1. bullying

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Bullying, una jungla real AUTORES: Francisco Martínez Fonseca y José Luis Sánchez Tapia DIRIGIDO A: Niños de 10 a 12 años DURACIÓN: 5 sesiones de 90 minutos Nadie se nos montará encima si no doblamos la espalda Martin Luther King Introducción El interés que nos llevó a realizar este taller, es el alto índice de casos de bullying en las escuelas de nuestro país y consideramos que por medio de los temas a tratar y cómo abordarlos podemos coadyuvar a una cultura de inclusión y respeto. A través de las primeras cuatro sesiones del taller los niños aprenderán a identificar los diferentes casos de bullying, y mediante algunos cuentos y manualidades creativas se les invitará a la reflexión referente a eliminar ese tipo de manifestaciones. En la sesión cinco los participantes escucharán lecturas en voz alta y averiguarán la importancia de la participación de la familia, instituciones gubernamentales, maestros y medios de comunicación. Creemos que con la participación de todos podemos empezar a anular el fenómeno bullying. Objetivo: El presente taller intenta que los participantes identifiquen el acoso escolar y tomen conciencia sobre el problema del bullying, por medio de la lectura en voz alta, la escritura creativa y las manualidades. Sesión 1 Bullying o acoso escolar Da la bienvenida a los participantes y platícales brevemente las actividades del taller, a continuación realiza la dinámica de presentación, poniendo una lista de valores, en una hoja de rotafolio o pizarrón. Se presentarán uno a uno escogiendo un valor moral con el cual conformarán una frase. Ejemplo: Me llamo Luis Francisco y me gusta ser solidario con mis compañeros; Mi nombre es Ana Georgina y respeto a los adultos; Soy Mayra Edith y convivo con mis vecinos.

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El interés que nos llevó a realizar este taller, es el alto índice de casos de bullying en las escuelas de nuestro país y consideramos que por medio de los temas a tratar y cómo abordarlos podemos coadyuvar a una cultura de inclusión y respeto. A través de las primeras cuatro sesiones del taller los niños aprenderán a identificar los diferentes casos de bullying, y mediante algunos cuentos y manualidades creativas se les invitará a la reflexión referente a eliminar ese tipo de manifestaciones. En la sesión cinco los participantes escucharán lecturas en voz alta y averiguarán la importancia de la participación de la familia, instituciones gubernamentales, maestros y medios de comunicación. Creemos que con la participación de todos podemos empezar a anular el fenómeno bullying.

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Bullying, una jungla real

AUTORES: Francisco Martínez Fonseca y José Luis Sánchez Tapia

DIRIGIDO A: Niños de 10 a 12 años

DURACIÓN: 5 sesiones de 90 minutos

Nadie se nos montará encima si no doblamos la espalda

Martin Luther King

Introducción El interés que nos llevó a realizar este taller, es el alto índice de casos de bullying en las escuelas de nuestro país y consideramos que por medio de los temas a tratar y cómo abordarlos podemos coadyuvar a una cultura de inclusión y respeto. A través de las primeras cuatro sesiones del taller los niños aprenderán a identificar los diferentes casos de bullying, y mediante algunos cuentos y manualidades creativas se les invitará a la reflexión referente a eliminar ese tipo de manifestaciones. En la sesión cinco los participantes escucharán lecturas en voz alta y averiguarán la importancia de la participación de la familia, instituciones gubernamentales, maestros y medios de comunicación. Creemos que con la participación de todos podemos empezar a anular el fenómeno bullying. Objetivo: El presente taller intenta que los participantes identifiquen el acoso escolar y tomen conciencia sobre el problema del bullying, por medio de la lectura en voz alta, la escritura creativa y las manualidades.

Sesión 1 Bullying o acoso escolar

Da la bienvenida a los participantes y platícales brevemente las actividades del taller, a continuación realiza la dinámica de presentación, poniendo una lista de valores, en una hoja de rotafolio o pizarrón. Se presentarán uno a uno escogiendo un valor moral con el cual conformarán una frase. Ejemplo: Me llamo Luis Francisco y me gusta ser solidario con mis compañeros; Mi nombre es Ana Georgina y respeto a los adultos; Soy Mayra Edith y convivo con mis vecinos.

Lista de valores

1. Amor 2. Respeto 3. Paciencia 4. Solidaridad 5. Libertad 6. Rectitud 7. Confianza 8. Lealtad 9. Responsabilidad 10. Honestidad

A continuación, coméntales sobre el concepto de bullying o si prefieres léeles en voz alta el siguiente texto. El fenómeno ha existido desde siempre, pero anteriormente se consideraba una conducta normal y no un problema social. Este tipo de acoso escolar, se ha comenzado a estudiar durante los últimos 40 años. La razón de su reciente importancia, fue debido a los primeros casos de suicidio que los medios de comunicación dieron a conocer, como resultado de esta acción. El concepto bullying proviene de la palabra Bull que significa embestir, aunque también se ha traducido como agresor. Este fenómeno fue nombrado así por el psicólogo escandinavo Dan Olweus en 1993, de la Universidad de Bergen (Noruega) y primer estudioso en el tema, a partir de su investigación realizada en los años setenta, sobre el suicidio de algunos jóvenes quienes habían sido víctimas de agresión física y emocional por parte de sus compañeros de escuela. Dan Olweus, eligió esta palabra por su parecido con Mobbing, término que se utiliza en etiología para describir el fenómeno en que un grupo de pájaros ataca a un individuo de otra especie. De hecho, esta palabra también se utiliza para designar una conducta muy similar al bullying pero en el ambiente laboral. En México, el tema del bullying no ha sido abordado de manera formal. El primer antecedente de cifras sobre maltrato escolar infantil son las consultas juveniles e infantiles realizadas por el Instituto Federal Electoral (IFE) en 2000 y 2003: “32% de los menores de 15 años consultados afirmaron ser víctimas de maltrato en la escuela; más de 15% aseguró ser insultado y 13% dijo ser golpeado por sus compañeros.” Derivado de estos datos, el Instituto Nacional de Pediatría decidió iniciar un estudio serio y profundo sobre el tema. Sus conclusiones fueron presentadas a finales de 2008 y confirmaron que el acoso entre alumnos fue en aumento. A partir de ese mismo año, la SEP ha emprendido acciones tendientes a identificar y erradicar esta práctica de las aulas del país.

¿Qué es el bullying? Es una manifestación de un acoso que suele ser grupal y todas las intervenciones diseñadas tienen en común el apoyo incondicional a la persona, niño o adolescente en este caso, víctima de violencia de sus iguales. También es conocido como hostigamiento y maltrato escolar. El acoso escolar se divide en dos categorías: Bullying directo e indirecto El directo es cuando se hace específicamente a una persona, por ejemplo: ésta es empujada, golpeada, agredida a través de un email, no permitirle participar en actividades del grupo, etcétera. Es la forma más común entre los niños. Peleas y agresiones físicas. Bullying indirecto es cuando la agresión se hace a “espaldas” de la persona afectada. Por ejemplo, se hace correr un rumor, haciendo señas o hablando en el pasillo a sus espaldas, robándole o dañando sus pertenencias sin que ella/él sepa quién lo hizo, excluyéndola sin ser claros de por qué no se le deja participar en una actividad. Suele ser más común entre las niñas y en general a partir de la pre-adolescencia. De esta definición se desprenden tres características: Existe un desequilibrio (abuso) de poder. Una repetición de los incidentes a lo largo del tiempo. Intencionalidad por parte del agresor o agresores. A éstas que definen una situación de bullying, se añade otra: se trata de un fenómeno de grupo, no un problema individual. No son conductas organizadas o espontáneas donde se busca el mal mutuo, ni actos de vandalismo que se pueden manifestar abiertamente en el entorno escolar, tampoco un conflicto entre dos partes con intereses contrapuestos, sino que es un proceso de victimización. Es un tipo de violencia insidiosa, que se construye lentamente en el día a día de las relaciones interpersonales. Es difícil de identificar ya que en los inicios suele ser poco evidente y puede mantenerse oculta a los adultos, pero es bien conocida por el alumnado. Supone una vulneración de los derechos fundamentales del estudiante: no estar sometido a la humillación intencional y repetida y a estar seguro en la escuela. Por tanto, estas situaciones de acoso, intimidación o victimización son aquellas en la que un alumno o alumna está expuesto, de forma repetida y durante un tiempo, a acciones negativas que llevan a cabo otros compañeros, tanto las cometidas verbalmente o mediante contacto físico, como las psicológicas de exclusión. Al concluir con la lectura o tus comentarios pregúntales, qué opinan sobre lo leído y pide que expresen la gravedad de este problema social.

Actividad de lectura

Cuento: La cola de león En una pequeña aldea vivía un niño llamado Leo. Era un chico delgado y bajito, y vivía siempre con el miedo en el cuerpo, pues algunos chicos de un pueblo vecino acosaban al pobre Leo y trataban de divertirse a su costa. Un día, un joven mago que estaba de paso por la aldea vio las burlas. Cuando los chicos se marcharon, se acercó a Leo y le regaló una preciosa cola de león, con una pequeña cinta que permitía sujetarla a la cintura. Es una cola mágica. Cuando la persona que la lleva actúa valientemente, se convierte en un fierísimo león. Habiendo visto los poderes de aquel joven mago, algunos días antes durante sus actuaciones, Leo no dudó de sus palabras y desde aquel momento llevaba la cola de león colgando de su cintura, esperando que aparecieran los chicos malos para darles un buen escarmiento. Pero cuando llegaron los chicos, Leo tuvo miedo y trató de salir corriendo. Sin embargo, pronto lo alcanzaron y lo rodearon. Ya iban a comenzar las bromas y empujones de siempre, cuando Leo sintió la cola de león colgando de su cintura. Entonces el niño, juntando todo su coraje, tensó el cuerpo, cerró los puños, se estiró, levantó la cabeza, miró fijamente a los ojos a cada uno de ellos y con toda la calma y fiereza del mundo, prometió que si no le dejaban tranquilo en ese instante, uno de ellos, aunque sólo fuera uno, se arrepentiría para siempre, hoy, mañana, o cualquier otro día... y siguió mirándolos a los ojos, con la más dura de sus miradas, dispuesto a cumplir lo que decía. Leo sintió un gran escalofrío. Debía ser la señal de que se estaba transformando en un león, porque las caras de los chicos cambiaron su gesto. Todos dieron un paso atrás, se miraron unos a otros, y finalmente se marcharon de allí corriendo. Leo tuvo ganas de salir tras ellos y destrozarlos con su nueva figura, pero cuando intentó moverse, sintió sus piernas cortas y normales y tuvo que abandonar esa idea. No muy lejos, el mago observaba sonriente, y corrió a felicitar a Leo. El niño estaba muy contento, aunque algo desilusionado porque su nueva forma de león hubiera durado tan poco y no le hubiera permitido luchar con aquellos chicos. —No hubieras podido, de todas formas- le dijo el mago- Nadie lucha contra los leones, pues sólo con verlos, y saber lo fieros y valientes que son, todo el mundo huye. ¿Has visto alguna vez un león luchando? Era verdad. No recordaba haber visto nunca un león luchando. Entonces Leo se quedó pensativo, mirando la cola de león. Y lo comprendió todo. No había magia, ni transformaciones, ni nada. Sólo un buen amigo que le había enseñado que los abusones y demás animalejos cobardes nunca se atreven a enfrentarse con un chico valiente de verdad.

Pedro Pablo Sancristán

Al terminar con la lectura, realiza una lluvia de ideas sobre lo leído, posteriormente invítalos a realizar la siguiente actividad.

Actividad creativa Problemas en el patio

Divide al grupo en equipos de 5, proporciónales una copia del dibujo que se encuentra arriba, comenta que tendrán que encontrar las situaciones de bullying que identifiquen y las anoten en una hoja para comentarlas en grupo. SITUACIÓN 1: SITUACIÓN 2: SITUACIÓN 3: Al término de esta actividad pregunta ¿Cuándo es bullying? Y que marquen la respuesta correcta con una x en cada uno de los incisos que tú les proporcionarás. Este ejercicio será individual. a) Para que se trate de bullying, estas situaciones deberían ocurrir: ( ) Una vez. ( ) Dos veces. ( ) Muchas veces. b) Para que sea bullying, el niño, la niña o el grupo que agreden: ( ) Tienen intención de molestar. ( ) Lo hacen sin darse cuenta.

¿Puedo jugar? ¡Nooo!

( ) Lo hacen como broma. c) Se trata de bullying cuando el niño o niña que es molestado: ( ) No le afecta para nada ser molestado. ( ) Se siente mal, discriminado o humillado. ( ) Puede ignorar lo que le pase. Respuestas:

a) Muchas veces; b) Tienen intención de molestar, c) Se siente mal, discriminado o humillado.

Pide a los participantes que reflexionen sobre este problema actual. Por medio de preguntas tales como: ¿han sido víctimas de bullying? ¿De qué manera han resuelto conflictos con compañeros, primos y amigos? Para concluir la sesión solicita que elaboren una cajita con palitos de madera pegados con Resistol. Luego le pedirás a cada integrante que escriban su nombre en un papelito y lo depositen en una bolsa que tú tendrás y de la que tomarán uno, corroborando que no sea el propio. Al final del taller le entregarás la cajita de los recuerdos, al compañero o compañera que te haya tocado. Para concluir la sesión les pedirás que formen un círculo y entre todos se den un abrazo y los invitarás a la siguiente sesión.

Sesión 2 Bullying verbal, “El dolor de las palabras”

Da la bienvenida a los niños entusiastamente y coméntales sobre este tipo de bullying y sus consecuencias. O léeles en voz alta el texto siguiente:

Este tipo de acoso es más fácil de infligir en los demás, es rápido y veloz, y aunque no haya cicatrices visibles, en pocos segundos tu autoestima y personalidad se pueden venir abajo por unas cuantas palabras ofensivas de adolescentes sin valores o con problemas.

El bullying verbal se caracteriza por el uso constante de insultos, burlas o generalmente apodos de muy mal gusto, esto causa un gran daño psicológico a la persona de manera que afecta su comportamiento, llevándolo a aislarse de las personas que los rodean por miedo a ser humillados. Este tipo de maltrato usualmente se da con las personas de provincia o de bajos recursos ya que llegan a recibir humillaciones por carecer de dinero. Después de la lectura los invitarás a realizar comentarios sobre lo leído y si saben de algún caso de bullying verbal. Realizarán la actividad: “Atención al semáforo” (da una copia por participante), que consiste en:

LOS COLORES DEL SEMÁFORO NOS SEÑALAN ALGO. EL ROJO ES PELIGRO; EL AMARILLO, ATENCIÓN; Y EL VERDE, PERMITIDO. VAMOS A USAR ESTE CÓDIGO PARA EL BULLYING. LOS COLORES DEL SEMÁFORO NOS SEÑALAN ALGO. EL ROJO ES PELIGRO; EL AMARILLO, ATENCIÓN; Y EL VERD Luego del ejercicio de identificación, siéntalos en círculo y pregúntales ¿cuántos casos de bullying encontraron? Posteriormente pídeles que escuchen la siguiente lectura en voz alta.

Actividad de lectura

“El orejón” Este cuento fomenta la autoestima y la tolerancia. Dirigido a los niños que sufren bullyIng. Escrito por Álvaro Jurado Nieto, (Colombia). Era su segundo día de clases en el "Jardín Arco Iris". Henry se sentó en el primer pupitre del salón, del lado de la ventana, como le recomendó su mamá. "Buenos días niños" dijo alegremente la profesora Mily. "Hoy vamos a estudiar algunos animales. Comenzaremos con el asno, ese animal tan útil a la humanidad, fuerte, de largas orejas y…"Como Henry " la interrumpió una voz, salida de la parte de atrás del salón. Muchos niños comenzaron a reír ruidosamente y miraban a Henry. "¿Quién dijo eso?" preguntó la profesora, aunque sabía bien quién lo había dicho. "Fue Quique", dijo una niña señalando a su lado a un pequeñín pecoso de 5 años. "Niños, niños", dijo Mily con voz enérgica y poniendo cara de enojo. "No deben burlarse de los demás. Eso no está bien y no lo voy a permitir en mi salón".

Todos guardaron silencio, pero algunas risitas se oyeron todavía en varias partes. Un rato después una pelota de papel golpeó la cabeza de Henry. Al voltear no vio quién se la había lanzado y nuevamente algunos se reían de él. Decidió no hacer caso a las burlas y continuó mirando las láminas de animales que mostraba Mily. Estaba muy triste pero no lloró. En el recreo Henry abrió su lonchera y comenzó a comerse el delicioso bocadillo de guayaba con yogur que su mamá le había metido. Dos niños que estaban cerca le gritaron: "orejón, oye orejón, no comas tanto que va a salirte cola como un asno" y echaron a reír. Otros niños a su alrededor lo miraron y tocando sus propias orejas, sonreían y murmuraban. Henry entendió por primera vez, que de verdad había nacido con sus orejas un poco más grandes que las de los demás. "Como su abuelo Manuel" le había oído decir a su papá una vez, pero no entendió a qué se refería. “Ahora si lo sé”, se dijo. De pronto se escucharon gritos desde el salón de música, del cual salía mucho humo. Henry se acercó y vio a varios niños encerrados sin poder salir, pues algún niño travieso había colocado un palo de escoba en los cerrojos. A través de los vidrios se veían los rostros de los pequeños llorando, gritando y muy asustados. Dentro algo se estaba quemando y las llamas crecían rápidamente. Los profesores estaban reunidos en la parte de atrás del colegio y no se habían dado cuenta del peligro y ninguno de los niños se atrevía a hacer nada. Henry sin dudarlo un segundo, dejó su lonchera y corrió hacia la puerta del salón, y a pesar del humo y del calor que salía de ella, agarró la escoba que la trababa y la jaló con fuerza. Los niños salieron de prisa y todos se pusieron a salvo. Henry quedó como un héroe. Los profesores que venían corriendo al sentir los ruidos, lo abrazaron y elogiaron su valor. Los niños que se habían burlado de él por sus orejas estaban apenados. En casa, Henry contó todo lo sucedido a su familia, por lo que todos estaban orgullosos de él. Al día siguiente, ningún niño se burló de Henry. Habían entendido que los defectos físicos eran sólo aparentes, pero en cambio el valor de Henry al salvar a sus compañeros era más valioso y digno de admirar. Al concluir la lectura pídeles que mediten sobre lo leído y den su punto de vista. Actividad creativa

Solicita a los participantes que respondan por escrito en una hoja blanca las siguientes preguntas: ¿Describe las características de un buen amigo? ¿Indica cómo demuestras que eres amigo de alguien? ¿Crees que es importante tener amigos? ¿Por qué? ¿Crees que tienes cualidades para ser un buen amigo? ¿Cuáles son y qué otras quisieras tener? Recoge las hojas y lee varias de ellas al azar, sin decir el nombre del participante.

En sesión plenaria, abre un debate sobre las ideas expuestas. Maneja una reflexión sobre "lo que yo puedo hacer hoy, para comenzar a darme la alegría de ser amigo, y empezar a sembrar esta alegría en mí, en la familia y con amistades". Pide a los participantes que también reflexionen, sobre cómo pueden ser mejores amigos y que escriban la frase, sobre la amistad, en una pulsera de foamy que realizarán. Ejemplo: El que busca un amigo sin defectos se queda sin amigos, Los amigos son la familia que se escoge, Una persona sin amigos es como si viviera en el desierto, La amistad es una igualdad armónica. Y después depositaras en la cajita de los recuerdos. Recorta un pedazo de foamy de aproximadamente 1.5 cm. de ancho y de largo 20 cm., con unas tijeras redondearás los extremos y realizarás un corte donde entrará el botón que previamente cosiste en el otro extremo de la pulsera.

Al terminar la actividad pide que anoten y lean los 10 puntos para evitar el bullying verbal y que reflexionen y comenten en una plenaria, pero antes léeles lo siguiente.

Muchas personas dicen que el bullying físico es el peor. Sin embargo, el verbal es igual que el abuso físico. Este tipo de bullying te hace ver como una persona débil mientras que el bully, el agresor, parece una persona fuerte

y dominante.

1. ¡Evita al bully cueste lo que cueste! Toma otro camino si piensas que éste quiere acercarse a ti.

2. Ignora al bully. Aunque es difícil ignorar los insultos, rumores y comentarios de otras personas, si disimulas que no te afectan, el bully perderá la confianza en sí mismo y el poder que tiene sobre ti. Si el bully no deja de molestarte, habla con un profesor o con tus padres.

3. Toma en cuenta que los bullies suelen incitar a tus amigos a unirse a la “diversión”. Haz que el bully se vea débil en frente de sus amigos ignorándolo por completo.

4. Avísale a un maestro, a tus padres o a un adulto en quien confíes, si este es constante. ¡Si no lo haces, el bully te molestará incluso más!

5. Siempre sé educado. Si te pones agresivo, podrías provocar al bully a que te agreda físicamente y podrías meterte en problemas con tus padres o con la escuela. Es más, si lo enfrentas de manera civilizada, la gente lo verá a él como un inmaduro.

6. No hagas caso a los rumores. No te molestes en decirles a todos que el rumor no es verdad. Si haces esto, la gente puede pensar que escondes algo.

7. Aléjate del bully si éste te insulta en la cara, para hacerlo ver como una persona débil. Si el insulto duele mucho, retírate para poder lidiar con ello en otro momento.

8. Cuéntale a alguien sobre cómo te sientes. Si no tienes amigos cercanos, habla con el psicólogo de tu escuela. Si no puede resolver el problema, al menos te dará algunos consejos o ayudarte a salir adelante.

9. Si el abuso continúa, habla con tu director para que él lo haga con el bully. 10. Después de que pase todo, ¿por qué no intentas actuar de manera

amistosa con el bully? Aunque puede parecerte raro, puedes intentar mejorar la situación así. No vale la pena ser enemigos de por vida. Por ejemplo, puedes decirle algo como “Hola, ¿cómo estás? Mira. Siento mucho que tuve que acusarte con el director, ¿pero estaba pensando si podríamos ser amigos?”. Si no puedes decírselo en persona, entonces escribe una carta y dásela. Cuando la lea, se dará cuenta de cuán malo ha sido contigo y tal vez empiece a actuar de manera más amigable.

Da las gracias por su asistencia e invítalos para el día siguiente. Motívalos a ser mejores amigos.

Sesión 3 Bullying físico “Golpe avisa” Da una cordial bienvenida a los participantes y pide que tomen asiento, para que leas o comentes sobre el bullying físico. Éste es el más común, incluyendo acciones y conflictos como peleas, hurtos, palizas, golpes, zancadillas o incluso pequeñas acciones que puedan hacer daño a la víctima que lo padece, además de provocar presión, inseguridad y/o temor. Incluye toda acción corporal como golpes, empujones, patadas, formas de encierro, daño a pertenencias, entre otros.

Se identifica porque suele dejar huellas corporales. Conforme a la edad y el desarrollo aumentan las agresiones se vuelven más violentas y peligrosas (sobre todo en varones) y con una intencionalidad más explícita. Aquí son muy comunes las acciones humillantes, como meter la cabeza de la víctima en la taza del inodoro y tirar de la palanca, jalar la pretina de prendas íntimas, tirarlo en los botes de basura, quitarle los pantalones o subirle la falda, en el caso de las niñas. Los tocamientos sexuales no deseados son un problema común para las mujeres, sobre todo las que se han desarrollado más rápido en comparación con otras de su edad y que llaman más la atención de los chicos. Los malos tratos cobran mayor intensidad y pueden llegar a resultar peligrosos cuando los muchachos mayores combinan con ideologías de odio, como sucede con los homofóbicos que se dedican a perseguir homosexuales reales o supuestos (amanerados). Con el tiempo es probable que hagan su aparición las armas blancas y algunas veces las de fuego. Afortunadamente es fácil identificar si alguien ha sido maltratado físicamente, pues digamos que es mucho más visible que el acoso verbal que aunque sume al acosado en una melancolía, los golpes pueden saltar a la vista. Pero también hay casos en los que el acosador sabe dónde pegar y no deja una marca visible. Al finalizar la lectura o tu comentario, pídeles que manifiesten qué tan grave es el bullying físico. Al concluir repárteles un papelito con una palabra escrita que tiene que ver con buen o maltrato, para que se lo coloquen en la frente. Ejemplos:

Buen trato

1. El acto más pequeño de amabilidad vale más que la intención más grande, Khalil Gibran.

2. Haz el bien. Da lo mejor de ti. Trata a otros como te gusta que te traten a ti, Lou Holtz.

3. Intenta siempre tratar un poco mejor a las personas de lo que es necesario, J.M. Barrie.

4. Nunca pierdas la oportunidad de tratar bien a alguien, William Makepeace Thackeray.

5. En lugar de amar a tus enemigos, trata a tus amigos un poco mejor, E. W. Howe.

6. Respeta a otros y otros respetarán a ti, Confucio. 7. La distancia más corta entre dos personas es una sonrisa, Víctor Hugo. 8. Se amable, porque todo el mundo está pasando momentos difíciles, Platón. 9. El buen trato infantil es la primera característica por la que todo país debe

definirse, Autor desconocido. 10. No esperes que la gente te trate algo mejor de lo que te tratas a ti mismo,

Bo Bennett. 11. Si quieres que otros sean felices, practica la compasión. Si quieres ser feliz,

práctica la compasión, Dalai Lama.

12. La amabilidad es un lenguaje que los sordos pueden escuchar y los ciegos pueden ver, Mark Twain.

13. No hay nada tan recompensante como hacer a la gente darse cuenta de que son valiosas en este mundo, Bob Anderson.

Maltrato

1. Ante las atrocidades tenemos que tomar partido. El silencio estimula al

verdugo, Ana Isabel Gutiérrez. 2. A las personas que sufren violencia psicológica les cuesta mucho más

superar los hechos que la violencia física, Elie Wusel. 3. La violencia crea más problemas sociales que los que resuelve, Isaac

Asimov. 4. Cuando maltratas a alguien, o a un animal, dejas de ser persona, Autor

desconocido. 5. La mano que pega es la misma que acaricia, Autor desconocido. 6. Los humanos razonamos no violentamos Autor desconocido.

Ahora explícales que cuando digas ¡Acción! todos y todas comenzarán a moverse por el espacio designado y no paran hasta que oigan la palabra ¡Alto! En ese momento han de pararse, como estatuas, y leer el papelito de la persona que tengan más cercana. Si valoran que sus conceptos tienen relación se juntarán dándose la mano para ir formando una cadena de tratar bien o tratar mal. Esto se repetirá hasta que todos los participantes pertenezcan a una u otra cadena. Cuando estén formados los dos grupos, se colocan frente a frente y se les propondrá alguna de las siguientes tareas. Cada participante explica el significado de su concepto y pone un ejemplo de la vida cotidiana. El subgrupo que forma cada cadena construye una definición de maltrato o de buen trato. Al concluir pide a los participantes que tomen asiento para escuchar la lectura en voz alta que tú realizarás. Actividad de lectura

“El chico omega” de César Mallorquí ¡Ring-ring…! Vamos, vamos, espabílate, está sonando el despertador. Arriba, dormilón, abre los ojos y mira por la ventana; comienza un nuevo día y la mañana es espléndida. Anda, no seas holgazán y sal de la cama; piensa que hoy es el primer día del resto de toda tu vida y cualquier cosa puede suceder, pues el mundo está lleno de promesas. Te incorporas y te sientas en la cama con los ojos todavía abotargados por el sueño; durante unos segundos sientes una punzada de angustia por haberte despertado, pero ese dolor, ese taladro sordo que te perfora

por dentro, desaparece poco a poco sumido en la resignación. Un nuevo día, sí, un día en el que todo es posible. Te levantas, te duchas, te pones el uniforme del colegio, desayunas en la cocina, recoges la mochila con los libros y te despides de mamá con un fugaz beso. Que pases un buen día, dice ella, sonriendo. Un buen día... como ayer, como mañana, como siempre. Sales a la calle; la mañana es soleada pero fría, las personas que pueblan las aceras deambulan con prisa, como si todos llegaran tarde a algún sitio. Te arrebujas en el chaquetón y metes las manos en los bolsillos para protegerlas del frío, echas a andar hacia el colegio; sólo está a seis manzanas de distancia, apenas diez minutos de tranquila caminata. Miras el reloj que preside la torre de una iglesia: marca las nueve menos cinco, faltan quince minutos para que empiecen las clases. Automáticamente, casi sin darte cuenta, comienzas a caminar más despacio; si llegas demasiado pronto, te encontrarás a tus compañeros en el patio, y eso no es bueno, ¿verdad?, no, no, no, nada bueno, así que no corras, tranquilo, arrastra los pies, procura retrasar al máximo el momento de la llegada. Las nueve en punto... Las nueve y cinco. Cruzas el viaducto que salva un desnivel entre dos calles; ya vez el colegio, ahí está, frente a ti. Conforme te acercas, un nudo se va formando en tu estómago y sientes ganas de darte la vuelta y alejarte corriendo, perderte en las calles, desaparecer, pero sabes que no puedes, sabes que cadenas invisibles te atan a tu deber, y tu deber es ir al colegio, estudiar, formarte, y aguantar, y aguantar, y aguantar, soportar lo insoportable. Ya está, has llegado. El patio se encuentra casi desierto, buena suerte; cruzas la verja y echas a andar hacia el edificio del colegio. De pronto, escuchas a tu espalda un repique de pasos acelerados; son tres compañeros tuyos que llegan corriendo para no retrasarse. Al pasar a tu lado, uno de ellos te da un doloroso palmetazo en la nuca; los otros dos se ríen y escupen algún comentario hiriente. Bajas la mirada y sigues caminando en silencio; hoy no vas a llorar, te dices apretando los dientes, no, no llorarás Ellos pasan de largo –el eco de su carrera reverberando en los pasillos– y tú, con la mirada fija en el suelo, subes las escaleras, cruzas el umbral y te adentras en un largo corredor jalonado de aulas. El vocerío de los chavales te llega amortiguado por los tabiques. Entras en clase. El profesor ya ha venido y los alumnos se están sentando. Dejas el chaquetón en una percha y te diriges a tu pupitre, que se encuentra al fondo del aula, en una esquina. Cuando estás a punto de llegar, alguien te pone la zancadilla y das un traspié, pero logras no caerte. Un ramillete de risas florece a tu alrededor.

Te sonrojas e intentas tragar saliva, pero tienes la boca seca. Encajas la mandíbula –hoy no vas a llorar, no– y te sientas, y sacas el libro de ciencias naturales, y lo pones sobre el pupitre, y pierdes la mirada esquivando los ojos de los demás. La clase se inicia. El profesor comienza a hablar acerca de los animales sociales. Los lobos son una especie social y su comportamiento está en gran medida condicionado por las relaciones con otros miembros de su raza. Su forma usual de organización es la manada, un grupo más o menos amplio de ejemplares regido por una severa pauta jerárquica. Así pues, cada miembro de la manada posee un diferente grado de estatus que determina su acceso al alimento y a la reproducción. Los rangos se establecen mediante una serie de luchas y enfrentamientos rituales en los que realmente pesa más el carácter y la actitud que el tamaño o la fuerza. Cada manada tiene dos líderes claros: el macho alfa y la hembra alfa, que guían los movimientos del grupo y tienen preeminencia sobre los demás a la hora de alimentarse, procrear y criar a sus camadas. Por debajo de los líderes se encuentra el macho o la hembra beta, que sólo muestra obediencia a los alfas, y así sucesivamente. En ocasiones, existe un rango marginal llamado omega. El lobo omega ocupa el último puesto de la manada y es el blanco de todas las agresiones sociales Víctima del desprecio de sus congéneres, el lobo omega adopta una actitud de sumisión permanente y puede acabar abandonando el grupo para convertirse en un lobo solitario. Las diez y cinco, acaba la clase; en medio del alboroto de los alumnos, el profesor de naturales se va, y entra el de matemáticas. Cincuenta y cinco tediosos minutos después, concluyen los números y comienza la clase de lengua. La profesora te pregunta y tú, entre titubeos, contestas erróneamente; tus compañeros se ríen. De ti. Una vez más. No importa, estás acostumbrado. Las doce menos cinco; suena el timbre que marca el comienzo del recreo. Los alumnos abandonan en tropel el aula, pero tú lo haces despacio, sin prisa, porque sabes que nada ni nadie te espera. Sales al patio, te diriges a un rincón, te sientas en el suelo, con la espalda apoyada contra un muro, y contemplas a los demás. Nadie te va a pedir que juegues al fútbol, nadie se va a acercar a ti para charlar; con suerte, ni siquiera se meterán contigo. Es el vacío absoluto, el aislamiento total. Incluso aquellos que nunca te han hecho nada se mantendrán alejados, pues hablar contigo es caer muy bajo, así que se limitarán a ignorarte. En cierto modo, este es el peor momento del día, ¿verdad?, cuando durante el recreo ves a tus compañeros jugar y reírse. Entonces, la soledad se abate sobre ti como una losa y sientes una tristeza enorme consumiéndote por dentro, y te preguntas por qué, qué les has hecho tú para que te traten así, pero eso da igual, chico omega; puede que seas más bajo, o más gordo, o más tímido, o más torpe, no importa; lo único que cuenta es que

eres distinto y eres más débil. Ese es tu pecado y ellos son el castigo. Las doce y cuarto, termina el recreo. Las dos siguientes clases —música y plástica— transcurren sin incidentes y llega la hora de la comida. Te diriges al comedor junto con el resto de los alumnos y te sitúas al final de la cola; cuando llega tu turno, coges la bandeja con la comida y te sientas a una de las mesas, en una esquina, casi en el borde del banco corrido, lejos de los demás. Nadie te habla mientras coméis, nadie se acerca a ti, ni siquiera te miran. Hay cientos de chicos rodeándote, pero estás solo. Cuando llegas al postre, coges un poco de flan con la cuchara, te lo llevas a la boca y lo escupes al instante; alguien le ha echado sal. Escuchas unas risas, pero no miras a nadie; bebes un largo trago de agua y el sabor salado se desvanece. El amargo, no; ese se queda, siempre está ahí. Después de comer, todo el mundo va al patio. Tú te diriges a un rincón, detrás de la cancha de baloncesto, donde nadie pueda verte, y permaneces ahí sin hacer nada, sin pensar en nada, porque pensar duele. Las tres y veinticinco; regresáis al aula y comienza la clase de ciencias sociales, y luego, a las cuatro y veinte, la última del día, inglés. A las cinco y cuarto suena el timbre que marca el final de las clases. Carrera; tú, por el contrario, permaneces sentado, guardando muy despacio los libros y los cuadernos en la mochila, hasta que el aula se queda vacía, y entonces te sales al corredor con la mochila en las manos. Pero si querías pasar inadvertido, te has equivocado, pues en el pasillo; no estaban esperándote, sencillamente se habían quedado charlando, pero tú has aparecido de repente y la tentación es demasiado fuerte como para dejarla correr. Al pasar por su lado, uno de los alumnos le da un manotazo a tu mochila y la tira al suelo. Te agachas para cogerla, pero el chico le da una patada y se la pasa a otro, como si fuera un balón, y así una y otra vez, tú corriendo de un lado a otro en medio de las risas y las burlas de los demás, y la mochila de pie en pie, de patada en patada. De pronto, uno de los golpes hace que un libro, el de ciencias naturales, caiga al suelo. Logras recuperar la mochila y te agachas para coger el libro, pero uno de los chicos le da un puntapié y el libro sale despedido por el aire, con la cubierta desprendida y varias hojas rotas. Una de ellas planea lentamente y cae a tus pies; en la hoja puede verse la foto de un lobo. De repente, te quedas sin fuerzas, vacío, demolido. Con la vista fija en la foto, dejas caer los brazos y la mochila, y luego alzas la mirada hasta encontrar los ojos de uno de los lobos, que está riéndose a carcajadas de ti, y lo contemplas sin ira, sin resentimiento, sólo con infinita tristeza y con una muda pregunta titilando en tus pupilas: ¿por qué…? Poco a poco, la risa se congela en las fauces del lobo; su mirada vacila y la aparta de ti, se da la vuelta. Venga, vámonos, dice; que le den a

este friki, y se aleja en dirección a la salida sin atreverse a volver la vista atrás. Todavía riéndose, los demás lobos lo siguen. Cuando desaparecen de tu vista, te agachas y recoges los maltrechos restos del libro, y los ordenas con cuidado, como si atendieras a un enfermo, y los vuelves a meter en la mochila, y entre tanto encajas la mandíbula y aprietas los labios, porque no vas a llorar, hoy no, chico omega, no llorarás. Te pones la mochila a la espalda, recorres el desierto pasillo con la mirada perdida y cruzas el patio; aún queda gente jugando en las pistas de deportes, o remoloneando junto a la entrada, pero nadie te mira y tú no miras a nadie. Sales a la calle y echas a andar de regreso a casa; no piensas en nada, no sientes nada. Al llegar al viaducto, sin saber por qué, te detienes, te apoyas en la barandilla y miras hacia abajo; debes de estar a unos diez metros de altura sobre la calle. El tráfico ruge a tu alrededor. Durante largos segundos, no haces nada más que contemplar el vacío que se abre ante ti, con la mente desconectada y el corazón anestesiado, pero lentamente las imágenes y los recuerdos vuelven a ti, y regresan con más fuerza que nunca la tristeza y la soledad, y te preguntas por qué no le gustas a nadie, por qué te desprecian tanto los demás; entonces piensas que puede que tengan razón, que a lo mejor eres una mierda, que quizá te mereces ese desprecio porque no vales nada. ¿No sería más sencillo acabar con todo de una vez, poner fin para siempre al dolor y la soledad? Es fácil, piensas, bastaría con saltar por encima de la barandilla y dejarme caer... De repente, apartas la mirada del vacío, y las lágrimas, que hasta ahora habías logrado mantener a raya, se agolpan en tus ojos como una inundación. Y echas a correr al tiempo que lloras, y corres con todas tus fuerzas, corres, corres, corres huyendo de ti mismo, porque te das miedo; y cuando finalmente llegas al parque que está junto a tu casa, te dejas caer exhausto en un banco, ocultas el rostro entre las manos y ahí permaneces un buen rato, el punteo de los jadeos mezclándose con el susurro de los sollozos. Unos minutos más tarde, cuando se agota el manantial de las lágrimas, te enjugas los ojos con la manga del chaquetón, te aproximas a una fuente, te lavas la cara y- das una vuelta sin rumbo fijo para que las huellas del llanto se desvanezcan, porque no quieres que tu madre te pregunte nada. Regresas a casa y besas a mamá. ¿Qué tal el día?, dice ella, y tú respondes: Muy bien. Luego, aunque no tienes hambre, meriendas, y te vas a tu cuarto para estudiar, pero no puedes concentrarte. Nunca puedes concentrarte. Llega papá del trabajo y lo saludas, y poco después cenáis los tres juntos, y ves un rato la televisión, pero estás distraído y te cuesta seguir el hilo de los programas, así que te despides de tus padres, te lavas los dientes, vas a tu dormitorio, te pones el pijama, te acuestas y apagas la luz.

Tardas mucho en conciliar el sueño, pero poco a poco logras ir sumiéndote en la inconsciencia. Este es el mejor momento del día, ¿verdad?, porque cuando duermes no sientes nada y quizá sueñes que no estás solo, así que cierra los ojos, chico omega, refúgiate en el sueño, pobre niño herido, porque allí los lobos no podrán atraparte. ¡Ring-ring...! Vamos, vamos, perezoso, está sonando el despertador. Levántate, dormilón; amanece un nuevo día, un día cargado de promesas, un día luminoso donde todo puede ocurrir. Un día más en el infierno. Al finalizar la lectura pídeles que hagan comentarios sobre ésta, posteriormente les explicarás la forma de elaborar un comic sobre el bullying físico, siendo el personaje principal su compañero que les tocó al inicio. Actividad creativa Creación de cómic: proporciónales una hoja tamaño oficio, que cortarán por la mitad a lo largo, después la dividirán en seis partes que serán tus páginas para el comic, a la primera y última página les pegarás un pedazo de foami, que servirán como pastas, pon el título. Coméntales que es importante que tengan en cuenta que un comic es muy libre en todas sus formas y contextos.

Ejemplo:

Al terminar, lo depositarán en su cajita de los recuerdos, los despedirás e invitarás a la siguiente sesión.

Sesión 4 Ciberbullying, “Cámara indiscreta” Agradece a los participantes su asistencia a esta nueva sesión y pregúntales si saben ¿Qué es el ciberbullying? Después léeles o comenta lo que a continuación se anexa. El ciberbullying es el uso de los medios telemáticos (Internet, telefonía móvil y videojuegos online principalmente) para ejercer el acoso psicológico entre iguales. No se trata aquí el acoso o abuso de índole estrictamente sexual ni los casos en los que personas adultas intervienen. ¿Cómo se manifiesta el ciberbullying? Las formas que adopta son muy variadas y sólo se encuentran limitadas por la pericia tecnológica y la imaginación de los menores acosadores, lo cual es poco esperanzador. Algunos ejemplos concretos podrían ser los siguientes:

Colgar en Internet una imagen comprometida (real o efectuada mediante fotomontajes) datos delicados, cosas que pueden perjudicar o avergonzar a la víctima y darlo a conocer en su entorno de relaciones.

Dar de alta, con foto incluida, a la víctima en la Web donde se trata de votar a la persona más fea, a la menos inteligente… y cargarle de puntos o votos para que aparezca en los primeros lugares.

Crear un perfil o espacio falso en nombre de la víctima, en redes sociales o foros, donde se escriban a modo de confesiones en primera persona entre otros.

Algunos casos de ciberbullying:

Una niña de 10 años creó un exitoso grupo en Facebook para humillar a una

compañera de clase

Romina Perrone, estudiante de 10 años en un colegio bonaerense, tuvo que sufrir que una compañera de clase crease un grupo en Facebook dando razones para odiarla. Llegó a sumar más de cinco mil fans y pese a los esfuerzos de la madre de Romina, Facebook se negaba a eliminarlo.

Atacaron la dignidad de un compañero en Tuenti

Un joven fue condenado en Sevilla a pagar una multa de 100 euros por colgar en su perfil de la red social online Tuenti, un fotomontaje de un compañero de clase con el que provocó deliberadamente comentarios

despectivos hacia la víctima por parte de sus compañeros de bachillerato. Además, el condenado contribuyó en primera persona a dichos comentarios a través de los chats que sostuvo con sus compañeros. Junto a este joven, mayor de edad, varios compañeros de clase, menores, fueron condenados a trabajos en favor de la comunidad. A parte de ciberbullying existen otros temas relacionados como ciberviolencia de género que es la violencia contra las mujeres, en muchos casos adolescentes. Es un problema que ha encontrado en Internet un nuevo contexto y formas para su desarrollo. Más allá del ciberacoso sexual y otros tipos de violencia sexual digital. La victimización de las mujeres online, cobra especial relevancia impulsada por dos características adicionales que presenta la Red. La facilidad para hacer daño, ayudada por un alto grado de impunidad y las dificultades para mantener la privacidad. El contacto permanente con la víctima, en forma de control, que el agresor puede mantener de manera especial con la popularización de smartphones, redes sociales y Apps de mensajería instantánea. Desde 2010, PantallasAmigas presta especial atención a este fenómeno que se manifesta cada vez con mayor frecuencia y desde edades más tempranas. Otro sería, Sexting, una práctica de riesgo, La práctica del sexting está experimentando un constante aumento y, como práctica de riesgo, es el origen de numerosos problemas. Estos problemas pueden ser legales, especialmente cuando hay niños y niñas implicados, relacionados con la privacidad o el derecho a la propia imagen, con el ciberbullying, con el ciberacoso sexual e incluso con la sextorsión. Como vemos el sexting puede provocar la sextorsión, que tiene su origen en el chantaje realizado a partir de la posesión por parte del chantajista de una imagen íntima. Su finalidad suele ser la obtención de dinero, el dominio de la voluntad de la víctima o la victimización sexual de la misma (muy común en los casos de Internet grooming o de ciberviolencia de género). Grooming o ciberacoso sexual El ciberacoso sexual a niños, niñas y adolescentes, también conocido como Internet grooming o child grooming es un problema en aumento. Esto se debe a la facilidad de comunicación que permite Internet y la dificultad para la supervisión parental de la vida digital, factores ambos que posibilitan que los acosadores tengan medios para actuar.

Las actitudes valientes son uno de los mejores remedios contra los abusos y el acoso. Pide a los participantes que expongan sus puntos de vista sobre lo leído o comentado. Al concluir siéntalos en círculo e indícales que pongan atención a la siguiente lectura en voz alta. Actividad de lectura

Zaira Zaira notaba cómo su corazón comenzaba a latir al compás de sus pasos...ahora más rápido... ahora mucho más rápido. Parecía que no era capaz de controlar ni su corazón ni su miedo No entendía qué estaba ocurriendo ni qué estaba pasando con su vida. Siempre. Había sido una niña normal, sin problemas. Y ahora, a sus 15 años, su vida era un caos y lo peor es que no lograba comprender el porqué. No era una chica excesivamente abierta, pero sí se podía decir que tenía amigas y sus compañeras de clase hasta hace un año, eran buenas compañeras de clase. La cosa cambió cuando llegó nueva al colegio, Ainoa. Era una niña líder en todos los aspectos. Le gustaba llamar la atención y acaparar todas las miradas por el motivo que fuera. Ainoa llegó al nuevo colegio pisando fuerte, demasiado fuerte....y pronto se hizo la líder de la clase. Por supuesto, era una chica muy lista, y los profesores poco intuían de lo que detrás de esa mirada tierna y dulce se escondía. Todo comenzó una mañana en la que Zaira estaba en el baño del colegio, y la puerta estaba estropeada, por lo que apoyó el pie para que nadie entrara y poder hacer sus necesidades sin ser vista. Pero...cuándo estaba sentada en la taza del wáter, la puerta se abrió de golpe y móvil en mano estaba allí Ainoa con un grupo numeroso de chicas, que habían entrado en silencio. Zaira, comenzó a subirse su ropa interior y sus pantalones apresuradamente muy nerviosa, pero la escena se estaba grabando con el móvil y las risas ya eran estridentes. Ese fue el comienzo del acoso a Zaira. Las imágenes grabadas fueron de móvil en móvil por todo el colegio. Era el hazme reír de todo el mundo. Pero era sólo el comienzo y Zaira estaba muy lejos de saberlo. No contó nada en casa, por miedo a que también se rieran de ella. Y ese fue su gran fallo. Ainoa, sabedora de que Zaira no iba a hacer nada, comenzó a hacerle la vida imposible, era motivo de mofa por cualquier cosa que hiciera. Un día, iba para el colegio y de pronto le aparecieron un montón de chicas. Le hicieron un círculo y la pusieron en el medio. Le dieron vueltas como a una peonza, la empujaron de un lado al otro y de unas manos a otras... Zaira aterrada comenzó a vomitar y las risas y las burlas eran todavía más escandalosas. Cuánto más miedo ella tenía... las otras más se reían y más parecían divertirse. Cuándo se aburrieron, la dejaron tirada en el suelo en el medio de sus vómitos y de sus orines, y se fueron para el colegio, con cara de niñas dulces y buenas,

mientras Zaira permanecía tirada en el medio de la acera sin saber qué hacer. Ese episodio por supuesto también fue grabado y fue de móvil en móvil. Cada día de clase era un sufrimiento y cada día que amanecía era una pesadilla. Zaira no encontraba motivos por los que salir adelante y afrontar el nuevo día. Sus pensamientos eran cada día más negros y sus motivos para seguir adelante eran nulos. Sólo veía problemas a los que no encontraba solución, Hiciera lo que hiciera estaría siempre Ainoa amargándole la vida. Hundida y abatida se enfrentó de nuevo a su día de clase y fue uno de los peores. La hicieron ir al cuarto de baño y recibió golpes por todas partes entre risas y jolgorios... entre móviles grabando y patadas en el estómago. Era el peor día de su vida. Cuándo se cansaron, la dejaron tirada en el suelo y se retiraron para asistir a clase, no sin antes advertirle que a la más mínima palabra volverían por ella. Pero aunque Zaira se equivocó desde el principio en no contar nada ni a su familia ni en el colegio, un ángel blanco se le iba a presentar en su vida y le iba a poner las cosas más fáciles. Se abrió de pronto la puerta del baño y entró una chica, un curso anterior al de ella. La miró con cara de pena y la ayudó a levantarse en silencio. Le arregló la ropa y le dio la mano. Me acaba de llegar un video tuyo.... te lo grabaron las de tu clase...mi padre es policía. Vamos a llevárselo. Zaira no quería problemas, pero su nueva y mejor amiga, Sonia, era la que en estos momentos llevaba la voz cantante en su vida y ella necesitaba que alguien la ayuda... que alguien la guiara y le dijera que tenía que hacer, ya que sus pensamientos se estaban convirtiendo en algo muy oscuro y le venían cosas a la cabeza que ella no quería hacer pero no veía otra salida. Pero sí la había. Sonia sabía que lo peor que podía hacer era quedarse callada y tomó las riendas en la vida de Zaira. El video fue visto por el padre de Sonia y ahí empezó el calvario para Ainoa y su pandilla. Fueron expulsadas del colegio, con una orden de alejamiento. No se podían acercar a Zaira. La noticia salió en los periódicos y aunque los nombres no se podían poner por ser menores de edad, todo el mundo sabía quiénes eran las culpables de amargarle la vida. La noticia corrió como la pólvora... en las radios... en la televisión... en el telediario... Zaira, pensaba que gracias a que Sonia se había presentado a tiempo en su vida, podía contar lo ocurrido. Zaira y Sonia fueron amigas el resto de sus días. Zaira, estudió una carrera volcada en la ayuda al prójimo, pensaba que gracias a su amiga ella ahora era feliz y necesitaba ayudar a los demás igual que habían hecho con ella. Ainoa y su grupo, no se volvieron a acercar a ella. La vida las llevó a todas por diferentes caminos. Zaira puede decir ahora que es feliz y que su felicidad se la debe en una parte muy grande a su amiga, que ese día se presentó y le tendió una mano. Ahora con el tiempo, se daba cuenta de su equivocación... tenía que haberlo dicho en casa... a los profesores.... ese acoso habría parado. Aprendió la lección y ahora pretendía enseñársela a mucha gente que como ella, pasaban por esa situación.

Ante las múltiples noticias en los periódicos relacionados con este tema, decidí escribir este relato que puede ser idéntico al que cualquier niño esté pasando en estos momentos. Por supuesto... como digo siempre... todo es de mi invención, nada es sacado de la vida real, aunque... no creo que la vida real de esos niños sea muy distinta. Al concluir con la lectura pide que hagan comentarios al respecto y pregunta qué harían si se encontraran en una situación igual o similar. Al terminar invítalos a realizar la siguiente manualidad. Actividad creativa

Práctica funda para celular. Materiales: tela, fieltro, anilina del color que te agrade, tijeras, hilo cáñamo, aguja de canevá.

Indicaciones: corta dos pedazos de tela a 11.5 x 6 cm, amarra la tela por la punta, haciendo unos cuatro o cinco nudos coloca la tela con los nudos en un recipiente con anilina deja la tela unos veinte minutos, retira la tela ábrela y veras el diseño que has logrado, deja la tela abierta y espera a que seque. Corta el fieltro a 1cm. menos que la tela, colócalo sobre la tela y dobla el centímetro restante de tela sobre el fieltro, para finalizar unirás los cortes de tela y fieltro, cociéndolos con el hilo cáñamo y así queda lista tu funda. Al terminar indica que la guarden en la cajita de los recuerdos. Da las gracias e invítalos a la siguiente sesión y que ellos a su vez, la hagan extensiva a sus papás.

Sesión 5 Como prevenir el bullying Da la bienvenida a los participantes y pídeles que realicen el siguiente ejercicio. Une con flechas cada situación con su solución. Une con flechas cada situación con su solución.

Al terminar el ejercicio revisa si sus respuestas fueron correctas, y pide que escriban una o más soluciones para estas situaciones. Agustín vio cómo un chico más grande molestaba a Santiago. / Se acercó a su amigo para darle ánimo y acompañarlo a hablar con un maestro. Desde que empezaron las clases, un grupo de compañeros se burla de Paula. / Habló con sus padres y con sus maestros y maestras. En la escuela de Lucía, un grupo de compañeras siempre deja de lado a otra porque es muy tímida. Nunca le permiten jugar y se burlan de ella con frecuencia. / 5º grado organizó una campaña de afiches con mensajes para informar sobre el bullying. Daniela recibe agresiones a través de Internet: videos que le hacen sentir vergüenza, insultos y burlas. También hacen correr rumores malos sobre ella. / Eliminó aquellos contactos que la agreden y habló del tema con su padre y su madre.

Al concluir pide a los participantes que realicen comentarios sobre el ejercicio, y pide que pongan atención a la lectura en voz alta que realizarás o si prefieres comentarlo. Actividad de lectura Organiza un círculo de lectura con el texto de prevención del bullying, de tal manera que en cada uno de los subtítulos, motives a los participantes para que hagan comentarios sobre lo que leíste. En la familia La familia es la principal fuente de amor y educación de los niños; a partir de ella el niño aprende a socializarse basado en lo valores, normas y comportamientos enseñados en casa; evitemos que nuestro hogar se convierta en un escenario hostil, o por el contrario, demasiado permisivo, tenga por seguro que esto siempre llevará a que los niños adquieran conductas agresivas. Otro papel de la familia es estar informada constantemente, hay cursos en donde se orienta a los padres; éstos se basan normalmente en el amor y la comunicación entre padres e hijos, la observación para detectar inmediatamente cualquier conducta anormal en el chico, estar al pendiente de las actividades de su hijo, la existencia de límites y normas, así como el vigilar que se cumplan. Estos cursos le dan atención especial a la inteligencia emocional, es decir, enseñan a los padres como ayudarles a sus hijos a controlar sus emociones y comportamientos hacia los demás, de tal manera que puedan convivir sanamente.

¿Cómo deben actuar los padres ante un hijo acosador?

o Tienes y debes acercarte a tu hijo, platica con él. o Relacionarte más con los amigos de tu hijo y observa qué

actividades realizan. o Una vez que hallas creado un clima de comunicación y confianza

con tu hijo, preguntarle el porqué de su conducta. o Jamás debes usar la violencia para reparar el problema. Violencia

genera violencia, ¿Dónde está la solución? Tampoco culpes a los demás por la mala conducta de tu hijo.

o Nunca dejes de demostrarle amor a tu hijo, pero también debes hacerle saber que no permitirás esas conductas agresivas e intimidantes, deja muy claro además las medidas que se tomarán a causa de su comportamiento y en caso de que continúe. Cuando se detecta un caso así, los padres del niño deben ayudar a la escuela para resolver el problema inmediatamente. Hable con los profesores, pida ayuda y escuche todas las críticas que te den sobre tu hijo. Manténgase informado de cómo la escuela está tratando dicho caso y los resultados que se están obteniendo.

o A través de la comunicación con tu hijo podrás darte cuenta de sus gustos y aficiones, canaliza su conducta agresiva por ese lado; si por

ejemplo le gusta el fútbol inscríbalo en un club deportivo, si le gusta tocar algún instrumento llévelo para que tome clases.

o Crea un ambiente en tu hogar donde el chico se sienta con la confianza de manifestar sus insatisfacciones y frustraciones sin agredir. Enseñarle buenos modales.

o Debes enseñarle a tu hijo a reconocer sus errores y a pedir disculpas a quienes les haya hecho daño, elogia esas buenas acciones.

En la escuela

o La disciplina que se mantenga en el salón/escuela es fundamental para la construcción de una buena conducta.

o Es importante la supervisión de los alumnos dentro y fuera de los salones.

o Establecer claramente las reglas de la escuela y las acciones que se tomarán.

o Actuar rápido, directa en el caso de que se presente alguna sospecha de bullying.

o La escuela debe estar abierta a las quejas y sugerencias del alumnado

o Realizar conferencias para padres donde se pueda tratar temas como bullying.

o Adicionar o reforzar el tema de educación en los valores en el curso. o Los maestros pueden apoyarse en los alumnos para identificar casos

de acoso, deben ser muy inteligentes y saber quién puede darles información valiosa.

¿Qué deben hacer los maestros?

o Identificar a la víctima y el agresor. o Si ha detectado a la víctima, pregunte a los padres si el niño

presenta dificultad para conciliar el sueño, dolores de estómago, pecho, cabeza, llanto constante.

o Siga al niño a una distancia prudente a los lugares donde comúnmente está sin vigilancia, seguramente se encontrará con el chico que lo está acosando.

o En las paredes de los baños o puertas, suelen escribir burlas y agresiones, revisarlas.

o Platique con los compañeros más cercanos del acosador/víctima, pueden ayudarle.

o Tenga consciencia de que tanto el agresor como la víctima sufren, y Por lo tanto necesitan ser atendidos y tratados.

Instituciones gubernamentales Así como existen líneas gratuitas para hablar o preguntar sobre métodos anticonceptivos, depresión, sida, alcoholismo, entre otros, existen líneas abiertas para que los niños puedan hablar y denunciar conflictos que viven dentro y fuera

del hogar. Debe haber mayores campañas para informar a los padres sobre esta situación, cómo puede detectarse, tratarse y prevenirse. Medios de comunicación y sociedad en general Por lo regular los niños ven programas de acción y violencia y, aunque no lo creamos, influyen en su comportamiento. Los medios masivos de comunicación deben ser más conscientes y controlar los contenidos que emiten o publican. La sociedad en general también puede ayudar a prevenir y atacar el acoso entre los niños, vigilando y no dejar pasar este tipo de situaciones, porque pensemos que se trata de una simple broma. Cuando un niño se burla, amenaza o pega a otro, se debe intervenir para que no se repita. Crear y mantener un teléfono público para los niños es una forma de abrir una puerta a sus posibles conflictos. Las campañas anuales de sensibilización también pueden funcionar para prevenir el acoso escolar. En cuanto a los medios de comunicación sería interesante y muy viable que controlasen más los contenidos que emiten o publican. La sociedad en general debe prevenir y atajar posibles brotes de acoso. Es necesario estar atento y no dejar pasar nada o pensar que todo es normal o se trata de una broma. Cuando un niño se burla, amenaza o pega a otro, se debe intervenir para que eso no se repita. Cuando en el patio del colegio alguien se burla del aspecto de otra persona, hay que reprenderle. Lo malo se corta por la raíz.

Al concluir con la lectura y los comentarios de los participantes los motivarás a diseñar su campaña contra el bullying. Actividad creativa Formarás equipos dependiendo del número de participantes que tengas, y los guiarás para que realicen su campaña contra el bullying, mostrándoles unos ejemplos que les servirán de base.

Tu campaña paso a paso Al terminar su campaña pedirás a los equipos que la muestren al grupo, y para finalizar les leerás en voz alta el siguiente texto.

Entre todos y todas decimos basta de bullying Ya sea que te estén molestando a ti y sientas que te están haciendo bullying, o seas testigo de un ataque contra otros compañeros y compañeras, o amigos y amigas, hay muchas cosas que puedes hacer para frenarlo. Lo mejor es que no te quedes callado.

Habla con un adulto de confianza. Tienes que informar a tu papá, mamá, profesor/a, o a alguien de confianza para que pueda intervenir. Recuerda: pedir ayuda no es acusar, sino ayudar a alguien. ¿Y sabes una cosa? Los niños y las niñas tienen derecho a no ser discriminados. Y esto es tan importante que está escrito en un documento internacional, que se llama la Convención sobre los Derechos del Niño. No importa si eres hombre o mujer, alto o bajo, flaca o gorda, mexicano, colombiano, musulmán, católico o judío. Si tienes alguna discapacidad, si tu mamá y tu papá están o no separados, si él está preso, si eres rico o pobre, si hablas bien el español o no, si te gustan o no los deportes, si te gusta maquillarte, etcétera. No existe ninguna razón que justifique que otra persona te discrimine. Todos y todas somos diferentes y tenemos los mismos derechos. Para cerrar el taller pide a los participantes que vayan por su cajita de los recuerdos y formen un círculo y cada uno ira expresando lo que más le gusto del taller, y entregara la cajita al compañero que le tocó al inicio y todos darán un paso al frente para ir cerrando el círculo, así sucesivamente hasta que todos entreguen a su compañero la cajita, al quedar el circulo totalmente cerrado todos se darán un abrazo y gritaran, AMISTAD Y RESPETO. Les darás las gracias y los invitarás al siguiente taller.

Bibliografía

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