diccionario teológico m-o

Upload: danmerc

Post on 07-Mar-2016

26 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

Letras M a O del diccionario teológico de Rahner y Vorgrimler.

TRANSCRIPT

  • l\{agisteriocibe secundariamente su autoridady que aun sin l estara ya plena-mente constituido).

    La representacin autoritariamontegubernativa (do derecho divino, noinstituida desde abajo) do la Iglesiatotal, e,s decir, el papa y el episcopa-do, puede actuar como

  • Mandamierfoe de la Iglesia

    nin pascual. En sentido ms amplio,el trmino desr'gna las ordenacionesde la Iglesia que resultan de su es-tructuracin social y teolgica o lasordenaciones que protegen dichasestructuras. As, forma del matrimo-nio, educacin de los hijos, prohibi-cin de libros, sepultura cristiana,otctera. La necesidad histrica delos mandamientos de la Iglesia pro-cede de que la propagacin espon-tnea y carismtica de Ia Iglesia enuna sociedad pluralstica y disper-sa, para la que la Iglesia ha sidoinstituida, no es de esperar que selleve a cabo sin exigencias mnimasconcretas, y en ltimo trmino dichapropagacin no es posible sin ellas.Precisamente, por razr. de la es-tructura histico-social de la Igle-sia, sus mandamientos son tambinresultado de la comprensin actualque la Iglesia tiene de s misma,como sociedad que se actualiza eneste momento y lugar concretos. Por'lo tanto, toman parte en el progre-so legtimo de la autocomprensinde la lglesia, en cuanto que ese pro-.greso no a-fecta a la naturaleza teo-lgica permanente de la lglesia, sinoa su realizacin histrica.

    Mandeos. Secta de baptistas ag-nsticos, cuya existencia puede yacomprobarse en el s. III d.C., en elIrn, y que todavia cuenta con al-gunos miles de seguidores en elIrn y en el lrak. Su religin, apo-yada en tres escritos capitales, estestructurada sincretsticamente sobreun ->dualismo fundamental. Susideas de la historia de la salvacinson muy semejantes a las del -+ma-niquesmo, posterior a ella. El cultomaniqueo consiste en bautismos fre-cuentemente repetidos y en banque-tes sagrados. Los mandeos rechazatel cristianismo y el judasmo, perohan admitido en su culto a Juan elBautista y el domingo. La depen-403

    dencia del bautismo y de los escri-tts de la Iglesia primitiva respectode los mandeos, como se pens acomienzos del s. xx, es hoy insostc-niblc. conlorme al estado actual deIa investigacin.

    Maniqueismo. Doctrina do la sal-vacin fundada por el babilonioMan.i a mediados del s. Ir. Mani setuvo por el ltimo gran profeta (des-pus do Zarathrstra, Buda y Jessentre otrors), el que haba conadolas religiones que sus antecesores ha-ban dejado imperfectas, por nohaberlas fijado por escrito. Mani mu-ri por su fe alrededot del 277 d.C.,acusado por los sacerdotes de Iareligin estatal (: magos).

    Su religin, consignada en unaabundantlsima literatura, casi deltodo perdida, excepto unos fragmen-tos encontrados entre los s. xtx :xx, es una forma de

    ->gnosis fun-dada en un

    -)dualismo radical quese desarrolla, por su parte, de unamanera histrico-salvfica>>: separa-cin original-mezcla-reinstauracin dela separacin. En el perodo inter-medio qued vencido el Hijo deDios, el . Su almaqued mezclada con la materia. Enun largo proceso de redencin sernvencidos repetidamente los enviadosde D.os, entre ellos Jeshs. No pue-den liberar a las almas encarceladasen el cuerpo. La vuelta de ellas alreino de la luz slo es posible porla aceptacin del mensaje de Mani,el

    ->parclito. Los que creen en llorman la Iglesia de la razn. Lasalvacin consiste en la conciencirde s rnismo (unida a la continenciaradical). Los imperfectos caen enpalingenesia o renacimiento. El ma-niquesmo, conocido incluso en oc-cidente, so extendi por el Asia cen-tral y oriental, decayendo en els. xlv. San Agustn fue maniqueodurante nueve aos.

    Mrrll es la madre virginal de'.lqsucristo. Con el s libre de sulo, r'cgalo do la gracia de Dios, con-

    cibi al Hijo de Dios y de sus en-lr'tiras le dio la existencia, por laruo pudo hacerso miembro del g-rrcro humano uno y convertirse ascrr gu redentor (Mt 1, 18-23; Lc l,26-38). Por razrL de la -)uninhiposttica del Hijo de Dios con lanaturaleza humana concebida deMara, es sta Ia

  • lMara

    3. La historia de la salvacin hallegado ya a su fase deflnitiva delcomienzo do la glorificacin. inclu-so del mundo material, en virtudde la

    -)resurreccin de Cristo (cf.tambin Mt 27, 52s). Por eso laIglesia catlica confiesa que Mara,como la perlecta redimida, ha llega-do ya a su consumacin con almay cuerpo (-)azuncin de Maria:' Dz2333). En cuanto que los que hanalcanzado la salvacin por la defi-nitivez de su vida consumada in-terceden ante Dios por la comuni-dad de los santos sobre la tierra,se venera a Mara como -rmediado-ra, (Dz 4Aa 1978a) por su posicinnica en la historia de la salvacin.Como es natural, no es mediadorade una manera producente o efi-ciente como Cristo, sino instrumen-talmente, intercediendo y recibiendo.l-a Igiesia no ha tomado toda-va dogmticamente posicin a esteresJlecto.

    4. De la vida de Mara se co-noce muy poco, Lo que se cuentade ella, fuera de las escasas noticiasque nos proporciom la Escritura (cf.Lc. 1-2; Mt 1-2; Ioh 2, l-ll; Mc 3,3l-35; Ioh 19. 25-27; Act 1, 14).es legendario. La mayor parte de losdatos acerca de Maria se los debe-mos a Lc 1, 26-38. Su descendenciade la casa de David slo queda ase-gurada si las palabras , en Lc1,27, no pertenecen a la fuente ori-ginaria (P. Gaechter). La dgnidadde Mara rermaneci oculta a supueblo, tanto ms cuanto que suvida transcurri dentro de las leyesy costumbres normales judias. porsu matrimonio legtimo con Jos.Mara comparte la vida religiosa dela gente piadosa de su pueblo (pre-sentacin y circuncisi(rn dc.l hijo, pe-regrinacin al templo), vive una vida407

    do trabajo, pobreza y aceptacin gus-tosa de los impenetrables designiosde Dios.

    Durante lir vida pblie de Jeshs,y segn la voluntad de ste. mani-fiesta en su actitud que 1o decisivono es la mera maternidad dina encuanto tal, sino el cumplimiento de la voluntad de Dios, in-cluso en esa maternidad. Maria seretrae, para aparecef en la hora de-cisiva del Seor, al pio de su cruz.La volvemos a encontrar orando enla comunidad de los discpulos dcs-pus de la marcha de Cristo. His-tricamente. no se sabe nadaacerca de las circunstancias de sumuerte-

    Con todo, Irente a la reciente im-pugnacin de algunos telogos cat-licos, no puede dudarse del hechode su muerte. Mara muri en con-sumacin autntica de su existenciaterrena, compartiendo el destino detodos los hombres. en seguimientode Ia muerte de su Hijo; pucs su mi-sin no era poner de rnanifiesto lagloria paradisaca, sino la ctoriacompleta de la gracia de Cristo enla debilidad de la carne.

    5. Veneracin. De acuerdo conla posibilidad cristiana de venerar alos santos en general (-)santos [ve-neracin de losl) y con la posi-cin sin par de Mara en la historiade la salvacin y ell la comunidad deIos santoc, Maria

  • Mariologia

    cielos) como fundadas en la Escitu-ra, aunque no propuestas en ella ex-plcitamente. Huelga decir que en laconciencia de fe de toda la Iglesia,la frltima seguridad para este des-arrollo de lo que est implsito enla Escritura no se basa solamente enla oxgesis y especulacin privadas,sino en la asistencia del Espritu san-to, prometido al -+gi51gio apos-tlico.

    Martirio es la -gmuerte por lal'e o la moral cristianas. Ya en els. II se considera y venera comomartyr (griego

    -) testigo) a quienha tomado esa muerte sobre s. Estamanera de hablar se apoya en laEscritura, en cuanto que Jesucristoes el per-secucin). El martirio pcrtenece a laesencia de la Iglesia, puesto que enl se hace patente ta muer.tc cristia-ria en general como muerLe por lale libre, que de otra manera per-manece oc-ulta en la ambigedad detodo acontecimiento humano. En elmartirio, la -.>santidad de la Igle-sia, no slo como subjetiva sinotambin como obrada por la graciade Dios, alcaru'a su perceptibilidadnecesaria. Perceptibilidad que con-vierte la santidad de la Iglesia enmotivo de su credibilidad en el sen-tido ms caracterstico. A partir deesto so entiende tambin por. qu latradicin teolgica, desde los prime-ros tiempos, adscribe al martirio lamisma fuerza justificadora que al-->bautismo (nrartirio :

  • Materialismo

    rialismo (pseudo)filosflco. Tienenconsecuencias ms importantes el ma-terialismo histrico y el dialctico.

    El rasgo fundamental del materia-lismo dialctico es el desdoblamien-to, transposicin o cambio bruscode 1o cuantitativo en 1o cualitativo;de aqui, dialctico. El materialismohistrico traspasa esta ley a la his-toria, diciendo que las cisitudesde ia situacin econmica determinanla historia del pensamiento. Por va-liosos que sean ios anlisis particula-res del materialismo histrico y dia-lctico, es del todo insostenible elpunto de partida de todo materia-lismo. Cuando un materialista afir-ma que slo hay materia, tiene quepreguntase qu entiende por esamateria de la que dice que es la ni-ca realidad. Entonces se ver que,dentro de un sistema materjalista, supostulado primero y filtimo no tie-ne sentido precisable alguno. Encambio, el -+espritu queda ya afir-mado en la pregunta acerca de 1,experimentado en su esencia, se dejaex-plicar por deduccin trascenden-tal en su sentido, a partir de la pre-gunta misma. No es una cuestinpropia de las ciencias naturales encuanto tales deteminar lo que esla materia en general y en su tota-Iidad. Esta cuestin es propia de la-+ontologa, partiendo de una me-tLfsica existencial, la cual puede res-ponder a esta cuestin, porque yasabe lo que es el espritu; y partien-do de esta experiencia metafsica delespritu puede decir Io que es la mate-ria; a saber, lo en absoluto cerradoa la -gtrascendencia hacia el -+ser.

    Maternidad divina. Este conceptoarma que la santsima rgen Ma-ra es verdadera madre de

    ->Jesu-cristo y que ste es realmente +Hijode Dios. Por eso el ttulo de

  • Mahimonio

    sistica del contrato obliga a todoslos bautizados en la Iglesia catlicao protestantes o cismticos converti-dos, aun cuando se hayan aPartadodo la Iglesia despus del bautismo oconversin. Tambin cuando el cat-lico bautizado contrae matrimonio(conseguida la dispensa) con un in-fiel. Una preparacin normal o co-rriente para el matrimonio la cons-tituyen (noviazgo) el examen de losnovios y las proclamas, que general-mento incumben al prroco de lanovia. La dispensa de los impedi-mentos matrimoniales (impedentes:voto simple, diferencia do confesin,parentesco legal; dirimentes: edad,impotencia, vnculo, diferencia de re-ligin, rdenes mayore, profesinreligiosa, parentesco sanguneo, vncu-lo matrimonial previo y persistente,adulterio cualiflcado, etc.), en cuan-to es posible, ha de darla el obispocompetento con anterioridad a la ce-lebracin del matrimonio. A la ma-nisfestacin del )consensus (el s)por parte de los contraYentes haYque aadir, por parte de la Iglesiay desde los tiempos ms remotos, labendicin nupcial y el casamiento. Enla medida de lo posible, ste ha de te-ner lugar dentro de la misa de bodas.

    Y. Sentido exbtencial ecleso'lgcodel matrimonio. La gracia especificadel sacramento del matrimonio con-siste en que los cnyuges participande una manera especial en el misterioCristo-Iglesia, y al contrario: en quezrquella -->alianza total y deflnitiva,que Dios mismo benvola y grat-tamente pact con el hombre, se hacohistricamente perceptiblo en el ma-trimonio. Este aspecto trasciendesiempre eso otro aspecto posible ju-ridico-formal; en l encuentra, sinembargo, el aspecto sociolgico (yecfesiolgico) del matrimonio su l-tima fundamentacin y a la vez sudominante.

    4t9

    Mediador (grego mesites) es, engeneral, aquel o aquello que estable-ce o mantiene entre otros dos unarelacin que sin 1 o no existira unin hiposttica)y en su obra ()gg2, -+redencin,Jresurreccin do Cristo, --)resurrec-cin de la came), aconteco la automa-nifestacin definitiva de Dios (-)re-velacin, ->gracia, -+visin de Dios)a la humanidad de manera denitivay storiosa; segundo, en cuanto enEl, como hombe con gracia, mritoy visin de Dios, queda aceptada esaautomanifestacin de Dios por partedel hombre.

    En cuanto que la humanidad comototalidad est pensada por Dios, eny con Jesucristo, y no slo pensa-da, sino tambin creada, asentidaa pesar de su culpa, redimida y san-tificada, y esto de nnnera definitivao insuperable, Jesucristo es el media-dor por antonomasia, el nico me-diador. En cuanto, dentro de la uni-dad de todos los redimidos, soportadaslo por Cristo, cada uno tiene im-portancia para cualquiera de los de-ms, puesto que cada uno ha sidoquerido en la totalidad do ser y deobrar de esta unidad, y la tieneconforme a su manera de ser peculiary a su puesto. puede decirse, pru-dente y derivadamente, de cualquieraque vo en gracia, que

  • 7Mrito

    crece la vida de la gracia connatu_ralmente, adentrndose en la vidaeterna.

    Por eso este contenido objetivopodra expresarse de Ia siguient ma-nera: por las obras meritorias se daun creaimiento en Ia gracia, es de_cir, una anuencia cada vez msprofunda a la gracia que integradentro de s todas las imensioiesde la oxistencia humana (Dz g0i3 g34809 836). Los mritos

  • -Metaroia

    en un difcil problema en los lt!mos sscritc del NT (flebr), a lavista del decaimiento del primitivofervor do las comunidades. De talmanra,.que se llega a decir que nose da ninguna repeticin (psicolgi-ca, no teolgica) de la metanoia encaso de recada de los cristianos(Hebr 6, 6).

    El concepto de metanoia encuen-tra hoy su eguivalente no en lostrminos relacionados con -+>, dada Ia preponderancii deIo externo y Iaborioso en ella, sinoen

    -el genuino concepto teolgico de-)fe y de ,-)contricin.

    Milagro. Se llama milagro a unsuceso que podemos encontrar en elhorizonte de nuestra experiencia hu_mana.

    -y que no puede explicarseesencialm_ente partiendo de Is leyespropias de ese mbito de experin_9ia, en principio conocidas. r, po.tanto, un suceso quo interpela alhomhre en ese fondo de su exis,ten-cia qug siempre acompaa y z la yeztrascieide a todo el horizonte de suexperiencia: en la caacterstica aper_tura interna y en la patencia univer_sal de su naturaleza espiritual, envirtud de la cual el hombre foseeuna fundamental receptividad parael

  • Ministerio

    feta, como sacerdotc y como rey opast0r) y, a partir de ellas, de tres(Po xtI) o dos ministerios en laIglesia (docente y pastoral, colno po-testad de gobierno, y sacerdotal, comopotestad santificadora) que correspon-den a la dualidad, no siempre rigu-rosa, de palabra y obra.

    Misa (sacrificio de la). El sacrifi-cio de la misa es la celebracin enla Iglesia de Jess y conforme a sumandato, de la muerte sacicial deJess como fundamento de su Igle-sia y como llegada oculta de la-->basilea, llegada donadora del per-dn y de la

    ->gracia (Lc 22, 19 s;I Cor 11, 24s). Tal cetrebracin es)anamness, es decir, hace presen-te de manera autntica un autnticosuceso histrico acontecido una vezpara siempre. Aqu se puede pasarpor alto el problema de la explica-cin lgica y ontolgicamente inte-ligible de esa presentizacin.

    De todas maneras, pueden decirsedos cosas: aj No es rememoracinmeramente (dntelectiva idealstica>>por nuestra parte. b) No es repeti-cin multiplicativa de la muerte deCristo o negacin de la autnticatemporalidad finica de este sucesohistrico, ya que ste (antignstica-mente) ene importancia salvadoracapital para nosotros.

    Esta gspecies eucarsticas eincluso de todas las ciencias natura-les, no se ha cambiado nada (Dz 884).Por lo tanto, la Iglesia sabe que loverdadero que subyace a Io emprico,lo que llamamos -+(Gubstanci>, noes ya la entidad de los manjaresterrenos, sino la de Cristo mismo.As, el proceso que realiza ese cam-bio puede llamarse incluso

    -)tran-substanciacin y puede verse tambin

    el suceso sacrificial en tal caridad revelada, posi-bilitada y exigida por Jeshs (Mt 5,48; Lc 6, 31). La carencia de mise-ricordia est incluida en el catlogodo loe -+vicios. En la vida cotidianadel cristiano su obligacin en ordena la misericordia no queda limitadaa las obras de miseicordia corpo-rales y espirituales, propuestas a mo-do de ejemplo, sino que debe ejer-citarla en la medida, incomparable-mente mayor, en que ha sido a 1aplicada cuando fue perdonado (Mt18, 23-35). Se hace realidad en la-)caridad autntica y en el perdn.Acerca de esto, ci. ulteriormenteamor al prjimo (-+prjimo [amorall), -+sermn de la montaa.

    Misinr propagacin de la Ie. Envirtud de la validez universal de laredercin en Jesucristo y de la des-tinacin, asimismo universal, de la-+Iglesia dada por Cristo, la Iglesiatiene el derecho y la obligacin dela , es decir, de predicar elEvangelio a todos los pueblos y entodas las situaciones histricas (Mt28, l9); predicacin libre, que inter-pela la obediencia libe de la fe delos hombres. Esta misin, en cuantopblica, implica tambin necesaria-mente un cambio de las condicionessociales, si bien no tiene una metainmediatamente social y politica.Topar siempre con la contradiccin

    432 414

  • Misin

    del hombre pecador y nunca llegara su plenitud absoluta. Por la expe-riencia de la plenitud del mundo ydel hombre, que la Iglesia lleva acabo en esa misin, implica unabendicin para 1a Iglesia misma. Encuanto que ella cumple en esa mi-sin su deber de -+acomodacin,desarrolla su propia realidad de unamanera ms copiosa, se convierte en1o que es, Iglesia universal (-+cato-licidad). Su misin ms rica en ben-diciones la ejercita all donde esconsciente de su punto de partidaen la Iglesia primitiva, que cumplisu trinidadtlo Dios, la encarnacin (-+uninlr iposttica), la -tgracia sobrenaturaly su punto culminante, en la ,vi-sin de Dios.

    Misterioo (teologia de). Renova-ein del pensamiento teolgico delrrimitivo cristianismo, procedente deO. Casel (t 1948) e I. Herwegen(t 1946). Su problema central es lapresencia real y efrcaz de Ia accinrnlvfica de Cristo en el proceso sa-cramental, desde el punto de vista dela historia universal e individualtlo la salvacin. A partir de este mis-lerio se desarrolla toda la teologacomo teologia de misteios (-)anam'rrcsis,

    -)presencia, -repeticin).Mysterium, en el NT y en los Pa-

    tlres, signiflca preferentemente el tra-to de Dios con el hombre histricopara salvacin o para juicio, o seacl eterno decreto de Dios (: mis-terio originario), la obra de la crea-cin, la redencin (: misterio de(lristo en sentido estricto), Iglesia,lc y sacramentos (: misterio cfilti-co), realidad y plenitud de la salva-cin en contraste con el cfz y -)resurrec-cin de Cristo son acontecimientosque, en su irrepetibilidad histrica ycontingencia y a psar de ellas, po-seen importancia universal para lasalvacin de todos, y Por esto sonobjeto de a.firmaciones dogmticas,de confesin anamntica y de doxo-loga. En este sentido son, Pues,

  • Misleros do la vida do Jess

    llega a su finitud ms amarga. acon-tece en E,l (no por medio de estaautod,esvelacin en cuanto tal) lallegada de la divinidad transfiguran-te. Por ello, a partir de la resurrec-cin. toda la vida de Jesis es mo-delo y garanta definitiva.

    Misterios paganos y cristianismo.Los misterios que se practicaban enel medio histrico-geogrfico y cul-tural del cristianismo naciente po-dran describirse as: Celebracionesrituales (de palabra y obra, por me-dio de consagraciones, baos, ban-quetes) de cultos, por lo menos teri-camente secretos (misterios de Eleu-sis, de Attis y Cibeles, de Dioniso,de Isis, de Mithra), en los que eldestino rntico de un Dios se pre-sentaba y conrealizaba en una-)enamness. Se supona qrre el asiinciado (myst'e) conseguira partici-pacin individual en la salvacin deese Dios (iluminacin, vida. etc.).

    En el cristianismo se dan algunoselementos qug tienen semejanza for-mal con los misterios paganos. se-mejanza que es natural en religionesplenamente desarrolladas. ya questas comprometen todas las dimen-siones del hom.bre y ste es siempreel mismo en esencia: ritos. inicia-cin, anamnests, banquete. esperan-za en la salvacin individual. Contodo, el bautismo y la eucarista en-raizan en el AT y en el judasmodel tiempo de Cristo, que no cono-ca misterio alguno. El concepto deDios y el contenido objetivo de laexpectacin del n de los tiemposseparan radicalmente a los misteio.spaganos y al cristianismo. Di[eren-cia primordial: los misterios paga-nos celebrarr. en ltimo trmino. constJ on(nncss el curso y devenir. mi-tolgicamente dramatizado, de la na-turalerza y no llegan ms allit de ladimensin prepersonal de los lrode-res de Ja naturaleza. l.a salvacin439

    celebada en el culto cristiano es unsuceso determinado, irrepetible enla historia de la humanidad misma,r.to suceso histrico que es a la veznuestro y del Dios absolulo y uno.

    Mistica. Como vivencia, se llamamistica al encuentro interior unitivode un hombre con la infinitud divi-na que fundamenta tanto a l comoa todo ente, y que en 'la msticacristiana, judaica e islmica no esotra cosa que el Dios personal. Comocienci, mstica es el intento de ex-plicacin cientfica de esta vivencia.a Ia rellexin sobre ella.

    1. Los fenmenos msticos estnatestiguados en todas las religionessuperiores. La visin mstica, comoinmersin del alma en su funda-mento, es siempre un acto del in-dividuo, no de Ia comunidad reli-giosa, aunque el culto puede ser Iaocasin en que el individuo viva suexperiencia mstica. Los enc?rgoseventuales de comunicar mensajesmsticos a otros son excepciones. Sinembargo, su publicacin e interpre-tacin conceptual son siempre bal-buceos>> insuficientes, pues la viven-cia mstica suprasensible, en cuantotal, no garantiza la verdad ni la ade-cuacin de la comunicacin concrcp-tual subsecuente. Mientras quo lamagia quiere controlar el encuentrocon el poder divino en virtud de me-dios especiales, la visin mstica seconsidera siempre como un regalo.La -)sssj5 puede ser una prepa-racin para Ia unin mstica, y asse recalca de manera especial en lamstica extracristiana. En la expe-riencia mstica se conoce vivencial-mente la espiritualidad procdentedel absoluto como Io ms propiodel alma y a la vez la supresin dela conciencia del tiempo y de laobjetividad. De ah el peligro a me-nudo incurrido por la ciencia msti-

    ,;r tlc intcrpretar esta experiencia enel scntido del -)monismo,

    ->pan-tolsltxr. teofirnismo, aunque en srrinur nada tenga que vef con estos('l I ()l-Cti.

    2. I-a experiencia de la infinitudtlivina por medio de la mstica na-rrrrrrl puede concederse tambin al,rs r:ristianos, es ms, fundamentl-rrrclte est ya implcita en la expe- icrcia de Ia Jtrascendencia. Asl;r mstica, por soberbia espiritual,rucde convertirse en tentacin derrcgar de antemano la mediacin delllijo de Dios hecho, carne, en orden:rl hacerse uno con Dos. La msticat ristiana, ciertamente, e,s tambinrrristica de inflnitud; pero 1o es comoelovacin y liberacin de la exPe-r icncia de la trascendencia en virtud1lo l -+gracia en cuanto -+autoco-rrrunicacin de Dios (experimentada).Y as la unin mstica, como fuidicioimperfecto de la visin beatfica dol)ios en la etemidad, est, como starnisma, meada por el hecho del:rbajamiento histrico de Dios hacia,:l hombre en su Hijo, que inclusocn la vida eterna sigue siendo el en-cunrado, crucificado y resucitado.+Mstica cristolgica.

    3. Cristo, en su amor, redirni jun-to con la humanidad a toda la crea-cin. Por eso Ia experiencia msticacristiana no consiste propiamente enrrna negacin del mundo ni en elcncuentro con el todo infinito, si-no en un asumir el mundo en elcncuentro amoroso con el Dios Per-srlnat. Cuando en una mstica ex-lracristiana se exllerimenta al Diost)crsonal, hay que hablar no slorle

  • Modernismo

    la -)religin procede del subcons-

    ciente religioso, y la inteligencia, quees una l'uncin secundaria desde elpunto do vista religioso, no es capazde dar cuenta de una ni de otra. La-trevelacin es el hacerse conscien-te de una necesidad religiosa inma-nente y ee objetiva en su forma msclara en los portadores de la reve-lacin; si se fijan estas objetivaciones,resulta la -+tradicin.

    EI -+dogma es solamente una ex-presin simblica de dichas objetiva-ciones, que tendran que cambiarjunto con el dogma al ritmo del pro-greso cultural. Existe una necesidadnatural de comunicar a otros las pro-pias objetivaciones de lo religioso.Cuando esto se realiza, nace la-+Iglesia. Estas ideas estaban vincu-ladas a una crtica bblica (-+bbli-ca [crtica]) extremosa e inobjetiva.Junto con otras teoras errneas, fue-ron condenadas por Po x en el de-creto Lamcntabl (Dz 2001-2M5o)y en la encclica Pascend (Dz 20112109). Prescribe, adems, el juramen-to antimodernista que ha de prestar,hasta hoy, todo el que toma pose-sin de un cargo eclesistico (inclu-so los profesores de teologa). Hayque aadir que en la polmica con-tra ese movimiento, que ofreca so-luciones errneas para problemasmuy bien planteados, muchos mo-dernistas amargados por las intrigasclericales fueron expulsados de lacomunidad cristiana. Desgraciada-mente, hasta nuestros mismos das,el modernismo qued tan slo comouna palabra especialmente agresivaen el repertorio de denuestos de cier-ta arrogancia intraclerical que no sesientc electada por La dificultad dela fe en el mundo de hoy.

    Molinismo. Sistema de Ia gracia(-)gracia [sistemas de la]) estructu-rado por L. de Molina. S.I. (1535-1600). como contrapartida conscien-

    447

    te del -+baecianismo. Resumiremosbrevemente el sistema. La -+libertad,como capacidad de determinarse, noqueda debilitada por el pecado ori-ginal. El concurso divino en el obrardel hombre 6 sg -)predetermina-cin flsica alguna, sino la causalidaddivina del mismo obrar humano li-bre. Cmo puedo suceder esto sinmenoscabo del dominio absoluto deDios y de la libertad humana, loexplica el molinismo con el concep-to do

    -)ciencia media. Dios conoceen esta pe-destinacin) y, por su medio, tam-bin la actuacin libre del hombre,sin menospreciar con ello la deci-sin de ste.

    En el momento de la decisin pre-vista por Dios, esta gracia preve-niente dada libremente por Dios (osea, la situacin dispuesta por l)se convierte, de acuerdo en cada casc)con la ciencia media, en gracia auxi-bante (adiuvans), y la gracia sufi-ciente se convierte en gracia efi-caz o no. La objecin ms fuertepuesta contra el molinismo fue sirealmente se atenia a las armacio-nes de la revelacin acerca de la->gracia. Todava ms, en la con-troversia do la gracia surgida en 1588,Molina fue acusado de haber cons-truido un sistema incompatible conla doctrina de San Agustn y delTridentino, y de haber cado en ei-)semipelagianismo. Paulo v pusofin a la disputa entre dominicos yjesuitas, en 1607, prohibiendo a losdos partidos discutir la ortodoxia dela teora contraria (Dz 1090).

    Monarquianismo. Doctrina queniega la -)trinidad en Dios; as, lastetrras herticas judaizantes del s. I,

    ( ('rnto, ctrionitts. Segn eso, Jessrcr(lrrr quc ser meramente profeta.llrr rrrlcta, al que Dios adopta co-rrr,r lri.it> (monarquianismo adopcio-rrrtrr), lal como lo defendieron Teo-rlotr cl curtidor, a fines del s. II, yl'rhlo de Samosata, en el s. IIr. Sirr,r, Iabra que recurrir un -+mo-rlrrlisrno (->sabelianisms,

    ->patripa-.,rrrrrismo) para oxplicar la divinidadrlo ('risto.

    Monismo es aquel gnero derplnteismo que en la prctica es

    riruple atesmo, segrin el cual noL:xistc distincin alguna entre Dios ycl mundo, sino identidad absolutaeltro el mundo y su fundamento. Elrrrtrndo es lo absoluto y evidente querc oxplica por si mismo. La mayorr:rrle de las veces se identifica conel

    ->materialismo y el evolucionis-rrro absoluto, puesto que ->espritu,

    'nlateria y -+vida s/e consideranrri.. sola realidad. Monismo es tam-hin el nombre que se da a una or-unizacin ideolgica europea quer:rrte de E. Haeckel.

    Monofisismo (del griego : doctri-n:r do una naturaleza nica), en sen-ritlo propio, es la doctrina elaboradaror Eutiques, archimandrita de unnronasterio en Constantinopla, a me-tliados del s. v, que no es sinol:r absolutizacin hertica de unalrirmula anterior admisible. Segtn esarloctrina vigorizada por Eutiques, envirtud de la unin substancial dell.ogos con la entidad humana, seorigin una sola pftysrs (-)natura-lcza), y la humanidad qued en ella;rbsorbida por la divinidad, siendo( ()rno una gota de miel disuelta encl ocano. Eutiques no quiso parti-cipar en el progreso terminolgico(tro tuvo lugar entre

    ->Efeso y'Calcedonia, de acuerdo con el

    t'ur'l no se emplearon ms los voca-hkrs -.)persona)) (+hipstasis) yl.leItrlr-Vorg. l5

    Monogenismo

    physis pata designar la misma cosa(abandonando la terminologa de Ci-rilo de Alejandra: Dz ll5 220 25850O3); y no slo eso, sino que negtambin, por miedo al '+nestoria-nismo, que la realidad humana enCristo siguiera conservndose

  • IilIonogenismo

    en lucha por la existenci hubierandesaparecido o$a vez rpidamentey que nada hubieran aportado a lahistoria real nica de la salvacindel hombre (). El mo-nogenismo no es una doctrina defini-da, aunque el magisterio 1o proponecon carcter obligatorio, pues noadmitindolo parece que se ponenen peligro la unidad de Ia historiade la salvacin y, sobre todo, la doc-trina del -+pecado original (Dz 788 ss2-128).

    Monolcismo, entendido filosfica-rnente, es la doctrina que sostiene laexistencia de r.rn nico ser, sumo.absoluto, personal-espiritual, distintodel mundo en cuanto es sr.r funda-mento, pro que, como tal. Penetlay mantiene creadoramente toda larealidad del mundo que nosotros ex-perimentamos. Por consiguiente. to-das las afirmaciones acerca del Dioslxrsonal e infinito han de entendersecomo afirmaciones analgicas (-iana-logla) sobre el

    -)misterio incom-prensible (-)pantesmo,'-+polites-mo). Teolgicamente, el monotesmodel AT implica la afirmacin de queesa entidad y ese poder que conoce-nos actuando en la historia de lasalvacin , (

  • -Moral (teologia)

    cia normativa existencial y muestraen su propia historia, con toda cla-ridad, el cambio continuo de las si-tuaciones religiosas y profanas delhombre sin convertirse por ello enuna mera

    -)tica de la situacin.La teoioga moral olabora respues-

    tas obligatorias y, en la medida delo posible, con.cretas, que no slohan de ser correctas subjetivamente,sino tambin adecuadas a la co-sa misma en cuestin, puesto quela

  • Moral (fueutes de la)pero integrando, como totalidad con-creta ordenada a Dios, estructurasuniversales e individuales. Y habriaque preguntar inmediatamente si laintensidad de esa autorrealizacin,como fuente originaria do la morali-dad, codetermina en cierto sentidotambin al objeto y las circunstan-cias en orden al acto moral y, porlo tarto, especifica y califica moral-mente este acto. De esta manera sehabra tenido en flrenta que no pue-de dejarse de atender absolutamente,al considerar las fuentes de la mo-ralidad, a la persona humana delcaso (-)tica existencial).

    Motivo es el valor que mueve aun agente libre a la posicin de suacto, sin obligarle a ello. Es posibleque el motivo coincida con el ob-jeto formal o aspecto por el que unacto capta intencionalmente un ob-jeto. Sin embargo, no necesitan coin-cidir, pues la ruzrt para la posicindel acto y el aspecto elegido de suobjeto pueden ser distintos. Asl, p.ej.,el arrepentimiento por temor (-+16'mor de Dios, ->atricionismo) dese-cha el pecado como lesin de la exi-gencia divina sobre el hombre(: objeto formal). El motivo y elobjeto formal meden ser valoes emi-nentes distintos, sin que esta distin-cin tenga que corromp fundamen-talmento un acto moral.

    Motor, primer motor como de-signacin propia de -+Dios, no sig-nifica en la metafsica aristotlico-tomista el causante de un movimien-to corporal, sino que se funda msbien en la idea filosfica de que hayobjetos en mutacin (paso del repo-so a Ia accin, mutacin cualitativa),que suponen una causa distinta deellos. Si se prueba que todo lo quepasa de l -)potencia al ->acto re-quiere una causa que, por su parte.ha de existir sin una causa prea

    459

    (-c.arsalidad), se ve claramente queesta !-ausa suprema y general ha deser -+acto puro, y de tal manera,que sr -)ser y su acto han de seridnticos (aclus purus), siendo tam-bin, por lo tanto, -)espritu y-rpersona. G., acerca de esto,-+Dios (rrueba de la existencia de).

    Muerte. La muerte es un aconte-cimiento quo afecta al hombre en-teo, Ahora bien, ste es una unidadde --+naturaleza y -+persona, es de-cir. una esencia que, por una parte.tiee una malera y estado de serprevios a la decisin personal libre,que sigue sus leyes y, por tanto, supropia evolucin necesaria, Por otraparte, dispone libremento de s mis-ma. Asi pues, esa entidad, en defi-nitiva. es tal como quiera entender-se a s misma en su li;bertad. Por lotanto. Ia muerte es un proceso a lavez personal y natural. Si la biolo-ga no sabe por qumuere tda vida pluricelular, y enespecial el hombre, entonces el mo-tivo que da la fe, o sea la catstrofemoral de la humanidad (Rom 5),es la. hnica explicacin de Ia indis-cutible universalidad do la muerte;esto quiere decir tambin que estauniversalidad tiene ya en su baseteolgica la certeza de que siempre,en el futuro, el tener que morir se-guir perteneciendo a las caracters-ticas necesarias de la existencia con-creta, de manera que la muerte nun-ca podr ser eliminada.

    '1. Dcscripciones de la esencio delo muerte. a) La tradcin cristiananos da una des,cripcin provisionalde la muerto con la expresin este-reotipada: . Con estas palabras se indicaque el principio de la vida en elhombre, su

    -)

  • Muerf e

    la vida misma apunta infinitamentems all de la muerte. Pues en laangustia de la muerte aparece stasolamente (como en el mero miedoa la muerte) en cuanto suceso sin-gular (eventualmente doloroso) al

  • NIUrdo (huida del)tocomunicacin de la caridad divina;disposicin que se manifiesta inclusoall donde la finitud, Ia caducida>propia de la muerte y la tragedia delmundo parecen contradecir esa fe (el
  • Naturaleza

    Si en su patencia unr mturalezaespiritual, desde su fundarnento subs-tancial {rltimo, se trasciende a s mis-ma adefltrndose en Dios por mediode la obra de Dios en ella; y si seadentra de tal manera que quedeabsolutamente traspasada a Dios yasi es sencillamente (en el ser y enla realizacin) de Dios; es decir, siya no tiene su trascendencia en unadinmica de algn modo siempreinacabada, que no puede por si mis-ma consunufse, entonces, a esa na-turaleza en cuanto tal, en el lengua-je normal de la Iglesia, no se lallama >,es decir, con la experiencia cotidia-na ms destacada; de modo que paratal -+positivismo quedan sin sentidola me,tafsica, la religin revelada yuna tica que quiera ser ms quesimple experiencia de la vida.

    Necosidad segn esencia ) eris-lerrcia, cs un predicado quc convienerL Dios en virtud de su -+aseidad, tdiferencia de todo 1o dems, cuyacxistencia est determi[ada por slr-+contingencia. Esto no excluye que,si lo contingente existe, fluyan de lacsencia de las realidades necesidadeslcales lgicas y objetivas.

    Neopaganismo Como designacii;nde aquellos que terica o prctica-mente se distancian ms o menos delcristianismo eclesistico hasta la re-cusacin del bautismo, perteneciendo:t los pases que se dicen cristianos,cl neopaganismo es un concpto pro-blemtico. Y lo es porque todo elmundo nace como

  • Neoplalonismo

    ha entorpecido sus relaciones con elpresente. Hay temas genuinamentecristianos, ajenos al neoplatonismo.As. p.ej., creacin; historia, con suirrepetibilidad, irreversibilidad y sudevenir nico, que Dios puede acep-tar como propio en la encarnacin;la positividad de la no identidad;persona; libertad; amor, caridad, quees algo ms que, la dinmica del Lo-gos; finitud valiosa que queda eter-namente aceptada; validez eterna de1o personalmente individual, etc. Porser ajenos al neoplatonismo dichostemas estn menos trabajados en lateologia cristiana do la Iglesia, comoestructuras fundamentales (no comoobjeto material) de la comprensincristiana de la existencia, que aque-llos cuyo desarrollo puede contarcon la ayuda del neoplatonismo.

    Nestorianismo es la doctrina he-rtica del patriarca de Constantino'pla Nestorio (t ca a51). Proceda dela escuela teolgica de Antioqua(-+Antioqua [escuela teolgica de]).Neg que el mismo Logos eternoluera tambin sujeto de las realida-des humaas en Jesfis (-+idiomas[comunicacin de]). El sujeto del quese puede afirmar lo divino y lohumano es

  • Novacianismo

    rado hertico en *.>Nicea, aunquefue tratado suavemente (Dz 55).

    Novisimoc o postrimerias suelenllamarse a los momentos parcialesde la definitividad total y una delhombre uno. crea-cin) y con la esencia de Ia libertadautntica (como posibilidad de deter-minarso uno mismo para lo defiiti-vo); si de la salvacin definitiva delhombre uno, como persona espiri-tual concretamente corylrea, no seexcluyen de antemano como insalva-bles o indiferentes algunas dimensio-nes de la existencia humana, enton-ces se desprenden por s misnros es-tos novsimos como momentos de laconsumacin global. No pueden con-cebirse como objeto de proposicionesacerca de una misma realidad, porantonomasia indeferenciable, que va-ran meramente de manera mitol-gica, puesto que el hombre es unaentjdad plural. Tampoco pueden con-cebiso como objcto de proxrsicioncsquo versan acerca de un suceso ade-cuadamente diferenciable por anto-nomasia, pues el hombre, sobre todoen cuaflto consumado, es uno, y sus.r8 i

    momentos particulares slo puedencaptarse apresando el todo. La doc-trina de los novisimos se llama -)es-catologa; es, pues, la doctrina dog-mtica de la -)antropologa (cuyosentido pleno 1o encuentra slo enla cristologa) descrita por el modoen que se consuma s,u objeto.

    Nuevo Testamenfo, en cuanto mag-nitud histrico-salvifica. Toda reali-dad finita creada personal-corporaltiene una muerte y en su resu-rrcccin (->resurreccin de Cristo),lrcs momentos que se condicionanrnutuamente y forman una unidad in-scparable. En El la historia de la auto-comunicacin llega irreversiblemen-tc a la meta pretendida que siemprecstuvo trabajndose: Dios se ha dado:rl mundo, y ste, como totalidad,lc acepta definitivamente por obratle la gracia de Cristo. De tal mane-ra, que la riltima palabra de Diosy del mundo queda dicha en la Pa-Iabra hecha carne, en su obedienciade entrega, en la total aceptacin detil y del mundo en la resurreccin.

    Slo el individuo er cuarto a taldebe asentir en obediencia de fe aesa palabra por medio de la obra

  • Obediencia. En general, designa-cin del reconocimiento de una-tautoridad legtima; puede mani-[estarse en el nrodo de pensar y enla conducta. En la teologa y en lavida de la Iglesia se habla de tresl ormas caractersticas de obediencia.a/ Rom 5, 19 caracteriza la culpade -+Adn como desobediencia, encuya virtud los muchos lueron he-chos pecadores, para remitir enton-ces a la obediencia de Uno en cuyrvirtud muchos sern hechos justos.El Hijo aprendi la obediencia pormedio de sufrimientos, y as se con-virti en autor de Ia salvacin eter-na para todos los que obedecen (Flebr5, 8 s). De esta manera, obediencia.en la Escritura, es esquemticamenteacatamiento ante el deber histrico-salvfico (Mt 16, 2l e.p.), en el quese inc:luyen tambin los mandamien-tos de Dioe y los preceptos dela lglesia, antes de la llegada de labasileia.

    b) Entre los -+consejos evang-licos, es sin duda Ia obediencia Iaque tropisza con ms dificultades enorden a su prueba. Siendo estos con-sejos siempre testimonio de Ia Igle-sia, se plantea un problema difcil:,,Cmo se sabe que la manera msradical de obedecer a Dios es some-terse a los mandatos de un hombre?Una solucin nos Ia brinda el pen-samiento de que aqu obediencia esun elemento integrante esencial dela vinculacin permanente a deter-minada forma de vida do la Iglesia.Una obediencia formal, slo por ra-z6n de Ia obedienc-ia misma, no tieneningfin valor moral positivo; obe-487

    diencia no es pesentar o dar carlablanca a los superiores. Ms bien esla aceptacin de una da religiosacomn, c

  • Obispo

    ste no acta como persona privada.As queda tambin clara la

    -)infa-libilidad del

    ->magisterio en la Igle-sia y de las personas que tienen eloficio de ejercerlo. Cuando es el papasolo, o cuando es el papa junto conel concilio, el que promulga una+definicin docento infalible, no setrata do dos actos procedentes dedos sujetos dis,tintos, sino de dosmaneras de proceder de un nico ymismo sujeto. Maneras que se dis-tinguen solamente por la circunstan-cia de que en un crso el sujeto mo-ral uno se encuentra diseminado portodo el mundo, mientras que en elotro se halla reunido en alghn lugardeterminado. En este lltimo caso,la cooperacin y participacin anuen-te de los miembros del citado co-legio con su cabeza se patentiza conmayor claridad. Lo mismo puededecirse de las proposiciones del ma-gisterio oficiab>. El significado delcolegio episcopal hay que entender-lo tambin partiendo de todo Io pre-cedente. Es decir, la Iglesia ha deestar contituida no slo por mu-chos miembros, sino tambin pormiembros cualitativamente distintos.

    Incluso en Ia cabeza o cumbre dela Iglesia ha de aparecer el pluralis-mo, que ba de darse en ella confor-me a la voluntad de Dios; tambinall ha de tener validez, tambin alliha de realizarse. La funcin quecompete en el colegio episcopal a unobispo, en orden a la Iglesia total,slo puede percibirla verdaderamen-te si representa autoritativamente aun miembro determinado (dicesis)de la Iglesia total, miembro en elque puede darse y se da realmenteIa diferencia querida por el EsprituSanto con respecto a otros miembrosde la Iglesia. Sin embargo, en cuantoquo es un obispo particular, recibedel papa Ia asignacin de un terri-torio perfectamente determinado yIa potestad pastoral sobre 1.491

    Por tarto, el papa puede inten.e-nir, en caso de necesidad, estos de-rechoo del obispo. La potestad desantificar o sacramental, que funda-mentalmente es la misma para elobispo y para el papa, la recibe enla consagracin como obispo, querepresenta la suprema posibilidad derealizacin del -)orden uno. Envirtud de esa consagracin, el obis-po conrma y ordena sacerdotes ensu dicesis. Tambin la consagracindo iglesias y altares, la bendicin delos leos y la consagracin de aba-des y abadesas estn reservadas alobispo. En virtud de su potestad gu-bernativa, dirige la diceeis comopastor supremo (en materias de fe.caridad, cuestiones pastorales, po-testad legislativa y ejecutiva, direc-cin administrativa, etc.).

    Obieto formal sobrenatural. Traseste concpto se esconde un proble-ma de la teologa catlica muy dis-cutido y todava no resuelto de ma-nera unnime, que podra formular-se as: El acto salutifero sobrena-tural (-+salutfero [acto]), que elhombre realiza capacitado por la-gracia. ,es salutfero slo por ra-zn de su estructura ntica dada porla gracia, o tambin la concienciadel hombre, en el ms amplio senti-do de Ia palabra, es gratuitamenteelevada, es decir,

  • Obras

    llevar a cabo esa obra, sin que seala expresin y realizacin de la fepropia y plena, como entrega incon-dicionada del hombre a Dios sinninguna roserya (cf. Iac 2, 17). Esms, las obras pueden ser una for-ma de autodefensa del hombre fren-te a Dios (cf. Mt 23, 1 ss). Se llevana cabo las obras para ocultar elcorazn, se realizan obras sin reci-bir la misma obra que se hace, comodon de la gracra de Dios. Esto es ellalso estado de justicia por las obras.Todo esto tiene tambin validez parala autorrealizacin del hombre encuanto que este tiene una determi-nacin gratuitamente sobrenatural.El cumplimiento de los -+manda-mientos de Dios, en los que se obje-tiva en imperativos !a propia esen-cia del hombre, incluida su Jexis-tencia sobrenatural, es la sntesis delas

  • Optimismo

    ritual su sentido y consumacin exis-tencial, la existencia concreta llegaren cada hombre por medio de lagracia de Dios, que la historia intramundana (-+salvfica[voluntad de Dios]), a su feliz con-sumacin y a su definitivez supra-histrica. Y la aceptacin y sufri-miento en fe y esperanza de la

  • Ordcn

    ciaies de ste y de la ,lglesia (-)sa-cramento).

    El primer sujeto o portador deesta potestad directiva, nombrado porei mismo Jess, fue el colegio apos-tlico, con Pedro a la cabeza (Mt 10,1 ss: 16" 16-19; Lc 22, 32; Ioh 21,2. 15ss: ->Ilaves lpoder de las])como representante de todo el co-Iegio y con potestad de actuar per-sonahnente. Este poder directivo te-na que transmitise a otros: a lossucesores de Pedro, los papas (Dz18Zs), y a los sucesores del colegioapostlico, el colegio ep.iscopal. Laplenitud del poder directivo nece.sario a la Iglesia, tanto desde elpunto de vista sacramental clticocomo desde el autoritativo, no es ne-cesario que se transmita en todoslos casos totalmente. Como en todasociedad, puede transmitirse slo unaparte determinada a un hombre de-terminado, conl'orme a las circuns-tancias y necesidades del adecuadoejercicio del citado poder. Ya desdeel tiempo apostlico y en toda lalglesia so dan tres grados en estatransmisin (d.f.: Dz 966): Ia partedcl -;dicono, del sacerdote (-+5-cerdocio) y del -+obispo.

    Donde ms claramente se percibeesta graduacin es en la relaoinrespectiva de sus escalones con lacelebracin de la eucarista: ayudan-te, rgano ejecutivo de esa celebra-cin. autorizado para transmitir elroder de real:r:arla. El grado supre-mo de esta relacin con el misteriocentral de la Iglesia lleva consigonormalmente (-+obispo, .-+papa) laposesin del poder soberano detrode la Iglesia. El acto de transmisin clceste poder en tres grados tiene lugardosde el tiempo arostlico por mediode la --+imposicin de las manos(l Tim 4, 14:; 2 Tim 1. 6). gesto dela transmisin dcl cargo. acompaa-do de las correspondientes palabrasr>ficialmente pronunciadas {Dz 2301).503

    Este acto otorga el cargo, Ia auto-ridad, y promete al que toma pose-sin la gracia de Dios neccsaria parael desempeo de ese cargo en bene-ficio de la Iglesia y de su propia sal-vacin. Por una parte, esa transmi-sin ritual del cargo perteneco porsu misma esencia a las autorrealiza-ciones fundamentales de la Iglesia,en las cuales sta slo podria serineficaz destruyendo su propia esen-cia. Por otra parte, la Iglesia es ensu ser y realizacin el signo penna-nente de Ia gracia absolutamenteprometida al mundo, de la graciaescatolgicamente vencedora. Portanto, esa transmisin del cargo nopuede menos de ser un -)orys

  • Orientales (Iglesias)

    un snodo de laicos. Correspondien-do a este desinters por la constitu-oin de la lglesia, conceden al papromano solamente el rango de unpatriarca del occidente, eventualmen-te un primado de honor, pero nuncaun primado do jurisdiccin sobre latotalidad de la Iglesia, ni tamPocosu infalibilidad.

    La unin teolgica con las lgle-sias orientales presupone oiertamente,por parte de ellas, el que se preocu-pen con amor fraternal de las ela-boraciones teolgicas del occidentedesde el 1100. En primer plano, delos resultados do una concienzudateologa bblica acerca de la autori-dad de Pedro y de la eclesiologabbli.ca en general, as como tam-bin de un mayor aprecio de la-+teologa misma.

    Por su parte, la teologa catlicadebe aceptar que las Iglesias orien-tales le pregunten si ha atendidosuficientemente a la

    -)patrstica y

    a la doctrina de la autoridad del-+obispo en la Iglesia, y si ha hecholo necesario para oponerse a un cen-tralismo burocrtico desprovisto dejustificacin teolgica.

    Origenismo es una corriente de lateologa del oriente, sobre todo mo-nstica, que, sin formar un s stemadoctrinal cerrado, dio herticamentecarcter absoluto a algunos motivosy planteamientos de Orgenes (f ca254), el mayor telogo do la edadantigua junto con san Agustn, y fuecausa de enconadas luchas hasta me-diados del s. vI. Son caractersticasdel origenismo la inclinacin a afir-mar la necesidad y eternidad delmundo y de las almas (-)preexisten-cianismo), la angelizacin del Logos(en vez de encarnacin), la materiacomo conseqrencia del pecado, la-)apokatastasrs, la perfeccin como-)sgnosis>>, etc. (cf. Dz 203-2ll 22327t).

    Paciencia. a) Por parte del horn-[rre, manera de proceder del cristia-no que, bajo las adversidades, peli-gros y cargas mltiptres de su historiasalvfica personal (como parte de lahistoria total de la salvacin), y bajoel deber impuesto por el inescrutableamor divino, sigue mantenindose1irme, a la vez que espera la libera-cin definitiva de s mismo y delmundo que lo oprime. La pacienciaviene en ltimo trmino soportadapor la firmsima certeza de la fe,que le asegura que la incertidumbrede la historia personal queda disten-dida entre la certeza de la primeray segunda venida del Seor. ) Porparte de Dios, manera de hablar, pro-pia sobro todo del AT, con la quese expresa la tardanza cada vez msprolongada del -+juicio del Seorabsoluto de la creacin sobre sucriatura, como resultado imprevisi-blo de Ia conducta benvola de Dioscon respecto a los hombres.

    Padres do la lglesia. Segn la de-finicin de Vicente de Lerin (f amediados del s. v) son padres de laIglesia los escritores de la antige-dad que, en unidad de fe y de so-ciedad con la Iglesia, fueron maes-tros acreditados. Las caracteristicasque el magisterio eclesistico requie-re para aplicar a una persona elttulo de padre de la Iglesia son lassiguientes: 1) Doctrina ortodoxa; lacual no implica inerrancia y no ex-cluye errores de hecho en cuestionesparticulares. 2) Santidad de da, enel sentido del cristianismo primitivo.3) Reconocimiento por parte de la509

    Iglesia, que no ha de ser neceearia-mente explcito, sino que puede ma-nifestarse por medio de citas, etc.4) Haber vivido en el tiempo de los, es decir, en Ia poca queen occidente termina con la muertedo san Isidoro de Sella y en orien-te con la de san Juan Damasceno,o sea, poco ms o menos con els, vttI. Tienen una autoridad espe-cial cuando se da un )consensusentro ellos, puesto que entonces pue-den ser tenidos como transmisores ytestigos de la doctrina de la Iglesiaen sentido estricto. Con respecto asu doctrina, cf. -+patrstica, -)neo-platonismo.

    Paganismo es un concepto teol-gico, y no de la ciencia de la reli-gin, al que no puede renunciar lateologia en favor de los