construcción de los conceptos psicoanalíticos

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Construcción de los conceptos psicoanalíticos Osvaldo L. Delgado (compilador) Con la Conferenda de Brousse .,..El superyó en el siglo XXI" Autores Osvaldo L. Delgado, Kuky Mildiner, Silvia Pino, Marisa Moretto, María de los Ángeles Córdoba, Adriana Lafogiannis, Damasia Amadeo de Freda, Mercedes Simonovich, Abigail losovich, Griselda Enrico, Federico Giachetti, Leticia Scharager y Natalia L. Contarbio La edición de este título se realiza en cumplimiento del Convenio suscripto entre la Facultad de Psicología UBA y JCE cf. Resolución Nº 1533/04. Comité Editorial Constituido conforme la citada Resolución Profesor Lic. Virgilio Enzo Carriolo Profesora Lic. Alicia Noelia Cayssials Profesor Dr. Gustavo Eduardo González Profesor Dr. David Alberto Laznik Profesor Lic. Rodolfo Uribarri

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Page 1: Construcción de los conceptos psicoanalíticos

Construcción de los conceptos psicoanalíticos

Osvaldo L. Delgado (compilador)

Con la Conferenda de Marie~Hélene Brousse .,..El superyó en el siglo XXI"

Autores

Osvaldo L. Delgado, Kuky Mildiner, Silvia Pino, Marisa Moretto, María de los Ángeles Córdoba, Adriana Lafogiannis, Damasia Amadeo de Freda,

Mercedes Simonovich, Abigail losovich, Griselda Enrico, Federico Giachetti,

Leticia Scharager y Natalia L. Contarbio

La edición de este título se realiza en cumplimiento del Convenio suscripto entre la Facultad de Psicología UBA y JCE cf. Resolución Nº 1533/04.

Comité Editorial Constituido conforme la citada Resolución

Profesor Lic. Virgilio Enzo Carriolo Profesora Lic. Alicia Noelia Cayssials Profesor Dr. Gustavo Eduardo González Profesor Dr. David Alberto Laznik Profesor Lic. Rodolfo Uribarri

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Delgado, Osvaldo Construcción de los conceptos psicoanalíticos: con la conferencia de Marie-Héléne

Brousse. El superyó en el siglo XXI / Osvaldo Delgado ; Kuky Mildiner ; Silvia Pino ; compilado por Osvaldo Delgado; edición a cargo de Juan Ventura Esquive! ; ilustrado por Héctor O. Pérez; con prólogo de Gerardo L. L. Maeso. - 1ª ed. - Buenos Aires : JCE Ediciones, 2012.

144 p.; 23x16 cm. (Convenio Facultad de Psicología UBA JCE Ediciones I Juan Car­los Esquive!)

ISBN 978-987-1660-14-8

1. Psicoanálisis. l. Mildiner, Kuky 11. Pino, Silvia 111. Delgado, Osvaldo, comp. IV. Esquive!, Juan Ventura, ed. V. Pérez, Héctor O., ilus. VI. Maese, Gerardo L.L., prolog. VII. Título.

150.195

Realización del interior y tapas

Corrección

Establecimiento de los textos

Revisión técnica general

© 2012 JCE Ediciones

Juan Carlos Esquive! - Editor Av. Oliv~ra 1059, "B" ( 1416) Bu e nos Aires Teléfono: 15-5247-8819 e-mail: [email protected]

Primera edición: agosto de 2012.

ISBN 978-987-1660-l4-8

Impreso en la Argentina. Hecho el depósito que marca la ley 11.723.

LA FOTocop ~

~'"'"AL 1.m~ii 1 odas los derechos reservados.

Héctor Osvaltlo P'érez

Vanina Muram

Silvia Pino

Juan Ventura Esquive!

ESUN_bELllD

lr'l ·¡--¡,¡ Prnhihirl:i In n~nrnrl11cción. total o narcial.

I~ .• ~'+ ,,~r:

A Javier Aramburu,

por una transferencia de trabajo que perdura.

Page 3: Construcción de los conceptos psicoanalíticos

Índice

Prólogo

Gerardo L. L. Maeso .............................................. · .............. 11 ~r~

1. El superyó en el siglo XXI

Marie-Hélene Brousse ........................................................... 13

2. Construcción de los conceptos psicoanalíticos

Osvaldo Delgado .................................................................... 25

3. Síntoma-fantasía: la función de la palabra en

los comienzos

Silvia Pino y María de los Ángeles Córdoba ....................... 4 5

4. Síntoma-Castración: autoerotismo ampliado y

extraterritorialidad

Silvia Pino .............................................................................. 53

5. La agudeza del síntoma

Marisa Moretto ...................................................................... 61

6. El programa de la materia: un plan de trabajo.

Enfocado desde la perspectiva del síntoma como funcionamiento

Kuky Mildiner ....................................................................... 65

7. La praxis lacaniana en el debate con los posfreudianos

María de los Ángeles Córdoba .............................................. 77

8. La construcción del caso clínico

Federico Giachetti ................................................................. 8 7

9. De la fantasía al síntoma: soldadura y heterogeneidad

Abigail Iosovich ..................................................................... 95

10. Síntoma, pulsión y fantasía

Adriana Lafogiannis ........................................................... 105

ll. Síntoma y entrada en análisis

Natalia Lorena Contarbio .................................................. l ll

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12. El Edipo: Un pasaje del ser al tener

Mercedes Simonovich ....................................................... 11 7

13. Juanito: un caso ejemplar

Damasia Amadeo de Freda ............................................... 127

14. El Hombre de las Ratas: la satisfacción como obstáculo

Griselda Enrico y Leticia Scharager .................................. 133

Índice alfabético de los Autores ............................................... 141

Prólogo

Gerardo L. L. Maeso

Con la conferencia "El superyó en el siglo XXI" se a·,~na publica­ción polémica que ubica en aquél una exigencia cf~g~~e, fuera del

sentido, que toma cuerpo en el ser hablante y exige "todos los saberes" y . "un todo sobre el saber", que si se encarnan en los institutos de ense­üanza convierten a estos en nombres del superyó.

En el primer trabajo de este texto se seüala que el psicoanálisis es riguroso en el uso de sus conceptos, deviniendo sin embargo una disci­plina abierta, que da respuesta al malestar en la cultura, creciente en la Eurppa Central de fines del siglo XIX.

Se afirma a partir de Freud una vía pragmática que aleja a aquella de todo sistema especulativo, haciendo del psicoanálisis el procesamien­to de una experiencia que se vale de la observación, generando nociones y conceptos que surgen a partir de las dificultades y fracasos, cuando experimentamos la importancia de un saber no sabido y resistido con el cual convivimos los seres hablantes, desentraüando algo de nuestra naturaleza que oscurece las razones de nuestro discurso conciente.

Se destaca el papel decisivo que la aceptación del inconsciente tiene en el desarrollo de la ciencia en tanto la intuición creadora se impone a epistemólogos y filósofos que intentan a su pesar sostener un saber sin sujeto. Desde este marco se pueden leer los trabajos que despliegan de una manera clara y precisa la actualidad de un debate sobre la práctica del psicoanálisis de orientación lacaniana.

Es así que, desde distintos recorridos, se retoman y discuten el sín­toma como enigma a descifrar tal cual se presentó a Freud y que dio origen al nacimiento del Sin embargo se intenta esclare­cer al "sinthome" noción Jacaniana ligada al goce, que actualiza el tro de lo real, verdadero invento de Lacan que le permitió responder a la elucubración freudiana del concepto de inconsciente que mantenía aisla­dos a lo imaginario y lo simbólico, registros enteramente diferentes sin puntos comunes, que lo real anuda en el llamado nudo borromeo.

No menos importante es el trabajo sobre el fantasma fórmula de goce donde se articulan el sujeto del significante y el objeto a verdade­ra defensa frente a la inconsistencia del Otro que hace desfallecer su

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1 2 Gerardo L. L. Maeso

existencia. El atravesamiento del fantasma se vuelve entonces nece­sario para el fin del análisis que no encuentra en la sublimación freu­diana su vía de resolución.

La publicación incluye trabajos que dan cuenta de la construc­ción de conceptos para una praxis definida como el tratamiento de lo real por lo simbólico, siendo el goce perfectamente situable a partir de este registro.

Es desde esta perspectiva que se aborda la construcción del caso clínico afirmando con Lacan que la misma estructura no genera el mismo sentido, ya que en la neurosis no hay sentido común y el tipo clínico carece de utilidad para los demás casos del mismo tipo. Esto nos recuerda la intervención de Lacan en la Universidad de Y ale cuando puso en reserva su célebre enunciado, el inconsciente está estructurado como en lenguaje, afirmando que " ... lo que crea la estructura es la manera en que el lenguaje emerge en el inicio en el ser humano, siendo esto, en último análisis, lo que nos permite hablar de estructura".

Cuando el nifio aprende a hablar se deja sugerir montones de cosas lo que muestra que las llamadas fases oral, anal y fálica están profun­damente ligadas a la adquisición del

Desde aquí quedan esbozados en textos el intento de dar cuenta de la necesidad de otra esc:ritura c¡u0 no provenga de la palabra habla­da, y que sostiene aquel tardío enunciado de Lacan: "el psicoanálisis es un sesgo práctico para sentirse

·1. El superyó en el siglo XXI

Marie-Hélene Brousse

Conferencia dictada por la autora en la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires el 9 de mayo de 2011.

Os1valdo Delgado: La cátedra "Psicoanálisis Freud I" ha organizado

esta actividad especial con una invitada a la que respetamos y quere­mos mucho, Marie-Hélene Brousse. Seguramente será para todos un aporte muy importante, tanto para los que estudiantes que están cur­sando como para los que inician su formación en psicoanálisis.

Le paso la palabra a Silvia Píno, Jefa de Trabajos Prácticos de las Cátedras "Psicoanálisis Freud l" y "Construcción de los concep­tos psicoanalíticos" y responsable de las áreas "Psicoanálisis y cul­tura" y "Ateneos clínicos", quien presentará a Marie-Hélene Brous­

se y coordinará la mesa.

Silvia Pino: Esta conferencia "El superyó en el siglo XXI" se inscribe en el marco de una serie de conferencias organizadas por las Cátedras "Psicoanálisis Freud I" y "Construcción de los conceptos psicoanalíti­cos". Es una actividad que se inició en el 2006 y que tiene el espíritu de acercar a la Universidad pública a los referentes actuales del psicoaná­lisis mundial. Agradecemos el auspicio de las Secretarías de Extensión, de Cultura y Bienestar Universitario y ele Orientación al Estudiante, de la Facultad de Psicología de la UBAy le agradecemos a Marie-Hélene Brousse su excelente disposición al aceptar nuestra invitación.

Marie-Hélenc residente en Doctora en en el de Psicoanálisis de la UniV(órsidad de VUI, Miembro de la Asociación l\1undíal de Psi-coanálisis, Analista Miembro de la Escuela dP la Causa Freudiana y de la Escuela de la Orientación Lacaníana.

Nosotros contarnos en espafiol con numerosos textos suyos y con una publicación que se llama Posición sexual y fin de análisis, que muchos de ustedes han leído porque es parte de la bibliografía de una de nuestras cátedras y del curso de Maestría.

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J..'+ \..-'Vt1,,)1,f t,f.\,~,/,\Jft- Ct-t;; t-V.:> (,UJ/,l,,Cf.J/,{)<) }Ji'::>/,l,VU,fH .. r//,/,i1.,u,-.,

. -- ·-·-·--------·~------·----- -------·--

Quienes tenernos el gusto d¡' conocer la producción de Marie-Hélene y haber sido causados por su transmisión, destacamos en su enseüanza un estilo que resulta de enorme valor, no sólo para los practicantes del psicoanálisis sino también para el ámbito universitario; esto es lo que me interesa subrayar hoy. El estilo al que me refiero es que se trata de una transmisión en acto, en la cual la elaboración más rigurosa es solidaria y se potencia desde un decir que reconoce y aprovecha la expe­riencia singular, elaborada desde el recorrido ele un análisis en articu­lación con la formación universitaria recibida.

Una frase ele uno de sus textos destaca con claridad algo que nos interesa a quienes sostenemos la paradoja de la transmisión del psi­coanálisis en la Universidad, tanto docentes como alumnos, en rela­ción con la episteme. Ella hace una pregunta respecto de la filosofía en la Universidad: "¿cómo se puede matar a un muerto?" y responde: "separando sus enunciados de su enunciación. Enunciación, única huella del deseo en su obra".

Para nosotros, Marie-Hélene testimonia de una transmisión viva del psicoanálisis y consideramos que es solicbria de la apuesta que sos­tenemos en estas cátedras en la Universidad de Buenos Aires. Por eso es una enorme alegría tenerla hoy con nosotros.

Marie-Hélene Brousse: Es un honor hablar en la Universidad de Buenos Aires porque el psicoanálisis tiene en la Argentina, en muchos ámbitos pero especialmente en la Universidad, un lugar que jamás ha tenido en Europa, ni siquiera en Francia.

Enseño el psicoanálisis en un Departamento que es el único que hay en Francia dedicado a la enseiianza del psicoanálisis, Departamento que fue fundado por Lacan a finales de los aüos 60 a partir de los acon­tecimientos de mayo del 68.

Así, por un lado, es un honor y, por otro, tengo mucha curiosidad de saber qué pasa con el psicoanálisis europeo en una materia dictada en la Universidad. Como Osvaldo Delgado me ha invitado en el marco de su Cátedra, me he fijado en su materia que trata acerca de cóm,) se construyen los

Mi tiene que n3r con el que el tema de 2010-2011 en la Universí-de

dad de París VJIL Lo he elegido porque prepararme para el futuro Congreso de la Asociación Mundial de Psicoanálisís que vil a tener lugar en Buenos Aires en el 2012 y que se cm1trará en los cambios en el orden simbólico en el siglo XXI. Para mí, este trabajo sobre el superyó se explica en ese marco.

No voy a hablar de la construcción del concepto de superyó en la obra de Freud, incluso sabiendo que por su nivel en la carrera universitaria

Marie-Hélene Brousse: l. El superyó en el siglo XXI

es generalmente el trabajo que se hace, pero aquí no. Voy a hablar de lo que Jacques Lacan hizo con el concepto, cómo y qué encontró al comienzo de su enseiianza y al final, como ejemplo del trabajo de lec­tura e interpretación y, si se puede decir, ele un ir más allá de la doctrina freudiana, lo que permite al psicoanálisis no volverse una religión sino un saber que cambia, que se desarrolla, que se autocríti­ca y que permanece vivo. Pero, también, responde a algunas normas de reflexión y de trabajo intelectual, que por no ser exactamente cien­tíficas, al menos son lógicas.

El superyó en Freud-lo voy a decir de manera rápid'~e"lnjusta- es una instancia en principio psíquica y luego es una instancia no muy clara, es decir, una instancia un poco contradictoria. Por un lado, se presenta en Freud la idea de que es la instancia del juicio moral en el sujeto como una de las consecuencias del complejo de Edipo. Por otro, se presenta en algunos textos freudianos como la instancia de la demanda para la satisfacción, "un poquito más de satisfacción". Se presenta como la instancia del más, más, más ...

Esto lo seüaló J acques-Alain Miller en un trabajo de investigación que hizo en Nueva York, hace veinte años. Había leído de esta manera precisa el texto de Freud encontrando el adjetivo con el cual Freud mismo define al superyó: "sádico". Entonces, por un lado, es una ins­tancia que se presenta como lo que nos hace morales, porque nos permi­te decidir si está bien o si está mal. Y por otro lado, es la misma instan­cia que se define por una cierta relación con la perversión por medio del sadismo y del masoquismo. Más allá del hecho de que el superyó es uno de los conceptos freudianos que se volvieron parte de la lengua común, que se utiliza más allá del marco de la doctrina psicoanalítica y que cada uno en la calle puede decir "¡oh, tu superyó!", más allá de esto encontramos en Freud la observación clínica de la relación del superyó con la perversión. Hay una paradoja en este binario porque general­mente no se define el campo de la moral como igual al campo de la perversión. Y, quizá, nos equivocamos. Vamos a salir de este enigma. Se puede utilizar un término que Lacan utilizaba para caracterizar el complejo de en decía que era "heteróclito".

Es dificil diferenciar entre ideal del yo y En algunos textos, Freud utiliza el superyó como sinónimo de ideal del yo y en otros, no. Todo el esfuerzo de Lacan, durante aüos -se puede decir que hasta El

Seminario 10-, será diferenciar, junto con su elaboración del complejo de Edipo en términos de metáfora paterna, entre ideal del yo y superyó.

Un lugar en el que se encuentra el término "superyó" en Lacan, antes de El Seminario 1 que es de 1953, es en un texto maravilloso de 1946, inmeiliatamente después de la Segunda Guerra Mundial, titulado

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6 Construcción lus

"La psiquiatría inglesa y la guerra", que tiene que ver justamente con el superyó. Alí utiliza el término en el penúltimo párrafo que aparece como punto de capitón del texto entero bajo la fórmula "los poderes oscuros del superyó", y analiza qué pasó durante la Segunda Guerra con esta brújula: "el ascenso del superyó en relación con la moderni­dad". En especial, la Shoá manifiesta precisamente el desarrollo inten­so del superyó en la cultura.

Les aconsejo este texto que sigue siendo muy interesante, especial­mente porque termina con una profecía. Lacan dice que todo lo que hemos visto durante la Segunda Guerra .Mumlíal va a desarrollarse aún más y que estos "poderes uscuros" van a crecer.

E;ntonces, cuando vudve €·n El Seminario l sobn· el superyó es a propósito de una observación clínica muy famosa en la historia del laca­nismo, un texto clínico de Rosine Leforl, psicoanalista lacaniana muy conocidR que lR enseñanza d0 Lac¡¡n toda su vida. En ese momento era una joven practicante que hizo, en el seminario que dicta-ba la lectura clínica de un caso de un niño autismo o pero si un nil1o muy debate clínico entre los asistentes con rElación hace un desarrollo sobre el

por este niüo está relacionada con el afocto de modo rápido: el nuedo es un afecto que humamza. La primera marca de culturnlización y humamzación de este niño, llamado Robt:rto, es el miedo y viene con un único significante: "el lobo''. Es claro que este significante se ubica en el marco simbólico porque, como lo nota Lacan en su comentario, "el lobo" no es para nada un animal que se pueda encontrar en las afueras de París en el siglo Es como una de que el entorno, el medio ambiente de un niño, no es el medio ambiente en el sentido geográfico, sociológico, sino que es en lo simbólico donde claram<mte "el lobo" tiene existencia. Lacan, demuestra así que es el orden simbólíco el mundo en el cual surge y se define el del in-consciente. Después pregunta,. este lobo'!"

Aclaro que Lacan cambiará su definición lo simbólico Seminarios lG 17, diferenciando emre simbolismo

distinción que no aparece aún en El Seminario 1 De todos demostración sobre "el lobo" funciona muy porque esclarece algo que había permanecido como un misterio para los nalistas freudianos y, especialmente, para uno que se cle1licó trabajar sobre la fobia, John Baldwin, quien intenta explicar el miedo al lobo por el medio geográfico cambiante. Eso lo obliga a adoptar la hipótesis de que en la psicogénesis hay algo que continúa desde los tiempos ele la

L El el ,;iglo XXI

prehistoria y que, si los niños hoy en día tienen como animal fóbico, por ejemplo, al lobo, es porque son de la especie humana que en tiempos prehistóricos sí tenía miedo a los lobos y a los animales feroces, quedan­do en los genes algo del lobo inquietante de aquel período. Es una de­mostración improbable.

La demostración de Lacan es a la vez, lógica y simple: el lobo quedó presente, ¿dónde?, en el lenguaje y en los discursos desde él siglo XV o XIV, en los cuentos que se leen a los niños, en las que hacen los padres. Entonces, esto sí es una demostración De este modo, Lac11n anuda el concepto de superyó con lo

La observación fundamental que Lacan hace en El Semi-

nario J propósito del superyó (;S la siguientl': vez, instancia de la y Pl d(o destruirla. una conjuncíón contra-dictoria entre enuncíar la de inmediato destruirla. Eso es lo fun-damental su demostración para eso, utiliza un caso suyo. flay

casos de Lacan en los Seminarios. uno de estos estú aquL Les voy a resumir el caso: se trata ele un LacCln

ha hiendo hecho analíl ico que intocado. el síntoma en mano: dificultad de moverla ~Lacan no dice pero problemas con la mano que le impedían muchas cosas. Lacan seüala que le había llamado la atención un del cual el quejaba. Todo lo siendo de cultura habiendo vivido en un ambiente musulmana clásico no tenía ningún interés de saber acerca de su cultura musulmana estando totalmente integrado a ella. Lacan menciona que tal iw!iferencia era para notar porque no era un rechazo ni se cCJmo rebelión. ba como un "(:So no tiene nada que ver conmigo".

Al hacerle hablar sobre su infancia aparece un trauma. En su historia de niño había ocurrido algo <cn su familia: su padre, alto funcionario, había sido rechazado de su puesto en ocasiones muy dolorosas v él de nifio había escuchado conwntarios de los familiares

,, d la hubiera y

tar la nwno n i:;íúm1cn. A de aquí, La can ddine el

dante decir. ·

tenido que

como un enunciado discor­es el enunciado discordante')

"Tendrás la mano cortada", ul enuncú1do d,; Este enunciado relacionado con un traumatismo, con el vínculo de este niño coll su padre en el final del Edipo, viene censurado.

De este modo, Lacan relaciona la escísión deutru del orden simbólico de lo que queda elaborado, dialectizado y lo que queda

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l 8 Construcción de los psicoanalíticos

afuera, desconectado, discordante, sin dialectización posible y hace, de este último, el núcleo, la definición del superyó. Es decir, a la ley que queda in tocada y aislada la une a un síntoma corporal e ideacional-único modo que tiene el inconsciente de surgir: por la vía del síntoma-. Relaciona el superyó a una escisión interna del orden simbólico que impone al funcionamiento fálico, dialectizado, una limitación. Esto es lo que permite definir al superyó como una escisión para el sujeto ep su relación con la Tenemos algunos elementos en claro: escisión, discorda y trnuma. Hace del superyó una escisión dentro del ideal del yo, aquello que de la queda discordante con el discurso, con el

mundo simbólico del sujeto. importante: hace del superyó un imperativo, un im-

perativo del estilo del que le cortirn la mano o que le cortan la cabeza. como en Alicia en el país de la El que define a la Reina de Corazones: cortar la cabeza. como un capricho. ¿De

este matiz de Viene prPcisamente del corte, de del lado irnnosihle de dialectizar. de iustificar. de lP;::ritimar. no

con un mandato fuera

fuera del discurso del d<-:fini.r como aquello fuera del discurso y fuera del sentido para el

el ideal del todo lo que de la y

función por el Nombre del Padre. El super­yó es, aquello que queda fuera <lcl funcionamiento en términos de Nombre del Padre, pero qne teniendo el mismo ca-rácter que el poder hunianizado del ideal del yo.

La reflexión de Lacan sobre el continuar. Si bien no hubo ningún seminario dictado por Lacan i:'Obre esta instancia quedan distintas observaciones a travt'S de elaboración conceptual.

He buscado otro momento de capitón fundamental en la ensefianza de Lacan sobre el y, rcco11ociendo que es una elección mía, me parece que un momento importa u te se encuentra en El SP1ninario lG.

al Huhiern nosible también elefiir El

en el ciertos puntos teóricos importantf~S que

cambian la definición del es la primera vez que Lacan separa -no lo había hecho en El Seminario 1- la forma de la orden y del imperativo, de la voz que la sostiene. el enunciado, en su forma gramatical de imperativo, ele la voz que la pronuncia. Hace sur­gir la relación entre el superyó y la voz -como tf .-A Míller recuerda en una charla que dio en Buenos Aires-- y, junto con la mirada, son los dos

9

objetos lacanianos que están en la misma lista siendo distintos de los dos objetos freudianos -el seno y la mierda.,--, que están relacionados con la demanda del Otro y con la neurosis. Los dos objetos lacanianos, la mirada y la voz, están relacionados con la psicosis, donde la alucinación es la demostración de lo que es la voz. Podríamos decir que el superyó, siendo la voz, funciona como la alucinación verbal para el psicótico, y eso tiene que ver con el caso de Lacan de El Seminario l, al que le cortan la mano, porque funciona fuera de sentido. Así funciona la voz, e:l mandato de h~ voz en la psicosis. tal co~10 ,tambié~<l'¡mirada, que tiene su enorme importancia en la paranoia:' soy mir~·.

Me voy a concentrar en E'l Seminario 16, porque en ese Seminario Lacan formula dos o tres cuestiones importantes.

En la primera cuestión encontramos a un "Lacan en contra ele La­can". tsta una orientación de lf'ctura que propuso Jacques-Alain Millar quien la eleva a la dignidad ele un método de investigación. La­can sostiene en El Seminario 16, que el lobo feroz, el cocodrilo voraz o la arafia (una escultura de Louise Bourgeois es una arafia titula­da ya sea del lado del --el lobo feroz- o del lado de la mamá --araíla o no tienen nada que Esas son boberías y La can hace una crítica de los que escri-bPn tonterías y de los intelectuales que aceptan estas tonterías como interesantes. El no tiene nada que ver con eso, no trata para nada de trata de otra cosa. No es una instancia psíquica y mistificarlo en imaginarias como el lobo, la arafia o el cocodrilo, produce !a ilusión de que hay una instancia psíquica lla­mada superyó encarnada en estas formas imaginarias. Entonces, pri­mer punto: el superyó deja de ser una instancia psíquica. Eso es no solamente ir más allá de Freud sino que es un paso hacía otra vertiente de la teoría psicoanalítica.

Segundo punto: Lacan vuelve sobre el tema del superyó a partir de la crítica, a la vez irónica y a la vez elogiosa, de un artículo ele Berkeley, "El superyó subestimado", apreciando que Berkeley se dio cuenta de que en todos los textos en donde Freud mencionaba al como

éste en relación con la que había sido traducido al ele la mala manera, como elaboración". Considerando que hubiera siclo mejor traducirlo por "aso­ciación libre'': es lo que se produce en el análisis por el mando de la asociación libre; es decir, hablar, el movimiento de hablar sin censura y sin control. De tal manera que, como dice Lacan en un francés muy familiar, "el analizante siempre vuelve sobre la misma cosa" y sin que­rerlo. El movimiento de su palabra lo lleva siempre a hablar de la mis­ma cosa. Este lado cansador, insoportable, pero a la vez necesario, eso

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o Construcción los p.srcounalitic(;S

es el superyó. Entonces, define al superyó no como una instancia sino como un fenómeno de estructura del dispositivo analítico Y de la pala­bra, como aquello que vuelve y vuelve y vuelve, siempre, al mismo lugar de manera necesaria. Eso no es una instancia, es un fenómeno de es~ructura de la palabra relacionado con lo que se perdió al hablar, con el objeto, con el modo fundamental de goce del sujeto. Aquí encon­tramos de nuevo el hecho de que, incluso si el superyó parece del lado de lo simbólico una instancia de interdicción -la ley que interdicta-, la otra cara es precisamente la repetición del modo fundamental de goce del sujeto. El tipo de funcionamiento que presenta, en acto, el modo de goce privilegiado y a la vez insoportable al sujeto, eso es el supc,ryó.

Tercer punto fundamental: la relación del superyó con la perver­sión. Con mucha frecuencia aparecen intervenc10nes de Lacan sobre el superyó en el debate sobre la Recordemos que, inicial­mente, las dos formas de la perversión son el masoquismo y el sadis­mo. Les recuerdo que el sadismo ya está presente en la definición de

Freud que caracteriza al ¿Cuál la relación del

el

una voz que la

perversión la voz que le del otro para gozar. Por eso, dice La can que no una seria. No es una perversión seria porque el masoquista pone en lugar de la voz, de la.voz suprema, sí se puede decir, la voz que incluso quisiera quitarle la vida, pone en este lugar a una persona que, a nivel no tiene poder. Es el caso, por ejemplo, del jefe de policía que va al burdel para elegir a la pobre pl!Ül como la voz que manda. Eso es un el masoquista jamás va a elegir, como portador de la voz, a alguien que sí tenga una verdadera posición de poder, el 1\linistro de por e.iemplo. En-tonces, I ,acan dice que es una lo que no es el

mucho más serio porque todos los perversos el asegurar al Otro con el

en él la posibilidad de que Es imposible entender la función del si uno no entiende lo

que es la función del objeto a, realizada por la voz. de la articu­lación significante, pero voz pura en tanto que instalada en el lugar clel Otro de una manera perversa o no, diferencia clínica estructural entre el superyó en la neurosis y el superyó en la perversión. Esto también implica un dato dínico fundamental: el perverso no es como lo piensa la opinión pública un tipo sin superyó, todo lo contrario. El perverso tiene

1 El el 2 1

un superyó que no está organizado exactamente como el superyó neuró­tico, pero lo tiene. No es que el perverso goza sin superyó, más bien se dedica al superyó. Aparece a esta altura de la enseñanza de Lacan una puntuación fundamental sobre el superyó: clínicamente no es una ins­tancia psíquica, no es algo que tiene que ver únicamente con la ley, sino que es algo que tiene que ver con la exigencia de goce de un ser hablan­te, del hecho de que habla.

Se podría también ir un poquito más allá, hablar de la relación del s;1peryó actual coi: el más all,á del Padre, es deo.~,e la desco­nex10n entre el superyo y la func10n Nombre ya que e1 superyó no es una función nombre.

Voy a terminar de manera un poquito más personal. El superyó se encarna, a mi parecer, bastante bien en la Universi­

dad. Les propongo, entonces, la Universidad como uno de los nombnes del superyó, en tanto, primero: un "todos los saberes" v "todo sobre el saber", Se ubica como un meta-saber, es decir, un sabé:.r sobre los al contrario del inconsciente que un saber no que no un saber expuesto sino un saber acto.

El punto que el discurso del cual participa discurso universitario es un discurso organizado por el deber, no solamente los deberes que tenemos que rendir los profesores, sino que se manifiesta como , "tenemos No sólo del lado de lo ideal sino del de una acumulación sin sentido. Los saberes univernitarios son dos, racionales, interesantes pero son sin sentido para un analista, para quien el único sentido que puede tener el saber en un análisis viene de la división subjetiva, de los efeetos de verdad que se producen durante la experiencia analítica. El saber de un análisis es un saber que nos toca, no simplemente que nos interesa. Un saber cuya consecuencia será introducir en mí un deseo o cambiar algo en mi deseo.

El saber universitario como el que se encuentra en un buen artículo académico sería, por ejemplo, un catálogo de todo lo que fue dicho sobre el superyó o todo lo que dijo Lacan sobre el

l Ie intentado poner de manifiesto tipo de movimiento había en este recorrido. Un movimiento de la haciR el allí donde Lacan en su clínica se dio cuenta de la de lo que fun-

para un hablante. Eso un efecto de verdad en tanto nos toca. Generalmente en un artículo académico no así además, en Francia -no sé si aquí en la Argentina--- uno tiene que to­mar partido de manera muy prudente_

Es por eso que el saber universitario jamás mventa nada, todos los inventos acumulados fueron hechos fuera de todo dispositivo institucional académico. Einstein no encontró en ninguna Universidad la posibilidad

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2 Con strucrT(Jn en n ('f'}J tos

ele pensar su teoría ele la relatividad. Está muy bien que la U ni versiclacl venga luego a recoger, archivar, y es fundamental en tanto su lado Babel, biblioteca inmensa, pero lo que está muy mal es que después con todos esos sabes iguales no tomamos parte.

La experiencia analítica está absolutamente del otro lado. No es una experiencia superyoica sino que es una experiencia de deseo, en tanto conecta el objeto no con un Otro completo sino con la división propia del sujeto. Es esa la conexión entre los dos siempre, cada vez que se anima esta división hay deseo.

Entonces, el ejemplo adecuado para hoy ele supi:ryó es precisamen­te el lugar donde me encuentro hablándoles. Me pasó, tengo que reco­nocerlo. Antes de pensarlo no me animaba para nada a hablar de psicoanálisis aquí. Es importante porque es una contradicción mía, si se puede decir así, contradicción que he vivido toda mi carrera. Por un lado, totalmente comprometida con el psicoanálisis y, por otro, docente no título de complemento sino docente; funcionaria de Esta-do. Contradicción que he vivido elaborado: puede transmitir del en ln Universidad nu mitir? ¿Qué fuera? Sabiendo.

con8truida como una de del alumnos. en los años 20.

que Hnplica el como lo decidieron Freud

En este momento, estoy armando una revista académica de psicoaná­lisis con colegas de América del Norte y hemos pensado mucho qué tipo de artículos podemos poner de manera decente y lógicamente adecuada en una revista académica de psicoanálisis. ¿qué se puede poner? Se pue­de poner el eje del psicoanálisis aplicado, el psicoanálisis aplicado a la salud mental, a la cultura, a la economía, pero quizás un poquito más.

Venir a dar un curso de psicoanálisis es siempre algo que me movi­liza el superyó, es decir, moviliza en mí el imperativo. Más teniendo en cuenta una experiencia interc>sante que les voy a contar. Además de mi

de funcionaria docente la Universidad. me habían desde otra un Era dinero.

a hablar a los estudiantes no les ínteresnlw nada: hablaban sin parar. Intenté y finalmente me "¿Qué <estoy haciendo aquí?''.

No me gustaba, no tenía el deseo de transmitirles nada y a ellos no les interesa para nada, para ellos era sólo una materin. Decido: "¡Bue­no, me voy!". Cierro todo y me fui sin decir una palabra. Los estudian­tes asustados me impedían salir diciéndome: "Pero ... "; les dije: "No les interesa, entonces cuando es así prefiero irme, ya que teng·o cosas más

superyó en el siglo XY.I

agradables que hacer". Decían: "¡Pero está prohibido! ¡Usted tiene que hacer los cursos!". No, dije, para nada y me fui, y nunca más regresé a ese lugar. La respuesta que me dieron: "¡Pero usted tiene que ... ! ¡Ha­ble! ¡No importa que la escuchemos o no! ¡Hable!".

Hay un montón de profesores que viven la enseñanza con esta exi­gencia. El sistema escolar y la Universidad manifiestan el lado super­yoico de la relación con el saber, eso tenemos que saberlo, tenemos que funcionar de otra manera en este ámbito. Del superyó r~~-

~r~ Intervención del público: Agradezco tu toma de posición dentro de la Universidad: salir de la neutralidad, la objetividad y la exactitud. Desde ese lugar le pregunto, ¿cómo habitar la tensión entre lo que todos los días los analistas sabemos desde la experiencia analizante y el dis­curso universitario en el XXI? Una de las formas del superyó del siglo XXI es más acumulación de saber, más títulos, más ... Hay un más que no necesariamente quiere decir saber, sin embargo, estamos habitando esta tensión.

Ma Brousse: No me trnbíern quedado como docente

que no había cierta dignidad en la transmisión de que recordar que el curso de

, está dentro del marco

__ hasta hoy, permite un cierto tipo de rela­ción con el saber que no es la relación psicoanalítica pero que puede auspiciar, acoger un trabajo sobre los textos que tiene su tradición y que nos conviene. Nos convie1w porque el inconsciente es un saber tex­tual, es un los métodos de textualidad contribuyen a la forma­ción de los analistas.

El problema es que la institución universitaria da diplomas y diplo­mas profesionales y, en nuestro caso, para nada la enseñanza del psi­coanálisis en In Universidad puede dar la autorización de funcionar como analista. lo que la puede dar la personal. y es una confr¡c¡rfj"',¡,;n bien "

En o] a los

que no van a salir con el título de psicoanalista, van sa !ir con un título de investigación en el campo del pero no un título profesional que se obtiene, a la vez, a partir de una formación teórica seria de lectura de textos ele trabajo de investigación clínica -que sí se puede dar en la Universidad-. y de su análisis personal. Eso va a ser lo que los va a movilizar como analistas en su acto.

Es un límite, un límite no es una contradicción pero hay que respe­tarlo y, además, hay que promoverlo.