conversatorio: proceso de paz y verdad...

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El pasado miércoles 11 de marzo, con la participación de 655 pro- fesores, entre los 1.924 habilitados para votar, la plancha Nro. 1 confor- mada por María Rocío Bedoya Bedoya, principal, y Sara Yaneth Fernández Moreno, suplente, obtuvo la mayor votación con 227 votos, es decir 34,7%, asumiendo así la repre- sentación de los profesores ante el Consejo Superior Universitario. La plancha Nro. 2, conformada por Carlos Arturo Morales Vallecilla, principal y William Cornejo Ochoa, suplente, ob- tuvo 206 votos (31,4%), por su parte, la plancha Nro. 3 conformada por Julio Eduardo Cañón Barriga, principal e Isabel Cristina Restrepo Acevedo, suplente, adquirió 196 votos (29,9%). El voto en blanco tuvo una participación del 3, 97%, con 26 votos. Asoprudea felicita a las profesoras Rocío Bedoya y Sara Fernández, quienes a partir de ahora llevarán la representación ante la máxima instancia de gobierno universitario, y exhorta a los profesores que presentaron sus programas en las otras planchas a seguir pensando y trabajando por la universidad que queremos. Por primera vez dos mujeres llevarán la representación profesoral ante el CSU Asociación de Profesores de la Universidad de Antioquia Junta Directiva María Cecilia Plested Álvarez Presidenta Lucía Stella Tamayo Acevedo Vicepresidente Jorge Aristizábal Ossa Secretario Walter Alonso Santos Abello Tesorero Juan Esteban Pérez Montes Jaime Rafael Nieto López Marco Antonio Vélez Vélez Hader Calderón Serna Héctor Byron Agudelo García Diana Carolina Ocampo Rivera Luis Alfredo Atehortúa Castro Carlos Arturo Morales Vallecilla Efraín Manuel Oviedo Regino Rafael Darío Aguilar Aguilar Vocales Abril de 2015 No. 255 La defensa de la universidad pública: nuestra razón de ser María Rocío Bedoya Bedoya, Facultad Derecho y Ciencias Políticas, Principal y Sara Yaneth Fernández Moreno, FCSH, Suplente. Conversatorio: Proceso de Paz y Verdad histórica Jueves, 9 de abril de 2015, a las 10 a.m. en el auditorio 10 - 222 PONENTE: Dr. Víctor Manuel Moncayo. Ex rector Universidad Nacional de Colombia COMENTARISTA: José Antonio Girón Sierra. Investigador en Derechos Humanos Instituto Popular de Capacitación, IPC Convocan: Asociación de Profesores de la Universidad de Antioquia, ASOPRUDEA y Mesa Multiestamentaria de Análisis de la Transformación Institucional, MMATI.

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El pasado miércoles 11 de marzo, con la participación de 655 pro-fesores, entre los 1.924 habilitados para votar, la plancha Nro. 1 confor-mada por María Rocío Bedoya Bedoya, principal, y Sara Yaneth Fernández Moreno, suplente, obtuvo la mayor votación con 227 votos, es decir 34,7%, asumiendo así la repre-sentación de los profesores ante el Consejo Superior Universitario. La plancha Nro. 2, conformada por Carlos Arturo Morales Vallecilla, principal y William Cornejo Ochoa, suplente, ob-tuvo 206 votos (31,4%), por su parte, la plancha Nro. 3 conformada por Julio Eduardo Cañón Barriga, principal e Isabel Cristina Restrepo Acevedo, suplente, adquirió 196 votos (29,9%). El voto en blanco tuvo una participación del 3, 97%, con 26 votos. Asoprudea felicita a las profesoras Rocío Bedoya y Sara Fernández, quienes a partir de ahora llevarán la representación ante la máxima instancia de gobierno universitario, y exhorta a los profesores que presentaron sus programas en las otras planchas a seguir pensando y trabajando por la universidad que queremos.

Por primera vez dos mujeres llevarán la representación profesoral ante el CSU

Asociación de Profesores de la Universidad de Antioquia

Junta Directiva

María Cecilia Plested Álvarez Presidenta

Lucía Stella Tamayo Acevedo Vicepresidente

Jorge Aristizábal Ossa Secretario

Walter Alonso Santos Abello Tesorero

Juan Esteban Pérez Montes Jaime Rafael Nieto López

Marco Antonio Vélez Vélez Hader Calderón Serna

Héctor Byron Agudelo García Diana Carolina Ocampo Rivera Luis Alfredo Atehortúa Castro Carlos Arturo Morales Vallecilla Efraín Manuel Oviedo Regino Rafael Darío Aguilar Aguilar

Vocales

Abril de 2015 No. 255

La defensa de la universidad pública: nuestra razón de ser

María Rocío Bedoya Bedoya, Facultad Derecho y Ciencias Políticas, Principal y Sara

Yaneth Fernández Moreno, FCSH, Suplente.

Conversatorio: Proceso de Paz y Verdad histórica

Jueves, 9 de abril de 2015, a las 10 a.m. en el auditorio 10 - 222

PONENTE: Dr. Víctor Manuel Moncayo. Ex rector Universidad Nacional de Colombia

COMENTARISTA: José Antonio Girón Sierra. Investigador en Derechos Humanos Instituto Popular de Capacitación, IPC

Convocan: Asociación de Profesores de la Universidad de Antioquia, ASOPRUDEA y Mesa Multiestamentaria de Análisis de la Transformación Institucional, MMATI.

CO-RESPONDENCIA 2

Entrecomillas

La defensa de la universidad pública: nuestra razón de ser

Mantilla le ganó el pulso a Mario Hernández y a Jorge Hernán Cárdenas. Hay descontento entre la comuni-dad estudiantil que convocó a marchas. […] La semana pasada se realizó la consulta elec-trónica para saber los nombres de los cinco candida-tos que serían considerados para asumir la rectoría de la Universidad. Entre ellos estaban el actual rector, Ignacio Mantilla; el médico Mario Hernández, y el ex vicerrector Jorge Hernán Cárdenas. Los tres candidatos lograron los mayores niveles de apoyo entre la comunidad académica, particular-mente entre los profesores. Sin embargo, las críticas permanentes en contra del rector Mantilla de pro-fesores y estudiantes durante los diferentes foros en los que participaron todos los candidatos, dejaron en evidencia que paradójicamente también era el candi-dato con mayor rechazo entre la comunidad acadé-mica.

“Ignacio Mantilla fue reelegido rector de la Universi-dad Nacional”. Semana. 25 de marzo de 2015.

http://goo.gl/NOj9vu

En circulación

Como ejercicio en las reuniones del ATENEO, con los representan-tes profesorales de las distintas unidades académicas, circulará en la semana de pascua el boletín La Palabra Nro. 53, que contiene “Reflexiones críticas sobre el Acuerdo sobre lo Superior 2034”. Se abordaron algunos de los temas centrales del citado Acuerdo, partiendo de los diez puntos sobre los cuales hubo consenso entre los generadores del mismo: calidad, internacionalización, financia-ción, gobernabilidad, articulación de la educación superior y la me-dia, bienestar, educación inclusiva, investigación, nuevas modalida-des educativas. Quedaron pendientes ochos temas cruciales según lo expresado por algunos rectores agrupados en el CESU, entre ellos uno central, la autonomía universitaria. Con el presente texto abrimos pues, un debate necesario y fructífe-ro sobre aquello que requiere la educación superior colombiana, para los próximos decenios.

“Ser pilo paga”…, para las universidades privadas pero que habrá deserción, la habrá, con sus nefastas conse-cuencias: estudiantes de estratos bajos, con familias en situación económica precaria, quedarán con una deuda que supera sus ingre-sos de muchos años. Esto no es una revolución educativa. Al ahondar el asunto nos encontra-mos que el programa funciona así: los beneficiarios son bachilleres que obtuvieron como mínimo un puntaje de 310 en las pruebas Saber 11, que tengan un puntaje en el Sisbén menor a 57.2 y que hayan pasado a la universidad a la que aspiran. El Gobierno, a través del Icetex, paga el valor de la matrícula semestral y entrega un subsidio de 1 salario mínimo se-mestral ($ 644.359) para los estu-diantes cuya elección de universi-dad haya sido en su misma ciu-dad, 1.5 salarios mínimos semes-trales ($966.539) para los resi-dentes en las áreas metropolita-nas de las ciudades donde van a cursar sus carreras y 4 salarios mínimos semestrales ($2.577.436) para los de ciudades de provincia, todos pagaderos en dos contados. La mayor probabilidad de deser-ción la tienen los beneficiados de provincia y quedarán con una deu-da mucho mayor que el resto. Re-cordemos que el 60% de los favo-recidos se matriculó en Bogotá. La obligación de todos los estudian-tes es terminar las carreras selec-cionadas y de no lograrlo que-darán con una deuda ante el Ice-tex por el total de lo recibido. No es una beca, es un crédito-beca o mejor un crédito condonable. El auxilio de sostenimiento al semes-

Jorge Aristizábal Ossa Facultad de Ingeniería Secretario Asoprudea De “Revolución Educa-tiva” calificó la revista

Semana el programa gubernamen-tal “Ser pilo paga”, concepto que rápidamente acogieron otros me-dios de comunicación. Anualmen-te, en Colombia, se gradúan unos 670.000 estudiantes, según las cifras del Ministerio de Educación Nacional y ese programa otorgará “becas” a 10.080 estudiantes. Es-ta cifra solo equivale al 1.5% de todos los bachilleres. Aquí no se consideran los casi tres millones de jóvenes que no han podido ac-ceder a ninguna institución de edu-cación superior. Esto demuestra claramente el manejo guberna-mental de los medios de comuni-cación que ante cualquier medida demagógica del Gobierno Santos salen a aplaudirlo. La Constitución Política de Colom-bia prohíbe que el Estado entregue dineros al sector privado. El pro-grama de “becas” se salta esta prohibición y entrega dineros a las universidades privadas, termine o no el estudiante “beneficiario” su programa académico pues el pro-grama no exige nada a estas insti-tuciones. Quien paga las “becas”, si no culminan sus estudios, serán los estudiantes y sus familias pues quedarán con una deuda ante el Icetex por el monto total del crédi-to para matrículas y de los dineros recibidos para sostenimiento. Ob-vio que la deserción de estos estu-diantes será menor por sus altos niveles en los exámenes de Estado

tre es claramente insuficiente. Por el temor existente a la deserción por asuntos económicos, el gobier-no entregará una ayuda adicional de 800.000 al semestre y 200.000 adicionales a los beneficiarios que obtengan un promedio académico mayor de 3.5. Cubrirá a 7.800 be-neficiarios, un 78% del total. La forma es vinculándolos al progra-ma “Jóvenes en Acción”. El costo total del programa ronda los $ 155.000 millones el semes-tre. Si tenemos en cuenta que el 85% de los beneficiarios se matri-culó en las universidades privadas esto se configura en una transfe-rencia neta de dineros del Estado a las universidades privadas. Esto no es nada nuevo. En el proyecto de reforma total a la Ley 30/92 de Juan Manuel Santos que obligó a retirar el movimiento estudiantil orientado por la MANE en el 2011, se establecía el articulado para apoyar a las universidades priva-das por intermedio del Icetex, la Financiera de Desarrollo Territorial, Findeter, el Fondo Nacional de Ga-rantías, FNG, y el Fondo de Desa-rrollo de la Educación Superior, Fo-desep. A pesar de haberse hundido en el 2011, el Gobierno de Santos en el Acuerdo por lo Superior 2034, lo revive, proponiendo ga-rantizarle a las universidades priva-das distintas líneas de financiación a través de las mismas institucio-nes atrás mencionadas a la que se adiciona el Ministerio de Educación Nacional, MEN. (Ver el Lineamiento 136 de dicho Acuerdo).

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CO-RESPONDENCIA 3

El columnista invitado

La defensa de la universidad pública: nuestra razón de ser

universidades oficiales, de la mis-ma manera como lo es en Europa y Estados Unidos. Incluso en Brasil y Argentina son gratuitos hasta los posgrados. Si en dichos países está establecida la gratuidad, ¿por qué en Colombia no se hace? ¿Será por la misma razón que pa-gamos la gasolina más cara del mundo? El gobierno de Santos, como los anteriores, se niega a apoyar a la universidad pública. No cubre el déficit acumulado desde 1993, no garantiza la financiación estatal adecuada obligándolas a la venta de servicios —as más fuertes— y al alza de matrículas —las más débi-

Pero no para la cosa ahí. En el TLC firmado con los Estados Unidos, esa misma garantía de apoyo del Estado a las universidades priva-das se garantiza para las institu-ciones extranjeras, digo, norteame-ricanas, que ya se instalaron y se instalarán en Colombia con el prin-cipio pactado de “Trato nacional”. Apenas estamos empezando a vi-sualizar la transferencia de dineros públicos al sector privado de la educación superior, nacional o ex-tranjero. La educación superior es gratuita en muchos países latinoamerica-nos como México, Brasil, Argenti-na, Ecuador y Venezuela en las

les—, promueve la tercerización de los docentes y de los empleados con los catedráticos, y supernume-rarios, mantiene, de hecho, conge-lada la financiación estatal, no ha creado una sola universidad públi-ca en las últimas décadas y ante el éxito, mediático, de su programa “Ser pilo paga”, espera aumentarlo en otros 1.000 beneficiarios este año, llegar a 18.000 en el 2018 y transformar el programa en una política de Estado a través de una ley que espera tramitar ante el Congreso. Ahora si se ve la privati-zación de la educación superior. La espada de Damocles que pende sobre la universidad pública, em-pieza a caer sobre nuestra cabeza.

CO-RESPONDENCIA 4

La defensa de la universidad pública: nuestra razón de ser

“Ser pilo paga”…, para las universidades privadas - Jorge Aristizábal Ossa

Panorama del sector Salud

Por: Médico Saúl Franco Agudelo Docente e Investigador universitario Los postulados no apuntan a su cabal

cumplimiento ni a construir una sociedad más justa, democrática y en paz. Una cuidadosa lectura de los 206 artículos del proyec-to de ley del Plan Nacional de Desarrollo (PND), y del extenso documento que le sirve de base, permite con-cluir que lo que el gobierno realmente quiere y propo-ne en salud para los próximos años, no solo tiene po-co que ver con la aplicación de la Ley Estatutaria de Salud (LES), sino que en muchos casos es abierta-mente contrario al espíritu y a la letra de la misma ley. Queda además la impresión de que el gobierno está tratando de lograr, por la vía del PND, la aprobación de lo que consideraba esencial dentro de Ley Ordina-ria de Salud (LOS), y que le fracasó en su trámite ante el Congreso y en la correspondiente revisión de la Cor-te Constitucional.

Objetivo mercantilista El tema hace parte de la segunda de las seis estra-tegias incluidas en el PND: “Movilidad Social”, y lo fundamental se incluye entre los artículos 61 y 72. Pues, bien: al plantear los objetivos generales en el documento base (páginas 25 y 26), la salud es con-siderada como “un servicio para enfrentar riesgos”, no como un “derecho fundamental” que constituye la médula de la LES. Más aún, al sustentar otra de las estrategias del Plan, la de “Buen Gobierno”, el documento base afirma sin ambages que uno de los pilares fundamentales de la filosofía general de la propuesta desarrollista es… “Un Gobierno que ga-rantice tanto mercado como sea posible y tanto Es-tado como sea necesario”... Más claro, imposible. El articulado De las orientaciones del documento base se pasa a su implementación en el articulado. Se advierte, en-tonces, que el primer artículo del PND dedicado a

Continúa en la página siguiente

El Plan Nacional de Desarrollo contradice la Ley Estatutaria de Salud

CO-RESPONDENCIA 5

La defensa de la universidad pública: nuestra razón de ser

“Ser pilo paga”…, para las universidades privadas - Jorge Aristizábal Ossa

salud (61), defiende un incierto y riesgoso modelo in-tegral de atención, cuya formulación queda en manos del Ministerio de Salud. Derogando la LOS y la LES El PND, si se aprueba tal como está propuesto, dero-garía todo lo que tiene que ver con redes integradas de servicios de salud, contempladas en la Ley Ordina-ria de Salud (LOS), artículos 60 a 64, (Ley 1438 de 2011), y de toda la estrategia de atención primaria en salud (artículos 12, 13, 15 y 16 de la misma LOS), amén de desconocer el artículo 13 de la LES, que de-fine que “El sistema de salud estará organizado en redes integrales de servicios de salud, las cuales podrán ser públicas, privadas o mixtas”. Otro atentado del PND contra el derecho a la salud, contemplado tanto en la ley ordinaria como en la es-tatutaria, se desprende de la importancia que se le da a la creación de la “Unidad de Gestión” de los dineros del SGSSS (Sistema General de Seguridad Social en Salud [artículos 62 y 63]), que trata de revivir con ajustes la propuesta “Salud Mía”, hundida en el pro-yecto gubernamental de la LOS, y que revive los copa-gos, abre de par en par la puerta a una nueva inter-mediación financiera privada y prioriza la entrega de anticipos a las EPS, ampliándoles, además, hasta tres años el período para hacer sus recobros y reclamacio-nes (artículo 70). Las llaves al ladrón El PND pone igualmente las bases para la conversión de Saludcoop en sociedad anónima (artículo 64); la tercerización de los trabajadores en el sector de la

salud y la aceleración de la liquidación de los hospi-tales públicos –los que aún quedan- (artículo 71). Conclusiones 1. El listado podría extenderse, pero es suficiente para entender el porqué la propuesta del PND está en contravía de las leyes ordinaria y estatura de sa-lud expedidas por el Congreso, revisadas y precisa-das en sus alcances sobre la responsabilidad del Estado y el derecho fundamental de los colombia-nos a la salud, por la Corte Constitucional. 2. Así, los postulados y las propuestas del proyecto de PND en la problemática sanitaria de Colombia, no apuntan a construir una sociedad más justa, equitativa y democrática, sino a mantener —e inclu-sive a profundizar— el actual modelo de salud y de sociedad. 3. Peor aún, muchos de ellos están en contravía tan-to de la construcción de una sociedad en paz, como de los avances que con dificultad se venían logran-do, tales como la Ley Estatutaria en Salud. 4. La convocatoria del subtítulo de la propuesta del PND, “Todos por un nuevo país”, en lugar de acer-carse, parece estar cada vez más lejos. Claro que dicho plan todavía no está aprobado, ni solo las le-yes conforman la realidad ni la sociedad está parali-zada.

Tomado de: http://www.asmedasantioquia.org/ley-

estatutaria-salud/otras-organizaciones-salud/6575-el-plan-nacional-de-desarrollo-contradice-la-ley-

estatutaria-de-salud

Si desea ponerse en contacto con Asoprudea hemos habilitado como cuenta única de recepción de correos: [email protected] Estamos prestos a contestar

sus comentarios y sugerencias.

La defensa de la universidad pública: nuestra razón de ser

CO-RESPONDENCIA 6

Asoprudea invitada Asoprudea con miras a promover el uso de los espacios culturales, plantea un proyecto para ofrecerle dife-rentes eventos a sus asociados, tales como: teatro, danza, conciertos y diferentes puestas en escena. Condiciones: Se entregarán las boletas a los primeros socios que cumplan años en el respectivo mes, y lle-guen por ellas. El profesor interesado en un evento deberá acercarse a la oficina 22-107 y reclamar su bole-ta. Sólo se podrá reclamar una boleta por asociado. Los profesores deberán verificar con la secretaria que aparezcan activos en la base de datos para poder recibir la boleta. Los siguientes son algunos eventos que promovemos para el mes de abril.

Elección de los Representantes Profesorales ante el Comité de Asignación y Reconocimiento de Puntaje

La Vicerrectoría de Docencia mediante la Resolución 8685 del 27 de febrero de 2015 [+], convoca a la elección de los representantes pro-fesorales de las tres áreas de trabajo académico de la Universidad: Ciencias Exactas y Naturales, Ingeniería y Ciencias Económicas; Cien-cias Sociales y Humanas; y del área de la Salud. La votación se re-alizará entre los profesores que sean de dedicación exclusiva, tiempo completo o medio tiempo, vinculados y ocasionales. Será de manera virtual, directa y secreta el día viernes 10 de abril entre las 8:00 a.m. y las 4:00 p.m.

Elección del Representante Profesoral ante el Comité de Asuntos Profesorales del Consejo Académico

Así mismo, a través de la Resolución 8688 del 3 de marzo de 2015 [+] la Vicerrectoría de Docencia convoca a los profesores que sean de dedicación exclusiva, tiempo completo o medio tiempo y ocasionales para que de manera virtual, directa y secreta elijan su representante el día martes 14 de abril entre las 8:00 a.m. y las 4:00 p.m.

Elecciones de Representantes Profesorales en instancias universitarias

Asesoría jurídica para Asociados

Dr. Juan Guillermo Uribe

Martes y Jueves 1 pm a 4 pm en Asoprudea

La atención se ofrece para casos por la vía gubernativa.

Aspectos relacionados

con el desempeño docente, académico y

laboral en la Universidad de

Antioquia.

aplicación de una fórmu-la matemática1. Los cinco nombres elegi-dos serán luego tomados en consideración para la designación como Rector por el Consejo Superior de Universidad Nacional de Colombia. Los miem-bros de este Consejo de-liberarán y votarán, con toda su sabiduría, hasta que uno de los candida-tos obtenga una mayoría simple. En este caso, son cinco votos que se nece-sitan, ya que el Consejo Superior está conforma-do por ocho miembros. Su composición es la si-guiente: Ministro de Edu-cación (en este caso Mi-nistra), dos miembros designados por el Presi-dente de la República, un ex rector designado por los ex rectores, un miem-bro del Consejo Nacional de Educación Superior CESU de terna presenta-da por el Consejo Nacio-nal de Ciencia y Tecnolo-

gía, un miembro del Con-sejo Académico designa-do por éste (es decir un decano de la actual ad-ministración), un repre-sentante de los profeso-res (en este caso una profesora) y un represen-tante de los estudiantes. Un análisis sumario de la composición de estos “grandes electores” indi-ca que tres de éstos son directamente designados por el Presidente de la República (Ministro y dos miembros). El miembro del CESU, órgano de apo-yo del Ministerio de Edu-cación, tiene altas proba-bilidades de ser cercano al ejecutivo, y un quinto, el representante del Con-sejo Académico, ha sido nombrado como decano de su Facultad directa-mente por el actual rec-tor-candidato. Por lo tan-to, la elección la define en buena parte el mismo Presidente de la Repúbli-ca que necesita conquis-tar uno o máximo dos vo- tos adicionales, que pue-

André-Noël Roth La Universidad Nacional de Colombia, principal centro educativo univer-sitario del país e institu-ción pública con un esta-tuto de autonomía, está próxima a renovar su máxima autoridad en el cargo de rector de dicha institución. Las candida-turas ya son conocidas. Luego de ser avalados por la misma institución, según su propio regla-mento, por cumplir los requisitos formales nece-sarios para el ejercicio del cargo, los siete candi-datos (¡ninguna candida-ta!) se someterán a un proceso de consulta en-tre profesores, egresados y estudiantes, -luego de una corta campaña elec-toral de presentación de sus respectivas propues-tas para una consulta calificadora para 5 de los 7 candidatos, pero no vinculante- cuyos votos serán ponderados por la

Romper el sentido de la elección: empezando por la Universidad Nacional de Colombia

den ser aportados, proba-blemente, por la influen-cia del mismo candidato-rector. Si bien cada uno de los miembros del Con-sejo Superior tiene for-malmente total libertad para otorgar su voto, la configuración política de los votantes no deja mu-cho margen a sorpresas. Existe una muy alta pro-babilidad de que el Rec-tor actual, el Doctor Man-tilla, esté nuevamente designado. Es probable que el voto final sea de 6–2, los dos votos de los representantes de los profesores y de los estu-diantes. A menos de que la Presidencia esté muy descontenta con el actual rector o desee cumplir con otro compromiso –cosas que ignoro total-mente–, y con la condi-ción muy probable de que éste quede seleccionado entre los cinco por la con-sulta prevista en estos próximos días, a lo mucho

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Fuente de la imagen: www.agenciadenoticias.unal.edu.co

Panorama Universitario

CO-RESPONDENCIA 7

La defensa de la universidad pública: nuestra razón de ser

Hoy en Colombia, el extenso poder de nombramiento directo o indirecto que dispone la Presidencia de la Re-pública en las instituciones del país permite considerar al régimen político como siendo más una monarquía administrativa que una república liberal, y aún menos una democracia. El régimen sigue generando y promo-viendo conformismo (“gobiernismo”) entre sus sujetos y, a su vez, imposibilita una democratización real de las instituciones políticas y administrativas, ¡inclusive en las “autónomas” como las universidades! Se argumen-ta a favor de un giro radical para la designación de car-gos en la Universidad mediante un uso razonado del sorteo.

Presidencia de la Repúbli-ca en las instituciones del país sigue generando y promoviendo actitudes conformistas (“gobernis-mo”) y, a su vez, imposibi-lita la democratización real de las instituciones políticas y administrati-vas, ¡inclusive en el caso de las autónomas como las universidades! Sin embargo, antes de ceder ante el centralismo administrativo borbónico y napoleónico, existían en la península otras prácticas de gobernanza que incluían regímenes de amplia autonomía político-administrativa. Así las tradiciones caste-llana y aragonesa reco-nocían una gran auto-nomía a las ciudades y villas frente a su Rey. Dicha autonomía era ga-rantizada institucional-mente mediante dos ti-pos de dispositivos: la venalidad de los oficios (principalmente en Casti-lla) que permitía conser-var los cargos en las mis-mas familias y, en el rei-no de Aragón, de manera más interesante, por la implementación de la insaculación2, es decir de un sistema más o me-nos sofisticado de elec-ción por sorteo para re-partir periódicamente los principales cargos públi-cos entre los que podían ser pretendientes, los

insaculados, y que per-duró varios siglos (aprox. 1250-1715). El sistema tuvo incluso alguna apli-cación en América en el siglo XVI. De este modo, se limitaba eficazmente la capacidad de influen-cia y de intromisión de la realeza en los asuntos locales. Si bien, la venalidad no puede constituir una so-lución válida para la épo-ca contemporánea (aun-que sigue existiendo bajo otras modalidades de acaparamiento y control institucional), creo que la práctica de la insacula-ción como dispositivo de elección puede ser fuen-te de inspiración para el caso de las universida-des públicas. Estos últi-mos años, las virtudes del sorteo, como meca-nismo democrático por excelencia, han regresa-do a ser reconocidas, y formas razonadas de uso del sorteo se han vuelto a aplicar en algunos es-cenarios políticos y admi-nistrativos3. La Universi-dad puede ser uno de estos escenarios para la experimentación de una necesaria renovación democrática. El modo de elegir a las autoridades universita-rias ha sido objeto de amplios debates. Grosso modo existen tres meca-nismos vigentes:

será reemplazado por otro candidato cercano a las preferencias presi-denciales. Como ocurre siempre en las monarquías adminis-trativas, la autonomía formal de las institucio-nes se restringe fuerte-mente por efecto de la influencia y relaciones jerárquicas y personales. L’Etat, c’est moi, podía proclamar el Borbón Luis XIV en Francia. Posterior-mente, fue el emperador Napoleón quien hizo real-mente efectivo en el pla-no administrativo el lema monárquico. Estos ilus-tres franceses fueron los grandes inspiradores de la construcción política y administrativa centralista de España y de América latina. El primero reformó a la corona española des-de Felipe V (nieto de Luis XIV) con los decretos de la “Nueva Planta” (1717, 1718 para Indias) y lue-go, el segundo inspiró a los “libertadores” y cons-tructores de la República de Colombia. El pasado tiene efectos en el pre-sente: es el path depen-dency (la dependencia del camino) como dicen los neoinstitucionalistas. Hoy en Colombia, este extenso poder de nom-bramiento directo o indi-recto, herencia política e institucional duradera de la monarquía administra-tiva, del cual dispone la

1) la elección directa (con voto ponderado), 2) la elección indirecta a través de un voto de una asamblea (Senado uni-versitario o Consejo Uni-versitario con diversas formas de representa-ción de la comunidad universitaria) y 3) desig-nación directa por el po-der político. La primera, la elección directa, se asimila a una elección mayoritaria a imagen y semejanza de las elecciones políticas en donde los miembros de la comunidad universi-taria son considerados como los “ciudadanos” de la institución. General-mente, se establece una ponderación para dar mayor peso a la opinión de los profesores (tal co-mo para la consulta de la UNAL). En este caso, el inconveniente común-mente señalado es que se tiende a “politizar” (en el sentido también de “politiquería”) la institu-ción y en particular con el desarrollo de verdaderas campañas electorales; es la puerta de entrada para la influencia de los parti-dos políticos, el control político sobre los pues-tos, para el clientelismo político y las promesas demagógicas. Los oposi-tores a esta democracia universitaria basada en

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CO-RESPONDENCIA 8

La defensa de la universidad pública: nuestra razón de ser

Romper el sentido de la elección - André-Noël Roth

alguna propuesta de creación de un Senado Universitario. Este Sena-do, claro está, ampliaría la legitimidad representa-tiva de la toma de deci-sión en relación a la si-tuación actual de un Con-sejo Superior muy restrin-gido. Y es cierto que la actual forma de designar el rector –entre otras de-cisiones– se parece más a la lógica de los cuerpos feudales, o del corporati-vismo de los años 30, que a una lógica de-mocrática. Es decir con la creación de un Senado, se pasaría de una actual concepción premoderna, matizada por el corporati-vismo de los años 30 del siglo XX, basada en los Consejeros del Príncipe y funcionarios ilustrados de las corporaciones, a una concepción moder-na, republicana y delega-toria, basada en la elec-ción de ilustres represen-tantes. Finalmente, la tercera vía, la designación dire-cta por el poder político, queda obviamente bajo el sello de las prácticas de regímenes dictatoria-les o autoritarios (de de-recha como de izquier-da), que no respetan el carácter autónomo, de autogobierno, de las ins-tituciones dedicadas a la investigación y a la ense-ñanza de las ciencias. El modelo de la Universidad

Nacional (entre otras uni-versidades) se encuen-tra, como se nota, for-malmente en el segundo modelo (Consejos). Sin embargo, se acerca bas-tante al tercero –la de-signación directa– por la composición cuasi-feudal y restringida de su Con-sejo Superior. El Estado (en términos más concre-tos: el gobierno de turno) quiso conservar una alta capacidad de control sobre el nombra-miento de la dirección de las institucio-nes públicas de educación superior. Obviamente no es el úni-co medio de control de que dispone el gobierno sobre las universidades. De manera aún más efectiva en estos últimos años, el Gobierno (es de-cir, el Monarca-Presi-dente) ejerce y comple-menta su control (por si acaso no resultaría sufi-ciente vía los nombra-mientos) también me-diante una estrategia de disciplinamiento educati-vo e investigativo de la Universidad y de los uni-versitarios por medio de dispositivos de gestión basados en la competi-ción y en incitaciones. En concreto, se trata de, en particular, las políticas de financiamiento orien-

el sufragio directo consi-deran que no es un pro-ceso adecuado para ele-gir directivos universita-rios, ya que una institu-ción académica no de-bería ser gobernada por decisión mayoritaria o plebiscitaria, sino por mérito o competencia. El criterio imperante en la academia, dicen, no pue-de ser la popularidad. La segunda solución, es la elección indirecta. La designación se hace por una asamblea o un con-sejo de representantes presuntamente más legí-timos y aptos para dis-cernir el mérito personal y el interés general de la Universidad que el “pue-blo” universitario. En el caso del Senado, es el modelo de la democracia representativa por exce-lencia, con su claro carácter elitista, tenden-cialmente oligárquico o aristocrático como lo se-ñalaban ya tanto Aristó-teles como Montesquieu: personas llegan a ser parte del Senado (o del Consejo) por su capaci-dad y talento en atraer electores que delegan (o abdican) su poder de de-cisión en ellas. Se inicia así un proceso de consti-tución de una nueva élite que buscará mostrarse como sabia e indispensa-ble. Actualmente existe entre el profesorado de la Universidad Nacional

tado y condicionado para la investigación (y para el funcionamiento), y de la clasificación de los gru-pos de investigación y de los investigadores. Pro-yecto disciplinario que se refuerza aún más ahora con la Superintendencia –dispositivo típicamente neoliberal– y el manejo dado a las regalías por Colciencias. El modo de gobierno de la Universi-

dad se basa entonces en la organiza-ción competi-tiva, de mer-cado, de la r e p ar t i c i ó n de los recur-sos económi-cos y honorífi-

cos de un lado y, en el control sobre los nombra-mientos del otro. El dine-ro, los premios y los reco-nocimientos4 son disposi-tivos disciplinarios usa-dos para orientar el com-portamiento de los uni-versitarios señalando qué es meritorio o no de un reconocimiento público, tanto social como econó-mico. Hoy el aumento fenomenal de la capaci-dad de cálculo y de big data permite a la crecien-te burocracia académica soñar con las utopías tec-nocráticas en su preten-sión de medir, jerarqui-zar, ordenar y controlar todo de manera seudo objetiva y científica.

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CO-RESPONDENCIA 9

La defensa de la universidad pública: nuestra razón de ser

Romper el sentido de la elección - André-Noël Roth

Y es cierto que la actual forma de designar el rector –entre otras

decisiones– se parece más a la lógica de los

cuerpos feudales, o del corporativismo de los

años 30, que a una lógica democrática.

timándola, y que se pro-mueve desde la primaria mediante un culto desen-frenado a la competición individual con una pre-miofilia patológica que permite premiar a los ya favorecidos. Una autentica democrati-zación implica por lo tan-to provocar una ruptura con esta cultura conser-vadora del mérito indivi-dual competitivo, ya que tiende a confortar la re-producción social y políti-ca, exacerba las desigual-dades, y no facilita el cambio ni promueve la equidad. En el caso de la elección del Rector de la UNAL, una verdadera de-mocratización implicaría que todos los candidatos tengan una igual posibili-dad de ser elegido como rector de la Universidad. Pero no es el caso, como lo hemos señalado debi-do a la composición del Consejo Superior. A cam-bio, con la introducción del sorteo, se suscitarían candidaturas que reflejar-ían la diversidad y el plu-ralismo de la comunidad académica, ya que exis-tirían posibilidades reales de elección. Evitaría tam-bién la práctica habitual de las ternas con candi-datos de “relleno”. Sería por lo tanto pertinente designar el rector –y otros cargos–, no me-diante elección directa o indirecta, sino mediante

la introducción de una buena dosis de sorteo entre candidato/as que cumplen los requisitos para ejercer el cargo6. El sorteo tiene la ventaja de que el designado no tenga amarre ni clientela a retribuir. No debe su elección a ningún “par-tido” o monarca que hizo campaña a su favor. Tampoco posibilita la compra de votos. Es de-cir, es un instrumento también efectivo contra la corrupción que tanto afecta a la sociedad co-lombiana. La adopción de un sistema de selec-ción por sorteo implicaría por cierto un rediseño institucional en pro de un reforzamiento y revalori-zación del trabajo colecti-vo de los distintos colec-tivos, consejos y asam-bleas en donde debe es-tar presente la diversidad de la comunidad acadé-mica –¿acaso no son los profesores todos pares académicos? El sorteo suele ser un garante más eficaz de una participa-ción igualitaria, plural y diversa. Así mismo, se limitaría también en el “elegido” el síndrome de creer que es el “mejor” y que suele traducirse fre-cuentemente por actitu-des caudillistas o mesiá-nicas en la gestión. Ya que su elección no se podría atribuir a supues-tos méritos excepcionales

La educación, la salud y la administración en gene-ral, sectores que resistie-ron a la primera ola de taylorización, se encuen-tran hoy en la mira de nuevos ingenieros: el au-la, el consultorio y la ofi-cina están bajo la medi-ción y evaluación de so-fisticados cronómetros neo-taylorianos. Es la vestimenta nueva de los señores F. Taylor, H. Fa-yol y E. Mayo. El neoliberalismo ha exa-cerbado hasta lo absurdo la cultura meritocrática (ranking) ya inscrita en el republicanismo y su culto a “los mejores”. El (neo)taylorismo y el neoinstitu-cionalismo económico contemporáneos le han dado las herramientas prácticas. Pero a pesar de su discurso igualitario y “objetivo”, esta cultura se traduce frecuentemen-te por lo que Bourdieu había señalado como el “racismo de la inteligen-cia”5: ganan los que ya están favorecidos social-mente. Basta ver las can-didaturas al cargo de rec-tor de la UNAL para ver una realidad política co-lombiana: el mérito pare-ce ser exclusivamente un don masculino y blanco apenas mestizado. Es el resultado de las discrimi-naciones de hecho de un sistema educativo colom-biano que reproduce la desigualdad inicial legi-

ni tendría que rendir cuentas a algún padrino. Se limitaría también con-cebir una elección como principalmente el resulta-do de una relación de fuerza, de habilidad ma-quiavélica o en términos antagónicos tales como ganadores vs. derrota-dos, amigos vs. enemi-gos ¿No sería pertinente proponer un giro radical a la designación de car-gos en la Universidad mediante un uso razona-do del sorteo (mez-clando dispositivos de criterios formales, electo-rales y de sorteo)? ¿Será que, en vez de “elegir” por mayoría en base a un supuesto análisis objeti-vo de las hojas de vida y propuestas de los candi-datos, el Consejo Supe-rior se atreve a sortear el cargo entre los cinco can-didatos? De este modo se empezaría a romper con la noción socialmen-te construida de mérito individual, hoy hegemóni-ca, para dar mayor valor a la responsabilidad co-lectiva en el rumbo de la principal institución edu-cativa del país.

Tomado de: http://goo.gl/xUmecR

N. del E.: las notas al pie sugeridas en este artículo

pueden ser visualizadas en el link anterior.

CO-RESPONDENCIA 10

La defensa de la universidad pública: nuestra razón de ser

Romper el sentido de la elección - André-Noël Roth