cómo hacer filosofía 2

8/20/2019 Cómo Hacer Filosofía 2

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4.- La vida es problemática.

Hemos visto que filosofares vivir. Filosofamos porque el hombre es

búsqueda. En la búsqueda es importante el punto de partida. Ahora descubri -

mos que buscamos porque nuestra vida es problemática. Es decir, hacer filo-

sofía significa encontrarse con problemas. or eso que la me!or filosofía es

aqu"lla que nos dice lo que #a sabemos para buscar lo que ignoramos.

- Preguntas para la reflexión.

1)Enumera las acciones que haces más frecuentemente.

¿Te satisfacen?

2)¿Qué es lo que hace que encuentres satisfacción?

3 ) ¿Hay cosas que te arecen sin senti!o" a#sur!as?

$)¿Qué es el senti!o y !e !ón!e %iene? ¿El senti!o !een!e !el su&eto o !e las

cosas?

$ntercambio de opiniones.

- %omentario.

Focali&amos ahora nuestra atenci'n sobre nuestra e(periencia de la vida. )*u"

es lo que pasa en ella+ )%'mo la estamos utili&ando+ E(plicarla no es fácil.

%uando queremos serenamente hurgar en la conciencia de c'mo vivimos la

realidad, de c'mo se retiene # actúa en nosotros, eso resulta enredado. )or qu"+

orque es como volver en un segundo momento a revivir lo que #a pas'. Es como

volver a pasar una película observando c'mo nosotros estábamos en tal situaci'n o

e(periencia. El paso que estamos dando es una especie de repliegue o, si se prefiere,


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una distancia de nosotros. Es un salir de nosotros para observar nuestro #o en su

comportamiento normal. Es algo parecido a tener una cámara oculta en nuestra

conciencia, la cual va grabando todo. %on esto estamos haciendo un e!ercicio de

introspecci'n, de ensimismamiento sobre nosotros mismos.Ahora bien, )qu" pasa cuando nos observamos+ )*u" descubrimientos

alcan&amos+ El más elemental es una constataci'n la vida no es sencilla más bien,

es complicada, llena de problemas. /a vida misma es problemática, misteriosa,

resbaladi&a en su sentido. /o que para unos parece la verdad más sacrosanta, para

otros es la burla más enga0osa.

1esde esta nuestra vivencia personal vislumbramos que hacer filosofía es

encontrarse con problemas porque es tomar en mano la propia vida, # "sta en sucotidianidad es problemática. Es así nosotros pasamos los a0os inmersos en

problemas, dándonos cuenta o distraídamente. /a plena vitalidad del espíritu

-escribe 2nega # 3asset - consiste en ser curioso de problemas . 4e trata, por tanto,

de detectarlos problemas que nos rodean luego comprenderemos qu" es hacer

filosofía.

%omprender el aspecto dramático de la vida es, en cieno sentido. 5ío-solar,

frecuentemente la gente da !uicios sobre la filosofía # los fil'sofos diciendo que es

perder el tiempo o volar por las nubes. ero esa misma gente olvida que tales !uicios

son #a, consciente o inconscientemente, una postura filos'fica. 6odo hombre que

vive refle(iona # decide, tiene una visi'n de la realidad, del hombre, del mundo, de la

sociedad, de 1ios. 7 esto es #a filosofía.

*ueda claro que la filosofía, más que ninguna otra ciencia o disciplina, antes

de ser estudiada es vivida. revio a la refle(i'n cstá el mundo vivido, está nuestra

vivencia. Al hacer filosofía nosotros vamos entrando en la vida así como se penetra

en un bosque. Entramos en ella para e(plorarla, para darle sentido, para motivar opciones. 8uestro primer via!e de e(ploraci'n consiste en desentra0ar los problemas,

los más sentidos # los más ocultos. A-hora estamos como en panorámica.

%on un e!emplo. Hacer filosofía es como escalar una montarla. Ha# un punto de

partida, con lodos los preparativos que eso implica. 4i la escalada es por primera ve&,


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la empresa que se presenta por e(plorar es desconocida, nebulosa, aun cuando el sol

sea radiante # esplendoroso. /os escaladores &ig&aguearán la monta0a en forma suave

al principio qui&ás intenten senderos sin salida # tengan que retroceder tendrán

momentos de parada, miradas hacia atrás para ver el camino recorrido. /a meta puededesaparecer, encontrarán dificultades, se hará noche, vendrán desánimos, flaquearán

las fuer&as... 2tras veces la cúspide será radiante, avan&arán, descubrirán nuevos

hori&ontes, monta0as ine(ploradas... En los comien&os de la escalada vislumbrarán

hori&ontes por conquistar a medida que suben, unos hori&ontes se hacen cercanos,

otros se e(panden. 7 cuando desde la cumbre divisen el panorama, entenderán el

camino recorrido # el sentido de lo que han hecho. Ha# otro aspecto en el camino los

e(ploradores se van conociendo entre ellos, el camino no es de uno solo, es logro delaporte de todos.

Así le sucede a quien empie&a a hacer filosofía, a filosofar.

2tra imagen que puede ilustramos lo mismo es la situaci'n de quien se

encuentra en alta mar, flotando en un barquichuelo. $nfinidad de posibilidades se le

abren en sus hori&ontes podría enrumbarse en muchas direcciones, a diferentes

velocidades, de día, en la densa noche, con miedo, en e(pectativa, con ilusiones

esperan&adoras, desorientado o guiado por un faro... Algo parecido le sucede a quien

se lan&a en el estudio de la filosofía flota en alta mar.

9na e(periencia personal. %uando me encontraba reci"n graduado de filosofía,

en una plácida noche tachonada de estrellas diminutas que parpadeaban tímidamente

en el negro firmamento, despu"s de un día de intenso traba!o entre la gente pobre de

unos barrios marginados, se me acerc' 88, !uguetona c inquieta en sus :; a0os

lloridos # con tono de seriedad, claramente me dice )*u" es la filosofía+ < Háblame

de la filosofía=, como si la filosofía fuera un cuento de %aperucita 5o!a que al ra!ar

el vientre de la historia humana apareciera así sin más. En aquella noche, de habermede!ado llevar por la vena po"tica, hubiera podido responder que la filosofía estaba

allí, presente, luciente en las sombras de la noche oscura... # que la filosofía tenía un

nombre # una historia 88 # sus problemas.


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7 una historia concreta. Aquella tarde gris # pesada, como de plomo. >uan se

precipit' nervioso # agitado en mi oficina. 4u cabello negro a&abache lucía

desordenado su mirada chispeaba rabiosa se movía inquieto # su e(presi'n

manifestaba descontento consigo mismo, con todos. 8unca le había visto en aquelestado. %on violencia # orgullo contenía las lágrimas que estaban queriendo

borbotar... 8o era el >uan que #o siempre había conocido aqu"l de mirada amplia #

sonrisa confidencial el >uan chispeante # !uguet'n en sus bromas alegres,

pacificador en los momentos de violencia. 8o, decididamente no era el >uan de esta

tarde de plomo. )*u" es lo que había pasado+

En frases entrecortadas iba desembuchando el motivo de su estado de ánimo. 4í,

la pelea había sido dura había gritado más que nunca... # la culpa le parecía que noera su#a... )1e qu" valía haberse confiado e ilusionado, si todo podía terminar así+

)*u" sentido tenía todo aquello+ )or qu" se había enamorado de aquella muchacha,

si a las cosas del pasado, maravillosas, ahora sucedía la pelea, la lucha, la rabia, el

llanto, la desesperaci'n+ 7 los interrogantes se entrete!ían entre silencios

prolongados, mientras que el cielo gris oscuro amena&aba tormenta. 9no detrás de los

otros, los integrantes brotaban inesperados, violentos, enigmáticos, angustiantes.

%uando, despu"s de un largo rato, el aut"ntico >uan tomaba natural #

espontáneo, con su sonrisa un poco apagada pero sincera, quedaron todavía flotando

los interrogantes con una suavidad nueva )por qu" me ha sucedido esto+ )%'mo

hacer para sentirme #o mismo, más aut"ntico, más feli&+ Ahora los interrogantes #a

no eran grises ni negros como la noche que se estaba posando sobre las terra&as de los

altos edificios. Eran, por el contrario, interrogantes de búsqueda serena #

esperan&adora, interrogantes de camino, de e(istencia... $nterrogantes de >uan, pero

tambi"n tu#os # míos, propios de todos los !'venes que buscan un sentido a su

e(istencia. $nterrogantes que pueden nacer en el llanto # en la alegría, en la triste&a #en la dicha, en la espera # en la llegada, en la noche # en el día, en el silencio # en el

bullicio, en el triunfo # en la derrota.

$nterrogantes que el hombre #a maduro pone al ni0o cuando le pregunta )7 tú

qu" quieres ser de ma#or+. $nterrogantes que el ni0o pone al adulto cuando


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insistentemente pregunta )7 esto por qu" es así+ ' ( por qu" no es de otro modo+

)7 por qu" los hombres corren # se agitan+ )7 por qu" las guerras+ )7 por qu" no

siempre ha# estrellas+ )7 por qu"+ )7 por qu" de este por qu"+. $nterrogantes que

los hombres se plantean con sus luchas # ambiciones de poder, con sus intereses de prepotencia, con sus ilusiones de grande&a... )7 todo eso para qu"+

En una palabra, interrogantes tu#os # míos # mu# propios de todos los hombres

)qu" sentido tiene mi e(istencia, la tu#a, la de los otros+ )%'mo vivir mi vida -la

tu#a, la nuestra, la de los otros- para que sea aut"ntica, sin fingimientos, dichosa+

)or qu" e(isto+ )1e d'nde vengo+ )%uál es mi destino+ )Hacia d'nde van mis

afanes # tareas+ )%'mo hacer para que mi vida tenga un significado verdaderamente

aut"ntico+En breve, la vida humana es problemática al ser concebida, en el nacimiento, al

desarrollarse, en las decisiones, en la elecci'n, en la misma muerte.

Ante estos muchos interrogantes se han asumido diferentes posturas, cada

fil'sofo o cada persona tiene la su#a. Aquí tipificamos con te(tos cuatro diferentes

posturas.

1- La vida humana es absurda: Jean Paul artre !1"#$-1"%&'

8o es el momento para tra&ar la biografía de >.. 4artre. ero es mu#

conveniente no reducir todo 4artre a los te(tos que entresacamos de sus obras. En la

fecunda carrera de escritor, los primeros ensa#os filos'ficos de 4artre constitu#en un

primer momento. Entre ellos, destaca a *áusea" la famosa novela-diario que

introduce #a la temática e(istencial. El segundo, plenamente e(istencialista,

corresponde a los a0os de la segunda guerra mundial :;?;-:;@. 1e esta "poca es la

más abundante producci'n. El tercer momento de su actividad intelectual es el de un

4artre como escritor mar(ista se acerca al mar(ismo, luego descubre suscontradicciones # se distancia, # vuelve de nuevo a simpati&ar en una forma híbrida.

/a concepci'n de la vida humana como absurda corresponde a los dos primeros

momentos de su pensamiento.


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+a *áusea no me ha a#an!ona!o y no creo que me a#an!one tan ronto, ero ya

no la soorto" ya no es una enferme!a! ni un acceso asa&ero- soy yo.

ueno" hace un rato esta#a yo en el /ar!0n #lico. a ra0 !el castao se hun !0a en

la tierra e4actamente !e#a&o !e mi #anco. (o ya no recor!a#a qué era una ra0. as ala#ras se ha#0an !es%aneci!o" y con ellas la si5nificación !e las cosas" sus mo!os !e

emleo" 6as !é#iles marcas que 6o hom#res han traa!o en su suerficie. Esta#a senta!o"

un oco encor%a!o" #a&a la ca#ea" solo frente a aquella masa ne5ra y nu!osa"

enteramente #ruta y que me !a#a mie!o. ( entonces tu%e esa iluminación.

7e cortó el aliento. /amás ha#la resenti!o" antes !e estos ltimos !0as" lo que

quer0a !ecir +e4istir+. Era como los !emás" como los que se asean a la orillas !el mar

con sus tra&es !e rima%era. 8ec0a como ellos- +el mar es %er!e+" +aquel unto #lanco"

allá arri#a" es una 5a%iota+" ero no sent0a que aquello e4ist0a" que la 5a%iota era una+5a%iota9e4istente+, !e or!inario la e4istencia se oculta. Está ah0" alre!e!or !e nosotros"

en nosotros" ella es nosotros" no es osi#le !ecir !os ala#ras sin ha#lar !e ella y"

finalmente" que!a 6moca!a. Hay que con%encerse !e que cuan!o cre0a ensar en ella" no

ensa#a en na!a" ten0a la ca#ea %ac0a o" más e4actamente" una ala#ra en la ca#ea" la

ala#ra +ser+. : ensa#a... ¿cómo !ecirlo? ;ensa#a en la ertenencia" me !ec0a que el

mar ertenec0a a la clase !e los o#&etos %er!es o que el %er!e forma#a arte !e las

cuali!a!es !el mar.


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canti!a!es" !e las !irecciones), ya no hac0an mella en las cosas. 8e más el castao" allá"

frente a m0" un oco a la iquier!a. 8e más la @ela!a...+.

+( yo 9flo&o" lán5ui!o" o#sceno" !iri5ien!o" remo%ien!o melancólicos ensamientos9"

tam#ién yo esta#a !e más.


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+*o" no creo en 8ios" su e4istencia es !esmenti!a or la ciencia... To!os los

!omin5os i#a a misa. *o he si!o &amás creyente+.

+El infierno son los otros+

&.- La rebelión ante el sin sentido de la existencia: (lbert )amus

!1"1*-1"+#'.

*ui&ás la e(presi'n que me!or condensa el pensamiento de la obra literaria deAlbert %amus sea /a honrade& desesperada . 4in entrar en un

estudio detallado # completo del pensamiento de %amus, podemos traer aquí

algunos te(tos representativos de sus obras. /a obra de %amus comien&a con

*oces B/as CodasD. Aun cuando pasa por momentos de crisis -e(presados en

El 7ito !e =0sifo" El E4tran&ero # El 7alenten!i!o9" no produce un sonido

especialmente desesperado.

+En me!io !e los 5ritos que re!o#la#an su fuera y !uración" que reercut0an

lar5amente hasta el ie !e la terraa" a me!i!a que los cohetes multicolores se ele%a#an

más numerosos al cielo" el !octor Dieu4 !eci!ió re!actar el relato que termina aqu0" ara

no ser !e aquéllos que se callan" ara !ar testimonio en fa%or !e los aesta!os" ara !e&ar

al menos un recuer!o !e 6a in&usticia y !e la %iolencia que les ha#0an si!o inferi!as" y ara

!ecir sencillamente lo que se aren!e en me!io !e las la5as- que+) hay en el hom#re más

cosas !i5nas" !e a!miración que !e !esrecio+ .

+Cuan!o la o#rea se con&u5a con esta %i!a sin cielo ni eserana que al lle5ar a

la e!a! a!ulta he !escu#ierto en los horri#les su#ur#ios !e nuestras ciu!a!es" entonces la

in&usticia final" y la más irritante" está consuma!a- hay que oner to!os los me9

!ios ara que estos hom#res escaen a la !o#le humillación !e la miseria y !e la feal!a!.


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*ac0 o#re" en un #arrio o#rero" ero no sa#0a lo que era la %er!a!era !es5racia

hasta que conoc0 nuestros fr0os arra#ales. *i siquiera 6a e4trema miseria ára#e ue!e

comararse a esto" !a!a la !iferencia !e cielos. ;ero cuan!o uno ha conoci!o los

su#ur#ios in!ustriales" se siente mancha!o ara siemre" yo creo" y resonsa#le !e quee4istan.

+*o hay más que un ro#lema filosófico %er!a!eramente serio- el suici!io+.

+El mun!o no es ni tan racional" ni tan irracional. Es !esraona#le, sólo eso. ;ara

un es0ritu a#sur!o" la raón es %ana y no hay na!a más allá !e la raón+.

+=a#er mantenerse en esta arista %erti5inosa" he aqu0 la honra!e"+.

=i se a!mite quena!a tiene senti!o" entonces es reciso concluir que el mun!o es

a#sur!o. ;ero ¿es que na!a tiene senti!o? *unca he cre0!o que se ue!a mantener enesta osición (a cuan!o escri#0a e 7ythe ensa#a en el ensayo so#re la re%olución

que escri#ir0a más lar!e" y en el que intentar0a" !esués !e la !escrición !e los

!iferentes asectos !el sentimiento !el


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9 ;ero uste! no cree en 8ios" le reson!ió Dieu4.

9/ustamente. ¿;ue!e uno ser santo sin 8ios?" es el nico ro#lema concreto que me

interesa actualmente+.

+*o ten5o 5anas !e morir" y lucharé. ;ero si la arti!a está er!i!a" quiero tener un#uen fin.

9 *o" !i&o Dieu4. ;ara hacerse santo" es reciso %i%ir. uche uste!+

Cuan!o Dieu4. al !0a si5uiente !e la muerte !e Tarrou" se entera !el fallec0

miento !e su mu&er" su !olor llora silenciosamente.

+Dieu4 sent0a claramente que esta %e se trata#a !e la !errota !efiniti%a" la

que one fin a las 5uerras y hace !e la a misma un sufrimiento sin curación. El

!octor no sa#0a si" al fin" Tarrou ha#0a encontra!o la a ero" en este momento al me

nos" cre0a sa#er que &amás ha#r0a ya a osi#le ara s0 mismo" !el mismo mo!o queno hay armisticio ara una ma!re a quien le han mata!o el hi&o" ni ara el hom#re que

entierra a su ami5o . El !octor calla#a. 8esués !i&o a su ma!re que no llorase" que

él lo esera#a" ero que era" a esar !e to!o" !if0cil. < i !ecir esto" sa#0a" simlemente"

que su sufrimiento era sin sorresa. 8es!e hac0a meses. ( !es!e hace !os !0as" era el

mismo !olor continua!o+.

+(o, 5ritó aliayef" amo a los que %i%en hoy en la misma tierra que yo" y a ellos

!iri&o mis salu!os. ;or ellos lucho" y or ellos consiento en morir. ;or una ciu!a!

le&ana" !e la que no estoy se5uro" no iré a 5olear el rostro !e mis ir manos. *o iré a

aumentar la in&usticia %i%a or una &usticia muerta+.

*.- óren ,ieregaard !1%1*-1%$+'

)%'mo vivir una e(istencia aut"ntica+ )%'mo llegara ser cristiano+ Es tas

son las dos preguntas claves que sub#acen a la f ilosofía de 4'ren

ierGegaard. Este fil'sofo dan"s se propone restablecer la e(istencia

aut"ntica del hombre. Frente a la amena&a disolvente del idealismo, del

cientismo, de la masificaci'n # del secularismo, propone un pensamiento


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centrado en la individualidad. /a e(istencia humana es una larca que reali&ar,

es un don que fructificar. El hombre es un con!unto de posibilidades que

puede reali&arse en forma aut"ntica o inaut"ntica. El hombre es una

encruci!ada en la que continuamente tiene que elegir. En el instante de laelecci'n convergen en temporalidad c infinitud. /a e(istencia humana es

tensi'n entre finito e infinito, tiempo # eternidad.

/a autenticidad de la e(istencia humana está continuamente amena&ada,

en efecto, pasa por tres fases o estadios, que no son necesariamente cro-

nol'gicos. /a fase est"tica es e(istencia del momento, de la vida fascinada,

de la contemplaci'n imparcial ante la vida. En el hombre, que vive en el

estadio est"tico, desarrolla una vida inaut"ntica, porque no encuentrae(plicaci'n al dolor, al aburrimiento, a la insatisfacci'n. En la fase "tica ha#

ma#or responsabilidad, porque la decisi'n es comprometida. /a libertad

reali&a el bien. ero tambi"n aquí la e(istencia humana peligra standari&arse.

8o ha# e(plicaci'n del caso e(cepcional ni del pecado. 3racias al salto de la

fe, el hombre entra en la fase religiosa. El único modo de superar la angustia,

el pecado, el sufrimiento es la fe. El salto ciego de la fe introduce al hombre

al estadio religioso, en el que puede vivirse aut"nticamente la e(istencia.

@.- La existencia humana es esperana.

1esde un conte(to mu# real, como es la situaci'n del hombre en Am"-

rica /atina, ha# otros que sostienen que la e(istencia humana es, en su tem-

ple genuino, esperar radical, esperan&a. 1esde una condici'n de opresi'n, el

pueblo latinoamericano ha tomado conciencia de su ser # se ha descubierto

como en proceso de liberaci'n. Ha asumido su quehacer de liberaci'n,

porque tiene ra&ones para esperar. /a esperan&a le constitu#e en lo que le es

propio # originario El dato fundamental del dinamismo de la e(istencia del

hombre latinoamericano es la esperan&a. El hombre latinoamericano puede trans-

cender su situaci'n -aunque sea límite-, mediante la fuer&a l iberadora de la es-

peran&a. 4olo la esperan&a responde a las e(pectativas últimas del hombre la-


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tinoamericano. 4in una esperan&a, la e(pectativa # todo lo que el hombre

latinoamericano pueda e(pectar, resultaría corrompido por la melancolía de los

cumplimientos # se convertiría en un ser desesperado. /a esperan&a evita que las

esperas se pudran en el absurdo o caigan en el vacío de l no-sentido. El hombrelatinoamericano está viviendo la hora de la esperan&a el porvenir le reclama un

esfuer&o, una audacia # un sacrificio esperan&adores.


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$. /ambi0n mi existencia es problemática.

8o s'lo la e(istencia humana es problemática concreta # e(istencial-mente

mi vida es problemática. or eso mismo que filosofamos, como hecho de vida.

- /area preguntas para reflexionar.

e2ala tres experiencias significativas en tu vida. 3ntenta relacionarlas

entre s para ver cuál es la más importante.

1) ¿Cómo la formulas?

2) ¿;or qué te arece que es la fun!amental?3) ¿En qué me!i!a está imlica!a tu e4istencia?

- 3ntercambio de opiniones.

-)omentario.

El esfuer&o por formular las e(periencias requiere precisar hechos, situaciones,

actitudes. $mplica además relacionarlas e(periencias entre # con la globalidad de la

e(istencia. El e!ercicio de formular las e(periencias # relacionarlas nos introduce en

el dinamismo de la propia e(istencia. 4i ahondamos, si tocamos fondo, descubrimos

que la propia e(istencia -cada quien la su#a- es problemática, que necesita

orientaci'n.Esto significa que los interrogantes que, en el tema anterior, versaban sobre la

e(istencia en general, ahora se particulari&an en mi e(istencia. /a admiraci'n, la

frustraci'n # la desilusi'n, el vacío # la soledad, lo negro # violento, la

irresponsabilidad, la convivencia, la in!usticia # el atropello, el amor # la libertad, la


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enfermedad # la muerte, el go&o # la esperan&a son e(periencias humanas que

interrogan el sentido de mi e(istencia. )or qu" e(isto+ )1e d'nde vengo+ )%uál es

mi destino+ )Hacia d'nde van mis afanes # tareas+ )%'mo hacer que mi vida tenga

un sentido verdaderamente aut"ntico+/a búsqueda de una respuesta nos empu!a adelante en nuestro quehacer

filos'fico. Es decir, seguimos haciendo filosofía. 6odo hombre es fil'sofo o, por lo

menos ahora, estamos haciendo filosofía. *ueramos o no, estamos for&ados a hacer

filosofía, a formular preguntas, a buscar el porqu" de las cosas.

Al petr'leo lo e(traen de las entra0as de la tierra. erforan # despu"s de!an

traba!ando al garabucho ese que rítmicamente va chupando. 6al ve& la vida sea eso

mismo un po&o hondo de rique&a genuina, agua o petr'leo, al que la filosofía quierellegar.

8o s" si conocen lo que es una noria. Es un aparato que los antiguos campesinos

usaban, en tierras secas # baldías, para sacar agua de un po&o hondo. 3racias a un

sistema ingenioso, un animal dando vueltas a la noria sacaba el agua del po&o.

/a noria del po&o se parece, en !uguete, a una torre de a!edre&, pero con un

engrana!e de hierro que dentellea sobre otro, que a su ve& hace girar a un bombo del

que cuelgan calderos alargados. %uando la noria gira, un gatillo canta los dientes para

impedir retroceder, el bombo pausadamente enloquece # los calderos, boca abierta,

van ca#endo ordenadamente en las aguas del po&o. 4igue la noria su girar # girar,

sigue cantando el gatillo con sonido de hierro... /legan los calderos rebosantes de

agua fresca, la vierten en una canaleta # corre saltarina a fecundar el fruto del campo.

A veces el animal o la persona que hala la palanca de la noria se cansa, necesita un

respiro. 4i no sostiene duro, los calderos llenos de agua hacen retroceder la noria. Ahí

aparece la funci'n del gatillo bloquea los dientes e impide el retroceso.

Eso mismo es la vida un po&o, calderos, noria, traba!o para que el agua fecunde.*ueremos, como la noria o el e(tractor de petr'leo, entrar en la rique&a de nuestra

vida.

Al contemplar mi vida, mi e(istencia, mi #o, )qu" problemas me llegan+


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/os problemas que más directamente nos golpean son los propios, los

nuestros. ueden llegamos de muchas maneras. 9nos son importantes, otros

ficticios -aunque no totalmente e(tra0os- algunos son duraderos, otros pasa!eros.

1eba!o de todos ellos, implícita o e(plícitamente, está el problema del sentido de lavida.

udiera ser que el día de ho# mi e(istencia ha#a sido como la silueta que en el

mar de!a la gaviota al ro&ar ligeramente la superficie del agua con sus alas. Aun así,

esto no elimina el problema de fondo )qui"n so# #o+ )%uál es el secreto de mi

e(istencia+ )*u" pinto en este mundo que me rodea+ )%uáles son las cosas que dan

valor a mi vida+ )ale la pena vivir como lo esto# haciendo+ )or qu" hago las cosas

que me ocupan el tiempo+ )El valor # la importancia de mi vida los mido por lo quetengo o por lo que so#+ )%uál es el origen # el destino de mi realidad como hombre+

El problema ineludible, que más inmediatamente me ata0e # acicata

Baun cuando, en lugar de estudiar filosofía, estudie ingeniería, medicina,

etc.D, es siempre mi vida. Evidentemente #o so# un problema para mí. Ii

e(istencia, intransferible # original, es problemática, insegura. >. . 4artre lo

condensa en una e(presi'n difícil pero certera /a inquisici'n de la e(istencia del

e(istente.

Hacer filosofía significa, entonces, desempolvar, sacudir, tomar con- , ciencia #

contar con el problema de mi e(istencia.


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2tras veces las preguntas por el sentido de la vida llegan por otras veredas más

directas una enfermedad, un accidente, una depresi'n psicol'gica... >uan >os"

go&aba de las me!ores condiciones físicas para ser un atleta o deportista #, de

repente, un accidente automovilístico acab' con una de sus KLv piernas. )*u" puede ser la vida del hombre, si la fatalidad de un accidente la mutila+ ierGegaard

sostiene que la e(istencia humana es una enfermedad mortal, que la condici'n del

hombre es la desesperaci'n.

/a pregunta por el sentido de la vida puede llevarnos por otros derroteros la

monotonía de todos los días, el vacío, la ansiedad, la situaci'n de miseria, etc.. A

nuestro alrededor ha# otros hombres que están bien, que viven en la abundancia, que

disponen de lo superfluo, que mane!an dinero, # mientras tanto ha# otros sin posibilidades, ara0ando la supervivencia. )or qu" esta desigualdad+

En breve, la contemplaci'n de mi e(istencia problemati&ada me pone ante el

interrogante que es de todos )qu" sentido tiene la vida humana+ )or qu" # para qu"

el hombre vive+ Estos son los interrogantes presentes cuando me pregunto )qui"n

so# #o+

Esta contemplaci'n de sí mismo, este amor hacia sí mismo está #a presente en el

5enacimiento, pero sobre todo con 1escartes. /a filosofía moderna centra # funda la

filosofía en el #o. Ii e(istencia, mi realidad dada en mis actos Bde pensar, de sentir,

de imaginar, de recordarD es la realidad privilegiada, lamas firme que e(iste, # dada

inmediatamente, en sí misma, sin intermediarios.

El amor a la sabiduría toma en 1escartes la forma de contemplaci'n de mí

mismo, de mi #o. 1esde mi #o se comprenderán las demás cosas. /a firme&a de mi

#o servirá de modelo para apreciar la firme&a # la realidad, la e(istencia de las demás

cosas.

/a filosofía como contemplaci'n de mí mismo adquiere en la "poca modernatodavía otro mati& ordenar el mundo de las apariencias. /os representantes son E.

ant # el idealismo. )1e qu" manera+ 2bservemos. 8acen espontáneamente los

árboles, pero no nacen asilas columnas ni marcos ni ventanas se dan naturalmente

piedras en las canteras, pero no se dan naturalmente estatuas, losas, etc... El hombre


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ha sido capa& de transformar el universo natural de árboles # piedras, en casa que

habita. El hombre, transformando el mundo, ha fabricado otras cosas artificiales que

le sirven, se ha creado su mundo propio. 9n mundo artificial que indica que el

hombre tiene poder efica& sobre lo real # es más que el animal.Algo parecido, sostiene ant, sucede en el mundo de las ideas. %omo en el

orden sensible vivimos en un mundo artificial, parecidamente en el orden intelectual

vivimos en el mundo de ideas que nosotros hemos fabricado con las ideas

transformamos las cosas en sí mismas para que se nos presenten como mundo

inteligible para el hombre.

Al con!unto de instrumentos del hombre por los que transforman las cosas, las

ordena para nosotros, las hace inteligibles para sí, se le da el nombre de formas a riori. El con!unto de tales artes cognoscitivas constitu#e la 5a&'n pura. /a 5a&'n es

un artífice superior al &apatero, carpintero, constructor, porque transforma la materia

sensible de manera que nos resulte inteligible. Hegel llega al e(tremo las ideas

constitu#en las cosas mismas. En la contemplaci'n de sí mismo, el #o transforma las

cosas # las hace inteligibles. ,@M 6ambi"n la filosofía contemporánea se preocupa por

contemplar # mirar : al su!eto, pero no aislado del mismo modo es amor a las cosas

que amor a sí mismo. /a fenomenología de Husserl es un llamado a %ol%er a las

cosas mismas" notemos lo que las cosas son en sí mismas, contemplemos las cosas.

odemos intuir, contemplar las ideas, pero no transformarlas. Fenomenología

significa caer en cuenta de lo que se nos presenta, hacer que se nos presenten bien las

cosas en sí mismas, que ellas den ra&'n de sí mismas, a#udando nosotros, cuando

más, a que se manifiesten por sí mismas. Es contemplaci'n de la manifestaci'n de

todas las cosas. 8ada de construcciones ni de intervenciones artificiales. Heidegger

sigue la misma direcci'n # propone levantarlas cosas a nosotros mismos de su estado

vulgar, cotidiano, al aut"ntico sin construir nada, sino simplemente percibir o sentirlo,comprender su sentido.

1 as e4eriencias" que hemos formula!o antes" las analiamos ahora en su ori5en- ¿cómo se resentaron en nuestra %i!a?


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/a respuesta al interrogante sobre el sentido de la vida, en la historia del

pensamiento filos'fico, se ha organi&ado alrededor de grandes temas. /a respuesta a

la pregunta )qui"n es el hombre+ se temati&a como Antropología. N/a Antropología

filos'fica es la refle(i'n sobre el hombre situado, en un momento dado de sue(istencia. 8uestro momento supone un lugar especial no ha# un nivel neutro, ha#

siempre una situaci'n para nosotros es la situaci'n de Am"rica /atina. Am"rica

/atina, más que un lugar geográfico, es el conte(to hist'rico-cultural que condiciona

los rasgos propios del hombre latinoamericano. Algunos aspectos de la Antropología

han originado otros tratados. Alrededor de la libertad # de los valores se ha construido

la Otica. 4obre el significado # alcance del conocimiento se ha elaborado la 6eoría

%rítica del %onocimiento. A la pregunta del porqu" el hombre es como es harespondido la Ietafísica.


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5. Los otros iluminan mi existencia.

4i la filosofía es amor a la sabiduría, "sta no la vivimos en solitario. El amordice relaci'n con otras personas. /a presencia de los otros, con quienes se convive,

ilumina mi e(istencia. En la interacci'n recíproca de nuestro convivir, encontramos el

sentido o el sin-sentido de nuestra e(istencia

5efle(ionar en grupos.

1) ¿Cuáles son los ro#lemas que sur5en !e la con%i%encia ?

2) ¿Qué reercusión tienen estos ro#lemas so#re mi e4istencia?

3) ¿Qué es antes" mi e4istencia o la !e los otros?

4) ¿Quién soy yo !es!e la intersu#&eti%i!a!?

$ntercambio de opiniones.

-)omentario.

Al tocar el fondo de mi e(istencia Bla de cada uno de nosotrosD en su radical

soledad, aunque s'lo sea livianamente como se toca el fondo de la piscina,

descubrimos que el e(istir no es e(clusivamente mío. %onstatamos, por el contrario,

que estamos arro!ados al mundo de los otros, de la cultura. 8os percibimos e(istiendo

en un contorno, en una circunstancia. 7o so# #o # mis circunstancias, decía 2nega

# 3asset. ero resulta que las circunstancias son mías # tambi"n de los otros. Iás

aún, #o so# circunstancia para los otros, como tambi"n ellos son mi circunstancia. 4er hombre significa co-e(istir, estar con los otros, me sean simpáticos o no. /a

e(istencia de los otros afecta mi e(istencia, es inevitable. ivir es encontrarse con

otros. 7 el encuentro genera muchas cosas, entre otras, problemas.


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ivir es convivir, encontrarse con los otros su!etos. El hombre Bcada uno de

nosotrosD es un ser social, que vive # se desarrolla en la interrelaci'n con otros

hombres. 8o e(iste el hombre en abstracto. El hombre es gente en una sociedad

concreta c hist'rica. /o es en una cultura determinada, producto del hombre, quedetermina patrones de conducta # de conocimiento.

El ni0o nace en un ambiente social, en una cultura concreta, con una normativa

bien definida. Frente a la indefinici'n biol'gica que "l vive, la sociedad le impone su

fuer&a definidora. %ada individuo queda sometido al contorno del medio físico

Bnaturale&aD # el medio humano BsociedadD. Empie&an entonces los problemas. 8o

que no e(istieran antes, sino que loma conciencia de ellos. /a psicología ha estudiado

la importancia del grupo en el desarrollo de la personalidad # en la adaptaci'n almedio social. 4obre todo ha insistido en la relaci'n hi!o-madre # en la inserci'n

social. El ni0o de!a su peque0o mundo BegocentrismoD # pasa a una fase de ma#or

relaci'n social compa0eros, pandillas, grupos, amigos, sociedad...

%arlos Iar( ha insistido fuertemente en la realidad social del hombre. En sus

Tesis sobre Feuerbach afirma que el hombre es el con!unto de sus relaciones sociales.

6ambi"n otros fil'sofos contemporáneos han remarcado la dimensi'n social del

hombre. Este no es #a una conciencia aislada # autosuficiente, sino intersub!etividad.

8o ha# #o, si no es frente a un tú. El primado está en la comuni'n inmediata con el

otro hombre, con el conte(to cultural # con la historia que se va generando. El

encuentro con el otro hombre posibilita un verdadero encuentro consigo.

1e esta manera los problemas que antes aparecían como los específicos

problemas de mi e(istencia, ahora adquieren una perspectiva diferente. Iuchos de

ellos de!an de ser mis problemas # se convierten en problemas comunes de todos.

1esde lo que es común a todos, la propia originalidad adquiere una perspectiva

diferente.6res son los aspectos relevantes que, en la convivencia con los otros hombres,

integran la e(istencia individual. En primer lugar, aparecen los límites, las fronteras

de la propia individualidad. El #o frente a un tú, que es un otro #o, encuentra límites

mi libertad llega hasta donde llega la libertad del otro. /os otros hombres, en la


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convivencia, posibilitan al #o para que perfile # defina su originalidad. En segundo

lugar, en la convivencia el #o se percibe necesitado, indigente. 8o puede reali&arse en

todas sus potencialidades sin la presencia # la a#uda de los otros. En tercer lugar, en

la convivencia el #o se percibe abundante, rico en valores, en ser, en bien. 7 s'locuando el #o sale fuera de sí para ofrecer su don a los otros, "l llega a ser "l mismo.

El #o, en la reciprocidad con los otros, es indigente, pero tambi"n descubre que se

reali&a en la medida en que se entrega. 1ándose es como se enriquece, recibiendo es

como se encuentra consigo mismo # con los otros.

8uestro convivir acontece dentro de una comunidad, un barrio, un pueblo. Es

desde la historia de la vida del pueblo -desde sus valores, sentimientos, actitudes,

cultura, costumbres, mitos- que comprendemos tambi"n la ra&'n de nuestra vida. 8uestra psicología social crea ese espacio relacional de nuestro vivir insertos en el

pueblo.

A partir de la intersub!etividad se han ido comprendiendo el alcance #

significado de algunas materias que entran en el curriculum filos'fico. or e!emplo

la Otica 4ocial, la Otica rofesional, Filosofía del 1erecho, Filosofía olítica,

Filosofía de la %ultura, Filosofía de la Historia. 9n puesto privilegiado lo asume la

Filosofía de la Educaci'n. El proceso d" sociali&aci'n de toda persona se desenvuelve

en ese terreno amplio cultura, historia, educaci'n, política, derecho. /a

contemplaci'n de esta realidad es filosofía. 4er persona plenamente en estas

condiciones e(ige una meditaci'n contemplativa de esta realidad social e hist'rica

que la envuelve.

5etomar este punto con el monta!e /A $4/A.

cómo hacer filosofía 2

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