carlos arroyo del río - uees.edu.ec · equivocado, basado en el engaño y la fantasía; el cuento...

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CARLOS ARROYO DEL Río: Mártir o Traidor EFREN AVILES PINO

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CARLOS ARROYO DEL Río: Mártir o Traidor

EFREN AVILES PINO

ISBN - 9978 - 25 - 028 - x

Reservados los derechos de autor de acuerdo a la Ley de Propiedad Intelectual. Sin embargo, el Autor y la Universidad de Especialidades UEES autorizan la reproducción parcial de este Libro, cuando se trate de citas académicas o periodísticas, debiendo especificarse la referencia del autor, título de la obra y, además, que se trata de una publicación de la UEES.

DEDICATORIA

A Marcia, mi esposa, quien durante 25 años

ha sido mi luz y fortaleza.

Al Dr. Carlos Alberto Arroyo del Río le correspondió conducir los destinos del Ecuador en los momentos más dramáticos de su historia; y lo hizo con valor, decisión y coraje, imponiendo su responsabilidad patriótica por encima del cálculo político y los intereses personales.

Amable lector, usted tiene en sus manos un libro en el que va a encontrar verdades que fueron irrepetibles y situaciones muy diferentes a las que la historia nos ha contado hasta hoy. Y esto resulta comprensible si aceptamos el hecho de que todos, incluyéndonos usted y yo, fuimos educados bajo principios de un patriotismo equivocado, basado en el engaño y la fantasía; el cuento histórico escolar y el demagógico discurso del político inescrupuloso.

El propósito fundamental de esta obra es aclarar algunas de esas fantasías y, sobre todo, reivindicar la memoria de uno de los hombres más notables que ha tenido el Ecuador: el Dr. Carlos Alberto Arroyo del Río, a quien le correspondió conducir los destinos de este país en los momentos más dramáticos de su histotia.

Ecuatoriano cuya vida y participación dentro de la historia no ha sido estudiada ni analizada con sentido objetivo y, por el contrario, se la ha utilizado -y se la sigue utilizando- como un pobre pretexto para justificar -precisamente- esas mentiras y fantasías.

En busca de la verdad y para ser objetivo en mis apreciaciones, dediqué varios meses a investigar todos los acontecimientos relacionados con el gobierno del Dr. Arroyo del Río y, de manera especial, lo referente al problema territorial que desde el nacimiento de la República, en 1830, había mantenido nuestro país con el vecino del sur; problema que culminaría con la invasión peruana de 1941 y la consecuente firma del Protocolo de Río de Janeiro, al año siguiente.

Esas investigaciones me permitieron conocer sucesos hasta hoy ocultos y descubrir también factores y propuestas que durante más de ciento setenta años mantuvieron en el engaño a los ecuatorianos, haciéndonos creer que éramos herederos de un pasado heroico y de un país grande y extraordinario. Hoy he descubierto que no es así, pero también he comprendido que es preciso reconocer lo pequeño que somos para, partiendo de esa pequeñez, empezar a crear un país grande y poderoso, no por el tamaño de su territorio, sino por la estatura moral, el trabajo esforzado y la honorabilidad de sus

ciudadanos.

La misión del historiador no es escribir la historia, porque

esta ya la escribieron los protagonistas. Al historiador solo le

corresponde interpretarla, razonarla y transcribirla -lo más

apegada a la verdad- para que otros puedan nutrirse de ella.

El Autor

3

Tuve la suerte de conocer muy de

cerca al Dr. Carlos Alberto Arroyo

del Río, hombre extraordinario por su

talento, bondadoso por la nobleza de su

corazón, generoso en cada uno sus actos

y soberbio porque se sabía superior; a

quien cada 29 de enero y cada 28

de mayo -fechas en que se firmó el

Protocolo de Río de Janeiro, la primera,

y en que fue derrocado, la segunda­

una pandilla de malandrines, gritones

a sueldo y estudiantes desorientados,

obedeciendo el mandato de oscuros

politiqueros, intentaba ofender con

insultos agrediendo su hogar, al tiempo

que en todos los periódicos del país se

publicaban artículos rememorativos

y patrioteros comunicados que

financiaban los dineros de aquellos

que se sentían muy por debajo de su

figura y trataban, a través de esa matonil

y cobarde actitud, de destacarse en su

propIO marasmo.

Era la única forma que ellos tenían para

salir de la oscuridad, aunque no sabían

donde estaba la luz.

El Dr. Arroyo había sido y continuaba

siendo el mejor y más notable jurista

U n día ... la infamia brotó desde su más profundo abismo, en el instante en que un asalariado arrojó un balde de pintura roja sobre la figura impoluta del anciano ex mandatario. 4

del país, y a pesar de su avanzada edad,

desde su casa situada en la esquina de

las calles Tomás Martínez y Panamá,

se trasladaba diariamente -en colectivo

unas veces y otras caminando- al

edificio situado en la esquina de 9 de

Octubre y Pichincha, donde tenía desde

hacía varios años su acreditado estudio

jurídico.

Un día -cuando ya su cabeza estaba

cubierta por venerables canas y con

pausado andar llegaba precisamente

al lugar de su trabajo- la infamia brotó

desde su más profundo abismo, en el

instante en que un asalariado arrojó un

balde de pintura roja sobre la figura

impoluta del anciano ex mandatario.

El Dr. Arroyo del Río no se inmutó ...

miró al agresor con una mezcla de

tristeza y lástima ... y este, acobardado,

salió corriendo en precipitada fuga, para

cobrar las treinta monedas que debió ser

el pago que le dieron por su canallada.

Ese día ... en esa esquina ... en ese

preciso momento ... estuvo también un

"oportuno" fotógrafo, cámara en mano,

que registró para la posteridad el infame

y cobarde atentado ...

No hubo quien defendiera al indefenso

que estaba siendo agredido ... nadie

acudió en su auxilio ... todos tenían

miedo.

idato rero

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Cobarde ultraje a J Dr. Arroyo del Río (

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El U de e_ro tk 1968, la mfamla brotó desck tu m,if profundo abismu. en el IrIS/tmlcen que un asalariado '1rf'O}t¡ un balde dI! pintura roja robTt! lafigura ImpQlut(l dd on<:lano ex mandatario. Esufue una mue.sfro mal de la " herefICla de ~'Olor y cMsmo " que dejÓ la rrvoluciÚIJ de/lB de mayo

Asl ronsignó diarW El V""'t!no, al día sigukn/~,

el bnltal al"nlodo de que fue objeto el [)r:. Corlol Arroyo del Río.

5

... el Dr. Carlos Alberto Arroyo del Río fue calificado con el más humillante, con el más vergonzante de los estigmas: se lo llamó ¡Traidor .... ¡

6

Muy pocos son quienes han consignado

en la historia el extraordinario desarrollo

que logró nuestro país durante el

gobierno del Or. Carlos Alberto

Arroyo del Río; pues los encargados de

escribirla, llámense estos historiadores,

profesores, cronistas o periodistas,

de manera malintencionada y poco

patriótica han preferido limitar su paso

por el Poder a dos hitos que marcaron

una de las épocas más trágicas de

nuestra vida republicana: La invasión

peruana de 1941 y su consecuencia

inmediata, la firma del Protocolo de

Río de Janeiro, al año siguiente.

No pudieron o no quisieron comprender

que la situación política, económica y

social que vivió nuestro país en esa

época era el resultado de más de ciento

diez años de revueltas, golpes de

estado y desgobiernos, que se habían

producido desde el nacimiento de la

República, en 1830.

A raíz del 28 de mayo de 1944 -fecha en

que se produjo la asonada militar que

puso fin al gobierno del Dr. Arroyo del

Río, cuando apenas faltaban tres meses

para terminar su mandato- se desató

una serie de acusaciones protervas

en contra del ex Jefe de Estado,

sobre quien sus detractores -durante

veinticinco años- vertieron todo el

odio de su pequeñez e inconciencia: Se

dijo -y posteriormente se ha continuado

diciendo- que Arroyo había sido el

culpable de la debacle nacional, que

por su culpa el país no había podido

defenderse de los ataques peruanos y

que era el único responsable de la firma

del protocolo de 1942, por medio del

cual el Ecuador había perdido grandes

extensiones de la región oriental y sus

derechos sobre la margen izquierda del

río Amazonas.

Estas acusaCiOnes, sostenidas

inicialmente por quienes planificaron

la asonada -y que para la desgracia de

este país le entregaron el poder al Dr.

José María Velasco Ibarra, iniciándose,

ahí sí, la ruina moral y económica

del Ecuador-, tuvieron eco en una

ciudadanía desinformada, y todo aquel

que buscaba un poco de protagonismo

político o social, con toda desfachatez

acudía a tales acusaciones para lograr

patriotera atención.

Se cumplía entonces la sentencia que

dice: "Una mentira repetida mil veces

termina convirtiéndose en verdad".

y gracias a esas mentiras -repetidas

una y mil veces- el Dr. Carlos Alberto

Arroyo del Río fue calificado con el más

humillante, con el más vergonzante de

los estigmas: se lo llamó ¡Traidor .... ¡

¿Quién Fue el Dr. Carlos Albe r to

Arroyo del Río?

Había nacido en Guayaquil el 27

de noviembre de 1893. en el hogar

formado por el Sr. Manuel Maria

Arroyo Valencia, caballero colombiano

oriundo de Popayán. y la Sra. Aurora

del Rlo y Vera, guayaquilei\a, hija

del Dr. Manuel del Rlo de Narváez,

quien entre 1862 y 1863 había sido

encargado de la Presidencia de

Colombia, y posterionnente -radicado

ya en Guayaquil- había sido, en 1867,

uno de los fundadores de la Facultad

de Derecho de la Universidad de

Guayaquil.

Guayaquil era entonces una floreciente

ciudad -la más próspera del Ecuador

y una de las más importantes de esta

parte del continente- y por sus puertos,

situados a lo largo del malecón, a

orillas del caudaloso Guayas, entraban

y salían toda clase de mercaderías. Las

primeras, provenientes de diferentes

paises del mundo, eran importadas por

prósperos comerciantes porteí'los que

abastecían al comercio local y nacional

con texti les, licores, porcelanas finas,

perfumería, herramientas de trabajo.

maquinaria industrial, lámparas y una

gran variedad de productos elaborados;

las otras, las que salían, eran algunos

productos artesana les como los

afamados sombreros de paja toquilla de

Montecristi, conocidos mundialmente

como "Panama Hats", algunos agrfcolas,

y entre estos, las grandes producciones

de cacao, llamado la "Pepa de Oro" por

la inmensa riqueza que generó -durante

muchos aftos- a nuestro pais.

CtJf\SlruuJa ~n 1850, en el mismo lugar que Iwy ocupa. la ig/6io de Lo Merced, pura 1892, I!ra una de los más bellas dtt Guayaquil y representaba el CO/'IUpfo ~ligioso de una ciudad moderna, afor-..Dda y trabajadora.

El templo)' lodas las ccatU clrrundanles, juef'Oll canrumido.J por el juego durome el I"cendio GI"QIIt/I de 189/>.

7

8

Las embarcaciones de cabotaje que

navegaban por la gran maraila de ríos

afluentes del Guayas y de manera

especial por el Daulc y el Babahoyo, y

las que dando vuelta a la peninsula de

Santa Elena llegaban hasta las costas

de Manabí y Esmeraldas, utilizaban

también los muelles de Guayaquil,

transportando pasajeros y toda clase de

productos desde y hacia las diferentes

regiones, paro abastecer y enriquecer el

comercio interno del país.

Arroyo del Río craJió al influjo de las

Iransfonnaciones políticas y sociales

que se produjeron como consecuencia

de la Revolución Liberol que en 1895

llevó al poder al Gral. Eloy Alfaro, y

desde muy temprana edad demostró

poseer una notable inteligencia que lo

hizo sobresalir enlre sus compai'leros

de la Escuela San Luis Gonzaga de

su ciudad natal, donde realizó sus

primeros estudios bajo la dirección

de maestros como Gustavo Lemus.

En estufotogrojio de 189Ost! ap1T!t:iu. en prfmer plano. las hodt:gru de lu aduana (dufIúe fhsde t!1 añQ 1000 s. t!~l#enlra la ESPOL). a wntinuaciOn el Colegio de Los Sqgrodos Cora;;onet. y más utrá! alguflO.J casas qut! muestran las carQCluÍ5lk:as arquitectónicas rk la epoca. Todos estas edifICIOS foeron ccmsumldas por e/fuego de/Incendio Gro!kk de 1896.

Femlío Vera Rojas y Alfredo Sáenz,

que por su sabiduría y dedicación a

la cátedra alcan7..ari1Ul reconocimiento

nacional. Por esa época, los incendios

que azotaron a Guayaquil en 1896 y

1902 acabaron con todos los bienes

de su familia, y poco tiempo después

murió su padre dejando a su madre

sumida en una honorable pobreza, por

10 que desde temprana edad -al tiempo

que estudiaba- tuvo que trabajar para

poderla mantener.

La secundaria la inició en el mismo

colegio donde habia estudiado

la primaria, y la continuó en el

acreditado Colegio San Felipe de

Riobamba, establecido en 1838, para

finalmente volver a Guayaquil y, en

cumplimiento con lo dispuesto por las

nonnas educacionales de esa época,

culminarlos en el Vicente Rocafuerte,

donde en 1908 obtuvo el título dc

Bachiller en Filosofia, cuando apenas

había cumplido los 15 años de edad.

GuayaquIl "uta M fIOrle Q sur, desck /o 19les,a eJe Santo Domingo. IIIf!gO de/Incendio A la deNcho. la ¡gle.fia f!.flá Je.~/rulda ••. Más 0114, todo está desolado; pero la ciuJado.n(o «.ftó trabajondo En la calle Racafoerte. librr eJe l'..!combros, ya se han levantado las prlmuas "covachas" para o/fx>rgar a quienes lo perdieron todo, menD.S la I!SfNrQnzQ y el amor por su ciudod

9

El JI de IPIQ)'O tk J922 d Dr. .Arroyo tkl Río contrajo matrimonio con la Sna. t:/~1l(J tero"i Mathew, con qUlfm compartiría su vida hasta rlfall«;imlnrtQ <k á to. en /968. Un año Jrspuh se volver/mi a unir ' " " mlÍ.!' alld.

10

Al año siguiente ingresó a la Facultad

de Jurisprudencia de la Universidad

de Guayaquil -fundada por ilustres

guayaquileiios corno el obispo Luis de

Tola y el repúblico don Pedro Carbo-.

donde haciendo uso de la libertad de

estudios, el3 de agosto de 1914 obtuvo

el titulo de Doctor en Jurisprudencia;

pero como aún no habia alcanzado

la mayoría de edad, debió esperar

hasta cumplir los 21 años para poder

rendir Jos exámenes correspondientes

e incorporarse, el 19 de diciembre, al

Cuerpo de Abogados de la República.

Ya para entonces había empezado a

destacarse dentro de las actividades

poBlicas de la Universidad, por \0 que,

identificado con la ideología liberal,

al afio siguiente inició su vida pública

trabajando en favor de la candidatura

presidencial del Dr. Alfredo Baquerizo

Moreno. Ese mismo afta - 1916- fue

elegido Diputado por la provincia del

Guayas al Congreso Nacional. dignidad

que volvió a ejercer en 1917, 1922 y

1923, habiendo sido elegido además,

en los dos últimos MaS, Presidente de

la Cámara Joven. Ya para entonces, en

1922 habia presidido el M, l. Concejo

Cantonal de Guayaquil, cargo que

volvería a ejercer en 1925,

Como Presidente de la Cámara Joven

no tardó mucho en descollar gracias a

sus grandes dotes intelectuales y por

sus avanzados conceptos políticos, y

en poco tiempo se convirtió en uno

de 105 legisladores más notables de

esa época, razón por la cual -en 1924-

fue elegido Senador, y luego llamado

para encargarse de la Presidencia de

la Rcpüblica por haberse concedido

licencia al presidentc Dr. José Luis

Tamayo. En c!'>a ocasión y al igual

quc lo haría en otras. a pcsar de las

presIones prefirió exeusarse de accpLar

dicha dCMgnaclón.

Muchas veces se 10 ha querido rcspon·

sabili.!..ar de haber sido el mcntahzador

de la represión que sofocó el levanta­

miento popular del 15 de Novicmbre de

1922, en Guayaquil: pero para entonces

él no ejercía ninguna función dentro del

gobiemo y -por el eontrario- disfrutaba

de merecido descanso en el seno de su

hogar.

Con rc~pcctO a 10 acontecIdo cn cMa fe·

cha sangnenta. el Grol. Marco!'> Gándara

Enrique.!. en la página 16 de su obra "EI

Ecuador del Mo 1941 y el Protocolo

dc Río de Janclro" dice: "También se

ha afirmado que aconsejó la repre·

sión del 15 de JlovJembre de 1922, en

Guayaquil; pero, después de haber

estudiado minuciosamente este episo­

dio hist6rico, según consta en mi libro

"'La Semana frágica,Aproximación a

la Verdad", no he encontrado indicio

ni evidencia que lo confirme".

Su desprendimiento por el poder, su

extraordinaria capacidad parlamentana

y su elevado patriotismo hicieron que

el Partido Liberal ·en 1932- propusiera

!lU candidatura a la Prcsidencia de la

Repúbl ica, pero debió excusarse por no

haber cumplido aún los cuarenta aftas

de edad, que era la mínima requerida

por la Constitución para ejercer dicho

cargo. Un afto después fue propuesta su

candidatura por segunda vez, y volvió

a excusarse ante la falta de unanimidad

eltistente en su panido con relación a

su candidatura.

En 1935 fue nombrado Director

Supremo deJ Partido Liberal y volvió

al Senado como representante dc las

JI ¡W.5ar de las ",sist~lIt.lW, del Partido LiMral y de haber cumplido {O,i 40 o;;ru ck edud, que era lo mimma n'quendu pura t!j~rr~r la Pruidencio de la Reptihf/Co. e" 1933 una \'e:" mas se lH"gÓ o oceptar su cotfdukrttJ/V

11

12

universidades. Fue entonces elegido

Presidente de dicho cucrpo legislativo

y su figura politica alcanzó estaturas

gigantcscas.

Gobernaba entonces el país el Dr. José

María Velaseo Ibarra. qUien había

alcanzado el poder luego de propiciar

la caída del presidente Sr. Juan de Dios

Martfnez Mera y de haber prometido,

juramento de por medio, que jamás

aceplarÍa candidatura alguna para llegar

a la Primera Magistratura.

En el Congreso Arroyo del Río se

convirtió en el líder de una oposición

frontal y razonada que hizo perder la

serenidad al mandatano, qUien en uno

de esos arrebatos que caracterizaron

su atolondrada vida pública decidió

disolver dicho cuerpo lcgislalivo y

poner en pnslón a la mayoría de Jos

-El Dr. José María Velruco lba"o irrumpi6 en la historia del Ecuador como Presidente del Congreso que hizo oposición parlamentaria al fJ"FSidente Juan de Dios Marlínez Mera, a qUIen acusábalo de haber subido al solio por efeclos del fraude electoral. No lo dejó en paz un S% dio y cuando Martinez Ml'ra abundonó Quito, renunctando tácitamente a la presidencia, Ve/asco lbarra prometió <on juromento t:k por medio-- que no aceptarla condlda/ura alguna para llegar o/ Poder: Inició así una cadena de juramentos que nunca CW1Iph'ó ... ".

AnlaniIJ Uonl Baslilas (Antología de la PM.fla Cuencana, Tomo IV, p. 30)

legisladores de la oposición, entre ellos

a su presidente, cl Dr. Arroyo del Río;

para, acto seguido, autoproclamarse

dictador y asumir todos los poderes

del Estado.

Pero el pueblo ecuatoriano no estaba

dispuesto a pennltlr que se atropellen

los derechos ciudadanos, y al grito

de ¡Viva la Constitución ... Abajo la

Dictadura".! ex;prcsó su rechazo al

intento dictatorial.

Las Fuer Las Armadas ·plenamente

identificadas con In ciudadanía y con

los principios constitucionales· también

respondieron a la indignación popular.

y en patriótica actitud procedieron a

la destitución del frustrado dictador,

a quien ese mismo día detuvieron

para obligarlo ·de inmediato· a que

abandone el país.

I

Ese mismo año de 1935 -habiendo

cumplido ya la edad mínima requerida

para ejercer la Pres idencia de la

Republica- fue propuesta su candidatura

por tercerd vez, pero las elecciones no

se realizaron debido a que el Encargado

de la Presidencia de la Republica -Dr.

Antonio Pons- renunció al cargo y

entregó el poder a una Junta Militar,

que a su vez lo traspasó allng. Federico

Páez, Así se manejaban los destinos

del país en esa época de anarquía

política.

En 1938 -por cuarta vez-nuevamente fue

propuesta su candidatura presidencial, y

En 1935, como Pre$idenre del Congrest>, el Dr. Ar­royo del Río J'e convirtió en e/líder de una oposICión il'lle/¡ge'1fe J' r(lZonada que

hao perder lu seremdod 01 PNsidrn/e de la RepúbllL'a. Dr José ."'faTÍa Vcla.~co ¡barra

13

¿Por qué, habiéndose negado en repetidas (Icasio,,~s,finulmenle aceptó el Dr. Arro}'o la candidal"rQ Pres;denciQI?

"La Asamblea Liberal consideró mi excusa, La negó y dio, por concluidas, como he dicho, sus labores, en ese mismo acto, de manera que, cuando me fue participada tal negal;va, dicha Asamblea había terminado ya sus sesiones, varios Delegados habían comenzado a retornar a sus provincias,)')'o no tenía ante quien reiterar mi excusa",

"Me quedé, pues, enfrentando a la más grave disyunt,va: aceptar la postulación, contrariando mi voluntad expresa y repetidamente exteriorizada; o mantener mi excusa ... "

" De otro lado. medía la grave responsabilidad que pesaba sobre mi conciencia ideológica y partidista de convencido liberal, si dejaba a mi partido sin candidato, en trance de perder el Poder, captado en los campo.! de batalla desde 1895 ... Consulté con amigos y coldearios, y la respueslo no se hizo esperar: no me quedaba otro camino que someterme a la 1'Fpetida deci.Jión de la Asomblea Liberol-Radical",

(Por lo Pendiente del Sacrificio, p , 268-269).

una vez más se excusó de aceptar, por

lo que fue propucsta la de su coideario

el Dr. Aurclio Mosquera Narvácz, que

resultó elegido.

A mediados de novicmbre de 1939 y

ante el fallecimiento del presidente

Mosquera NarvacL, de acuerdo con

la Constitución y cn su calidad de

Presidente del Senado le correspondió

ocupar el cargo que quedaba vacante.

Esta situación fue aprovechada por

la Asamblea Liberal que un mes más

tarde lo postuló por quinta vez a la

Presidencia de la República y, para

La Asamblea Liberal postuló una vez más al Dr. Arroyo del Río, y para evitar que se excuse dio por terminadas sus labores.

evitar una nueva negativa, dio por

terminadas sus labores antes de que

se pudiera excusar. Entonces, y ante

la seguridad de que si se negaba podía

quedar al Partido Liberal sin candidato,

para poder aceptar renWlció al cargo que

venia dcscmpc~ando, que fue asumido

por el Presidente de la Cámara de

Dtputados, Dr. Andrés F. Córdova.

En 1939, ohllgudoporlas drcun:i/tlnCUU y oMdlTI cmio a /0 úl$puato por fa Asamhlea NaclQ/JU1 del Part"Ju LIberal, el Dr. Arro}'O tkl Ría.fc vio en la ob/¡gaclOn civica eH: uupttn' su postulación a la PIl'{idencia Út·/tI

RqJúhlKa

15

I'(lra 19J9('t(J)ad pc1líl"YJ IIUlf Importante ckll:cuodor )" h(Jbia rulo DIputado. SeflOtlor; Prt~idente del &naJo, r:lk'U'8uth rk 1,; "t't'fi· ck/l(.',a tk lo Rcptib/¡('(J l' DI/W"lor Supremo del Pun,do LlfHra/: fWrrI.

lo que lo hl:o ",..,.,:t:t:thr dt'/ rrt¡>t:/IJ t"lutkxlano fue lU de:.prend¡mielllu pc1r el pod<r. pl/Cl a pt:.for de hum:r ejen:icJo o,,-ho ,;argo. hahia n'Chu=udo en ella/m (x.·,/jlOne.f ,fU pof/ll

la,·¡tm a la /'rcs/(J .. ,,,,w de la Reptihh(u

16

Aún así , y en el afán de expresar una

vez más su voluntad de no aceptar

la candidatura presidencial que se le

exigía en contra de su voluntad varias

veces expresada, el Dr. Arroyo del

Río volvió a insistir en su excusa

dirigiendo un comunicado a la

Asamblea Liberal que, en algunos de

sus párrafos dice:

" P6ginu de patriotismo, de

heroicidad, de fama , han escrito

muchos¡ concédanme ustedes la

oportunidad de que pueda escribir

yo IIna página de desinterés ...

La calldidatura del Dr Arroyo del Río, "onlraríamó!lIIó! el lo l/U#!

sostumen sur tktractOreJl, contó con el respaldo no soJa del pueblo liberal sifl(). además. con el de amplios sectores de profesioll(1/es. estudiantes y trabajadores de lodos los rincones del Pals.

. ADHESIDN DE LAS " DATO RADICAL, DR.

"Yo no deseo ser Presidente de

la República. Mi resolución es

terminante; mi anhelo es irrevocable;

mi resistencia es permanente. El

número de los que han querido llegar

a la Presidencia de la República es

considerable; permítanme ustedes

quedar en el número, seguramente

más reducido, de los que no quieres

llegar a ese elevado cargo ...

" Pese la H. Aumblca estas

consideraciones, hlS más (Iue

verbalmente he expuesto a algunos

seí'iores Delegados, y acéptenme esa

excusa. Lo pido, lo encarezco, lo

ruego ...

" Permftanme demostrar que en el

liberalismo hay ciudadanos que no

se dejan arrastrar por ambiciones

de Poder, y que pasan por este, sin

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sentir el más leve anhelo de continuar

en él. La política, en mi concepto, no

es cuestión de posiciones eminentes,

sino de levantadas actitudes. "(Por la

Pendiente del Sacrificio, p. 267).

De nada sirvieron las excusas y los

ruegos, la Asamblea se negó a reconsi­

derar su decisión y, finalmente, Arroyo

del Río debió aceptar esa candidatura

presidencial que en cuatro ocasiones

anteriores había rechazado.

En las elecciones celebradas entre ellO

y el 11 de enero de 1940 el Dr. Arroyo

triunfó sobre los candidatos Sr. Jacinto

Jijón y Caamaño, del conservadorismo,

y Dr. José María Velasco Ibarra, que

representaba al populismo y a los

socialistas.

Ante la derrota y respaldado por un

grupo de aviadores, el Dr. Velasco

Ibarra intentó un movimiento ilícito

para desconocer el resultado de las

elecciones, acusando al Encargado del

Poder Ejecutivo, Dr. Andrés F. Córdova,

de haber preparado un fraude electoral;

pero este no se dejó impresionar por la

prepotencia del insurrecto, y en uso de

la autoridad de que estaba investido

ordenó que fuera encerrado en el

Panóptico y de inmediato enviado fuera

del país.

A poco de finalizar el proceso electoral del día 11, Y con el convencimiento de que sería derrotado, ya que el Dr. Arroyo del Río se perfilaba como un seguro triunfador, el Dr. José María Velasco Ibarra, tal cual consta textualmente en el auto cabeza de proceso instaurado en la Comisaría 4ta. Nacional de Guayaquil, intentó subvertir el orden bajo el pretexto de que se estaba cometiendo un fraude electoral.

Dicho auto cabeza hace constar que " •.. al terminar los escrutinios electorales se han producido hechos de rebelión perpetrados en las calles de la ciudad dirigidos por un grupo de exaltados políticos de filiación velasquista". El mismo documento señala que estos, acompañados por más de 400 hombres intentaron asaltar los cuarteles del Batallón de Carabineros Guayaquil No. 2 y del Batallón Jambelí; y atacaron el domicilio del Gobernador de la Provincia, Sr. Enrique Baquerizo Moreno y la residencia particular así como el estudio profesional del Dr. Carlos Arroyo del Río. Señala también el documento que " ••• algunos oficiales de Aviación encabezados por el Capitán Galo Almeida •.• irrupcionaron en actitud francamente rebelde y subversiva a las dependencias donde funciona la Jefatura de la Cuarta Zona Militar y procedieron a intimidar y obligar a la subversión al señor Jefe de Zona, coronel Luis A. Rodríguez, a quien aprisionaron y llevaron en rehenes a la Escuela de Aviación que funciona en el campo de aviación "Simón Bolívar", donde se ha encontrado como Director y encauzador de estos hechos al doctor José María Velasco Ibarra ... ". (x)

Esta denuncia no constituye otra cosa que la demostración de lo que siempre sería y representaría el velasquismo acaudillado por su único líder: Atropellos y atentados contra la Constitución. Ya desde entonces, los derrotados empezarían a planificar una oposición desesperada a la que no le importaría los destinos de la Patria sino alcanzar sus protervos fines, esto es, llegar al poder aunque sea a través de la traición, la calumnia, el engaño, la mentira, el crimen y el golpe de Estado.

(x) El Universo, Enero 14 de 1940

19

Habiéndose visto ~n la obligaci6n de aceptar su candidatura a la Presidencia de la República, y ser preguntado cuales serIan sus a.vpiraciones en el caso de ser elegido, el Dr. Arroyo del Río respondi6 en los siguientes términos:

" .. . Si /legara al poder. mi mejor aspiración sería hacer un gobierno amplio y culto, de garantla para todos los ecuatorianos; un gobierno esencialmente de orden y de paz. La hora es eminentemente nacional y de prohlema.~ nacionales. Yo subirla al poder con el honrado e Intimo convencimiento de mi ideología poJílica inquebrantable, pero con el firme anhelo de ser un Presidente para todos IOl' ecuatorianos.

Me sentirla recompensado de cualquier sacrificio si consiguiera que durante el periodo del gobierno en que me tocara actuar. hubiera una tregua de esterilizan tes enconos, un deseo de parte de todos los ciudadanos honorables de trabajar decididamente por el resurgimiento del país, poniendo por encima de cualqllier discrepancia un hermoso ideal de patria.

No me sentiría complacido de una gestión administrativa de moldes estrechos y horizontes IimiWdos, Yo quisiera que me/uera dado realizar una labor medianle /a cual lodos los hombres de bien se sintieran sali.\fechos y lodos los derechos ciudadanos se enconlraran protegidos ".

(El Universo, jueves 7 de diciembre de /939)

Al respeclo del fra ude electoral,

supuestamente perpetrado por quien

biza de su vida un camino limpio y

aún hoy {."Stá reconocido como uno de

los juristas y politicos más honorablcs.

corrcc tos, impo lutos y notables del

Ecuador, el Dr. Andrés F. Córdo\a -a l

ser preguntado- respondió: "Se dijo

que yo habia enviado un telegrama

a la provincia de Manab( solicitando

46.000 votos para que triunfe

Arroyo del Río y al 6nal el total de

votos de Arro)o era de 42.000 en

toda la República" ("En el Palacio

de Carondeler".- Eduardo Muño=

Borrero).

As! las cosas y de acuerdo con la

Cons titución. el Dr. Arroyo del Río

asumi61a Presidencia de la República el

1 de septiembre dc 1940. Ese mismo día

declaró enfáticamente que 5U gobierno se

caracterizaría por la rectitud y firmeza de

los procedimientos que implemcntaria

en 5US decisiones. Dijo entonces: "Oe

todos los caminos que pueden conducir

a In concordia. s610 habrá dos por los

que nunca transitará mi gobierno: El de

la condescendencia deshonesta y el de

la debilidad dcseonceptuantc".

Arroyo del Río, que maliciosamente

había sido calificado por sus detractores

de ser un politico oligarca y sectario,

demostró todo lo contrario al momento

de fonnar su gabinete ministerial, al que

"Hombre hum dotado y de excepcionule.f cualidutk?s polir;cas, intelectllal y abogado jJlL~tre, ulla largo vida poliricu le mos/rabo como el más adecuado para la función de gobernar al pa(~ en una epoca dificil: La gtle"a, lat .firuo<:iones I?conómica.~ y comerciales que de ella ~e. derivaban, la agitación ideológIca provocada por la conlienda. exiglan mucho li"o en la conducció" de los asumos nacionole.f e internacionale.f. Para ello Arroyo buscó la colaboración de elemCI1IOS distinguidos fuera del Partido Libt!rul, col1lradic/endo su oferta ,le gobierno excfusi\'omente liberal. La:; cm:unstoncias demandaban al gobername que se mostrara digno del poder. y AlTOyo se propuw> hacrrlo ",

Gdbrit!l CetlQ/Jos GQTCíll (Hislorla del &uador. 2da. parte. p. 122)

21

22

Fragmentos del Discurso de Posesión

... siempre proclamé la necesidad de que la política ecuatoriana se culturizara, de que se limaran sus aristas y de que en sus manifestaciones, se levantase por encima de las explosiones de una pasión ciega, de un odio que deprime o de un encono que empequeñece; y al país le consta, también, que aún en los momentos más agitados de la lucha política, mi palabra y mi acción no se mancharon con grotescas expresiones ni con desrayadas actitudes ...

.. . Llego a la Primera Magistratura del País con esta profunda convicción: La Presidencia de la República es solo un medio, un medio de servir a la nación; y se califica únicamente por la manera como se la ejerce. Fiel a este concepto no es lo más interesante para mí recordar el tiempo que según nuestra Constitución, debo permanecer frente al Poder Ejecutivo. Una hora, un día, un año o un cuatrienio, me habrían sido iguales, para mi resolución de cumplir mi deber, porque durante la hora, el día, el año o el cuatrienio, podéis estar seguros que seré, por entero, el Presidente de la República del Ecuador.

... Me declaro un fanático de la cultura política. Y me sentiré feliz si la historia, al juzgar mi paso por el poder, me considera un presidente que defendió la cultura.

'" El gobierno que me corresponde presidir se esforzará porque la armonía nacional sea un hecho. Para la consecución de este hermoso resultado no omitirá medios decorosos. De todos los caminos que pueden conducir a la concordia, solo habrá dos por los que nunca transitará mi gobierno: el de la condescendencia deshonesta y el de la debilidad desconceptuante. Un mandatario no tiene derecho a ser débil. Porque no puede comprometer el principio del orden ni la dignidad del poder público; porque no puede sacrificar a la ambición insaciable de unos pocos la tranquilidad de los demás.

... Tres vicios han causado sensible perjuicio a nuestra vida colectiva: la falta de sanción, la cobardía colectiva y el temor a las responsabilidades. La carencia de sanción ha alterado normas y trastornado

valores. El miedo colectivo, que solo gusta de la censura en voz baja, alienta los desmanes. El temor a las responsabilidades ha hecho que las actuaciones se diluyan. Tenemos que extirpar valiente y radicalmente esos vicios. El pueblo ecuatoriano debe exigir sanción, cuando la sanción sea necesaria; el pueblo ecuatoriano debe hablar en voz alta; el pueblo ecuatoriano debe obligar a que cada cual asuma sus responsabilidades. Esas serán las bases de la nueva política ecuatoriana .

... Como verdadero liberal deseo que cada ciudadano goce de la libertad de sus creencias, en tanto que con ellas no pretenda alterar el orden social.

... los que se imaginan que van a tomar el país como campo indefenso para sus especulaciones, y que va a estar en sus manos conseguir o evitar decretos a su antojo, contra el sentir y la conveniencia del país, pueden desde ahora lamentar su error. Con la misma energía con que estoy decidido a apoyar el esfuerzo económico sano y honesto que sin empeños de predominio quiera servir a la República; estoy también resuelto a refrenar sin contemplaciones al capitalismo egoísta y desafiante que pretenda conquistar la hegemonía en el país y uncir a este, a su oropelesco carro de oscuras maquinaciones.

. .. uno de los problemas nacionales que más me preocupa es el de la cultura nacional. No ignoro que hay en nuestra vida de pueblo incipiente, muchos otros problemas cuya importancia no cabe negar. Pero el problema básico; sin cuya solución dificil, por no decir imposible, la solución cabal de los demás, es el problema de la cultura.

Desde ahora solicito al H. Congreso Nacional que se sirva dar a la nación un presupuesto efectivo. Esos presupuestos exagerados para cuyo cumplimiento, se requiere acudir al préstamo en el instituto emisor o a la falta de pago de las asignaciones, son funestos para el país. Dos caminos hay para llegar a la reducción el presupuesto: la rebaja general de las asignaciones o la supresión de los gastos innecesarios.

integró con representantes de todos

los sectores políticos, incluyendo en él

-junto a cuatro miembros de su partido­

a dos militantes izquierdistas, un

independiente y un conservador. Ellos

fueron el Dr. Aurelio Aguilar V ásquez

y los señores Guillermo Bustamante,

Vicente Illingworth Y caza y Vicente

Santistevan Elizalde, en las carteras de

Gobierno, Educación Pública, Hacienda

y Defensa, respectivamente; el Dr.

Carlos Andrade Marín y el Sr. Rodrigo

Vela Barahona, en las de Previsión

Social y Trabajo, y Agricultura; el Sr.

Luis Cordovéz Borja, en la de Obras

Públicas; y el Dr. Julio Tobar Donoso

en la de Relaciones Exteriores. Todos

eran ciudadanos probos, intachables,

revestidos de altísimas virtudes cívicas

y morales, y de un patriotismo a toda

prueba.

"Ocho hombres de distintos

sectores geográficos y campos

ideológicos, fueron aquellos

a cuyo patriotismo apelé -no

me cansaré de repetirlo- para

formar un Gabinete en el que

predominara el civismo, la

honradez, la independencia, el

buen criterio, la amplitud de

miras, el anhelo de servir al país.

Había ahí quiénes eran coidearios

míos y quiénes no lo eran. Con

muchos de ellos no había tenido

la honra de ser amigo ... ".

... debido a la "'gra\'iSIPUl cnSl~ económica por la que atnn esaba el país ... el Dr. Arroyo no pudo comprar armamento ni equipar un ejército de siquiera 10.000 hombres"

No se había cumplido aún el primer año

de su gobierno, cuando el 5 de julio de

1941, aprovechándose de que desde

1936 el Ecuador ya había reconocido su

presencia en casi todas las cabeceras de

los ríos ecuatorianos que desembocan en

el Amazonas, el Perú asestó la traidora

puñalada invadiendo la provincia de

El Oro.

Nuestro ejército se preparó para la

defensa, pero "largos años de descuido

y mala diplomacia nos condujeron al

trágico final". Debido a la "gravísima

crisis económica por la que atravesaba

el país ... el Dr. Arroyo no pudo

comprar armamento ni equipar un

ejército de siquiera 10.000 hombres"

(Galo Román. - Ecuador: Nación

Soberana, p. 470).

En efecto, para entonces el Ejército

Nacional no era otra cosa que una

institución paupérrima que había

agotado todo su armamento en las

guerras fratricidas que desde 1895

habían librado liberales y conservadores;

en la revolución alfarista de 1906 en

contra del gobierno del Sr. Lizardo

García, en la guerra civil de 1912 que

enfrentó a costeños contra serranos

y que tuvo su epílogo de sangre en

23

LasarmasqueelEcuadorhab~

adquirido desde 1900 solo habían servido para que ecuatorianos de un bando maten a ecuatoriaos del otro bando.

24

los combates Huigra, Naranjito y

Yaguachi y el consecuente asesinato

del Gral. Alfaro y sus tenientes; en la

campaña de Esmeraldas, que entre 1913

y 1915 llevó a cabo el Cmel. Carlos

Concha Torres en contra del gobierno

del Gral. Leonidas Plaza Gutiérrez, a

quien acusaba de haber sido culpable

directo del asesinato del Gral. Eloy

Alfaro; en la Guerra de los Cuatro

Días, librada por la extrema izquierda

derrotada contra quienes respaldaban al

presidente electo Sr. Neptalí Bonifaz y,

en fin, en una serie de asonadas, golpes

de Estado y revueltas que destruyeron

la moral del ejército y todo el equipo

bélico que alguna vez había tenido el

Ecuador, y que solo había servido para

que ecuatorianos de un bando, maten a

ecuatorianos del otro bando.

Al respecto, el Cmel. Luis LarreaAlba,

en su libro "La Campaña de 1941",

dice lo siguiente: "Otra habría sido

nuestra situación en 1941, si los

medios económicos, materiales

y espirituales que estuvieron a

disposición de nuestros dirigentes

militares entre 1931 y 1941 se

hubieren utilizado con verdadero

sentido patriótico y profesional, a

base de planes concienzudamente

estudiados y poniendo todo el

corazón y todas las energías en

aprovechar el último centavo y

todos los medios disponibles en

la tarea de organizar nuestra

seguridad armada. El Estado Mayor

General tuvo siempre informes

precisos respecto a los sistemáticos

avances peruanos en el sur y en las

zonas orientales, particularmente

desde 1935, año en cual el Perú

activó con cinismo desafiante sus

planes de penetración en nuestros

territorios ... ¿Quiénes son los

responsables de esta omisión? Ya

lo señalamos: Los Congresos que

actuaron con negligencia, sumisión

e irresponsabilidad frente al

Ejecutivo; los dirigentes políticos

que pensaron más en su estabilidad

que en sus deberes patrióticos;

y los altos mandos militares que

buscaron o aceptaron situaciones

de responsabilidad sin hallarse

capacitados para ejercerlas".

Todo lo que denuncia el Cmel. Larrea

Alba sucedió, como podemos ver,

mucho tiempo antes de que el Dr. Arroyo

del Río ascendiera a la Presidencia de

la República, y sin embargo, aún hoy

se lo acusa de ser el responsable de

que nuestro país haya sido derrotado

militarmente en 1941.

El Perú conocía perfectamente cual

era nuestra condición militar y,

aprovechándose de ella, el 23 de julio

de 1941 desató furiosos ataques contra

las débiles guarniciones extendidas a

lo largo de la frontera en las provincias

de El Oro, Loja y el Oriente. Ante

esta situación, nuestras pocas fuerzas

militares, aunque lucharon con

heroísmo, fueron vencidas, no por

el valor, sino por la abrumadora

superioridad militar del enemigo.

Después de los primeros ataques

peruanos de los días 5 y 6 de Julio, al ser

preguntado por el Canciller -Dr. Julio

Tobar Oonoso- cual era la situación

militar de nuestro país, y si estábamos

preparados para enfrentar una guerra,

el Cmel. F. Urrutia, en su calidad de

Comandante General del Ejército había

indicado que el país estaba preparado

"para una guerra defensiva con el

apoyo de las fuerzas materiales";

pero en la Sesión Extraordinaria de la

Junta Consultiva celebrada el 31 del

mismo mes y año, es decir, apenas 25

días después, despertó en plena derrota

cuando ya habíamos sido vencidos por el

ejército peruano y debió reconocer que

había ignorado totalmente cuál era la

verdadera situación de nuestro Ejército,

aceptando además que: "El Ecuador,

en un siglo de vida independiente, no

ha podido armarse para su defensa,

solo por culpa de los malos gobiernos.

''''Hagalnos cualquier concesión" porque ahora el mal es pt'qlH.:.ño~ l11ás tarde será peor .. ~ Si n.:sisthl1os a la invasión del Perú" ..,erá peor para nosotros ... ~~

Ahora, con lo que ha sucedido, el

Ejército ha de ser acusado, cargando

con la responsabilidad de los que no

supieron atender sus necesidades ...

Ahora tenemos a la vista el principio

del desastre. Ahora el Ecuador debe

convencerse de que no puede armarse

por causa de la guerra europea ... ".

Pero como ya la derrota era definitiva

y contundente -precisamente por haber

ido a la guerra sin estar preparados

para ella- durante la misma Sesión

dijo: "Hagamos cualquier concesión,

porque ahora el mal es pequeño, más

tarde será peor. Pensemos en que no

podemos mantener el actual estado

de cosas. Para la movilización de dos

batallones transcurrieron 16 días

para que lleguen a sus destinos. Esto

hace ver la falta de caminos. Por lo

mismo, midamos las consecuencias

futuras. Si resistimos a la invasión

del Perú, será peor para nosotros ... "

(ernel. Rafael A. Puente.- La Mala Fe

Peruana y el Desastre de Zarumilla, p.

163-164).

Increíble ... en pleno conflicto, cuando

solo habían pasado 25 días desde que

se iniciaron las hostilidades, y antes de

25

26

¿Estábamos preparados para la guerra ... ?

Todos los enemigos políticos del Dr. Arroyo del Río, y todos los que medraron alrededor de los gobiernos velasquistas que se sucedieron a raíz de su derrocamiento, 10 han acusado de no haber preparado la defensa militar de la patria; pero muchos de esos detractores, así como todos los entendidos en la materia, contradicen esas acusaciones demostrando las condiciones militares en que la guerra de 1941 sorprendió al Ecuador.

El Cmel. Luis A. Rodríguez, a quien le correspondió actuar en el Comando del Ejército, en la frontera, en esa aciago año de 1941, en la página 62 de su obra "La Agresión Peruana" dice: "El conflicto nos sorprendió sin un centavo, desnudos, inermes, sin caminos, sin medios, sin almacenes, sin materia prima para nuestras fábricas, pues parece mentira, hasta el algodón para fabricar la tela kaki para los uniformes de los soldados, había que comprarla al Perú. Esa era la triste realidad. jUnicamente teníamos patriotismo! Mas con esto, no se improvisa la defensa, de la nada, en un momento, ni se combate contra la aviación, la marina, el tanque ... "

A esta angustiante narración podemos agregar la que hace el Cmel. Rafael A. Puente en la página 37 de su libro "La Mala Fe Peruana y los Responsables del Desastre de Zarumilla", donde dice: " .. .la invasión peruana nos sorprendió en la más angustiosa insuficiencia de fuerzas terrestres, marítimas y aéreas; sin preparación moral para el choque, sin orientación entre el Poder Público y el Poder

Militar, sin medios económicos para el sostenimiento de la guerra, sin servicio de inteligencia, sanidad, parque; sin agricultura para el mantenimiento del Ejército y de la población civil, sin la industria nacional de manera de poderla utilizar y realizar su transformación en sentido militar. En suma, con un Comando que no conocía la esencia de la guerra ni de los medios limitados de que disponía para poner en marcha las operaciones defensivas que el País exigía. No comprendían que en la guerra no es alegando derechos únicamente como se defiende lo que se posee, sino que es necesario también repeler con la fuerza las agresiones de la fuerza. Ignoraban que solo se puede esperar éxitos en la defensiva, esforzándose en debilitar al enemigo, a la vez que conservando y aumentando las propias fuerzas, de manera que se pueda alcanzar la victoria en la batalla decisiva y con ella estar en situación de tomar la ofensiva"

Por su parte, la Comisión Especial Investigadora, en su informe presentando al Ministro de Defensa dice: "Sin dinero nada se puede hacer en la defensa nacional, para la cual se requiere muchos millones de permanente provisión como fuente inagotable para la adquisición y relevo constante de elementos bélicos que se usan al día en el aire, mar y tierra, además de la atención ineludible de los servicios logísticos, sueldos, ranchos etc. para el personal del Ejército.

Debido a esta pobreza presu­puestaria del Ministerio de Defensa, sobre todo en los últimos años anteriores a 1941, la agresión del Perú encontró al Ecuador con deficiente dotación de fusiles de varios sistemas, pocas ametra­lladoras, una irrisoria artillería de distintos tipos o modelos, esca­sísima dotación de cartuchos, almacenes militares vacíos, sin ningún servicio logístico, sin fortificaciones, sin vías de comunicación estratégicas, sin medios de alcance y comunicación, sin medios de transporte, sin aviación, sin maquinaria, sin regimientos o grupos de caba­llería, sin caballos con atalajes completos, etc. En una palabra, no sería exagerado el asegurar que el país se encontraba desarmado para enfrentar un conflicto internacional, y más aún para sostener una guerra.

Para tener una idea sobre la pobreza fiscal que ha impo­sibilitado la adquisición de material bélico, basta conocer que en los presupuestos del Estado de los años 1939, 1940 Y 1941, se ha asignado al Ministerio de Defensa las cantidades globales de SI. 29.414.044,00, SI. 26.740.000,00 Y SI. 24.676.930,00 respectivamente, con los cuales había de atender a sueldos, ranchos del personal del Ejército y otros gastos de admi-nistración, cuyo monto total aproximado pasa de SI. 22.000.000,00 por año, y que, por consiguiente, poco o nada quedaba

para la compra de armamento, dotación de cartuchos, equipos, obras de defensa, vías estratégicas, medios de transporte, etc., máxime si se toma en cuenta que solo para la mediana defensa de Guayaquil y parte de la costa ecuatoriana se ha presupuestado un costo de SI. 215.118.650.00. Con este detalle, ya se puede suponer lo que costaría la adquisición de materiales para la defensa del país".

Si se necesitaba el Presupuesto Nacional de casi diez años para cubrir solo el costo de la defensa de Guayaquil y parte de la costa, ¿Cuánto hubiera sido el presupuesto necesario para la defensa efectiva y segura de todo el territorio nacional...?

A lo señalado anteriormente y para finalizar este enojoso capítulo, es preciso consignar lo que dice el Cmel. Urrutia en uno de sus infonnes: " ... en 1939 no se pagó la cuota de ese año por cuenta del empréstito italiano para armamentos. Se dejó perder la venida de material bélico. Se dejó regresar de Panamá la munición para los cañones Greda de 20 mm. antiaéreos y antitanques".

¿Quiénes los responsables?, pregunta el Cmel. Puente ... y él mismo se responde: "El señor Ministro de defensa de ese entonces, señor Galo Plaza, tiene gran responsabilidad sobre el regreso de ese material de guerra. El país ha debido hacer cualquier esfuerzo para cubrir sus cuotas y atender de preferencia a la defensa del País" (ldem, p. 44)

27

que el Perú exprese sus exigencias, ya

el Comandante General del Ejército,

Crne!. Urrutia, propone rendirse y

hacer "cualquier concesión". Esto,

indudablemente, refleja cual era la

condición y la preparación militar no

solo de nuestro Ejército sino, también,

de sus altos oficiales.

Fue por eso que, ante este estado

de franca agresión, conociendo cuál

era la verdadera situación militar de

nuestro País, y tratando de aplazar

la recomendación que hacía el

Comandante General del Ejército

en el sentido de que era preciso

hacer "cualquier concesión",

porque "más tarde será peor", el

Ecuador acudió a los organismos

internacionales en busca de respaldo

a sus derechos y soberanía territorial,

pero ante la magnitud de la Segunda

Guerra Mundial y el ataque japonés

a Pearl Harbor nuestro problema fue

considerado de poca importancia.

Al respecto, el Myr. Francisco

Sampedro V. , en su obra "El Espacio

Territorial Ecuatoriano de 1830 a

1992" dice: "Arroyo del Río -como

catedrático universitario- fue

consagrado al derecho, y como tal,

Los derechos territoriales ecuatorianos no eran conocidos en el ámbito interamericano debido a la ineficaz acción de la Diplomacia ... 28

tuvo el error de creer en la eficacia

de los organismos internacionales,

sin tener en cuenta que los

derechos territoriales ecuatorianos

no eran conocidos en el ámbito

interamericano debido a la ineficaz

acción de la Diplomacia y sobre todo,

que el derecho debía estar respaldado

por la fuerza ... ".

Vencidos en todos los frentes de batalla

y con nuestro territorio invadido por

tropas peruanas, en enero de 1942 una

delegación ecuatoriana -presidida por

el Dr. Julio Tobar Oonoso- asistió a la

"Tercera Conferencia de Cancilleres

de América" que, promovida por los

Estados Unidos de América, se reunió

en la ciudad de Río de Janeiro, Brasil,

"en pro de la unidad y solidaridad

continental".

En Río de Janeiro y luego de varios

días de discusiones, obligados por

la incapacidad militar de defender

nuestra soberanía, presionados por los

representantes de los países americanos

que habían acudido a dicha conferencia

y olvidados por los organismos

internacionales, en la primera hora

del 29 de enero de 1942 el Ecuador

sufrió el doloroso trance de firmar el

llamado Protocolo de Río de Janeiro,

el mismo que dio legalidad jurídica a

las posesiones militares que el Perú

mantenía, desde muchísimos años

atrás, en las regiones regadas por los

afluentes de la margen izquierda del

Marañón-Amazonas.

A pesar de que el Protocolo de Río

de Janeiro había sido un documento

salvador de la existencia de la

República, y sobre todo de Guayaquil

que siempre ha sido la presa más

codiciada por los peruanos, el 28 de

mayo de ese mismo año un grupo de

anarquistas y universitarios -seducidos

por la retórica patriotera del Cap.

Leonidas Plaza Lasso- intentó asaltar

el Palacio Presidencial supuestamente

con el propósito de exigir al Presidente

la renuncia, bajo la acusación de ser el

culpable de la derrota militar y de la

firma del Protocolo de Río de Janeiro.

Esa tarde, Luis Felipe Borja del Alcázar

-padre del Dr. Rodrigo Borja Cevallos­

convertido en abanderado del motín

asesinó a quemarropa a un carabinero e

hirió a varios más. Ante esta situación,

la guardia presidencial abrió fuego y los

asaltantes tuvieron que huir envueltos

en su cobardía. Plaza fue capturado y

Borja buscó refugio donde sus amigos,

huyendo entre matorrales y páramos

hacia el Perú ...

Ironías de la vida: Se acusa al Dr.

Arroyo del Río de traición, de ser el

culpable del desastre militar del 41

y de la firma del Protocolo de Río

de Janeiro, se lo acusa de que por su

culpa el Ecuador ha dejado de ser país

HA pesar de que el Rector de la Universidad negó el salón para la conferencia que trataba de sustentar el capitán Leonidas Plaza, que la víspera había publicado en el diario conservador EL DEBATE, una carta abierta subversiva, se realizó tal acto en la Universidad, tomando a lafuerza el paraninfo.

La conferencia comenzó a las cinco y media de la tarde y asistieron algunos estudiantes y un público extremista reaccionario. La conferencia terminó con el juramento tomado por Plaza, expresando que se debía desalojar al Primer Magistrado, por lo que enseguida la manifestación haciendo disparos de revolver y fusil salió con dirección al Palacio de Gobierno.

En el Palacio encontrábanse el Presidente de la República, sus Secretarios y los edecanes. Los manifestantes se dirigieron a las gradas del Palacio con el ánimo de penetrar, siendo el objeto dar cumplimiento a un plan terrorista, acaso pretender asesinar al Presidente de la República.

El ciudadano Luis Felipe BOfja, portando bandera y pistola, y otros manifestantes bien armados, pretendieron forzar el paso, siendo detenidos por el teniente Juan Ruiz.

En esos momentos Borja sacó la pistola y disparó a boca de jarro contra dicho oficial y demás carabineros, matando instantáneamente al carabinero Gerardo Espinosa. Prosiguiendo el tiroteo, los terroristas hirieron a los carabineros Miguel Montalvo ... Manuel Castro ... Segundo Vargas ... y Sergio Narváez. Los heridos se hallan de suma gravedad.

La escolta rechazó a los atacantes, echando primero tiros al aire, pero el ataque continuó, especialmente contra el Palacio de Gobierno, que está completamente abaleado ... ".

(El Universo, Mayo 29 de 1942)

29

Arroyo del Río "no era un dictador ni mucho menos un tiranuelo., sino que trató de imponer un elemental sentido de disciplina ...

30

amazónico; pero uno de sus acusadores,

luego de asaltar el Palacio de Gobierno,

para evitar ser capturado busca la

protección -precisamente- del Perú.

El que huye busca refugio donde sus

amigos, no donde sus enemigos; de esto

se deduce que el Sr. Luis Felipe Borja

del Alcázar era amigo de los peruanos,

de esos peruanos que un año antes

habían invadido a nuestro país.

....•.•............•••••••••..•.•.......

Desde los primeros días de su gobierno

el Dr. Arroyo del Río se había empeñado

en rescatar la moralidad en los distintos

departamentos de la Administración

Pública; esto le generó -como no

podía ser de otra manera- el odio y el

resentimiento de un amplio sector que

no se resignaba a perder los beneficios

y prebendas alcanzados a favor de una

burocracia que -al igual que sucede

hoy en día- consumía gran parte del

presupuesto nacional.

Arroyo del Río '"no era un dictador

ni mucho menos un tiranuelo, sino

que trató de imponer un elemental

sentido de disciplina ... Se había

hecho corriente en el hombre del

Ecuador la inadmisible actitud de

vivir a la sombra del Presupuesto

del Estado y combatir al Gobierno.

En el caso del Dr. Arroyo del Río,

este se vio obligado a tomar ciertas

medidas represivas y poner en la calle

a quienes encasillados en las filas de

la educación pública, lo combatían

sordamente. Era precisamente lo que

esperaban los mencionados jóvenes

para adquirir la corona de espinas

del martirio" (J. Gonzalo Orellana.­

Resume Histórico del Ecuador, Tomo

1, p. 139).

Estos resentidos no comprendían que

su obligación era trabajar para rescatar

la economía de un país que atravesaba

situaciones muy difíciles. Durante la

Segunda Guerra Mundial y sobre todo

después del 7 de diciembre de 1941

en que el Japón había atacado la base

naval norteamericana de Pearl Harbor

en Hawai, todas las exportaciones

de nuestro país se habían reducido

sustancialmente; esto, sumado al

desgaste económico que produjo la

invasión peruana y la reconstrucción

de las zonas afectadas por el conflicto,

ocasionó en las arcas fiscales un

des financiamiento de características

alarmantes: Le tocó entonces al

Presidente sortear con inteligencia y

habilidad las tremendas consecuencias

de la depresión económica, impidiendo

la inflación y la desvalorización de la

moneda, de tal manera, que al finalizar

1942 el endémico fisco ecuatoriano

obtuvo un apreciable superávit.

Ese mismo año -entre el 16 de

noviembre y el 16 de diciembre-,

por invitación de los gobiernos de

Colombia, México, Estados Unidos,

Cuba, Panamá y Venezuela , el Dr.

Arroyo del Río realizó un histórico viaje

que dejó recuerdos inolvidables en el

pueblo y gobernantes de cada uno de

esos países, que recibieron al "Apóstol

del Panamericanismo" con los mns altos

honores y consideraciones.

Digno de ser considerado es el hecho

de que, a pesar de que los Estados

Unidos se encontraba plenamente

involucrado en la 11 Guerra Mundial,

el Presidente de ese país, Sr. Franklin

D. Roosevelt, acudió personalmente a

recibirlo en el aeropuerto internacional

de Washington.

Durante esa inolvidable gira, en la que

nuestro pais fue extraordinariamente

representado por su Presidente

Constitucional, el Dr. Anoyo del Rio,

como 10 hizo siempre, "derrochó sus

altísimas dotes oratorias en discursos

que .trajeron la admiración,

especialmente de los congresos y

centros de cultura ... .. (Gral. Fernando

Dobronski Ojeda I GuilJermo Segarra

lñiguez.- I/istoria del Ecuador: El

Camino del Sol, tomo JI, p.2/4).

"Quise dar en el exterior la sensación

fundada de que el Ecuador había

abandOnado

revolucionaria

su inclinaci6n

que pareela

incorregible y que se respetaban los

gobiernos legalmente establecidos.

Fue uno de los propósitos que me

El 23 tk nowembre de 1942. ¡«ha en que el pre.fid~·nle Arroyo del Rio o"lbó o la Ciudad de Ifinhutgton. en el mismo <NTVf'WfflJ.fw r«'ihido p('t'<;{)f/(l/mentt!! por el prc~ldt:nle de lo.~ F.~laJrJ~ Unidos. Sr: FrunHin /) R(/(J,)t:\'f'II. con qui~n.le dirlglfi o 1(/ Caso 8Ian~'ll

JUniO u ~IJ(U rslO el EMho)ador- ti.:! EUlQdor en e.ft!! ¡xm. Cap Colón EloJ Alfarn

31

movió a efectuar la gira que en 1942

hice por varios países de América,

y durante la cual hallé quienes se

sorprendieran de que un presidente

ecuatoriano pudiese salir del país sin

peligro de que lo derrocaran ... " (Bajo

el Imperio del Odio, p. 27)

A pesar de la Guerra Mundial, de

la invasión peruana de 1941, del

desmembramiento territorial que

sufrió nuestra patria, de los gastos de

reconstrucción nacional y de la intensa

oposición que padeció durante todo su

mandato por parte de quienes buscaban

desestabilizar al país para continuar

con el festín de los desgobiernos y las

dictaduras, el Dr. Arroyo del Río pudo

realizar obras de gran beneficio social.

Pocos meses antes de finalizar su

gobierno y cuando se iniciaban los

preparativos para las nuevas elecciones

presidenciales, a principios de 1944

el Partido Liberal -aunque un poco

debilitado por las luchas internas­

propuso la candidatura del Dr. Miguel

Angel Albornoz, Director Supremo de

dicho partido y último Presidente del

Congreso Nacional. Para contrarrestar

A pesar de la gravísima situación económica que vivía el País, el Dr. Arroyo del Río mantuvo estable la moneda y realizó obras de gran ben­eficio social.

32

esta candidatura, las fuerzas opositoras

organizaron una coalición que agrupó a

comunistas, socialistas, conserva-dores

y disidentes del Partido Liberal, a la que

denominaron Alianza Democrática

Ecuatoriana (ADE), la cual auspició la

candidatura del Dr. José María Velasco

Ibarra, que se encontraba -como fue

siempre su costumbre- radicado fuera

del país.

En Guayaquil dicho movimiento estuvo

integrado por destacadas personalidades

como los doctores Francisco Arízaga

Luque, Alfonso V. Larrea, Angel

Felicísimo Rojas y Alfredo Vera; y por

los señores Pedro Saad, Pedro Jorge

Vera, Enrique Barrezueta y Franklin

Pérez Castro. Los gestores de A.D.E. en

Quito fueron los doctores Camilo Ponce

Enríquez, Manuel Agustín Aguirre,

Mariano Suárez Veintimilla, Manuel

Elicio Flor y Eduardo Ludeña; juntos

a Modesto Larrea Jijón, José María

Plaza, Gustavo Becerra, Guillermo

Lasso, Aníbal Oña Silva, Julio Teodoro

Salem, Luis Maldonado Cornejo y Nella

Martínez. Rojos y azules entremezclados

para la revuelta.

Se empezaron a esgrimir entonces los

argumentos necesarios para levantar

a la población, y especialmente a los

estudiantes que, lamentablemente y por

su mala o ninguna orientación política,

eran fácil presa de los anarquistas.

El 28 de Mayo

La vergfJenza ' . . nacional ante la derrola

militar sufrida d urallle la invasión

peruana de J 941 J Sus culpas • e afán de ocultar

. por parte de quienes bab! Sido lo ' an

s causantes de elJa la ti del Protocolo de Río de J: . Jrma acusación d Delro, la

equeeJgobiemod Ano del Río era de pó . e yo

s tlCO y la Sunnc, ' '6 de q "., .• ICI n Ue se estaba fra

gtJando un fraude electoral, fueron los ::1m

es . . -burneDIQS que &nmleroD los golpistas. . .

la as da paraJustJficar Don que eslaJló el 28 d

de 1944 e mayo cuando ·a las 10 de la [)

al grito de 'V' oche_ , ,v. Vel.5CO lb se sublevó 1 . arra!

a guarnIción militar d Guaya 'J e

qUJ • y no el puebJ 0 , como tantas

veces se ha dicho.

Volvía entonces a a parecer -al igual

que hahia SUCedid d de141_ la o Urante la guelTa

"' " eXlnul"a COnjunción de ciertos mI ltares COn el Dr. Velase n. __ _

. o.~ a qUIen Jos eXlTemisras hab' .' .. lan escogIdo ... como ari te d

e e utilidad lraos itoria para la subversión la d el odi .. • estrucción y

o (Informe del M ' , G b' IOlstro de

o ICTno a la Cám . ara de Diputados

QUitO, 26 de Agosto de 1942), '

Aprovechaod o el caos -COmo .

OCurre Siempre en estos casos_, no tardaron

en aparee I er os politiqueros de tumo

que lograron . , reunir a un considerabl

numero de anarquistas . e deJ g b ' . y oPOSitores

o lemo a • qUienes los milita

rebeldes entregaron armas res al ré . para d(.'rrQcar

gImen.

LA 'VIAnRtrGAlJ¡\ RESISTIA CUERPO DE CARA.BINEROS

:... .. ,j. -

n Militar Anoche ENCABrZA C:\P. GIRON, DE'L-=-O"'R";UPO=-= DE ART11J J:HI -\ 'Y 11. L.o, M T L"

r.[ mI[ G!lIIPIl 11 _RIrnOS P~o,fJO A vm;os COi!SCllIPTOS

~~~~i:~;;~~~ • • r"

~JIW.IJIY FIIS'1r.!H I'1lVARjflSSEcrORFSDEUl'RBE ~

I I

/

I I I

I

34

Entonces -respaldados por tanques

militares-, soldados y civiles atacaron el

cuartel del Batallón de Carabineros, leal

al gobierno, ubicado en la calle Cuenca,

entre Chile y Chimborazo.

Lo que sucedió luego fue espeluznante:

Acosados por todos lados, los

carabineros se defendieron heroicamente

combatiendo desde barricadas, techos

y ventanas a fuerzas muy superiores

en número y armas. Decididos a no

rendirse resistieron durante varias horas

con encomiable y ejemplar valor, hasta

que -ante la imposibilidad de vencerlos­

los atacantes decidieron incendiar el

edificio con sus defensores adentro.

Habiéndose agotado las municiones, el

Comandante de los Carabineros -Mayor

Lugardo Proaño- salió con las manos en

alto sosteniendo una ametralladora ZB

que tiró al suelo en señal de rendición.

Como respuesta, una ráfaga de balas

segó la vida del valeroso oficial.

A las 8 de la mañana del día 29 todo

había concluido. De los 300 carabineros

que defendían el cuartel, muy pocos

lograron sobrevivir: La mayoría había

perdido la vida durante la refriega,

muchos heridos fueron envueltos por

las llamas del incendio y murieron

carbonizados, y los que intentaron

escapar fueron vilmente asesinados.

Por parte del ejército golpista,

inmensamente superior en armamento

y en hombres, solo hubo 7 muertos y

34 heridos.

1944 - 28 de Mayo -1945 Trascendencia del Movimiento (Fragmentos)

Pero mi miedo debió se muy grande, hasta el extremo de oscurecerme la vista. Porque no vi a los héroes que aparecieron al día siguiente ...

Los Héroes de Mayo

"No quiero pensar en los héroes muertos. Vaya referirme solo a los vivos. Entre los muertos figuran algunos que fallecieron el 28 con disentería y tifoidea. Y figuran, también, pacíficos transeúntes atravesados por balas perdidas. Respetemos a los muertos, que nada tienen ya que esperar de la Revolución de Mayo. Los héroes que me interesan y me conmueven son los otros. Los que tienen muerta el alma y viven todavía. Brotaron la mañana del 29, por generación espontánea. Obligado por la labor periodística, me vi metido entre dos fuegos, en compañía de Abel Romeo. Pudimos observar el desarrollo del combate, en su mejor momento.

Del 27 a/29

A veces he pensado que el 28 de mayo no existió en el tiempo y en la vida. Faltó esa hoja en el calendario de 1944. Del día 27 se pasó al día 29. Y los hombres que el27 tejían en la rueca de las horas, siguieron el29 cruzando los mismos hilos. Posturas y detalles el 27. Detalles y posturas el 29. Pero el rico siguió siendo rico. Y el pobre, más pobre. Nada de lo que había el 27 dejó de haber el 29. ¿Entre el 27 y el 29 se hizo una revolución? ..

(El Telégrafo, Mayo 28 de 1945.- Porthos, Cosas que Pasan)

Esos ecuatorianos, que como veremos

más adelante, no supieron defender a

la Patria dumnte la invasión peruana de

1941, no dudaron en asesinar a otros

~uatorianos, simplemente para acceder

al Poder.

En Quito, y desde varios lugares del

pais, el ejército y los carabineros -leales

al gobierno- pidieron al Presidente la

autorización para enfrentar a los

anarquistas, pero éste prefirió renunciar

para evitar los horrores de una nueva

guerm civil. que se hubiera desatado

cuando faltaban solo tres meses para

concluir su ma.ndato.

Su renuncia pudo facilitar que el

país se mantenga dentro del régimen

constitucional sin destruirlo, pero eso

no era lo que querían los golpistas;

lo que estos querían era precisamente

todo 10 contrario: " ... La captación de

un poder dictatorial que les permita

aplicar, con libertad ilimitada y sjn

t!storbos legales, todas lu formas

posibles de aniquilamiento, de

muerte (jsiea o civil de los .d"ers8f;os

vencidos" (Oscar Efrén Reyes.- Breve

Historia General del EClludor. Tomo 2,

p. 301).

En efecto, aunque mucho se ha dicho

que la asonada del 28 de mayo fue una

rc\-olución popular en la que participó

todo el país, ha quedado demostrado

que no fue así, y que Simplemente se

trató de un levantamiento militar al

que se sumaron los anarquistas y los

detractores del gobierno con el (mico

propósito de impedir que se realizaran

las elecciones presidenciales y lograr, de

alguna manera, acceder al poder aunque

sea por la ventana.

y as' fue: Consumada la revuelta en

Guayaquil y cuando todos esperaban

que el Dr. Francisco Arízaga Luquc

-principal gestor civil del golpe y uno

de los poHticos más importantes de la

época- sea llamado a gobernar, este

fue dejado a un lado y se formó en

Quito un "gobierno revolucionario"

integrado por Julio Teodoro Salem,

en representación de los disidentes

del partido liberal; Mariano Suárez

VeintimiJla por los conservadores.

Manuel Agustín Aguirre por el Partido

17fncipa/~ protagonis. tas civil)' militar del 28 tk maya tk 1944. El Dr. "'ranCLfi'a Amaga Luque seria 'ra¡cwnado por 'a beruificwrio.r del golfM; Y d ClIP Sergio Enrique Glrón desaparecerla .sin

pel/Q ni g/orio.

35

A('OIfIpaAaao pot" e# 1)r F ranc:/lro "" ~"K(I Luqur. uno tN /0., prlrtClpolu mlr",bros dt' lo fllOlUO IkMocnillf-'i1 ELwtununo (ADE), Iwgo MIl" tk MOJ'U d Dr ' t-/wn.l {barro ~ rvtkodo por j lml'mí:lIl1tr , t¡11t' crr¡anu~~

1!1f ni.' tkmoj.~irn'

ujr«'lmlrmo' Pm"M Iwulrill lu J.. ... q"- ,,",

36

Soclahstn, Gustavo Becerra por el

Partido Comunista, el Gral. LUIS Larrea

Alba por Vanguardia Revolucionarla

Socialista y Camilo Ponce Enríqucz

por el Frente Democrático Ecuatoriano.

Estos, por miciativa del Dr. Salern,

llamaron al Dr. Ve!asco Ibarra -que

nada había tenido que ver e OIl la

revuclta pero a quien sabían sería

mu) fácil de manejar- y " través de la

aCh'\sla comunista NeUa Martinez -a

quien se habia designado con el cargo

de Mmislro de Gobierno- en la mai\ana

del 1 de junio le entregaron el mando

de la República.

.. o creáis que voy a hacer una

dicl.dunl, que es la lcorfa corrupla d~

los pueblm". dijo en su pnmerdiscurso,

pronunciado en Quito, el demagogo que

había rolO la Constitución en 1935 y

posiblemente ya CSlaba preparando su

segundo golpe, que lo darla el 30 de

marola de 1946, antes de cumplir un afio

en el gobierno.

Así, de la noche a In mai'J.ana, como por

arte de magia, el caudillo populista se

encontró por segunda vez con el Poder

en sus numos.

Posteriormente y durante cerca de

cuarenta ai1os. Jos usufructuadores del

golpe de Mayo han tratado de sostener

que este fue un le\antarniento popular,

pero basado en cartas y documentos

incontrastables. en su edición del 25

de mayo de 1945 diario El Telégrafo

de Guayaquil publicó una resefta

que dice: "Fue durante las últimas

semanas d~1 pasado alo de 1943, y

en la población orense de Piñas, la

fecha y el lugar donde se fraguó un

plan revolucionario militar que meses

más tarde, debía culminar en las

jornadas de reconstrucción nacional

de los días 28 y 29 de mayo, que libró

brillantemente el ejército y el pueblo

de Guayaquil, para liquidar la tiranía

de la oligarquía gobiernista del Dr.

Arroyo del Río.

El hoy Mayor de Artillería Sergio

Enrique Girón ostentaba en

noviembre del año pasado el grado

de Teniente, y por orden superior

se trasladó a la Plaza de Piñas para

prestar sus servicios en la Batería

Independiente "Atahualpa". El

hombre que comandó las fuerzas

militares revolucionarias en la

noche del 28 de mayo de 1944, se

reunió en aquella pequeña población

de la provincia de El Oro con otros

compañeros del Ejército tales como el

teniente Gustavo Corral, el teniente

Lalama y los subtenientes Marcos

Almeida y Arturo Moscoso.

La oficialidad de las unidades

que se mencionan más arriba, y

cuya adhesión debía ser obtenida,

declararon su entusiasta apoyo

ante las gestiones realizadas por el

entonces teniente Girón, antes de

que fuese trasladado -el 11 de marzo

de 1944- a la ciudad de Guayaquil, en

... el golpe militar del 28 de mayo de 1944 tuvo como objetivo "Liquidar la tiranía oligárquica gobiernista del Dr. Arroyo del Río" ... Cuando solo faltaban tres meses para terminar dicho gobierno.

cuya plaza ingresó, con el grado de

capitán, en la oficialidad del Grupo

de Artillería VilIamil.

Con el objeto de reclutar un número

mayor de adherentes al movimiento

que se planeaba, el capitán Girón

creyó necesario modificar el itinerario

de su viaje al puerto guayaquileño,

dirigiéndose desde Piñas aLoja,

y desde allí, por la provincia de

Cuenca. Durante este trayecto, el

joven oficial de artillería se puso en

contacto con gran parte de los oficiales

pertenecientes a las guarniciones

militares destacadas en las referidas

provincias. Todos los compañeros

de armas con los que habló en esa

ocasión el capitán Girón, empeñaron

su palabra para la realización del

movimiento revolucionario, tan

pronto como tuvieran conocimiento

de que el golpe se habría producido en

Guayaquil, en la fecha convenida".

Como se puede ver, no hay acusación

de traición a la Patria ... no se acusa

al Dr. Arroyo del Río de ser culpable

37

La "Gloriosa" no fue otra cosa que un golpe militar propiciado por un grupo de militares traidores a la Constitución y al Gobierno.

de la debacle militar del 41 ni de

haber firmado el Protocolo de Río de

Janeiro, en 1942. La asonada militar

intenta ser justificada con el simple

y pobre argumento de "liquidar la

tiranía de la oligarquía gobiernista

del Dr. Arroyo del Río", ¡cuando solo

faltaban tres meses para terminar dicho

gobierno!

Es indudable que el golpe militar del 28

de mayo de 1944 tuvo un solo objetivo:

Evitar las elecciones.

NI UN DIA MAS, NI UN DIA MENOS

Esa es la realidad de la pintorescamente

llamada "Gloriosa", que no fue una

revolución popular sino un golpe de

Estado propiciado por un grupo de

militares traidores a la Constitución

y al Gobierno que habían jurado y

tenían la obligación de defender. Y

esto lo demostró el propio beneficiario

de la asonada, el Dr. José María

Velasco Ibarra, en el Decreto No. 1

que suscribió al asumir el mando, por

medio del cual reconoció que fue el

Ejército Nacional quien destruyó " ...

un aparente orden legal basado en

el Decreto Legislativo de facultades

omnímodas ... etc. etc ... "

A continuación y obnubilado por

su desesperado deseo de acceder al

Poco tiempo entes de que finalizara el gobierno del Dr. Arroyo del Río, el periodista Natalio Burstein -que hacía un recorrido continental para la publicación de la monumental obra "El Anuario Americano" - visitó al Presidente de la República para lograr de él un reportaje. En esa ocasión, el Dr. Arroyo del Río expresó: "Todo el País sabe que yo nunca quise ser Presidente de la República; que cinco veces la rechacé, hasta que no tuve más remedio que aceptarla; pero dije bien claro que si seria Presidente era para cumplir con la Constitución y las leyes, y hacerlas cumplir con todo rigor si fuera necesario, para tranquilidad del país. Quería darle al país bienestar y paz, que mucha falta le hacían. Ese fue mi propósito al llegar a la Presidencia, y ese propósito lo estoy cumpliendo y lo cumpliré hasta e último día de mi Presidencia. Yen cuanto a lafalsedad de que quería reformar la Constitución, todo el pueblo sabe que es falso, por cuanto todos conocen que desde el primer día he dicho que iba a ser Presidente por el tiempo que me eligieron, es decir, por cuatro años, ni un día más, ni un día menos ... ".

A raíz de su derrocamiento, el28 de mayo de 1942, en su mezquino entendimiento o en la pequeñez de su talla, sus detractores y los beneficiarios del cuartelazo hicieron mofa de la frase "Ni un día más, ni un día menos ", y la repitieron con burla cada vez que tuvieron un interlocutor, de su misma talla, con quien compartir esa frase que nunca pudieron comprender.

Poder, Velasco Ibarra decretó que

asumía la Presidencia de la República,

olvidando que es el pueblo quien,

soberana y democráticamente, elige

a sus gobernantes. Lo que él asumió

fue, simplemente, una nueva y triste

dictadura.

Finalmente el dictador adoptó la

Constitución de 1906 " ... en cuanto

esta no se oponga a los principios

de la revolución" anunciando así -

por decreto- que no estaba dispuesto

a respetarla.

Para entonces, la turba embrutecida

gritaba sin comprender una frase que

sus cabecillas la obligaban a repetir: "Ni

un día más ... Ni un día menos"

Velasco Ibarra y la "Revolución"

En su calidad de Jefe Supremo el Dr.

Velasco Ibarra convocó a una Asamblea

Constituyente que se reunió en Quito a

partir del 10 de agosto de ese mismo

año. Dicha Asamblea Constituyente

debía elegir al nuevo Presidente

Constitucional de la República y,

conocedora de las pasiones políticas

que caracterizaban al Dr. Velasco

Ibarra, por primera y única vez en

nuestra historia no eligió al dictador

gobernante y se pronunció por el Dr.

Manuel Elicio Flor. Fue entonces que,

cumpliendo órdenes del dictador, tropas

militares al mando del Crnel. Carlos

Mancheno rodearon amenazantes el

Para ellos, que seguramente no han leído o no tuvieron tiempo para leer la obra del Dr. Arroyo, "Por la Pendiente del Sacrificio ", me permito -aunque es posible que hoy tampoco lo comprendan- transcribir el texto de la página 81, que dice:

"Ni un día más, ni un día menos", dije refiriéndome a mi estadía en el Sillón Presidencial. "Ni un día más", para demostrar que estaba allí, limpio de todo propósito de "continuismo", de todo apego bastardo a Poder, de todo afán de provecho cuya prolongación me sedujera. "Ni un día más", para manifestar que no extendería mi mandato, ni un instante,fuera del término por el cual me fue concedido, como lo imponía un comprensivo sentimiento de alternabilidad republicana. "Ni un día menos ", para indicar que mi permanencia en la Primera Magistratura, por el período constitucional de cuatro años, lo tomaba como la ejecución de un deber que había aceptado y a cuyo íntegro cumplimiento estaba decidido, pese a todo el sacrificio que él comportaba. "Ni un día menos", para hacer constar que apreciaba en su verdadera acepción democrática, el cometido que me confiara el pueblo ecuatoriano, y ante el cual no cabían temores, abandonos ni renunciamientos. "Ni un día más, ni un día menos ", dije entonces, y me satisfago y me enorgullezco de haberlo dicho, porque esas palabras, que han quedado imborrables en nuestra historia, representan al mismo tiempo, un claro concepto de responsabilidad y desinterés, de civismo y de entereza ".

Por algo, el Sr. Burstein cerró su reportaje con estas palabras: "Yen estos momentos pienso que cuando entré al Despacho Presidencial fui a ver al señor Presidente, y cuando salía del Despacho Presidencial acababa de ver a un Presidente Señor".

39

Va/M/JÚOSe de Jas Fuer;:Q!t A.rmodar y 114ego df.' rodear con tatlques fk guerra el recinto Jlgis/ativo, el Crnl'l Corlos Mllnc:henQ, cumplit!ndo órrknet del gobierno, amedrentú a los Ilg/:Jludorl'.$ y II.! IMpUSO lo obligociim de t!/~K;r al mISmo Dr. f',kuco lbarro paro el c0'iV de Prcsüknle ConslilucumoJ de lo Rtpúblico

40

recinto donde se habían reunido los

asambleístas y eStos, acobardados y

pusiJánimcs, cambiaron su votación y

por unanimidad eligieron al Dr. Vela.,<¡co

lbarra para el periodo de 1944 a 1948.

iniciándose en nuestro país una época de

pennanentc convulsión y persecuciones

políticas que duró muchos meses.

" El gobierno y los constituyentes,

deseosos de dar forma de legalidad a

ealas represalias, crearon comisiones

investigadoras y tribunales espedales

y, finalmente, publicaron drásticos

decretos punitivos contra los

principales inculpados, dAndose

varios casos de personajes con doble

unción por los mismos hechos, una

por parle del presidente Velasco

'barra y otra por parte de la

Asamblea" (Jorge Salvador wra.- El

Ecuador de /944 u 1960, Historia del

Ecuador. Sa/vat, tomo VII, p. /27) .

La violencia y los abusos no tuvieron

límites, y p818 fortalecer y apropiarse

totalmente de la "revolución", el Dr.

Velasco lbarra inició dos etapas de

persecución y venganza política: La

persecución y venganza política: La

primera en contra del Dr. Arroyo del Río

y de sus colaboradores; y la otra, contra

los socialistas y comunistas que habían

luchado para llevarlo al Poder.

Ve lasco cometió toda clase de atropellos

y, celoso de la obra de Arroyo, procedió

a apropiarse de ella. Fue así como el

Instituto Cultural Ecuatoriano, creado

en 1943 por el Dr. Arroyo del Río,

fue "vuelto a crear" con el nombre de

Casa de la Cultura Ecuatoriana. Al

Colegio Nacional Juan Pío Montúfar de

Quito, fundado por el régimen anterior

en octubre de 1943, le cambió la placa

de fundación por otra de 1944 que dice

solamente Colegio Montúfar. Puentes,

caminos, edificios y otras obras que ya

habían sido inauguradas por el gobierno

del Dr. Arroyo del Río, volvieron a ser

inauguradas solemnemente por el Dr.

Velasco Ibarra.

La biblioteca particular del ex

Presidente le fue arrebatada, y con ella

se creó la Biblioteca de la Universidad

de Loja; pero dicho centro de estudios

se negó a ser partícipe del robo y la

recibió sólo en custodia, para devolverla

posteriormente a su legítimo dueño.

Once militares que tenían el grado

de coronel fueron degradados y otros

fueron castigados con la denegación

de sus pensiones militares. También los

El gobierno del Dr. Velasco Ibarra procedió a imponer sanciones., que era como entonces se llamaba a la venganza política ... Los atropellos no tuvieron límites.

miembros de la Corte de Justicia Militar

fueron "castigados" por el Gobierno y el

Congreso que los declararon des-leales

a las fuerzas armadas.

Fue tan terrible la persecución, que al

Dr. Arroyo del Río le quisieron quitar

sus derechos de ciudadanía y se llegó al

extremo de pedir en su contra la pena

máxima de 16 años de reclusión mayor

extraordinaria.

Pero Arroyo del Río no se afectó, es

por eso que en carta dirigida desde

La Habana al Sr. Gustavo Illingworth

Baquerizo, en uno de sus párrafos

le dice: "El momento de la pasión

enceguecida tendrá que pasar; pasará.

La acción emponzoñada tendrá que

hundirse, y se hundirá en la noche

del remordimiento de muchas

conciencias. Y, entonces, es posible

que la verdad sea canción entonada

por labios juveniles y luz encendida

por pensamientos nuevos. Lo que dije

ayer, lo que estoy diciendo ahora, lo

que diré mañana, allí quedarán para

vergüenza de muchos, como hitos de

fuego que deslinden el campo limpio

de mi acción, de los abruptos eriales

de la envidia"

41

Velasco Ibarra -beneficiario de la

asonada del 28 de mayo- atropelló todos

los principios constitucionales, usurpó

bienes e incautó depósitos bancarios;

encarceló y maltrató impetuosamente a

quienes lo llevaron al Poder, e hizo caso

omiso del derecho de Hábeas Corpus.

Fue tanta la corrupción, y tantos lo

negociados y el saqueo de los fondos

públicos, que el Dr. Enrique Boloña

Rodríguez, Gobernador de la Provincia

del Guayas, presentó su renuncia en

noviembre de 1945 declarando que "El

lodo salpica hasta las mismas alturas

del Poder".

El 23 de agosto de 1947, luego de

haber gobernado como Presidente

Constitucional y como Dictador, y

de haber cometido todos los abusos,

delitos, desatinos y atropellos contra

la República, la Constitución, las

Fuerzas Armadas y la ciudadanía, su

propio Ministro de Defensa -Crnel.

Carlos Mancheno Cajas- por medio de

un golpe militar lo obligó a renunciar

vergonzosamente, poniendo fin a

esa época borrascosa que caracterizó

a la asonada del 28 de Mayo de

1944, llamada pintorescamente "La

Gloriosa" .

... el Dr. Velasco Ibarra reconoció que durante su gobierno en el Ecuador no había habido ni paz, ni tranquilidad., ni libertad, ni justicia. 42

Los términos de la renuncia del Dr.

Velasco Ibarra deben ser conocidos,

porque de ellos se deduce cual era

la situación moral y política que el

Ecuador vivió durante esta segunda

aventura velasquista. Esta renuncia

dice así:

"José María Velasco Ibarra,

Presidente Constitucional de la

República, en beneficio de la paz

de la República, para propender a

la unión y tranquilidad del país y

para facilitar que cuanto antes se

enrumbe la Nación por senderos de

libertad y justicia, entrego el mando

de la República al señor Ministro de

Defensa Nacional coronel don CarIos

Mancheno, y, por consiguiente,

renuncio irrevocablemente al cargo

de Presidente Constitucional de la

República ... "

Por medio de este documento, el Dr.

Velasco Ibarra reconoció que durante su

gobierno en el Ecuador no había habido

ni paz, ni tranquilidad, ni libertad, ni

justicia. Es decir que, incapacitado para

gobernar, el Dr. Ve lasco Ibarra aceptaba

que el gobierno que había presidido a

consecuencia de la asonada militar del

28 de mayo de 1944 había llevado al

país al más completo caos .

y aquí es preciso hacer referencia a una

carta del 16 de enero de 1949, dirigida

por el Crnel. Carlos Mancheno al

Director de diario El Telégrafo de

Guayaquil, en la que -entre otras cosas­

dice: "Por consideración no le metí en

la cárcel el24 de agosto de 1947, para

que responda a los obscuros hechos

y manejos de que estuvo plagada

su administración, como el trueque

del arroz y el azúcar con Cuba; la

compra de terrenos del «Rancho San

Vicente» para el Palacio Nacional,

debiendo responder o aclarar

quiénes se repartieron el dinero de ese

negociado ... el derroche escandaloso

de los seis millones de dólares

arrancados a la fuerza al Banco

Central, después de que resultaron

insuficientes las entradas ordinarias

del presupuesto para la voracidad

oficial. .. el escamoteo del platino que

estuvo depositado en el Banco de

La Previsora ... y otra infinidad de

hechos que callo... A no ser por mí,

ellO de agosto de 1946 el Congreso

no le hubiese reelegido al violador de

la Constitución, sino al Dr. Manuel

Elicio Flor, que estuvo ya listo con los

arreos de Primer Magistrado".

En Defensa de la Verdad

Desde su destierro Arroyo del Río

publicó en su defensa dos importantes

obras de carácter histórico-político:

"Bajo el Imperio del Odio" y "En Plena

Vorágine"; y más tarde tenninó "Por la

Pendiente del Sacrificio", la misma que

debía ser publicada en 1992, esto es,

cincuenta años después de la finna del

Protocolo de Río de Janeiro. En 1995,

a pesar de haber estado lista su edición,

"por orden superior" fue incautada

(x) y se prohibió su publicación, que

solo pudo realizarse en 1998, cuando

el gobierno del Dr. Jamil Mahuad

Witt concluyó el largo proceso de

delimitar definitivamente las fronteras

entre el Ecuador y el Perú, aplicando

lo estipulado en el Protocolo de

Río de Janeiro. Esta obra -Por la

Pendiente del Sacrificio- constituye

un documento de gran importancia

histórica, pues a más de ser la defensa

de su gestión gubernamental, devela

numerosas verdades relacionadas

con la invasión peruana de 1941 y el

desastre militar de nuestro ejército.

Su publicación hizo que aquellos

(x) Así lo demuestra el Gral. Marcos Gándara Enríquez en su obra titulada "El Ecuador del Año 1941 y el Protocolo de Río I Antecedentes, Hechos Subsiguientes, Arroyo y su Tiempo" (Biblioteca del Ejército Ecuatoriano, Quito - 2000). En dicha obra, a partir de la página 1, el Gral. Gándara dice: " ... el 26 de julio de 1995 recibí del Comando Conjunto de las Fuerzas Annadas un ejemplar del anunciado libro del doctor Carlos Arroyo del Río "Por la pendiente del sacrificio", recién impreso, que se me remitió como había llegado, esto es con los cuadernillos sueltos dentro su pasta. El encargo que se me hacía, trasmitido por el Director de Operaciones de ese alto organismo, señor general don Patricio Lloret Ore llana, era el de estudiar la obra para que emitiera un infonne sobre ella, a fin de proceder a autorizar su publicación ....

43

que durante muchos años se llenaron

la boca con discursos patrioteros y

reivindicatorios, buscaran la sombra

para ocultar su vergüenza, aunque

hubo algunos que tuvieron la hombría

y el valor de reconocer su equivocación:

"Para Verdades el Tiempo".

Realidad Histórica

Para conocer cual fue la realidad

histórica de esa época sangrante en

la que le correspondió gobernar al

Dr. Arroyo del Río, es preciso hacer

un pequeño paréntesis -a manera de

prólogo- relacionado con los límites

del Ecuador, cuya historia comienza

-precisamente- cuando se creó la Real

Audiencia de Quito.

Son numerosos los mapas o croquis

que presentan una Audiencia de

Quito que se extiende desde el océano

Pacífico, siguiendo hacia el oriente

por las riberas del Amazonas, hasta

el Atlántico. En todas las escuelas, en

todos los colegios, en las universidades

y en todos los centros educativos, se

Los mapas que presentan una Audi­encia de Quito que se extiende desde el océano Pacífico hasta el Atlántico son falsos ... de falcedad absoluta y sin ningún sustento histórico ni ju­rídico.

44

estudia en libros de texto que al tratar

sobre Historia y Geografía presentan

esos ridículos mapas, a través de los

cuales se pretende dar a la Audiencia

de Quito dicha extensión. Esos mapas

son falsos, de falsedad absoluta: No

tienen sustento ni histórico ni jurídico

y constituyen una de las tantas mentiras

que adornan nuestra historia nacional.

y paso a demostrar.

En 1494 -dos años después de la llegada

de Colón- España y Portugal finnaron

el Tratado de Tordecillas, por medio

del cual establecieron sus posesiones

en América, detenninándose entonces

los derechos de Portugal sobre la

costa oriental y ciertas regiones de la

amazonía, en tierras de lo que hoyes el

Brasil. (No. 1 en el croquis)

Seis años más tarde, en 1500, Pedro

Alvarez Cabral tomó posesión -a

nombre de Juan 11 de Portugal- de

esos extensos territorios, y a partir de

entonces se empezaron a establecer

las primeras colonias portuguesas

que, avanzando hacia occidente, en los

años posteriores se adentraron hacia

las regiones amazónicas. (No. 2 en el

croquis)

Al finales de 1539 y entusiasmado por

las fabulosas leyendas de El Dorado

y el País de la Canela, Gonzalo Díaz

de Pineda preparó y organizó una

expedición para ir en busca de esos

maravillosos lugares. Dlaz de Pineda

descendió desde Quito hacia el oriente,

se adentró en la selva inexplorada y

virgen, descubrió el volcán Sumaca,

estableció las poblaciones de Quijos,

Sumaca y Cosanga y luego de varios

meses regresó a Quito.

En 1542 Francisco de Orellana

descubrió el río Amazonas, y dos

años má'i tarde la corona espai\ola lo

nombró con los cargos de Adelantado,

Gobernador y Capitán General de esas

regiones por él descubiertas, que fueron

llamadas Nueva Andalucía. (No. J en

el croquis)

y aquí es preciso seftalar que, aunque

la expedición haya sal ido de Guayaquil

y pasado luego por Quito, esto no le

dio ni a la Audiencia de Quito y mucho

menos al Ecuador, derechos sobre la

región amazónica, pues en 1542, afto en

que se descubrió el fabuloso rio, Quito

y toda la región estaban supeditados a

la autoridad de Francisco Pizarro, en

el Perú.

En 1543, es decir, un afio después

del descubrimiento del Amazonas, la

Corona Espai10la croo el Virreinato de

Lima, cuyos territorios alcanzaban hasta

la parte sur de lo que hoyes Colombia.

(No. 4 en el croquis)

Con estos antecedentes, recién el 29

de agosto de 1563 -es decir, 20 MOS

después de la creación del Virreinato

de Lima- S. M. Felipe 11 expidió en

la ciudad de Guadalajara, Espafla, la

Publicaciones que pnsMtan ato! mapaJ.

lamltntablorJ~nfe

alán repaldadas por imtituclonu oficiala y corutafl cafl el aval del Mlflisurio de Relaciones Exlerlom d~1 Ecuador, del Imlifuto Geográfico Mifltar y del MiflLueria de Educación; a más de las "voces de atfmulo" de ~orfQCidos miembrm di! lo Academia NaciofIQl de HlSforia

45

46

Cédula Real por medio de la cual se

creó la Real Audiencia de Quito (No.

5 en el croquis), Cédula que -en la

parte correspondiente- dice: "En la

Ciudad de San Francisco de Quito,

en el Perú, resida nuestra audiencia

y Cancillería Real, con un Presidente,

cuatro Oidores, que también sean

Alcaldes del Crimen, un Fiscal, un

Alguacil Mayor, un Teniente de Gran

Cancillería, y los demás Ministros y

Oficiales necesarios, y tenga distrito

la ciudad de Quito y por la Costa

hacia la parte de la ciudad de los

Reyes, hasta el Puerto de Paita

exclusive, y por tierra adentro hasta

Piura, Cajamarca, Chachapoyas,

Moyobamba y Motilones, exclusive,

incluyendo hacia la parte susodicha

los pueblos de Jaén, Valladolid,

Loja, Zamora, Cuenca, La Zarza

y Guayaquil, con todos los demás

pueblos que estuvieren en sus

comarcas y se poblaren; y hacia la

parte de los pueblos de la Canela y

Quijos ha de tener los dichos pueblos

con los demás que se descubrieren, y

por la costa hacia Panamá hasta el

Puerto de Buenaventura inclusive,

y por adentro hacia Pasto, Popayán,

Cali, Buga, Champanchica y

Guarchicona, por que los demás

lugares de la Gobernación de Popayán

son de la Audiencia del Nuevo Reino

de Granada, con lo cual y la Tierra

Firme, parten términos con el

Septentrión, y con la de los Reyes por

el Mediodía, teniendo al Poniente la

Mar del Sur y al Levante provincias

aún no especificadas ni descubiertas"

(Recopilación de Indias.- Ley X Tit. XV,

Lib. 11).

Como podemos ver, la Cédula señala

cuales serían sus límites territoriales

tanto por el norte como por el sur, pero

no menciona, en ninguna de sus partes,

las regiones amazónicas.

Al especificar dicha Cédula Real que

" ... hacia la parte de los pueblos de

la Canela y Quixos ha de tener los

dichos pueblos con los demás que se

descubriere", y señalar más adelante

que hacia Levante tendría como límite

las " ... provincias aún no especificadas

ni descubiertas", si bien es cierto no

determina específicamente sus límites,

hace ver que los territorios de la

Audiencia jamás podrían extenderse por

las riberas del Amazonas hacia regiones

que ya se habían descubierto, que ya

eran conocidas y donde ya se habían

establecido otras jurisdicciones.

Vale la pena anotar también que la Real

Audiencia de Quito fue creada como

parte integrante del Virreinato del Perú

o de Lima, que había sido creado el

1 de marzo de 1543, es decir, consti­

tuyendo una parte de dicho virreinato

y no una jurisdicción territorial con

límites propios.

Sin embargo -lamentable e

Inc reí blemente- p ublicaciones que

pn,-senlan estos mapas están respaldadas

por instituciones oficiales y constan con

el ava l de l Ministerio de Relaciones

EilC terio res del Ecuador, del Instituto

Geográfico Mi li tar y del Ministerio

de Educación, y con las "voces de

estímulo" de reconocidos miembros de

la Academia Nacional de Hi storia.

La Real Audiencia de Quito

Como quedó señalado en párrafos

anteriores, cl29 de agosto de 1563 el rey

Felipe JI de Espalia expid ió la Cédula

Real por medio de la cual se crcó la Real

Audiencia de Quito.

Pe ro ... ¿Qué importancia ten ía para

Espai\a la Real Audiencia de Q uito ... ?

Casi ninguna, tal es así que nadie

queda venir a hacerse cargo de ella

por considerarla de poca importancia.

Tal fue su poca o ninguna importancia

que -como lo señala Roberto Andrade

en s u Histo ria del Ecuado r- '" ... el

Rey arrendaba la Presidencia de

Quito, como arrendar una granja,

sin escrúpulo. El primero que la

arrendó fue D. Domingo Ezeya,

pero no Uegó a poseerla; D. Juan de

Sosaya dio por elh. 20 mil pesos, y

él sí la poseyó por algún tiempo. D.

Juan Goyeneche, rico peruano, la

arrendó también por 20 mil pesos,

no pa ra él, sino para D. Lo renzo

Vicuña, o a falta de éste, para D.

Santiago Larrain: no fue Presidente

el primero, pero sí el segundo. D. José

de Araujo y Río, peruano, también

dio igual suma, (20 mil pesos), y vino

ta mbién a la Presidencia. D. Juan

Pio Montúfar, primer Marqué¡ de

Selva Alegre, español avecinado en

Arequipa, (Perú), dio 32 mil pesos,

y vino a la Presidencia. U na de las

pruebas de que era nulo el interés

que a la corte de Espaíla inspiraba

esta infcliz colonia, es la tardanza con

que un Presidente vino a ejercer su

cargo: fue nombrado y tardó cinco

años en venir" .

l..af limita tk la Real Aud,et.Ón tk QuilO mmco ~ron e.rtoblec:uJos lk manero determlnant~ y d~fimli\'a ¡JQr la CQrofl<l

(!$JX,ño/Q

~. -.-

LlCMI ...... ............. ............. • CIMIGI Y QuIJc» ........ dlctlN ....... _10 ...... qut • dIIcubrIIre".

47

Ni los territorios de la Real Audien­cia de Quito, y mucho menos los del Ecuador, se extendieron hasta el océ­ano Atlántico, como nos han tratado de hacer creer.

48

Las autoridades de la Audiencia de

Quito -una vez posesionadas- solo se

preocuparon de administrar y sacar

provecho de los pueblos conocidos

entonces y que estaban señalados en el

Decreto de su creación; es más, desde

el principio las autoridades descuidaron

la atención de poblaciones como Pasto,

Popayán, Cali, Buga y otras situadas

norte de la Audiencia, al igual que

de otras situadas al sur, limitando la

influencia de su jurisdicción a los

territorios comprendidos desde Ibarra

hasta Loja, en la meseta andina; y la

región costanera desde Esmeraldas

hasta Guayaquil. Esas autoridades nunca

tuvieron interés en tomar posesión y

colonizar las regiones orientales,

por eso no lo hicieron, y fueron las

comunidades religiosas -por su propia

cuenta y riesgo- las que saliendo desde

Quito se adentraron en ellas para llevar

la doctrina de Cristo a los pueblos

aborígenes que ahí habitaban.

Finalmente, es preciso destacar que

la Real Audiencia de Quito -aunque

pretendió mantener una autonomía

propia- desde su fundación dependió

del Virreinato de Lima o Perú, creado

en 1543; luego, en 1717 fue anexada

al de Santa Fe o Nueva Granada, para

volver a depender de Lima en 1720;

hasta que en 1739 fue incorporada

definitivamente a Nueva Granada.

En cada uno de estos cambios

jurisdiccionales, los territorios que

se anexaban eran los señalados

específicamente en la Cédula de

1563, por lo que si bien es cierto que

Buenaventura, Pasto, Popayán, Cali,

Buga, Champamchica y Guarchicona,

integraron en su momento el

Virreinato de Lima; Piura, Cajamarca,

Chachapoyas, Moyobambo y Motilones

jamás fueron parte de Nueva Granada.

Todos los demás territorios circundantes

a la Audiencia de Quito no pertenecían a

esta sino a los virreinatos respectivos

Llegamos entonces a la conclusión

de que la Real Audiencia de Quito

jamás pudo extenderse hasta el

océano Atlántico, que no abarcó los

territorios al sur del río Amazonas,

ya que estos pertenecían a Perú, y que

su importancia, dentro de las colonias

españolas de América, era -por decirlo

menos- casi ninguna.

. .••...••...•.....•••...••....••....•••.

En 1740, por medio de una Cédula

Real expedida por S.M. Felipe V se

fijaron de una manera clara y definitiva

los límites entre los Virreinatos de

Lima y Nueva Granada. Dicha Cédula

Real, en la parte pertinente dice:

"Partiendo desde Tumbes en la costa

del Pacífico sigue la línea por la

serranía y demás cordilleras de los

Andes, por la jurisdicción de Paita

y Piura hasta el Marañón, a los seis

grados treinta minutos Latitud Sur,

y, la tierra adentro, dejando al Perú

la jurisdicción de Piura, Cajamarca,

Moyobamba y Motilones, y por la

cordillera de Jeberos, atravesando el

río Ucayali, a los seis grados de latitud

sur, hasta dar con el río Yaraví, en la

confluencia del Carpi; y las aguas de

este al Amazonas, y las de este abajo

hasta la boca más occidental del

Caquetá o Yapurá, en que comienzan

los límites con el Brasil", (x)

Esta Cédula, que como queda visto

determina los límites entre los dos

Virreinatos, nada dice con relación a

la Audiencia de Quito, posiblemente

porque la Corona Española no le daba

importancia debido a que siempre

la mantuvo sujeta a uno de los dos

virreinatos: Pero fue en base a ella que,

a petición de don José García de León

y Pizarro -vigésimo octavo Presidente

de la Real Audiencia de Quito, quien

gobernó desde el 23 de noviembre de

1778 hasta el 3 de mayo de 1784-,

el Ing. Francisco Requena dibujó y

entregó, en 1779, un mapa creado "para

acompañar a la descripción del nuevo

obispado que se proyecta en Maynas",

ya que en base a dicha Cédula, los

territorios bañados por ambas márgenes

del Marañón quedarían supeditados a las

misiones religiosas pertenecientes a esa

jurisdicción. Al no existir documento

Real que determine los límites de la

Audiencia de Quito por el oriente o

"levante", este mapa simplemente se

convierte en un referencial para crear

dicho obispado, señalando, además,

"por donde debe pasar la frontera

portuguesa según el último tratado

de 11 de octubre de 1777".

El Ing. Francisco Requena -que

permaneció en la Audiencia durante

más de 15 años- había sido enviado

por la Corona Española precisamente

para determinar los límites entre España

y Portugal.

(x) Al respecto de esta Cédula, en la página 14 de su obra "Historia de Límites de la República del Ecuador", el Dr. Xavier Molina Jurado (+) quien fuera Licenciado en Diplomacia y Ciencias Jurídicas Internacionales, dice: "Es de advertir que esta Cédula es apócrifa, esto es, no existe el documento original...".Por su parte, el Dr. Alberto Muñoz Vernaza, en la página 86 de su obra "Orígenes de la Nacionalidad Ecuatoriana" dice: "Parece que del Archivo de la Cancillería Colombiana, de los archivos del Virreynato de Santa Fe y de la Gran Colombia, ha desaparecido o se ha traspapelado la Cédula de 1740 ... "

49

Mapa de la Real Audiencia ck Quilo dibujado por el Ing. Francisco RequeM en 1778, en la mÍfma q,oca en q1M dibujó el mapa que 3erviria para detuminar 103 limites enlre las pru~ionu pontlguesas y I!Spañolas en América.

(Servicio Geográfico del Ejercito de &palJa)

so

Pero lo más importante. en lo relacionado

con este documento y con el plano de

Requena, es que -3 pesar de que el plano

existía desde 1779, en que fue entregado

a las autoridades coloniales- recién fue

descubierto o denunciado por don

Nicolás Clemente Ponce en 1894, es

decir, 64 atlas después del nacimiento

de la República y siete después de

que el gobierno del Ecuador hubiese

reconocido la soberanía peruana en

las regiones amazónicas, nombrando

al Sr. Benigno Orellana con el cargo de

Vicecónsul del Ecuador en Iquitos.

La Gran Colombia

A partir del 13 de julio de 1822 ,

fecha en que de manera prepotente y

abusiva Bolívar decretara la anexión de

Guayaquil a Colombia (Quito se habia

anexado voluntariamente el29 de mayo

del mismo afto), todos los territorios que

hablan fonnado la Real Audiencia de

Quito pasaron a ser parte de la gran

República de Colombia, creada por

Bolívar en e l Congreso de Angostura

d.1819.

Dos aftas más tarde -al dictarse la Ley

de División Territorial de Colombia

del 25 de junio 1824, en virtUd de la

cual se creó el "Distrito del Sur"·, la

Audiencia fue fraccionada en los tres

"Departamentos" de Ecuador (Quito),

Azuay y Guayaquil.

Dicha ley, en su artículo 1 t establece

que:

El Departamento de Ecuador

comprende las provincias: .0 de

Pichincha, su capital Quito; 2° de

1mbabura, su capital )barra; 3° de

Chimborazo, su capital Riobamba.

Los cantones de la provincia de

Pichincha y sus cabeceras son: ] 0

Quito, r Machacbi, 3° Latacunga, 4°

Quijos y 5° Esmeraldas. Los cantones

de la provincia de Imbabura son: 1°

Ibarra. r Otavalo, 3° Cotacachi

y 4° Cayambe. Los cantones de la

provincia de Chimborazo y sus

cabeceras son: 1° Riobamba, r Ambato, 3° Guano, 4° Guaranda, 5°

Alausí y 6° Macas.

En el artículo 12 sostiene que:

El Departamento del Azuay

comprende las provincias de: 1°. de

Cuenca, su capital Cuenca; 2°. de

Loja, su capital Loja; 3°. Jaén de

Bracamoros y Mainas, su capital

Jaén. Los cantones de la provincia

de Cuenca y sus cabeceras son: 1°.

Cuenca, r. Cañar, 3°. Gualaceo y 4°.

Girón. Los cantones de Loja y sus

cabeceras son: 1°. Loja, 2°. Zaruma,

3°. Cariamanga y 4°. Catacocha. Los

cantones de Jaén y Mainas y sus

cabeceras son: 1°. Jaén, 2°. Borja,

3°. Jeveros.

y finalmente, el artículo 13 dice:

El Departamento de Guayaquil

comprende las provincias: 1°.

Guayaquil, su capital Guayaquil;

r. Manabí, su capital Portoviejo.

Los cantones de la provincia de

Guayaquil y sus cabeceras son: 1°.

Guayaquil, r. Daule, 3°. Babahoyo,

4°. Baba, 5°. Punta de Santa Elena

y 6°. Machala. Los cantones de la

provincia de Manabí y sus cabeceras

son: 1°. Portoviejo, r. Jipijapa y 3°.

Montecristi.

Esta Ley de División Territorial de

Colombia fue muy perjudicial para el

destino de lo que sería nuestro país, pues

le arrebató al Departamento de Ecuador

(Quito) y por ende a la Audiencia,

toda la región de Cundinamarca con

las ciudades de Pasto, Popayán, Cali y

Buga, y los demás territorios del norte

que habían pertenecido a la Audiencia

de Quito desde su creación, en 1563; y,

al no mencionar territorios amazónicos,

demostró que estos nunca pertenecieron

a la Audiencia.

El Ecuador

Al separarse el Departamento del

Sur de Colombia en 1830 y crearse

la República del Ecuador, los límites

entre Colombia y Ecuador quedaron

relativamente señalados, tal consta en

documentos de la época, ya que para

entonces, la Ley de División Territorial

de Colombia del 25 de junio de 1824

había dispuesto que sea el río Carchi

el que divida los departamentos del

Cauca y del Ecuador, desconociendo

la demarcación de lo que había sido

la Audiencia de Quito y arrebatándole

grandes extensiones territoriales.

Pero con el Perú nunca se determinaron

los límites. El Ecuador decidió

unilateralmente hasta donde se

Desde su nacimiento, en 1830, el Ecuador no supo determinar con claridad sus límites.

51

"isla de RiooomOu. pocos años cu.'sputt de que se rt'­umera en ella la Primera Asamblea Conslllu)'enle

52

extendería por el sur y el oriente,

argumentando en unos casos los

territorios de lo que alguna vez pudo

haber sido el discutido Reino de Quito

del que nos habla el padre Juan de

Velasco; en aLTos, los que en su momento

habían integrado los depanamentos de

Ecuador (Quito), Guayaquil y Azuay,

cuando estos pertenecían a Colombia y,

finalmente, los indefinidos límites que

en su momento habia tenido la Real

Audiencia de Quito.

y esto es muy fácil de demostrar.

Primera Constitución

En efecto, la Primera Constitución de

lo que hoyes el Ecuador, dictada por la

Asamblea Constituyente que se reunió

en la ciudad de Riobamba a partir del 14

de Agosto de 1830, en lo que respecta a

la conformación del F.'itado Ecuatoriano,

...::--. '- , "

dice: Art. 10.- Los Departamentos

del Azuay. Guayas y Quito quedan

reunidos entre si formando un

solo cuerpo independiente con el

nombre de Estado del Ecuador ... Y

al determinar el territorio nacional,

dice: Art. 60.- El Territorio del Estado

comprende los tres departamentos del

Ecuador en los limites del antiguo

Reino de Quito ...

Es increíble que una Asamblea a la que

asistieron personalidades de la talla

de José Joaquín Olmedo, Cayetano

Ramírez y Fita, Juan Bernardo de

León, Vicente Ramón Roca y José

Femándc-..t-Salvador, entre otros, haya

dictado articulas tan confusos como los

señalados anteriormente.

¿Cuál es el territorio del nuevo Estado?,

¿El que tenían los Departamentos de

Azuay, Guayas y Quito; que por eierto

no se llamaban así, SInO de Azuay,

Guayaquil y Ecuador, produciéndose

ahí un primer inmenso error jurídico?,

¿o el del Reino de Quito, del cual nos

habla el padre Juan de Velasco?

Si es el correspondiente a los tres

departamentos señalados -que fueron

creación Grancolombiana-, podría este

tener una definición territorial relativa,

que es la determinada por la Ley de

División Territorial de Colombia, del

25 de junio de 1824, la misma que ya

mutilaba los territorios del norte que

históricamente habían pertenecido a la

Real Audiencia de Quito; pero, en el

caso del Reino de Quito (x), ni siquiera

el padre Juan de Velasco pudo fijar de

manera precisa cual era su extensión

territorial; de hecho, en su Historia del

Reino de Quito el padre Velasco señala

que este solo se habría extendido en

los Andes centrales, sin llegar ni a la

costa ni al oriente, pues los pueblos que

lo conformaron eran eminentemente

andinos y nunca pretendieron extender

sus dominios hacia otras regiones más

allá de la cordillera; aunque hay que

aclarar que establecieron relaciones

comerciales tanto con pueblos de la costa

como con algunos de la región oriental.

La extensión territorial tan

imprecisamente señalada por el padre

Juan de Velasco en su Historia del Reino

de Quito no podía -de manera alguna­

servir para determinar el territorio del

Estado que se estaba creando, ya que

aquella era simplemente parte de una

narración histórica muy poco cierta,

nada demostrable y sin ningún valor

jurídico.

La creación de los nuevos Estados

que se formaron a raíz de la

independencia estuvo siempre acorde

con las circunscripciones territoriales

determinadas por las instituciones

jurídicas españolas, llámense estas

Audiencias, Capitanías o Virreinatos;

no podía, entonces, cr~arse un nuevo

Estado amparado en una extensión

territorial que fue concebida única y

exclusivamente por el padre Velasco.

En todo caso, es de suponer que la

intención de los asambleístas fue la de

integrar en un solo concepto todos los

territorios con los que se estaba creando

el nuevo Estado del Ecuador.

(x) La extensión territorial del tan discutido Reino de Quito siempre fue muy confusa, pues el mismo padre Juan de Velasco lo determina inicialmente ubicándolo exclusivamente en la región de Quito y sus alrededores, en "un cuadro de 50 leguas de oriente a poniente y de norte a sur ... entre las dos Cordilleras de los Andes ... Más adelante, el mismo padre Velasco dice: Se hallaba situado este pequeño Reino en el centro de más de 50 Provincias o Estados mayores y menores, casi todos independientes ... ". Este último párrafo, al señalar que el Reino de Quito estaba rodeado de "Estados mayores y menores, casi todos independientes ... ", detennina su extensión territorial y confirma que estos no fueron parte de dicho reino. Posteriormente el padre Velaseo die e que el Reino se extendió hacia otras regiones, pero lo mantiene siempre dentro de la cordillera andina.

53

El Tratado de Guayaquil, de 1829, es un tratado de paz y no de límite, como de manera necia tantas veces se ha repetido.

54

Ahora bien, al momento en que

la Constitución de 1830 pretendió

determinar el territorio ecuatoriano

de acuerdo con lo establecido en sus

artículos l y 6, ya citados, desconoció

-de hecho- los acuerdos firmados

anteriormente entre Colombia y Perú, y

en consecuencia, la vigencia del Tratado

de Guayaquil de 1829, que no es otra

cosa que un complemento al Tratado de

Girón, firmado meses antes, luego de la

Batalla de Tarqui.

¿Qué son los Tratados de Girón y

Guayaquil ... ?

El Tratado o Convenio de Girón, por

ser la consecuencia de una bataIla,

constituye simplemente un acuerdo

en el que se señalan los pasos que

deberán seguirse para lograr la paz

definitiva, y no un tratado de límites.

En él se establece la liquidación por

parte del Perú de las deudas de la

independencia, la retirada inmediata

del ejército peruano de los territorios

situados al sur del río Macará (Loja), la

entrega y devolución de Guayaquil, el

compromiso de reunirse en esta ciudad

para lograr un arreglo definitivo y la

devolución a Colombia -por parte del

Perú- de la corbeta "Pichincha", entre

otras obligaciones.

Mención especial merecen el Art.

que dice: "Las fuerzas militares del

Norte del Perú y del Sur de Colombia

se reducirán al pie de guarnición, y no

pasarán de tres mil hombres en cada

país", el Art. 11, que dice: "Las partes

contratantes, con sus respectivos

gobiernos, nombrarán una comisión

para arreglar los límites de los dos

Estados, sirviendo de base la división

política de los Virreinatos de Nueva

Granada y del Perú en Agosto de

1809, en que estalló la revolución de

Quito ... ", artículo que -como su texto

lo señala- no especifica límites sino los

pasos a seguir para su determinación; el

Art. XI, que dice: "El ejército peruano

emprenderá su retirada por Loja

desde el día dos del próximo mes de

marzo y evacuará completamente el

territorio colombiano ... " y el Art. XV

que dice: "Las partes contratantes

se comprometen, desde luego, a que

estas bases sean forzosas para el

tratado de paz definitivo".

Queda claro que el Tratado o Convenio

de Girón es un tratado de paz y no de

límites aunque, de acuerdo al Art. n, se

comprometen a nombrar una comisión

"para arreglar los límites de los dos

Estados".

Igual cosa sucede con el "Tratado de

Paz y Amistad entre la República de

Colombia y el Perú", conocido como

"Tratado de Guayaquil" que, como

su nombre lo indica, al igual que el

de Girón constituye un tratado de paz

y amistad, y no un tratado de límites,

aunque en él también se indican los

procedimientos o pasos que deberán

seguir las dos naciones para determinar

sus límites.

Este Tratado, en sus artículos pertinentes,

dice: Art. 5: "Ambas partes reconocen

por límites de sus respectivos

territorios los mismos que tenían

antes de su independencia los antiguos

Virreinatos de Nueva Granada y el

Perú, con las solas variaciones que

juzguen conveniente acordar entre sÍ,

a cuyo efecto se obligan desde ahora

a hacerse recíprocamente aquellas

sesiones de pequeños territorios que

contribuyan a formar la línea de una

manera más natural, exacta y capaz

de evitar competencias y disgustos

entre las autoridades y habitantes de

las fronteras".

Este artículo no determina límites, y

simplemente señala la voluntad de

las partes -es decir, de Colombia y

Perú- de reconocer los límites que en

su momento tuvieron sus respectivos

virreinatos, pero para lograr esto, en el

Art. 6, las partes convienen en que " ... se

nombrará y constituirá por ambos

Gobiernos una Comisión compuesta

por dos individuos por cada

República, que recorra, rectifique y

fije la línea divisoria ... ".

Este artículo demuestra una vez más

que los límites entre las dos naciones

no estaban determinados. Finalmente,

el Art. 7 señala que " .. .la Comisión de

Límites dará principio a sus trabajos

cuarenta días después de la ratificación

del presente Tratado y los terminará en

los seis meses siguientes ... ".

Tan fue un Tratado de Paz y no un

Tratado de Límites, que el Congreso del

Perú, reunido en Lima el 16 de Octubre

. de 1829, informó a su gobierno que:

"Considerando que los tratados de paz

celebrados en Guayaquil por nuestro

Ministro Plenipotenciario con el de la

República de Colombia, terminan la

guerra de un modo estable y decoroso a la

dignidad del Perú, se ha servido aprobar

los veinte artículos que comprenden

y las dos declaraciones canjeadas

por el Ministro Plenipotenciario de

Colombia y puestas por el nuestro en

conocimiento del Gobierno en 23 de

septiembre último".

Es preciso destacar además que el

"Tratado de Guayaquil", en ninguna

de sus partes menciona siquiera al

río Amazonas; esta aclaración es

55

56

necesaria porque mucho se ha dicho

que el Tratado Mosquera-Pedemonte,

del cual hablaremos más adelante, es

un tratado de ejecución, por medio del

cual se habría cumplido con lo dispuesto

en el de Guayaquil.

El Tratado de Guayaquil -que fue

aprobado en Lima por el Congreso y

en Bogotá por el Consejo de Estado­

no alcanzó a perfeccionarse porque no

se cumplió con lo señalado en el Art.

6, tal cual lo hizo constar el Dr. José

Félix Valdivieso en el protocolo del

4 de diciembre de 1841, durante las

conferencias celebradas en Quito con

el Ministro Plenipotenciario peruano

Sr. Matías León, cuando dice que:

" ... ambas Repúblicas convinieron

por el Art. 6 del mismo Tratado en

nombrar una Comisión compuesta

de dos individuos por cada República

que recorra, rectifique y fije la línea

divisoria conforme lo estipulado ... ".

El Dr. Valdivieso continúa en su

exposición afirmando que dicha

Comisión fue nombrada en efecto,

pero que los acontecimientos políticos

dejaron inconclusos sus trabajos en

1830.

y así fue: Aunque los delegados

colombianos hicieron grandes

esfuerzos para iniciar los trabajos de

delimitación, estos no se realizaron o no

se concluyeron, y al crearse el Ecuador

en 1830, éste nació -Iamentablemente­

sin un terntor¡o detenninado.

Al crearse el Ecuador en 1830 y

dejar a un lado el ancestral nombre

de Quito, el Perú entró a ocupar

abiertamente Jaén y Mainas con el río

Marañón, proclamando además que

el principio jurídico de Vti Possidetis

Juris establecido por los libertadores,

por medio del cual "los países que

obtenían su libertad debían quedar con

la misma circunscripción territorial que

tenían como entidades coloniales", no

tenía vigencia para el Ecuador porque

este no fue ente colonial, declarando

además que el Tratado de 1829 caducó

al disolverse Colombia en tres Estados

distintos.

Al respecto, el Myr. Francisco Sanpedro,

quien fuera uno de los más eruditos

conocedores de la historia territorial

ecuatoriana, Miembro de la Academia

Nacional de Historia, de la Sección

Académica de Historia y Geografia de

la Casa de la Cultura Ecuatoriana y de

varias asociaciones geográficas- en su

obra "Auténtica Historia de Límites:

El Espacio Territorial Ecuatoriano

de 1830 a 1992" dice: "El territorio

de Quito mantuvo su soberanía

hasta 1829 como parte del territorio

Grancolombiano; y la jurisdicción

territorial Amazónica, aunque era

una vastedad selvática inexplorada,

se mantuvo también con las Misiones

Jesuitas y Franciscanas quiteñas

hasta 1829. Pero desde el momento

en que surge el Estado de Quito

independiente por la disgregación

del territorio gran-colombiano, y

con el cambio de nombre de Quito

por Ecuador, ya no puede hablarse de

jurisdicción ni soberanía ecuatoriana

en el territorio amazónico ... ".

Al hablar del nacimiento del Ecuador

es preciso puntualizar un detalle muy

importante. Muchos son quienes

sostienen que el Ecuador nació como

parte integrante de Colombia, pero

no es así: No les correspondía a los

asambleístas convocados en Riobamba

la creación de un nuevo Estado dentro

de Colombia: esta facultad estaba

reservada exclusivamente al Congreso

de Colombia. Por otro lado, al dictar una

Constitución y elegir a un Presidente

de la República, en este caso al Gral.

Juan José Flores, los asambleístas

confirmaron que se trataba de la creación

de un estado libre, independiente y

soberano, con leyes y gobierno propio.

El Ecuador no nació como parte

de Colombia, aunque proclamó su

condición de Estado Asociado.

Es tan cierto que el Ecuador no nació

como parte integrante de Colombia,

que dos años más tarde el Congreso

Ecuatoriano, reunido en Quito el 12

de octubre de 1832, expidió un decreto

que en su Art. 1 dice: "El Estado del

'" ... con el cambio de nOfHhre d¡:¿ (~" por Ecuador" ya no puede b:dJi:'j'

jurisdicción ni soberanía ecu~tl.or.::ln.· en el territorio amazúnÍco.u ~".

Ecuador reconoce del modo más

solemne la existencia política de los

estados de Venezuela y de la Nueva

Granada". Este artículo demuestra

que los estados de Venezuela, Nueva

Granada (Colombia) y Ecuador

constituían tres estados soberanos e

independientes el uno de los otros.

Ese mismo año el Perú se convirtió en

el primer país del mundo en reconocer

la existencia de la República del

Ecuador.

Segunda Constitución

La segunda Asamblea Constituyente,

reunida en Ambato entre Junio y

Agosto de 1835 bajo la presidencia del

Dr. José Joaquín Olmedo, eligió a don

Vicente Rocafuerte como Presidente

Constitucional de la República y

expidió una nueva Constitución que

en sus artículos correspondientes dice:

Art. 1.- La República del Ecuador se

compone de todos los ecuatorianos,

reunidos bajo un mismo pacto de

asociación política.

Art. 3.- El territorio de la República

del Ecuador comprende las provincias

de Quito, Chimborazo, Imbabura,

57

En el Ecuador, las clases gobernantes se empeñaron en sus enfrentamientos políticos domésticos y no priorizaron la defensa del territorio amazónico"

58

Guayaquil, Manabí, Cuenca, Loja y

el Archipiélago de Galápagos, cuya

isla principal se conoce con el nombre

de Floreana. Sus límites se fijarán por

una ley, de acuerdo con los Estados

limítrofes.

En esta Constitución aparece por primera

vez una relativa división política, y digo

relativa, porque los límites provinciales

no habían sido señalados de manera

precisa; por otra parte, establece que sus

límites -los del Estado- se fijarán por

una ley, de acuerdo con los Estados

limítrofes. Este artículo confinna que

-para entonces- el Ecuador no había

establecido sus límites, y era un país

que había nacido y existía sin saber cual

era su verdadera extensión territorial.

Al respecto de esta "irregularidad"

expresada en la Constitución con

respecto a lo relacionado con el

señalamiento de los límites del Ecuador,

y que se mantendría posterionnente de

manera indefinida, en la página 19 de

su obra "Ecuador-Perú: Historia del

Conflicto y de la Paz", el historiador

Enrique Ayala Mora dice: "Las

cuestiones limítrofes no fueron temas

de primera magnitud en nuestras

repúblicas latinoamericanas recién

fundadas. En el naciente Ecuador,

las clases gobernantes se empeñaron

en sus enfrentamientos políticos

domésticos y no priorizaron la

defensa del territorio amazónico.

Los pobres recursos estatales no se

dedicaron a consolidar las fronteras

sino a la lucha interna, de la que el

ejército fue parte".

y así fue, mientras Colombia, Brasil

y Perú impulsaban una diplomacia

documentada para consolidar los

territorios de sus estados y detenninar

los límites con sus vecinos, el Ecuador

descuidó esta vital preocupación para

su supervivencia y nació, creció y

desarrolló -corno continuaremos viendo­

sin detenninar sus límites ni especificar

cual era su verdadera superficie.

Tercera Constitución

La Asamblea reunida en Quito a

mediados de 1850 nombró Presidente

de la República a don Diego Noboa y

dictó una nueva Constitución que en la

parte pertinente dice:

Art. 1.- La Nación Ecuatoriana es la

reunión de todos los ecuatorianos bajo

un mismo pacto de asociación política.

Es una, indivisible e independiente

de todo poder extranjero, y no puede

ser patrimonio de ninguna familia o

persona.

Art. 3.- La República del Ecuador

comprende todo el territorio

ecuatoriano, cuyos límites se fijarán

definitivamente por tratados públicos

con las naciones vecinas. Teniendo en

consideración sus derechos anteriores

y presentes.

Esta cantinflada caSI me provoca

risa: "La República del Ecuador

comprende todo el territorio

ecuatoriano". ¿Podría la República

del Ecuador comprender mejor todo el

territorio del Brasil? Así seríamos más

grandes, amazónicos y penta campeones

mundiales de fútbol.

Esta Constitución -a través del artículo

tres- vuelve a reconocer que para 1850,

es decir, 20 años después de haberse

creado el Estado Ecuatoriano, aún no

habíamos definido nuestros límites.

Cuarta Constitución

Dos años más tarde -en 1852- se celebró

en Guayaquil una nueva Asamblea, la

misma que -presidida por don Pedro

Moncayo- dictó una nueva constitución,

que al hacer referencia al territorio

nacional dice:

Ni la Constitución ni los constituyentes han sabido determinar el territorio ecuatoriano.

Art. 3.- El territorio de la República

comprende las provincias que

formaban la antigua Presidencia de

Quito y el Archipiélago de Galápagos.

Sus límites se fijarán definitivamente

por tratados que se celebren con los

Estados limítrofes.

Nueva discrepancia jurídica que

demuestra la falta de continuidad

en el concepto de territorio: En

cuatro constituciones tenemos cuatro

definiciones totalmente diferentes.

Hemos pasado, de los tres departamentos

grancolombianos en los límites del

Reino de Quito -como lo señala la

primera constitución- a 7 provincias no

delimitadas, como consta en la segunda;

para pasar luego a simplemente "todo

el territorio ecuatoriano", según señala

la tercera y, finalmente, a las Provincias

que formaban la antigua Presidencia de

Quito, de acuerdo con la cuarta.

En lo único en que las dos últimas

Constituciones concuerdan es en

que el Archipiélago de Galápagos es

ecuatoriano y en que aún no se ha

definido cuál es su verdadera extensión

territorial y, menos aún, cuáles son sus

límites, pues se sigue acudiendo a la

repetida muletilla de "Sus límites se

59

60

fijarán definitivamente por tratados

que se celebren con los Estados

limítrofes" .

A partir de entonces, el contenido del

artículo tres de la Constitución de 1852

se repitió en las de 1861, 1869, 1878,

1883, 1897, 1906, 1929, etc. etc. etc.; es

decir que habían pasado cien años desde

el nacimiento de la República y aún la

Constitución no establecía claramente

cual era el territorio ecuatoriano, y

mucho menos sus límites, aunque con

Colombia ya se había firmado, en 1916,

el Tratado Muñoz Vernaza-Suárez.

Mención especial merecen las "célebres

y progresistas" constituciones de 1945

y 1946, dictadas por los beneficiarios de

la revuelta que el 28 de mayo de 1944

puso fin al gobierno del Dr. Arroyo del

Río.

La de 1945 dice: Art. 3.- El territorio

del Estado, continental e insular,

es inalienable e irreductible. La

soberanía se ejerce en el territorio

nacional, el mar territorial y la

atmósfera que gravita sobre ellos.

Si esta definición es vaga, peor

aún es la de 1946, que en lo que

respecta al territorio ecuatoriano

dice: Art. 4.- El territorio nacional

comprende, además de las provincias

continentales, situadas en la América

del Sur, las islas adyacentes, el

archipiélago de Colón o Galápagos,

el mar territorial, el subsuelo y la

atmósfera respectiva ...

Increíble pero cierto; al dictar estas

constituciones, los "honorables

constituyentes" productos de "La

Gloriosa", ya sea por miedo o por

ignorancia, ni siquiera se molestaron

en averiguar o especificar donde

quedaba el territorio ecuatoriano, y

estas "Provincias situadas en América

del Sur", bien podrían estar, unas en

Argentina, otras en Brasil y otras, por

qué no, en el Perú.

Llegamos finalmente a la última

Constitución, vigente desde 1998, que

en el capítulo respectivo dice: Art. 2.- El

territorio ecuatoriano es inalienable

e irreducible. Comprende el de la

Real Audiencia de Quito con sus

modificaciones introducidas por los

tratados válidos, las islas adyacentes,

el Archipiélago de Galápagos, el mar

territorial, el subsuelo y el espacio

adyacente respectivo.

Nuevamente, después de 176 años

de independencia y 168 de vida

republicana, para definir nuestro

territorio aún se consigna en la

Constitución el nombre de la Real

Audiencia de Quito. Se dice que es

inalienable e irreducible, sin embargo,

en el mismo artículo se reconocen las

modificaciones introducidas por los

tratados válidos, que en todos los

casos, lo único que han significado ha

sido, precisamente, la reducción de su

inalienable extensión territorial.

¿Es que los constituyentes -de todas

las épocas- nunca se dieron cuenta

de que a raíz de la independencia se

alteró radicalmente el mapa político

de América? Una cosa fue el Reino de

Quito, otra la Real Audiencia de Quito

y otra -muy diferente- es la República

del Ecuador. Aferrarnos neciamente

al Reino de Quito -tal cual lo señaló

la primera Constitución- o a la Real

Audiencia de Quito -como lo señalan

todas las demás- es tan disparatado,

como que los peruanos pretendan que

su país se extienda desde la región

media de Colombia hasta el norte de

Chile, incluyendo a Bolivia y la parte

andina de la Argentina, alegando para el

caso que esos territorios correspondían

al Tahuantinsuyo. Es más, desde los

primeros años de la conquista, todos

estos territorios fueron parte de lo que

se llamó -precisamente- Perú, y así

constan en los antiguos mapas, inclusive

en algunos posteriores a 1563, año en

que se creó la Audiencia, yeso no nos

hace parte del Perú.

Me pregunto entonces: ¿Por qué los

Constituyentes nunca asumieron la

responsabilidad histórica de definir el

territorio ecuatoriano ... ? Y yo mismo

me respondo: Simplemente porque

nunca supieron cuál era su verdadera

extensión y mucho menos cuales eran

sus límites. Pero ahora que ya están

totalmente definidos, habrá quien

La diplomacia ecuatoriana siempre fracasó al tratar de resolver nuestros problemas limítrofes.

introduzca en la Constitución el texto

que indique que el territorio continental

ecuatoriano está determinado por el

Tratado Muñoz Vemaza-Suárez, por

el norte; y por el Protocolo de Río de

Janeiro, por el este y sur?

La Diplomacia Ecuatoriana

A partir de 1830, y durante más de un

siglo, los diplomáticos ecuatorianos

-siempre dispuestos a un arreglo

amistoso y franco- se empeñaron en

determinar la línea limítrofe entre el

Ecuador y el Perú, acudiendo en algunos

casos al arreglo directo total o parcial, y

en otros a la mediación. Pero debemos

aceptar que -a pesar de que su trabajo

fue laborioso- los resultados nunca

respondieron a su esfuerzo, que en todos

los casos resultó estéril y frustrante.

Ante los fracasos diplomáticos, los

gobiernos optaron por ocultarle al pueblo

la verdad en cuanto a sus relaciones

internacionales, adormeciéndola en un

letargo de tranquilidad ciudadana que

no estaba sujeto a la realidad histórica

de nuestro país sino -precisamente- a su

desconocimiento e ignorancia.

61

62

"y he aquí que la general

pusilanimidad de los gestores, y

el beneplácito incondicional de

los ciudadanos para mantenerse a

ciegas, ha terminado por vigorizar

las raíces de una política ecuatoriana,

probablemente única en el Universo:

Estamos crónicamente atacados

de una diplomanía -dispensemos

el vocablo- sentimental e idealista,

digna de las doctrinas de Jesucristo o

CampaneUa, pero de ninguna manera

conveniente para un pueblo que tiene

como vecino a un conquistador, que

escudriña con astucia el momento

propicio para echar el zarpazo"

(Crnel. Rafael A. Puente.- La Mala

fe Peruana y los Responsables del

Desastre de Zarumilla, p. 24).

Límites con el Perú: El Tratado

~osquera-Pedemonte

En 1873 -es decir 43 años después

del nacimiento de la República- el

Dr. Vicente Piedrahita informó al

gobierno del Dr. Gabriel García

Moreno que, mientras asistía como

Ministro Plenipotenciario del Ecuador

al Congreso Americano reunido en la

ciudad de Lima, había descubierto en la

Legación de Colombia los documentos

relacionados con el Protocolo

Mosquera-Pedemonte. Fue a partir de

entonces -solo desde entonces- que

nuestro país empezó a sostener que el

río Amazonas -de acuerdo con dicho

documento- era el que determinaba sus

límites con el Perú.

Ahora bien, según sostuvo y sostiene

el Ecuador, el Protocolo Mosquera­

Pedemonte fue firmado el 11 de agosto

de 1830, en Lima, con la intervención

de los ministros Gral. Tomás Cipriano

Mosquera, en representación de

Colombia; y Sr. Carlos Pedemonte, a

nombre del Perú.

Pero resulta que para esa fecha -11 de

agosto de 1830- ya se había iniciado la

disgregación de la Gran Colombia. El

13 de mayo -es decir tres meses antes- el

Gral. Juan José Flores había proclamado

la separación del Distrito del Sur y la

creación del Estado Ecuatoriano, y

pocos días después había convocado a

una Asamblea Constituyente que debía

reunirse en la ciudad de Riobamba; es

decir que, cuando supuestamente se

llevó a cabo dicha reunión en Lima,

el Ministro Colombiano, Gral. Tomás

Cipriano Mosquera, ya no podía firmar

ningún acuerdo limítrofe entre las dos

naciones, puesto que estas ya no eran

vecinas (entre ellas se interponía el

Ecuador) y si 10 hubiera hecho este

documento no tendría validez, porque

Colombia -repito- ya no limitaba con

el Perú.

Es más, la Constitución de 1830, que

es la que da nacimiento a la República

del Ecuador, ya pretende establecer los

territorios del estado ecuatoriano, sin

l

considerar ningún arreglo limítrofe

suscrito anteriormente entre las

repúblicas de Colombia y Perú. ya que

no los menciona en ninguno de sus

artículos.

Pero existe algo más: parece que el

II de agosto de 1830, fecha en que se

supone se firmó dicho documento, el

Gral. Tomás Cipriano Mosquera -al no

tener ya misión que cumplir en Lima­

habia abandonado el Perú y navegaba

de retorno a su país en la goleta

'"Guayaquileña". que habia zarpado del

Callao el día anterior, tal cual consta

en una publicación periodística peruana

de la época; y lo que es más, parece

que al Ministro Peruano -Sr. Carlos

Pedemonte- por motivos de enfennedad

lo sustituia -cn csa fecha- el Sr. Marias

León. Finalmente y para crear más

dudas y complicar mas el asunto, la

diplomacia peruana afirma que el

Ecuador solo ha presentado copias de

copias supuestamente encontradas en

el archivo del Sr. Mariano Felipe paz

Soldán.

Surge entonces una pregunta:

¿existe o existió en realidad dicho

documento ... ?

En este punto es preciso destacar el

becho de que el notable historiador

colombiano Sr. Carlos Benedetti, en

CttJquu que muurra cual suío lo lineo limítrofe CIOtWdudo f!n d lnuistnJte

Protocolo Mosqwra­Peckmomc.

63

"Tumbes, Marañón o la Guerra", al igual que muchas fantasías, no es otra cosa que una disparatada frase patriotera.

64

su "Historia de Colombia" publicada

en 1887, es decir, apenas cincuenta y

siete años después de los sucesos, no

menciona -para nada- la existencia del

Tratado Mosquera-Pedemonte.

Tengo en mi biblioteca un "Atlas

Histórico Geográfico de Colombia",

editado bajo los auspicios del Archivo

General de la Nación y la Comisión V

Centenario de Colombia, con mapas

que van desde 1574 hasta 1906; pero

entre ellos no aparece ninguno que haga

referencia al tan mencionado Protocolo

Mosquera-Pedemonte, supuestamente

firmado entre Colombia y Perú.

Finalmente, en el hipotético caso de que

sí se hubiera firmado, dicho Protocolo

no fue ratificado ni por el Congreso de

Colombia ni por el Congreso del Perú;

en consecuencia, tampoco tendría

validez.

A lo señalado anteriormente, hay que

sumar dos hechos de trascendental

importancia en lo que respecta a lo

relacionado con este protocolo: El 2

de febrero de 1887 (57 años después

su supuesta firma y 23 desde que se

denunció su improbada existencia), el

gobierno del Dr. José María Plácido

Caamaño nombró al Sr. Benigno

Orellana con el cargo de Vicecónsul del

Ecuador en Iquitos, población situada en

la margen izquierda del río Amazonas,

en territorios que nuestro país -hasta

antes de la firma del Protocolo de Río

de Janeiro- reclamaba como suyos, de

acuerdo con el inexistente Protocolo

Mosquera-Pedemonte. Ese mismo Sr.

Ore llana, en 1890 fue designado Cónsul

del Ecuador, en ese mismo lugar, durante

el gobierno del Dr. Antonio Flores

Jijón.

Definitivamente el Ecuador jamás había

ejercido ni ejercía soberanía alguna

sobre las regiones amazónicas, pero

el oficialismo diplomático ecuatoriano

pregonaba la audaz mentira de que

"el Ecuador mantenía los derechos

y la posesión del Marañón en

conformidad con las cédulas ... ",

falsedad que se constituyó en dogma

del engañado patriotismo que se

arraigó en la conciencia popular y

que hoyes muy difícil rectificarlo"

.- (Francisco Sampedro V. / El Espacio

Territorial Ecuatoriano de 1830 a 1992,

p.42)

Pero eso no es todo, ya en 1884 también

había sucedido una cosa similar con el

nombramiento del Sr. Pedro Delgado,

a quien se designó con el cargo de

vicecónsul del Ecuador en Tumbes;

y en 1913 fue nombrado Cónsul del

Ecuador, en ese mismo lugar, el Sr.

Clotario Paz.

Surge entonces otra pregunta:

¿Existe consulado del Ecuador en

Guayaquil ... ? ¿Existe viceconsulado

del Ecuador en Riobamba ... ?

¿Existe consulado del Ecuador en

Lago Agrio ... ? No, no existen ... y no

pueden existir porque no puede haber

consulados de un país, dentro del mismo

país.

Con esta aclaración acabamos también

con la patriotera frase de "Tumbes,

Marañón o la Guerra", tan repetida

por los ecuatorianos antes, durante

y después de la amenaza peruana de

1910. Para entonces, ya Tumbes era

una población peruana.

En definitiva, si el supuesto Tratado

Mosquera-Pedemonte entre Colombia

y Perú no es mencionado para nada en la

Historia de Colombia, si no aparece en

los mapas históricos de Colombia, si los

supuestos firmantes del mismo no tenían

capacidad para hacerlo en la fecha que

se supone fue firmado, si cuando se

supone fue firmado ya Colombia y Perú

no eran países vecinos y por lo tanto no

podían firmar un tratado de límites, si

tanto los gobiernos de Colombia como

del Perú niegan su existencia, si en el

caso de que se hubiera firmado, nunca

fue perfeccionado ni por Colombia

ni por Perú, y si el Ecuador establece

oficinas consulares en Iquitos y

Aunque sea muy difícil, debemos aceptar que ¡El Ecuador jamás fue país amazónico!

que -definitivamente- el Protocolo

Mosquera-Pedemonte no existe y lo

que es más triste, ¡el Ecuador jamás

fue país amazónico ... !.

Contradicciones relacionadas con el

Protocolo Mosquera-Pedemonte

En la página 263 de su obra "Capítulos

- Apuntes Varios", publicada en Quito

en 1945, ManuelA. Yépezdice: "Este

Protocolo, publicado por primera

vez en el Ecuador y totalmente

desconocido hasta hace poco, fue

descubierto por nuestro inteligente

y muy recomendado Encargado de

N egocios en Lima, Don Augusto

Aguirre Aparicio": Por su parte, en

su Conferencia en Homenaje al Gral.

Andrade, Luis Robalino Dávila dice:

"Si Vicente Piedrahita, el año 1873,

descubrió la existencia del Protocolo

Mosquera-Pedemonte en los Archivos

de la Legación de los Estados U nidos

de Colombia en Lima, Julio Andrade

obtuvo en Bogotá una copia de dicho

instrumento". Finalmente, Carlos de

la Torre Reyes, en la página 329 de

su libro "Piedrahita: Un Emigrado

de su Tiempo", publicado en Quito

en 1988 afirma: "Este documento

65

El Protocolo Mosquera-Pedemonte, sobre el que el Ecuador pretendió demostrar sus derechos sobre la margen izquierda del río Amazonas, definitivamente, no existe.

66

primordial para la defensa de los

derechos territoriales ecuatorianos

fue descubierto por Vicente

Piedra hita en la Legación de

Colombia en Lima ... Solamente en

1906, el Ministro Plenipotenciario del

Ecuador en Colombia, General Julio

Andrade pudo conseguir, gracias a su

diligencia, una compulsa del referido

protocolo ... ".

Como si esto fuera poco, el hi,storiador

Francisco Sampedro, quien fuera uno

de los más notables Miembros de la

Academia Nacional de Historia, en

la página 28 de su obra "El Espacio

Territorial Ecuatoriano de 1830 a 1992"

dice: " ... aquel Protocolo permaneció

desconocido en el siglo pasado hasta

el año 1904 guardado en los Archivos

de la Cancillería Colombiana"

Finalmente, y para terminar de confundir

las cosas, en la Revista de la Universidad

de Guayaquil correspondiente a Enero­

Julio de 1933, aparece publicada la

segunda parte de la tesis doctoral del Dr.

José María Egas, en la que, a partir de la

página 230, consta el texto del Protocolo

Mosquera-Pedemonte; y al terminar

este, en la página 232, una certificación

expedida el 9 de noviembre de 1870 por

el Ministro Residente de Colombia en

las Repúblicas del Pacífico, Sr. Teodoro

Valencia. ¿Cómo pudo obtener el

Ecuador, en 1870, una certificación

relacionada con un documento que

recién fue descubierto por Piedrahita en

1873 y que "permaneció desconocido

en el siglo pasado hasta el año

1904", o que "Solamente en 1906,

el Ministro Plenipotenciario del

Ecuador en Colombia, General Julio

Andrade pudo conseguir, gracias a su

diligencia ... "?

Como se puede apreciar, respetables

escritores e historiadores hacen

referencia al descubrimiento del

Tratado Mosquera-Pedemonte, pero no

logran ponerse de acuerdo ni en quién

lo descubre, ni en qué año, ni en qué

circunstancia, creando -lógicamente­

grandes dudas en cuanto a su existencia,

o confirmando su inexistencia.

Finalmente, surge la pregunta: ¿Qué

importancia puede tener el Protocolo

Mosquera-Pedemonte si ya el Ecuador,

desde 1887 -con el establecimiento de

una oficina consular en Iquitos- había

renunciado a sus derechos sobre la

margen izquierda del río Amazonas?

Los Limites con el Brasil: Tr.bdo

Tobar Rfo Draneo

Al iniciarse el siglo XX los asuntos

limitrofes de la región amazónica

aún no habían sido resueltos ni por

Colombia. ni por el Ecuador. ni por el

Perú, ya que los tres paises no conocían

con certeza a quien pertenecían esos

territorios amazónicos. Fue entonces

que el 6 de mayo de 1904, a pesar de

Que nuestro palsjamás había establecido

oficialmente ningún poblado en esas

regiones, a petición del Brasil se finnó

el Tratado Tobar-Río Braneo, por medio

del cual el Brasil reconoció ser pais

limítrofe con el Ecuador.

Lo que nuestra historia no cuenta es

que en 1851 -cincuenta y tres aftas

antes- ya Brasil y Perú habían finnado

en la ciudad de Lima un tratado

que determinaba esa misma línea

COmo limite entre las dos naciones;

tampoco cuenta nuestra historia que

posterionnente, en 1925, Brasil firmaria

COn Colombia otro exactamente igual,

determinando una vez más esa misma

línea limítrofe. porque en definitiva, lo

que a Brasil le importaba, no era con

quien limitaba sino hasta donde llegaba

su territorio, asegurándose, con los tres

paises, su dominio sobre esas regiones

de la amazonía.

CroqUIS que muesrro la lineo limitrofe que BrasIl m-urJ6 con Ecuador. Perú yColQmbio.

67

Límites con Colombia: Tratado

Mufloz Vernaza-Suárez

Con Colombia nuestra situación

limítrofe también fue -desde el

principio- muy incierta.

Después de haber sido cercenado

nuestro territorio no solo por la Ley de

División TelTitorial de Colombia del 25

de junio de 1824, sino además por el

tratado Arteta-Obando Posada -firmado

en Pasto en 1832- que determinó los ríos

Carchi y Caquetá eomO limites entre las

dos naciones, y luego de varios tratados

o acuerdos que no tuvieron fuera legal

por no haber sido aprobados, el 15 de

julio de 1916. dur.mte el gobiemo del

Gral. Lconidas Plua Gutlérrez se finnó

el Tratado Mui'íoz Vemaza-Suárc/., con

el supuesto propósito de cancelar ciertas

deudas que desde la independencia

Con lo jirm(/ (/el Trmodo MUl10z Vernoza-Suárn- nuutro país deb/6 sacrificar ulen.~Ol territorios a los qlle históricamef/ft! había pretendido desde las ~pocQS colOnloles_

En lafoto aparecen -dtt izquierda a den!cha- las J"e,io'l:s Carlos Adolfo Urnll'/a, Antonio José Uribe, A/~rla },{ul/QZ Yerna;:o, Mareos Fukl Suám, Nicalds Esguert'o, José Mario GOrIZÓle;: Valencia y Hernando HoIguín y Curo Altili, en f'I mismo orden, Albuto Muitoz lJortwo y el secretOriO de lo carrc,lIerw coIomblOrta.

Poro el delqaJo «uUloriall()jue un rnometIta Jo/uroso, para ('/ t!olomblono füe un triunfo má. fln su t!orr!?ru políllca, que la IIl'W1ría a alronzar lo ImlderJClo de Colombia poro el periodo de J 9 J 8 ° J 921"

68

mantenía nuestro país con Colombia

(Guaya-quil pagó por su independencia

y financió en gran parte las de Quito,

Pasto y Perú), y queriendo establecer

definitivamente los límites entre las

dos naeiones- de manera alegre e

irresponsable el Ecuador entregó a

dicho país una inmensa ex.tensiÓn de

territorio nororiental, en las regiones

altas del Putumayo.

Fue una entrega voluntaria .. .

graciosamente generosa ... por la que

nadie reclamó. No hubo una guerra de

por medio, no hubo ejército invasor, ni

amenaza política ... nada hubo, y sin

embargo el Ecuador entregó a Colombia

más de 180.000 k:m2 de territorios en

los afluentes del Putumayo, el Napo y el

Caquetá. Una extensión casi tres veces

mayor a la de todas las provincias de

la cosla.

En ~U~ croquu de pu~ apr«iar claramentf! -en color naranja- cuala fueron Ia.t tltrritorios que el "~lIodONedi6 a Colombia en 1916 en bale del Trotodo ,\I/,ila: H.'rlUlZlI-S"tÍfl.'Z, y enfronJos "enk~ y annmllas, la parte de esos terr,/urios qut: Colombia cedió al Pení en bale al Trotado Salomón-Lozano, SUSCrito en 1910.

De es/o manera el Ecuador q¡,¡ed6 ~m1Udto por uno "lena=a" puuana, qU~$e CU1'orlo ~n /942 con lafirma del Protocolo de Rfo de Ja~/ro, cerre1UJlldo ~ran parte del territorio oriental que el Ecuador reclamó .fiemprtt como propio y privando o nuestro pou de lid

ruplracíones sobre la Orilla l;qulercJa del río .~mazonas.

69

70

Esta generosa donación territorial tuvo

repercusiones el 24 de marzo de 1922,

fecha en que los ministros Fabio Lozano

y Alberto Salomón -en representación

de Colombia y Perú- firmaron un tratado

secreto por medio del cual Colombia

obsequió al Perú casi toda la parte sur

de los territorios que el Ecuador le

había entregado en 1916, permitiendo

así que nuestro país quede envuelto por

una tenaza.

Con la firma de este documento -que

traicionó la buena fe de los ecuatorianos­

Colombia reconoció además ser país

limítrofe con el Perú, otorgándole

derechos sobre territorios que hasta

esa fecha y a falta de documentos

que prueben lo contrario, como señalé

anteriormente, podían considerarse sin

dueño, o al menos en disputa.

De esta manera, mientras nuestra

diplomacia se dormía en sus laureles,

el Perú lograba ser reconocido como

país limítrofe con Colombia y Brasil,

presisament6e en las regiones situadas

en la orilla izquierda del río Amazonas,

en territorios que el Ecuador reivin­

dicaba como propios.

Los derechos territoriales que el Ecuador

argumentaba quedaron, desde entonces,

totalmente desvirtuados, huérfanos de

documentos, traicionados y sin un

sustento jurídico suficiente-mente

sólido como para poder defenderlos.

Acta del 6 de Julio de 1936 El Acta del 6 de Julio de 1936 está íntimamente vinculada con el llamado Protocolo Ponce-Castro

Oyanguren,jirmado en Quito el21 dejunio de 1924 por el Canciller ecuatoriano, Dr. Alejandro Ponce

Borja y el Plenipotenciario peruano Sr. Enrique Castro Oyanguren, por medio del cual ambos países

litigantes se comprometieron a someterse al arbitraje del Presidente de los Estados Unidos.

Debido a que este protocolo no se lo había podido poner en práctica y buscando lograr su ejecución en

su sede propia y en ambiente internacional propicio, el Perú convocó a una reunión en Lima, y el 6 de

julio de 1936 " ... los Plenipotenciarios de las partes, doctores Homero Viteri Lafronte y Alberto VlIoa,

convinieron en que el arbitraje previsto en el documento del 21 de junio de 1924 sería de derecho.

Se pactó también que los dos países mantendrían el "Statu Quo" de sus posiciones hasta el término

de las negociaciones en Washington y del proceso arbitral, sin que ello implicase reconocimiento de

derecho" (J. Tobar Donoso.- La Invasión Peruana y el Protocolo de Río, p. 80).

Como se puede ver, una vez más la candidez de los diplomáticos ecuatorianos impidió comprender que

"Lagarto que traga no vomita ", y si los peruanos se habían posesionado de la hoya amazónica, nada ni

nadie -por las buenas- los obligaría a retirarse.

El Acta del 6 de Julio de 1936

Para el PerG la cusa se le presentó

entonces sumamente fácil: conociendo

esa regla geométrica que dice que "La

distancia más corta entre dos puntos es

la línea recta", a partir de la firma del

Tratado Salomón-Lozano empezó a

ocupar sistemáticamente esos territorios

que consideraba suyos, estableciendo

destacamentos militares en las

cabeceras de todos los ríos importantes

de la región oriental; cosa que jamás

había hecho nuestro país.

Este hecho culminó durante la dictadura

del Ing. Federico Páez, cuando nuestro

país -de manera torpe y cándida- firmó

con el Pero la llamada "Acta del 6 de

Gel1eral Alberto Enríquez G.

Julio de 1936", por medio de la cual

reconoció las posiciones que -de heeho­

el Perú mantenía en esos territorios; es

más, para esa fecha, el Ecuador no

tenía ningún puesto militar. ni signo

de posesión, en la desembocadura

de ninguno de los ríos que fluyen al

Amazonas.

Dos años después, S1l1 medir las

consecuencias de su acción, el entonces

Jefe Supremo Gral. Alberto Enríquez

Gallo envió una carta al gobernante

peruano, Gral. Osear Benavides,

proponiéndole que las negociaciones

limítrofes sean resueltas directamente

por los dos gobiernos, dejando a un

lado la mediación norteamericana.

Al respecto, en su folleto "La Carta

Jefe Supremo de la República del Ecuador A su Excelencia el señor General Osear R. Benavides Presidente de la República del Perú.-

Grande y buen amigo: Portador de la presente carta autógrafa, el Excelentísimo señor Ministro del Ecuador en Lima, Don Gonzalo Zaldumbide, tendrá honra deciros de viva voz cuan hondo y firme es el empeño de mi Gobierno en llegar a una solución de concordia y equidad, en el diferendo pendiente entre los dos países, con el ilustrado Gobierno que tan dignamente presidís.

Amplias, comprensivas instrucciones se han dado a la delegación Ecuatoriana para que pueda llevar a un feliz término, en Washington, las negociaciones que nos incumben al tenor del Protocolo de 1924. Abrigo la esperanza de que hallando nuestra Delegación en el espíritu que anima a la Delegación peruana igual lealtad de propósito, pronto se halle la buscada solución.

A pesar de tan fundada esperanza y como una prueba más de la inquebrantable amistosa voluntad que mueve a mi gobierno, habréis de permitirme, Excelentísimo señor y leal amigo, que me ponga desde ahora a contemplar el evento de que las negociaciones en Washington, por cualquier motivo, al tratar de arreglos directos de arbitraje parcial o total, tropiecen con dificultades, sean de orden jurídico o de otro orden, que retarden demasiado o imposibiliten, acaso el amigable entendimiento de los países hermanos, deben preferir a recursos menos propicios, ante igualmente pacíficos y legales pqra que cimentaren en armónica convivencia su mutuo bienestar.

(pasa a la página siguiente)

71

72

Autógrafa y sus Consecuencias", el

Cmel. Nicolás F. López dice: "la

malhada Carta Auténtica, dirigida

con fecha 30 de marzo de 1938 por

el señor Coronel Alberto Enríquez

G., Jefe Supremo de la República,

al General Oscar R. Benavides,

Presidente de la República

peruana, por medio del Ministro

Plenipotenciario del Ecuador en

Perú, Don Gonzalo Zaldumbide, a

cambiar, como cambió, el arbitraje

consultado en el Protocolo Pon ce­

Castro Oyanguren, por los arreglos

directos que se ubicaran en Lima,

entregó los destinos de la República

del Ecuador a la imposición de la

fuerza, cuyo lógico y fatal resultado

tenía que ser el desmembramiento

del territorio ecuatoriano, en una

extensión que excediera a las más

extremadas exigencias de la ambición

impositiva y temeraria".

Esta carta-propuesta -enviada a espaldas

de la Junta Consultiva- desbarató la

estrategia ecuatoriana planificada por

la Junta y la Cancillería para demostrar

ante el mundo civilizado cuáles eran los

Para este evento, habréis, digo de permitirme, de aceptar que con igual espíritu invista al Representante del Ecuador, cerca de vuestra Excelencia, de los más amplios y suficientes poderes para que, coriformándose a oportunas instrucciones de Cancillería, pacte co'1fidencialmente con Vos y con vuestro eminente Canciller, los términos que puedan resolver en bien de las dos Repúblicas el antiguo litigio que las mantiene recelosas una de la otra y preocupadas por un porvenir que podría, una vez despejada la confusión e indeterminación actuales, inmediatamente unirlas con indiscutibles vínculos de recíproca bienandanza.

Os envío pues como fidedigno representante del espíritu que anima a mi Gobierno y al País entero, al mismo diplomático que ha procurado de antiguo la inteligencia que buscamos con decisión: He investido al Excelentísimo señor Zaldumbide de las facultades y autoridad que creáis del caso, para cuya eficacia os ruego negáis por bastantes las credenciales de que son testimonio esta mi carta y la expresión del perfecto acuerdo con que refrenda este paso el Canciller de la República del Ecuador, Doctor Luis Bossano.

Sea de buen augurio esta cordial expectativa, no dudo que el pueblo hermano, a quien habéis sabido inspirar confianza con tan visibles y promisorios signos de orden, ecuanimidad y prosperidad, verá en un arreglo equitativo con el Ecuador, el más digno coronamiento de vuestra proficua labor.

Leal y buen amigo

(f) A. Enríquez G.

Refrendada El Ministro de Relaciones Exteriores (f) Luis Bossano

Palacio de Gobierno, en Quito, a 30 de marzo de 1938

derechos que nuestro país reclamaba, y

pernlitió al gobierno peruano sustraerse

de las negociaciones de Washington para

manipular a su exclusiva conveniencia y

de acuerdo a sus intereses. el futuro de

las negociaciones entre los dos países.

Las consecuencia .. se verían tres aftos

más tarde, en 1941.

El Ecuador de 1940

El territorio determinado por el Acta

del 6 de julio de 1936, es el Ecuador

que e l Dr. Carlos Alberto Arroyo del

Río heredó el 30 de agosto de 1940,

cuando ascendió a la Presidencia de la

República.

Ya para entonces el Perú habla iniciado

los preparativos para la invasión,

tal cual lo hace constar el Dr. Julio

Tobar Donoso en su obm "La Invasión

Peruana y el Protocolo de Río", al

referirse a una circular del 12 de

diciembre de 1940, enviada a todas

las legaciones ecuatorianas, en la que

dice: "El Perú estA haciendo grandes

concentnciones de elementos béUcos

cerca de la frontera con el Ecuador.

En Talara ha reunido considerables

Croquis que determina hasta donde llegaban las posuÍOlW;s pnuDrtaf

cuando se finrtÓ el A('tu del 6 de Julio de /9J6. Como se puede wr, no exl.Jle mayor diferencia entre #!Sta situación y lo qu~ será ~I Protocolo de Rio tk Jandro.

73

"Anoyo MI Rio rruliuJ uno admini..flrocwn efica=yconstroctll'o. pero no logra impedir q/le $/1$ aJvenarlos -y lo ertm lodos los parrido.f políticos, menaf I!I /¡/Jera{· c,"" de él uno imagen depTllmmle. La agre.mm del Peni en 1941. en la que reducidas 1TOpO$ €k cobertura «uatorianaf, hI!roicam('nt~ hocen frente por casi un mes u cuunluMOS regImIentos penwnos espI!Clolmente uJirstrudru pura esta acclOn ogreriva, qu« logran aI.fin rr»rIper elfrrnt~ ckfouwo, con oombanko de ciudatks illckfensas y qllf~brantamlento t.k uno Irqlla concertada, uwm:.andn sobre la prol'lflda de El Oro. algo en !tI Je Lvja. así como en la Regiún Orje'l/"l, )' el Tratado de Río de Joneiro, tk /942, que recorta /tI territorio ecuat()riano en fa~'OI' dl!l ,,«Ino Peni,jinrwdo boja coocción moral y Juico, con do.f pnn-indas ocupados ~iaJmenll! por el enenllgo, sellczn la werte del gobll!l7IO del Dr:. Anoyo, derrocado pocos dios antes ck c/lmp/ir su mandato de cuatro oñin, por un movimiento TlfI'Oluc/onorio de unidad popular. en el que cor¡/fuyen desde conservodores hasta comunistas"

Jorge SIJ/I'Qdor Lllrll (Escono.' de lfi510ria Patria)

74

fuerzas aéreas so pretexto de temor de

un ataque a los depósitos de petróleo.

El Ecuador no ha aumentando sus

fuerzas ni ha concentrado ningún

elemento. Sfrvase comunicar estos

datos a esa CanciUería y nUIDifestar

que el Ecuador está dispuesto siempre

a recurrir a soluciones paciricas,­

Mexterior",

Posi blemente con al ánimo de pesar

cuál seria la reacción ccuatonana, el 4

dc cnero de 1941, es decir, apenas cuatro

mcses después de que el Dr, Arroyo

del Río asumiera la Presidencia de la

República, fuerLaS peruanas atacaron

el puesto militar ecuatoriano de Corra l

Viejo, al tiempo que aviones militares

sobrevolaban el territorio ecuatoriano

cruzando Arenillas.

La agresión ya se había iniciado, pero

a pesar de estas advertencias y de otras

evidencias, el Comandante General del

Ejército, Cme!. F. Urrutia, en la sesión

de la Junta Consultiva que se celebró

el 12 de febrero de 1941 , expresó

que una invasión inmediata a nuestro

territorio era Imposible porque el Pero

..... neeesitarfa tener algo como 20 o

30 mil hombres cn el triángulo Paita­

Piura-Sullana. Por otra parte, añadió,

el Crel. Pinto y el emdte. Cálvcz

tienen la impresi6n de que los oficiales

peruanos no quieren la guerra" (La

Invasión Peruano1' el Protocolo de Río,

p, 145,- Julio Tobar DOlloso).

Resulta "curioso", por decir lo menos,

que el Comandante General del Ejército

y dos altos oficiales militares no hayan

podido comprender la situación militar

que amenazaba a nuestro país, y

que hayan tomado las denuncias y

evidencias de manera tan irresponsable.

No se puede culpar al Gobierno por no

haber estado preparado para la el golpe:

El Gobierno estaba en la obligación de

escuchar la opinión de quienes -por su

profesión- estaban más capacitados para

cuantificar si existía o no una amenaza

a nuestro territorio.

En la sesión de la Junta Consultiva de

Relaciones Exteriores celebrada el2 de

mayo de 1941, el Crne\. Urrutia volvió

a restarle importancia a la presencia

de tropas peruanas en la frontera

afirmando que: "La presencia de esos

4.000 hombres sólo es una cobertura;

pues el Perú, según cálculos, debería

movilizar en caso de guerra al rededor

de 200.000 hombres. Con todo esto,

debo afirmar que el Ecuador está en

superioridad al Perú por el elemento

raza; los ecuatorianos son de índole

guerrera, mientras los peruanos son

pacifistas ... " (La Invasión Peruana y el

Protocolo de Río. p. 290.- Julio Tobar

Donoso).

¡~Li¡;S Ci~U~.t()r¡anos "OH de in(j,~;·,.'

glH.'rrera Jnientra~ qU(~ io~ pc'rual1( , son p~H.·itistas ... ~" {'! J

Qué poco conocía el Crnel. Urrutia a los

ecuatorianos ... qué desinformado estaba

con relación a la preparación militar del

ejército peruano. Estas apreciaciones

tan ligeras y despreocupadas sufrirían

un estremecimiento espantoso que

lo volvería a la realidad cuando esos

ecuatorianos a los que él calificó

"de índole guerrera", se convirtiesen

en incontenibles desertores, según

lo podremos ver en las páginas

siguientes.

Así las cosas y con las facilidades

militares que ofrecía el Ecuador, el

5 de julio de 1941 y comprendiendo

que desde el principio de los tiempos

el mapa político del mundo ha sido

demarcado primero por las armas

y luego por acuerdos y tratados

diplomáticos, sin mediar declaración

de guerra la gran maquinaria militar

del Perú atacó sorpresivamente las

débiles y mal armadas guarniciones que

nuestro país mantenía en la frontera del

Sur, concretamente en la provincia de

El Oro.

La intención peruana -que conocía su

superioridad bélica y se había preparado

desde muchos años antes para dar el

traicionero zarpazo- era la de obligamos

por la fuerza a una pronta capitulación y

75

"Años largos de descuido y de mala diplomacia nos condujeron al trágico final"

76

lograr la firma de un acuerdo o tratado

que le diera legalidad jurídica a la

posesión de esos territorios orientales

que, como hemos visto, mantenía de

hecho desde 1936.

El Cme!. F. Urrutia, para entonces

Comandante Superior del Ejército, en

su Relación Sobre los Acontecimientos

en la Frontera y su Entrevista con los

Ministros de los Países Mediadores, dice:

"La acción peruana de los días 5 y 6 de

julio estaba destinada, así lo supongo,

a provocar una reacción ecuatoriana

en momentos que nuestro país no

estaba preparado ... " -un mes antes

le había restado toda su importancia- y

más adelante, refiriéndose al Dr. Arroyo

del Río dice: "Solicitó las facultades

extraordinarias, atendió a mi pedido

de aumento de la fuerza de frontera

y decretó la creación de la V Zona

Militar" (Cm el. Rafael A. Puente.- La

Mala Fe Peruana y los Responsables

del Desastre de Zarumilla, p. 198

-199)

No se repita entonces lo que sus

detractores han afirmado inútil y

neciamente, insistiendo en que el

gobierno no tomó las medidas necesarias

para enfrentar la situación.

Nuestro país intentó defenderse, pero

tal cual 10 dice el historiador Alfredo

Pareja Diezcanseco, opositor de Arroyo

y uno de los principales protagonistas de

la asonada que el 28 de mayo de 1944

puso fin a dicho gobierno: "Años largos

de descuido y de mala diplomacia nos

condujeron al trágico final".

La situación de nuestro ejército era

verdaderamente desesperada, la falta de

preparación y el escaso presupuesto no

permitían la compra de material bélico,

y aunque el patriotismo ciudadano

clamaba por ir al frente de batalla, no

había cómo armarlo, alimentarlo, ni

transportarlo.

Pero eso no era todo, a esta situación

alarmante había que sumar la absoluta

falta de preparación y logística que

existía en el Ejército Ecuatoriano,

que es demostrada por el propio

Crnel Urrutia quien, en su calidad de

Comandante Superior del Ejército, con

fecha 11 de julio de 1941 dirigió al

Crnel. Rodríguez -Comandante de la

recién creada V Zona Militar- el oficio

No. 256 en el que le dice: "En vista

de todas las informaciones que hay

respecto a la presunta invasión del

Perú, este comando está tomando

todas las medidas aconsejables para

contrarrestar dicha invasión" (Cma/.

Luis Larrea Alba.- "La Campaña de

1941" p. 95).

EstonosólodcmucstraladcsinfOlmación

que existía en el Alto Mando Militar,

sino que el Crne!. Urrutia, a pesar de

que desde los días 5 y 6 ya se habían

iniciado las primeras agresiones, aún

consideraba a estas como el inicio de

"una presunta invasión".

"El punto más endeble de nuestra

situación defensiva estaba constituido

por la falta de dirigentes militares. La

actitud pasiva y desorientada que se

observó en los años que precedieron

al conflicto y en los meses y días

anteriores a los primeros ataques a

nuestras débiles fuerzas de vigilancia

de frontera, hizo notar que nuestro

Alto Mando careCÍa de todos los

atributos para encarar, con energía

y con serenidad, situaciones de

verdadera responsabilidad" (Crnel.

Luis Larrea Alba.- "La Campaña de

1941" p. 14).

No tuvo problemas el Perú para

destrozar y arrasar con nuestros

pequeños y débiles destacamentos

fronterizos, algunos de ellos defendidos

heroicamente, para luego avanzar y

adentrarse por la provincia de El Oro.

Tal fue así, que en la edición del 28

de julio de 1941, diario El Comercio

de Lima dice: "Derrotados los

ecuatorianos en tierra, mar y aire,

y deshecho su ejército de línea, sólo

puede aspirar a que se suspendan

las hostilidades. En cambio, fácil

""El punte, rnás endeble de nU('Stra

~¡tuación defensiva estaba constituido por la falta de dirig('nte~ Inilitares~~

resultaría para las tropas peruanas

continuar aquellas, y proseguir su

avance hasta Guayaquil, para dictar

allí las condiciones de paz".

En esas condiciones de tremenda y

dramática desventaja -con su territorio

invadido por fuerzas militares peruanas

y con la amenaza terrible de que caiga

Guayaquil- el Ecuador asistió a la

Conferencia de Cancilleres que en

los primeros días de enero de 1942

se reunió en Río de Janeiro, capital

entonces del Brasil, llevando ante

este organismo internacional nuestro

sangrante problema territorial. La

delegación de nuestro país estuvo

integrada por notables y destacadas

personalidades jurídicas, políticas y

económicas como los doctores Julio

Tobar Donoso, Ministro de Relaciones

Exteriores; Humberto Albornoz,

Presidente de la Junta Consultiva;

Alejandro Ponce Borja, Consultor

Jurídico; Eduardo Salazar Gómez,

Asesor Económico; Enrique Arroyo

Delgado, Ministro en el Brasil; Luis

Bossano, ex-Ministro de Relaciones

Exteriores; Gonzalo Escudero, Ministro

en Chile; y los señores Juan X. Marcos,

Aseso'r Económico; y Carlos Tobar

Zaldumbide, Secretario de la Legación

en el Brasil y de la Delegación en Río

de Janeiro.

77

" .. .Ias pretensiones del Perú son sin límites; después de cinco días les invaden""

78

La delegación ecuatoriana defendió

brillantemente y con sólidos argumentos

históricos el honor y los derechos

territoriales de nuestro país, denunciando

además la forma traicionera como

había sido atacado; pero las artimañas

y astucia de los peruanos lograron

embaucar a los delegados de los países

mediadores, Argentina, Brasil, Chile y

Estados Unidos, quienes presionaron

a los ecuatorianos para que acepten la

firma de un tratado por medio del cual el

Ecuador debía de ceder, en nombre de la

paz, gran parte de su territorio oriental y

los derechos que defendía sobre la orilla

izquierda del Amazonas.

Nuestra delegación rechazó

rotundamente dicho documento, e

inclusive se negó a tratar el asunto

mientras el territorio ecuatoriano

estuviera invadido por las fuerzas

militares peruanas, pero el Canciller

del Brasil, Sr. Oswaldo Aranha, señaló a

nuestra delegación que si el Ecuador no

aprovechaba la oportunidad de lareunión

de Río de Janeiro, los países mediadores

se retirarian dejando nuestro destino a la

suerte de las armas, destacando además

que" ... las pretensiones del Perú son

sin límites; después de cinco días les

invaden" (Julio Tobar Donoso.- La

Invasión Peruana y el Protocolo de

Río. p. 409).

Esta situación amenazante fue

confirmada por el Cmel. F. Urrutia

quien, en su Relación Sobre los

Acontecimientos en la Frontera y su

Entrevista con los Ministros de los

Países Mediadores dice: " ... parece

que el señor Ministro de Estados

Unidos creyó oportuno convencerme

de la conveniencia de la cesación de

hostilidades (que en el fondo de mi

conciencia la deseaba) y me dijo: Si

el Ecuador no acepta la propuesta

nuestra que es basada en lo que ofrece

el Perú en sus respectivas condiciones,

no podemos hacer más por una

pacificación. El Perú se lanzará a

una guerra a fondo, bombardeará

Guayaquil; su aviación avanzará

hasta Quito ... " (ernel. Rafael A.

Puente.- La Mala Fe Peruana y el

Desastre de Zarumilla, p. 208).

Conociendo esta delicadísima situación,

el Ministro de Defensa Nacional, Cruel.

Carlos A. Guerrero -pundonoroso y

distinguido militar a quien por sus

conocimientos y dotes de organización

se lo había llamado a dirigir el

Departamento de Defensa a raíz del

desastre fronterizo- presentó a la Junta

Consultiva -el 19 enero de 1942- una

exposición en la que en algunas de sus

partes dice: " ... EI Ecuador no tiene

ejército para la defensa de su

soberanía. En Aviación, cero; En

Marina, dos cañoneras sin munición:

El Presidente Alfaro y el Calderón.

La defensa de la costa, nula ... La

fuerza de infantería no puede ser

atendida eficazmente por falta de

elementos materiales disponibles ... La

munición en cantidad estrictamente

indispensable, hay que gastarla con

rigurosa economía, para que no

llegue el momento de quedarnos

sin nada ... En estos datos, que dan

la medida de nuestra tristísima

realidad militar, tiene la Junta los

elementos de juicio para aconsejar

al gobierno el arreglo pacífico del

problema o su solución por la fuerza.

Porque, en mi concepto, resistirse al

arreglo, sería escoger la guerra, con

la seguridad de la absoluta derrota ...

Como soldados estamos obligados

a aconsejar la guerra cuando hay

posibilidades de triunfo. En caso

contrario, es nuestro deber indicar

la paz ... N o podemos atenernos a la

eventualidad de impedir, si llegase el

caso, un desembarco en Guayaquil ...

Si estuviéramos en condiciones de

hacer la guerra, con probabilidades

de llegar a la victoria, es claro que

no sería otra la actitud del Ecuador.

Pero, en las circunstancias actuales,

estoy seguro que no habría ningún

militar, ningún soldado que fuese

"El valor solo no cuenta si no se dispone de los elementos necesarios de defensa ... "

partidario de la lucha armada ... Si

no se llega en estos días, a un arreglo,

va a atacar Guayaquil, empresa para

él relativamente fácil de realizar, ...

tomado Guayaquil, no podría resistir

el golpe, peor devolverlo al Perú ... "

(emel. Rafael A. Puente.- La Mala Fe

Peruana y el Desastre de Zarumilla, p.

167).

Ese mismo día, en sesión de la Junta

Consultiva realizada en Guayaquil,

el señor don Luis Vernaza, uno de los

guayaquileños más notables y cuya

opinión era respetada y aceptada

por toda la ciudadanía, se expresó

en los siguientes términos: "El señor

doctor Navarro nos ha planteado el

problema en términos claros. Se trata

de aceptar una de estas dos derrotas:

La de los amigos que nos vuelven la

espalda (refiriéndose a los países de

América) o las que nos impusiera el

Perú después, con el triunfo de sus

armas, en una invasión. Preferible en

todo caso la primera, por ser menos

vergonzosa ... En cien años de vida

republicana, el debilitamiento del

país ha sido siempre en ritmo más

descendente ... no pongo en términos

de duda la ocupación de Guayaquil.

No es posible defenderla sin cañones,

sin buques, sin nada.

79

El valor solo no cuenta si no se

dispone de los elementos necesarios

de defensa... Por todas estas

consideraciones sólo nos queda

un camino: la solución de fondo,

relativamente honrosa, en Río de

Janeiro, antes que un arreglo posterior,

impuesto por las annas" (Julio Tobar

Oonoso.- La Invasión Peruana y el

Protocolo de Río, p. 435).

Las presiones razonadas con sentido

patriótico iban cerrando el cerco y

demostrando la imposibilidad de hacer

frente al Perú y sostener una guerra

que hubiera resultado desastrosa; fue

por eso que pocos días más tarde -el

24 de enero- el mismo Cmel. Guerrero

presentó al Presidente la renuncia de su

cargo exponiendo -entre otras cosas- lo

siguiente:

"La insuficiencia de recursos

económicos y la imposibilidad de

conseguir armamento han anulado

todos los propósitos de organizar

una fuerza militar capaz de hacer

respetar la soberanía nacional... en

tan adverso estado de cosas, ¿cómo

hacer frente al ejército peruano,

organizado, armado, equipado con

años de anticipación, movilizado

casi por completo y que cuenta para

este año con más de cuatrocientos

millones de sucres, exclusivamente

para gastos militares? ...

Carta de renuncia del Cmel. Carlos A. Guerrero al cargo de Ministro de Defensa

Quito, a 24 de enero de 1942

Señor Presidente de la República:

La insuficiencia de recursos económicos y la imposibilidad de conseguir armamento han anulado todos los propósitos de organizar unafuerza militar capaz de hacer respetar la soberanía nacional. Ni un avión, ni una arma han llegado de los Estados Unidos. En el semestre (le! año pasado, el Ministro de Defensa solo pudo contar con CATORCE Y MEDIO millones de Presupuesto Extraordinario, provenientes del préstamo del Banco Central, para vestir, equipar, alimentar, alojar al Ejército, aumentar sus escasos efectivos, organizar almacenes y depósitos, servicios sanitarios y de abastecimientos y para el mantenimiento de vías y medios de comunicación, de indispensable necesidad militar. Naturalmente, los resultados obtenidos guardan lógica proporción con la exigüedad de recursos.

Para 1.942 la situación de la defensa nacional presentará caracteres más graves. El Congreso Nacional, reunido en plena invasión peruana, con tranquila despreocupación, asignó al Ministro de Defensa los mismos veinticuatro millones, seiscientos mil sucres ae 1.940, inferiores a los destinados para gastos militares en pasados años, y esto a pesar de haber hecho conocer a la Comisión de Presupuesto que se necesitarían setenta y dos millones de sucres. Ante esta situación, el Gobierno, creando nuevos impuestos y venciendo dificultades y oposiciones al financiamiento de ellos, destinó para gastos extraordinarios doce millones de sucres, para seis meses en teoría, para todo el año, en realidad. ¿Qué puede hacerse con doce millones, si catorce y medio para seis meses, no han permitido un desarrollo apreciable de las Fuerzas Armadas?

En tan adverso estado de cosas, ¿ cómo hacer frente al ejército peruano, organizado, armado, equipado, con años de anticipación, movilizado casi por completo y que cuenta para este año con más de cuatrocientos millones de sucres, exclusivamente para gastos militares?

Nuestro Ejército, regado en cordón por toda la frontera marítima y terrestre de Occidente, Sur y Oriente, sin reservas, sin armamento, ni equipo adecuado, es débil en todas partes. Propiamente solo hace acto de presencia y soberanía. En caso de ataque afondo, el Perú puede romper la lmea en cualquier punto.

80

En consideración a la debilidad

militar del Ecuador y a fin de

salvar su existencia, he opinado

y sigo opinando que el país debe

resueltamente sacrificar sus

aspiraciones sobre el Marañón y

aceptar sin regateos la línea oriental

que los países mediadores consigan

del Perú, cualquiera que sea.

No es así el parecer de la Junta

Patriótica y de la Junta Consultiva,

las cuales se adormecen con

la patriótica ilusión de que las

aspiraciones nacionales pueden ser

grandes, aunque no existan medios

para realizarlas ... ".

Finalmente, en la sesión del 29 de

enero, la Junta Consultiva aprobó por

unanimidad y con voto individual

razonado la moción presentada por

el Dr. José Vicente Trujillo, en la que

dice: "Que se autorice al Canciller a

negociar a fondo un arreglo definitivo,

sobre la base presentada por Aranha,

pero procurando mejorarla en cuanto

fuere posible".

Queda claro entonces que no fue el

Dr. Arroyo del Río quien decidió la

firma del Protocolo de Río de Janeiro,

el Gobierno sólo comprendió la

dramática situación por la que estaba

pasando y aceptó la recomendación

del Ministro de Defensa que conocía

y a pesar de esto, hay que reducir los efectivos, desandar lo andado, para que alcance el Presupuesto. Es decir, al Ministro de Defensa solo le queda mirar impotente el desarrollo de los acontecimientos, tal como los quiera encauzar el Perú.

En consideración a la debilidad militar del Ecuador y a fin de salvar su existencia, he opinado y sigo opinando que el país debe resueltamente sacrificar sus aspiraciones sobre el Marañón y aceptar sin regateos la línea oriental que los países mediadores consigan del Perú, cualquiera que sea. No es así el parecer de la Junta Patriótica y de la Junta Consultiva, las cuales se adormecen con la patriótica ilusión de que las aspiraciones nacionales ,Pueden ser grandes, aunque no existan medios para realizarlas. Y tengo la convicción de que la mayOrla del pueblo ecuatoriano, convencido de su impotencia, aspira ahora a que desaparezca la agresión del Perú, se nos devuelva la Provincia de El Oro, venga la paz y se procure remedio a su pobreza y atraso.

Señor Presidente, si se toman en cuenta las circunstancias de carácter militar y de carácter diplomático que he mencionado, se convendrá conmigo en que no me resta programa ninguno que realizar, ni tarea comenzada que terminar. Mi permanencia e el Ministerio sería estática, digamos burocrática, para seguir dando de baja soldados fuera de presupuesto. Ruego al señor Presidente excusarme de desempeñar este papel y le suplico relevarme del cargo con que me honró hace cinco meses y medio, cargo que renuncio enforma irrevocable.

Del señor Presidente con todo mi aprecio y mis respetos.

(f) C. A. Guerrero

Al Excelentísimo señor Dr. Carlos Arroyo del Río Presidente Constitucional de la República Presente.

81

Histórico foIografw qw ",ucs/ro 10$ drumOrico monwntru qlle enl1la!f:arvn (afirma lkl Pro/oco/o de Rlo de JaMlro, el 19 de etWrf) de 1941 COIIStan en ella, en/IY otros. el cancIller puuano Sr. Alfredo SoII}' Mllro; el ~"II~SttrrtarlD de ntlMla

de lo.r EE. UU., Sr SlImmer Wd/a; el canciller de Chile. Sr. Jllan 8 H.ossettl; el concilie de Argcntlffo, Sr. Ennqw RIIJ:. GIIlAa:ai. el concilio de Brruil, Sr ChKnldo Aronho y el cancIller de nllQtrO paLt, Dr Jllllo Tobur Donoso

la realidad militar que el Eeuador vivía

en esa época dolorosa, y la resolución

adoptada por la Junta Consu ltiva.

A esto hay que agregar la opmión de

los diferentes observadores militares,

quienes ya hablan opinado en relación a

la situación que se vivía, llSeb'llrando que:

"SI el Ecuador se negase a acepta r las

condiciones a proponerse por Perú, se

completarla la ocupación de El Oro

y se avanzaría sobre Loja, C uenca

y Guayaquil. No sólo la negación

sino aún cuando se produjera una

aceptación a la propuesta, el Puú

adoptaría tal conducta si es que el

--82

Ecuador dilata la firma del tratado

que finiquite el problema de las

frontera," (La Invasión Peruana y el

Prolocolo de Río, p. 436.- Julio Tobor

Donoso).

Fue en tonces y so lo entonces que

-obligado por el razonamiento

patriótico de ciudadanos responsables,

por las presiones mi litares peruanas

y con la venia de los países garantes,

Argen tina, Brasi l, Chile y Estados

Unidos; que también habían crecido

a costa de tenitorios arrebatados a

sus vecinos- en nombre de la paz

continental, a la 1 ;20 de la madrugada

del 29 de enero de 1942, en el Palacio

de Ytamarati, el Ecuador fue obligado a

firmar el "Protocolo de Río de Janeiro",

por medio del cual -con una que otra

rectificación- se le dio legalidad jurídica

a la ocupación que desde muchos años

antes mantenía de hecho el Perú en

territorios de la región oriental.

Ese mismo día, luego de firmar el

documento, el Dr. Tobar Donoso envió

al Dr. Arroyo del Río el siguiente

telegrama:

"Para Presidente de la República.­

Vista gravedad de las circunstancias

asumí conscientemente responsa­

bilidad de firmar un convenio

preliminar que reduciendo consi­

derablemente nuestras aspiraciones,

no impide rectificaciones necesarias.

Allá explicaré las enormes razones

que obligáronme .a dar este paso.

Caso crea usted conveniente, fin

salar dificultades primer momento,

autorÍzole declarar que yo he

procedido por mi propio arbitrio,

imponiéndome voluntariamente,

sin aprobación de usted, esta grave

carga. Listo asumir exclusiva

responsabilidad con el fin de que

caiga sobre mí todo el peso de la

opinión pública, si encontrare que

he procedido ¡nconvenientemente.­

Tobar". (1)

El 29 de enero de 1942 quedaron -por primera vez en la historia- definidos los límites entre el Ecuador y el Perú.

Es indudable que el Dr. Tobar Donoso

aún confiaba en la justicia internacional

y con extraordinaria habilidad había

logrado introducir en el texto del

protocolo algunos señalamientos que

haría de este un documento nulo; uno

e ellos el contemplado en el Art. 11,

en el que demuestra y confirma que

nuestro país firmó el protocolo por

estar invadido por las fuerzas militares

peruanas.

El Dr. Arroyo del Río se negó a aceptar

el sacrificio del Dr. Tobar Donoso

y de inmediato la respondió con un

telegrama a través del cual le ofreció

todo su respaldo:

"Para Tobar Donoso.- Agradezco su

cablegrama. Mi fe en su patriotismo

y decisión por defender los intereses

nacionales, es hoy la misma de ayer

y de siempre. Tengo seguridad que

usted habrá agotado los esfuerzos

por servir causa de nuestra Patria.

Admiro, una vez más, su generosidad

de ánimo. No veo motivo para que

usted quiera asumir responsabilidad

exclusiva. Ansío conocer línea

convenida. Abrazo cordialmente.­

Presidente de la República". (2)

(1 y 2) Por la Pendiente del Sacrificio, p. 384 Y 385.- Carlos Arroyo el Río.

83

El 29 de enero de 1942 quedaron -por

primera vez en la historia- definidos los

límites entre el Ecuador y el Perú. Es

cierto que se mutilaron la" expectativas

territoriales amazónicas que nuestro país

defendía, pero es preciso aclamr que

« ... de In pérdida de más de 300.()()() km'

que se cargan a la firma del Protocolo

de Río de Janciro, la pérdida neta -con

cifras que pode-mosexhibir- fue sólo de

13.480 km2. El resto, de facto, lo tenia

ya ocupado, contra todo derecho, el

Perú ... )~ (R. P. Jorge Chacón s.i. revista

"Cuando u recuerda la Invasión peruona y la posterior firma del Protocolo de RíQ eJe Jandro de /941, s~ Incurren en dos folocios que fIQ corrrsponden a la verdad histórica Se suela q/irmar que por dicho tratado. Ecuador perdió centenarl'S lk kilómetros de su tc"ilorio oriental y la cundid/m de estado ri~1to dttl Amazona.f; y que los respontables de la derrota militar y JiplomatU:a qlle sufrio d país fueron el gobierno de aquella época y particufarmenle su canciller ...

... fo derroto militar y diplomática sufrido por Ecuador fue la consecuencia rkswnfuraJu, pero inevitables, dd desorden político y del deterioro económico ciel paú, fmómelKU coridianru q~ impidiD'OI1 ni progreso etI campo alguno, e.rfWCiafmcme en los años que prttedieron a conjIicto ".

Dr, OSVDldo Hurtado lA"Ctl (Jutio Tobor Donoso: Cnrlenorlo H p. J 53)

84

«Catolicismo», enero de 1965).

Lo que no se ha dicho, lo que se ha

ocultado con malevos fines políticos,

es que gracias al Protocolo de Río de

Janeiro nuestro país logró recuperar las

provincias de El Oro y Loja, que estaban

invadidas por el ejército peruano, cuyos

oficiales nunca pudieron comprender

cuál habia sido la razón de sus triunfos

militares, si finalmente debían devolver

esos ricos territorios a sus legítimos

due"os.

La finna del Protocolo de Río de Janeiro

-que es el único documento que desde

el nacimiento de la República, en 1830,

detennina los limites entre el Ecuador

y el Perú, porque no existe y jamás ha

existido otro documento limítrofe entre

las dos naciones- significó un sacrificio

muy dramático para nuestro canciller,

El Dr. Julio Tobar Donoso debió

tomar, en cuestión de horas, una de

las decisiones más importantes y

dolorosas en la historia de nuestro país,

sin contar siquiena con las facilidades

para comunicarse con el Presidente

de la República, y menos aún con su

aprobación para la firma del mismo;

pero comprendiendo el terrible peligro

que se cernía sobre nuestra Patria,

enfrentó con su firma el implacable

juicio de la historia, que no fue otra

cosa que determinar, por primera vez,

los verdaderos limites l:nlre .. ::Cuador y

Perú.

Antes de continuar quiero dejar en

claro eso de que el Protocolo de Río

de Janeiro es el único documento que

detennina los límites entre Ecuador y

Peni; Y para eso voy a citar al erudito Dr.

Pablo Herrera, uno de los ecuatorianos

más versados en asuntos limitrofes,

quien por 1890 ·según sostiene Miguel

Valverde en la memoria reservada que

presentó ante el Congreso en 1905·

habla dicho: ..... La cuestión de limites

est' perdida para el Ecuador, en el

terreno del derecho. No tenemos un

solo documento para oponer a los

muchos que el Perú posee •.. .,

El Protocolo de Río deJaneiro es el único documento que desde el nacimiento de la República, en 1830, determina los limites entre el Ecuador y el Perú.

y esto no resulta raro si anali/..amos

el hecho de que " los archivos de la

Cancillería ecuatoriana hllbian sido

escrupulosamente saqueados". según

consta en una nota enviada ese mismo

afta por el Ministro de Chile en Quito,

Sr. Galo Irarrazábal, a la memoria del

Comisionado Regio Sr. Menéndez

Pidal; y que en Guayaquil, el Archivo

Colonial y de la Independencia había

CroqulJ q~ JN'ff~nta la liMO Ii,"ítrof~ tstablecida por el Protocolo de Rio de Jandro.

Si compora1PlOS este con ~I dt!lActa deJó de juflu d4.' 1916 (pag 73). Vf'lTmos que es muy poco lo dif~n!ncio entlT uno y olro. Estb demuestra, Indudoblenwnte, qllfl no fw el Protocolo de RIo de J_lro ~I qw privó al Ea«MJor de esas regioMs OIfIU..·ómcar.

N o fue el Protocolo de Il.ío de J aneiro el que arrebató a nuest.·o país los territorios de la anlazonía ... '-a eran ... siclnpre habían sido peruanos.

estado a cargo del erudito (¿espía ?)

ciudadano peruano Sr. Arturo García

(x), quien entre 1884 y 1885 había sido

Director de la Biblioteca de Guayaquil,

oportunidad que tuvo para sustraerse dc

dichos archivos toda la documentación

pertinente.

Es más, a partir de 1906, año en que

el según algunos historiadores, el

Gral. Julio Andrade habría conseguido

en Colombia la copia del supuesto

Tratado Mosquera-Pedemonte, nuestro

país intentó varias veces solucionar el

problema limítrofe con el Perú a través

de varios acuerdos o tratados que en

nada hacían referencia al Mosquera­

Pedemonte, como la propuesta

presentada por el Comisionado Regio

Sr. Menéndez Pidal en 1908, que

aún nos daba derecho al Marañón­

Amazonas y a grandes extensiones de

la meseta amazónica, hasta el Brasil; la

línea sugerida por el Consejo de Estado

Español en 1909, que nos mutilaba en

la meseta amazónica pero mantenía la

soberanía ecuatoriana sobre los orígenes

del Marañón-Amazonas; y el Protocolo

Ponce-Castro Oyanguren de 1924, que

si bien es cierto no estableCÍa una línea

limítrofe, marcaba un procedimiento

para buscar esa solución. Finalmente

hay quc hacer referencia a un

documento del que muy poco se habla:

el Acta de Lima de 1936, que no fue otra

cosa que la demostración de que -desde

muchos años antes- el Perú estaba en

posesión de las regiones orientales que

el Ecuador reclamaba, y la confirmación

de que ya no podíamos aspirar a los

territorios de la margen izquierda del

Marañón-Amazonas.

Entonces, no fue el Protocolo de Río de

Janeiro el que privó a nuestro país de sus

derechos sobre el río Amazonas ... No

fue el Protocolo de Río de Janeiro el que

arrebató a nuestro país los territorios de

la amazonía ... Ya eran ... siempre habían

sido peruanos.

El Dr. Arroyo del Río era Liberal...

El Dr. Julio Tobar Donoso -que firmó

el Protocolo- era conservador. Al

presidente Arroyo del Río le hubiera

sido muy fácil lavarse las manos

"ponciopiláticamente" y destituir al

canciller Tobar Donoso, haciéndolo

responsable del desastre; pero Arroyo

del Río -que era un caballero y un

hombre de honor- estaba conciente de

que el Protocolo de Río de Janeiro era

un documento salvador de la existencia

(x) El Sr. Arturo García fue uno de los diplomáticos más importantes del Perú, y como tal, en mayo de 1890 le correspondió firmar con el Dr. Pablo Herrera el llamado Tratado Herrera­García, para efecto del cual, seguramente aprovechó la documentación "desaparecida" de los archivos de Guayaquil.

86

de la Patria y por ello -a sabiendas de

las consecuencias políticas que este le

traería- en un gesto de nobleza de los

tantos que lo enaltecieron durante toda

su vida pública y privada, le brindó su

respaldo total e incondicionalmente.

Pocos días después de la firma del

Protocolo de Río de Janeiro su texto fue

publicado por la prensa y, cumpliendo

con lo dispuesto en la Constitución

vigente -que era la de 1906- con fecha II

de febrero el presidente Arroyo del Río

convocó a los Senadores y Diputados

de la República a un Congreso

Extraordinario que se instaló el 19 de

febrero de 1942 con la asistencia de

congresistas pertenecientes a todas las

ideologías políticas, para que sea éstc

quien apruebe o desapruebe la firma de

dicho documento.

Casi un mcs tuvo el pueblo ecuatoriano

para oponerse a la firma del Protocolo

y exteriorizar su rechazo al gobierno,

pero estas manifestaciones no se

EL CONGRESO DE LA REPUlICA DEL ECUADOR

Considerados los mensajes del señor Presidente de la República al Congreso Nacional acerca del Protocolo firmado en Río de Janeiro el veintinueve de enero último, dando término al secular litigio territorial ecuatoriano-peruano:

Oída la exposición hecha ante el mismo Congreso por el señor Ministro de Relaciones Exteriores y tres de los delegados del Ecuador a la Conferencia de Río; y

Atentas las circunstancias que han mediado hasta el momento en que el Canciller ecuatoriano hubo de firmar el mencionado Protocolo:

Decreta

Artículo Unico.- Apruébase el Protocolo de Paz, Amistad y Límites firmado en Río de Janeiro, el veintinueve de enero del presente año, por los Plenipotenciarios del Ecuador y el Perú, bajo los auspicios de Su Excelencia el señor Presidente del Brasil y en presencia de los señores Ministros de Relaciones Exteriores de la Arenita, Brasil, Chile y del Subsecretario de Estado de los Estados Unidos de América.

Dado en Quito, Capital de la República, a veintiséis de febrero de mil novecientos cuarenta y dos.

El Presidente de la Cámara del Senado (f) Julio E. Moreno

El Secretario de la Cámara del Senado (f) Césa . Bahamonde

El Vicepresidente de la Cámara de Diputados (f) Alfredo Sevilla

El Secretario de la Cámara de Diputados (f) Dr. Telmo N. Vaca del Pozo

Palacio Nacional, en Quito, a veintiocho de febrero de mil novecientos cuarenta y dos.

Ejecútese (f) C. A. Arroyo del Río

El Ministro de Relaciones Exteriores (f) J. Tobar Donoso

Es copia.- El Subsecretario de Relaciones Exteriores (f) Cristóbal Gangotena Jijón

(El presente Decreto fue publicado en el Registro Oficial No. 459 de 5 de marzo de 1942)

87

"El Tratado de Río de Janeiro entre el Ecuador el Perú., será mantenido como lo aconsejan los vitales intereses actuales de la patria ecuatoriana ... .,'

88

produjeron porque posiblemente el

pueblo comprendía "que con ese mal,

con esa injusticia, se habían evitado

males e injusticias mayores. De otro

modo los acuerdos de protesta, las

peticiones para que no fuese aprobado

el Protocolo, las manifestaciones

públicas, la acción de las Fuerzas

Armadas que habría podido ir

hasta la deposición del Gobierno,

como lo había hecho en la vida de

la República, se hubieran sucedido

sin solución de continuidad; pero el

pueblo ecuatoriano, quizás midió la

situación y apreció qué posibilidades

más graves podían derivarse de él,

si no se aprobaba aquel Tratado

de sacrificio" (Dr. Carlos Arroyo del

Río.- Por la Pendiente del Sacrificio.

p.401).

Con la tácita aprobación del pueblo

ecuatoriano y luego de las consultas

y reuniones pertinentes, el Poder

Legislativo, con fecha 26 de febrero

de 1942, expidió el decreto correspon­

diente que en su artículo único dice:

"Apruébase el Protocolo de Paz,

Amistad y Límites firmado en Río de

Janeiro, el 29 de enero del presente

año ... etc. etc. etc."

Entonces llegamos a la conclusión de

que no fue el Presidente Arroyo del Río

quien por sí y de por sí aceptó la finna

del Protocolo de Río de Janeiro; fue el

razonamiento inteligente de un cuerpo

legislativo consciente que, interpretando

la voluntad del pueblo ecuatoriano,

decidió que así se lo haga, porque era el

único camino que le quedaba al Ecuador

para salvar su existencia.

Queda claro entonces que la finna del

Protocolo de Río de Janeiro se cumplió

por las presiones internacionales,

con nuestro territorio invadido y

por recomendación del Ministro de

Defensa; queda claro también que

fue aceptado por la ciudadanía y que

su aprobación fue decretada por el

Congreso Nacional.

Donde está entonces la culpabilidad del

presidente Arroyo del Río ... ?

A pesar de todo lo señalado

anterionnente, durante varios años -

casi 50- la demagogia política trató de

desfigurar los hechos dándoles aspectos

diferentes a la realidad. La verdad es

que la situación indefensa del país por

falta de annamentos, municiones, plan

de guerra, preparación militar, caminos,

marina, aviación, recursos económicos,

etc. -todo ello en pleno conflicto

mundial que dificultaba cualquier

gestión- impidió nuestra defensa y nos

colocó en una posición sumamente

grave. Se inculpó al gobierno de no

haber mandado fuerzas a la frontera;

pero éste procedió de acuerdo con las

realidades, escuchando solamente los

dictámenes que debía oír y actuando

con toda serenidad para evitar que

el desastre sea mayor. Si contra la

opinión de quienes debían darla, en

las condiciones defensivas en que se

encontraba el país, hubiera enviado

hombres armados a sostener una lucha

desigual en la frontera, quién sabe

cuáles habrían sido las consecuencias.

El Congreso Nacional de 1942, que

conoció amplia y minuciosamente el

caso, expidió a favor del presidente

Arroyo del Río un acuerdo exculpativo

y honroso.

Dos años más tarde se produjo la

asonada militar del 28 de Mayo de

1944, que puso fin al gobierno del

Dr. Arroyo del Río, y quienes ese día

se tomaron el poder, en una de sus

primeras declaraciones dijeron: "El

Tratado de Río de Janeiro entre el

Ecuador el Perú, será mantenido

como lo aconsejan los vitales intereses

actuales de la patria ecuatoriana •.• "

(Carlos Palacios Sáenz, "1941:

Epopeya y Traición ", p. 212).

La frase " ... como lo aconsejan los

vitales intereses actuales de la patria

ecuatoriana ... " tiene una importancia

absoluta porque confirma que al Ecuador

"El Ecuador no quiere alterar la paz del continente. No quiere revisión de tratados ni se inspira en ningún criterio de venganza ... "

no le quedaba otro camino que su

aceptación, y que el gobierno de Arroyo

del Río había obrado correctamente y

no era culpable del mismo; en caso

contrario, desde el mismo momento

de su firma se lo hubiera tratado de

incriminar.

Por su parte, el propio Dr. Velasco

Ibarra, en el Mensaje que leyó ante

el Congreso Nacional al asumir el

mando ellO de agosto de 1944 dijo:

"El Ecuador no quiere alterar la paz

del continente. No quiere revisión

de tratados ni se inspira en ningún

criterio de venganza ... ", confirmando

una vez más la aceptación, vigencia

y validez del Protocolo de Río de

Janeiro.

En los años posteriores y buscando

protagonismo a través de exigir

reivindicaciones limítrofes, fueron

varios quienes acudieron al antiguo y

tantas veces manoseado principio del

Vti Possidetis Juris, locución latina

proclamada por Bolívar en 1810, y

a la que le trató de dar el significado

de "Seguid poseyendo lo que habéis

poseído" (claro está que Bolívar jamás

respetó este principio). Lo que estos

patrioteros no sabían o no habían podido

Velasco Ibarra

89

90

entender aún es que este principio solo

podía ser sostenido con la fuerza de las

armas; y el Ecuador nunca fue poseedor

de ella.

Varios años más tarde, en uno de sus

oportunos y apasionantes discursos,

sin medir las consecuencias de su

locuacidad el Or. Velasco Ibarra

proclamó la "Nulidad del Protocolo

de Río de Janeiro". ¿Podrían los

garantes del mismo, Argentina, Brasil,

Chile y Estados Unidos, aceptar que

sus gobiernos habían garantizado la

validez de un documento nulo? Sólo

pensar en ello es absurdo; pero, ¿Qué

Quienes defendieron a la Patria el 41. •• ?

hubiese pasado si el Perú aceptaba la

nulidad del Protocolo? Simplemente

que las cosas tendrían que haber vuelto

a la situación en que se encontraban

antes de su suscripción, es decir, con

la provincia de El Oro invadida, la

escuadra naval peruana amenazando

el Golfo de Guayaquil, la aviación

peruana lista a bombardear Guayaquil y

las tropas peruanas ocupando territorios

orientales que debieron ser evacuados

con la firma del Protocolo.

Se hubiera tenido que negociar

nuevamente y las condiciones

impuestas por el Perú hubieran sido

Como ya es suficientemente conocido, las condiciones militares en que el Ecuador debió enfrentar la guerra del 41 fueron -por decir lo menos- paupérrimas; y esto lo confirma el Cruel. Carlos A. Puente quien, al referirse al Ejército dice que este " ... no era más que un conjunto de hombres que marchaban a la "buena de Dios" y carecía de espíritu militar. .•

Pocas veces ha demostrado la Historia Militar a un defensor con tanta torpeza y apatía. La defensa pasiva en cordón, en donde se decidió la suerte de la Patria y de todas las agrupaciones militares que se encontraban en la provincia de El Oro, produjo el descalabro que degeneró en catástrofe, toda vez que, la indisciplina y la desorganización de todas las Unidades alcanzaron proporciones vergonzosas; y, como es lógico, de ello se aprovechó el invasor para apoderarse totalmente de la provincia de El Oro ...

Además, el Comando de la V Zona incurrió en el profundo error de mezclar en la línea de fuego a los contingentes del Batallón Carchi, Carabineros del Guayas y Guardias Nacionales, individuos sin experiencia alguna de la guerra y de los cuales, el 99 por ciento eran reclutas; no sabían ni cargar el fusil, nada acostumbrados a las privaciones y fatigas de campaña. ..

El señor Coronel Jefe de Zona tenía pleno conocimiento que los reclutas de los batallones "Carchi", guardias nacionales y Carabineros del Guayas, desde el primer día que llegaron a la provincia de El Oro, dieron señales de indisciplina y cobardía" (La Mala Fe Peruana y los Responsables del Desastre de Zarumilla.- p. 126, 127 Y 128)

Son estos los héroes del 41 o son los que decían que el Gobierno les enviaba cajas con tornillos y fusiles sin percutores? ¿Se puede culpar al Gobierno del Dr. Arroyo del Río de la incapacidad, indisciplina y cobardía de quienes debían defender con honor la integridad nacional ... ?

entonces mucho más dramáticas, pues

ya se conoCÍan los grandes yacimientos

petrolíferos y la riqueza aurífera de los

territorios que nos quedaron -luego de

su firma- en la región oriental.

Felizmente nadie escuchó al Dr. Velasco

Ibarra, y antes de finalizar el año los

países garantes declararon que "El

protocolo de Río de Janeiro, firmado

y ratificado por el Ecuador y Perú, y

aplicado en casi su totalidad mediante

actos prácticos de demarcación, es

un instrumento válido y tiene que ser

cumplido".

Acusaciones en contra del Dr. Arroyo

del Río

Resentidos y frustrados en su mezquinad

y pequeñez intelectual, una amplia

gama de politiqueros y voceadores

de izquierda han repetido hasta la

saciedad la tenebrosa acusación de que

el Dr. Arroyo del Río "era abogado

de empresas extranjeras" (x).

Indudablemente que eso es verdad y es

la única acusación que sus detractores

pueden esgrimir documen-tadamente.

Pero que el Dr. Arroyo del Río haya

sido "abogado de empresas extranjeras"

no constituye delito y, por el contrario,

sí un mérito que sus opositores no

podían aceptar, porque siempre

tuvieron envidia de su superioridad

y talento: ¿Acaso una empresa

extranjera contrataría como abogado a

un mediocre? .. Y claro, como ellos no

eran los contratados sino los mediocres,

había que vociferar, yeso hicieron,

encontrando en los desocupados el eco

que necesitaban para hacer de un mérito,

una acusación.

Pero si esa acusación, la de haber sido

"abogado de compañías extranjeras",

estaba muy bien documentada, hubo

otras acusaciones que no solo nunca

tuvieron respaldo sino que además,

por decir lo menos, causan risa.

Luego de que el Dr. Velasco Ibarra

se apoderara totalmente del golpe de

(x) En la página 23 de su obra "Ecuador-Perú: Historia del Conflicto y de la Paz", Enrique Ayala Mora, dice "En 1940, luego de años de agitación social y política, en una oscura elección, llegó al poder Carlos Arroyo del Río, la máxima figura del liberalismo oligárquico quien, como abogado, era representante de poderosos intereses extranjeros"; más adelante, en la página 66 repite esta acusación absurda cuando dice: "El hombre clave de la reacción fue el liberal Carlos Arroyo del Río, abogado de intereses extranjeros".

El Gral. Marcos Gándara, en la página 17 de su publicación titulada "El Ecuador del Año 1941 y el Protocolo de Río / Antecedentes, Hechos Subsiguientes, Arroyo y su Tiempo" dice: "Arroyo, defensor de intereses extranjeros", aunque reconoce -no sin cierto ánimo de resentimiento - que "mediante el ejercicio de su profesión en ese ambiente, logró acumular una importante fortuna"; más adelante, en la página 230 repite su frustración cuando menciona: " ... una Constitución progresista que impedía la llegada al Poder del abogado de compañías extranjeras Carlos Arroyo del Río".

y así podría citar a muchos autores más.

91

92

estado del 28 de mayo, a pesar de no

haber tenido alguna participación en

él, posiblemente desde las alturas del

poder se empezaron fraguar una serie

de malevas y perversas acusaciones en

contra del mandatario derrocado: Era

necesario encontrar las causas para

justificar la asonada y culparlo de la

derrota militar del 41 y el consecuente

Protocolo.

De estas acusaciones -que voy a

anaqlizar una a una- las más repetidas

y que todavía se escuchan en colegios,

escuelas, universidades, plazas y

parques públicos, son:

"Las cajas de aprovisionamientos

militares que llegaban a los

soldados en la frontera, en vez de

llevar municiones estaban llenas

de tornillos; .. .Ios fusiles, no tenían

percutores ... "

¿Se imaginan ustedes al Presidente

de la República, a sus generales y a

sus ministros, ocultos ... a media luz ...

llenando cajas con tomillos y limando

los percutores a los fusiles ... ? Porque

esta felonía debía ser hecha en secreto,

no se la podía confiar a cualquiera ... ¿Se

imaginan ustedes la escena ... ?

Es inconcebible ... ¿verdad ... ? Y

sin embargo fue repetida hasta la

saciedad ...

Surge entonces la pregunta ¿Quienes

fueron los que regaron esa infamia ... ?

Esa infamia fue regada, precisamente,

por los soldados ecuatorianos que en

plena guerra volvían a sus hogares y, al

ser preguntados por sus familiares, por

sus amigos ... y posteriormente por sus

esposas e hijos, respondían cínicamente:

No había como pelear ... en vez de

DONDE ESTABAN LOS VALEROSOS COMBATIENTES DEL 41. •• ?

En la página 67 de su obra "Ecuador-Perú: Historia del COliflícto y de la Paz ", el historiador Enrique

Ayala Mora dice que los carabineros eran " ••• un cuerpo de policía militarizada que nunca se movilizó

a la frontera"; esta desinformación no solo se contradice con lo señalado por Carlos Palacios Sáez

sino que es aclarada en la página 106 de la obra "La Mala Fe Peruana y los Responsables del Desastre

de Zarumilla" donde, haciendo un resumen de la situación militar, el Cmel. Puente demuestra que los

carabineros sí fueron enviados a la frontera, cuando dice: JULIO 25.- Con motivo de la resistencia

presentada por los carabineros para continuar viaje a arenillas, se ordenó que dicho viaje lo hicieran

los Guardias Nacionales, los que también se resisten. Por comunicación telefónica del comandante

de la batería "Sucre", se conoce que los carabineros en su resistencia a marchar alegan no tener

oficiales ni jefes. Se ordenó se ponga al frente a un jefe de carabineros, el Mayor Gallegos, quien

también se ha retirado".

¿ Son estos los valientes defensores de la soberanía nacional ... ?

I

baJas nos . enviaron t

fusiles les hab' . orDillos ..• a los lan lunad 280 earabo no podial})O, d#'o el Percutor. .. e1eod er a la pat,.'

Qué la ... respuestas Inás risibles ..

1 lUeros Ve °

a grito de oVo nidos deSde QUOt De j Iva Vela 1 o,

garoD a salí seo Ibarra' La verdad . es Olra v Irrepetible ,ergonzanre ...

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93

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frontera, respondieron con las ridículas

excusas señaladas ante-rionnente.

Tornillos ... fusiles sin percutores ...

¡Que poca imaginación ... !

Pero eso no fue todo. En la página 121

de su obra titulada "1941: Epopeya y

Traición ", Carlos Palacios Sáenz, uno

de los mayores detractores del gobierno

del Dr. Arroyo del Río, y quien también

participó en su derrocamiento el 28 de

mayo, dice: "Por lo que respecta a los

280 carabineros que vinieron desde

Quito, como no podía ocurrir de otra

manera, se sublevaron, resistiéndose

a marchar a la línea de fuego ... ".

Que quiere decir Palacios Sáenz con

eso de que "como no podía ocurrir

de otra manera, se sublevaron ... ?"

¿Obedecían acaso -esos carabineros­

a quienes querían que el gobierno

fracase, aún a costa de la existencia de

la Patria ... ?

El mismo Palacios Sáenz se encarga de

responder a esta pregunta cuando -en

MALA ORGANIZACION DEL ALTO MANDO MILITAR. .• Y MAS DESERCIONES

En su obra "La Mala Fe Peruana y los Responsables del Desastre de Zarumilla ", el ernel. Rafael A. Puente hace

referencia a un telegrama -página 98- enviado por el Comandante de la V Zona Militar, desde el área de conflicto,

que revela de manera vergonzosa la desorganización que primaba en los altos mandos militares durante los meses que

duró la guerra del 41 : "Para Presidente República.- Mindefensa y Comansuperior.- Quito.- Urgente despache avión

primera hora alimentadoras y cajas para diez ametralladoras Z.B. que han venido sin ellas.- Comanzona".

y así, mientras por un lado la logística demostraba su incapacidad al momento de abastecer a las tropas que se

encontraban en el frente de batalla, por otro continuaban las deserciones, tal cual consta en la página 99 donde

dice: "En el Batallón "Carchi", no se habían llenado las vacantes de oficiales. Esta Unidad,formada al caso con

personal recluta, sin organización, sin disciplina, sin espíritu de cuerpo, estaba ya desmoralizada y huía hacia

la selva.

94

Los camilleros formados por Guardias Nacionales abandonaron sus puestos, huyendo a la selva, en donde se

encontraron arrojados equipos".

y más adelante, en las páginas 100 Y 101 el Crnel. Puente incluye dos telegramas provenientes de la zona de guerra,

que dicen: "Comanzona.- Arenillas.- En este momento llego a Chacras y recibo parte de Carcabón que tropa

abandona posición y se interna en la selva. Cosa igual está sucediendo con personal de este frente, sin poder

controlar, a pesar de enérgica actitud de oficiales. Pido usted, si debo o no iniciar repliegue. En este momento no

se combate aquí, pero llegado el caso parece no tendremos con quien, tropa antigua combate desde hace veinte

días sin refuerzos".-

"De Chacras para Comanzona.- Arenillas.- Como manifesté en mi telegrama 298, la situación desmoralizada

de la tropa es la que obligome a sugerir repliegue. Por camino Arenillas y el monte he hallado grupo de tropas

desbandadas, a pesar de esfuerzo de oficiales. En línea que he cuidado con abnegación y verdadero amor a mis

obligaciones permaneceré hasta cuando usted, mi Coronel, ordene.- Comanfrontera".

la página 128 de la misma obra- indica

que esos 280 Carabineros venidos

desde Quito, "al grito de ¡Viva

Velasco Ibarra! se negaron a salir a

la frontera".

Esto hace suponer -indudablemente- que

los carabineros obedecían consignas de

infamia y traición emanadas de la mente

truculenta del locuaz dema-gogo.

y las deserciones continuaron en todos

los destacamentos yen todos los frentes,

tal cual consta en la obra "La Mala

Fe Peruana y los Responsables del

Desastre de Zarumilla ", de la autoría

del Cmel. Rafael A. Puente. En la que

hace una larga y detallada relación de

deserciones.

y que no se diga que se retiraban

del frente de batalla porque no había

con qué pelear: Las tropas enviadas

al frente sí estaban apertrechadas -

aunque pobremente- y en capacidad de

presentar una resistencia organizada

para repeler los ataques peruanos,

aunque sea por poco tiempo, y luego

-ante la superioridad numérica y militar

del enemigo- organizar una retirada

estratégica para preparar una nueva

línea de defensa: Pero una cosa es una

retirada estratégica y otra, muy diferente

y vergonzosa, desertar o negarse a ir al

frente de batalla.

Cuando fueron llamados a acuartelarse, todos corrieron ... a esconderse.

Pero el Dr. Arroyo prefirió callar y

evitarle al país esa vergüenza, aunque

con su silencio sabía que estaba

protegiendo a unos cobardes ...

Por plazas y parques se ha repetido

insistentemente que no se acuarteló

a los ciudadanos que conformaban

las Guardias Nacionales. ¡Mentira!.

La luchas intestinas que el Ecuador

había librado en los años anteriores al

gobierno del Dr. Arroyo del Río habían

sido tales, que terminaron debilitando

totalmente los conceptos de patriotismo

y civismo, volviendo apáticos y

quemeimportistas a los ciudadanos.

Un informe del Cmel. Burbano, Jefe

de Zona de Guayaquil señala que:

"Los ciudadanos que formaban en

las Guardias Nacionales, seguían

inscribiéndose y, a decir verdad,

eran más de 2.000 los que se habían

encuartelado ... Mas, cuando el día

19 de julio se ordenó que fueran

decretadas las altas de los individuos

inscritos, se presentaron al cuartel

solo 95 voluntarios"

Como si esto no fuera suficiente, el

Cmel. Astudillo señaló por su parte que:

\") La 1m. '11 Peruon;' vei :""I,0COI.) de Río, p. 256.- Julio Tobar Donoso.

95

96

"Con relación a esto, cabe hacer

conocer a la Superioridad el poco

espíritu patriótico de la ciudadanía;

pues que, como se ve, en menos

de 48 horas fueron presentadas

todas las solicitudes de exención,

observándose que sin embargo de

haber gran explotación por parte de

muchas autoridades judiciales para

despachar las diligencias previstas

en los artículos 52 y 55 de la Ley

del Servicio Militar Obligatorio, la

ciudadanía prefería pagar fuertes

cantidades de dinero a las antedichas

autoridades para así eludir el

cumplimiento del deber que todo

buen ciudadano tiene contraído con la

patria" (Se presentaron 464 solicitudes

de exención en los dos días) (La Invasión

Peruana de I 941 Y el Protocolo de Río,

p. 56, Julio Tobar).

¿A dónde se fueron esos ecuatorianos de

índole guerrera, a los que hizo alusión

el Cmel. Urrutia en la sesión del 2

de mayo de 1941? Aquí se quedaron,

escondidos, refugiándose entre las

enaguas de madres cómplices que

contaban con el respaldo de los bolsillos

de padres timoratos y poco viriles.

Aquí se quedaron escondidos para

aparecer tres años más tarde -a partir

del 28 de mayo- y salir a las calles en

pandilla a demostrar "su valor", tirando

piedras y gritando insultos y consignas

en contra del Dr. Arroyo del Río.

Con esas "demostraciones de valor"

pretendían ocultar su cobardía. Ellos

son los que luego se llenarían la boca

anunciando haber sido protagonistas

de la "Gloriosa". El Dr. Arroyo

del Río los conocía ... pero prefirió

guardar avergonzado silencio y, en su

extraordinaria e inmensa generosidad,

buscó los justificativos para este

proceder, tal cual 10 hace constar en la

página 361 de su obra "Por la Pendiente

del Sacrificio".

Otra de las calumnias repetidas una y

mil veces dice:

"Cuando el pueblo fue a los cuarteles

a pedir armas, el gobierno no quiso

entregarlas por temor a que le hagan

una revolución".

Que miseria mental tan grande ... ¿No

creen ustedes que se trata de otra

mentira infame ... ? ¿A quien se le puede

ocurrir -en medio de una situación de

guerra- hacerle la revolución a su propio

gobierno?

Eso no puede ser... es inconcebible ...

cuando un país está en guerra todos sus

hijos deben unirse para su defensa ... en

ese momento se acaban las diferencias,

los odios y sobre todo, las ambiciones

políticas ... Nadie le hace la revolución a

un gobierno cuando el país está siendo

agredido e invadido por enemigos

externos.

Sin embargo, aqui presento otro

telegrama, enviado el 6 de agosto de

1941 -en pleno conflicto-, quc sostiene

todo lo contrario. ----'"

~o . .

----;--- 1 01 ~( __ .. ...-........ ) to 6 c)e • 8 OS L

cuenca JMe.) y p'ERSOl'A ~

" Mayor Leonardo Chiriboga

Intentó insubordinar guarnición en

contra gobierno".

Infamia ... Infamia sin nombre ... Una

cosa es que la tropa corra incontenible ...

pobres conscriptos ... tal vez tenían

miedo ... Pero quc un Mayor del

Ejército ... un militar de carrera ... un

profesional de la guerra ... un hombre

que ha jurado defender a la patria,

se vuelva contra ella cuando ésta se

encuentra en peligro, solo tiene un

calificativo que 10 infamará para toda

su vida ... ¡Traidor ... !

Traidor antes y traidor después, porque

ese Myr. Leonardo Chiriboga, ése que

intentó sublevar contra el gobierno

a la tropa que tenia bajo su mando

97

OTRA INFAMIA MAS

principales protagonistas de la asonada

militar que el 28 de mayo de t 944

puso fin al gobierno de Arroyo del Río;

y posterionnenlc -sin pena ni gloria­

sería también dado de baja.

Pero ese DO fue el único CRSO: El Cmel.

Puente, en la página 103 de su obra

tantas veces mencionado., incluye la

siguiente comunicación VL"nida desde el

área de guerra: Sellor comandante de

la V Zona.- "Este momento Uegamos

a Palmales con una fracción del

" Tulcán'" y UII pelotón de fusileros

del Batallón No. I "Carchi", COD

quienes alcanzamos Quebrada Seca

al mando del subteniente E. LnaycDj

todo el personal nuestro se encuentra

sin novedad.- Debo indicar a usted,

mi coronel, que el capitán Cerón, de

carabineros, trató de desmoralizar al

personal, dando noticias alarmantes,

Mucho se ha repetido que Arroyo del Río no quiso defenderla/rontera, pero es/a malinte"cionada

afirmación es rebatido documentadamentt! en una comunicación cruzada entrr! el Jefe de la V Zcna

Militar, asentada en la provincia de El Oro. y el Comandante General del Ejército. eme/. F. Urrutia.

quien corifirmo la preocupación del Gobierno por abastecer a las tropas que defienden lo frontera

y que dice: "Lo 'lile si plledo ueg"TQr I!.'f 'l. todos los IItt!dios necesarios JHlT'fl 'lile IISUtl p"edo

c"",plir con Sil ",isión /os tendrá. El Gobierno Iro dluJo o este CollUUUlo lo MCuorW para soti.yllCe.r

ltu lWCuidlUln tú hu tDlfU tle Sil M(lfttlo. .. Respecto (1/ nlevo de IIlS tropas '1" "oy IIUIntkne en

111 /int!fI tle UB"l'ÜÚId de E/ Oro, es coso siMple, conforllW Urgllt!n los dos IHzttdIOIID f" van tústk

09111, l15ud les liará nlevGr 11/0.' f"e actlltú",enlt! ",(Uf~ne en 111 lineo de seg,.rü4uI. .... (La Mala Fe

Peruana y los R~sporuables del Duas~ €k Zarumilla. p. 7J.· eme/. Rafael A. Puente).

sin poder conseguirlo.- (1) Juan A.

Terán D."

A pesar de todo, Arroyo del Río prefirió

callar y evitarle al país otra vergüenza:

No podía denunciar ante los ojos del

enemigo, que dentro de las mismas

Fuerzas Armadas habían oficiales

traidores.

y aquí, nuevamente me voy a referir

a la obra de Carlos Palacios Sáenz,

citada anteriormente, y referirme a la

página 147 donde narra la sublevación

del batallón Cayambe, transcribiendo

seguidamente las expresiones de uno

de los soldados que, dirigiéndose a

su superior, le dice: "Hemos sido

engañados; hasta a usted, mi coronel,

le engañaron ... El presidente Arroyo

del Río, quien desde hace tres días se

halla en Lima, nos engaña ... "

ARMAS PARA EL PUEBLO

Nueva sublevación militar ... y la

ingenua o estúpida acusación de que

el Presidente de la República estaba en

Lima, expresada con el único propósito

de desmoralizar a las tropas.

¿ Quiénes corrieron entre la tropa y la

ciudadanía la mentira infame de que

Arroyo del Río estaba en Lima? ... Una

idea así no podía brotar de la mente

de un patriota, como lo debió ser el

infeliz soldado, desmoralizado ya con

el engaño.

Sabido es que el éxito o el fracaso

de una acción militar dependen en

gran medida del comportamiento de

quienes participan en ella, y así como

las actuaciones valerosas resultan

contagiosas y estimulan a nuevas

expresiones de valor, las deserciones

desmotivan y crean el caos, el pánico

y el derrotismo en las tropas.

"La oposición pedía armas, no para marchar a lafrontera, sino, en momento crucial, para echar abajo

al gobierno; y a causa de esa criminal ceguera sufrió el país la vergüenza de la derrota bélica y la

imposición de un Protocolo que cercenaba gran parte de nuestro territorio, sin que los países "hermanos"

sintieran ni compasión ni lástima por un pueblo que no se unió para repeler al enemigo, irguiéndose en

defensa de sus legítimos derechos. Más les importó a los velasquistas y a los izquierdistas antipatrias el

"imperio del odio" contra el régimen, que no la integridad territorial.

La tragedia tuvo muchas entrañas y diversos orígenes, pero la oposición se encrespó enturbiando el

ambiente político; situación que pudo ser controlada gracias a las facultades extraordinarias y a las

facultades omnímodas que le fueron concedidas al Presidente".

(Gral. Fernando Dobronski o. / Guillermo Segarra 1.- Historia del Ecuador: El Camino del Sol, tomo 11, p. 213)

99

100

Por supuesto que hubo muchos soldados

y militares valientes que escribieron

episodios heroicos durante la defensa

del territorio nacional, allí están los

nombres del Tnte. Hugo Ortiz, del Cap.

Galo Molina, del Myr. César Edmundo

Chiriboga, del Tnte. Gustavo Ledesma

V ázquez y de otros valerosos héroes

que no dudaron en sacrificar su vida

por defender a la Patria; igual mención

merece el Crnel. Luis A. Rodríguez,

quien -en medio el confticto- recibió

el siguiente telegrama: "Coronel Luis

Rodríguez.- Arenillas.- No. 120-

S.- Ahora que usted tiene relativa

tregua quiero expresarle cordial

admiración a usted, sus oficiales

y tropas fieles hasta el último

momento. Serán citados con honor

en Orden General. Angustias mando

las hemos compartido sin poder

improvisar lo que Ecuador en 120

años dejó de hacer para capacitarse

para defensa armada su territorio.

En mis órdenes exigí sacrificios

para salvar honor ecuatoriano. Hoy

cúmpleme reconocer ustedes hicieron

cuanto fue posible en esfuerzo gigante

en frontera Patria. He transcrito

otras Zonas publique Orden Día

su Zona.- Comansuperior" (erne/.

Luis A. Rodríguez.- La Verdad Sobre

la Agresión Peruana. p. 104).

... Pero ... ¿qué clasc de conspiración

horrenda habían planificado los

traidores en confabulación política con

los enemigos del Gobierno para acabar

con él, aún a costa de la Patria?

y el Dr. Arroyo del Río volvió a callar

para evitarle al país otra vergüenza,

aunque con su silencio sabía que estaba

protegiendo a otros traidores ... y a otros

cobardes.

Se ha repetido también -de manera

insistente- que el Gobierno no quiso

enviar tropas a la frontera; pero no es

verdad. Engañado por el Comandante

Superior del Ejército, quien le indicó

que el Ecuador sí estaba en condiciones

de enfrentar militarmente al Perú el ,

presidente Arroyo del Río decretó la

inmediata movilización llamando a

los contingentes de 1916, 1917, 1918

Y 1919. La voluntad del Gobierno la

confirman dos comunicaciones entre

el Comandante Superior del Ejército

y el Comandante de la V Zona Militar,

publicadas por el Cmel. Rafael A.

Puente en las páginas 76 y 77 de su obra

"La Mala Fe Peruana y el Desastre de

Zarumilla", y que dicen:

"Gobierno dictó decretos amplios

de acuerdo a situación; dando

también máximas atribuciones a

las autoridades militares, de los

cuales envío toda información .

Indique y determine precisamente,

apoyándose en la carta, el tiempo,

modo, motivo y resultado de lo que

usted me informa. Comando hace

todo esfuerzo por salvar honor

patrio.- Coman superior".

"Gobierno resuelve apoyar

decididamente acción milita r.- Tener

confia nza en Comando, controlar

noticias; por ningún concepto radios

deben dar cuenta movimientos

tropas , ni dar informaciones no

oficiales. Pronto enviaré directiva

movilización su zona.­

Comansuperior".

/

Como se puede ver, el Gobierno intentó

por lodos los medios enfrentar a la

maquinaria bélica peruana dictando las

disposiciones necesarias para cumpli r

dicho objetivo; pero hacía falta algo

mucho más contundente que la voluntad

del Gobierno: hacían falta tropas bien

preparcl.das dispuestas a ir al frente de

batalla, y esto, lamentablemente, es

lo que menos había en el Ecuador, tal

como como lo demuestra el siguiente

comunicado.

• • *). .,

, ., ... 1l.\.1,0. .-:--

Si el Gobierno dispuso, como

hemos visto, la movilización y el

acuartelamiento, era porque estaba

convencido de que el Ecuador estaba

en condiciones de -al menos- poder

defenderse; pero lamentablemente

había sido engañado y no había los

recursos necesarios para enfrentar la

movilización, y mucho menos para

llevar a cabo acciones militares más allá

de las que heroicamente realizaban las

tropas en la línea de batalla.

QUIEN NEGO EL DINERO NECESARIO PARA LA DEFENSA DE LA PATRIA ... ?

"Estábamos en la hora en que todas las fuerzas de la Nación debían concurrir a la acumulación de medios

para la defensa contra la agresión que se acercaba. Pero hubo falta de comprensión en los partidos políticos

y una ceguera inexplicable en los miembros de Congreso. Uno de los primeros informes que el Dr. Vicente

Santistevan Elizalde recibió en el desempeño de su Cartera, fue el que le proporcionó el Coronel Heliodoro

Sáenz, Subsecretario de Defensa: El Congreso, apoyado en consideraciones de orden económico, proyectaba

disminuir la partida correspondiente a las Fuerzas Armadas ... El nuevo Ministro de Defensa, vivamente

impresionado ante tan inesperada información, se presentó al Congreso Nacional a exponer la situación

calamitosa de nuestra guarnición fronteriza y a solicitar tres milJones de sucres para atender las necesidades

que no podían postergarse sin atentar contra la soberanía nacional.

Ninguno de los legisladores pudo objetar la argumentación del Ministro, y el Dr. Alberto Acosta Soberón,

miembro de la Comisión de Presupuesto, le expresó que aplaudía su celo patriótico, que los deseos del Congreso

coincidían con los del Dr. Santistevan, pero que, dada la penuria fiscal, no era posible aumenta el Presupuesto

de Defensa y que, al contrario, iba a ser disminuido en dos milJones de sucres .

••. Ante resolución tan perjudicial a la defensa nacional, el Ministro Santistevan acudió ante el Presidente

de la República, quien se hallaba entonces investido de facultades extraordinarias aún en lo económico,

para que atenuara la gravedad de la situación en que las irreflexivas resoluciones de los legisladores habían

colocado a las Fuerzas Armadas. En atención a este pedido, el Dr. Arroyo del Río reunió, tomándolos de otros

departamentos del Estado, los dos millones de sucres que faltaban para balancear el Presupuesto de paz del

Ministerio de Defensa" (Tnte. Cme/. Julio H. Muñoz.- Geopolítica).

Ahora bien ... ¿Quien era el Dr. Alberto Acosa Soberón, miembro de la Comisión de Presupuesto ... ?

El Dr. Alberto Acosta Soberón -acreditado banquero quiteño- era cuñado del Dr. José Maria Velasco Ibarra, ya

que estaba casado con una hermana de este. Esta relación familiar y el negarse a aumentar el presupuesto para

enfrentar a la amenaza peruana, parecen confirmar que el objetivo que se habían propuesto los velasquistas era el

de obstaculizar todas las iniciativas o necesidades del gobierno que presidía el Dr. Arroyo del Río, aún a costa de

la seguridad de la Patria.

¡Y aún hoy se sostiene que el Dr. Arroyo del Río fue el culpable del desastre militar en 1941...1

102

Yeso lo confirma el Cmel. Carlos

Guerrero en su renuncia mencionada en

páginas anteriores, cuando textualmente

afirma: "La insuficiencia de recursos

económicos y la impotencia de

conseguir armamento han anulado

todos los propósitos de organizar una

fuerza militar capaz de hacer respetar

la soberanía nacional ..• y más adelante,

en el mismo documento se puede leer:

"El Congreso Nacional, reunido

en plena invasión peruana, con

tranquila despreo-cupación, asignó

al Ministerio de Defensa los mismos

veinticuatro millones seiscientos mil

sucres de 1940 ... "

¿Cómo puede ser posible que en medio

del conflicto, con la patria invadida por

fuerzas militares peruanas, el Congreso

Nacional -ausente totalmente de

la realidad- simplemente repita el

presupuesto que había establecido para

los tiempos de paz ... ?

Al respecto de este tema, en las páginas

488 y 489 de su publicación "El Ecuador

del Año 1941 y el Protocolo de Río /

Antecedentes, Hechos Subsiguientes,

Arroyo y su Tiempo", el Gral. Marcos

Gándara Enríquez dice: "En 1941

el presupuesto general del estado

peruano ascendía a 330 millones de

soles, equivalentes a 990 millones de

sucres. El del Ecuador era de 119

millones, lo que da una proporción

En pleno conflicto, el Congreso N acional se negó a aumentar el Presupuesto para la Defensa y la Patria quedó a merced de los peruanos.

de 8.32 a 1, favorable al Perú.

En 1941 el presupuesto de las

tres fuerzas peruanas era de 155

millones de soles, equivalentes a 465

millones de sucres. El presupuesto

militar del Ecuador, que había sido

de 29,5 millones de sucres en 1939,

había bajado a 26,7 millones en 1940

y a 24,6 millones en 1941. En estas

condiciones, la relación entre los

presupuestos de las Fuerzas Amadas

de Ecuador y Perú eran, en 1941, de

18,9 a 1 a favor del Perú".

Por eso no podía reclutarse a los

voluntarios ... por eso no había cómo

adquirir armas para la defensa ... por eso

no había uniformes, por eso no había

alimentos ... por eso no había nada.

Por estas razones fuimos derrotados en

todos los frentes de batalla ... por eso fue

invadida la provincia de El Oro ... por

eso no tuvimos cómo defendemos ...

Aquí es preciso anotar que los pobladores

de Puerto Bolívar, Machala, Santa

Rosa, Arenillas, Pasaje, Macará, Chito

y Zumba, " ... en vez de empuñar las

103

armas y repeler al invasor usurpador,

emigraron a las montañas, dejando

a las poblaciones desiertas" (Crnl.

Rafael A. Puente.- La Mala Fe Peruana

y el Desastre de Zarumilla, p. 40).

y las razones de estos abandonos o

deserciones se las podría descubrir

en el informe que el Comandante

Luis Endara presentó a la Comisión

EQUIVOCACIONES DEL HISTORIADOR ENRIQUE AYALA MORA

Especial Investigadora, y que en una

de sus partes anota: "La provincia de

El Oro, abandonada en su estructura

social nacional, venía a ser en ese

aspecto un apéndice del nacionalismo

peruano, que por lo menos en un 50%

de la población era: unos peruanos

legítimos con propiedades inmuebles;

En su desesperado e inconsciente afán de desprestigiar la figura gigante del Dr. Carlos Arroyo del Río, sus detractores,

a través de sus publicaciones, una y otra vez caen en contradicciones que demuestran claramente su malintencionado

propósito. Tal es el caso del historiador Enrique Ayala Mora, quien en su obra "Ecuador-Perú: Historia del Conflicto

y de la Paz" insiste en acusar al Dr. Arroyo del Río como el culpable responsable de la debacle militar.

En la página 99 de la obra citada, Ayala Mora sostiene que el Dr. Arroyo del Río "no tuvo más remedio que autorizar

lafirma del Protocolo de Río de Janeiro", lo cual, de hecho, lo libraría de su responsabilidad; pero esto no es verdad,

el Protocolo de Río de Janeiro fue firmado sin la autorización del Dr. Arroyo del Río, y así lo confirma el Dr. Carlos

Julio Arosemena Monroy -quien ejerciera la Presidencia de la República desde el 9 de noviembre de 1961 hasta

el 11 de julio de 1963- en una entrevista realizada por el escritor e historiador Lic. Carlos Calderón Chico y que

aparece en la página 22 de la obra "No me Importa el Juicio de la Historia", cuando, ante una pregunta realizada

por Calderón Chico, respondió: " ... el propio Protocolo de Río no fue firmado con su autorización".

En la página 1 00 de su obra, Ayala Mora sostiene que el Dr. Arroyo del Río " .•. desmanteló el Ejército ", acusación que

repite en la página 1 05 cuando sostiene que " ... profundizó el desmantelamiento del ejército y prefirió mantenerse

en el poder antes que organizar la defensa nacional".

¿A quien se le puede ocurrir la peregrina idea de que un Presidente de la República desmantele a su Ejército, y

peor aún conociendo que el enemigo ya se estaba preparando para una agresión? ¿Cual habría sido el propósito

de mantenerse en el Poder si, producto de la guerra, el país estaba condenado a desaparecer?

Esta afirmación temeraria hace suponer que el historiador Ayala Mora no se ha informado bien, pues el Dr. Arroyo

del Río, en cuanto tuvo conocimiento de la agresión que el Perú estaba preparando, solicitó a su Embajador en los

Estados Unidos. Sr. Crne!. Colón Eloy Alfaro, que lo más pronto posible procure conseguir el armamento necesario

para la defensa del país; y de inmediato dispuso también la creación de la V Zona Militar, precisamente en la

provincia de El Oro, que era la amenazada.

104

otros, entroncados en diferentes

grados de afinidad y consanguinidad

con familias peruanas; muchos con

doble nacionalidad ... ".

Se dijo también que el Gobierno de

Arroyo del Río no se había preocupado

de adquirir armas para la defensa

territorial. Esta es otra indignante

mentira, tal cual lo demuestra Julio C.

Troncoso en la página 105 de su libro

"Odio y Sangre ", publicado en 1 958,

cuando indica: " ... es preciso dejar

constancia de que el Gobierno del

presidente Arroyo del Río sí gestionó

la adquisición de material bélico en

los Estados Unidos. El embajador

Colón Eloy AIfaro, en 30 de abril de

1941, comunicaba al Presidente de la

Por otro lado, vale la pena citar una vez más al Cmel. Rafael A. Puente quien, en la página 73 de su obra "La Mala

Fe Peruana y los Responsables del Desastre de Zarumilla ", transcribe un comunicado dirigido por el Comandante

Superior del Ejército, Cmel. F. Urrutia al Jefe de la V Zona Militar -al inicio de las hostilidades- en cuyo numeral

3 dice: "Lo que si puedo asegurar es que todos los medios necesarios para que usted pueda cumplir su misión

los tendrá: El Gobierno ha dado a este comando lo necesario para satisfacer las necesidades de las zonas de su

Mando".

En la página 76 de la misma obra aparece también un telegrama recibido por el Comandante de la V Zona, con

fecha 24 dejulio, que dice: "Gobierno dictó decretos amplios de acuerdo a situación; dando también máximas

atribuciones a las autoridades militares, de los cuales envío toda información. Indique y determine precisamente,

apoyándose en carta, el tiempo, modo, motivo y resultado de lo que usted me informa. Comando hace todo esfuerzo

por salvar honor patrio. Comansuperior".

En la página siguiente de la misma obra aparece otro telegrama que dice: "Gobierno resuelve apoyar decididamente

acción militar.- Tener confianza en Comando, controlar noticias; por ningún concepto radios deben dar

cuenta movimientos tropas ni dar informaciones no oficiales. Pronto enviaré directiva movilización su Zona.­

Comansuperior".

y finalmente, en la página 199, el Cmel. Puente transcribe las palabras del Comandante Superior el Ejército, Cmel.

F. Urrutia, cuando hace una relación de los acontecimientos sucedidos en la frontera, y dice que el Presidente de

la República: "Solicitó las Facultades Extraordinarias, obtuvo fondos del Banco Central, atendió a mi pedido

de aumento de lafuerza de frontera y decretó la creación de la V Zona Militar".

No se repita entonces, de manera irresponsable, que el Dr. Arroyo del Río "desmanteló el Ejército".

J05

República que de conformidad con

las recomendaciones hechas por las

Misiones, se había resuelto señalar

para el Ecuador una suma apreciable

con aplicación a la Ley de Ayuda para

obtener elementos bélicos destinados

a la defensa continental. Mas, los días

pasaron y el armamento ofrecido

desde Estados Unidos no llegaba ...

En carta del 16 de septiembre del

año fatal, el embajador Alfaro decía

al presidente Arroyo del Río: "No

solamente hasta el12 de septiembre,

fecha de su carta, sino hasta este

momento, las diez de la noche del

16, no se ha podido obtener nada de

armamento ... " .

Por su parte, el Crnel. Luis LarreaAlba,

en la p. 43 de su obra "La Campaña

CARLOS JULIO OPINA SOBRE ARROYO DEL RlO

de 1941" dice: "El Gobierno del Dr.

Arroyo del Río intentó adquirir

en 1941 dos guardacostas y cinco

avisos rápidos, unidades que debían

destinarse a la defensa móvil de

nuestras costas. Desgraciadamente,

los aspavientos de nuestra prensa,

que publicó esta información

inoportunamente, provocaron

de inmediato las gestiones de la

Cancillería Peruana, para detener la

entrega de los guardacostas, gestiones

que tuvieron éxito favorable, pues, las

unidades en referencia no llegaron al

País".

Estos intentos del gobierno ecuatoriano

por adquirir armas estaban sujetos a las

posibilidades económicas de nuestro país

que, como vimos anteriormente, eran -

por decir lo menos- paupérrimas.

¿Cuál es su opinión sobre Arroyo del Río, ahora que ha leído el libro Por la Pendiente del Sacrificio que el

Banco Central acaba de publicar, luego de tenerlo muchos años "guardado"?

La promoción, o la generación de la que yo formé parte siempre consideró a Arroyo del Río como un traidor por

haber suscrito el Protocolo de Río de Janeiro. En la universidad yo lo odiaba, pero he cambiado ese criterio con

el paso del tiempo. ¿Sabe por qué? Porque los militares fueron más o tan culpables como él. Algunos estudios de

Pérez Concha muy puntuales sobre algunos tópicos bélicos me han hecho cambiar un poco la opinión que tenía de

Arroyo.

¿Unpoco?

Sí, un poco, y la cambié definitivamente cuando leí el último libro de Arroyo del Río, cuyo título usted acaba de

citar. Quien haya leído ese libro habrá cambiado su opinión sobre Arroyo, a quien muchos de nosotros llamábamos

simplemente "el traidor de Río".

("No me Importa el Juicio de la Historia", p. 198; Entrevistas de Carlos Calderón Chico al Dr. Carlos Julio

Arosemena Momoy. Editorial Planeta, primera edición, agosto 2003)

106

Esas diferencias económicas habían

marcado también la diferencia del poder

bélico entre el Ecuador y el Perú. Por

ejemplo, mientras la marina de guerra

del Perú contaba con una flota integrada

por los cruceros Almirante Grau y

Coronel Bolognesi, los destructores

Almirante Villar y Almirante Guise,

seis submarinos, seis cazasubmarinos,

diez buques auxiliares, una flotilla de

lanchas patrulleras y ocho cañoneras

que integraban la Fuerza Fluvial del

Amazonas. La marina de guerra del

Ecuador apenas contaba con el pequeño

Calderón -que no era otra cosa que un

buque mercante con más de 65 años

de servicio- que había sido adaptado a

nave de guerra; el aviso Atahualpa, que

apenas era una pequeña embarcación

construida en Guayaquil y adaptada

para actividades de guerra con muy

escaso armamento, y el Presidente

Alfaro, que simplemente era un

antiguo yate de pasajeros adaptado

para Buque Escuela, que se encontraba

en reparación en Panamá.

La diferencia era igualo peor en el caso

de la aviación: mientras el Perú contaba

con una Fuerza Aérea integrada por

ochenta aviones de guerra y un batallón

de paracaidistas, el Ecuador apenas

disponía de un avión de entrenamiento

en mal estado.

¿Qué presupuesto hubiera necesitado

el Ecuador para adquirir una armada

y una flota de aviones capaces de

... el Gobierno del presidente Arroyo del Río sí gestionó la adquisición de material bélico en los Estados U nidos.

enfrentar al poderío militar peruano ... ?,

posiblemente el de cien años. Y si

embargo se dijo, se dice y se continuará

diciendo que Arroyo no quiso adquirir

armas para la defensa del territorio

ecuatoriano.

En la página 24 de su obra "Ecuador­

Perú: Historia del Conflicto y de la

Paz", el historiador Enrique Ayala Mora

sostiene que "El gobierno de Arroyo

del Río tuvo temor de la efervescencia

popular que se levantó por la defensa

popular y no armó al pueblo".

Es indudable que Ayala Mora no sabe

lo que es la guerra y solamente la ha

visto en el cine y la televisión: La

guerra es una cosa muy seria y a ella

hay que ir bien preparado en el aspecto

psicológico y con el entrenamiento

militar adecuado. A la guerra van los

soldados, no el pueblo. Darle armas al

pueblo para que vaya a la guerra es como

salir a la esquina y llamar a cualquier

pateapelotas o tirapiedras para formar

la selección de fútbol que va a participar

en una eliminatoria mundial: en los dos

casos el fracaso y la vergüenza serán

desastrosos.

Como si esto fuera poco ... -y he

dejado este capítulo para el final- en

pleno conflicto bélico y con nuestra

107

Velasco Ibarra acusó al Gobierno de ser "culpable de la situación de guerra entre el Ecuador y el Perú" ... Acusación que -indudablemente­raya en la traición.

108

patria IDvadida, el ex Presidente de

la República Dr. José Maria Vclasco

Ibarra. en carta publicada el2 de agosto

de 1941 en el periódico "La Crítica"

-de Santiago de Chile- cual hijo ingrato

y desalmado clavó su puñal en el pecho

de la madre agonizante fonnulando

graves acusaciones en contra del

gobierno ecuatonano al que calificó de

"usurpador" y de ser el "'culpable de la

situaciÓn d~ guerra entre el Ecuador

y el Perú".

"' ... el Perú acogió con júbilo l. carta

de Velasco lbarra en que este traidor

infame acusaba falsamente al General

Enríquez de haber inaugurado la

"polltlca de choques fronterizos" y

al gobierno del Dr. Arro,) o del Río, de

haber provocado los ataques al Perú

"'para evitar problemas de poUtiu

interna". Traducida esta carta a

varios idiomas, el Perú le dio la

mbima pubUcidad distribu,)éndola

en decenas de miles de ejemplares

a todos los paises americanos (x), y

la presentó en la Conferencia de los

Cancilleres reunidos en Río en 1942

como "confesión de parte", COPIO

declaración irrebaliblede un "testigo

d~elCCepción". re. Gon::ález.-SonJuan

Montalvo. p , 384).

y osi fue ... tan fue asf, que el general

peruano Sr. Miguel Monteza Tarur -

que con el grado de Tcniente Coronel

había planificado junto al Gral. Ureta

(X)" Mientras todo el mundo condenaba la agresión perualla, el señor doctor Velasco lba"a, por mero cólCtllo político, por pura ambiCión de mando. por aJun de derrocar un gobierno, proclamó urb; el orb; que el Ecuador hobio ¡nielado fa ag~,ón conlra el Penl. Lo Canci/h:n'a del Pero hizo reproducir más di! cincuenta m,1 eJemplaref del injustificable documento, califICándolo como declaraci6n de testigo de excepci6n, nada menos que de un ex Presidente del Ecuador" fFraglflf!ftlflfk _ NnQ ptlblkoda m d diano Lo 7krnl. Qlulo d JI dtt ~to .. 19$6, ""","",por 11M 4J~ "-. "fIo tkI «tl_ ~ dd IlbnaIulflO, Dr..kJSi PurJlIQ)

la invasión de 1941- en la página

31 de su obra "El Conflicto Militar

del Perú con el Ecuador (1941)",

escribi6 lo siguiente: ..... voy a citar

una carta escrita por O. José Maria

V~lasco lbarra ex Presidente de la

República del Ecuador y publicada

en "La Critica" de Chile, el 2 de

agosto de 1941. En esa carta •.. el

citado ex Presidente formula graves

.Ilcusaclones de orden polftleo contra

el régimen ecuatoriano de la época

(1941), al que califtca de "usurpador"

y censura la forma de Koblerno del

!leilor Arroyo del Rfo, con pruebas

que revelu la profunda crisis

democr'tlca que sufria el Ecuador

entonces.

Sin aoaUur 105 hecbos poUdeos, mI!

referiré a la citada carta en cuanto

se refiere al conflicto fronterizo. Los

hechos aclarados por él son estos:

El Gobierno ecuatoriano es el autor y

el responsable de la situación adual.

El lo hI provocado por razones de

estabilidad interna. El es el agresor.

Las frases de Velaseo Ibarra son

acusadoras y contundentes. No

dejan lugar a duda. Con el acento

cauterizador de Montalvo, dice al

mandatario ecuatoriano: "Usted

fomentÓ los ataques al Perú por

desviar problemas de poHtlca

interior" y describiendo la insensata

política de alarma, de esdndalo y

A17t1)'O da RIo fue uno de Iru oradores ",as notablu de lo hutorlo «uatorloflO. P.llcro ~n describIr, contundml' VI el COttCqJIO. pnciso 6f la itku, claro nI.1 lenguajfl; SII}I(): J/q:oba con d _MOJI" tk criterIO palr'IÓllro con,.1 que se debe decir Ja verdad. s", flX:JImr al calculado recur.Jo del ofrecimiento fúeil y demag6gica, qllfl mienlf!, qlle el/guiJa. que promete. que hot::e abrigar uperon:m que Jwgo no SI! pueden cumplir

Su gobi.rno fue uno tk 1M más rf!Spelobles qUf! recue.m Ja historia ckl Ecuador Prutba "'equívoco ck tilo ¡ •• el h«ho d. fW 11; 1'11 1M tlll9Y1res /ut1Of'tt." optnld6tt • s. ~n.. ,.¡ tillos illJttllltn ",lf",os .,. c.u. tleI p6kmD, se Id~ .so thI C#tis'e h.rhHt • thI COIfIllll"ri. jocoso. EI,.q;",eff .r",yisl. dnpt,,6 (N/iD 111 Sil. ,"e"'igDSt pD'D j.",tú collOdiJ el daprecio pop.lar"

J. GDII:..JD Orellana (Resumellllislórico del Ecuador)

de agresión que el Ecuador viene

des»rrollando desde 1938, acusa

al gobierno ecuatoriano de haber

continuado "la política de choques

fronterizos instaurados por el

didador Enrfqutz.

109

... gracias a la carta del Dr. Velasco Ibarra, los peruanos denunciaron al mundo que ellos habían sido las víctimas y el Ecuador el agresor ...

He aquí como una de las más

autorizadas voces ecuatorianas

establece la responsabilidad de los

dos últimos gobiernos ecuatorianos

en la provocación de incidentes en la

frontera de Zarumilla. Es lo que el

Perú ha venido sosteniendo ante las

cancillerías de América; es el gobierno

del ecuatoriano el autor de los ataques

y violaciones de soberanía intentados

desde hace tres años y que el Perú ha

denunciado a la opinión americana.

Otro régimen menos ambicioso,

más consciente de la realidad y de

su deber continental, no hubiera

provocado los penosos incidentes que

el Perú tuvo que castigar después de

haber intentado inútiles y reiterados

métodos pacífi-cos en julio de este

año (1941)".

Ahí tenemos como, luego de haber

sido agredidos, el Perú aprovecha la

acusadora carta del Dr. Velasco Ibarra

para convertirse, de agresor en víctima.

y así lo denunció a todo el mundo.

Recordemos ahora a los 280 carabineros

que cité anteriormente ... Esos que

al grito de ¡viva Velasco Ibarra! se

negaron a defender la Patria. ¿No cree

usted -amable lector- que entre la carta

del Dr. Velasco Ibarra y esa tropa que se

rebela contra el gobierno, existe alguna

íntima relación ... ?

VELASCO IBARRA INTENTÓ NEGOCIAR EL TERRITORIO ECUATORIANO

El28 de mayo de 1945, al "celebrarse" el primer aniversario del golpe de Estado que lo llevó al Poder, en un discurso

pronunciado en Guayaquil el Dr. Ve lasco Ibarra calificó al Dr. Arroyo del Río de: "Hombre vanidoso, ensimismado,

lleno de desdén para con los hombres" y que aceptó la mutilación territorial del Ecuador "acaso por venganza

para el pueblo que le odiaba".

Quería el Dr. Velasco Ibarra echar lodo y salpicar a quien él sabía era un hombre superior; pero sobre todo, quería

desviar la atención hacia otros rumbos para que el pueblo no supiese u olvidase que él, ya en el ejercicio del Poder,

había pretendido enajenar el territorio ecuatoriano.

En efecto, el 7 de diciembre de 1944 dirigió a la Asamblea Constituyente un mensaje en el que, falseando la realidad

de los hechos, trató de sorprender la buena fe de los asambleístas rogándoles que aceptaran una propuesta hecha por

el gobierno de los Estados Unidos para lograr el arrendamiento de varias islas del Archipiélago de Galápagos y un

área de la parroquia Salinas, por el lapso de 99 años.

"De acuerdo con dicho proyecto, el Ecuador cedía a los Estados Unidos "el dominio militar absoluto" no solo

de las zonas arrendadas, sino también, "sobre el territorio continental de la República"; y, además, entre otras

concesiones, los Estados Unidos adquirían el derecho de tránsito dentro de nuestro país, para personas

110

La carta del Dr. Velasco Ibarra, no solo

significó un acto de traición a la Patria,

sino que se convirtió en uno de los más

sólidos argumentos presentados por la

delegación peruana en Río de Janeiro,

para demostrar que ellos habían sido las

víctimas, y el Ecuador el agresor.

Pero una vez más el Dr. Arroyo prefirió

guardar silencio. No podía acanallar -

ante los ojos del mundo- a quien había

ejercido la Presidencia de la República

del Ecuador.

Surge entonces la pregunta: ¿Por qué el

Dr. Arroyo del Río guardó silencio y no

enfrentó a sus acusadores ni denunció

estos hechos durante su gobierno ... 7;

la respuesta es muy sencilla: tenía

problemas mucho más graves que

resolver, los primeros, durante la guerra

y la firma del Protocolo, y luego, los de

la reconstrucción nacional.

Durante la guerra no podía hacer pública

la situación del ejército ecuatoriano, no

podía permitir que los peruanos supieran

que no había armas con que defender el

territorio nacional, y menos aún, que la

tropa era incontenible en desertar.

Después del conflicto no podía perder

el tiempo haciendo caso a bajezas y

actitudes miserables: Tenía que sacar

al país del pantanal en el que estaba

inmerso y lo logró, a tal extremo, que a

pesar de que las exportaciones habían

disminuido notablemente debido a las

restricciones de la II Guerra Mundial

y a pesar del desgaste económico

civiles, militares, contratistas y sus familiares, animales, vehículos, etc. "corroborándose así la entrega total del

Ecuador a la soberanía de los Estados Unidos".

Las condiciones absolutamente desventajosas para el Ecuador, se conocen ahora a través del Informe Secreto de la

Comisión de Relaciones Exteriores, compuesta por los legisladores doctores Antonio Parra Velasco, Manuel E. Flor,

Gustavo Buendía, el coronel Comelio Izquierdo y el teniente José María Plaza; Informe que por primera vez fue

publicado por la revista "La Calle" de 20 de febrero de 1960.

"No se trata, por tanto, -concluye el Informe- como podría creerse, y como parece pudiera darse a entender,

del simple arrendamiento de unos islotes sin importancia económica ... , sino de la total soberanía de la

República".

Al conocer de dicha propuesta, el Embajador Ecuatoriano en los Estados Unidos, Sr. Galo Plaza Lasso expresó" ... que

la encontraba del todo inaceptable", seiialando además que "tal propuesta, lesiva a la dignidad y a los intereses

nacionales, debía se rechazada íntegramente ... ".

Tenemos, pues, en José María Velasco Ibarra el tiranuelo y el traidor de nuestra Patria en el siglo XX.

111

que produjo la invasión peruana y la

reconstrucción de las zonas afectadas

por el conflicto, al terminar 1942 el

anémico fisco ecuatoriano presentaba

un considerable superávit.

ARROYO DEL RIO Y LA UNIVERSIDAD

A pesar de todo, en las arcas fiscales

sobró plata. Situación económica que

no volvió a vivir el Ecuador ni en los

años dorados del petróleo ... porque todo

se lo ... desapareció.

El día domingo 18 de mayo de 1952, en un acto revestido de la Mayor Solemnidad fue inaugurado el primer edificio

de la Ciudad Universitaria de Guayaquil, cuya creación se debió a la devoción académica del Dr. Carlos Alberto

Arroyo del Río, quien tuvo, como uno de los objetivos principales de su vida, la superación educacional, intelectual

y profesional de los ecuatorianos.

Durante el desarrollo de dicha ceremonia, frente al moderno edificio destinado para la Facultad de Ciencias

Matemáticas y Físicas, el Dr. José Miguel Varas Samaniego, en su calidad de Rector de la Universidad pronunció el

discurso de rigor, destacando en una de sus partes, que, cuando fue necesario ampliar sus instalaciones, el Dr. Teodoro

Maldonado Carbo, que presidía dicha corporación universitaria, con visión admirable reclamó la cooperación del

gobierno.

"Para suerte de la Universidad de Guayaquil-dijo el Dr. Varas Samaniego- ocupaba la Primera Magistratura

un gran espíritu universitario, el señor doctor Carlos Arroyo del Río, quien acogió entusiastamente el proyecto

y creó la renta necesaria para que se construya un local nuevo y duradero que sirva de hogar espiritual a la

intelectualidad guayaquileña, dictando para el efecto el memorable Decreto No. 1892, precisamente el primero

de diciembre de 1943, Día de la Universidad, como homenaje férvido a la institución a la cual había pertenecido

como profesor y dirigente •.. La Facultad de Ciencias Matemáticas y Físicas -dijo más adelante el Dr. Varas

Samaniego- ha seguido una trayectoria siempre ascendente que ha honrado a la Universidad de Guayaquil.

Creada en el año de 1929 por iniciativa del meritisimo ex rector señor doctor Luis Felipe Cornejo Gómez, con

carácter de Escuela de Arquitectura; y elevada más tarde, en el año 1933, a la categoria del Facultad, durante

la rectoría del señor doctor Carlos Arroyo del Río ... ".

Terminada la intervención del Rector, ellng. Nicolás León Pizarro, Decano de la Facultad cuyo edificio se inauguraba,

en su discurso dijo: " •.• y en este acto solemne quiero dejar también expresa constancia de admiración y

reconocimiento hacia el señor doctor Carlos Arroyo del Río, quien en su periodo presidencial, con patriótica

y certera visión del futuro ecuatoriano dictó el decreto No. 1892, el 20 de octubre de 1942, que creó el impuesto

con el que se acumularon los fondos para hacer esta magnífica obra. Con el impuesto aplicado a la cerveza

guayaquileña se reunió el dinero con que se hizo posible que el manglar y el pantano den paso, por obra de

la ingeniería, a la Ciudad Universitaria. Desde mañana, 19 de mayo de 1952, se dictarán las primeras clases

en la Ciudad Universitaria y por consiguiente entro de pocas horas la Ciudad Universitaria iniciará su vida

efectiva y positiva, gracias a tan acertado decreto presidencial del doctor Arroyo".

(El Telégrafo, 19 de Mayo de 1852)

112

Aparecieron entonces los patrioteros,

esos que todavía eXisten y gritan por

todas las esquinas trotando de crear el

caos, que exigían, preguntando: ¿Por

qué no renuncia el Presidente de la

República'! Pobres infelices ... no sabían

ellos que solamente las mtas abandonan

el barco cuando se está hundiendo.

El Dr. Arroyo del Rlo -que había

llegado a la Presidencia de la República

a través de elecciones libres y había

obtenido el triunfo a pesar de los gritos

destemplados de los derrotados que

pregonaban 10 contrario- no podía

abandonar al país en esos momentos

de gravísima crisis, solamente para

dar gusto a unos cuantos resentidos; y

se quedó, se mantuvo en el poder para

desarrollar una extraordinaria labor de

amplio beneficio nacional.

Arroyo del Río impulsó la educación pública creando la Universidad de Loja, y escuelas y colegios en toda la República. a más de la Universidad de Loja

y asi fue. Arroyo del Río solucionó

los problemas económicos que suma

el País reduciendo considerablemente

el déficit presupuestario. Refonnó la

Ley del Seguro Social, institución a

la que reestructuró dándo le solidez

para quc preste buen servicio a todos

los ecuatorianos; impulsó la educación

pública con la creación de los colegios

fiscales Aguirre Abad de Guayaquil.

Juan Pío Montúfar de Quito, Alejo

Lascano de Manabí y el Nacional de

Señoritas de Riobamba; asignó un local

independiente allnslituto de Pcdagogia

de Guayaquil, que funcionaba anexo al

Vicente Rocafuerte y adquirió otro

El prcskknte Arroyo dd Río.Junto Q los v: gobunantC$ I>r IJldro Ayoro y Sr. Julio E. MOlTno. dllrantft la lnaugJn'OCiOn tk una escuela

113

.Como 0I'tJdM, Curios Arron» tkl Riu fw uno * los IMjoru, y como laI Sll.r discursas e improvlSociones, pronunclodo., en medio fk púhllcos selectos, unas ~'f'CCJ, otraJ, en el dgom públka. lIn>an el sello de uno onglnalldod insuprrable. Quluir le loltó ducender por /!.Se brillante tMdio al pueblo y granjear"e el cora:.ÓnJl .

Eduardo Al/¡fIo: lJorrn'o (En el Po/ocio tk Carondeln)

114

pan!- el colegio de Esmeraldas; apoyó

con 100.000 sucres a los talleres de la

Escuela Central Técnica de QUitO, creó

los colegios de Atuntaqui y Zaruma,

y más de treinta establecimientos de

educación primaria en diferentes lugares

del país, destinando además la canlldad

de 1 '500.000 sucres para la construcción

de edificios para las escuelas rurales.

Creó la Universidad de Loja y dictó un

decreto por medio del cual se asignaron

las rentas necesarias para la Ciudad

Universitaria de Guayaquil, que había

sido fundada por él-cuando era Rector

de dicho centro de ensd'ianza superior­

en 1938. Esa Ciudad Universitaria,

que la politiquería le dIO el nombre del

presidentc comunista que llevó a Chile

al hambre, el caos y la anarquía, debcria

honrarse con el nombre de su fundador y

llamarse Dr. Carlos Arroyo del Río.

Ilabi Illó la carretera Panamericana desde

Cuenca basta LOJa y desde Loja hacia

El Oro; construyó puentes y caminos

e inauguró cl servicIo radiofónico

internacional. Cuenca fue beneficiada

con la inauguración de su aeropuerto

y con la creación de un impueslo que

pcnnitióla construcción de su hermosa

Catedral.

Arroyo del Río dotó de rentas ala Junta

de Beneficencia de Guayaquil, inauguró

la Escuela de Aviación, y dispuso los

fondos necesarios para la ampliación

del campo de aviación de Quito, la

inauguración de los aeródromos de

Cuenca y Riobamba, y las mejoras del

de Esmeraldas; impulsó la fundación de

la Junta de Agua Potable de Guayaquil,

creó el Instituto de Higiene y dictó

numerosas leyes de gran beneficio

social.

Incrementó a la Armada Nacional

con la adquisición de las naves "10

de Agosto", "9 de Octubre" y "5 de

Junio", y con fecha 7 de enero de

1944 expidió el Decreto No. 2120 por

medio del cual dispuso la creación de la

Marina Mercante Nacional, asignándole

los fondos necesarios sin incrementar el

Presupuesto General del Estado.

Preocupado por impulsar el desarrollo

cultural del Ecuador y con el propósito

El Dr. Arrovo <.id ;{io fu,~ e~ .Jfti(O ! ~

verdadero creador' de t.t ( ;~",', Ü.' ti C'uhura Ecuatoriana.

de que nuestro país -que no era potencia

militar- alcanzara un sitial de honor en la

cultura, Arroyo del Río fundó el Museo

Colonial de Quito y, mediante decreto

No. 1755 del 1I de noviembre de 1943

creó el "Instituto Cultural Ecuatoriano",

al que el gobierno que le sucedió

intentó "escamotear" cambiándole su

nombre por el de Casa de la Cultura

Ecuatoriana. (x)

Luego de su derrocamiento, ocurrido

el 28 de mayo de 1944, el gobierno del

Dr. Velasco Ibarra desató una feroz e

implacable persecución en contra del

Dr. Arroyo del Río, y se dedicó a aplicar

"sanciones" que era como se llamaba

a la "venganza política". A pesar de

(x) En la página 20 de su publicación titulada "El Ecuador del Año 1941 y el Protocolo de Río / Antecedentes. Hechos

Subsiguientes, Arroyo y su Tiempo", el Gral. Marcos Gándara Enríquez dice: "Una notable realización del doctor Arroyo

del Río como Presidente de la República, en el campo de la cultura, fue la creación del "Instituto Cultural Ecuatoriano".

Lo hizo mediante Decreto 1755 del 11 de noviembre de 1943, que contempla su organización y la dotación de los fondos

necesarios para su funcionamiento. Este organismo fue transformado en la "Casa de la Cultura Ecuatoriana" por el Gobierno

del Dr. José María Velasco Ibarra, surgido de la Revolución del 28 de Mayo de 1944".

Aunque "un botón basta de muestra", quiero citar también al escritor Sr. Julio Troncoso, quien en la página 106 de su obra

"Odio y Sangre" dice que Arroyo del Río "".creó el Instituto Cultural Ecuatoriano, que luego tomó el nombre de Casa de

la Cultura Ecuatoriana"; por su parte, Antonio Lloret Bastidas, en la página 53 del tomo IV de su obra "Antología de la

Poesía Cuencana", refiriéndose al Instituto Cultural Ecuatoriano dice: "Esta creación fue obra del Gobierno del Presidente,

Dr. Carlos Arroyo del Río, y como primera obra efectiva publicó algunos volúmenes de escritores ecuatorianos, bajo el

denominador de "Clásicos", que luego continuó la propia Casa de la Cultura". Finalmente haré referencia al Gral. Fernando

Dobronski Ojeda y al Sr. Guilermo Segarra lñiguez quienes, en la página 212 del tomo II de su Historia del Ecuador dicen:

"Gobernante Intelectual, Arroyo del Río se preocupó de dar el más efectivo impulso a la educación pública, así como a la

cultura, con la creación del Instituto Cultural Ecuatoriano por decreto 1755 del 11 de noviembre de 1943, y que luego se

transformó en Casa de la Cultura Ecuatoriana en época de Velasco Ibarra".

115

La Universidad de Loja le devolvió al Dr. Arroyo su biblioteca, que le había sido "donada" por el gobierno de Velasco Ibarra.

116

haberse creado un Tribunal y una

Comisión Investigadora para el estudio

de la documentación relacionada con

el Gobierno del Dr. Arroyo, el propio

Dr. Velasco Ibarra, sin esperar que la

Comisión actuara, obnubilado por su

desesperado afán de acabar con este

hombre a quien él mismo consideraba

superior, descargó sobre él toda la

fuerza ilegal que le otorgaba su calidad

de Jefe Supremo y ordenó la aplicación

de sanciones no fundamentadas en

procedimientos justicieros.

Los atropellos y los abusos no tuvieron

límites. El Hno. Eduardo Muñoz

Borrero, uno de los más destacados

miembros de la Academia Nacional

de Historia del Ecuador, en su obra

'En el Palacio de Carondelet" dice:

"de «Orden Superior» se incautaron

las pertenencias del ex-Presidente;

el 24 de abril de 1945 se adjudicó

la Villa Elena del Dr. Carlos

Arroyo a la Marina de Guerra; su

biblioteca personal fue entregada a

la Universidad de Loja. Se quitaron

los derechos de ciudadanía a varias

personas simpatizantes del régimen

anterior ... quedaron de tenientes

coroneles once militares que ya

poseían el grado de coronel; nueve

fueron castigados con la denegación

de sus pensiones militares; los

miembros de la Corte de Justicia

Militar fueron declarados desleales

a las fuerzas armadas ... La Asamblea

Constituyente, por su parte, tenía

también que castigar severamente

a «Los Sepultureros de la Patria».

Al Dr. Arroyo del Río, se le privaba

de sus derechos de ciudadanía, se le

condenaba a dieciséis años de prisión

y se le confiscaban sus bienes ... "

En cuanto a las pertenencias del Dr.

Arroyo del Río, es preciso aclarar que

la Universidad de Loja, no queriendo ser

partícipe del robo, recibió la biblioteca

en custodia y la devolvió posteriormente

al ex mandatario ... En cuanto a la

Marina, esta usufructuó la casa del

Dr. Arroyo hasta que el gobierno del

Sr. Carlos Julio Arosemena Tola, por

decreto No. 539 del 30 de mayo de

1948, dispuso sea devuelta a su legítimo

dueño.

¿Por qué tanta persecución?

Simplemente por mezquindad, por

miedo al talento ... por venganza

política.

y las acusaciones fueron calando en la

conciencia de la juventud de esa época ...

especialmente en lajuventud comunista

que escuchaba con admiración las

peroratas de los frustrados participantes

del 28 de mayo, quienes luego de haber

tenido el poder en sus manos no supieron

qué hacer con él y permitieron que le

sea entregado al Dr. Velasco Ibarra,

traicionando a quien había combatido

al Dr. Arroyo del Río desde el mismo

momento en que asumió la Presidencia

de la República, convirtiéndose además

en uno de los más importantes gestores

de la asonada: el Dr. Francisco Arízaga

Luque, uno de los más destacados

políticos de la época, que en este caso

era a quien le hubiera correspondido.

Cuando las acusaciones relacionadas

con la invasión peruana de 1941 y la

consecuente firma del Protocolo de

Río de Janeiro perdieron actualidad,

sus detractores 10 acusaron de -en base

a las llamadas Facultades Ornnímodas-

LA CASA DE LA CULTURA

haber atropellado todas las libertades,

persiguiendo a sus enemigos políticos y

a los intelectuales de la oposición. Eso

no es verdad: Arroyo del Río hizo de la

Libertad un derecho ciudadano y de la

Cultura un objetivo nacional. Por eso

no ordenó prisiones ni destierros ... y por

eso -con fecha 11 de noviembre de 1943-

creó el Instituto Cultural Ecuatoriano,

del que más tarde el gobierno del Dr.

Velasco Ibarra se apropió, y lo volvió

a crear cambiándole simplemente su

nombre por el de Casa de la Cultura

Ecuatoriana.

y que esto quede bien claro de

una vez y para siempre: No fue el

político y demagogo quiteño Dr.

José María Velasco Ibarra, y menos

aún el escritor lojano Benjamín

La Casa de la Cultura Ecuatoriana fue creada con el nombre de Instituto Cultural Ecuatoriano por el Presidente de la República, Dr. Carlos Alberto Arroyo del Río -por decreto No. 1755 del 11 de noviembre de 1943-, como un medio de promover y propiciar todas las actividades encaminadas a dar beneficio cultural a los ecuatorianos, dotándolo inclusive de rentas propias para poder llevar adelante sus programas. Inmediatamente y como una primera acción efectiva, el Instituto Cultural Ecuatoriano inició la publicación de varias obras de escritores ecuatorianos en una colección denominada "Clásicos".

Luego de la Revolución del 28 de Mayo de 1944 y en su "aberrante" afán por borrar la gran obra del Dr. Arroyo del Río, el Dr. Velasco Ibarra, por decreto No. 707 del 9 de agosto de ese mismo año, "volvió a crear" dicha entidad cambiándole su nombre por el de "Casa de la Cultura Ecuatoriana".

Dicho decreto, en su artÍCulo 15 dice: "Queda derogado el decreto No. 1755 del 11 de noviembre de 1943, por medio del cual se creó el Instituto Cultural Ecuatoriano ••• En todos los derechos y obligaciones del extinguido Instituto Cultural lo subroga la Casa de la Cultura Ecuatoriana •.• "

Inmediatamente y aprovechando la caótica situación a la que se vio abocada dicha institución cultural, ésta fue "invadida" por toda clase de elementos, más que intelectuales, políticos, tal cual lo consigna la Revista La Calle, en la página 14 de su edición No. 190, cuando dice: "Mediocridades intelectuales de la izquierda necesitaron del decreto del dictador para poder medrar en el campo de la ciencia"

El Dr. Velasco Ibarra confió la reorganización de la Casa de la Cultura a su Ministro de Educación Alfredo Vera, quien cumplió dicho objetivo bajo la inspiración y dirección del Dr. Benjamín Carrión, y varios años más tarde, el 28 de agosto de 1979 se la bautizó -una vez más- con el nombre de éste escritor.

117

"Fue significatiVO que hombres cid p~blo s~ disputaran lo oportunidad paro llevar SoM .fJLf

hombros ~I rofrr en qu~ estaban <kposltodn.f los tksPOjas morfQles dd 1Jr. Cnrlos Alberto ArroyQ del RiQ ... Trabojadorts modestos. cmgaron el r;udáver tkl inolvidable fallecido. tksJe Iw' bojrJ$ del Salón tk los LIbertadores tk la GobemtJCión e lo Provmcio "

(El Univcrso. No_ 1. 1969)

118

Carrión, quienes crearon la Casa de

la Cultura Ecuatoriana: La Casa de la

Cultura Ecuatoriana fue creada por el

intelectual guayaquilei'l.o, Presidente

Constitucionnl de In República, Dr.

Carlos Alberto Arroyo del Rio. El Dr.

Velasco Tbarrll, en su afán de apoderarse

de esta extraordinaria obra, derogó el

decreto correspondiente y expidió otro

por medio del cual simplemente le

cambió de nombre, encargándole luego

su organización ni escritor Benjamín

Carrión.

y así fue, el Dr. Velasco lbarra pretendió

borrar la imagen del Dr. Arroyo del

Río apropiándose de las obras más

importantes que éste realizó durante

su gobierno. A I respecto, el educador

e historiador Osear Errén Reyes, en su

tan conoc ida Breve Hislor ja General

del Ecuador. que por generaciones ha

servido de texto oficial de esta materia,

scilala que " ... ellnsdtuto C ultural

Ecuatoriano, fundado por Ar royo

del Rfo, fue crudo nuevamente con

el nombre de C asa de la Cultura

Ecuatoriana , a tribuyé ndole su

creación a Benjamin Carrión, uno

de los participantes en la asonada; y

varios colegios y caminos construidos

por dicho gobi erno fueron

pomposamente ina ugu rados una

vez más: Tal fu e el caso del Colegio

Nacional Juan P ío Montúfar d e

Quito, al que se le quitó la placa con

que se lo fundó en octubre de 1943 y

se la sustituyó con otn de t 944 que

simplemente dice Colegio Montúfar.

Igual cosa sucedió con el puente

sobre el río Topo, camino al oriente,

que llevaba una placa con el nombre

del presidente que lo inauguró y que

fue sustituida por otra que dice «28

de Mayo», en recuerdo al día en que

fue derrocado".

En efecto, el gobierno del Dr. Arroyo del

Río cayó el28 de mayo de 1944, y el Dr.

Arroyo del Río calló, calló durante 25

años, hasta el día de su muerte -acaecida

en Guayaquil el 31 de octubre de 1969

-, guardando resignado y sacrificado

silencio. No podía él develar las

miserias de la política ecuatoriana.

Al día siguiente su sepelio constituyó

una extraordinaria muestra de

pesar ciudadano, que se exteriorizó

cuando una inmensa multitud que se

había congregado en los bajos de la

Gobernación de la Provincia, donde se

estaban realizando las honras fúnebres

oficiales que le correspondían como ex

Presidente de la República, arrebató

el féretro que iba a ser introducido en

la carroza mortuoria para llevarlo en

hombros por el Malecón, la Av. 9 de

Octubre y la calle Lorenzo de Garaycoa,

FRAGMENTO DEL DISCURSO PRONUNCIADO POR EL DR. JUAN ALFREDO ILLINGWORT BAQUERIZO, PRESIDENTE DEL CONGRESO NACIONAL, ANTE EL

CADÁVER DEL DR. CARLOS ALBERTO ARROYO DEL RIO

"Vuestra obra de legislador y estadista se contempla, límpida y valiosa, a través de la historia del Parlamento Nacional, en el cual se recuerda aún la ponderación e vuestros juicios, la profundidad de vuestros pensamientos, la exacta concepción jurídica de vuestra mentalidad superior

Si vuestra acción en todos los campos del vivir nacional ha dejado huellas indelebles de inteligencia, capacidad e ilustración. Si vuestro paso por la educación y la magistratura, si el ejercicio cotidiano y sin descanso de vuestra profesión, si vuestro culto al derecho y a la verdad, son indiscutibles jalones de vuestra luminosa trayectoria por la vida; vuestro paso señor, por el Parlamento Nacional, es el que os identifica permanentemente con vuestras reconocidas calidades de hombre culto y versado, de amante del derecho y la verdad, de orador de subidos méritos.

Para vuestro ejercicio en la curullegislativa, gozasteis de dos privilegiadas condiciones: la de vuestra capacidad y conocimientos en la ciencia del derecho, que os permitió formar leyes y resoluciones acertadas, y vuestro maravilloso manejo de la palabra, porque con ella, con vuestra oratoria penetrante y arrobadora, supisteis expresar vuestros pensamientos, pero supisteis también, convencer y contagiar.

Como legislador fuisteis sabio, prudente y eficaz, trilogía en que se sostiene la esencia de vuestra personalidad. Sabio, porque jamás os precipitasteis en propugnar una nueva norma legal, que tendría que ser obligatoria en el País, sin que su concepción no fuese producto de la profundidad de vuestro estudio, de la reiterada revisión de conceptos y corrientes que os llevaran a la seguridad de su bondad y acierto. Prudente, porque jamás vuestra mente concibió un concepto que no fuera producto de la meditación que os llevara a la seguridad de que vuestra palabra traduciría el prudente juicio de un hombre de Estado. Eficaz, porque lograsteis siempre, que vuestra sabiduría y vuestra prudencia, no se opusieran jamás a la prontitud y oportunidad de la labor legislativa.

Sabiduría, prudencia y eficacia fueron los pilares que sustentaron la trascendental obra que llevasteis a cabo como

legislador prominente de la Patria".

119

hasta el Cementerio General, mientras

una multitud en la que se mezclaron

ricos y pobres, blancos y negros, indios

y cholos acompañaba compungida el

fúnebre cortejo.

Con respetuoso silencio, desde las

aceras y ventanas, ciudadanos de todas

las clases sociales dieron el postrer

adiós a quien había sido ejemplo de

sacrificado patriotismo.

A pesar de todo, hoy -en pleno 2004,

cuando que ya han pasado 35 años desde

su muerte- aún se repiten en periódicos,

revistas, libros, escuelas, colegios y

universidades, las mismas falacias y las

mismas acusaciones infamantes, porque

todos, especialmente los políticos, aún

tienen miedo de enfrentar la realidad

y necesitan un chivo expiatorio sobre

quien hacer caer la vergüenza de sus

propias irresponsabilidades. Esos

inconscientes no quieren comprender

que el pueblo ecuatoriano aceptó con

un respiro de alivio la firma de la paz

acordada por Ecuador y Perú en 1998,

pues la ratificación del Protocolo de

Río de Janeiro puso fin a seis décadas

en las que nuestro país fue desangrado

económica, fisica y moralmente, bajo el

pretexto de la amenaza peruana.

Quiera Dios que la historia, sinónimo en

última instancia de pueblo, reivindique la

memoria de este hombre extraordinario,

de este patriota sin par, de este mártir

del odio político, quien por defender la

dignidad, el honor y la existencia de

la patria, guardó sacrificado silencio,

aunque sabía que con su silencio, se

estaba condenando a rodar Por la

Pendiente del Sacrificio.

El Dr. Arroyo del Río fue un erudito jurisconsulto cuyo estudio profesional era un Forum

de consultoría. Fue catedrático universitario y Rector de la Vieja Casona, Miembro de la

Academia Ecuatoriana de la Lengua, de la Academia Colombiana de Jurisprudencia, de

la Academia de Historia de Cartagena, del Centro de Estudios Históricos y Geográficos

del Azuay, y de las Sociedades Bolivarianas del Ecuador, Colombia y Panamá. Fue un

personaje controvertido en razón de su valía, con quien se cerró una época de estilo político

en el Ecuador y a quien le tocó actuar en la peor crisis nacional habida en la República.

Desconocido aún por sus gratuitos detractores o presuntos biógrafos, el tiempo y el juicio

imparcial de la historia han empezado a hacerle justicia.

120

REPÚBLICA DEL ECUADOR REGISTRO OFICIAL

Administración del Sr. Dr. Dn. Carlos Alberto Arroyo del Río, Presidente Constitucional de la República

AÑO IV - QUITO, JUEVES 11 de NOVIEMBRE DE 1943 - NUMERO 959

Ministerio de Educación Pública No. 1755

CARLOS A. ARROYO DEL RIO, Presidente Constitucional de la República

Considerando:

Que es preciso dar la mayor estabilidad posible a la obra de difusión y estímulo de la cultura nacional, alejándola de las actividades políticas y colocándola en un plano de independencia y garantía; y

En uso de las atribuciones de que se halla investido,

Decreta:

Art. 1.- Créase el Instituto Cultural Ecuatoriano con sede en Quito, e integrado por el personal siguiente:

a) Los Miembros que serán designados por los individuos de número, incorporados o electos de la Academia Ecuatoriana de la Lengua correspondiente de la Real Academia Española.

b) Un Miembro que será nombrado por la Academia Nacional de Historia;

c) Un Miembro que será designado por el Centro de Estudios Literarios, anexo a la Universidad de Guayaquil;

d) Un Miembro que será nombrado por el Centro de Estudios Históricos y Geográficos del Azuay;

e) Un Miembro que será elegido entre los candidatos presentados por los ciudadanos que, con carácter constitucional y definitivo hubieren ocupado el cargo de Presidente de la República del Ecuador;

f) Un Miembro que será elegido entre los candidatos que presenten los directores de los diarios ecuatorianos que, a la fecha de la elección, existan en el país, y tenga más de un afio de labor;

g) Un Miembro elegido entre los candidatos que presenten los Rectores de las Universidades Ecuatorianas; y

h) Un Miembro designado por el mismo Instituto Cultural Ecuatoriano.

Los nueve Miembros del Instituto, que se acaba de enumerar, no ganarán sueldo; pero podrán percibir honorario por cada sesión a la cual concurran. El honorario así como el número de sesiones se fijarán en el Reglamento Interno del Instituto.

Art. 2.- Los Vocales indicados en las letras a), b), c) y d), deberán ser miembros efectivos o de número de las corporaciones que los nombran.

Art. 3.- Para la designación de los Miembros a que se refieren las letras e), f) y g), se procederá en esta forma:

El Instituto solicitará a las personas que deben intervenir en la designación de tales Miembros, que envíe cada uno una terna de candidatos. Se formará un grupo de ternas, para cada uno de los Miembros indicados en las tres mencionadas letras, y entre los tres candidatos que hayan obtenido mayor número de votos en cada grupo, el Instituto designará al Miembro que debe integrarlo.

Por esta primera ocasión, con el objeto de organizar el Instituto la solicitud de los votos la hará el Ministro de Educación Pública, y la designación de los Miembros la efectuará una Comisión presidida por el mencionado Ministro y completada con los Directores o Presidentes de las Entidades indicadas en las letras a), b), c) y d) del Art. 1".

Art. 4.- Para que pueda instalarse y seguir actuando el Instituto, bastará que estén designadas las dos terceras partes de sus Miembros.

El quórum para las sesiones del Instituto se establecerá en su Reglamento Interno.

Art. 5.- Los Miembros del Instituto durarán dos años en sus cargos y sólo podrán ser reelegidos dos veces consecutivas ...

Art. 6.- La renovación del personal...

Art. 7.- Corresponde al Instituto Cultural Ecuatoriano:

121

Primero.- Continuar la publicación de la Biblioteca de clásicos ecuatorianos y editar las obras de autores ecuatorianos que, a juicio del Instituto, sea conveniente;

Segundo.- Organizar certámenes, exposiciones, viajes y visitas de provecho cultural; patrocinar conferencias, conciertos, representaciones teatrales y manifestaciones científicas, literarias, o artístícas; fundar academias, centros de estudio para el, cultivo de esas mismas actividades; estimular el desarrollo o aprendizaje de conocimientos que contribuyan a la difusión de la cultura, mediante la concesión de premios o becas; adquirir libros, documentos, objetos, bienes de cualquiera clase y elementos adecuados o necesarios para esa difusión; y establecer museos, galerías de arte, archivos o dependencias de mejoramiento cultural; y

Tercero.- Propender en la forma más amplia y por los medios que a su juicio sean apropiados al desarrollo de la cultura y de las manifestaciones intelectuales en el país.

Art. 8.- Con el objeto de asegurar la vida económica del Instituto Cultural Ecuatoriano se le asignan los fondos siguientes: el producto de un impuesto de tres cuartos por ciento ad valoren sobre las exportaciones que se hagan del Ecuador; y lo que el Estado, los Municipios o cualquiera o persona le suministren.

Art. 9.- Los funcionarios a quiénes corresponda la recaudación del impuesto creado por el artículo anterior y de los que posteriormente se asignaren al Instituto, los depositarán directamente en el Banco Central del Ecuador ... El depósito será hecho, sin demora, en una cuenta especial a la orden del Instituto. La demora injustificada en el cumplimiento de la obligación de hacer dicho depósito, será castigada con la inmediata separación del funcionario remiso, pena que podrá ser impuesta de oficio, por el Ministerio correspondiente o a petición de parte del Instituto.

Art. 10- La inversión y manejo de los fondos del Instituto, se sujetarán a la Ley de Hacienda ...

Art. 11.- El Instituto formulará anual y detalladamente su presupuesto, el cual para entrar en vigencia necesitará la aprobación del Poder Ejecutivo. A igual aprobación previa estará sujeta cualquier reforma de dicho presupuesto. El Instituto formulará su Reglamento Interno que, antes de entrar a regir, necesitará la aprobación del Poder Ejecutivo.

Art. 12.- El Instituto estará obligado a presentar anualmente ante la Excma. Corte Suprema de Justicia un Informe minucioso de sus labores, acompañado, forzosamente, de una razón explicativa y pormenorizada de todas las inversiones realidades durante el tiempo al cual se refiere el Informe. Tanto el Informe como la razón de las inversiones deberán ser publicados antes del 31 de diciembre de cada año, y dicha publicación será distribuida profusamente. Por lo menos se deberá remitir cien ejemplares de esa publicación al Ministerio de Educación Pública y diez ejemplares a cada una de las Bibliotecas Públicas existentes en el país.

Art. 13.- El Presidente o Director del Instituto tendrá la representación legal de éste; y, en su reemplazo, el Vicepresidente o Subdirector.

Art. 14.- Durante cinco años contados desde hoy, el Instituto destinará por lo menos cien mil sucres anuales de sus fondos para la mejora o ampliación de la Biblioteca Nacional de Quito.

Art. 15.- El Ejecutivo reglamentará este Decreto en caso necesario, por medio del Ministerio de Educación.

Art. 16.- Los señores Ministros de Educación y de Hacienda quedan encargados de la ejecución del presente Decreto.

122

Dado en el Palacio Nacional, en Quito, a 11 de noviembre de 1943.

El Ministro de Educación, (f.) Abelardo Montalvo

(f.) C. A. Arroyo del Río

El Ministro de Hacienda, (f.) Alberto Wright V.

Es copia.- El Secretario General de la Administración, (f.) Gustavo Bueno Bustamante

EL 28 DE MAYO DE 1942

Muertos y heridos en el choque entre Carabineros y Civiles "Varios ciudadanos después de escuchar la conferencia del Capitán Leonidas Plaza Lasso en la Universidad, se encaminaron al Palacio de Gobierno para pedir dimisión del Doctor Carlos Arroyo del Río". Como consecuencia del encuentro entre carabineros y manifestante dieron como resultados muertos y heridos.

Tema de la Conferencia: "Acotaciones a nuestro desastre internacional y motivos que impidieron la defensa de nuestro honor y dignidad nacional. -Duró 1 hora. El conferencista terminó invitando al público para concurrir al Palacio Nacional y solicitar la dimisión del sefior Presidente del Ecuador.

Los manifestantes pretendieron avanzar por las gradas del Palacio con el ánimo de dirigirse a la Presidencia, siendo detenidos por el Teniente José Ruiz y su pelotón que se había apostado en el atrio. Dicho oficial expresó que no podían pasar, entonces la porfia de los manifestantes y la actitud resuelta de los carabineros hicieron que el sefior Luis Felipe Borja de Alcázar, quien portaba la bandera de la Universidad Central, encabezado con Plaza Lasso sacaron una pistola para abrir paso y se inició el tiroteo que produjo entre otro un disparo que hirió en la cabeza al carabinero Gerardo Espinosa, quien murió momentos después. Resultaron 4 carabineros más heridos.

Después de esto los carabineros hicieron disparos al aire y luego al bulto pero no se retiraban e insistían en entrar en entrar al Palacio, pero ante la resistencia de los carabineros retrocedieron hasta La Catedral y desde allí seguía el tiroteo ... y como no terminaba, el Jefe de Edecanes Mayor Balda ordenó a los carabineros mantenerse firmes en sus puestos, evitando en todo caso hacer disparos que pudieren traer graves consecuencias a los civiles ... "

El Comercio.- Quito, Viernes 29 de mayo de 1942

EL 28 DE MAYO DE 1944

El Comercio.- Quito, Lunes 29 de mayo de 1944

Movimiento Subversivo Estalló en Guayaquil

Al grito de viva Velasco Ibarra, patrullas armadas y civiles enardecidos se lanzaron a las calles poco antes de media noche.

Por los primeros síntomas, se teme que la ciudad portefia haya sido testigo de hechos de violencia extrema.

Todo medio de comunicación entre Quito y Guayaquil fue anulado desde los primeros momentos.

Las comunicaciones con el resto del país funcionan normalmente y se sabe que nada anormal ocurre en provincias.

Ministros de Estado, Autoridades Civiles y Militares se reunieron en horas de esta madrugada en la Casa Presidencial.

Las oficinas del Telégrafo Nacional de Quito fueron ocupadas por fuerzas de carabineros.

---o

La Primera y Unica Noticia del Puerto

Guayaquil, 29.- (Madrugada de hoy). Antes de media noche se produjo en esta ciudad un movimiento militar con la intervención de elementos extremistas al grito de viva Velasco Ibarra.

La población vive horas de angustia, pues se oyen disparos por todos los sectores y se teme se produzcan choques de un momento a otro.

(Pasa a la página siguiente)

123

La extrema dificultad de seguir en contacto con Quito me obliga a ser lacónico en esta parte que temo sea el único en estas horas de tragedia. De serme posible enviare detalles por alguna vía que encuentre expedita, pues todos los sistemas de comunicación , inclusive nuestra estación se controlan por los

revolucionarios.

Corresponsal Los medios de protección de que dispone El Comercio para sus servicios internos e internacionales pudieron permitir que uno de los corresponsales en Guayaquil se pusiera en contacto, por medio de nuestra estación poco después de las doce y cuarenta de la madrugada de hoy. Cuando el corresponsal trataba, seguramente, de seguir proporcionándonos mayores informaciones, su mensaje se cortó y ya no fue posible volver a ponerse en comunicación. Es posible, así lo presumimos, que la estación radio trasmísora de El Comercio en Guayaquil esté controlada por los sublebados, al igual que procedieron con todos los otros medio de comunicación existente en el puerto.

Se conforma la noticia en la Capital.

En efecto, en la Casa Presidencial, los Coroneles Rosales, Batallas y Suárez, y varias autoridades civiles y militares, conferencian con el Sr. Dr. Arroyo del Río.

La Guarnición Militar de Guayaquil se halla divida.

La Guarnición, que se halla integrada por batallones de conscriptos de Infantería y Artillería, así como por contingentes de marinería y aviación, se halla dividida, habiendo quedado leal al Gobierno la mayor parte de esta Guarnición.

En la Capital, la madrugada de hoy fue tranquila todo normal.

EL GOBIERNO QUE NACIO DEL 28 DE MAYO DE 1944

Fueron tantos los atropellos, las inmoralidades y la corrupción administrativa que caracterizaron al gobierno que nació el 28 de mayo de 1944, luego del derrocamiento del Dr. Arroyo del Río, que el 24 de agosto de 1947, el Ministro de Defensa, Crnel. Mancheno, valiéndose de un golpe militar obligó a renunciar al Presidente de la República, quien lo hizo en los siguientes términos: «José María Velasco Ibarra, Presidente Constitucional de la República, en beneficio de la paz de la República, para propender a la unión y tranquilidad del país y para facilitar que cuanto antes se enrumbe la Nación por senderos de libertad y justicia, entrego el mando de la República al señor Ministro de Defensa Nacional coronel don Carlos Mancheno, y, por consiguiente, renuncio irrevocablemente al cargo de Presidente Constitucional de la República ••. » Por medio de este increíble documento el Dr. Velasco Ibarra reconoció que durante su gobierno en el Ecuador no había habido ni paz, ni tranquilidad, ni libertad, ni justicia. Es decir que -incapacitado para gobernar- había llevado al país al más completo caos.

« ••. Por consideración -ha explicado el coronel Mancheno-, no le metí en la cárcel el 24 de agosto de 1947, para que responda a los obscuros hechos y manejos de que estuvo plagada su administración, como el trueque del arroz y el azúcar con Cuba; la compra de terrenos del «Rancho San Vicente» para el Palacio Nacional, debiendo responder o aclarar quiénes se repartieron el dinero de ese negociado .•. el derroche escandaloso de los seis millones de dólares arrancados a la fuerza al Banco Central, después de que resultaron insuficientes las entradas ordinarias del presupuesto para la voracidad oficial. •. el escamoteo del platino que estuvo depositado en el Banco de La Previsora ••. y otra infinidad de hechos que callo .•. » (Carta del 16 de enero de 1949 dirigida por el Cme/. Carlos Mancheno al Director de El Telégrafo de Guayaquil).

El mismo día 24 de agosto, luego de firmar la renuncia el Dr. Velasco !barra Abandonó el País.

124

VELASCO IBARRA ODIABA Y TEMIAAL DR. ARROYO DEL RIO

Es indudable que el Dr. Velasco Ibarra odiaba y temía al Dr. Arroyo del Río. Lo odiaba por que lo había derrotado en las elecciones de 1940 y, sobre todas las cosas, por que lo sabía superior. Y por eso, porque lo odiaba y lo sabía superior, también lo temía. Sabía que en cualquier momento podría desenmascararlo denunciando sus barbaridades, y por eso se propuso destruirlo, aprovechándose para el caso de la ingenuidad y buena fe del pueblo ecuatoriano.

Fue por eso que -desde su ascenso al poder, luego del 28 de mayo- se dedicó con incontrolable obsesión a perseguir al Dr. Arroyo del Río, acusándolo de traición y de haber sido el culpable de la derrota militar de 1941 y de la firma del Protocolo de Río de Janeiro, procediendo además a apropiarse de toda la obra que este había realizado durante su Gobierno. Fue por eso que -en el paroxismo de su ofuscación alucinante- queriendo hacer desaparecer el peligro que él creía se cernía sobre su cabeza, buscó -entre las multitudes que curiosas lo escuchaban hablar mientras gesticulaba histriónicamente- a un asesino que acabara con la vida del ilustre ex Presidente. El no se atrevía a matar ni siquiera a una mosca, pero quería ver el cadáver de ese hombre superior a quien tanto odiaba y temía, y por eso, frente a esas multitudes, el 4 de junio de 1944, en Guayaquil, expresó sus criminales intenciones cuando dijo: "Ojalá pudiéramos triturar al traidor, al que arrojó la mitad del territorio nacional", quiso -indudablemente- referirse al Dr. Arroyo del Río, pero se le atrancaron las palabras al comprender que era él, y no el Dr. Arroyo del Río, quien con su carta publicada en el periódico La Crítica de Santiago de Chile, del el 2 de agosto de 1941, había entregado extensos jirones de la Patria a los peruanos. Igual cosa hizo durante el discurso que pronunciara un mes más tarde durante la inauguración del Congreso de Obreros Católicos, cuando dijo: "Yo había creído que el señor doctor Arroyo del Río debía ser fusilado para ejemplo de las generaciones futuras .•• "; y más tarde, durante el Mensaje de Año Nuevo, envalentonado por los gritos de sus simpatizantes volvió a expresar sus malevas intenciones: "Carlos Alberto Arroyo del Río hubiera sido fusilado por mí como lección severa contra cualquier posible traidor y para ejemplo y escarmiento de cualquier posible corruptor político" (x).

Es indudable que el locuaz demagogo quería desviar la atención del pueblo para que este olvide que había sido él, precisamente, quien de manera vil y traicionera -a través de su carta del 2 de agosto de 1941, publicada en el periódico "La Crítica", de Santiago de Chile-le había dado a los peruanos los argumentos y las armas necesarias para demostrar que ellos habían sido las víctimas y, el Ecuador, el país agresor, facilitándoles además el camino para que estos consigan el respaldo internacional y sean favorecidos con la firma del Protocolo de Río de Janeiro (ver p. 107 a 110).

El, que hablaba de dar ejemplo y escarmiento a cualquier posible corruptor político, había iniciado su gobierno usurpando bienes e incautando depósitos bancarios, para proceder luego a encarcelar y maltratar impetuosamente a quienes lo habían llevado al Poder, haciendo además caso omiso del derecho de Hábeas Corpus. El, que hablaba de castigar a los corruptos, estableció un gobierno en el que fue tanta la corrupción, los negociados y el saqueo de los fondos públicos, que el Dr. Enrique Boloña Rodríguez, Gobernador de la Provincia del Guayas, presentó su renuncia en noviembre de 1945 declarando que "El lodo salpica hasta las mismas alturas del Poder".

(x) 28 de Mayo: Balance de una Revolución Popular / Documentos para la Historia.

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Varios El 28 de Mayo: Balance de una revolución Popular I Documentos para la Historia (Recopilación de Discursos y Documentos) Quito, 1946

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El Comercio, Mayo 29 de 1942 El Comercio, Mayo 29 de 1944 El Comercio, Mayo 30 de 1944

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El Telégrafo, Septiembre 23 de 1959 El Telégrafo, Noviembre 1 de 1969 El Telégrafo, Diciembre 1 de 1991

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Otras Publicaciones del Autor

DICCIONARIO DEL ECUADOR Histórico Geográfico y Biográfico (4 tomos / 1994)

ATLAS ECUADOR PANORAMICO (Publicado en fascículos por Diario El Universo /1994)

500 AÑos DE HISTORIA (Publicado en fascículos por Diario El Universo / 1995)

GOBERNANTES DEL ECUADOR (1996) Segunda edición en Preparación.

CALENDARIO HISTORICO DEL ECUADOR (1997)

ENCICLOPEDIA DEL ECUADOR Histórica, Geográfica y Biográfica (CD Interactivo / 1998)

128

GUAYAQUIL 2000: Una Ciudad Para el Próximo Milenio (CD Interactivo / 2000)

HISTORIA DEL ECUADOR (Publicada en fascículos por Diario El Universo / 2002)

Otros Trabajos: Miranda y Antepara: Precursores de la Independencia Americana.

Guayaquil: Desde su Fundación hasta su Independencia.

Guillermo Brown: Ultimo Corsario y Primer Almirante.

La Revolución del 9 de Octubre de 1820 y la Importancia de Guayaquil en la Consolidación de la Independencia Americana.