analisis de esfuerzo bajo cargas combinadas

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Analisis de esfuerzo bajo cargas combinadas A menudo es posible analizar un miembro estructural sometido a cargas combinadas superponiendo los esfuerzos y deformaciones causados por cada carga que actua por separado. Ahora bien, la superposicion de los esfuerzos y las deformaciones es permisible solo en ciertas condiciones. Un requisito es que los esfuerzos y las defomaciones deben ser funciones lineales de las cargas aplicadas. Esto requiere a su vez que el material obedezca la ley de Hooke y que los desplazamientos sean pequeños. Otro requisito es que no debe existir interaccion entre las diversas cargas; es decir, los esfuerzos y deformaciones causados por una de las cragas no deben verse afectados por la presencia de otras cargas. La mayor parte de las estructuras comunes satisfacen estas dos condiciones, por lo que el uso de la superposicion es muy comun en el trabajo ingenieril. Si bien hay muchas maneras de analizar una estructura sometida a mas de un tipo de carga, por lo general el procedimiento incluye los siguientes pasos: 1.- Se elige un punto en la estructura para determinar los esfuerzos y las deformaciones (Por lo general se escoje un punto en una seccion transversal, donde los esfuerzos son grandes; por ejemplo, en una seccion transversal, donde el momento flexionante tiene su valor maximo). 2.- Para cada carga sobre la estructura se determinan la resultantes de esfuerzo en la seccion transversal que co el punto seleccionado (Las posibles resultantes de los e son una fuerxa axial, un momento de torsion, un momento flexionante y una fuerza cortante). 3.- Se calculan los esfuerzos normal y cortante en el pu seleccionado debidos a cada una de las resultantes de esfuerzos. Ademas si la estructura es un recipiente a pr determinar los esfuerzos debidos a la presion interna. El procedimiento descrito para analizar los esfuerzos en puntos A y B, puede usarse en otros puntos. Los puntos d los esfuerzos calculados con la formula de flexion y las de los cortantes tienen valores maximos y minimos, llama puntos criticos, los esfuerzos normales debidos a la fle maximos en la secci transversal de momento flexionante maximo que se presenta en el soporte, por tanto, los pun las partes superior e inferior de la viga en el extremo empotrado son los puntos criticos para el calculo de los esfuerzos. Como paso final, los esfuerzos principales y los esfuerz cortantes maximos en los puntos criticos pueden comparar entre si para determinar los esfuerzos normales y cortan maximos absolutos en la barra. Con la variedad de situac practicas no parece tener limite, no vale la pena obtene formulas especificas para calcular los esfuerzos maximos estructura suele tratarse como caso especial. Seleccion de los puntos criticos Si el objetivo del analisis es determinar los esfuerzos en cualquier parte de la estructura, entonces hay que es

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Analisis de esfuerzo bajo cargas combinadas A menudo es posible analizar un miembro estructural sometido a cargas combinadas superponiendo los esfuerzos y deformaciones causados por cada carga que actua por separado. Ahora bien, la superposicion de los esfuerzos y las deformaciones es permisible solo en ciertas condiciones. Un requisito es que los esfuerzos y las defomaciones deben ser funciones lineales de las cargas aplicadas. Esto requiere a su vez que el material obedezca la ley de Hooke y que los desplazamientos sean pequeos.

2.- Para cada carga sobre la estructura se determinan las resultantes de esfuerzo en la seccion transversal que contenga el punto seleccionado (Las posibles resultantes de los esfuerzos son una fuerxa axial, un momento de torsion, un momento flexionante y una fuerza cortante). 3.- Se calculan los esfuerzos normal y cortante en el punto seleccionado debidos a cada una de las resultantes de esfuerzos. Ademas si la estructura es un recipiente a presion, determinar los esfuerzos debidos a la presion interna. El procedimiento descrito para analizar los esfuerzos en los puntos A y B, puede usarse en otros puntos. Los puntos donde los esfuerzos calculados con la formula de flexion y las formulas de los cortantes tienen valores maximos y minimos, llamados puntos criticos, los esfuerzos normales debidos a la flexion son maximos en la secci transversal de momento flexionante maximo que se presenta en el soporte, por tanto, los puntos en las partes superior e inferior de la viga en el extremo empotrado son los puntos criticos para el calculo de los esfuerzos. Como paso final, los esfuerzos principales y los esfuerzos cortantes maximos en los puntos criticos pueden compararse entre si para determinar los esfuerzos normales y cortantes maximos absolutos en la barra. Con la variedad de situaciones practicas no parece tener limite, no vale la pena obtener formulas especificas para calcular los esfuerzos maximos. Cada estructura suele tratarse como caso especial.

Otro requisito es que no debe existir interaccion entre las diversas cargas; es decir, los esfuerzos y deformaciones causados por una de las cragas no deben verse afectados por la presencia de otras cargas. La mayor parte de las estructuras comunes satisfacen estas dos condiciones, por lo que el uso de la superposicion es muy comun en el trabajo ingenieril. Si bien hay muchas maneras de analizar una estructura sometida a mas de un tipo de carga, por lo general el procedimiento incluye los siguientes pasos: 1.- Se elige un punto en la estructura para determinar los esfuerzos y las deformaciones (Por lo general se escoje un punto en una seccion transversal, donde los esfuerzos son grandes; por ejemplo, en una seccion transversal, donde el momento flexionante tiene su valor maximo).

Seleccion de los puntos criticos Si el objetivo del analisis es determinar los esfuerzos maximos en cualquier parte de la estructura, entonces hay que escoger

lso puntos criticos en secciones transversales donde las resultantes de esfuerzos alcancen los valores maximos. Ya en dichas secciones se elegiran los puntos en que los esfuerzos normales o los esfuerzos cortantes tengan sus valores maximos. Si la seleccion de los puntos se hace con buen juicio, podremos estar razonablemente seguros de haber obtenido los esfuerzos maximos en la estructura. Sin embargo, a veces es dificil reconocer de ante mano donde se localizan los esfuerzos maximos en el miembro. Entonces quiza sea necesario investigar los esfuerzos en un gran numero de puntos. Otras estrategias tambien pueden resultar utiles, como obtener ecuaciones especificas para el problema en conosideracion o alaborar hipotesis simplificadoras a fin de facilitar un analisis que podria resultar sumamente dificil sin ellas.

Las resultantes de esfuerzos en la base del poste son un momento flexionante M, un par de torsion T y una fuerza cortante V. Sus magnitides son:

El examen de esta resultantes de esfuerzos muestra que los esfuerzos de flexion maximos ocurren con el punto A y los esfuerzos cortantes maximos con el punto B; Por tanto A y B son puntos criticos donde deben determinarse los esfuerzos . Esfuerzos en el los puntos A y B. El momento flexionante M produce un esfuerzo de tension en el punto A pero ningun esfuerzo en el punto B. El esfuerzo de tension en el punto A se obtiene con la formula de flexion:

Donde d2 es el diametro exterior (220 mm) e I es el momento de inercia de la seccion transversal. El momento de inersia es:

Donde d1 es el diametro interior. Por la tanto el esfuerzo de tension en el punto A es. Ejemplo: Un poste circular hueco con diametro exterior de 220 mm y diametro interior de 180 mm sostiene un letrero de dimensiones de 2.0 m x 1.2 m. El letrero esta desplazado 0.5 m del centro del poste y su borde inferior esta 6.0 m sobre el terreno. Solucion La presion del viento contra el letrero produce una fuerza resultante W que actua en el punto medio de este y es igual a la presion p multiplicada por el area A sobre la que actua: donde Ip es el momento polar de inercia: La linea de accion de esta fuerza esta a una altura h = 6.6 m sobre el suelo y uan distancia b = 1.5 m de la linea central del poste. La fuerza del viento que actua sobre el letrero es estaticamente equivalente a una fuerza lateral W y a un par de torsion T que actua sobre el poste. El par es igual a la fuerza W multiplicada por la distancia b:

El par de torsion T produce esfuerzos cortantes, en los puntos A y B. Podemos calcular dichos esfuerzos con la formula de torsion:

Entonces

Por ultimo calculamos los esfuerzos cortantes en los puntos A y B debidos a la fuerza cortante V. el esfuerzo cortante en el punto A es cero y el esfuerzo cortante en el punto B se obtiene con la formula del cortante para un tubo circular :

Sustituimos

ecu (j) Donde r2 y r1 son los radios exterior e interior, respectivamente, y A es el area de la seccion transversal: Los esfuerzos maximos en el plano pueden obtenerse con la ecuacin

Al sustituir los valores numericos en la ecu (j), obtenemos:

Este termino se evaluo antes, por lo que vemos de inmediato que

Ahora hemos calculado todos los esfuerzos que actuan sobre los puntos A y B de la seccion transversal. Elementos de esfuerzo. El siguiente paso es mostrar estos esfuerzos sobre elementos de esfuerzo. Para ambos elementos, el eje "y" es paralelo al eje longitudinal del poste y el eje x es horizontal. En el punto A, los esfuerzos que actuan sobre el elementos son

Puesto que los esfuerzos principales tiene signos opuestos, los esfuerzos cortantes maximos en el plano son mayores que los esfuersos cortantes maximos en el plano son mayores que los esfuerzos cortantes maximos fuera del plano; por tanto, el esfuerzo cortante maximo en el punto A es de 28.2Mpa. Esfuerzos principales y esfuerzos cortantes en el punto B. Los esfuerzos en este punto son

En el punto B, los esfuerzos son

Puesto que no existen esfuerzos normales que esten actuando sobre el elemento, en el punto B se encuentra en estado de cortante puro. Ahora que conocemos todos los esfuerzos que actan sobre los elementos de esfuerzo, podemos usar las ecuaciones para determinar los esfuerzos principales y los esfuerzos cortantes maximos. Esfuerzos principales y esfuerzos cortantes maximos en el punto A. Los esfuerzos principales se obtienen con la ecuacion:

Dado que el elemento esta en estado cortante puro, los esfuerzos principales son

y el esfuerzo cortante maximo en el plano es

Los esfuerzos cortantes maximos fuera del plano tienen la mitad de este valor.

Nota: Si se requieren los esfuerzos maximos en cualquier parte del poste, hay que determinar tambien los esfuerzos en el punto critico diametralmente opuesto al punto A, por uqe en dicho punto el esfuerzo de compresion debido a la flexion alcanza el valor maximo. Los esfuerzos principales en ese punto son

conocimiento. A veces los s. se definen como estados afectivos durables de orden moral. Pero en el presente trabajo se estudian en un sentido ms amplio. 1. Sentimientos, afectividad y Psicologa. La caracterstica comn a estas tres acepciones, recogidas en el Diccionario de la Lengua Espaola, es su inmediata referencia a fenmenos que la Psicologa (v.) recoge bajo la rbrica comn de la afectividad. En el presente artculo se estudian los s. desde un punto de vista psicolgico. Para todo lo referente a las cuestiones tericas y de carcter general de los mismos, como especies de la vida afectiva, v. AFECTIVIDAD; PASIN I. En el aspecto psicopatolgico, v. PsicoPATOLOGA; NIMO, ESTADO DE; ANGUSTIA;. DOLOR II; HIPOCONDRIA; HISTERIA; NEUROSIS I; PSICOSIS II; TIMOPATIA; etctera. Los s. participan, de algn modo, de todas las cualidades que caracterizan y distinguen a los dems estados y procesos afectivos. Por esta razn, la palabra s. ha servido para designar, aun entre los psiclogos, cualquier fenmeno de esta estirpe. La ya clsica interpretacin polar de la vida afectiva de Wundt (v.) se fundaba en las tres dimensiones (gusto-disgusto, excitacin-reposo y tensinrelajacin) que el autor asigna a los s., para distinguir, as, esta parcela mayor de la vida

y el esfuerzo cortante maximo es de 28.2 MPa; por tanto, el esfuerzo de tension maximo en el poste es de 55.7 MPa, el esfuerzo maximo de compresion es de -55.7 MPa y el esfuerzo cortante maximo es de 28.2 MPa (Recuerde que solo se han considerado los efectos de la presion del viento en el analisis. Otras cargas, como el peso de la estructura, tambien producen esfuerzos en la base del poste).

SENTIMIENTOSTodos nos hallamos familiarizados con los estados sentimentales, y, sin embargo, no resulta fcil su descripcin. En el lenguaje habitual, el vocablo sentimiento se emplea para indicar el estado de nimo afligido por un suceso triste o doloroso, y para referirse a la accin y efecto de sentir o sentirse en la intimidad de la conciencia. Tambin para denotar ciertos modos de afeccin psicolgica. Es obvio que s. no es lo mismo que conocimiento (v.) ni siquiera una variante de l. El s. no es tampoco reductible a las sensaciones (v.) aunque en- el lenguaje vulgar podamos decir, p. ej., que sentimos hambre. El s. est en relacin directa con el apetito (v.), aunque tambin sea consecuencia indirecta del

afectiva de la representada por las emociones. Hasta entonces, las emociones se haban incluido dentro de la nocin de s., junto a las afecciones y los impulsos (v.). La Psicologa experimental (v. PSICOLOGA II) interpret los s. como propiedades de la sensacin (v.). Toda sensacin tendra un matiz sentimental (Ziehen, 18621941, filsofo psiquiatra alemn). En la teora de James (v.) y Lange, el s. es una sensacin concomitante de otras. Es clsica la interpretacin que de la vida afectiva se desprende de la frase no lloramos porque estamos tristes, sino que estamos tristes porque lloramos. Stumpf (18481936, psiclogo y fenomenlogo alemn) ha seguido manteniendo la idea de la relacin entre la sensacin y los s. en su estudio de una categora especial de stos: los llamados sentimientos sensoriales, considerando que, en todo caso, el s., como contenido de conciencia, sera percibido por un sentido o sensacin distinta de los cinco clsicos (v. SENTIDOS). Pero Oswald Klpe (1862-1915, psiclogo continuador de la obra de Wundt y fundador de la Escuela de Wrzburg; v.) ya haba atribuido a los s. las mismas propiedades que a las sensaciones para distinguirlos de stas, admitiendo, en unos y otras, cualidad, duracin e intensidad. Tambin Ward, sentando la distincin segn la cual el s. se registra como perteneciente al sujeto cognoscente y la sensacin al objeto conocido. En nuestro

tiempo, las doctrinas psicolgicas de base orgnica siguen girando en torno a la relacin entre determinadas sensaciones y la conducta; en este sentido, las experiencias de Cannon (18711945, fisilogo y psiclogo norteamericano) parecen abonar la teora de que tanto los signos orgnicos (vegetativos y viscerales principalmente), como los contenidos de conciencia (v. CONCIENCIA II), si bien pueden intervenir condicionando la conducta (v.), son la expresin, a travs del soma y de la psique, de fenmenos cuyo punto de origen no se ha podido probar de manera concluyente (Morgan y Steller; v. PSICOLOGA FISIOLGICA). Con independencia del problema de su causalidad, la Psicologa actual trata de investigar comprensivamente, utilizando sobre todo el mtodo fenomenolgico, la esencia y significado de los procesos afectivos (v. FENOMENOLOGA II). Krger (1874-1948, psiclogo alemn, discpulo de Wundt y precursor de los conceptos de totalidad funcional del psiquismo) considera el s. como una cualidad general de la vida anmica, atribuyndole las siguientes particularidades: universalidad, riqueza cualitativa, transformacin continua, polaridad y profundidad. De este modo, los s. se distinguen tanto de los impulsos y tendencias como de las operaciones intelectuales y los actos

voluntarios, subrayando, a la vez, la ntima conexin de los procesos afectivos con unos y otros. La ms importante de las conclusiones del anlisis fenomenolgico es que los s., junto con el humor y los estados de nimo, no slo representan condiciones de la vivencia, sino que constituyen el supuesto radical de toda experiencia interna (v. VIVENCIA). La subjetividad, como caracterstica primordial de los estados y procesos afectivos, es tan evidente en los s. que slo ella bastara para denunciar su existencia. Todos los s., sin excepcin, contienen una referencia vivida al yo (o a la persona), que les distingue de otros contenidos y funciones. Los s. se convierten as en propiedades o modos de la subjetividad misma. Max Scheler (v.) los define como estados del yo, proposicin que alcanza cabal entidad psicolgica si se concibe el yo (v.) como funcin cardinal y unificadora de todos los procesos psquicos en la conciencia psicolgica. Lo que los s. revelan, dado el carcter ontolgicamente referencial de la vida humana, no es slo un corolario racional o una realidad fsicamente sensible. Entre ambas maneras extremas de la referencia personal, lo que caracteriza existencialmente al ser psquico es el modo experiencial o ptico de toda referencia, pues sta no se agota bajo la especie esttica de la relacin yo-mundo.

Todo contenido de conciencia, sea percepcin (v.), representacin (v.) o idea (v.), supone siempre una experiencia ntima que transmuta aquella relacin en Otra, cuya frmula adecuada es la de sujetoobjeto, expresiva de un dinamismo originado tanto en la natural tendencia (impulsos o instintos) de la subjetividad hacia lo real, como en la condicin subjetiva, inesquivable y dura, de la realidad misma (A. Milln Puelles, o. c. en bibl., 22 ss.). En la base del vivenciar, y sustantivndolo, hay siempre una tonalidad afectiva, definible como s. concreto, e indicador, no slo del modo de la referencia, sino de la intensidad o grado de la misma, es decir, de su profundidad subjetiva. 2. Clasificacin de los sentimientos. La riqueza cualitativa de los s., al hacer interminable su catlogo y descripcin particular, ha determinado la conveniencia de su clasificacin, pero su ubicuidad funcional permite adoptar diferentes puntos de vista. He aqu las clasificaciones ms comunes: a) De acuerdo con la polaridad de la vida afectiva (Wundt), pueden clasificarse en los pares de opuestos ya citados. Lipps (18891961, psiclogo y filsofo alemn de los problemas del lenguaje) agrega otras oposiciones: s. importantes y ftiles, los de lo noble y lo cmico, p. ej. b) Segn la localizacin relativa en la ecuacin referencial, los que forman parte de la conciencia de la personalidad (estados del yo, en

sentido estricto), y los que crean un tono a la conciencia del objeto. P. ej., mi tristeza y la tristeza del paisaje. c) Segn su concrecin objetiva: en inobjetivos, no dirigidos o meros estados de nimo, y en dirigidos (Lersch). d) Por la cuanta de laafectacin: en perifricos y profundos (Krger). e) En su intensidad y duracin se basaba, segn laspers, la clasificacin de los s. seguida tradicionalmente para distinguir las diferentes especies de fenmenos afectivos: emociones, afectos, estados de nimo y s. f) Por ltimo, cabe clasificarlos por su origen, de acuerdo con las concepciones estratiformes de la personalidad y la distincin fenomenolgica de tales niveles, seguida, sobre todo, por Max Scheler, Karl laspers, Kurt Schneider y Lpez Ibor. La creciente importancia de la fenomenologa de los s. para la Psicologa clnica (v.), pedaggica (v.), etc., justifica sobradamente una somera consideracin de la misma. Por otra parte, el actual criterio funcional de la vida afectiva, postulado por la generalidad de los psiclogos, slo puede complementarse de manera adecuada con la calificacin dinmica de los diferentes niveles tendenciales de la subjetividad. Este concepto supera cumplidamente el equvoco contenido en la inverificable cuanta del ser afectado, al sustituir la nocin de intensidad o grado por la de profundidad, al mismo tiempo que se soslayan, por insuficientes, los datos y argumentos de la

Psicofisiologa. 3. Estratificacin de los sentimientos. La clasificacin de los s., de acuerdo con el trazado esquemtico de los diferentes niveles funcionales del psiquismo, se ordena fundamentalmente a la distincin fenomenolgica de los estados y procesos afectivos, no en cuanto a la relacin de los objetivos de la tendencia y de la voluntad de realizar valores, sino como fuentes experimentables de tales movimientos tendenciales (M. Scheler). De este modo, los estratos de la personalidad (v.), afectivamente delimitados, revelan la existencia de los diversos grados en la referencia del sujeto con las realidades objetivas que lo constituyen. Estos grados corresponden a cuatro grupos de s.: a) s. sensibles o sentimientos de la sensacin (Stumpf); b) s. vitales (como funciones) y corporales (como estados); c) s. anmicos, o del yo; d) s. espirituales, o de la personalidad psicolgica. a) Sentimientos sensibles. Sealan el trnsito de los fenmenos sensoriales a los afectivos, entre la sensacin y el s., entre un modo de referencia puramente fsico y el psicolgico. Cualquier persona aprecia muy bien la cualidad que distingue la pura sensacin visual o del tacto de un objeto de un s. de dicha, pero hay experiencias en que la distincin es apenas posible. Ejemplos tpicos son el dolor (v.), el

hambre y la sed, en los que unas veces parece predominar lo sensorial y otras lo sensitivo, sin que, en ningn caso, pueda sealarse una lnea de separacin neta entre ambos. Las caractersticas de los s. sensibles (o sensoriales) revelan la existencia de fenmenos psquicos en los que su proximidad a la corporalidad permite distinguirlos del resto de la vida anmica. La primera es su localizacin. Lo mismo el dolor que el hambre y la sed aparecen siempre ms o menos localizados, aun cuando tal localizacin rara vez muestra lmites topogrficos precisos. Esta difusin e irradiacin somtica de los s. sensoriales tiene un correlato anatomofisiolgico bien conocido, cuya naturaleza funcional, semejante a la de los actos reflejos, revela la intervencin en el fenmeno de instancias neurolgicas superiores y, a travs de ellas, del propio psiquismo (V. REFLEJOS; REFLEXOLOGA). En segundo lugar, los s. sensoriales presentan cierto carcter de signo o indicacin de que algo fsico se encuentra alterado. No se trata exclusivamente, ni siempre, de una seal de alarma capaz de desencadenar reacciones de defensa; a veces, ni siquiera indica la presencia de ninguna enfermedad. Las sensaciones de hambre y sed, p. ej., revelan la existencia de procesos biolgicos de cierto rango, cuya manera de notificar la conciencia personal es,

precisamente, como tales s.; as, los dolores de parto o los de crecimiento y los mismos fenmenos del hambre o sed, indicadores, no de una alteracin interna de carcter decisivamente nocivo, sino de una situacin en la que intervienen tanto el medio interno (situacin nutricia o metablica) como el medio exterior (costumbres, educacin, cultura y creencias). Por ltimo, debe sealarse su carcter puntual y transitorio. Cada dolor es, siempre, como cada manifestacin del hambre o de la sed, una experiencia nueva. Cualquier s. sensible, por intenso que sea, se olvida tan pronto como desaparece. Por eso no cabe adiestramiento; y, por ello, las experiencias dolorosas se olvidan tan pronto como cesan, modificndose as el tono sentimental de los recuerdos, que tienden, en general, a ser evocados en forma placentera. El s. sensible refleja, en esencia, una situacin exclusivamente actual. Es ms, dentro del dilatado y complejo despliegue de la vida afectiva y del propio psiquismo parecen emerger de una zona virtual de encuentro del espacio y tiempo vividos (V. TIEMPO III), en el que el sujeto revela su condicin referencial en un presente que tiene ms de aqu que de ahora, ms de opresin fsica que de amenaza posible. b) Sentimientos vitales y corporales. En este nivel

desaparece la nota local caracterstica de los anteriores. Siguen expresando una situacin en la que lo fsico acaba de perder su precisin topogrfica para extenderse a la corporalidad en su conjunto. El s. de salud o de enfermedad, el de ligereza o cansancio, los ordinarios de bienestar o malestar, contienen esa significacin corporal, unitaria y comprehensiva que refleja su expresin verbal: p. ej., me siento cansado (o bien, o mal). Por este carcter indicativo del estado global del organismo y su funcionamiento se les llama tambin cenestesia (v.) o sensibilidad interna. Sin embargo, no se trata de una suma o integracin de las sensaciones particulares de todos y cada uno de los sectores de la economa biolgica, como idearon Leibniz y Wundt, ni de una especie de sensacin global, como piensan Hoffding y los psiclogos behavioristas (V. CONNUCTISMO), sino de una verdadera percepcin primaria (Max Scheler y Lpez Ibor), con la que pasivamente se identifica el propio sujeto. La condicin ms importante de los s. vitales es su temporalidad. Muestran el carcter fluente de la vida misma, y no como mero movimiento, sino como sucesin llena de sentido. El pasado y el futuro operan dinmicamente en cada momento. Gracias a los s. vitales, ni la memoria es una simple representacin de figuras, ni el

futuro una serie de imgenes inertes, sino algo que modula las vivencias del presente. De ah su capacidad evocadora y de presentimiento. En el sentimiento vital sentimos nuestra vida misma, es decir, nos es dado en ese sentimiento algo, el ascenso o la decadencia de la vida, su enfermedad o salud, su peligro y su porvenir (cfr. M. Scheler, o. c. en bibl.). Esta continuidad variable de la existencia es sentida vitalmente, tanto como humor, talante o estado de nimo fundamental, como tambin a modo de relacin con el entorno, que adquiere de esta suerte tonalidades pticas. As es como un paisaje puede afectarnos, como una personapuede resultar simptica o antiptica, y como una situacin puede ser comprendida empticamente, mostrando ventajas o inconvenientes cuyo sentido intelectual slo aparecer ms tarde (v. SIMPATA Y ANTIPATA). En su valor de anticipacin significativa reside el sentido y la importancia de los s. vitales. Sus alteraciones constituyen uno de los captulos de mayor importancia para la Psiquiatra actual. c) Sentimientos anmicos. Se les designa tambin como s. dirigidos (Lersch), s. puros del yo y s. reactivos. Corresponden a un nivel referencia] ms elaborado psquicamente, es decir, ms concreto e independiente de servidumbres corporales. Se revela en ellos la urdimbre motivacional

que sirvi a Dilthey para distinguir los fenmenos psquicos de los fsicos (V. FENMENOS PSQUICOS Y FENMENOS FSICOS). La tristeza, la alegra, la clera, la ira,. el entusiasmo, la decepcin y el asombro, por citar sus especies ms comunes (v. PASIN I), se tienen por algo, surgen en un momento determinado, y, por intenso que sea su efecto, nunca tienen esa difusin corporal caracterstica de los s. vitales. Ms que estados son cualidades del yo, cuyo significado se limita a modular afectivamente una singular relacin sujeto-objeto, con independencia de otros contenidos y funciones, hasta el punto de que la ausencia de motivacin o la prdida de su sentido seran signos reveladores de anomala. Dentro de esta clase de s. ocupan una peculiar posicin los s. estticos. Presentan el carcter dirigido o reactivo que caracteriza a todos los del grupo. Sin embargo, su dependencia del objeto es evidentemente mayor que, p. ej., en la tristeza, la alegra o la clera. Al mismo tiempo, la resonancia afectiva que desencadena la contemplacin de algo bello tiene, a la vez, cierta difusividad que los aproxima a los s. vitales y un grado de elevacin que les permite proyectarse en la direccin de lo espiritual. Tan evidente es que la belleza puede infundir placer o deleite espiritual como provocar ciertas reacciones emocionales. Esta doble vertiente es, sin duda, la clave psicolgica de la

singularidad individual y la consiguiente dispersin en la escala de los gustos estticos (V. ESTTICA I). d) Sentimientos espirituales. Brotan de los niveles referenciales ms elevados y absolutos, expresando modos personales de relacin trascendental. Se motivan no por la noticia, el acontecimiento u objeto sensibles, sino por algo cuya entidad se muestra ms all de una percepcin o imagen inmediatas, como resultado de las operaciones espirituales ms decantadas. Se distinguen netamente de los dems fenmenos afectivos en que, ms que estados, se podran catalogar como modos de ser: s. absolutos que penetran y empapan todos los contenidos peculiares de la vivencia. La beatitud, la suprema felicidad o la paz del alma (v. PAZ INTERIOR), cuando son vividas embargan plenamente, tomando posesin de todo nuestro ser. Por eso, no se dan en las relaciones del sujeto con acontecimientos parciales, ni en situaciones voluntariamente determinadas o empricamente manejables; sino que proceden de races ms hondas, por lo que tampoco est en poder del hombre modificarlos a su placer. Esta falta de condicionamiento ha inducido a Max Scheler a calificarlos como los s. religiosos y metafsicos, en los que se revela la esencia valiosa del ser personal. Un estudio filosfico y no meramente fenomenolgico de estos s. nos llevara a poner de

relieve como sobre ellos gravita un conocimiento, aunque sea limitado y a veces con errores, de la realidad trascendente de Dios. En resumen, la naturaleza y significado de los s. cualquiera que sea su cualidad, grado o nivel de origen, revelan, con los caracteres de una experiencia tan real como incomunicable, la esencial unidad de la persona humana y su ontolgica condicin referencial. V. t.: AFECTIVIDAD; NIMO, ESTADO DE; IMPULSOS; MEDICINA PSICOSOMTICA; PASIN.

J. M. POVEDA ARIO. Cortesa de Editorial Rialp. Gran Enciclopedia Rialp, 1991

BIBL.: R. E. BRENNAN, Psicologa general, 2 ed. Madrid 1969, 245260; T. HAECKER, Metafsica del sentimiento, Madrid 1959; P. LERSCH, La estructura de la personalidad, 8 ed. Barcelona 1971, 264-311; J. J. LPEZ IBOR, Lecciones de Psicologa mdica, 2 Vol. Madrid 1968; A. MILLN PUELLEs, La estructura de la subjetividad, Madrid 1967; J. M. POVEDA, Psicologa de la afectividad, Actas IV Congreso Nacional de Neuropsiquiatra, Barcelona 1960, 181 ss.; A. ROLDN, Metafsica del sentimiento, Madrid 1956; MAx SCHELER, La percepcin sentimental y el sentimiento y Los estratos de la vida emocional, en tica, II, Buenos Aires 1948, 24 ss. y 110-127.