diccionario teológico b-c

Upload: danmerc

Post on 23-Feb-2018

224 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • 7/24/2019 Diccionario teolgico B-C

    1/22

    Basileia

    ya

    cercana

    la basiLcia

    (Mc

    1,

    15

    y

    paralelos

    e.p.)

    y,

    con

    ella,

    la

    -+sal-

    vacin

    de los

    hombres. Esta

    salva-

    cin,

    sin

    embargo, no consiste esen-

    cialmente

    en

    el

    cumplimiento

    de

    las

    speranzas

    puramente

    materiales,

    por

    ms

    que

    la

    baslea

    sea

    la

    esencia de

    toda

    alegra

    humana

    (basilea

    banquete,

    banquete

    de

    boda),

    del

    mismo

    modo

    que

    Jess

    techaza la

    concepcin

    poltico-terrena

    de

    la ba-

    slea

    (Mt

    8,

    ll:'

    21,

    43).

    Dicha

    basi-

    lea est

    presente

    como un

    grano

    de

    mostaza, como una semilla disemi-

    nada

    o

    como

    el

    bote

    de

    una

    planta

    (parbolas

    del

    crecimiento).

    Por

    otra

    parte,

    se

    recalca

    q.ue

    la

    basileia

    es

    una

    magnitud del luturo

    (el

    rbol

    originado

    por

    la semilla

    de

    mostaza,

    la

    cosecha

    de

    la sementera);

    por

    ella

    ha

    de

    pedir

    el

    cristiano

    y por

    ella

    pi-

    de

    la

    Iglesia

    en el

    padrenuestro

    (Mr 6,

    10).

    De esa busilci,t

    se

    dice

    expresa-

    mente

    que

    slo

    se

    puede

    entrar

    en

    ella o se ha de heredar,

    que

    Dios

    la

    instaura

    o la

    regala

    (Lc

    12,

    32;

    22,

    29);

    de

    suerte

    que

    el

    hombrc

    no la

    puede

    erigir,

    en contra de lo

    que

    ut-

    pica

    y

    errneamente

    se

    habia

    venido

    creyendo en las

    diversas pocas

    den-

    tro y

    fuera

    de

    las ideologas

    cristia-

    nas.

    Cundo

    vendr

    dicha

    botsileia

    (-+da

    del Seor,

    -->parusia)

    y quin

    ser admitido a ella, slo

    lo

    sabe

    el

    Padre

    (Mc

    13,

    32

    y

    paralelos

    e.p.).

    Por lo tanto,

    no

    es

    posible

    identificar

    a

    la

    bosileia

    con

    la

    .-tlglesia;

    por

    ms

    que

    sta exhorta

    a

    poner

    los fun-

    damentos

    de

    la busilcia.,

    -->metanoia

    y

    -rle,

    prepara

    el

    terreno

    para

    la

    ->imitacin

    de

    Cristo como condi-

    cin

    de

    la

    participacin

    en la

    asi

    leia,

    dirige

    con

    autoridad

    (-+potes-

    tad) a los

    que

    esperan

    en

    la bctslea,

    puesto que

    a

    Pedro se le

    prometie-

    ron las llaves

    de

    la

    basilea

    (Mt

    16,

    l9);

    y, por

    ms

    que

    la

    Iglesia

    cele-

    bre

    la

    -)eucaista

    como anticipa-

    cin

    misteriosa

    del

    banquete

    de

    la

    61

    basileia,

    Pablo distingue

    entre una

    bosileia

    de

    Cristo,

    que

    no

    es

    sino

    la

    Iglesia

    (Col

    l,

    13 e.p.),

    y

    una

    basi-

    lia de

    Dios en el sentido

    de

    la

    pre-

    dicacin

    de

    Jess.

    -+Reino

    de Dios.

    Bautismo. El

    bautismo

    es el

    _>sa-

    cramento

    primero y

    fundamental

    (Dz

    86 430

    857

    ss

    e.p.),

    y

    que,

    por

    tanto,

    debe

    entenderse

    en

    correspondencia

    estricta con

    el

    concepto

    catlico

    mis-

    mo de

    Iglesia. Es

    el

    sacramento

    de

    la regeneracin

    (Ioh

    3, 5; cf. Ez

    36,

    25

    s;

    Dz

    lOZ

    109a

    ruA

    695 s 933

    e.p.)

    purificadora

    y

    santificadora

    en el Es-

    pritu

    y

    en la

    gracia

    de

    Jesucristo

    por

    medio de

    la

    incorporacin

    juri-

    dico-sacral

    a

    la

    -+[glesia,

    en

    la

    cual

    la vida humano-divina

    de

    Cristo

    ins-

    tauradora

    de

    la

    salvacin, como

    co-

    mienzo nuevo

    y

    a

    la

    vez autntica-

    mente originario

    de la

    humanidad

    cada

    en

    Adn,

    ha encontrado

    su

    pre-

    sencia

    incorruptible

    y

    sacramental-

    corprea en

    el

    mundo.

    Esta entrada

    en la

    corporeidad

    sacrarnental

    de

    1a

    salvacin

    por

    la

    inclusin en

    el

    cuer-

    po

    de

    Cristo

    (-+Cristo

    [cuerpo

    de]),

    sellado

    y

    santificado

    por

    su

    Espritu

    (Dz

    197

    696

    79O

    895

    933

    2229),

    qlue

    es la

    lglesia,

    queda

    indisolublemente

    sellada

    (2

    Cor

    l,2l

    s;

    Eph 4,

    30)

    por

    el

    ->

    carcter

    bautisrnal

    (Dz

    4ll 695

    852

    960),

    en virtud

    del cual no

    pue-

    de repetirse

    el bautismo

    (Dz

    46 53

    88 97 435 852

    86"1

    869 895

    996 s).

    Entendiendo

    las cosas

    as, la in-

    corporacin

    a

    la

    Iglesia

    es

    tambin

    el

    primer

    efecto fundamental

    del

    bautismo

    (Dz

    324

    570a 696 864

    870

    e.p.;

    CIC

    can. B7;

    cf.

    ->Iglesia

    [per-

    tenencia

    a

    1a]),

    pero

    es

    a

    la vez,

    en

    el supuesto de una

    ->disposicin

    suficiente.

    el medio

    para

    conseguir

    Ia

    plenitud

    de la

    gracia

    bautismal:

    la

    justificadora

    renovacin del hombre

    viejo

    (Eph

    4, 22; Col 1, 10 e.p.; Dz

    895) en

    la

    divinizacin interna

    y

    en

    la

    asimilacin

    a la

    muerte

    y

    resu-

    rreccin

    de

    Cristo

    (Rom

    6). Reno-

    vacn

    obrada

    en

    virtud

    del Espri-

    tu de

    Cristo,

    presente

    en

    la

    Iglesia

    y

    por

    la

    Iglesia,

    del

    perdn

    de

    todos

    los

    pecados

    ah obrado

    (Dz

    86

    l09a

    130 287 324 424

    464 482

    696

    792

    895)

    y

    de la remisin

    de las

    penas

    ete-nas

    y

    temporales

    del

    pecado

    (-+pecado

    [penas

    del]; Eph

    5,

    26;

    Dz

    464

    696 792

    807

    904).

    Puesto que

    slo

    el

    bautismo

    proporciona

    el

    se-

    gundo

    nacimiento

    a la nueva vida

    en

    Cristo, de

    suyo

    no

    se

    puede

    ad-

    quirir

    esta

    vida

    sin

    el bautismo

    (Ioh

    3,

    5; Mc 16,

    16).

    Pero

    como sea

    que

    esa vida

    la

    da

    el bautismo

    como sa-

    crarnento

    de la

    participacin

    (dis-

    pensada

    por

    vez

    primera por

    ese

    bautismo

    precisamente)

    en

    la

    comu-

    nidad

    de

    Cristo

    (l

    Cor 12,

    13)

    y,

    a

    travs

    de ella,

    en

    la

    gracia

    implicada

    en

    la tangibilidad

    histrica de

    esa

    comunidad,

    por

    ello

    su necesidad en

    orden

    a la

    salvacin

    (-+salvacin

    [necesidad

    en orden

    a

    la])

    queda

    es-

    trecharnente

    vinculada

    a la necesidad

    general,

    en orden

    a

    la salvacin, de

    Ia

    Iglesia

    misma.

    De

    aqu

    se sigue

    que

    se da tam-

    bin una

    gradacin

    en

    la

    participa-

    cin

    real en la sacramentalidad

    sal-

    vifica

    del

    bautismo,

    analgicamente

    a

    1a

    graduacin

    de

    la

    pertenencia

    a

    1a Iglesia:

    en los

    llamados

    bautismo

    de sangre

    y

    bautismo

    de deseo.

    El

    bautismo

    de sangre

    (-+martirio)

    jus-

    tifica

    al

    hombre,

    como

    participacin

    real

    en

    Ia funcin

    de

    la

    Iglesia

    como

    testificadora

    de

    la

    presencia

    de

    la

    salvacin

    obrada en la muerte

    de

    Cristo. El bautismo de deseo

    puede

    concetrirse

    de dos

    maneras:

    cofno

    postulacin

    explcita

    del

    sacramento

    del lmutismo,

    vinculada

    a

    la

    Jcon-

    tricin

    perfecta,

    o

    slo

    como

    postu-

    lacin implcilz.

    (-->votum).

    En cual-

    quiera

    de

    las

    dos

    hiptesis,

    el

    bautis-

    mo

    de deseo

    justifica

    en

    virtud

    de

    que,

    en esa

    postulacin,

    el hombre

    acepta

    y

    afirma libremente,

    en

    fe

    y

    amor, la

    naturaleza humana suya

    trl

    Rirl.\'org.

    3

    Iluul

    isro

    quo

    le

    ha sido

    dada, en

    cuant()

    quc

    esa naturaleza,

    por

    razn

    del

    ntistc-

    rio

    de la encarnacin,

    tiene

    unlt

    ordenacin

    objetiva

    hacia

    Cisto

    mis-

    mo

    y,

    consiguientemente,

    como

    con-

    figuracin

    con

    la

    naturaleza

    humana

    santa de

    Cristo.

    posee

    ya

    una

    signi-

    ficacin

    cuasi-sacramental.

    Contra

    el

    ->donasmo

    y

    contra

    los

    defensores

    de

    la

    repeticin del

    -+bautismo

    de los

    herejes,

    la IgIe-

    sia ensea

    que,

    de

    por

    si, todo

    hom-

    bre

    (Dz

    46

    s

    53 55 s 88

    94

    6% 712)

    puede

    administrar

    vlidamente

    el

    bautismo sacramental.

    Ciertamente,

    el bautismo

    solemne slo

    pueden

    efecfuarlo

    deteminados

    ministros

    de

    la

    Iglesia.

    Ministros

    ordinarios

    son

    el

    obispo

    y

    el sacerdote;

    el extraor-

    dinario,

    el

    dicono.

    El

    rito

    del

    bau-

    tismo

    recoge

    el smbolo

    religioso

    originario

    de

    la

    ablucin

    cltico-

    religiosa.

    De

    ella

    tenemos

    ejemplos

    en

    el bautismo

    de Juan, en

    el de los

    proslitos

    judos,

    en

    el culto

    gnstico

    de los

    misterios, en

    el

    mandesmo,

    etctera.

    Sin

    embargo,

    la

    idea

    espe-

    cfica de la regeneracin

    sobrenatural

    vinculada

    a

    nuestro

    rito

    bautismal

    no

    puede

    deducirse

    histricamente

    de

    cultos

    bautismales

    precristianos,

    aunque

    sea

    cierto

    que,

    dentro del

    mbito

    bblico,

    puede

    concebirse

    el

    bautismo

    cristiano

    como

    consuma-

    cin

    eminente

    del bautisrno

    de

    Juan

    (cf

    . Ez

    36,25), entendido

    este ltimo

    como

    testimonio

    de

    la fe

    en

    el

    Mesas

    venidero.

    El

    bautismo

    cristiano

    v-

    lido acontece

    por

    ablucin

    (que

    pue-

    de

    suceder

    como infusin,

    inmersin

    o aspersin)

    con

    agua

    natural,

    expli-

    cando

    a

    la

    vez

    de

    palabra

    Ia

    accin

    bautismal

    ()

    e

    invocando

    a la

    Santsima Trinidarl

    ().

    Y

    todo

    esto

    con la

    -)intencin de

    hacer

    lo mismcr

    que

    quiere

    hacer la

    Iglesia

    en

    la

    administracin

    del bautismo.

    El

    bau-

    tismo

    puede

    recibirlo

    todo

    el

    clLrc

    1

    64

    6lr

  • 7/24/2019 Diccionario teolgico B-C

    2/22

    -

    Bautismo

    no

    est bautizado, inciuso

    el nio

    que

    no

    ha

    llegado

    al

    uso de

    razn

    (aunque

    para

    el

    bautismo de

    un

    nio

    de

    padres

    acatlicos o apstatas

    han

    de

    cumplirse

    determinadas

    condicio-

    nes,

    puesto

    que

    el nio

    ha de

    ser

    incorporado

    a la

    Iglesia).

    Cf.

    '->bau-

    tismo

    de los

    nios.

    Bautismo

    de

    deseo es

    un

    concepto

    teolgico,

    que

    tiene su origen

    en el

    problema

    siguiente.

    Supongamos

    un

    hombre

    que

    no

    pefienece

    en sentido

    pleno

    a la

    -)Iglesia

    dispensadora

    de los

    sacramentos, ni

    a

    su

    mbito

    perceptible y

    oflcial; un hombre

    que

    adems

    no cree explcitamente

    en

    ->Jesucristo

    ni

    ha

    recibido

    el

    sacra-

    mento

    del

    -)bautismo:

    es

    posible

    que

    este

    hombre encuentre

    la

    -)sal-

    vacin? Por una

    parte,

    habria

    que

    responder

    afirmativamente

    a

    esta

    pre-

    gunta, dada

    la

    voluntad

    salvfica

    uni-

    versal de Dios

    (->salvfica

    [voluntad

    de Diosl

    y

    teniendo en cuenta

    que

    el

    evangelio

    hoy como

    ayer

    no

    llega

    a todos,

    ni

    a todos de Ia

    misma

    ma-

    nera.

    Por

    otra

    parte,

    la

    respuesta

    no

    puede

    atentar

    contra

    Ia doctrina

    de

    la

    necesidad,

    en orden

    a la

    sal-

    vacin

    (->salvacin

    [necesidad

    en

    or-

    den

    a

    Ia]),

    de

    la ->pertenencia

    a la

    Iglesia

    (cf.

    tambin

    -)cxtra

    ecclesam

    nulla

    solus).

    La

    Iglesia,

    desde la

    edad

    media,

    ensea

    que

    la

    necesidad de

    la

    recep-

    cin del

    sacramento

    (del

    bautismo)

    puede

    ser reemplazada

    por

    el

    ->ua-

    tum sdcramenfi, o deseo de

    recibir

    el

    sacramento.

    Analgicamente, tambin

    la necesidad de

    la

    pe.rtenencia

    a la

    Iglesia

    puede

    quedar

    sustituida

    por

    el

    votum

    ecclesae, o deseo

    de

    perte-

    necer

    a

    la verdadera Iglesia de Je-

    ss

    (Dz

    3818

    413 796 847 898 1032

    ll;

    CIC

    can.73l

    1). En 1'949,

    el

    Santo

    Oficio declaaba

    que,

    si

    se

    dan

    fe

    y

    caridad, este deseo

    no

    nece-

    sita ser explcito,

    bastando

    el deseo

    implcito

    (NRs

    398g). La funcin

    61

    de Ia

    Iglesia en

    la historia

    de

    la

    salvacin

    no sufre ningn

    menoscabo

    a

    causa

    de esta doctrina,

    ya que

    in-

    cluso

    la

    gracia

    libremente dada

    por

    Dios

    fuera

    de

    la Iglesia

    y

    de

    los

    sacramentos

    es

    gracia

    del

    -+sacra-

    mento

    originario,

    Jesucristo,

    es decir,

    viene dada

    en

    El

    y por

    El;

    y

    es

    tambin gracia de

    la

    Iglesia,

    pues

    la

    Iglesia

    es

    signo

    de

    Ia

    presencia

    en

    el

    mundo

    de Ia

    gracia

    escatolgica-

    mente

    victoriosa.

    El contenido

    de

    este concepto

    de

    bautismo

    de deseo

    se hace

    realidad

    en el

    que

    vive

    con-

    forme

    a

    su

    -+ionciencia,

    puesto

    que

    cumple

    la voluntad

    de

    Dios. Con

    respecto

    al modo en

    que

    tal

    hombre

    puede

    cumplir las condiciones de fe

    y

    amor

    requeridas,

    cf.

    '-+Jesucristo.

    En

    la

    historia de

    la salvacin

    hay

    que

    entender

    el bautismo de deseo a

    manera

    de

    -+punto

    de

    partida,

    que

    impulsa hacia

    la

    consumacin

    en

    la

    plena

    pertenencia

    a

    Ia

    Iglesia

    y

    en

    la

    recepcin

    del

    bautisrno,

    pero

    que,

    como es

    propio

    de todo

    autntico

    comienzo,

    si

    se da

    un

    imredimento

    concreto

    en orden

    a este

    desenvolvi-

    miento

    pleno,

    implica

    en

    s mismo

    el

    todo,

    o

    sea

    la

    salvacin. Con

    res-

    pecto

    al

    problema

    especial

    que,

    en

    este sentido,

    representan

    los nios

    que

    mueren sin bautismo, cf.

    ->limbo.

    Bautisno

    de

    los herejes.

    Esta ex-

    presin

    no se

    refiere al

    -)bautismo

    administrado

    por

    una

    persona

    no

    catlica, sino que

    es

    un trmino

    tc..

    nico de

    la

    histoia

    de

    la Iglesia

    con

    el

    que

    se designa

    el siguiente

    pro-

    blema teolgico,

    planteado

    en el s.

    ur.'

    si los

    convertidos

    procedentes

    de

    una

    comunidad

    hertica han de ser

    bautizados al convertirse, caso de

    que

    antes

    hubieran sido

    bautizados

    por

    un hereje; o

    si

    basta

    la

    prctica

    de

    la

    readmisin

    acostumbrada

    con

    los

    catlicos

    apostatas,

    es

    decir,

    la

    penitencia

    eclesistica

    (-.>penitencia

    [sacramento

    de

    la]). La

    Iglesia

    afri-

    cana,

    incluyendo a

    telogos

    tan

    im-

    portantes

    como Tertuliano

    y

    el obis-

    po

    Cipriano de Cartago,

    defenda

    y practicaba

    un

    segundo

    bautismo,

    tal

    como tambin

    lo

    hacan

    muchas

    Iglesias orientales.

    Las

    Iglesias

    roma-

    na

    y

    alejandrina

    renunciaron

    a

    1;

    de tal

    manera

    que

    en

    el

    ao 256 se

    lleg a

    una escisin entre ambos

    par-

    tidos

    (controversia

    de

    los

    rebautizan-

    tes)

    que,

    aunque

    no fue

    eliminada

    de

    un

    modo ocial,

    qued paulatina-

    mente

    borrada. Diversos

    sinodos se

    ocuparon do

    este

    problema,

    deci-

    diendo

    que

    habran

    de

    ser rebautiza-

    dos

    los

    que

    hubieran recibido

    el

    primer

    bautismo

    con una

    frmula

    que

    no contuviera

    la confesin de

    la

    Santisima

    Trinidad

    (Dz

    53

    55

    56).

    sta ha

    seguido

    siendo

    hasta

    hoy

    la actitud de

    la

    Iglesia

    catlica

    (Dz

    430

    860).

    Con

    ello se

    expresa, en

    un

    caso paradigmtico,

    que

    la

    fe

    verdadera

    en

    un

    Dios

    trino es

    tam-

    bin

    posible

    en

    la

    -+herejia,

    y

    el

    bautismo

    queda

    vlidamente

    admi-

    nistrado

    si en

    su

    frmula se testifica

    objetivamente

    esa Ie;

    como

    tambin

    se

    pone

    en claro

    que

    la

    validez del

    bautismo,

    como

    Ia

    de

    otros

    sacra-

    mentos,

    no depende

    de

    Ia

    del

    que

    lo

    administra

    o

    1o recibe

    (cf.

    adems

    -+sacramento,

    -)opus

    operatum).

    Baufismo

    de los

    nios,

    Segn la

    doctrina

    explcita

    de

    Ia

    Iglesia,

    el

    -+bautismo es

    eI

    sacramento

    de

    la

    incorporacin

    del hombre

    a

    la

    Igle-

    sia. De

    acuerdo

    con

    las

    palabras

    de

    la Escritura,

    esta

    incorporacin

    en

    el

    bautismo supone

    la

    profesin

    de

    la fe

    de

    la

    Iglesia.

    De

    aqu se deriva

    un

    problema,

    puesto

    de nuevo

    sobre

    el

    tapete

    en la

    teologa

    protestante

    desde

    el fin

    de

    Ia

    guerra,

    a causa

    de

    la

    decidida

    posicin

    negativa

    de

    K.

    Barth

    contra el

    bautismo

    de los

    nios,

    y

    abordado

    por

    la teologa

    catlica:

    si

    pueden

    ser

    bautizados

    69

    Bautisnro

    dc

    los

    nil-s

    nios

    que

    todava

    no estn capaci-

    tados

    para

    la

    profesin

    de

    esa fe.

    Ya en 1521 el magisterio

    eclesistico

    defini

    en

    el

    concilio

    de Trento con-

    tra

    los mal llamados

    (que

    rechazaban

    el

    bautismo de

    los

    nios

    y

    exigan

    un

    bautismo

    de

    adultos

    con una

    conversin

    previa)

    que los

    nios

    bautizados

    son

    ver-

    daderamente creyentee

    y

    que para

    ser vlido el bautismo

    no necesita

    ser

    ratificado al llegar

    al

    uso

    de

    razn

    (Dz

    868-870).

    Dicha doctrina

    se

    apoya en Ia

    prctica,

    testificada

    como

    apostlica

    ya

    en

    la

    Escritura,

    de bautizar

    una

  • 7/24/2019 Diccionario teolgico B-C

    3/22

    Bayanismo

    ctrya

    educacin cristiana

    nc se fiene

    garanta

    alguna.

    Bayanisrno,

    nombre

    que

    recibe

    1a

    doctrina del telogo

    M.

    Bayo

    (1513-

    1589),

    pocedente

    de

    la

    escuela agus-

    tiniana,

    segfrn el

    cual Dios no

    poda

    negar al hombre

    los

    dones

    del

    ->es-

    tado

    original;

    en

    vitud

    del

    pecado

    original, este

    orden

    queda

    radical-

    mente

    trastornado:

    el

    hombre cado,

    sin

    gracia, peca

    necesariamente

    en

    lodo

    lo

    que

    hace,

    incluso

    cuando

    aspira a

    la virtud

    por

    s misma. Por

    lo

    tanto,

    slo tiene

    libertad

    para

    ele-

    gir

    entre valores indiferentes;

    hasta

    la

    -+concupiscencia

    involuntaria

    es

    pecado.

    Al

    justificado

    se

    le

    condona

    el castigo

    merecido

    por

    ello.

    En 1567

    fueron

    condenadas

    79

    proposiciones

    de los escritos

    de

    Bayo

    (Dz

    1001-

    1080),

    para poner fin

    a

    la

    discusin

    iniciada,

    sin

    decidir

    si

    algunas

    de

    ellas se

    pueden

    entender crtodoxa-

    mente,

    Dcatitud

    designa la

    totalidad de

    la

    consumacin

    definitiva

    del

    hombre

    entero,

    engraciado, en el

    orden so-

    brenatural.

    Es

    decir,

    -+visin

    de

    Dios,

    -+resurreccin

    de

    la

    carne,

    definitiva

    -->basilea

    de

    Dios

    (-+cie-

    lo) en

    la

    ->comunin

    de los santos

    consumada

    (-+escatologa).

    En

    lti-

    mo

    trmino,

    se

    piensa

    esto

    mismo

    en

    las

    bienaventuranzas

    del

    -+ser-

    mrin de

    la

    montaa,

    si

    bien

    en

    l

    todava

    no

    aparece

    claro

    el

    conte-

    nido exacto de

    ,

    tle

    ser

    aceptado

    por

    el

    Dios

    que

    salva.

    Belleza

    es, segn

    Toms

    de Aquino,

    el resplandor

    de la

    -)forma;

    una

    propiedad

    esencial del

    -iser,

    in-

    mediata

    y

    necesaria,

    perfectiva

    de

    todas las

    dems.

    Propiedad

    que

    fc-

    ticamente es

    inseparable de la

    -+con-

    templacin,

    en

    la

    que

    el hombre

    descansa

    complacido,

    ms

    all

    de

    su

    deseo;

    pero

    qlle

    es tambin inse-

    '11

    parable

    de la

    -+esperanza,

    puesto

    que

    Io

    bello

    (tal

    vez con

    frecuencia

    inconscientemente) se ama

    por

    nece-

    sidad en su relacin

    con lo infinito,

    que

    est

    presente

    en

    todo lo bello,

    iomo causa ejemplar

    y promesa.

    Todo ente

    es

    bello en

    sentido

    origi-

    naio.

    La

    belleza

    crece

    en

    razn

    directa de

    la

    vida.

    En

    lo anorgnico

    aparece

    ms

    o

    rnenos

    como

    simetria,

    rroporcin,

    ar-

    monia o en

    cuanto funcional; en lo

    orgnico,

    como vitalidad

    y

    ritmo;

    en su

    grado

    supremo es

    propia

    del

    ser absolutamente bello,

    Dios.

    Si la

    teologa

    actual,

    fuera

    de

    algunas

    excepciones,

    como H.U. v. Baltha-

    sar,

    no

    presta ya

    atencin

    alguna

    a

    la

    belleza,

    en contraste

    con su tra-

    dicin

    (desde

    Plotino, San Agustin,

    Pseudo-Dionisio,

    San

    Buenaventura),

    con todo,

    lo

    bello

    est todava

    de

    alguna manera

    presente

    en

    la

    litur-

    gia

    y

    en

    el

    arte

    sacto.

    Algunos

    pun-

    tos de

    partida

    para

    una teologa

    de

    la

    belleza se encuentran

    sobre todo

    q

    l

    )mistica

    nupcial

    (Cantar

    de

    los

    cantares.

    en

    el

    AT),

    y,

    desde

    ah. tambin

    en

    la

    eclesiologia.

    Los

    ->pratumbultt

    f

    ldei

    podrian

    tambin

    revelacin

    como totalidad.

    Ciertamente,

    no

    puede

    darse

    una ac-

    titud cristiana

    meramente

    esttica

    (Kierkegaard),

    puesto

    que

    lo bello

    puro

    slo reside

    en

    Ia

    ->salvacin

    futura; mas,

    para

    el

    creyente, la

    bel\eza

    es

    por

    Io

    menos

    Ia

    esencia

    secreta del

    mundo,

    en

    cuyo

    corazn

    (Mt

    12, 40) no est el

    siervo de Dios

    sin

    forma ni

    belleza

    (Is

    53,

    2),

    sino

    la

    -)doxa

    divina

    en

    rirtud

    del

    su-

    frimiento del siervo de Dios.

    Bendicin. En cuanto

    que

    todo lo

    bueno existe

    por

    la

    palabra

    creadora

    de

    Dios

    (-+creacin, Jconservacin

    del mundo), el cristiano

    reconoce

    to-

    do

    lo

    bueno

    que

    encuentra

    en

    su

    camino como

    ,

    concre-

    tumcntc

    dcl Dios

    que

    bendice

    (Gen

    I,

    22.

    28). EI deseo

    impetrativo

    de

    csa bendicin

    de

    Dios,

    manifestado

    cn

    la

    oracin

    del

    hombre

    o

    de la

    Iglesia, se llama

    tambin bendicin

    (con

    frecuencia

    sc

    realiza

    en una

    determinada

    forma litrgica:

    -+sa-

    cramentales).

    Ya

    el AT

    conoce tales

    lendiciones

    pronunciadas

    por

    los

    pa-

    triarcas,

    padres

    de

    familia, reyes,

    sacerdotes

    en

    el

    culto, etc.

    Tambin

    cl

    NT

    las

    conoce;

    as

    Cristo,

    los

    apstoles,

    etc.,

    bendicen

    no

    raras

    r.eces.

    Pueden

    pronunciarse

    tambin

    cou ocasin de

    tomar a su

    servicio

    runa

    cosa

    por parte

    del

    propietario

    (-)consagracin

    de

    cosas)

    o

    en

    Ia

    tl'ansmisin de

    un

    cargo.

    Biblica

    (crilica).

    Se

    llama

    crtica

    iiblica

    a

    la investigacin cientfica

    de

    la

    Biblia

    con ayuda de los mto-

    dos

    histrico-criticos,

    y

    valindose

    de

    las ciencias

    profanas,

    sobre todo,

    de

    la

    historia,

    arqueologia

    y

    filologa..

    Si es

    inaceptable la

    citica liberal

    de

    Ia Biblia,

    que

    estudia

    sta a

    base

    de

    un

    a

    priori

    histrico

    y

    losfico

    del todo inadecuado,

    en cambio

    hay

    que

    considerar

    como necesaria

    una

    crtica

    bblica

    que

    est

    objetivamen-

    te

    justificada.

    Semejante

    crtica

    pue-

    de contribuir

    no poco

    a

    la aclara-

    cin

    de

    problemas

    hasta ahora

    no

    lesueltos.

    Como crtica textual, ha

    hecho

    notables

    progresos

    en

    Io

    que

    :rtae

    a la

    reconstr.rccin

    del

    texto

    trrmitivo.

    Como crtca

    literaria

    in-

    vestiga

    la

    poca,

    el autor,

    caracters-

    ticas

    literarias

    y

    objetivo teolgico

    dc

    cada

    uno de

    los libros biblicos

    (cl'. -+gneros

    litcrarios).

    Itrabiendo

    t'omenzado

    la

    critica

    bblica

    en

    su

    I'orma

    liberal

    y

    racionalista

    (s.

    xvtt-

    rrx).

    la

    actitud

    del magisterio cat-

    lico

    frente

    a

    ella

    lue ms bien de

    roscrva-,

    y

    la

    de

    los

    telogos

    adversa.

    I)cnr,

    a

    partir

    de la encclica

    de

    I'o xrt

    (1943),

    la

    Iglesia nrisma

    quie-

    rc

    y

    exige

    (Dz

    1192ss

    2302

    2329)

    l1)

    Bihlica

    (lcokgirr)

    una

    cliiica bihlica

    olr.jctir.itmcnt,'

    itr\-

    tificada,

    que no

    se

    enlrentc

    llcutral-

    mentc, de manera

    pseudocicntifica.

    al

    factwn

    teolgico

    que

    represcntx

    la

    -+Sagada

    Escritura

    como

    tota-

    lidad.

    Biblica

    (teotogla).

    Como

    ciencia

    rc-

    lativamente autnoma,

    Ia

    teologa

    bblica representa

    una necesidad

    en

    la tcologa

    catlica

    contempornea;

    no

    slo desde

    el

    punto

    de

    vista

    de

    una distribucin

    cientca

    de

    la

    teo-

    loga.

    sino

    tambin

    por

    la

    importan-

    ci de

    la cosa

    en s,

    por

    la

    posicin

    peculiar

    e

    irrepetible

    de

    la

    -rSagra-

    da Escritura.

    Es

    verdad

    que

    1a

    *>dog-

    mtica

    catlica debe tambin

    ocupar-

    se de

    proposiciones

    de fe

    obligatorias

    que

    no se

    identiflcan

    inmediatamenie

    y sin

    ms con

    las

    afirrnaciones

    de

    Ia Escriturr:

    est,

    en efecto, regulada

    por

    el

    --+magisterio,

    una

    de

    sus

    fuentes

    y

    normas

    es

    la

    -+tradicin,

    y existe

    una

    verdadera evolucin

    de los

    dogmas

    (-)dogmas

    [evolu-

    cin

    de

    los]).

    Mas,

    con todo eso.

    la Escritura no

    es

    una

    fuente

    del

    conocimiento dogmtico

    sencillamen-

    te

    equiparable

    a

    las dems.

    Estrictarnente,

    en

    cuanto

    exgesis

    teolgica,

    y

    no en

    cuanto

    exge-

    sis

    histririca

    o

    filolgica,

    tambin

    la

    teologa bblica,.

    lo

    mismo

    que

    el

    resto

    de

    la dogmtica,

    tiene

    que

    considerar

    a

    la

    Escritura

    en

    la Igle-

    sia bajo

    la

    norma

    (

  • 7/24/2019 Diccionario teolgico B-C

    4/22

    Biblica

    (teologia)

    Iglesia.

    Dicha

    concretez

    se

    da en

    la

    Escritura

    y

    slo en

    ella,

    puesto

    que

    la

    tradcitin, en

    su

    estado

    pura-

    mente objetivo, independientemente

    de

    la

    funcin diacrtica

    del

    magiste-

    rio,

    no ofrece ninguna

    garanta

    de

    pureza

    en lo tocante

    a

    sus

    ingre-

    dientes

    puramente

    humanos.

    Pues la

    distincin entre tradicin

    humana

    y

    divina

    por

    un

    recurso a

    la tradicin,

    es

    un

    acto

    propio

    del

    magisterio

    mismo

    que

    recurre,

    y

    as

    supone

    ya

    la diferencia entre

    la

    norma

    mate-

    rial

    y

    lo normado. En

    esta

    medida,

    a

    pesar

    de

    la

    persistencia

    de una

    tra-

    dicin divino-apostlica, la Escri-

    tura

    es fuente

    y

    norma

    cualificadas

    y

    singulares de

    ia

    declaracin actual

    de

    la fc

    por

    parte

    de

    la

    Iglesia;

    y,

    por

    1o

    tanto, tambin

    de

    la

    dogm-

    tica,

    que

    viene

    normada

    por

    aqulla

    a

    la

    vez

    que

    la

    prepara

    trabajando

    a

    su

    servicio

    (Dz

    1942).

    De aqu

    que,

    si

    toda

    Ia

    dogmtica

    escucha,

    en

    y

    con la Iglesia

    jerr-

    quica,

    la

    palabra

    de Dios

    revelada

    en la Escritura, cosa

    que

    tambin

    tiene

    que

    hacer

    la Iglesia

    oficial

    para

    hablar

    acertadamente,

    entonces

    ocu-

    rre un hecho

    que

    de otra manera

    no acontecera. Asi,

    y

    slo

    as" es

    la dogmtica algo

    dirigido

    y

    no diri-

    gente,

    oyente

    y

    no

    dictaminante,

    co-

    mo ocurre

    con sus

    dems

    funciones

    de carcter

    histrico>>

    y

    . El

    punto

    de

    partida

    puro

    del

    kerigma de

    la

    fe,

    que

    sigue

    presente

    en

    la

    Escritura, sigue

    siendo todava

    1o siempre

    nrs

    grande y

    amplio, lo

    que posibilita

    y

    domina

    una

    y

    otra

    vez el

    progreso.

    Y esto a

    pesar

    de

    ser

    -+punto

    de

    partida.

    En

    la vuelta

    a

    1"

    no

    en una

    compilacin

    de

    pa-

    sajes

    demostrativos, consiste

    Ia

    teo-

    loga

    bblica.

    Bien

    (lo

    bueno,

    la

    bondad)

    es en

    primer

    trmino

    una

    propiedad

    tras-

    cendenlal del

    ente

    en

    general y

    de-

    signa

    lo

    que

    conviene

    a la

    forma

    de

    un ente,

    orientada a

    un fin

    (y

    de-

    bido

    a esa conveniencia es

    apeteci-

    do).

    Dentro de ese concepto de bien

    entra en

    primer

    lugar el

    ente en si:

    en

    cuanto

    que

    apeteciendo

    se

    pone

    en su realizacin o actualidad esen-

    cial,

    es

    nticamente

    bueno

    para

    si

    (bonum

    sb). En

    ese

    concepto entra

    tambin ulteriormente

    todo

    lo

    que

    ayuda a dicha

    realizacin

    esencial

    (bonum

    alter).

    S un

    ente

    viene

    dado

    a

    si mismo en orden

    a

    la autorreali-

    zacin

    libre

    (+libertad)

    en

    el

    hori-

    zonte

    del

    -)ser

    absoluto,

    la bondad

    ntica de

    dicho

    ente es lo

    ontolgi

    camente bueno,

    es decir,

    un

    bien

    moral objetivo

    (bonum

    honestum),

    y

    en

    cuanto

    que

    ene

    dado

    en el

    horizonte

    del

    ser absoluto, es

    un

    absoluto:

    puesto

    que, y

    en

    cuanto

    que,

    un

    ente

    (bien)

    entra

    dentro de

    la

    finalidad

    necesariamen-

    te implantada

    con

    la

    esencia del

    hom-

    bre;

    puesto

    que el

    hombre

    en auto-

    posesin

    consciente

    y

    libre

    se encuen-

    tra

    ante

    Dios

    ,

    es

    decir,

    no

    como

    medio

    referido a

    otro,

    por

    todo

    ello,

    corresponde a

    to-

    do

    ente

    una validez

    absoluta,

    un

    tener

    que, que

    no

    anula la

    libertad,

    sino

    que

    la

    presupone y

    la llama

    a

    una

    decisin determinada en cuanto

    al

    contenido.

    Por

    tanto, valor moral

    objetivo

    es

    primariamente

    la

    -.>per-

    sona

    espiritual

    (Dios y

    hornbre); se-

    cundariamente,

    todo

    lo

    dems,

    en

    cuanto

    que

    de alguna manera

    puede

    ser

    til

    al valor

    moral

    objetivo

    pri-

    mario, en orden a

    la

    aflrmacin recta

    de

    su

    autodaticidad, objetividad, o

    tambin en

    orden

    a

    su

    actualizacin

    o reconocimiento. El

    ->acto

    espi-

    ritual

    libre,

    que

    se refiere

    a

    tal bon-

    dad moral

    objetiva

    asistindola

    en

    reconocimiento

    y

    realizacin,

    es sub-

    jetivamente

    bueno

    (bonum

    morale),

    C

    Calcedonia,

    ciudad

    del Asia

    Me-

    nor,

    en la

    que

    tuvo

    lugar

    el cuarto

    concilio

    ecumnico,

    desde

    el 8

    de

    octubre

    hasta

    el

    1.o

    de noviembre

    del

    ao

    451,

    siendo

    PaPa

    Len

    I.

    En

    l se formul

    el

    dogma

    cristo-

    lgico

    (-)Jesucristo)

    siguiente:

    Je-

    sucristo,

    -+Logos

    de

    Dios

    hecho

    hombre,

    es una

    personu

    g

    dss

    -+na'

    turalezas

    que

    se

    dan

    en

    esa

    Persona

    de

    manera

    inconfusa,

    inmutable,

    in-

    divisa e inseparable

    (Dz

    148).

    Esta

    doctrina se

    defini

    en contra

    del

    -+nestorianismo (dos

    personas

    en

    Cristo;

    cf.

    ->feso)

    y

    en

    contra

    de

    la

    teora de

    Eutiques

    (las

    dos

    natu-

    ralezas

    se

    confundian

    en Cristo

    for-

    mando

    una sola:

    estricto

    -Jmonofl-

    sismo).

    Len,

    cuyos

    Iegados

    Presi

    dieron

    el concilio,

    lo

    ratific

    Por

    entero, a

    excepcin

    del

    canon

    28,

    en

    el

    que

    se

    reconocia

    la igualdad

    de

    prerrogativas entre

    Roma

    y

    Cons-

    tantinopla,

    aunque

    ocupando

    sta

    el

    segundo

    puesto

    (Y

    dejando

    de lado

    a

    Antioquia

    y

    Aleiandra).

    Catrificaciones

    (censuras

    teolgicas)

    son

    juicios

    fomulados

    por

    los telo-

    8os

    o

    en

    ciertas

    circunstancias

    por

    el magislerio,

    accrca

    de

    proposiciones

    doctrinales

    (verdaderas

    o

    falsas),

    para

    eslabtrecer

    grado

    de

    seguridad

    con

    que

    se

    puede

    reconocer

    su concor-

    dancia

    o

    contradiccin

    con

    1a doctrina

    de

    la revelacin

    divina.

    Esas califi-

    caciones se expresan

    en frmulas

    concisas

    ya

    acuadas.

    Sin

    embargo,

    no existe

    un

    sistema

    obligatorio

    de

    calificaciones,

    No

    siempre

    ni

    en to-

    das

    partes

    se entienden

    de

    la

    misma

    manera.

    Segn

    que

    la

    ProPosicin

    77

    por

    calificar

    haya

    de

    designarse

    como

    verdadera o

    como falsa,

    se

    dan cali'

    ficaciones

    positivas o negativas;

    estas

    ltimas

    reciben

    El

    nombre

    de

    censu-

    ras.

    Aqu

    citaremos

    slo las

    ms

    importantes.

    Una

    proposicin

    es

  • 7/24/2019 Diccionario teolgico B-C

    5/22

    Clificaciones

    (ccnsuras

    teolgicas)

    tclogos,

    la

    negaci(rn de

    una

    verdad

    de

    fe

    o,

    por

    lo

    menos,

    una amenaza

    indirecta

    a

    semejante verdad;

    as

    suelen ser conclusiones

    teolgicas

    de

    diversos

    gneros.

    Se

    le opone:

    pro-

    posicin

    teolgicamente

    falsa

    o

    teme-

    rIria, error teolgico.

    Otras

    calificaciones

    de

    menor im-

    portancia

    se

    entienden

    por

    s mismas.

    Doctrina

    comn entre los

    telogos,

    opinin

    probable,

    opinin

    ,

    opinin

    tolerada, opinin

    que

    hiere

    Ia

    sensibilidad

    religiosa, opinin in-

    sidiosa,

    provocadora

    de

    escndalo,

    etctera.

    EI

    sentido

    ltimo

    de

    estas

    caiificaciones

    es tanto

    la

    proteccin

    de

    la

    fe

    como

    el

    evitar la confusin

    entre

    la

    verdadera

    revelacin

    divina

    y

    las opiniones

    teolgicas.

    Camino,

    Al

    hombre,

    >

    por

    su misma

    constitucin,

    se

    Ie

    impone

    y

    se

    le

    exige una

    evo-

    lucin religiosa

    orientada en

    un

    de-

    terminado

    sentido;

    por

    tanto,

    pueden

    expresarse con la

    imagen del

    camino

    (cf.

    Act

    9,

    2)

    la

    posibilidad y

    la

    tarea

    de

    esa

    evolucin

    que,

    susten-

    tada

    por

    la

    -+gracia

    de Dios, lleva

    al

    cristiano hacia

    su consumacin

    definitiva

    en

    la

    -)visin

    de

    Dios

    (->cielo,

    ->beatitud).

    Necesidad,

    evo-

    lucin,

    finalidad

    del

    modo de

    vida,

    de la

    conducta,

    quedan

    as expresa-

    das

    en

    la metfora

    del camino. En

    cuanto

    que

    toda

    forma de vida

    puede

    concebirse como

    ,

    como

    conducta

    vital,

    puede hablarse

    de

    dos ,

    el

    bueno

    y

    el

    malo,

    el

    estrecho

    y

    el ancho

    (Mt

    7,

    13).

    En cuanto

    que

    para

    los

    cristianos,

    en

    su

    scguimiento de

    Cristo

    (-+imi-

    tacin de Cristo),

    Crislo

    mismo

    es

    el

    fundamento,

    la

    fuerza

    y

    Ia meta

    de su vida,

    es

    El el camino

    por

    anto-

    nomasia

    (Ioh

    14,

    6).

    Canon

    (de

    origen semita

    :

    caa,

    medida,

    patrn).

    Como

    tmino

    tc-

    nico

    teolgico,

    designa la

    recopila-

    i']

    cin

    en

    Ia

    Sagrada

    Escritura

    de

    los

    li-

    bros

    a

    los

    que

    corresponde

    la

    --;ins-

    piracin y

    que

    son norma de

    la

    Ie.

    l. Dal'os

    pctsiivos.

    Esta recopila-

    cin

    tuvo lugar

    por

    etapas.

    La

    -+ley

    (:

    Torah,

    Pentateuco) aparece

    ya

    en

    la

    promulgacin

    de

    Esdras

    (proba-

    blemento del

    ao

    398

    a.C.) como

    nor-

    ma

    de

    la fe para

    Israel. Los libros

    profticos

    alcanzan

    este

    rango

    en

    el

    siglo

    rr a.C. El canon

    actual

    del AT,

    incluidas las

    ,

    tan

    altamente

    apreciadas

    incluso

    en el

    NT, aparece

    ya

    con

    seguridad en

    un

    snodo

    judo

    tenido

    en

    Jabne

    el ao

    100

    d.C., aunque

    no

    se

    puede

    probar

    Ia inclusin, en

    sentido

    estricto, de

    algunos

    libos

    en

    el

    canon

    judt'r

    (Tob,

    Iudith,

    Mac.

    Sap,

    Ecci, tsar

    y

    las

    partes

    griegas

    de Esther

    y

    Dan),

    aunque s

    es seguro

    que

    eran muy

    considerados.

    A

    partir

    de

    Sixto de

    Siena

    (t

    1569)

    reciben

    estos

    libros

    el

    poco

    afortunado

    nombre

    de .

    La validez

    normativa

    se deduce,

    de

    manera meramente

    his-

    trica,

    de

    las

    citas

    de

    dichos

    libros.

    De

    este modo

    se

    justifican

    los

    cornien-

    zos

    del

    canon

    neotestamentario

    por

    las

    citas

    que

    se

    encuentran

    en los

    primeros

    padres

    de la

    Iglesia

    y

    auto-

    res eclesisticos

    de

    la

    primera

    mitad

    del s. ll. El

    primer

    catIogo

    oriodoxo

    del

    NT es el

    llamado

    canon dc Mu-

    ratori, en

    el

    que

    ialtan,

    sin

    embargo,

    cinco epstolas

    apostlicas

    del

    canon

    actual.

    Tal

    catlogo

    es

    de

    proceclen-

    cia

    italiana

    y

    data

    de

    la

    segunda

    mitad

    del s. rr.

    Con

    respecto

    a

    [a

    per-

    tenencia

    de

    algunos libros

    particu-

    lares al canon

    neotestamentrio.

    se

    estuvo

    fluctuando durante

    nrucho

    tiempo;

    en

    el occidente,

    hasta los

    aos 380/390

    d.C.;

    en

    oriente.

    hasta

    el s. vtt,

    por

    lo

    menos en 1o

    tocante

    a1 Apoc.

    El primer

    canon

    completo

    del NT lo

    ofrece

    Atanasio

    de

    Ale-

    jandra,

    el

    ao

    367

    d.C.

    De

    n:lnera

    anloga

    al

    AT.

    se

    distinguen

    tem-

    bin

    en

    el NT

    libros

    muy

    aprea-

    dos,

    pero

    cuya

    canonicidad

    ha sido

    discutida,

    llamados

    (Hebr,

    lac,

    2

    Petr,2

    Ioh,

    3

    Ioh,

    luda

    y

    Apoc).

    La

    necesidad

    de

    que

    el magisterio

    definiera

    el

    canon

    se

    origin

    con

    las

    dudas

    que

    los

    refor-

    madores

    protestantes

    y

    tambin

    algu-

    ros

    catlicos (Erasmo

    de

    Rotterdam)

    expresaron

    sobre

    la

    canocidad

    de

    algunos

    libros

    de la

    Biblia,

    o sobre

    su

    carcter

    autoritativo.

    Esto

    lo llev

    a cabo

    el

    concilio

    de

    Trento

    (1546),

    al

    exigir

    el mismo

    respeto

    Para

    los

    45

    libros

    veterotestamentarios

    y

    los

    27

    del

    NT,

    en

    virtud

    de

    que

    Dios

    es

    el autor

    de todos

    ellos

    (Dz

    783

    ss;

    cf. Dz

    1809).

    II.

    Teologa.

    Todas

    las acciones

    salvcas de

    Dios

    nos son

    conocidas

    por

    la

    revelacin

    divina,

    autntica-

    mente

    proclamada

    e

    interpretada

    por

    el

    magisterio eclesistico;

    tambin

    co-

    nocemos

    as

    el

    que

    Dios

    sea

    el

    autor

    de la

    -+Sagrada

    Escritura

    Por

    me-

    dio de

    la

    -+inspiracin.

    Que

    los libros

    de la

    Escritura

    estn

    insPirados

    Y,

    por

    tanto,

    son

    cannicos,

    1o

    sabemos

    inmediatamente

    por

    las

    declaraciones

    del

    magisterio,

    que

    da

    Ie

    de

    Ia reve-

    lacin

    divina

    como

    fuente

    originaria

    de

    este saber.

    En

    este sentido,

    la

    lglesia

    se

    ha

    atibuido

    siempre

    el

    de-

    recho

    de

    definir

    el

    canon,

    en

    cuanto

    que

    seal

    algunos

    -+apcrifos como

    tales

    y

    emiti

    juicios

    aclaratorios

    acer-

    ca del

    canon.

    La

    distincin

    entre

    iibros

    deuterocannicos

    y

    protoca-

    nnicos

    (estos

    riltimos

    indiscutidos)

    es, de

    hecho,

    primariarnente

    una

    cuestin

    de

    la

    certeza

    de

    la Iglesia

    sobre

    Ia inspiracin

    de

    Ios

    respecti-

    vos escritos

    Y

    no

    desemPea

    PaPel

    alguno

    en

    las

    decisiones

    dei

    magiste-

    io acerca

    de

    Ia extensin

    del canon.

    Lo

    mismo

    puede

    decirse

    de

    la

    cues-

    tin acerca

    de

    la

    canonicidad

    de cier-

    tos

    breves textos

    existentes

    en el cor-

    pus

    transmitido

    de

    la Escritura.

    El

    8l

    (lllotr

    problema dogmtico

    (y

    tle

    histolia

    rle

    I

    doema)

    en

    torno

    al

    canon

    cu(lsl\(c

    ".r-.ua,

    cmo

    ha de

    entendersc

    llt

    revelacin

    acerca

    del carcter

    ins-

    oirado

    v

    de

    la canonicidad,

    Y

    cmtr

    ila de

    entenderse

    tambin

    el conoci-

    miento

    de

    esa

    revelacin

    (apostlica)

    por

    parte

    de

    la

    lglesia,

    Para

    que

    este

    oble

    hecho

    aparezca

    como

    his-

    tricament

    verosmil

    y

    sobre

    todo

    compatible

    con

    la

    formacin

    lenta

    y

    fluctuante

    del

    canon.

    Pues,

    Por

    una

    parte,

    Ia

    rvelacin-

    tuvo

    que

    quedar

    cerrada

    con

    la

    primeta

    generaclon'

    ,

    de

    tal

    manera

    que la Iglesia

    puede 1le-

    gar

    a

    una

    mayor

    claridad

    con

    respec-

    io

    u

    ,ru

    revelacin,

    Pero

    no

    recibir

    una

    nueva; Y,

    Por

    otra,

    la Iglesia

    ha

    fluctuado

    en

    muchas

    cuestiones

    de

    la

    constitucin

    del

    canon

    durante

    larso

    tiempo,

    hasta

    llegar

    a

    su

    fija-

    ciOi-r

    definitiva.

    Este

    hecho

    dif

    cil-

    nrcnte

    podra

    explicarse

    sin

    una nue-

    va

    rev-elacin,

    si

    la

    revelacin

    ori-

    ginaria al

    respecto

    en la

    poca

    apos-

    tlica

    (que

    forzosamente

    tuvo

    qne

    existir)

    hubiera

    consistido

    en

    propo-

    siciones

    particulares

    y

    explcitas

    so-

    bre cada

    ttno

    de

    los libros

    en

    cues-

    tin.

    Por

    10

    tanto,

    el

    Problema

    con-

    siste

    en

    ver

    si

    se

    puede

    pensar

    en

    una

    revelacin

    originaria

    tal

    que,

    Por

    una

    parte,

    hubiera

    tenido

    lugar en

    el

    tiempo

    apostlico

    Y, Por

    otra,

    fuera

    do

    tal manera

    imPlcita,

    que

    su

    ex-

    nlicacin

    necesitara

    tiempo

    y

    acon-

    teciera entre

    fluctrracioncs

    (+dogmas

    evolucin

    dc los]). Si

    de

    antemano

    .. ,on"

    en

    la esencia

    de

    la Escritura

    el

    iue

    haya

    sido

    esencialmente

    que-

    rida

    nor

    Dios

    como

    momcnto

    de

    la

    constitucin

    que

    El

    dio a

    Ia

    lglesia

    nrimitiva

    como

    norma

    del

    futuro'

    Y

    as

    la insniracin

    de

    la

    Escriturl

    oued

    originarian'lente

    revelada

    en

    ll

    velacin

    dcl

    hecho

    ms

    amPlio

    dc

    que

    la

    Iglcsia

    primitiva

    es

    norlna{ivit'

    "r,

    .."

    iruo

    quedara exPlcitrmcnlc

    revelado

    quello

    de dondc

    la

    lglcsirr

    80

    82

  • 7/24/2019 Diccionario teolgico B-C

    6/22

    Canon

    podria

    ir

    conociendo

    poco

    a

    poco

    los lmites del canon de

    la

    Escritura

    sin una

    nueva

    revelacin.

    Lo

    que

    (y

    no

    porque)

    Ia

    Iglesia reconoce,

    entre

    los

    escritos de aquella poca,

    como

    objetivacin

    de la

    Iglesia

    pri-

    mitiva

    (y

    de su

    pasado

    veterotesta-

    mentario),

    queda,

    por

    lo

    tanto,

    reco-

    nocido tambin como momeflto

    cons-

    titutivo

    de

    la

    Iglesia

    primitiva y,

    por

    consiguiente,

    tambin

    como

    inspirado

    y

    cannico.

    Car cter,

    enc'ter sacramental

    (grie-

    go

    kharakter:

    distintivo)

    designa

    ese

    orden

    (la

    validez

    permanente

    de

    estos sacramentos,

    que

    es

    indepen-

    diente

    de la

    actitud

    subjetiva

    del

    individuo) (d.f.:

    Dz

    852). La doc-

    trina del

    carcter sacramental

    tiene

    su

    fundamento

    bblico

    en

    el

    (-)spftragis)

    de Dios,

    con

    el

    que

    estan

    sealados

    los

    elegidos

    (Apoc

    7,

    }.8).

    San Agustn

    fue

    el

    primero

    que

    la

    elabor

    en

    conexin con el

    hecho

    de

    que

    los

    sacramentos

    citados

    quedaran

    reconocidos

    como irrepe-

    tibles. En su indelebilidad, ese

    carc-

    ter sacramental antecede a

    la deci-

    sin humana

    y

    a

    la historia

    salvifica

    personal

    del

    individuo; la

    vocacin

    siempre

    interna,

    invisible,

    gratuita,

    propia

    de la

    persona

    particular,

    re-

    mite

    ms

    bien,

    mediante la

    llamada

    salvflca

    de

    Dios, a

    la

    publicidad

    his-

    trica

    de

    la Iglesia

    y

    de

    su

    culto. Por

    lo

    tanto,

    el

    culto de

    la Iglesia

    es

    la

    patentizacin

    sible de la

    vo-

    luntad

    amorosa

    e

    incansablc

    de Dios

    y

    de

    su aceptacin

    por

    parte

    de

    la

    Iglesia como totalidad

    (-+sacramen-

    to);

    y

    esto

    porque

    el

    culto de

    la

    lglesia

    es

    la

    actualizacin

    de

    la vo-

    cacin

    permanente

    del

    bautizado,

    con-

    Iirmado,

    ordenado. El

    carcter

    sacra-

    mental

    es

    distinto

    de

    la

    -+gracia

    misma,

    aunque

    remite

    al

    cristiano

    83

    a

    la

    posesin

    necesaria de

    Ia

    gra-

    cia

    y

    se

    la

    ofrece.

    Cardiognosis

    (giego :

    conoci-

    miento

    del corazn) es

    un

    concepto

    de

    la metafsica

    del conocimiento

    escolstica

    y

    tambin de

    la mstica.

    Designa

    un

    don especial, con cuya

    ayuda puede conocerse

    el

    estado mo-

    ral

    y

    religioso

    de

    un

    hombre,, es

    decir,

    su

    relacin con Dios,

    produ-

    cido

    o

    causado en una

    decisin

    li-

    bre.

    Segn

    ia teologia

    catlica,

    ese

    conocimiento no

    puede

    adquirirse.

    Por

    naturaleza

    es

    propio

    de

    Dios,

    tal como

    lo testifica

    la

    Escritura,

    y

    en los

    individuos es un

    '-)caxisma

    que

    en

    el

    caso concreto no es

    fcil

    deslindar de

    los

    fenmenos

    parapsi-

    colgicos.

    Caridad,

    amor. Con esta

    palabra

    entiende

    el

    cristianismo, sobre

    todo

    el

    catolicismo,

    la

    total

    y

    libre

    reali-

    zacin esencial del hombre, del

    hom-

    bre entero, tal como

    de

    hecho

    ha

    sido

    pensado

    y

    llamado

    por

    Dios,

    en

    virtud de la cual

    este hombre

    es

    integrado

    en Dios

    y puesto

    en

    su

    gracia (justificacin) y

    en la sal-

    vacin; rcallrzacin

    que

    se

    presenta

    como

    aceptacin

    de

    la

    -)autocomu-

    nicacin

    libre

    y

    exhaustiva de Dios,

    en

    la fuerza

    de

    esa misma

    autoco-

    municacin,

    Puesto

    que

    esta reali-

    zacin esencial

    acontece

    en

    direccin

    a ese Dios

    que

    se

    entrega libremente

    a s mismo

    y

    puesto que

    tiene

    carc-

    ter de dilogo

    y

    de

    respuesta,

    Dios

    mismo

    es concebido como

    la

    caridad,

    el

    amor

    (1

    Ioh

    4, 8).

    En cuanto

    que

    Ia

    esencia

    del hom-

    bre

    es

    autotrascendencia

    (personal)

    hacia

    lo

    superior

    (como

    persona),

    esta

    realizacin

    esencial

    es caridad, amor

    desinteresado

    de benevolencia

    (en

    contraposicin

    al

    amor de

    concupis-

    cencia,

    amor

    de

    un

    bien

    que

    sirve

    de

    momento

    o

    de medio

    para

    afirmarse

    a s

    mismo

    [justificadamente]).

    En

    cuanto

    que

    esta

    caridad

    que

    se

    da

    a s misma

    a

    Dios

    ha sdo libre-

    mente creada

    por

    Dios

    al crearla

    con

    el hombre; en

    cuanto

    qlre

    su

    capacidad

    de

    llegar

    a

    la

    intimidad

    ms

    entraable con

    Dios,

    como

    amor

    de hijo

    y

    de

    amigo

    en contraste

    con

    el amor servil,

    se hace

    posible

    slo

    por

    la

    autodonacin

    previa

    de

    Dios al

    hombre;

    en cuanto

    que

    para

    poder

    corresponder verdaderamente,

    de rnanera

    .

    a esa autodo-

    nacin

    (para

    ser

    virtudes,

    apunta a hacer visible

    y

    creble la

    Iglesia como

    y

    as'

    es

    un

    complemento

    del ministerio eclesistico en

    su fun-

    cin

    propia.

    Las formas

    de manifes.

    tacin

    del

    carisma

    pueden preverse

    a

    partir

    de su

    esencia

    histrico-

    salvfica

    y

    eclesiolgica.

    Asi, en

    el

    tiempo

    apostlico

    se manifest,

    so-

    bre todo,

    como sbiduria,

    ciencia,

    potencia

    para

    hacer milagros, discer-

    nimiento

    de espritus,

    gobierno

    de

    la

    comunidad, don

    de lenguas

    (cf.

    prin-

    cipalmente 1

    Cor 12-14).

    Siendo,

    pues,

    imprevisibles sus formas,

    el

    ca-

    risma debe ser descubierto

    y

    aceptado

    una

    y

    otra

    vez,

    siempre de

    nucv.l

    (Dz

    2288). Teniendo

    en

    cuenta

    quc

    precisamente

    la

    novedad

    dc

    una firr-

    ma

    (p.ej.,

    el

    movimiento

    dc la po-

    84

    86

  • 7/24/2019 Diccionario teolgico B-C

    7/22

    Carisma

    breza

    en la edad

    media)

    no

    puede

    hacerse

    valer

    como argumento

    con-

    tra Ia eclesialidad

    dcl

    carisma

    o

    contra

    su

    procedencia

    del Espritu.

    Por el

    contrario,

    ha

    de

    reconocerse

    esa novedad

    (aunque

    debe

    probarse

    cuidadosamente)

    como

    nuevo impnl-

    so del

    Espritu de

    Dios,

    que quie-

    re

    confrontar

    a

    la

    Iglesia

    militante

    con

    su

    presente

    histriio

    siempre

    nue-

    vo,

    y

    vincularla

    a

    ste

    con

    mayor

    intensidad,

    es

    decir,

    de un

    modo

    ms

    diferenciado.

    Carfago.

    El xvr

    sinodo

    de

    Cartago,

    4tr8, antes errneantente llamado mi-

    Ievitano,

    formul nueve

    cnones

    con-

    1ra el

    -)pelagianismo

    (Dz

    101-109).

    La doctrina

    teolgica

    de esos cnones

    fue aprobada

    p.or

    el

    papa

    Zsimo.

    Hoy

    da se duda si tal aprobacin

    fue una verdadera

    ->definicin

    (cues-

    tin

    importante en la actualidad,

    debido

    a la

    discusin acerca

    del

    -+limbo).

    Castidd designa en

    la teologia

    ac-

    tual

    la

    conducta ordenada

    frente

    a

    1o

    sexual.

    Ms

    particularmeDte,

    cas-

    tidad

    en el

    matrimonio

    es

    la configu-

    racin de lo sexual,

    que

    1o

    integra

    en

    el

    sentido

    y

    la

    dignidad del

    hombre

    total

    y

    de su

    relacin

    perso-

    nal-espiritual

    con

    el otro

    cnyuge.

    Fuera

    del

    matrimonio,

    castidad

    sig-

    nifica la renuncia

    consciente

    a

    toda

    actuatrizacin libre de la

    fuerza

    ge-

    nerativa. Frente

    a

    un

    latente

    ->ma-

    niquesmo

    y

    a

    un

    -gdualismo

    hostil

    al cuerpo,

    que

    no

    es

    raro

    en

    Ia

    igle-

    sia,

    Ia

    teologa escolstica,

    con

    To-

    nrs

    de Aquino,

    califica

    de

    bueno

    nor

    naturaleza

    el placer

    sexual,

    y

    considera

    una

    virtud su

    actualizacin

    ordenada en el

    matrimonio.

    Con

    res-

    Irecto

    a

    la

    teologa de Ia castidad

    corno

    forma

    de

    vida.

    cf.

    -+virginidad.

    Casustica,

    Teora.

    a menudo

    cien-

    tficarnente estructurada,

    de

    Ia

    apli-

    87

    qt

    cacin

    de

    los

    principios

    generales

    ai

    caso

    particular;

    en

    teologa

    moral,

    al

    caso

    de

    conciencia

    concreto.

    -less

    se

    propuso

    ya

    el

    adoctrinamiento

    dcl

    individuo:

    cmo

    puede

    y

    debe acon-

    tecer su decisin

    personal

    atenden-

    do

    a

    las circunstancias

    concretas,

    a

    sus

    disposiciones,

    a su manera

    de

    ser

    particular

    y

    al

    quehacer

    que indivi-

    dualmente

    le

    propone

    la

    -+tica

    exis-

    tercial.

    La

    casuistica

    se

    manilista

    ya,

    desde san

    Fablo, como

    pate

    cons-

    titutiva

    irenunciable

    de

    la etica

    y

    de

    la

    pastoral.

    Por

    otra

    parte,

    ir

    mo-

    ral

    catlica no

    estuvo

    ni

    esil

    libre

    de

    una

    supervaloracin

    de

    la

    ca-

    sustica ni

    de su

    exageracin.

    La

    casustica lleva

    entonces a

    los escr-

    pulos,

    al

    vaciamiento

    de

    decisiones

    que

    deberan ser

    verdaderament

    pcr-

    sonales

    r,

    finalmente, al

    predominio

    de

    un

    pensarniento

    legalista acristia-

    no,

    si

    se

    la considera

    como irnico

    paLrn de

    lo

    que

    debe

    hacer

    u:.

    cris-

    1.iano.

    Catecismo

    (griego

    kateklten

    :

    cn-

    sear

    oralmente). I-Ioy

    dia

    recibe este

    nombre

    el libro

    con

    el

    que

    s; em-

    prende

    la

    enseanza elementaX

    de

    la

    doctrina cristiana.

    Desde

    ei :c

    "

    \'tlt

    queda

    separado

    de

    la

    .

    Un catecismo

    puede

    trieger

    a

    ser

    un

    documento

    importante

    del

    magisterio ordinario,

    si

    y

    en

    ci-ranto

    que

    est

    autorizado

    por

    un

    'rhispo

    con-ro

    compendio de

    la

    predicaciiin

    de

    la

    fe. Con

    todo, una

    verdaci

    nrr

    se convierte

    en

    infalible

    u

    oblig;Lto-

    ria

    por

    el mero

    hecho

    de

    quedar

    afrr-

    mada

    en

    el catecismo,

    pues

    ningn

    catecismo se

    compuso

    con el

    fir-r

    de

    proponer

    solamente verdades inia-li-

    bles

    y

    obligatorias;

    por el

    con .aric,

    suele

    presentar

    indistintamcnte

    rin

    distinguirlos entre s

    -)dogmas,

    r'cr-

    dades

    de

    -tdocfrina

    catlica.

    r.erda-

    des

    tecrlgicamente

    ciertas.

    et..,

    se-

    grn

    aspectos histricamente

    rndi-

    cionados.

    Catolicidad.

    Es

    sta

    una

    propiedad

    esencial

    y

    caracteristica

    de la

    finica

    r,erdadera

    Iglesia de

    Cristo.

    a)

    En

    prirner lugar, signiflca

    que

    la

    -tlgle-

    sia

    esl abierta,

    y

    tiene

    que

    seguir

    cstndolt-. a todos

    los hombres

    sin

    lmile

    alguno

    espacial

    o temPoral

    hasta

    el final

    de la historia, de

    tal

    manera

    que pueda

    decirse

    obligato-

    ria

    para

    todos.

    Las razones

    que

    fun-

    dan

    ea

    apertura

    son

    la

    voluntad

    sal-

    vca

    universal de Dios

    (-+salvifica

    [volund

    de Dios]),

    la redencin

    de

    todos ios hombres,

    fundamentalmen-

    te

    obrada

    en

    Jesucristo,

    y

    la

    accin

    del Espiritu Santo.

    La Iglesia

    tiene

    que

    estx

    abierta

    de tal

    manera,

    que

    conflrme

    el

    pluralismo

    intahistrico,

    querido

    por

    Dios, de

    los diversos

    circulos

    privados

    y

    pblicos

    existen-

    tes

    en

    las

    diferentes

    pocas,

    de

    suer-

    le

    que

    su

    mensaje

    y

    formas eclesis-

    ticas'de vida

    no

    puedan circunscri-

    .hirse

    a

    un

    mbito

    determinado

    de

    cultura.

    a

    :orLa

    raza determinada,

    etc',

    con

    exclusin

    de

    los

    restantes. b)

    Ca'

    tolicidad

    signiflca,

    adems,

    que

    la

    Iglesia

    de

    Jess

    est en

    posesin

    de

    la

    plenitud

    de la

    ->revelacin

    de

    Dios

    en

    Cristo.

    El

    orncepto de catolicidad

    o

    uni-

    versalidad

    queda ya

    esbozado

    en los

    escritos

    del AT

    y

    del

    judasmo

    tar-

    do- en los

    que

    se habla

    explicita-

    mente de la

    voluntad

    salvflca

    de

    Dios

    respecto

    a

    todos

    los

    pueblos.

    Esta se

    impone

    ya

    en

    la

    vocacin

    de

    Pablo como apstol

    de los

    gentiles

    (fundamentalmente:

    Eph

    2,

    ll-3,

    ll).

    La

    catolicidad

    es

    algo

    ya profesado

    en los

    smbolos

    cristianos

    de la

    fe

    (fines

    del s. rt:

    Dz

    1).

    En el tiempo

    de

    los

    santos

    padres,

    1o mismo

    que

    hoy dia.

    la

    catolicidad

    designa

    ms

    bien

    el

    aspecto

    cualitativo

    interno.

    En el

    tiempo floreciente

    de la apolo-

    gtica,

    indicaba ms

    bien

    la

    univer-

    salidad externa

    y

    fctica

    de la Igle-

    sia.

    Ignacio

    de

    Antioqua,

    en su eps-

    tola a

    los

    cristianos

    de Esmirna

    8, 2,

    89

    Caustlirlrl

    es el

    que

    por primera

    vez

    predica

    de

    la Iglesia

    el

    adjetivo

    ser,

    en

    la autorrealizacin

    del

    es-

    piritu

    humano.

    Si

    el

    ser

    no

    quedara

    de

    antemano avistado

    y

    asentido

    en

    el

    pensamiento.

    que

    necesariamente

    acontece en

    su

    horizonte;

    y

    si

    el ser

    no

    sustentara el

    pensamiento,

    enton-

    ces

    la

    aplicacin teolgica

    del

    prin-

    cipio de

    causalidad

    a Ia relacin en-

    l

    t

    90

  • 7/24/2019 Diccionario teolgico B-C

    8/22

    Causalidad

    tre

    Dios

    y

    el

    mundo

    nunca llevara

    a

    un

    concepto

    verdadero

    de Dios.

    Cf.

    ->Dios

    (prueba

    de

    la existen-

    cia

    de).

    Certw,a.

    Seguridad

    (ausencia

    de

    duda)

    del conocimiento,

    que

    se

    per-

    cibe

    como

    fundada,

    y

    que

    reside

    en

    el

    sujeto

    que

    conoce. Se

    dide

    en

    a) evidencia

    inmediata,

    si

    un

    objeto

    se muestra

    inmediatamente

    o

    si

    un

    contenido

    conceptual se

    presenta

    in-

    mediatamente como

    obvio;

    b)

    cer-

    teza obligante,

    si

    quedan

    inmediata-

    mente

    excluidas

    toda

    -+duda

    y

    toda

    inseguridad

    fundada; c)

    certeza

    es-

    tricta, aunque libre,

    o

    certeza

    moral

    propia,

    si

    el sujeto ve

    que

    est

    mo-

    ralmente

    justificado

    desterrar

    una

    duda

    que

    todava

    le

    puede

    quedar

    en

    el terreno

    psicolgico,

    o bien

    pres-

    cindir

    de

    ella en su actuacin.

    Cielo.

    Esta palabra

    puede

    tener

    en

    teologa dos significados distintos

    que

    hay

    que

    distinguir.

    1)

    Como expresin

    grfica,

    desig-

    na

    tanto

    en

    AT

    como

    en el

    NT

    lo

    que

    est sobre

    la

    tierra, de

    acuerdo

    con la

    antigua manera

    de

    concebir

    el

    universo dividido

    en escalones,

    el

    ms

    alto

    de los

    cuales

    es

    considera-

    do,

    de

    un

    modo tambin muy

    pls-

    tico,

    como

    el

    lugar donde

    habita

    Dios. Ya el AT

    (Col

    3,

    l),

    all est su

    pa-

    tri

    (Phil

    3, 20; Hebr 13, 14).

    El

    cielo

    es

    tambin una

    perfrasis

    del

    nombre do Dios. De

    aqu

    quo

    91

    -)situacin

    originaria

    fundamental

    de

    Cristo

    como

    el

    en-

    tregado

    y

    sometido

    totalmente

    a

    Dios,

    no implique

    necesariamente

    una cien-

    cia

    acuada

    o acuable

    a

    su arbitrio

    en conocimientos particulares.

    A

    pe-

    sar

    o, mejor,

    dentro

    de

    ese en-

    contrarse

    fundamental

    nico

    en

    su

    gnero,

    Jcss poda

    adquirir

    expe-

    riencias lo

    mismo

    que

    nosotros;

    po-

    da

    tener

    un

    desarrollo

    intelectual

    (Lc

    2,

    52);

    con

    respecto

    a

    la

    forma

    de una ciencia

    objetiva

    y

    conceptual

    y, por

    tanto,

    comunicable

    pa.ra

    si y

    para

    los dems,

    poda

    ignorar

    algo;

    podia

    caminar

    hacia un

    futuro

    des-

    conocido.

    Si

    bien es verdad que

    con

    este

    encontrarse

    onto-lgico irrepro-

    ducble estaba

    ya

    anticipada

    desde

    siempre en

    el fondo

    de

    su

    realidad

    su

    misin

    y

    todo

    Io

    que

    tena

    que

    saber

    para

    el

    cumplimiento

    de ella.

    Ciencia

    meilia.

    El

    ,->molinismo

    (-+gracia

    [sistemas

    de la])

    llama

    ciencia

    media

    al conocimiento, que

    hay que

    adscribir

    a

    la omnisapien-

    cia

    de Dios,

    acerca

    de

    las

    acciones

    condicionadamente

    futuras

    de la

    criatura con

    antelacin

    lgica a lu

    dc-

    e4

    \ -.

    92

    ll

    L

  • 7/24/2019 Diccionario teolgico B-C

    9/22

    Ciencia

    media

    cisin

    de

    Dios

    de

    hacer

    realidad

    determinada

    situacin.

    Es

    decir,

    el

    conocimiento

    de

    lo

    que har

    o

    hara

    Iibremente

    alguien

    si

    se

    le

    pusiera

    en esa

    situacin

    determinada

    (posi-

    cin

    que, en

    ltimo trmino,

    Proce-

    deria

    de

    Dios)' En

    ese

    Proceso,

    el

    molinismo

    supone

    que

    Dios

    Podra

    conocer

    ese

    futuro

    iondicionado

    en

    si

    mismo

    Y

    no

    en su

    ProPia

    decisin

    (->predeterminacin)

    de

    producirlo,

    v

    nicamente

    asi

    conocerlo

    sin

    des-

    iruccin

    de

    la

    libertad

    de

    la

    criatu-

    ra.

    Esta

    ciencia

    recibe

    el calificativo

    de

  • 7/24/2019 Diccionario teolgico B-C

    10/22

    CIero

    de servicio

    que

    se

    realiza conforme

    al

    grado

    de

    participacin

    de

    cada

    clrigo

    en

    la

    -+potestad

    de

    la

    Igle-

    sia,

    precisamente

    en

    el

    gobierno de

    la

    Iglesia

    y

    no del mundo.

    En la

    Iglesia

    latina,

    tiene adems

    una fun-

    cin ministerial

    y

    de testimonio

    de-

    bido a

    la obiigacin

    constante

    al

    celibato

    y

    a

    la obediencia

    cannica.

    Si

    se tuvieran

    en

    cuenta

    estas

    tres

    cosas, desapaeceran

    el

    clericalismo

    y

    el

    anticlericalismo.

    Coaccin

    es una

    situacin

    interna

    o

    externa

    de

    un

    hombre

    que

    hace

    imposible a

    ste

    una decisin

    libre

    o

    su

    ejecucin

    fsica.

    Estas coaccio-

    nes,

    incluso internas,

    se

    dan

    en

    rea-

    lidad.

    El hombre,

    como

    libertad

    creada

    finita,

    no es capaz

    de

    hacer

    cualquier

    cosa

    en

    cualquier

    situa-

    cin.

    Donde

    se

    d

    tal

    coaccin

    son

    imposibles

    la resronsabilidad,

    el

    m-

    rito

    y la

    culpa

    (Dz

    1050

    s

    1094: d.f.).

    Sin embargo,

    no es

    lcito exagerar

    este

    estado de

    cosas en

    el

    sentido

    de

    un

    ->determinismo

    como base

    para

    la

    ncgacin

    universal

    de

    la

    -.>liber-

    tad

    de eleccin.

    Puesto

    que la

    coac-

    cin no es

    necesatiamente

    coaccin

    patolgica,

    Ia delimitacin

    de fron-

    teras

    exacta

    y

    absolutamente

    cierta

    entre coaccin

    interna

    y

    libertad,

    en

    el

    caso concreto,

    rcsulta

    imposible

    para

    la

    reflexin

    hurnana.

    El

    hom-

    Lre

    i:uede

    tencr

    la falsa

    ilusin

    de

    que

    es

    compleiamente libre

    en el acto

    concreto

    y puede

    tambin

    ocultar

    unr

    vcrdadera tribertad tras

    una

    coac-

    cin

    pretendida

    (-+salvacin

    [certe-

    za dc

    lr

    propia]).

    Cognoscibilidad

    dc Dios. Confor-

    me

    al testimonio

    de

    la

    Escritura

    (Sap

    13, 1-9;

    Rom 1,

    18-21)

    y

    de la tradi-

    cin, la

    Iglesia

    (sobre

    todo

    en

    el con-

    cilio

    Vaticano

    I) declara

    (d.f.:

    Dz

    1805

    1785

    2305

    2317)

    que

    Ia

  • 7/24/2019 Diccionario teolgico B-C

    11/22

    Conrurin de

    los

    san{os

    habria

    que

    tenerlo en

    cuenta

    tam-

    bin

    hoy da

    en

    primer

    plano;

    Ios

    santos)) son,

    por

    de

    pronto,

    los

    que

    peenecen

    al

    pueblo

    santo de Dios,

    que

    son

    uno

    en el Espiritu

    Santo,

    en

    la

    gracia

    de

    la

    justificacin

    y

    en

    la

    caridad,

    en

    la realizacin

    de

    los sa-

    cramentos. Correspondientemente

    in-

    terceden

    y

    trabajan

    unos

    por

    otros.

    Conruniirn

    de

    los

    santos

    designa

    tam-

    bin

    ulteriormente

    la unin con

    los

    que

    ya

    murieron

    y

    con los

    ngeles

    (--)purgatorio,

    -+indulgencia,

    -)san-

    tos

    [veneracin

    de

    los]).

    Concelebracin

    es

    Ia celebracin

    de

    la

    Jeucarista,

    realizada

    por

    va-

    rios

    sacerdotes

    (obispos)

    en comn.

    Por

    ese

    medio

    la

    unidad de

    la

    Iglesia

    (de

    la

    jerarquia)

    se

    muestra

    en la

    celebracin

    de

    la

    suprema

    unidad

    de

    la

    Iglesia.

    Esta iomunidad en

    la

    ofrenda

    no hay

    que

    pensarla

    como

    simultaneidad

    de

    muchos sairificios

    de

    la

    misa

    (->misa

    [sacrif,cio

    de

    la]),

    sino como

    ofrecimiento de

    un sa-

    crificio cuyo sujeto

    litrirgico es

    el

    colegio

    en cuanto

    tal.

    Como

    ocurre

    tambin

    en

    otros

    sacramentos,

    p.ej.,

    consagracin

    episcopal,

    uncin

    de los

    enfermos

    en Oriente. Slo se

    da con-

    celebracin

    en

    sentido eslricto

    cuando

    se

    pronuncian

    en comn las

    palabras

    de

    la

    consagracin.

    A

    este

    propsito

    se

    plantea

    el

    problema

    de

    si una ce-

    lebracin

    iomn

    de

    la

    misa

    por par-

    te

    de

    varios sacerdotes

    en

    formas

    litrgicas

    que

    hagan

    destacar

    la

    unidad

    del

    presbiterado

    (aunque

    a

    veces

    no

    fuera

    concelebracin

    en

    sentido

    estricto), en determinadas

    cir-

    cunstancias

    (monasterios,

    ejercicios),

    est ms

    de acuerdo con

    la

    esen-

    cia

    del

    sacrificio

    que

    las

    celebracio-

    nes individuales

    de varios sacerdotes

    en formas

    que

    podran

    perjudicar

    al

    sentido

    y

    dignidad

    del

    sacrificio

    de

    Ia misa, sino

    que

    esto sea

    com-

    pensado

    por

    un

    mayor fruto

    del

    sa-

    crificio de la misa.

    l0-i

    Conciencia. Se llama

    conciencia

    al momento

    del

    conocimiento viven-

    cial

    de la

    libertad

    del

    hombre

    en el

    que

    ste

    se

    percata

    de

    su

    responsa-

    bilidad. En

    la Escritura se

    utiliza el

    concepto correspondiente

    de

    )cora-

    zn, en

    el

    que queda

    escrita

    la

    vo-

    Iuntad

    de

    Dios

    (Rom

    2,

    l5);

    corazrr

    que

    puede

    ser

    de

    piedra (Ez

    11,

    19)

    o

    estar

    dividido (Iac

    1, 8), que

    ha

    de

    ser

    circuncidado

    (Act

    7,

    51); en l

    briila

    la

    luz

    de la

    verdad

    divina

    (2

    Cor

    4,6).

    El

    que procede

    por

    con-

    viccin

    interna, es

    decir, aceptando

    sumisamente la realidad

    dada

    de

    an-

    temano a

    la

    libertad

    y

    que

    a

    la vez

    queda

    implantada

    en

    contradiccin

    con

    dicha

    libertad,

    se

    tiene

    un

    cora-

    zn

    puro y

    ver a

    Dios

    (Mt

    5, 8.

    28;

    cf. Mt 12, 34 s).

    El

    concepto

    de

    con-

    ciencia, en

    el

    sentido de synedess,)

    y

    se

    in-

    troduce incluso en los escritos apos-

    tlicos

    neotestamentarios.

    Pablo,

    es-

    pecialmente,

    lo convierte

    en

    concep-

    to

    cristiano

    (Rom

    2,

    14 e.p.) acer-

    cndolo,

    por

    tanto,

    al de

  • 7/24/2019 Diccionario teolgico B-C

    12/22

    (lrcurs

  • 7/24/2019 Diccionario teolgico B-C

    13/22

    --

    Confunacin en

    gracin

    Confirmacin

    eu

    gracia

    es

    un

    tr-

    mino

    tcnico

    de

    la

    teologa

    escols-

    tica

    de

    la

    gracia

    y

    significa

    que

    un

    hombre

    recibe como don

    especial,

    inmcrecido

    e

    inmerecible, no slo

    el

    esttr de hecho libe de

    pecado,

    sino

    tambin la imposibilidad

    de

    pecar.

    Don

    que puede

    recibir

    a

    manera de

    incapacidad de

    la

    voluntad para

    pe-

    car,

    permaneciendo

    libre,

    tal

    corno

    ensean Toms

    y

    Buenaventura,

    o

    a

    manera

    de

    una interceptacin del

    pe-

    cado, basada

    en

    un

    decreto externo

    de

    Dios

    que

    impide

    el

    pecado

    mis-

    mo,

    persistiendo

    la capacidad

    para

    pecar,

    tal como

    explica

    Surez. Se-

    gn

    los

    telogos

    citados,

    poseyeron

    esta confirmacin

    en

    gracia

    Mara,

    Jos, Juan

    el

    Bautista,

    los

    apstoles

    y

    otras

    personas,

    en virtud

    de

    su

    fun-

    cin

    especial

    a1 servicio del

    plan

    sal-

    vifico

    divino.

    Consagracin,

    en

    sentido

    cltico,

    significa el acto

    por

    el

    que

    un objeto

    queda

    excluido

    del uso

    profano,

    o

    la dedicacin de una

    persona

    a un

    servicio especial de Dios

    en

    el mbi-

    to

    del

    culto.

    En el

    cristianismo cat-

    lico, la

    consagracin de

    una cosa se

    identifica

    con

    una oracin

    interceso-

    ria

    por

    el

    usufructuario

    de la cosa

    y

    no

    proporciona

    a

    Ia cosa fuerza m-

    gica

    alguna. La consagracin

    de

    una

    persona

    se

    identifica

    la

    mayor

    parte

    de las

    veces

    (fuera

    de la

    consagra-

    cin de

    abades,

    vrgenes, etc.) con la

    ordenacin

    (+orden)

    en

    orden

    a

    un

    cargo clerical

    (->sacerdocio,

    ->obis-

    po,

    -+dicono).

    Con