Año X L I V . Madrid 28 de Marzo de 1912. Núm. 13

u nmcii ESPILÍ R E V I S T A C I E N T Í F I C A Y PROFESIONAL

PERIÓDICO CONSAGRADO Á L A DEFENSA DE LOS DERECHOS É I N T E R E S E S D E L A C L A S E F A R M A C É U T I C A E S P A Ñ O L A

D i r e c t o r : O . F r a n c i s c o M a r í n y S a n c h o .

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de Silva, 49, segundo; calle de la Reina, botica del Sr. Robert̂ sucesor del Dr. Font; Sacramento, 2, botica; Santa Isabel, 5, farmacia del Dr. Gómez Pamo; en la del Dr. Pizá, Infan­tas, 26, en las principales librerías y también por medio de

; ^ los corresponsales de provincias.

SE P U B L I C A TODOS LOS JUEVES

MADRID, JUEVES 28 DE MARZO DE 1912

D E L O S COMPUESTOS D E FÓSFORO USADOS E N TERAPÉUTICA « POR D. AGUSTÍN TRIGO MEZQUITA

Doctor en farmacia

Entre los varios ác idos n u c l e í n i c o s conoci­dos, el aislado por Osborne y Har r i s de los embriones del t r igo, por su or igen, me ha parecido ser el m á s interesante, dada la pre­ferencia hoy acordada á los productos vege­tales. Dichos q u í m i c o s publ icaron sus proce­dimientos de o b t e n c i ó n en el tomo 36 de la Hoppe-Seyler's Z e i t s e h r i f t f ü r Physiol , Chem., que se publica en Strasburgo (2), y como no lo he visto t raducido, y precisamente la mo­l ine r í a nos ofrece en Valencia los embriones de t r igo y de arroz casi exentos de las cubier­tas y de endospermo, creo de u t i l idad r ep ro ­ducir a q u í uno de los citados procedimientos para la ob tenc ión del l lamado á c i d o t í t r i co -nuc l e ín i co , que he practicado con buen re­sultado (3).

(1) Véase el numero anterior. (2) 1902, pág. 85. OSBORNE, THOMAS B . , und ISAAC F .

HARRIS Die Nucleinsáure des Weizenembryos. (3) Reducidos los embriones á polvo grosero, se lava

éste repetidas veces con éter de petróleo (previamente rectificado sobre aceite), á fin de privar al polvo de la gran cantidad de grasa que contiene, y conseguido esto se mezcla el polvo con cinco veces su peso de agua, y después de algunas horas se filtra por tela gruesa, em-

El trabajo de sus autores es verdaderamen­te notable y minucioso. At r ibuyen la causa de las diferencias que se hal lan entre los

pleando si es posible un filtro de vacío para acelerar la filtración, que es muy lenta, y se deja el líquido ea reposo una noche, añadiendo un poco de timol. Se de­canta el líquido del poso que se ha íormado y se le satura con sal común, acidulando después ligeramente con ácido clorhídrico que produce un abundante precipitado que se filtra, y sacándolo del filtro, se lava con agua y se vuelve á filtrar. Este precipitado se diluye en agua que contenga 2 por 1.000 de ácido clorhídrico y pepsina pura en las proporciones necesarias para imitar el jugo gástri­co, dejando la mezcla en digestión tres días á la tempe­ratura de unos 35° á 40°.

Transcurrido este tiempo, se separa por filtración la parte insoluble y se lava, agitándola con agua dos veces y se la disuelve empleando la menor cantidad posible de potasa.

En este punto, si se quiere proceder á una serie de precipitaciones por el clorhídrico y redisoluciones por la sosa ó la potasa, precipitando finalmente pór alcohol clorhídrico, ó proceder á precipitar los'albuminoides por el ácido pícrico, y después de una hora acidular con acético y filtrar para separar el picrato de proteína inso­luble, y en el líquido filtrado claro se precipita el ácido nucleínico por el clorhídrico. Este precipitado se disuelve en la potasa y la solución se trata por un exceso de alcohol fuerte acidulado con clorhídrico. Se repite la disolución y el precipitado, y éste, que cada vez tiene menos color, se deseca por medio de alcohol absoluto y luego sobre ácido sulfúrico.

Ocurre, como es natural, que con tantas precipitado-

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a n á l i s i s de los diferentes á c i d o s n u c l e í n i c o s á la exabasicidad del á c i d o , que forma sales á c i d a s con los á l ca l i s insolubles en agua, en cuya forma de sales á c i d a s precipi ta una parte del ác ido cuando se t ra ta de separarle de sus disoluciones alcalinas. Este á c i d o se al tera por simple ebu l l i c ión de sus disolucio­nes y es soluble en las disoluciones de los acetatos alcalinos.

L a cons t i t uc ión que asignan estos q u í m i c o s a l á c ido t r í t i c o - n u c l e í n i c o , d e s p u é s de m i n u ­ciosos trabajos de h id ró l i s i s , a n á l i s i s , etc., es l a que corresponde á la a g r u p a c i ó n de 4 á t o m o s de fósforo unidos por 3 de o x í g e n o y en los que se enlazan una m o l é c u l a de guan i ­na, o t ra de adenina, dos de uraci lo , tres de pentosa (1) y seis grupos h i d r o x í l i c o s . Es un ester ác ido complicado del á c i d o pentahidro-xi fosfór ico , y siendo e x a b á s i c o y siendo por otra parte los albuminoides po l i ác idos , se comprende el gran n ú m e r o de combinaciones posibles entre estos cuerpos, no pudiendo sorprender l a disparidad de resultados obte­nidos por los autores que han trabajado al parecer en iguales condiciones.

Ahora b i e n ; reciente e s t á l a i n t roduc ­c ión en t e r a p é u t i c a de los preparados o r g á -nico-arsenicales, á c i d o s mono y d i m e t i l a r s í -nicos, á l a que han servido de base los t raba-

nes repetidas se experimenta mucha pérdida de ácido nucleínico.

Podrían obtenerse mejores resultados empleando una solución alcalina para el primer tratamiento del polvo de embriones; pero no resulta práctico, porque estos líquidos alcalinos materialmente no se pueden filtrar. Del alcohol ácido, del cual se obtienen los últimos precipitados, pue­de obtenerse aún una nueva cantidad de precipitado más blanco y puro, mezclándolo con el doble de su volumen de alcohol fuerte.

La riqueza en fósforo de este ácido nucleínico es de 8 á 9 por 100. Puede purificarse la disolución alcalina del ácido tratándola por una disolución de bicromato potási­co, en ácido acético, mientras se forme precipitado. Se filtra, y separándolo del filtro se lava con agua una vez y se vuelve á filtrar y se recogen el filtrado y las aguas del lavado, y acidulado fuertemente con clorhídrico se pro­duce un abundante precipitado que posee las propiedades características del ácido nucleínico. Se lava con agua y luego con alcohol y se deseca sobre sulfúrico. Si se de­sea en estado de nucleinato de sosa, basta tratar por un exceso de alcohol fuerte una de las últimas redisolucio-. nes alcalinas.

( I ) A . LEVENE y B. LA FORGE (Üeber die Tr i t i eonu-cleinsáure. Ber. Chem. Gesells., X L I I I , p. 3 164, 1910) han demostrado que el azúcar obtenido en la descompo­sición de los ácidos nucleínicos del trigo y de la levadu­ra, es idéntico á la d-ribosa.

jos de Gautier, hallando el a r s é n i c o por todos lados, y todos sabemos que los inconve­nientes que ofrece el a r s é n i c o , como medica­mento, han sido evitados e m p l e á n d o l e for­mando parte de a g r u p a c i ó n o r g á n i c a , y que es sobre todo bajo la forma de á c i d o c a c o d í -l ico y de á c i d o m o n o m e t i l a r s í n i c o ó sus sales (denominada la s ó d i c a , ar rhenal) , como se le emplea hoy, con buen resultado a l parecer. Yo creo que estamos en el caso, dadas las grandes a n a l o g í a s que el a r s é n i c o ofrece con el fósforo, de emplear con fines t e r a p é u t i c o s el á c i d o monomet i l fos f ín i co ó sus sales, es decir , un arrhenal en el que el a r s é n i c o ha sido reemplazado por el fósforo.

L a p r e p a r a c i ó n de este á c i d o , CH3 PO (HO)2, no empleado en t e r a p é u t i c a , que yo sepa, hasta hoy, no es t á exenta de peligros, pero puedeobtenerse á p a r t i r del fosflto t r i f enó l ico , que se calienta con ioduro de meti lo en tubo cerrado para producir un ioduro de fosfonium, que con lej ía débi l de sosa de ioduro a lca l ino , fenato de sosa y monometilfosflnato d i f e n ó l i -co, del cual separa la potasa a l cohó l i ca , fe-nato y monometilfosflnato de potasio, cuyo á c i d o se puede aislar bajo la forma insoluble de sal de p l a t a ( l ) .

Dados los resultados obtenidos con las for­mas c a c o d í l i c a s arsenicales, no es aventura­do suponer que los compuestos correspon­dientes del fósforo pueden t a m b i é n ser ú t i l e s por su riqueza en fósforo (32'29 por 100 en el ác ido) y el estado en que é s t e se hal la en el compuesto.

Creo que dentro de poco p o d r é ofrecer este cuerpo á l a e x p e r i m e n t a c i ó n .

Veamos ahora la fitina de Posternak. En la ses ión de la Academia de Ciencias de P a r í s de 20 de Julio de 1903, p r e s e n t ó M r . A . Gau­tier una nota de S. Posternak dando el p ro­cedimiento de p r e p a r a c i ó n de una mater ia f o s f o - o r g á n i c a de reserva de las plantas elo-rof i l ieas , la cual ha sido presentada luego en el mercado de productos f a r m a c é u t i c o s con el nombre de f i t ina.

Se trataba de un á c i d o fo s fo -o rgán ico en­trevisto ya en 1872 por Pfeffer, como f o r m a n -

(i) La preparación del fosfito trifenólico se halla descrita en los Annalen der Chemie, Liebig's.—Leipzig, Bd . 239, Hef t .3 ,pág.31i , 1887,ylapreparacióndel ioduro de fosfonium y operaciones subsiguientes en un trabajo publicado por A MICHAELIS y R. KAEHNE, en el Ber. der Deuts. Chem Gesells., 7, X X X I , pág. 1.048 (1898), que no transcribo con detalle por no dar desusadas propor­ciones á estas notas.

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do parte de los globoides incluidos en los granos de aleurona, s e ñ a l a d o s m á s tarde en las semillas de mostaza. L a fó rmula difiere de la del ác ido fosfórico en los elementos del aldehido fó rmico . Se han publicado muchos trabajos elogiando este preparado, que Pos-ternak l l a m ó ác ido anh idro-ox imet i l eno-d i -fosfórico. Desde 1907 se le considera como un compuesto de la inosita, cuyo a z ú c a r , con ác ido fosfór ico, produce por h id ró l i s i s . Este cuerpo es de una fácil p r e p a r a c i ó n (1), que no exige g ran menaje de laborator io , y l a diversidad y abundancia de las pr imeras ma­terias de que puede obtenerse le recomienda á la actividad de los f a r m a c é u t i c o s .

Este interesante compuesto parece produ­cido en los vegetales de una manera bastante general.

Precisamente por lo que se refiere á los vegetales, quiero l lamar la a t e n c i ó n de mis colegas sobre los nuevos aspectos que va tomando la p r e p a r a c i ó n de productos vege­tales en manos de Perrot , Pouchet, Goris, Chevalier y muchos otros, y que pueden ser­virnos de e s t ímu lo para hacer a q u í algo en ese sentido.

Sabemos que las plantas, lo mismo que los animales, viven á expensas de la mater ia o r g á n i c a que destruyen, y que en los dos or ­ganismos es semejante el proceso q u í m i c o de la vida (2), pero sabemos t a m b i é n que en el seno del organismo vegetal se realiza la

(1) Se desengrasan las semillas oleaginosas, previa­mente pulverizadas, y se las trata repetidas veces por ácido clorhídrico muy diluido. A los líquidos ácidos reunidos, casi exentos de albumiaoides, se añade acetato de sosa, en cantidad suficiente para reemplazar el ácido mineral libre por el ácido acético del acetato, y después acetato de cobre hasta que el líquido ya no precipita por esta sal. El precipitado azul verdoso es turbinado, lavado y tratado por el gas sulfhídrico. Se separa el sulfuro de cobre por filtración, se evapora en el vacío el líquido fil­trado hasta consistencia de jarabe, y se deseca y pulve­riza el residuo después de lavarlo con alcohol. Se obtiene de l'SO á 2'20 por 100 de semilla, de un polvo blanco, soluble en el agua, exento de nitrógeno y de fosfatos minerales y conteniendo el 22 por 100 de fósforo.

(2) Recientemente se ha hallado una prueba más de que la vida vegetal se desenvuelve análogamente á la animal. Los químicos americanos Schreimer y Schorey, del servicio agronómico de Washington, han aislado al­gunas sustancias, el agrosterol y las sales del ácido dihidroxyesteárico que se hallan en los suelos laborables como residuos vitales excrementicios, que es indispensa­ble eliminar para devolver la fertilidad al suelo. La iVa-™re, primer semestre, pág. 87, 1910.

admirable func ión c lorof í l i ca , reductora y s in t é t i ca , que, á expensas de la e n e r g u í a l u ­m í n i c a es capaz de construir , con el a n h í d r i ­do c a r b ó n i c o y el agua, el fugaz aldehido fó rmico ó un i s ó m e r o suyo, punto de part ida de las s í n t e s i s vegetales.

En el seno de ese organismo vegetal, donde se elaboran los infinitos compuestos que constituyen una buena parte de la q u í m i c a del carbono, a c t ú a n con extremada del ica­deza las fuerzas f í s i c o - q u í m i c a s , haciendo surgi r de la aspereza del suelo todos los en ­cantos de la v e g e t a c i ó n .

¿Por q u é no aprovechar estas disposiciones naturales cul t ivando determinadas plantas en un terreno sobresaturado de fosfatos ó de ó x i d o fé r r i co para emplear luego en t e ra ­p é u t i c a los compuestos aislados de estos vegetales? Es decir , no contentarse con ex­traer-de las semillas usuales los cuerpos que naturalmente contienen, sino forzar la p ro­d u c c i ó n de é s to s haciendo v i v i r á las plantas en un medio saturado (dentro de ciertos l í ­mites); someterlas á un cul t ivo intensivo c o n fin especial t e r a p é u t i c o , para obtener ma­yores rendimientos de estas preciosas sus­tancias.

Por m i parte, creo poder ofrecer, dentro de poco, las pr imic ias de estos ensayos, que es­toy ver i f icando.

Los cereales y las leguminosas son exce­lentes materiales para ello, pues sus semillas encierran cantidades notables de nucleopro-teidos y del cuerpo fosforado de Posternak, de una p r e p a r a c i ó n fácil , ya que no exige el complicado menaje indust r ia l que requiere la p r e p a r a c i ó n de la an t ip i r ina y otros cuer­pos, que por esta r a z ó n e s t á justificado que pidamos al extranjero.

Pero pedir nucleinatos y p a r a n u c l e í n a s fe­rruginosas y la fitina, nosotros que v i v i ­mos en este vergel , bajo este cielo y con este sol, á las f áb r i ca s alemanas ó f rance­sas, es una costumbre que debe conclui r , y para ello basta con que a q u í se quiera t r a ­bajar.

Volvamos en cierto modo á los tiempos en que cada f a r m a c é u t i c o , celoso de sus deberes, t en í a su p e q u e ñ o j a r d í n de b o t á n i c a m é d i c a ; pero en vez de aquellos simples cuidadosa-mentes recolectados, obtengamos el fósforo y el h ierro t e r a p é u t i c o s , h a c i é n d o l o s pasar por las maravillosas redes del tejido ve­getal .

Trabajemos para emanciparnos de la tute-

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la de las grandes potencias industriales (1); trabajemos para que al menos no se d é el caso de que con primeras materias e s p a ñ o l a s se obtengan en Alemania productos que vuel ven á E s p a ñ a y que hemos de pagar en mar eos oro .

Como d e c í a el i lustre C a l d e r ó n , la patr ia no tiene m á s horizontes que los que descubren sus propios hijos. No esperemos otro impulso que el nuestro para avanzar; v iv i f lquémonos en la a t m ó s f e r a regeneradora del trabajo, que es ley de la v ida y a l e g r í a del e sp í r i t u , que si no podemos ser de los pr imeros , con una voluntad fuerte y e n é r g i c a , podremos evi tar ser de los ú l t i m o s .

MI IMMÁCIf f l A S T E J J U 1 T A DE PATRONATO Para que llegue á conocimiento de los c o m ­

p a ñ e r o s y puedan los que es tén de acuerdo con m i modo de pensar respecto á las Asam­bleas, mandar su conformidad con m i i n f o r ­m a c i ó n á la Junta de gobierno y patronato, l a publico í n t e g r a , contando de antemano con la amabi l idad del s e ñ o r Director de esta revista.

Señor secretario de la Junta de gobierno y patronato del Cuerpo de f a r m a c é u t i c o s t i t u ­lares: Atendiendo á los requerimientos hechos al

profesorado por el digno vocal de esa Junta D. Luis Siboni , en L a Farmacia Moderna del 25 de Enero u l t i m o , con gusto expongo á usted m i modesta pero sincera op in ión res­pecto á las soluciones propuestas por el se­ñ o r Serrano E c h e v a r r í a .

De las tres, me parece la m á s acertada, la de convocar á una Asamblea, pero franca­mente, temo que é s t a sea una m á s en el ca­t á l o g o de las ya celebradas, s in dejar en pos de sí estela alguna de resultados positivos.

Dejando á un lado las celebradas con m o ­t ivo de la c r e a c i ó n de la Caja de socorros y Cooperativa f a r m a c é u t i c a , por el c a r á c t e r par t icular del objeto que las informaba; se celebraron, la de Zaragoza pr imero , y l a de Valencia d e s p u é s ; y s in dejar de recono­

cí) Bien sabido es que de las grandes fábricas extran­jeras no siempre vienen los productos irrepochables que esperamos; algunos llegan equivocados, y aprovecho esta ocasión para indicar que una casa alemana, que tiene gran mercado en España, hace tiempo que pone en las etiquetas de los productos que nos envía la indicación Para España . ¿Qué quiere decir esto?

cer, el entusiasmo y celo, y los elevados y a l ­truistas p r o p ó s i t o s de los m e r i t í s i m o s com­p a ñ e r o s á que en ellas i n t e rv in i e ron , forzoso es reconocer sus escasas finalidades pos i t i ­vas, qu izá por ocuparse de asuntos de rea l i ­zac ión lejana ó no muy posible, ó por d iscu­ti r idealidades en vez de t ra ta r de cosas co­rrientes y p r á c t i c a s .

Considero que es muy precipitado ce lebrar ­la en A b r i l , y a ú n en Mayo , si es que hemos de salir de la infructuosa norma hasta la fecha seguida, y procurar HACER ALGO que s e ñ a l e una é p o c a en la His to r ia de l a evolu­ción f a r m a c é u t i c a e s p a ñ o l a .

Creo que las sesiones deben celebrarse en Junio, c o m u n i c á n d o l o en seguida a l profeso­rado y dando un plazo prudencial (20 d ías ) para que puedan remi t i r á esa Junta cuantos lo deseen una nota de la reforma ó reformas que crean necesarias ó convenientes para la clase.

De estas reformas debe mandarse copia (por lo menos de las que la Junta estime m á s importantes) á todos los c o m p a ñ e r o s y á las Juntas provinciales, á fin de que las estudien con el detenimiento necesario, dando para ello otro nuevo plazo.

Terminado é s t e , los presidentes d e b e r á n convocar á una Asamblea p r o v i n c i a l , y en ella, a d e m á s de determinar l a persona que ha de i r á la nacional y la forma de satisfa­cer los gastos que se or ig inen , estudiar todos los asuntos que hayan de tratarse, tomando acuerdos y s e ñ a l a n d o o r i e n t a c i o n e s bien def i ­nidas, para que el delegado, en su d í a , pueda l levar á la general , no aspiraciones é ideas particulares, sino aspiraciones é ideas reg io­nales, que sirvan de base para formar una verdadera conciencia colect iva, con rumbos fijos y bien determinados.

Una vez en Madr id é inaugurada la A s a m ­blea, sus discusiones deben llevarse con cal­ma y reposo, á fin de que todos los asuntos vayan bien estudiados; si es poco un d í a , dos, diez, veinte, los precisos. Esa ru t ina r i a cos­tumbre de anunciar Asambleas con d í a s fijos y hasta con horas de antemano de te rmina­das, como si las ideas fuesen habas, que p u ­diesen contarse para saber con a n t e l a c i ó n el tiempo que se p r e c i s a r á para su desarrol lo , debemos de desecharla por a n t i l ó g i c a y an-t irrazonable, y decir que la Asamblea d u r a r á el t iempo preciso para tomar acuerdos, des­p u é s de un u n á n i m e y concienzudo estudio.

N o por esto estimo que debe de abando-

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narse la p r imera en absoluto, procurando una intel igencia con las Juntas de patronato de m é d i c o s y veterinarios, para gestionar en m a n c o m ú n todas aquellas cuestiones que afecten á los tres, aunque no sea m á s que por aquello de que «las fuerzas son proper c l ó n a l e s á las m a s a s . »

Av i l é s , 8 de Marzo de 1912.

CELESTINO GUAIÑO.

Tenemos entendido, s e g ú n informes de la s e c r e t a r í a del patronato, que la Asamblea se c e l e b r a r á en la segunda decena de Mayo, a l objeto de que se aprovechen las facilidades de viaje que por las fiestas de San Isidro se conceden y coincida con la t e r m i n a c i ó n de la Asamblea que t a m b i é n han de celebrar los jefes de Laboratorios q u í m i c o s en la p r i m e r a decena de dicho mes.

En breve plazo y para obviar los inconve­nientes de que la Asamblea resulte inf ruc­tuosa, y de que cada a s a m b l e í s t a ó represen­tante e n v í e á la Junta temas acaso con ex­clusivismos de reg ión ó local idad, é s t a h a r á la convocatoria y e x p o n d r á n bien determina­dos los que pr incipalmente se han de discu­t i r para que se r e ú n a n en las provincias y los que las representen t ra igan ya formado el c r i te r io colectivo de las mismas. A d e m á s d e s p u é s de efectuadas las reuniones en las provincias, p o d r á n enviar al patronato a lgu­na p ropos ic ión que pueda const i tui r tema para la Asamblea, y en esta se n o m b r a r á una comis ión que con la Junta de gobierno acor­d a r á poner á d i s c u s i ó n , como ya se ind ica en la c i rcular del patronato, los asuntos que son de conveniencia general y relat iva urgencia .

S E C C I O N O F I C I A L

T R I B U N A L S U P R E M O

SENTENCIA DE LA SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO

En la v i l l a y Corte de M a d r i d , á 31 de Mayo de 1911, en el plei to que ante N ó s pende en grado de a p e l a c i ó n , entre la A d m i n i s t r a c i ó n general del Estado, apelante, y en su nombre el fiscal, y D. Pedro H e r n á n d e z S á n c h e z , ape­lado, que no ha comparecido, contra la sen­tencia dictada por el T r i b u n a l p rov inc ia l de Salamanca en 20 de Julio de 1910:

Resultando que con fecha 9 de A b r i l de 1910 el gobernador c iv i l de la p rovinc ia de Sala­manca d ic tó providencia, por v i r t u d de la

cual se conf i rmó la des t i t uc ión de D. Pedro H e r n á n d e z S á n c h e z como m é d i c o t i tu la r del pueblo de Bercimuel le :

Resultando que contra dicho acuerdo de­dujo D. Pedro H e r n á n d e z S á n c h e z , ante el T r i b u n a l p rov inc ia l , recurso contencioso ad­minis t ra t ivo , que fué interpuesto y t rami tado con arreglo á las prescripciones del real de­creto de 18 de Noviembre de 1909, recayendo en él sentencia de 20 de Julio de 1910, por v i r tud de la cual se anula el acuerdo recur r ido y expediente que le dió origen:

Resultando que contra dicha sentencia ha dictado recurso de a p e l a c i ó n la A d m i n i s t r a ­c ión general del Estado, p e r s o n á n d o s e en tiempo y forma en su nombre el fiscal:

Visto, siendo ponente el magistrado don Alfredo Massa:

Visto el a r t í c u l o 63 de la ley de 22 de Junio de 1894 sobre el ejercicio de la j u r i s d i c c i ó n contencioso adminis t ra t iva , que establece las reglas de procedimiento que deben observar­se para la i n t e r p o s i c i ó n , s u b s t a n c i a c i ó n y de­cis ión de los recursos contencioso adminis ­trat ivos ante los tr ibunales provinciales:

Vis to el a r t í c u l o 26 del real decreto de 15 de Noviembre de 1909, que se ocupa del p r o ­cedimiento de los recursos contencioso a d ­minis trat ivos interpuestos contra determina­das resoluciones de los gobernadores civi les:

Vistos los a r t í c u l o s 4.° y 5.° del Código c i v i l , que dicen:

«Ar t . 4.° Son nulos los actos ejecutados cont ra lo dispuesto en la ley, salvo los casos en que la misma ley ordene su validez.

»Los derechos concedidos por las leyes son renunciables, á no ser esta renuncia cont ra el i n t e r é s ó el orden p ú b l i c o ó en perjuicio de tercero.

»Art . 5.° Las leyes só lo se derogan por otras leyes posteriores, y no p r e v a l e c e r á con ­tra su observancia el desuso, n i la costumbre ó la p r ác t i c a en c o n t r a r i o » .

Visto el n ú m e r o 1.° del a r t í c u l o 7.° de la ley o r g á n i c a del poder jud ic i a l que, copiado á la letra, es como sigue:

«No p o d r á n los jueces, magistrados y T r i ­bunales:

»1.0 Ap l i ca r los Reglamentos generales, provinciales ó locales, n i otras disposiciones de cualquiera clase que sean, que e s t én en desacuerdo con las l eyes» :

Considerando que los preceptos de las leyes procesales han sido siempre y deben ser con ­ceptuados como de orden publico y cons t i tu -

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yen la g a r a n t í a de las partes l i t igantes para l a efectividad de sus derechos mediante la subs­t a n c i a c i ó n y fallos de los procesos en que se vent i lan; r a z ó n por la que los Tribunales t ie­nen el ineludible deber de ve lar por su fiel observancia, a s í como el de restablecer el imper io de las leyes de procedimiento, cuando sus prescripciones se in f r igen de ta l suerte, que tales infracciones sean constitutivas de verdaderos vicios productores de evidentes ó posibles nulidades que hagan ineficaces la r e s o l u c i ó n defini t iva de los l i t ig ios instruidos con tales defectos de t r a m i t a c i ó n :

Considerando que es pr inc ip io elemental de derecho establecido de modo preceptivo por el a r t í cu lo 5.° del Código c i v i l , que las leyes de cualquier c a r á c t e r que ellas sean, ú n i c a ­mente pueden ser derogadas por otras poste­r iores , no concediendo que pueda prevalecer contra su observancia el desuso n i constante p r á c t i c a en contrar io : precepto que de a n t i ­guo v e n í a establecido en nuestro derecho pa­t r i o en la ley 11, t í t u lo 2.°, l ib ro 3.° de la n o v í ­sima r e c o p i l a c i ó n , declarando que toda ley tiene fuerza perpetua de obl igar mientras no sea derogada en debida forma:

Considerando que dentro de los pr incipios de derecho const i tucional vigente en E s p a ñ a , mediante la d iv i s ión de poderes en que se funda, una vez que la potestad legislat iva re­side juntamente en las Cortes con el rey, para la d e r o g a c i ó n de todo precepto legislat ivo, es requisito esencial que concurran los mismos poderes que la establecieron:

Considerando que, aun siendo evidente que el a r t í c u l o 27 del real decreto de 15 de N o ­viembre de 1909, se i n s p i r ó , en el laudable p r o p ó s i t o de i m p r i m i r la mayor rapidez po­sible á la s u b s t a n c i a c i ó n de los recursos con­tencioso adminis t ra t ivos á que se refiere, e s t á en opos ic ión é imp l i ca una modi f icac ión abso­luta de las disposiciones de c a r á c t e r procesal que contiene l a ley de 22 de Junio de 1894, que regula el ejercicio para los Tr ibunales de la j u r i s d i c c i ó n contencioso adminis t ra t iva , d is ­posiciones legales que no pueden ser deroga­das ni modificadas adminis t ra t ivamente:

Considerando que h a b i é n d o s e substanciado el presente pleito ante el T r ibuna l p rov inc i a l de Salamanca, hoy en a p e l a c i ó n ante esta Sala del T r i b u n a l Supremo, con arreglo á las disposiciones de c a r á c t e r adminis t ra t ivo , con­tenidas en el a r t í c u l o 26 del real decreto de 15 de Noviembre de 1909, prescindiendo de los de orden procesal establecidos en la ley de

22 de Junio de 1894, que regula esta ju r i sd ic ­c ión , surge desde luego una c u e s t i ó n previa que debe ser resuelta de oficio por la misma, y esta circunstancia a s í , por el citado real de­creto, pueden estimarse derogados ó no los preceptos contenidos en la preindicada ley:

Considerando que, como consecuencia de cuanto queda expuesto, es forzoso reconocer que el T r i b u n a l p rov inc ia l de Salamanca, t ra ­mitando el presente pleito en la forma que lo ha hecho, ha infr ingido manifiestamente la re­petida ley reguladora de esta j u r i s d i c c i ó n , con incumpl imiento del caso 1.° del a r t í c u l o 7.° de la o r g á n i c a del poder j u d i c i a l , que prohibe á los jueces, magistrados y Tribunales apl icar los Reglamentos generales, provinciales ó lo­cales, ni otras disposiciones de cualquier c la­se que ellas sean, cuando e s t á en desacuerdo con la leyes, i n f r acc ión debida sin duda á e r ro r disculpable de concepto, concediendo a l repetido a r t í c u l o 26 del real decreto de 15 de Noviembre de 1909 fuerza c i v i l de o b l i ­gar en opos i c ión con preceptos legales vigen­tes de ineludible observancia, pero que cons­tituye un vicio esencial en el procedimiento que lo inva l ida , por lo que es procedente de­c larar su nul idad , s e g ú n as í viene haciendo esta Sala en cuantos asuntos iguales al pre­sente han sido sometidos á su conocimiento;

Fallamos que debemos dejar sin efecto la sentencia apelada, declarando la nul idad de todo lo actuado ante el T r i b u n a l provinc ia l de Salamanca en la p r imera instancia del recur­so interpuesto por D. Pedro H e r n á n d e z S á n ­chez contra la r e s o l u c i ó n gubernat iva fecha 8 de A b r i l de 1910, por la que fué separado del cargo de m é d i c o t i tu la r del pueblo de Berc i -muelle, desde la providencia dictada por el repetido T r ibuna l en 27 de Mayo de 1910; y d e v u é l v a n s e los autos y el expediente admi ­nis t ra t ivo á ella unidos, a l expresadoTr ibunal para que, teniendo por no t ranscurr ido n i tiempo n i t é r m i n o s desdela fecha preindicada, acuerde lo procedente para la t r a m i t a c i ó n del recurso en debida forma, con arreglo á las disposiciones de la ley de 22 de Junio de 1894 y del reglamento dictado para su e j ecuc ión .

Así por esta nuestra sentencia, que se pu­b l i c a r á en la Gaceta de M a d r i d é i n s e r t a r á en la Colección Legis la t iva , lo pronunciamos, mandamos y flrmamos.=JoséCiudadi=Emilio de A l v e a r . = S e n é n Canido .=Alf redo Massa .= R a m ó n Rubio .=Gaspar C a s t a ñ o . = J o s é Baha-monde.

P u b l i c a c i ó n . — L e í d a y publicada fué la sen-

L A F A R M A C I A E S P A Ñ O L A 199

tencia anter ior por el e x c e l e n t í s i m o s e ñ o r don Alfredo Massa, magistrado del T r i b u n a l Su­premo, celebrando audiencia p ú b l i c a la Sala de lo Contencioso adminis t ra t ivo en el d í a de hoy, de todo lo que, como secretario, certif ico.

Madr id , 31 de Mayo de 1911.=Diego M a r í a Crehuet.

SECCIÓN CIENTÍFICA

Brotac ión anormal de un tilo; por Arturo Caballero. (1)

Durante varios a ñ o s consecutivos hemos venido observando el e s p e c i a l í s i m o proceso vegetativo de un t i l o . T i l i a p l a t y p h y l l a Scop., que crece en el J a r d í n B o t á n i c o de M a d r i d . Se trata de un á r b o l joven, de unos doce a ñ o s , s egún los datos que hemos adquirido, d o m i ­nado y bastante cubierto hacia el M e d i o d í a , m á s descubierto hacia el Nor te y provisto en su pie de humedad bastante. T o d a v í a no ha fructificado.

Su b r o t a c i ó n de pr imavera nada de par­t icular ofrece, y se verifica en él á la vez que en los d e m á s ti los del J a r d í n ; pero hacia la segunda mitad de Junio empieza á presentar la hoja, con el cambio consiguiente de colo­r a c i ó n , aspecto de o t o ñ a d a y algo m á s ade­lante, en la segunda quincena de Jul io , se desprende, quedando la copa del á r b o l c o m ­pletamente desnuda. En esta hoja desprendi­da, comparada con la que cae en e l - o t o ñ o , nada anormal se observa, siendo i d é n t i c o , en absoluto, el mecanismo de su c a í d a . A los pocos d í a s , algunas yemas durmientes ( c r i p -toblastos) de la parte superior del t ronco, muy pronto a c o m p a ñ a d a s por las yemas au ­xi l iares de las ramas de pr imavera , i n i c i an una nueva b r o t a c i ó n que se extiende r á p i d a ­mente de abajo á ar r iba , y, en poco m á s de una semana, vuelve á vestirse de nueva hoja la copa del á r b o l .

Este hecho se ha repetido de una manera perfectamente regular desde el verano de 1906, en que lo observamos por vez p r imera , hasta este ú l t i m o verano de 1911, es decir, durante seis a ñ o s consecutivos.

Con el fin de conocer las modificaciones estructurales producidas por esta curiosa ve­ge tac ión , hemos estudiado unas cuantas sec­ciones m i c r o s c ó p i c a s practicadas en ramas del t i lo que nos ocupa, y, como consecuencia

íwroí Boletin de 'a Soc,'e£íad española de Historia na­

de tal estudio, podemos afirmar que la es­t ruc tura se ha modificado, en consonancia con el modo de v e g e t a c i ó n expuesto, presen­tando, á causa de hacerse activo el cambium en cada b r o t a c i ó n , dos ani l los de madera por a ñ o perfectamente l imi tados . Por tanto, una rama de un a ñ o de este t i lo se p o d r á confun­d i r , por t a l accidente de su estructura, con otra de dos de un t i lo o rd inar io ; se d i fe ren­c i a r á n , s in embargo, por tener l a p r imera la r e g i ó n p e r i d é r m i c a apenas desarrollada, a l paso que l a s e g ú n d a l a ofrece bien manifiesta.

Finalmente, hemos podido observar, c o m ­parando entre sí los distintos ani l los en las secciones estudiadas, que los correspondien­tes á l a b r o t a c i ó n de p r imavera tienen, en general, menor crecimiento que los formados en la b r o t a c i ó n est ival .

Si ahora se nos pregunta la causa de esta a n o m a l í a , tenemos que contestar que no la conocemos y que, respecto de ella, só lo po­demos hacer conjeturas, m á s ó menos fun­dadas.

No se trata, en efecto, de una b r o t a c i ó n de segunda savia, n i de que un á r b o l p ierda, en el transcurso del verano, mayor ó menor cantidad de hoja, f e n ó m e n o s ambos muy f re ­cuentes y que son casi s iempre debidos á causas transi torias; la a n o m a l í a que nosotros acabamos de describir se repite todos los a ñ o s de l a misma manera, es permanente y, por tanto, t a m b i é n d e b e r á serlo su causa produc tora .

E l t i lo es un á r b o l que vegeta bien su un suelo fresco, en e x p o s i c i ó n no muy castigada por el sol y, s e g ú n hemos indicado al p r i n c i ­pio, estas son las condiciones en que vive el que ahora nos ocupa; la b r o t a c i ó n de las yemas durmientes, antes mencionadas, y lo dicho acerca del mayor desarrollo alcanzado por los ani l los de verano, son pruebas, á nuestro entender, suficientes de que el á r b o l es tá bien nut r ido y no se p o d r á alegar como causa de la c a í d a de la hoja en- el mes de Julio una a l i m e n t a c i ó n escasa.

Ahora bien; como de todo esto parece de­ducirse que la causa de esta a n o m a l í a es independiente del medio, ó sea que no radica en el exter ior , tendremos que i r á buscarla a l mismo indiv iduo vegetal y , en ta l caso, nos hallaremos en presencia de una raza nueva, caracterizada por tener dos bro tac io-nes cada a ñ o .

200 L A F A R M A C I A E S P A Ñ O L A

Medicamentos nuevos.

Acido amino-arsanil ico; por A . Ber the im. E h r l i c h ha demostrado que la i n t r o d u c c i ó n del grupo amino (NH5) en la m o l é c u l a del ác i ­do f en i l a r s ín i co modifica considerablemen­te las propiedades b i o l ó g i c a s de este á c i d o : baja, en efecto, la tox ic idad , mientras que aumenta el c a r á c t e r parasi t ic ida. Ber theim se propuso estudiar la influencia de la in t roduc­c ión de un segundo agrupamiento aminado en el á c i d o feni larslnico.Parte del á c i d o aminofe-ni lars inico ó á c i d o a r s a l i n i c o , NH2.C6H4As03H, que es pr imero n i t rado y t ransformado des­p u é s por r e d u c c i ó n en á c i d o a m i n o - a r s a n í l i -co. Este ú l t i m o , por c r i s t a l i z a c i ó n en el agua, se obtiene en prismas p e q u e ñ o s blancos ó l igeramente rosados. Los ensayos fisiológicos han mostrado que la i n t r o d u c c i ó n de un se­gundo NH5 disminuye mucho la tox ic idad . Sin embargo, el á c i d o diaminado no puede ut i l izarse en t e r a p é u t i c a , porque á l a dosis necesaria para su ac t iv idad, ocasiona afec­ciones nerviosas debidas á una f icción se­cundar ia .

Ins ipina, nuevo derivado ins íp ido de l a quinina.—La insipina es el sulfato del é t e r d ig l icól ico de la qu in ina . Tiene por f ó r m u l a :

0 / CIP - CO (O*H2S0 H2S04 3H20 u X CH2 — CO ( C W O W ) ' u

Contiene 72,2 por 100 de qu in ina . Propiedades.—Polvo cr i s ta l ino , blanco, i n ­

s í p i d o , insoluble en agua fría y en alcohol fr ío , muy poco soluble en agua y alcohol h i r ­v iendo.

L a so luc ión acuosa, obtenida con ayuda de p e q u e ñ a cantidad de á c i d o su l fú r i co , es fluo­rescente.

Por los á l c a l i s , la ins ip ina es m á s fáci l ­mente desdoblable que los derivados a n á l o ­gos de la quin ina conocidos hasta el d ía ; por consiguiente, la cantidad de quin ina que con­tiene se ut i l iza mejor .

Ensayo.—La s o l u c i ó n acuosa preparada con un poco de á c i d o n í t r i c o , produce p r e c i ­pitado blanco con el n i t ra to b á r i c o ; 0,5 g ramo de insipina da con 1 c. c. de ác ido su l fúr ico , s o l u c i ó n amar i l l a p á l i d a ; 5 c. c. de Una solu­c ión (1 : 200), obtenida con un poco de á c i d o su l fú r i co , se colora en verde cuando se a ñ a d e 1 c. c. de agua de cloro y de a m o n í a c o en exceso.

Empleo y dosts.—La ins ipina posee, gracias á su contenido en quinina , a c c i ó n an t ipa ra ­s i tar ia muy franca. Se l a recomienda en la

p r á c t i c a in fan t i l contra la malar ia . U n gramo de quin ina puede ser reemplazado por 1,5 á 2 gramos de insipina. En la mala r ia , se pres­cribe, por d í a , seis á nueve veces, 0,2 gramo ó tres á seis veces 0,4 gramo de ins ip ina .

E m b a r i n a , nuevo antis i f i l í t ico; por H . Loeb. L a embarina es una so luc ión á 6,75 por 100 de mercuriosal ici losulfonato de sodio, que contiene, a d e m á s , 0,50 por 100 de a c o í n a .

Como el mercuriosalici losulfonato de sodio contiene 44 por 100 de mercur io , el contenido en mercurio de la embarina es de 3 por 100, de tal suerte que hay 0,03 gramo de mercur io en 1 c. c. de embarina.

El mercuriosalici losulfonato de sodio no contiene el mercur io combinado a l estado de sal, y , por eso, sus soluciones no producen las reacciones generales del mercur io ; l a le j ía de sosa no produce precipi tado, lo mis­mo que el sulfuro de amonio que produce solamente c o l o r a c i ó n oscura; no es p rec ip i ­tada la a l b ú m i n a .

Gracias á esta c o m b i n a c i ó n dis imulada del mercur io , la a cc ión t ó x i c a de esta prepara­ción es, s e g ú n las experiencias de Von Hayek, del Inst i tuto fisiológico de l a Univers idad de Inspruck, m á s débi l que las d e m á s combina­ciones mercuriales.

S e g ú n el autor , la embarina s e r í a sobre todo út i l combinada con el salvarsan.

L a s o l u c i ó n d i á f a n a se expende en ampo­llas de 1 á 2 c. c. Se comienzan las inyeccio­nes por media dosis, á fin de determinar la tolerancia ind iv idua l . En la pr imera se­mana, se inyecta todos los d í a s ó cada dos d í a s , de preferencia en el tejido s u b c u t á n e o de l a espalda ó en el m ú s c u l o de la nalga. En general , basta con hacer quince inyec­ciones.

lodostarina, nueva preparac ión , o r g á n i c a iodada; por el Dr . G. B a c h e m . — S e g ú n este doctor, la iodostarina, nueva p r e p a r a c i ó n iodada, tiene las ventajas siguientes: propie­dades t ó x i c a s muy déb i l e s , d i fus ión suficien­te en los diferentes ó r g a n o s , r e a b s o r c i ó n r á ­pida con e l i m i n a c i ó n aun m á s r á p i d a , ausen­cia de sabor y precio relat ivamente bajo.

L a iodostar ina es el di ioduro del á c i d o ta-r í r i c o , á c ido no saturado, de f ó r m u l a C18H5*0* e x t r a í d o por Arnau l t de la grasa de un fruto de Guatemala, perteneciente a l g é n e r o P r t -eamnia.

L a iodostarina tiene por f ó r m u l a C ' W P O * ; este nuevo derivado se funde á 49° y contiene 47,5 de iodo; se presenta en cristales blancos.

L A F A R M A C I A E S P A Ñ O L A 201

sin olor ni sabor, insolubles en agua y solu­bles en otros v e h í c u l o s . Es cuerpo muy esta­ble al estado só l ido . No es atacado por é l jugo g á s t r i c o , pero los l íqu idos intestinales le disuelven gracias á su a lca l in idad.

L a iodostarina es poco t ó x i c a ; s e g ú n el autor, la dosis mor ta l para los conejos es 5 gramos por k i logramo. Este medicamento se encuentra en el comercio en tabletas que contienen 0,25 gramo de producto activo. (Se­g ú n una c o m u n i c a c i ó n de la Sociedad que fabrica el producto, la iodostarina no es el ác ido d i i o d o t a r í r i c o , sino d i i o d o s t e a r ó l i c o , i s ó m e r o del precedente.)

Digitelo, nueva p r e p a r a c i ó n de digital; por el Dr. Kantorowicz.—A consecuencia de un estudio sobre la d ig i ta l , las preparaciones de d ig i ta l , su acc ión p r inc ipa l y los f e n ó m e ­nos accesorios resultantes de su empleo, el autor propone una nueva p r e p a r a c i ó n que designa con el nombre de digi telo; este p r o ­ducto, que se obtiene partiendo del p r inc ip io de la infusión acuosa de la hoja, t iene la ven­taja de presentar una c o m p o s i c i ó n uniforme, una acc ión siempre igua l , a d e m á s de que el digitelo es de una c o n s e r v a c i ó n perfecta. E l autor , naturalmente, no da m á s que vagas indicaciones acerca de la o b t e n c i ó n de este producto: t r a t a r á la droga por el vapor de agua á alta t en s ión en condiciones que asegu­ren la e x t r a c c i ó n racional de los diferentes p r inc ip ios . En efecto, pretende l legar á una p r e p a r a c i ó n unas diez veces m á s concentrada que la infusión á 1 por 100 de la hoja, lo que permite administrar el digitelo por gotas.

L a dosis habitual es de veinte gotas cada dos horas; en general , la a c c i ó n es muy c lara a l cabo de cuarenta y ocho horas, pero es prudente una dosis menor durante el d í a s i ­guiente.

Opalescencia de los óvu los de tanino; por V . H a r l a y .

En la ses ión de 8 de Noviembre ú l t i m o de la Sociedad de farmacia de P a r í s , Dumesni l l l a m ó la a t e n c i ó n acerca de la opalescencia que algunas veces se advierte en los ó v u l o s de tanino preparados s e g ú n la f ó r m u l a de la Farmacopea francesa. Basta, dice Dumesni l , calentar l a masa a l b a ñ o de m a r í a para que desaparezca la opalescencia. E l autor de esta nota dice que al ensayar la f ó r m u l a del Co­dex, antes de la p u b l i c a c i ó n de é s t e , a d v i r t i ó la p r o d u c c i ó n de esta opolescencia por en-mamien to de la masa.

Esta, fundida, se aclaraba, para hacerse de nuevo lechosa por enfriamiento, y as í repeti­das veces.

Un procedimiento muy sencillo evita este inconveniente , y consiste en la d i so luc ión previa, en la g l icer ina , de un poco de á c i d o t a r t á r i c o . L a p r o p o r c i ó n de 0,15 gramo de ác ido por óvu lo es bastante; hasta ha ob ten i ­do, en ciertos casos, buen resultado con la mitad de esta cantidad. Se puede, s in duda, emplear t a m b i é n el ác ido c í t r i co ú otros á c i ­dos; y v e r o s í m i l m e n t e se debe á la r e a c c i ó n á c i d a de la so luc ión gl icer inada de borato sódico el buen efecto de los óvu los prepara­dos por Bourdon y presentados á la Sociedad de farmacia de P a r í s en la mencionada se­s i ó n .

Har lay dice que no ha tenido o c a s i ó n de hacer, como Bourdon, óvu los con 1 gramo de tanino.

CRÓNICAS

Farmac ias de los dispensarios antituber­culosos.—El Colegio de f a r m a c é u t i c o s de M a ­dr id ha elevado al e x c e l e n t í s i m o s e ñ o r min i s ­tro de la G o b e r n a c i ó n la siguiente instancia:

EXCMO. SR.: Los que suscriben, individuos del Colegio de f a r m a c é u t i c o s de Madr id , en

-nombre del mismo y por especial denomina­c ión á V . E. como mejor proceda exponen: Que habiendo tenido noticias extraoficiales de que la Junta de s e ñ o r a s del Dispensario antituberculoso de Vic to r i a Eugenia, ha pe­dido 'se le c o n c é d a l a c r e a c i ó n de una far ­macia en contra del esp í r i tu y ley de Sani­dad y Ordenanzas de farmacia, porque nada justifica semejante au to r i zac ión , tanto m á s cuanto que el suministro actual de los medi­camentos á dichos Dispensarios se hace en las mismas condiciones e c o n ó m i c a s , y el es­tablecer dicha oficina de farmacia, aparte del perjuicio material que pueda ocasionar á la clase3 que en este caso poco s ign i f icar ía , ven­d r í a á romper el pr inc ip io de que la farmacia ha de ser del f a r m a c é u t i c o y se p r e s t a r í a á múl t ip les derivaciones que no pueden ocu l ­tarse á V . E., llegando á la verdadera anar­q u í a , todo ello en perjuicio de la salud pú­bl ica.

Por tanto, suplican á V . E. se s i rva deses­t imar dicha pe t ic ión de la Junta de s e ñ o r a s del Dispensario anti tuberculoso, referente á instalar una oficina de farmacia y mantener lo que se establece en Jas Ordenanzas del ramo, porque no hay causa suficiente para justificar otra r e so luc ión dentro de los t é r m i ­nos de estricta just ic ia .

Dios guarde á V . E. muchos a ñ o s . — M a d r i d , 21 de Marzo de 1918.—La Comis ión .

Centro farmacéut i co nacional.—Los s e ñ o ­res socios de este Centro d e b e r á n tener pre­sente lo que preceptúa el a r t icu lo 22 de los

202 L A F A R M A C I A ESPAÑOLA

estatutos sobre la asistencia de los mismos á las juntas generales. A s i dice el mencionado a r t í c u l o :

«Art . 22. Todos los socios t e n d r á n dere­cho de asistencia y voto en las juntas gene­rales ordinar ias y ex t raord inar ias .

»Es te derecko de asistencia á las citadas juntas p o d r á delegarse solamente en otro so­cio, por medio de car ta d i r i g i d a a l presidente del Consejo de A d m i n i s t r a c i ó n , s in que pueda exceder de diez el n ú m e r o de representacio­nes que cada socio pueda ostentar.

»Los h u é r f a n o s menores y las viudas que sean socios c o n c u r r i r á n por medio de sus representantes legales, justificando tal ex­tremo con los documentos al efecto.

« T a m b i é n p o d r á n concur r i r á las juntas los s e ñ o r e s socios á quienes, n o siendo farma­c é u t i c o s , se les concede este derecho pof v i r t u d de lo dispuesto en el a r t í c u l o 8.° de estos e s t a t u t o s . »

E l comercio de aguas minerales en los E s ­tados Unidos.—Leemos en el «Bul le t in de la Chambre de Commerce F r a n c a i s e » , de N e w -Y o r k , que en los Estados Unidos e s t án de moda las aguas minerales, y que á conse­cuencia de la temperatura y del c l ima y de l a manera de alimentarse, son t a m b i é n de una g ran u t i l idad .

L a i m p o r t a c i ó n de aguas minerales ha sido, en 1910, de 3.306.279 gallones, impor tando dollars 983.136.

Alemania e n v í a m á s cantidad de agua m i neral que Franc ia , pero sus productos no alcanzan el valor que los de é s t a , y las 520.270 docenas de cajas que ha impor tado en 1910 no se estiman m á s que en 320.279 dollars .

T a m b i é n compran los Estados Unidos en A u s t r i a - H u n g r í a aguas minerales muy acep­tadas, y para las cuales se hace mucho m á s reclamo que para las francesas (en 1910, 196.719 docenas de cajas de un valor de 165.765 dollars.)

E s p a ñ a suminis t ra por su parte á la impor ­t a c i ó n unas 13 á 18.000 docenas de cajas, va­loradas en 21 á 26.000 dol lars .

T o d a v í a se ci tan como p a í s e s importadores: Ingla ter ra (8.389 docenas de cajas), el C a n a d á (6.995 docenas de cajas), el J a p ó n (6.574 do­cenas de cajas); en cuanto á Francia se en­cuentra en p r imer lugar con sus aguas b i -carbonatadas y otras.

J u r a de l a bandera.—Con toda solemni­dad se c e l e b r ó el día 1.° del corr iente , la j u r a de la bandera por los f a r m a c é u t i c o s segundos de Sanidad mi l i t a r de la ú l t i m a p r o m o c i ó n .

E l acto efec tuóse ante la veneranda insig­n ia pa t r ia del Ba t a l l ón Cazadores de Llerena, asistiendo muchos jefes y oficiales, especial­mente del Cuerpo de Sanidad m i l i t a r .

A c o n t i n u a c i ó n , los nuevos f a r m a c é u t i c o s mi l i tares r e u n i é r o n s e en f ra ternal banquete al que asistieron los individuos del Cuerpo, Sres. G a r c í a Mercet, Maffey, Ubeda, Cam-bronero, Ferrages, Alfonso, Cruz Repila, Iz ­quierdo y Vic ioso .

T a m b i é n fueron atentamente invitados un jefe, un c a p i t á n y un oficial del citado Bata­l lón de Cazadores, c r u z á n d o s e entre los co­

mensales elocuentes y afectuosas palabras de c o m p a ñ e r i s m o .

Conferencia del D r . A b r a s X i f r a . — E n el Colegio de f a r m a c é u t i c o s de M a d r i d d ió d í a s pasados el Dr. Abras X i f r a , una br i l lan te conferencia acerca del « M u t u a l i s m o . »

Magistralmente t ratada por el conferen­ciante la «Cooperac ión» y el «Seguro o b r e r o » , p r e s e n t ó como ejemplo, la o r g a n i z a c i ó n de «Los Previsores del P o r v e n i r » , que en un pe­r íodo menor de ocho a ñ o s ha reunido q u i n ­ce mil lones de pesetas, prosperidad que ha aventajado á las mejor organizadas Socieda­des mutualistas del mundo.

El Dr. De Francisco, que p r e s i d í a el acto, e logió la obra de «Los P r e v i s o r e s » , nota b r i ­l lante para la Sociedad e s p a ñ o l a , y of rec ió en nombre del claustro de doctores de este dis t r i to univers i ta r io , l ibretas liberadas para n i ñ o s de las escuelas p ú b l i c a s de M a d r i d y para los Colegios de h u é r f a n o s mi l i ta res .

Don Salvador R a v e n t ó s , presidente del Con­sejo de «Los P r e v i s o r e s » , fel ici tó a l confe­renciante é hizo un entusiasta y justo elogio de la mis ión social que cumple y desarrolla el claustro de doctores, y m a n i f e s t ó á su presidente que á su donativo para las escue­las municipales y para los Colegios de h u é r ­fanos del Ejérc i to se asociaba la in s t i t uc ión de «Los P r e v i s o r e s » , que unidos c u m p l i r í a n el p ropós i to del claustro, secundando lo ex­puesto por el Dr. De Francisco.

Gi ro postal.—Es el medio m á s e c o n ó m i c o y seguro de hacer los pagos, pues solamente se abona 0,50 por 100 m á s 0,10 en concepto de aviso de g i ro .

Nuestros suscritores pueden, pues, se rv i r ­se de ese medio para la r e n o v a c i ó n de sus abonos y pagos de atrasos.

M o n t e p í o de m é d i c o s t i t u l a r e s .—La Comi­s ión l iquidadora de este M o n t e p í o , avisa á todos los socios que a ú n no hubiesen ret irado las cuotas que les corresponde perc ibi r , que el d ía 30 de este mes se c ie r ran las oficinas por acuerdo de la Comis ión permanente, que no puede porrogar indefinidamente sus fun­ciones, y, por lo tanto, que seles s e g u i r á n ev i ­dentes perjuicios á los que no hubiesen co­brado hasta ese d í a , a d e m á s del descuento de 3 por ICO que se les viene haciendo.

Plantaciones de caucho en Java .—La su­perficie total de las plantaciones part iculares de caucho en la isla de Java es de 49.030 bouws, equivalentes á 34.319 h e c t á r e a s : de este total , 6.400 bouws e s t á n plantados de Ficus e lá s t i ca y 25.000 de Reoea brasiliensis, e s t á n -dolo las 17.000 restantes de estas dos plantas y a d e m á s del Manihot Qlaz iov i i y del Casti-l loa e l á s t i c a .

El gobierno posee las plantaciones siguien­tes: Ficus e lá s t i ca , 7.650 h e c t á r e a s ; Hevea brasiliensis, 1.271 y Castil loa, 55; en to ta l , 8.976 h e c t á r e a s .

Las propiedades de los i n d í g e n a s no van comprendidas en esta e n u m e r a c i ó n . E l go­bierno tiene plantados t a m b i é n 1.300 bouws de á r b o l e s de gutapercha ( P a l a q u í u m ) .

Envenenamiento con las setas.— En l a «Soc iedad m ó d i c a de los Hospitales de Pa-

L A F A R M A C I A E S P A Ñ O L A 203

r ís» ,—dice la Gaceta Méd ica Catalana—el Dr. Claisse, ha referido un caso de envene­namiento mor ta l por las setas, y , á este p ro­pós i to , ha recordado que en los accidentes que tal envenenamiento produce, entran en juego dos sustancias, la f a l i n a y la musca-r ina .

La muscarina (amanita muscaria) produce muy r á p i d a m e n t e v ó m i t o s , diarrea y un deli­r io a n á l o g o á l a embriaguez a l c o h ó l i c a . Estos d e s ó r d e n e s son de corta d u r a c i ó n , por lo cual el enfermo se restablece con p ron t i tud .

L a falina (amanita phalloides, mappa, e t c é ­tera), que era la causante del s í n d r o m e del enfermo del Dr. Claisse, obra muy t a r d í a ­mente, al cabo de veint icuatro horas y m á s ; t a m b i é n determina v ó m i t o s y diarrea, y ade­m á s , calambres y trastornos nerviosos de astenia con colapso final, sin de l i r io . Este envenenamiento por la fal ina es de una g r a ­vedad extrema y ocasiona la muerte en e l90 por 100 de casos.

L a fal ina obra lentamente, e s p a r c i é n d o s e poco á poco por el organismo, lo cual explica que resulten infructuosas, por lo t a r d í a s , las investigaciones encaminadas á evacuar las v ías digestivas.

L a s curas de cereales en l a diabetes.— En concepto del Dr . L . B l u m , de Estrasbur­go, la impor tanc ia que tiene la cura de avena en la diabetes no es exclusiva á esta g r a n í -nea. Con la har ina de t r igo se pueden obte­ner los mismos resultados. L a cura con estas harinas es el procedimiento m á s sencillo, m á s r á p i d o y menos peligroso para hacer desaparecer el a z ú c a r . Pero no hay que ate­nerse á un esquema, como el trazado por Noorden para la cura de avena, sino que, por el contrar io , se r e g u l a r á la cantidad de hidratos de carbono s e g ú n la gravedad del caso.

Así , v . gr.: en los casos leves se d a r á n du­rante dos ó tres d í a s de 200 á 250 gramos de harina y otro tanto de manteca, pudiendo a ñ a d i r s e a l b ú m i n a vegetal ó huevos, aunque no es necesario. D e s p u é s se somete el enfer­mo, durante un d ía , al r é g i m e n de legumbres, y con este sistema se consigue siempre hacer desaparecer el a z ú c a r . En los casos m á s gra­ves se logra el mismo objeto bajando la can­tidad de har ina á 150 gramos y no pasando de 200 gramos de manteca, a l i m e n t a c i ó n que, como lo demuestra el c á l c u l o de las c a l o r í a s , es muy suficiente, y desde luego lo es mucho m á s que el r é g i m e n que se suele adoptar en estos casos. L a escasa p é r d i d a de n i t r ó g e n o que se observa á veces con un r é g i m e n ex­clusivo de grasas é hidratos de carbono tiene poca importancia .

L a har ina de t r igo posee exactamente las mismas propiedades economizadoras del n i ­t r ó g e n o , que tanto han ensalzado, respecto a la har ina de avena, Noorden y sus d i s c í p u ­los. En los casos leves es cosa fácil , general­mente, hacer desaparecer el a z ú c a r ; pero el procedimiento descrito tiene, sobre los usua­les y corrientes, determinadas ventajas. En erecto, muchas personas, y par t icularmente ias de alguna edad, to leran mal la s u p r e s i ó n

de los hidratos de carbono, r e s i n t i é n d o s e á causa de ello su d iges t ión y su estado gene­ra l . Por otra parte, como semejante supre­s ión no puede realizarse sino paula t inamen­te, resulta que este t ra tamiento tiene que ser algo largo. En cambio, la cura con las h a r i ­nas permite alcanzar el fin propuesto en un plazo mucho m á s breve, y t r a t á n d o s e de una cura llevada á cabo fuera de un estableci­miento nosocomial tropieza t a m b i é n con m u ­chas menos dificultades que no la s u p r e s i ó n gradual de los hidratos de carbono. Pero a ú n tiene mucha mayor importancia el empleo de las curas de harinas en los casos de gra­vedad media y en los realmente graves que van a c o m p a ñ a d o s de acidosis. ( M ü c h e n e r medizinische Wochenschrift).—VALLE Y ALDA-BALDE. {Revista de medicina y c i r u g í a p r á c ­tica).

«María l a tifoidea».—De la Revista Cl ín ica de M a d r i d tomamos lo siguiente:

Una cocinera ha puesto pleito á la ciudad de Nueva Y o r k y a l departamento de Higiene del Estado. «Mar í a la t i fo idea» , conocida por este mote en todo A m é r i c a , pide d a ñ o s y perjuicios por haber sido recluida indebida­mente tres a ñ o s . En 1906 enfermaron de tifoideas seis individuos de una casa, en que era cocinera la infeliz M a r í a M a l l ó n . Las concienzudas investigaciones del l^r. Soper demostraron que la infección no p r o c e d í a n i del agua n i d é l o s alimentos. Supo el doctor que la fami l ia h a b í a cambiado de cocinera tres semanas antes, y a v e r i g u ó los anteceden­tes de la actual . Se d e m o s t r ó que en casi t o ­das las casas en que s i rv ió de cocinera hubo tifoidea, de ta l modo que, aunque no se pudo seguir la historia de la criada sino durante los diez a ñ o s ú l t i m o s , h a b í a causado 26 casos de tifoidea. El departamento de Higiene no pudo comprobar que M a r í a hubiese tenido nunca fiebre tifoidea; era muy sana y robus­ta. Dec l a ró que nunca la h a b í a tenido, y se n e g ó resueltamente á ser aislada. A instancia de dicho departamento fué encarcelada como peligrosa para la ciudad, y no se la dejó l ibre hasta Febrero del a ñ o pasado, cuando se c r eyó que h a b í a pasado tiempo suficiente para hacerla inofensiva. Ahora M a r í a se querella ante el T r i b u n a l por haber sido pre­sa injustamente, por h a b é r s e l e impedido el ejercicio de su profes ión , y porque se la i n ­habi l i t a para ejercerla en lo sucesivo. Esta querella suscita una cues t ión legal muy de l i ­cada. ¿Puede ser encarcelada ó aislada una persona por la sola autoridad de un inspector de higiene que afirma que es un peligro para el vecindario y puede diseminar g é r m e n e s pa­tógenos? Vulga r es aquello de salus popul i . . . . oero es preciso demostrar con exacti tud en el caso presente la c u a n t í a del peligro, antes de que el caso de M a r í a , como supuesta por­tadora de bacilos y v í c t ima de la bacter iolo­g ía , sirva de precedente legal.

Per iód icos farmacéut i cos del mundo ente­ro.—Según la « F e d e r a c i ó n internacional far­m a c é u t i c a » el n ú m e r o de p e r i ó d i c o s fa rma­céu t icos del mundo se eleva á 224. He a q u í la r e p a r t i c i ó n , por pa í s e s , de los 224 pe r iód icos :

204 L A F A R M A C I A E S P A Ñ O L A

Alemania , 23; Aust r ia , 14; H u n g r í a , 7; B é l ­gica, 9; Bulgaria , 2; Dinamarca, 3; E s p a ñ a , 13; Francia , 55; Ingla ter ra , 6; I t a l i a 10; Norue­ga, 3; P a í s e s Bajos, 4; Por tugal , 5; Rusia, 8; Rusia-Polonia, 4; Rusia-Fi iandia , 1; R u m a -n í a , 1; Suiza, 2; Suecia, 3; Serbia, 1; T u r q u í a , 2; J a p ó n , 4; Egipto, 1; Argen t ina , 4; Chile, 1; Colombia, 2; Méj ico , 1; Nicaragua, 1; U r u ­guay, 2; Venezuela, 2; Santo Domingo, 1; Ca­n a d á , 3; Estados Unidos , 23; Aus t r a l i a , 3.

El m á s antiguo es el Journa l de Pharmaeie et de Chimie, fundado en 1809.

T r e s aforismos.—Del Dr. Le tamendi : —En las evacuaciones e s p o n t á n e a s , sean

prel iminares ó c r í t i c a s , favorecer, salvo e v i ­dente c o n t r a i n d i c a c i ó n , la tendencia y la v í a elegidas por la naturaleza.

—Para los adultos c r ó n i c o s es g a r a n t í a contra incidentes y complicaciones el acos­tarse con el cuerpo enteramente vestido de ropas menores.

—Para los n i ñ o s que han de guardar cama, lo m á s c ó m o d o y seguro es tenerles de c i n ­tura a r r iba completamente vestidos como para andar por casa, l ibres para bracear y pronto á ser incorporados en todo instante, relegando las cubiertas generales á la mi tad in fe r io r del cuerpo.

Nueva publ i cac ión médica.—Se acaba de publ icar una nueva ed ic ión del Dicc ionar io de t é r m i n o s técnicos usados en medicina, re ­dactado por los Sres. Garnier y Delamare, que aventaja y supera en mucho á las ante­r iores .

E l que conozca la anter ior ed ic ión e s p a ñ o ­la , hecha en P a r í s , y estudie la que en estos momentos ha publicado la impor tante Casa edi tor ia l Ba i l ly -Ba i l l i é re , de M a d r i d , p o d r á apreciar una notable diferencia entre ambas y una superioridad tan grande de la ú l t i m a respecto á la p r imera , que ju s t i f i c a r á una vez m á s la o p i n i ó n , que tantas veces hemos ex­puesto desde estas mismas columnas, de que l ibros e s p a ñ o l e s no pueden de ninguna ma­nera ser impresos fuera de E s p a ñ a .

En efecto, en la pr imera ed ic ión e s p a ñ o l a , hecha en Franc ia , se apreciaban errores c ient í f icos de bulto y la g r a m á t i c a castellana p a d e c í a igualmente en grado superlat ivo, cosas ambas disculpables en l ibros y casas que só lo pretender explotar un mercado de­te rminado ó l lenar un v a c í o en el campo de la ciencia.

Mas en la nueva ed ic ión e s p a ñ o l a , hecha en M a d r i d , estas faltas desaparecen, honran­do la p u b l i c a c i ó n , no só lo á la Casa edi tora , sino á la ciencia m é d i c a , pues hemos tenido o c a s i ó n de estudiar con verdadero deteni­miento este Dicc ionar io , y podemos af i rmar sinceramente que mayor pe r f ecc ión y esmero en la t r a d u c c i ó n y su contenido no es posible que exista, porque supera en mucho a l mis­mo o r ig ina l f r a n c é s , a l que e m p e q u e ñ e c e por las infini tas e t i m o l o g í a s latinas y griegas que contiene, a s í como por su riqueza y abun­dancia de t é r m i n o s t é c n i c o s .

Elegantemente encuadernado en pie l , se vende en todas las l i b r e r í a s de E s p a ñ a al precio de 8 pesetas, y en la Casa edi tor ia l

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A N U N C I O S

—PRACTICANTE: Se necesita soltero, l ibre de quintas, con buenas referencias, bien i m ­puesto en d r o g u e r í a y algo en farmacia. H o ­norarios, 30 pesetas y asistencia. Dir ig i rse á D. Santiago P e ñ a , f a r m a c é u t i c o . C h i n c h ó n .

(P.) —VENTA DE FARMACIA: Se desea vender una

botica con su casa por renta v i t a l i c i a . Su propie tar ia , h u é r f a n a de f a r m a c é u t i c o , tiene ya 45 a ñ o s de edad, y la bot ica l leva con re­gente veinte a ñ o s . Di r ig i r se á d o ñ a M a r í a G ó m e z , en Puente la Reina (Navar ra) . (1)

—Por motivo de salud, se traspasa una farmacia en esta corte, en barr io populoso, tiene igualatorio y se c e d e r í a barata. Para informes, d i r ig i rse a l Sr. Director de esta revista . (1)

—Venta de farmacia en capi ta l de p r o v i n ­cia. Con un ingreso de venta anual de nueve á diez m i l duros; se c e d e r á por cien m i l pe­setas.

Se ruega no pedir m á s datos, si no se q u i ­siera emplear el capi tal que requiere la i m ­portancia del negocio.

Informes: D, Francisco Casas, M a y o r , 10, A l m a c é n de Especialidades F a r m a c é u t i c a s , M a d r i d . (1)

—PRACTICANTE: Se necesita con buena y esmerada p r á c t i c a para la farmacia de don Raimundo G a r c í a , en Ledesma, p rov inc ia de Salamanca. Para t ra tar d i r ig i rse á dicho se­ñ o r . (3)

—Se vende la ú n i c a farmacia establecida en Santa Ola l la , provincia de Huelva; l leva t re inta a ñ o s de existencia; es pueblo de 1.500 vecinos, muchas minas, fe r rocar r i l y car re­tera. Para informarse dir igirse á D. B e n j a m í n Flores, en el referido Santa Olal la , p rov inc ia de Huelva .

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L A F A R M A C I A E S P A Ñ O L A 205

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M a r t i n y D n r á n . — P é r e z , M a r t í n y C o m p a ñ í a . T r a s T i n a . — l i l z n r r n n .

206 L A F A R M A C I A E S P A Ñ O L A

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V e n t a a l p o r m a y o r y m e n o r : F a r m a c i a d e l © r . P I Z A , P l a z a s d e l P i n o , 6 , y B e a t o O r i o l , 1 , B a r c e l o n a .

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R O I N A . — P o s e e r e u n i d a s las v i r t u d e s a n t i ­ca ta r ra les de los b a l s á m i c o s m á s poderosos (benzoatos ,c inamatos ,e tc . , separados d i rec ta ­mente de los b á l s a m o s de T o l ú y P e r ú ) , y las muy no tab les p rop iedades sedantes de la He-ro ina .—Es un buen c a l m a n t e de la tos, á la vez que eficaz r emed io pa ra c u r a r afecciones ca­ta r ra les de l apara to r e s p i r a t o r i o , por cuyas cual idades p r o p o r c i o n a t a m b i é n un v a l i o s í s i ­mo a u x i l i a r de l o s S a n a t o r i o s para la c u r a c i ó n de la tubercu los i s .—Frasco , 3 pesetas .

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L A F A R M A C I A E S P A Ñ O L A 207

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208 LA. F A R M A C I A E S P A Ñ O L A

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las farmacias

r M O R R H U O L C H A P O T E A U T

E L M O R R H U O L C H A P O T E A U T contiene todos los principios acti­vos del aceite de bigado de bacalao, salvo la parte grasa. Representa 25 veces su peso de aceite y se expende en pequeñas cápsulas redondas que encierran 20 centigramos ó 5 gramos de aceite de bacalao moreno. Dosis diaria ; 2 á 3 cápsulas para los niños; 3 á 6 para los adultos, en las comidas.

PARIS. — 8, Rae Vivienne y en todas las Farmacias

JARABE Y PASTA DE LAGASSE con SAVIA de PINO MARITIMO

R E S F R I A D O S

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Fsiris, S, Ig/ue "Vivienne y en todas leus fa.rmsLOi¿Ls