08 13 0 6 2 e go d 2 o ey a m i e d l 2 7 1 p · 25 vn recibieronunasegundaydefinitiva...

5
2.613 PLIEGO 17/23 DE MAYO DE 2008 Implicaciones teológicas y pastorales del sacramento de la CONFIRMACIÓN JUAN CARLOS DÍAZ HERNÁNDEZ Profesor del Instituto Superior de Teología de las Islas Canarias en Tenerife En torno a la solemnidad de Pentecostés y a lo lar- go de este mes de mayo, son muchos los adoles- centes y jóvenes que re- ciben el sacramento de la Confirmación. Sin embar- go, lo que debería ser un momento privilegiado en el camino de Iniciación Cristiana, con frecuencia se convierte en su des- pedida de la Iglesia. An- te tal situación, toda la comunidad está llamada a examinar responsable- mente las implicaciones teológicas y pastorales de este don del Espíritu San- to, cuyo impulso misio- nero nos invita a la co- munión con los otros y con el mundo. 23_31_PLIEGO:Plantilla_PLIEGO 16/5/08 12:54 Página 23

Upload: hakhue

Post on 02-Oct-2018

212 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

2.6

13

PL

IEG

O17

/2

3D

EM

AY

OD

E2

00

8

Implicaciones teológicas y pastoralesdel sacramento de la

CONFIRMACIÓNJUAN CARLOS DÍAZ HERNÁNDEZ

Profesor del Instituto Superior de Teología de las Islas Canarias en Tenerife

En torno a la solemnidadde Pentecostés y a lo lar-go de este mes de mayo,son muchos los adoles-centes y jóvenes que re-ciben el sacramento de laConfirmación. Sin embar-go, lo que debería ser unmomento privilegiado enel camino de IniciaciónCristiana, con frecuenciase convierte en su des-pedida de la Iglesia. An-te tal situación, toda lacomunidad está llamadaa examinar responsable-mente las implicacionesteológicas y pastorales deeste don del Espíritu San-to, cuyo impulso misio-nero nos invita a la co-munión con los otros ycon el mundo.

23_31_PLIEGO:Plantilla_PLIEGO 16/5/08 12:54 Página 23

25VN

recibieron una segunda y definitivaefusión del Espíritu (…)”8.Por lo tanto, toda teología de laConfirmación supone a la vez unapneumatología y una eclesiología. Porla fe sabemos que la Iglesia es la Iglesiadel Espíritu y el Espíritu es el Espíritu dela Iglesia. La Iglesia nace en Pentecostés,y viene a ser el Cuerpo que encarnae historiza el don escatológico de Cristoresucitado9.Es clásico definir la Confirmación porsu referencia al Espíritu Santo. Se diceque es un don o una comunicacióndel Espíritu divino. La Iglesiade los primeros siglos añadió al ritodel agua un significado que los orientahacia el Espíritu Santo. El ConcilioVaticano II, en su texto más explícito,declaró: “Por el sacramentode la Confirmación los bautizados sevinculan más estrechamente a la Iglesia,se enriquecen con una fortaleza especialdel Espíritu Santo, y, de esta forma,se obligan con mayor compromiso adifundir y defender la fe, con su palabray sus obras, como verdaderos testigosde Cristo”10.En la Confirmación, los que hanrenacido ya por el agua y el Espíritu,reciben el mismo don del Espíritu Santo,el que fue dado a Cristo en el Bautismodel Jordán y que fue infundido sobrelos Apóstoles en Pentecostés. Aunque esel mismo Espíritu que en el Bautismo,en la Confirmación se nos dade un modo singular u original, no sólopor su referencia a Pentecostés, sinotambién porque se nos da a la manerade un sello que caracteriza al bautizadode modo irreversible11..

También es preciso comprenderel carácter de la Confirmación, comoun sello espiritual e indeleble, un sellointerior, un don definitivo que no sepuede repetir. “Esta dimensiónescatológica consiste no sólo en queel Espíritu nos sella de una maneradefinitiva e irreversible, sino también enque el don que se nos da es el donescatológico del Señor resucitado,y al mismo tiempo el don que nosllama a la vida eterna, a la resurreccióndefinitiva”12.El sentido de la Confirmación no puedesalirse del marco sacramental, pues todoello se deriva del misterio pascual

de Cristo. Bautismo y Confirmación sonsacramentos relacionados en una mismalínea. El primero hace referencia altránsito pascual de Cristo, y el segundo,a la comunicación del Espíritu como donescatológico. Bautismo y Confirmacióntienen que recuperar su mutua relaciónen el proceso de la iniciación de formamás crística y eclesial. El descubrimientoy la decisión por el propio dondel Espíritu para el bien común, esla tarea que corresponde al momentode la madurez psicológica13.

La Confirmación,perfeccionamiento de la vidacristiana: dimensión personal

La vida en Cristo se perfecciona ennosotros para que la pongamosal servicio de los demás. Éste esel elemento vital del sacramentode la Confirmación. El donde la Confirmación edifica y hacecrecer la Iglesia, ya que edifica y hacecrecer la vida bautismal del cristiano.Los Padres de la Iglesia entendieronsiempre la Confirmación comoel sacramento del perfeccionamientodel proceso bautismal, y la escolásticadefendió que, por la Confirmación,el bautizado llega a la edad perfectade la vida espiritual. El don del Espíritude la Confirmación perfeccionaal bautizado. Este don supone una ciertaperfección que nos hace progresar en unproceso que confirma algo existente, querenueva la fe, la esperanza y la caridad.Toda esta doctrina fue reconocida porel Magisterio, pero en los últimos añosmuchos teólogos han buscado nuevasperspectivas: “Si la Confirmación no esotra cosa que la plenitud y la perfeccióndel Bautismo, ¿en qué consistesu especificidad?, ¿qué se entiende poraumento de gracia?, ¿en qué consiste elrobustecimiento?, ¿qué se quiere afirmarcuando se habla de edad perfecta?…”14.El Concilio Vaticano II y el OrdoConfirmationis parecen aclarar esteperfeccionamiento en el sentido de unafuerza o virtud especial que vienedel mismo don del Espíritu Santo y quenos une más a Cristo y a la Iglesia.La expresión confirmatio tiene el efectode corroborar del don del Espírituy de reafirmarlo. La expresión robur adpugnam es la fuerza para la lucha

contra los enemigos de la fe. “La fuerzadel Espíritu se nos da tanto paraconfesar la fe en Cristo, como para creceren la vida cristiana, o para defender laIglesia en el mundo, o para edificarla enla unidad y caridad, por el testimoniode palabras y obras”15. Por último,la expresión aetas perfecta se entiendeen la analogía “nacimiento-crecimiento”empleada por santo Tomás y que puedeaplicarse al cristiano que se inicia porla recepción de los sacramentos ypor la adhesión y maduración en la fe.Quien confirma su fe cristiana aceptaa Jesús de Nazaret, confesado comoCristo, como la forma incondicionalde su comportamiento. Es preciso teneren todo el proceso de Confirmación undesarrollo como creyente, la maduraciónde su entidad ética, para que vayarespondiendo a las exigencias del sernuevo que se le ofrece. Quien decideconfirmar su fe, asumiendo este estiloético de vida en el que se irá haciendocreyente vivo y concreto:“Tratará de discernir el sentido y valorde las cosas y de los acontecimientosdesde y con el Espíritu de Jesús;tendrá como pauta de evaluaciónla referencia a Jesús y los criteriosseñalados por él;no se permitirá una adhesión a éla medias tintas, ni un compromisosuperficial, ni sutiles componendasy descuentos;brindará amor desinteresado, concretoy respetuoso;será amigo de la vida, consciente ala vez de la fragilidad mortal de todo;intentará encauzar constructivamenterealidades vitales como la libertad,la felicidad, el éxito, la sexualidad,el dinero;tomará decisiones efectivas a favorde la verdad y la honradez;cuidará de no separar las palabrasy la vida;se inclinará más hacialas convicciones vividas que hacialas abstracciones estériles;se mantendrá en actitud servicial,cuidando al mismo tiempo de no caeren comportamientos serviles;procurará ser hábil, pero evitando sermanipulador;se esforzará por integrar el serespontáneo y a la vez cauto;

1.GINEL, A. “Repensar la catequesis”, enCatequistas 174 (2006), pp. 46-49.

2.BOROBIO, D. “Sacramentos e imagen deIglesia”, en Phase 271 (2006), pp. 55-74.

3. Cf.MARTÍNEZ PELAYO GONZÁLEZ, D.-SA-BORIDO, J. L. Proponer la fe hoy, Ed. SalTerrae, Santander 2005.

4. J. PABLO II, Ecclesia in Europa, nº 47.

5. BOROBIO, D. “Sacramentos e imagende Iglesia”, en Phase 271 (2006), pp.55-74.

6. Cf. CODINA, V.-IRARRAZAVAL, D. “Con-firmados en el Espíritu para practicar lajusticia”, en Sacramentos de iniciación.

Agua y Espíritu de libertad, Ed. Paulinas,Madrid 1987, pp. 117-136.

7. Todos los especialistas de la Confirma-ción insisten en ello: Schillebeeckx, Con-gar, Lécuyer, Fransen, Durwell, Borobio,Tena, Lage, Oñatibia…

8. Cf. BUENO DE LA FUENTE, E.-MARTÍNEZ

LÓPEZ, N. “La Confirmación en el procesode la iniciación cristiana”, en Sacramen-tologíaGeneral. Bautismoy Confirmación,Ed. Aldecoa, Burgos 1985, pp. 337-389.

9. Cf. BOROBIO, D. Confirmar hoy. De laTeología a la praxis, Secretariado Dioce-sano de Liturgia, Bilbao 1974, pp. 89-95.N

OT

AS

24VN

¿Despedida de la Iglesia?INTRODUCCIÓNEn la tradición cristiana se utilizabala palabra “Kairós” para denominarel tiempo oportuno, o la oportunidad deDios, o el tiempo de acción de Dios o de“gracia” de Dios. El Kairós es el tiempode salvación, el momento de irrupciónde Dios en la historia para intervenir ycumplir su plan de salvación. Es, decir,estamos atravesando un Kairós enlos procesos de Iniciación Cristiana. Algotermina y algo nuevo quiere nacer1.Se dice que la pastoral sacramental estáen crisis, porque la Iglesia misma estáen crisis2. Así lo afirman por ejemplo,desde distintas instancias comola Conferencia Episcopal Francesay Alemana. Ambas hablan de la nuevasituación pastoral-sacramental.Se utilizan expresiones como “reconocer,acoger y afrontar y repensar el modelode transmisión de la fe”3 para plantearun nuevo paradigma; o “De lo heredadoa lo propuesto”, hay que entraren una nueva lógica misionera,pensar y diseñar un nuevo paradigmapastoral-catequético-sacramental.La Iglesia y los sacramentos no se librande esta dinámica. Los sacramentos sonvida y expresión de la vida del hombreen una sociedad y en un mundoconcreto. Esta crisis adquiere especialesacentos hoy, por la profundidad yradicalidad de los cambios. Algunosposibles cambios en nuestra sociedadoccidental son: 1. Los estudios desociología ofrecen datos que indican quela práctica sacramental ha disminuido.2. Los jóvenes se alejan de la Iglesiay de los sacramentos. 3. La familia estácediendo en la función de transmitir lafe. 4. Las reacciones de la sociedad antealgunas posturas de la Iglesia respectoa cuestiones científicas, sexuales,matrimoniales y económicas. 5. Cadavez se constata más la irrelevancia de laIglesia en las cuestiones que decidenel futuro de la sociedad. Juan Pablo IIhablaba en Ecclesia in Europa de“un oscurecimiento de la esperanza”4.En contrapartida, se produce unaprivatización de lo religioso que reniegade lo público institucional y unsincretismo religioso, o un cristianismo a

la carta o light, que produce en los ritossacramentales un vacío espiritual.Por lo tanto, los sacramentos no soncelebrados al margen o por encima delpensar, sentir y vivir de los hombres;están en relación con las situacionesfundamentales de la vida. Así noslo recuerda el Catecismo de la IglesiaCatólica cuando dice que los sietesacramentos corresponden a todaslas etapas y momentos importantesde la vida del cristiano: nacimiento,crecimiento, curación.“La cuestión es la siguiente: ¿en quémedida esta nueva religiosidad implicauna desafección, o incluso un prescindirde las formas religiosas que la Iglesiaofrece? Y si es así, ¿no afecta estoa su actitud respecto a la misma Iglesia,y a las formas como manifiestansu pertenencia? Lo que conduce aformularnos otros interrogantes: ¿puedela Iglesia seguir ofreciendo el ritosacramental, sin tener en cuenta esavariación y novedad situacional? ¿nodebemos preguntarnos, en primer lugar,quiénes son aquellos que pidenlos sacramentos (niños, jóvenes, adultos,mayores), de dónde vienen (cultura,religión, actitud, vida con o sin Dios),qué piden (una bendición, un rito,un sacramento), por qué lo piden(motivaciones válidas o falsas), ¿acasohay que situar el rito más allá de lavida, y del pensar, sentir y vivir de loshombres?”5. Por consiguiente, ¿cuál esel momento adecuado para celebrarla Confirmación? ¿Se ha convertido enun acto social religioso más? ¿Qué estáfallando? ¿Por dónde podemos caminarpastoralmente? ¿Qué nuevos proyectospastorales hemos de iniciar o impulsar?¿Cuál es el proceso que hemos de iniciarpara acompañar a los adultos? ¿Habráque plantearse la afirmación de JuanPablo II de la re-evangelización?

SENTIDO TEOLÓGICODE LA CONFIRMACIÓNUna teología profunda del sacramentode la Confirmación debe integrarseen sus relaciones con el Bautismo, conla Iglesia y con el Espíritu Santo. Seríanecesario hacer un serio examen

de todas estas implicaciones eclesialesde la Confirmación. “¿Estamos abiertosrealmente a los nuevos signos de lostiempos, a las nuevas generaciones, atodas las culturas y razas, a los nuevoscarismas, al mundo de los jóvenes?¿Somos una Iglesia capaz de acompañaral pueblo en sus procesos históricos,capaz de dirigirnos a los nuevos gentilesde hoy, como lo hizo la Iglesia deJerusalén a través de Pablo? ¿Noestaremos imponiendo a veces a razas,culturas y generaciones jóvenes pesadascargas, que no nacen del Evangeliode Jesús sino de tradiciones humanasy culturales?”6. Para ello es necesarioclarificar la misión del Espíritu Santoen la Confirmación y analizarlas dimensiones personales, eclesialesy misioneras de dicho sacramento.

La Confirmación,sello del don del Espíritu Santo

La línea teológica más común y fecundaes la que relaciona la Confirmacióncon el don del Espíritu. Esta dimensiónpneumática es la que claramentese deduce tanto del simbolismosacramental como de los textos litúrgicosde la celebración de la Confirmación7.La Confirmación expresa esta dimensiónpneumática de la vida cristiana.La historia ha sido unánime al designarla Confirmación como un sacramentodel Espíritu. “Hay un lazo sólido entrecristología y pneumatología. La unidadde cristología y pneumatología enla historia de la salvación corresponde ala unidad fundamental entre Bautismoy Confirmación, pero es su distinción laque justifica la existencia y celebraciónde la Confirmación como sacramentode la Iglesia (…) Jesús poseía el Espíritudesde el momento de su encarnación,pero recibió una segunda efusióndel Espíritu en el momento delBautismo, con lo que quedó constituidoy capacitado para desempeñar elministerio profético y testimonial en elmomento correspondiente de la historiade la salvación (…) La comunidadde discípulos en torno a Jesús desdeun principio no se encontraban fueradel ámbito del Espíritu; y sin embargo

PL

IEG

O

23_31_PLIEGO:Plantilla_PLIEGO 16/5/08 12:54 Página 24

27VN

inseparable. El cristiano comprometidoevitará dos posibles reduccionismos:o reducir la evangelización a meracomunicación de mensajes religiosos,ajenos a las realidades humanas, oreducirla a simples tareas de promociónhumana, dejando siempre implícitoel mensaje religioso y liberador de Jesús.El confirmado procurará vivir y actuarde manera que suscite interrogantes,que den lugar al anuncio de Jesús comobuena noticia”21.Por todo esto, la Confirmación esel sacramento eclesial por excelencia,por lo que debe ser un sacramento parael mundo. La Confirmación es el iniciopara la evangelización y el testimonio.“La Confirmación es un don y una tarea,una gracia del Espíritu y un compromisoen el Espíritu. La Confirmación noscompromete, pues, a edificar la Iglesiaen el mundo, y a dar testimoniode Cristo ante los hombres”22.En el Ordo Confirmationis se da granimportancia al testimonio eclesial:“El testimonio es como unaconsecuencia lógica o una finalidadpropia a la que nos lleva la fuerza deldon del Espíritu y la unión más perfectaa Cristo y a la Iglesia, de manera quepodamos edificar la Iglesia en el mundo,difundir y defender la fe, y ser el buenolor de Cristo entre los hombres. Esteaspecto es considerado por la Iglesiade tal importancia, que constituyeuna de las razones fundamentales, tantopara instaurar un catecumenado depreparación en caso de adultos, cuantopara retrasar la Confirmación en casode niños. El objeto del testimonio delcristiano no puede ser otro que Cristo,su pasión y resurrección, el Evangelio,la verdadera fe y la vida cristiana. Estetestimonio, por otra parte, debe darse enmedio del mundo y ante los hombres,de palabra y obra, con caridad y convalentía. Y la finalidad del mismotestimonio es la edificación de la Iglesiaen la fe y en la caridad, la difusión ydefensa de la fe, y la santificación”23.El cristiano no parte de la nada.Alguien, antes que él, le ha precedidocon su ejemplo y le ha marcadolos pasos que ha de dar. Es Cristo.Su testimonio debe ser el nuestro.El testimonio o la misión profética delcristiano deben realizarse precisamente

en el mundo y entre los hombres. “Eltestimonio del cristiano se entiende hoymás como un compromiso en el mundoque como una colaboración conla jerarquía, más como una autenticidadde vida, que como una defensaimpetuosa de ideales (…)La Confirmación nos comprometede un modo especial a dar testimonioen la Iglesia y en el mundo, si exigecumplir activamente nuestra misiónprofética, participando en las tareasde la Iglesia”24.

VALORACIÓN DE LAS DIVERSASPRAXIS EXISTENTES

El problema de la praxis,la edad de la Confirmación

El problema de la edad de laConfirmación sólo empieza a plantearsedesde un punto de vista pastoral apartir del siglo XVI. El primer documentoque habla, de manera explícita, de lacuestión de la edad es el CatecismoRomano. El papa Benedicto XIVinterviene en diversas ocasiones pararesolver problemas suscitados por dichacuestión. A partir del decreto Quamsingulari de san Pío X, se determinaque la edad de discreción es hacialos 7 años. En el Vaticano II no se tratódirectamente la discusión. Sin embargo,el nuevo Ordo Confirmationis hablade la cuestión resolviéndola de un modoque parece apartarse de la corrienteromana25. Así lo expresa la praenotanda:“Por lo que se refiere a los niños, enla Iglesia latina la Confirmación suelediferirse hasta alrededor de los sieteaños. No obstante, si existen razonespastorales, especialmente si se quiereinculcar con más fuerza en los fielessu plena adhesión a Cristo, el Señor,y la necesidad de dar testimonio de él,las Conferencias Episcopales puedendeterminar una edad más idónea, de talmodo que el sacramento se confieracuando los niños son ya algo mayoresy han recibido una convenienteformación”26.Por lo tanto, el problema de la edad dela Confirmación sigue estando latente enla realidad eclesial y todavía no se haencontrado una solución que satisfagaa obispos y teólogos, ya que no hayningún argumento escriturístico, ni

dogmático, ni histórico, ni litúrgico, nipastoral que sea absolutamente decisivopara llegar a una solución generaly única. Ninguna definición imponeel camino a seguir, ni precisa conexigencia si los que han de recibir estesacramento tienen que ser niños,jóvenes o adultos. Podemos encontrarcinco opiniones al respecto:1. La Confirmación tiene que celebrarsedespués del Bautismo y en la mismacelebración litúrgica. Esta prácticase recoge en la tradición oriental.2. La Confirmación debe ser celebrada ala misma edad que ha fijado la Iglesia,a los siete años. El niño es capazde distinguir lo que es y significaun sacramento.3. La Confirmación a la edadde los 10-11 años; el niño es capazde entender mejor lo que hace.4. La Confirmación a la edadde los 13-14 años; la pre-adolescencia.El adolescente se incorpora al institutoy es el comienzo de una nueva etapa.5. La Confirmación a la edad de 15-18años; la adolescencia-juventud llegaa una cierta madurez, toma decisionesimportantes en su vida y es capazde asumir compromisos con la vida,la sociedad y la Iglesia.Parece quedar claro que hay unadivergencia entre teología y pastoral,y que ambas tiran por dos caminoscontrarios. Mientras la teologíade la Confirmación se inclina a procederde tal manera que el Bautismoy la Confirmación aparezcan como dosfases de un mismo acontecimientosólidamente unidas, la práctica pastoralparece preocuparse por una mayorseparación cronológica entre ambas.Estas posiciones encontradas causan unagran preocupación para juzgar tanto lasrazones teológicas como las pastorales.Pero no es sólo la relación entreel Bautismo y la Confirmación lo quecuestiona la oportunidad de suseparación cronológica. La participaciónen la Eucaristía exige que se hayaconcluido la doble iniciación ala comunidad eclesial. La Eucaristía esun acontecimiento eclesial en el que laIglesia se actualiza del modo más pleno,ya que la Eucaristía es expresión de lacomunidad eclesial y funda la Iglesiade manera continua. Entonces, sólo con

26VN

apreciará la prisa y alentarála paciencia;no se instalará en cómodas inerciase ignorancias;evitará por igual el miedoy la arrogancia;valorará la austeridad sencilla comofuente de verdadera riqueza;buscará lo absoluto a travésde lo relativo;irá recorriendo comprometidamenteesta vida, seguro de estar dirigiéndosehacia la Vida en plenitud”16.

La Confirmación nos unemás perfectamente a la Iglesia:dimensión eclesial

La Iglesia es la mediación necesariaen todo encuentro sacramental.Así lo refleja Hech 8, 14-17, donde semanifiesta la preocupación de losApóstoles por incorporar plenamentea los bautizados a la comunidadapostólica para garantizar la comunióneclesial. Ésta será la razón fundamentalpor la que los obispos reclaman,a lo largo de la historia de la Iglesia,su derecho y obligación de perfeccionarla iniciación bautismal por la imposiciónde las manos. El Vaticano II y el OrdoConfirmationis afirman que,por la Confirmación, se nos transmiteel mismo Espíritu de la Iglesia, y quela Confirmación bien entendida debe serun auténtico acontecimiento eclesial,y que la presencia del obispo manifiestala dimensión eclesial del sacramentode modo privilegiado. Los confirmadosson marcados por la experienciaespiritual de la Iglesia, y ésta esmarcada por la experiencia espiritualde los confirmandos. El Espíritu esel que reparte sus carismas librementepara el bien común.La Iglesia es la mediación necesariapara que un cristiano llegue a serlo. Así,la dimensión eclesial del sacramentoprocede de: “1. La presencia y dondel Espíritu que, al ser el mismo Espíritude la Iglesia, se da para la unificacióny edificación de la misma a partirde sus miembros; 2. El sentido teológicoeclesial de todo sacramento, en cuantoacto que realiza y constituye a la Iglesia,manifestando su propia imagen; 3. Sobretodo procede del carácter iniciatoriode la Confirmación, según el cual los

bautizados avanzan en el camino de suiniciación a la Iglesia por el encuentrode mediación con la misma Iglesia;4. Y también porque la Confirmaciónnos enriquece con los dones y carismasdel Espíritu y es fundamento de todavocación, servicio y ministerio para laedificación de la Iglesia en la unidad yla diversidad, sobre los que se sustentatodo sano pluralismo eclesial.La Confirmación cualifica y capacita alcristiano para una participación activay un desempeño comprometido de sumisión profética, sacerdotal y real”17.Una de las dimensiones eclesiales másclaras en la Confirmación está enel ministerio y la presencia del obispo,signo de unidad a través de lasfunciones y carismas de los cristianos,y signo de apertura sobre la Iglesiauniversal, abarcando por tantola totalidad del mundo en el que elEspíritu está siempre actuando. Expresatambién la indispensable aperturade cada comunidad cristiana y de cadavida del bautizado18. La presencia delobispo en la celebración del sacramentodebe estar precedida y seguida de otraspresencias en la comunidad.Por lo tanto, la vivencia de laConfirmación ha de reafirmar a cadacristiano según su individualidadinnegable. Se es creyente cristianoinserto en la comunidad cristiana.La iniciación en la Confirmación ha de irintroduciendo al creyente en unaexperiencia adecuada de Iglesia decomunión, ha de motivar la adquisiciónde una autoconciencia eclesial yla adhesión ineludible a la comunidadcon el sentimiento afectivo y efectivo.

La Confirmación nos capacita paraser testigos: dimensión misionera

A lo largo de la historia de la salvación,el Espíritu de Dios se manifiestasiempre como un principio dinámico:en la creación, en el Siervo de Yahvé,en los profetas. El pueblo de Diosvivió en la esperanza de que Yahvéderramaría su Espíritu sobre todapersona al llegar los tiempos nuevos.Juan confirmará esa esperanza profética.En contraposición a los profetasy a Juan Bautista, Jesús aparece ungidopor el Espíritu, en plenitud, desdesu bautismo en el Jordán. El Espíritu

desciende y permanece en Jesús. Sólodespués de glorificado, Jesús llega a serfuente del Espíritu, que universalizay posibilita la misión. En Pentecostés,Jesús Resucitado comunica alos Apóstoles el Espíritu. El Espíritu hacede la Iglesia una fraternidad históricaal servicio mesiánico del mundo.La Confirmación guarda una relaciónexistencial, en el plano de la fe,con el Espíritu Pentecostal y la misión.Es el memorial de Pentecostés. En laConfirmación, cada cristiano, y aun todala comunidad, participan en el mismoacontecimiento pascual de Pentecostésy son involucrados en su dinamismomisionero para edificar la Iglesia enla historia y transformar el mundo19.La relación dinámica Confirmación-Misión queda reforzada desdela identidad cristiana, que se originaen el Bautismo. La Confirmación aportaal bautizado una nueva dimensión desu existencia cristiana. Por el Bautismo,los hombres se injertan en Cristo,en su cuerpo eclesial, y se conviertenen criaturas nuevas, en hijos de Dios,iguales en dignidad. Es la Confirmaciónla que especifica, con carismasdiferenciados, la vocación bautismal decada cristiano haciendo de todo creyenteun testigo y un actualizador de Cristoprofeta, pastor y sacerdote.Desde Pentecostés, la Iglesia ha sidouna comunidad organizada en tornoal carisma y al ministerio jerárquico, ya los otros carismas y ministerios. Estoscarismas no son patrimonio exclusivode las primeras comunidades cristianasni de la casta clerical. Son capacidadesmúltiples que el Espíritu da a cadauno para el bien común. Todo cristianoes un carismático. La Confirmación esel sacramento cuya celebración recuerdaa las comunidades cristianas quelos carismas pertenecen a la estructurade la Iglesia. El Espíritu ejerce unaimportante y amplia intervención, puessiembra carismas y promueve servicios.Los carismas, aun los más sencillos,otorgados a cada creyente por el Espíritu,son los que confieren a los cristianos“el derecho y el deber de ejercitarlospara el bien de la humanidady la edificación de la Iglesia”20.“Carismas, compromiso temporaly evangelización son un trinomio

PL

IEG

O

10. LG 11.

11. Cf. BOROBIO, D., o. cit., pp. 89-95.

12. Cf. Ibidem.

13. Cf. TENA, P. “El sello del don del Espíritu Santo”, enPhase 68 (1972), pp. 199-217.

14. Cf. Ibidem, p. 488.

15. Cf. Ibidem, p. 491.

16. Cf.HERRAEZ VEGAS, F. “El confirmado, hombre que op-ta por el talante de Jesús”, en Teología y Catequesis 21(1987), pp. 77-88.

17. Cf. Ibidem, p. 495.

18. Cf. BOURGEOIS, H. El futuro de la Confirmación, o. cit.,p. 134.

19. Cf. PEDROSA, V. “Confirmación y misión”, en Teologíay Catequesis 21 (1987), pp. 47-75.

20. Cf. AA, 3.

21. Cf. PEDROSA, V. o. cit., pp 45-75.

22. Cf. BOROBIO, D. Confirmar hoy. De la Teología a la pra-xis…, o. cit., pp. 108-109.

23. Ibidem, p. 111.

24. Ibidem, p. 117.

25. Cf. LLOPIS, J. “La edad para la Confirmación. Estado ac-tual del problema”, en Phase 69 (1972), pp. 237-248. Parauna mayor profundidad de la cuestión, cf. RUFINI, E. “Laedad para recibir la Confirmación. Un problema complejo y

mal planteado”, en Concilium 38 (1968), pp. 192-198. Cf.MARTIMORT, A. Los signos de la nueva alianza, Ed. Sígue-me, Salamanca 1967 , pp. 201-213.

26. Cf. RC, 11.27. Cf. MARREVEE, W. “La Confirmación: ¿un conflicto entrela teología y la práctica pastoral?”, en Selecciones de Teolo-gía 47 (1973), pp. 232-236.28. Cf. BOURGEOIS, H. El futuro de la Confirmación, o. cit.,pp. 152-153.

29. Sobre este aspecto se ofrecen unas razones de comple-jidad que radican en tres factores de imprecisión: 1. La fal-ta de precisión teológica sobre lo que constituye la Confir-mación. 2. La imposibilidad de determinar con claridad y demanera general la edad en que se dan los presupuestos psi-cológicos y sociológicos necesarios para recibir la Confirma-ción. 3. La relatividad resultante de la correlación de las cau-sas teológicas y pedagógico-antropológicas de imprecisión.Para una mayor profundidad, Cf. BIEMER, G. “La controver-N

OT

AS

23_31_PLIEGO:Plantilla_PLIEGO 16/5/08 12:54 Página 26

29VN

tardío, entonces habrá que explicarlesen qué consiste el proceso, cuál essu responsabilidad y, sobre todo, cuál esel grupo en el que pueden integrarse33.Según la opción elegida por los padres,

posibilitaría dos itinerarios. El primero:Bautismo de recién nacido, celebraciónde la primera Eucaristía y la Penitencia alos diez años, preparación catequética parael catecumenado de Confirmación e iniciode dicho catecumenado a los 14 añosy celebración de la Confirmación a los 17años. El segundo: a partir de los 6 y 7años comienza la preparación remotade los niños al Bautismo. A los 8 años,tendría lugar la celebración ritual delsacramento del Bautismo. Tras el Bautismovendría una etapa intermedia en la quelos niños continúan su educación en la febajo la tutela de sus padres, y se vaniniciando a la preparación del sacramentode la Eucaristía y Penitencia; dichossacramentos serán celebradosa los 12 años. Y a los 13 años se iniciael catecumenado que conducea la Confirmación, pues el adolescentetiene que llegar a un cierto gradode maduración para recibir dichosacramento.En los dos itinerarios habría unadistinción entre la primera Eucaristíay la Eucaristía de la comunidad adulta.Esta distinción no supone privarde valor a la primera Eucaristía,sino relativizarla, remitiéndolaa la de la comunidad adulta. Esto puedesustentarse en varias razones:antropológica, histórica, teológicay pastoral34.Para concluir, llegada la edadde los 17 años, la comunidad invitaríaa los jóvenes a pedir formalmente laConfirmación, ya que sería un momentoadecuado para que ellos expresaranlibremente su deseo de proseguirel camino de la iniciación. Una vezcelebrada la Confirmación, se llegaríaal punto clave de la iniciación,la Eucaristía plenamente participada enla comunidad adulta.Sobre esta opción por el retrasode la Confirmación hay tres aspectosa destacar:Una razón antropológica35: una

persona cuando es iniciada a la vida estambién capaz de autoiniciarse a la vidacristiana. Esto hace que el ser humano

dé un nuevo sentido a la vidaevangélico-eclesial, aceptando en la feuna forma de estar en el mundo desdeuna relación nueva consigo mismo, conlos demás, con el mundo, con Dios.Una razón iniciatoria36: la verdadera

iniciación implica el ofrecimientogratuito de salvación por parte de Dios,la vinculación dinámica del misteriopascual de Cristo, el sello del Espíritude Cristo, la incorporación a la Iglesia yel compromiso de vida.Una razón teológica37: debe haber

un momento verdaderamente personal,consciente, libre y responsable donde sereclame la expresión libre de la opciónpor Jesús. No se trata de cedera la moda o transigir con la culturaactual; se trata más bien del deseode cristianizar a la cultura actual, alas personas de nuestro tiempo, consus problemas y dificultades. Y tampocose trata de exigir una fe madura, desdeuna actitud perfeccionista, puritanao neopelagiana, sino de reconocerla capacidad propia del niño, y de noatribuirle lo que es propio de adultos.

APLICACIÓN PASTORAL(a nivel de orientación)La pastoral de la Confirmación debetener como meta la educación en la fe,la interiorización de los compromisosbautismales, la preparacióna la celebración del sacramentoy la responsabilización en lo posiblede las exigencias del sacramentode la Confirmación. La pastoralde la Confirmación debe encuadrarsedentro de una línea de evangelizacióny catequesis a los distintos nivelesde la comunidad cristiana. La pastoralde la Confirmación no puedepartir de presupuestos teóricos, sinode la realidad de las personas,de la situación vital del grupo,de las características psico-sociológicasy religiosas de los confirmandos,es decir, estar atentos a la integración,actitudes, comportamientos delcatequizando en la cultura reinante.En conclusión, el confirmando hade ser capaz de: 1. Tomar una decisiónpersonal, en correspondenciacon su edad, en aquello que conciernea la vida en Cristo. 2. Tener unaexperiencia de Iglesia, vivir los valores

de solidaridad, fraternidad… 3. Aceptarsu responsabilidad en la comunidadcristiana. 4. Tomar conciencia del papelque debe jugar su testimonio en la vida.

La realidad

La gran mayoría de los gruposde Confirmación en las diócesis estáninmersos en la base de la pastoralde las parroquias. La preparacióndel sacramento ha supuesto paramuchos adolescentes un tiempo deprofundización en su vida de relacióncon Dios, la Iglesia, padres, amigos ynaturaleza, desde la catequesis semanal,pasando por encuentros juveniles anivel parroquial, arciprestal y diocesano,así como también por experienciasde vigilias, campamentos, retiros,encuentros con el Papa, etc. Aun así,se empieza a notar que el númerode adolescentes que se apuntan paracomenzar la preparación de laConfirmación es cada vez más reducido.Varias son las causas: el poco ambientereligioso de muchas familias, la granoferta de la sociedad de consumo almundo juvenil, las nuevas tecnologíascomo modo de relacionarse, los nuevosritmos de vida (noche38 y weekend),las grandes fiestas y la falta de unaformación religiosa hacen resentirse elmodo de vida eclesial. También loscambios culturales marcadosprincipalmente por la TV han influidoen los procesos de socialización de la fe.A pesar de estas dificultadesen la convocatoria y en la educaciónde la fe, seguimos teniendo gruposde adolescentes de 14 a 18 años en casitodas las comunidades parroquiales ycentros educativos cristianos. La mayoríade los grupos se confirman despuésde un período de dos o tres añosde preparación. Pero, ¿qué pasadespués? ¿Por qué los confirmandos ensu gran mayoría no siguen? Hayparroquias que no saben qué hacer conlos recién confirmados porque no tienenni infraestructura, ni agentes de pastoralque puedan llevar a cabo tal cometido.Otros suelen engrosar durante uno o dosaños el llamado grupo depostconfirmación o de jóvenes; éstosrealizan durante algún tiempo algunatarea apostólica, y terminan por dejarel grupo y la parroquia cuando la vida

28VN

gran dificultad puede ser justificadauna participación en la Eucaristía, si lacomunidad que la celebra está formadapor miembros confirmados y sinconfirmar. Las conclusiones teológicasy la práctica pastoral deben actuarde forma conjunta27. La divergencia estáentre algunos liturgistas y pastoralistas.Entre los teólogos no se plantea tantola cuestión.

La búsqueda de una soluciónpastoralmente válida para hoy

Para dar una solución pastoral válidaal sacramento de la Confirmación, habráque ampliar el campo de visión, poruna parte el desarrollo o realizaciónpersonal de los confirmandos, y por otrolado el rostro que la Iglesia da y se daal celebrar la Confirmación. No podemosquedarnos estancados en asegurarlo antes posible la gracia para los niños,y tampoco podemos quedarnos estáticosante el problema en función de unaIglesia ideal, abstracta, independientede las personas, de sus demandas y sudesarrollo espiritual. Para alcanzar unabuena perspectiva eclesial, habrá quetener en cuenta: “El nexo estrecho entreBautismo y Confirmación, el procesotradicional Confirmación-Eucaristía,la percepción concreta que han de tenerlos bautizados acerca del desarrollo yunidad de la Iglesia, la articulación quehay que hacer entre Confirmaciónde adultos y Confirmación de niños,el alcance que tiene la celebración paralos niños”28.Por lo tanto, en la práctica, habrá queaprender a elegir una opción que nopuede ser impuesta sólo por la historia,ni por la teología, ni por la sociología,sino por el conjunto de visión de estostres elementos. Es decir, habrá que mirarel contexto sociocultural de nuestraépoca, discernir bien en la reflexiónsobre la edad para la Confirmación si esel criterio de lo que es un sacramento.Al ser la Confirmación un momento enel proceso de iniciación, es evidente quesurjan modificaciones en la preparacióndel Bautismo y la Eucaristía; de aquí sedesprende el medir bien los plazosen el proceso de iniciación y el sentidode su duración.También hay que tener en cuenta que,para intentar ser decisivos al poder

fijar una edad para la Confirmación,hemos de valorar unos criteriospedagógicos-antropológicoss29.De aquí se desprenden unas clavespara intentar renovar la pastoralde la Confirmación.El camino de solución debe teneren cuenta la pluralidad de opcionespastorales que han existidoen la Iglesia.Es necesario hacer una opción pastoraldonde la Iglesia ponga el acento y optepor una solución, sin excluir otras.El sacramento de la Confirmacióndebe entenderse en el procesode la Iniciación Cristiana en referenciaal Bautismo y la Eucaristía.La Iglesia tiene que manifestarsecomo signo-sacramento verdadero desalvación, a través de un testimoniosincero del mensaje y la vidadel Señor muerto y resucitado.La Confirmación debe ser consideradabajo el aspecto de crecimiento operfeccionamiento de la vida cristiana.La Iglesia no puede instrumentalizarun sacramento a tenor de lamentalidad de una época, ni puedereducirlo a sus aspectos pedagógicos,psicológicos, sociológicos.El sacramento es un encuentrode Dios con el hombreen la comunidad de la Iglesia.

Ante la realidad social tan cambiantey el alejamiento de nuestra sociedadespañola de la Iglesia, que comoconsecuencia nos trae la pérdidade nuestras raíces cristianas,se necesitan nuevos ámbitosde evangelización y mejoras de nuestraspropuestas evangelizadoras. Para ellohay cuatro posibles caminosde evangelización sobre la pastoralde la edad de la Confirmación:Primer camino: debido al contextosociocultural y eclesial actual, no esmuy apropiado establecer una edad fijapara todos los confirmandos, ya queesto llevaría a un automatismode la celebración, y no se respetaríala situación espiritual y eclesialde los candidatos. Unas veces la fede los padres aconsejaría celebrar elsacramento a una edad temprana, perootras el ambiente de descristianizacióny la falta de una comunidad pediríacelebrarlo a una edad más tardía.

Por tanto, es preferible, no un ordenfijo, sino un orden flexible que garanticela unidad de las comunidades entre síy con la Iglesia universal30.Segundo camino: mantener el ordentradicional de la Iniciación Cristiana:Bautismo, Confirmación y Eucaristía.Si desarticulamos la Iniciación Cristiana,la Confirmación corre el riesgode convertirse en un sacramentoun tanto yuxtapuesto. La Confirmacióndebe celebrarse a los siete años, porquese entiende que es el mejor modode reflejar la unidad de la iniciación.Tercer camino: partiendo del ritode inscripción del Bautismo, se debeofrecer una educación catequética quecoincida con el proceso evolutivopsicológico de los sujetos. La finalidadde la Confirmación sería la de presentar,a Dios y a la Iglesia, cristianos concarácter probado y confirmado, firmes ensu adhesión a Cristo, y reconocidos porla comunidad como miembros con plenoderecho para ejercer responsabilidadesy cargos31.Cuarto camino: ofrecer la unidaddinámica de los sacramentosde iniciación e integrar la iniciacióncomo el medio más válido para suscitaruna respuesta de fe y ofreceruna imagen de Iglesia más evangélica.La Eucaristía sería el punto culminantede la Iniciación Cristiana32.Esto implica el retrasar la Confirmación.Esto se realizaría en varias etapas:Hay que crear un ambiente de libertad,

proponiendo las distintas posibilidadesde la Iniciación Cristiana. Asimismo,se debe entender el sacramento, no comoun cumplimiento puntual y pasajerode un rito, sino como un procesoespaciado de un comportamiento personaly comunitario.Ofrecer a los padres que acudan

a la petición del Bautismo para sus hijos,la posibilidad de elegir dos caminosposibles: el Bautismo al poco de nacer,o la candidatura al Bautismo expresadaen el rito de la inscripción. Si los padresoptan por el Bautismo temprano, habráque concienciarlos de que éste esel comienzo de una iniciación que deberácontinuar después, siguiendo las distintasetapas sacramentales, tal como estánconfiguradas en la comunidad concreta.Si los padres optan por el Bautismo más

PL

IEG

O

sia sobre la edad de la Confirmación, caso típico de con-flicto entre la teología y la pastoral”, en Concilium 132(1978), pp. 283-292.

30. Cf. BOROBIO, D. Confirmar hoy. De la Teología a la pra-xis…, o. cit., p. 148.

31. Cf. BOROBIO, D. La Iniciación Cristiana, o. cit., pp.520-521.

32. Cf. LODI, E. “Aspetti pastorali dell Ordo Confirmatio-nis”, en Riv. Lit. 3 (1972), p. 300.

33. Cf. BOROBIO, D. Confirmar hoy. De la Teología a la pra-xis…, o. cit., pp. 152-160.34. Cf. BOROBIO, D. La Iniciación Cristiana, o. cit., p. 524.35. Cf. Ibidem, p. 526.36. Cf. Ibidem, p. 527.37. Cf. Ibidem, p. 528.38. Para unamayor información sobre los jóvenes, la no-che y la fiesta, cf. ELZO, J. “Jóvenes, noche y diversión:una interpretación sociológica”, enMisión Joven 258/259

(1998), pp. 5-16. Cf.MARÍN, A. M. “La noche de los jóvenes”,o. cit., pp 17-27. Cf. PALACIOS GÓMEZ, J. “Los sugerentes pai-sajes de la noche”, o. cit., pp. 29-32/49-55.

39. Cf. SASTRE, J. “Algunas claves para una pastoral renova-da del sacramento de la Confirmación”, en Teología y Cate-quesis 74 (2000), pp. 45-74.

40. El acompañamiento en el proceso catequético de la Con-firmación ha de jugar un papel fundamental. El acompa-ñamiento personal se hace especialmente necesario cuan-

do se quiere iniciar no sólo en la vida adulta, sino tambiénen la vida cristiana. Todas las culturas tienen ritos de ini-ciación en la vida adulta. En ellos, el acompañamiento delos jóvenes por parte de los adultos experimentados juegaun papel fundamental en el crecimiento y maduración delos primeros. Cf. GARCÍA MORCUENDE, M. A. “Comunicadospero no acompañados”, en Misión Joven 320 (2003), pp.5-16. RAMBLA, J. “Qué no es acompañar. Carta a un acom-pañante novel”, en o. cit., pp. 17-26. NÚÑEZ, J. “¿De qué

habláis por el camino? Acompañar a los jóvenes en la vidadiaria”, en o. cit., pp. 25-32/49-50.

41. Cf. JURÍO, P.-ISO, A. “Reflexión diocesana sobre la Con-firmación”, en Teología y Catequesis 74 (2000), pp. 133-141.

42. Cf. CAÑIZARES, A. “Sugerencias para un proceso catecu-menal y pedagogía actual”, en El sacramento del Espíritu.La Confirmación en la Iglesia hoy, Ed. Secretariado de Litur-gia, Madrid 1976, pp. 249-268.

43. Cf. Ibidem.NO

TA

S

23_31_PLIEGO:Plantilla_PLIEGO 16/5/08 12:54 Página 28

31VN

30VN

personal, afectiva, universitariao profesional se complica un poco. Hayun grupo minoritario que se incorporaal ritmo de vida cristiano y participade manera comprometida enlas distintas áreas de evangelizaciónde la Iglesia o se incorpora a un grupode vida (catequistas, coro parroquial,Cáritas, Hombres Nuevos, CVX,Neocatecumenales, MJAC…).También nos encontramos con quela mayoría de los proyectosde Confirmación centran sus esfuerzosen trabajar la respuesta de loscatequizandos para que sea lo másduradera posible, y se olvida la accióngratuita de Dios. Los catequistas insistenen los contenidos de la fe y enlas obligaciones del cristiano con unapedagogía exclusivamente deductiva.Habría que profundizar más en laoriginalidad de la pedagogía divina, yaque detrás de cada proyecto de pastoralhay una antropología y una teología, esdecir, una forma de comprender la fe,de hablar de Dios, de la Iglesia, de lossacramentos y de la relación fe-vida39.

Propuesta pastoral

La propuesta pastoral del sacramento dela Confirmación ha de estar enmarcadaen el proceso de la Iniciación Cristiana.La intención es contemplar la catequesisde iniciación en un “antes”,un “en” y un “después” en el procesode Confirmación. Un “antes” con todolo relacionado a la convocatoriay discernimiento de lo que se va hacer.Un “en” en la preparación delsacramento con su proceso catequéticoy celebrativo. Un “después” conel acompañamiento a la ascesis personalde cada catequizando. Todo esto es

un reto para la evangelización ycatequización de adolescentes, jóvenesy adultos en el sacramentode la Confirmación.Hay que intentar ir superandola catequesis puntual de momentossacramentales y caminar haciauna verdadera catequesis de iniciación,de carácter catecumenal y de conversión,intentando personalizar los procesosy dando prioridad al acompañamiento40

y discernimiento personal41.Es necesaria la catequesis integral en susdistintas dimensiones: intelectual, vitaly comunitaria. La Confirmación comosacramento de la Iniciación Cristiana hade tener unas referencias centrales:Vinculación concreta, dinámica y eficaz

con Cristo resucitado.Cambio de vida y perdón

de los pecados.El sello del Espíritu Santo. La función

del Espíritu santo en la vida cristiana.La vida comunitaria eclesial y el servicio

en el mundo. El desarrollo de la vidahacia la madurez y el testimoniode la vida cristiana en el mundo.La unidad eclesial de los creyentes

y de las comunidades.Por lo tanto, podemos hablar de laconfesión de fe como objetivo prioritariode la pastoral de la Confirmación. Estoentraña iniciar a los candidatos en locristiano, es decir, nuestra identidadcomo creyentes en Jesucristo. El cristianoes el que vive “como opción porun sentido de todo en el amor, hechapor la aceptación de Jesús de Nazarety su comunidad carismática comosignos de la revelación de Dios, AmorOriginario; opción de esperanza,ahora laboriosa, en camino hacialo definitivo”42. Otro objetivo será la

inserción en la comunidad o iniciaciónen ella, es decir, una comunidadde gente movida por el Espíritu de Jesúsque se quiere de verdad, que secomunica en verdad y que vive para sersigno efectivo del Amor Originario,y, por tanto, signo exigitivo del amoruniversal. La comunidad eclesial se hacea través del reconocimiento mutuode sus miembros en la fe y por laparticipación y comunicación efectivavivida entre ellos y con los demáshombres, especialmente los más débiles.Una comunidad que da testimoniode la esperanza que le anima43.

CONCLUSIONESLa mayoría de los adolescentes yjóvenes que reciben el sacramento dela Confirmación desaparecen de laparroquia, de los grupos y hasta de laEucaristía dominical. Sólo una minoríapermanece en la participacióndel funcionamiento de la parroquia.Esta realidad hace ver un futuroincierto en nuestras comunidadesparroquiales. La participación juvenilen las asambleas dominicales es muyescasa.La gran mayoría de las parroquiasno tienen propuestas pastoralespara los jóvenes despuésde la Confirmación. En las parroquiasdonde se encuentra de manerapositiva la participación juvenil, éstagira en torno a un movimiento.Para el 90% de los jóvenes que seencuentran en nuestras parroquias,su relación es el sacramentode la Confirmación.Urge plantearse la catequesisde Confirmación en clave de iniciacióncristiana y conversión.

PL

IEG

O

OBJETIVOS A CONSEGUIR EN LA PASTORAL DE LA CONFIRMACIÓNAyudar a comprender la riqueza de la vida cristiana.Situar al joven en el mundo y despertar en él una actitud de compromiso.Hacer descubrir al joven la actuación del Espíritu en el mundo.Conocer mejor la persona de Jesús de Nazaret.Despertar una adhesión a la persona de Cristo.Animar, comprender y participar en la realidad sacramental de la Iglesia.Suscitar la integración dentro de la comunidad parroquial.Mostrar la unidad que guardan los sacramentos de la Iniciación Cristiana.Explicar el significado y contenido del sacramento de la Confirmación.

Tomar conciencia de que el Espíritu es fuerza para el testimonio.Preparar la celebración del sacramento de la Confirmación.Conocer las realidades marginales de nuestra sociedad acudiendo a loscentros de Cáritas y ONG.Participar en actividades arciprestales y diocesanas para el conocimientode la realidad eclesial juvenil.Acompañar al joven en su proyecto de vida.Revisar el proceso realizado de Confirmación y ofrecer sugerencias para elpróximo curso.

23_31_PLIEGO:Plantilla_PLIEGO 16/5/08 12:54 Página 30