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tema principal: planificacion estrategicaTRANSCRIPT
Innovación,
cambios y
oportunidades en
su plan
estratégico
Desear no es
suficiente por:
Félix Socorro
@@visión
uniempresarial
No deje el futuro al azar
Por: Ricardo Ibarra
•EDITORIAL
Presiden
te•Yuscarly Navea
Vice-presidente
•Jessica Sánchez
Secretario
•María Rodríguez
Director
ejecutivo
•Fernando
Pórtela
Directores
•Joel vitrianBanco mercantil, C.A.
•Claudio Santos Destino andina C.A.
•Rafael Padrón Banesco, Banesco
universal.
•Mauricio PetitIndustria y comercio, C.A.
www.visionuniempresari
al.com
@vision_uniempresarial
Dirección
general:
Elena martí
Gerente
general:
Ernesto
cervantes
Coordinador
Editorial:
Miguel Ángel
Jiménez
Impresión:
Litografía- bicolor
Caracas- Venezuela
Ejecutivo de
ventas:
Mariana
Avendaño
Diseño
grafico:
Carlos garrido
Para conducir una
empresa,
especialmente en
condiciones difíciles,
es necesario
planificar y actuar
estratégicamente.
Para esto es
necesario dedicar
tiempo y esfuerzo,
los cuales serán
recompensados por
una acción gerencial
más consciente y
bien dirigida. No se
conforme con la
planificación de las
operaciones o
acciones inmediatas.
La planificación
estratégica es una
herramienta
(compuesta por otras
herramientas
específicas) para dirigir
la empresa hacia
objetivos de largo,
mediano y corto plazo
tomando en cuenta el
entorno y las
condiciones o acciones
de los diversos actores
de interés para la
empresa: clientes,
proveedores,
competidores, aliados,
complementadores y
reguladores.
Planificación Estratégica
Editorial
pagina N° 2
Índice
Pagina N° 3
sostiene el negocio una teoría
Pagina N° 4
Innovación, cambios y oportunidades en su plan estratégico
Pagina N° 5
Planificación Estratégica
Pagina N° 6
Publicidad
Pagina N° 7
Marketing
Pagina N° 8
Desear no es suficiente por Félix Socorro
Pagina N° 9
No dejes el futuro al azar por Ricardo Ibarra
Pagina N° 11
Anuncio
Pagina Nº
13
¿sostiene el negocio una teoría??
Un aspecto
fundamental derivado del
proceso de pensamiento
estratégico es la focalización
de la empresa en sus
negocios como aspecto
fundamental de qué hacer.
El “qué hacer” está
llegando a hacer un desafío
cada vez más importante
que enfrentan las gerencias
porque este “qué hacer” se
confunde habitualmente con
el “cómo hacer”. Estos
cambios provocan crisis
empresariales y no porque
las cosas se estén haciendo
de manera deficiente, ni
siquiera que se estén
gestionando las cosas
indebidas, sino que
normalmente se realizan las
cosas correctas -“cómo
hacer” - pero hacia el “qué
hacer” incorrecto y esto
provoca improductividad.
Toda empresa tiene una
teoría del negocio que
explica su éxito, pero éstas al
cambiar, dejan en jaque a la
empresa y al “cómo hacer”.
Toda teoría del negocio
debe buscar la esencia del
negocio (Core Business) y la
relación de éstas con la
misión y los objetivos y las
competencias esenciales que
han de manejarse para
coincidir con la realidad.
El pensamiento estratégico
propio del plan estratégico
requiere ensamblar estas
tres variables y sus
supuestos sobre los que se
fundamenta: Core Business,
Misión y Objetivos y
Competencias esenciales.
El propósito fundamental
del pensamiento estratégico
expresado en el plan, es que
toda la organización debe
conocer y comprender la
“teoría del negocio” de la
empresa y el “modelo de
negocios” para que pueda
ser practicada por todos sus
miembros.
Esto requiere de una
cultura estratégica, de una
doctrina en definitiva de un
sistema de pensamiento que
debe ser puesto a prueba
permanentemente y por lo
tanto, requiere también de
una disciplina mental, pues
la teoría del negocio no está
grabada en “roca de
granito”: es una hipótesis y
como tal debe ser puesta a
prueba permanentemente
por el accionar de ejecutivos
y el personal.
El plan estratégico tiene
entonces el rol de
estructurar esta teoría del
negocio, como al mismo
tiempo la capacidad de
cambiar los supuestos
implícitos y en definitiva
chequear o cambiar el
“modelo de negocios” de la
empresa.
El modelo de negocios se
concreta en un Plan de
Negocios que no es otra
cosa que un Plan Estratégico
o nivel de cada “Unidad de
Negocio” (SBU) y por tanto
está alineado con el Plan
Estratégico Corporativo. El
80% del éxito de una
empresa depende de la
definición correcta de la
teoría y del modelo de
negocios que la empresa debe practicar
omo todos los
mercados y los clientes
están cambiando, cambian
entonces sus necesidades y
las formas de resolverlas.
Pero ajustar
permanentemente la
cartera de productos y
servicios de la empresa a las
nuevas necesidades del
cliente, es propio de la
innovación, entendida esta
como un proceso
sistemático de transformar
ideas en negocios y
productos servicios como
satisfactores para el cliente y
al mismo tiempo para la
empresa. En otras palabras
productos y servicios
rentables. La elaboración del
plan estratégico requiere
entonces personas que
tengan conocimiento del
negocio, requiere del talento
para desarrollar nuevas
ideas de esas personas y
requiere motivación,
entusiasmo y ganas de
aportar a la empresa.
Elaborar planes
estratégicos es un tema
duro. Pero, implementar el
plan, llevarlo a la práctica
enfrentando y conviviendo
con los problemas del diario
vivir, es aún más duro.
La innovación es bienvenida
por el proceso de
Planificación Estratégica
porque es esencial para
revitalizar planes,
programas, procesos
operacionales y productivos,
motivar al personal y sus
ejecutivos y colocar al
cliente en el centro de las
decisiones.
Por eso todo plan
estratégico debe fijarse
constantemente objetivos
de innovación y mejora
continua, mirando hacia el
futuro en las nuevas
necesidades de los
mercados, análisis de
cambios en las tendencias y
desarrollar estrategias
innovadoras que permitan
ajustarse a esas nuevas
realidades.
Los cambios en los
valores y en las
características económicas
de los mercados y de las
industrias, constituyen una
fuente riquísima de
innovación y de
oportunidades, que
permiten crear utilidades
para el cliente y la empresa,
modificando el valor
económico de los productos
o mercados, o adaptando a
la realidad económica o
social de los clientes, los
productos o servicios
actuales.
Pero la innovación siempre está relacionada con proporcionar al cliente y al mercado – a través de su cartera de productos o servicios – lo que para este tiene valor.
Cualquier producto o servicio que deja de tener valor para un determinado grupo de clientes o mercados es el inicio del fracaso de una empresa o negocio y por lo tanto significa que los supuestos de la teoría y del modelo de negocios han cambiado.
La planificación estratégica se preocupa constantemente de revisar las propuestas de valor y los cambios de estas propuestas para ajustarlas a las oportunidades del mercado, que muchas veces están frente a nosotros en nuestras narices, pero que no las vemos por la perturbadora burocracia interna o por aferrarnos mentalmente a una teoría o modelo de negocios en obsolescencia.
La
Planificación
Estratégica es
esencialmente
la creación de
un sistema
dúctil e integral
de objetivos, así
como el
planteamiento
de las
alternativas que
permitan a la
empresa y sus
ejecutivos
lograrlos.
La
consecución de
los objetivos
planteados,
permite a la
empresa
cumplir con su
misión y la
visión de ésta y
sus negocios.
Un Plan
Estratégico sin
objetivos o con
objetivos
difusos, es un
conjunto de
papeles
mojados que no
sirven para
actuar, aunque
las estrategias
estén muy bien
definidas o los
procedimientos
a lo que se ciñó
la confección
del Plan, sean
rigurosos.
Tampoco es
adecuado que
un plan
contenga
demasiados
objetivos
corporativos
(los expertos
recomiendan no
más de cuatro
al año) porque
un excesivo
número de
objetivos
implica
dispersión de
esfuerzos
humanos y
recursos que
conllevan a la
improductividad
de la empresa.
La
concentración
en un número
reducido de
objetivos
específicos,
conocidos
ampliamente a
lo largo y ancho
de la empresa y
nítidamente
establecidos,
aumenta la
probabilidad de
éxito del plan y
del desempeño
de su equipo
gerencial y del
gobierno
corporativo.
La
Planificación
Estratégica es
parte esencial
del
Management, no
es algo distinto
ni separado.
Management es
la definición de
la misión y
objetivos
corporativos
fundamentales y
permite al
equipo gerencial
la movilización
de todas las
energías
humanas,
conocimientos,
actitudes y
competencias
para la
consecución de
tales objetivos y
de la misión,
también es
toma de
decisiones y
acción que
moviliza todos
los recursos de
la empresa:
capitales, dinero,
equipos,
tecnologías y
sistemas al
servicio de los
objetivos.
Los únicos que
toman
decisiones y
asignan recursos
en la empresa
son el gobierno
corporativo y los
ejecutivos. Por
tanto, son los
que practican
Management, Y
deben ser
medidos y
evaluados por
los impactos de
sus decisiones en
los resultados
actuales y
futuros.
La Planificación
Estratégica
también debe
incluir la
innovación, los
cambios y
aprovechar las
oportunidades,
principalmente
enfocadas en las
nuevas
necesidades de
los clientes y en
los servicios
adicionales o
cruzados que
mejoran el
negocio.
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Empresas
Polar
Recopilación de
Empresas Polar: para
el marketing
Este miércoles Empresas
Polar celebra los 50 años de
Harina P.A.N, marca que
facilitó a las amas de casa,
realizar las tradicionales
arepas. Para festejar su
aniversario, esperan
establecer un Récord
Guinness, “nuestro país ha
establecido 6 récords
mundiales, y este año
intentaremos el 7mo con la
arepa más grande del
mundo” indicaron
representaste de Polar,
“algunos de nuestros
récords nacionales ya han
sido superados pero hoy,
Harina PAN amasará uno
nuevo para Venezuela”.
TelefónicaImpulsará el uso de
las Tic`sLas nuevas tecnologías
de la información y la
comunicación en el sector
sanitario asturiano con el
objetivo de mejorar su
productividad, eficiencia y
atención a los pacientes,
según se puso de
manifiesto en la jornada
sobre e-salud celebrada
este martes en el Salón de
Actos del Hospital
Universitario Central de
Asturias. El acto fue
inaugurado por el
consejero de Sanidad del
Gobierno del Principado
de Asturias, Faustino
Blanco; la directora de
Telefónica en Asturias,
Paula Beirán; el gerente
del Área Sanitaria IV,
Manuel Matallanas; y el
director de Relaciones
Institucionales de
Telefónica, Antonio
Bengoa.
Banesco
Banesco pagará Bs. 6,5
millones en dividendos
La Asamblea
Ordinaria de
Accionistas de Banesco
Banco
Universal aprobó el
pago de un dividendo
en efectivo por Bs.
6.554.137,50 a los
tenedores de acciones
preferidas de la
institución financiera.
Los accionistas
acordaron el decreto,
distribución y pago de
dividendos en efectivo
a los tenedores de
acciones preferidas de
conformidad con el
prospecto de oferta
pública de acciones
preferidas emisión
2008–I y emisión 2008–
II, por la cantidad de
Bs. 6.554.137,50, que se
pagará a los tenedores
de acciones preferidas
DESEAR NO ES SUFICIENTE
Félix Socorro
Una de las ilusiones más
importantes que casi toda familia,
núcleo social o cultural ha
alimentado a lo largo de décadas,
puede encontrarse en la práctica,
consciente o no, de pedir un
deseo.Prácticamente todos hemos
elevado en algún momento nuestro
pensamiento a la nada, o a aquella
entidad etérea representada en eso
que creemos existente o en aquello
en lo que deseamos no creer, y
hemos pedido, cual si fuésemos
escuchados, que algo que queremos
profundamente ocurra: El empleo
de nuestros sueños, el crédito
bancario, el billete de lotería… que
esa persona especial voltee y fije su
mirada en nosotros. Lo que sea. Es
difícil imaginar que alguien jamás
haya deseado algo hasta el punto de
pedirlo en silencio con la esperanza
de que tal vez así se cumpla.
Pero desear no es suficiente.
Esperar que las cosas pasen
tampoco lo es. Cuando es así,
cuando sólo se espera que la
fortuna se manifieste se debe estar
consciente de que lo que ella nos
traerá no será necesariamente lo
que soñamos. Quino hace una
excelente representación de este
planteamiento en Mafalda, cuando
en una de sus historietas muestra a
Miguelito esperando sentado en la
calle a ver qué le trae la providencia
y sólo recibe una hoja seca. ¿Es esto
lo que queremos?
No obstante dejar de desear es
también una utopía. Imaginar que se
puede recorrer la vida sin poseer
deseos, por más descabellados que
estos sean, es simplemente
antinatural e inhumano.
Necesitamos desear pero a la vez
tenemos que impulsar la
operacionalización de ese sueño.
En el mundo empresarial soñar
está representado en la visión
y la operacionalización de ese
sueño está presente en la
misión, metas, objetivos y
sobre todo en como llevamos
acabo la planificación de
nuestras aspiraciones a futuro.
Pero es en el trabajo constante
y bien hecho que se encuentra
la materialización de lo que se
desea. La lección es sencilla,
hay que trabajar por lo que se
quiere.Lo anterior representa una de
las disyuntivas más grandes de la
humanidad porque no siempre lo
que uno quiere es lo que hace y no
siempre lo que uno hace es lo que
uno quiere. Las necesidades y las
obligaciones se imponen
usualmente frente a nuestros
sueños y al final pareciera que lo
único que quedara libre de todo
esa cruel realidad es
simplemente soñar y desear.
Pero no es así. Simplemente no
lo es. Lo que ocurre es que nos
aferramos a los dogmas y
reglamentos con los que hemos
crecido debido a ese
sentimiento, también ancestral,
de la seguridad y la estabilidad y
olvidamos por completo que el
único límite que realmente
poseemos es aquel que nos
auto-imponemos. ¡Nosotros
mismos evitamos que nuestros
sueños y deseos se cumplan
porque no creamos
circunstancias que así lo
permitan
Las empresas con su plan
estratégico crean sus
circunstancias. Observan el
mercado. Observan a los
competidores, clientes y
proveedores. Observan los
gastos e inversiones y
procuran escuchar a los
asesores y consultores para
orientar sus esfuerzos al
éxito.
Nosotros por nuestra
parte, trabajamos día a día haciendo
exactamente lo mismo, hablamos con
nuestros amigos y compañeros del
trabajo, el deporte, el sexo opuesto y
una que otra trivialidad y, aún cuando
usualmente obviamos los elementos
que deberíamos observar para
alcanzar el éxito y nuestros sueños,
esperamos que la fortuna nos
sorprenda sin razón hoy, mañana, en
navidad o en día de Reyes, cuando
sólo se puede cosechar lo que se
siembra y si no se ha sembrado nada
tal vez recibamos una hoja seca como
el personaje mencionado de la
caricatura de Quino.
Es inevitable soñar, desear e incluso
hasta cruzar los dedos de vez en
cuando esperando que las cosas
ocurran como quisiéramos que
pasaran. Y eso es bueno. Pero al
hacerlo tenemos que recordar lo que
tantas veces nuestros familiares, seres
queridos, amigos o allegados nos
decían acerca de cómo lograr que
Santa Claus, El niño Jesús o los Reyes
Magos nos cumplieran el deseo:
Debíamos ganarnos tal premio. De
chicos es fácil, solo teníamos que ser
niños, estudiar y no generar daños
colaterales. Pero en la madurez
nuestros sueños dependen de todo
cuanto hacemos, decimos,
producimos o eliminamos. Dependen
más de nosotros que de cualquier
otra cosa en el universo.
Por lo tanto tenemos que
recordar esta frase: ”para vivir un
día como reyes debemos trabajar
un año como esclavos”.
Recomendación: lo anterior
no quiere decir que debemos
haber pasado por humillaciones,
castigos inmerecidos ni nada que
degrade al ser humano. Se
refiere principalmente al trabajo
arduo, al sentido de humildad, a
mantener la esperanza puesta
en el objetivo y, sobre todo, saber
que cada día vivido es un día
ganado. El resto depende de
nosotros.
DESEAR NO ES SUFICIENTE
En el campo
organizacional hablar
del cierre del año fiscal
y el inicio del próximo
genera tanto
optimismo como
cuando cualquiera de
nosotros observa con
esperanza la llegada
del año nuevo. Siempre
se tiene la esperanza
de que el próximo año
será mejor que el
presente. Pero a
diferencia de la
mayoría, las empresas
no se dedican a
esperar que la fortuna
y la dicha lleguen justo
cuando el reloj marque
las doce de la noche
de la última noche del
año viejo. Las
empresas mantienen
un constante proceso
de revisión, adaptación
y reorientación de sus
planes para garantizar
que efectivamente el
año nuevo sea mejor
que el anterior. Es por
ello que las empresas
se empeñan en realizar
planes estratégicos,
tácticos y operativos, a
corto, medianos y
largo plazo; requieren
garantizar su
permanencia en el
tiempo y estar
preparados para
cualquier situación que
ponga en riesgo o
beneficie a la empresa.
Lamentablemente, en
lo que respecta al
ejercicio libre de
nuestro albedrío, la
planificación estratégica
y táctica parece ser un
concepto indescifrable y
limitamos nuestros
esfuerzos a planes
operativos de corto o
mediano plazo, en
algunos casos con una
buena dosis de
subjetividad, fe y deseos
de tener suerte. En la
mayoría de los casos
dejamos que el año que
viene este sujeto más al
azar que a un
seguimiento y logro de
objetivos digno de un
plan completo y bien
pensado.
Es justamente por eso
que cabe preguntarse si
debemos reconocer el
próximo año como
nuevo o no, pues si se
piensa hacer lo mismo
del año pasado y de los
que le antecedieron ¿qué
tendría de nuevo?
En el libro “La Buena
Suerte”, de Álex Rovira
y Fernando Trías se
puede encontrar una
frase que invita a
reflexionar sobre el
concepto de la
esperanza y los cambios
que producen mejoras, la
misma es pronunciada
por un Gnomo que
asegura, parafraseando a
Einstein:“no se pueden
lograr cosas diferentes si
no se hacen cosas
diferentes”. Es sencillo.
Mientras hagamos lo
mismo y nos
comportemos como
siempre ¿cómo podemos
esperar que ocurra un
cambio?. Einstein
también dijo una vez
que lo más cercano a la
locura era esperar un
resultado diferente
aplicando la misma
formula
Pero no se puede pensar en
hacer algo distinto y que ello
este, de la misma manera que el
comportamiento anterior, sujeto
al azar y a la improvisación,
resultaría estéril y frustrante. Se
debe traducir el concepto de la
planificación empresarial al
comportamiento personal y
programar los pasos
importantes, los cruciales, de
acuerdo a estudios, a tendencias,
a probabilidades, a bases y datos
confiables que permitan tomar
las mejores decisiones y con
ellos asegurar buena parte del
éxito. Así si será un año nuevo.
Un año que no se parezca al
anterior.
Obviamente, no podemos negar
la realidad de nuestra especie,
somos emociones, sentimientos
y percepciones, no todo puede
ser planificado ni enfocado como
si se tratara de maquinas u
objetos sin voluntad propia. Es
allí donde comienza el verdadero
reto de demostrar que el
termino “homo sapiens” coincide
con nuestro comportamiento y
acción. Se debe ser sabio. Saber
valorar el momento y con ello
saber cuando deben reinar las
emociones y cuando la razón, e
incluso, cuando deben coexistir y
complementarse.
Todo año que se inicia
representa una oportunidad de
hacer mejor las cosas, de lograr
lo que en el pasado pensamos
imposible. Pero esa oportunidad,
esa probabilidad de logro, de
éxito, tiene que poseer una
buena dosis de responsabilidad,
de esfuerzo, de planificación.
Si se traslada ese concepto
administrativo a nuestra
conducta reduciremos los
desaciertos e incrementaremos
nuestra cuota de felicidad y
satisfacción. No se puede dejar
el futuro al azar. No se puede
esperar una cosecha si no se ha
sembrado la semilla, si no se ha
cultivado y regado la tierra.
Ahora bien, planificar requiere
revisar los escenarios, conocer
nuestras debilidades y fortalezas,
observar nuestras oportunidades
y amenazas, tener un sueño claro,
alcanzable y posible, contar con
las herramientas adecuadas,
plantearnos objetivos que nos
conduzcan a alcanzar las metas.
Requiere de conocimiento, pero
más allá del conocimiento
teórico, del conocimiento
interno, de saber exactamente
qué queremos y donde
queremos estar. Se trata de
poner en practica primero que
nada aquella inscripción, puesta
por los siete sabios en el
frontispicio del templo de Delfos:
nosce te ipsum. Debemos
conocernos primero nosotros
mismos. Conocernos lo
eficientemente bien para poder
hacer ejercicio de la planificación
y obtener los beneficios que trae
consigo. Ello significa también
evaluar los escenarios y escoger
el que mejor se adapte a
nuestras expectativas y
esperanzas. No todas las tierras
son aptas para diferentes
cultivos, si en una tierra no se da
la semilla hay que pensar en otra
tierra.
De nosotros depende que el
nuevo año sea realmente nuevo.
Que la esperanza que nos ocupa
se materialice y podamos palpar
nuestros sueños. De nosotros
depende que ese año que se
inicia sea mejor que el anterior.
No hay nadie más quien pueda
hacerlo. Solo nosotros mismos.
Debemos dejar de planificar
únicamente de forma operativa y
a corto plazo, salvo que ello
realmente represente una
ventaja competitiva, pues de no
ser así, seguiremos
experimentando una y otra vez
los mismos resultados,
seguiremos obteniendo las
mismas respuestas. Es
importante incluir la planificación
estratégica y táctica a nuestras
vidas, hacerla parte de nosotros
mismos sin que ello signifique
suprimir la emoción y la
esperanza en un futuro mejor,
por el contrario, no habrá
sensación más grande de
satisfacción y éxito que saber
que todo cuanto deseamos
lograr en el año nuevo respondió
a una visión clara, una misión
amplia e integradora, al logro de
nuestros objetivos y metas… al
éxito de una buena estrategia.