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EUCD | FARQ | UDELAR
Pilar Fernández – Producto A
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Lucía Marcora – Producto B
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Fernanda Enciso – Textil B
Daniela Bensusán – Textil B
Florencia Serra – Textil A
Sofía Dinelo- Textil A
Sofía Urquiola – Textil A
Clara Beraza – Textil B
Camila Assandri – Textil B
ERGONOMÍA I - 2015
Al hacer ejercicio se producen una gran cantidad de cambios en nuestro cuerpo
para adaptarse a la nueva situación.
El corazón demanda más sangre de la habitual para poder cubrir el esfuerzo que
conlleva producir dichos cambios.
Con cada latido el corazón se llena de sangre y la bombea hacia todo el
cuerpo, pues se necesita que la misma transporte nutrientes y deshechos (ácido
láctico, dióxido de carbono, etc.). Pero al aumentar la cantidad de procesos y
esfuerzos producidos en el cuerpo humano, es necesario que la actividad de
bombeo del corazón aumente en proporción.
Así es como el ritmo del corazón pasa del estado de reposo, es decir, alrededor
de 60 a 80 veces por minuto, a un estado más activo, que ronda entre los 150 a
200 latidos por minuto.
Este aumento en el ritmo se percibe naturalmente, sin necesidad de colocar
nuestra mano sobre él.
Tras la exposición durante largas horas a sonidos intensos (discotecas,
conciertos, etc.) se genera un zumbido, suele ser como un silbido agudo y
penetrante.
Es el resultado de una irritación de las terminaciones nerviosas de las células del
oído interno.
Estas células, llamadas células pilosas (porque tienen unas terminaciones en
forma de pelos) actúan como minúsculos micrófonos, produciendo pequeñas
descargas eléctricas cada vez que son sacudidas por las vibraciones sonoras.
Esas descargas eléctricas van hacia el cerebro y producen la sensación sonora.
Cuando el sonido es muy intenso, la sacudida es demasiado enérgica y las
células se resienten, llegando inclusive a lesionarse.
Provocando por un lado que las células pierden sensibilidad al sonido; y también
que continúen emitiendo descargas eléctricas aun sin la presencia de un sonido
real. Cuando este fenómeno se reitera muchas veces, sin darle tiempo a las
células a que se recompongan, el daño será permanente y causará la pérdida
parcial de la audición.
El hipoclorito de sodio es un químico que se encuentra comúnmente en
blanqueadores, purificadores de agua y productos de limpieza.
La inhalación ocasional y breve de vapores de hipoclorito de sodio que es un
agente oxidante y contiene cloro, puede producir irritación en las vías aéreas.
Si se inhala en bajas cantidades como puede ser al momento de la limpieza
se puede sufrir irritación nasal, dolor de garganta y tos.
Por el contrario, si se expone a altas concentraciones de vapores o vahos de
esta sustancia, esto genera problemas respiratorios crónicos como el asma, la
bronquitis crónica y la enfermedad obstructiva pulmonar.
Cuando pisamos el suelo con el pie descalzo sentimos frío.
Esto ocurre porque ciertas terminaciones nerviosas del pie (los
termorreceptores), captan los estímulos dados por el mundo exterior, en
este caso una superficie fría.
Luego de captarlos, envían impulsos a lo largo de los nervios sensoriales
hacia la médula espinal y finalmente a la corteza cerebral.
El cerebro procesa las señales nerviosas y nos hace identificarlas con la
sensación conocida de frío.
El aparato locomotor tiene como función generar el movimiento corporal.
El mismo, depende de la forma y de la función de cada uno de los elementos que
lo constituyen: sistema óseo, articulaciones, tendones, ligamentos y sistema
muscular (cartílagos).
Dentro del mismo nos centraremos en un tipo de articulación, la articulación de
superficie esférica. Se caracteriza porque el extremo del hueso es redondeado y
entra en la cavidad del hueso contrario. Ejemplo de ésta es la unión del omóplato
y el húmero.
Por ejemplo, utilizar mochilas colgadas de un hombro solo, fuerzan esta
articulación con exceso de peso y generan un mal estado de salud, ya sea
tensión en la columna, permanente desalineación de la misma o cansancio
muscular.
La pérdida de olfato (anosmia) se produce sistemáticamente por infecciones víricas
(un simple catarro) o bacterianas (sinusitis) y poliposis nasal.
Las fosas nasales funcionan de forma independiente y, a lo largo del día, se puede
tener una fosa más congestionada que la otra. Esto es normal, ya que la nariz sufre
unos periodos de congestión y descongestión que se producen de manera
fisiológica cada tres o cuatro horas.
El catarro puede producir pérdida de olfato cuando hay algo que interfiere en la
nariz y el aire no llega a los centros correspondientes, que es lo que generalmente se
siente cuando se tiene la nariz taponada. Sin embargo, otras veces, el catarro puede
afectar al nervio olfatorio y generar una lesión que puede ser reversible y recuperable
a lo largo del tiempo o permanente, y la persona no volverá a reconocer ciertos
olores.
La alergia, como proceso inflamatorio de la mucosa nasal, genera una obstrucción
en las terminaciones sensoriales nerviosas que detectan las sustancias olorosas. Dicha
inflamación tapa esos centros, aparece una alteración de toda la región afectada y,
aunque pase el olor, éste no se detecta.
Los seres vivos muestran una organización jerárquica exclusiva y compleja.
Célula: la más pequeña unidad estructural de los seres vivos capaz de funcionar independientemente. Cada célula tiene un soporte químico para la herencia (ADN), un sistema químico para adquirir energía etc.
Las células se asocian en tejidos; los tejidos forman órganos y éstos integran sistemas que llevan a cabo funciones complejas. El cuerpo humano presenta unos 200 tipos de células diferentes, que forman parte de cuatro tipos de tejidos: epitelial, conjuntivo, muscular y nervioso.
Tejido: Un grupo de células que realizan una determinada función. Por ejemplo el tejido muscular cardíaco.
En un nivel de organización superior al de tejido, diferentes tipos de tejidos, unidos estructuralmente y coordinados en sus actividades, forman órganos.
Órgano: Grupo de células o tejidos que realizan una determinada función. Por ejemplo el corazón, es un órgano que bombea la sangre en el sistema circulatorio.
Los órganos que trabajan juntos en forma integrada, y desempeñan una función
particular, constituyen un nivel de organización superior: los sistemas.
Sistema: Grupo de células, tejidos y órganos que están organizados para realizar
una determinada función, p.ej. el sistema circulatorio.
Los sistemas de órganos, en conjunto, constituyen un organismo viviente que
interactúa con el ambiente externo (biótico y abiótico).
Ejemplo:
El sistema está compuesto por órganos homogéneos por su estructura y origen
celular, ya que en su estructura predomina un mismo tipo de tejido originado de
una determinada hoja germinativa; se extiende por todo el organismo, por
ejemplo: el sistema circulatorio y el sistema nervioso
El aparato está constituido por órganos heterogéneos , no tienen el mismo tipo
de tejido, los mismos se encuentran localizados en regiones determinadas del
cuerpo (el aparato locomotor, digestivo, respiratorio, urinario, genital, endócrino,
circulatorio, etc. tienen su lugar específico en el cuerpo humano).
El Sistema Nervioso Central se divide en tres partes:
1 - Sistema Nervioso Central: Está compuesto por el encéfalo (cerebro, bulbo raquídeo, cerebelo, protuberancia anular) y la médula espinal. Efectúa acciones
conscientes del organismo. El encéfalo es la parte del sistema nervioso central
que está protegida por los huesos del cráneo. Está formado por el cerebro, el
cerebelo y el tallo cerebral.
Cerebro: es la parte más voluminosa. Está dividido en dos hemisferios, uno
derecho y otro izquierdo, separados por la cisura interhemisférica y comunicados
mediante el Cuerpo calloso.
La superficie se denomina corteza cerebral y está formada por re plegamientos
denominados circunvoluciones constituidas de sustancia gris.
Subyacente a la misma se encuentra la sustancia blanca. En zonas profundas
existen áreas de sustancia gris conformando núcleos como el tálamo, el núcleo
caudado o el hipotálamo.
Cerebelo: está en la parte inferior y posterior del encéfalo, alojado en la fosa
cerebral posterior junto al tronco del encéfalo.
Tallo cerebral: compuesto por el mesencéfalo, la protuberancia anular y el bulbo
raquídeo. Conecta el cerebro con la médula espinal.
La médula espinal es una prolongación del encéfalo, como si fuese un cordón
que se extiende por el interior de la columna vertebral. En ella la sustancia gris se
encuentra en el interior y la blanca en el exterior.
2 - Sistema Nervioso Periférico: Integrado por 12 pares de nervios craneales y 31 pares de nervios raquídeos o espinales estos envían información sensorial
procedente del cuello y la cabeza hacia el sistema nervioso central. Reciben
órdenes motoras para el control de la musculatura esquelética del cuello y la
cabeza. Estos tractos nerviosos son:
Par I. Nervio olfatorio, con función únicamente sensitiva quimiorreceptora.
Par II. Nervio óptico, con función únicamente sensitiva fotoreceptora.
Par III. Nervio motor ocular común, con función motora para varios músculos
del ojo.
Par IV. Nervio patético, con función motora para el músculo oblicuo mayor
del ojo.
Par V. Nervio trigémino, con función sensitiva facial y motora para los
músculos de la masticación.
Par VI. Nervio abducens externo, con función motora para el músculo recto
del ojo.
Par VII. Nervio facial, con función motora somática para los músculos faciales y
sensitiva para la parte más anterior de la lengua.
Par VIII. Nervio auditivo, recoge los estímulos auditivos y del equilibrio-
orientación.
Par IX. Nervio glosofaríngeo, con función sensitiva quimiorreceptora (gusto) y
motora para faringe.
Par X. Nervio neumogástrico o vago, con función sensitiva y motora de tipo
visceral para casi todo el cuerpo.
Par XI. Nervio espinal, con función motora somática para el cuello y parte
posterior de la cabeza.
Par XII. Nervio hipogloso, con función motora para la lengua.
Los nervios espinales son 31 pares y se encargan de enviar información sensorial
(tacto, dolor y temperatura) del tronco y las extremidades, de la posición, el estado
de la musculatura y las articulaciones del tronco y las extremidades hacia el sistema
nervioso central y, desde el mismo, reciben órdenes motoras para el control de la
musculatura esquelética que se conducen por la médula espinal. Estos tractos
nerviosos son:
Ocho pares de nervios raquídeos cervicales
Doce pares de nervios raquídeos torácicos
Cinco pares de nervios raquídeos lumbares
Cinco pares de nervios raquídeos sacros
Un par de nervios raquídeos coccígeos
El oído humano se puede dividir en tres partes, de acuerdo con la función desempeñada y la ubicación. Ellos son: el oído externo, oído medio y oído interno. El sistema nos permite interpretar las ondas y vibraciones que se trasladan a través del aire en forma de ondas.
El oído externo y el conducto auditivo toman y dirigen las ondas sonoras hacia el tímpano. También es el canal que lleva la producción de cera, que es una forma de mantenerlo húmedo y limpio. Esto se debe a la cera ayuda a evitar que el polvo, la suciedad y los microorganismos. Dicho meato o conducto mide en un promedio de alrededor de 2.5 cm de largo en el ser humano y puede medir hasta 7 cm en otros mamíferos. (Es importante señalar que los hisopos comunes no deben ser introducidos en el conducto auditivo externo. Esto se debe a que ayudar a empujar la cera contra el tímpano puede dañarlo o al menos formar una barrera que dificulta la audición).
A diferencia del oído humano, en algunos mamíferos terrestres, el oído está muy desarrollado por ser un instrumento de búsqueda de presas y depredadores y está dotado de movimiento. Hay algunos seres humanos que todavía se las arreglan para producir pequeños movimientos con sus oídos. El oído medio, también llamado de la cavidad timpánica, es una cámara de aire detrás de la membrana timpánica. La función de los osteocillos óticos y la membrana timpánica es la transformación de ondas sonoras que viajan por medio del aire en la cavidad timpánica a ondas sónicas que viajen por medio del líquido perilinfático del oído interno.
En el oído medio se encuentra una canal, en parte ósea, en parte fibrocartilaginoso, llamado la trompa de Eustaquio, que mantiene el contacto con la nasofaringe. Este sirve para mantener una presión de aire constante en el oído medio. Para que esto suceda, la trompa de Eustaquio se abre y se cierra de forma continua.
El oído medio es una cámara de aire detrás de la membrana timpánica. La función de los osteocillos óticos y la membrana timpánica es la transformación de ondas sonoras
que viajan por medio del aire en la cavidad timpánica a ondas sónicas que viajen por
medio del líquido perilinfático del oído interno. En el oído medio se encuentra una
canal, en parte ósea, en parte fibrocartilaginoso, llamado la trompa de Eustaquio, que
mantiene el contacto con la nasofaringe. Este sirve para mantener una presión de aire
constante en el oído medio. Para que esto suceda, la trompa de Eustaquio se abre y
se cierra de forma continua.
Sistema de protección del oído: La cadena de pequeños huesos, articulaciones,
ligamentos y membrana mucosa hacen posible limitar la transmisión de energía a la
cóclea para evitar daños en el oído interno cuando estamos expuestos a sonidos de
alta intensidad.
El Oído interno, también denominado laberinto tiene dos funciones: auditivo y equilibrio.
En el sistema óseo, los conductillos semicirculares pertenecen al órgano propio del
equilibrio, mientras que la caracola o cóclea pertenece al órgano de la audición.
El Órgano de Corti es denominado el órgano receptor de la audición. Sus células
tienen la función de transformar señales acústicas físicas a señales acústicas
mecánicas y de estas a señales electroquímicas dirigidas al área receptora auditiva
de la corteza cerebral.
Para el equilibrio existen tres tubitos arqueados en semicírculos, implantados en el
vestíbulo y situados según las tres dimensiones, que nos dan la noción del espacio y,
por lo tanto, contribuyen al mantenimiento del equilibrio de la cabeza y del cuerpo.
Dentro del oído medio, como vimos la función de los osteocillos óticos y la membrana timpánica es
transformar ondas sonoras del ambiente externo a
ondas sonoras que viajen al oído interno.
Cuando las ondas sonoras penetran el oído medio, el
martillo golpea al yunque y este golpea al estribo
inmediatamente, haciendo comunicación entre
estos 3 huesecillos; después de este proceso el sonido
pasa por la ventana oval y la ventana circular. Estos
tres huesos (seis si contamos los dos oídos) son los más
pequeños que se pueden encontrar en el cuerpo
humano.
La ventana oval (o ventana vestibular) es una membrana que recubre la entrada
a la cóclea. Esta membrana se encarga de transmitir el sonido desde el oído
medio, hasta el oído interno. Cuando el tímpano vibra, el estribo vibra y la
ventana oval también lo hace. Cuando la ventana oval vibra produce cambios
de presión en el líquido (linfa) que se encuentra dentro de la cóclea. La presión
de las ondas sonoras es unas 30 veces mayor en la ventana oval que en el
tímpano. Este considerable incremento en la fuerza que se ejerce sobre la
ventana oval se debe a la relación entre las superficies del tímpano y la ventana
oval, y al efecto palanca producido por la cadena de huesecillos del oído medio.
Es como un amplificador.
Las aproximadamente 10.000 papilas gustativas que tiene el ser humano están
distribuidas de forma desigual en la cara superior de la lengua, donde forman
manchas sensibles a clases determinadas de compuestos químicos que inducen
las sensaciones del gusto.
Por lo general, las papilas sensibles a los sabores dulce y salado se concentran en
la punta de la lengua, las sensibles al agrio ocupan los lados y las sensibles al
amargo están en la parte posterior.
Los receptores que se encuentran tanto en la lengua como en la nariz son los
llamados
quimioreceptores, es decir, aquellos que se estimulan con las sustancias químicas
en solución.
Los quimiorreceptores se agrupan en especial en la mucosa olfatoria y en las
papilas gustativas de la lengua.
Por un lado, los compuestos químicos de los alimentos se disuelven en la
humedad de la boca y penetran en las papilas gustativas a través de los poros
de la superficie de la lengua, donde entran en contacto con las células
sensoriales y estimulan los receptores.
Por otra parte, las sustancias químicas volátiles transportadas por el aire se
perciben a través del olfato.
Las sustancias químicas ingresan por las fosas nasales y allí entran en contacto
con los
quimiorreceptores, también llamados células de Schultze.
Los órganos del olfato: En la parte superior de la cavidad nasal existe la llamada mucosa olfatoria, que recubre una parte del tabique nasal y los cornetes
superiores. Allí es donde se hallan embebidas las neuronas capaces de percibir
los olores, que tienen sus terminaciones o dendritas hacia abajo, entremezcladas
con otras células de soporte. Éstas son las encargadas de secretar un moco que
es el que captura las moléculas.
Los axones de las neuronas se dirigen hacia arriba, atravesando el hueso y
reuniéndose hasta llegar al bulbo olfatorio. Éste es una especie de membrana
que recoge las impresiones y las conduce hacía el nervio olfatorio. De allí pasan
a la corteza cerebral, donde son interpretadas.
El olfato tiene una sensibilidad extraordinaria, ya que se precisa poca
concentración de sustancias olorosas por cada litro de aire para poder percibir
la sensación. Por otra parte, las personas pueden distinguir entre unos 3.000
olores distintos. Esto hace que el olfato sea un sentido previo al gusto, ya que nos
da indicaciones sobre si un alimento es comestible, y además es
complementario, ya que el gusto de los alimentos es una combinación de
sensaciones olfativas y de las papilas gustativas.
Cuando percibimos un olor durante un período muy largo de tiempo, se
produce una fatiga del sentido del olfato, y la sensación se hace menos intensa
y puede llegar a desaparecer. Ello sucede tanto con los olores agradables como
con los desagradables.
El globo ocular se compone de tres capas y tres cámaras. Las capas son: la esclerocórnea, la úvea y la retina. La esclerocórnea es la capa exterior, y se compone por la esclera y la córnea. La esclera es la parte fibrosa que forma la “parte blanca del ojo”, y tiene una función de protección. En su zona exterior está recubierta por una mucosa transparente llamada conjuntiva, cuya irritación da lugar a conocidas y frecuentes conjutivitis. La córnea es la parte transparente de la capa externa, es la “ventana óptica” del ojo, y su función es, lógicamente óptica.
La úvea es la capa media, y tiene tres partes: la coroidea, el cuerpo ciliar y el iris. La coroides esta en la parte posterior del ojo, tiene una función tanto nutritiva como de pantalla pigmentaria (para evitar que entre luz en el ojo por donde "no debe"). El cuerpo ciliar en la zona media, formado por los procesos ciliares (encargados de la secreción del líquido que rellena la cámara anterior y que se llama humor acuoso) y el músculo ciliar, encargado de variar la curvatura del cristalino para poder enfocar a distintas distancias. El iris está en la zona anterior (es la parte coloreada del ojo) y cuya función es regular la cantidad de luz que entra en el interior del ojo, para lo cual varía su tamaño según la intensidad de luz. Inmediatamente tras el iris, y unido a los músculos ciliares está el cristalino, la lente del ojo por excelencia. Tiene forma de lente biconvexa y es capaz de variar su curvatura, y por tanto su potencia dióptrica por la acción de los músculos ciliares. Esto será lo que permita enfocar a distintas distancias.
La retina es la zona "sensible" del aparato visual. Es donde se deberían formar las imágenes que vemos para poder "verlas" con nitidez. Su parte anterior es ciega, y su sensibilidad va en aumento conforme se va alejando de la zona anterior. El punto de máxima sensibilidad es una pequeña hendidura llamada fóvea, que es donde se encuentra una mayor concentración de las células responsables de la sensibilidad de la retina: conos y bastones. En la zona posterior hay una parte ciega, que es donde conecta el nervio óptico y se llama papila.
Las destrezas visuales son actividades neuro musculares que los individuos aprenden y
desarrollan durante el crecimiento. Las mismas, estan formadas por el movimiento el
enfoque y el trabajo de ambos ojos de modo que funcionen de manera optima.
Estan compuestas por la fijación, la acomodación y la binocularidad principalmente.
LA FIJACIÓN: Es con lo que logramos manejar y mantener la atención visual de forma
estable y centrada sobre 1 o más estímulos.
Las destrezas motor oculares permiten apuntar a un estímulo y moverlo o cambiar de un
estímulo a otro. Los niños en su estapa de crecimiento aprenden a usar solo los musculos
oculares en lugar de girar la cabeza al escuchar un ruido o querer mirar hacia los costados.
LA ACOMODACIÓN: Es el enfoque que tienen los ojos, la cantidad de luz que entra. Es el
sistema cristalino neuromuscular combinados. Compuesto por los ojos y el cerebro en
conjunto. La acomodación se desarrolla en los individuo ena los 3 años y se perfecciona en
los siguientes años del desarrollo. La necesidad de mucha gente de usar bifocales o lentes
para leer pasados los 40 se debe a que van sufriendo un deterioro en la acomodación.
LA BINOCULARIDAD: Es lo que permite que haya un movimiento coordinado de los ojos
cuando los estímulos se mueven desde lo lejos a lo cerca. Es sensorial y motora. Sensorial
porque usa la habilidad del cerebro para unir lo que cada ojo logra ver y permite tener la
percepcion de profundidad. Motora porque involucra la convergencia cuando se mueven
hacia dentro y divergencia cuando se mueven hacia fuera.
Las sensaciones exteroceptivas son las sensaciones que informan sobre el medio exterior todas esas sensaciones relacionadas al tacto, la vista y el oído.
TACTO: Se encuentra más que nada en la piel, donde hay distintos tipos de receptores nerviosos que transforman el estímulo exterior en información para el cerebro.
Receptores de la piel: Mecanorreceptores de la piel Exteroceptores Corpúsculos de Meissner (tacto ligero dedos)
Copúsculos de Pacini: Presión músculos, tendones y articulaciones
Terminaciones de Ruffini: Temperatura y calor
Corpúsculos de Krause ( sensibles al frío)
VISTA: Sus receptores son los conos y los bastones retinarios. Son las celulas fotoreceptoras del ojo y forman la primer capa de la retina nerviosa.
OÍDO: En el oído interno se encuentran receptores encargados de las señales sonoras y receptores del equilibrio.
En el vestíbulo se encuentran los receptores encargados de la aceleración lineal como subir y bajar un ascensor y horizontal como frenar y acelerar un auto .
Al hablar de la experiencia perceptual, nos encontramos con un proceso que busca el estado de equilibrio entre elementos donde las formas alcanzan un máximo de estabilidad y la organización es más completa, creando patrones de significado a partir de información sensitiva pura. Percibimos patrones lisos y continuos más que patrones discontinuos. Podemos encontrar diferentes características de percepción:
-Estilo cognoscitivo: Percibimos lo que, por lo general, hemos percibido -Experiencia y cultura: No percibimos lo que no hemos percibido con anterioridad -Personalidad El principio de continuidad explica que los detalles que mantienen un patrón o dirección tienden a agruparse juntos, de manera que percibimos elementos continuos aunque estén interrumpidos entre sí. Por otra parte, tendemos a percibir como unidad a aquellos elementos que se disponen en una línea o curva continua, y no a los que se encuentran en la misma posición relativa pero sin una organización lineal.
https://drive.google.com/file/d/0B1lDtF1IMJ65SHFpLUxCZTRrTWdWcmVGc2dkNC1LMGxPNzdr/view
http://www.sportlife.es/salud/articulo/
http://www.ehowenespanol.com/
Wikipedia: [1] Manual de otorrinolaringología infantil. Escrito por Pilar Navarro Paule, Rafael Pérez Aguilera, Carlos Sprekelsen Gassó. pág PT39. books.google.es
Greinwald, John H. Jr MD; Hartnick, Christopher J. MD The Evaluation of Children With Hearing Loss. Archives of Otolaryngology — Head & Neck Surgery. 128(1):84-87, enero de 2002
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http://elpais.com/diario/2004/01/13/salud/1073948401_850215.html