  • Parto virginal

    y ya impugnado en la polmica ra-bnica, se encuentre ya en el smboloapostlico de la fe (ct. Dz Z 6).

    Pansia es la palabra griega conla que se designa lo que llamamoscorrientemente, en el lenguaje nor-mal cristiano del idioma castellano,la segunda venida del Seor (c{. MtlO, 23; 16, 27 s; 19, 28 e.p.; Act l,1l; 2 Petr 1, 16; Apoc l, a. 7). Sig-nifica poco ms o menos de Cristo en el dofinitivoy ya palmario desenlace de la histo-ria universal y de la revelacin. Laexpresin >. ste lue el caso en Jesu-cristo. aunque de una manea insu-perable e irrepetible. Jesris tompositivamente la pasin y la hizoexpresin de la apropiacin total del

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    )

    526

  • Pasin

    hombre por parte de Dios. Esta ha-zaa de Cristo no la podemos repe-tir ni copiar, en cuanto que nuestracapacidad de padecer radicalmentey do transformacin personal no estplenamente a la altura de la situa-cin concreta (-)concupiscencia).

    ?. En la loscfa y psicologa es-colhsticas, se llama pasin a 1a ca-pacidad apetitiva sensible (-+sensi-bilidad) y a su actualizacin. Tomsde Aquino la desmembra en apetitosconcupiscibles y productores ( pusso-ttes irusclble's). La aualizacin delas pasiones concupiscibles acontecepor pasos: agrado-apetito-placer, oen sentido contrario, desagrado-hui-da-afliccin. Lo mismo puede decirsede los apetitos productores: esperan-za y atrevmiento o. contrariamente,abati miento-miedo-i ra.

    Estas pasiones, comparables a las de la psicologa actual,son por naturaleza buenas, segrn lateologa catlica. Sin embargo. re-quieren en su actualizacin ser diri-gidas y ordenadas por la razn. En-cierran en s el peligro de separar-se de la unidad total del hombrey de independizarse parolgicamente,de tal manera que el -+pluralismoesencial del hombre se desintegra enun estado de escisin. Iln el hombreafectado por el pecado original, laspasiones pueden ser el providencia divina, es ell'undamento personal, bondadosr:, sa-bio y poderoso del mundo y, antetodo, do los hombres, que Ie deben

    respeto (-+adoracin) a El y obe-diencia a su ley. Sin embargo, ensentido especificamente cristiano, Dios(propiamente: la primera -+personade la Santsim -+Trinidad) es Pa-dre de los hombres en cuanto quepor medio de la ->autocomunica-cin de su esencia divina (-+gracia,-)justificacin,

    ->Es,pritu Santo)convierte a los hornbres, de una ma-nera sobrenatural graciosa, en suspropios hijos 1-+filiacin divina,-)regeneracin). Los configura a laimagen de su Hijo, sellados por su-)Pneuma (Rom 8), partciPes de lanafuraleza divina (2 Petr l, 4), na-cidos de Dios (Ioh 1, 12s; 3, 3-5;1 Ioh 3, r-9).

    Patrircas (griego -

    padres pri-meros, padres del comienzo). Reci-ben el nombre de patriarcas las gran-des guras de la historia salvfica delAT: Abraham, Moiss, etc. Ahorabien, el -rAntiguo Testamento noes sino la prehistoria cercana de laencarnacin, interpretada en los es-critos del AT y que representa unafraccin insignificante dentro de lahistoria de la humanidad. Adems,en ella actin ya de manera oculta lagracia de Cristo, por la voluntadsalvifica de Dios (-+salvfica [vo-luntad de Dios]). Por tanto, esos pa-triarcas quedan ya interpretados enla Escritura de manea y propuestos como padres y mode-los de nuestra fe (cf. Mt 17, 3; Rom4; 1 Cor lO, 1-12; Hebr ll, etc.),sobre cuyas decisiones histrico-sal-vcas so sigue apoyando nuestraexistencia en cuanto histrica.

    Patripasianismo, nombre que seda en occidente r los seguidores delJmonarquianismo fieles tambin al-)modalismo. Quien niega la verda-dera

    ->trinidad de Dios en s, slopuede decir que la nica persona deDios, es decir, el Padre mismo, ha

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    Prtristic:r

    padecido en Jess. Suponiendo, cla-ro est, que no niega la divinidad deeste (rltimo. Talcs ideas las defendie-ron, en los s. tl/ttl, Noelr>, Praxeasy el -)sabclianismo.

    Patrstica dcsigna cn la historiade la Iglesia, de los dogmas y dc lateologa, el periodo dc los

    ->padresde la lglesia, es dccir, la poca es-tudiada por la -+patrologa. Desdeel punto de vista de la historia delos dogmas, sobre todo en cl oricrttc,representa el periodo de estructtrra-cin de los dogmas trinitalios y cris-tolgicos en lucha con el -)mo-narquianismo, -rsubordinacianismtt,-)arrianismo, -)monofi sismo,

    -)nes-torianismo (junto al -)monoteletis-mo) y del desarrollo de la doctrinade la gracia por san Agustn en lu-cha con dl -+pelagianismo. Desdeel punto de vista de la historia dela teologa, se distinguen ya en esteperodo diversas escuelas, sobre todola alejandrina y la antioqttena(+Alejandra [escuela teolgica de],-)Antioqua [escuela teolgica de])ltodava hay que luchar cientficamen-te contra el -+paganismo y se inten-ta, por medio de una prolongadaconfrontacin y contacto con alter-nativas de fracaso y xitos, una sn-tesis entre el cristianismo y la con-cepcin del mundo propia de lacultura y filosofa clsicas. La patrs-tica en oriente piensa ante lodo

  • Patristica

    sofa antigua, sobre todo el -+neo-platonismo, tienen un gran influjo enla manera como el cristianismo llegaa entenders,,e a s mismo. Sin desvir-tuar su substrato originario, esta fllo-sofia brinda sus magnficas posibili-dades de expresin, aunque llevandotambin consigo sus indudables pe-ligros. El esquema ascensional mo-nstico, platnico-gnstico, enten-diendo el camino de salvacin comoespiritualizacin ascendente y supe-radora del mundo, domina todaviademasiado, en perjuicio dol perdu-rable descenso dol Logos como rati-f,cacin denitiva del mundo. Lainexactitud en la distincin de Jna-tuxaleza y gracia carga a la Iglesiay aI mundo de un modo a la vezexcesivo o insuflciente. La flloso-fa se convierte en teologa y staen filosofa; la Iglesia se convierte enIglesia estatal y el Estado en Estadoeclesistico, etc. Slo en el apogeode la escolstica como comienzo dela edad moderna se distinguen conms exactitud naturaleza y gracia.Asi, el mundo se hace ms profun-damente consciente de su tarea y elcristianismo de su propia peculia-ridad.

    Patrologa (historia de la literatu-ra cristiana de la antigedad) es laciencia que estudia la vida y los es-critos de le5

    -)padres de la Iglesiay de los dems escritores eclesis-ticos de Ia antigedad. La exposicinms detallada de sus doctrinas entrams bien dentro do la historia delos dogmas (->dogmas [historiade losl). Debido a la importancia dela -+tradicin, la patrologa es una delas principales ciencias auxiliares de lateologa histrica y sistemtica. Ge-neralmente, este perodo se consi-dera terminado en occidente con lamuerte de san Isidoro de Sevilla(636) y en oriente con la de san JuanDamasceno (749).

    531

    Falina (teologia). Se ilama as ala doctrina revelada e inspirada quepropone san Pablo en sus cartas yque representa una parte constituti-va esencial y permanente del NT y,por tanto, del cristi.anismo. Por muyimportante que sea como fuente ynorma de fe, con todo, es slo eldesarrollo subsecuente (personal ycondicionado por la situacin) de loquo el Jess histrico dijo sobre smismo y sobre su obra. Pues pordifcil o imposible quo parezca es-tablecer una separacin histrica enlos casos concretos entre las afirma-ciones originarias de Jesfis acerca desu persona y de su misin y la co-rrecla interpretacin teolgica queeste autotestimonio encontr ya enla comunidad primitiva, en la pre-dicacin do los apstoles y en lossinpticos, es, sin embargo, indiscu-tible que Cristo no se reconoci eo-lamente como reformador profticoy religioso, y por tanto como meroiniciador de una fase de la historiade las religiones, abierta a lo impre-visible, sino como salvador absolutoque en persona y obra es salvaciny redencin de todos, que en cuantoresucitado se maniflesta como puntode partida de la filtirna salud delmundo.

    La teologa paulina desarrolla estemensaje,. Pablo no es el fundadordel cristianismo, sino que es, y lmismo se reconoce como tal, el te-logo que reflexiona sobre un hechorevelado: Jess, su muerte en cnzy s,u resurreccin. Pero la teologapaulina es de importancia capital. Esuna teologa de la '->preexistenciade Cristo como Hijo por anto-nomasia; una teologa cristocntrica(-+cristocentrismo) que incluye tam-bin al mundo; teologa de la uni-versal necesidad de redencin, dela superacin de los roderes (sinolvidar los poderes anglicoo) escla-vizantos de la (mera) -+ley, del -+pe-

    cado, de Ia -)muerte por medio del-)Fncunta del Cristo crucicado yrestlcitado, qlre no conoce en elhombre ninguna condicin previapara la salud. La teologa paulinaes rina teologia de la historia, de laIglesia total como cuerpo de Cristo(->Cristo [cuerpo de]), de los sacra-mentos del bautismo y eucarista, Yde la -+palabra de Dios eficaz (y,en ella, tambin de su apostolado).

    Paz es en la Escritua el don porantonomasia de Dios mismo a loshombres. En el AT se promete estaWz, en cuato tal, al pueblo elegi-do, siendo Jesucrhto el que la trajoal rnundo. Ms exactamente, en unsentido bblico-teolgico, paz es la conseguida para los hom-bres y para el mundo en virtud dela victoria sobre la fuerza esclavi-zante de Satan y de la muerte, y envirtud del gratuito arreglo del con-flicto entro el hombre y Dios, pormedio del acto de capitulacin totalanto Dios, realizado en el acto deobediencia de Cristo. Por lo tanto,paz es ia paz qve es Cristo (Eph 2,14). Es la paz que Cristo, como re-velacin de la autoentrega sin reser-vas de Dios, ha hecho con los hom-bres (Act 10, 36; Col 1, 20). Es lapaz que slo Cristo puede legar (Ioh14.27); algo permanente en el mundopor obra del Espritu de Cristo (Gal5. 22r Lc 2, l4). Por lo tanto, porms qr"re esa paz sea don de Dios, estan-bin tarea propia de la Iglesiade Cristo, tiene que ser conservadapor ella (Rom 12, 18; Eph 4, 3). Lafilosofa escolstica realza, sobre to-do. este ltimo aspecto. Segrn To-ms de Aquino, paz es el orden de1a convivencia sobre la base de lajusticia (ST r-tI, q. 70, a. 3; rt-tr,q. 180, a. 2). En cuanto que la pazpuede considerarse, por lo dicho,como fin escatolgico (y segfrn laEscritrura ha de considerarse como533

    Pecado

    tal, Rom 14, 11), dentro del mbitoterreno pcrmancce nccesarialnente enpeligro y sicmpre realizada slo demanera parcial.

    Pcc.rdo (como lrccho), en sentidopleno (pccado mortal), cs la decisinlitrre, existencialmentc radical, con-tra eil orden dc la rraturaleza yde la gracia y contrr la voluntad deDios manifestada en la rcvelacinoral (cf. Dz 808 837 U38; presupues-tos: conocimiento pleno, libcrtad ymateria grave; d. -+ acto). En elpecado, la criatura se niega a cum-plir la voluntad del Credor conrespecto a las estructuras fundamen-tales de su creacin y do su -)alian-za (esto en el concepto de pecadodel AT), a cumplir la voluntad dcDios con respecto a su -+autocomu-nicacin a la criatura en la -+gracia,y de esta manera contradice tambinsu propia esencia y al sentido de sulibertad, que consiste en ser amoral valor supremo hecho realidad, aIDios personal. El pecado, aunquecontrario a la esencia, es posible; encuanto hecho real, queda testificadopor la experiencia de la propia li-bertad y por la palabra de la -re-velacin (en el AT: levantar la ma-no contra Dios, Num 15, 30, etc.).

    Como mysterlum inquitotis (mis-teric de la maldad;

    ->mal), partici-pa del misterio do la libertad creada,que no slo es posible partiendo deDios, sino tambin ante y contraDios; a pesar (y a la vez por esamisma razn) de la omnipotencia yomnieficiencia creadora de Dios. Elpecador, ante s mismo, trata de se-pultar la culpa en las tinieblas, laaparta. Por ms que el pecado mor-tal supone conocimiento y libertad,y se realiza en 1o material concreto,esta libertad consciente en cuantoculpa puede con todo realizarse, deforma muy atemtica, como actitudy postura total del principio perso-

    532 534

  • Pecado

    nal del hombre. Actitud y posturaque no se pueden objetivar adecua-damente por medio de la reflexin,y as el hombre no puede pronunciarun juicio totalmente seguro sobre smismo (Dz 802; -+salvacin [certe-za de la propial).

    El reconocimiento del pecado esya un primer efecto de la revelacinredentora y de la gracia de Dios.En cuanto estado (pecado habitual,segn Pablo, en griego, homortia:;cf. Rom 5 ss) procedente del acto,el pecado en el orden real (de na-luraleza y gracia) consiste en la noposesin ds l

    -)gracia santificante;carencia que se opone a la volun-tad de Dios, se ha originado culpa-blemente y puede considerarse, biengerns -+pecdo original, bien comoestado do pecado personalmente pro-ducido. El pecado slo puede darsecon libertad y en la medida en questa exista. La Jconcupiscencia (Gen6, 5; 8, 21; Deut 10, 16; Ier 17,9,etctera) es una consecuencia delpecado original, incitacin al peca-do personal, pero en cuanto tal noes pecado algtno (Dz 792).

    El pec.ado venial, que no destruyela ordenacin fundamental haciaDios en la gracia, se produce al co-meterse una contravencin de la vo-Iuntad de Dios sin libetad suficien-te (por causa de un conocimientoimperfecto o de entorpecimiento dela libertad). Tambin cuando la con-travencin no afecta a un momentoesencial del orden de valores san-cionado por la voluntad de Dio.s(Dz 899). Aunque la esencia bsicafundamental del pecado (mortal), encuanto ((no radical a Ia voluntadde Dios, sigue siendo siempre lamisma, con todo, se especifica endiversos gneros de pecados (-+vi-cio; cf. -+moralidad [fuentes de la])conforme al material del multiformemundo de valores al que se refiereeste no.

    535

    Cuando el pecado realizado porel hombre con plena libertad y ca-pacidad encuentre su estado defini-tivo por medio de la resolucin dela vida temporal en la muerte, elpecado se convierte en condenacin(-)infierno). A pesar de que el pe-cado tiene su origen en el uso dela libertad en contra de la voirntadde Dios, la criatura finita no llega aevadirse por su medio de la volun-tad divina, puesto que Dios puederevelar en el pecado su santa -)jus-ticia o su insondable misericordia.El concepto protestante de pecado sedefine por contraste con el catlico:pone el acento en la constitucinfundamentalmente pecadora del hom-bre, la cual, en principio, no es ne-gacin moral alguna por infraccinde los mandatos divinos, sino ialtado fe frente a Dios, procedente deun egocentrismo y de un buscarse asi mismo ontolgico (: heredilario).El hombre es pecador, es decir, nopue e amar ni a Dios ni al prjimoespontneamente, a no ser que elEspiritu Santo le convierta a la -+fepor medio slo de la gracia. Sinembargo, esta -)jus,tiflcacin no eli-mina la pecamnosidad sobre la tie-rra ()slntul ustus et peccator). Conrespecto a la conversin, . --+me-tunoia, -)contricin, -ibautismo,-+sacramento de la penitencia.

    Pecado (penas rlel). Todo +Pe-cado tiene sus consecuencias, comoes natural. Estas pueden ser internaso externas, en cuanto que fluyen deIa esencia de la culpa correspondien-te, extendindose en cierta maneraa toda la realidad corpreo-anrnicadel hombre. Dicha realidad, seltadaas tambin con el pecado, por con-tradecir el order dispuesto por Dios,expone forzosamente al hombre in-cluso a la reaccin del contorno (enel sentido pleno de la palabra) rec-tamente constituido, que sigue de-

    lrendiendo en su forma concreta dela disposicin libre de Dios. La crea-cin, hombre y mundo, exllresa yrevela por necesidad de su naturale-za la voluntad de Dios; y en su es-Lructura Ia mantiene inevitablementeintacta, incluso cuando la lesionapor la culpa. Por consiguiente, deningLrna manera es necesario pensara Dios, como si tuviera que castigarde intcnto la culpa del hombre conpenas qlle slo sirvieran al fln puni-tivo en cuanto tal, como ocurre conlas dbiles autoridades terrenas. Larealidad concreta, libremente confi-gurada por Dios (en s misma ydenrro de la realidad total), en Iaque naufraga el hombre al toparcon ella, constituye el castigo deia culpa.

    Esto es cierto, ante todo, cuandoel hombre se hace definitivo en la--)muefie, con su decisin moral; ycuando. en esa muerte, el hombrecon su contradiccin queda, de mo-do inmutable y escatolgico, enfren-tado en contra del orden divino dela realidad total que se ha imp'uestodefinitivamente (-+infierno). Las ob-jetivaciones de la culpa en Ia realidadintrahumana y mundana persistencon frecuencia. incluso cuando laltima decisin de la persona hasido orientada a Dios. Es decir, Iaspenas del pecado no siempre quedanremitidas por la contricin y el per-dn de la culpa en cuanto tal (Dz807 840). El sentido del -+purgato-rio y de la -rsatisfaccin hay queenenderlo a partir de estas ideas.

    Pecado original Estado en el quenacen todos los hombres en cuantoque ni por razn del pecado de Adn,el primer hombre, padre comn ocabeza (-+pecado original originan-te), ) todo hombe se encuentraante Dios en una situacin de des-gracia que le afecta ntimamente,c) aunque no se debe confundir di-53'1

    Fccdo originnl

    cht estado con Lrn vcrdadero peca-do, cs decir, con un pecado personallibremente cometido.

    I. Doctritut da Iu Escriturt. Aun-que la rdida clc la ctnfianza conque nuestros prinreros padres trata-ban con Dios, as como las fatigas,sufrimientos y muerte se fundan enla narracin etiolgica vr:tcrotesta-mentaria (Cen 2, 8-3, 24), con todo,el AT no conoce un pecado originalen sentido estricto como consecuen-cia del pecado de Adn. Asimisnro,los evangelios se le refieren slo conalusiones. En ninguna parte se haceperceptible un estado comn a tr-dos los hombres como efecto de di-cho pecado. La expresin bblica de-cisiva se encuentra en el apstolsan Pablo: I Cor 15, 21 s, y, sobretodo, Rom 5, 12-21.

    En este ltimo pasaje, Pablo habladel pecado original (cf. la decisindel Tidentino, Dz 787-792) en cuan-to que establece, en primer lugar,el paralelo entre Adn y Cristo (elinflujo de la obra de Adn y Cristosobre todos Ios hombres, Rom 5,18) y deduce respectivamente unasituacin de condenacin o salva-cin, que aunque sea ratificada porlos individuos (por su pecado per-sonal o por su fe), precede a la to-ma de posicin individual y determinade forma verdaderamente intrnsecaal hombre, le haco pecador carentedel pneuma por razn de Adn(Rom 5, l9), mientras que, en virtudde Cristo, el hombre queda tambinconvertido en el objeto pretendidopor la activa voluntad salvfica deDios. De todos modos, sera necesa-rio que la teologa catlica, a la ma.-nera paulina, considerara con mayorclaridad que la acostumbrada el previoa la fe y a los sacramentos comoun -gexistencial que determina in-trnsecamente al hombre,

    ji 538

  • Pecado original

    III. Concepcin dogmtica. L,adoctrina del pecado original es unade las tesis fundamentales de la-Jantropologa teolgica. Slo par-tiendo de ella puede entenderse la del hombre (punto departida) el favor libre de Dios. Yde tal manera, que poda y deba serasociado del que, desde la alteridadabsoluta en su esencia divina, se co-munica al hombre (-)gracia,->visin do Dios). Esta elevacinsobrenatural y gratuita de hombrequed implantada por parte de Diosde una manera totalmente libre, po-niendo al hombro en la unidad dela comunidad do los hombes. Porello Dios podia tambin dejar deci-dir al hombre acerca de la acepta-cin o no aceptacin de ese ofreci-miento gratuito, de modo que taldecisin (pecado de Adn) afccttambin al hombre por antonomasia(cs decir, a todos los hombres). Esehombre por antonomasia fue Adn,que, como el esencialmente primerode todos los hombres, poda muybicn representar ese papel y Io re-prcsent de hecho por voluntad deDios. Y su decisin pecaminosa que-d fcticamente ratificada por todoslos hombres en virtud del peca-do personal de cada uno de ellos(cf. Rom 5, 12).

    Sin embargo, aquella decisin acer-ca de la aceptacin o repudio de laoferta gratuita de Dios fue de talnaturaleza, que hombre). El Tridentino exige laremisin del pecado original parala consecucin de la vida eterna(Dz 791) (cf. -+bautismo de deseo,->salvfica [voluntad de Dios]) ycon ello fundamenta la necesidad del-)bausmo de los niros. Cf. -+es-tado original,

    ->culpa.

    Pecado originatr originante desig-na, en la teologa catlica, la deci-sin libre del primer hombre porla que ste se alej de, Dios (Rom5; Dz 428). Debido a ella, Adn per-di la santidad, la justicia y la in-mortalidad preternatural (-)stadooriginal; Dz 174 2A0b 788 2123). Asipues, por pecado original originantese entiende el -+pecado del que cspersonalmente responsable Adn, adiferencia del pecado original (ori-ginado) de los descendientes de Adn,que slo puede llamarse en sentido analgico (. Dz 4lOs32).

    El resultado de esa decisin libre(su castigo) no supone que, despusde la cada, Adn se convirtiera enpe-cado, se capta tambin por 1o me-nos implcilamente el ser y la vo-luntad de Dios, si bien solamentede mane:a atemtica.

    Pelagianismo, hereja respecto a1a teologa de la gracia, Iormuladay propagada por el monje Pelagio541

    Penitencia

    (a comienzos del s. v), su discipuloCelestio y, algo ms tardo, Julianode Eclano (t despus dcl 454). Fuecombatida por san Agustn y susdiscpulos (->somipclagianismo). Elpelagianismo no admite la doctrinadel pecado origintl, pasa por altoel peso de Ia -)ctl.rcupisccncia y elcarctq de consccucncia dcl pccadoque poseon el sufrimiento y la mucr-te. Entiende la libcrtad dcl homlrecomo creada, pero seguidanrcrtc laentiende como potencia dcl trclrautnoma, que slo puede y ticneque observar la ley de Dios. Nicga,pues, la necesidad de la -+gracia cnorden al cumplimiento natural y sa-lutfero de la ley natural. En ciertamanera el pelagianisrno es la formaque el

    ->farisesmo reviste en elestoicismo clsico. Fue condenadopor la Iglesia ya en el s. v (Dz 101-108 109a 126 1,29-142) y una vez msen Trento (Dz 787-791,793 811-813).

    San Agustn hizo difcil a sus ad-versarios la comprensin de la doc-trina de la Iglesia, en cuanto queno puso de relieve con claridad lavoluntad salvfica universal de Dios(-+salvfica [voluntad de Dios]) y laexistencia de la gracia suliciente paratodos los hombres.

    Penitencia, como , designala actitud del hombre frente al -+pe-cado (el propio y el pecado en ge-neral), rnoral y religiosamente co-rrecta, donada por la gracia de Cris-to. Su acto ms substancial es la->contricin (->metanoia). A l per-tenecs esencialnente la valenta detemer a Dios y de acetrrtar en todasu verdad desnuda la existencia pro-pia contra toda suplantacin (elautntico rcsponder de su pasado).A ese arrepentimiento pertenece tam-bin de forma esencial el estar pres-to a dejarse gobernar por la palabrade Dios que se nos revola. Aprcslu-miento que es un regalo dr: lrr gr:rcia

    540 512

  • Penitencia

    y que supone la destruccin de esa-+autojustificacin farisaica, que pre-tendo estar libre de pecado. Asimis-mo entra dentro de la esencia de eseacto la voluntad seriamento efectiva,de enmienda, confiando en la graciade Dios victoriosa a travs de laimpotencia humana (voluntad testi-ficada con actos de penitencia; bbli-camente: vigilias, ayunos, Iimosnas).

    Por fin, tambin son esenciales aese acto la voluntad de recibir elsacramento del perdn de los peca-dos y el estar presto a padecer humil-demente las consecuencias del peca-do que permanecen incluso despuode su perdn (-+pecado [penas del]);la colaboacin en el soportar lacarga del pecado, que alcanza suexistencia concreta en la desgraciageneral y miseria del mundo. Lapenitencia precisamente como rega-lo do Dios, es obra del hombre y noslo una experiencia pasiva. El hom-bre se aparta de su pasado, de esepasado que le porque vuel-ve a aceptarse la validez indestruc-tible de la ordenacin dina; de esepasado que , puesto que1 mismo vuelve a establecer nuevay libremente el orden quebrantado.La penitencia implica, en si, que noes en nuestro arrepentimiento en loque se cree, sino en la obra de Diosen nosotros, y que es sta la que seacepta esperanzadamente (->espe-ranza).

    La penitencia incluye el reconoci-miento de la pluralidad del hombre,que asimismo exige una pluralidadde actos: obras de penitencia exter-nas e internas, fe y caridad, satisfac-cin, precaptacin del futuro en el

  • Penifcncia (sacromenlo de Ia)

    reaccin ms vigorosa es verdadera-mento judicial, aunque perdonadoraen la medida de lo posible: en laaccin de atar y desatar (-+atar Ydesatar [potestad de], -)excomunin).

    Puesto que la Iglesia es la Pre-sencia de Cristo y de su gracia enel mundo, slo puede excomulgarcon el fin de querer perdonar y sal-var por ese medio (1 Cor 5, 5; I Timi, 20). Siendo santa, tiene que reac'cionar con la excomunin ante elpecado de los miembros que no soncornpatibles con su esencia. Ya quees la presencia eficaz de la graciacn el mundo, de la gracia vencedo-ra del pecado, la reconciliacin conesa Iglesia es la tangibilidad de lareconciliacin con Dios, en la queesta reconciliacin se hace a s mis-ma eficazmente presente; por tanto,es un sacramento, Con este fin seentregan a los apstoles y a Pedrolos plenos poderes. irnplicados en elpoder de atar y desatar. La mismadoctrina queda formulada por Juan,a su manera, en Ioh 20, 19-23, Estaercomunin dei pecador no significaque su pertenencia a la Iglesia(--)Iglesia [pertenencia a la] ha sidototaimente suprimida, aunque la pr-dida de la gracia por el pecado simp,lica un cambio en las relacionesde la Iglesia con el pecador. Cambioque queda en todoslos casos de pecado mortal, por me-dio de la exclusin de la eucarista.

    Siguiendo el mandato de Jestis,ya Ia Iglesia de los apsto;les pro-cede contra los pecadores que sehalian dentro de la comunidad. Silas amrrnestaciones no dan fruto Yse trata de pecados que , los pecadores ha-brn de ser apartados de la partici-pacin en el banquete eucarstico, ysu trato evitado. Este (

  • Penitencia (sacramenfo de la)imposicin inconexa, ms o menosmecnica y legalista, de cualquieroracin de mayor o menor longitud,corrompe el sentido de la satisfac-cin. Este problema sigue siendo hoyda de capital importancia para lacomprensin actual de este sacra-mento, ya que slo por medio deuna lucha profunda y sistemticacontra el pecado se puede normal-mento llegar a esa -+contricin que,segn muchos, el hombre actual nopresta, a pesar de lo cual siguesiendo el presupuesto de una recep-cin vlida y de la

    -)salvacin delpecador.

    Perfeccin. Este trmino designa,conforme a Mt 5, 48, un estado re-ligioso-moral de madurez del hom-bre en el amor a Dios y al prjimocon todo el corazn y con todas lasfuerzas (Mt 22, 37; Rom 13, 10),estado posibilitado y regalado porla gracia de Dios, hecho realidadpor Ia libertad del hombre y corres-pondiente a la ley objetiva de Diosy a las siempre diversas posibilidadesdel individuo. Todos los dems com-portamientos y obras morales, fren-te a esta perfeccin consistente enIa plenitud de la -+caridad, no sonsino modos de realizacin del

    ->amoro su medio mudable (-)consejosevanglicos). Esta perfeccin consis-te en Ia integracin de la vida entera,con todas sus diversas e imprevisi-bles fases, en el amor. Por lo tanto,para el hombe todava viador, laperfeccin siempre es una tarea sloasintomticamente alcanzable. Sinembargo, se da un verdadero creci-miento en la -)gracia (Mt 13, 8;Ioh 15, 2; Eph 3, 15-19); y ese cre-cimiento es tambin una tarea delhombre (Eph a, 15).

    Por tanto, el esfuerzo del hombrepor conseguir la perfeccin (->as-cesis, -+mistica), como obedienciaante la gracia y ante la escuela de551

    la vida, es del todo legtimo. En laterminologa de la Iglesia propia delas canonizaciones se designa tam-bin la perl'eccin como virtud: a su rernisinpermanente e ineludible al ->ser ensu totalidad y por tanto a Dios,como condicin a prior de la rela-cin judicativa (objetivante) y ope-rante con respecto al ente particular;a la libertad de disponer de s mis-mo en el trato crticamente, distan-ciador con el ente particular reco-nocido como finito. Por lo tanto,553

    Pemoa

    ser persorla implica auti'rposesin delsujeto en cuanto tal en rel'erenciaconscientc y libre a la realidad comototalidad y a su f'unclamento infin i-to, Dios.

    La personalidad dcl hombrc cncuanto tal hay quc crlrsiderarla altcomo una persrlnalidacl que srlopuede realizarse en lr corporcidatlconcreta, en el aqui y thora cle lahistoria, en el dilogo cott cl otrirt; y asi en la comunidild en unupermanente exposicin de la accirlnoriginaria (por Ia que la personu screaliza) a la experiencia dolorosa tlclmundo. No es necesario explic:rrlargamente que esta conslituci)nonto-lgica del hombre es el lunda-mento de su validez etena. de srresponsabilidad, de su relacin dia-lgica con Dios, de su capacidad aser Ilamado a un fin sobrenatural(-+potencia obediencial), de su dig-nidad e -)inmortalirlad, del carc-ter absoluto de los valores morales(-+ley natural). Pero la teologa cris-tiana conoce junto a este y en esleconcepto moderno de persona, otroconcepto utilizado en Ia -Jcristolo-gia y en el tratado de Ia Trinidad(->trinitaria [teologa]). Conceptoque tampoco se emplea en sentidodel todo idntico en ambos tratadosni deja de olreccr diferencias apre-ciables en Ias diferentes orientacio-nes teolgicas. De todas maneras,este concepto, aunque estrechamentevinculado al anteriormente expuesto.no es idntico con 1. Pone de re-lieve y distingue una propiedad deuna naturaleza concreta, subjetiva,espiritual,

  • Fersora

    turaleza) se pertenece a s mismacon suprema inmediatez. Es de-cir, el supremo y total

  • Personalidad

    terio, la libertad, la obligacin, laresponsabilidad, la culpa no elimi-nada, al prjimo en su inalienableser-persona, el doior y la muerte. Lapersonalidad plena radica en la ge-nialidad del corazn. no del enten-dimiento.

    Pesimismo es un talante fundamen-tal, condicionado incluso fisiolgi-camente, correspondiente a la vi-vencia intensiva de la imperfeccinde la existencia corrcreta experimen-tada y del mundo, y correspondientetambin a una experiencia vital dela profundidad de la culpa. Cuandoeste talante fundamental no se esta-blece de manera absoluta, sino quevuelve a confiarse con una ltimay silenciosa obediencia en manosdel gran misterio que. incompren-dido, es lo nico que todo lo como di-mensin de la que pucde disponer.

    Este pluralismo es el indice de sucriaturidacl. Slo cn Dios es todt>uno. En lo linito no sc pucde supri-mir el antagonismo de las realida-des. Lo que se llama bien entendida, tienc aqu una de susraces ms prof'undas. Este pluralis-mo se da en todas las lirncnsionesde la existencia humana y por tanto,tambin en la dimensin social. Aquni es lcito ni puede darse una nicainstancia o autoridad (que es s(rloel Dios de quien nadie puede dis-poner) que dirija autnoma y a lavez plenamente el conjunto de l

  • Pneuma

    te entrelazados. As, p.ej., el prin-cipio vital del hombre vivo en con-traste con el mueto; su espirituali-dad (sin -)tricotomismo) junto asu sensibilidad; sus dotes > debidas a Dios, que le justi-fican ante Dios, las rinicas que lehacen propiamente vivo y emparen-tado con Dios; la propia vitalidadpersonal de Dios como amor santo(-+Trinidad), que se da como pre-sencia del Seor glorificado en eljustificado y como autocomunicacinlibre y gratificante, y se convierte,en el prncipio ms intrnseco delhombre justificado, santificado y lla-mado a participar en la transforma-cin gloriosa del hombre-Dios; vitalidad que se da tambin comoprincipio mesinica y escatolgica-mente vencedor en contra de la meracarne (-+saffi) y -+mundo, y comoprincipio de unidad y de vida de la-+Iglesia, de su accin sacramen-tal y de su palabra. Por citar sloalgunos pasajes escritursticos: Lc23, 46; Act 7, 59-Lc 1, 47; Ioh11, 33; Gal 6, 18-Rom 8, 10. 13s;1 Thes 5, 23 - Rom 8, 26; I Cor2, 1Ul6; 2 Cor 13, 13; I Cor 3,16s; 2 Cor 3, 17 -l Cor 12, 13. Cf.adems -+Espritu Santo.

    Pobrea viene a ser, en el AT, lornismo que desgracia, miseria, des-pojamiento, carencia de los ricos ypoderosos, que en parte es tambincastigo por los pecados. Tras la opre-sin de todo el pueblo de Israel, se convierte en un conceptoreligioso con el sentido de ,. En el judaismo tardio,los pobres son el verdadero pueblode Israel. Jesfis maldice en Lc 6,24 a los ricos y a los que estn sa-ciados, y ensalza como bienaventu-rados a los pobres de espritu, enMt 5, 3, es decir. conforme a laexgesis moderna, no los humildes,los mendigos y pedigeos ante Dios,

    563

    los sin espritu, los que renuncian,sino los verdaderamente pobres, losque verdaderamente sufren, sopor-tando su pobreza con sumisin. Jessexige a los suyos, a los que le perte-necen, la renuncia a 10 que poseen(Mt 8, 20), no por motivos ticos,sino por razn de la libertad que elhombre puede alcanzar para si mis-mo de esta ma[era y en la medidaen que la puede conseguir; tal veztambin f,or razn de la unidadnecesaria a su comunidad (cf. ene-mistad con respecto a los ricos en elNT, p. ej., Iac, comunidad de bienesde la Iglesia primitiva).

    Persiste como obligacin moral delos cristianos el soportar la pobrezacon sumisin, a la vez que se utili-zan todos los medios en orden a lasupresin de un pauperismo social;aunque Jess hace notar que nuncase conseguir desterrarlo por com-pleto de nuestro mundo (Mt 26, l1).La pobreza libremente asumida hade ser Jascesis, y, como toda obe-diencia a los *>consejos evang-licos, ha de ser un signo de la fede la Iglesia en los rlltimos tiemposya iniciados y una seal indicadoradel fundamento de la esperanza cris-tiana. Su ejercicio prcco, p.ej.,renuncia del individuo pero posesinde parte de la comunidad religiosa,so hace muy difcil en el mundo plu-ralista de hoy.

    Polaridad. La pluralidad de esteente creado por Dios que es el mun-do unitario implica necesariamenteuna referencia mutua de lo diversoy opuesto entre si. De lo contario,todo seria lo mismo o seria un caosabsoluto y el mundo no podra te-ner un origen y una meta comn.Esta relacin difErenciante. aunantey mutuamento soportadora de losdiversos entes, hay que pensarla an-te todo, aunque no slo como rela-cin de dos realidades. Lo rnismo

    rodra decirse de la relacjn entrelos diversos momentos de un mismoente. la cual pone de manifiesto la.-'clistincin real intrnseca de susprincipios. Incluso en la -rTrinidadse dan dos

  • Politemoble, no slo como simple necedadmetafsica, si Dios, como fundamen-to verdadero y superior al mundodo toda la readad y, por tanto, in-cluso de todas esas
  • Fostulados (teologa de)na, etc. Sin embargo, hay que serextraordinariamento prudento en laaplicacin de ese mtodo, por raznde la libertad de Dios. Con todo, nohay que rechazar de antemano unateologa de postulaonulogia fidei)del Dios uno pone de manifiesto co-nexiones autnticas y cognoscibles.Y, adems de esto, porque este m-toCo con frecuencia es slo la ma-nera concreta de desarrollar legtima-mente un conocimiento ya dado, ensus momentos ya globalmenfe conte-nidos en 1.

    Potencia (del latn : posibilidad,aptitud) designa el concepto opuestoal de -+acto. La realidad contenidaen el concepto aparece originaria-mente en la autorrealizacin libe delhombre y en la experiencia del cam-bio de algn ente situado en el am-biente humano. Algo, el trascendencia espiritual haciatodo ser, est abierta a la autoco-municacin de Dos, la cual slopuede depararse a un ente cuyaesencia no quede circunscrita a unmbito limitado de ser, pues de locontrario su esencia quedara des-truida. Esta

    -> o capaci-dad receptiva se llama obediencialporque aquello que realmente es,tendra an sentido (como posibilita-cin de una existencia espiritual-per-sonal) aunque Dios no se comunica-ra a s mismo. De tal forma, que talcomunicacin, aun dada la existen-cia de esta potencia, sigue siendoindebida y libre, es deci, sencilla-mente gracia. Por lo tanto, dichapotencia no puede plantear exigen-cia alguna ante Dios, sino que hade estar obedientemente a su libredispos,icin.

    Potestad (o autorizacin) significala capacidad fsica y jurdica, dadade forma permanente o provisional,para la realizactn de actos, quecualquier otro tiene que tolerar yreconocer como legtimos en cuaD-to que le obligan moralmente. Estapotestad puede fluir de las relacionesobjetivas (de derecho natural; p.ej.,el derecho de los padres a la edu-

    cacin) o venir dada por el acto li-bre de un tercero, legitimado parahacerlo (transmisin de poder judi-cial). Por institucin de Cristo, lapotestad en la Iglesia es, en parte,de tipo sacramental (->sacramento)y, en parte, de tipo de soberana (po-testad docente y de rgimen). Sutransmisin tiene, lugar, en parte, porla ordenacin (-+orden) y, en par-te, por un acto jurdico no sacramen-tal de la autoridad eclesistica. Estasdos potestades estn ordenadas rec-procamente la una a la otra, aunqueno son idnticas y no han de darsosiempre en el mismo sujeto ni tenerel mismo portador (->potestad dela Iglesia). Cf. -)sucesin apostlica,->llaves (poder de las), -+atar ydesatar (rotestad de),

    ->ministerio.

    Potestad dc la lglesia. Por potes-tad de la Iglesia puede entenderse elconjunto de los poderes .otorgadosa la -)Iglesia en orden al cumpli-miento de su misin. La teologa yel derecho cannico la dividen enpotestad de orden y potestad de ju-ri.sdiccin; sin olvidar que ambasestn estrechamente unidas entre si.La potestad de orden se imparte pormedio del orden, en sus diversosgrados, con el rito de la -+imposi-cin de las manos a determinadapersona. La potestad de jurisdiccincorresponde al que est en posesinde un cargo oficial de la Iglesia. Portanto, puede ser ulteriormente dele-gada. aunque no es necesario que sodelegue en toda su extensin; puedetambin retirarse la jurisdiccin alque est en posesin de un cargo.

    El -+papa, como titular del pri-mado de jurisdiccin, slo puede serprivado de la jurisdiccin n porquerenuncia a seguir siendo papa, oporqus deja de selo a causa de he-rejia o locura manifiesta. La cola-cin de la potestad de orden puedepeusarse as: en algunas circunstan-

    573

    Pracrlula fidci

    cias, p.ej., en la ordenacin sacer-dotal, qucd:r conlerida en su totali-dad, aunque pucde qucdar Iigada olimitada en ouulto a su uso. As seentiende clarisimrmcrtc por qu elsimplo saccrtkrto pucclc confima encaso dc nccc:itlatl. o incltsr inrpartirla ordcnacin saccrclotal lcgtinramen-te, como aparccc cl Ltnori pocos ca-sos de la edad mctlia; y tirnrtrin seentiende por qu cl sacerckrte nrpuede impartir la absoluci(rr si clobispo no deja en libcrtad su capa-cidad de par:r conlc-sar. En este ltimo caso se hacc ovi-dente la imbricacin de ambas po-testades (de orden y de jurisdiccin).

    Potestades y principados, En elNT, sobre todo en san Pablo, se lla-ma potestades y principados a las,fuerzas malignas dominadoras (-)de-monios), en cuanto que todavia si-guen ejerciendo su influjo en el -)enpresente. Puesto que el NT admiteimparcialmente los conocimientos vivenciales de la humanidad y lostransmite ya purificados, puede con-cederse lo siguiente: Cuando se ha-bla ds potestades y principados setrata en realidad de lo personalmen-te malo, tal como aparece en losdiversos mbitos y dimensiones delhombre en forma de autocracia, quellova al -)pecado y a la -)muerte(tales potestades y principados apare-cen especialmente en Eph y Col;Rom 8, 38; I Cor 15, 23-26); que-daron vencidos en la cruz de Cristoy en su resurreccin, aunque esaprivacin de poder sigue todavaoculta. El ambiente de > est todava bajo su prevalenciay conduce a la ->tentacin y -)per-secucin de los cris.tianos. Conside-rndolo teolgicamente, hay que de-cir quo su accin est slo .

    Praeambula fidei (prembulos opresupuestos de la [e). I-a revelacin

    572 574

  • Praeambula fidei

    ,oral histrica de Dios en determina-do tiempo y lugar (-+profeta, -+Je'sucristo) encuentra, en los hombresa los que se dirige, una persona,espiritual que tiene ya sus determina-.das experiencias, juicios y una espe-cie de sistema intelectual. Dicha re-velacin apunta adems a su respon-sabilidad y a su juicio libre; por lo,tanto, tiene que poder ser atendidapor ese hombre, tiene que poderselegitimar anto 1 como palabra deDios. Toda palabra que una personadirige a otra, si es una verdad quepuede realmente exigir su creencia,lleva en si y de por s misma unafuerza que obra en orden a su com-prensin y a su aceptacin. Y estoes vlido ante todo de la -+palabrade Dios, que por su manetra de acon-tecer, por su contenido y, ante todo,por medio de la gracia interna quesiempre y necesariamente le acom-paa, y que es asimismo un momen-to de la -+revelacin en cuanto tal,obra conjuntanrente su propia acep-tacin. Y esto sobre todo porque laautocomunicacin de Dios, como Ioprimariamente querido por Dios enla creacin naturab) y en el gobier-no del mundo, se crea su propiopresupuesto.

    As, supuesto que la gracia mis-ma, en la cual y a partir de Ia cualtiene lugar la revelacin oral, em-pieza por producir (y lo hace en todocaso) el sujeto de eso oir que entien-de y acepta aquella revelacin demanera Providen-cia, ->inspicin, preseffacin de laIglesia y del -+magisterio de todoerror; en lo que toca a la es-catolgicamente insuperable -+san-tidad de Ia Iglesia, a las acciones delhombre particular que tienen impor-tancia en la historia de la salvacin(-.>Mara, e.c.).

    Predestinacin es el eterno decre-to divino que se refiere al fin sobre-natural de Ia criatura espiritual. Pue-de entenderse de dos maneras. O detorma que la -+reprobacin seaconceptualmente un gnero de pre-destinacin junto a la predestinacinen general; o bien como predestina-cin a la beatitud en oposicin a lareprobacin. Dios, como fundamen-to absoluto, que proporciona a todosu realidad por medio de un actolibre, no slo contempla el curso delmundo, sino que lo tiene que que-rer para que se verifique. En estequerer Dios no est determinado pornada que no sea s,rl prudente y bon-dadosa libertad. Libetad que nece-sariamente es incomprensible e in-apelable. Por lo tanto, hay una prc-

    5765 7l

  • Predesinacir

    destinacin a la beatitud para loshombres que sern bienaventurados(Dz 805 825 827 Rom 8, 29s).

    En cuanto que la predestinacinse refiere a la totalidad de la salva-cin humana, compuesta por la de-cisin moralmente buena, que Diosposibilita por medio de su graciaeficaz. y de la beatitud qrte se siguede ell. la pledestinacin tiene comoftndamento nico el libre amor deDios. Sin embargo, la predestinacin,en cuanto fundada nicamente en elamor de Dios, quiere Ia felicidaddei hombre como dependiente de sudecisin moral. Para el hombre via-dor, la predestinacin, en cuanto re-ferida al individuo, es una incgnita(+salvacin [certeza de la propia]),auuque sigue siendo objeto de Iaesperanza y de Ia oracin. Esta pre-destinacin no destruye la libertadde la criatura, ni su responsabilidadni su consorcio dialgico con Dios.Por el contrario, es precisamente elfundamento de ellos, puesto queDios quiere la bertad y su ejercicio.

    Dondo la predestinacin se enticn-de como derogacin de, la libertadhumana en la accin salvfica, se dael predestinacionismo hertico (Dz300 3l6ss 320sa 816 827). No haypredestinacin alguna positiva y ac-tiva al pecado: no es necesaria y esincompatible con la santidad de Diosy su voluntad salvfica universal(-)salvca [voluntad de Dios]).La razn de lo antedicho resideen que la pecaminosidad del actopecaminoso en cuanto tal, como ca-rencia de ser, no requiere causalidadalguna positiva por parte de Dios.ste no quiere el pecado, aunque 1oprevea y permita. Quiere positiva-mente el castigo del peczrdo comoconsecuencia de 1, y no como fun-darnento de su decisin de permi-tirlo (Dz 3OO 316 322).

    El misterio de la relacin entre Iaomnieficiencia de Dios, que implica

    -179

    la predestinacin, y la libertad aut-noma do la criatura, es slo la pro-Iongacin, en el plano de la accin,del misterio de la coexistencia delser in-finito de Dios con el ente fini-to, que verdaderamente existe, quees, por tanto, distinto do Dios ypor cso misrno est soportado porDios de manera total.

    Predefenrinacin fisicr, dentro de1-+baecianismo (-+gracia [sisternasde lal), es Ia libro decisin divina alconcurso necesario en todo acto dela criatura, incluso en el acto librebueno y malo. Es la decisin dinaa una J esuct isto,->preexistenci anism o.

    Preexistencianismo. Doctrinu sc-gn la cual las almas humrnas hanexistido ya con anterioridad a strexistencia corporal. Dicha preexis-tencia puede entenderse de dos ma-neras: o bien han sido creadas con-juntamente desde el principio parauna existencia corporal, o bien tu-vieron una existencia libre puramen-te espiritual. En este segundo caso,la existencia corporal seria la conse-cuencia de una culpa en su exis,ten-cia precorporal; el cuerpo sera Iamanifestacin de la culpa, degradan-te para el espritu (-+origenismo,priscilianismo).

    Esta teora niega la unidad delhombre, la bondad del mundo ma-teriai creado positivamente por Dios,la importancia decisiva de la vidairrepetible, que se consuma definiti-vamente por medio de la libertad.Siempre fue condenada como her-tica por la Iglesia (Dz 203 236 738).Con ello se rechaza tambin de hechoIa pluralidad de Ia existencia corpo-ral de un misrno sujeto espiritual uno,la india, rfica y teosf,ca. Con respec-to a la doctina positiva de Ia Iglesia,cf. -+creacionismo.

    Prescripcin (argumento de). Ar-gumentacin teolgica utilizada yapor Tertuliano a comienzos del s. lrry tericamente fundamentada. Pr>dramos describirla de la nrancrirsiguiente: Si la Iglesia, com() t()tr-

    580 581

  • Preseripcin (argumenfo de)lidaC. de rnanera moralmente unni-me. en cualquier poca determinada,sc sabe en posesin tranquila de undogma (de una conviccin) tenin-dolo como revelacin divina que hayque creer incondicionadamente conIe, entonces esa cinviccilr no pue-cle sel lalsa. en vi,tud de la asisten-cia del Espritu Santo que peservaa la -+Iglesia de toda desercin clela revelacin verdadera. Esta con-viccin tiene que remontarse en esecaso a la tradicin apostlica y asa la tevelacin de Cristo. y esto auncuando la mancra en que se ha veri-ficado el proceso histrico de la tr-dicin o la erplicacin exacta a par-tir de otras verdades de la teologaslo nos resulten accesibles con bas-tante obscuridad (-+dogmas [evolu-cin de losl). La diflcultad propiade este esquema probativo formal-mente correcto, en su aplicacinprctica, reidc en la cuestin si-guiente: Cnro se explica cl queuna conviccin que antes no se cap-taba claramente como revelada pasea ser una conviccin que se conocecon toda seguridad como reveladay definible? ,Cmo se realiza eseproceso, ese trnsito? cf. -+canon.

    Prese,nci1. El fenmeno de la pre-sen;ia yicnc tlado de manera inme-dirta con la originaria experienciasensible (y. en deflnitiva, no reduc-tible) de la(s) realidad(es) yuxra-puesta(s) espacio-temporalmente, quellegan a ser percibidas en su plura-lidad bajo una cierta perspectiva deunidad. Los diversos modos de da-se tal unidad en 1a pluralidatl dicha,fundan. a su vez, tliversos modos depresencia de los que se hace cues-tin Ia teologa: I ) El modo depresencia, basado en la r.rnidad tras-cendental, del principio en 1o prin-cipiado. como se da en la recprocapresencia de las personas divinasdentro del Dios absoluto (-)perikho-583

    resls),' el modo de presencia de Diosen el coniingente mundo creado poria divina operatividad (omnipresen-cia do Dios); adems, la presenciadel -+principio absoluto (Dios) enel hombe por medio de la auioco-municacin (-) gracia -+inhabitacinde Dios). 2) La presencia basada enla unidad categorialn-rente concebi-ble, tal como se da entre personaspor razn del conocimienlo y xmorunificantes (-)comunicacin,

    -)repre-sentacin, etc.). 3) La presencia derealidades que se encuentran , basada en la unidad de esteltimo. 4) La presencia sacramental,p.ej., la del cuerpo de Cristo en la-+eucarista, donde no es lcito iden-ti'icar la presencialidad espacio-tem-poral del cuerpo de Cristo significa-da por las especies eucarsticas con lapresencia enmarcada y delimitada delos cuerpos naturles en el espacio.

    Presuncin. Aqui utilizamos estaexpresin en analoga con la pre-sr"rncin jurdica y la prueba porirdicios. Este concepto tiene ciertainrporlancia en el conocimiento teo-igico, puesto que es imprescindi-ble para el conocimiento humanoen general, a manera de prueba in-ductiva. Se podran proponer mu-chas reglas teolgicas de presuncin.Cita'emos algunas: La rectitud deuna decisin doctrinal del magiste_rio no definitoria hay que presumir-la mientras no se demuestre 1o con-trario (Dz 1683s 1820 2313); no hayque presumir que una verdad estdefinida, sino que hay que probarlo(CIC can. 1323 3); ta libertad tiener su favor la presuncin frente a laobligacin nacida de una ley nocierta (->6ales [sistemas]); el sen_tido goza de presuncin frente alcontrasentido. etc.

    Principio, segn Toms de Aqui-no, es esen-cia y -+existencia; 3) -+causalidad(causa effcetts) y 4) finalidad lcar-sc fnalis, -)fin).

    Con todo, Ios primeros principiospueden reducirse a uno segn elprincipio de razn suficiente: quetodo lo que existe tiene que teneruna ran slrficiente para que existay no no exista (Nicols de Cusa). Laesencia do esto ltimo principio esel -+ser, al que como a -imisterioincomprensible remite en todo cono-ci.miento la

    -)t5gssncia del hom-bre. Ser quo es a Ia vez ei principiode la actualidad de todo ente, en teo-loga llamado psum esse subsstens,octus purus,

    ->(

  • Frofet:r

    vina y su expresi(rn en persona. Sila revelacin de Dios llega tambr'na su conclusin en Jesucristo, tarn-bin es verdad quo el profeta siguepert.eneciendo a la Iglesia, si bienno corno entidad institucionalizable.Es claro que ha de seguir perte-neciendo a la Iglesia, puesto quesiempre se dan en ella hombres queproclaman originariamente (-+caris-ma) la realidad de Dios y de Cristoen r,-irtud de st pncuma y por misindivinamente obada en oden a laIglesia.

    Frjimo (arnor al). Dogmticamen-te, a1or al prjimo significa el amorcristiano, salutfero, posibilitado ysoportado por la gracia de Dios;arnor de autntica benevolencia per-sonal, que busca al otro por raznde l y no como valor til o delei-table para uno mismo. Por lo tanto,se le arma en su peculiaridad ab-soluta, sin supeditarlos al propio; se refiere uno a 1, y no re-fiere el oto a uno mismo (cf.-)amor,

    ->caridad). El amor esla tealizacin autntica y total de lapersona espiritual. Por consiguiente,desinters)) no significa frialdad ydistancia, sino entrega de toda laesencia propia, en la medida de loposible y en cuanto que el otro puedcser el destinatario de tal amor. Amoral prjimo por amor de Dios>>,amr por amor a Dios, significa pre-cisamente no hacer al prjimo meromaterial de las prcticas del amorde Dios; por el contrario, designael mbito y terreno que posibilitapor primera vez un amor al pr-jimo radical. pues, en la ordenacinsobrenatural do la existencia concre-ta. Dios mismo es el misterio msentraado del hombre. Correspon-dientemente, segn la sentencia teo-lgica general, el acto de amor alprjimo es acto de la -+virtud teo-logal del amor de Dios.

    587

    Por tanto, es correalizacin salut-fera de la vida intratrinitaria, obradapor el Espritu Santo, en la que el-)Pneuma de Dios es eI amor per-soniflcado de Dios. Con respectoa la unidad entro amor al prjimoy amor de Dios: Mr 22, 37 ss; Rom13, 9s; cf. Mt 5, 43ss; 7, 12; 10,40 ss; 25, 40; el himo supremo delamor aI prjimo: I Cor 13; el amoral prjimo como plenitud de la ley:Rom 13, l0; Mt 22, 40.

    Propiedades frinitarias son las par-ticularidades que diferencian entresi a las tres ,pe,rsonas divinas enla -+Trinidad y en que, en cuantonotas diferenciativas para nosotros,so llaman tambin ttotiones. Talespropiedades son no slo las tres-+relaciones contrapuestas y constitu-tivas de las personas en Dios (pater-nidad, liacin, inspiracin pasiva),sino tambin el propio del Padre y, de alguna ma-nera, tambin la inspiracin activa,en cuanto que derencian al Padrey al Hijo conjuntamente del EsprituSanto (cf. Dz 428).

    Protes{antismo, palabra que tienesu origen en la llamada protesta-cin de los miembros luteranos dela segunda dieta de Espira (1529)frente a los catlicos. Como con-cepto, designa el conjunto de co-munidades confesionales procedentesde la reforma del s. xvr y su doc-trina teolgica. La protesta contrala Iglesia catlica es el rasgo fun-damontal comn a todas ellas. Enel protestantismo primitivo, esta pro-testa se mantiene, en lo esencial,vinculada al antiguo -)dogma cris-tiano. El testimonio de Lutero afavor de la gracia gratuita evanglicaen -)Jesucristo, y contra la supuesta y legalizacin dela gracia por parte del sistema je-rrquico de la Iglesia catlica, fue

    lri que dio origen a semcjante Pro-tu'sta. EIr el nuevo protestantismo li-heral, sta se convierte en protetacon'rta el dogma, contra la Iglesiacr.rnlo institucin en general y contracl cstatismo eclesistico.

    [-os Puntos doctrinales ms im-portantes son: La -)fe, nico me-iitr de justificacin (-)sola fide), escl encuntro personal con el Cristohistdco en la viva, cuya Predicacin es Ya salv-{ica. La peiaminosidad radical delhornbre ante Dios le incapacita to-talmento para cualquier cooperacinen el proceso salvador. Por 1l: tanto,dicha fe es un regalo exclusivo de lagracia (-'so/I gratid) y una aventuraJxistencial del creyente a raiz delevangelio; aventura emprendida. ap".uo d" la pecabilidad que persisteen el hombre desPus del bautismo(Lutero: simttl lustus et peccator)'

    X.a fe se funda sIo en la SagradaEscritura (-)sola scrpturo) y en losdos nicos sacramentos instituidospor Cristo, ->bautismo Y banquete^eucarstico (-)eucarista), y de nin-puna manera en la autoridad dc laiplqsia y en su -+tradicin' La Bi-blia. Por 1 menos segrin Lutero'no debe entenderse legalmente (bibli-cismo). sino como evangelio de lagracia: el principio )sola scriptutctes vlido exclusivamente . Pero Cristo es seor-v slvador. No es legislador, es de-cir. fundador de una -)Iglesia comosociedad perfecta con plenos podereslegislativos, como ocurrs principal-mnte en el caso del primado ponti-ficio. Cristo est slo presente pormedio del Espritu Santo en palabray ac:ramento, sobre todo en la pala-tra. La predicacin constituye elpunto central del servicio divino, esecir, del culto. Esta Presencia deCristo en su Iglesia no reside en elsigno de una gloria futura ya incoa-

    -589

    Prol ts(llliso

    da, sino ert cl sigrto clo ll cruz Y dcla pasirr. dcl pccado (tltaolttgiucrucis).

    As, tarrlir lit csci:iitin dc lacristiandad hr rlc clltr:ndcrso comoconsccuenci:t tlcl pccltd'r' l 'e gritciles la benigrriclarl divila hccht crrneen Cristo. Es la nttova crcacitin att-tntica del ir.lmhtc c()nl(r lltlcv:l crilt-tura; produce buctlas rtrrits, llcro ll()hace que cl hombrc tlcjo tlc scr P0-cador, No exislc utt rtlitgi\lcl i() It)-f alible; la palabra clo lit Sitgr:ttkLEscritura se interpreta it si rtti:nlit'Las opiniones con respecto al drrcchteclesistico son muy variarlas lll-+ministerio, o potestad, procedc tlr:Cristo; asl 1o considera el protastart-tismo normalmente; no es r'rna sinrplcdonacin de Poderes Por Parte dela comunidad. Con todo, etl el pt'o-testantismo, el margen dejado a laaccin de los derechos Puramentehumanos es mayor que en la Igle-sia catlica. Se admite parcialmentela potestad ePiscoPal, aunque fun-damentalmente persiste la negacinde un -+sacerdocio oficial consagra-do, y del sacrificio de la misa (-+mi-sa [sacrificio de la]).

    De aqu la estructlrracin de laIglesia sobre la base de un sacerdo-ci,o general de los {ieles de la co-,rrnidud. Se reProcha a la lglesiacatlica la llamada

  • Prof estafismo

    con respecto a las leyes de la rgle- un protestante haba encontrado quesia; y, en sentido positivo, la es- en la Iglesia catlica y en el mo_pontaneidad del amor de Dios obra- mento de la separacin se negabada por el Espritu santo en or- algo que su conciencia cristiani leden al cumplimiento de la voluntad obligaba a mantener.divina.

    2. Pero esta segunda hii:lcsis1. E1 catlico dir: a) el

  • Fro{estantisrno

    es el nico restante, es para Fablotestimonio y signo del amor salva-dor y redentor de Cristo a su lglesia(Eph s).

    d) Si a) la teologa protestante,que ante el mundo reconoce a Cris-to como seor suyo, no quiere hacerde la lglesia, en cuanto magnitudrealmente tangible en el mundo, unasociedad meramente invisible funda-da en la gracia (cosa que en generalhoy no pre ende dicha teologa); sip) se ha prometido a la Iglesia quesiempre prevalecer frente a todaslas fuerzas de la muerte, en virtuddel poder de la gracia y a pesar y salvfico dela lucha; cn kr ttrc va implicada lapromesa del Retlcntor y de su ma-dre (cf. Dz 2123 2131\.

    Protologia. Esta palabra est for-mada en analogia cn el vocablo-+escatologa. Es la doctrina dc loscomienzos del mundo y de la huma-nidad tal como aparece en la reve-iacin (-)creacin, -)estados de lanaturaleza humana, -)paraso, -+mo-nogenismo,

    ->estado original, -+in-tegridad, +Adn, '-+Eva,

    -)hom-bre fcreacin del], -+pecado brigi-nal). No es necesario concebir laprotologa (Gen l-3) como un re-lato referido sucesivamente, de ge-neracin en generacin, a travsde muchos miles de aos, acerca de1o comunicado al (Dios,Adn). Ms bien es la reflexin delautor del Cnesis, que tiene lugarbajo la luz de la revelacin y de laexperiencia histrico-salvfica de supoca, sobre lo que tuvo que suce-der en el punto de partida, reflexinretrospectiva (-+etiologa histrica)que parte de la situacin conternpo-rnea del autor en cuanto a la sal-vacin y la condena; todo esto si,como tiene que ser, el presente hade hacerse inteligible sobre la basede su pasado. En esta aclaracinmutua del origen que so nos escapay a la vez permanece (-+punto departida, )atnmness) y del presen-te que advieno reside la importanciade la protologa en orden a la com-prensin de la existencia humana ycristiana (->creacin Inarracin delal).

    Providencia divina. Providenciadivina significa el proyecto del mun-

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    5% 598

  • Providencia divina

    do creado, planeado por la sabidu-ria de Dios que todo lo conoce,incluso los actos libres de la criatu-1'a, y por la voluntad santa y amo-rosa de Dios, que omnipotentemente1o soporta y condiciona todo (cf.Dz 1784). En este proyecto quedatambin incluida la ->libetad de lacriatura, sin que ello acarree suanulacin. En virtud de ese proyec-to dirigo Dios en su ->eternidad eIcurso del mundo y de su historia.Y en l tambin dirige la histoiasalvfica humana hacia Ia meta (-+gs-catologa) conocida y querida porEl do antemano en su r/pfedestina.-cin, por medio de las fuerzas mun-danas inmanentes que Dios ha crea-do y por medio de sus disposicioneshistrico-salvflcas (-)gracia,

    ->mi-lagro).

    Esta proyecciu del mundo haciasu consumacin (todava pendiente),proyecto que es lo frnico cue da sen-tido defrnitivo a la totalidad delmundo y en ella a todo lo particu-lar, no se desvela propiamente a lacriatura hasta la consumacin. ni-camente por la fe adorativa en elDios sabio, amoroso y santo, y porla entrega condicionada al misteriode la providencia, supera el hombreesa necesidad de seguridad que leangustia y le enorgullece, y en laque el hombre se experimenta comovctima de las fuerzas mundanas an-tagnicas e irredr-ctibles a una autn-tica unidad.

    Prudencia es, segn la teoria es-colstica de las virtudes, la

    ->virtudque proporciona el conocimientoacerca de la obligacin moral y delos caminos concretos aptos para sucumplimiento. Por tanto, es la pri-mera de las llamadas

    ->viltudes car-dinales. Segn Ia Escritura, es pru-dente el que puede interpretar susituacin actual. cl que puede dis-tinguir los espritus y permanece599

    alerta, teniendo ante los ojos Ia pro-pia muerte y el retorno del Seor(Ps 90, 12; Mt 25, 1-13; I Ioh 4,I ss).

    Pueblo de Dios. EI pr.reblo de Is-rael, formado social (poltica) y re-ligiosamente por una disposicinhistrica de Dios, estaba en relacinde -+alianza con -+Yahveh. Portanto, era pueblo de Dios, segnel

    ->Antiguo Testamento. Corres-pondientemente a ese concepto vete-rotestamentario, elr el NT se llanlrnpueblo de Dios los que, elegidos porla gracia de Dios, se someten be-dientemente por el bautismo a 1anueva y eterna alianza. Por la --)gra-cia de la -+justificacin pertenecena Dios de una manera especial; es-tn sometidos a su ley; estn unidospor la lglesia y los sacramentos, jn-cluso en la dimensin histrica ysocial; tienen una misin salv{icacon respecto al mundo, en cuanto almismo tiempo hn sido separadosde 1. En la terminologa actual sedistingue entre pueblo y Estado, y,dentro de Estado, entre la estructurajurdico-social y la perceptibilidaddel pueblo como realidad biolgica,histrica y cultural.

    De manera semejante se puede dis-tinguir entre pueblo de Dios e +Igle-sia, entendiendo por pueblo de DiosIa totalidad do los llamados a la sal-vacin por la voluntad salvfica universal de Dios y por el -+existeneialsobrenatural, justicados ya segnIas circunstancias por el ->bautismode deseo. Y entendiendo por lglesiael pueblo de Dios en cuanto consti-tuido socialmente de manera legti-ma segn la voluntad de Cristo, pormedio de la confesin externa co-mn de la {e, por medio del bau-tismo y de la obediencia anie losdelegados autorizados de Cristo(->potestad). Si todos los que per-tenecen y quicren pertenecef ai piie-

    blo de Dios en este sentido, senra:lillestan en cuanto taleo para simismos y para los dems, la Iglesiade na consumacin existe ya ahi;existe

    -va alni la ->basileia, y en estereino todo el pueblo de Dios encaridad consumada se adentra en lagloria de Dios.

    Pureza cltica.

  • Purgatorio

    tema. La visin intuitiva de Diosslo es propia de alguien perfecta-mente consumado.

    Sin embargo, esa visin puedo ad-venirle de manera individual, pre-viamente a Ia consumacin univer-sal del mundo (Dz 530). La consu-macin interna del hombre es, noobstante, un proceo temporal, co-rrespondiente al hornbre que setemporiza o madura en el tiempoautnticamente creado (criatural), yno puede entenderse como un actodecretista en el que todo sucede de\na vez, por razn de Ia pluralidadde estratos que caracteriza a la esen-cia del hombre. Slo pasando pordiversas fasos a travs de todos loserstratos de su esencia, se hace elhombre lo que ya ((es en virtud dela decisin oentral fundamental de lapersona (fe, arrepentimiento, cari-dad) y lo que permanece definitivae irrevocablemente en virtud de la-)muerte. Sin embargo, la realiza-cin de esta decisin fundamentalfropieza en la realidad compleja de

    los diversos estratos del hombre, crnesa resistencia de la esfera preper-sonal del individuo que ha quedadoformada en virtud de culpas pret-ritas y decisiones errneas. La ex-periencia de esa resistencia es sufri-miento y, en cuanto tal, consecuen-cia del pecado del hombre. Por otraparte, como esa consecuencia se dis-tingue de la realizacin de la liber-tad y de la experiencia sobre smismo del ncleo personal humano,no es sino un castigo extrnseco.Por lo tanto, ese proceso de integra-cin por medio del cual se recrperadespus de la muerte la totalidad dela persona humana en contra de esaresistencia culpable, construida conel pecado propio, sera un verdade-ro sufrimiento punitivo. Sufrimientoque, sin embargo, viene soportadoradicalmente por Ia gracia aceptadaen Ia decisin fundamental y, porlo tanto, desemboca necesaria e in-evitablemente en la consumacin delhombre, es decir, en la visin intui-tiva de Dios.

    Quietismo se llama a una corrien-te heterodoxa o, por ltl menos, Pe-ligrosa desde el punto de vista Pe-daggico, propia de la teologa dela mstica en los pases latinos du-rante el s. xvII. Sus principales re-presontantes son M. de Molinos,Madame de Guyon, Fnelon. Susadversarios ms sealados son Bos-sust en Francia, Segneri en Italia,L6pez E,zquerra en Espaa. Tenden-cias parecidas encontramos en elhesykhasmos del s. xtI en la Igle-sia oriental y en la mistica inicialdel s. xlr en la Iglesia occidental(Dz 471 ea).

    Vo la perfeccin en la pura inte-rioridad pasiva del amor a Diosdesinteresado, totalmente resignado,

    en virtud del cual hay tttcr cvitartoda actividad y todo inlcrs por llpropia salvacin (Jantor,

    -)cl-ridad).

    De aqu que se rechaccn ntlts omenos la -rascesis acliva,

    -)()ra-cin vocal, oracin de, reticin(-+peticin [oracin de]) y -)mc-ditacin no mstica. Su analogadr>en el lNotestantismo es el -)pietis-mo. Ambos fueron una reaccincontra una rida teologa escolar yuna ascesis estoico-racional volunta-rista que sepultaba las fuerzas msprofundas del hombro, en vez de li-berarlas y darles forma. El quietis-mo fue rechazado por Inocencio xIen 1687 y por Inoconcio xlr en 1699(Dz r22l-88 1327-49).

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