combatiente 1a de agosto 2018 · la demanda interna de los principales granos, oleaginosas y...

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1 Combatiente Virtual POR LA REVOLUCIÓN MEXICANA AL SOCIALISMO Órgano Oficial de Información y Análisis del Partido Popular Socialista y de la APN -Popular Socialista AÑO IX. N° 151. NUEVA ÉPOCA. 1ª Quincena, de AGOSTO de 2018. En México debe llegar la hora de ¡Al campo con derechos! Mural de Diego Rivera. A través de Vía Campesina nos llega la información de que está por finalizarse la Declaración de las Naciones Unidas, concerniente de los derechos de las y los campesinos, entre otras personas que laboran en zonas rurales. Existen mundialmente, un mil 200 millones de campesinos y sus familias, en su mayoría presentan visos de violaciones sistemáticas de sus derechos, en diversos tipos de formas: desalojo de sus tierras y territorios, políticas de producción y de mercado desfavorables,

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Combatiente Virtual

POR LA REVOLUCIÓN MEXICANA AL SOCIALISMO Órgano Oficial de Información y Análisis del Partido Popular Socialista

y de la APN -Popular Socialista

AÑO IX.    N° 151.    NUEVA ÉPOCA.   1ª  Quincena, de  AGOSTO  de  2018. 

 

En México debe llegar la hora de ¡Al campo con derechos! 

 

Mural de Diego Rivera. 

A través de Vía Campesina nos llega la información de que está por finalizarse la Declaración de las Naciones Unidas, concerniente de los derechos de las y los campesinos, entre otras personas que laboran en zonas rurales. Existen mundialmente, un mil 200 millones de campesinos y sus familias, en su mayoría presentan visos de violaciones sistemáticas de sus derechos, en diversos tipos de formas: desalojo de sus tierras y territorios, políticas de producción y de mercado desfavorables, 

 

malas condiciones de trabajo, criminalización y asesinatos, entre otros; esto representa un grave problema, pues ellos son considerados la clave de coadyuvancia  para que se alcance la seguridad y soberanía alimentaria, de ellos depende el derecho humano a  la alimentación saludable y,   un factor importante contra el cambio climático, la conservación de la biodiversidad y la revitalización de las zonas rurales. 

  La  Declaración  establecerá  nuevos  estándares  para  los  derechos  humanos  de  los 

trabajadores  rurales,  promoviendo  a  la  vez,    la  soberanía  alimentaria  y  la  implementación  de 

políticas  socioeconómicas,    para  mejorar  el  sistema  alimentario  y  agrícola,  abriría  además,  el 

camino para la creación de políticas públicas a favor de las y los campesinos en países, donde tales 

políticas no existen y será una herramienta más,  para mejorar aún  las políticas ya  existentes. 

  Las  consecuencias  del  Tratado  de  Libre  Comercio,  (TLCAN)  no  favorecieron  al  sector 

campesino  en  a México,  ésta  apertura  comercial  implementada  por  los  gobiernos mexicanos  a 

partir de 1986, causan graves problemas  en la agricultura nacional y, en general en la economía 

del  país,  por  dar  un  ejemplo,  en  1986  el  país  importaba  150.7  millones  en  aceites  y  grasas 

oleaginosas,  pero  ya  en  1990  se  importaron  348.3  millones  en  los  mismos  productos, 

incrementándose en más del 130%. En los productos alimenticios manufacturados, se importaron 

491 millones en 1986  y para 1990 esta  cantidad  se  incrementó en más de 500% al pasar 2,679 

millones de dólares.  En la actualidad la dependencia de México de las importaciones para satisfacer la demanda interna de los principales granos, oleaginosas y forrajes crecieron en los últimos 20 años en productos como el arroz, el trigo y el maíz, según datos de la FAO. 

  En  los  tratados  comerciales  desde  que  estos  empezaron,  siempre  estuvo  a  la  vista  el  

proteccionismo  en  la  agricultura  de  los  países  industrializados,    convirtiéndose  o  formándose 

monopolios  y  oligopolios  con  amplios  beneficios,  obtenidos    a  costa  de  la  ruina  de  muchos 

trabajadores  de  países  subdesarrollados;    los  países  proteccionistas  impusieron  políticas 

arancelarias  en  diversos  productos,  sobre  todo  agrícolas,    estas  fueron  aplicadas  en  áreas 

controladas por la Comunidad Europea y los Estados Unidos.  

  En el caso de México, lo que se requiere hoy es modernizar realmente el campo mexicano, 

pero  no  en  detrimento  de  la  organización  ejidal,  ni  de  la  auténtica  pequeña  propiedad,  sino 

fortalecerlos proporcionando al campo, los recursos financieros, tecnológicos y de asistencia que 

se  le  ha  negado  y  se  le  ha  negado  para  transferirlos  a  un  sector  exportador  en  manos  de  las 

empresas transnacionales;  se requiere  privilegiar, primero los cultivos de productos estratégicos 

para  la  alimentación  al  pueblo  de  México  y,    fortalecer  el  mercado  interno,  abandonando  la 

política  negativa  de  invertir  miles  de millones  de  dólares  en  importaciones  de  básicos,  con  los  

cuales se generarían  empleos en su mayor parte en México. 

  Otra  cuestión que debe  tomarse en  cuenta es que México a estas alturas  y por  razones 

históricas no puede desarrollarse por  la  vía del capitalismo clásico, pues esta está ya cancelada. 

Tampoco puede, por las mismas razones, transformarse en un país en el que impere el capitalismo 

 

monopolista  de  Estado  porque,  por  más  que  se  desarrollaran  los  monopolios  nacionales,  no 

podrían competir con el poder de los imperialistas o extranjeros. 

 

NOTI-BREVES.

Comunicado de la FSM sobre los 73 años desde el lanzamiento de las bombas atómicas.

El 6 de agosto 2018, setenta y tres años se cumplen desde el crimen en Hiroshima y en Nagasaki el 9 de agosto, por el

imperialismo de los EEUU, el cual en 1945 privó la vida de cientos de miles personas y miles de otros en los siguientes

años por los afectos de la radiación en el territorio.

El lanzamiento de las bombas atómicas tuvo la intención de intimidar al pueblo, de enviar un `mensaje` a la

URSS, al movimiento militante de todos los países, tuvo la intención de poner el sello de la intimidación de los EEUU a

toda la situación internacional después de la Segunda Guerra Mundial.

La posición de los EEUU y sus aliados genera nuevos riesgos para toda la región y para la humanidad entera.

Los EEUU, NATO y la Unión Europea tienen como objetivo saquear los recursos naturales de los países del Tercer

Mundo, fortaleciendo su ámbito de influencia y rastreando fronteras nuevas. Los riesgos por la Paz Mundial son graves.

Los antagonismos inter-imperialistas se agravan constantemente.

La FSM niega el derecho de los EEUU a decidir quien puede y a quien se permite tener energía nuclear. Nadie

ha autorizado a los EEUU que permite a Israel, Pakistán, Turquía o S.Korea que tengan armas nucleares mientras ellos

están mintiendo sobre otros.

La Federación Sindical Mundial (FSM), desde el primer año de su fundación el 1945, ha tenido una posición

clara contra las armas nucleares. A lo largo de sus Congresos, se han votado decisiones que demandan la abolición de

todas las armas nucleares de todos los países.

El Secretariado.

Por los derechos del campesinado venezolano 

 

La  gran  marcha  campesina  iniciada  en  Barinas  y  Portuguesa  (Venezuela),  recorrieron  400 kilómetros  en  tan  sólo  20  días,  el  objetivo,  entrevistarse  con  Nicolás  Maduro  Moro,  para entregarle los proyectos y hacerle saber de la reivindicación del campesinado venezolano, es decir, los derechos que tiene ese sector campesino, buscando el apoyo y el bienestar de los trabajadores y  trabajadoras  del  campo  y,  sobre  todo,  saber  sobre  los  rubros  más  prioritarios  del  aspecto productivo para crear los insumos necesarios para la alimentación en el país. La guerra económica impulsada  por  la  oligarquía  y  el  imperialismo  tratan  de  hacer  mella  en  el  campesinado  con  el objeto  de  llevarlos  a  la  desesperación  y  la  confrontación,  empecinados  están  los  enemigos  en derrocar al gobierno bolivariano. 

  La  marcha  se  realizó  debido  a  que  algunos  jueces  en  el  mismo  gobierno  obstruyen  el avance que debe tener la reforma agraria, quitándoles sus tierras y el desalojo del que son objeto. Las y los campesinos rechazan esta impropia postura de los jueces que les ha impedido garantizar la producción de insumos alimenticios que el pueblo necesita, proclaman que ningún campesino o campesina es pobre,  si  tienen  la manera de producir,  es decir,  tener  los medios de producción, que en este caso es la tierra, el agua, los fertilizantes y la tecnología a su alcance. 

  Esta  experiencia  puede  ser  aplicable,  de  acuerdo  a  la  idiosincrasia  de  cada  nación  en América  Latina,  la  lucha  puede  intensificarse  buscando  desde  luego,  en  su  modalidad  de propiedad  social,  de  colectividad,  apuntar  hacia  la  independencia  alimentaria,  fortaleciendo  la agroindustria  nacional  sin  agotar  los  nutrientes  naturales  de  la  buena  tierra,  de  la  gran pachamama que nos da de comer. 

Luis Langarica Arreola                   04‐08‐2018. 

 

SOLIDARIDAD PARA CON EL PUEBLO Y GOBIERNO DE VENEZUELA. La Coordinadora Democrática de la Ciudad de México nos solidarizamos con el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela; Nicolás Maduro Moros y condenamos enérgicamente el atentado perpetrado en su contra por la ultraderecha.    En México como en América Latina existe una convicción democrática expresada en los procesos electorales como el del pasado 1° de julio en Nuestro País, modelo de expresión de la voluntad popular de nuestro pueblo, defenderemos la legalidad institucional y exigimos que sea respetada la misma con nuestros hermanos de los pueblos de Latinoamérica, repudiamos todo atentado contra los procesos democráticos legítimos y los gobiernos emanados de ello.    Exigimos el esclarecimiento inmediato de estos hechos y castigo a los responsables.    Repudiamos el uso de la violencia criminal contra el Gobierno de Venezuela.    Reiteramos nuestra solidaridad permanente y estaremos alertas ante cualquier ataque que quieran hacer contra nuestras hermanas y hermanos de ese país digno y soberano.  

 

¡La violencia y el terrorismo no pasarán!  Viva el gobierno legal y legítimo de la República Bolivariana de Venezuela! 

 

 

 

Integrantes de la Alianza Nacional de Trabajadores (ANT), dirigida por el compañero Manuel Fernández Flores, presentes en el  6to. Congreso del SITTGE, Sindicato Independiente de Trabajadores y Trabajadoras del Estado, que se llevó a  cabo en San Luis Potosí, México. 

 

Indígenas mexicanos esperan que López Obrador frene abusos en sus territorios 

ENTREVISTAS

 

Víctor Flores García

CIUDAD DE MÉXICO (Sputnik) — Las comunidades indígenas de México esperan que el nuevo Gobierno de Andrés  Manuel  López  Obrador  frene  los  abusos  perpetrados  por  megaproyectos  de  explotación  de recursos naturales, dijo a Sputnik el coordinador del programa Territorio, Derechos y Desarrollo del centro de análisis Fundar, Edmundo del Pozo. 

  "El desafío de las condiciones que viven las comunidades indígenas que luchan por la defensa de sus  territorios  procede  de  un  conjunto  de  políticas  de  corte  neoliberal,  de  apertura  a  inversiones extranjeras,  que  han  profundizado  el modelo  de  extracción  agresiva  de  sus  recursos  naturales",  dijo  el experto en el marco del Día Internacional de los Pueblos Indígenas. 

  El Tratado de Libre Comercio de América del Norte, en vigor hace casi 25 años, "la ley minera de los años 1990, la reforma agraria y la reciente reforma energética, flexibilizaron el marco legal para autorizar un conjunto de actividades legales sobre el uso del territorio de las comunidades, donde se implementan 950 megaproyectos en las industrias extractivas en todo el país", dijo Del Pozo. 

  Los  gobiernos  anteriores  autorizaron  más  de  24.700  concesiones  para  proyectos  mineros  que afectan 20 millones de hectáreas, indicó. 

  "Esos  proyectos  se  implementan  en  gran  parte  del  territorio  de  comunidades  indígenas,  de  los cuales más del 60% son canadienses",  indicó Del Pozo, autor de  libros y ensayos sobre políticas públicas y filosofía del derecho. 

  El equipo de transición del próximo Gobierno ya tuvo acercamientos con autoridades de Canadá, sin  embargo  el  programa  de  las  próximas  autoridades  no  contiene  un  rechazo  tajante  a  la  minería  y  la explotación petrolera. 

  No  obstante,  actores  del  próximo  gabinete,  como  el  encargado  de  la  Comisión  de  Desarrollo Indígena, Adolfo Regino Montes, anunció que "se van a revisar todas las concesiones para la explotación de recursos naturales", matizó el investigador. 

  En efecto, Montes hizo ese anuncio y la creación del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas. 

  "Lo  que  estamos  viendo  es  un  proyecto  de  ordenación  que  es  una  apuesta  muy  seria  a  la explotación  de  gas  y  petróleo,  con  la  proliferación  de  termoeléctricas  y  energía  hidroeléctrica",  acotó  el experto. 

  Del Pozo observa un cambio  importante en ese enfoque, dado que el principal  impulso no estará centrado en las inversiones extranjeras. 

  Al declarar la urgencia de extraer más hidrocarburos fósiles, el próximo presidente enfatiza que "el Estado  asumirá  la  rectoría  de  la  industria  energética  con  el  nuevo  proyecto  de  nación",  prosigue  el especialista. 

  En  la  producción  petrolera,  las  comunidades  indígenas  observan  con  satisfacción  que  López Obrador haya descartado claramente la tecnología de fractura hidráulica (fracking) desarrollada en el estado de Texas (sur de EEUU) para la producción de gas de esquisto (shale). 

 

  "Nos hemos posicionado claramente  junto con  las comunidades en  la Alianza Mexicana Contra el Fracking  para  que  esa  declaración  del  presidente  electo  se  traduzca  en  una  prohibición  legal,  porque actualmente la petrolera estatal Pemex ya la utiliza", dijo Del Pozo. 

  Por ejemplo, los grupos indígenas que protestan contra el uso de esta técnica en el central estado de San Luis Potosí, por el uso intensivo de los mantos acuíferos que implica. 

  Persecución de las comunidades 

  Por  la  resistencia  a  la  explotación  agresiva  de  los  recursos  naturales  se  cometen  múltiples asesinatos y hechos de violencia contra las comunidades, perpetrados por funcionarios estatales y privados. 

  "En muchos  lugares  se  ha  vulnerado  y  criminalizado  a  las  personas  que  defienden  el  territorio contra la visión extractivista de los recursos naturales, eso no cambiará de la noche a la mañana", apuntó Del Pozo. 

  El más reciente informe anual de Global Witness sobre defensores de derechos humanos indica que al menos 207 personas  fueron asesinadas en el mundo por defender  los derechos humanos, su tierra y el ambiente el año pasado. 

  "En México,  la  situación  empeoró  respecto  de  2016,  pasando  de  tres  a  15  personas  defensoras asesinadas durante 2017; y 13 de estas 15 personas pertenecían a comunidades  indígenas que defendían sus territorios ancestrales", indica el informe. 

  La  apuesta  de  las  nuevas  autoridades  aún  persiste  en mantener  los megaproyectos,  pero  con  la meta de redistribuir la riqueza, abatir la desigualdad y la pobreza y proteger los derechos a la autonomía. 

  "No es sencillo aplicar esa visión, todavía hay que resolver el problema de la violencia, poner un alto a los conflictos en los territorios y saber de dónde saldrán los recursos necesarios para los programas sociales comprometidos en ese nuevo modelo de desarrollo", advierte Del Pozo. 

  El  problema  no  es  solo  la  promesa  del  respeto  al  Estado  de  derecho  y  de  consulta  a  las comunidades, "un anhelo creíble del próximo presidente, sino del respeto a la autodeterminación indígena sobre los territorios, el derecho a definir su propio modelo de su desarrollo", comentó. 

  Por  ejemplo,  "podría  haber  conflictos  en  la  implementación  de  los  25  grandes  proyectos estratégicos",  anunciados  por  López Obrador,  como  el  gran  corredor  transístmico  en  el  sur  del  país,  que incluye un ferrocarril para conectar el Golfo de México con las costas del Pacífico. 

  Los pueblos  indígenas quieren que se discutan otro tipo de alternativas, con proyectos de menor escala, según Del Pozo. 

  "La apuesta debería ser discutir un nuevo modelo con toda la sociedad civil, y no solo los 25 o 30 megaproyectos de infraestructura" que serán el eje del próximo Gobierno, recomendó. 

  Finalmente,  Del  Pozo  consideró  positivas  algunas  señales  de  diálogo  de  cara  al  escepticismo  de movimientos indígenas rebeldes, como los zapatistas del sureño estado de Chiapas, que rechazan colaborar con el nuevo Gobierno. 

 

  Por otra parte, la apuesta de López Obrador podría entrar en tensión con proyectos comunitarios de  menor  escala,  cooperativos  y  domésticos,  para  construir  un  modelo  de  energías  renovables  más accesible. 

  Para ello habría que abandonar la lógica de los grandes megaproyectos y minería a cielo abierto, y renunciar a la construcción de grandes parques eólicos que han sido rechazados por las comunidades. 

  Las  comunidades  indígenas  y  movimientos  ambientalistas  presentaron  a  López  Obrador  10 propuestas para proteger la riqueza natural de México, con un mecanismo para garantizar el abastecimiento de agua y determinar precios justos. 

  La  propuesta  contempla  proteger  de  la  explotación  comercial  al  menos  el  30% de  los  mares mexicanos;  fortalecer el ordenamiento ecológico de  las áreas naturales protegidas; alcanzar una tasa cero de  deforestación  y  reducir  el  36% las  emisiones  de  gases  de  efecto  invernadero  para  2030  y  proteger  el patrimonio natural de las ciudades. 

  También plantean que para 2024 el 35% de las energías generadas sean limpias, así como mitigar el impacto de los megaproyectos con un enfoque ambiental transversal en un sistema nacional de planeación democrática. 

  Esos son los dilemas del nuevo Gobierno que comenzará el 1 de diciembre, de cara a los 68 pueblos indígenas de México.  

Saludo al VI Congreso del Partido de los Comunistas Mexicanos

Por José Abel Ogaz Pierce,  

Srio. de Relaciones de la DN del PPS‐APN‐PS 

Compañeros, Camaradas: 

Traigo  un  saludo  de  la  Dirección  Nacional  del  Partido  Popular  Socialista,  Agrupación  Política 

Nacional Popular Socialista, especialmente de su Secretario General, Manuel Fernández Flores al 

Partido de los Comunistas de México y, en particular, a su dirigente Pavel Blanco. 

1.‐  Este  VI  Congreso  que  se  inaugura  este  día,  coincide  con  el  año  del  200  Aniversario  del 

nacimiento de Carlos Marx  (el 5 de mayo de 1818), quien  junto con Federico Engels  forjaron el 

arma ideológica del proletariado universal para conocer y transformar el mundo, animaron la Liga 

de Los Comunistas, redactaron su primer programa, El Manifiesto Comunista, crearon la Primera 

Internacional de los Trabajadores, sintetizaron y divulgaron la experiencia de la Comuna de París y 

fundamentaron  la  ciencia  de  la  economía  política  desde  la  perspectiva  del  proletariado  en  “El 

Capital. Crítica de la Economía Política”. 

 

2.‐ Este VI Congreso coincide también con el 124 aniversario del nacimiento del dirigente socialista 

mexicano Vicente Lombardo Toledano (16/Jul/1894), que  impulsó  la vía de  las nacionalizaciones 

para desarrollar un país soberano y con una más equitativa distribución de la riqueza, que creó el 

Comité  de  Defensa  Proletaria  para  apoyar  la  vía  nacional‐revolucionaria,  fundó  y  dirigió  la 

Confederación de Trabajadores de América Latina para  la  lucha antifascista y antiimperialista en 

América Latina y fue vicepresidente de la Federación Sindical Mundial de la que fue cofundador en 

1945, en París, Francia.  

3.‐  Estamos  en  una  coyuntura  difícil:  Andrés Manuel  López  Obrador  asumirá  la  presidencia  en 

cuatro meses, en un México con niveles altos de violencia y buscando una serie de cambios que 

alivien un poco la situación de la mayoría. Se dio una participación nutrida de grandes segmentos 

populares  y  de  los  militantes  más  responsables,  que  redoblaron  su  lucha  desde  distintas 

posiciones. 

4.‐ Pese a las diferencias respecto de la línea política de los partidos y agrupamientos que buscan 

la  real  liberación  social  y  no  únicamente  la  nacional,  es  absolutamente  posible  y  necesario 

conseguir  la unidad de acción en el combate contra el capitalismo monopolista de Estado de los 

países  imperialistas,  especialmente  del  centro  geopolítico  de  los  mismos.  En  la  lucha  por  los 

intereses  vitales  de  la  clase  trabajadora  y  sus  objetivos  históricos,  se  pueden  minimizar    las 

divergencias existentes al actuar por objetivos comunes. 

5.‐ Al ampliarse la base social del movimiento democrático‐patriótico actualmente en México, creo 

que  no  existe  el  peligro  que  se  diluya  la  unidad  de  las  fuerzas  de  vanguardia  del  proletariado. 

Ambos  tipos  de unidad  interaccionan  y  pueden  reforzarse mutuamente.  El  núcleo  fundamental 

debiera ser el movimiento por una sociedad sin explotación; pero esto depende que éste se gane 

ese  sitio  con  análisis  certero  de  la  realidad,  así  como  de  la  actuación  oportuna  y  eficaz,  con 

propuestas de avanzada que respondan a la situación concreta en cada momento del combate.  

6.‐  Es  necesaria  la  ampliación  en  la  lucha,  de  los  lazos  y  contactos  entre  los  partidos  de  base 

teórica marxista‐leninista, el intercambio y perfeccionamiento de información constante acerca de 

los puntos de vista sobre distintos acontecimientos clave, expandir la reconsideración teórica de 

los  problemas  y  dificultades  que  la  vida misma  vaya  planteando;  realizar  seminarios  y  foros  de 

discusión y debate conjuntos para ir precisando los programas de lucha a corto, mediano y largo 

plazos,  aprovechando    y  resumiendo  la  experiencia  de partidos  semejantes,  así  como de  los  de 

carácter progresista y de  los movimientos sociales con diversidad de demandas específicas pero 

más detalladas sobre los sucesos que les atañan directamente.  

7.‐ Hay aspectos de un programa para un futuro inmediato que preocupan: A) Llevar el combate a 

la  corrupción  hasta  sus  últimas  consecuencias,  que  sabemos  es,  principalmente,  un  efecto  del 

sistema  de  explotación  del  hombre  por  el  hombre  (que  actúa  sobre  la  causa  que  la  origina, 

reforzándola)  y,  en nuestra  época,  del  sistema  de  capitalismo monopolista  de  Estado,  donde  la 

mafia  del  poder,  los  capitales  monopólicos,  hacen  uso  del  Comité  de  Administración  de  sus 

negocios.  Es  fundamental  llevar  el  pulso  del  proceso  de  combate  a  la  misma  por  parte  del 

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gobierno encabezado por AMLO, cuidando la táctica de las fuerzas de avanzada para que, no por 

querer caminar más rápido, se vayan a poner, inconscientemente, piedras mayores en el camino a 

ese propósito correcto. Las formas y momentos de plantear cada paso son, aquí, determinantes. 

B) Las amplias necesidades sociales insatisfechas de sectores mayoritarios del pueblo de México –

más  del  80%  de  los  pobladores  tenemos  alguna  situación  de  vulnerabilidad,  según  el  Consejo 

Nacional  de  Evaluación  de  la  Política  Social‐  reclamarán  recursos  crecientes,  en  la  que,  casi 

seguramente, no alcanzarán  las economías  logradas  con el  sólo  combate a  la  corrupción, de  tal 

manera –frente a una de las distribuciones peores de la riqueza producida por el trabajo social del 

Planeta‐ será ineludible impulsar aquella reforma fiscal que grave más a los grandes capitalistas (el 

64% del excedente bruto de explotación, algo similar a la plusvalía, está en manos del capital, sólo 

el  28%  del  nuevo  valor  producido  anualmente  va  a  los  salarios‐  mientras  que  las  empresas 

tributan, en materia de Impuesto Sobre la Renta (ISR), sólo el 3.5% del Producto Interno Bruto. Si 

las  empresas que están en  la  economía  formal  (mayoritariamente grandes  y  algunas medianas) 

obtienen el 47% del excedente bruto de explotación, con una tasa del ISR del 30%, deberían estar 

pagando en  Impuesto Sobre  la Renta  a empresas al menos el  15% del PIB.  Falta pues, un  largo 

trecho y hay que considerar también la nueva “reaganomics” del presidente Trump, desgravando 

fuertemente a las empresas situadas en el territorio de los EU. C) Un sistema de pagos en manos 

en  nuestro  país,  en  sus  tres  cuartas  partes,  de  la  banca  extranjera,  genera  que  la  creación  de 

dinero por  la  vía de  cuentas de  cheques,  pagos electrónicos  y  tarjetas de débito esté  fuera del 

control directo del Banco Central; pudiendo hacer muy poco el Estado mexicano para canalizar ese 

poder de inversión, de medios de pago y de crédito en función de lo que le interesa a la nación y al 

pueblo  de  México.  D)  Ampliar  la  democracia  directa,  el  referéndum  y  la  consulta  popular,  a 

aspectos económicos que resultan vitales para la vida de la nación, como los fiscales, monetarios y 

crediticios.  

En hora buena se efectúa este VI Congreso del PC de México, para profundizar en éstas y otras 

preocupaciones de sectores crecientemente importantes de nuestro pueblo trabajador.  

CDMx/Vier/3/Ago/2018. 

 

Manuela D’Avila, posible candidata a vicepresidenta de Brasil 

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“La gente tiene la certeza de que Lula puede cambiar el destino de nuestro país”

La dirigente comunista Manuela D’Avila reflexiona sobre la grave situación que vive

Brasil y explica su alianza con el PT. “Nuestro lugar es junto al PT construyendo una

alternativa a la crisis.”

“En Brasil tenemos un sector del Poder Judicial que está atentando contra la

democracia”, afirma D’Avila.

A pocos días de retirar su candidatura como presidenta de Brasil por el Partido Comunista (PCdB), para optar 

por la vicepresidencia en alianza con el Partido de los Trabajadores (PT), Manuela D’ Ávila estuvo en Buenos 

Aires. Allí participó de la presentación del libro Latinoamérica piensa de Nicolás Trotta, rector de la UMET, 

junto  a  referentes  políticos  como  José  “Pepe”  Mujica,  ex  presidente  de  Uruguay,  Gerardo  Pisarello, 

vicealcalde de Barcelona y Felipe Solá, diputado nacional. 

  El  PT  inscribirá  formalmente  este  miércoles  15  de  agosto  a  Luiz  Inácio  Lula  da  Silva  como 

candidato a presidente y al ex alcalde de San Pablo, Fernando Haddad, como su vice. Sin embargo, si el 

Tribunal Superior Electoral no acepta la postulación de Lula, quien cumple una pena de 12 años de cárcel 

acusado de corrupción en la causa de Lava Jato, el PT deberá presentar un sustituto. Haddad pasaría a ser 

candidato a la presidencia y D’Ávila lo acompañaría en la fórmula. 

  D’Ávila  empezó  su  carrera  política  en  el  movimiento  estudiantil  Unión  de  la  Juventud  Socialista 

(UJS), brazo del Partido Comunista de Brasil. En 2004 fue electa concejala de Porto Alegre y se convirtió así 

en la más joven parlamentaria de la historia del municipio. Entre 2007 y 2015 fue diputada por Rio Grande 

do Sul. 

  “La  certeza es que un  inocente,  como  lo es  Lula, puede  cambiar el destino de Brasil  ante  la más 

grave  crisis  que estamos viviendo”,  afirmó D´Avila,  feminista de 36  años,  en  conversación  con Página 12, 

donde habló sobre los desafíos frente a las elecciones brasileñas de octubre. 

–¿Cuáles son sus principales propuestas para las elecciones de octubre? 

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–En los próximos días vamos a consolidar un programa común entre la candidatura de Lula y la candidatura 

que teníamos con el Partido Comunista antes del domingo. Lo más importante es hacer que las elecciones 

sean el espacio de debate acerca de salidas para la crisis. Lo que estamos viviendo en Brasil es un proyecto 

antinacional, de destrucción del Estado y de los derechos de nuestro pueblo. Desde el gobierno de Michel 

Temer han aprobado, por ejemplo, una reforma de los derechos laborales. Tenemos más de trece millones 

de desempleados en el país. Ante esto algunas medidas que son prioridad para Lula y para nosotros es hacer 

que el pueblo tenga créditos a través de los bancos públicos. La mitad del pueblo brasileño hoy está con el 

“nombre  sucio”,  endeudados  y  con  hipotecas.  Cuando  la  gente  tiene  plata,  consume  y  se  fomenta  el 

desarrollo. Esa es una medida que propone Lula, hacer que los créditos sean más fáciles para el pueblo. Otro 

eje  importante  será  derogar  la  enmienda  constitucional  que  impone  que  por  veinte  años  el  gobierno  no 

pueda  tener  más  presupuesto  para  los  establecimientos  públicos.  Son  veinte  años  de  un  presupuesto 

congelado. Uno  sabe que  cuando el  gobierno pone más plata  también genera mayor empleo y  consumo. 

Estos son dos ejes importantes para nosotros. 

–¿Cómo evalúa los dos años de gobierno de Michel Temer? 

–Son  los peores dos años de  los últimos treinta. Ellos han tenido mucha velocidad para  la destrucción del 

Estado  brasileño  y  de  todos  los  derechos  que  hemos  conseguido.  Están  entregando  nuestros  recursos 

naturales y destruyendo  los derechos del pueblo,  los derechos  laborales,  los  sociales,  y  las universidades. 

Ellos han dado un golpe y avanzaron con mucha velocidad en la destrucción del Estado. Contaron con todo 

el apoyo de los medios de comunicación para que la gente no pueda reaccionar. Es parecido a lo que sucede 

con  Macri  aquí  en  Argentina.  Tienen  un  mismo  proyecto.  La  diferencia  es  que  Cambiemos  ganó  en  las 

elecciones. 

–¿Por qué aceptó la candidatura a la vicepresidencia por el Partido de los Trabajadores? 

–Hace mucho en el Partido Comunista estamos diciendo que  lo más  importante es ganar  las elecciones  y 

tenemos que generar la unidad para eso. Esta es la unidad posible. Nosotros intentamos hacerla con otros 

partidos, con más gente, con otros candidatos de nuestro campo. A mí me gustaría muchísimo no estar en 

las elecciones y que haya otro nombre que pueda estar en mi lugar y yo estar apoyando desde la calle. Pero 

fue la unidad que logramos construir. Dentro del PC nosotros discutimos esta candidatura por ocho meses y 

asumimos  la  responsabilidad  que  nos  toca  en  este  momento  histórico.  Nuestro  lugar  es  junto  al  PT 

construyendo una alternativa a lo que estamos viviendo. 

–¿Qué es lo que está en juego en estas elecciones? 

–En  Brasil,  en  estos  días,  tenemos  que  poner  el  debate  en  una  nueva  perspectiva.  Tenemos  que  debatir 

cómo garantizar  la democracia que teníamos antes del golpe a Dilma Rousseff. Antes, nosotros debatimos 

cómo profundizar  la democracia pero en Brasil hoy tenemos que debatir cómo garantizar lo que logramos 

construir  desde  1989  después  de  que  salimos  de  la  dictadura militar.  Hoy  tenemos  que mirar  a  los  que 

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profundizan la democracia, la experiencia que tienen en Barcelona, la experiencia del ocho de agosto de las 

argentinas en la calle. 

–¿Qué opina sobre la colusión entre los gobiernos de derecha con el poder mediático y judicial? 

–Las derechas en América Latina siempre han hecho eso, se organizan y actúan con sus peligrosas maneras. 

Lo mismo que sucede en Brasil sucede en Argentina contra el kirchnerismo y en Ecuador contra Correa. Ellos 

van  a  hacer  lo  que  tengan  que  hacer  para  intentar  vencernos.  El  capitalismo  no  necesita  más  de  la 

democracia. En Brasil tenemos un sector del Poder Judicial que está atentando contra la democracia todo el 

tiempo. Con los medios primero construyeron una versión sobre el golpe y porque había que sacar a Dilma. 

Instalaron que ella creó la crisis, que ella es la crisis. Cuando lograron sacarla, empezaron a decir que había 

que recortar los gastos públicos para bajar el déficit. Las medidas de ellos han agravado el déficit. Entonces 

primero han creado una versión acerca de la crisis y después con la misma fuerza construyeron que la única 

salida era el ajuste. Es  así  cómo operan.  Tenemos que pensar  cómo enfrentarlos.  Tenemos que construir 

alternativas populares, del diálogo con la gente y en la calle porque el proyecto de ellos no es un proyecto 

para nuestro pueblo. Nos quieren convencer de que hay un  solo camino que es el  camino sin Estado,  sin 

políticas públicas. Ellos están haciendo todo el esfuerzo para una neocolonización, para que seamos colonias 

de los países centrales. Se puede trazar un camino distinto al que ellos proponen y eso está probado. 

–¿Por qué el gobierno de Lula no pudo avanzar contra esos poderes? 

–Si  avanzamos,  y  mucho.  Por  eso  ahora  la  gente  puede  ver  la  fuerza  que  tienen  las  élites  brasileñas  y 

entender  contra  quien  luchábamos  cuando  hicimos  todo  lo  que  hicimos.  La misma  gente  que  efectuó  el 

golpe  contra  la  presidenta  Dilma,  que  aprobó  el  impeachment,  estaba  ahí  en  el  Congreso  mientras 

gobernamos.  Entonces  creo  que  nosotros  para  la  coyuntura  y  para  la  fuerza  social  que  teníamos  hemos 

avanzado bastante. Ahora la coyuntura es otra. Con respecto a una reforma de los medios de comunicación, 

hace mucho que venimos trabajando sobre eso para lograr que haya más libertad de expresión en Brasil. Los 

políticos no pueden ser dueños de los medios, no se cumple ni siquiera con lo que dice la Constitución. 

–¿Qué piensa de la causa contra Lula? 

–La gente en Brasil  tiene una certeza y es que Lula está preso porque él va a vencer en  las elecciones. La 

gente sabe que han hecho un proceso judicial y han puesto a nuestro mejor presidente en la cárcel porque 

en las encuestas no logran vencerlo. La certeza es que un inocente puede cambiar el destino de Brasil ante 

la más grave crisis que estamos viviendo. A Lula no  le perdonan haber sacado a  la gente a  la calle, que el 

pueblo tenga plata, que los hijos de las empleadas que están en las casas puedan ir a las Universidades. No 

le perdonan que el pueblo exista. Nuestro pueblo nunca ha tenido universidad y ahora sí. Nunca ha tenido 

plata para gastar en los restaurantes y en los shoppings y ahora sí. Eso es lo que no han perdonado a Lula. 

–¿Qué puede aportar como militante del PCdB al PT? 

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–El PT tiene al líder más grande del Brasil. Sería muy pretencioso de mi parte querer agregarle algo a Lula, 

sin embargo sí creo que mi candidatura ilustra el deseo de las mujeres por no quedar afuera de la política. 

Creo que es importante también nosotras, las mujeres de izquierda, tengamos el derecho a ocupar nuestro 

espacio.  Entonces  no  es  sólo  lo  que  los  comunistas  le  agregan  al  PT,  sino  también  lo  que  nosotras  las 

mujeres  y  la  juventud  tenemos  para  decir.  Nosotros  tenemos  que  dar  el  debate  de  las  desigualdades 

estructurales,  por  ejemplo,  la  región  del  sur  es  más  rica  que  la  del  nordeste  y  hay  diferencias  no  solo 

económicas sino de raza y género. Entonces creo que estos son  los debates que se vienen ahora, además 

tenemos que poner en claro que la gente en la calle y que la gente participando es imprescindible para los 

cambios que se vienen. 

–¿Recuerda cómo era Brasil antes de Lula? 

–Sí, yo estaba en el movimiento estudiantil. Hace 20 años que soy del Partido Comunista. Me acuerdo muy 

bien porque eran  luchas muy similares a  las  luchas que  trazamos ahora, que eran  contra  la privatización, 

contra  el  ALCA,  contra  el  Plan  Colombia,  contra  las  bases  militares  de  nuestro  continente.  Eran  luchas 

similares, me acuerdo mucho y tengo un honor muy grande de mirar al país antes y después y ver que esas 

luchas son posibles. Si fue posible hace 15 años, es posible que lo hagamos otra vez. Lula acercó a la gente a 

la política como no lo habían hecho antes. 

–¿Cómo ve a Latinoamérica y al campo popular? 

–Yo creo que estamos más fuertes. Cada día tenemos más personas que se están dando cuenta de las cosas. 

Tengo una expectativa muy grande en el pueblo. Tengo esperanza con nuestro proyecto. Hace quince años 

empezamos a vencer en algunas elecciones, estos son los cambios que hoy podemos ver en México con la 

victoria  de  Andrés  Manuel  López  Obrador.  Allí  y  en  los  gobiernos  que  persisten  en  Uruguay  y  Bolivia 

podemos ver lo que hemos construido para profundizar la democracia. Hace cuatro años en nuestra región 

estaban Cristina, Lula, Dilma, Rafael, Evo y Pepe, imaginando un continente integral con la gente en el centro 

del proceso político, en estas elecciones nosotros queremos volver a construir ese camino. 

–¿Siempre fue feminista? 

–No,  fui  militante  por muchos  años  creyendo  que  eso  no  era  un  tema muy  central,  sino  que  los  temas 

económicos eran los importantes y el feminismo era un tema más periférico. Hace catorce años que tengo 

mandatos  parlamentarios.  La  vida  me  fue  poniendo  en  contacto  con  la  agenda  y  creo  que  eso  fue 

cambiando mi forma de comprender la desigualdad en Brasil, el tema de dónde están las trabajadoras, los 

trabajadores  y  las  diferencias  que  existen.  Con  el  tiempo  la  vida  me  fue  demostrando  que  estaba 

equivocada. Muchas veces el ser mujer me perjudicó en  la política, siempre  lo  leí en clave feminista pero 

hace  poco  tiempo  que  tenemos  espacio  para  hablarlo  entre  las mujeres  y  reconocernos  entre  nosotras. 

Hace doce años cuando fui la parlamentaria más joven y más votada del país, la gente decía que yo era una 

mujer hermosa y yo contestaba que no, que estaba en la  lucha, que estaba con los estudiantes y ellos me 

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contestaban: “¡Ay, que aburrida que sos! ¿por qué no aceptas que sos hermosa?”; pero yo les decía que no 

es que acepto o no acepto es que la discusión es otra. La realidad cambió y hoy tenemos más espacios para 

hablar. Las mujeres hemos creado el espacio, entre nosotras y para la sociedad. 

–¿Qué expectativas tiene del movimiento feminista? 

–Las mejores porque creo que cada vez más las mujeres feministas tienen conciencia que el problema no es 

solo el hecho de que  seamos mujeres  sino que hay una  sociedad que oprime a un  conjunto de personas 

especialmente las mujeres, negras y pobres. Cada vez más personas saben que con el debate no alcanza sino 

que hay que hacer reformas profundas. Además  las políticas regresivas del gobierno de Michel Temer son 

mucho más severas con las mujeres, ellas son las más desempleadas. Y las medidas de este gobierno  llevan 

a que el desempleo en las mujeres sea irreversible, porque si los hijos no pueden ir a la escuela, las madres 

tienen que quedarse cuidándolos sin poder salir de sus casas y sin poder estar en la vida pública. 

Entrevista: Sofía Solari. 

 

 

Nicaragua 

Nicaragua y la correlación de fuerzas 

Marco A. Gandásegui h. 

 

La  situación  de  Nicaragua  es  complicada  por  los  intereses  de  clase  que  están  en  juego.  Es  aún  más complicada por la falta de información. 

  ¿Qué sabemos? 

16 

 

  Nicaragua es, en gran parte, un país de producción agropecuaria. 

  Sobre  la  base  de  esta  realidad,  a  lo  largo  del  siglo  XIX,  se  estructuró  y  creció  una  clase  con tendencias  oligarcas  que  se  apoderó de  las  instituciones  de  gobierno  (políticas, militares,  ideológicas).  La combinación  de  la  propiedad  de  la  tierra  y  el  control  de  los  aparatos  de  gobierno  parecieron  darle  a  la oligarquía una posición inexpugnable. 

  Al mismo  tiempo,  creció  una masa  de  trabajadores  sin  tierra  que  fue migrando  a  las  ciudades  a ocupar empleos de servicios. En el campo la población no recibía servicios públicos y en las ciudades lograba tener acceso a un mínimo de educación y servicios de salud. 

  La debilidad económica del país no lograba generar un excedente que llegara en forma significativa a sectores diferenciados (transitorios). Es decir, a una clase obrera, a profesionales, técnicos y educadores (la  llamada  clase  media  o  sociedad  civil).  Tampoco  le  daba  a  la  oligarquía  la  solvencia  económica  para neutralizar  a  los  sectores  inconformes  y  rebeldes.  El  control  político  lo  ejercía  un  'clan',  el  ejército  lo manejaba una  familia y  los  aparatos  ideológicos  (Iglesia,  educación, medios de comunicación) estaban en pocas manos. 

  Sobre  esta  base,  los  movimientos  sociales  sólo  podían  ser  neutralizados  mediante  la  represión violenta.  Las  pugnas  familiares  entre  conservadores  y  liberales  eran  interrumpidas,  en  el  siglo  XX,  por insurrecciones como el alzamiento del Ejército de Hombres Libres, liderado por Sandino, y una generación más tarde por el FSLN, fundado por Carlos Fonseca. 

  La oligarquía requería el apoyo político y militar de la potencia norteamericana para enfrentar a los campesinos y trabajadores. En la década de 1970 el FSLN, compuesto por jóvenes guerrilleros (entre 16 y 25 años de edad) del campo y de la ciudad logró romper la pasividad de la población y quiebra la unidad interna de la oligarquía. 

  El triunfo del FSLN en 1979 fue gracias a las tácticas militares de sus columnas, pero aún más por la estrategia  política  de  sus  tres  mandos.  Por  un  lado,  los  gobernantes  se  relajaron,  dentro  de  la  Iglesia surgieron voces contestatarias y en EEUU se cansaron de seguir apoyando la  ineptitud de  'nuestro hijo de puta'. 

  En la década de 1980 EEUU decidió poner fin al diálogo con los jóvenes sandinistas y desataron una contra‐ofensiva  que  utilizó  a  los  países  vecinos  como  cohortes.  Agotados,  los  sandinistas  entregaron  el poder político en 1990 a las corrientes neoliberales, entre los cuales había muchos que habían simpatizado con los sandinistas durante la gesta revolucionaria e, incluso, durante los diez años de gobierno. A pesar del apoyo  de  EEUU  ‐  o  quizás  por  eso mismo  ‐  los  tres  gobiernos  neo‐liberales  ‐  resultaron  desastrosos.  Los niveles de vida cayeron y, peor aún, el pueblo sintió que quienes gobernaban eran más de la vieja oligarquía. 

  El FSLN regresó al poder en 2007 con Daniel Ortega (comandante revolucionario de la vieja guardia) a la cabeza. Puso en efecto una política bicéfala para evitar los supuestos errores del pasado. Por un lado, con apoyo externo  (que no  incluía a EEUU) armó un programa económico  'asistencialista' que mejoró  los niveles de vida de los nicaragüenses. Por el otro, puso en marcha un plan político de alianzas con sectores importantes de la vieja oligarquía y de la Iglesia. 

  En  pocos  años, Nicaragua  logró  consolidar  la  paz  social  en  las  comunidades  del  país  y  callar  a  la oposición  oligarca.  Incluso,  EEUU  se  sintió  complacida  con  el  comportamiento  del  antiguo  enemigo sandinista  logrando  que  se  subordinara  a  las  políticas  neoliberales  de  las  agencias  financieras.  Se  sentía 

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incómodo, sin embargo, con  los saludos fraternales del gobierno sandinista hacia cubanos, venezolanos e, incluso, ecuatorianos y bolivianos. 

  EEUU mantenía relaciones con los empresarios y la Iglesia, incursionaba con programas dentro del Ejército  y  desarrollaba  programas  de  indoctrinación  entre  los  jóvenes  conservadores  y  las  universidades. Anualmente  el  Congreso  aprobaba  subvenciones millonarias  para mantener  su  influencia  en  los  sectores que no se consideraban sandinistas.  Incluso, coqueteaba con  los sandinistas que se habían separado de  la corriente que encabezaba Ortega. 

  El  16  de  abril  de  2018  se  produce una  protesta  de  los  jubilados  quienes  veían  como un decreto presidencial  les  cortaba  un  porcentaje  de  sus  pensiones.  En  forma  desordenada  gremios  empresariales, Iglesia católica y jóvenes conservadores reaccionan defendiendo los jubilados y atacando la legitimidad del gobierno. Ortega supuso que la embestida sería muy corta, pero se encontró con la sorpresa que a pesar de la desorganización de la oposición, cuenta con recursos externos para movilizar gente en el país. 

  Después de tres meses de enfrentamientos la balanza se inclina a favor del gobierno de Ortega y las organizaciones populares del FSLN. En esta coyuntura Washington se pronunció oficialmente a través de un comunicado  de  la  Casa  Blanca:  EEUU  apoya  a  los  sectores  de  la  oligarquía  junto  con  la  juventud conservadora  y  les  asigna  nuevos  fondos  para  seguir  desestabilizando  al  gobierno  del  FSLN.  Acusa  a  los sandinistas de reprimir a los grupos financiados por EEUU. Decide aplicar sanciones contra funcionarios del gobierno. La táctica es una copia de sus políticas aplicadas en Venezuela, Libia y Siria (incluso Ucrania). 

  Hasta  este  momento  se  observa  que  el  FSLN  está  intacto.  Su  base  social  en  el  campo  y  en  las ciudades ha soportado la embestida de la oligarquía. El futuro está en manos de ese pueblo que luchó por el ideario de Sandino. Ortega le toca probar su capacidad como dirigente de un pueblo que está en lucha. 

  Un comentario adicional: He leído los comentarios de muchos amigos de  la Revolución sandinista de la década de 1970 que quieren regresar a la gloria de los combates de Masaya y tantas otras. 

  Sugiero que se informen sobre  lo que ha pasado en los últimos 40 años. Si echan de menos a  los comandantes  guerrilleros,  recuerden  que  es  el  pueblo  sandinista  que  está  luchando  en  todo  el  país  por Nicaragua y  las  futuras generaciones de ese país heroico. El nicaragüense no quiere  la guerra, quiere una Nicaragua libre de oligarcas y lacayos de senadores norteamericanos 

  9 de agosto de 2018 

  ‐ Marco A. Gandásegui,  hijo, profesor de  Sociología de  la Universidad de Panamá e  investigador asociado del Centro de Estudios Latinoamericanos Justo Arosemena (CELA) 

http://marcogandasegui2017.blogspot.com/ 

www.salacela.net  

https://www.alainet.org/es/articulo/194611   

 

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Hostilidades interminables: predicen una nueva guerra en Oriente Medio, ahora por el agua 

ORIENTE MEDIO  

CC BY 3.0 / BERTRAMZ / EUPHRAT AT ZALABIYEH, NEAR HALABIYEH, SYRIA

Turquía e Irak: ¿petróleo a cambio de agua?

 Las complejas relaciones entre los países de Oriente Medio allanaron el camino para un nuevo conflicto militar por el agua entre Turquía, Irak y Siria, opina el experto sirio en recursos hídricos internacionales, Nabil Samman, en su artículo para el periódico árabe Asharq Al‐Awsat. 

  "Cuando  cese  el  sonido  de  rifles  y  tambores  de  guerra  en  la  región,  este  será reemplazado por conflictos en las cuencas del Éufrates y el Tigris. La disputa sirio‐turco‐iraquí  sobre  las  aguas  de  los  dos  ríos  tomará  un  giro  internacional  y  el  agua  se convertirá en un arma política", advierte el autor. 

  Hace varios años, la sequía y una política errónea de las autoridades provocaron unas protestas en el este de Siria,  en el  valle del Éufrates, que en 2011 dieron  lugar a manifestaciones nacionales  contra el Gobierno central. Los disturbios apoyados por ciertos países, como Turquía y  los Estados árabes del Golfo Pérsico, llevaron a una guerra civil que convirtió la infraestructura del agua en ruinas. 

  Al otro lado de la frontera, en el oeste de Irak, varios años de guerra y disturbios, seguidos por una invasión  de  las  tropas  estadounidenses  en  2003,  también  tuvieron  unas  consecuencias  drásticas  para  la infraestructura hídrica del país. 

  En cuanto a Turquía, el país otomano logró mantener el control sobre el agua de la región. 

  El Gobierno central de Irak, al igual que el de Siria, va recuperando el control del territorio. Mientras que  estos  países  se  están  moviendo  lentamente  hacia  la  restauración  de  la  vida  normal,  Turquía  está promoviendo su ambicioso proyecto de Anatolia Suroriental que prevé la construcción de 22 represas y 19 

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plantas de energía que reducirían casi a la mitad el volumen de agua que entra en los países ubicados más abajo en los principales ríos de la región, es decir, en Siria e Irak. 

  Los problemas asociados con el agua fueron acumulándose en los países vecinos durante décadas, pero las discrepancias políticas han reducido a cero todos los intentos de alcanzar un acuerdo por medio de negociaciones.  Las disputas  sobre  la  cantidad de agua que  llega  a  Siria  se  complican por  los desacuerdos entre este país y Turquía respecto a la guerra siria. 

  La ausencia de una "estrategia agrícola sirio‐irakí" permitió que Turquía mantuviera el control de los ríos en la región, opina Nabil Samman. 

  Según el analista, Ankara compara su derecho al agua de los ríos Éufrates y Tigris con el derecho de los países petroleros a controlar su crudo. Los ve como dos ríos transfronterizos que fluyen desde su país, y por lo tanto, cree tener derecho a controlar la cantidad de agua que llega a sus vecinos. 

  Actualmente,  la  probabilidad  de  una  guerra  por  agua  es  muy  pequeña,  opina  el  columnista  del diario Expert Online, Serguéi Manukov. Pero tan pronto como la vida en Irak y Siria comience a volver a una relativa normalidad, retornarán los problemas económicos y sociales, incluyendo la escasez de agua. 

  "Teniendo en cuenta que los chiíes están al poder tanto en Damasco como en Bagdad, no les va a ser  difícil  ponerse  de  acuerdo  sobre  una  alianza  contra  la  Turquía  suní  e  intentar  quitarle  su  control exclusivo de las aguas de los ríos Tigris y Éufrates", concluye el periodista. 

 

La energía y los zapatos de Discépolo 

Gerardo Honty  

Hace ya casi un siglo, en el sur de América los hermanos Discépolo dedicaron buena parte de su obra a un asunto central para el debate energético actual: los límites éticos de la ambición. 

  El mundo invierte actualmente 1,8 billones de dólares (USD 1.800.000.000.000) cada año en nueva producción  de  energía  según  el  reporte World  Energy  Investment  2016  de  la  Agencia  Internacional  de  la Energía  (AIE).  A  pesar  de  ello, más  de mil  millones  de  personas  aún  no  cuentan  con  electricidad  en  sus hogares  y  casi  tres mil millones  (el  40%  de  la  población mundial)  depende  de  la  leña  y  el  estiércol  para cocinar. Según la AIE 2,8 millones de personas pobres mueren prematuramente cada año solo por efecto de la  contaminación  doméstica  que  produce  este  tipo  de  cocción. Más  preocupante  aún  es  que,  aunque  el volumen de  inversión en el  futuro se mantendrá, esta situación permanecerá casi  incambiada para el año 2030 según su informe de prospectiva World Energy Outlook 2017. 

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  Es que la inequidad energética es una más de las varias caras de la injusticia social. De acuerdo a la base de datos del Banco Mundial, el promedio mundial de consumo de electricidad es de 3.000 kWh por persona y por año. Pero en el mundo “desarrollado” (los países miembros de  la OECD) el promedio anual por persona es de 8.000 kWh, mientras que los países menos desarrollados (según la definición de Naciones Unidas) este promedio es de 200 kWh. Esta  inequidad sin dudas debe ser superada, al  igual que todas  las varias  injusticias  del  mundo.  El  problema  es  el  cómo.  No  sólo  cómo  se  va  a  cambiar  esto,  sino  en  qué dirección.  Está  claro  que  todos  deberíamos  tener  la  posibilidad  de  acceder  al  mismo  nivel  de  consumo energético. La pregunta es ¿cuál es ese “mismo”? ¿Los 200 kWh de los más pobres, los 8.000 kW de los más ricos, o los 13.000 kWh de América del Norte? 

  En  las  primeras  décadas  del  siglo  pasado  vivieron  en  Buenos  Aires  un  par  de  escritores fenomenales: los hermanos Discépolo. Enrique Santos, el menor, es el más mundialmente conocido por sus memorables tangos, como “Cambalche” o “El Choclo” entre tantos otros. El hermano mayor, Armando, es menos  conocido  pero  fue  uno  de  los  dramaturgos  más  importantes  del  teatro  rioplatense.  Entre  una veintena de obras teatrales que escribió, está “Relojero”, donde como en tantas otras, relata las peripecias de personajes que se debaten entre la ética y la ambición en una sociedad inmersa en la debacle posterior a la crisis de 1929. 

  En medio de una de las tantas discusiones que se daban en una familia donde la crisis de valores iba a  lomos  de  la  crisis  económica,  Andrés,  hijo  mayor  de  Daniel  el  relojero,  le  dice  a  su  padre:  “Si  tenés solamente  dos  pares  de  zapatos,  ya  alguien  anda descalzo  por  vos;  (…)  Eso  de  ‘no  arrebaten  que  hay  pa todos’  es  la mentira más  ingeniosa que  inventaron  los  comilones”i.Traigo a este genial dramaturgo y a  su obra a colación, porque en el debate sobre la equidad energética se oculta un problema sustancial: no hay “pa todos”. 

  En los más importantes foros internacionales donde se debaten estos temas, como la Convención de Cambio Climático, los países en desarrollo denuncian –y no sin razón– la desigualdad que, en temas como la energía, existe entre los países más ricos y los no tanto. En lo que se equivocan es en el asunto central: su reclamo es por el “derecho al desarrollo” más que por la equidad. 

  Lo que los gobiernos de los países en desarrollo pretenden no es distribuir más equitativamente la energía, sino alcanzar los mismos niveles de consumo energético que los países más ricos. Esto es acceder a los 8.000 kWh de los países desarrollados. Lo que parece no percibirse en esta reivindicación es que si todos accediéramos a estos niveles de consumo la producción de energía global debería aumentarse en un 260%. 

  Cómo ya se ha argumentado en artículos anteriores aquí en ALAI, esto es imposible, ya sea por la escasez de combustibles fósilesii, por el cambio climáticoiii, o por los límites de las energías renovablesiv. No alcanzan los recursos planetarios para alimentar esta ambición. No hay tantos pares de zapatos disponibles. 

  El  petróleo  convencional  ha  alcanzado  su  pico máximo  de  extracción  en  2006  y  desde  entonces estamos  cubriendo  la  brecha  con  hidrocarburo  no  convencional,  un  combustible  que  es más  costoso  de extraer y que, más temprano que tarde, hará inviable su uso. Pero aún si pudiéramos explotarlo a base de subsidios,  el  Acuerdo  de  París  solo  nos  permite  consumir  un  tercio  de  las  reservas  fósiles  conocidas.  De manera que, o por costo o por clima, será inviable aumentar la dosis de petróleo a la economía. 

  Las  energías  renovables  también  tienen  sus  límites,  porque  si  bien  estas  formas  de  energía  son eventualmente  inagotables,  los  dispositivos  necesarios  para  su  aprovechamiento  requieren  de  unos materiales que no son renovables. Solo para poner un par de ejemplos:  los vehículos eléctricos pretenden ser un sustituto plausible de los actuales automóviles a combustión. La fábrica Tesla inaugurará en 2020 una fábrica para producir medio millón de estos nuevos vehículos. Pero “para producir 500.000 vehículos al año, 

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básicamente  necesitamos  absorber  toda  la  producción  de  litio  del mundo”,  dijo  su  CEO,  Elon Musk  (BBC 20/4/16). 

   ejemplo: los aerogeneradores que producen electricidad requieren de una cantidad importante de minerales y tierras raras calificadas “en estado crítico” en razón de su escasez. Entre ellas el Neodimio y el Disprosio  han  preocupado  al  Departamento  de  Estado  de  los  Estados  Unidos  en  un  documento  llamado “Critical Material Strategy”, donde alerta sobre la imposibilidad de suplir de estos materiales en el futuro. 

  Las  advertencias  sobre  estos  límites  son múltiples  y  basta  buscar  con  un  poco  de  interés  en  los informes  de  las  agencias  internacionales  de  investigación  para  comprender  que  aumentar  un  260%  la producción de energía es una idea absurdav. 

  ¿Por  qué  entonces  se  insiste  con  la  ilusión  de  que  todos  algún  día  llegaremos  a  ser  tan  ricos energéticamente como los desarrollados? ¿Será porque es más fácil manipular a los pueblos con la  ilusión de  la  futura  opulencia  en  lugar  de  la  más  genuina  perspectiva  de  austeridad?  ¿Será  porque  nos  hemos creído el vano y repetido salmo sobre la inteligencia humana capaz de salvar todos los límites planetarios? 

  Estoy tentado a pensar que en la vieja batalla discepoliana entre la ambición y los valores terminó ganando la ambición. Que ya no nos importa el costo social o ambiental que haya que pagar para alcanzar la “calidad  de  vida”  de  los  ricos.  Cómo  decía  el  otro  Discépolo,  el  menor,  en  el  tango  Qué  vachaché:  “el verdadero amor se ahogó en la sopa, la panza es reina y el dinero es Dios”. 

  ‐ Gerardo Honty es analista de CLAES (Centro Latino Americano de Ecología Social).  

  i Armando Discépolo. Relojero. Editorial Universitaria de Buenos Aires Buenos Aires, 1965. p 102 

iihttps://www.alainet.org/es/articulo/184307 

iiihttps://www.alainet.org/es/articulo/189085 

ivhttps://www.alainet.org/es/articulo/189693 

v Un análisis más detallado puede verse en http://energiasur.com/el‐limite‐de‐las‐energias‐renovables                            

https://www.alainet.org/es/articulo/194471  

Declaración Política del Partido Comunista de Venezuela: Marcha Admirable reclama revisión urgente del sistema agroalimentario 

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Resumen Latinoamericano, agosto 2018. 

Declaración Política  Ante  la  grave  crisis  que  vive  el  modelo  rentista  Venezolano  que  agudiza  cada  vez  más  las contradicciones  de  clases  en  el  campo,  los  campesinos  organizados  emprenden  “LA  MARCHA ADMIRABLE” desde Guanare Estado Portuguesa a partir del 12 de julio con destino a Miraflores, para  colocar  al  relieve  la  necesidad  de  la  revisión  estructural  del  SISTEMA  AGROALIMENTARIO VENEZOLANO,  corregir  en  lo  inmediato  las  desviaciones  y  prácticas  políticas  demagógicas burocráticas y corruptas para convertirlas en procesos de gestión múltiples donde participen  los campesinos,  trabajadores  y  el  poder  popular  (comunas,  consejos  comunales)  y  afianzar  el compromiso  con  el  proceso  Bolivariano  y  la  Soberanía  de  la  Patria  ante  los  ataques  del Imperialismo.    El carácter capitalista de la agricultura    El  carácter  capitalista  de  la  agricultura  ocurre  simultáneamente  con  la  formación  de  los monopolios  agroindustriales  y  la  organización  de  los  monopolios  de  comercialización  de  los productos  agropecuarios.  Los  primeros  ejercen  dominio  sobre  la  agricultura,  mientras  que  los segundos,  además  de  ser  los  principales  agentes  en  encarecer  los  productos  agropecuarios, transfieren parte de las ganancias, que lógicamente deberían ser de los productores a otras capas de la burguesía, en este caso concreto a la comercial. Hoy continúan predominando las relaciones de producción capitalista en la producción de cereales, caña de azúcar, frutas, hortalizas, granjas avícolas, ganado porcino y ganado vacuno.    Hoy persisten los sistemas agroindustriales y de monocultivo intensivo como es el caso de cereales  (maíz,  arroz  y  sorgo),  caña  de  azúcar  y  soya,  que  están  directamente  asociados  a  las relaciones de producción capitalista dentro del sector primario; que se apropia de todo el esfuerzo logístico,  financiero,  subsidios  e  insumos  del  Estado  y  sigue  siendo  un  reducido  grupo agroindustrial que concentra la mayor capacidad de procesamiento y controla la comercialización de productos procesados.    El modelo agrícola  en Venezuela es  altamente dependiente de  insumos exógenos,  en  la mayoría de los casos importados y de allí que la agricultura del país es en alto grado dependiente, poco productiva  y poco  sostenible,  principalmente en  lo que  se  refiere  a  los  cultivos  cerealeros agroindustriales.  

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  Cambiar  este  patrón  implica  reorientar  la  producción  del  componente  energético  de  la dieta hacia otros  rubros  y  formas de producir,  que prioricen productos  con un mayor  potencial agroecológico, mayor producción y menor dependencia de agroinsumos.    Concentración de la tenencia de las tierras    Muy a pesar de  la  lucha contra el  latifundio y el  rescate de  tierras  realizado por el  INTI, 251.369  familias,  que  representan  el  78%  de  los  productores,  ocupan  unidades  de  producción menores  a  las  50  Ha;  mientras  que  2.973  familias,  que  representan  sólo  el  0,92%,  ocupan extensiones mayores a las 1000 y más de 5.000 Ha.     La ganadería vacuna en nuestro país, es el sector que está más vinculado con el monopolio de la tierra. En el sector pecuario, mientras 122.028 familias (71,4% de los productores) explotan para  la  producción  bovina  unidades  de  producción  menores  a  las  100  Ha;  3.128  familias  (que representan  sólo  1,83% de  los  productores)  lo  hacen en unidades de producción mayores  a  las 1.000 y más de 5.000 Ha; en los que continúan predominando formas de atraso en la producción, como  la  ganadería  extensiva.  El  monopolio  de  las  tierras  persiste  con  el  reforzamiento  de  las relaciones capitalista en el campo.    Sicariato en el campo    Los  pequeños,  medianos  productores  y  el  sector  campesino  continúan  con  grandes esfuerzos  en  la  producción  de  subsistencia,  sometidos  a  amenazas  por  las  bandas  criminales  y paramilitares  que  operan  en  los  sectores  rurales,  que  han  llevado  al  asesinato  de más  de  300 dirigentes  campesinos  y  hasta  el  momento  no  hay  respuesta  por  parte  de  los  tribunales competentes, pero también sometidos a las arremetidas del propio Estado que mediante acciones amparadas  en  decretos  regionales  y  decisiones  Judiciales  han  desalojado  a  los  campesinos  que vienen  trabajando  y  produciendo  principalmente  en  los  Estados:  Apure,  Barinas,  Cojedes, Portuguesa y Yaracuy.    Investigación a fondo contra la corrupción    En general, la estructura orgánico ‐funcional del Estado sigue estando fundamentalmente orientada  a  responder  a  los  intereses  de  la  burguesía  comercial  importadora,  cuya  relación  e intervención no sólo impacta tremendamente todos los ámbitos y niveles del aparato institucional, sino que tiene en éste la principal fuente de sus ingresos y acumulación de capitales, asociada a la corrupción y la cultura política clientelar.    La  investigación  a  fondo  contra  la  corrupción  está  pendiente  en  los  casos  de  la Corporación Venezolana de Alimentos (CVAL), Agroflora, Agropatria, Pescalva, los pivotes de riego y el Fondo Nacional Bufalino (FONABU), por ejemplo.    Errores en las asesorías internacionales  Se incluyen aquí numerosos casos de errores con asesoría internacional. Entre estos, el Centro de Mejoramiento  Ganadero  Luiz  Carlos  Prestes,  en  el  estado  Anzoátegui;  el  Central  Azucarero Ezequiel Zamora, en el estado Barinas;  las casas de cultivos protegidos, la producción de soya en 

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las sabanas orientales, el matadero industrial y la planta de lácteos en el estado Apure, los silos de arroz  y maíz,  ubicados  en  El  Sombrero  y  Calabozo,  respectivamente,  en  el  estado Guárico,  son ejemplos, que comprometen las capacidades agrícolas del país.    Visión Propositiva Agraria del Partido Comunista de Venezuela    Los componentes del  sistema agroalimentario venezolano, en  la perspectiva del proceso de  liberación  nacional,  deben  estar  completamente  articulados  e  integrados,  alineados  en  sus objetivos de soberanía alimentaria a través de los distintos planes, previstos para cada sector, en el  Plan  de  la  Patria,  y  en  este  ámbito,  bajo  la  dirección  del  gobierno  bolivariano  a  través  del MPPAT.    En consecuencia, un nuevo esquema socio‐productivo agrícola, de carácter eco‐productivo socialista, debe estar determinado por la propiedad colectiva sobre los medios fundamentales de producción,  la  planificación  de  los  procesos  productivos  y  sus  realizaciones  económicas,  la retribución económica de acuerdo con la capacidad y el trabajo  invertido en la producción y por un alto nivel de intensificación de la agricultura, que privilegie el fomento de pasturas y el manejo de  la  ganadería,  sin  agrotóxicos,  como  primer  paso  hacia  una  agricultura  vegetal  libre  de agrotóxicos. Esto además de otórgarle carácter agroecológico, reduce los costos de producción y elimina la dependencia de las transnacionales agroindustriales.    Hoy  se  imponen  decisiones  obligantes,  de  carácter  geoestratégicas,  en  virtud  de  las amenazas imperialistas y las realidades económicas internacionales. En esta perspectiva, el MPPAT debe  trazar  los  lineamientos  para  promover  la  diversificación  espacial  de  la  producción  al incorporar cultivos como raíces y tubérculos,  leguminosas, pastos, sorgo, arroz, frutales, plátano, plantaciones  forestales,  cucurbitáceas,  moringa,  morera,  plantas  halófilas  (Batis  marítima, Salicornia),  estevia,  quinua,  bledo,  además  de  planes  de  lagunas  comunitarias  para  acuicultura, estimulo de  la  apicultura  y  la  ganadería de pequeños animales  (caprinos,  ovinos,  cunícola,  pato real  y  especies  autóctonas  como  el  chigüire,  y  la  iguana);  entre  otras  especies  capaces  de suministrar proteínas, aminoácidos y otros elementos esenciales. Esta concepción y adecuación de los sistemas agroproductivos‐ alimentarios permite que dirijamos la producción agrícola hacia las demandas nutricionales de la población, en función de satisfacer los requerimientos de la sociedad y no hacia las exigencias del “mercado”. En otras palabras, estos lineamientos permiten orientar la producción agrícola hacia las necesidades reales de los venezolanos y no en función de la prioridad de las demandas agroindustriales.    Las  políticas  públicas  del  MPPAT  deben  orientarse  a  fomentar  formas  de  producción diversificada de alimentos, como reservas estratégicas, sin agrotóxicos, que reconozcan el trabajo, los servicios ecosistémicos de estas formas de producción, dignifique a los hombres y las mujeres del medio rural; y contribuyan a reducir las diferencias entre la ciudad y el campo. Estas políticas públicas deben orientarse en las regiones con mayor número de unidades de producción menor a 5 Ha se incluyen los estados: Lara, Portuguesa, Mérida, Trujillo, Táchira, Barinas, Yaracuy y Zulia.    No es suficiente organizar eficientemente al  sistema agroalimentario venezolano,  lo cual es un objetivo mediato de extraordinaria importancia nacional; sino que necesitamos construir las bases para transformarlo en medio de una situación país compleja, que impone miradas de largo plazo en  los objetivos estratégicos: garantizar  la  soberanía y  la  seguridad alimentaria,  romper  la 

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dependencia tecnológica, superar los modelos agrícolas que tributan al gran capital agroindustrial, reducir  progresivamente  las  diferencias  entre  la  ciudad  y  el  campo,  impulsar  una  agricultura agroecológica altamente intensiva, que preserve los bienes comunes de aguas y suelos, y triplique la  producción  y  los  rendimientos,  una  agricultura  que  empodere  a  los  sectores más  pobres  del campo  y  los  arme  con  conocimiento  y  tecnologías  que  tributen  en  la  formación  de  una  nueva conciencia para disputarle a  la burguesía agro importadora su dominio en el sistema alimentario venezolano.    Caracas, julio 2018    CONFRONTAR, DESLINDAR Y ACUMULAR PARA AVANZAR   CORRIENTE CLASISTA CAMPESINA “NICOMEDES ABREU”    PARTIDO COMUNISTA DE VENEZUELA    Fuente: Tribuna popular  

La supervivencia de los más ricos: Los opulentos se confabulan para dejarnos atrás 

Resumen Latinoamericano /  

Douglas Rushkoff, Future Human 

El año pasado me invitaron a un complejo privado de superlujo para pronunciar una conferencia magistral ante lo que yo suponía que sería en torno a una centena de gerentes de bancos de  inversión. La cantidad que me ofrecieron en pago era, con diferencia, la mayor suma que jamás me habían pagado por una charla (más o menos la mitad de mi salario anual como profesor universitario). Querían saber mi opinión sobre “el futuro de la tecnología”. 

  Nunca me  ha  gustado  disertar  sobre  el  futuro.  El  turno  de  preguntas  y  respuestas  suele  acabar como un juego de salón en el que se me pide la opinión sobre las últimas tendencias tecnológicas como si se trataran de  indicadores de  cotizaciones bursátiles para potenciales  inversores: blockchain,  impresiones en 3D,  CRISPR,  etc.  El  público  pocas  veces  está  interesado  en  aprender  sobre  estas  nuevas  tecnologías  o  su impacto potencial; lo único que desean es saber si deben invertir en ellas o no. Pero el dinero es poderoso caballero, así que acepté dar la charla. 

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  A  mi  llegada  me  condujeron  a  una  sala  donde  supuse  que  debía  esperar.  Pero  en  lugar  de colocarme un micrófono o llevarme hasta el escenario, me sentaron en una simple mesa circular mientras iba  llegando mi  público:  cinco  tipos  superricos  –todos  hombres–  pertenecientes  al  nivel más  elevado del mundo de las finanzas especulativas. Tras una pequeña conversación intrascendente, me di cuenta de que no tenían el menor interés en la información que había preparado sobre el futuro de la tecnología. Estaban ahí con sus propias preguntas. 

  Comenzaron de una manera bastante inofensiva. ¿Ethereum o bitcoin? ¿Es la informática cuántica algo real? Poco a poco, pero con firmeza, se fueron aproximando a los temas que en verdad les interesaban. 

  ¿Qué región se verá menos afectada por la crisis climática que se avecina, Nueva Zelanda o Alaska? ¿Es cierto que Google está habilitando un lugar para alojar el cerebro de Ray Kurzweil? En caso afirmativo, ¿su  conciencia  seguirá  activa  durante  la  transición,  o  morirá  para  luego  renacer  como  alguien completamente  nuevo?  Para  acabar,  el  director  general  de  una  correduría  de  bolsa  explicó  que  estaba terminando de construir su propio búnker subterráneo y preguntó: “¿Cómo puedo mantener  la autoridad sobre mi personal de seguridad después del suceso?” 

  El  “Suceso”.  Ese  fue  el  eufemismo  que  utilizaron  para  referirse  al  colapso  medioambiental,  los disturbios sociales, la explosión nuclear, el virus incontrolable o el hacker de [la serie] Mr. Robot que hace caer todo el sistema. 

  Esta fue la única pregunta a la que dedicamos en resto de la hora. Sabían que necesitarían guardias armados para proteger sus recintos de la muchedumbre enfurecida. ¿Pero de qué modo remunerarían a sus guardianes  cuando  el  dinero  no  valiera  nada?  ¿Que  impediría  que  los  guardianes  escogieran  a  su  propio líder? Los multimillonarios pensaban en el uso de cerraduras de combinación cuyo código solo conocieran ellos  para  proteger  sus  reservas  de  comida.  U  obligar  a  los  guardias  a  llevar  algún  tipo  de  collares disciplinarios  a  cambio  de  su  supervivencia.  O  quizás  diseñar  robots  que  ejercieran  las  funciones  de guardianes y trabajadores, si dicha tecnología podía desarrollarse a tiempo. 

  Eso  es  lo  que me  chocó:  para  esos  caballeros,  esto  era  una  conversación  sobre  el  futuro  de  la tecnología.  Siguiendo  el  ejemplo  de  Elon Musk,  que  pretende  colonizar Marte,  Peter  Thiel  y  su  proyecto parar revertir el proceso de envejecimiento, o Sam Altman y Ray Kurzweil que pretenden subir sus cerebros a superordenadores, estos tipos se estaban preparando para un futuro digital que tenía mucho menos que ver con la construcción de un mundo mejor que con trascender por completo la condición humana y aislarse del  peligro  actual  y  muy  real  de  cambio  climático,  aumento  del  nivel  del  mar,  migraciones  masivas, pandemias globales,  pánico nativista  y  agotamiento de  los  recursos.  Para  ellos,  el  futuro de  la  tecnología solo tiene importancia si les ayuda a una cosa: huir. 

* * * 

  Las  valoraciones  exageradamente  optimistas  sobre  el  papel  de  la  tecnología  en  la  mejora  de  la sociedad humana no tienen nada de malo. Pero la corriente actual que contempla una utopía poshumana es otra cosa. Tiene menos que ver con la transformación de la humanidad en una nueva forma de ser que con la  búsqueda  de  trascender  todo  lo  que  es  humano:  el  cuerpo,  la  interdependencia,  la  compasión,  la vulnerabilidad y  la complejidad. Los  filósofos de  la tecnología  llevan años señalándolo: en  la actualidad,  la visión transhumanista reduce de un modo demasiado simplista toda la realidad a los datos, hasta llegar a la conclusión de que “los humanos no son más que objetos procesadores de información”. 

  Supone  la  reducción  de  la  evolución  humana  a  un  videojuego  en  el  que  alguien  gana  cuando encuentra la puerta de salida y luego permite que algunos de sus mejores amigos le acompañen en el viaje. 

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¿Serán Musk, Bezos, Thiel… Zuckerberg? Estos multimillonarios son los presuntos ganadores de la economía digital,  el  mismo  panorama  de  “supervivencia  de  los  más  fuertes”  que  alimenta  la  mayor  parte  de  sus movimientos especulativos. 

  Es evidente que no siempre fue así. Hubo un momento, a comienzos de los años noventa, en el que el futuro digital parecía estar abierto a nuestra innovación. La tecnología se estaba convirtiendo en un área de juegos para la contracultura, que veía en ella la oportunidad de crear un futuro más inclusivo, distribuido y  favorable  al  ser  humano.  Pero  los  intereses  empresariales  establecidos  solo  consideraban  su  nuevo potencial extractivo, y demasiados tecnólogos se vieron seducidos por el unicornio de  la oferta pública de venta de los nuevos activos financieros. Los valores de futuro digitales se veían como el mercado de futuros del  algodón:  algo  sobre  lo  que  hacer  previsiones  y  apuestas.  Así  que  prácticamente  cada  discurso,  cada artículo,  cada  estudio  o  cada  documentación  técnica  se  consideraba  relevante  solo  sí  señalaba  a  un indicador bursátil. El futuro dejó de ser algo que creamos mediante nuestras elecciones cotidianas o nuestra esperanza en la humanidad para convertirse un escenario predestinado sobre el que apostamos con nuestro capital de riesgo, pero al que llegamos de forma pasiva. 

  Esto liberaba a todo el mundo de las implicaciones morales de las actividades en las que estuviera envuelto.  El  objetivo  del  desarrollo  tecnológico  dejó  de  ser  la  prosperidad  colectiva  y  se  convirtió  en  la supervivencia personal. Y lo que es peor: llamar la atención sobre esto suponía, tal y como experimenté yo mismo, declararse involuntariamente enemigo del mercado o un cascarrabias contrario a la tecnología. 

  Así que en lugar de considerar la ética implícita en empobrecer y explotar a la mayoría en nombre de una minoría, la mayor parte de los académicos, periodistas y escritores de ciencia ficción se dedicaron a descifrar  enigmas  mucho  más  abstractos  y  rocambolescos:  ¿Es  correcto  que  un  agente  de  bolsa  utilice drogas  inteligentes?  ¿Deberíamos  colocar  implantes  a  los  niños  para  que  aprendan  idiomas  extranjeros? ¿Queremos  que  los  vehículos  inteligentes  prioricen  la  vida  de  los  peatones  sobre  la  de  sus  pasajeros? ¿Debería  la democracia  ser  la  forma de gobierno de  las primeras colonias marcianas? ¿Los cambios en el ADN socaban la identidad personal? ¿Deberían tener derechos los robots? 

  Aunque plantearse ese tipo de cuestiones pueda resultar un entretenimiento filosófico, supone un pobre sustituto de los auténticos dilemas morales relacionados con el desarrollo tecnológico desenfrenado en nombre del capitalismo corporativo. Las plataformas digitales han convertido lo que ya era un mercado explotador y extractivo (pensemos en Walmart) en algo aun más deshumanizador (pensemos en Amazon). La  mayoría  de  nosotros  nos  dimos  cuenta  de  estos  inconvenientes  al  presenciar  la  automatización  y precarización del empleo y el declive del comercio local. 

  Pero las consecuencias más devastadoras del capitalismo digital desenfrenado se las llevan el medio ambiente  y  los  pobres  globales.  Algunos  de  nuestros  ordenadores  y smartphones se  fabrican  utilizando redes  de mano  de  obra  esclava.  Estas  prácticas  están  tan  profundamente  arraigadas  que  una  compañía llamada  Fairphone,  creada  desde  abajo  para  fabricar  y  comercializar  teléfonos móviles  éticos,  llegó  a  la conclusión de que su objetivo era imposible. Su fundador ahora califica con tristeza su producto como “un teléfono más ético”. 

  Mientras tanto, la minería de metales raros y la eliminación de nuestros dispositivos ultra‐digitales fuera de uso destruyen hábitats humanos, reemplazándolos por vertederos tóxicos, en los que familias de campesinos rebuscan para vender a los fabricantes los materiales que pueden reutilizarse. 

  Esta externalización de la pobreza que queda “fuera de la vista y fuera de la mente” no desaparece simplemente por habernos cubierto los ojos con gafas de realidad virtual y estar inmersos en una realidad alternativa. Cuanto más ignoremos las repercusiones sociales, económicas y medioambientales, mayor será 

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el problema. Esto, a su vez, motiva más aislamiento y retraimiento y una fantasía apocalíptica aún mayor, además de tecnologías y planes de negocio cada vez más descabellados. El ciclo se retroalimenta. 

  Cuanto más nos identificamos con esta visión del mundo, más consideramos a los seres humanos como el problema y a  la tecnología como la solución. La esencia del ser humano se considera no tanto un rasgo como un virus. Por muy sesgadas que sean,  las tecnologías se consideran neutrales. Cualquier mala conducta que induzcan en nosotros no es sino un reflejo de nuestra esencia corrupta. Es como si la culpa de todos nuestros problemas estuviera en algún tipo de salvajismo humano. Igual que la ineficacia del mercado local  del  taxi  puede  “resolverse”  con  una  aplicación  que  lleve  a  la  ruina  a  los  taxistas,  las  molestas inconsistencias de la psique humana pueden corregirse con una actualización digital o genética. 

  Según  la más  reciente ortodoxia tecnosolucionista, el  futuro de  la humanidad alcanzará su clímax cuando  colguemos  nuestra  conciencia  en  un  ordenador  o,  aún  mejor,  cuando  aceptemos  que  la  propia tecnología  es  nuestro  sucesor  evolutivo.  Como  si  fuéramos  miembros  de  una  secta  gnóstica,  estamos deseosos de entrar en la próxima fase trascendente de nuestra evolución abandonando nuestros cuerpos y dejándolos atrás junto con nuestros pecados y problemas. 

  El  cine  y  la  televisión  representan  estas  fantasías  para  nosotros.  Las  pelis  de  zombis  pintan  un escenario  postapocalíptico  en  el  que  las  personas  no  son mejores  que  los  muertos  vivientes,  y  parecen saberlo. Lo peor es que estas ficciones invitan al espectador a imaginar el futuro como una batalla entre los humanos  que  quedan,  en  la  que  unos  pierden  y  otros  ganan,  en  la  que  la  supervivencia  de  un  grupo depende  de  la  desaparición  de  otro.  Incluso  la  serie  de  TV Westworld –basada  en  una  novela  de  ciencia ficción en la que se pierde el control de los robots– terminaba su segunda temporada con la gran revelación: los seres humanos somos más simples y predecibles que la inteligencia artificial que creamos. Los robots se dan cuenta de que cada uno de nosotros puede reducirse a unas pocas  líneas de código, y de que somos incapaces de tomar decisiones deliberadas. ¡Demonios! ¡Hasta los robots de esa serie quieren escapar de los confines de su cuerpo y pasar el resto de sus días en una simulación virtual! 

  La  gimnasia  mental  que  requiere  tan  profundo  cambio  de  papeles  entre  los  humanos  y  las máquinas se basa en presuponer que los humanos son una porquería. Hace falta cambiarlos o distanciarse de ellos, para siempre. 

  Y así llegamos hasta esos multimillonarios de la tecnología lanzando vehículos eléctricos al espacio, como si eso simbolizara algo más que su poder para promocionar su negocio. Y si un puñado de personas logra alcanzar  la velocidad de escape y, de alguna manera,  consigue  sobrevivir dentro de una burbuja en Marte –a pesar de nuestra incapacidad de mantener una burbuja así ni siquiera en la Tierra, en cualquiera de  los  dos multimillonarios  experimentos  Biosphere–,  el  resultado  no  será  tanto  una  continuación  de  la diáspora humana como un bote salvavidas para la élite. 

* * * 

  Cuando  los  inversores  de  riesgo  me  preguntaron  cuál  era  la  mejor  manera  de  mantener  su autoridad  sobre  los  servicios de  seguridad  tras  “el  suceso”,  les  sugerí que  lo mejor que podían hacer  era tratar  bien a esas personas desde ya. Deberían  relacionarse  con el personal de  seguridad  como si  fueran miembros de su propia familia. Y cuanto más puedan generalizar esta ética inclusiva al resto de sus prácticas empresariales, la gestión de la cadena de suministro, las iniciativas de sostenibilidad, y la distribución de la riqueza, menos probabilidades habrá de que llegue a producirse un “suceso”. Toda esta brujería tecnológica podría orientarse desde el momento presente hacia otros intereses menos románticos pero más colectivos. 

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  Mi  optimismo  les  hizo mucha  gracia,  pero  no  terminaron  de  creérselo.  No  les  interesaba  saber cómo evitar  la  calamidad;  estaban  convencidos  de  que  ya  habíamos  llegado  demasiado  lejos. A  pesar  de todo su poder y riqueza, no creían poder influir en el futuro. Se limitaban a aceptar el escenario futuro más sombrío y a poner todo el dinero y  la tecnología posible para aislarse, sobre todo si no pueden conseguir una plaza en el cohete a Marte. 

  Afortunadamente, todos aquellos que carecemos de los fondos necesarios para renegar de nuestra humanidad contamos con opciones mucho mejores a nuestro alcance. No necesitamos utilizar la tecnología de  manera  tan  antisocial  y  atomizadora.  Podemos  convertirnos  en  los  consumidores  con  el  perfil  que nuestros  dispositivos  móviles  y  nuestras  plataformas  quieren  que  seamos,  o  podemos  recordar  que  los humanos verdaderamente evolucionados no avanzan solos. 

  La esencia del ser humano no está en la huida o la supervivencia individual. Es un trabajo de equipo. El futuro de la humanidad, cualquiera que sea, nos afectará a todos. 

  Douglas  Rushkoff  es  autor  del  libro Team  Human,  de  próxima  publicación,  y  del  podcast TeamHuman.fm 

  Fuente:    Traducido para Rebelión por Paco Muñoz de Bustillo 

 

Venezuela y los orígenes de la violencia política en América Latina 

Resumen Latinoamericano*. 

Por Lautaro Rivara 

Una  reflexión  sobre  el  intento  de  magnicidio  contra  el  presidente  Nicolás  Maduro,  la  creciente paramilitarización de la política y los orígenes y los alcances de la violencia en América Latina y el Caribe. 

  Más de 300 líderes y lideresas asesinadas en Colombia desde la firma de los acuerdos de paz en La Habana. La prisión política de Lula da Silva, y las posibilidades abiertas de una próxima elección asentada en mecanismos proscriptivos  (un auténtico deja vú para  todos  los argentinos memoriosos que  recuerdan  los tiempos de la Resistencia Peronista). Los aceitados engranajes del  law fare, con un envalentonado partido judicial  que  tras  tumbar  a  Dilma  Rousseff  en  Brasil,  procura  acorralar  a  las  figuras  de  CFK  en  Argentina, Mauricio Funes en El Salvador, Rafael Correa en Ecuador y a otras referencias populares. La impune sucesión 

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de golpes de estado en  lo que va del siglo: Haití en 2004, Honduras en 2009, Paraguay en 2012, Brasil en 2015. Las razzias perpetradas en Bolivia por la oligarquía blanca y el intento separatista de los estados ricos de  la  llamada  “media  luna”  en  el  marco  de  los  debates  constituyentes  en  el  año  2008.  El  genocidio  a cuentagotas  por  parte  de  los  narco‐estados  o  de  opacas  fuerzas  paramilitares  en  países  como  México, Colombia o El Salvador, sintetizados en el pavoroso hallazgo de una fosa común donde quiera que se cave un pozo. La creciente militarización  interna,  con  la ocupación experimental de Río de  Janeiro en Brasil,  la militarización de la Araucanía chilena en la guerra sucia contra los mapuches, o con el reciente cambio de la doctrina militar en la Argentina. La militarización a escala continental, a través de los nuevos convenios de cooperación militar amparados en la presunta lucha contra el terrorismo y el narcotráfico, la reactivación del Comando Sur y la Cuarta Flota, la proyección de nuevas bases yankis en la región y el ingreso de Colombia a la  OTAN.  Los  asesinatos  dolorosos  de  emblemáticos  líderes  indígenas,  negros  y  populares  como  Berta Cáceres en Honduras, Marielle Franco en Brasil, o Robert Serra en Venezuela. 

Y  ahora,  tras  el  repertorio  combinado  y  extenso de  agresiones  contra  la  Venezuela  bolivariana  (golpe  de estado,  paro  petrolero,  guerra  económica,  guarimbas,  etc)  la  tentativa  flagrante,  torpe,  desesperada,  de asesinar  al  presidente  de  la  república  y  principal  líder  popular  de  toda  la  región.  El  fallido  intento  de magnicidio  contra  Nicolás  Maduro  se  dio  a  través  de  cargas  explosivas  alojadas  en  dos  drones  que reventaron cerca de la tarima donde se encontraba el presidente y la plana mayor de las fuerzas armadas, en el marco del 81 aniversario de la Guardia Nacional Bolivariana. No se trató ni de los “ruidos” de los que habló la CNN, esa oficina de prensa de la CIA, ni del “autoatentado” o “explosión aislada” que mencionó la Associated Press en sus maniobras distractivas. 

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Pero esto pretende ser más que un recuento de injusticias y calamidades. Se trata, más bien, de numerosos síntomas del desplazamiento hacia nuevas formas de la confrontación política en América Latina y el Caribe. Desplazamiento  inducido,  unilateralmente,  por  las  burguesías  locales  y  trasnacionales  y  las  fuerzas imperialistas. Y eso que estamos hablando sólo de lo acontecido en esta tibia “primavera democrática” que atravesó nuestro continente en las últimas décadas (ocioso sería recordar el crudo invierno de la Operación Cóndor  y  el  tendal  de  asesinados  y  desaparecidos  por  las  contrainsurgencias).  Hablamos,  en  fin,  del estrechamiento creciente de la vía pacífica y político‐electoral para la resolución de nuestras batallas. Ya en un  texto  sobre  los  acuerdos  de  paz  de  Colombia  y  el  despunte  de  la  violencia  paramilitar  en  Venezuela, señalamos la paradoja de que el primer día de paz en un país pudiera coincidir con el inicio de la guerra en el otro.  Hoy,  un  poco más  pesimistas,  sólo  vemos  a  vemos  el  afianzamiento  de  la  guerra  como  tendencia irrefrenable en varios países. 

El  marxista  italiano  Antonio  Gramsci,  en  su  formulación  clásica  de  los  momentos  por  los  que  atraviesa indefectiblemente la lucha política en el proceso de alza de las luchas populares, demarcó tres estaciones: un momento corporativo, un momento político, y un momento militar (o más precisamente político‐militar). Sin  embargo,  el  análisis  de  Gramsci  partía  de  suponer  que  el  arribo  al  resolutorio  momento  militar  se vinculaba  al  alza  de  la  lucha  de  masas  y  a  la  respuesta  reactiva  de  clases  dominantes  que  veían  su hegemonía amenazada. En esta hora de Nuestra América, paradójicamente, es  la  radicalización endógena de  las  burguesías  vernáculas  y  trasnacionales  las  que  induce  este  arribo  forzoso  a  un  momento genéricamente  militar,  en  el  que  coinciden  dos  procesos  simultáneos:  la  judicialización  y  la paramilitarización de la política. Lo que no caiga a tierra con el martillo judicial, será golpeado con el garrote militar (siempre amparados claro, por la cobertura propicia de las cada vez más concentradas corporaciones mediáticas).  Por  su  parte,  las  clases  populares  y  sus  instrumentos  políticos  procuran,  acertadamente, reencauzar pacíficamente la lucha política, rechazando las provocaciones y porfiando en la vía democrático‐electoral. Pero, como se sabe, hacen falta dos para jugar al ajedrez, y nadie seguirá jugando con las piezas desparramadas por el suelo. 

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A estos fenómenos se asocia también la emergencia a nivel global de una nueva derecha ultraconservadora, fascista, xenófoba y misógina que disputa la hegemonía a las fracciones burguesas neoliberales‐globalistas. Sus exponentes han dejado ya de ser figuras residuales de la política latinoamericana y hoy tienen incluso buenas  o  moderadas  proyecciones  electorales  (Bolsonaro  en  Brasil,  Kast  en  Chile,  Trujillo  en  República Dominicana,  etc).  El  declive  global  de  la  hegemonía  estadounidense  y  el  completo  reordenamiento  de  la geopolítica  planetaria  con  el  desplazamiento  hacia  el  “oriente”  de  los  mayores  flujos  de  mercancías  y capitales,  no  hará más  que  reforzar  las  líneas  de  acción  político‐militares  de  Estados  Unidos  en  nuestra región,  como  contrapeso  a  la merma  de  su  capacidad  de  influencia  económica  y  diplomática.  No  hay  ni recursos ni voluntades concertadas para la correa larga de las políticas del buen vecino o para las “Alianzas para el Progreso”. Para algunos, sin duda, ha sonado nuevamente la hora de la espada. 

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Sabemos  que  la  historia  está  hecha  de  tendencias  y  estructuras,  pero  también  de  hechos  de  singular significación  e  importancia  que  actúan  como  lo  que  el  marxista  argentino  Hernández  Arregui  llamó “fulminantes históricos”. Ayer pudo acontecer uno de esos hechos fulminantes que disparan la historia para adelante. Ayer, de concretarse el intento de magnicidio contra Nicolás Maduro, todo pudo haber cambiado, catapultándonos a un nuevo estadío de la lucha política en Nuestra América. Recordemos, por ejemplo, las secuelas  aún  presentes  del  asesinato  del  líder  popular  Jorge  Eliécer  Gaitán,  que  rompió  para  siempre  la historia  colombiana  y  sumió  a  la  nación  en  uno  de  los  conflictos  armados más  extensos  del mundo.  Un magnicidio es un crimen contra un pueblo, porque un líder popular es siempre una síntesis nacional y una aglomeración  de  anhelos.  ¿Cuáles  no  serían  los  ánimos,  ciertamente  soliviantados,  del  populoso  oeste caraqueño en estos momentos? Los venezolanos, pueblo bravo de bravos antecesores, ciertamente estaría volcado  a  las  calles,  enfurecido,  y  sordo  a  la  cautela  y  las  razones  del  estratega.  Y  la  derecha,  siempre gananciosa con el río revuelto, estaría aprovechando la confusión para desatar la anhelada guerra civil que no  lograron  imponer  durante  las  últimas  guarimbas. Muchas  veces  se  ha  comparado  a  Venezuela  con  el hostigamiento sufrido por el Chile de Salvador Allende. Haríamos bien de volver la mirada hacia Siria y a los demás  países  de  Medio  Oriente  para  atisbar  la  solución  al  “problema  venezolano”  buscada  por  el imperialismo y sus socios consulares. 

Cuando  dentro  de  cinco,  diez  o  quince  años,  los  sesudos  intelectuales  del  establishment  actualicen  sus teorías del enemigo interno o de los “dos demonios”, y condenen enérgica y republicanamente la violencia desatada de las clases populares, será conveniente recordar esta breve síntesis de los acontecimientos. La violencia política,  reactiva,  de menor  escala  y  diferida en  el  tiempo  de  las  clases populares,  será  el  saldo ineludible si no logramos revertir el progresivo angostamiento de las salidas democráticas. Pero no debemos hacernos grandes ilusiones. Si hemos de confiar en los lúcidos análisis de Gramsci y en la lectura de los ciclos históricos en América Latina y el Caribe, sabremos que, ya sea por el alza de la lucha de masas, o bien por la radicalización  desesperada  de  las  fuerzas  conservadoras,  el momento militar  seguirá  siendo  una  estación ineludible  de  la  lucha  política.  Sería  ingenuo,  o  más  bien  suicida,  no  tener  eso  en  nuestro  horizonte  de hipótesis y posibilidades. 

Pero,  cuando  el  día  de mañana  alguien  pregunte  con  ingenuidad o mala  fe  ¿quién  empezó  la  violencia?, recordemos  la  zaga  de  los  acontecimientos  que  nos  llevan  por  el  despeñadero  de  la  guerra  sin  cuartel. Debemos ser conscientes de que vivimos en un momento histórico en el que la mercantilización de todas las esferas de la vida ha llegado hasta el colmo de mercantilizar la misma muerte, y de que las guerras civiles y el paramilitarismo con  las condiciones de acumulación de  sectores  importantes de  las clases dominantes. Ojalá todos tengamos la templanza de Maduro en los momentos decisivos, quién se mantuvo firme y sereno en el momento en que peligró su vida. Aún en medio de las tempestades, necesitaremos de esa calma para volver a encauzar por la vía menos dolorosa nuestros anhelos de justicia, paz, soberanía y socialismo. 

Fuente: batallaideas 

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Nicaragua: la mano oscura en el fracasado golpe 

Vicky Peláez 

El golpe de Estado revestido de protesta violenta que se inició en Nicaragua hace más de 100 días y que sumergió a todo el país en la inseguridad no ha logrado aniquilar al sandinismo. 

"Tenemos intereses bien definidos

y especiales para mantener el orden

y un buen gobierno en Nicaragua"

(Calvin Coolidge, 11 de enero 1927)

Muchos  de  estos  estudiantes  son  integrantes  del  Movimiento  Cívico  de  Juventudes  (MCJ)  creado  y financiado  por  el  Instituto Democrático Nacional  (NDI)  de  Estados Unidos,  cuyo  presidente  es Madeleine Albright, la exsecretaria de Estado. 

El país ha empezado una lenta recuperación de la tragedia impuesta por los golpistas que ha dejado más de 260  muertos,  cientos  de  heridos,  hospitales,  instituciones  públicas,  alcaldías  y  municipios  quemados  y escuelas, dependencias universitarias y estaciones de radio sandinistas destruidas. Sin embargo, el pueblo ansioso de paz no respaldó a los golpistas en su intento de regresar a Nicaragua a su pasado de injusticia y pobreza y dio su apoyo al Gobierno sandinista elegido con el 72 por ciento de su voto. 

 © AFP 2018 / RODRIGO ARANGUA Guarimbas nicaragüenses quieren golpe a Daniel Ortega 

Cada  intento de golpe de Estado en cualquier país del mundo nunca ha sido una acción espontánea en el transcurso de la historia de la humanidad, sino la realización de un proyecto elaborado con anticipación. Así sucedió hace más de 100 días en Nicaragua cuando grupos de estudiantes nicaragüenses salieron a las calles para protestar, según los medios de comunicación globalizados, contra la 'dictadura' de Daniel Ortega. 

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 © AP PHOTO / POOL Madeleine Albright (izda.), secretaria de Estado de EEUU entre 1997 y 2001 (archivo) 

Fue  ella  quien  en  1993  justificó  en  una  entrevista  la muerte  de  500.000  niños  en  Irak  por  las  sanciones impuestas  por  EEUU,  como  "un mal  necesario"  y  que  era  "un  precio  que  valía  la  pena  de  pagar"  según declaró entonces. El NDI empezó a trabajar con los jóvenes nicaragüenses en 2015 con el apoyo financiero de  USAid,  la  Fundación Nacional  para  la  Democracia  (NED)  y  Freedom House.  Su  propósito  era  preparar futuros líderes para imponer el modelo neoliberal de desarrollo elaborado en Norteamérica e implantar  la ideología norteamericana en Nicaragua. Es decir, crear sus servidores incondicionales que terminarían con el populismo y el nacionalismo en el país. La NED,  la NDI, el USAid y Freedom House han estado haciendo la misma  labor en Venezuela y Bolivia, países considerados  junto con Cuba y Nicaragua como  'piedras en el zapato estadounidense'. 

El  propósito  de  toda  esta  red  subversiva  de  las mencionadas  organizaciones  norteamericanas  ha  sido  la creación de organizaciones y movimientos para el derrocamiento del Gobierno de Daniel Ortega. Solamente la USAid aportó más de 5 millones de dólares para la "capacitación de la sociedad civil y las organizaciones de  los medios de comunicación"  (Aram Aharonian, Digital Question, 26‐07‐18). Una significativa parte del aporte total de 10 millones de dólares de esta red de organizaciones e instituciones norteamericanas para la subversión fue entregada al Movimiento Cívico de Juventudes (MCJ), a base del cual se formó el Movimiento Estudiantil 19 de Abril  (M‐19), de tendencia radical. El resto del dinero fue repartido entre el Movimiento Renovador  Sandinista  (MRS),  la  Alianza  Cívica  por  la  Justicia  y  la  Democracia  (ACJD)  y  los  medios  de comunicación que en un 95 por ciento han sido afines a la oposición estando en manos privadas. 

Como lo escribió el periodista Aram Aharonian, Nicaragua desde el 18 de abril pasado se convirtió en "rehén de una realidad falseada y ficticia que mueve el terrorismo mediático de esta guerra de cuarta generación, al ritmo de  las  redes  sociales,  donde  la  realidad  virtual  se  impone  sobre  la  realidad  real,  donde,  incluso,  la masa de gente autoconvocada, genuina y respetuosa de la paz se moviliza por la democracia y es convertida en carne de cañón, en 'daño colateral' para lograr el objetivo final: salir del Gobierno constitucional, cueste lo  que  cueste".  (Fakenews  de  Cuarta  Generación).  La  prensa  globalizada  describió,  según  el  académico estadounidense Benjamin Waddell,  director de  la  Escuela de Capacitación  Internacional  en Nicaragua,  "la rápida  escalada  de  disturbios  civiles  como  una  explosión  espontánea  de  descontento  colectivo, desencadenado por los cambios del Gobierno al sistema de seguridad social". (Global Americans,  junio 27, 2018). 

Lo  que Waddell  llama  "insurrección  cívica"  de  carácter  espontáneo  en  realidad  es  un  levantamiento  de estudiantes que fue preparado por la red de las organizaciones e instituciones norteamericanas con mucha anticipación  y  como  lo  reconoce  este  profesor,  "la  participación  de  la  NED  en  nutrir  a  los  grupos  de  la sociedad  civil  de  Nicaragua  arroja  luz  sobre  el  poder  del  financiamiento  transnacional  para  influir  en  los resultados políticos en el siglo XXI". Lo que se buscaba para  la "insurrección" era el pretexto que apareció con  la  ayuda  del  Fondo  Monetario  Internacional  (FMI).  Esta  institución  y  las  empresas  privadas  más solventes nacionales insistieron en la necesidad de elevar la edad de jubilación y de privatizar las clínicas de salud. 

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 © AP PHOTO / ANTHONY VAZQUEZ Un México sin privilegios: las claves del Plan de Austeridad Republicana de AMLO 

El Gobierno de Ortega se opuso a este proyecto del FMI tan bien conocido en todos los países del mundo, incluyendo en Rusia y, por el contrario, impuso una reforma que aumentaba el aporte patronal del 19 por ciento  al  Fondo  de  Pensiones  al  22,5  por  ciento,  mientras  que  los  aportes  de  los  trabajadores  se incrementaban en el 0,75 por ciento y las deducciones de las pensiones pasaban al cinco por ciento para los gastos de salud. 

No hay  que olvidar  que el  gobierno  sandinista otorgó a  los  nicaragüenses derecho  a múltiples estudios  y tratamientos médicos no sólo en el país sino en el extranjero en los casos necesarios. 

La indignación de los empresarios exagerada por los medios de comunicación no se dejó esperar y de esta forma apareció el 'pretexto' tan anhelado por la oposición y sus auspiciadores norteamericanos para iniciar la  'insurrección'.  El  intento  de  Ortega  de  derogar  el  decreto  cuatro  días  después  ya  no  pudo  detener  la revuelta.  El primer día de protestas, el 18 de abril pasado, el hombre más  rico del país  y uno de  los más influyentes en Centroamérica, según la revista Forbes, Piero Coen apareció en la Universidad Politécnica de Managua y llamó a los estudiantes a protestar ofreciéndoles todo su apoyo financiero y jurídico. La familia Chamorro, dueña del periódico más  influyente en Nicaragua, La Prensa, y del Confidencial  también dio su aporte  financiero  a  la  oposición  sublevada  y  de  allí  podemos  darnos  cuenta  de  dónde  los  estudiantes radicales  del  M‐19  obtuvieron  armas  (entre  ellas  pistolas,  ametralladoras  MP5  que  usan  las  fuerzas especiales de EEUU) para poder atacar a la policía, balear sedes gubernamentales y ocasionar la muerte de sandinistas, policías y transeúntes. 

A  principios  de  junio  pasado  varios  militantes  del  M‐19  y  del  Movimiento  Renovador  Sandinista  (MRS) fueron a Washington para recibir instrucciones, dinero y el apoyo logístico. Los senadores Ted Cruz, Marco Rubio,  la  representante  Ileana  Ros‐Lehtinen  y  varios  altos  funcionarios  del  Departamento  de  Estado,  de acuerdo al director de USAid, Mark Green, aseguraron "apoyar a aquellos que defienden las cosas en las que debemos  creer".  Después  de  este  encuentro,  uno  de  los  líderes  estudiantiles,  Harley Morales,  declaró  al periódico El Faro que poderosos intereses extranjeros sobre los estudiantes manifestantes son cada vez más estrictos.  "Todos  los  movimientos  ahora  tienen  asesores.  Motores  y  agitadores,  hijos  de  políticos  y empresarios… Tienen una línea política muy clara". 

 © REUTERS / OSWALDO RIVAS Protestas en Nicaragua 

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Los militantes  del MRS,  muchos  de  los  cuales  abandonaron  el  sandinismo  y  se  aliaron  con  la  oligarquía nacional  participando  activamente  en  la  sublevación,  solicitaron  a  gritos  una  intervención  armada estadounidense,  pues  se  dieron  cuenta  de  no  tener  el  apoyo  del  pueblo  y  de  que  el  golpe  que  tanto anhelaban fracasó rotundamente y su causa estaba perdida. Lo trágico de este golpe  fue que  los  intentos siniestros  del  Movimiento  Renovador  Sandinista  fueron  apoyados  por  destacados  intelectuales  del sandinismo  que  lucharon  contra  el  régimen  de  Somoza  tales  como  Sergio  Ramírez  y  Gioconda  Belli. Llamándose izquierdistas se aliaron con los golpistas pronorteamericanos en contra del Gobierno sandinista. 

 © REUTERS / OSWALDO RIVAS "Nicaragua necesita cambios en sistema de pensiones para asegurar su viabilidad" 

La  reconocida  periodista  argentina  Stella  Calloni,  que  en  los  años  1980  trabajó  en  la  Agencia  Nueva Nicaragua  (ANN),  exhortó  a  estos  intelectuales  A  separarse  de  "lo  que  pasó  con  los  grupos  armados", añadiendo: "Yo creo que hay un solo camino:  la verdad y  la decencia. ¡Basta! Basta de sembrar confusión entre nuestros pueblos en momentos tan difíciles. O se está contra el Imperio o se está con el Imperio, aquí no hay otra cosa en el medio… los que se digan de izquierda no sean aliados del Imperio porque no son de izquierda" (¿Qué es la violencia política para algunos intelectuales? 23‐07‐18). 

Este  intento  de  golpe  no  solamente  fue  apoyado  por  varios  movimientos  que  se  autoproclamaban izquierdistas,  sino  también  por  muchos  sacerdotes  y  obispos  católicos  nicaragüenses  arengando  a  la rebelión  desde  sus  púlpitos.  Los  obispos  Silvio  Báez,  Abelardo  Mata  y  Rolando  Álvarez  eran  parte  del liderazgo  del  fallido  golpe.  El  obispo  Abelardo Mata  había  amenazado  inclusive  de muerte  al  presidente Daniel  Ortega  y  a  su  familia.  Extrañamente  el  papa  Francisco,  descansando  en  sus  aposentos,  no  se  ha enterado de nada, teniendo un casi perfecto servicio de inteligencia del Vaticano. ¿Entonces de qué diálogo nacional con la participación de la Iglesia católica se puede hablar? 

Ni  los norteamericanos, ni  los obispos, ni  los estudiantes  'rebeldes', ni  los oligarcas pueden determinar el destino de Nicaragua. Solamente el pueblo es responsable del pasado, presente y el futuro de su país. El 19 de  julio,  este  pueblo  participó  masivamente  en  el  39  aniversario  del  triunfo  de  la  revolución  sandinista dando  un  claro  mensaje  a  los  golpistas  y  sus  auspiciadores  norteamericanos.  Dijo  alguna  vez  el  Héroe nacional de Nicaragua, Augusto Sandino (1895‐1934), que "Este movimiento es nacional y antiimperialista. Mantenemos la bandera de la libertad para Nicaragua y para toda Hispanoamérica". 

 

¿Un barril de crudo a 100 dólares?: La antesala de otra recesión mundial 

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Resumen Latinoamericano /  

Diego Herranz, Kaos en la red 

El petróleo se ha instalado en torno a los 80 dólares. Y podría alcanzar la cifra de los tres dígitos a medio plazo.  Una  combinación  de  crecimiento  de  demanda  global  de  energía,  restricciones  productivas  en  la OPEP y tensiones geopolíticas, en especial, hacia  Irán, siembran el temor a que el crudo, si  toca los 100 dólares de cotización, desencadene una nueva recesión en EEUU, y en el mundo. 

No  resulta  descabellado.  La  escalada  de  precios  del  petróleo  ha  antecedido  a  cinco  de  las  seis  últimas recesiones  de  la  economía  estadounidense.  Y  2018  está  asumiendo  el  protagonismo  de  un  cambio  de tendencia.  Al  alza.  De  un  nuevo  boom  de  oro  negro  que  devuelve  a  los  mercados  y  a  los  Estados  ‐productores  o  crudo‐dependientes,  que  fían  sus  presupuestos  anuales  a  un  costo  o  recaudación determinado‐,  a  un  escenario más  similar  al  de  los  años  previos  a  2014  ‐ejercicio  en  el  que  el  petróleo comenzó  un  descenso  histórico  que  llevó  al  Brent,  de  referencia  en  Europa,  a  cotizar  a  27,67  dólares  el barril, en enero de 2016, el valor más bajo desde 2003‐, en los que los contratos de futuros transitaban con comodidad por cifras de tres dígitos. 

En  la actualidad, cotiza en torno a los 78 dólares, cerca de  la frontera que Arabia Saudí, primer productor mundial y auténtico rector de los designios de la OPEP, ha establecido como adecuados, en 2018, según sus intereses. Una cota excelente para sanear sus desequilibradas arcas públicas por efecto del alto costo de la guerra en Yemen y de unos  ingresos petrolíferos holgadamente por debajo de  los 60 dólares en el último trienio. Pero, ¿qué consecuencias tendría un barril a 100 dólares? Y, sobre todo, ¿qué circunstancias se han combinado para que el barril tenga a tiro esta emblemática cotización, que ha elevado en más de un 50% su valor desde comienzos de año? 

“Existe una acumulación de factores, todos alineados en la misma dirección”, dice el equipo de economistas de  UBS,  el  banco  de  inversión  suizo.  “Desde  un  aumento  de  la  demanda  de  energía  mundial,  hasta  la renovada  política  de  restricciones  de  cuotas  productivas  en  la  OPEP  pasando  por  una  escalada  de  las tensiones  geopolíticas,  en  especial  hacia  Irán,  que  llevan  aparejadas  una  seria  amenaza  de  sanciones económicas” al régimen de Teherán. Efectivamente, “el petróleo se podría poner en 100 dólares a lo largo de  este  ejercicio”,  advierten.  Con  réplicas  inmediatas  en  las  economías.  “Las  señales  de  una  posible contracción del PIB en EEUU son elocuentes”, afirma el responsable de análisis de UBS, Arend Kapetyn, en una nota dirigida a sus inversores. 

Aunque  también  se apreciará un  impacto  sobre  la  inflación. No  tanto  en  la mayor economía del  planeta, debido  al  encarecimiento  del  precio  del  dinero,  sino  en  la  esfera  de  los mercados  emergentes, reacios  a seguir la estela de la Reserva Federal americana y asolados por las restricciones en los circuitos de acceso al crédito internacional por las subidas de tipos en EEUU, sus elevadas tasas de endeudamiento soberanos y de sus empresas y bancos y por la reanimación del dólar. 

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Esta  pinza  ‐recesión  más  inflación‐  afecta,  en  cualquier  caso,  a  la  coyuntura  estadounidense.  “Hay  que tomárselo en serio” porque  todo repunte más o menos brusco del crudo “acarrea una serie de riesgos” y conviene recordar que “cinco de las seis últimas recesiones en EEUU han venido precedidas de un escenario energético como el actual”, aclara Kapetyn. Y la escalada actual es, ni más ni menos, que la decimoprimera de mayor intensidad en los últimos 70 años, después de que el pasado 17 de mayo superara los 80 dólares. 

 

Extracción de Petróleo 

Un sónar peligroso 

Este salto “es todavía de menor trascendencia que otros que antecedieron a recesiones en EEUU pero si el precio se mueve hacia  los 100 dólares el panorama cambiará sin remedio”. Entonces  ‐explican en UBS‐ se restaría alrededor de 100.000 millones a la economía global, dejando el PIB del planeta en un crecimiento del  3,8%  ‐cualquier  crecimiento  inferior  al  3%  se  considera  como  contracción  global‐,  mientras  que  los precios  mundiales  se  situarían  por  encima  del  4%,  lo  que  obligaría  a  bancos  centrales  de  las  potencias emergentes  (e  industrializadas,  en  especial,  al  área  del  euro  y  Reino  Unido)  a  mover  ficha  al  alza.  Otro retardo de actividad. 

“Es un sónar peligroso para la gestión de los riesgos futuros, porque las perspectivas no son halagüeñas” 

Desde Goldman Sachs también observan estos riesgos. “Es un sónar peligroso para la gestión de los riesgos futuros,  porque  las  perspectivas  no  son  halagüeñas”.  Aunque,  de  momento,  los  flujos  de  inversión “permanezcan más complacientes que preocupados”, pese a que el Brent ha subido un 52% desde que, a finales del pasado año,  la OPEP se  inclinara por  las  tesis de Riad y  redujera, de  forma más agresiva de  lo esperado,  sus  cuotas  productivas.  Hasta  alcanzar  los  82,5  dólares.  También  juega  un  rol  notable  la  crisis nuclear  iraní  derivada  de  la  ruptura  del  tratado  por  parte  de  la  Casa  Blanca.  A  lo  que  hay  que  añadir  el incremento de  la  demanda de  crudo que  “podría  enfrentarse  a problemas  de entrega por  la  carencia de petróleo en el mercado” y  la fatiga que está empezando a demostrar el actual ciclo de negocio, que nació débil  y  con  rastro  sinuoso por  emerger de  la mayor  crisis  financiera desde  1929,  afirman en el  banco de inversión americano. 

Citigroup acaba de elevar en 10 dólares, hasta los 75, el precio medio del barril para el conjunto de 2018, lo que lleva implícito que, en algún momento del año, traspasará los 100 dólares. 

“Por  favor,  pare  esto;  de  otra  forma,  el  crudo  se  encarecerá  mucho  más”.  Esta  ha  sido  la  réplica  del gobernador de Irán en la OPEP, Houssein Kazempour Ardebili, al presidente de EEUU por su tweet en el que acusa al cártel petrolífero de “hacer muy poco” para estabilizar el precio del oro negro y “todo lo posible” por encarecer los combustibles en EEUU. 

A  pesar  de  que Arabia  Saudí  ha  afirmado  a Washington  que  impulsará  la  producción,  en Goldman  Sachs alertan  de  que  esta  posibilidad  baja  enteros  ante  los  riesgos  de  suministro  de  Venezuela  e  Irán,  bajo sanciones de la Administración Trump. “Está usted martilleando a la OPEP y desacreditando la soberanía de sus socios”, critica Kazempour, quien dijo que en el cártel “esperan una actitud más conciliadora y cordial” 

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por  parte  del  actual  inquilino  de  la  Casa  Blanca,  que  también  les  emplazó  a  “reducir  los  precios  de inmediato”. 

Más contundente han sido los jerarcas de la Guardia Revolucionaria iraní, al advertir que cualquier maniobra de Washington para  exigir  cambios  en  la  política de  la OPEP  traería  el  cierre del Estrecho de Ormuz, por donde pasa  la mayor concentración de petroleros del mundo para cargar el 30% de  los  flujos petrolíferos que movilizan los mercados y cuyo peaje está en poder de Teherán. Tampoco ayuda a las pretensiones de Washington los problemas de abastecimiento, en este caso tecnológicos para extraer crudo, de Libia ‐país miembro  del  cártel,  pero  exento  del  último  acuerdo  junto  a Nigeria‐  y  Canadá. Ni  el  aumento  de  tarifas comerciales  de  EEUU  a  China,  el  primer  comprador  de  petróleo  del  mundo,  que  podría  mermar  su dinamismo y, con él, el del conjunto del PIB global. 

 

Extracción de crudo Brent 

Réplica amenazante de la OPEP 

“La OPEP nunca ha definido el precio del crudo en los últimos 30 años”, espeta Kazempour. Falacia que, sin embargo,  le  dio  pie  para  concluir  con  un  duro  mensaje  a  Trump:  “Usted  impone  sanciones  a  grandes productores,  fundadores  de  la  OPEP,  y  todavía  nos  interpela  para  que  bajemos  precios”,  se  preguntó. “¿Desde cuándo ha empezado a trasladarnos órdenes?”. 

En  este  complejo  panorama,  sólo  Rusia  parece  dispuesto  a  elevar  sus  cuotas  de  mercado.  Además  del consejo  de  la Agencia  Internacional  de  la  Energía de  que Arabia  Saudí y  los  emiratos  del  Golfo  Pérsico cubran  la retirada de 1,5 millones de barriles diarios que Irán y Venezuela pretenden poner en marcha en 2019.  El  mercado  del  crudo  es  especialmente  vulnerable  a  la  evolución  de  precios  de  los  contratos  de futuros a seis meses. 

El  ‘fracking’  ha  dado  margen  político  a  la  Casa  Blanca  para  interceder  en  el  precio  del  crudo,  pero  los ataques reiterados de Trump a la OPEP pueden llevar a Irán a cerrar el Estrecho de Ormuz. 

También a los inventarios acumulados de EEUU. Es decir, a la capacidad y el volumen de almacenamiento de crudo  por  parte  del  mayor  mercado  del  mundo,  y  que,  pese  a  subir  en  833.000  barriles  en  las  últimas semanas,  siguen  por  debajo  de  las  estimaciones,  de  1,25 millones,  que  los  analistas  juzgan  idóneo  para revertir  el  rally  alcista  del  crudo.  Sin  tocar  sus  reservas  estratégicas  ‐Trump  baraja  permitir  labores  de exploración en el Refugio Nacional de Vida Salvaje del Ártico que,  junto a las reservas de 11.800 millones de  barriles  de  Alaska,  añadiría más  capacidad  productiva  a  EEUU‐  y  sin  elevar  el  poder  extractivo  de  su industria  del  fracking,  a  la  que  están  plenamente  dedicada  firmas  petroleras  del  país  que  han  vuelto  a ejercer su capacidad de lobby en la Casa Blanca con la actual Administración. 

La  que  también  se  denomina shale  revolution ha  permitido  a  EEUU  ser  el  primer  productor  de  crudo  y convertirse en exportador neto de petróleo, con más de 2 millones de barriles diarios, según  la capacidad extractiva semanal de un método especialmente dañino al medio ambiente. Trump y los jerarcas del sector petrolífero aseguran que, con el fracking, la caída de actividad del PIB de EEUU, con un barril a 100 euros, sería de cuatro décimas. La estimación que antes se calculaba para el petróleo a 75 dólares. 

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Por  si  fuera  poco,  hay  un  indicador,  la  curva  de  rentabilidad  del  bono  americano  que,  aunque  se  ha estabilizado en las últimas fechas, deja una incógnita mayúscula por despejar. Este barómetro determina el diferencial  de  beneficios  entre  el  bono  estadounidense  a  dos  y  diez  años.  Cualquier  caída  a  posiciones negativas  (o  próximas  a  ello)  anticipa  una  contracción  del  PIB.  En  la  actualidad,  se  encuentra  en  cuatro puntos básicos, después de subir en los últimos meses y dejar atrás las alarmas surgidas en 2014, cuando se situó por debajo de los dos puntos. En buena medida, por la política restrictiva de la Fed. Pero los nervios de los  inversores no se han calmado. Y con razón. Porque  la Reserva Federal tendrá que manejar un aspecto clave a la hora de determinar futuras subidas de tipos en un indicador que ya no navega con el salvavidas de los estímulos monetarios de los últimos años. De ahí que bancos de inversión como Bernstein convengan en que el ciclo de negocios actual en EEUU toque a su fin. Ni siquiera la rebaja fiscal a empresas y consumidores de Trump parece que servirá para espolear la demanda interna (gasto de consumo de familias y de inversión de empresas) porque las expectativas son de guardar la ropa. Dada la volatilidad de los mercados bursátiles y  la debilidad  financiera de  los grandes mercados emergentes. Y ya se sabe en  los círculos  inversores que cuando EEUU estornuda, Europa y Japón se resfrían. 

Indicadores apócrifos en EEUU 

La  capacidad  financiera  de  consumidores  y  empresas  estadounidenses  no  auguran  un  colchón  suficiente como para afrontar otro escenario de crisis, a pesar de la doble rebaja fiscal de Trump. 

Dentro de un ambiente que recuerda a 2007, preludio de  la crisis. Con datos que preludian una compleja salida para la sociedad americana. The Washington Post alertaba recientemente de ello. Son los barómetros apócrifos,  explicaba.  Un  45%  de  los  estadounidenses  en  edad  adulta  carece  de  un  colchón  financiero suficiente para permitirse un gasto  inesperado de 400 dólares, que  les puede llegar de forma súbita, pero también habitual: por ejemplo, una factura médica de urgencia o la avería de su coche. Una segunda alerta es que el 43% de sus hogares no pueden permitirse un modo de vida básico; es decir, que casi la mitad de las  familias  de  la  gran potencia mundial  no  pueden  afrontar  los  gastos  aparejados  a  la  vivienda,  comida, escolarización infantil, transporte, sanidad o conexión a Internet. El tercer factor es que, durante el pasado año, más de uno de cada cuatro estadounidenses no acudió a  recibir asistencia  sanitaria porque no  se  lo podía permitir.  El  cuarto  y último  índice de que  la microeconomía no ha  seguido  la estela de  las grandes cifras coyunturales es que un 22% de ellos no tienen capacidad  financiera para pagar  todas  las  facturas a final  de mes  y,  asociado  a  este  indicador,  que  sólo  el  38%  de  los  trabajadores  en  activo  piensa  que  sus ahorros  para  la  jubilación,  en  un  país  sin  pensiones  públicas,  están  en  el  camino  correcto  para  sus necesidades una vez pasen a la edad de retiro. 

 

EEUU. Trump, actualidad, imagen e historia del imperio en sus venenos  

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Por Ramón Pedregal Casanova, 

 

Resumen Latinoamericano, 13 de agosto de 2018.‐ 

 

Después de contemplar en su sitio las diferencias entre las áreas de poder en EEUU, a las espaldas de 

Trump se alinean  los  fabricantes y sus  fábricas y  laboratorios de venenos, plagas y explosivos, armas 

biológicas, de virus, atómicas, armas de destrucción masiva. Es  la historia moderna del  imperialismo. 

Las experiencias anteriores se han ido sumando para fortalecer al régimen que se sitúa al margen de 

todos los Acuerdos y Tratados internacionales, de Derechos igualitarios y de Paz. Para sostener tal fin 

ha  dispuesto  bases  militares  por  134  países,  prisiones  secretas  e  ilegales,  bloqueos  económicos, 

bloqueos alimenticios y medicinales, golpes de Estado, magnicidios,  invasiones militares, guerras con 

ejércitos mercenarios, guerras con ejércitos de composición multinacional, presiones políticas, multas, 

sanciones y castigos  sofisticados, …  siempre en el propósito de establecer  la  sumisión a  su poder,  la 

desigualdad y la ruina de la mayoría. Son bien conocidos los casos de aplastamientos en Latinoamérica, 

pero debemos tener presente la resistencia antiimperialista de Cuba, Venezuela, Bolivia, Nicaragua, y 

en el límite vemos a Brasil, México, Argentina, … 

  Si miramos a Oriente Medio  vemos en qué ha  convertido  a  Libia,  qué hizo  con  Iraq, qué ha 

pretendido  con  Siria,  qué  hace  con  Yemen,  qué  quiere  de  Palestina,…  y  en  el  límite  resisten  los 

gobiernos  antiimperialistas  de  Siria,  de  Yemen,  las  organizaciones  de  extracción  popular,  todos 

procurando la unidad y llamando a la unidad de sus pueblos y de todos los pueblos contra el enemigo 

común. 

  A  las  espaldas  de  Trump  se  alinean  los  fabricantes  y  sus  fábricas  y  laboratorios  de  venenos 

plagas y explosivos, armas biológicas, de virus,  atómicas, armas de destrucción masiva. Es  la historia 

moderna del imperialismo. 

  Los días 6 y 9 de Agosto se han cumplido 73 años del ataque con bombas atómicas del imperio 

naciente  estadounidense  contra  el  imperio  nipón  en  sus  ciudades  de  Hiroshima  y  Nagasaki.  Con 

semejante acto el régimen yanqui advertía a los pueblos del mundo de su disposición para establecer y 

hacer duradera su dominación. 

  Hoy,  en  la  era  del  gerente  Trump,  el  emporio  armamentístico  imperial  ha  dispuesto  que  su 

otro encargado, Mike Pence, anuncie su preparación “con todo” ha reafirmado Trump, para la guerra 

en el espacio y su dominio del mismo. Igual que lo que nos rodea en éste mundo, también el espacio ha 

sido declarado por el secretario de defensa James Mattis, “de interés nacional”. Trump ha explicado el 

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concepto  “interés  nacional”  de  la  siguiente  forma:  “(interés  nacional  quiere  decir)  el  dominio 

estadounidense  del  espacio”.  Ténganlo  presente,  “interés  nacional”  es  el  interés  por  el  dominio.  La 

bomba  atómica  les  dio  “el  dominio”.  El  régimen  que no  firma  tratados  de  paz,  viene  a  decir  que  le 

queda por dominar más espacios con las armas. 

  Aunque a semejantes componentes del aparato mortífero y a sus esbirros les duela saberlo, a 

90 millas de su costa Cuba resiste independiente. 

  Pongamos atención a algunos datos aclaratorios sobre la naturaleza del monstruo. 

  1861‐1865, Guerra de Secesión norteamericana, entre  los dos bandos causaron casi 500.000 

muertos.  Se  calcula  que  330.000  murieron  a  causa  del  empleo  por  los  de  la  Unión,  de  la  chinche 

arlequín  para  arruinar  las  plantaciones.  Derrotar  causando  hambrunas.  Los  del  Sur  emplearon 

masivamente a los mosquitos que transmitían la malaria. Derrotar causando enfermedad. 

  Si hasta entonces en las guerras se utilizaban avispas, pulgas, piojos, garrapatas, mosquitos, … 

como armas de transmisión de enfermedades y destrucción de cosechas, fue la guerra norteamericana 

la primera de la era moderna en el uso de trasmisión de enfermedades a los humanos y a los medios 

agrícolas para acabar con el enemigo. 

  El  régimen  estadounidense  tiene  una  parte  de  su  cimentación  en  la  matanza  de  sus 

poblaciones  mediante  la  síntesis  de  las  experiencias  anteriores  a  la  modernidad.  Como  la  fuerza 

imperial  radica  en  la  aplicación  de  la  violencia,  sus  practicantes  han  buscado  durante  un  tiempo  la 

manera de justificarla, ahora  les da  igual que su mentira quede al descubierto, por un  lado disponen 

del ejército periodístico y por otro buscan  integrar en  la  vida  común  sus  crímenes  como parte de  la 

convivencia. 

  Pero hay algo que todavía mantienen en  la oscuridad, es el arma de destrucción masiva que 

resulta más barata de producir. 

  Entre los muchos Acuerdos, Tratados y Convenciones internacionales que no ha firmado, y los 

que  ha  firmado  ha  roto,  es  de  señalar  el  Convenio  Internacional  contra  el  uso  de Armas  Biológicas. 

George  Bush  se  negó  a  aceptarlo  declarando  que  “pondría  en  riesgo  la  seguridad  nacional  y  la 

información  comercial  confidencial”.  Para  el  conglomerado  armamentístico  todo  obedece  a  “la 

seguridad nacional”. El complejo industrial militar, la mayor industria de EEUU, está permanentemente 

produciendo  desestabilización  en  el  mundo  por  su  “seguridad  nacional”,  no  la  seguridad  de  los 

restantes  países.  7.000  millones  de  personas  en  el  objetivo  de  un  régimen  comandado  por  los 

productores del armamento capaz de matarnos a todos. 

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  Se habla de las bombas nucleares y no se quita el velo que oculta el arma biológica, química, 

de  capacidad  mortal  muy  superior.  El  régimen  estadounidense  mediante  agencias,  ONGs  y  otros 

cuerpos de guerra con apariencia civil, creadas ex profeso, acusa de su empleo a quien quiere derrotar, 

cuando es ese  régimen el que históricamente  las ha empleado, es bien conocido el uso que hizo del 

agente naranja en Vietnam, donde aún persisten sus efectos. 

  No podemos esperar ningún compromiso de paz de EEUU, cuando para la seguridad de la clase 

imperial no  firma  los Convenios de  la Biodiversidad, de  las minas  terrestres, y de  la No Proliferación 

Nuclear, entre otros muchos. 

  De entre los casos recientes de mentira militar con fines agresivos destaca la propagada para 

lanzarse  a  la  guerra  contra  Iraq.  Acusaron  a  éste  país  de  poseer  armas  de  destrucción  masiva,  y 

apuntaron  hacia  Iraq  declarándolo  una  amenaza  para  “la  seguridad…”.  La ONU  negó  esa  acusación, 

pero  “la  seguridad nacional” de EEUU  requería  la destrucción de un país  emergente y no  sumiso en 

Oriente Medio, además de impedir un opositor a Israel, su otro yo, la división de los países de la zona, 

la apropiación del petróleo, y otros objetivos geoestratégicos. Otra guerra con    la misma declaración 

argumental ha sido la emprendida contra Siria: dividir al país, robar el petróleo sirio, abrirse camino a 

Irán, generar un nuevo conflicto en busca de cerrar el círculo que rodee a Rusia y China, potencias que 

no le obedecen. Esa es la política de “seguridad nacional”. 

  El conocimiento de las actividades que el régimen imperial desarrolla en las bases militares que 

ha  establecido  en  134  países,  ha  puesto  de  relieve,  o  destaca,  que  en  todas  ellas  ha  creado 

laboratorios‐fábricas  de  experimentación  y  generación  de  armamento  biológico  y  químico.  Los 

laboratorios‐fábricas más conocidas debido a sus experimentos se encuentran, en África, en Egipto y 

Kenia; en Asia: Indonesia y Tailandia; en Sudamérica: Perú y Brasil; en Europa: Ucrania, Georgia, y más 

allá en Kazajistán. En todos éstos países ha habido fugas, escapes o pruebas, dejando al descubierto lo 

que se  iba conociendo, y que han dado como resultado un número de muertos que no se ha podido 

determinar por el silencio que el imperio ha impuesto. 

  Las  denuncias  de  tales  actividades  han  venido  de  científicos  que  han  participado  en  el 

descubrimiento  de  las  armas  de  destrucción  masiva.  El  núcleo  principal  de  investigación  de  armas 

químicas y biológicas lo tienen instalado en Fort Detrick, en el Estado de Maryland, donde entre otros 

agentes de guerra sintetizan la aflotoxina, sustancia proteínica que daña el hígado y produce cáncer, el 

virus ébola, y la toxina botulínica, el producto más venenoso que se conoce, a lo que hay que añadir la 

creación  del  VIH  sida,  según  la  declaración  de Milton William  Cooper,  Alto Oficial  de  la  Inteligencia 

Naval Militar de EEUU. 

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  El caso de Cuba merece una atención especial, pues el régimen imperial, ahora representado 

por Trump, ha empleado sistemáticamente durante decenas de años el armamento biológico‐químico 

para  rendir a  la Revolución matando su agricultura,  acabando con  la vida de sus ganaderías y con  la 

vida de las personas. Recojo algunos datos esclarecedores: 

  En  el  documento  secreto  estadounidense  “Proyecto  Cuba”  se  enumeraban  32  tareas 

criminales a realizar, al conjunto  le dieron el nombre de “Operación Mangosta”, entre esas tareas se 

encuentra  la  acción  a  llevar  a  cabo  por  la  CIA  de  atacar  con  productos  químicos  y  biológicos  las 

cosechas agrícolas de las que se alimentaba la población cubana. En otro de los objetivos se proyectaba 

la  forma  de  envenenar  químicamente  a  los  trabajadores  azucareros  cuando  se  empleasen  en  la 

recogida de la caña. Además extendieron el dengue, enfermedad que afectaba de forma hemorrágica 

irreversible al ganado porcino. La sendodermatosis modular bovina, la brucelosis del ganado, el carbón 

y  la  roya  de  la  caña,  la  sigatoka  negra  con  la  que  atacaron  los  campos  de  plátanos,  le  siguió  una 

enfermedad  que mataba  a  las  abejas,  la  acarosis,  el mono  azul  del  tabaco,  la  roya  del  café,  el  new 

castle  y  la  bronquitis  infecciosa  de  las  aves  de  corral,  la  conjuntivitis  hemorrágica,  la  disentería,    el 

dengue serotipo c2, que mató a 158 personas, de  las que 101 eran niños. En  los años 90 del pasado 

siglo el imperio ahogó con todas sus fuerzas de bloqueo a Cuba en busca de la rendición por hambre y 

causó la neuropatía. Junto a todo esto el gobierno del imperio empleó mercenarios para introducir el 

virus de la tristeza del cítrico, pero se capturó a tiempo a quien se encargaba de su distribución. Otros 

consiguieron afectar las plantaciones del café con la broca del cafeto, … 

  El  general  estadounidense  que  dirigía  la  “Operación  Mangosta”,  Edward  Lausdale,  en  el 

documento ordenaba  a  la  CIA  “desplegar  el  bajo mundo  cubano  contra Castro,  fracturar  el  régimen 

desde  adentro,  sabotear  la  economía,  subvertir  a  la  policía  secreta,  destruir  las  cosechas  con  armas 

biológicas o químicas, y cambiar el régimen antes de las próximas elecciones al Congreso en Noviembre 

de 1962”. 

  Tras  numerosas  denuncias  el  presidente  Fidel  Castro  declaró  en  el  V  Congreso  del  Partido 

Comunista:  “ … ellos  inventaron  todo:  como  contaminar  el  azúcar  que  iba  en  los  transportes  de  los 

barcos, cómo afectar el comercio, cómo afectar todo.” 

  En  1961,  con  Kennedy,  empieza  la  guerra  biológica  contra  Cuba.  El  mercenario  Eduardo 

Arocena  reconoció  ante  la  Corte  Federal  de Nueva  York  haber  introducido  el Dengue.  En  diferentes 

actas  del  Congreso  de  EEUU  de  los  meses  de  Noviembre  y  Diciembre  de  1969  se  plasman  las 

intervenciones que van a realizar desde el Sub Comité de Seguridad Nacional y Desarrollo científico del 

Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes. El Washington Post en 1977 publica las 

declaraciones  de  un  agente  de  la  CIA  sobre  el  ataque  biológico  que  realizó  contra  Cuba.  Los 

descubrimientos de los criminales se suceden. 

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  Los  medios  que  Cuba  ha  empleado  para  defenderse  han  partido  de  los  revolucionarios  en 

todos los ámbitos de la sociedad. A los crímenes de Lesa Humanidad cometidos por el régimen de los 

hipermillonarios estadounidenses y su complejo militar‐industrial, los protege el escudo del silencio, la 

tergiversación  y  la  normalización  de  su  poderoso  ejército  informativo.  No  hay  más  que  ver  qué 

acusación sostiene por los más de 650 intentos de magnicidio en grado de frustración en la persona del 

Presidente Fidel Castro, muchos de ellos mediante venenos químicos y biológicos. 

  Consiguieron envenenar al presidente del Congo, Patricio Lumumba. 

  Cada  regente  ha  buscado  agredir  de manera  nueva‐vieja  a  Cuba,  y  así  hemos  llegado  hasta 

nuestros  días  en  los  que  no  han  podido  impedir  que  el  pueblo  cubano  se  pronuncie  por medio  de 

135.000 asambleas realizadas en todas las comunidades y centros de trabajo. El pueblo cubano, como 

agente  político  principal,  aun  en  las  circunstancias  actuales,  está  elaborando  su  nueva  Constitución 

porque  es  libre.  Los  imperialistas  son  libres  de  beberse,  respirar  y  comerse  sus  armas  químicas, 

biológicas, y todos los venenos de sus laboratorios. 

  A  las  espaldas de Trump  se  alinean  los  fabricantes  y  sus  fábricas  y  laboratorios  de  venenos, 

plagas y explosivos, armas biológicas, de virus,  atómicas, armas de destrucción masiva. Es  la historia 

moderna del imperialismo. Las experiencias anteriores se han ido sumando para fortalecer al régimen 

que se sitúa al margen de todos los Acuerdos y Tratados internacionales, de Derechos igualitarios y de 

Paz. 

 

 

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