bursitis trocantéreas

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FMC 2002;9(3):203-9 203 101 Bursitis trocantéreas Sr. Director: Hemos leído con interés y satisfacción el artículo “Bursitis tro- cantéreas”, firmado por Puente García et al y publicado reciente- mente en la sección “Terapéutica en APS” de la revista FMC 1 . Con interés puesto que creemos que en este breve artículo se sin- tetizan las ideas más relevantes que atañen a esta patología, pero sobre todo con satisfacción y agrado porque si bien estamos acos- tumbrados a leer artículos y revisiones sobre enfermedades de gran magnitud en atención primaria, así como numerosos trabajos sobre aspectos de la relación médico-paciente, entrevista clínica, esfera psicosocial, etc., es grato ver que en una revista de la cali- dad de FMC hay lugar también para otros procesos patológicos, que podríamos denominar "menores", pero que tienen importante repercusión en la vida diaria de nuestros pacientes y son, por tanto, motivo de consulta frecuente. Éste sería el caso de las trocanteritis y de otros reumatismos de partes blandas. Como docentes del “Taller de infiltraciones del aparato locomo- tor” del aula de formación continuada de la Societat Catalana de Medicina Familiar i Comunitaria hemos centrado nuestro interés en el abordaje diagnóstico y terapéutico de muchas de estas patolo- gías, la mayoría de las cuales se benefician del tratamiento con in- filtraciones. Durante la realización de estos talleres hemos podido comprobar en muchas ocasiones el profundo desconocimiento que sobre estas enfermedades existe. Algunos asistentes nos han co- mentado a posteriori que han tenido conocimiento de algunas enti- dades, como la trocanteritis o la tendinitis de la pata de ganso, al haber asistido el taller. En otras ocasiones, se conoce la patología pero casi nunca se tiene presente a la hora de hacer el diagnóstico, y entonces suele confundirse con otras entidades más habituales en nuestras consultas, por ejemplo, la artrosis. Es evidente que si no tenemos en mente una patología cuando barajamos la lista de posi- bilidades diagnósticas, ésta difícilmente tendrá la oportunidad de ser elegida. Como comentan los autores en su artículo, la trocante- ritis es una entidad muchas veces difícil de diagnosticar; pensemos que se trata de un proceso que afecta muchas veces a mujeres post- menopáusicas, con sobrepeso u obesidad, que a veces padecen de manera concomitante una fibromialgia, en cuyo contexto "un dolor más" no suele llamar nuestra atención, al menos para plantearnos un diagnóstico diferencial con otra patología. Otras veces se trata de un paciente artrósico conocido: su dolor en la cadera en el caso de la trocanteritis o cerca de la rodilla en el caso de la tendinitis anserina suele confundirse con el dolor de la artrosis "de siempre". Otro comentario nos ha parecido sumamente interesante al leer el artículo: “con frecuencia el paciente no acude a la consulta...”, y esto debido a que a menudo los síntomas son leves y llevaderos. Sin embargo, en muchas ocasiones el paciente sí consulta por estas patologías y entonces, por las razones que acabamos de exponer, no acertamos a hacer un diagnóstico correcto y empieza para el pa- ciente y para el médico un penoso y largo proceso, con visitas re- petidas, pruebas diagnósticas innecesarias, etc. Probablemente se derivará al paciente al traumatólogo, quien quizá tampoco tenga en cuenta la posibilidad de esta enfermedad "menor". De esta manera, un proceso leve y susceptible de mejorar con un sencillo e inocuo tratamiento se convierte en un padecimiento prolongado que puede llegar a afectar la calidad de vida del paciente. Y es en este punto donde surge la siguiente reflexión: hay algunas enfermedades cuya atención y tratamiento son propios del médico de familia en cuan- to que, si él no las diagnostica y las trata, difícilmente esto se hará en otro ámbito. Dicho de otra manera, la atención primaria es el marco idóneo para manejar determinadas patologías, pequeñas pa- tologías si así queremos llamarlas, pero grandes por la repercusión que pueden tener en la vida diaria del paciente. Pequeñas porque tienen escasa representación en libros de consulta, en nuestras se- siones clínicas, o incluso en nuestra lista de prioridades, pero gran- des porque su retraso diagnóstico y terapéutico empeora la calidad de vida de nuestros pacientes y, por qué no, también la nuestra co- mo profesionales, al no vernos capaces de resolver estos proble- mas de salud. En cuanto al resto del artículo, sólo quisiéramos hacer hincapié en que la técnica de infiltración de partes blandas es un procedi- miento terapéutico sencillo, con resultados beneficiosos en la ma- yoría de los casos, como así lo avalan numerosos estudios 2-5 , y con pocos y leves efectos secundarios si se realiza correctamente. Todo ello hace que podamos incluso recomendarlo como de primera elección, siempre que tengamos experiencia suficiente en realizar- lo, en los casos en que dispongamos de un diagnóstico claro, requi- sito esencial para poder llevarlo a cabo, con un conocimiento pre- vio del mismo y siguiendo su método de manera rigurosa. X. Mas Garriga y M.E. Barraquer Feu EAP Santa Eulàlia Sud (l’Hospitalet de Llobregat) y Horta 7D (Barcelona). Taller d’infiltracions. Aula de Formació Continuada de la SCMFIC. Bibliografía 1. Puente García NM, Fernández Gómez ML, Insausti de la Peña R. Bursi- tis trocantéreas. FMC 2001 8:351-5. 2. Fernández AM, Povedano J, Campos S, García López A. Eficacia clínica de las infiltraciones con esteroides. Rev Esp Reumatol 1998;25:361-70. 3. Barraquer ME, Mas X, Amorós G, Galán ML, Monteserín R, Romea S. In- filtracions de l’aparell locomotor a l’atenció primària: assumint sense pro- blemes una nova tecnología. Butlletí de la SCMFIC 2000;18:167- 9. 4. Gallardo A, Avellaneda PJ, Baeza JM, Jiménez M, Bonet MV, Casas I. Evaluación de las infiltraciones locales con corticoides en un centro de salud. Aten Primaria 2000;25:331-4. 5. Magaña JE, Pérez J, Sánchez G. ¿Es factible la terapia con infiltraciones lo- cales en las consultas de atención primaria? Aten Primaria 1999;23: 24-9. Cervicobraquialgia aguda con algodistrofia. A propósito de un caso Sr. Director: La algodistrofia o distrofia simpaticorrefleja es un síndrome do- loroso originado por una hiperactividad excesiva y anormal del sis- tema nervioso simpático ante lesiones del hombro y brazo, y más raramente de la pierna. Consiste en un dolor permanente que se asocia en grados variables con cianosis o palidez, hinchazón, frial- dad, dolor a la movilización de la región afectada y osteoporosis. C orreo de los lectores

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Page 1: Bursitis trocantéreas

FMC 2002;9(3):203-9 203101

Bursitis trocantéreasSr. Director:Hemos leído con interés y satisfacción el artículo “Bursitis tro-

cantéreas”, firmado por Puente García et al y publicado reciente-mente en la sección “Terapéutica en APS” de la revista FMC1.Con interés puesto que creemos que en este breve artículo se sin-tetizan las ideas más relevantes que atañen a esta patología, perosobre todo con satisfacción y agrado porque si bien estamos acos-tumbrados a leer artículos y revisiones sobre enfermedades degran magnitud en atención primaria, así como numerosos trabajossobre aspectos de la relación médico-paciente, entrevista clínica,esfera psicosocial, etc., es grato ver que en una revista de la cali-dad de FMC hay lugar también para otros procesos patológicos,que podríamos denominar "menores", pero que tienen importanterepercusión en la vida diaria de nuestros pacientes y son, por tanto,motivo de consulta frecuente. Éste sería el caso de las trocanteritisy de otros reumatismos de partes blandas.

Como docentes del “Taller de infiltraciones del aparato locomo-tor” del aula de formación continuada de la Societat Catalana deMedicina Familiar i Comunitaria hemos centrado nuestro interésen el abordaje diagnóstico y terapéutico de muchas de estas patolo-gías, la mayoría de las cuales se benefician del tratamiento con in-filtraciones. Durante la realización de estos talleres hemos podidocomprobar en muchas ocasiones el profundo desconocimiento quesobre estas enfermedades existe. Algunos asistentes nos han co-mentado a posteriorique han tenido conocimiento de algunas enti-dades, como la trocanteritis o la tendinitis de la pata de ganso, alhaber asistido el taller. En otras ocasiones, se conoce la patologíapero casi nunca se tiene presente a la hora de hacer el diagnóstico,y entonces suele confundirse con otras entidades más habituales ennuestras consultas, por ejemplo, la artrosis. Es evidente que si notenemos en mente una patología cuando barajamos la lista de posi-bilidades diagnósticas, ésta difícilmente tendrá la oportunidad deser elegida. Como comentan los autores en su artículo, la trocante-ritis es una entidad muchas veces difícil de diagnosticar; pensemosque se trata de un proceso que afecta muchas veces a mujeres post-menopáusicas, con sobrepeso u obesidad, que a veces padecen demanera concomitante una fibromialgia, en cuyo contexto "un dolormás" no suele llamar nuestra atención, al menos para plantearnosun diagnóstico diferencial con otra patología. Otras veces se tratade un paciente artrósico conocido: su dolor en la cadera en el casode la trocanteritis o cerca de la rodilla en el caso de la tendinitisanserina suele confundirse con el dolor de la artrosis "de siempre".

Otro comentario nos ha parecido sumamente interesante al leerel artículo: “con frecuencia el paciente no acude a la consulta...”, yesto debido a que a menudo los síntomas son leves y llevaderos.Sin embargo, en muchas ocasiones el paciente sí consulta por estaspatologías y entonces, por las razones que acabamos de exponer,no acertamos a hacer un diagnóstico correcto y empieza para el pa-ciente y para el médico un penoso y largo proceso, con visitas re-petidas, pruebas diagnósticas innecesarias, etc. Probablemente sederivará al paciente al traumatólogo, quien quizá tampoco tenga encuenta la posibilidad de esta enfermedad "menor". De esta manera,un proceso leve y susceptible de mejorar con un sencillo e inocuotratamiento se convierte en un padecimiento prolongado que puedellegar a afectar la calidad de vida del paciente. Y es en este puntodonde surge la siguiente reflexión: hay algunas enfermedades cuyaatención y tratamiento son propios del médico de familia en cuan-to que, si él no las diagnostica y las trata, difícilmente esto se haráen otro ámbito. Dicho de otra manera, la atención primaria es el

marco idóneo para manejar determinadas patologías, pequeñas pa-tologías si así queremos llamarlas, pero grandes por la repercusiónque pueden tener en la vida diaria del paciente. Pequeñas porquetienen escasa representación en libros de consulta, en nuestras se-siones clínicas, o incluso en nuestra lista de prioridades, pero gran-des porque su retraso diagnóstico y terapéutico empeora la calidadde vida de nuestros pacientes y, por qué no, también la nuestra co-mo profesionales, al no vernos capaces de resolver estos proble-mas de salud.

En cuanto al resto del artículo, sólo quisiéramos hacer hincapiéen que la técnica de infiltración de partes blandas es un procedi-miento terapéutico sencillo, con resultados beneficiosos en la ma-yoría de los casos, como así lo avalan numerosos estudios2-5, y conpocos y leves efectos secundarios si se realiza correctamente. Todoello hace que podamos incluso recomendarlo como de primeraelección, siempre que tengamos experiencia suficiente en realizar-lo, en los casos en que dispongamos de un diagnóstico claro, requi-sito esencial para poder llevarlo a cabo, con un conocimiento pre-vio del mismo y siguiendo su método de manera rigurosa.

X. Mas Garriga y M.E. Barraquer FeuEAP Santa Eulàlia Sud (l’Hospitalet de Llobregat) y Horta 7D (Barcelona).Taller d’infiltracions. Aula de Formació Continuada de la SCMFIC.

Bibliografía

1. Puente García NM, Fernández Gómez ML, Insausti de la Peña R. Bursi-tis trocantéreas. FMC 2001 8:351-5.

2. Fernández AM, Povedano J, Campos S, García López A. Eficacia clínicade las infiltraciones con esteroides. Rev Esp Reumatol 1998;25:361-70.

3. Barraquer ME, Mas X, Amorós G, Galán ML, Monteserín R, Romea S. In-filtracions de l’aparell locomotor a l’atenció primària: assumint sense pro-blemes una nova tecnología. Butlletí de la SCMFIC 2000;18:167- 9.

4. Gallardo A, Avellaneda PJ, Baeza JM, Jiménez M, Bonet MV, Casas I.Evaluación de las infiltraciones locales con corticoides en un centro desalud. Aten Primaria 2000;25:331-4.

5. Magaña JE, Pérez J, Sánchez G. ¿Es factible la terapia con infiltraciones lo-cales en las consultas de atención primaria? Aten Primaria 1999;23: 24-9.

Cervicobraquialgia aguda con algodistrofia. A propósito de un caso

Sr. Director:La algodistrofia o distrofia simpaticorrefleja es un síndrome do-

loroso originado por una hiperactividad excesiva y anormal del sis-tema nervioso simpático ante lesiones del hombro y brazo, y másraramente de la pierna. Consiste en un dolor permanente que seasocia en grados variables con cianosis o palidez, hinchazón, frial-dad, dolor a la movilización de la región afectada y osteoporosis.

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