trabajo final de seminario
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Consignas:
INSTANCIA GRUPAL (MAXIMO 5 HOJAS)
I- La cuestión de la Justicia
a) Identificar qué tipos de conflictos pueden generarse en el marco de la práctica
docente que involucren cuestiones de justicia.
b) Analizar en particular uno de estos conflictos aplicando los criterios de orientación
moral que se desprenden de la teoría de la justicia trabajada.
I- La ética del cuidado
c) Distinguir las principales ideas y propuestas de la ética del cuidado en el marco de la
práctica docente.
d) Contrastar estas propuestas con los criterios planteados por la teoría de la justicia.
III- La ética comunicativa
e) Reconocer los principales aportes de esta propuesta para la resolución de conflictos
éticos en el marco de la práctica docente.
f) Señalar que aproximaciones y qué divergencias encuentran con las otras éticas
analizadas.
INSTANCIA INDIVIDUAL (MAXIMO 3 HOJAS)
g) Argumentar sintéticamente respecto de la pertinencia, adecuación, ventajas y/o
desventajas de estas concepciones en la resolución de uno de los tres casos/dilemas que
se adjuntan a esta guía.
* Fecha de presentación: 11 de julio de 2014.
La cuestión de la Justicia:a) Los conflictos que pueden generarse dentro del ámbito docente, en relación a la justicia y que pueden identificarse son los siguientes:- Abuso de autoridad: puede generarse entre educador-educandos, e incluso en la relación entre autoridades de las instituciones y educadores. En muchos casos, puede llegarse a la imposición de determinadas “formas” o “reglas” por parte de las autoridades de las instituciones, que van a establecer la manera en que los educadores deberán actuar, un ejemplo de ello puede ser la forma de evaluar a los alumnos; la intervención en las calificaciones de los mismos, o en los temas a desarrollar, etc. De esta forma se ve corrompida la posibilidad de que los docentes lleven a cabo la toma de decisiones, e incluso se pueden ver afectados los propios alumnos teniendo en cuenta el ejemplo de las calificaciones anteriormente planteado.- Desigualdad de oportunidades: un ejemplo que puede plantearse respecto a esta desigualdad puede estar ligado a las decisiones políticas, que incidirán en los salarios docentes, planes de estudio, disponibilidad de recursos muebles e inmuebles, lo cual afectara el ejercicio de las prácticas educativas. Esto puede verse reflejado por ejemplo, en las medidas de paralización de la actividad en las instituciones, que afectan por lo general de manera diferente a una institución privada y a una pública. Por lo general las privadas no se adhieren al paro mientras que los alumnos de las instituciones públicas se ven afectados por el mismo, interrumpiéndose asi el ejercicio de las clases y viéndose afectada formación de los mismos. De esta manera se puede llegar a una instancia en la que no se evalúa a los alumnos, se los pone en igualdad de condiciones a TODOS, todos aprueban pero no hay equilibrio entre los conocimientos individuales de cada uno, por lo que se estaría frente a una desigualdad de oportunidades (pase por decreto).- Favoritismo hacia otros, sin atenerse a lo que sus planificaciones manifiestan, generando grandes malestares entre los alumnos y complicando sus relaciones entre pares. Puede darse un ejemplo, teniendo en cuenta a algún alumno cuyo padre tenga poder dentro de la misma institución, poder político, o un alto nivel socioeconómico.
b) En el caso de la desigualdad de oportunidades generada en el sistema educativo que planteamos anteriormente, como fruto de las diferencias creadas por el docente a partir de sus prejuicios hacia las escuelas periféricas, podríamos decir, según los criterios de Rawls, que no existen los tres principios básicos fundamentales para la conformación de una sociedad moralmente justa, ya que, la libertad de oportunidades se ve afectada por las diferencias en lo que aprenderán los alumnos; esto implicara que los estudiantes de las escuelas periféricas se encuentren más alejados de una situación ideal de libertad, ya que estarán sujetos a aquellos que lograron tener acceso a una formación más completa, porque como sabemos, quien domina el saber domina el poder; y el principio de la diferencia, según el cual se trata de beneficiar a los más desfavorecidos de la sociedad.Con la ausencia de los tres principios básicos nos basta para confirmar la incapacidad de algunos sectores de acceder a los bienes primarios, lo que nos da como resultado una sociedad donde la justicia no prevalece, según la propuesta de Rawls, no existe el maximin, es decir, no se busca beneficiar a los más desventajados del sistema, la racionalidad prevalece sobre la razonabilidad.La ética del cuidado:
c) Las principales ideas que plantea la ética del cuidado y que están en relación con la práctica docente son las siguientes:-Se basa en una situación que como sujetos nos involucra a todos; se entiende al sujeto como responsable del otro, debido a que en el contacto con él se presenta al docente una exigencia ética que excede a una obligación previa.- La importancia del diálogo, es otro de los postulados fundamentales dentro de la ética del cuidado, este permite la interacción con el otro, nos brinda la posibilidad de indagar acerca del problema que lo aqueja, pero también permite que ambos tomen conciencia del otro. En este marco, el diálogo es útil para que el docente pueda a través de él, fomentar en el aula la charla, la conversación y el debate, que permitan a su vez tanto a los alumnos como a los docentes, tomar conciencia del otro.-La ética del cuidado no se opone o deja de lado el razonamiento lógico, ya que éste le permite discernir acerca de qué es lo que se debe hacer y cómo hacerlo, pero lo que nos motiva es el sentimiento hacia el otro, y no la razón.- También la importancia de la práctica, es decir el trabajar la capacidad para la atención interpersonal, la cual el docente debe no solo realizarla sino que a la vez, debe generar momentos en que los alumnos puedan tomar conciencia del valor de cooperación, tanto mujeres como varones. El debate puede ser una forma de llevarlo a cabo, siempre y cuando los profesores sepan cómo manejar las situaciones haciendo que los alumnos tomen conciencia de ello, en los momentos que se producen interacciones indiferentes.-La idea de modelado, entendido éste como el dar el ejemplo cuando enseñamos, lo que la ética del cuidado nos dice es que al educar, el docente no debe solo cuidarlos sino mostrar a los alumnos cómo se cuida. Para ello debe reflexionar acerca de sus prácticas, no solo como cuidadores sino también como modelos a seguir.
d) Podemos contrastar las ideas y propuestas de la ética del cuidado con los criterios planteados por las Teorías de la Justicia.La justicia para Aristóteles: La justicia es entendida como una virtud completa, ya que el que la posee puede aplicar su virtud con relación a los demás como a sí mismo. No es una virtud absoluta e individual debido a que está en relación con un tercero, respecto a los demás, por lo mismo se la considera como una virtud importante.La justicia constituye un bien extraño porque es un bien para los demás y que se ejerce para los demás. La justicia es la virtud entera, ser virtuoso implica practicar el término medio (la justa proporción), pero en ocasiones es preciso optar "entre dos males". Con dicha justicia también se apela a lograr recuperar la igualdad entre los ciudadanos.Podemos contrastar esta teoría con la ética del cuidado en el aspecto de que no se pretende centrar la atención en uno mismo sino tener siempre presente a los que reciben el cuidado, como sucede con los componentes de la educación moral; en el caso del modelado se trata de enfocar la atención tanto en el que da el cuidado como en el que lo recibe, de lo contrario se correría el riesgo de alejarnos de los que reciben el cuidado y el rol como modelo de cuidado pierde sentido. Pero a pesar de ello, en este caso también hay situaciones que demandan focalizar en un determinado punto.En el caso del diálogo es de suma importancia, debido a que para que se establezca una relación con un tercero es necesario apelar a este, ya que posibilita la interacción,
contribuye a la resolución de problemas, permite tomar conciencia de determinadas cuestiones, entablar diálogos, debates y apelar al razonamiento, es posible relacionarlo principalmente con la justica conmutativa, la cual se centra en el acuerdo voluntario, en el intercambio igualitario y en el contrato, todo ello requiere de la utilización del diálogo. La justicia procedimental (Kant): La teoría kantiana se basa en una conducta orientada por reglas; sitúa el origen de la obligación de cuidar en la razón, se considera que el sentimiento está subordinado a la razón, que los actos que poseen valor moral son aquellos que se realizan obedeciendo a un principio sobre el que se reflexionó cuidadosamente. También se sostiene que no se puede confiar en el amor, el sentimiento ni la inclinación. Si la comparamos con la ética del cuidado podemos encontrar diferencias, ya que esta última ubica el centro de atención de la moralidad en las relaciones con el prójimo y lo que es necesario hacer en relación con nuestra preocupación por él, no deja de lado la razón ni la rechaza, pero sin embargo su motivación radica en el sentimiento hacia el otro y hacia el propio "yo ético".También se diferencia en el hecho que la ética del cuidado se basa en la perspectiva feminista, es esencialmente relacional, se considera tanto a los agentes moral como a los receptores del cuidado y las condiciones en que las partes interactúan.Otro punto importante que debe destacarse es el hecho que la educación moral es la esencia de la ética del cuidado, considera que no se puede ser una entidad reconocida como humana si no está en relación con otro, en cambio para Kant la perfección moral de cada persona es un proyecto individual.La justicia según el utilitarismo (S. Mills- H. Bentham): Para Mills el principio de utilidad consiste en juzgar las acciones humanas por su conforme se orienten o no hacia la felicidad. La felicidad es el fin último del hombre, en todos sus actos subyace la pretensión de ausencia de dolor y mayor placer. Los placeres se miden según su calidad; este criterio se agudiza por la capacidad de cada hombre para concebir el placer así como su hábito a la auto-observación y reflexión. Una acción es moralmente buena cuando produce mayores beneficios y buenas consecuencias que prejuicios.Para Bentham, el principio de utilidad implica la idea de que una propiedad de cualquier objeto produzca ventaja, placer, felicidad o evite que se produzca daño o mal. Esta teoría puede contrastarse con la ética del cuidado desde el punto de vista que ésta última no concibe la felicidad como fin último del hombre sino que, como se dijo anteriormente, está centrada en la educación moral, la cual tiene como objetivo principal facilitar la comprensión de los demás y de nosotros mismos. El modelo de educación moral desarrollado por la ética del cuidado está orientado hacia el proceso, incluyendo el modelado, el diálogo, la práctica y la confirmación.También está basada en la condición humana, ya que todos los seres humanos necesitan ser cuidados. Se pretende formar buenas personas y para ello se ofrece una educación justificada moralmente.La teoría de la justicia según John Rawls: considera que la misma es la capacidad moral que tenemos para juzgar cosas como justas, apoyar esos juicios en razones, actuar de acuerdo con ellos y desear que otros actúen de igual modo. Sin embargo este proceso se da a nivel de los individuos en el marco de la sociedad y su estructura básica.
Considera que la sociedad es una asociación más o menos autosuficiente de personas que reconocen ciertas reglas de conducta como obligatorias; estas reglas especifican un sistema de cooperación planeado para promover el bien de aquellos que toman parte de él.Para Rawls, el bien primario que debería asegurarse es el de las libertades básicas (derecho a la participación), de las preeminencia sobre los bienes materiales. Según el principio de libertad, todas las personas tienen derecho a la libertad individual y política, así como igualdad política. Se establece que las ventajas de unos pocos no pueden ser justificadas a costa de la libertad de los otros si se pretende una situación de igualdad y cooperaciónPodemos contrastar esta teoría de la justicia propuesta por Rawls con la ética del cuidado desde el aspecto que la respuesta de los "cuidadores" no es una obligación ni reconocimiento del deber, sino que el "yo debo" es una expresión de deseo o una inclinación, el encuentro es de cuidado natural, el cuál es el estado preferido, "el cuidado ético se invoca para restaurar el cuidado natural".
La Ética Comunicativa
e) La ética comunicativa o dialogo es una ética formal, basado en el dialogo y la comunicación. Hay una preocupación por la justificación y la fundamentación de la ética en una sociedad pluralista y demócrata como lo actual, colocan el énfasis en el procedimiento para llegar entre todos a una normativa moral universal.
El diálogo es el único medio que nos queda para saber si los intereses subjetivos pueden convertirse en normas universales. Esta ética se fundamenta en la autonomía de la persona que confiere al hombre el carácter de auto legislador y en la igualdad de todas las personas que les da derecho a buscar una normativa universal mediante el dialogo. Para hacer posible la ética dialógica, todos los miembros de la comunidad se deben reconocer recíprocamente como interlocutores con los mismos derechos y se debe obligar a seguir las normas básicas de la argumentación.
Para Habermas su punto de partida no es la conciencia moral, sino el hecho de la comunicación. En el proceso de la comunicación hablante y oyente comparten implícitamente nociones morales. En toda comunicación se presuponen las bases de un comportamiento justo y correcto.
Toda comunicación aspira al acuerdo, es decir, el entendimiento y al “ponerse de acuerdo” cuando hablamos con otras personas, presuponemos que nos están diciendo la verdad, cuando haya un conflicto insuperable, los individuos pueden comprometerse a participar en el discurso, que sería aquella situación en la que el conflicto se solucionaría por el mejor argumento, excluyendo la coacción (amenazas) y el engaño, en el discurso la fuerza del argumento vale más que el argumento de la fuerza. El discurso debe ocurrir en una situación ideal de habla, es decir, una comunicación en la que todos participarían libremente y sin el obstáculo de la coacción. Todos podrían intervenir y todos podrían argumentar, criticar, justificar. Habrá simetría e igualdad entre los participantes, si alguno de estos rasgos no se da, podría decirse que el acuerdo no es válido. En el discurso deben participar todos los que se pueden ver afectadas por las decisiones que se tomen en el mismo, de forma que se garantice la presencia de todos los intereses.
Para Habermas, “el que expresa un punto de vista moral esta suponiendo que expresa algo universalmente valido” la universalidad se logra en el dialogo, en el discurso y está implícita en la comunicación
f) Desde las diversas concepciones de ética y de moral percibimos la convicción de que en los asuntos relacionados con la corrección de la vida humana no sólo es posible sino que es necesario argumentar, lo que genera, según las diversas concepciones, variadas figuras de argumentación en moral; finalmente, se observa un marcado interés en que efectivamente la ética no se agote en los procesos de fundamentación y argumentación teórica, sino que llegue a ser lo que realmente es: guía para la acción. Presenta similitudes con la ética del cuidado en el sentido de que ambas tratan de involucrar al conjunto y destacan la importancia del dialogo ya que permite llevar adelante la interacción con el otro y la posibilidad de llegar a consensos. Por otra parte, ambas pregonan una educación en la que los educandos puedan tomar conciencia del valor de la cooperación y la solidaridad. Ateniéndonos a la justicia según el utilitarismo que considera que una acción es moralmente buena cuando produce mayores beneficios y buenas consecuencias creemos que se puede relacionar con la ética comunicativa en el sentido de que a través de las acciones comunitarias que surgen a partir de valores como la solidaridad y el compromiso se pueden lograr objetivos que en definitiva conducen a la felicidad o a un sentido de mayor bienestar
Instancia Individual
CARIAGA, Melina
El caso seleccionado para analizar, propuesto por la cátedra, es “el dilema de la Sra. Martínez”,
en el cual se plantea la agresividad de un niño hacia sus pares dentro de una institución
educativa, a raíz de las burlas y ofensas de sus compañeros para con él. La Sra. Martínez en
este caso se halla frente a un conflicto ético a partir de la llegada del padre del niño a la
institución cuya actitud no era nada pacifica sino violenta; raíz de esto la misma optó por
mentirle en su explicación determinando que su hijo era la víctima en esta circunstancia,
omitiendo la verdad a fin de evitarle golpes y dolor al niño.
A partir de dicha explicación se plantean diversos problemas: el primero de ellos es la mentira
que emitió la Sra. Martínez respecto de la verdadera situación que se produjo entre sus
alumnos, lo cual iba a en contra de sus principios, de su formación; el segundo de ellos, es la
postura que toma el padre del niño frente a la explicación que le da la Sra. determinando que
debería enseñarle a “defenderse” a su hijo, es decir, seguir fomentando la violencia; y el tercero
de ellos es la actuación propia, concebida por la Sra. Martínez como injusta frente a las
verdaderas víctimas de este conflicto que serían los compañeros del niño en cuestión.
A partir del análisis del caso planteado se puede decir que en diversas situaciones, uno
determina actuar de una forma considerada por uno mismo como incorrecta a raíz de las
posibles consecuencias que se pueden llegar a producir; uno decide actuar de la forma
considerada más conveniente, lo cual no quiere decir justa. La Sra. Martínez en este caso opta
por mentirle al padre del alumno, a fin de evitar un mal mayor a este, según el caso planteado
el niño ya sufría las burlas de sus compañeros y su padre no iba a hacer otra cosa que
empeorarle el daño.
Partiendo de uno de los postulados que plantea la ética del cuidado, como así también la ética
comunicativa, en lo que respecta al diálogo, se puede decir que la Sra. Martínez, intento poner
en práctica el mismo al citar al padre a la institución e informarle de este mal. A partir de la
interacción e indagación se buscó conocer las raíces de este conflicto en el niño, pero no se
logró la toma de conciencia, y mucho menos la solución al problema. Siguiendo los
lineamientos de la ética del cuidado, el autor Noddings plantea, que la misma no se opone o
deja de lado el razonamiento lógico, ya que es éste el que le permite discernir acerca de qué es
lo que se debe hacer y cómo hacerlo, pero lo que nos motiva es el sentimiento hacia el otro, y
no la razón. A partir de esto, puede justificarse la actitud de la Sra. Martínez al mentir sobre la
situación real, ella intentó proteger al niño de las posibles consecuencias violentas de su padre.
Teniendo en cuenta “la idea de modelado”, como el dar el ejemplo cuando enseñamos, lo que
la ética del cuidado nos dice es que al educar, el docente no debe solo cuidarlos sino mostrar a
los alumnos cómo se cuida; aquí se puede hacer referencia a la reflexión posterior de la Sra.
Martínez, tras concebir su decisión como contraria a sus principios, siendo una persona justa,
mentir no es el mejor ejemplo que se puede transmitir a sus alumnos.
En lo que respecta a una segunda teoría analizada, orientada a la Justicia, tomando a
Aristóteles, la justicia es entendida como una virtud completa, lo cual quiere decir que el que la
posee puede aplicar su virtud con relación a los demás como a sí mismo, este caso, se ve
planteada en lo que respecta a Tomás, pero no al grupo de alumnos verdaderamente
damnificados.
A su vez, teniendo en cuenta la teoría kantiana, la decisión de la Sra. Martínez, no sitúa el
origen de la obligación de cuidar en la razón. Según esta teoría, el sentimiento está
subordinado a la razón, por lo que los actos que poseen valor moral son aquellos que se
realizan obedeciendo a un principio sobre el que se reflexionó cuidadosamente. En este caso,
esa reflexión no se ha llevado a cabo debido a la sorpresa que se produjo en la docente al
encontrarse frente a la actitud tan imprudente del padre de Tomás. En ese momento no hubo
un predominio de la razón, sino más bien del sentimiento frente a esa situación particular,
dentro de la teoría kantiana, la mentira bajo ninguna circunstancia es aceptable, también
sostiene que no se puede confiar en el amor, el sentimiento ni la inclinación.
En lo que concierne al “utilitarismo” el autor Mills, plantea que el principio de utilidad consiste en
juzgar las acciones humanas conforme se orienten o no hacia la felicidad. La felicidad es el fin
último del hombre, en todos sus actos subyace la pretensión de ausencia de dolor y mayor
placer. En este caso, la docente, no se orientó a buscar la felicidad como fin último, sino en la
educación moral, a fin de lograr una mayor comprensión propia y de sus pares.
Teniendo en cuenta la noción de Justicia de Rawls, puede decirse que el actuar de la docente
se orienta en su capacidad moral propia, lo cual le permitió juzgar cosas como justas, apoyar
esos juicios en razones.
A partir del análisis del caso planteado, puedo decir, que en el caso de estar frente a esta
misma situación hubiese reaccionado y tomado las mismas decisiones que tomó la Sra.
Martínez. Considero su decisión como acertada a la hora de proteger al niño, a pesar de que
esa protección sería temporaria, ya que la raíz del problema serían en este caso las actitudes
del padre de Tomás. El siendo un niño posiblemente no sepa diferenciar lo que esté bien de lo
que esté mal y es allí donde participan los padres, actuando como guías, aunque en este caso
el padre de Tomás no pueda ser considerado para nada un ejemplo para su hijo.
En lo que respecta a los alumnos que fueron maltratados por Tomás, fomentaría el diálogo
entre pares, entre estos y Tomás, buscaría la manera de hacerles comprender que cosas están
bien, y que cosas están mal, inculcándoles que el diálogo es la mejor solución, escuchar al
otro, y así entender los males que los aquejan, explicaría que la violencia solo genera más
violencia, y no es solución a ningún tipo de conflicto.
De todas maneras, el conflicto principal está enmarcado dentro de la relación padre e hijo, el
niño es un ser indefenso, por lo que considero necesario un tratamiento psicológico en el
ámbito familiar, a fin de intentar dar solución al principal mal. El niño puede ser contenido
dentro de la institución, pero es en este caso su padre quien necesita hacer una revisión sus
actitudes, acciones y formas de hacer frente a los diversos problemas que se presentan.
Instancia Individual
AGUSTIN MICELLI.
El caso del profesor militante.
Partiendo de lo que se entiende por sociedad civil y teniendo en cuenta sus principales
características: “organización prioritariamente pluralista conformada por familias, grupos
informales, diversos estilos y tradiciones de vida, organizaciones de diversa índole,
instituciones culturales, juntas de acción comunal, todos comprometidos con una forma de vida
social más solidaria, más respetuosa de la autonomía y más propicia para el desarrollo
auténtico de los diversos grupos sociales, respetando la heterogeneidad y la diferencia” y
basándome en la acción a partir del entendimiento mutuo al que conduce la comunicación, con
base en el reconocimiento de la solidaridad; acompañaría como profesor a los estudiantes en el
reclamo y a través de los diferentes recursos que nos provee la ética comunicativa trataría de
buscar el compromiso y la participación de la sociedad para que el reclamo no se limite
solamente al ámbito educativo. En ese sentido es necesario determinar que es fundamental
llevar adelante desde las aulas una educación comprensiva, reflexiva y dialogal en valores, ya
que no sólo prepara mejor por sus contenidos sino sobre todo por sus procedimientos
comunicativos para una sociedad civil que aspira a ir superando el autoritarismo, la intolerancia
y la frivolidad, gracias a un mayor compromiso y a más pluralismo en la participación política y
en las realizaciones de una democracia, cuya eticidad signifique más justicia, más equidad y
mayor solidaridad. Sabiendo que la comunicación es un canal importante que abre las
posibilidades de consenso en un mundo de objetos, considero que a través de esa herramienta
se podría plantear a las autoridades académicas la revisión de la medida que adoptó y que
originó la movilización estudiantil. La comunicación debe orientarse a solucionar los conflictos y
a consolidar propuestas que nos lleven por convicción a lo correcto, lo justo, lo equitativo.
Además creo que como profesor sería una buena acción y estaría en concordancia con los
principios y valores que se pregonan en el aula.
Instancia Individual.
Podestá, Juan Sebastián.
Teniendo en cuenta las concepciones de la ética para el cuidado, las teorías de la justicia y la
ética comunicativa, se puede llevar adelante un análisis relacionando estos últimos, con
cualquiera de los tres casos planteados por la catedra: 1) El dilema de la señora Martínez; 2) El
caso del profesor militante y 3) La pérdida de la matrícula. En lo personal seleccione el N° 3
para llevar adelante dicho análisis.
Respecto de las teorías de la justicia, John Rawls entiende a la misma desde la igualdad de las
personas y su libertad como condición previa para la existencia de una justicia real e ideal al
mismo tiempo. Teniendo en cuenta esta concepción, la situación que se plantea en el caso
seleccionado se opone directamente a lo establecido por Rawls, ya que aquí se observa un
“abuso de autoridad” por parte de los directivos de la institución, lo que lleva a interponerse
tanto en la labor de la docente, como en su forma de pensar y su ética profesional limitando así
su libertad como educador para llevar adelante sus métodos de enseñanza y evaluación
respetando sus principios personales.
Esta propuesta de justicia parte desde una teoría moral de tipo deontológica, otorgando así
prioridad al deber por encima del bien, lo que se vuelve inaplicable a la situación de la de la
profesora Marta Aguirre, ya que existe una fuerte carga emocional para esta última, influyendo
ambos campos (deber y bien) en su posible decisión y haciendo imposible priorizar solo uno de
ellos.
La ética para el cuidado establece como principio fundamental el deber que tienen las personas
de cuidar de los otros, obligación que parte del sentimiento natural que uno tiene hacia el otro;
lo que guía a la ética del cuidado no es un razonamiento lógico de tipo universal válido para
todas las situaciones de la vida como postulaba Kant, sino un principio que otorga prioridad a
las relaciones naturales que existen entre las personas, en las cuales se deben buscar aquellas
soluciones o alternativas más convenientes para cada una de las personas intervinientes en
una determinada situación. A partir de este principio elemental, puede establecerse que la ética
para el cuidado resulta bastante pertinente para el análisis del caso seleccionado ya que,
cualquiera sea la decisión que la docente tome, influirá directamente en cualquiera de las
personas mencionadas en el caso, como ser sus colegas, el alumno en cuestión o la misma
profesora que debe hacer frente a una situación muy particular.
Por su parte, el diálogo también forma parte importante en la ética para el cuidado ya que a
través del mismo se puede conocer al otro y sus necesidades. Este es claramente un principio
que los docentes, tanto la profesora Marta Aguirre como sus colegas, podrían aplicar para
intentar llegar a una solución al dilema de una manera tal que considere las posiciones,
argumentos y necesidades de todos los actores del conflicto.
Teniendo en cuenta los principios básicos de la ética comunicativa, todo dialogo aspira al
acuerdo, es decir, al entendimiento, por ende cuando haya un conflicto insuperable, los
individuos pueden comprometerse a participar en el discurso, que sería aquella situación en la
que el conflicto se solucionaría por el mejor argumento, excluyendo la coacción (amenazas) y
el engaño. Todos podrían intervenir, y todos podrían argumentar, criticar, justificar. Habrá
simetría e igualdad entre los participantes. Si alguno de estos rasgos no se da, podría decirse
que el acuerdo no es válido. En el discurso deben participar todos los que se puedan ver
afectados por las decisiones que se tomen en el mismo, de forma que se garantice la presencia
de todos los intereses. Por todo esto, se puede observar que en el caso de la profesora Marta
Aguirre no se lleva adelante dicho dialogo entre los pares, quedando la decisión en manos de
la docente sin ser planteada la situación entre todos los participantes.
Si se estableciera la comunicación correspondiente, podría llegar a darse una solución al
problema sin que interfiriera tanto en la evaluación del docente hacia el alumno, como en su
trabajo y el de sus colegas. Sin duda, la “solución” del inconveniente queda librada a la decisión
que la profesora en cuestión tome, sin que se estableciera ninguno de los principios básicos de
la ética comunicativa.
Teniendo en cuenta el conflicto planteado, pienso que mi respuesta a la situación sería la de
desaprobar a Juan (alumno en cuestión) respetando mi forma de pensar y ética profesional,
debido a que considero que el deber fundamental de un docente no es solo la transmisión de
conocimientos a los alumnos, sino formarlos como personas con actitudes y aptitudes que le
permitan desenvolverse de manera correcta a lo largo de su vida, priorizando los valores éticos
y morales de cada uno. Aceptar la imposición de reglas y abuso por parte de las autoridades de
la institución que vayan en contra de los valores y el deber como docente, solo ocasionará
(según lo planteado en el caso) que el alumno pueda acarrear en los años siguientes,
dificultades ocasionadas por las malas evaluaciones de desempeño llevadas adelante por el
profesor, es decir, aprobarlo cuando lo correcto sería que el estudiante vuelva a estudiar los
contenidos dictados por el profesor para adquirir los conocimientos correspondientes que le
permitan obtener la nota para aprobar la materia.
Instancia Individual
PRIETO, Rocio
El caso de Pérdida de Matricula:
Para el análisis del Caso “la Perdida de Matricula” debemos partir desde la
encrucijada en la que se encuentra la Docente frente al pedido de la directora de
aprobarlo al alumno Juan bajo cualquier punto de vista. Ya que de lo contrario el curso
perdería su matrícula y los docentes perderían su trabajo el año siguiente.
Aprobarlo al alumno sin tener los saberes requeridos va contra la ética profesional y la
moral. Ya que es ir contra las normas y hechos que conducen al hombre hacia la
práctica de las buenas costumbres, la honestidad y el cumplimiento del deber.
Aristóteles señala que no estudiamos ética para saber que es la virtud, sino para
aprender a hacernos virtuosos y buenos, de otra manera seria un estudio totalmente
inútil. Lo cual es cierto ya que uno no se hace honesto por saber que es la honestidad
sino porque practica esa virtud.
Un profesional no solo debe ejercer su trabajo, sino que debe ejercerlo bien, ya que
este tiene un fin social, que consiste en atender adecuadamente cada una de las
necesidades que la sociedad debe satisfacer, para contribuir así al bien común.
Como hemos mencionado antes el profesional debe cumplir con sus deberes lo mejor
posible, y esto debe hacerse desde su etapa de formación, planteándose el estudio
como una actividad seria y profesional
El profesional debiera tener vocación que según Emilio Filippi sería “una voz que
mueve hacer tal o cual cosa para realizarse como persona”
Una falta de ética no solo afecta a la victimas, en este caso (el alumno Juan que
desaprobaría y a los docentes que quedarían sin empleo el año siguiente) ellos serán
los primeros perjudicados, sin embargo, ir en contra de la ética a la larga atraerá mas
dilemas importantes, la baja autoestima de quienes la cometen y del desprestigio de la
profesión (en este caso sería la Docente ) se destruye la confianza pública y se frustra
la esperanza de los sectores sociales que justamente esperan la realización correcta
del trabajo de los individuos que fueron privilegiados con una formación profesional.
Las actuaciones contrarias a la ética no solo dañan a quienes la sufren, sino
principalmente a la comunidad humana en que acontecen, esta última es la más
afectada; en este caso el alumno Juan seria el mayor perjudicado ya que no le estaría
dando la docente, ni la institución la herramienta esencial para que él se vuelva
competente y pueda desempeñarse de una manera propicia frente a un mundo que
cada vez se vuelve más competitivo en el ámbito académico y laboral. Se le estaría
privando de una educación enriquecedora y correcta que perjudicaría gravemente su
potencial a futuro como persona.
Es por ello que en lugar de premiarlo por no saber, se debiera incitarlo a la motivación
de aprender ya que esta sirve para puntualizar hacia una imagen- objetivo de la vida.
Es tarea del docente es replantearse continuamente su función en la sociedad la
importancia y la responsabilidad que tiene. Hoy más que nunca es indispensable en el
proceso de enseñanza, dada la pérdida del interés de aprender, la pérdida de valores,
la pereza intelectual y el logro facilista de las metas.
Por todo ello es que la docente no debe ir en contra de sus principios éticos y morales
ya que “el buen ejemplo vale más que un gran discurso”.
Instancia Individual
RIVAROLA, Viviana
El caso seleccionado para analizar es el Dilema de la Sra. Martínez, en el cual se plantea un
dilema ético referente a: por un lado, la mentira que la profesora le dijo al padre de un alumno
para evitar que éste lo golpeara, y por el otro, su cuestionamiento posterior en el que se
plantea el hecho de, si fue justa o no con sus alumnos, ya que le había dicho al padre de su
alumno Tomás que sus otros compañeros lo molestaban, a raíz de lo cual el padre amenazo
con enseñar a su hijo a golpear a sus compañero, con lo que veía que el problema, en el futuro,
se agravaría.
Para analizar el caso de la señora Martínez lo relacione con lo que propone la ética del
cuidado, ya que lo que la lleva a mentir fue el sentimiento de querer proteger al otro, a Tomas.
Si bien la ética del cuidado no se opone o deja de lado el razonamiento lógico, ya que éste le
permite discernir acerca de qué es lo que se debe hacer y cómo hacerlo, lo que nos motiva es
el sentimiento hacia el otro, y no la razón, y debido a ello es que la Sra. Martínez, en ese
momento reacciona poniendo en primer lugar el bienestar del alumno y luego reflexiona acerca
de si hizo o no lo correcto, teniendo presente que dentro de la reflexión, entra en juego su
posición como modelo a seguir por sus alumnos, siendo en esa instancia en la que se presenta
el conflicto ético, mencionado.
Se puede analizar también con la Teoría de la Justicia; de todos modos y si bien hallamos
algunas similitudes, hay que tener en cuenta que, el caso está orientado principalmente dentro
de lo que es la ética del cuidado, debido a que no concibe la felicidad como fin último, sino que
como se dijo anteriormente está centrada en la educación moral, la cual tiene como objetivo
principal facilitar la comprensión de los demás y de nosotros mismos.
El caso se contrapone también con la idea de justicia que se desprende de la teoría de Kant, en
tanto que para éste, la concepción de la justicia es el resultado de la aplicación de un principio
pensado como universal, en el sentido de que se cree válido para todos y posiblemente querido
y aceptado por todos.
Si la Sra. Martínez se hubiese regido por la teoría de Kant, todas sus acciones las llevaría a
cabo pensando como si ellas se convirtieran en un principio universal, por lo que jamás hubiera
mentido, pues la mentira no es aceptable, bajo ninguna circunstancia, ya que de algún modo
estaría defendiendo el mentir en ciertas circunstancias, lo cual podría ser tomado como ejemplo
por sus alumnos y poniendo en juego de igual manera se ética profesional. . Si la contrastamos
con la ética del cuidado podemos hallar diferencias, ya que esta última ubica el centro de
atención de la moralidad en las relaciones con el prójimo y lo que es necesario hacer en
relación con nuestra preocupación por él, no deja de lado la razón ni la rechaza, pero sin
embargo su motivación radica en el sentimiento hacia el otro y hacia el propio "yo ético".
También se puede contrastar el caso, con la ética de la Justicia de Aristóteles, debido a que no
se centra en uno mismo sino que, la profesora se preocupa por el otro, un tercero, con el cual
está en relación. Se la considera como una virtud importante, donde se debe tener siempre
presente a los que reciben el cuidado, en el caso analizado es Tomas.
El Dilema de la Sra. Martínez se encuentra en relación con la Pedagogía Crítica, debido a que
ella es consciente de que su práctica no se limita solo a dar la clase, sino que está en contacto
con la realidad social de la Institución y la de sus alumnos, y podemos verlo en la ya
mencionada reflexión sobre su práctica y su accionar y la repercusión de esta sobre los
alumnos.
Finalizando con el análisis, en una opinión personal, apoyándome en la ética del cuidado
actuaría de la misma forma que la Sra. Martínez, ya que frente a una situación en que uno
chico este por ser violentado por su padre frente a mí, mentiría para protegerlo, me vería ante
la obligación de proteger al otro, que en este caso es el alumno, pensando en un primer
momento que el llamado al padre en algún caso es un modo de ayuda para resolver un caso de
violencia entre compañeros y resolverlo con violencia entre padre a hijo tampoco lo
solucionaría.
Si bien los cuestionamientos que se hace la Sra. Martínez también se me presentarían, lo cual
sería normal debido a que la constante reflexión sobre la práctica están en concordancia con la
ética de cuidado como así también con la Pedagogía Critica, la cual considera a los docentes
como intelectuales de su disciplina.
Vemos claramente en este caso, como todo lo que el niño toma de su casa, casos de violencia,
maltratos, mala conducta, aprende e imita, se ve luego reflejado en su accionar tanto en la
sociedad como en el ámbito escolar.
A modo de poder enfrentar el problema, buscaría la forma de evitar que el hecho se agravara
debido a que el chico, aconsejado por su padre podría pegar a sus compañeros y de este modo
seguir con el acto de violencia. Para ello buscaría a través del diálogo, el cual es definido por
la ética del cuidado como un elemento clave, un acercamiento entre compañeros, una toma de
conciencia sobre lo malo de la violencia, mediante la reflexión en grupo. Se podría trabajar el
tema de manera institucional y ver que otras instituciones en la comunidad se ven apañadas
por este tema y poder trabajarlo y tratarlo de manera colectiva, ya que se ve claramente, como
dije en renglones anteriores surge en un ámbito pero se ve reflejado en otros.
Esto también podría relacionarse con la ética comunicativa, la cual considera que los conflictos
deben ser resueltos a través del diálogo y la búsqueda del consenso, con una comunicación e
interacción eficaz, equilibrada y libre, donde cada uno pueda dar su opinión sobre este tema,
partiendo de la razón autónoma, es decir que buscaría la solución a través de la comunicación
entre los alumnos, que posibilite a los chicos, a su vez, la reflexión mental, centraría la
atención en el problema específico, para que los alumnos tengan un modelo de cómo se deben
resolver los conflictos y que le sirva para reflexionar sobre ellos.
Por último también creo que este método de trabajo podría ocuparse con otros problemas que
se ven en la sociedad y que de algún u otro modo se ven reflejado en el aula.
BIBLIOGRAFIA:
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Ediciones Paidos.
- CARPIO, A. Principio de Filosofía. Pp. 32-40
- FASCIOLLI, Ana. Etica del cuidado y etica de la justicia en la teoria moral de Carol
Gilligan. Dpto. De Filosofia de la Práctica- UDELAR. PP 41-57
- HOYOS VÁZQUEZ, Guillermo. Ética comunicativa y educación para la democracia.
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- NODDINGS, Nel. La educación moral. Propuesta alternativa para la educación del
carácter. Amorrortu editores, Buenos Aires-Madrid. P. 49.