SEMINARIO CONCILIAR DE LA PURÍSIMA

DIÓCESIS DE ZACATECAS

ETAPA DE FILOSOFÍA

SEGUNDO AÑO

METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN FILOSÓFICA

ENSAYO:

LA FUENTE DE LA FELICIDAD: LA ATARAXIA

ARGUMENTOS DE LA FILOSOFÍA ESCÉPTICA EN

PIRRÓN Y SEXTO EMPÍRICO

POR: JOSÉ REYES VENEGAS GAMBOA

PBRO. AURELIO PONCE ESPARZA

1

DEDICATORIA

A Dios, quien siempre está conmigo y me ilumina en cada instante de mi vida con la

luz de su amor.

A mi hermano, quien por su curiosidad me llevó a pensar más a fondo sobre este

tema.

A mi madre, que siempre está pidiendo luz al Espíritu Santo para que me ilumine en

cada momento de mi vida.

A mi padre, que con su trabajo incansable me enseñó a luchar día a día por lo que

quiero.

A mi hermana a quien quiero con todo mi corazón y la cual siempre escucha atenta

lo que me asombra en las reflexiones y descubrimientos nuevos que tengo en el seminario.

A mis profesores que con mucha paciencia y dedicación emplean gran parte de su

vida para que aprendamos algo y nos asombremos día a día en el mundo de la sabiduría.

2

INTRODUCCIÓN

El problema que aquí se plantea es el que los escépticos produjeron en el hombre,

esa sensación de extrañeza que lleva a la inteligencia de todos los tiempos a que se esfuerce

para anularlo o negarlo, incluso en convertirse en lo contrario. Actualmente se ha asimilado

en la cultura postmoderna como base del progreso técnico, científico, intelectual y sobre

todo moral, de Occidente. Se dan argumentos bastante fuertes en contra del conocimiento

sobre todo obtenidos de los tropos o argumentos escépticos. Este ensayo quiere dejar

abierto el tema para que se prosiga en una confrontación más profunda con san Agustín,

quien encaró el escepticismo en su obra Contra académicos dando fuertes argumentos.

Para conocer más sobre esta filosofía utilizo el método analítico-deductivo, yendo

de lo más general a lo más particular. En un primer momento trato de dar una idea general

de la situación socio-política de la época antigua para ver en qué contexto surgió esta

filosofía. Posteriormente quise tomar al primer escéptico antiguo, es decir, a Pirrón de Elís,

prosiguiendo con la vida Sexto Empírico, el cual sintetizó el pensamiento antiguo en sus

obras. El segundo capítulo habla de la doctrina escéptica en sí, desde el surgimiento del

nombre, y las doctrinas de los principales representantes antiguos ya mencionados

anteriormente. Incluye las características, las tesis prácticas y teóricas, la teoría del

conocimiento y, dentro de la esfera práctica, el cómo la doctrina lleva a encontrar la

felicidad. Finalmente termino mencionando los argumentos escépticos tomados de las

Hipotiposis Pirrónicas de los cuales presento un análisis del primer tropo, que es uno de los

más potentes, pues con gran sagacidad y con potente intuición llegan a la conclusión de que

no se pueden saber cómo son las cosas por naturaleza.

3

CAPÍTULO I:

EL ESCEPTICISMO FILOSÓFICO ANTIGUO

1. LA FILOSOFÍA POST-ARISTOTÉLICA

A. De Ciudad a Imperio, de ciudadano a individuo

Tras el reinado de Alejandro Magno se terminó el concepto de Ciudad y surgió el de

Imperio en la cultura helenístico-romana. Antes de él, se consideraba siempre el individuo

como parte de la Ciudad y de la vida ciudadana, pues, era en ella donde el individuo

alcanzaba su fin viviendo una vida conveniente al ser humano. Surgió el cosmopolitismo y

el individualismo, viéndose los ciudadanos lanzados a la deriva en un todo más vasto. Esta

situación política se hizo sentir en el campo de la filosofía, predominantemente en lo ético

y lo práctico centrando su interés sobre el individuo relegándose las especulaciones físicas

y metafísicas a un segundo plano.1

La tarea del filósofo consistió en proporcionar al individuo un código de conducta

que le ayudase en el transcurso de su vida, manteniendo una coherencia entre los principios

y la acción, a base de cierta independencia espiritual y moral, cual una especie de director

espiritual tal como lo entiende el mundo cristiano.2

Cuando la nueva religión comenzaba a señorearse del Imperio, la filosofía llegó a

ser rival del Cristianismo. Ésta brindaba un medio de satisfacer las necesidades y

aspiraciones religiosas del hombre. Debido a la incredulidad entre las clases cultas en

1 Cfr. COPLESTON FREDERICK, Historia de la filosofía, Tomo I, 379. 2 Cfr. Ibidem, 379.

4

cuanto a la mitología popular, éstas buscaban afiliarse a otros cultos para satisfacer sus

necesidades espirituales o tendían a volverse hacia la filosofía.3

B. Fases de la filosofía helenístico-romana

a. Primera fase (finales del siglo IV hasta mediados del siglo I a.C.)

Este primer periodo se caracteriza por la fundación de las filosofías estoica y

epicúrea, centradas en la conducta y en la obtención de la felicidad personal volviéndose

hacia el pensamiento presocrático. De aquí, lo que nos interesa, contra estos sistemas

“dogmáticos” se alza el escepticismo de Pirrón y sus seguidores, al cual puede añadir la

vena escéptica de las Academias Media y Nueva. De esta interacción surgió un cierto

eclecticismo manifestado en la escuela peripatética y la Academia.4

b. Segunda fase (mediados del siglo I a.C. hasta mediados del siglo III d.C.)

En este segundo periodo continuaron el eclecticismo y el escepticismo, cada uno por

su lado, solo que esta fase retornó a la “ortodoxia” filosófica. Esto fue una contrapartida

hacia el eclecticismo como un retorno a los fundadores de las escuelas, sus vidas, sus obras

y doctrinas. Igualmente fructificó en este estudio del pasado el campo de la investigación

científica. También se tiende fuertemente a los misticismos religiosos cuya raíz es común

con la tendencia científica, a saber: la desaparición de las creencias especulativas. Factor

que podía llevar tanto al escepticismo o a la declinación a tareas científicas como una

inclinación al misticismo religioso.5

3 Cfr. COPLESTON FREDERICK, Historia de la filosofía, Tomo I, 379. 4 Cfr. Ibidem, 380. 5 Cfr. Ibidem, 381.

5

c. Tercera fase (de mediados del siglo III d.C. a mediados del siglo VI d.C.

y, en Alejandría, hasta mediados del siglo VIII d.C.)

Referido al neoplatonismo, el tercer periodo fue un último intento de combinar

todos los elementos válidos de las doctrinas filosóficas y religiosas de Oriente y Occidente

en un sistema único que absorbiera prácticamente a todas las escuelas filosóficas. El

neoplatonismo influyó enormemente en la especulación cristiana: pensemos en San Agustín

o en el Pseudo-Dionisio.6

2. EL NACIMIENTO DEL ESCEPTICISMO FILOSÓFICO ANTIGUO

El fundador del escepticismo fue Pirrón de Elís (360-270 a.C.) quien subordinaba la

teoría a la práctica tal como lo hacían los estoicos y los filósofos del Jardín, solo que con

una diferencia: los estoicos y epicúreos buscaban el saber positivo como un medio para

conseguir la paz del alma, en cambio, los escépticos buscaban lo mismo pero mediante el

rechazo del saber, lo contrario de la ciencia.

A. Pirrón de Elis

a. Vida e influencias

Nació en Elís entre el 365 y el 360 a.C. Se dice que acompañó a Alejandro junto con

Anaxarco de Abdera7 en su expedición hacia la India8 (334-323 a.C), por lo cual fue

influido al parecer por la teoría democrítea de las cualidades sensibles, el relativismo de los

sofistas y la epistemología cirenaica9, se habla también de influencias megáricas a través de

6 Cfr. COPLESTON FREDERICK, Historia de la filosofía I, 382. 7 Filósofo seguidor del atomismo. 8 DIÓGENES DE LAERCIO, Vida de los filósofos más ilustres, 9, 61. 9 Cfr. COPLESTON FREDERICK, Historia de la filosofía I, 409.

6

Brisón, hijo y discípulo de Estilpón de Megara, y también es probable las haya por parte de

algunos partidarios de las doctrinas de Heráclito y gimnosofistas10. Todas estas influencias

contribuyeron, al parecer, a la formación de su propia doctrina escéptica puesto que le

demostraban que de manera repentina podía destruirse todo lo que hasta entonces había

sido considerado como indestructible y que carecían de fundamento tan arraigadas y

antiguas convicciones de los griegos. Alrededor del 324-323 a.C. Pirrón regresó a Elís,

donde vivió y enseñó, sin escribir ninguna obra. Murió entre el 275 y el 270 a.C.11

B. Sexto Empírico (110/135-200/210 d.C.)

Sexto empírico es aquel hombre que reunió el pensamiento escéptico por medio del

cual se resumen, explican y argumentan las opiniones de esta filosofía en sus obras, las

cuales forman una de las fuentes capitales para el conocimiento del pensamiento antiguo,

pues con el propósito de refutar doctrinas opuestas, Sexto las resume o reproduce con gran

frecuencia. Se le considera como un compilador aunque poco sistemático. Entre los

argumentos más conocidos se encuentran los Tropos, argumentos contra el silogismo que

consisten en declarar que la conclusión silogística representa un círculo vicioso.12

a. Vida de Sexto Empírico

Nació en Grecia, vivió en Alejandría y Roma y se consideró a sí mismo como

representante de la tradición “metódica” –más bien que “escéptica”– de la medicina.

10 Especie de sabios de la India, de quienes aprendió el sentido de la vanidad de todas las cosas (uno

de estos gimnosofistas, Calano, se provocó la muerte de forma voluntaria, echándose a las llamas y

soportando impasible el tormento de las quemaduras). 11 Cfr. GIOVANNI REALE-DARIO ANTISERI, Historia de la Filosofía I, 238. 12 Cfr. JOSÉ FARRATER MORA, «Sexto Empírico» en Diccionario de filosofía, 568.

7

Mas puesto que algunos afirman que la filosofía escéptica es idéntica al

empirismo de la escuela médica, debe saberse que, si bien aquel empirismo

sostiene la incomprensibilidad de lo dudoso, no es idéntico al escepticismo, ni

sería coherente que un escéptico adoptara aquella doctrina; mejor, creo yo,

podría aceptar el llamado “Método” […].13

Sin embargo, el “metodismo” y el escepticismo médicos eran, como Sexto

reconoció, muy afines. Es por ello que a Sexto se le representa como uno de los principales

escépticos antiguos y uno de los seguidores de las doctrinas de Pirrón y de Enesidemo.

Sobre su fecha de nacimiento hay dos teorías, muchos estudiosos se oponen a un

nacimiento más temprano, es decir, alrededor del año 100 d.C. Pero tal oposición se basa en

el argumento del silencio de Galeno que en 129-199 d.C. no cita nunca a Sexto. Pero un

Pseudo-Galeno sí menciona a Sexto Empírico cerca de la segunda mitad del siglo II d.C.

Así pues, algunos como Vollgraff asignan a Sexto Empírico en el año 115-135 d.C. Pero de

lo que sí se está seguro es de que se sitúa en la época donde predominó la filosofía estoica y

esto se ve puesto que al refutar a las escuelas, se centró mucho más en contra de los

estoicos de manera más detallada y minuciosa cualitativa y cuantitativamente. Con todo se

puede situar la época de florecimiento de este médico y filósofo en el siglo II d.C. y, muy

verosímilmente, en su primera mitad. Y dado esto, es pues muy escasa la información sobre

su biografía y actividad, pero sí se sabe que fue un reputado médico, con toda probabilidad

perteneciente a la escuela empírica de medicina.14

13 SEXTO EMPÍRICO, Hipotiposis pirrónicas, I, 236. 14 Cfr. RAFAEL SARTORIO MAULINI, «Introducción a las hipotiposis pirrónicas», en SEXTO

EMPÍRICO, Hipotiposis Pirrónicas, 10-19.

8

b. Lugar de residencia y actividad

La escuela empírica de medicina así como el lugar donde Sexto desarrolló su

actividad es algo controvertido pues menciona repetidas referencias a Alejandría y Roma y

se nota una familiaridad con esos lugares. También, en algunas expresiones implica decir

que vivió en Atenas durante cierto tiempo y lo mismo puede ser dicho de Alejandría. Se

mira también que Sexto habla desde el punto de vista cual si fuera un heleno, hablante de la

lengua griega e inmerso en un universo general de la ley y costumbres romanas. Se habla

también en algunos estudiosos que aparte de Atenas, Roma y Alejandría, pudo haberse

localizar también en Egipto o Libia pero sobre todo en Alejandría se situaría el ámbito más

cercano y prolongado de su vida y enseñanza.15

Se puede formar, con lo anterior, una imagen de un griego de la época romana

situado hacia principios del siglo II en algún lugar del imperio, médico de profesión que

pertenecía, tal vez, a la escuela médica pneumática, y joven aun cuando se pone a escribir

su opera prima, dirigida contra los filósofos dogmáticos, pero después alentada por hacer

partícipe al lector del mayor beneficio del escepticismo: la ataraxia.16

c. Obras

Las obras que se conservan de Sexto Empírico son los Bosquejos pirrónicos

(Hipotiposis pirrónicas), en tres libros; la obra Contra dogmáticos, en cinco libros (libros 1

y 2 contra los lógicos; 3 y 4, contra los físicos; 5, contra los éticos); y la obra Contra los

profesores (matemáticos) en seis libros (contra los gramáticos, oradores, geómetras,

15 Cfr. RAFAEL SARTORIO MAULINI, «Introducción a las hipotiposis pirrónicas», en SEXTO

EMPÍRICO, Hipotiposis Pirrónicas, 30. 16 Cfr. Ibidem, 31.

9

aritméticos, astrólogos, músicos). Se atribuyen a Sexto, pero no se han conservado, un

tratado Sobre el alma y unas Notas sobre la medicina. No se tiene noticia de que en toda la

antigüedad se compusiera obra de alcance y contenido semejantes. Las Hpotiposis

pirrónicas son un tratado de introducción a la filosofía escéptica, escrito, como decíamos,

en una época temprana de su producción intelectual.17

17 Cfr. JOSÉ FARRATER MORA, «Sexto Empírico» en Diccionario de filosofía, 658.

10

CAPÍTULO II:

LA DOCTRINA FILOSÓFICA ESCEPTICA

1. ¿QUÉ ES EL ESCEPTICISMO?

A. La palabra escepticismo

Desde el punto de vista etimológico el verbo griego significa “mirar

cuidadosamente” (una cosa, o en torno), “vigilar”, “examinar atentamente”. Según ello, el

vocablo ‘escéptico’ significa originalmente “el que mira o examina cuidadosamente”.

‘Escepticismo’ significa entonces “la tendencia a mirar cuidadosamente” – se entiende,

antes de pronunciarse sobre nada o antes de tomar ninguna decisión. El fundamento de la

actitud escéptica es la cautela, la circunspección.18

B. Origen de la palabra escéptico

La palabra ‘escéptico’ (), la cual es tradicionalmente usada en la historia

de la filosofía griega para designar las doctrinas tanto de la Academia desde Arcesilao hasta

la de Carneadas como de los Pirronistas, parece haber sido introducida como etiqueta

terminológica relativamente tarda en el desarrollo de la filosofía helenística. Filón de

Alejandría la usa en el sentido de ‘investigador’, como un sinónimo de ‘filósofo’19. Si,

como es supuesto, la fuente de Filón es Enesidemo, esta palabra parece indicar que el

término no fue originado con él. El acontecimiento más actual de la palabra en sentido

terminológico parece estar en Aulo Gelio. Por el tiempo de Sexto, o

parece haber sido la designación estándar de la palabra de la filosofía

Pirronista, sin embargo no de los Académicos: Sexto contrasta las dos en sus Hipotiposis

18 Cfr. JOSÉ FARRATER MORA, «Escepticismo» en Diccionario de filosofía, 544. 19 FILÓN DE ALEJANDRÍA, Sobre la ebriedad (De ebrietate), 202.

11

pirrónicas I, 4 diciendo que «[…] tres son las principales filosofías: la dogmática, la

académica y la escéptica». Tal vez esto se debió en parte a la influencia de Teodosio, el

cual se opuso al nombre de ‘Pirronista’, y llamó su propio libro (DL

IX 70). Pero Gelio ya afirmaba que tanto Académicos y Pirronistas eran indiferentemente

llamados (entre otros nombres), y ese uso ha prevalecido claramente en la

tradición posterior, probablemente como una vía conveniente para referirse a las dos

escuelas a la vez.20

2. CARACTERÍSTICAS DE LA DOCTRINA ESCÉPTICA

A. El escepticismo: una tesis y una recomendación

‘Escepticismo’, como se propuso la palabra, puede ser caracterizada con dos

matices: es una tesis, que dice que nada puede ser conocido, y una recomendación, la cual

dice que uno debe suspender el juicio en todos los asuntos.21 Estas dos tesis son

lógicamente independientes una de otra, desde la tesis no es suficiente justificar la

recomendación. Ambas son susceptibles a diferentes interpretaciones, porque ellas no

determinan los detalles de la filosofía escéptica.22

Aun así, la estrecha alianza de lo teórico y de lo práctico en el escepticismo antiguo

no significa que un aspecto no se distinga de otro. Aún en el caso de que se considere el

escepticismo –por lo menos el escepticismo antiguo– como una “actitud” más bien como

una “doctrina”, debe reconocerse que muchos escépticos acumularon argumentos con el fin

20 Cfr. JONATHAN BARNES et alt, Doubt and Dogmatism, 54. 21 La tercer característica según Stough –‘orientación práctica’- parece caracterizar a los propios

escépticos que preferían su filosofía. Se piensa que su tratamiento en el escepticismo griego es un tanto

parcial a través de la primordial importancia que ella atribuye a la negación del conocimiento como una

negación o suspenso del juicio. 22 Cfr. JOSÉ FARRATER MORA, «Escepticismo» en Diccionario de filosofía, 544.

12

de mostrar lo juicioso y razonable que es terminar por “suspender el juicio”. Los escépticos

fueron con frecuencia empedernidos “disputadores”, cuya misión era, paradójicamente,

mostrar la inanidad de toda discusión.23

a. Escepticismo teórico

Desde el punto de vista teórico, el escepticismo es una doctrina del conocimiento

según la cual no hay ningún saber firme, ni puede encontrarse nunca ninguna opinión

absolutamente segura. Se opone al decisionismo. O, si se quiere, adopta una sola decisión:

la de abstenerse de toda decisión.24

b. Escepticismo práctico

Desde el punto de vista práctico, el escepticismo es una actitud que encuentra en la

negativa a adherirse a ninguna opinión determinada, en la suspensión del juicio, la

“salvación del individuo”, la paz interior. 25

B. Doctrina y teoría del conocimiento en Pirrón

Pirrón afirmaba que nuestros juicios sobre la realidad son convencionales26. La

sensación constituye la base de ellos. Pero siendo las sensaciones cambiantes solo se puede

practicar una abstención o epojé del juicio. No hay, pues, que decidirse por nada; no hay

que adoptar ninguna opinión o creencia. El verdadero sabio debe encerrarse en sí mismo y

optar por el silencio, pues solo de este modo alcanzará la imperturbabilidad, la ataraxia y,

con ésta, la auténtica (y única posible) felicidad. Con esto, y en contraposición a las teorías

23 Cfr. JOSÉ FARRATER MORA, «Escepticismo» en Diccionario de filosofía, 544. 24 Cfr. Ibidem, 544. 25 Cfr. Ibidem, 544. 26 Esto lo hacía siguiendo la doctrina de los sofistas que distinguían entre lo que es por naturaleza y

lo que es por convicción.

13

dogmáticas, Pirrón enseñó que la razón humana no puede penetrar hasta la esencia íntima

de las cosas27: lo único que podemos conocer es la manera como las cosas aparecen ante

nosotros. Unas mismas cosas les parecen distintas a diferentes personas, y no nos es posible

saber cuál es la opinión acertada: a todo aserto podemos oponerle con igual fundamento el

aserto contradictorio. Por lo tanto, de nada podemos estar ciertos, y el sabio debe abstenerse

de juzgar. En vez de decir “Esto es así”, deberíamos decir “Esto me parece así” o “Puede

que sea así”.28

C. La verdadera felicidad (esfera práctica del escepticismo)

Los filósofos de este tiempo buscaban darles a sus discípulos un nuevo modo de

vida, un paradigma existencial al que hacer referencia constante, una prueba segura de que

a pesar del hundimiento de los antiguos valores ético-políticos, aún se podía lograr la

felicidad y la paz del espíritu, aunque se considerase imposible construir o proponer otra

serie de valores.

Aquí está la raíz de la novedad que distingue el mensaje de Pirrón con respecto a los

filósofos anteriores.29 La teoría del conocimiento de Pirrón desemboca en una ética o, si se

quiere, en un conjunto de recomendaciones, de naturaleza ética. Pues, en efecto, lo que más

resalta en las doctrinas atribuidas a Pirrón es la insistencia en la indiferencia de las cosas

externas (y de los juicios sobre estas cosas) y la necesidad de atenerse a sí mismo si se

quiere conseguir una estabilidad dentro de la constante e imprevisible fluencia de los

fenómenos.30 Pirrón sostiene la convicción de que es posible vivir con arte una vida feliz,

27 Según Diógenes de Larecio, en Proemio, 16 éstas son . 28 Cfr. COPLESTON FREDERICK, Historia de la filosofía I, 409. 29 Cfr. GIOVANNI REALE-DARIO ANTISERI, Historia de la Filosofía I, 238. 30 Cfr. JOSÉ FARRATER MORA, «Pirrón, de Elis» en Diccionario de filosofía, 419.

14

aun sin la verdad y sin los valores, al menos de la forma en que habrían sido concebidos y

venerados en el pasado. Nada es en sí mismo feo o bonito, bueno o malo, o por lo menos no

lo podemos asegurar, no podemos tener una certeza de ello porque en nuestras vidas, todas

las cosas exteriores nos son indiferentes, y el sabio se preocupará nada más de mantener

tranquilo su espíritu a toda costa.31 La doctrina de Pirrón practicaba la retirada pues no creía

necesario edificar una lógica ni una física; la conciencia de la tranquilidad que da la propia

reclusión al negarse a dar ningún juicio sobre lo externo le era suficiente para justificar la

doctrina.

31 Cfr. COPLESTON FREDERICK, Historia de la filosofía I, 409.

15

CAPÍTULO III:

LOS TROPOS O ARGUMENTOS ESCÉPTICOS

1. LAS COMPILACIONES ESCÉPTICAS DE SEXTO EMPÍRICO

Aunque ya la Academia había mostrado una marcada tendencia al escepticismo, no

fue sino hasta la escuela de Pirrón, más bien que a la Academia, a la que consideró como

antecesora suya el nuevo escepticismo. Dentro de la escuela escéptica antigua existen diez

tropos o argumentos. Si bien se tienen gracias a las compilaciones de Sexto Empírico, éste

no fue su creador pues los argumentos se pueden considerar como una herencia común. Lo

que se sabe es que Aristocles, Sexto Empírico y Diógenes Laercio atribuyen los tropos a

Enesidemo, y aunque fueron escritos por él en textos que solo se conocen por testimonio de

otros autores, estos argumentos se utilizaban de manera común entre los pirrónicos.

Estos tropos, aunque se oponían decididamente al dogmatismo filosófico, no

dejaron de reconocer los derechos de la vida práctica y estatuyeron normas según las cuales

pudiese actuar el hombre. Los escépticos enseñaban que hemos de atenernos a lo que nos

presentan las precepciones y el pensamiento, dar satisfacción a nuestros instintos naturales,

someternos a la ley y a la tradición y procurar la ciencia. Verdad es que en la ciencia nos es

imposible alcanzar la certeza, pero podemos seguir buscándola.32

Enesidemo de Knosos33 ideó diez “tropos” o argumentos en defensa de la posición

escéptica. Eran éstos:

…primero, el referido a la variedad de los animales; segundo; el de las

diferencias entre los seres humanos; tercero, el de las diversas conformaciones

de los sentidos; cuatro, el de las circunstancias; quinto, el de las posiciones,

32 Cfr. SEXTO EMPÍRICO, Hipotiposis Pirrónicas, I, 3; I, 226. 33 Filósofo que enseñó en Alejandría y compuso su obra probablemente hacia el año 43 a.C.

16

distancias y lugares; sexto, el de las mixturas; séptimo, el de las cantidades y

constituciones de las sustancias; octavo, el de la relación; noveno, el de la

frecuencia o rareza de los sucesos; décimo, el de las conductas, costumbres y

leyes, creencias míticas y convicciones dogmáticas. 34

Si hacemos un análisis de uno de ellos vemos cuál fuertes son sus justificaciones y

cuál difícil es refutar estos argumentos, los cuales concluyen que no podemos saber cómo

son las cosas por naturaleza. Veamos por lo menos uno de ellos.

A. Análisis del primer tropo: de la diversidad de los animales

El primer tropo, herencia común de la escuela escéptica, también llamado de la

diferencia entre los animales, tiene como punto de partida la siguiente aseveración:

(1) Hay diversidad en la constitución de los animales.35

Según el escéptico, los cuerpos de los distintos animales no son iguales, sino que

hay diferencias entre ellos. En especial nos interesan las diferencias en los órganos en que

se origina la percepción (sentidos). Por ejemplo, nadie se atrevería a negar que los ojos de

los felinos, peces y humanos son anatómicamente distintos. Más aún, que hay animales que

poseen sentidos diversos a los que poseen los seres humanos, como es el caso de las

serpientes, que poseen órganos termorreceptores. Una vez establecido esto, se sigue lo

siguiente:

(2) Hay diferencia de percepciones entre los animales racionales e irracionales.36

34 SEXTO EMPÍRICO, Hipotiposis Pirrónicas, I, 36ss. 35 SEXTO EMPÍRICO, Hipotiposis Pirrónicas, I, 44. 36 SEXTO EMPÍRICO, Hipotiposis Pirrónicas, I, 54.

17

De la diferencia en la constitución de los animales, se sigue que no se producen

idénticas percepciones ante objetos idénticos. Considerando lo anterior, parece verosímil

que si los órganos encargados de la sensación son distintos en el hombre y en los animales,

también sería distinta la percepción de los objetos (aun si se trata del mismo objeto) que se

obtienen a partir de dichos órganos.

Una vez establecido que hay diferencias entre la percepción del hombre y la

percepción de los animales debemos preguntar si la percepción del hombre es digna de

mayor crédito que la de los animales. Esta cuestión es muy importante, ya que de la

respuesta que obtengamos depende que el argumento escéptico se sostenga o no. Al

respecto los escépticos sostienen que:

(3) Respecto a la percepción, los animales irracionales no son inferiores a los

racionales.37

Los escépticos sostienen que los animales no se quedan atrás en cuanto a la

fiabilidad de sus conocimientos empíricos. Esto se debe a que, en muchos casos, la

sensibilidad de los animales supera por mucho a la sensibilidad del hombre. Hay pues

animales que poseen sentidos más agudos que los del hombre y otros que poseen sentidos

que el hombre ni siquiera posee, dichos animales, tendrían percepciones completamente

distintas a las del hombre. Así, podemos afirmar que:

(4) No podemos anteponer nuestras percepciones a las de los animales.38

Si hay diferencia de percepciones entre los animales racionales e irracionales y, si

los animales irracionales no son menos fiables que los animales racionales respecto a la

37 SEXTO EMPÍRICO, Hipotiposis Pirrónicas, I, 63 38 SEXTO EMPÍRICO, Hipotiposis Pirrónicas, I, 63.

18

percepción; entonces, no habría ninguna razón para anteponer nuestras percepciones a las

de los animales. Ahora bien, si las percepciones de los animales son diferentes y no

podemos dar más valor a nuestras percepciones que a las de los animales, entonces resulta

que no podemos anteponer nuestras percepciones a las de los animales, no se podría decir

que los objetos son tal como se me presentan en la percepción, ya que habría una gran

cantidad de percepciones diversas a las mías y éstas no son más confiables que aquellas.

Así, como lo más que puedo decir es cómo se me aparecen los objetos, debemos concluir lo

siguiente:

(5) No podemos saber cómo son las cosas por naturaleza.39

Tenemos, pues, que, dado que solo podré decir cómo se me aparece cada uno de los

objetos, debo abstenerme de decir cómo son en realidad. Aun cuando desde el punto de

vista epistemológico que hemos adoptado resulta relevante la conclusión enunciada en (5),

no puedo dejar de señalar que, para los antiguos escépticos, la verdadera consecuencia de

todo el argumento es la suspensión del juicio. Así, para el escéptico antiguo lo mejor es

abstenerse de afirmar, de decir cómo son las cosas, ya que, de esa manera se puede alcanzar

la imperturbabilidad (ataraxia).

La estructura del primer tropo tiene una gran fuerza intuitiva y una estructura lógica

impecable, lo cual hace de él uno de los argumentos más sólidos del escepticismo.40

39 SEXTO EMPÍRICO, Hipotiposis Pirrónicas, I, 78. 40 El análisis de este tropo fue tomado de los apuntes de Filosofía del conocimiento impartida por el

profesor Víctor Hugo Gutiérrez Luna.

19

CONCLUSIÓN

Como conclusión, se puede observar que los argumentos escépticos son realmente

válidos, pero solo para quienes fundan la verdad en el conocimiento sensible, pues, desde

este punto de vista, no podemos conocer lo que son las cosas por naturaleza pues las cosas

no son como se nos presentan a nuestra limitada percepción, por lo cual es mejor decir que

las cosas nos parecen de tal o cual manera o puede que sean de tal o cual manera, mas no

son como las percibimos en sí.

Visto el surgimiento de esta filosofía, nos damos cuenta de que el hombre de todo

tiempo busca algo de donde aferrarse para sostener su existencia vista desde la pura razón.

Por eso, puesto que los escépticos niegan el conocimiento niegan, también, el poder

encontrar la verdad; en todo caso la única verdad sería que no se puede encontrar otra

verdad y en consecuencia sí existiría una verdad (este es el argumento más sencillo para

refutar a los escépticos pero no es suficiente). Puesto que dicen que no se puede conocer la

verdad, la consecuencia que viene es que no hay que fatigarse tanto en su búsqueda, puesto

que si no se busca, se llegaría al estado de ataraxia y por tanto a la felicidad.

Este trabajo deja la puerta abierta a seguir investigando con el fin de confrontar los

argumentos de esta filosofía con los de otros filósofos como san Agustín, quien fuere el

primero y último de los filósofos grecolatinos que, en Contra Académicos, se alce en contra

al haber sido tentado de caer en esta filosofía por verla como la más prudente, hablando del

escepticismo académico. Pero creo que la verdad se puede conocer puesto que ésta

trasciende el ámbito de los sentidos por eso este trabajo se limitó a exponer esta filosofía y

uno de sus argumentos más fuertes, en sí esta sería como una propedéutica al platonismo de

los académicos y al conocimiento de la Verdad propuesto por san Agustín y su filosofía.

20

BIBLIOGRAFÍA

BARNES, JONATHAN et alt, Doubt and Dogmatism, Ed. Schofield/Barnes,

Oxford, 1980.

COPLESTON, FREDERICK, Historia de la filosofía, Tomo I, Ed. Ariel, Baecelona,

1969.

FARRATER MORA, JOSÉ Diccionario de filosofía, Tomo I, Ed. Sudamericana,

Buenos Aires, 19695.

Diccionario de filosofía, Tomo II, Ed. Sudamericana, Buenos Aires, 19695.

LAERCIO, DIÓGENES, Vida de los filósofos más ilustres (los 10 libros), Ed.

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REALE, GIOVANNI-ANTISERI, DARIO, Historia del pensamiento filosófico y

científico I, Ed. Herder, Barcelona, 1988.

SEXTO EMPÍRICO, Hipotiposis pirrónicas, Ed, Akal, Madrid, 1996.

TRIVIÑO, JOSÉ MARÍA, Obras completas de Filón de Alejandría II, Ed. UNP,

Buenos Aires, 1976.

21

ÍNDICE

Dedicatoria .................................................................................................................. 1

Introducción ................................................................................................................ 2

Capítulo I: El escepticismo filosófico antiguo ............................................................ 3

1. La filosofía post-aristotélica .......................................................................... 3

A. De Ciudad a Imperio, de ciudadano a individuo ....................................... 3

B. Fases de la filosofía helenístico-romana .................................................... 4

2. El nacimiento del escepticismo filosófico antiguo ........................................ 5

A. Pirrón de Elis ............................................................................................. 5

B. Sexto Empírico (110/135-200/210 d.C.) ................................................... 6

Capítulo II: La doctrina filosófica Esceptica ............................................................ 10

1. ¿Qué es el escepticismo? ............................................................................. 10

A. La palabra escepticismo .......................................................................... 10

B. Origen de la palabra escéptico ................................................................. 10

2. Características de la doctrina escéptica ....................................................... 11

A. El escepticismo: una tesis y una recomendación ..................................... 11

B. Doctrina y teoría del conocimiento en Pirrón .......................................... 12

C. La verdadera felicidad (esfera práctica del escepticismo) ....................... 13

Capítulo III: Los tropos o argumentos escépticos ..................................................... 15

1. Las compilaciones escépticas de Sexto Empírico ....................................... 15

A. Análisis del primer tropo: de la diversidad de los animales .................... 16

Conclusión ................................................................................................................ 19

Bibliografía ............................................................................................................... 20

Índice ......................................................................................................................... 21