Dejar de correr.

Para las personas que ya vieron la película INTEZAMENTE, he aquí algo que aprendí de ella, para los que no la han visto cuidado con los spoilers.

Vivimos una vida “feliz”… te preguntan: ¿Cómo estás? Y tu por automatismo respondes: “Bien” decir cosa contraria seria de mal gusto ¿verdad?. Es entonces nuestra vida un continuo huir de ese lado feo de la vida, el lado azul oscuro… la tristeza. Nadie quiere estar triste, ni mucho menos esta junto a gente triste.

¿Para que nos ponemos tristes entonces?, ¿La tristeza es algo “bueno” o algo “malo”? La tristeza es esa medicina amarga del cuerpo, la forma en la que nuestra humanidad trata con algunos asuntos, la tristeza es “mala” si viene y se queda sentada en un rincón de nuestra vida y no sale mas ya no es tristeza es depresión.

La tristeza es como un alquimista (por favor no piensen en Coelho ¿si?) la tristeza toma recuerdos y sentimientos traumáticos y dolorosos y los transmuta en oro… amores que terminan, seres queridos que se van, la tristeza toma esas materias de nuestra vida y las convierte en algo preciado y que ya no es lo mismo que fueron. Algo que podemos conservar dentro, sin esos bordes cortantes que hieren.

Huimos de la tristeza pero a veces es mejor detenerse y dejar que la tristeza te abrace.