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Caracas, lunes 07 de diciembre, 1998

El desafío venezolano

Domingo Fontiveros

Asistimos como testigos de excepción al comienzo de una nueva época marcada simultáneamente por el fin del milenio, del siglo y de los patrones tradicionales de la democracia electoral de estas últimas décadas. Como en toda transición de este tipo debe apostarse al éxito y al triunfo de la razón. Ya le corresponderá a la nueva dirigencia política nacional desarrollar el lenguaje que garantice apoyo popular a las reformas y su articulación con resultados satisfactorios para subir la moral y el bienestar material.

Por auspicioso que sea este comienzo hay que advertir que se arranca en condiciones extremadamente difíciles para la economía del país. El signo más revelador de ello, siendo Venezuela un país petrolero, es el hecho de que los precios internacionales del petróleo se encuentran en términos reales en su nivel más bajo de los últimos 25 años, y que en términos per cápita el ingreso petrolero del país es equivalente a los de hace 50 años cuando Venezuela todavía era rural y bostezaba políticamente. La repercusión de esta sola circunstancia sobre las finanzas del país es de suficiente entidad como para obligar a las nuevas autoridades a formular y ejecutar un plan económico de ajuste y recuperación de gran envergadura y obtener para este propósito el mayor apoyo concebible de la comunidad financiera internacional.

Los casi dos meses que van a transcurrir hasta la transmisión constitucional del poder van a ser críticos en la definición, al menos preliminar, de las grandes direcciones del presidente electo. Desde hoy el país y el mundo estarán siguiendo con atención precisa las declaraciones y señales que a este respecto puedan expresar los representantes de quienes serán las próximas autoridades.

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Desde el punto de vista interno quizá lo más relevante sea la definición de objetivos claros en materia de inflación, tasas de interés y tipo de cambio para el cierre del próximo ejercicio; sobre esa base se acometerán las grandes negociaciones que en el plano laboral están pendientes para comienzos de 1999, incluyendo salario mínimo y contratación colectiva en el sector público.

Consustancial con esto, aunque más significativo para públicos selectos del país y del exterior, se requieren también definiciones programáticas para abordar el déficit fiscal y corregir las tendencias negativas en la balanza de pagos; precisiones respecto a la ruta a seguir en materia del manejo de pasivos y activos del sector público, con miras a reducir de forma inteligente el servicio de deuda externa; compatibilización de las necesidades financieras para atender el servicio de la deuda laboral y de los costos de la reforma social de manera que no comprometan la viabilidad financiera del presupuesto nacional ni la integridad patrimonial de acreedores y beneficiarios. Estos son sólo algunos de los temas más conspícuos que deberán ser tratados desde las primeras de cambio y que en gran medida comenzarán a marcar la trayectoria y desempeño en el próximo quinquenio.

A pesar del ambiente petrolero, algunas circunstancias son favorables. En lo nacional, el deseo coincidente entre nuevos gobernantes y gobernados de siempre, respecto al esfuerzo que debe realizarse en trabajo, productividad e inteligencia para que el diseño de la reconstrucción a iniciarse provoque el mayor beneficio al menor costo y plazo posibles. Si estas elecciones han dado un aporte fundamental, ese es el de otorgar un mandato a las nuevas autoridades para hacer lo necesario en este sentido.

En el plano internacional, es favorable también la disposición demostrada por parte de instituciones financieras multilaterales y gobiernos de América y Europa a respaldar programas económicos como el aplicado recientemente en Brasil orientado a preservar la estabilidad monetaria, garantizar la continuidad de los pagos, reestructurar el Estado y hacer más justa la repartición de cargas tributarias, todo ello en aras de recuperar con prontitud la ruta del crecimiento que es en el fondo la condición 'sine qua non' para el pleno restablecimiento de la gobernabilidad y la cohesión social.

Con ganas de hacer en el país y respaldo financiero, sólo hace falta que el nuevo gobierno comience con buen pie para que la euforia inicial se transforme en futuras realizaciones concretas.

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El espíritu del 6-D

Roberto Giusti

El Universal

Caracas.- La magnitud de la victoria lograda ayer por Hugo Chávez no sólo lo convierte en el presidente electo con la más alta votación en la historia democrática venezolana, sino que sienta las bases de un liderazgo y de un proyecto con un respaldo y fervor social sólo equiparables a aquello, ya tan lejano, que llamaron alguna vez el 'espíritu del 23 de Enero'.

El mandato rotundo que recibe el Comandante Chávez, además de marcar el inicio de una nueva época, clarificar el panorama hacia el interior de las Fuerzas Armadas y despejar la vía a un proceso constituyente, determina la recomposición total del cuadro político: un Gobierno legitimado por el voto avalancha, un movimiento político dominante cuya sustentación deviene del liderazgo del presidente y una oposición en franca minoría puesta en el trance de luchar por su sobrevivencia y no sólo parlamentaria.

No obstante, ese 40% del país que creyó en Henrique Salas Römer merece la estructuración de un movimiento cohesionado, en la medida en que lo permitan las circunstancias, para enfrentar un gobierno poderoso y posiblemente sometido a la tentación de ahondar lo que parece una tendencia hacia el monopolio político.

Chávez gana como nadie lo ha logrado y su torrencial cosecha de votos lo coloca en posición inmejorable para iniciar el proceso de reformas que le ha propuesto al país a través de una Constituyente.

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Pero quizás más importante que eso es la atmósfera de fe renovada que se evidencia en una elección tan clamorosa como comprometedora. Todas esas cabecitas rojas lanzadas a la celebración, el entusiasmo popular que anoche desbordaba las calles de Caracas, también se equipara con las gigantescas expectativas depositadas en el nuevo presidente y todo aquello que constituye el origen de su fuerza puede trocarse también en su eventual debilidad.

La disminución del porcentaje de abstención muestra cómo Chávez quebró los resentimientos y el escepticismo para hacer renacer la confianza en el sistema, lo cual no deja de ser una paradoja si tomamos en cuenta el origen del personaje. Pero al mismo tiempo la popularidad es una medicina con vencimiento, sobre todo si pasada la euforia del triunfo, no se comienzan a sentir los beneficios del cambio. De allí que al lado de las anunciadas reformas políticas el nuevo Gobierno deba encarar la emergencia económica como prioridad insoslayable.

La derrota de Salas Römer, como contrapartida, quedó sellada con lo que, en un momento, se supuso podía constituir en un frente capaz de enfrentar a Chávez con posibilidades de éxito. Pasó todo lo contrario y a pesar de su habilidad para sortear lo que parecía un hecho positivo, el apoyo de los partidos tradicionales lejos de catapultarlo a la victoria, se convirtió en una piedra en su cuello y los hundió en los días finales.

La mayoría de la militancia adeca y copeyana, antes que seguir la línea de gobernadores y cúpulas, se pasó al chavismo. No gustó ni la forma ni el fondo de esa recomposición súbita que, antes que reflejar el anhelo de cambio, fue percibido por los votantes como la última maniobra de los cogollos para no desaparecer. No lo pudieron impedir y se están yendo finalmente para abrirle espacio a una nueva época que se inicia bajo el signo del Presidente Chávez.

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La avalancha

Carlos Subero

El Universal

Caracas.- Avalancha.

La proporción de respaldo popular que se ha anunciado oficialmente para el candidato presidencial elegido, teniente coronel Hugo Chávez Frías, es similar a la que obtuvo Jaime Lusinchi 1983, cuando llegó cerca de 57%. La polarización electoral rompió también récord para llegar a 96% de los votos válidos repartidos entre los dos primeros candidatos presidenciales.

El 56% implica que el mandato que tiene el nuevo Presidente es claro y no deja lugar a dudas. Perdió sólo en 5 entidades federales: Apure, Táchira, Delta Amacuro, Amazonas y Nueva Esparta, precisamente en donde la alianza de última hora con AD y Copei le dieron fuerza electoral a su principal adversario, Salas.

La fuerza del apoyo político electoral para quien tuvo como promesa básica la Asamblea Constituyente abre un panorama favorable para que la nueva fuerza dominante en Venezuela impulse esta fórmula de realización de los cambios políticos en el país.

Sin embargo, quedan pendientes las mismas objeciones jurídicas y políticas a esta constituyente, que se plantearon durante la campaña electoral. Lo que se vislumbra entonces es la confrontación entre los que pueden sentirse respaldados por la voluntad de cambio manifestada ayer y quienes legítimamente también sienten apoyo del 8 de noviembre. Son las distintas mayorías que suelen formarse

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en los tiempos de desalineamiento.

Estas distintas mayorías ya las había marcado el elector durante la campaña y fueron recogidas en las encuestas. El partido mayoritario en voto presidencial es el MVR y el Proyecto Venezuela es el segundo. MAS y AD pugnan por el tercer puesto. Copei se fue al foso con menos de 2% de la votación válida presidencial en su tarjeta.

Es necesario explicar que, tal como lo reportó el último sondeo de Datanálisis los días 1 y 2 de diciembre, el acuerdo de los partidos AD y Copei postulando a Salas funcionó entre los adecos, pero no entre los copeyanos. El voto adeco hizo ganar a Salas Römer en Apure, Nueva Esparta y Amazonas.

El 7,5% de los venezolanos votaron militantemente por su tarjeta blanca, aun con el cambio de última hora. Sólo 1,7% se quedó marcando la tarjeta verde después del acuerdo.

A Copei le hubiera salido mejor mantener su respaldo a Irene Sáez Conde. AD, probablemente también, porque es de prever que algunos adecos se abstuvieran de votar ayer por el escándalo. Pero, en todo caso, AD contribuyó más a la votación de Salas y se reiteró como un partido de militantes más disciplinados, aunque, obviamente hay muchos menos que en el pasado. AD ha perdido, según los cálculos que se prevén, 900 mil votos de su caudal de noviembre.

Es necesario reconocer de inmediato la reforma electoral que activó la participación ciudadana en las mesas electorales y la acción preparada por el Consejo Nacional Electoral (CNE) en la capacitación de estas personas. La automatización ha sido un éxito, del organismo electoral y de la empresa Indra, que ha dado la confianza que necesitaba el sistema electoral venezolano.

La inversión hecha para que la gente se incorporara a realizar el trabajo en las mesas, aunque fuere costosa en recursos financieros, ha hecho acercar el proceso electoral a los propios ciudadanos, para que lo sientan como algo suyo, como es precisamente la idea democrática de un proceso comicial. Eso no tiene precio.

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Contracorriente

Lo indeseable

Carlos Raúl Hernández

En esa extraordinaria película Escarlata y negro, ya un clásico, (de Fred Zinnemann, creo) hay un diálogo memorable. Es entre el heroico cardenal irlandés, líder de la protección de fugitivos en la resistencia antinazi italiana, encarnado por Gregory Peck, y el jefe alemán representado por Christopher Plummer. Cuando en tono de burla un oficial nazi alude a Irlanda, nación de origen del prelado, por su atraso, el cardenal le responde: '...pero en ella elegimos a los gobernantes y al Parlamento. Tenemos democracia, coronel, un sistema que le recomiendo'.

Ya en el reino de este mundo, más que en la galería de sueños del cine, no podía uno dejar de sentir admiración por el cardenal Henríquez, retador de la dictadura de Pinochet durante los lejanos setenta.

Un cura también, monseñor Helder Cámara, obispo de Recife en los años del autoritarismo brasileño, era una catedral erguida frente al horror. Representaba la Iglesia bienaventuranza para el que sufría, pan espiritual para el que tenía hambre y sed de justicia, como tantas otras veces.

¿Qué decir del cura Wojtila, hoy Juan Pablo II, al jugarse la vida como militante de la lucha contra el nacionalsocialismo y protagonista de la caída del comunismo? No es previsible un terremoto en Cuba como consecuencia de su visita pastoral. Pero con el ventarrón que entra a la isla se esparcen las semillas de un proceso difícil de parar.

En cuarenta años de 'revolución' como llaman ese régimen sobreviviente de épocas

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tristes de la humanidad, de la milenaria experiencia del hombre en hacer sufrir a sus semejantes, es la primera vez que los cubanos saborean la experiencia de congregarse masivamente ante un llamado distinto al partido-Estado y su líder omnipotente. La famosa sociedad civil, en Venezuela desnaturalizada recientemente en un discurso, coartada para corroer las instituciones políticas, no existe en los regímenes totalitarios.

Nada de huelgas reclamando mayor financiamiento para las universidades. Ni manifestaciones en las calles para pedir alzas de salarios, subsidios a empresarios, eliminación de peajes e, incluso, para exigir la renuncia del Presidente. Nada de atacar sistemáticamente de corruptos o de sátiros sexuales a los mandatarios. Nada de sociedad civil. 'Con la revolución, todo; sin la revolución nada'. La revolución, naturalmente, es la palabra sagrada para mistificar el gobierno de una burocracia y un partido. La revolución es lo que dice Castro.

En esta Cuba medieval, como en el largo período de la Edad Media y la primera etapa de la modernidad, la Iglesia pasa a ser una institución con poder institucional independiente del Estado con la visita de Juan Pablo II.

Occidente llegó a ser lo que es y floreció en él la extraña planta de la libertad desconocida desde siempre en Asia o Africa, hasta que Occidente la llevó en virtud de que la Iglesia se constituyó como un poder distinto y confrontado al de la Corona. Gracias a aquello de que 'al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios' la ruptura entre Estado y sociedad civil se consumó y creó las bases para el desarrollo de eso que llamamos democracia.

Podrían discutirse las propuestas, las salidas, las políticas necesarias, las decisiones que el Estado debe tomar, el papel que la sociedad civil aquí, aunque débil, existe, porque las instituciones democráticas consagran su posibilidad es decir, los aspectos operativos que proponen. Podría estarse de acuerdo o desacuerdo en el plano técnico con determinadas visiones sobre el qué hacer o el cómo hacer.

Eso pasa a un plano distinto, frente a una posición de principios fundamental para nuestro futuro: la democracia es el mejor sistema de gobierno y en cualquier cuestionamiento que hagamos a los errores de los gobiernos, los empresarios, los intelectuales, los dirigentes vecinales, los parlamentarios, los concejales o los profesores, no puede estar en cuestionada la democracia misma.

Es un pensamiento distante de la equivocada prédica de una liberación que justificaba dictaduras, guerrillas, golpes de Estado 'progresistas' de resultados lamentables.

¡Cuántos bienintencionados, sueñan con una sociedad en la cual la democracia imperfecta sea sustituida por 'gobiernos populares' cuyo balance no pudo ser más

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Para el nuevo Presidente

Solís Martínez

Venezuela se prepara para estrenar Presidente de la República hasta el año 2003

El Presidente electo deberá abocarse a preparar el nombramiento de su gabinete, aprovechará esta circunstancia para reducir los ministerios a unos doce, eliminando a tanto ministro de Estado que han llenado al Gobierno con gente que no hace nada, debe llevarse en los cachos de una vez esas fundaciones que lo que sirven es para que se llenen unos vivos. El problema de esto será el personal sobrante, el cual creará una situación social de grandes proporciones.

Pdvsa: Hay que tener especial cuidado y hacer un riguroso estudio con gente que sepa, ya que esa organización es la gallina de los huevos de oro del país.

Fuerzas Armadas: Este es uno de los problemas más fáciles, ya que es una estructura jerarquizada en la cual el Presidente, como comandante en jefe de las FF.AA., hace los nombramientos que crea convenientes. Repito que, aunque no lo parezca, las FAN son el componente de más fácil conducción para un Presidente.

Seguridad: Aquí debe haber un estudio profundo y rápido para darla al país seguridad. Hay que desarmar a tanto hampón que tienen tomadas las calles, que son para la gente decente. A propósito, siempre que se habla de desarmar a la población, se tiene en mente quitarle los permisos a los que los tienen legalmente; no, es al hampa a quien hay que desarmar, aunque todavía no se ha podido limpiar de armas a los presos que están dentro de cuatro paredes.

El Presidente electo deberá tomar en cuenta especialmente para los funcionarios de alto nivel que no sea gente con rabo de paja, que son los primeros en hacerle


carantoñas al Presidente y a su familia, no son las fuerzas vivas, sino los vivos. Aquí se han colado en los gobiernos muchos vagabundos, cohechadores y pedidores de comisiones, mucho cuidado con esos pillos.

Evasión de impuestos: El Presidente deberá nombrar gente capaz, honesta y probada en las aduanas para evitar lo que está sucediendo: que un contenedor que tiene que pagar normalmente diez millones, la mafia lo saque por cinco. En la época en que el general Rivas Ostos fue comandante del Comando Regional 5, implantó una revisión que se llamó operación 'mosquito', en la que cayeron muchos peces gordos que después los padrinos los hacían soltar, no les quitaban nada.

Servicio exterior: Aquí han ocurrido grandes casos de nepotismo y amiguismo que han hecho que haya personas en nuestro servicio exterior que ya ni se acuerdan cómo es Venezuela; hay que traer a aquellos funcionarios que tienen más de cinco años en otro país y reubicarlos, que si alguien está en un país escandinavo, envíenlo al Africa y uno del Africa a Canadá o que vengan al país a continuar con su vocación de servicio.

Hombres de corcho: Están figurando en la política desde hace más de cincuenta años, nunca se hunden, son hábiles para engatusar y ser tomados en cuenta; a estos tipos hay que darles con las puertas en las narices, son los que llegan arrastrándose como las serpientes, son unos tránsfugas, Fouchés de pacotilla, listos para asirse al carro del vencedor así les haya adversado antes.

Confianza: Hay que apoyar a los inversionistas y empresarios para devolver la confianza en Venezuela, no hay que olvidar que son los que generan trabajo y riqueza, que no se vayan.

Salud: Este es uno de los problemas al que hay que meterle el pico. El personal debe estar bien pagado, pero a su vez hay que determinar si cumplen con sus horarios, si no cabalgan, cuál es su rendimiento y exigirles la presentación de cuentas de su gestión.

Educación: La educación es la primera prioridad, pero hay que facilitar que más personas tengan acceso a ella. Debe acabarse con los estudiantes profesionales, encapuchados y huelguistas.

Se hace necesaria una mano dura en el país para acabar con el desorden.

Los corruptos: Esta gente conocida y señalada por todo el mundo no puede continuar ofendiéndonos con su súbita y malhabida riqueza. Debe nombrarse un grupo pequeño de personas honorables para que estudien caso por caso. Aquí las fortunas son conocidas, no es posible que una persona que ha vivido de un sueldo y vivía en la subida de Gato Negro hoy sea un potentado. Esto ha sido hecho con


latrocinios vulgares. Las declaraciones del Impuesto sobre la Renta pueden servir para determinar la riqueza honesta. Lo que no pueda demostrar que se le quite.

A lo mejor ya están vendiendo sus yates, aviones y carros de lujo y es posible que uno se los consiga en la autopista con un saco recogiendo latas.

Por lo tanto, ciudadano Presidente, tome nota y asesórese bien antes de que se lo coma la rutina.

Solís Martínez es general de brigada del Ejército



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Noticias en eluniversal.com: Proyecto Venezuela ganó con 74% en Miami


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El candidato apoyado por AD y Copei

Proyecto Venezuela ganó con 74% en Miami

El cónsul general, Guillermo Rodríguez Amengual afirmó que en el futuro deberán instalarse máquinas de votación en sedes consulares como la de Miami, donde el alto número de votantes lo amerita

Una votante estudia la papeleta momentos antes de sufragar en Caracas (Foto AFP)

Marco Tulio Páez

Corresponsal/El Universal

Miami.- El abanderado de Proyecto Venezuela, Henrique Salas Romer, fue el candidato favorito entre los venezolanos residentes en Miami con 1.805 votos, 74,4%, frente a 513 para Hugo Chávez, quien alcanzó 21,16%.

El cónsul general, Guillermo Rodríguez Amengual, calificó como un éxito absoluto, los comicios realizados en Miami, tanto desde el punto de vista organizativo como por la alta afluencia de electores, ya que 81% de los venezolanos registrados acudieron a votar y sólo se abstuvieron 557 votantes (18,7%).

En efecto, de 2.981 electores registrados, 2.424 fueron a manifestar su opinión a la sede del edificio de Banco Industrial de Venezuela, donde comenzaron a llegar desde tempranas horas de la mañana. Los primeros resultados _contabilizados de forma manual_ fueron obtenidos a las 7:30 de la noche, reflejados en 5 actas

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enviadas via fax al CNE, mientras que los originales serán enviados hoy.

El proceso abrió a las 5:30 de la mañana, cuando fueron instaladas oficialmente las 5 mesas, integradas por 18 funcionarios del consulado, así como 30 voluntarios. En relación a las experiencias electorales para el futuro, el cónsul recomendó la modificación de la Ley del Sufragio a fin de permitir que los venezolanos en el exterior puedan inscribirse y votar con pasaporte. Consultado en torno a la anunciada utilización de éstas máquinas en el proceso de Miami, el cónsul señaló que el CNE no las envió.

Por otra parte, destacó el hecho de que primera vez los venezolanos residentes en Miami pudieron observar una cobetura total de las elecciones gracias a la prensa, la televisión y la radio, que llamaron el proceso 'las elecciones del milenio'.

'Se trata de una cobertura sin precedentes en lo que a elecciones venezolanas se refiere, donde la dimensión y magnitud de la colonia venezolana ha sido determinante, pero también el elemento polémico que significa Hugo Chávez en la presidencia de Venezuela y su supuesta relación de amistad o de posibles alianzas con el gobierno de Fidel Castro, lo cual constituye un punto de primera importancia en una ciudad como Miami' declaró Jorge Ramos, periodista de la cadena de televisión hispana Univisión, con sede en Miami.

Ver también:

Salas gana en el exterior




Noticias en eluniversal.com: Salas advirtió haber perdido 'por ahora'


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Salas advirtió haber perdido 'por ahora'

EL CANDIDATO de Proyecto Venezuela aceptó la victoria de Hugo Chávez Frías, le deseó suerte y anunció que permanecerá en la política activa. 'Yo nunca había perdido una elección y ahora la he perdido, pero se puede perder ganando y se puede ganar perdiendo', comentó

Ernesto Villegas Poljak

El Universal

Caracas.- Todo tiene una primera vez y ayer le tocó a Henrique Salas Romer probar el amargo de la derrota. A las 7:45 de la noche, luego de recibir en su comando a los ex cancilleres colombianos Nohemí Sanín y Rodrigo Pardo, observadores de los comicios de ayer, el candidato presidencial de Proyecto Venezuela reconoció el triunfo de Hugo Chávez Frías.

'Yo nunca había perdido una elección y ahora la he perdido, pero se puede perder ganando y se puede ganar perdiendo', dijo el ahora ex candidato, cosechando aplausos y lágrimas en el grupo de seguidores que a lo largo de todo el día esperaron infructosamente el anuncio de victoria.

Sus palabras eran aguardadas con expectativa, en vista de que en la tarde había propuesto al CNE dejar para hoy la emisión del primer boletín, esperanzado como estaba en que las actas provenientes de las zonas más remotas del país revirtieran la tendencia favorable a Chávez.

Durante todo el día, fuentes de su comando filtraban cifras de exit polls que mostraban arriba a Salas Romer, a contracorriente de las que manejaban otros partidos, empresas y canales de televisión. Jorge Sucre, vicepresidente de


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Proyecto Venezuela, había dado una rueda de prensa rechazando las versiones sobre el triunfo de Chávez y dando por descontado el de su candidato.

A las 7:00 de la noche, Abdón Vivas Terán lo visitó con su nieta en brazos, le dijo 'no hay nada que hacer' y le recomendó reconocer el revés. Minutos después llegaron Sanín y Pardo, con un mensaje que se supone similar.

A las 7:45, Salas Romer encaró a la prensa, vestido con su chaqueta negra y junto con su hijo menor, Juan Miguel, Alberto Franceschi, Fernando Ochoa Antich, Simón García, Gloria Capriles y otros dirigentes salistas.

'Soy un demócrata convencido', exclamó al hacer bueno el compromiso, expresado en la campaña, de reconocer el resultado, fuese cual fuese.

Suerte, presidente

Salas Romer expresó que 'lo más hermoso del sistema democrático es la posibilidad de ganar perdiendo'. Dijo no haber tenido la suerte de que sus adversarios reconocieran sus victorias cuando se han producido. 'Yo, por el contrario, quiero decirles a los venezolanos no sólo que acepto la victoria de mi adversario, sino que le deseo mucha suerte, porque su suerte será la suerte de Venezuela', manifestó.

Negó sentir odios o resentimientos y acotó que si los hubiese tenido 'no representaría hoy a cerca del 40% de la población, que creyó en mí en un momento en que el país reclamaba un cambio radical'. Dijo esperar que sigan creyendo en él 'porque su voto no se perderá'. Y anunció: 'Seguiré presente en el escenario político venezolano y estaré con ustedes preparado para aplaudir las cosas buenas que haga nuestro nuevo presidente, pero pendiente para vigilar y reclamar el cumplimiento del cambio radical por el cual el pueblo luchó y por el contenido de ese cambio: una lucha contra la corrupción y la dictadura, en favor de la libertad y de la gente más pobre'.

Salas Romer agradeció el apoyo de los electores ('me siento privilegiado por el voto de tantos venezolanos', dijo) y a los gobernadores y alcaldes que lo respaldaron. 'Quizás la nación no comprendió la importancia del gesto que ellos encabezaron al enfrentarse a sus propias cúpulas partidistas para exigir que presidiera el país un hombre comprometido como ellos con el proceso de descentralización', comentó al comprometerse a continuar trabajando en favor de ella. 'Estaremos en contra de cualquier intento por echar marcha atrás a este proceso que nos costó tantos años para que pudiéramos elegir directamente a nuestros gobernadores y alcaldes', dijo.

Cosechó aplausos al tomar prestada la más famosa frase chavista: 'Ha terminado


una contienda..., por ahora. Pero no una contienda con mi adversario, salvo que él se desvíe de los propósitos que persigue el venezolano, sino una contienda a fondo en favor de la descentralización, de profundizar la democracia y hacerla más participativa y sobre todo luchar contra la corrupción, la ineficiencia y el sectarismo', afirmó.

Reiteró que estará vigilante del nuevo gobierno, pero advirtió que estará al lado del presidente Chávez 'en todo lo que concierna al mejor interés de nuestro país'.

Entre sus agradecimientos no podía faltar uno para el caballo Frijolito 'por todo el apoyo que me dio' y otro para su equipo de campaña. Envió un saludo a su esposa, a sus hijas y a su hijo, Henrique Fernando, quienes lo esperaban en Carabobo. 'Unidos seguiremos hasta que nos quiera este pueblo que nació para ser libre y grande', exclamó.

Ver también:

Los cambios sólo se logran con votos




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Noticias en eluniversal.com: Hugo Chávez presidente


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El Presidente más joven de estos 40 años

Hugo Chávez presidente

El candidato del Polo Patriótico obtuvo la primera magistratura con el 56,44% de los votos, según boletín oficial del Consejo Nacional Electoral, mientras Henrique Salas Römer, abanderado de Proyecto Venezuela, AD, Copei y otras organizaciones, logró el 39,50%.

Chávez capitalizó el descontento y se convirtió en el favorito (Foto A. Van Schermbeek)

Taynem Hernández

El Universal

Caracas.- Hugo Chávez vio cumplir ayer los pronósticos que desde mediados de este año lo colocaban como el preferido en la intención de voto de los venezolanos, tras ganar los comicios presidenciales de este domingo.

El nuevo presidente de la República obtiene el triunfo pese a una intensa campaña electoral en su contra que arreció en los últimos días y se desarrolló en medio de rumores de violencia que terminaron por generar un clima de intranquilidad en algunos sectores de la población. Pero más allá de la victoria electoral, Chávez y el Polo Patriótico ganan quizá la más importante batalla política. Calificado como el candidato antisistema, el ganador presidencial derrotó a Acción Democrática y a Copei, partidos que no fueron capaces de garantizarle los votos del triunfo a Henrique Salas Römer, abanderado de la alianza antichavista que, por primera vez desde 1958, juntó a ambos partidos en unas elecciones.

Y es que el nuevo mandatario llega al poder tras capitalizar el descontento popular con un discurso que atacó el sistema _lo calificó de 'podrido'_ y a las


cúpulas de los partidos tradicionales _a las cuales llamó 'corruptocráticas'_, ofreciendo, en sustitución, cambios profundos y radicales por la vía democrática.

La cayapa no cuajó

En las filas del Polo Patriótico la afirmación incluso se dice a manera de chanza. La mejor campaña a favor de Chávez fue la realizada por sus adversarios.

Y es que pese a los intentos del Polo Democrático por darle un carácter institucional a su pelea contra 'el otro candidato', el Todos contra Chávez _'ese es el Toconcha', decía a menudo el propio comandante_ no logró cuajar entre los venezolanos, poco ganados para las llamadas cayapas. Contra Chávez se usó incluso el temor, invocado en acusaciones de dictador y comunista.

Antidemocrático o no, Chávez fue el único de los aspirantes a la silla presidencial cuya capacidad de convocatoria provocó concentraciones multitudinarias.

Quien ahora será el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas habló durante más de dos horas en cada uno de los tres mítines realizados en Caracas, con ocasión de su postulación ante el CNE y los cierres de campaña de las elecciones regionales y de las nacionales, sin que el fervor por su presencia disminuyera entre sus adeptos.

Pero ataques más o menos, la alianza de AD y Copei con Salas Römer habría empujado definitivamente al ahora presidente electo hacia el poder, según diversos sondeos diarios de opinión, realizados entre el 26 de noviembre y el 2 de diciembre, por diferentes firmas encuestadoras.

Ambos partidos abandonaron a Luis Alfaro e Irene Sáez con la esperanza de concentrar sus votos duros, que sumados a los de Proyecto Venezuela se calculaban en alrededor de 2,3 millones, una cuenta avalada especialmente por la convocatoria de los gobernadores reelectos y salientes de las dos toldas partidistas.

Pero la dureza parece haberse convertido en dispersión, con lo que muchos de los votos blancos y verdes habrían terminado por engrosar los puntos de Chávez y no los del candidato de Proyecto Venezuela, quien bajó en las encuestas tras su acuerdo con los dos partidos tradicionales.

Presidente examinado

Chávez fue el candidato presidencial más examinado durante la campaña electoral. Acusado de proteccionista, sus propuestas de gobierno _especialmente en lo económico_ fueron las más discutidas por sus opositores, justificados en el


giro discursivo que el candidato emprendió a principios de este año.

Sin embargo, es la convocatoria de una asamblea constituyente la más polémica de sus líneas de gobierno. Tanto que las largas y exhaustivas discusiones públicas provocaron consenso, por lo menos sobre la necesidad de convocar esta asamblea, mientras las definiciones de cómo deberá realizarse son aún debatidas entre diversos especialistas.

También se le calificó de extremista, adjetivo que subió de tono en la medida en que se conformaba el Polo Patriótico, al que casi entra también el radical Bandera Roja. Pero Chávez logró suavizar su alianza y crearse suficiente piso institucional con el apoyo del MAS, oficializado en junio pasado. La búsqueda de cercanías con la institucionalidad se repitió hace dos semanas cuando Irene Sáez lo incluyó en sus conversaciones por la gobernabilidad, en lo que analistas calificaron como un reconocimiento tácito en ese sentido, hecho al ex comandante.

Poco cauto en sus declaraciones, a Chávez no parecieron importarle demasiado las respuestas airadas que recibieron muchas de sus afirmaciones, incluso algunas que, según el propio presidente electo, han sido extraídas de su contexto. Una forma de expresarse que preocupó a dirigentes de su entorno, quienes vieron peligrosos abismos en muchas de las palabras del militar retirado, pero que tampoco parecieron intranquilizar demasiado a los seguidores de Hugo Chávez Frías, quienes, por el contrario, afianzaron su intención de voto con cada aseveración tajante. Es decir, por lo menos en apariencia, el nuevo presidente acertó en el cómo y el qué decirle a la gente.

Ver también:

Un mandatario con rango militar propio

Una primera dama de estirpe barquisimetana

Chávez reestructurará la deuda externa

Chávez tendrá el reto de negociar con el Congreso

Nuevo gobierno pedirá Ley Habilitante

Apuntalada la Asamblea Constituyente

venezuela diciembre 1998

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