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Revista ¡TÚ! sobre el mundo obrero

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Page 1: TU 137 abril
Page 2: TU 137 abril

Quiénes hacemos el ¡Tú!Coordina: Mª Dolores Medina

Colaboran: José Ignacio Gámez, A. Berges, Roger Torres, A. A. Maestre, Chipola, Francisco Porcar, José Luis Palacios, Cristina López, Gregorio Burgos y Antonio Hernández.El ¡Tú! se imprime en papel couché de 100 gr/m2, ecológico, 100% libre de cloro y de otros compuestos sulfurosos.

Nuestra dirección: Periódico ¡Tú!, Alfonso XI, 4 -4º, 28014 Madrid, y nuestros teléfonos son: 91 701 40 80, y 91 522 74 03 (fax)Edita: Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC). Depósito legal: M.40919–1996

La tirada de este número ha sido de 12.000 ejemplares.

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EE l tratamiento del ab-sentismo en la nuevalegislación vale como

botón de muestra de la pocaconsideración que el legisla-dor ha concedido a la salud eintegridad física de los traba-jadores.

Quienes se ausenten de supuesto, incluso por baja mé-dica por enfermedad común,podrán ser despedidos porcausas objetivas (recibiendouna indemnización de 20 díaspor año trabajado con un má-ximo de 12 mensualidades)cuando estas ausencias alcan-cen el 20% de las jornadas há-biles en dos meses consecuti-vos o el 25% en cuatro noconsecutivos. Por ejemplo, siun trabajador ha estado debaja menos de 15 días de los48 días hábiles de los dos últi-mos meses –cuando las faltassean intermitentes, es decir, nosean por periodos superioresa 21 días continuados–, el tra-bajador o trabajadora puedequedarse en la calle.

En la reforma laboral deZapatero, se vinculaba el ab-sentismo individual con su re-percusión en la empresa y asíabría la posibilidad de un des-pido objetivo siempre que elíndice de absentismo de laempresa fuese 2.5% o supe-rior (antes este porcentaje era5%). Hoy no se vincula a nin-

guna referencia a la empresa yse convierte en una cuestiónindividual.

La Reforma Laboral elevala presión sobre los trabajado-res para que eviten que losmédicos de atención primariales puedan extender una baja,aún estando enfermos. Al em-presario le da mayores posibi-lidades para despedir más ba-rato (es de suponer que aaquellos bien valorados porsus superiores se les «perdo-narán» las faltas) y a la Segu-ridad Social le va a permitirun ahorro en las bajas por en-fermedad.

Para Pedro J. Linares, secre-tario confederal de Salud La-

boral de CC.OO., «se ha con-vertido al enfermo en un pre-sunto defraudador y se hace altrabajador responsable últimode su salud y de la competiti-vidad de su empresa». Lasconsecuencias, según el sindi-calista, serán graves: «la genteaceptará trabajar de cualquiermodo; muchos trastornos pro-fesionales no se tratarán; lostrabajadores con problemasde salud, sobre todo los demás edad y con más dolencias,pero también quienes tenganenfermedades crónicas, disca-pacidades o presenten unpeor estado de salud general,quedarán en riesgo de exclu-sión y podrán ser sustituidos».

«Es una bomba de reloje-ría», comenta Sara García delas Heras, responsable de Sa-lud Laboral del sindicatoUSO, «ya que una persona en-ferma tiene mermadas su ca-pacidad de atención y sus ap-titudes físicas».

La movilidad y la flexibili-dad funcional consagrada enla reforma aumentarán consi-derablemente los riesgos, yaque «es dudoso que cuando aun trabajador se le desplacedel puesto o se le encomiendeuna función diferente, se rea-lice una nueva evaluación deriesgos o se le dé la formaciónnecesaria», añade García delas Heras.

El debilitamiento de la ne-gociación colectiva tampocoayudará a la integridad físicay mental de los asalariados.«No habíamos conseguidoque fuera un asunto centraldentro de las políticas empre-sariales, pero ahora va a sertodavía más difícil que lo ten-gan en cuenta. Nos tememosque va a aumentar la conflic-tividad dentro de la empresaante la casi total discreciona-lidad que tienen los empresa-rios en la organización deltrabajo», se lamenta Linares.De la misma opinión es la res-ponsable de USO: «ya era di-fícil antes, ahora las perspecti-vas no son muy halagüeñas».

«Está demostrado y docu-mentado que cuando hayajustes de plantilla, los traba-jadores hacen dejación desus derechos por miedo yempeora la salud (trastornosde ansiedad, cardiovascula-res, alteración del sueño, au-mento de las adiciones...)»,declara Linares. Todo apuntaa que los trabajadores veránempeorar su salud sin reme-dio.

José Luis Palacios

La reforma laboral traerá graves consecuencias para la salud de los trabaja-dores y trabajadoras, según los sindicalistas expertos en prevención de riesgoslaborales. La incertidumbre sobre el futuro de los puestos de trabajo así comola falta de participación en las decisiones que afectan a los asalariados son unapotente fuente de malestar.

la calle

La reforma laboral tambiénperjudica la salud

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Iglesia y reforma laboral

LL as mujeres y los hombres, para realizar nuestra hu-manidad, necesitamos instituciones que nos ayudena desarrollar nuestra vida personal y social. Dos de

esas instituciones son la familia y la empresa.Y las dos estánsiendo muy negativamente afectadas por la perversión de laeconomía que domina nuestra sociedad. Durante muchosaños, un funcionamiento pervertido de la economía ha soca-vado las bases de la vida familiar y de muchas pequeñas em-presas, después ha provocado una enorme crisis que ha sa-cudido a familias y empresas, y ahora impone políticas queson destructivas para familias y empre-sas. Las víctimas de todo esto son las per-sonas, especialmente las más vulnerablesy empobrecidas.

Para esta economía pervertida que do-mina nuestra sociedad, las familias sonunidades de producción y consumo quedeben subordinarse a la búsqueda de lamayor rentabilidad. Pero la familia nopuede ser eso. Está llamada a ser una co-munidad de personas destinadas a unassanas relaciones interpersonales, al cui-dado de la vida de las personas. Lo cualnecesita dedicación, atención, tiempo…,cosas que son atacadas por una econo-mía que provoca el empleo precario, que

lo destruye, que recorta derechos laborales, sociales y servi-cios públicos…, para buscar ganar siempre más. Esa econo-mía es destructiva para la familia.

La búsqueda del enriquecimiento al precio que sea tam-bién es destructiva para las empresas. Para esa economíapervertida, las empresas solo son instrumentos para obtenerla mayor rentabilidad posible. Pero la empresa no puede sereso. Necesita tener beneficios pero, ante todo, ser una comu-nidad de personas que se unen para producir bienes y servi-cios útiles para la sociedad, y producirlos respetando los de-

rechos de quienes trabajan en ella y a lanaturaleza. Sólo así puede realizar biensu función. Por eso, la destrucción del em-pleo decente y con derechos, la falta decrédito puesto al servicio de las necesida-des sociales y de las pequeñas empresas(provocados por el desvío del dinero aotras actividades más rentables para al-gunos), han acabado con muchas peque-ñas empresas y destruyen las bases delbuen funcionamiento de las empresas.

Necesitamos otra orientación de la eco-nomía al servicio de las personas, sirvien-do a las familias y a las pequeñas empre-sas. Eso es lo que hay que reformar.

Francisco Porcar

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política en zapatillas

cultura

PPPPeeeerrrrssssoooonnnnaaaassss ,,,, ffff aaaammmmiiii llll iiii aaaassss yyyy eeeemmmmpppprrrreeeessssaaaassss

EE s la vida humana lo que la reformalaboral cuestiona, como en otro

sentido la cuestiona el aborto. Por elloson dos atentados a la vida humana antelos que la Iglesia y los cristianos no po-demos callar.

Yo, en mi condición de creyente yobrero, me siento impelido a gritar un¡NO! rotundo y redondo a la reforma la-boral.

¡NO!, porque la Iglesia me ha enseña-do que debemos considerar a la realidadsocial como una realidad espiritual, enla que los seres humanos debemos sen-tirnos impulsados a compartir con losdemás lo mejor de nosotros mismos (PI36). La reforma laboral considera a lasociedad como un mercado y a los tra-bajadores como instrumentos de pro-ducción.

¡NO!, porque la Iglesia me ha enseña-do que los cristianos debemos testimo-

niar, con nuestras vidas, que el amor esla única fuerza que puede conducir a laperfección personal y social y mover lahistoria hacia el bien (CDSI 580). La re-forma laboral legaliza decisiones huma-nas guiadas por el egoísmo y el interés,no por el amor.

¡NO!, porque la Iglesia me ha enseña-do que si el funcionamiento de las es-

tructuras económicas de un sistema pro-ductivo pone en peligro la dignidad hu-mana del trabajador o debilitan su res-ponsabilidad, o le impiden su iniciativapropia, es un orden económico injusto,aunque sea mucha la riqueza produciday se distribuya con equidad (MM 83).La reforma laboral configura una es-tructura productiva injusta que da aunos hombres la capacidad de disponerde la vida de otros, y así deshumaniza alos dos.

Como el Concilio afirmó que la Iglesiaes absolutamente necesaria al mundo dehoy para denunciar las injusticias y lasindignas desigualdades y para restaurarel verdadero orden de las cosas y de losbienes, me duele el silencio de la Iglesia,es mi propio silencio, y deja que mi gri-to se parezca más al de un loco que al deun testigo.

A.A. Maestre

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EE l proyecto «La Lla-vor» (semilla en caste-llano) nació en junio

de 2009, «cuando los primerosefectos de la crisis se hacían no-tar, sobre todo, en aquellos quetenían más dificultades: inmi-grantes, personas sin hogar,mujeres y hombres con antece-dentes penales...», según relataAna Royo, directora de la Fun-dación Benallar, formada porcongregaciones religiosas deCataluña orientadas a la aten-ción a los inmigrantes. En estainiciativa participa también laFundación Ared, que prestaapoyo preferentemente a per-sonas que han pasado por laprivación de libertad o están entercer grado penitenciario y laFundación de las Hijas de Ma-ría Auxiliadora, las salesianas.

Las salesianas, que contabancon un colegio desocupado, ro-deado de un jardín y un bos-que, querían darle un nuevouso, ante la imposibilidad deproceder a su venta inmediatay ante las dificultades crecien-

tes que la crisiseconómica gene-raba en las perso-nas más vulnera-bles, contactaroncon Benallar, quegestiona 25 pisospara familias y jó-venes sin ingresos,y con la Funda-ción Ared, creadaen 1994 en el Cen-tro Penitenciariode Wad Ras (Bar-celona) gracias alempeño e ilusión de cinco mu-jeres privadas de libertad, unavoluntaria y una monitora deconfección y en cuyo patronatoparticipan las Hijas de la Cari-dad.

Las tres fundaciones aposta-ron por ver germinar las semi-llas, poco a poco, con pacienciay esperanza, a pesar de losgrandes nubarrones. Para Ele-na Alfaro, de la FundaciónARED, «la Llavor» es sobretodo «una gran comunidad decomunidades, donde los últi-

mos de los últimos pueden en-contrar descanso y esperanza,donde se nota quiénes son lospreferidos de Dios, donde eldolor del otro empequeñece elpropio de modo que todos po-damos dar y compartir vida».Un trabajo real en red, dondecada fundación se enriquececon la diversidad de talantes yconverge rápidamente en la op-ción por los más vulnerables denuestro mundo intercultural.

En «La Llavor» se acoge gra-tuitamente a personas con ne-cesidades de alojamiento tem-poral, sobre todo debido a lafrustración de su proyecto mi-gratrorio, a cambio de colabo-rar en el mantenimiento y cui-dado del edificio (en 2011,

fueron 21 personas) y atiendena los grupos que solicitan lasinstalaciones los fines de sema-na (80 grupos en 2011, entrecomunidades religiosas, gruposde jóvenes, voluntarios corpo-rativos de empresas, pero tam-bién celebrantes de bodas yfiestas familiares que se nutrenen una pequeña parte delhuerto que rodea el edificio).Aprovechando la cercanía conel hospital del Vall d`Hebron,se presta alojamiento y manu-teción a familiares de los pa-cientes, a un precio siemprepor debajo del mercado (unas250 personas en los tres últi-mos años), derivados por lostrabajadores sociales del cen-tro sanitario y también a quie-

Dar con un empleo que permita la independencia económica y la inte-gración social cada vez resulta más difícil. Si se parte de condiciones pro-pias de la exclusión social, todavía más. A este gran desafío quieren res-ponder varios grupos eclesiales de Barcelona que se han unido paraplantar semillas de esperanza a través de un proyecto compartido que fa-cilite la inserción laboral.

la ventana del mes

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«Una gran comunidad de comunidades,donde los últimos de los últimos puedenencontrar descanso y esperanza, donde senota quiénes son los preferidos de Dios»

El proyecto «La Llavor» de inserción labo

Semillas de esperanza para los m

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nes solo demandan ducha, co-mida y un lavado de ropa.

En la actualidad once perso-nas acogidas y diez voluntariosse encargan de tener todo listopara estos huéspedes tan espe-ciales. El «ama de llaves», MariCarmen Rodríguez, que trabajapor las mañanas en Ared, deci-dió cerrar su casa e irse a vivirallí para coordinar todas las ac-tividades. Otras cuarenta per-sonas voluntarias se encargande las labores formativas.

Más de 33 personas (cincocon contrato, el resto, volunta-rios). Se han puesto en marchavarios cursos de inserción labo-ral de corta duración (pinturade casas, ayudante de cocina ycamareros, limpieza, carpinteríay bricolage, pequeñas repara-ciones, cuidado de personas connecesidades especiales, aten-ción domiciliaria y manteni-miento de jardines).Además dela capacitación profesional, seimparten técnicas de búsquedade empleo y módulos de ciuda-danía y convivencia. En los tresaños de funcionamiento hanpasado ya por esta actividades368 personas (157 en 2011).

También se desarrollan talle-res de artesanía para permitir a

los alumnos buscarse una salidalaboral y generar unos ingresoseconómicos, a través de la ven-ta de los productos, con los queir ganando en autonomía per-sonal. En los tres últimos cur-sos, han participado casi 60 per-sonas (31 el pasado año). Losprincipales beneficiarios proce-den en su mayoría de los dispo-sitivos propios con los quecuentan Benallar y Ared, aun-que también se admiten perso-nas derivadas de otras accionesde inclusión social, preferente-mente con mayores dificultadesde acceso al mercado laboralnormalizado.

La artesanía elaborada enlos talleres es puesta a la ventadirectamente, con lo que seconsigue algo de dinero para

los que tra-bajan en ello.«No es mu-cho, no pasade los 250euros el mes

que mejor va, lo que sumado alas becas que les facilitamos lespermiten tener cierta indepen-dencia económica», explicaesta antigua maestra centradaahora en la acción social. Perola estancia en este itinerarioprelaboral está limitada a losdos años, al final de los cuales,deben buscarse la vida por sucuenta.

«Teníamos claro que debía-mos atender a los que peor lotienen y sabíamos que, a raíz dela crisis, muchas entidades sehabían lanzado a promover suspropios cursos. Por eso, decidi-mos centrarnos en los inmigran-tes sin documentación, perso-nas sin hogar, en tercer grado...,que suelen quedar fuera de es-tos cursos», describe Ana Royo.La mayoría de los participantesde los cursos de inserción, la-mentablemente, no encuentraun trabajo. «Es casi misión im-posible con los tiempos que co-rren», dice la religiosa teresiana.Pero un 15% sí lo logra.

Su financiación depende delos fondos propios de las funda-ciones responsables y de enti-dades privadas que, en estostiempos, andan retirando suapoyo. Gracias a la elaboración

de banderas para la visita deBenedicto XVI con motivo dela consagración de la SagradaFamilia en 2010 se pudieroncuadrar las cuentas. Pero el2011, a pesar de la precariedady provisionalidad con que fun-ciona el proyecto, ha resultadodeficitario, aunque, en palabrasde Elena Alfaro, «tenemos lacerteza que los frutos humanoscosechados en estos casi tresaños de existencia son altamen-te positivos».

«Habrá que ver cómo mante-nemos el proyecto y cómo nosvamos adaptando a las circuns-tancias, sin renunciar a estarcon los más perjudicados por lacrisis», confiesa Ana Royo, paraquien se trata de «no parar», de«buscar respuestas con los po-cos recursos que tenemos». Alfin y al cabo, en estos tiemposde incertidumbre, no quedaotra que ensayar soluciones,mejor a través del trabajo com-partido en red y contando conlos más desfavorecidos. «LaLlavor», un pequeño grano demostaza, ha echado las prime-ras raíces y comienza a exten-der la sombra sobre los cansa-dos, demostrando que el Reinode Dios continúa haciéndosepresente en lo más pequeño.

José Luis Palacios

Más información:

www.benallar.org

www.fundacioared.org

www.salesianas.net

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aboral en Barcelona

s más vulnerables

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–¿Qué efectos ha tenido lacrisis en la desigualdad y el au-mento de la pobreza?

–La pobreza se ha exten-dido –hay más personas queviven bajo el umbral de la po-breza–, se ha intensificado–los pobres tienen menos in-gresos que el año anterior– yse está cronificando –la mitadde los desempleados lo son yade larga duración–. Llevamospoco tiempo de crisis peroconforme pasa, las consecuen-cias son más graves. La crisisestá afectando al horizontepersonal, al sentido vital, a lasdinámicas internas. Algo queva más allá de la renta y delacceso a los recursos sociales.

–¿Estamos en una situaciónde emergencia social?

–Hemos pasado de un mo-delo de estructura social pira-midal o otro de «I» mayús-cula, donde hay dos gruposque comparten el espaciopero no tienen igual acceso ala renta y a los derechos. Hayexcluidos del empleo, los des-empleados, y excluidos dentrodel grupo de los que tienenempleos –el 14% de los traba-jadores con empleo son po-bres–. Son estos grupos losque tienen problemas de vi-vienda, muchos son hogaresencabezados por jóvenes ycon menores, con riesgos depresente y de futuro. Es ungrupo grande que acumula lasgrandes desventajas, en térmi-nos de renta y de bienes, pero

también de derechos. Y hayotro grupo que pone distanciade por medio... Si esta diná-mica continúa tendremos unasociedad polarizada, sinónimode conflicto.

–¿Existe el peligro de que re-nunciemos a combatir la po-breza?

–Existe el riesgo de que antela nueva pobreza, nos olvide-mos de aquellos grupos quearrastran un largo historial desufrimiento. Que entremos enla lógica de apoyar a los queson más fácilmente recupera-bles, entre apostar por aque-llos que con un poco de inver-sión se pueden incorporar almercado de trabajo y estosotros que llevan más tiempoen la exclusión, prefiramos alos primeros. Lo que nos juga-mos es la talla moral de nues-tra sociedad. ¿Vamos a permi-tir tranquilamente echar alcamión de los residuos a her-manos o vecinos nuestros?¿Estamos dispuestos a acep-tar la exclusión estructuralpara que la media parte de lasociedad que queda puedamedio funcionar?

–¿Se ha olvidado la promo-ción y la transformación antela urgencia de asistir a quienesno tienen sus necesidades bási-cas cubiertas?

–Es un peligro y hemos per-dido mucha energía en el de-bate. Ahora la crisis nos llamaa hacer cosas que pensábamossuperadas, pero lo importante

es cómo y desde donde hace-mos esas tareas. Si lo hacemosen clave de derecho o en clavepaternalista. Porque tambiénpodemos hacer promoción enclave paternalista y asistencia-lismo en clave de derecho.

–¿Faltan profetas y signos deesperanza?

–Benedicto XVI ha dichoque la crisis puede ser unaoportunidad. Para aprovecharla oportunidad hay que bajaral barro, estar junto a quiensufre, si lo hacemos y somoscapaces de cambiar nuestrosestilos de vida seremos capa-ces de apostar por otro mo-delo social. Claro que bajar al

barro desgasta, pero al finalvemos que hay que elegir en-tre evitar el sufrimiento per-sonal a toda costa o hacer elesfuerzo de colocarnos en lasituación que nuestros valoresy el sentido último de la vidaque tenemos como cristianosnos indican. Es tiempo de va-lientes. Suena anacrónico,pero no es una apología delsufrimiento, sino apostar porcambiar la lógica, romper con«el más es siempre igual a me-jor» y «el mercado lo es todo»y de hecho, hay muchos signosde esperanza a poco que sepa-mos mirar.

José Luis Palacios

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¿quién es?

Francisco Lorenzo, Cáritas:

Franciso Lorenzo, coordinador de Estudios Sociológicos de la Fundación FOESSA y Cá-ritas Española, conoce bien el mapa de la pobreza y la exclusión. Los últimos estudiosalertan de la peligrosa brecha que se abre entre quienes carecen de lo básico y quienesacumulan más de lo que jamás soñaron.

«La crisis está afectando alsentido vital de muchas personas»

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DD urante estos últimos decenios, eltema de la mujer y de la mujer tra-bajadora han estado en el cande-

lero. Ha habido una incorporación masiva dela mujer al mercado del trabajo. Se valoramás el trabajo de la mujer en su casa y de lacooperación del hombre en las tareas domés-ticas; se debe avanzar más. Somos más sensi-bles ante actitudes machistas, quizás no lo su-ficientemente. La violencia doméstica y degénero es más rechazada y combatida, peroqueda mucho por hacer.

Pero concretamente, ¿el tema de la mujertrabajadora es tenido más en cuenta? Me re-sulta raro que el 8 de marzo figura y es pre-sentado en la mayoría de los medios de co-municación social como el Día de la Mujer,no tanto como el Día de la Mujer Trabajado-ra. En esto, ¿la burguesía progresista y elconservadurismo social se dan la mano? Nolo sé pero lo parece.

La crisis afecta a todos los trabajadores,pero ¿no afecta más a las mujeres? Pareceque se ceba más con ellas. Ha crecido mucho

el número de mujeres en paro, 2.433.000,aunque el de los hombres sea mayor,2.840.100. Y el salario de la mujer sigue sien-do menor que el de los hombres.

En esta crisis hay aspectos que agravan lasituación de las mujeres. Hay informacionesque dicen que el recorte del gasto público senotará en menos empleo público, hasta aho-ra el mayor empleador de mujeres. El recor-te de los servicios sociales, que emplea enmayor medida a mujeres, se notará igual-mente. En general, el sector de servicios estámuy feminizado. También las mujeres acce-den menos al subsidio del desempleo, porquetrabajan en condiciones más precarias. Elmiedo de perder el empleo por quedar em-barazada ha aumentado.

Una mirada limpia y una práctica justa,como pide la enseñanza social de la Iglesia,exigen la igual dignidad del hombre y de lamujer. Que desaparezcan las desigualdades.Que se respeten los derechos laborales.

Hay que tenerlo presente y exigirlo.Gregorio Burgos

La mirada justa

¿Qué pasa con las mujeres?

LL a que se ha armado con la intervencióndel académico Ignacio del Bosque alanalizar las guías que fomentan el len-

guaje «no sexista». El gramático insistía en quela lengua no tiene sexo, sino género (un acci-dente gramatical), y que es el uso, y no la inten-ción de unos grupos, lo que acaba imponiendolos cambios. Los defensores del lenguaje «in-clusivo», por su parte, remarcaron el gran po-der del lenguaje para imponer y perpetuar si-tuaciones injustas.

Es cierto que para evitar el uso no marcado, ogenérico, del masculino hay que dar muchasvueltas... Por ejemplo, «los trabajadores y traba-jadoras fueron despedidos y despedidas al con-siderar sus superiores y superioras que no eranproductivos y productivas»; o «las personas tra-bajadoras fueron despedidas por las personassuperioras...» no suenan eficaz lingüísticamentehablando. Pero no es menos cierto que el len-guaje a veces no es neutral. El mismo ministro

de Hacienda dijo en una comparecencia antelos periodistas sobre el objetivo de déficit públi-co que «flexibilizar» no entraba en el lenguajedel ejecutivo. Y si vemos los esfuerzos que ha-cen las autoridades para no llamar «recorte» alos «ajustes», «abaratar la mano de obra» a «fo-mentar la competitividad» o «dictadura» a «re-gímenes autoritarios» aún queda más claro.

Así que, en mi modesta opinión, la cuestiónseguirá abierta por mucho tiempo. Fíjense encómo la expresión «persona sin hogar» (nadasexista) sí ha hecho fortuna o cómo cada vezcon más frecuencia en los textos en español fir-mados aparecen los dos apellidos, para incluirtambién la referencia a la madre. Con creativi-dad, sentido común y decisión surgirán nuevosusos que podrían convertirse en norma.

Cristina López

Cerca del 22% de loshogares españoles se

encuentran por debajo delumbral de la pobreza, hadenunciado recientementeCáritas, a través de la Fun-dación FOESSA.

La diferencia entre el20% más rico y el 20%

más pobre del país ha pasa-do de 5,3 puntos en 2007 a6,9 a finales de 2010. La bre-cha entre unos y otros seagranda.

Desde que se inició lacrisis, se ha triplicado

el número de hogares contodos sus miembros sin tra-bajo, llegando al 9% del to-tal.

El número de hogaresque no reciben ningún

tipo de ingreso (tampocopor prestaciones por desem-pleo o de la Seguridad So-cial) supera de largo el me-dio millón.

Los parados de larga du-ración (al menos un

año sin trabajo) han pasadode ser el 22,7% en 2007 asuponer la mitad de todoslos desempleados registra-dos en el país.

La renta media de lapoblación española ha

pasado de 19.300 euros en2007 a 18.500 en 2010, loque supone una disminu-ción real de los ingresos del9% por persona.

¿Sabías que...?Discriminaciones y lenguaje

Aparato crítico

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evangelioen la calle

««AA los que crean les acompañarán estasseñales: expulsarán demonios en minombre, hablarán lenguas nuevas,

agarrarán serpientes con sus manos y, aunque bebanveneno, no les hará daño; impondrán las manos alos enfermos y éstos se curarán» (Marcos 16, 17-18).

Estas palabras, puestas en boca de Jesucristo, sesitúan al final de Evangelio. Constituyen la últimaaparición y el envío a los once para anunciar laBuena Noticia después de echarles en cara su ter-quedad e incredulidad. En este momento es cuan-do les pide que les acompañen estas señales.

No cabe duda de que sean signos de vida y libe-ración, propios de aquella cultura, que exigen queel que anuncie algo debe vivir lo anunciado.

Pero ¿cómo traducimos estos signos para que elEvangelio sea hoy Evangelio en la calle?

Desde luego que expulsar demonios, hablar len-guas nuevas, agarrar serpientes, beber veneno sinatentar contra la salud o curar enfermos no está ennuestras manos, pero sí está luchar contra la diabó-lica explotación, acoger como hermanos a los quehablan otra lengua, frenar la maldad o dar aliento alos que lo han perdido.

¿Acaso no es un signo de Resurrección que unmiembro de la comunidad cristiana aporte unacuota mensual de su pequeña pensión a una aso-ciación de parados? ¿O aquella otra madre queestá teniendo problemas con su propia familia por-que quiere rebajarles en tren de vida para aportaruna cantidad respetable a CÁRITAS? ¿Y quédecir del enfermo que visita a otros muchos olvi-dándose de su dolencia? El pensionista, la madre yel enfermo visitador, ellos mismos, forman parte delos verdaderos creyentes y siguen escuchando lavoz del Evangelio. Son las señales de la presenciade Cristo Resucitado. En ellos se sigue comproban-do que gentes, sin intereses económicos u otrosintereses bastardos, luchan por una humanidadresucitada y resucitadora.

En ellos está la fuerza del Evangelio. Y tú…¿qué?

Antonio Hernández-Carrillo

Signos de resurrección

La Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) redujo en 1.031 millonesde euros las partidas del año 2011 destinadas a sanidad, educa-ción y salud reproductiva en los países empobrecidos del mun-do. Para este año, se espera una reducción de casi el 40% conrespecto al presupuesto de 2011. Las distintas administraciones,también las de fuera de nuestras fronteras, han anunciado recor-tes en la solidaridad internacional que triplican los que se hanacometido en otras áreas. Manos Unidas y la Red de Entidadespara el Desarrollo Solidario (REDES) impulsan una campañapara que se incremente 1% la AOD destinada a servicios socia-les básicos y que ese incremento se destine a la mejora de los sis-temas nacionales de salud, especialmente en los países menosadelantados. Por humanidad, por justicia y por lógica. La des-igualdad y la injusticia siempre son fuente de conflicto.

Así va el mundo

Conocer la realidad es el primer paso para disponerse a cambiarla

Pedidos: Ediciones HOAC. Calle Alfonso XI, 428014 Madrid

☎ 91 701 40 83www.hoac.es - www.edicioneshoac.org

Dirección, redacción y administración: Alfonso XI, 4 - 4º. 28014 Madrid. Telf.: 917 014 080. Fax: 915 227 403

2ª Edición

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