Bases para la enseñanza

0. El propósito del presente documento es establecer cuáles los aspectos básicos que considera la enseñanza desde la perspectiva de la teoría de la actividad (TA).

1. Enseñanza y actividad. Este apartado discute sumariamente por qué la enseñanza es una actividad. Muy en breve, el concepto de actividad se refiere a la comprensión que se origina socialmente de una práctica sociocultural. Esta comprensión puede ser implícita, que se expresa en las rutinas a través de las cuales la práctica se realiza o, explícita, que se expresa en la conciencia o comprensión de esa práctica identificando explícitamente el proceso sociohistórico en el que se forma, los propósitos conscientes hacia los cuales se orienta, el o los objetos de esa práctica, las acciones, operaciones y herramientas que se usan en ella.

En este sentido, la enseñanza –tal como la conocemos actualmente- se forma en la época moderna sobre la base de la práctica tradicional humana de reproducir el acervo cultural humano acumulado en las generaciones anteriores a las nuevas generaciones. En esta etapa histórica –de acuerdo a lo que Foucault (Vigilar y Castigar) plantea se produce un proceso en el cual el poder se invisibiliza, incorporándose al cuerpo de los individuos, ejerciendo su regulación desde dentro. En este contexto se forma la escuela moderna, con la práctica y estructura que perdura hasta hoy.

Un ejemplo especialmente ilustrativo es la tecnología del texto escolar. (Ver texto escolar en Engeström)

Enseñanza

La enseñanza es la actividad –intencionada e institucional- mediante la cual se traspasa el conocimiento (‘teórico’) acumulado en las distintas disciplinas de las ciencias, humanidades y artes, con el propósito explícito de desarrollar desempeños culturales y sociales cualitativamente más complejos que los que están disponibles en el capital cultural de origen de los aprendices. Este proceso es culturalmente mediado; esto es, se produce usando artefactos culturales que comprenden actividades, herramientas y conceptos con los cuales los aprendices actúan en actividades culturales más complejas que las que están disponibles en su tradición local de prácticas.