09. la construcción de la identidad mapuche... mirta millán ramírez

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  • Identidades, etnicidad y racismo en Amrica Latina

  • Fernando Garca, compilador

    Identidades, etnicidad y racismo en Amrica Latina

  • ndice

    Presentacin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9

    Introduccin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11Fernando Garca Serrano

    I. LOS MOVIMIENTOS INDGENASY SU RELACIN CON EL ESTADO

    La normalizacin multicultural en la Guatemala neoliberal post conflicto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27Santiago Bastos

    Movimiento cocalero, poltica y representacin: los casos boliviano y peruano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47Mayar Castillo y Anah Durand

    Los movimientos indgenas en contra del Plan Puebla Panam . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73Maya Collombon Bermdez

    Bolivia: posibilidades histricas de la autodeterminacin indgena o reforma criolla . . . . . . . . . . . . . . 87Pablo Mamani

    De la presente edicin:

    FLACSO, Sede EcuadorLa Pradera E7-174 y Diego de AlmagroQuito - EcuadorTelf.: (593-2) 323 8888Fax: (593-2) 3237960www.flacso.org.ec

    Ministerio de Cultura del EcuadorAvenida Coln y Juan Len MeraQuito-EcuadorTelf.: (593-2) 2903 763www.ministeriodecultura.gov.ec

    ISBN: 978-9978-67-187-0 Cuidado de la edicin: Paulina Torres Diseo de portada e interiores: Antonio MenaImprenta: RipergrafQuito, Ecuador, 20081. edicin: noviembre, 2008

  • Mujeres indgenas, justicia y derechos: los retos de una justicia intercultural . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 269Mara Teresa Sierra

    La poltica de la multiculturalidad en Mxico y sus impactos en la movilizacin indgena: avances y desafos en el nuevo milenio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 289Laura Valladares

    IV. RACISMO Y PUEBLOS AFRO DESCENDIENTES

    Racismo e identidades na luta em torno de um programa de reserva de vagas cota tnica para ingresso em cursos de uma universidade pblica do Brasil. Relato e anlise de caso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 311Joao Marcos Alem

    II. LOS INDGENAS URBANOSY LA GLOBALIZACIN

    Indgenas urbanos en Quito: el proceso de etnognesis del pueblo Kitukara . . . . . . . . . . . . . . 107lvaro Gmez Murillo

    La discriminacin laboral de los indgenas en los mercados urbanos de trabajo en Mxico: revisin y balance de un fenmeno persistente . . . . . . . . . . . . . 121Jorge Horbart

    La construccin de la identidad mapuche en contextos urbanos y rurales de la Wall Mapu, Argentina . . . . . . . . . . . . . . 159Mirta Milln Ramrez

    Redefiniendo identidades culturales. Jvenes universitarios migrantes en el altiplano peruano . . . . . . 181Luis Rivera Vela

    Identidades, traducao e hibridismo: a problemtica dos Guarani e Kaiow urbanos no estado de Mato Grosso do Sul/Brasil . . . . . . . . . . . . . . . . . . 203Jos Trajano Vieira

    III. DERECHO, SOCIEDAD E INTERCULTURALIDAD

    Proteccionismo humanista: retrica y praxis del neo indigenismo en el Ecuador . . . . . . . . . 229Gina Chvez Vallejo

    El pluralismo jurdico y poltico a partir del caso de las rondas campesinas de Cajamarca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 247Emmanuelle Piccoli

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    Introduccin

    Este artculo apunta a indagar sobre el proceso de construccin de la iden-tidad mapuche en zonas urbanas y rurales de la Repblica Argentina. Esun proceso diverso y complejo de la articulacin en la conformacin delproceso identitario que se est llevando a cabo en el pas.

    Por lo tanto he tomado especficamente para ejemplificar algunoslugares urbanos puntuales, como las ciudades de Olavarria, Baha Blancay Bariloche (la primera ubicada en el centro de la provincia de BuenosAires, la segunda al sur de la misma provincia y la tercera en la provinciade Ro Negro, al sur de la Argentina).

    En cuanto a las comunidades rurales, he tomado como ejemplo unaorganizacin que se encuentra ubicada en la provincia de Chubut, en lazona cordillerana. Estas comunidades que reivindican fuertes demandasen relacin a la propiedad de la tierra son las que de algn modo reivin-dican desde el posicionamiento ancestral y permiten el fortalecimiento alos grupos urbanos en el proceso de construccin identitario mapuche.

    Esta etapa que ha surgido fuertemente en las dcadas de 1980 y 1990ha posesionado discursiva y polticamente una nueva relacin con elEstado argentino, donde aparecen escenarios de conflicto, fricciones ydemandas de derechos colectivos e individuales que ha provocado un

    La construccin de la identidad mapuche en los contextos urbanos y rurales de la Wall Mapu (Argentina)

    Mirta Fabiana Milln Ramrez*

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    Jorge E. Horbath

    * Profesora superior en artes visuales y de teatro, egresada de la maestra de Estudios Etnicos,FLACSO, Ecuador, miembro del pueblo Mapuche, Olavarra, Argentina.

  • El camino de Argentina hacia la nacionalidad comienza con la conquis-ta y colonizacin espaolas. Durante los ltimos aos del siglo XVIII ylos primeros del XIX, la idea de nacionalidad fue la predominante en lamente europea. Con el fin del Iluminismo y la llegada del Romanticismo,las ideas de fraternidad universal dieron paso a una emergencia de senti-miento nacionalista en el que cada pas afirmaba su peculariedad tnica,lingstica y mtica.

    Se desenterraron mitologas nacionales cuando las haba, y en casocontrario se las invent, para difundirlas con el celo evanglico, siemprecon el objetivo de elaborar un sentimiento de pertenencia nacional y des-tino comn, estas mitologas se volvieron las ficciones orientadoras de lasnaciones. Cuando los polticos quisieron unificar al pueblo bajo una ban-dera comn, o legitimar un gobierno, la apelacin a las ficciones orienta-doras de una nacionalidad preexistente o un destino nacional resultaroninmensamente tiles (Shumway, 1993:17).

    Si bien la conquista espaola en territorios mapuches produjo violencia ydespojos, la resistencia de este pueblo fue muy grande, lo cual los llev arealizar varios tratados con la corona espaola.

    Luego con el avance militar en pos de la consolidacin del estadonacional argentino tampoco les result fcil avanzar en la ocupacin deterritorios poblados, debido a que los mapuches daban intensas resisten-cias a este avance, lo que produjo prolongadas luchas.

    As lo expresa la historiadora Gonzlez Coll, Durante los primerosquince aos de vida independiente, el incipiente estado argentino no ha-ban conseguido alejar al indgena a ms de 300 400 kilmetros deBuenos Aires (2000:101).

    En este sentido, otros autores mencionan a Calfukura como uno delos lderes de mayor relevancia en la historia del pueblo mapuche, era unToki, que significaba para la el pueblo Mapuche un gran estratega militarque posea conocimiento filosfico-cultural en profundidad de su gente.

    Dos autores expresan lo siguiente: Ante el avance de la lnea de fron-tera, las sociedades indgenas sureas de vorogas y mapuches lideradas porCalfukura recuperaron diferentes nichos ecolgicos y reacomodaron susestrategias de vida a los recursos que se les ofreca ahora los nuevos espa-cios naturales (Guerci-Mugueta, 2003:12).

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    nuevo e indito escenario histrico. Donde los distintos actores sociales,cuestionan el imaginario y el discurso hegemnico que dice que losargentinos vinieron de los barcos, haciendo alusin a un solo origenextranjero.

    Lo cual ha provocado que los actores originarios tengan una fuertepresencia en diversos mbitos de participacin en movimientos sociales,culturales y polticos. La toma de espacios pblicos para diversas activida-des, por ejemplo, es una manera simblica donde se recrea y resignifica lacultura mapuche, que ha sido reveladora en estos ltimos perodos de lahistoria nacional argentina.

    Contexto socio-histrico del pueblo mapuche en la Puel Mapu, Argentina

    Es necesario realizar una introduccin histrica y breve sobre la situacindel pueblo mapuche y del asentamiento del Estado nacional argentino.Teniendo en cuenta que el territorio mapuche, previo a la instalacin delestado ocupaba un gran y extenso espacio geopoltico, ya que abarcabavarias provincias actuales, as estaba constituido hacia al norte con partede la provincia de Crdoba y Santa Fe, hacia al centro por la provincia deBuenos Aires y La Pampa en su totalidad y, hacia al sur, por las provinciasde Ro Negro, Neuquen y Chubut, extendindose hacia el otro lado de lacordillera hoy territorio del Estado chileno.

    Despus de la consolidacin del estado nacional argentino muchos deestos territorios se pierden, pasan a ser fuertes y fortines y, posteriormen-te, conforman grandes conglomerados de poblaciones urbanas.

    Es preciso tener en cuenta estos contextos histricos para entenderbajo que mecanismos de resistencia cultural los mapuches se conformancomo pueblo en la actualidad y como configuran nuevos mapas de terri-torialidad enmarcados por el resurgimiento de la construccin identitariaen zonas rurales y urbanas.

    Para ello voy a comenzar citando textualmente al autor NicolsShumway que expresa lo siguiente en relacin a la conformacin a la na-cionalidad argentina:

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    La construccin de la identidad mapuche en los contextos urbanos y ruralesMirta Fabiana Milln Ramrez

  • de tierras por el Estado se llamaron, genricamente, civilizacin oConquista del Desierto.2 Conquista seguida de privatizacin: setenta aosllev a garantizar la tierra ms rica, la pampa, desde la poca de Rosas ala segunda presidencia de Roca (Lischetti, 1987).

    El anlisis de la violencia se puede establecer como nexo emergente en elproceso de expansin colonial que tambin fue un componente funda-mental en el proceso de acumulacin primitiva que permiti el desarrollode los primeros pases capitalistas.

    Para ello cito textualmente al antroplogo Menndez que dice:

    Los pases de mximo desarrollo capitalista se establecieron a partir deuna violencia cultural y biolgica organizada tanto en el medio internocomo externo. Lo que generalmente es percibido como un arranque deviolencia salvaje, anormal, inhumana dentro de la tradicin humanistaoccidental, y que pasa a ser identificada como la forma ms caractersticadel racismo, es decir el estado Alemn del tercer Reich, no es un broteanormal ni ms salvaje que toda la anterior y ulterior tradicin de violen-cia de los regmenes gestados durante el proceso de expansin colonial. Loque dicho rgimen implica para aparecer como forma desviada de la tra-dicin occidental es la incorporacin del valor mximo de esa tradicin:la incorporacin de la racionalidad a la violencia. Pero en s no constitu-ye una etapa ms terrible y violenta que los asesinatos masivos de losindios americanos y de negros. Lo que lo caracteriza y enerva a la propiaconciencia occidental es el uso de la racionalidad planificada, de la racio-nalidad tcnica, de la derivacin cientfica y que adems se ejerza sobreiguales y en el propio espacio territorial y social (Menndez, 1972:5).

    Esta violencia sistemtica racionalizada quedar como antecedente hist-rico ya que no es casual su aplicacin, a posterior en pocas ms recien-tes, en otro contexto histrico como fue la dictadura militar en los pero-dos 1976-1983 lamentablemente se volver a implementar la misma me-

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    Es interesante la observacin que se puede realizar en relacin a lo quesealan los autores ya que Calfukura junto a otros plantearon nuevas es-trategias desde el aspecto geopoltico, fortalecindose en la resistencia antelos ataques.

    Tambin las fuerzas militares establecan estrategias de manera mni-ma, a partir del avance en territorios mapuche creaban enclaves confor-mando nuevos escenarios espaciales. Especialmente en el centro del terri-torio, denominado en la actualidad provincia de Buenos Aires.

    La situacin histrica en la Puel Mapu denominada ancestralmentepor los mapuches tierra del este, y hoy denominada Argentina, fue muysangrienta particularmente en la provincia de Buenos Aires.

    A pesar que se llevaron a cabo algunos tratados, pero que nunca fue-ron respetados de parte del incipiente estado nacional, lo que produjocomo consecuencia el ahondamiento de los conflictos y las luchas.

    Esto signific para las poblaciones originarias que el huinca,1 referi-do al blanco, los despojara de sus territorios y sufrieran tambin el despo-jo de su cultura con el fin de afianzar la posesin de la tierra y con ella laobtencin y explotacin de los recursos naturales. Bajo la concepcincapitalista que produjo la explotacin de la tierra, obteniendo el mxi-mo rendimiento econmico concebido desde el paradigma del progresocon la implantacin de la poltica liberal, que establece nuevas formas deestructuras de poder, territorialidad y de formacin de subjetividades.

    Es interesante por lo tanto, lo que expresa la antroploga Lischetti enrelacin a las nuevas fuerzas entre el Estado nacional y el pueblo origina-rio, ella formula lo siguiente:

    Es posible establecer entre la forma una correlacin entre el sometimien-to y las necesidades econmicas que impulsaban al poder. Cuando lorequerido eran las tierras para la ganadera ovina, como el caso de laPatagonia, actividad que por otra parte demandaba muy poca mano deobra, la accin era de muerte y arrinconamiento o traslado de las comu-nidades aborgenesSegn M. Fernndez Lpez, all se consum,mediante la apropiacin de la tierra, la primera privatizacin en la histo-ria. En la Argentina, la previa eliminacin del aborigen y la adquisicin

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    La construccin de la identidad mapuche en los contextos urbanos y ruralesMirta Fabiana Milln Ramrez

    1 Huinca: palabra en mapuzungun (lengua mapuche) que significa usurpador y ladrn.

    2 La campaa del desierto fue un plan racional y sistemtico para el desarrollo de la nacin argen-tina, ms adelante me voy a referir especficamente sobre lo que signific esta campaa y susimplicaciones en la actualidad en relacin al proceso de construccin de la identidad mapuche.

  • Como lo mencion al principio, la poblacin originaria mapuche po-sea un extenso territorio denominado Puel Mapu que abarcaba desde laprovincia de Buenos Aires hasta la cordillera de los Andes, es decir, hastael otro lado, denominado Gulu Mapu (lo que hoy en la actualidad es elEstado chileno), por lo tanto no se puede hablar de desierto ante estosantecedentes histricos. Surge ante ello las siguientes preguntas: por qudenominar campaa del desierto a un extenso territorio con poblacin?Qu implicaciones histricas y actuales tienen en el imaginario social deArgentina? Qu incidencias han tenido estas polticas de genocidio einvisibilizacion de la poblacin originaria?

    Sin duda, la poltica estatal tuvo profundas implicaciones en la forma-cin de subjetividades en relacin al ser argentino, al caracterizar a unapoblacin que no corresponda al modelo hegemnico homogenizadordel estado nacional, otorgndole una categorizacin de indio brbaro,salvaje, como un ser inferior, al cual haba que exterminar bajo polti-cas de violencia racionalizada, era sin duda una planificacin de polticaciudadana,4 concebida desde un pensamiento etnocntrico y eurocntricoque justificaba el genocidio y etnocidio cometido a la nacin originaria.

    A partir de la concepcin del Estado Republicano naciente, donde elbrbaro era sinnimo de diferente no tena cabida porque era sinnimode atraso para la sociedad moderna capitalista, era necesario entonces suexterminio, asimilacin o integracin. Y por lo tanto, a este otro se ledenomin indio.

    El racismo como sustento ideolgico de los pases capitalistas

    El antroplogo Menndez dice que el racismo es una forma de establecerconexin y relacin con los otros desde los pases capitalistas, permitin-doles a stos su mayor expansin. Planteando las relaciones de poder dedominacin y subordinacin, estableciendo categoras, mapas mentales yformas histricas de relaciones asimtricas. Generando y propiciando ennuevos escenarios histricos la recreacin de los nexos de dominacin:

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    todologa y la misma crueldad racionalizada. Por lo tanto, sobre la base dela violencia planificada se establece este nuevo escenario histrico y socialconformndose de esta manera el imaginario de nacionalidad argentina.

    Un desierto con poblacin

    La proyeccin y elaboracin de un plan para poblar un supuesto desier-to, propici una poltica de migracin europea con el objetivo de unaestrategia de blanqueamiento de la poblacin, ya que la existente eramayoritariamente poblacin originaria, especialmente en la provincia deBuenos Aires era mapuche, este espacio territorial constituy el puntocentral de las polticas nacionales en su expansin colonizadora.

    De all el antecedente discursivo histrico que dice que: los argenti-nos vienen o descienden de los barcos. Frase que se ha naturalizado en lapoblacin en general, sin embargo contiene profundas contradiccionescon fuertes sesgos de racismo, ya que tambin hubo poblacin afrodes-cendiente que vinieron de barcos esclavos, pero la historia hegemnica loha silenciado y que en la actualidad se sigue invisibilizando3.

    En relacin a la conformacin del imaginario del desierto, fue crea-do para formar subjetividades, sustentndolo y potencindolo en diversostextos histricos y muy especialmente en los manuales escolares quefomentaron, formaron y naturalizaron la idea del desierto a varias genera-ciones. La implementacin de esta poltica educativa basada ideolgica-mente en la generacin de 1880, permiti que se naturalice los delitos delesa humanidad cometidos a la poblacin originaria.

    El antroplogo Ral Mandrini seala que el nombre de Conquistadel desierto, encierra una contradiccin, pues a un desierto no es necesa-rio conquistarlo, simplemente se lo ocupa. Pero en realidad tanto delaspecto geogrfico como en el humano, el territorio conquistado no eraun desierto (Mandrini, 1992:311).

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    La construccin de la identidad mapuche en los contextos urbanos y rurales

    4 Entindase como patrn unificador del proceso de construccin de ciudadana universal en elcual no inclua, ni permita la diversidad cultural.

    Mirta Fabiana Milln Ramrez

    3 Sugiero ver el trabajo de investigacin realizado por Silvia Boggi denominado: La negritud enla ciudad de azul, (ciudad que se encuentra ubicada en el centro de la provincia de BuenosAires).

  • Periodos de reorganizacin de la identidad mapuche en contextos urbanos y rurales

    El proceso identitario del pueblo mapuche comienza lentamente, perotiene su mayor convergencia en la etapa democrtica, luego de habertranscurrido en Argentina un periodo de dictadura militar que fue desde1976 hasta 1983, all comienza el perodo democrtico. La poblacin engeneral padeci el horror racionalizado de un plan sistemtico de desapa-ricin, torturas y muertes.

    La poblacin originaria comienza a transitar por momentos fuertes deconfrontaciones con el estado nacional especialmente por el tema de des-pojos de sus tierras, esto se hace visible fundamentalmente en comunida-des mapuches del sur, especficamente es el caso de algunas comunidadesrurales situadas en cercanas a la zona de Esquel, provincia de Chubut,que se encuentra en la Patagonia argentina. Las demandas tienen reper-cusin en zonas urbanas y toman una mayor trascendencia poltica.

    Antes de continuar con el anlisis de afianzamiento de la identidadmapuche en zonas urbanas y el vnculo conformado con las comunidadesrurales, es necesario examinar previamente el proceso de migracin conms detenimiento, ya que la poblacin mapuche se ve forzada al despla-zamiento interno, debido a que muchas familias perdieron su tierra por elproceso de expropiacin ilegtima y esto produjo ruptura de lazos fami-liares con la comunidad de origen, y con el pueblo en su totalidad comoidentidad tnica.

    El tejido social se rompi y dej graves secuelas desde lo cultural perotambin desde lo psicolgico y emocional, ya que la discriminacin quetuvieron que padecer fue muy fuerte en las zonas urbanas, y muchos deellos no se pudieron adaptar, algunos murieron de tristeza, otros al emi-grar a las ciudades fueron silenciadas sus voces por el dolor, y otros forta-lecieron el mecanismo de resistencia cultural ante la discriminacin querecibieron, valorando an ms su cultura.

    Los perodos de mayor migracin interna se dio a partir del 1900 don-de van configurndose las nuevas localidades, las dcadas posteriores mar-caran fuertemente la organizacin de nuevas ciudades, las cuales serande receptoras de migracin mapuches en zonas perifricas.

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    El racismo, para los pases de modo de produccin capitalista, es la ma-nera ms normal de conexin y relacin con otras formas socioculturales.Dicha conexin implica la interiorizacin, subordinacin y distancia-miento de los otros: de los que en el proceso de gnesis de la concepcinracista del mundo eran los salvajes y primitivos, y de los que luego pasa-ron a ser los llamados pueblos dependientes, subdesarrollados o del tercermundo. El racismo es producto no solamente de las necesidades objetivasde un modo de produccin en una determinada etapa de su desarrollo,sino que adems constituye para estos pases y tambin, para las reas queejerci su dominacin y penetracin, su forma de concepcin(Menndez, 1972).

    Por lo tanto, como afirma Lischetti:

    El indio se constituy en una categora social homognea que represen-taba el polo inferior en esta relacin asimtrica de colonizadores y coloni-zados. Esta categora impona una identidad supratnica que ocultaba ynegaba las identidades de los distintos grupos tnicos que habitabanAmrica. Como dice el uruguayo Mauricio Langon, la categora indio esuna identidad construida desde afuera, que niega la verdad del observa-do como otro, como hombre, como sujeto. Se engendra en una miradaetnocntrica que devuelve slo la imagen especular de un observador quecrea el estereotipo conforme a sus intereses de dominacin, desintegran-do las identidades colectivas para reintegrarlas en el lugar de subordina-cin.(Lischetti, 1987:183).

    La poblacin mapuche pierde su territorio a partir de estas polticas degenocidio con el asentamiento del estado nacional y la consolidacin dela Repblica Argentina, tambin pierden la identidad, ya que de maneracoercitiva pasan hacer ciudadanos argentinos, pero sin derechos reales,se les niega la posibilidad de ser sujetos de derecho.

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    La construccin de la identidad mapuche en los contextos urbanos y ruralesMirta Fabiana Milln Ramrez

  • ria, en este sentido, es tambin memoria social en tanto trasmite unaconstruccin pblica de la experiencia individual y colectiva (Riao,2000: 33).

    En este sentido, los antroplogos Marta Zambrano y Cristbal Gneccoexpresan sobre las prcticas de la memoria:

    Enfoca las prcticas de memorizacin como memorias hegemnicas ymemorias disidentes encarnadas en voces, narraciones, textos, imgenes,objetos y acciones engendradas en los espacios de confluencia y confron-tacin, de dominacin y subordinacin, de lucha e hibridacin entreagrupaciones inter e intrasocietales diversas y dispares: colonizadores ycolonizados, indgenas y estado, urbanas y rurales, grupos insurgentes yestado, hombres y mujeres (Zambrano y Gnecco, 2000).

    Por lo tanto las memorias disidentes surgen en un contexto donde pue-den realzar su voz, como voces contra hegemnica, teniendo en cuentaque el pueblo mapuche tuvo que padecer el horror y el silenciamiento endos contextos claves histricos, como fue el asentamiento del estado na-cional y la dictadura militar, que llevaron a dos generaciones de silencioen relacin a su identidad tnica y a la negacin del reconocimiento comotal, recin en el perodo democrtico (desde 1983 en adelante) se pudocomenzar a escuchar las voces y memorias disidentes de distintos actoressociales.

    Es as que la heterogeneidad de los grupos enfrentados permite situary entender la especificidad de los espacios sociales y de las condicioneshistricas en las cuales se producen, se negocian y se confrontan las prc-ticas de la memoria (Zambrano y Gnecco, 2000:11).

    Conformacin de la identidad urbana

    A partir de 1992, al cumplirse los 500 aos de colonizacin espaola,comienza a replantearse muy fuertemente el discurso oficial, ya que desdelas polticas estatales se planteaba y propiciaba realizar un festejo, en laszonas urbanas por ejemplo comienza a reorganizarse espacios de debate al

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    Muchos de los relatos de los ancianos en la actualidad son marcadospor el llanto, el recuerdo traumtico de violencia deja huellas hasta nues-tros das, y en algunos casos tambin las jvenes generaciones transmiteneste dolor, pero ya no en mbitos slo domsticos sino que estos relatosson dados a conocer en mbitos pblicos.

    El desplazamiento forzoso provoc sin dudas situaciones de traumascolectivos e individuales en la poblacin mapuche, el desplazamiento for-zoso para el antroplogo Meertens significa:

    Des-plazarse, cambiar de plaza o de lugar, representa un fenmeno geo-grfico observable y va acompaado de una experiencia subjetiva, pero nomenos tangible de desarraigo y prdida. Desplazarse forzadamente signi-fica, adems, romper con el proyecto vital, con una elaboracin sea staprofunda o rudimentaria del futuro personal a partir del pasado.Desplazarse, entonces, es tambin des-orientarse en el tiempo. Las tem-poralidades del desplazamiento, por tanto tienen que ver, por un lado conla inmediatez de la huida, la duracin del xodo o la espera de un empleo:y por otro, ms espiritual que material con la permanencia del pasado enla memoria y con la prdida de rumbo de proyeccin personal y colecti-va (Meertens, 2000: 117).

    Al compartir estas historias en la vida cotidiana aparecen una serie de sen-timientos individuales y colectivos de miedo, prdida, amenaza y terror.

    Pero tambin comienza a propiciarse el periodo de reconstruccin enla etapa democrtica de la Argentina, despus de la dictadura militar elempoderamiento de la memoria permite hablar a las familias, contar lahistoria del despojo y del dolor tiene a posterior resonancias en las nuevasgeneraciones de poblacin mapuche, que van naciendo y crindose ennuevos espacios urbanos, de all la importancia y la relevancia de lamemoria como posibilidad de construccin de nuevos mapas mentalescolectivos e individuales como lo expresa Pilar Riao:

    Las memorias construidas como testigos de la muerte posibilitan la cons-truccin de un cierto acercamiento de la esfera pblica que se alimenta dela memoria colectiva y evoca la tensin y alteracin de los paisajes, lasrutinas y los modos de circular debido a las acciones violentas. La memo-

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    La construccin de la identidad mapuche en los contextos urbanos y ruralesMirta Fabiana Milln Ramrez

  • Si bien han pasado muchos aos de la conformacin de la Comisin11 de Octubre que luego se transform en Organizacin de ComunidadesMapuches-Tehuelches 11 de Octubre, nucleando a muchas comunidadesrurales hasta nuestros das, con la particularidad identitaria Mapuche yTehuelche; tambin de algn modo esta organizacin actu como dispo-sitivo en la reactivacin de la identidad mapuche urbana, al hacer visibleslas situaciones de asimetras que vivieron y viven las comunidades ruralesmapuches en la zona de la Patagonia, por medio de estos diferentes con-flictos que lamentablemente continan en la actualidad.

    Unos de los casos de mayor relevancia en nuestros das a nivel nacio-nal e internacional es el de la transnacional compaa Benetton.

    Reapropiacin y recreacin de la identidad mapuche en el ciber espacio y en espacios pblicos

    Es importante destacar la importancia de los medios de comunicacin ysobre todo el caso especifico de Internet ya que es una herramienta muyfuerte de la tecnologa en la actualidad, donde los mapuches han hechouna reapropiacin de este ciber espacio transformndolo en un lugar deencuentro de dilogo y de discusin sobre las problemticas actuales delas zonas rurales y urbanas.

    Pero tambin con la posibilidad de afianzar y socializar el conocimien-to desde el mundo filosfico y simblico de la cultura mapuche, con unposicionamiento poltico claro desde sus reivindicaciones ancestrales.

    Las generaciones jvenes de mapuches son los que propiciaron y apro-piaron del espacio ciberntico ya que muchos de ellos estudiaron o estu-dian carreras de grado como informtica, comunicacin social o periodis-mo. Esta formacin les permiti tener mayor alcance en la difusin de susproblemticas y de su reorganizacin socio-poltico-cultural.

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    respecto desde las diferentes organizaciones sociales. Los actores sociales yparticularmente los pueblos originarios comenzaron a emitir su voz,acompaados por diferentes organismos sociales, especialmente de dere-chos humanos realizaron distintas actividades, como actos de repudiosobre la fecha del 12 de Octubre.

    En la ciudad de Esquel ubicada en la zona sur de la RepblicaArgentina, especficamente en la provincia de Chubut, comienza a con-formarse la Comisin Mapuche-Tehuelche 11 de Octubre, conforma-da por un grupo de jvenes que residan en la zona urbana de esta ciudad.Es entonces que comienza un nuevo escenario poltico, ya que estos jve-nes se haban formado en zonas urbanas de la provincia de Buenos Aires,particularmente de la ciudad de Baha Blanca y, en ese entonces, estabanrecin radicados en la ciudad de Esquel.

    Emprendieron un contra festejo por los 500 aos con organizacionessociales, pero la sorpresa fue grande cuando comenzaron a recibir visitas dela gente de parajes rurales con denuncias por amenaza de desalojos por sustierras, de este modo comienzan a reorganizarse desde otra perspectiva.

    La Comisin anti festejo al ao siguiente se inicia a partir de estas cir-cunstancias, toma otro rumbo, se reafirma polticamente desde sus deman-das ancestrales y comienza a interpelar al estado nacional por sus deplora-bles polticas de despojos, a partir de realizar diferentes acciones polticas.

    Las comunidades rurales se vieron acompaadas por grupos urbanosque les permita estratgicamente la difusin de las problemticas y con-flictos y colocarlos en la agenda de los medios de comunicacin, permi-tindoles afianzarse en el plano poltico provincial y nacional.

    En ese escenario de conflicto y de fricciones es donde surgen conmayor presencia los grupos urbanos mapuches realizando denuncias enlos diferentes medios de comunicacin, pero tambin les permiti orga-nizarse y reafirmarse en su identidad; estos grupos urbanos5 fueron visibi-lizados especialmente en las provincias de Buenos Aires, Chubut y RoNegro, emergiendo de este modo fuertemente el imaginario de pueblomapuche.

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    La construccin de la identidad mapuche en los contextos urbanos y ruralesMirta Fabiana Milln Ramrez

    5 El proceso de organizacin de los grupos urbanos mapuches es muy complejo y diverso peroslo cito aqu a modo de ejemplo en un determinado contexto lograr intensificar su proceso devisibilizacin y de articulacin con las comunidades rurales del sur de la Argentina.

  • LC: Y tanto la gente que est viviendo en el campo como la que est enla ciudad estamos un poco a mitad de camino, pero formamos parte deun proceso mucho ms amplio de reconstruccin de nuestra historiafamiliar, de nuestras historias personales, de nuestras historias como jve-nes, como mapuche, como pueblo mapuche.

    - Vos formas parte del equipo de comunicacin mapuche Mapurbe yeditan un fanzine con ese nombre. Por qu lo eligieron?

    LC: Lo usamos como una forma de llegar a los jvenes mapuches queestn en los diferentes barrios, tanto en Furilofche (Bariloche), FiskeMenuko (Gral. Roca), como cualquier ciudad. Pretendemos, esperemosque funcione, trasladar la posibilidad de que vos por ms que ests vivien-do en el barrio Villa Obrera de Fiske Menuko, sos mapuche, tens unaidentidad y un origen inmediato en este lugar. Tens tus races ac noms.Eso trae aparejado un montn de cosas, tus viejos no se vinieron ac por-que son gente que bajan los brazos de movida, porque no hizo nuncanada para pelear en ningn lugar.

    Lo que pasa con la mayora de los pibes es que se reniegan terrible-mente con su familia, con su origen, con sus races, con su historia y enci-ma le quieren hacer creer que vos, que ests viviendo en el pueblo, soscualquier cosa: Hermano vos no pods ser mapuche, tu tiempo ya pas,desde el momento que te viniste para ac se cortaron todos tus lazos contu pueblo...

    Nosotros lo que pretendemos hacer, es usar algn cdigo mnimo,una forma de entendernos siendo jvenes, estando en la ciudad y tenien-do un montn de otras caractersticas en cada barrio, en cada mapuche,en cada wentru8, en cada zomo9, ultrazomo que est ac, porque seguimosteniendo identidad.

    - Ustedes en el fanzine hablan de mapunkies, mapuheavies. Qu es unmapunky? Es una moda? Es un producto de la vida en la ciudad?

    LC: Son cuestiones que nos sirvieron para identificarnos, para juntarnosen determinado momento y que hasta ahora sirven para juntarnos. La

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    Memoria disidente en el ciber espacio

    Hace un tiempo atrs, se colg un reportaje en uno de los medios inde-pendientes6 de la web, realizado por el periodista Hernn Scandizzo a unajoven activista mapuche llamada Lorena Caniuqueo. El ttulo del artcu-lo era: Indio significaba otra cosa ms que aquel vasallo que agachaba lacabeza permanentemente.

    Este reportaje me pareci significativo ya que refleja el relato y lavivencia de las jvenes generaciones en relacin a las historias de vida demuchos mapuches de zonas rurales que pasaron a vivir en zonas urbanas.

    Si bien el proceso de la identidad se va construyendo da a da, y tam-bin Lorena manifiesta como se articulan instancias de denuncia y difu-sin de las problemticas actuales en las comunidades rurales en losmedios urbanos. Ella vive en la ciudad de Bariloche, donde un 70 u 80por ciento de los habitantes son mapuches urbanos que viven en zonasperifricas de esa ciudad.

    Voy a extraer de este artculo algunas partes que son interesantes paraejemplificar el proceso de reindivicacin identitaria mapuche.

    Pero tanto esa Suiza7 como esos barrios estn en el Wallmapuche, aslo entienden los jvenes mapuches que a pesar del cemento y desde el ce-mento se paran y reivindican la pertenencia a ese, su pueblo, y demandanterritorio, autonoma y libertad. Se saben mapuches urbanos porque esemedio es parte de su origen. As lo entiende Lorena Caniuqueo, que nacien Bariloche y estudia Comunicacin Social en General Roca. Ella inte-gra el equipo de comunicacin mapuche Mapurbe y el peridico mapu-che Azkintuwe, que circula a ambos lados de la Cordillera.

    - Qu es un warriache?

    LC: Warriache es un trmino que surge hace poco tiempo. Es algo crea-do, palabras que se incorporan por los nuevos procesos que vivimos losmapuche y que quiere referirse a aquellos que estamos en las ciudades,donde adems hemos nacido y nos movemos cotidianamente.

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    La construccin de la identidad mapuche en los contextos urbanos y rurales

    8 Wentru, significa hombre en el idioma mapuzungun.9 Zomo, significa mujer en el idioma mapuzungun.

    Mirta Fabiana Milln Ramrez

    6 http://argentina.indymedia.org/features/pueblos/7 Aqu se refiere el periodista de manera irnica a la ciudad de Bariloche como la Suiza argentina.

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    mayora de los que hacemos Mapurbe o los que estamos planteando estascuestiones desde las ciudades no nos conocimos as. No nos conocimosen lo que podra ser un mbito natural mapuche: ni en organizaciones, nien kamarikun ni en nada de eso, nos juntbamos en la esquina o en lagarita, en los recitales. Cuando se armaban las grandes trifulcas porquenuestros viejos haban quedado todos sin laburo.

    Vos ya venas castigado con un montn de cosas y traas todas lascosas negativas que te transmite esta sociedad por el hecho de que sosmapuche. A eso se le sumaban un montn de otros factores que compar-ts con un montn de gente de tu barrio. Entonces cuando nos empeza-mos a juntar fue en esos mbitos, en la calle, cuando organizbamos algu-na cuestin que era ms por el hecho de saber: soy yo solo o hay msgente? Te juntabas por ah con la excusa de ir a escuchar un recital, detener ciertas caractersticas entre nosotros. Nadie deca que era mapucheen ese momento, no te hablo de tanto tiempo tampoco.

    El extracto del reportaje que contina es clave para entender el proce-so de identidad que estn llevando a cabo algunos jvenes en algunas ciu-dades de la Argentina, en relacin a la identidad mapuche.

    LC: S. Nosotros ahora vemos que pasa lo mismo, que hay un montn delamuen10 que estn en la movida heavy. Por ejemplo en Fiske Menuko hayuna movida fuerte de heavy metal y la mayor parte de la gente es mapu-che, y en Furiloche tambin. Cuando nos juntbamos estaba laResistencia Heavy Punk y la Resistencia Heavy Punk era mapuche. A par-tir de juntarnos a hacer recitales empezabas a hablar de un montn decuestiones. Te planteabas: Bueno viejo, pero al final nosotros estamos enesto, estamos con esta desesperacin, con esta incertidumbre por qu...es herencia? qu pasa?. Y de a poco, con un montn de lamuen, degente joven, te empezs a plantear un montn de cosas: Uy, vos quapellido sos?. Porque primero vos te disfrazas de lo que venga, hasta enesos lugares, que supuestamente son tus lugares, donde pods hablar consinceridad. Sos el Mecha, el Gula, nombres que te disfrazaban. - Perovos qu apellido tens? - Yo soy ancucheo. - Yo soy Caniuqueo.Empezs a hacer toda una cadena. Lo que pasa es que mi viejo se vinoac... - Por qu se vino tu viejo? - Porque lo corrieron los milicos; o -Haba que hacer ah una escuela rural de la provincia y lo sacaron; o -

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    Lleg el turco, se qued con las tierras. Y al final tenas un montn decoincidencias y encima te juntaste ah, penss y te vests ms o menosigual. Tu identidad, que era inicialmente ser un punky, se agrand muchoms.

    LC: El recital no tiene nada que ver con los mapuche, y no s si no tienenada que ver, a partir de ah nosotros pudimos rearmar nuestra identidad.Haba indicios fuertes de que nosotros indios ramos, y eso si en laescuela se poda lo negabas y en el recital lo resaltabas: Eh, indio!.Indio significaba otra cosa ms que aquel vasallo que agacha la cabezapermanentemente. Esos lugares nos permitieron volver a juntarnos ynegarlos sera no permitir a los que estn volviendo a travs de esa vaplantear sus cuestiones, necesidades, inquietudes.

    LC: Y uno va mechando la identidad mapuche en esos lugares que origi-nalmente fueron creados o fueron hechos con otro tipo de identidad.Estos lugares te posibilitan ir encontrndote con tus pares e ir entendien-do que ese tambin puede ser tu espacio y que, como dice una lamuen,vos podes mapuchizar esos espacios y no siempre andar awinkndote11.

    All, en Furilofche, tambin, de a poco se empiezan a contactar lospibes con los de ac. Sos mapuche y vos pas data de que toca tal bandaac, nos juntamos, pero tambin despus: Desalojaron una familia enLeleque o Hay una recuperacin en Traiful. Difundan. Hay que hacer-se cargo de eso. Son gente nuestra que est movindose tambin por nues-tro pueblo.

    Es un reportaje que plantea como a partir de nuevos escenarios histricosy polticos como las jvenes generaciones comienzan a construir el proce-so identitario en espacios pblicos donde la evocacin de la memoriasurge ante la otredad, de all la reconstruccin de los relatos de historiasfamiliares y colectivas del pueblo mapuche con fuerte un posicionamien-to de voces y memorias disidentes.

    Ante los contextos histricos de violencia que padeci el pueblo mapu-che nos llevara a pensar en una ruptura total de la cultura de este puebloen el medio urbano, pero la prctica cotidiana de esos actores sociales mani-

    La construccin de la identidad mapuche en los contextos urbanos y ruralesMirta Fabiana Milln Ramrez

    10 Lamuen ,significa hermanos en el mapuzungun. 11 Awinkandote: tomar formas de proceder del blanco.

  • La identidad no se puede entender como algo slo individual sinodentro del plano social y colectivo. El antroplogo Almeida lo describe dela siguiente manera:La identidad es consecuencia, no es slo concienciade s, sino tambin localizacin fctica de un individuo en el plexo socialy con ello, posibilidad de abrirse un sitio dentro de la complejidad socialpara acceder a bienes, recursos y servicios, ya sean stos materiales o sim-blicos (Almeida, 1996:55).

    Conclusin

    La articulacin entre los espacios rural-urbano permiti el desarrollo delproceso identitario de la poblacin mapuche, ya que han tenido que tejeruna trama compleja de su cultura, como lo menciona Geertz (1994: 20),especialmente en las zonas urbanas. La bsqueda de las significacionesculturales, llev a estos actores sociales a la reconstruccin del procesoidentitario, Como respuesta dialctica transformadora de la realidad y dela vida (Guerrero, 2002: 51).

    Este proceso identitario se llev a cabo bajo las nuevas coyunturaspolticas y sociales en un contexto democrtico que propici que la pobla-cin mapuche comenzara a reconstruirse como pueblo. Ante esta realidadla cultura mapuche se convirti en el medio urbano como respuesta con-tra hegemnica de lucha ante la dominacin estatal convirtindose enton-ces en la insurgencia simblica, trminos utilizados por el antroplogoPatricio Guerrero.

    Los nuevos escenarios polticos ponen de manifiesto nuevos conflictosen la actualidad como por ejemplo con las empresas transnacionales porun lado y con la cultura globalizada por otro, pero que sin embargo elproceso de etnicidad no se diluye en estos escenarios: la etnicidad recons-truida posibilita el encuentro que se produce con los otros que no se de-sestructure su identidad, sino que, por el contrario, se convierta en unaoportunidad para su revitalizacin, para el fortalecimiento de la culturapropia y para contrarrestar las influencias de la cultura ajena(Guerrero,2002:117).

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    fiestan lo contrario, ya que estn llevando a cabo un proceso de transforma-cin y de resignificacin cultural en esta nueva coyuntura socio-poltica.

    Sin embargo, hay una construccin discursiva hegemnica que lleva adecir que los mapuches son muy pocos en el pas y que viven slo en zonasrurales cordilleranas, otorgndoles el rotulo de que ellos si son los verda-deros indios mapuche cayendo en una teora esencialista y reduccionista.Pero tambin se les ha adjudicado a este pueblo un origen extranjero sea-lndolos como chilenos. Al respecto Claudia Briones expresa lo siguiente:Es sugestiva la perseverancia con que desde fines del siglo pasado se vienereiterando el aserto de que los Tehuelches12(siempre a punto de total extin-cin) son los verdaderos indios argentinos de la Patagonia, a diferenciade los numerosos (y por ende conflictuantes) mapuche, posibles de serrotulados como chilenos por aplicacin (Briones, 1998:22).

    Esto signific que desde las diversas polticas estatales se construy undiscurso de acuerdo a las conveniencias polticas del momento donde seafianzaba el origen extranjero, negndole el reconocimiento ancestral delterritorio al pueblo mapuche y con ello tambin se les negaba el recono-cimiento como sujetos de derechos.

    Por lo tanto este pueblo originario en los perodos posteriores msrecientes fue revitalizando su cultura para imaginarse, pensarse y per-cibirse ante la otredad y de esa manera plantear una cultura contra hege-mnica. En este sentido lo que expresa Claudia Briones resulta esclarece-dor: Frente a la discursividad histricamente represora de las diferencias,no podra resultar en absoluto sorprendente que sectores subalternizadospor distintas razones hayan ido proponiendo sucesivamente en acto lec-turas alternativas de su propia alteridad y de la matriz de diversidad sobrela que se ha construido la nacin-estado (Briones, 1998: 23-24).

    Es entonces a partir de la construccin de la identidad originaria mapu-che en las zonas urbanas donde se reafirma el proceso identitario tomandouna dimensin poltica, afianzando su lucha como pueblo al articular conlas comunidades rurales, con estos procesos intensificaron y resignificaron laidentidad originaria, en el plano local, provincial y nacional e internacional.

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    La construccin de la identidad mapuche en los contextos urbanos y ruralesMirta Fabiana Milln Ramrez

    12 Tehuelches: pueblo originario que viven en la Patagonia.

  • lgicas de Tapalqu. Universidad Nacional del Centro de la Provinciade Buenos Aires. Facultad de Ciencias Sociales.

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    Para finalizar me parece muy interesante lo que expresa el autor JohnM. Hickman13 en relacin a que los grupos tnicos que viven en zonasurbanas no pierden la identidad sino que muchas veces toman elementosde la cultura dominante como estrategias de supervivencia, y mantienenlos mecanismos de resistencias en relacin a su identidad tnica.

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    La construccin de la identidad mapuche en los contextos urbanos y ruralesMirta Fabiana Milln Ramrez

    13 Los miembros de tales grupos tnicos tienden a mirar la cultura urbana y la sociedad corre-spondiente en fragmentos y no como una, no como una forma integral de vida. Ven ventajasespecficas y lujos que pueden ser adoptados o adaptadas sin conflicto de ideologas o prdidade su identidad tnica. Una gran cantidad de cambios aditivos pueden tomar lugar rpida-mente: radios, mquinas de coser, jabn, camiones, bicicletas, estilos de vestidos y ropa de con-feccin, etc. Existe siempre la posibilidad de que una cadena de tales agregados pueda llevar aun cambio en los valores bsicos, pero en general estos cambios visibles (incluyendo el apren-dizaje del idioma de la sociedad dominante) raras veces tocan el corazn de la identidad tnica.El prestarse estos rasgos de afuera de la cultura y sociedad tradicionales es una forma de suple-mentar y a menudo reforzar la vida y los valores tradicionales. Los nativos llegan a ser menospintorescos y parecen haber sido asimilados en la vida y cultura nacionales, pero esta impresines a menudo engaosa ( Hickman, 1969:131).