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1 ESTUDIO DE IDENTIFICACION DE ZONAS DE RIESGO EN LOS CANTONES ECHEANDIA, LAS NAVES, QUINSALOMA Y VENTANAS VOLUMEN I CONTIENE : TEXTO DEL ESTUDIO CON MAPAS DE AMENAZAS, VULNERABILIDAD Y RIESGOS Elaborado por : Noriega O., Edgar Rivera A., Mario Yánez G., Marcelo León C., Esther Murillo V., Francisco Orellana J., Hernán

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ESTUDIO DE IDENTIFICACION DE ZONAS DE RIESGO EN LOS

CANTONES ECHEANDIA, LAS NAVES, QUINSALOMA Y VENTANAS

VOLUMEN I

CONTIENE: TEXTO DEL ESTUDIO CON MAPAS DE

AMENAZAS, VULNERABILIDAD Y RIESGOS

Elaborado por: Noriega O., EdgarRivera A., Mario Yánez G., MarceloLeón C., EstherMurillo V., FranciscoOrellana J., HernánVacacela G., Rosa

Revisado por: Robert D’Ercole

Septiembre de 2008

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C O N T E N I D O

VOLUMEN I

1. Introducción 3

2. Antecedentes 3

3. Objetivos 4

4. Amenazas 44.1 Conceptos Generales 54.2 Proceso Metodológico 64.3 Caracterización Particular de las Amenazas 74.4 Zonificación de la Amenaza por fenómenos de remoción en masa 144.5 Zonificación de la Amenaza por Inundaciones 304.6 Análisis de Multiamenaza 51

5. Vulnerabilidad 5.1 Análisis Conceptual 535.2 Análisis Técnico 545.3 Caracterización Cantonal 545.4 Resultado 715.5 Obras para reducir la vulnerabilidad 79

6. Riesgos 6.1 Análisis Conceptual 806.2 Resultado 816.3 Definición de Escenarios del Riesgo 82

VOLUMEN II

Anexo 1.- Caracterización General de las Amenazas 2Anexo 2.- Descripción Técnica de los Mapas Temáticos 18Anexo 3.- Descripción Técnica de Susceptibilidad y Unión para F.R.M. 41Anexo 4.- Información Pluviométrica 45Anexo 5.- Descripción Técnica de Susceptibilidad y Unión para Inundac. 52 Anexo 6.- Variables Sociales, Culturales y de Infraestructura 54Anexo 7.- Registro de mapas producidos 61Anexo 8.- Registro de Instituciones Educativas 64Anexo 9.- Bibliografía 71

Anexos Digitales:

10 - Registro fotográfico 11 - Mapas base de los cantones Escala 1 : 25.000

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1. INTRODUCCION

El presente estudio se ha realizado dentro del Proyecto: “Herramientas Innovadoras de Apoyo (comunicación y media) y Participación de Jóvenes como Estrategia clave en la Preparación ante Desastres en las Municipalidades vulnerables del Flanco Occidental de la Cordillera Occidental del Ecuador“, ECHO/DIP/BUD/2007/03001, ejecutado por COOPI (Cooperazione Internazionale), una ong - Organización no Gubernamental - italiana que está presente en Ecuador desde 1967, realizando actividades de cooperación al desarrollo, de ayuda humanitaria y de preparación ante desastres. El proyecto se enmarca en el Quinto Plan de Acción para la Comunidad Andina del Programa de “Preparación ante Desastres – DIPECHO y tiene cofinanciamiento del Departamento de Ayuda Humanitaria de la Comisión Europea (ECHO).

2. ANTECEDENTES

La ocurrencia de catástrofes causadas por fenómenos naturales ha hecho que el tema “amenazas” cobre mayor interés desde 1996, año en el que se realizó la International Strategy Disaster Reduction (ISDR), debido, en parte, a la preocupación internacional por reducir la magnitud de las pérdidas que ocasionan, como la ayuda que presta la Comunidad Europea a las víctimas, independientemente de su raza, su grupo étnico, su religión, su sexo, su edad, su nacionalidad o afiliación política.

Las inundaciones y los fenómenos de remoción en masa, estos más conocidos como deslizamientos o derrumbes, son las causas más frecuentes de desastres en el País. El flanco occidental de la Cordillera Occidental de los Andes, en el que se ubican los cantones Echeandía y Las Naves, de la Provincia Bolívar, y los cantones Quinsaloma y Ventanas, de la provincia Los Ríos, históricamente ha presentado altos grados de amenaza, vulnerabilidad y riesgo, como efecto de fenómenos naturales cíclicos y actividades antrópicas, acentuados por falta de políticas y medidas de prevención, atención y reconstrucción - rehabilitación, generalmente ante eventos climáticos adversos que propician bajos niveles de calidad de vida en el sector.

Para reducir la vulnerabilidad ante las amenazas por fenómenos de remoción en masa y por inundaciones, es necesario formular un modelo de coordinación institucional y comunitaria para la prevención y mitigación de desastres que, entre otras prioridades, contemple:

Elaborar y desarrollar planes de ordenamiento territorial; Elaborar y actualizar planes de contingencia; Mantener programas de capacitación constante ante desastres; Planificar y construir obras de mitigación; Ampliar el tema de gestión de riesgo a nivel de todos los actores;

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Proveer, utilizar y mantener equipos de monitoreo para registro en estaciones meteorológicas;

Implementar sistemas de alerta temprana; e, Impulsar, a nivel estatal, regional y seccional, estudios y planes de manejo de

cuencas y microcuencas hidrográficas.

3. OBJETIVOS

General

Fortalecer capacidades de preparación ante desastres hacia las amenazas naturales en el flanco occidental de la Cordillera Occidental del Ecuador.

Específico

Realizar un estudio de riesgos que permita:

- Conocer las condiciones de exposición a amenazas de la población de los cuatro cantones (Echeandía, Las Naves, Quinsaloma y Ventanas), a fin de contar con información adecuada para la preparación ante desastres, el manejo de crisis (gestión de emergencia) y entregar a los cuatro municipios documentación técnica relacionada.

- Ubicar las zonas más seguras para el manejo de una emergencia (en particular evacuación de familias) y para la orientación de la ocupación del suelo.

- Identificar posibles barreras arquitectónicas de las estructuras públicas (escuelas, centros de salud, iglesias, casas comunales, conglomerados de viviendas, infraestructuras básicas, vías de comunicación, puentes, etc), y otros elementos, considerados como esenciales por la comunidad, para personas con capacidades especiales y de la tercera edad.

- Comprobar la existencia de otros instrumentos utilizados por las comunidades del área en términos de Preparación ante Desastres y medir la utilidad de los mismos para el logro del objetivo del proyecto.

4. AMENAZAS

El desarrollo de estudios como el propuesto, permite aplicar metodologías apropiadas para conseguir los objetivos esperados, en dependencia de las características físicas y ambientales propias del sector, sustentando los procesos en estudios similares realizados para otras localidades.La zona definida para el estudio se ubica en los flancos y contrafuertes de la Cordillera Occidental de los Andes, comprendiendo los cantones Echeandía y Las

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Naves de la provincia Bolívar y los cantones Quinsaloma y Ventanas de la provincia Los Ríos, anotando que Quinsaloma, ex jurisdicción parroquial de Ventanas, por su reciente creación se incluye como jurisdicción cantonal.

Los cuatro cantones se ubican en el sector central del País, en un rectángulo imaginario conformado por las coordenadas 662.000 y 703.000 de Longitud y 9’830.000 y 9’895.000 de Latitud, compartiendo ambientes de transición entre cordilleranos y de llanura. La mayor superficie se ubica entre 40 metros sobre el nivel del mar y 300 metros sobre el nivel del mar, mientras el resto corresponde a sectores montañosos que alcanzan hasta los 1.720 metros sobre el nivel del mar.

En general, el cuadro climático de la zona de estudio se caracteriza por corresponder a la amplitud altitudinal de entre 0 y 1800 m.s.n.m., con clima Tropical y temperaturas medias de entre 18° c y 28° c, que corresponden a las fajas ecológicas Ecuatorial Cálido y Subtropical Subandino.

El área de estudio es parte de la Cuenca del Río Guayas, ubicándose en el sector Nororiental de la misma. El factor hidrológico está controlado por las vertientes del Chimborazo y de las correspondientes al flanco Occidental de la Cordillera Occidental de los Andes, provincia Bolívar. Es conveniente anotar que, los planes de manejo de la Cuenca del Río Guayas, deben involucrar a todos los ecosistemas que la componen, dando la importancia que tienen los que producen el agua.

4.1. CONCEPTOS GENERALES

Desde la emisión del “Manual para el manejo de desastres (PNUD / UNDRO - 1979)”, en que define los términos para la evaluación de riesgos, ocurren otras definiciones ajustadas a objetivos particulares propuestos o a criterios técnicos y conceptuales cuantitativos. De entre la variedad de proposiciones, adoptamos las que más se ajustan (Mora S., 1990) a la realidad geológica, comunitaria y administrativa del área de estudio.

Amenaza: Factor externo del Riesgo, representado por la potencial ocurrencia de un suceso de origen natural o generado por la actividad humana, que puede manifestarse en un lugar específico, con una intensidad y duración determinadas.

Vulnerabilidad: Las características de una persona o grupo (estructura comunitaria) en términos de su capacidad para anticipar, soportar, resistir y recobrarse de los impactos de una amenaza.

Riesgo: Probabilidad de exceder un valor específico de daños sociales, ambientales y económicos, en un lugar definido y durante un tiempo de exposición determinado.

Los fenómenos de remoción en masa comprenden un amplio, variado y complejo tipo de movimientos de materiales rocosos y terrígenos superficiales, debido a la

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fuerza de la gravedad. De manera general se utiliza el término deslizamiento, cuando define a algunos tipos de fenómenos de remoción en masa, por lo que, para nuestro objetivo, aplicaremos el concepto de fenómeno de remoción en masa a todo movimiento de material ocurrido ladera debajo, debido a la fuerza de la gravedad, incluyendo los flujos a lo largo de cauces, como es el caso de las avenidas torrenciales, en que el material que cae se mezcla con la corriente de agua.

De entre los diversos fenómenos naturales, las inundaciones son consideradas peligrosas porque sus características de intensidad y frecuencia causan daños a la estructura social de la zona en que se presentan. A esto se suma la presencia, cada vez mayor, de asentamientos humanos sobre y junto a cauces y llanuras de inundación de los ríos, condicionada por la falta de planificación del crecimiento y por las características socioeconómicas de la población, que agrandan el riesgo por fenómenos de remoción en masa e inundaciones.

Entonces se deriva el siguiente paso, la prevención, que pretende evitar todo daño posible a la estructura social y, principalmente, a la vida humana. El entendimiento más cercano a la realidad de la génesis de los procesos de remoción en masa e inundaciones, es el primer paso para estructurar y aplicar medidas y técnicas que eviten, en lo posible, el deterioro de la estructura social por la acción de estos procesos.

4.2. PROCESO METODOLÓGICO

Realizar el Estudio de Identificación de Zonas de Riesgo en los Cantones Echeandía, Las Naves, Quinsaloma y Ventanas, implicó aplicar un conjunto de técnicas de campo, gabinete y oficina, para obtener información necesaria y suficiente que, convenientemente analizada y procesada, permita sustentar la elaboración de la cartografía gráfica digital objeto del proyecto, que se detalla:

A. Obtención y Análisis de cartografía base y temática, así como información seccional y local, con las que elaborar mapas base para trabajo de campo y compilar la cartografía temática preliminar.

B. Trabajo de campo para: levantar información georeferenciada de sectores afectados por fenómenos naturales, junto a criterios sectoriales de percepción colectiva e histórica de los fenómenos naturales que han causado desastres, mediante contactos directos con habitantes de sectores afectados, así como toma in situ de indicadores sociales, económicos y políticos de los cuatro cantones (Elaboración de Informe de Avance).

C. Analizar información hidrometeorológica, levantar en el campo parámetros sobre litología, estructuras geológicas, rasgos topográficos, tipos de drenaje, comprobar pendientes, formas del terreno, tipos de suelo y estabilidad, para elaborar cartografía de susceptibilidad temática, ajustada a un unificado criterio de niveles de afectación.

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D. Aplicar Sistemas de Información Geográfica para elaborar mapas de zonificación de amenazas, vulnerabilidad y riesgos, con parámetros de exposición y recomendaciones sobre zonas seguras y optimización de uso del suelo.

E. Digitalizar mapas preliminares, revisar documentación en texto y gráfica, elaborar cartografía digital producto final, redactar informe final con comentarios a los productos obtenidos para proteger zonas sensibles a amenazas y para la gestión del riesgo.

4.3. CARACTERIZACIÓN PARTICULAR DE LAS AMENAZAS

La Caracterización General de las amenazas, desarrollada en al Anexo N° 1 (Volumen II - Págs. 2 a 17), ofrece una amplia visión de las que pueden afectar a la zona de investigación. Además, de manera particular, es oportuno mencionar las que más incidencia pueden tener en el área, tales como:

4.3.1. Fenómenos de Remoción en Masa

Los fenómenos de remoción en masa ocurren sobre taludes fuertes y de muchas maneras, persistiendo cierto grado de incertidumbre en predicción, rapidez de ocurrencia y área afectada.

Los fenómenos de remoción en masa más comunes son: caída de rocas desde los escarpes de macizos rocosos muy fracturados, deslizamientos de tierra en laderas y taludes, flujos y avalanchas de lodo y escombros, que pueden recorrer grandes distancias por valles y cauces, a más de la reptación de laderas que es lenta y puede abarcar grandes superficies. En su mayor parte afectan a obras dispuestas en la superficie, mientras los deslizamientos también afectan a elementos constructivos subterráneos. Los fenómenos más peligrosos son los de aparición repentina y de movimiento con altas velocidades (caídas de rocas, flujos y avalanchas), que cuentan con el factor detonante que constituyen las filtraciones de agua superficial y la consiguiente saturación de los suelos y rocas meteorizadas de las cejas de los taludes. Los fenómenos de remoción en masa presentan leves signos precursores (grietas, ondulaciones del terreno, caída de guijos, guijarros y granos de rocas, pequeñas filtraciones de agua, etc.), que deben ser monitoreados.

Los sistemas tectónico-estructurales (fallas, fracturas, sobrecorrimientos), por la relación histórica de su actividad en el sector, no presuponen amenaza a corto plazo. El efecto de la actividad pasada se refleja en las condiciones de fracturamiento y desplazamiento de rocas masivas que, por la ocurrencia de detonantes climáticos (lluvia intensa) o tectónicos (sismos), coadyuvan a romper las condiciones de equilibrio volumétrico.

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Echeandía. Típica inestabilidad de taludes que producen Fenómenos de Remoción en Masa. Vía a Guanujo, sector Puruhuay, parcialmente rehabilitada. (M.R. 04.08)

Las Naves. Talud inestable en el sector de Jerusalén, margen izquierda del río Naves Chico. Detalle sobre el flujo de agua. (M.R. 03.08)

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Las Naves. Puente colapsado sobre el río Naves Chico, obstruye flujo con desechos y posibilita represamiento con implicaciones negativas al sector urbano. (M.R. 03.08)

Inestabilidad de taludes que pueden causar deslizamientos se ubicarían en sectores rurales y externos de los cantones materia del estudio, que podrían tener consecuencias en ellos por represamientos, ya que se afectarían por flujos torrenciales y de lodo, con implicaciones que no se pueden cuantificar ni prever. Estos riesgos se establecen en Echeandía, desde Puruhuay y La Dolorosa, en Las Naves, desde Buenos Aires y Jerusalén, y en la parte Norte de Quinsaloma, desde Jalligua (Imágenes fotográficas anteriores).

4.3.2. Erosión

La erosión produce pérdida de soporte en cimentación de estructuras, pavimentos, rellenos y demás obras de ingeniería. En terrenos montañosos se incrementa la inestabilidad de taludes, con pérdida de vías u otras estructuras. La deforestación y la eliminación de la capa de cobertura (suelo y vegetación), para asentamientos humanos, agricultura, ganadería, actividad minera y explotación de canteras, son los factores más importantes para que se provoque erosión fluvial por escorrentía.

Siendo la deforestación y el mal manejo del suelo, una de las importantes razones del incremento del fenómeno erosivo, los gobiernos locales deben intensificar planes de reforestación, especialmente dirigidos a las áreas zonificadas como de alta amenaza de fenómenos de remoción en masa, con vegetación nativa.

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Pambilar de Calope. Deforestación de últimos bosques primarios para agricultura. Canal de alivio para caudales de la mini cuenca del río Calope. (M.R. 03.08)

4.3.3. Inundaciones

Son fenómenos naturales que tienen como origen la lluvia, el crecimiento anormal del nivel del mar, la fusión de la nieve en gran volumen o una combinación de estos fenómenos.

Entre los efectos que pueden provocar las inundaciones, el riesgo más serio y grave, por sus consecuencias, es la contaminación en gran escala del agua para consumo humano, situación en la que muchas enfermedades asociadas a la falta de higiene adoptan formas de enfermedades de origen hídrico, afectando a gran parte de la población. El grave riesgo de aparición de estas enfermedades hace de primera importancia los métodos de purificación del agua con sustancias químicas como el cloro, o la obligatoriedad de hervir el agua para consumo humano.

Los efectos generales de las inundaciones, están relacionados con:

- El nivel que alcancen las aguas en la inundación, la violencia y rapidez con que se produzca, y el área geográfica que la cubra;

- La calidad de diseño y construcción de obras, en cuanto a no haber considerado y adoptado normas de seguridad para niveles de inundación establecidos;

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Zapotal. Mesa colapsada de la vía a Las Naves por torrente de invierno. (H.O. 04.08)

- La calidad de terreno en donde se sitúan las obras y la planificación racional de su uso, en cuanto a su capacidad de resistir o no a la erosión que provocan las inundaciones, así como la calidad de los terrenos adyacentes en cuanto al riesgo de fenómenos de remoción en masa, provocados por lluvias torrenciales o persistentes;

- El diseño de tuberías de conducción sobre ríos y quebradas, que deben ser efectuados para los aumentos previstos e imprevistos de caudal.

Es oportuno citar el hecho, también de alto riesgo, de que los operadores de químicos para fumigar no adoptan las mínimas normas de seguridad en el manejo de los productos y en el manipuleo de los equipos apropiados, pues con la misma agua que preparan o lavan los mismos, efectúan su aseo personal o, en casos extremos, utilizan esos recipientes para transportar agua para cocinar sus alimentos.

4.3.4. Contaminación Ambiental

Contaminación del agua

El mal manejo de desechos sólidos y su deposición en áreas cercanas a los cauces de agua, a más del negativo aspecto paisajístico y estético, ocasiona perturbaciones como el aumento de turbidez, formación de masas de lodo o sedimentos, variación de temperatura, etc., que modifican las condiciones propias del medio y ocasionan impactos más graves en los cuerpos de agua, como la ruptura del ciclo vital de las

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especies, transformando al agua en biológicamente estéril, sea en aguas superficiales o en las subterráneas por infiltración.

Son aplicables los procesos de cuidado y mantenimiento de cauces de aguas superficiales, así como los propios para las aguas subterráneas.

Ventanas.- Inapropiado manejo comunitario de desechos sólidos (M.R. 02.08)

Contaminación del aire

Los desechos sólidos, a más de plástico, papeles, trapos y materiales inertes (vidrio, metales, etc.), contienen gran proporción de materia orgánica putrescible, el resultado de esta acción son otros productos sólidos, líquidos y gaseosos que, a su vez, pueden ser simples, complejos activos, complejos inactivos o estables.

Los residuos orgánicos se sintetizan emanando una mezcla de gases conocida como biogás, compuesta principalmente de metano (CH4) y dióxido de carbono (CO2), que proporcionan al biogás su olor característico que genera molestias a la población cercana a los rellenos sanitarios, por los olores desagradables que se dispersan; el metano, por su alto poder calorífico, es un gas explosivo que constituye

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una amenaza para los moradores cercanos o circundantes a los botaderos. Además, la quema al aire libre de desechos sólidos, genera gases tóxicos y partículas de material que se difunde en la atmósfera, ocasionando afecciones respiratorias, bronquiales y visuales en la población.

La alternativa más adecuada para la disposición final de los residuos sólidos es el relleno sanitario, que es una técnica de disposición final de los residuos, generalmente en el subsuelo, para confinar los residuos de manera tal que no causen perjuicio al ambiente, molestias a la población o daños a la salud pública. La ubicación y operación de un relleno sanitario constituye un problema de optimización, en donde, sin violentar los requerimientos técnicos, legales, sociales y ambientales, se logre el objetivo deseado.

Se ha comprobado la grave incidencia que los químicos tienen en los trabajadores de las plantaciones agrícolas, en los operadores de los equipos de fumigación y en los pobladores de los asentamientos humanos cercanos a las mismas. Es necesario tomar medidas oportunas de manejo ambiental para proteger la vida humana.

Ventanas.- Mal manejo de desechos sólidos (M.R. 02-08)

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4.4. ZONIFICACIÓN DE AMENAZA POR FENÓMENOS DE REMOCIÓN EN MASA

4.4.1. Análisis técnico

Entre un mapa ideal de amenaza y buenas aproximaciones logradas en áreas relativamente pequeñas, se manejan escalas mayores a 1:5.000, por lo que para estudios regionales es necesario acudir a métodos explícitos en los que los factores de análisis se combinan con el uso de niveles ponderados que se asignan a cada uno. La ponderación es dada por un grupo de especialistas quien, con base a su experiencia y conocimiento de la zona, asigna valores a los niveles de los componentes de un factor (por ejemplo, el tipo de roca), para indicar algún grado de contribución a la inestabilidad del terreno. La unión de los valores de los niveles de todos los factores da como resultado un mapa de niveles acumulados, que se pueden representar en rangos para definir zonas con distintos niveles relativos de amenaza. Esta técnica, conocida como combinación de mapas temáticos, produce resultados confiables con la aplicación de Sistemas de Información Geográfica (SIG). Su complejidad radica en la especial asignación de niveles que, en caso de no contar con expertos idóneos, que tengan un conocimiento apropiado del terreno, puede conducir a resultados muy pobres. En relación al particular proceso de zonificación de la amenaza por fenómenos de remoción en masa, se destaca el hábil y dedicado manejo del sistema de información geográfica (SIG), que se sujeta al uso de softwares tales como: ArcView, AutoCad, Savane y MicroStation, herramientas que, conveniente y racionalmente aplicadas, llevan a la obtención de resultados de alta confiabilidad.

La actividad investigativa, tanto bibliográfica como de campo, produjo los siguientes mapas temáticos digitalizados (Ver Anexo N° 2 - Descripción Técnica de los Mapas Temáticos – Volumen II - Págs. 18 a 40):

1. Base.- Contiene límites cantonales, poblaciones, sistemas viales e hídricos2. Topografía.- Contiene curvas de nivel, planialtimetría ajustada y corregida3. Pendientes.- Contiene clasificación de gradiente de la superficie 4. Geología.- Contiene formaciones geológicas y descripción litológica5. Estructural.- Contiene elementos estructurales y tectónicos6. Sísmico.- Contiene niveles de intensidad sísmica7. Geomorfología.- Contiene formas del terreno geológicamente relacionadas8. Hidrogeología.- Contiene rangos de permeabilidad del suelo9. Isoyetas.- Contiene rangos de intensidad de lluvias 10. Cuencas.- Contiene microcuencas adscritas a las de Babahoyo y Guayas11. Uso de suelo.- Contiene uso agrícola que se da al suelo12. Puntos GPS Campo.- Contiene relación georeferenciada de recorridos13. Concesiones Mineras.- Contiene áreas mineras habilitadas14. DTM.- Contiene rangos de visualización en tres dimensiones

Una vez analizada la información obtenida y producidos los mapas temáticos, se establecen cuatro rangos de exposición a la amenaza (muy alto, alto, medio y bajo)

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en cada uno de los temas definidos, con lo que se consigue estandarizar el parámetro amenaza para aplicar, de manera más lógica, la función matemática Unión en SIG, obteniendo 8 Mapas de Susceptibilidad Temática, término que se define como “grado de propensión que tiene una zona a que en ella se genere o a que resulte afectada por un fenómeno de remoción en masa, debido a sus condiciones intrínsecas (topografía, geología, sísmica, uso de suelo, etc.)”, que se caracterizan en el Anexo N° 3 (Volumen II Págs. 41a 44), y que son los siguientes:

- Nivel de susceptibilidad por Pendientes- Nivel de susceptibilidad por Litología (Geología)- Nivel de susceptibilidad por Estructura Geológica- Nivel de susceptibilidad por Sísmica- Nivel de susceptibilidad por Geomorfología- Nivel de susceptibilidad por Hidrogeología- Nivel de susceptibilidad por Isoyetas- Nivel de susceptibilidad por Uso de Suelo

El proceso de zonificación de amenazas por fenómenos de remoción en masa, efectuando la operación en SIG, mantiene los mismos cuatro niveles de posibilidad de afectación (muy alto, alto, medio y bajo), y ofrece productos intermedios referidos con la operación Unión que nos entrega el Mapa de Zonificación de la Amenaza por Fenómenos de Remoción en Masa.

Todo el proceso realizado para producir el mapa N°16, que incluye conseguir, analizar y complementar la información temática, producir la correspondiente a susceptibilidad temática y aplicar la tecnología apropiada de los Sistemas de Información Geográfica (SIG), se ha trabajado sobre una base topográfica escala 1 : 50.000, por ser la requerida por el proyecto, porque permite acoplar la actividad de campo con las condiciones de infraestructura y de equipamiento del área de estudio y porque posibilita ajustar la información cartográfica producida a escalas mas pequeñas en el País.

Para producir mapas de zonificación de amenazas, por fenómenos de remoción en masa e inundaciones de los cuatro cantones, para no caer en prácticas opuestas al racional manejo de escalas, que amplían o reducen mapas de manera inconsulta, se tomó información de campo y efectuó control de gabinete para ajustar la base topográfica a escala 1 : 25.000, por ser también requerida por el proyecto y porque es apropiada para cartografía que puede ser útil como herramienta de planificación e instrumento didáctico para los gobiernos municipales con los Mapas cantonales de Zonificación de la Amenaza por Fenómenos de Remoción en Masa. 4.4.2. Análisis de percepción histórica

Una herramienta para relacionar los criterios y resultados técnicos, enlazándolos con

la realidad histórica, es tomar contacto directo con moradores de sectores afectados

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por fenómenos naturales, en este caso con los de remoción en masa.

Los contactos directos con personas de los sectores rurales de los cuatro cantones se efectuaron durante los recorridos que el equipo técnico realizó para levantar información de campo, con moradores que residen junto a las vías y que, sin identificarse, accedieron a mantener un corto intercambio de criterios, del que se obtuvo la percepción acerca de lo que habían vivido con la ocurrencia de fenómenos de remoción en masa, relacionándolos directamente con inviernos extremos.

El resultado de ese tipo de encuesta se comprime en el cuadro a continuación que, para su interpretación, invita a tomar en cuenta lo siguiente:

1. Los criterios vertidos por los moradores contactados hacen referencia a afectaciones puntuales que, por ningún concepto, se los puede ubicar en un mapa referencial. En conjunto reflejan una visión comunitaria colectiva.

2. El universo de moradores contactados (50), está compuesto de personas mayores de edad, por sobre los 30 años, residentes junto a las vías de los sectores analizados.

3. Un 25 % de los moradores contactados no dieron apertura para, mediante una conversación, conocer su percepción.

4. Las series anuales reflejan la percepción histórica de los moradores

contactados, en relación con eventos ocurridos, anotando que estas series se conformaron con la mención anual de las personas, coincidentes con los eventos climáticos generalmente relacionados con los fenómenos El Niño.

5. Los porcentajes representan la percepción acumulada de los moradores para los fenómenos de remoción en masa.

6. El análisis de los criterios personales obtenidos permite relacionar, su tendencia, con la zonificación de la amenaza por fenómenos de remoción en masa basada en criterios técnicos.

7. Toda la información analizada converge en la racional graficación de las zonas perceptibles de fenómenos de remoción en masa.

8. El mapa de Percepción Histórica de Desastres de los cuatro cantones, capta la memoria colectiva referente a fenómenos relacionados con inviernos extremos, entre los que se involucran los fenómenos de remoción en masa. (Ver Mapa N° 15 – Pág. 17)

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Nivel perceptivo de Afectación

Ventanas Zapotal

68% 55% 11% 5% En este sector, la percepción de la población hace referencia a derrumbes en los taludes de las carreteras que, unidos a la falta de mantenimiento, provocan daños en el asfalto o en el lastre, por lo que ocurren problemas de circulación vehicular.

Echeandía 50 %

62%

25% 38% 12% 1. Todas las personas contactadas coinciden en resaltar la ocurrencia de continuos derrumbes en el tramo de la vía Echeandía - Guanujo, entre Palma Loma y Las Casitas, generalmente en los inviernos, y más en los que son fuertes, en que el mayor peligro está en Puruhuay y La Dolorosa, en donde se producen considerables y continuos derrumbes que interrumpen el normal uso de la vía. 2. La población rural manifiesta, en las tres primeras series anuales, su percepción que en los inviernos las vías, que en su mayoría son lastradas, ocurren derrumbes de los taludes y desmejoramiento de la superficie, que son motivo de dificultad para movilizarse. 3. A más del mal estado de las vías, los habitantes de San Francisco indican las pésimas condiciones de la vía que la une directamente con Las Naves.

Las Naves 57% 35%   28% 1. La percepción de la comunidad, con referencia a la segunda serie anual, expone la ocurrencia de, más o menos 10 años atrás, un flujo torrencial debido a un represamiento natural imprevisto en el cauce del río Naves Chico, a la altura de La Unión, que irrumpió en el sector del parque del poblado, dejando grandes bloques de piedra en su trayecto, viviendas colapsadas, bienes perdidos y vidas humanas con laceraciones. 2. Se advierte posibilidad de nuevo fenómeno similar, no se prevé los daños que pueda causar. 3. Con referencia a la tercera serie anual, se expone la continua ocurrencia de derrumbes en las vías de acceso a las comunidades Sur Orientales del cantón, tales como La Unión, Jerusalem y Selva Alegre.

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QuinsalomaPambilar

       

1. La percepción en la generalidad de la comunidad, durante el recorrido, hace mención de derrumbes en los taludes de las vías que, sumado a la falta de mantenimiento, en invierno se daña la vía, causando interrupciones y falta de comunicación 2. Moradores del sector entre El Guabo y Fruta de Pan, Noreste del cantón, exponen que cuando hay inviernos muy fuertes en las estribaciones de la Cordillera, el río Jalligua acarrea bloques de piedra y lodo, a manera de flujo torrencial, produciendo represamientos que llegan a interrumpir el cauce. 3. Temen la ocurrencia negativa de represamientos mayores que produzcan verdaderos flujos torrenciales en el sector. Hay que anotar que este fenómeno se originaría fuera del cantón Quinsaloma

4.4.3. Resultado

Para consistencia del estudio y confiabilidad de los resultados, se adoptaron cuatro niveles de afectación que, en su momento, fueron aplicados en cada tema, tomando en cuenta que la amplia gama de sus parámetros, en algunos de ellos, encaminarían a un sinnúmero de probabilidades gráficas que pueden desviar el resultado final.

El resultado se sustenta en la utilización de información técnica temática confiable, en trabajo de campo dedicado a comprobar y levantar información técnica, en la racional aplicación de criterios experienciales y de conocimiento para establecer niveles de susceptibilidad y en la dedicada aplicación de softwares de sistemas de información geográfica, que permiten contar, como herramientas confiables de planificación sectorial, con un Mapa de Zonificación de la Amenaza por Fenómenos de Remoción en Masa de la Zona de Estudio (Ver Mapa N° 16 – Pag. 20), y cuatro Mapas de Zonificación para cada cantón (Ver Mapas N° 17, 18, 19 y 20 – Págs. 26, 27, 28 y 29)

Los niveles de amenaza, reflejados en el mapa y manejados por el equipo técnico, con el contenido temático de cada uno de ellos, significan el rango de posibilidad de ocurrencia de fenómenos por remoción en masa, que son:

1. Muy alto Nivel de Amenaza: Conjuga la ocurrencia de los siguientes factores:- Pendientes mayores o iguales a 45 %- Ocurrencia de rocas de la Unidad Geológica Macuchi- Fallas y fracturas activas- Relieves escarpados, montañosos y superficies de aplanamiento- Permeabilidad del suelo, alta- Entre 2.000 mm y 3.000 mm de precipitación

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Por los factores que intervienen, el nivel Muy Alto de Amenaza por Fenómenos de Remoción en Masa se ubica en los cantones Echeandía y Las Naves, en su sector Oriental, que tiene relación con zonas montañosas generalmente deforestadas y drenajes naturales de los contrafuertes de la Cordillera, ríos Limón, Pitiambí y El Tesoro para Echeandía, así como los ríos Runayacu y Naves Chico para Las Naves.

En general, las comunidades más afectadas por fenómenos de remoción en masa (deslizamientos, derrumbes, asentamientos, aluviones), serían: Puruhuay, La Dolorosa, Santa Lucía, Chinibí, Charquiyacu y Las Casitas, para Echeandía, así como Selva Alegre, para Las Naves. Es importante implementar actividades de monitoreo y tomar acciones para mantenimiento de cauces de ríos y quebradas, así como para proteger la estabilidad en taludes naturales durante la apertura de vías de comunicación y en la ampliación de actividades agropecuarias.

Echeandía. Detalle del típico Fenómeno de Remoción en Masa, inestabilidad por saturación de la ceja del talud. Vía a Guanujo, sector Puruhuay. (M.R. 04.08)

2. Alto Nivel de Amenaza:

Conjuga la ocurrencia de los siguientes factores:- Pendientes entre 20 % y 45 %- Ocurrencia de rocas intrusívas- Fallas inferidas profundas y sobrecorrimientos- Colinas medianas, piedemontes coluviales y terrazas baja- Permeabilidad del suelo, media a alta- Entre 1.500 y 2.000 mm de precipitación

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Las Naves. Pendiente de roca basal meteorizada afectada para la construcción de la vía al sector de Jerusalén. Debilita talud natural de margen izquierda río Naves Chico. (M.R. 03.08)

Río Jalligua, Cotopaxi. Inestabilidad por debilitamiento de talud natural para corte de camino vecinal. Fenómeno de Remoción en Masa puede afectar Noreste de Quinsaloma. (M.R. 03.08)

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Por los factores que la caracterizan, esta zona de nivel Alto de Amenaza se ubica en todo lo que corresponde a pendientes intermedias en las que ocurren casi todos los cauces medios de los drenajes de los contrafuertes de la Cordillera, pudiendo establecer, entre los principales, los correspondientes a los ríos Las Piedras, Chinibí y Orongo para Echeandía, así como los ríos Naves Grande y Naves Medio, para Las Naves, anotando que esta zona también se extiende a Ventanas en su flanco Oriental.

Las comunidades que podrían tener alguna afectación por fenómenos de remoción en masa, básicamente asentamientos y deslizamientos menores, serían El Calvario, Oronguillo, El Congreso y el sector Sur urbano, para Echeandía, así como Runayacu, La Unión y Jerusalén, para Las Naves. Es interesante anotar que, dentro de esta zona, se incluyen las comunidades San Francisco, Bolotillal, El Recuerdo y Estero Lindo para Ventanas, así como El Guabo, Nueva Lorenita y Puerto Cooperativa, para Quinsaloma (Imágenes fotográficas Página anterior).

3. Medio Nivel de Amenaza:

Conjuga la ocurrencia de los siguientes factores:- Pendientes entre 10 % y 20 %- Ocurrencia de depósitos aluviales y coluviales- Fallas ocultas profundas- Terrazas indiferenciadas, conos de deyección disectados y conos de

deyección y esparcimiento- Permeabilidad del suelo, baja a media- Entre 1.000 y 1.500 de precipitación

Por sus características, esta zona hace referencia directa a llanuras de inundación de cauces de ríos que fluyen entre terrazas antiguas y nuevas, con caudales acumulados de los correspondientes a contrafuertes y flancos de la Cordillera, como es el caso específico de las zonas urbanas de Echeandía y Las Naves, desarrolladas sobre el cauce y llanura de inundación de los ríos Soloma y Suquibí respectivamente. La amenaza proviene de zonas más altas que, en inviernos intensos, provocan avenidas y crecidas extraordinarias (Imágenes fotográficas Página siguiente).

4. Bajo Nivel de Amenaza:

Conjuga la ocurrencia de los siguientes factores- Pendientes iguales o menores al 10 %- Ocurrencia de depósitos de terraza indiferenciados- No se ha determinado fallas u otros elementos estructurales- Bancos y diques aluviales, cauces abandonados, cuerpos de agua,

gargantas de valles encañonados, llanuras aluviales de depositación, terrazas colgadas, valles encañonados y zonas urbanas

- Suelo prácticamente impermeable

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Echeandía. Amenaza Socio Natural. Construcciones sobre cauce del río. Posibilidad de Fenómenos de Remoción en Masa in situ y desde flancos de la Cordillera. (H.O. 04.08)

Las Naves. Material de aluvión pasado sobre el cauce y muros de contención colapsados. (H.O. 03.08)

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Río Jalligua, Cotopáxi. Continuación de detalle de pendiente hacia el río. Posible represamiento que puede afectar Noreste de Quinsaloma (M.R. 03.08)

Zapotal. Asentamiento gravitacional cantera El Triunfo. Típico Fenómeno de Remoción en Masa de menor incidencia en la llanura costera. (M.R. 03.08)

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4.5. ZONIFICACIÓN DE AMENAZA POR INUNDACIONES

4.5.1. Análisis técnico

La zonificación de la amenaza por inundaciones determina las áreas de inundación y los cauces afectados, analizando parámetros de caracterización, tales como: tiempo de duración, escorrentía y niveles máximos probables.

Tiempo de duración: Este parámetro establece los lapsos, dentro de la sucesión anual de las estaciones climáticas, en los que hay la posibilidad de que se produzca el fenómeno y alcance la magnitud de desastre. De manera general, en nuestra región continental, y en particular en el caso que nos ocupa, la probabilidad de incidencia se establece en el período comprendido entre noviembre de un año “n” y el mes de abril del año “n+1”, correspondiente al invierno, que puede reducir o ampliar su duración en dependencia de factores globales de ocurrencia climática.

Escorrentía: Parámetro de importancia porque las corrientes de agua superficial, denominadas escorrentía, provienen de precipitaciones y pueden desplazarse en forma de mantos o corrientes, bien sin cauce fijo, como en las aguas de torrentes, o bien con cauce, como en los ríos. La acción morfogenética de la superficie terrestre por parte de la escorrentía es fundamental; las aguas de torrentes y ríos producen la erosión del terreno y llevan a cabo también el transporte y la sedimentación de materiales. La caracterización geomorfológica, en cada caso, depende de muchos factores, como la pendiente del terreno y el tipo de roca superficial, ya definidos en los mapas temáticos, así como en el volumen de agua circulante.

Ventanas. Cauce erosivo del río Ventanas en sector de Asociación de Maiceros. (H.O. 03.08)

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Zapotal. Llanura de inundación del río Suquibí anegada en la vía a Las Naves. (H.O. 04.08)

Niveles máximos probables: En este parámetro se conjuga la intensidad de lluvias con el componente morfológico del terreno. La información que se ha obtenido, registro de precipitación mensual estaciones Ventanas y Echeandía del Inamhi, nos permite establecer, gráficamente, la variación en los meses de invierno, que concuerda con los años de alta intensidad y, por supuesto, resaltando los correspondientes a los Fenómenos El Niño.

En lo que concierne al componente morfológico del terreno, la actividad humana encamina al incremento superficial de las áreas proclives a inundación, entre otras, por las siguientes causas:

- Utilización, para actividades productivas, de áreas de cota baja, en donde confluye la red hidrográfica de la zona

- Afectación a drenajes naturales por obras de infraestructura, actividades agropecuarias, planes de vivienda, invasiones, etc.

- Afectaciones a ambientes ecológicos de estribaciones de la cordillera y de planicie costera, para explotación maderera e implantación agrícola

- Falta de planes de manejo y de obras de defensa

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La información pluviométrica registrada por el Inamhi permite manejar datos sobre intensidades de precipitación, con diagramas de precipitación acumulada en el tiempo, correspondiendo a 24 horas de registro continuo y altura equivalente a 10 mm de precipitación. Entonces se establecen las intensidades máximas ocurridas durante una lluvia dada, dentro de los límites de entre 5 minutos y 24 horas, que provee parámetros con que definir curvas de intensidad.

En el gráfico a continuación se observa los picos de precipitación que corresponden a los años en que ocurrieron intensidades extraordinarias (1983, 1989, 1992, 1994 y 1998), que explican las inundaciones coincidentes con Fenómenos El Niño. Además, los niveles de precipitación de Ventanas son más altos que los de Echeandía, entre 1988 y 2000, que marcan alta intensidad de precipitación para la costa, mientras, para las estribaciones de la cordillera, son estables y con tendencia a la baja. (Ver Anexo N° 4 Información Pluviométrica del Inamhi - Volumen II Págs. 45 a 51).

Fuente: INAMHI - Registros mensuales de precipitación - Estaciones Ventanas y Echeandía Elaboración: Personal Técnico

Diferente es la información hidrometeorológica que se puede obtener en el Inamhi, para evaluar curvas de descarga y niveles máximos de crecida de los ríos. No hay estaciones de esa categoría en el área de estudio, como se observa en el registro fotográfico de instrumental instalado en los ríos Umbe y Suquibí, pagina siguiente.

El Inamhi, para 1999, ante la necesidad de efectuar estudios de base para diseño de obras hidráulicas, publicó la actualización del Estudio de Intensidades elaborado en 1980, que contiene información referente al cálculo y trazado de curvas de intensidad, duración y frecuencia de las precipitaciones, con la información de 65

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Río Suquibí, Las Mercedes. Instrumental hidrometeorológico colapsado. (M.R. 03.08)

Río Umbe, Las Mercedes. Instrumental hidrometeorológico colapsado. (M.R. 03.08)

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estaciones pluviográficas que cuentan con registros de precipitaciones máximas para 5, 10, 15, 30, 60, 120, 360 y 1.440 minutos, así como 113 estaciones pluviométricas con información de máximas en 24 horas, para el período 1964-1998.

En zonificación de intensidades, también actualizada, en el mismo documento del Inamhi se incluyen parámetros de las 35 zonas características que ha considerado en el País, ubicando el área de trabajo en la Zona 30 (Ver Anexo N° 4 Información Pluviométrica del Inamhi – Volumen II Pág. 51), tomando dos estaciones pluviográficas (Pichilingue y La Clementina) y una pluviométrica (Zapotal), para obtener intensidades máximas expresadas en mm, en 24 horas, para períodos de retorno de 5, 10, 25, 50 y 100 años, expuestas en el siguiente cuadro:

Estación Tr 5 años Tr 10 años Tr 20 años Tr 50 años Tr 100 añosPichilingue 5.76 mm 6.33 mm 6.95 mm 7.35 mm 7.71 mmZapotal 2.57 mm 3.55 mm 5.07 mm 6.40 mm 7.91 mmLa Clementina 5.01 mm 5.49 mm 6,11 mm 6.58 mm 7.01 mm

Fuente: Inamhi – Registro de máximas en 24 horas - Período 1964 – 1998Elaboración: Personal Técnico

De la información obtenida y analizada, así como por la ubicación de las estaciones de Norte a Sur, se ratifica la zonificación efectuada en el mapa de Isoyetas, que maneja tres niveles de intensidad de precipitación (balance hídrico anual).

El sistema hidrológico del sector de estudio, conformado por una compleja unión de caudales en el sector de Zapotal, se caracteriza por captar volúmenes de agua provenientes de los flancos y contrafuertes de la Cordillera Occidental, que fluyen por cauces de diferentes morfología y longitud. Es conveniente establecer la visión completa del paisaje hídrico, para manejar con racionalidad los parámetros que permitan definir la ocurrencia de inundaciones, manejando los caracteres de cuenca:

Cuenca Alta: Corresponde a la zona de montaña, sobre 160 m.s.n.m., de fuertes pendientes, alta pluviosidad y un grado de intervención, entre alto y medio, debido a la deforestación para conversión a pastizal o para cultivos en laderas de fuertes pendientes. Esta situación contribuye al deterioro de la cobertura vegetal, con los consiguientes problemas de deslizamientos y erosión de márgenes cuando se presentan precipitaciones altas o eventos climáticos extremos como el fenómeno El Niño. Los ríos más representativos de esta parte son: Calope, Naves Grande, Naves Medio, Suquibí, Runayacu, Chazo Juan, Limón y Las Piedras, entre otros.

Cuenca Media: Comprende varias subcuencas menores comprendidas entre 160 msnm y 100 msnm. En esta parte comienza el valle propiamente dicho y desde aquí se observa el proceso de sedimentación en la llanura de inundación y erosión en las márgenes del río. Se caracteriza porque en ella se asienta la mayor cantidad de la población y las mayores agresiones al río en términos ambientales. A esto se suma las inundaciones producidas en varios sectores urbanos de Zapotal. Los cauces típicos de este carácter son el Chipe, Calabí, Lavatorio, Oncebí y Sibimbe

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Las Naves. Típico cauce de montaña con talud inestable en la margen izquierda del río Naves Chico, bajo la vía al sector Jerusalén. (M.R. 03.08)

Las Mercedes. Caudal torrentoso del río Umbe saturando el cauce y accediendo a la llanura de inundación. (M.R. 03.08)

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San Luis de Zapotal. Cauce saturado del río Suquibí con acceso de agua a la llanura de inundación. (M.R. 03.08)

Cuenca Baja: Comprende el área bajo 100 msnm aproximadamente, de Zapotal aguas abajo hasta la conformación del río Ventanas. Es la gran receptora de agua y sedimentos producidos en la cuenca alta. Es una zona altamente sensible, porque, luego del invierno, los sistemas vial y de drenaje, así como el sistema de producción agrícola, han quedado afectados, situación que agrava las condiciones de vida de los campesinos y agricultores y, por ende, de todo el sector. Los cauces típicos de este carácter son: Zapotal y Ventanas.

Esta especial confluencia de cuatro caudales caracteriza al mencionado sector por ocurrencia de inundaciones de tipo lento, conforme se produce el anegamiento de la amplia llanura de inundación del sistema hídrico. Por tratarse de cauces de ríos de cota baja y por provenir de los flancos y contrafuertes de la Cordillera Occidental, conviene establecer parámetros preliminares que conduzcan a elaborar diseños y planes de manejo de microcuencas, para controlar el flujo normal y de distribución del agua para su mejor aprovechamiento.

Con esa visión, establecer parámetros específicos de cuenca, es posible hacerlo en el cauce de los ríos Zapotal y Ventanas, cuando se han sumado los caudales de las cuencas alta y media. Por la información y particular dedicación con que debe atenderse a las microcuencas, no es posible manejar parámetros tales como curvas de descarga, hidrogramas y fluviomorfológicos, porque para conformar el río Zapotal se produce la ocurrencia de al menos cuatro cauces que producen un complejo

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hídrico particular, que funciona a manera de un delta invertido. (Véase la disposición del Complejo Hídrico Zapotal - Mapa N° 15 - Pág. 17).

Establecer niveles a los que alcanzan las inundaciones que se han producido en inviernos extremos, implicó analizar y hacer uso de la información que sobre ese particular tema han publicado, desde años atrás, instituciones tales como: Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi), Instituto Oceanográfico de la Armada (Inocar), Comisión para el Desarrollo de la Cuenca del Río Guayas (CDG), Oficina de Planificación de la Presidencia de la República (Odeplan), Sistema Integrado de Indicadores Sociales del Ecuador (Siise), Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (Senplades), así como usar herramientas apropiadas, contactos directos con los moradores, para obtener la percepción de los actores afectados por los desastres, a más de observar in situ la magnitud de los fenómenos para, relacionándolos con las actualizaciones y proyecciones de precipitaciones, emitir criterios de las superficies de afectación a corto y mediano plazo.

Similar al proceso de elaboración de mapas de susceptibilidad en zonificación de la amenaza por fenómenos de remoción en masa, se ha creado dos mapas de susceptibilidad a inundaciones por pendientes y por hidrogeología, en razón de que esos parámetros temáticos funcionan con carácter completamente opuesto a los del primer caso. Es así que, por ejemplo, los sectores de bajo porcentaje de pendiente son más propensos a sufrir los efectos de inundaciones, en comparación con los de más alta pendiente; igual sucede con las superficies caracterizadas por morfologías planas y suelos impermeables, en comparación con aquellas de morfologías irregulares y suelos permeables.

El complejo proceso de zonificación por inundaciones, en lo que se refiere a técnica, involucra todos los temas tomados en cuenta para la respectiva a fenómenos de remoción en masa, habiendo dado más relevancia a dos parámetros que, a criterio del equipo técnico, tienen incidencia específica en la “escorrentía” y en los “niveles máximos probables”, como son las pendientes y la permeabilidad del terreno, esta última representada por conceptos referentes a Geohidrología, es así que se establecen los rangos de exposición a la amenaza (muy alto, alto y medio) para altura, y los cuatro (muy alto, alto, medio y bajo) para Geohidrología, estandarizando el parámetro amenaza para obtener dos Mapas adicionales de Susceptibilidad Temática, término que define al “grado de propensión que tiene una zona a que en ella se genere o a que resulte afectada por inundación, debido a sus condiciones intrínsecas, en este caso, pendiente y permeabilidad”, que se caracterizan en el Anexo N° 5 (Ver Volumen II Págs. N° 52 - 53):

- Nivel de Susceptibilidad por Altura (cota) para inundaciones - Nivel de Susceptibilidad por GeoHidrología para inundaciones

Los demás mapas temáticos tienen incidencia en la zonificación de la amenaza, por lo que es importante exponer que los conceptos geológicos, estructurales, sísmicos, geomorfológicos, de intensidad de lluvia y uso de suelo, son analizados e incluidos en la medida de su intervención en la ocurrencia de la amenaza por inundación.

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Aplicando la operación matemática Unión, para los dos mapas de susceptibilidad, se obtiene un mapa que, si bien no posibilita graficar las zonas inundables, expone las condiciones naturales del suelo para que se mantenga el agua sobre la superficie.

4.5.2. Análisis de percepción histórica

En la toma de información gráfica para ubicar áreas inundadas en inviernos extremos, se tomó contacto directo con personas que han vivido los fenómenos climáticos, pasados y presentes, ratificando que la información técnica de ubicación de inundaciones coincide con la que ellos perciben, puntualizando lo siguiente:

1. Los criterios recogidos no se pueden ubicar de manera puntual en un mapa, son conceptos que reflejan una visión sectorial de memoria y afectación;

2. Se estima un 25 % de casos en que los contactados no colaboraron para dar alguna información; hubo quien con violencia no permitió tomar fotografías de los locales escolares y de la infraestructura de salud;

3. Los contactos se realizaron durante el trabajo de campo, con personas que, en la vía o en sus viviendas y sin identificarse, accedieron mantener una conversación en la que se obtuvo la información de interés;

4. El mayor tema de reclamo se fundamente en el criterio de que “todos los años es lo mismo, nunca recibimos ayuda, y no se hace nada para prevenir!

5. El universo de contactos (50), se compone de personas que promedian o son mayores a los 30 años, residentes en el sector analizado, padres y/o madres de familia. Se percibe un bajo pero no definido porcentaje de madres solteras (viven con sus padres) y siempre existen 2 ó 3 niños en la vivienda.

6. Las series anuales reflejan la percepción climática extrema de la comunidad en el tiempo

7. Los porcentajes evidencian la percepción individual acumulada de las inundaciones

8. El mapa elaborado sobre Percepción de Desastres, en lo que se refiere a inundaciones y fenómenos de remoción en masa, capta la memoria colectiva zonificada de los eventos. De manera particular, al graficar el sector de percepción histórica de Zapotal, se identifica al complejo hídrico analizado. (Ver Mapa N° 15 – Pág. 17).

Es pertinente caer en cuenta que, los dos mapas de susceptibilidad para inundaciones y el correspondiente a Unión, ratifican los criterios hasta ahora expuestos para zonificar la amenaza por inundación.

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Nivel perceptivo de afectación

Ventanas Zapotal

68% 55% 11% 5% 1. La mayor afectación hace referencia a inundaciones en las dos primeras series anuales. Se hace mención a elevación del nivel del espejo de agua del río, provocando desbordamientos que anegan la llanura de inundación de todo el sistema hídrico del sector (ríos Lavatorio, Umbe y Suquibí), que es claramente identificada. Se hace referencia a bajo porcentaje de daño en parcelas agrícolas, básicamente dedicadas a la producción de arroz. Aunque no existen datos estadísticos referenciales, se tiene en mente el colapso de viviendas construidas en las riberas de los ríos, al no contar con estructuras confiables. 2. La segunda afectación se refiere a intensidad y duración de las lluvias. La población tiene en mente lluvias extremas que no permiten realizar ningún tipo de actividad que duran entre 8 y 10 horas, indistintamente en día o en noche. 3. Ventanas adolece de problemas de inundación en la margen derecha del río Ventanas, por debilitar los taludes naturales del cauce, así como por producir anegamiento por subida del espejo de agua, en la margen izquierda del río Ventanas, aguas abajo del puente, tras del hotel Kalabí

Echeandía 50 %

62 %

25% 38% 12% 1. La mayor afectación se refiere a inundaciones en la primera y tercera series anuales. La memoria colectiva hace mención a inviernos en los que las crecientes del río Chazo Juan han sobrepasado la cota de los muros de contención en Echeandía, dejando momentáneamente inutilizadas las vías paralelas al río y colapsando las viviendas construidas sobre el cauce del río. 2. La segunda afectación se refiere a la subida del nivel del espejo de agua del río Chazo Juan, al Este de Echeandía, llenando el cauce del río y anegando las playas del mismo, que produce el colapso de las viviendas ahí construidas y por consiguiente su temporal abandono.

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Las Naves 57% 35%   28% 1. Dentro de lo que constituye la jurisdicción del cantón, son muy pocas las menciones que se hace de inundaciones. La referencia es acerca de subida del nivel del espejo de agua del río Suquibí, en los recintos San Pedro y San Francisco, que anegan la llanura de inundación del río, siendo reducida su influencia transversal, que no alcanza los 200 m. Los daños son reducidos en razón de que la cosecha de maíz se ha efectuado antes de la presencia el invierno. 2. En el esquema hídrico del sector, es favorable la presencia de un canal artificial que, corriendo cercano a la vía Las Naves - Las Mercedes, en cierto modo controla el flujo de caudales entre los ríos Suquibí y Umbe, aunque su flujo gravitacional sea N - S, convirtiéndose en cauce auxiliar del río Suquibí.

Quinsaloma Pambilar

       

1. Constituye la zona N del nuevo cantón Quinsaloma. Se hace referencia a caudales que alimentan al río Calope y que son evacuados, en inviernos extremos, por un canal que lleva el caudal de Norte a Sur y evita inundaciones en el sector agrícola, entre El Belén y Pambilar de Calope. 2. Al constituir una zona de cotas bajas, la cuenca media del río Chipe, soporta inundaciones cuando el invierno se presenta muy intenso en la Provincia Cotopaxi.

4.5.3. Resultado

La ausencia de información de estaciones hidrometeorológicas, de manera especial en los cantones Echeandía, Las Naves, Quinsaloma y Ventanas, por falta de montaje de ese tipo de estaciones o por colapso de las existentes, no ha permitido estructurar Análisis Hidráulicos, pero si se observó in situ los niveles que alcanzaron los caudales de los ríos del sector, con los que se elaboró el mapa de la amenaza, para lo que se debe tomar en cuenta que el invierno 2008 rebasó en mucho las intensidades de precipitación previstas para años venideros, superando a las correspondientes a los pasados fenómenos El Niño que, se estima, los rebasó en un 30 %. Esto ha llevado a prever, a corto plazo, un incremento adicional del 20 % en las intensidades de precipitación, tanto más que el origen de las mismas se ubica en la Cuenca del Amazonas y no se relacionan con El Niño.

El análisis de toda la información descrita, con el sustento del trabajo de campo, el conocimiento y experiencia del equipo técnico humano, produce un Mapa de Zonificación de la Amenaza por Inundaciones de la Zona de Estudio (Ver Mapa N° 21 – Pág. 41) y cuatro Mapas de Zonificación para cada cantón (Ver Mapas N° 22, 23, 24 y 25 – Págs. 46 a 49).

Los mapas de zonificación de amenazas por inundaciones para los cantones Echeandía, Las Naves, Quinsaloma y Ventanas, que generalmente ocurren en el

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invierno, cíclicamente con el fenómeno El Niño y extraordinariamente con precipitaciones de extrema intensidad, como las del 2007 – 2008, establecen cuatro niveles de intensidad de amenaza, a saber:

1. Muy alto Zonas bajas y urbanas proclives a inundaciones violentas

Corresponden a sectores habitados y desarrollados junto a los cauces de ríos de llanura que, en algunos casos, ocupan las playas de los mismos, a más de las planicies de cotas bajas que también son aprovechadas para asentamientos humanos y desarrollo agropecuario. Comprenden todas aquellas zonas que en el pasado han sido objeto de inundaciones y aquellas que en el futuro podrían ser afectadas por estos fenómenos, en razón de su directa relación con la intensidad de las lluvias.

Por la frecuencia de los fenómenos climáticos que implican incremento en la pluviosidad, los sectores más amenazados con inundaciones son los ribereños relacionados con los ríos Sibimbe, Ventanas, Zapotal, Oncebí, Suquibí, Lavatorio y Calabí, con mayor influencia en el Cantón Ventanas, por la intervención en las llanuras de inundación, y con menor relevancia en los tres cantones restantes.

Ventanas. Cauce saturado del río Ventanas tras del hotel Kalabí. (H.O. 04.08)

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Zapotal. Saturación del cauce y llanura de inundación en cantera El Triunfo. (M.R. 03.08)

2. Alto Zonas de llanura de inundación

Corresponden a zonas de transición entre llanura y pie de monte, afectadas por intermitentes avenidas torrenciales que alcanzan amplios sectores dedicados a la actividad agrícola, con la particularidad de que se afectan comunidades, viviendas y vías que sirven de infraestructura productiva.

En dependencia de la intensidad pluvial, los sectores afectados con este nivel de amenaza corresponden a la cuenca del río Calope, directamente relacionada con el Cantón Quinsaloma. Es oportuno mencionar que el perímetro de la zona de muy alto nivel de amenaza, se incluiría en esta de alto nivel, no siendo posible establecer esa diferencia que es de carácter latitudinal, de Norte a Sur, por la característica de los fenómenos climáticos que, con el tiempo, tienden a incrementar su intensidad (Imagen fotográfica en la siguiente página)

3. Medio Zonas de inundación moderada

Corresponden a zonas de aporte mixto, entre llanuras particulares de inundación de la cuenca del río Chipe y humedales característicos aledaños a la cuenca del río Quevedo, que conforman un ambiente ecológico especial. Se ubica en el sector Noroccidental del cantón Quinsaloma.

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Comunidad 12 de Octubre. Cauce saturado del río Umbe. (M.R. 03.08)

Ventanas. Sector suburbano Occidental saturado en humedal. (M.R. 03-08)

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4. Bajo Zonas de humedales (pantanos)

Conforman un ambiente ecológico especial, como se ha explicado con detalle, en una zona de transición entre los contrafuertes de la Cordillera y la llanura Costera propiamente dicha, que se caracteriza por la ocurrencia de vegetación nativa de matorral que mantiene altos niveles de humedad en el suelo, lo que presupone un alto potencial de agua subterránea.

Este ambiente ecológico especial se presenta en el sector Occidental del Cantón Ventanas (Imagen fotográfica en página anterior)

En este tipo de zonificación se tomó en cuenta aspectos tales como altura de las terrazas con respecto al nivel de las aguas del río, posibles zonas de erosión lateral y posibles rutas de acceso de materiales cuando se generan avenidas, en lo que tiene gran influencia la caracterización geomorfológica por la ocurrencia de zonas relativamente planas, que no se relacionan con las aledañas de pie de monte y que permiten ubicar llanuras de inundación, por la facilidad que ofrece el carácter cíclico de los fenómenos.

Las Naves. Talud inestable en el sector bajo de La Unión, se observa proceso erosivo sobre la llanura de inundación. Muros de contención colapsados. (M.R. 03.08)

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La velocidad de ocurrencia de las amenazas está directamente relacionada con la intensidad y eventualidad de los regímenes de pluviosidad. Para regímenes normales anuales, la velocidad depende de que la época invernal se produzca dentro de los períodos naturales establecidos y de la intensidad de las lluvias, con previo conocimiento de los parámetros citados, que permitan establecer el tiempo de ocurrencia con suficiente antelación; de manera general se puede establecer que, en inviernos normales, el propio desarrollo de la estación permite establecer velocidades de ocurrencia de las amenazas.

Para el caso de regímenes extraordinarios, como el fenómeno El Niño, o extremos, en el que las lluvias ocurren con intensidad y temporalidad impredecibles, la velocidad de ocurrencia de la amenaza es alta tanto que, por el elevado volumen de pluviosidad, se producen altas velocidades y grandes volúmenes de agua en las vertientes de la cordillera, que no facilitan manejar a tiempo la ocurrencia de la amenaza que se refleja en el fenómeno de inundación de las zonas bajas. Una vez que se origina la amenaza y se presenta en la parte baja de la cuenca, la velocidad de ocurrencia en las zonas urbanas y rurales del área afectada es alta y, más que nada, es violento su acceso a las zonas de alto riesgo, tanto más que se da la suma de tres caudales imprevistos y, el sector, actúa a modo de embudo y hace que suba el nivel de las aguas en sentido Norte y Este.

4.5.3.1. Frecuencia de daños

La directa relación entre frecuencia de daños y carácter de las amenazas, lleva a establecer una secuencia de retorno a la normalidad, paralela a la amenaza, en razón de que la intensidad de los daños se refleja en la propia de los regímenes de pluviosidad, tanto regionales como locales, lo que lleva a concluir en la existencia de dos frecuencias de amenaza, una referente a la específica de lluvias normales anuales, que prácticamente no causan daños de consideración y, otra, a las especiales de lluvias intensas acíclicas que son causa de los daños más intensos.

4.5.3.2. Velocidad de ocurrencia

La velocidad de ocurrencia de la amenaza está directamente relacionada con la intensidad y eventualidad de los regímenes de pluviosidad. Para regímenes normales anuales, la velocidad depende de que la época invernal se produzca dentro de los períodos naturales establecidos y de la intensidad de las lluvias, con previo conocimiento de los parámetros citados que permitan establecer el tiempo de ocurrencia con suficiente antelación. De manera general se puede establecer que, en inviernos normales, el propio desarrollo de la estación permite establecer velocidades de ocurrencia de las amenazas.

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Para el caso de regímenes extraordinarios, como el del presente año, en el que las lluvias ocurren con intensidad y temporalidad impredecibles, la velocidad de ocurrencia de las amenazas es alta, tanto que, por el elevado volumen de pluviosidad, se producen altas velocidades y grandes volúmenes de agua en las vertientes cordilleranas y en la región mismo, que no facilitan manejar a tiempo la ocurrencia de la amenaza reflejada en el fenómeno rápido sobre las zonas bajas que, para nuestro caso, por distancia, estaríamos hablando de entre 30 minutos a 45 minutos desde la ocurrencia de lluvia intensa en la parte media de la cordillera, esto es sobre los 2.000 m.s.n.m. Una vez que se origina la amenaza y se define su presencia en la parte baja de la cuenca, la velocidad de ocurrencia en las zonas urbanas es instantánea y, más que nada, es progresivo su acceso a las zonas de alto riesgo.

A diferencia de lo que ocurre cuando se presenta el fenómeno El Niño, que produce amenazas que se caracterizan por corto tiempo de permanencia en las zonas de afectación, cuando se presentan inviernos irregulares, intensos y prolongados, como el del 2007 / 08, las amenazas prácticamente se instalan en las zonas afectadas por el lapso de su ocurrencia, lo que hace que el daño sea continuo y de mayor impacto sobre la comunidad.

4.6. ANÁLISIS DE MULTIAMENAZA

Para dar una visión didáctica de las amenazas naturales materia de este estudio, es necesario resaltar la importancia que tiene el manejo de escalas en la credibilidad de los resultados obtenidos, lo que permite dar una idea general de los sectores expuestos a esas amenazas.

Sobrepuestas las dos amenazas zonificadas, por fenómenos de remoción en masa y por inundaciones, se observa que un 50 % del área de jurisdicción de los cuatro cantones está expuesta a las dos amenazas en altos niveles, como se grafica en el Mapa de Multiamenaza de los cantones Echeandía, Las Naves, Quinsaloma y Ventanas (Ver Mapa N° 26 – Pág. 52).

El mapa permite un análisis complementario, en el que es posible identificar los dos fenómenos que pueden afectar el espacio de los cuatro cantones, ubicando aquellos en donde pueden manifestarse y las intensidades más altas con que ocurrirían, guardando los colores que las identifican en la zonificación particular.

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5. VULNERABILIDAD

5.1. ANÁLISIS CONCEPTUAL

La vulnerabilidad puede tener varias dimensiones, dependiendo del aspecto que se tome en cuenta para su análisis (Wilches – Chaux, 1989), así la podemos dimensionar físicamente, económicamente, socialmente, educativamente, políticamente, institucionalmente, culturalmente, ambientalmente e ideológicamente, que no hacen sino facilitar el entendimiento de la vulnerabilidad como una condición o circunstancia dinámica o cambiante, a tal punto que se formula como un proceso acumulativo de fragilidades, deficiencias o limitaciones que permanecen en el tiempo como factores que inciden en que exista o no una mayor o menor vulnerabilidad. Desde el punto de vista de la gestión del riesgo, las acciones que reduzcan estos factores y que estimulen las fortalezas y capacidades de una comunidad, entendida como los elementos expuestos, deben ser el objetivo de la planificación y la prevención – mitigación (Aysan, 1993).

Si algunas circunstancias sociales pueden considerarse como aspectos asociados con la vulnerabilidad desde la perspectiva de los desastres, no siempre dichos aspectos pueden considerarse como la vulnerabilidad misma. La pobreza puede considerarse como un factor o como una causa de la vulnerabilidad ante cierto tipo de sucesos, sin embargo, no es sinónimo de vulnerabilidad, por lo que es necesario identificar los factores que hacen que las poblaciones sean vulnerables a los fenómenos que caracterizan a las amenazas. Muchos desastres son producto de factores económicos y políticos, generalmente exacerbados por presiones que concentran población en áreas de peligro, por lo que se puede afirmar que existe una relación entre las condiciones de marginalidad económica y la vulnerabilidad vista desde la perspectiva de los desastres.

En el caso que nos ocupa, la vulnerabilidad de los recintos está ligada a los procesos sociales que allí se desarrollan y se relaciona con la fragilidad, la susceptibilidad o la falta de capacidad de respuesta de los elementos expuestos ante amenazas de diferente índole. Además, también está íntimamente ligada a la degradación ambiental del entorno natural intervenido o en proceso de transformación, que no son otra cosa que sucesos ambientales y su materialización es el resultado de la construcción social del riesgo, mediante la gestación , en unos casos de vulnerabilidad y, en otros, de amenazas, o de ambas simultáneamente, que ocasionan la pérdida de calidad de vida, destrucción de los recursos naturales, afectación al paisaje y consecuencias futuras sobre la diversidad genética y cultural.

Para definir la vulnerabilidad en los cuatro cantones, es necesario, además, prestar atención a procesos globales como el crecimiento de la población, la urbanización rápida, presiones económicas, degradación del suelo y cambio ambiental, porque, como ejemplo, el aumento de la población es una de las razones que explica el incremento de personas afectadas como resultado de inundaciones, así como la deforestación aumenta las inundaciones y el riesgo de fenómenos de remoción en masa.

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Maskrey (1993), considera que existen dos tipos primordiales de vulnerabilidad: la técnica y la social; la diferencia entre ambas está determinada por la forma de cuantificación. Mientras la primera se refiere a pérdidas potenciales sobre los servicios y bienes materiales e implica una evaluación cuantitativa, la vulnerabilidad, enfocada con base a aspectos de la población, sólo puede estimarse de forma cualitativa. Dicha vulnerabilidad está en función de la situación socioeconómica de la población, así como de las herramientas estructurales, culturales y económicas para afrontar un desastre y restablecer las condiciones previas a su ocurrencia. Así mismo, involucra el grado de preparación de la población, a través de su organización o de instituciones; en particular cabe destacar la protección civil.

5.2. ANALISIS TECNICO

Para el análisis de la vulnerabilidad, se identifica los elementos expuestos para considerar únicamente aquellos que se encuentran dentro del área de influencia del fenómeno. La selección de los elementos expuestos debe tener en cuenta la infraestructura física del área de estudio, los diferentes procesos generadores de daño y la información secundaria disponible.

Se justifica entonces la calificación de vulnerabilidad en base a las variables indicadas, que no hace sino resaltar el carácter social y económico que se aplica para manejar un buen criterio de vulnerabilidad.

La clasificación de los elementos expuestos se puede realizar en tres grandes grupos: corporales, estructurales y funcionales. A su vez, estos pueden subdividirse en varios subgrupos, dependiendo de la naturaleza de los mismos y de la infraestructura presente en el área de estudio.

Así mismo, los elementos corporales representan los habitantes expuestos. Los elementos estructurales, que representan los bienes materiales, pueden subdividirse en tres tipos, según su naturaleza: 1) Construcciones (edificaciones), 2) Redes (vías, conducciones, líneas, canales, y 3) Superficies naturales (suelo). Los elementos funcionales, que representan las actividades económicas y no económicas, pueden subdividirse en cuatro tipos: 1) Económicos, 2) Transporte, comunicación y distribución, 3) Sociales, culturales y educativas, y 4) Socorro, salud y seguridad.

5.3. CARACTERIZACIÓN CANTONAL

Los criterios técnicos emitidos en la elaboración de una zonificación de amenazas, deben ser aplicados para conseguir su utilidad, directamente relacionada con la búsqueda de que los gobiernos seccionales y la comunidad tengan la oportunidad de conocer y aplicar medidas de prevención y, en los casos más extremos, tener la capacidad de recuperarse ante los desastres.

Es necesario acudir a Variables Sociales, Culturales y de Infraestructura que expongan la real situación de servicios que cada cantón tiene, citando fríos rangos

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porcentuales de implementación en la comunidad (Ver Anexo N° 6 – Volumen II Págs. 54 a 60), sustentados con el Anexo Fotográfico (Ver Anexo N° 10 - Digital).

5.3.1. Echeandía

El contexto Geológico (Ver Anexo N° 2 – Volumen II Págs. 18 a 40), lo ubica bajo la ocurrencia de la Unidad Geológica Macuchi, Intrusivos granodioríticos y Depósitos aluviales aterrazados. Esto hace que el cantón tenga la mayor afectación de posibilidad de fenómenos de remoción de masa, por que su red vial oriental cruza sectores de pendientes fuertes, de rocas altamente meteorizadas, con afectación de estructuras geológicas activas y rangos medios de pluviosidad, condiciones que provocan la inestabilidad de taludes, afectando infraestructura y viviendas ubicadas a los lados de la vía.

Las características hidrográficas (Ver Anexo N° 2 – Volumen II Págs. 18 a 40), definen al cantón como receptor de caudales de microcuencas de los flancos de la Cordillera Occidental, Chazo Juan y El Limón, que confluyen en el Soloma que, en inviernos extremos, se satura y ocupa su llanura de inundación, afectando a infraestructura y viviendas ubicadas en ambientes propios de los cauces hídricos.

Echeandía. Amenaza Socio Natural. Construcciones invadiendo cauce del río. Posibilidad de Fenómenos de Remoción en Masa in situ y desde flancos de la Cordillera. (H.O. 04.08)

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La topografía del cantón (Ver Anexo N° 2 – Volumen II Págs. 18 a 40), en su mayor parte irregular por ubicarse en los flancos de la Cordillera Occidental, lleva a concluir en la complicación que se ha dado, y que se dará en el futuro, para ubicar a personas y bienes en el caso de desastres. En el caso de fenómenos de remoción en masa, la posibilidad es utilizar algunos valles pequeños sobre terrazas aluviales, aguas arriba de los ríos Chazo Juan y El Limón, para construir albergues.

En la parte baja la situación es menos complicada. Las terrazas de la margen derecha del río Soloma, en que se ubican los recintos El Orongo, El Tesoro y San Francisco, serían aptas para planificar el futuro desarrollo cantonal y son los sitios apropiados para implementar alberges. Si se da el caso de emergencias mayores, se puede analizar la posibilidad de desarrollo y albergues en las terrazas más estables de Barraganate y Guamacyacu. Se impone la necesidad de que el Gobierno Local elabore el Plan de Ordenamiento y reglamente el Uso del suelo.

Echeandía. Morfología y estado de los caminos vecinales de toda la zona de estudio. Imagen particular en la vía de salida de Echeandía a Guanujo. (H.O. 04.08)

El mal estado de las vías, que se agrava con la ocurrencia de fenómenos de remoción en masa, produce completa incomunicación de las comunidades afectadas que quedan semi – aisladas, en razón de que esos fenómenos se presentan en las vía Echeandía – Guanujo. Siendo esta misma vía la que debería servir para evacuación, existe gran debilidad de esta infraestructura, porque los asentamientos humanos afectados se ubican entre los fenómenos

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de remoción en masa producidos. Por las condiciones geológicas y topográficas, es muy difícil construir y mantener otras vías de evacuación, por sectores distintos a los de la ya existente. Entidades especializadas de los gobiernos central, provincial y local, deben emprender trabajos de mantenimiento y rectificación de la vía, en los recintos Puruhuay y La Dolorosa, en función del Riesgo.

La infraestructura en salud, educación, vial, vivienda y comunitaria, adolece de debilidades en planificación y construcción. En lo recorridos efectuados por el equipo técnico no se observó facilidades para el uso y servicio que se debe dar a personas con capacidades especiales, mujeres en gestación, menores de edad y miembros de la tercera edad. El anexo fotográfico registra que los establecimientos escolares y de salud ubicados en el sector rural, no brindan comodidades para ese núcleo de personas que requieren especial atención de la sociedad. El gobierno seccional debe reglamentar la planificación de diseños prácticos para que, con apropiadas inversiones, se implementen en la remodelación de la infraestructura existente y sean obligatorios en la construcción de nueva.

Dispensario Médico IESS – El Congreso – Echeandía (M.R. 03-08)

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Escuela Juan Benigno Vela – Echeandía (M.R. 03-08)

Como resultado de los contactos directos tomados con moradores de los sectores afectados por fenómenos de remoción en masa e inundaciones, se menciona la poca o ninguna instrucción y capacitación que a las comunidades se ha dado, en lo que se refiere a conocer cómo se producen y cuándo llegan los fenómenos naturales, así como qué hacer cuando los mismos exceden un nivel que se lo puede establecer como normal.

Son puntuales las actividades de capacitación emprendidas obligatoriamente por las empresas mineras que tienen concesiones en el cantón, especialmente dedicadas a las comunidades ubicadas aguas arriba en la microcuenca del río Runayacu, tales como El Congreso y Runayacu.

El nivel comunitario de preparación ante desastres, cuando se han presentado los fenómenos de remoción en masa, específicamente en Puruhuay y La Dolorosa, refleja poca aplicación de medidas de cómo actuar ante emergencias. Se impone la urgencia de que las entidades responsables de la protección civil, dediquen mayores esfuerzos en capacitación de las comunidades.

5.3.2. Las Naves

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El contexto Geológico (Ver Anexo N° 2 – Volumen II Págs. 18 a 40) lo ubica

bajo la ocurrencia de la Unidad Geológica Macuchi y Depósitos aluviales aterrazados, en igual proporción. Esto hace que el cantón tenga alguna afectación de posibilidad de fenómenos de remoción de masa, porque su red vial hacia los recintos Jerusalem, La Unión y Selva Alegre atraviesa colinas de pendientes fuertes con rocas altamente meteorizadas, con interacción de estructuras geológicas menores y rangos medios de pluviosidad, condiciones que facilitarían la inestabilidad de taludes viales y, lo más preocupante, la inestabilidad de taludes en los cauces de los ríos, que pueden producir represamientos y posteriores flujos torrenciales, afectando la infraestructura urbana del cantón.

Las características hidrográficas, (Ver Anexo N° 2 – Volumen II Págs. 18 a 40), definen al cantón como propietario de caudales de llanura en los ríos Suquibí y Umbe, así como receptor de caudales de microcuencas de los flancos de la Cordillera Occidental, Naves Grande y Naves Chico, que confluyen en el Blanco y Suquibí respectivamente. En inviernos extremos, los Suquibí y Umbe se saturan y lentamente ocupan sus llanuras de inundación que, en ocasiones, se unen afectando la infraestructura vial, agrícola y viviendas ubicadas en ambientes propios de los cauces hídricos. Conviene mencionar la construcción artificial de un canal de tres metros de ancho que corre entre los ríos Suquibí y Umbe, cercano a la vía que une Las Naves con Las Mercedes, que sirve como regulador sectorial de caudales, que debe ser mantenido cíclicamente.

Las Naves. Morfología general del Cantón y actual configuración del cauce del río y obras de protección de infraestructura ubicada sobre la llanura de inundación. (H.O. 04-08)

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La topografía del cantón, (Ver Anexo N° 2 – Volumen II Págs. 18 a 40), en un 50 % irregular, por ubicarse en los contrafuertes de la Cordillera Occidental, lleva a concluir en la dificultad que se daría a futuro, para movilizar personas y bienes en el caso de desastres. Para fenómenos de remoción en masa, la posibilidad es optimizar la red vial Suroriental que permita acceder a los recintos de altura media, La Unión, Jerusalén, Bellavista y Buenos Aires, entre Las Naves y el cerro Las Naves, para utilizar su infraestructura educativa como albergues, así como también aprovechar terrazas coluviales ubicadas en las cabeceras de los ríos Naves Grande, Naves Medio y Naves Chico, para construir albergues.

Las Naves. Puente colapsado sobre el río Naves Chico, obstruye flujo con desechos y posibilita represamiento con implicaciones negativas al sector urbano. (M.R. 03.08)

En la parte baja la situación es menos complicada. Las terrazas ubicadas entre la margen derecha del río Suquibí y la margen izquierda del río Umbe, que morfológicamente son una sola, son apropiadas para planificar el desarrollo cantonal y constituyen los sitios apropiados para implementar albergues, aprovechando la actual infraestructura en las dos Las Mercedes. Se impone la necesidad de que el Gobierno Local elabore el Plan de Ordenamiento y reglamente el Uso del suelo.

El mal estado de las vías, que aumenta con la posible ocurrencia de pequeños fenómenos de remoción en masa en el sector montañoso Suroriental, produciría aislamiento de las comunidades La Unión, Jerusalén,

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Bellavista, Buenos Aires y Selva Alegre. Esta red vial puede y debe ser optimizada continuando la construcción de puentes y mejorando caminos, en el sector medio, que permitan acceder a la parte alta, Cerro Las Naves, por diferentes sectores, facilitando las labores de evacuación y la factibilidad de construir albergues. Selva Alegre tiene acceso por la vía El Congreso Huagraurcu que pertenece a Echeandía, por lo que el Gobierno local de Las Naves debe concluir la vía que va por La Unión.

Las Naves. Puente peatonal en Jerusalén que requiere cambio, camino vecinal desde La Unión. (M.R. 03/08)

La infraestructura en salud, educación, vial, vivienda y comunitaria acusa debilidades en planificación y construcción. De los recorridos efectuados por el equipo técnico se concluye que no se toman en cuenta facilidades para el uso y servicio que se debe dar a personas con capacidades especiales, mujeres en gestación, menores de edad y miembros de la tercera edad. El anexo fotográfico registra que los establecimientos educativos y de salud ubicados en el sector rural no brindan comodidades para ese núcleo de personas que requieren especial atención de la sociedad. Se impone establecer diseños prácticos que, sin mayores inversiones, sean implementados en la remodelación de infraestructura existente y obligados en la construcción de nueva.

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Centro de Salud – Las Naves (M.R. 03-08)

Escuela Vicente Anda Aguirre – Las Naves (M.R. 03.08)

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Como resultado de los contactos tomados con moradores de los sectores afectados por fenómenos de remoción en masa e inundaciones, se menciona la poca o ninguna instrucción y capacitación que a las comunidades se ha dado, en lo que se refiere a conocer cómo se producen y cuándo llegan los fenómenos naturales, así como qué hacer cuando los mismos exceden un nivel que se lo puede establecer como normal.

Los empresarios mineros que alientan la actividad de investigación de recursos naturales en concesiones ubicadas en el cantón, visto su compromiso contractual con el Estado, han emprendido actividades de difusión y capacitación a los moradores de los sectores cercanos a las labores de exploración, La Unión, Buenos Aires, Bellavista y Selva Alegre, en temas de desarrollo minero ambiental. Esta actividad ha polarizado criterios y conveniencias de miembros de las comunidades. El Gobierno Local debe propender a que los Estudios y Planes de Manejo Ambiental de la actividad minera, incluyan capacitación para que las personas y comunidades sean autosuficientes con la implementación de microempresas agroindustriales.

Al no ser alta la afectación de estas comunidades con la ocurrencia de fenómenos de remoción en masa, la gestión del manejo del riesgo se refleja en acciones de apoyo solidario entre comunidades, más que nada para remover material que interrumpe la circulación vehicular en las vías. En prevención a posibles fenómenos imprevistos, se requiere intensificar programas de capacitación e información sobre amenazas.

5.3.3. Quinsaloma

El contexto Geológico, (Ver Anexo N° 2 – Volumen II Págs. 18 a 40), lo ubica bajo la ocurrencia casi exclusiva de Depósitos aluviales aterrazados y una pequeña zona de la Unidad Geológica Macuchi. Esto hace que el cantón tenga menor afectación de fenómenos de remoción de masa, de manera especial en su red vial Nororiental, vecina a Cotopaxi, que cruza sectores de pendientes medias, de rocas altamente meteorizadas, con afectación de estructuras geológicas menores y rangos medios de pluviosidad, condiciones que provocan la inestabilidad de taludes, afectando infraestructura y viviendas en cotas más bajas y junto a la vía.

Particular atención se debe dar, dentro de la configuración de la Unidad Geológica Macuchi, la posible ocurrencia de baja estabilidad de taludes en la parte alta del río Jalligua, Cotopaxi, que puede producir represamientos en el cauce y posibles flujos torrenciales que afectarán directamente a recintos de ese sector del cantón Quinsaloma, tales como El Triunfo, El Guabo, Nueva Lorenita y Puerto Cooperativa.

Las características hidrográficas, (Ver Anexo N° 2 – Volumen II Págs. 18 a 40), definen al cantón como propietario de caudales de llanura, ríos Umbe (margen derecha), Lavatorio, Calope (margen derecha), Minoape, Chipe

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(margen izquierda) y Calabí (margen izquierda), receptores de caudales de microcuencas de los contrafuertes de la Cordillera Occidental que, en inviernos extremos, se saturan e invaden lentamente la llanura de inundación, con la particularidad de la existencia de humedales en la parte Norte, recintos El Belén, El Esfuerzo y Minuape de la margen derecha del río Chipe, que son mantenidos directamente por precipitaciones. No se registra afectación preocupante a infraestructura, viviendas y agricultura ubicadas en ambientes propios de los cauces hídricos.

Típica ocurrencia invernal del Río Umbe con cauce saturado y acceso de agua a la llanura de inundación de la margen derecha. (M.R. 03.04)

La topografía del cantón, (Ver Anexo N° 2 – Volumen II Págs. 18 a 40), en su mayor parte es regular por ubicarse en terrazas aluviales, lo que lleva a concluir que no se darán complicaciones a futuro, para ubicar a personas y bienes en el caso de desastres extremos. En el caso de fenómenos de remoción en masa, que ocurrirían en menor escala en el sistema vial Nororiental, es posible utilizar tierras de cotas directamente más altas que corresponden a la morfología occidental de los contrafuertes de la Cordillera Occidental o, de ser conveniente, las mismas terrazas aluviales, para construir albergues. Se impone la necesidad de que el Gobierno Local elabore el Plan de Ordenamiento y reglamente el Uso del suelo.

La débil y reducida infraestructura vial Oriental del cantón, poco agravada por la ocurrencia de fenómenos de remoción en masa, más por su mal estado

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antes que por la intensidad de los fenómenos naturales, produciría incomunicación puntual en comunidades que no cuentan con caminos y / o puentes en buenas condiciones, tales como: La Naranja, El Triunfo, El Guabo, Nueva Lorenita, Puerto Cooperativa, Fruta de Pan, San Vicente, Pambilar y Chipe, entre otros, que utilizan infraestructura vial del cantón Pangua, así como en sectores occidentales vecinos al río Calabí en los que existe incremento de la influencia cíclica de humedales. Por su caracterización geológica, así como por la variedad de producción agrícola, el Gobierno Local debe impulsar la estabilización y mantenimiento de una red vial que pueda ser utilizada como vías de evacuación.

Siendo un cantón en formación y analizando la infraestructura con la que cuenta, la de salud, educación, vial, vivienda y comunitaria, adolece de debilidades en planificación y construcción. El equipo técnico observa que no se ha tomado en cuenta el uso y servicio que se debe dar a personas con capacidades especiales, mujeres en gestación, menores de edad y miembros de la tercera edad. El anexo fotográfico registra que la infraestructura educativa y de salud del sector rural no brinda comodidades de acceso para ese núcleo de personas que requieren especial atención de la sociedad. El gobierno local debe tomar a su cargo la responsabilidad de supervisar diseños prácticos que, sin mayores inversiones, se implementen en la remodelación de la infraestructura existente y sean obligatorios en la nueva.

Subcentro de Salud – Quinsaloma (M.R. 03.08)

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Escuela Fiscal Mixta Paz y Amor – Quinsaloma (M.R. 03.08)

Como resultado de los contactos tomados con personas representativas del cantón, hoy autoridades seccionales elegidas, se menciona la poca o ninguna preocupación estatal por brindar instrucción y capacitación a las comunidades, en lo que se refiere a conocer cómo se producen y cuándo llegan los fenómenos naturales, así como qué hacer cuando los mismos exceden un nivel que se lo puede establecer como normal.

5.3.4. Ventanas

El contexto Geológico, (Ver Anexo N° 2 – Volumen II Págs. 18 a 40), lo ubica bajo la ocurrencia de Depósitos aluviales y Depósitos de terraza indiferenciados, en su mayor parte y proporcionalmente iguales, así como la Unidad Geológica Macuchi e Intrusivos granodioríticos, estos dos últimos en el sector Oriental con una influencia que no sobrepasa el 15 % de su jurisdicción total. Esto hace que el cantón tenga baja afectación de posibilidad de fenómenos de remoción de masa, por que su red vial se ubica en sectores de pendientes bajas, de rocas competentes, con afectación de estructuras geológicas antiguas y profundas, así como rangos entre altos y medios de pluviosidad, condiciones que favorecen la estabilidad de taludes.

Las características hidrográficas, (Ver Anexo N° 2 – Volumen II Págs. 18 a 40), definen al cantón como propietario de caudales de llanura, que capta todos los provenientes de microcuencas de contrafuertes y flancos de la

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Cordillera Occidental, tales como Las Piedras, Sibimbe, Oncebí, Suquibí, Umbe, Lavatorio y Calabí, que conforman el sistema Zapotal – Ventanas. En inviernos extremos estos caudales saturan los cauces y ocupan sus comunes llanuras de inundación, con afectación principal al sector comprendido entre los ríos Oncebí, Suquibí, Umbe y Lavatorio, para formar un complejo hidrogeológico especial que, a manera de estuario invertido, no funciona facilitando el recorrido de los caudales hacia la cuenca principal sino como embudo que detiene su flujo normal y, contra corriente, provoca inundaciones de carácter lento en todo la zona, con mayor influencia en el también complejo sector de los recintos de la parroquia Zapotal, tales como: San Luis de Zapotal, Cristal, Santa Ana, Perpetua y Bantano, complicando infraestructura, viviendas y agricultura ubicadas en ambientes propios de cauces ribereños.

Cauce saturado del río Zapotal al borde de la cantera a Ventanas. (M.R. 03.08)

Considerando características hidrográficas y morfológicas, específicamente en el cantón Ventanas, en su flanco occidental, se analiza la ocurrencia marginal de un ambiente ecológico especial, humedales, que tiene su máximo desarrollo en áreas ubicadas en la margen derecha del río Ventanas, abarcando los drenajes que conforman el núcleo de la cuenca del río Guayas. Para el caso del estudio se afectan los barrios urbanos de la margen derecha

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del río Ventanas y los recintos Rincón del Cura, El Triunfo, Cooperativa Yolanda, Ventanillas, Puerto La Julia, La Beata y Loma Larga, que podría extenderse a Aguas Frías, El Moral y Chojampe, ubicados más al Norte.

La topografía del cantón, (Ver Anexo N° 2 – Volumen II Págs. 18 a 40), en su mayor parte regular, por ubicarse en las terrazas, lleva a concluir que la inundación ocurrida entre noviembre de 2007 y abril de 2008, que se prevé se repita a futuro, permite ubicar y rescatar personas y bienes en el caso de desastres, acción que se extiende en el tiempo porque el anegamiento sectorial constituye, a modo de un fenómeno lacustre cíclico, un problema de inmediata atención y de corta duración. Los efectos causados por la misma inundación, propios de las estaciones invernales extremas, en sectores ubicados aguas abajo de Zapotal, se refieren a saturación del cauce del sistema hídrico Zapotal – Ventanas y, en menor escala, al anegamiento de su llanura de inundación. El manejo de estas emergencias radica en pronta asistencia a los habitantes afectados con: evacuación oportuna, ubicación en albergues, alimentación, abrigo y atención en salud, analizando las implicaciones en su mayor parte nocturnas de los fenómenos, así como la ubicación y mantenimiento de albergues y vías de evacuación. Se impone la necesidad de que el Gobierno Local elabore el Plan de Ordenamiento y reglamente el Uso del suelo.

Ventanas. Típico asentamiento gravitacional al borde de la carretera Echeandía – Ventanas. Se observa obras de estabilización y cuneta. Sector Asociación de Maiceros. (H.O. 04-08)

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El mal estado de las vías, que es general en toda la zona, se complica con la ocurrencia de pequeños fenómenos de remoción en masa, que producen temporal incomunicación de las comunidades circundantes, quedando aisladas por poco tiempo. Siendo estas mismas vías las que sirven para evacuación, existe debilidad en esta infraestructura, ya que al sector de mayor afectación por inundaciones, que como se ha explicado es Zapotal, se puede acceder por la Troncal de la Costa, en el tramo Babahoyo – Quevedo, sobre la margen derecha del río Zapotal, para lo que, desde Ventanas, es obligado hacer uso del puente que la conecta con la mencionada arteria vial y que se convierte en la principal vía de evacuación. Otras vías de evacuación, que se dirigen a otras jurisdicciones cantonales, son las que conectan Ventanas con Echeandía, Ventanas con Catarama, Zapotal con Las Naves y caminos vecinales por los que se accede a los recintos Lechugal, Yuyumbi y Perpetua, ubicados en la margen izquierda del río Zapotal.

Si bien es posible mejorar y mantener vías de evacuación, conectadas con la red básica cantonal, por el carácter hidrológico del sector, que es susceptible de inundaciones, no es factible tratar de implementar nuevas vías de evacuación; es conveniente buscar un acceso alterno a Ventanas desde la Troncal de la Costa, porque el colapso del actual puente puede constituir un grave problema, no solo por falta de acceso a vías de evacuación, sino por las dificultades que acarrearía a todo el sistema productivo y económico del cantón. El Gobierno Local debe impulsar una solución a este potencial problema.

La infraestructura en salud, educación, vial, vivienda y comunitaria, adolece de debilidades en planificación y construcción. En los recorridos realizados por el equipo técnico se observó que no se toman en cuenta el uso y servicio que se debe dar a personas con capacidades especiales, mujeres en gestación, menores de edad y miembros de la tercera edad. El anexo fotográfico registra que un buen número de establecimientos educativos y de salud ubicados en el sector rural, no brindan comodidades para ese núcleo de personas que requieren especial atención de la sociedad. Se debe establecer diseños prácticos que, invirtiendo en estos grupos especiales, permitan implementar puentes, rampas, pasarelas, pasamanos, etc., en la remodelación de infraestructura existente y sean obligatorios en la construcción de nueva.

Como resultado de los contactos tomados con moradores de los sectores afectados por inundaciones, se menciona la poca o ninguna instrucción y capacitación que se ha dado a las comunidades, en lo que se refiere a conocer cómo se producen y cuándo llegan los fenómenos naturales, así como qué hacer cuando los mismos exceden un nivel que se lo puede establecer como normal. Es imposible evaluar la efectividad de acciones que no tienen continuidad, por lo que se debe intensificar y optimizar recursos tendientes a capacitar a la población para que haga conciencia de los riesgos a que está sujeta y a como enfrentar las amenazas.

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Subcentro de Salud Carmen Jiménez de Bonifaz – Zapotal – Ventanas (M.R. 03.08)

Escuela Fiscal Mixta Pichincha – Zapotal – Ventanas (M.R. 03.08)5.4. RESULTADO

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La metodología implementada en la realización del presente estudio, como se ha destacado en varios párrafos, se sustenta en el establecimiento de cuatro niveles de afectación, sea cual fuere el factor de análisis, fundamentalmente para estandarizar los criterios de aplicación de toda la información con la que se cuenta.

En el análisis de vulnerabilidad el personal técnico aplicó, en mallado ortogonal trazado sobre la base topográfica a escala 1 : 50.000 (Mapa N° 27 – Pág. 72), las variables de niveles de susceptibilidad y zonificación de amenazas, las propias porcentuales Sociales, Culturales y de Infraestructura del Anexo N° 6 (Volumen II Págs. N° 54 a 60) y las referentes a la Categorización Cantonal (Volumen I Págs. 54 a 70), para alcanzar establecer los cuatro niveles de vulnerabilidad.

El proceso se encamina a manejar los indicadores y variables mencionados, determinando, en cada uno, cuatro niveles de calidad de propiedad o implementación (0.25 para los más bajos, 0.50 para los bajos, 0.75 para los medios y 1 para los más favorecidos), que son aplicados en cada uno de los cuadrados que conforman el mallado definido.

De entre el amplio número de indicadores se escogieron 16 que, a criterio del equipo técnico, representan los niveles de calidad de vida y de susceptibilidad a amenazas que se aplicarían en cada elemento del reticulado, y que, sumados, alcanzaron magnitudes de entre 1 y 16 que, convenientemente redistribuidas, ofrecen cuatro niveles de vulnerabilidad, de la siguiente manera:

Entre 1 y 4 puntos: Muy alto nivel de vulnerabilidad

Entre 5 y 8 puntos: Alto nivel de vulnerabilidad

Entre 9 y 12 puntos: Medio nivel de vulnerabilidad

Entre 13 y 16 puntos: Bajo nivel de Vulnerabilidad

De entre todos los análisis realizados, es oportuno mencionar la alta injerencia que tienen dos indicadores en la evaluación de las oportunidades que tiene la comunidad para efectuar una buena gestión del riesgo, como son:

Absoluta falta de conocimiento sobre elementales criterios de ocurrencia e intensidad de procesos naturales directamente relacionados con fenómenos de remoción en masa e inundaciones.

La capacidad de respuesta de la comunidad ante desastres es prácticamente nula, no hay capacitación sobre liderazgo, primeros auxilios, evacuación y supervivencia.

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Lo sucedido con la intensa estación invernal 2007 – 2008, lleva a preparar a los moradores de las zonas de alta amenaza, en cada una de sus afectaciones y en la forma de recuperarse y reintegrarse a los sistemas productivos en el menor tiempo posible.

Al igual que en un alto porcentaje de comunidades rurales del País, en los cuatro cantones del Proyecto es real la debilidad presente en los diseños de obras de infraestructura, que no cuentan con facilidades para el acceso y uso de personas discapacitadas, de la tercera edad, menores de edad, mujeres embarazadas, etc.

Ausencia de pasarelas, puentes y pasamanos, entre otros detalles arquitectónicos, así como construcciones realizadas a nivel del suelo que facilitan ingreso de agua, polvo y vegetación a los ambientes escolares, de salud, de cultura, etc., deben ser convenientemente corregidos para su mejor acceso y uso.

El resultado de vulnerabilidad obtenido se sustenta en lo siguiente:

1. Que se ha establecido en el terreno y graficado en los mapas los niveles de afectación, como susceptibilidad temática y como zonificación global de amenaza para fenómenos de remoción en masa e inundaciones;

2. Que al tener conocimiento del sector de estudio y aplicar las variables que inciden para la determinación de cuatro niveles de vulnerabilidad, se deja muy clara la ocurrencia de muchas más variables que, a criterio del personal técnico, con su inclusión no incidirían en el resultado final;

3. Que se ha realizado una intensa investigación especializada bibliográfica que, a nivel internacional, hace conocer conceptos y métodos de evaluación de amenazas, vulnerabilidad y riesgos, de última data, para aplicarlos a la realidad de nuestras comunidades y del País; y,

4. Que se ha analizado productos que sobre el tema se han elaborado en el País, con el objeto de asimilar criterios y aplicarlos en la medida de su identificación con las características del sector de estudio;

De lo analizado por el personal técnico con sustento en trabajo de campo, se concluye que el área de investigación debería ser considerada como una de las más deprimidas de las provincias Bolívar y Los Ríos, e inclusive del País, bajo todo aspecto y, manteniendo el criterio de cuatro rangos establecidos para todo tipo de temas del estudio, se ha establecido cuatro niveles de afectación en un Mapa de Zonificación de la Vulnerabilidad de la Zona de Estudio (Mapa N° 28 – Pág. 74) y cuatro Mapas de Zonificación de Vulnerabilidad para cada cantón (Mapas N° 29, 30, 31 y 32 – Págs. 75 a 78).

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Muy alto Nivel de Vulnerabilidad: La población presenta los niveles más bajos de bienestar, educación y servicios básicos. Se requiere de ayuda externa no sólo para recuperarse de un desastre, sino para establecer condiciones que permitan reactivar la precaria economía. Los planes de prevención necesitan de una especial atención en estas zonas.

Alto Nivel de Vulnerabilidad: Contexto que pone en evidencia carencias notables de la estructura social y económica para afrontar situaciones críticas. Los habitantes de estas zonas necesitan de largos períodos y ayuda para solventar sus necesidades básicas posteriores a la ocurrencia de un desastre originado por fenómenos físicos, aún cuando éstos no sean de magnitud.

Medio Nivel de Vulnerabilidad: Presenta valores intermedios de la estructura social, lo que resulta en ciertas dificultades de la población para asimilar los estragos de un siniestro ocasionado por un fenómeno natural

Bajo Nivel de Vulnerabilidad: Presenta condiciones favorables de vivienda y estructura de servicios básicos, que permiten afrontar las consecuencias que puedan ocasionar un desastre.

5.5 OBRAS PARA REDUCIR LA VULNERABILIDAD

Del análisis de los factores incluidos en zonificar la amenaza por fenómenos de remoción en masa y la correspondiente a inundaciones, así como de los propios para zonificar la vulnerabilidad, el COOPI ha emprendido la construcción de varias obras, para reducir la vulnerabilidad de la población más afectada por fenómenos naturales extremos, con la visión de mejorar la infraestructura para evacuar zonas de alta amenaza y complementar las instalaciones de las instituciones responsables de la gestión del riesgo.

Por cantones, las obras son las siguientes:

Echeandía

- Pasamano, a cada lado del puente de 36 m de largo, sobre el río Soloma, que permite el acceso seguro a Lucha de los Pobres, por el cementerio

- Alcantarilla de 6 m x 1.5 m x 1.5 m, en Arrozuco- Puente peatonal de 65 m de luz sobre el río para acceder al barrio La Floresta- Sede para Secretaría del Riesgo (Defensa Civil)

Las Naves

- Puente peatonal de 8 m de luz en Buenos Aires- Alcantarilla de 5 m de largo en Suquibí Nuevo, sector La Alegría

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- Alcantarilla de 5 m de largo en Voluntad de Dios- Sistema de agua potable en Cerro Azul- Sede para Secretaría del riesgo (Defensa Civil)

Quinsaloma

- Sede para Secretaría del Riesgo (Defensa Civil)

Ventanas

- Muro de gaviones de 100 m de largo, tras cuartel de la Policía, paralelo al drenaje natural que corre por detrás del mismo

- Canal para captación de agua lluvia, paralelo a la carretera a Echeandía, entre la gasolinera y el cuartel de la Policía

- Alcantarilla en la vía a Zapotal, sector El Barranco – Pasaje A- Alcantarilla en el sector La Industria – Pasaje B- Siatema de agua en Zapotal – El Laurel

6. RIESGOS 6.1. ANALISIS CONCEPTUAL

Definido el riesgo como la probabilidad de una amenaza natural sobre un sistema socioeconómico con un nivel de vulnerabilidad alto, para la elaboración del mapa de riesgos, objetivo fundamental del proyecto, se cuenta con las dos herramientas básicas: Mapas de Zonificación de Amenazas y Mapa de Vulnerabilidad, con las que, aplicando las operaciones apropiadas de los sistemas de información geográfica, se obtiene los Mapas de Riesgos para los dos tipos de amenazas zonificadas, así como de toda el área del proyecto o de cada uno de los cantones de manera individual.

Todos los métodos para el análisis del riesgo, a las escalas que se manejan en este estudio, coinciden en la inclusión de tres componentes básicos: determinación de la fuente de peligro, delimitación del área de influencia y establecimiento cualitativo de variables que permitan definir el nivel socio económico de la población, parámetros que se han satisfecho a cabalidad, con la salvedad de que, al incorporar la variable social en el conjunto de criterios a considerar, es difícil establecer la línea aproximada que delimita los valores asignados al riesgo.

La necesidad de contar con mapas de riesgo por fenómenos de remoción en masa, surge de su aporte al entendimiento de la génesis de los procesos gravitacionales que, sin duda, es el primer paso para estructurar y aplicar medidas y técnicas que

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eviten, en lo posible, pérdidas tanto humanas como materiales, consecuencia de la acción de dichos procesos, no siendo aún posible determinar cuando ocurrirán.

Igual consideración se hace para los mapas de riesgo por inundaciones, porque surge la necesidad de aportar a la difusión de los conocimientos básicos del origen y proceso de ocurrencia de los fenómenos climáticos, también para formular e implementar planes y programas de prevención y mitigación que eviten la pérdida de vidas humanas y recursos materiales.

6.2. RESULTADO

Contando con toda la información necesaria para modelar escenarios de riesgo, se requiere definir en qué términos de modelado se obtendrán los daños esperados, en razón de que dicha información puede arrojar resultados que no sean relevantes a la luz de lo que puede resultar importante para la comunidad y, de manera especial, para quienes toman decisiones.

La combinación de los índices de amenaza y el nivel de vulnerabilidad en la zona de estudio, establece el grado de riesgo en los Mapas de Zonificación del Riesgo, tanto a nivel sectorial como cantonal con soporte de la base topográfica ajustada a escala 1 : 25.000, estableciendo los mismos cuatro niveles adoptados para el estudio, resultando dos Mapas de Zonificación del Riesgo de la Zona de Estudio, uno para FRM y otro para Inundaciones (Mapas N° 33 - 34 – Págs. 83 y 84), y ocho Mapas de Zonificación para cada cantón, cuatro para FRM y cuatro para Inundaciones (Mapas N° 35 – 36, 37 – 38, 39 – 40, 41 - 42 ; Págs. 85 a 92).

Las zonas de nivel de riesgo muy alto se caracterizan por contar con las condiciones topográficas, litológicas y de relieve más favorables para la ocurrencia de procesos de remoción en masa e inundaciones, según sea el caso, además de una alta vulnerabilidad de la población para afrontar dificultades por la acción de los fenómenos naturales.

Son áreas que requieren una atención especial, no sólo para su planificación futura, sino para su atención a corto plazo, con el propósito de disminuir el nivel de riesgo.

Con una combinación de vulnerabilidad alta y con posibilidades potenciales de ocurrencia de procesos frecuentes de remoción en ladera e inundaciones, según sea el caso, las zonas de nivel de riesgo alto, generalmente rodean a las de riesgo muy alto. Las zonas de pre-montaña coinciden en gran medida con esta categoría. La influencia de ríos que generan intensa erosión fluvial determinan algunos puntos, en laderas con pendientes de 30° a 40°.

Las zonas de nivel de riesgo medio involucran valores de vulnerabilidad y amenaza cercanos a la media. En este caso son zonas potencialmente riesgosas, pero los niveles de vulnerabilidad son de medio a bajo.

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Las zonas de nivel de riesgo bajo se ubican preferentemente en el sector Occidental de la zona de estudio, hecho que se explica por los espacios deshabitados a lo largo de ella, más que por condiciones de vulnerabilidad baja o aspectos físicos que favorezcan la estabilidad del terreno.

6.3. DEFINICIÓN DE ESCENARIOS DEL RIESGO

Los lugares que se encuentran en mayor riesgo por fenómenos de remoción en masa son los del sector Oriental del área de estudio, que comprende los cantones Echeandía y Las Naves, ubicados en las estribaciones y contrafuertes de la Cordillera Occidental. Los cantones Quinsaloma y Ventanas presentan un riesgo un tanto menor, por estar ubicados en la llanura costera adyacente a la Cordillera Occidental.

Los sectores que se encuentran en mayor riesgo por inundaciones prácticamente se encuentran en la Costa, Quinsaloma y Ventanas, en el sector Occidental del área de estudio. Los cantones Echeandía y Ventanas presentan un riesgo mucho menor, por estar ubicados en las estribaciones y contrafuertes de la Cordillera Occidental.

Por características morfológicas, los cantones en donde el riesgo es mayor, sea por fenómenos de remoción en masa o por inundaciones, guardan un alineamiento coincidente con las grandes estructuras cordilleranas

Conceptualmente el riesgo se refiere a pérdidas esperadas a causa de una amenaza determinada sobre un elemento expuesto durante un período futuro específico. Sin embargo, debido a la complejidad de los fenómenos de remoción en masa e inundaciones, y a la dinámica de los elementos expuestos, hay una variedad de posibilidades, tanto en la amenaza como en la vulnerabilidad, que hacen necesario enriquecer el análisis para que sirva como herramienta en la planificación municipal y en la prevención de desastres.

Además, en este caso se considera una magnitud única para el evento, a la que se determina una buena probabilidad de ocurrencia, por tanto, no existirá más que un escenario. Para el caso de los elementos expuestos, personas, se analizan diferentes situaciones y ubicaciones de ellas, por lo que se consideran dos posibles escenarios para la ocurrencia del evento:

1. Diurno: se asume que los estudiantes y trabajadores no están en sus hogares; los establecimientos educativos se encuentran con toda su población estudiantil y los comercios en plena actividad;

2. Nocturno: se asume que todos los habitantes se encuentran en sus hogares.

m.r.a. / 09.08

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