cómo hacer filosofía 1

8/20/2019 Cómo Hacer Filosofía 1

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Una introducción a la introducción o prólogo que no debe leerse

Cada uno de nosotros -sin distinción ni privilegios- posee un gran capital, es uncapitalista. Todos disponemos de diversas chequeras en el banco de nuestra persona:

la chequera de la conciencia, de la vivencia, de la inteligencia y del razonamiento.

Pero puede ocurrimos que al no saber comprar ni pagar los pequeños gastos de la

vida, del transporte, de la chuchera del momento, estemos en bancarrota, en la

incapacidad de ser e!icaces en el quehacer y pensar de la vida ordinaria. Poseemos

riquezas, pero vivirnos pobremente a !alta de una instrumentación o metodologa

conveniente. "os sucede como al mendigo que ha hecho un cuadro completo de # y $

con millones de suerte, pero que, no habi%ndolos podido cobrar, duerme sobre un

banco en la plaza p&blica, arropado en periódicos. 'abemos -aunque a veces somos

inconscientes de nuestro saber- que tenemos riquezas, pero no siempre sabemos cómo

usarlas, hacerlas producir. (oy m)s que nunca, la importancia del m%todo es decisiva

en todos los sectores de la vida humana, pero sobre todo en !iloso!a.

Puede pasamos algo parecido como al niñito que ha recibido un *uguete. +l

principio parece dis!rutar *ugando con %l: si es un carro, haci%ndolo m dar: si es una

ametralladora autom)tica, dispar)ndola locamente, como ha visto que hacen losadultos. Pero luego, pasada la novedad, goza mucho m)s cuando hurga y analiza el

!uncionamiento: lo eplora, desarma las piezas as mientras lo va descomponiendo

en su curiosidad insaciable, encuentra un gozo inde!inible. uego viene la tarea, ya

un poco menos divertida, de recomponerlo. 'i !racasa, puede que recurra al pap) o

busque ayuda o se desentienda del *uguete por !alta de inter%s. /n *uguete bien

compuesto le durar) muy poco al niño, si es que por sus medios no descubre cómo

est) hecho. Cuando conoce su mane*o, su hechura y su !uncionamiento lo cuida y lodis!ruta.

0sta es nuestra tarea: *ugar a desarmar nuestra persona, descubrir un m%todo

que nos permita ser e!icaces en nuestra vida.


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'i, por e*emplo, queremos ir a os Teques la meta puede ser com&n, pero el

camino distinto. Podemos hacerlo: a pie, en bicicleta, en carro, en helicóptero. 0l

camino condicionar) nuestra visión de la realidad. 'obre todo cuando constatamos

que el m%todo !orma parte de la realidad, no ser) la misma visión de os Teques si lahemos recorrido a pie o en carro o la hemos sobrevolado en avioneta. "o estamos

discutiendo que una visión sea me*or que la otra, sino señalando la diversidad de

comprensión de esa pequeña ciudad encantadora de os Teques.

1ene 2escartes vislumbró claramente la importancia del m%todo en la !iloso!a.

'u obra m)s signi!icativa se llama: Discurso del Método. "uestra Introducción

metodológica a la Filosofía podra ser titulada, en parte, 32iscurso del m%todo3,

aunque ciertamente no lo haremos como 2escartes. 0ste !ilóso!o !ranc%s, que sientalas bases de los vicios y virtudes, pautas y enredos de la !iloso!a moderna, se

epresa as: 3a diversidad de nuestras opiniones no proviene de que unos sean m)s

razonables que otros, sino solamente de que conducimos nuestro pensamientos por

diversas vas y no consideramos las mismas cosas. Pues no basta tener la mente bien

dispuesta, sino que lo principal es aplicarla bien34. 0s !)cil encontrar eperiencias en

nuestra vida o en la de los otros, cuando dos personas quieren entenderse y est)n

hablando lengua*es di!erentes, nunca se van a encontrar, como los rales del metro.

0n consecuencia, discurriendo por caminos di!erentes, hablan de cosas distintas, no

consideran las mismas cosas. 0l m%todo no sólo les ale*a de la meta, sino que le saca

!uera de la misma realidad, les lleva por derroteros y cosas etrañas para ellos. "o

habr), pues, buen entendimiento.

2i!cilmente podr)n pescarse p)*aros con una caña ni peces con una escopeta,

como no puede iluminarse una habitación con un martillo ni !i*ar un clavo con un

rayo de luz.

0n palabras sencillas, una buena disciplina metodológica permite entendemos.5Cómo lograr esa metodologa !ilosó!ica6 5Cómo entenderla desde el camino que se

va haciendo6 (e ah nuestro ob*etivo. + medida que nos vayamos e*ercitando,

comprenderemos los pasos dados y, en consecuencia, seguiremos avanzando m)s

inteligentemente.


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+l buscar una metodologa para nuestra re!leión !ilosó!ica no queremos que se

nos d% algo ya hecho, ya logrado. 0n el hecho del !iloso!ar, como en el hecho mismo

del vivir nadie puede sustituir a nadie. "o eiste eso de 3la papa pelada3. 0l camino o

lo vamos haciendo conscientemente, o no hay camino. Cada quien en su propiacarreta. "o es posible embaularse en la carreta de otro. +qu se cumple muy bien el

dicho: 3"o regales un pez al pobre, ens%ñale a pescar3. "uestro intento es de aprender

a pescar, aprender a pensar por nuestra propia cuenta.

0n otros tiempos se deca que el !ilóso!o era aquella persona que estaba siempre

buscando el &ltimo porqu% del porqu% de lodos los porqu%s. 0l e*emplo tpico era el

niño en esa edad de la curiosidad inocencial que continuamente pregunta: 35Pap), y

esto porqu% es as63. (oy en da, quiz)s la pregunta por el cómo son las cosas es tantranscendental como la pregunta por el porqu%. 0n la pregunta por el cómo son las

cosas estamos incluyendo la pregunta al porqu% son de esa manera.

0n e!ecto, 5cómo yo puedo hacerles entender esta introducción6 7uiz)s en la

medida en que vayamos caminando *untos. 'i logramos llegar al !inal, ustedes no me

preguntar)n porqu% hemos hecho el camino8 es decir, ustedes mismos por s solos

tendr)n la respuesta al porqu% hemos recorrido esos pasos. 9(agamos, pues, la

prueba

/na primera cosa de la que nos distanciamos de 2escartes es la siguiente. ;l

dice: 3


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Preguntas de retroalimentación:

1) ¿Qué piensas de este prólogo9 ¿Debería leerse si o no!

¿"or #ué!

$) ¿% n #ué medida crees #ue el método tenga importancia en la refle&ión

filosófica!

') %n tu e&periencia de (ida ¿encuentras situaciones en las #ue el uso de un

método diferente puede caminar las c osas !

) ¿*a metodología usada en una clase en un encuentro de personas en un

grupo es importante+ ¿"or #ué!


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1:- Vivir es filosofar, y viceversa.

- Preguntas para la reflexión en grupos.

Comenzamos con algo sencillo y, a la vez, complicado. 2os preguntas

elementales:

1) ¿Qué entiendes por filosofía!

2) ¿,u-l es el modelo el estereotipo #ue tienes de filósofo!

Como somos muchos, en pequeños grupos, vamos a intercambiar nuestras

primeras impresiones. 7uiz)s en el pasado hemos estudiado algo de !iloso!a tal

vez nos llegan por primera vcz estos t%rminos: !iloso!a y !ilóso!o. =amos a

intentar eplicitar lo que de alguna manera -concientc o inconscientemente- est)

en nosotros.

Puesta en com!n.

- Comentario.

(emos hecho una puesta en com&n. 2espu%s de haber dialogado -es decir,

escuchado y aportado- compartimos lo que cada quien ha ido conociendo,

aprendiendo, asimilando.

o importante no era sacar una de!inición de !iloso!a y de !ilóso!o. as

de!iniciones, en este momento, no sirven. a intención era que cada uno !ormulara

ante y para los otros ese lado oculto o visible de la eperiencia que liga a los t%rminos

!iloso!a y !ilóso!o. (a sido un e*ercicio para hacer emerger lo que estaba en cada

uno. 5'e ha logrado6 5"os hemos realmente epresado6 5a !ormulación de nuestra

eperiencia sobre este tema nos ha de*ado satis!echos6


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57u% est) en *uego en este e*ercicio6 Primeramente, hemos supuesto que detr)s,

en el pasado, tenamos arios de vida: >?,4@,4#... 0spont)neamente, ante las dos

preguntas iniciales, hemos repasado nuestra vida, hemos recordado, para traer al

presente la resonancia que en nosotros tenan esos t%rminos de !iloso!a y !ilóso!o. 0sdecir, mediante la introspección-memoria, recordamos. 1ecordar !ue para nosotros

or, leer, sentir las voces de nuestra conciencia. Casi autom)ticamente mientras

recordamos, pasamos a hablar, a narrar, a !ormular en palabras y gestos Abastara

observar la cara y las manos de cada unoB. as voces del recuerdo se hacan signos,

palabras, !rases. 57u% pasaba en este momento6 +lgo muy di!cil de eplicar, pero

continuamente en e*ercicio: nuestro pensar estaba a millón, cre)bamos cosas

ineistentes. 0s decir, nuestra vivencia del recuerdo la ob*etiv)bamos en palabras: loque sentamos, vivamos, oamos lo pint)bamos en gestos y palabras.


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(asta ahora hemos ido vislumbrando que, desde nuestra eperiencia, la

!iloso!a es vida. =ivir es !iloso!ar, en toda vida hay ya una !iloso!a. 0l niño, el

pobre, el anciano, el obrero, el empresario, el cura, el m%dico, toda persona humana,

por el simple hecho de vivir, hace !iloso!a.a !iloso!a, por tanto, no es contemplación pura, le*ana a la realidad, sino

re!leión crtica que se entromete en el movimiento de la vida. 0l !ilóso!o no escapa

de la vida, sino que escudriña la vida misma. 0l estereotipo de un hombre perdido en

las nubes no es la imagen correcta del aut%ntico !ilóso!o. 0l !ilóso!o no es un Pilatos

que se lava las manos ante los con!lictos. Tampoco es una persona ingenua que se

de*a alucinar por las apariencias, por las luces del escenario. 0l !ilóso!o se mete en el

torbellino de la vida para desvelar la cara oculta de lo que sucede, para hacer emerger la verdad de la vida. 0l !ilóso!o se mete dentro de la olla y hace saltarla tapa desde

dentro, picotea el cascarón de las apariencias para que nazca el pollito de la vida.

'iempre que se generen signos de vida, habr) !iloso!a. Cuando las personas

-cualesquiera que %stas sean- matan a otras personas, destruyen la vida, mucre la

!iloso!a. os signos de muerte, los hechos destructores de la vida revelan una

concepción de la realidad que ya no es !iloso!aD37uien destruye, mata, manipula y

eplota tiene una visión de la vida. + esta visión, a esta mentalidad aniquiladoras de

la vida -aunque tambi%n ella sea 3!iloso!a3- pre!erimos llamarlas ideologa.


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Preguntas para la reflexión en grupo.

1) ¿Qué entendemos por (ida!

2) ¿,ómo es nuestro (i(ir!

3) ¿Qué ponemos en uego cuando (i(imos!

4 ) ¿/e puede (i(ir auténticamente sin refle&ionar sobre lo #ue 0acemos!

- $ntercambio de opiniones.

- %omentario.

(emos llegado a entender, inicialmente, la !iloso!a como vida. Pero, 5qu%

entendemos por vida6 57u% encerramos dentro de nuestro vivir6 57u% ponemos en

*uego cuando vivimos6 0stas preguntas quedan todava por eplorar. a&n antes de

entrar en ellas, nos surgen otras que son previas: 5Por qu% nos metemos dentro del

ritmo de la vida6 5+ qu% se debe que, por el hecho de vivir, estemos !orzados a

!iloso!ar6 5+caso no podemos no hacer !iloso!a6

+ manera de e*emplo, lo vamos a ver en la vida y en la re!leión de un hombre,

distante en el tiempo, pero muy cercano a la sensibilidad de hoy: +gustn de Tagaste.

1.- &gust'n de (agaste.


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0l da >E de noviembre del E#F nace +gustn en Tagaste, ciudad del norte de

G!rica, ba*o el Hmperio 1omano decadente. Tagaste era una comarca montañosa y

!orestal8 pas de cazadores. 'e encontraba en el cruce de diversas grandes vas

romanas, a mitad camino entre el sur y las ciudades martimas.2os manos grabaron el alma de +gustn:


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revestido de inquieta adolescencia, como si se gozara ya pensando en los nietos, !ue

contento a cont)rselo a mi madre3 E.

+gustn no pensaba m)s que en divertirse. Pero en este tiempo se decidió en

partir para Cartago. Partió )vido de ciencia, de gloria y de voluptuosidad. Cartago lecausó una pro!unda impresión. Cartago era una de las cinco capitales del Hmperio. 0ra

como ir a Pars o "eI orJ. Cartago no sólo le o!reca placeres, sino tambi%n un

etraordinario tema para la re!leión.

+gustn haba sido enviado para estudiar. 'iendo pobre, tena que asegurar su

porvenir8 a la !uerza tena que ser buen estudiante. Pronto sobresalió entre sus

compañeros, en retórica, ciencias y !iloso!a. 'e vanagloriaba ele haber aprendido

todo cuanto podan enseñarle sus maestros. Pen aba cursar derecho: el camino corto yseguro para alcanzar riquezas y honores.

Pero mucre su padre8 la muerte haca incierto su porvenir. "o obstante, K años. 'e hace m)s *uicioso. 0n la escuela era un e*emplo a

imitar. +unque las ayudas de


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miembros a pesar de las apariencias de virtud8 la in!erioridad de las pol%micas con los

católicos.

+gustn se acercaba a los 4@ años. (aba terminado sus estudios de retórica.

1epentinamente -un rasgo caracterstico suyo- cambia sus proyectos, de*a la abogacay regresa a su municipio natal en calidad de gram)tico. 1omaniano, su protector, lo

asume como preceptor para su hi*o.


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+mbrosio era el bispo de


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se mezcla con el temor, cuando pienso en el niño, en el adolescente que !ue o

en el hombre que hubiera podido ser3.

0n (ipona era obispo un tal =alerio, de origen griego que saba mal el

latn c ignoraba el p&nico: esto era un grave obst)culo para sus !unciones.+dem)s era de edad avanzada. 2urante la estancia de +gustn en (ipona,

=alerio pronunció un sermón en la baslica en el que se que*aba de la !alta de

sacerdotes.


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Traemos aqu dos tetos de las ,onfesiones. =amos a leerlos queriendo

a!errar la rica eperiencia de vida que subyace en ellos.

23rande eres. /e4or 5 laudable sobremanera6 grande tu poder 5 tu sabi7

duría no tiene n8mero ¿ pretende alabarte el 0ombre pe#ue4a parte de tu

creación 5 precisamente el 0ombre #ue re(estido de su mortalidad lle(a

consigo el testimonio de su pecado 5 el testimonio de #ue resistes a los

soberbios! ,on todo #uiere alabarte el 0ombre pe#ue4a parte de tu creación.

:8 mismo le e&citas a ello 0aciendo #ue se deleite en alabarte por#ue nos 0as

0ec0o para ti 5 nuestro cora;ón est- in#uieto 0asta #ue descanse en ti.

Dame. /e4or a conocer 5 entender #ué es primero si in(ocarle o alabar

le o si es ames conocerte #ue in(ocarte. Mas ¿#uién 0abr- #ue te in(o#ue si

antes no te conoce! "or#ue no conociéndole f-cilmente podr- in(ocar una

cosa por otra ¿ =%sto debe ser así a#uello nodebe ser así buscando digo de dónde u;gaba 5o cuando así u;gaba 0allé

#ue estaba la inconmutable 5 (erdadera eternidad de la (erdad sobre mi mente

mudable


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fui subiendo gradualmente de los cuerpos al alma #ue sienta por el

cuerpo6 5 de a#uí al sentido íntimo al #ue comunican o anuncian los sentidos

del cuerpo las cosas e&teriores 5 0asta el cual pueden llegar las bestias De

a#uí pasé nue(amente a la potencia raciocinante a la #ue pertenece u;gar de

los dalos de los sentidos corporales la cual a su (e; u;g-ndose a sí misma

mudable se remontó a la misma inteligencia. 5 apartó el pensamiento de la

costumbre 5 se sustrao a la multitud de fantasmas contradictorios para (er de

#ué lu; estaba inundada. cuando sin ninguna duda clamaba #ue lo

inconmutable debía ser preferido a lo mudable6 5 de dónde conocía 5o lo

inconmutable 5a #ue si no lo conociera de alg8n modo de ninguno lo

antepondría a lo mudable con tanta certe;a. finalmente llegué a =lo #ue. esen un golpe de (ista trepidante.

%ntonces fue cuando =(i tus cosas in(isibles por la inteligencia de las cosas0

creadas=6 pero no pude fiar en ellas mi (ista antes 0erida de nue(o mi fla#ue;a

(ol(í a las cosas ordinarias no lle(ando conmigo sino un recuerdo amoroso 5

como apetito de (iandas sabrosas #ue a8n no podía comer2 ?

)tros textos. ,onfesiones. $. 1-* V$$, 1+ . , . "+.

- %omentario a los textos.

0l teto es el monólogo Oe un hombre -+gustn- que alaba a un ser su -

perior, el 'eñor. Lin esta alabanDa inicial. +gustn se descubre ruin, mortal,

pecador. . no obstante su condición de pequeñez, todava puede alabarlo, 0n

el !ondo, es 2ios quien despierta esa alabanDu en la inquietud que ha puesto

en el corazón de +gustn: y en %l. en el corazón de todos los hombres.

(ay una duda inicial > ¿de dónde partir6 52e la invocación, de la ala-

banza o del conocimiento6 a pista que +gustn sugiere es la b8s#ueda de


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2ios para, luego, alabarlo. Lin la invocación y en la !e, que son ya dones de

2ios para el hombre, %ste busca a Dios insaciablemente. Pero, 5dónde

encontrarloN

+gustn se centra en la interioridad6 en el repliegue sobre s mismo, elhombre se conoce y encuentra a 2ios. 0l conocimiento de s mismo es el

principio de la sabidura. Pero el conocimiento de s no es el t%rmino, sino el

punto de partida. 0l t%rmino !inal es 2ios, porque es un 2ios ntimamente

presente en la raz, &ltima del ser del hombre.

a interioridad llega a ser central despu%s de un proceso que 3de lo e-

terior asciende a lo interior, y de lo interior a lo superior3 N. 0n las ,onfesio7

nes +gustn se epresa en estos t%rminos: 3 as, gradualmente, yo iba ascen-diendo de los cuerpos al alma, que siente por el cuerpo, y de ah a aquella

!uerza interior a la cual los sentidos corporales comunican las percepciones

eteriores y señalan el lmite de la inteligencia de los animales8 y de ah como

nuevo empu*e, a la potencia racional, a cuyo *uicio se somete lo que perciben

los sentidos corporales. esta misma potencia, reconoci%ndose mutable en

m, se avivó y se irguió a la inteligencia de m mismo y arrancó su

pensamiento de la tirana de las costumbres A. ..B Cuando sin ninguna suerte de

hesitación clamaba a voz en grito que lo inmutable debera ser pre!erido a lo

mutable8 por donde conoca lo inmutable mismo Ael cual si de alg&n modo no

lo conociera. de ning&n modo antepondra a lo mutable lo cienoB. al

t%rmino de esta i menor ascensión llegó a ver al 'eñor por esencia en el

lampo de una mirada temblorosa3 3 a ascensión de +gustn se desliza de lo

m)s super!icial a lo m)s pro!undo y de aqu salta a 2ios, descubriendo sus

huellas y presencia en la interioridad del hombre y del mundo. 0n la

b&squeda de 2ios. +gustn pregunta a las cosas eteriores del mundocorpóreo si son ellas el 2ios que busca. Todas ellas contestan: 2@o nosotras

sino %l nos 0i;o. @osotras no somos Dios busca m-s arriba2.

2e las cosas eteriores penetra en su propia interioridad y, dentro del

alma, prosigue la b&squeda de 2ios analizando sus !acultades, sentidos y


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memoria. "o basta8 tiene que proseguir adelante en su b&squeda, !inalmente,

en el !ondo m)s recóndito de s mismo encuentra la verdad y el buen 2ios

est) por encima de los sentidos y la memoria de 2ios es pro!&ndame te

interior al ser del hombre, por eso que 3inquieto est) mi corazón mientras nohalle descanso en T3.

o que impele a +gustn a la b&squeda de 2ios es su ansia de verdad,

no satis!echa por lo creado Pero, 5qui%n es 2ios6 2ios, estando en lo creado

y sobre todo en el hombre, es m)s que todo eso: 2ios no se derrama al que-

brarse el vaso, porque todas las cosas no pueden contenerlo. 2ios es ntima -

mente presente y a la veD, trascendente. 2e ah esa hilera de atributos que

+gustn le aplica a 2ios: 3'umo, óptimo, potentsimo, misericordioso y *ustsimo, muy secreto y muy presente... *am)s nuevo y nunca vie*o3 N .

sigue en binas continuadas y paradó*icas.

+l !inal, nuevamente +gustn retoma la invocación: 3.'eñor, que vea

tu rostro3 3

/uda 0!squeda xterior $nterior /ios.

"o es algo puramente lineal, sino una pro!undización en la realidad del

ser del hombre.

+gustn no es un e*emplo aislado. a historia de la !iloso!a est)

salpicada de posiciones seme*antes. Contempor)neos a nosotros, e l

pensamiento de Qabriel


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".- 2abriel 3arcel y )rtega y 2asset.

a ) 3abriel Marcel A1BB9719+C).

Qabriel


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y complem%ntanos del hombre. Por eso mismo, el hombre nunca est)

con!orme consigo mismo, continuamente se est) proyectando. en esa

b&squeda persistente, no se detiene en la pro!undidad de su yo ni en la razón

de su eistir.


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problema y darle una respuesta. 2e*ar sin respuesta a la pregunta 5qui%n soy

yo6, es abandonarnos a las tuerzas incomprensibles del azar: 30l hombre no

!orma parte de una circunstancia: al contrario, se encuentra siempre en ella:

!uera de ella, y vivir es precisamente tener que hacer algo para que lacircunstancia no nos aniquile., es constitutivamente problema, cuestión,

di!icultad8 en suma, asunto a resolver "uestra vida pu es , nos es dada... pero

no nos es dada hecha3 3

0l hombre se encuentra, pues, arro*ado al mundo, y a veces hasta

perdido. Pero cuando el hombre se pone !rente a s mismo, cuando se

ensimisma -es decir: cuando suspende su ocupación di recta de las cosas y

atiende a su propia intimidad-, se da cuenta que tiene en sus manos un grandrama, el drama de su vida. 2rama, porque encuentra que su vida no le es

dada hecha, sino que tiene que hac%rsela por su cuenta. 0l hombre, y por ende

la vida misma, es un n)u!rago que agita sus brazos para mantenerse a !lote8 el

hombre es encruci*ada permanente, pues 3donde quiera que pone la planta,

pisa siempre cien senderos3 > +hora bien, si la vida es nau!ragio, encruci*ada,

y lo es siempre en !orma propia y personal, la vida misma no es otra cosa que

un quehacer. 0l hombre debe hacer algo para mantenerse en la eistencia: 3a

nota m)s importante de la vida humana es que el hombre no tiene otro

remedio que estar haciendo algo para sostenerse en la eistencia. a vida nos

es dada... nos encontramos en ella de pronto sin saber cómo A...B Pero %sta no

nos es dada hecha, sino que necesitamos hac%rnosla nosotros... a vida es

quehacer3 0l hombre, por tanto, se encuentra !orzado a hacer algo, a

construirse.

Lrente al drama de su vida, el hombre est) impelido a elaborarse un pro -

yecto, que, al ir realizando, se va haciendo a s mismo. 0ste proyecto-hombreno se con!unde con la pro!esión8 es, por el contrario, vocación. 0ste t%rmino,

en rtega, encierra el sentido pro!undo que constituye el ser ntegro e indivi-

11T0Q+ Q+''H-T O . %l 0ombre y la gente lid. 1evista de ccidente. =,O H. p 0G


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dual de la eistencia. =ocación es la originalidad irrepetible de cada persona.

. 0l

hombre necesita del pasado para orientarse en la selva de las posibilidades

problem)ticas que constituyen su porvenir. 0l hombre es heredero de su

pasado no estrena la humanidad, sino que la encuentra en la circunstancia. acircunstancia es lo que en nuestra vida nos es dado e impuesto. 0llo con muye

lo que llamamos mundo... "uestro mundo es la dimensión de !atalidad que

integra nuestra vida3 3.

Por tanto, una primera y originaria de!inición del hombre consiste en

ocuparse de su !uturo. >?.> !uturo, por esencia, es indócil, lo que est)

porvenir, lo que nunca est) a la mano 0l hombre es. entonces, perspectiva de

!uturo, preocupación, inquietud, dinamismo, b&squeda. a vida del hombre es

una operación que se e!ect&a lanzada hacia adelante. 0l hombre

originariamente vive proyectado hacia, lanzado hacia el porvenir. el

porvenir, como tal, es lo m)s !undamentalmente problem)tico, no se puede

hacer pie en %l, no tiene contorno !i*o ni per!il de!inido. 0l hombre es un ser

siempre en via*e, por hacerse, llamado a realizar intrans!eriblemente y como

protagonista su vivir8 cada paso que el hombre da es una anticipación, con

m)s o menos clarividencia, de lo que decide ser en su vida. 0n esta

eperiencia de la construcción de s mismo, el hombre se descubre libre8 3"osomos disparados sobre la eistencia, como la bala de !usil, cuya trayectoria

est) absolutamente premeditada o predeterminada... 0n vez. de imponemos


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una trayectoria, nos imponen varias y consecuentemente nos !uerza... a

elegir3 4.

0n resumen. rtega y Qasset señala claramente la dimensión del hombre

como b&squeda: 3'er hombre signi!ica, precisamente, estar a punto de noserlo, ser viviente problema, absoluta y azarosa aventura, o, como yo suelo

decir, ser por esencia drama. Porque sólo hay drama cuando no se sabe lo que

va a pasar... el hombre vive en nesgo permanente de deshumanizarse... + cada

hombre le pasa a veces nada menos que no ser hombre... Cada uno de noso-

tros est) siempre en peligro de no ser %l mismo. Traicionamos de continuo a

ese mismo3 n. rtega llegar) a decir que 3ser h%roe consiste en ser uno mis-

mo3

E

.

2>R. 1T0Q+ A9+''HiNl I . H rr0t0ón ilr os misos lid. 1evista de ccidente. R?#. p >A>44@. Hdem, lo 0istorio tomo sislemi. p, $NB.

3Hdem. Meilit.irionrr M EiuJmr lid 1ecula de ccidente. R?@. p H >4


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4.- $mportancia del punto de partida.

(asta ahora hemos dicho que vivires !iloso!ar. Liloso!amos porque el

hombre es b&squeda. en la b&squeda, es importante el punto de partida.

n reflexión personal responder las siguientes preguntas.

1)) /e4ala las cosa m-s importantes #ue t8 0aces ordinariamente en la (ida

de todos los días.

2) %n todo lo #ue 0aces ¿encuentras algunas e&periencias significati(as!

¿,u-les!

3 ) ¿,u-l es la resonancia #ue #ueda en ti de lo #ue 0aces 5 e&perimentas!

¿Qué se #ueda grabado en tu persona!

- $ntercambio de opiniones.

- %omentario.

+l responder a la primera pregunta, hacemos un e*ercicio de observa-

ción. 0s decir, repasamos en nuestra memoria lo que hacemos ordinariamente.

Con la segunda pregunta analizamos lo que antes habamos observado y

descrito. 2e esta manera tomamos conciencia de lo que podemos hacer ruti-


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naria o mec)nicamente. Cuando entresacamos una eperiencia signi!icativa,

la seleccionamos y la liberamos de la vor)gine del tiempo. 0n otras palabras,

la personalizamos. a tercera pregunta sub*etiva todava m)s nuestra acción:

perdura en nosotros gracias a la vivencia y la memoria. 5+caso todo esto tie -ne algo que ver con la !iloso!a6

+unque no lo parezca, nos hemos ido introduciendo en la !iloso!a. "o

pidan una de!inición de !iloso!a. Pregunt%monos m)s bien qu% vamos a ha cer

*untos.

+nte todo cargamos con el baga*e de nuestra vida, lo acontecido en la

historia -larga o corta- de nuestros años de eistencia. +sumimos tambi%n el

con*unto de vivencias que constituyen el lado sub*etivo de nuestro eistir.57u% vamos a hacer con esta carga6 +lgo muy sencillo: !iloso!ar.

Pero 5podemos hacer algo que todava no hemos de!inidoN.N ', aunque

nos parezca etraño. 'i a un ciego de nacimiento le queremos eplicar teóri-

camente cu)l es el camino para llegar de la plaza a su casa, imposible que nos

entienda. Pero si lo acompañamos en el trayecto, al !inal %l podr) decimos

qu% es el camino. "osotros, como el ciego, el niño, adulto, aprendemos

haciendo las cosas. 'e aprende a nadar nadando. Parece paradó*ico, pero es lo

que sucede con las otras ciencias o disciplinas y hasta con la vida de cada uno

de nosotros. 'abemos lo que es la vida mientras vivimos. Cuando hacemos las

cosas, entonces sabemos de!inirlas. Cuando hayamos !iloso!ado, sabremos

de!inir la !iloso!a.

57u% queremos decir con esto6 7ueremos indicar que para 3producir3

!iloso!a se requiere una materia sobre la cual traba*ar, un algo con lo cual

nos vamos a e*ercitar. 5Cu)l es esta realidad sobre la cual laboramos6 Por

ahora, decimos que no es m)s que nuestra historia de vida, lo que hemoseperimentado y vivido, lo que realmente sentimos en pro!undidad. Por

e*emplo, 5cu)l es nuestra eperiencia de las cosas que hacemos: comer, *ugar,

traba*ar, luchar, esperar, hablar, pensar6 5Cómo sentimos las cosas ordinarias

que hacemos todos los das6 57u% eperimentamos al escalar una montaña, en


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medio de una muchedumbre que saquea negocios, ante un mendigo, en una

situación de in*usticia, en un momento de intimidad compartida6 57u% pasa

en nosotros cuando su!rimos, nos angustiamos, estamos solos6 5Cómo

reaccionamos ante un gesto de estima, de alabanza, de poder, de servicio6a materia sobre la cual traba*amos es nuestra vivencia8 cada quien la

suya.-Por supuesto, las cosas no se agotan en mi vivencia, son mucho m)s. 0n

la vivencia se nos da la cara sub*etiva de la realidad8 es nuestra cara. a

vivencia es la !igura, la huella que las cosas y los acontecimientos graban en

nosotros, con el molde que nosotros le hemos aplicado. a vivencia es la cara

que nos pone la realidad a la mirada que nosotros le dirigimos 4E. Por

supuesto, la realidad es m)s que nuestras vivencias. 0stas nacen y mueren, pasan, vuelven, sucumben.


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en cuenta. Presentamos, a manera de modelos, el de 1ene 2escartes y de O. ocJe,

ambos representantes de la edad moderna. 'on sólo dos de los muchos e*emplos que

podramos analizar.

1.- 5ene /escartes 617-1789.

1ene 2escartes es un !ranc%s. 0s el tercer hi*o-de niño enclenque y en!ermizo-

de una !amilia acomodada. a debilidad !sica no opaca en %l su talento precoz, hasta

el punto que su padre le llamaba: 3?. Lrancia empezaba la guerra de los Treinta +ños.

Combina la pro!esión de militar con nuevos estudios de matem)ticas, sobre todo en

los momentos de tregua. 2os años m)s tarde, cuando la crudeza del invierno impeda

al e*%rcito entraren acción, descubre lo que van a ser sus cimientos !ilosó!icos. 0n sus

re!leiones solitarias, va descubriendo que su misión no son las armas, sino la

b&squeda de la verdad mediante la razón. 'u admirable invento consiste en

generalizar el m%todo matem)tico a todas las ciencias, incluso a la !iloso!a.

2e regreso a su tierra natal, vende sus propiedades y vive modestamente sin

preocupaciones. 'e instala en Pars8 se relaciona con hombres ilustres8 via*a por todaHtalia, y regresa de nuevo a Pars. Pero la vida de esta ciudad le asediaba con

distracciones ecesivas, por lo que, en >$4K, se retira a (olanda, donde permanece

hasta >$FR, poco antes de su muerte. 0n este ambiente tranquilo y libre se encuentra

me*or, no obstante los ataques, a veces insoportables, de sus adversarios.


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+ petición de la 1eina Cristina se traslada a 'uecia para impartir clases de

!iloso!a. os rigores del invierno sueco y las costumbres madrugadoras de la reina -a

las cinco de la mañana deba acudir a la biblioteca, cosa bien apretada para un

!ilóso!o acostumbrado a pasar mucho tiempo en la cama- !ueron dañinos para2escartes. 0n enero de >$#@ contrae una pulmona8 el >> de !ebrero muere

cristianamente.

2escartes es un buen matem)tico que hace !iloso!a. Preocupado por la claridad

y la distinción de las ideas claras y distintas, busca una !iloso!a clara, sencilla,

concreta y !undamentalmente pr)ctica. Como %l deca: 6N+dquirir un conocimiento

cierto y claro de todas las cosas que pueden ser para los hombres de una gran utilidad

en su vida3: Por eso mismo, en contraste con los voluminosos y pesados libros deltiempo, %l presenta libros pequeños y de lectura aparentemente !)cil.N /no de esos

libros, el m)s importante, es Discurso del Método (e aqu un pequeño etracto de

este libro.

2@o sé si debo 0ablaros de las primeras meditaciones #ue 0ice pues son

tan metafísicas 5 poco comunes #ue no ser-n #ui;- del gusto de todo el mundo

no obstante para #ue se pueda u;gar si los fundamentos #ue adopté son

bastante umes me encuentro en alguna manera obligado a 0ablar de ellas.

o 0abía ad(ertido desde muc0o tiempo antes como 0e dic0o m-s arr.ba #ue. en

lo #ue ata4e a las costumbres es necesario a (eces seguir opiniones #ue se saben

mu5 inciertas como si fuesen indubitables6 pero desde el momento en #ue me

propuse entregarme 5a e&clusi(amente a la in(estigación de la (erdad pensé #ue

debía 0acer todo lo contrario 5 rec0a;ar como absolutamente falso todo a#uello

en lo #ue pudiera imaginar la m-s pe#ue4a duda para (er si después de esto

#uedaba algo entre mis creencias #ue fuese enteramente indubitable.


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aun en tas m-s simples materias de geometría 5 u;gando #ue 5o estaba tan

sueto a e#ui(ocarme como cual#uier otro rec0acé como falsas todas las ra;ones

#ue antes 0abía aceptado mediante demostración6 5 finalmente considerando

#ue los mismos pensamientos #ue tenemos estando despiertos pueden también

ocurrírsenos cuando dormimos sin #ue en este caso ninguno de ellos sea

(erdadero me resol(í a fingir #ue nada de lo #ue 0asta entonces 0abía entra do

en mi mente era m-s (erdadero #ue las ilusiones de mis sue4os. "ero

inmediatamente después caí en la cuenta de #ue. mientras de esta manera

intentaba pensar #ue todo era falso era absolutamente necesario #ue 5o #ue lo

pensaba fuese algo6 5 ad(irtiendo #ue esta (erdad> pienso luego e&isto era tan

firme 5 segura #ue las m-s e&tra(agantes suposiciones de los escépticos eranincapaces de conmo(erla pensé #ue podía aceptarla sin escr8pulo como el

primer principio de la filosofía #ue andaba buscando

*uego e&aminando con atención lo #ue 5o era 5 (iendo #ue podía

imaginar #ue no tenía cuerpo 5 #ue no 0abía mundo ni lugar alguno en #ue

estu(iese pero #ue no por eso podía imaginar #ue no e&istía sino #ue por el

contrario del 0ec0o mismo de tener ocupado el pensamiento en dudar de la

(erdad de las dem-s cosas se seguía mu5 e(idente 5 ciertamente #ue 5o e&istía6

mientras #ue si 0ubiese cesado de pensar aun#ue el resto de lo #ue 0abía

imaginado 0ubiese sido (erdadero no 0ubiera tenido ninguna ra;ón para creer

en mi e&istencia conocí por esto #ue 5o era una sustancia cu5a completa esencia

o naturale;a consiste sólo en pensar 5 #ue para e&istir no tiene necesidad de

ning8n lugar ni depende de ninguna cosa material6 de modo #ue este 5o es

decir el alma por la #ue so5 lo #ue so5 es enteramente distinta del cuerpo 5

0asta m-s f-cil de conocer #ue él. 5 aun#ue él no e&istiese ella no dearía de ser

lodo lo #ue es.

Después de esto me puse a considerar lo #ue se re#uiere en general para

#ue una proposición sea (erdadera 5 cierta6 pues en (ista de #ue acababa de

encontrar una #ue sabía #ue lo era pensé #ue debía saber también en #ué

consistía esta certidumbre. 0abiendo obser(ado #ue en la proposición pienso


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luego e&isto lo 8nico #ue me asegura #ue digo la (erdad es #ue (eo mu5

claramente #ue para pensar es necesario ser u;gué #ue podía lomar como regla

general #ue las cosas #ue concebimos mu5 clara 5 distintamente son todas

(erdaderas 5 #ue solamente 0a5 alguna dificultad en ad(ertir bien cu-les son

las #ue en realidad concebimos distintamente2 2.

1ene 2escartes termina sus estudios en a Lleche pro!undamente desengañado.

os aprendiza*es que all haba adquirido no le sirven para resolver los problemas dela vida y de las ciencias. 0l edi!icio de la !iloso!a estaba por construir, porque las

ciencias eran insu!icientes. "o obstante conservó un gran aprecio por las matem)ticas

3a causa de la certeza y evidencia de sus razones3 a.

57u% le o!recan las matem)ticas6 Certeza y seguridad en el procedimiento de

su m%todo deductivo. +H principio 3no adverta todava su uso verdadero y, pensando

que no servan m)s que para las artes mec)nicas, me admiraba de que, siendo tan

!irmes y sólidos sus !undamentos, no se hubiese edi!icado sobre ellos nada m)s

elevado3 . =ala, pues, la pena aplicar rigurosamente el m%todo matem)tico a las

ciencias. +s como la luz del sol es una y no s% multiplica, aunque alumbre cosas muy

distintas, tambi%n la ciencia debe ser una y !ormar un solo cuerpo con distintas ramas.

el m%todo matem)tico debe ser pre!erido, porque es v)lido, seguro y eacto. a

causa del !racaso de los !ilóso!os del pasado ha sido precisamente el no haber

encontrado el m%todo adecuado. as matem)ticas son el modo tpico del conocer y su

m%todo hay que etenderlo a todas las ramas del saber.

0l pensamiento matem)tico es la mani!estación m)s genuina de la naturalezadel pensamiento humano: a trav%s de las matem)ticas se puede penetrar lo m)s ntimo

del pensar humano. el m%todo es, precisamente, el conocimiento que la razón

adquiere de s misma y de las condiciones de su !undamento.


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50n qu% consiste el m%todo matem)tico6 0ste consta de unos primeros

principios, que tienen en s mismos su razón de verdad, inmediatamente evidentes, y

de las deducciones que se van haciendo con ellos. 0n ei m%todo matem)tico, se dan

dos procedimientos lógicos: la intuición y la deducción. *a intuición es el acto de lainteligencia que tiene presente cienos contenidos claros y distintos de algunas

nociones Apor e*emplo, tri)ngulo 9incaB o principios Ael todo es m)s grande que la

parteB o ciertos hechos Ayo eistoB. *a deducción es cualquier hilación de una verdad

a otra, de una verdad m)s simple a otra m)s comple*a. 2escartes !ormula este m%todo

en cuatro reglas: la evidencia, el an)lisis, la sntesis y la enumeración.

=amos a ver cómo este m%todo se aplica en la !iloso!a. 50isten principios

evidentes6, 5cómo encontrarlos6 5Cómo asegurarse que se trata de un principioevidente y no de un engaño o una ilusión6

0l punto de partida es la duda que 2escartes llama metódica. "o puedo

con!iaren los sentidos, porque he eperimentado, a veces, que ellos engallan. 57ui%n

me puede asegurar que no me engañan siempre6 5Cómo distinguir el sueño de la

vida real6 5Por qu% el sueño no es la vida real y viceversa6

Pero sueñe o est% despierto siempre dos y dos son cuatro, es imposible

que el cuadrado tenga m)s de cuatro lados. as verdades matem)ticas no

o!recen duda. Con todo 2escartes quiere estirar la duda al m)imo es una

duda hiperbólica: hay que dudar tambi%n de las proposiciones matem)ticas.

5"o podra eistir un genio maligno, muy astuto y malvado, ba*o cuyo in!lu*o

estaramos siempre en error6 0ste genio maligno no podra hacernos parecer

racional lo que es irracional6 (ay que dudar tambi%n de las proposiciones

matem)ticas.

legados a este punto, 5qu% nos queda6 /na gran certeza, luminosa,

evidente c inmediata: 3Ca en la cuenta de que, mientras de esta manera inten -taba pensar que todo era !also, era absolutamente necesario que yo, que lo

pensaba, !uese algo8 y advirt iendo que esta verdad : pienso luego e&isto era tan

!irme y segura que las m)s etravagantes suposiciones de los esc%pticos eran


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incapaces de conmoverla, pens% que poda aceptarla sin escr&pulo como el

primer principio de la !i loso!a que andaba buscando3 ..

a duda universal desemboca en la certeza m)s irremovible: puedo du -

dar de todo, pero no de yo que dudo eisto. a duda est) superada en su mis-mo acto de dudar. 0n la duda me aprehendo como su*eto pensante. a epe -

riencia m)s inmediata es la duda. en esta realidad de la conciencia se

adquiere el criterio de toda verdad: la percepción clara y distinta. 2onde

eista una percepción clara Amani!iesta y presente a la concienciaB y distinta

Aseparada de cualquier otra ideaB se est) en la verdad.

5Cómo 2escartes salta del mundo de las ideas a la realidad6 5Cómo ga-

rantizar que las ideas corresponden a un mundo ob*et ivo !uera de laconciencia6 2escartes pone un puente colgante amarr)ndolo en la eistencia

de un 2ios veraz. 2emostrar), primero, la eistencia de un 2ios que, siendo

veraz, no puede engañarse ni dignamos. 2ios es la garanta de la

correspondencia entre las ideas de la conciencia y el mundo ob*etivo de la

realidad.

0n breve, el procedimiento de 2escartes parte de la duda, descubre una

verdad primera, el punto de partida 3cogito ergo sum3, encuentra un criterio

de verdad y, seguidamente, va deduciendo toda la realidad eistente.

4.- Para . #oc;e la experiencia es la sensación y la reflexión.

O. ocJe es un ingl%s, con otra mentalidad y con una preocupación bien

clara: saber lo que es el conocimiento humano. m)s concretamente, cómo el

entendimiento obtiene las ideas. 0n el primer captulo de su obra principal.

%nsa5o sobre el entendimiento 0umano. ocJe establece el principio de su

!iloso!a.


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2J AI) :odo 0ombre tiene conciencia de #ue piensa 5 como #uiera #ue lo

#ue ocupa su mente mientras est- pensando son las ideas #ue tiene est- fuera

de toda duda #ue los 0ombres poseen en sus mentes (arias ideas tales como

las e&presadas por las palabras 2blancura2 2dure;a2 2dul;ura2 2pensar2

2mo(imiento2. 2elefante2 2eército2 2embriague;2 5 otras. %n primer

lugar debemos in#uirir cómo las alcan;a el 0ombre.

$A$) /upongamos #ue la mente es como nosotros decimos un papel en

blanco (acío de caracteres sin ideas. ¿,ómo se llena! ¿De dónde procede el

(asto acopio #ue la ilimitada 5 acti(a imaginación del 0ombre 0a grabado enella con una (ariedad casi infinita! < esto respondo con una palabra> de la

e&periencia. %n ella est- fundado todo nuestro conocimiento 5 de ella se

deri(a lodo en 8ltimo término. @uestra obser(ación ocup-ndose 5a sobre

obetos /tns.res e&ternos o 5a sobre as operaciones internas de nuestras

mentes percibidas 5 refleadas por nosotros mismos es la #ue abastece a

nuestro entendimiento ron todos os materiales del pensar. %stas dos son las

fuentes del conocimiento6 de ellas proceden todas las ideas #ue tenemos o

podemos tener.

' A') %n primer lugar nuestros sentidos se ocupan con obetos

particulares sensibles 5 conducen a la mente percepciones distintas de las c av.

de i cuerdo con los di(ersos modos con #ue estos obetos les afectan


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A) %n segundo lugar la otra fuente con #ue la e&periencia abastece de ide7

as al entendimiento es la percepción de las operaciones de nuestra mente dentro de

nosotros aplicada a las ideas #ue alcan;a por los sentidos. %stas operaciones

cuando el alma las reflea 5 considera deparan al entendimiento otra serie de

ideas las cuales no 0a ad#uirido de las cosas e&ternas :ales son 2la percepción2

2el pensar2 2el dudar2. 2el creer2 2el ra;onar2 2el conocer2. 2el desear2 5

todos los diferentes actos de nuestras propias mentes de los cuales siendo nosotros

conscientes 5 obser(-ndolos en nosotros mismos recibimos en nuestro

entendimiento ideas tan distintas corno las #ue tenernos de los cuerpos #ue afecten

a nuestros sentidos. < esta fuente de ideas #ue cada 0ombre nene en sí mismo

aun#ue no procede de la sensación por#ue nada tiene #ue ser con obetos e&ternossin embargo sería mu5 acertado llamarla 5 con bastante propiedad 2sentido

interno2. "ero así como llamo a a#uella otra 2sensación2 llamo a ésta

2refle&ión2 pues proporciona las ideas cuando la mente las alcan;a refle&ionando

sobre sus propias operaciones internas. "or refle&ión pues #uerré decir de a0ora

en adelante la comprensión #ue posee la mente de sus propias operaciones 5 la

forma de ellas por cu5a ra;ón llegan a ser ideas de estas operaciones en el

entendimiento %stas dos 7#uiero decir las cosas materiales e&ternas como obetos

de la sensación 5 las operaciones internas de nuestra mente como obetos de

refle&ión7. son seg8n mi parecer el origen donde comien;an todas nuestras ideas.

%l término 2operación2 lo uso a#uí en sentido amplio como comprendiendo no

meramente las acciones de la mente sobre sus ideas sino también ciertas pasiones

#ue surgen a (eces de ellas tales como la satisfacción o malestar #ue acompa4a a

alg8n pensamiento

.# A )< mi parecer el entendimiento no tiene ni el menor atisbo de ideas #ue

no se reciban de una de estas dos fuentes. *os obetos e&ternos pro(een a la mente

de ideas de tas cualidades sensibles> es decir de todas a#uellas diferentes

percepciones #ue esas cualidades producen en nosotros 5 la mente pro(ee al

entendimiento de ideas de sus propias operaciones %&amine cada uno de sus

propios pensamientos e in(estigue atentamente en su entendimiento dígame7


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entonces si todas las ateas originales #ue tiene son otras #ue las #ue proceden de

los obetos de sus sentidos o de las operaciones de su mente consideradas corno

obeto de su refle&ión...2

2escartes a!irmaba que*as ideas son innatas, es decir, nacen con nosotros, son

corigen?ras.N3ocJc reacciona ante esta concepción. Por eso se preocupa de entender

cómo las ideas


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cómo hacer filosofía 1

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