¿DONDE ESTAS MATEO?

TINKUS LOCOS DE AMOR

DANIEL RODRIGUEZ LIRA

LOCOS DE AMOR

-¡Eso. Eso. Esoooooo, fuerza muchachoooos!-, gritaba Mateo quien iba a la cabeza de la agrupación de Tinkus que bailaban en columnas dos de damas dos de varones cada columna tenía quince integrantes que bailaban muy alegres y en cada grito y movimiento que daban dejaban la vida era sensacional ver las ganas la alegría con que bailan la fuerza con la que interpretan que nos hacían brotar lagrimas de emoción un nudo que recorre el rostro atraviesa el pecho poniendo la piel

de gallina a cualquier espectador que en automático ya estaba bailando al ritmo de los Tinkus.

Al mando de la otra fila esta Daniel quien cuando no está Mateo él dirigía a los danzantes, por cierto, este era el mejor amigo de Mateo, Daniel participaba en los danzantes de Tinkus a una invitación que le hizo llegar Mateo. Los dos eran grandes amigos. Habían estudiado juntos la secundaria y eran compañeros de carpeta en su vida estudiantil habían compartido muchas aventuras que los unía, eran inseparables; cuando uno se metía en algún problema el otro lo asumía como si fuera el suyo, se

defendían muchas veces liándose a golpes con otros jóvenes de otras agrupaciones por hacer prevalecer al mejor grupo de danzantes de Tinkus

Marleny, era una chica muy simpática y agraciada para bailar; acababa de ingresar a la agrupación donde ella fue admitida previa evaluación de sus capacidades artísticas a la cofradía más importante de Tinkus, Marleny, se presento el primer día a los ensayos donde varones y mujeres se saludaban muy amicalmente, Mateo y Daniel estaban juntos como siempre y al ver a Marleny Mateo lo golpea en las costillas a Daniel con el codo señalándole con

la cara para que viera a Marleny; los dos se quedaron mirándola extasiados por un buen rato, hicieron un silencio cómplice por varios segundos y Mateo reacciona llevándose el silbato a la boca y lo hace sonar indicando con eso el inicio de los entrenamientos cotidianos, todos buscan sus ubicaciones, las mujeres y varones en cuatro columnas de quince filas; los varones también se forman con una disciplina marcial y otra vez Mateo toca el silbato y la música comienza y ellos marcando también el paso se daban animo dándose gritos de guerra. Mateo se puso al frente y enseño el nuevo paso a practicar, eran tan diestros que lo bailo tan solo una vez y ellos

se lo grabaron y comenzaron a repetirlo una y otra vez, Daniel le ponía todas las ganas con Mateo, parecían dos almas gemelas, sus movimientos eran tan sincronizados que semejaban que uno solo estaba bailando, terminado los ensayos Mateo dio sus últimas arengas para que sus compañeros vengan al día siguiente con más ganas. Aún así luego del agotador entrenamiento todavía salieron del local de ensayos juntos, los dos se fueron a tomar una gaseosa a manera de descansar y allí Mateo le dice:

-Daniel, la nueva integrante es muy simpática-.

-Así es Mateo, es una chica

muy linda y baila muy bonito, de seguro hermanito que muy pronto estará bailando en primera fila, además tiene una personalidad muy dulce y es muy agradable-.

-Sí, también sé que es muy buena estudiante y que está cursando los últimos años del programa de contabilidad-. Retruco Daniel.

Se levantaron y se fueron caminando como pocas veces lo hacían en silencio, no se miraban, solo caminaron, se despidieron y cada uno con sus pensamientos a cuestas se marcharon.

Mateo no dejaba de pensar en Marleny, su rostro moreno piel canela, lo tenía anonadado; el intentaba hacer otras cosas pero todo lo llevaba a pensar solo en Marleny.

Por su parte Daniel tenia grabado el rostro de Marleny en sus pupilas que se reflejaba en su memoria recordando los movimientos cadenciosos de Marleny echado en su cama, todo se parecía a Marleny, no había dudas, los dos habían quedado prendidos de Marleny

Marleny no había visto a Mateo y a Daniel con los ojos que ellos le habían visto a ella, veía a Mateo como el líder del grupo con una gran capacidad de dirigir el conglomerado con esa su autoridad carismática y amable con la que había llegado a cautivar a todos los integrantes incluyendo a Marleny.

Al día siguiente Mateo se levanto con los ojos rojos pues la noche para él había sido muy larga pensando solo en Marleny, el quería resistirse a pensar en la compañera del grupo pues él manifestaba que tenía que respetarse a las compañeras de la agrupación, pasaron las horas del día y Mateo solo quería ver a

Marleny sin querer aceptar que se estaba enamorando de ella.

Desde las seis de la tarde de lunes a sábado eran los ensayos, duraban dos horas, repetían los pasos una y otra vez buscando la perfección; no querían errores y ensayaban sin aquejarse y al terminar los ensayos ese día Mateo y Daniel se sentaron juntos para descansar, pero no se dijeron nada, mas las miradas de los dos buscaban a Marleny y ella era ajena e indiferente a los sentimientos de Mateo y Daniel, ella solo quería bailar y deseaba hacerlo bien y no iba a escatimar

esfuerzo alguno para lograr ser la mejor bailarina de Tinkus.

Mateo se fue como nunca solo y Daniel se quedo pensando por esta actitud distante de su amigo, no entendía lo que estaba sucediendo y se dijo que mañana es otro día ya se le pasara. Mientras tanto Mateo no quería aceptar que se había enamorado perdidamente de Marleny y se resistía a pensar solo en ella pero cuanto más trataba de borrarla de su cabeza esta estaba mucho más presente en sus pensamientos. Por ejemplo: eran recién dos días que la había visto pero eran dos días de Marleny en todo momento y a cada

instante de sus cuarentiocho horas, como una obsesión. Entonces al día siguiente Mateo, decide ir a la universidad en busca de Marleny y allí la espera por más de una hora hasta que se aparece y al verla se puso nervioso, las manos le sudaban, por la frente le recorría un sudor frio pero aun así el decide acercarse y le dice:

-Hola Marleny-.

-Hola Mateo, que haces por aquí-

-Estaba de paso y te vi y decidí saludarte-.

-Que gusto, yo también quería preguntarte algunas cosas sobre la agrupación de los Tinkus-.

-Lo que gustes estoy aquí para servirte-.

-¿Que estas estudiando Mateo?-.

-Yo estoy estudiando derecho y voy por en el quinto semestre y ¿tu?-.

-Yo estoy estudiando contabilidad y también estoy en el quinto semestre-.

Se fueron conversando de todo conociéndose más, Mateo estaba contento se despidieron y en el siguiente ensayo todos estuvieron presentes, Mateo y Daniel adelante parados recibiendo las instrucciones de los directivos, Mateo no dejaba en todo momento

de ver a Marleny por que el ya estaba convencido que estaba enamorado de Marleny. A todo esto Daniel era indiferente con su personalidad tranquila, reflexiva, siempre pensante; escuchaba con atención lo que decía el presidente. Marleny cada día más bonita y ella también con la tranquilidad que le caracterizaba, era muy decidida en lo que hacía e indiferente a los sentimientos de Mateo. Así pasaron los días y Mateo se convenció del amor que le tenía cada vez a Marleny y decide entonces conquistarla, cada día, en cada instante; era un esfuerzo para acercarse a ella y ella no daba muestras de corresponder ese amor, muy al contrario ella

respetaba a Mateo, lo veía como su líder, pero un día sucedió algo inesperado, los intentos de Mateo por enamorar a Marleny se vieron frustrados pues él tenía que viajar a la ciudad de Lima por algunos días para acompañar a su madre que estaba mal de salud e iba a iniciar un tratamiento y es así que de ese modo Daniel asume el liderazgo del grupo en los ensayos, él como siempre muy disciplinado y es cuando Marleny comienza fijarse en Daniel, él con su elegancia y serenidad había cautivado a Marleny sin querer, el ajeno a los sentimientos de Marleny cada vez que podía se acercaba a ella y le hablaba de Mateo.

Los compañeros de la agrupación ajenos a los sentimientos de sus integrantes, bailaban y se alegraban todas las noches mientras Marleny intentaba acercarse a Daniel a como dé lugar incluso insinuándose, mandándole mensajes con la mirada y las sonrisas, de lo cual Daniel era indiferente, el solo creía que eran sonrisas de una buena compañera y nada más, por el contrario él pensaba que ella estaba enamorada de Mateo, mientras que Mateo en su viaje luchaba por la salud de su madre todos los días iba al hospital su madre había sido hospitalizada luchando contra una enfermedad que la hacía padecer y Daniel

todos los días le llamaba para informarle de cómo estaba la agrupación los ensayos y todo cuanto acontecía pero la conversación más importante era sobre Marleny Mateo preguntaba incesantemente sobre Marleny y Daniel le explicaba con lujo de detalles todo lo sucedido.

Mateo decide prolongar su viaje por la salud de su mama y así Daniel continuo al frente de la agrupación, ensayaban incansablemente y Marleny todos los días buscaba a Daniel y las conversaciones día a día se hicieron más intimas. Daniel también se estaba enamorando de Marleny al igual que Mateo, el

también no quería aceptar su amor puesto que el motivo de Daniel era diferente a la de su amigo, el no podía enamorarse de Marleny; ese amor le correspondía a Mateo y el no sería el motivo para hacer sufrir a su amigo, muy al contrario el haría todo lo posible para que él fuera feliz incluso sacrificando sus propios sentimientos.

Daniel reflexionaba sobre sus propios afectos cada vez que él veía a Marleny, el quería estar con ella, conversar, saber más de ella; quería decirle de sus sentimientos que en tan poco tiempo su amor había crecido incontrolablemente donde él quería gritarlo a los cuatro vientos, deseaba contárselo a

alguien y no podía pues su mejor amigo también estaba enamorado de Marleny por lo que se tragaba estos sus sentimientos encontrados en forma de nudo que le atravesaban el cuerpo como una braza y lo destruían dejándolo sin aliento cada vez que se recordaba de su amigo quien le había confiado cuidar a la chica que iba ser su enamorada, realmente la situación era muy triste para Daniel.

Triste lloroso por la situación tan angustiosa, Daniel decide no dirigirle la palabra a Marleny y cada vez que se acercaba ella a él, el se alejaba disimuladamente dejándola atrás, desde ese día el iba a los

ensayos donde llegaba a la hora exacta e inmediatamente que terminaba los ensayos se desaparecía.

Marleny se preguntaba que había pasado con Daniel, porque no le quería hablar, imaginaba si ella había hecho algo malo y entonces decide abordarlo para preguntarle de la forma que fuere posible el porqué de su alejamiento. El día que la tuvo frente a ella le pregunto y, Daniel nervioso a punto de decirle que la amaba, que se moría por ella, que quería que sea su enamorada; él se voltea sin decir ni una sola palabra y mostrando indiferencia haciendo oídos sordos al llamado

de Marleny se fue y cuando estuvo lo suficientemente lejos solo se tomo del cabello se lo jalo con tanta fuerza que cayó de rodillas, con eso quería evitar el dolor de su corazón, el dolor del amor transfiriéndolo a un dolor físico; pero era imposible, se llevo las manos a los ojos, se los froto para borrar las huellas de su amor imposible, se levanto, se apoyo con una mano a la pared, respiro profundamente para controlar sus sentimientos y no podía; es entonces que se echo a correr pensando que dejaría atrás ese amor que le dolía tanto y al agitarse por la velocidad que estaba poniendo, su corazón se comenzó acelerar y algo en el le decía que

tenía que volver donde Marleny, que su carrera debía de ser a favor de su amor, que debía conquistar a Marleny pero él siguió corriendo en dirección a su casa.

Marleny se quedo parada sin poder hacer nada. Solo miro cómo se alejaba Daniel. Como se iba su amor. La indiferencia la estaba matando. Pero y a su vez también estaba haciéndole crecer su amor hacia él. Se volteo caminando lentamente con los brazos cruzados como queriendo abrazar algo y comenzó a caminar cuando unas lagrimas comenzaron a correr por sus mejillas, pensaba, examinaba, que había hecho de malo para que Daniel sea tan

indiferente, buscaba en cada momento que pasaron juntos alguna respuesta y no encontraba la razón para el alejamiento de Daniel. Ella llego a su casa y se fue para su dormitorio. Se hecho en la cama y se sentía impotente, quería hacer algo, hablar con alguien para decirle como lo amaba a Daniel, que ya no podía vivir sin pensar en el.

Mateo estaba a punto de regresar, su madre había mejorado notablemente, le llamaba a Daniel y este no quería contestarle pues le remordía la conciencia pero a pesar de eso él quería decirle que se había enamorado de Marleny, pero no lo hacía porque

seguramente Mateo pensaría que le había traicionado en la amistad, en la confianza que había depositado en él, en los valores y sus principios que no le permitían actuar de esa manera. La confianza y la amistad de los amigos son sagrados y nunca se deben traicionar.

Mil pensamientos daban vueltas en la cabeza de Daniel, quería alejarse de la agrupación con la finalidad de no causar más dolor en su amigo y también en Marleny, pero no podía, él no era una persona que huía de los problemas, muy por el contrario el los enfrentaba siempre con un

carácter sereno, llevaba toda esa carga de amor en su corazón, soportaba, seguía estudiando y no dejaba que el dolor lo avasalle, muy al contrario buscaba hacer cosas positivas pero su mirada era triste, su andar y toda su personalidad habían decaído, era evidente; sus compañeros de la universidad le preguntaban que le estaba pasando, pero el solo decía que se sentía un poco mal de salud, que pronto se mejoraría. Él quería sacar de su ser ese dolor, contarle a su mejor amigo, desfogar ese sentimiento que lo estaba ahogando y que cada noche se la pasaba revolcándose de un lado para otro, pensando solo en Marleny. Por ratos él pensaba que

todo estaba dispuesto para ser enamorado de Marleny, el la amaba y ella también lo amaba, pero el rostro de Mateo interfería en ese amor, el respeto por el amigo era sagrado y el reverenciaba la amistad que Mateo le había brindado.

Mateo retorna con su madre, ella aún todavía estaba convaleciente, no había sanado lo suficiente. Ella estaba entusiasmada con el enamoramiento de su hijo, por su parte a Mateo le brillaban los ojos cuando le comentaba a su madre sobre Marleny, ella le escuchaba con atención y se llenaba de ilusión pues al parecer sentía que estaba

muy mal de salud y que la enfermedad estaba minando su cuerpo, ella quería ver a su hijo feliz y realizado con su esposa si fuera el caso, pero al mismo que ella sentía esa ilusión por la felicidad de su hijo también tenía un fuerte presentimiento que la frenaba, que le cortaba ese sueño, la mamá de Mateo quería conocer a Marleny y también eso fue uno de los motivos que la estaba ayudando a sanar.

Mateo se ducho, se cambio y se fue en busca de Daniel a su casa, pero él no se encontraba allí, y dejo el encargo para encontrarse mejor en la noche a la hora del ensayo, en la agrupación, el tenia

tantas ganas de abrazar a su amigo, de conversar; que le contase como estaba Marleny, que pensaba de ella y también se moría de ganas por ver a Marleny

Daniel se entero que había llegado Mateo y no tenía ganas de hacer nada, el mundo se le había venido abajo de un momento a otro, no quería encontrarse con Mateo, sería un momento muy difícil, Daniel conocía perfectamente a Mateo, el sabia como iba a reaccionar pero aún a si decide ir al ensayo, el no iba huirle a los problemas, el sabia que todo esto iba a terminar mal pero aun así se fue para los ensayos y, cuando entra a local todavía no

había llegado Marleny ni Mateo. Callado se fue a sentar en una esquina con la mirada en el piso y los codos apoyados en la rodilla donde cada persona que entraba al local a él le hacía respirar más rápido hasta que entra Marleny y ella buscaba la mirada de Daniel pero este lo evitaba, él sabía que Marleny lo amaba y que lo estaba buscando para aclarar el motivo de su distanciamiento porque además Marleny se había propuesto buscarlo. Daniel con el corazón en la mano miraba a otro lado disimulando pero ganas de mirarla no le faltaban, de abrazarla y besarla y decirle que se moría de amor por ella, que podría hacer hasta lo imposible por estar con

ella, pero menos traicionar a su amigo.

Mateo entra al local. Su presencia es impresionante. Todos los danzantes se le acercan a darle la bienvenida y el recibe los saludos con mucho agrado y reciprocidad mas con unas ansias disimuladas buscaba a Marleny, ella visiblemente emocionada se acerca Mateo y le da un abrazo de bienvenida pero solo un abrazo amical, un abrazo que no era con amor, si no solo de amistad el mismo que vino acompañado con una sonrisa tenue. Marleny saluda a Mateo, pues era evidente el sufrimiento de Marleny por Daniel. Ya al último se le acerca Daniel y lo

saluda con un abrazo frio pues al verlo a Daniel empezó a sudar, se sentía culpable y no podía disimular y es cuando Mateo le dice:

-Que tal hermanito-.

-Bien Mateo y como estas tu-.

-Yo bien, con ganas de ensayar y conquistar a Marleny y recuperar el tiempo perdido-.

-Qué bueno, termina de saludar a los amigos, después conversamos-,

Y así Daniel se retiro del lado de Mateo no tenía valor ni siquiera de mirarle a los ojos porque se

sentía culpable de que Marleny se haya enamorado de él.

Mateo llama para formarse y empezar los ensayos. Le dan la bienvenida con aplausos y vivas a su líder natural. El emocionado buscaba la mirada de Marleny pues ella no le correspondía por que estaba mirando el piso y cuando no lo hacía buscaba los ojos de Daniel, pero él como siempre se resistía a mirarla, su corazón iba a reventar de las ganas pero el luchaba para no caer rendido a la mirada de la mujer que tanto amaba.

Mateo encabezaba una de las filas y Daniel la otra, suena los equipos de sonido y empiezan a

bailar como ya era de costumbre, con todas las ganas y como había llegado su líder lo hacían con más gusto que los demás, parecía que volaban sus pies y que no tocaban el piso, pues sus agiles cuerpos hacían coreografías realmente extraordinarias y la sincronización en los movimientos eran perfectos, las manos extendidas de un lado para el otro y otras veces de arriba para abajo donde las chicas levantaban los tacos con una gracia y batían las cabezas con un gusto que solamente tienen los que saben bailar Tinkus.

Los minutos pasaban y sus agiles cuerpos se estaban contorneando de la emoción al

bailar los sonidos de las trompetas con los bajos y el bombo que llenaban todos los espacios. Mateo, Daniel y Marleny, se olvidan de todo cuando bailaban, todos sus problemas se disipan, danzan con una alegría que a cualquier observador lo ponía a brincar a este ritmo contagiante, ágil, versátil y variado de los Tinkus.

Así paso una hora de ensayos y correcciones afinando cada paso, una vez cansados se sentaron alrededor del local para reposar y conversar cada uno con quien más le parecía, entonces, Mateo busco a Marleny se sienta a su lado y le pregunta como esta y ella le responde con la mayor

naturalidad y tranquilidad tratando de controlar el aire que le faltaba por el cansancio del ensayo que estaba bien. Mateo creía que ella lo iba a recibir con mayor efusividad pero no fue así, él se dio cuenta como le respondía Marleny con monosílabos, solamente por cumplir, así que Mateo se levanta del asiento y trata de pedir ayuda a Daniel, pero este se encontraba al otro extremo del local y no quería ver la conversación entre Mateo y Marleny por que se estaba evitando ese dolor aunque este le estaba desgarrando la vida.

Mateo se dirigió hacia Daniel y lo abordo diciendo:

-Daniel, presiento que algo anda mal, Marleny esta distante de mi al igual que tú, ¿qué ha pasado hermanito?- (…).

-Nada. Te parece. Yo estoy un poco mal y eso me tiene aburrido. A Marleny no se que le pasara tiempo que no hablo con ella.

-Si pues cholito, ¿que sabes de Marleny…, como ha estado todo este tiempo de mi ausencia?-

-Por lo que yo he visto Marleny estaba tranquila, pero la verdad no pude conversar con ella porque tenía mucho trabajo-.

Se despidieron y cada uno se fue por su lado, Daniel dio unos pasos y su conciencia lo estaba

matando, él nunca le había mentido a su amigo, una decepción recorría cada gota de su sangre y le remordía su actuar por eso se sentía muy mal.

Al día siguiente, Mateo decide acercarse para hablar de nuevo con Marleny y le dice:

-Marleny, necesito hablar contigo-.

-Yo también quiero hablar contigo, que te parece si mañana nos encontramos-.

-Yo preferiría que sea ahora-.

-No Mateo, esto es muy delicado y además lo que tengo

que decirte tiene que ser en privado, a solas-.

-Está bien Marleny, mañana entonces-.

Y así se despidieron. Mateo se fue contento. Pensó que todo volvía a su cauce. Ilusionado con la cita del día siguiente no dejaba de pensar un solo instante en Marleny, se hacía tantas ilusiones y soñaba despierto con una sonrisa en el rostro que graficaba toda su felicidad, era al día siguiente que debía decirle a Marleny todo ese amor que sentía por ella, que ella fue la fuerza que lo ayudo para estar al lado de su madre y seguir bregando para salvarle la vida.

A la mañana siguiente se encontraron y se fueron caminando por la alameda, preguntándose de sus familiares. Ella le contaba con orgullo sus logros. Al igual Mateo. Se sentaron a tomar un café, Mateo la miraba tiernamente, estaba preparado para decirle cuanto la amaba y ella le dice:

-Mateo quiero pedirte un favor-

-El que tú me pidas, yo seré tu más ferviente servidor-.

-Sabes que Daniel no me quiere hablar hace semanas, yo no sé que le hice para que este así tan indiferente conmigo, tú eres su mejor amigo, pregúntale que es lo que he hecho mal-.

-No creo que hayas hecho nada malo. Daniel también esta diferente conmigo, ya no es el de antes, no sé lo que le haya pasado realmente, hablare con el por qué todavía no he conversado como debe de ser desde que llegue-.

-Y también quería saber de los sentimientos de Daniel porque yo estoy enamorada de él y el no me hace caso, y sí tiene enamorada cuéntamelo por favor Mateo-.

Mateo se quedo tieso, sin reacción, no esperaba escuchar esa noticia justo el día en que él le iba a declarar su amor, sentía que el mundo se le venía abajo, un sudor frio invadía su cuerpo, una cólera arremolinaba su cuerpo, su

rostro desencajado no podía perdonar la traición de su amigo; se levanto de la mesa y a toda prisa se fue abandonando a Marleny en la mesa, ella sin comprender nada se quedo sentada mientras que Mateo caminaba a toda prisa con dirección a su casa, las lagrimas corrieron a raudales por sus mejillas, una mescla de sentimientos encontrados invadían su corazón y se decía “justo cuando iba a darle todo mi amor, cuando iba a poner mi vida en sus manos, tenía que enterarme que ella estaba enamorada de mi mejor amigo, el me traiciono; aprovecho de mi ausencia y mi amistad para enamorarla, es un traicionero, el peor ser de la tierra, el más

detestable, el sabia cuanto la amaba, que ella era la razón de mi existir y no le importo nada, apretaba los puños con la respiración acelerada sobreexcitado quería despojar ese sentimiento de su cuerpo de su carne, llego a su casa y a solas se sentó en su sala donde no había nadie tratando de controlar sus emociones, por un rato lo logra y de repente se levanta ve un jarrón de flores lo coge y lo tira hacia la pared destrozándola y cae de rodillas llorando y dice: –Daniel, amigo mío, porque me traicionaste, yo daría mi vida por ti y eso lo sabes. Todo podía esperar de la vida menos tu traición y se ahora que siempre fuiste un hipócrita,

fingías ser mi amigo y solamente esperaste la primera oportunidad para clavarme en la espalda tu vil traición. Las lágrimas corrían por doquier las mejillas de Mateo quien estaba sumido en una tristeza muy dolorosa de la que nunca más iba a poder salir.

Marleny otra vez se quedo plantada. Ella no entendía la actitud de Mateo ni de Daniel. De un momento a otro Daniel le deja de hablar y Mateo la deja en el café sin decirle nada. Mil pensamientos rondaban por la mente de Marleny y no lograba articular nada, ella pensaba que estaba actuando mal. Ahora le caí mal al mejor amigo de Daniel. Si él no puede ayudarme

pues nadie lo hará, se lamentaba y sentía que su amor se alejaba cada vez más.

Esa noche fue interminable para Mateo. Prendió la radio para escuchar y distraerse y así poder olvidar el mal momento por el que estaba atravesando, pero la música era tan triste y todo lo que le sucedía a su alrededor le sabia a Marleny, la quería tanto que nunca se había enamorado así y él lo sabía, estaba al corriente que Marleny vivía en cada espacio de su vida, en cada célula de su ser y el saber que estaba enamorada de su mejor amigo lo laceraba. Con la mirada perdida echado en su cama fumando un cerillo, que

generalmente no lo hacía trataba de disipar sus sufrimientos y así con el humo que expelía por su boca como si con ello consiguiese extirpar todo el amor que le tenía a Marleny, de un momento a otro comienzo gritar entre lagrimas diciendo:

¡Marleny! pensé que me querías

Y en mi ausencia me cambiaste por mi mejor amigo.

Quiero odiarte pero cuanto más lo intento más te quiero

Ahora como te olvido a ti y a mi Amigo

Eso no se hace

Antes de Verte hoy día mi vida tenía sentido

Ahora no sé quién soy

No tengo amor

No tengo amigo

Mi madre sigue mal

Esto es una desgracia Dios mío

Porque me Castigas de esa manera

Solo falta que me quites la vida para que el castigo sea completo

Cuando el sol estaba clareando Mateo recién se quedo

dormido, cansado de sufrir se despertó una hora después, se ducho, se cambio y se fue para la universidad en busca de Daniel para poder hablar sobre Marleny, pero cuando llego a la universidad busco a Daniel por todas partes y no logro ubicarlo. Mientras pasaban los minutos un rencor iba creciendo en el sentimiento herido y sangrante de Mateo, pues se sentía traicionado. Así pasaron las horas y llego la noche nuevamente para los ensayos, Marleny, Daniel y Mateo se preparaban para ir y cada uno en su mente iba elucubrando lo que iba hacer esa noche. Así llega Mateo primero como casi es de costumbre. Uno a uno iban llegando los compañeros, probaban

los discos compactos y no les convencía ni uno, luego llega Marleny y Mateo la ve y bruscamente se voltea para disimular que no la vio, Marleny se queda distraída con sus compañeras conversando y casi al poco rato de empezar llega Daniel, al verlo entrar a Mateo toca el silbato para formarse y ellos lo hacen con una disciplina, la música comienza a tocar y Mateo mira a Daniel mientras hace su rutina, sus pasos eran fuertes, estaba bailando de cólera, de rato en rato miraba a Daniel quien sentía la pesada mirada de Mateo, pero se resistía a mirarlo porque se sentía culpable, habían momentos en la danza en la que tenían que estar frente a

frente, sus miradas se cruzaban unas tras de otras, Mateo dominaba la situación, Daniel bajaba la mirada y así al termino de los ensayos se fueron a descansar alrededor del local

Se apreciaba un aire de inquietud, se sentían las miradas de Mateo y Daniel que lo decían todo, pero los demás no se metían; callados se refrescaban tomando unas gaseosas y otros refrescos, murmuraban pero nadie entendía nada de lo que estaba pasando, un hermetismo total se apodero de la reunión, uno a uno se fueron despidiendo y conforme se retiraban fueron quedando solos

en el local Mateo y Daniel, Mateo se le acerca y le pregunta:

-¿Como estas?- (…).

-Bien gracias Mateo, cuéntame cómo te fue en tu viaje, con tu mamá-.

-Como ya sabes mi mama está mejor pero no ha sanado del todo, todavía tenemos que regresar en unos meses para que continúe con su tratamiento-.

-Ojala que se ponga bien- (…).

Salieron del local y se fueron caminando, Mateo se contenía para no reclamarle pensando hasta donde llega la hipocresía de Daniel, hacia esfuerzos sobrehumanos

para no reclamarle, su orgullo era más fuerte tragaba saliva los labios secos los ojos rojos por no haber conciliado el sueño pero su orgullo estaba brotando se controlaba y Daniel quería decirle lo que había pasado pero no se atrevía, no sabía cómo empezar por qué no se imaginaba la reacción violenta que pudiese tener Mateo y ambos se fueron conversando cosas triviales, sin importancia, los dos contenidos en sus impotencias, se encontraban ahora atrapados en un callejón sin salida en los que fueron envueltos por un amor que no esperaban y que nunca lo habían buscado.

Marleny en su habitación pensaba sobre lo sucedido sin encontrar respuesta a sus preguntas, ella estaba desconfiando de su personalidad, como era posible que los chicos huyan espantados cada vez que ella buscaba acercarse, no lo entendía; quería saber porque Daniel no le hablaba, Daniel apenas le dirigía unas palabras esquivas cuando se saludaban y en el caso de Mateo solo unas miradas y lo peor ni siquiera un saludo, en eso la mamá de Marleny toca la puerta de su habitación y le comunica que su compañero Fidel la estaba buscando, ella le dice que no tenía ganas de salir que lo despachara, pero su mama insistió

y se le acerca y la convence para que lo reciba y ella con desgano acepta.

Fidel era el eterno pretendiente de Marleny incluso desde el colegio cuando la cortejaba, pero Marleny nunca logro enamorarse de él, Fidel era perseverante, cada semana la buscaba para salir e ir a alguna fiesta, ella iba, lo acompañaba; pero solo como amigos.

La mamá se había dado cuenta que Marleny había cambiado notablemente en su comportamiento, que estaba distante y su instinto de madre le decía que su hija se había enamorado y quizás sufría es por

eso que le consentía y confiaba que salga con Fidel, porque ella lo conocía de toda la vida ya que eran vecinos en el barrio y sus padres eran muy amigos suyos.

Marleny caminaba con Fidel, él quería animarla, la veía muy deprimida y como la mamá de Marleny le pidió que la distrajese porque su pena contagiaba a todos en casa, Fidel le hablaba de las cosas que habían pasado en el colegio, por ratos le arrancaba una sonrisa tenue que salía de los labios de Marleny y ella pensaba en Daniel, por un rato le dio ganas de contarle a Fidel lo que estaba sucediendo, reflexiono sobre esto y concluyo que él no era la persona

indicada para contarle sus penas, ni mucho menos para desfogar en él sus sentimientos y, así la tarde se torno muy aburrida para Marleny, que arrepentida de haber salido con Fidel regreso a casa.

Mateo se atestaba de rencor, debido a que Daniel no le conto nunca nada, el sentía que le habían engañando y que le estaban ocultando cosas.

Daniel arrepentido de no haberle contado a Mateo del cómo es que sucedieron las cosas, no tuvo el ánimo de hacer sufrir a su amigo, el sabia como estaba de enamorado de Marleny y este hecho le iba a causar mucho dolor.

Los días fueron pasando y ninguno de los tres daba la iniciativa para conversar de este triangulo que se había creado. En cambio las angustias y los malos afectos en Mateo crecían todos en contra de Daniel y a su vez también inconcebiblemente cada vez se encontraba más enamorado de Marleny.

Hasta que llego el día de la parada. Los danzantes estaban listos para bailar en honor a la virgen de la candelaria en la ciudad de Puno. Mateo ese día se despertó temprano y se fue para la iglesia a pedirle a la virgencita que le de fuerzas para guiar a sus compañeros, que le de paso firme

por que todo lo hacía por ella a quien le tenía tanta fe que solamente con mirarla se sentía sometido a su voluntad.

Daniel se estaba cambiando pensando en Marleny y al mismo tiempo se decía para sí: “No, esa mujer es prohibida para mi, ella debe ser la enamorada de mi amigo y eso es sagrado”; Así trataba de serenar su ser, luchaba con todo sus fuerzas para que ese amor que lo estaba devorando en vida salga de su piel.

Marleny pensaba en Daniel con mucho amor. Lo quería tanto que ella no perdía las esperanzas que algún día sea su enamorado. Nadie sabía que ella estaba

enamorada de Daniel pues era una chica muy reservada inteligente y sobre todo serena. Ella no se desesperaba por el amor de Daniel, sufría en silencio pero su consternación era evidente, toda su familia ya se había dado cuenta pero así como sufría; trataba de no afectar a las demás personas con su amor no correspondido.

Llegada la hora los danzantes comenzaron a arribar y se veían elegantes y mucho mas fuertes con sus trajes sus chullos que los hacían más maduros, ellos sufrían una inusitada transformación cuando tenían el traje puesto pues se sentían unos guerreros mucho más decididos que cualquier ser

humano parado sobre la faz de la tierra.

Marleny estaba muy hermosa como siempre, su piel morena atraía la contemplación de todos pues era encantadora y hacia que las miradas se dirigiesen a ella y Marleny con su humildad respondía los saludos con una mirada tierna y una sonrisa que a cualquier persona lo ponía de buen humor. Por su parte los chicos no se quedaban atrás porque tenían un rostro muy fino y una sonrisa natural muy transparente. Y ni que decir de la chicas de la agrupación todas estaban bonitas, se juntaron, hicieron un circulo donde conversaban y se reían al mismo

tiempo que daban los últimos toques a sus trajes para que estén perfectos, la alegría se notaba a metros pues era el día anhelado; toda su fe, toda su entrega iba a aflorar al fin hoy que era el día esperado, habían llegado los familiares quienes estaban parados alrededor de los jóvenes bailarines, los miraban, los acudían con algunos detalles de último momento.

Mateo llego. Se veía impresionante con su traje pues era un guerrero de hombros anchos y se saludo con todos sus compañeros con una energía, un abrazo fuerte y un choque de manos donde hacían notar que él

era el líder y que tenía que llevarlos al éxito a sus compañeros y, en eso también llega Daniel y saluda a todos sus compañeros con un abrazo a cada uno y hacen un circulo conversando haciendo comentarios de lo que iba suceder en el transcurso del día. Mateo miraba con discreción a Daniel y el también hacia del mismo modo con Mateo. Es cuando del grupo de las chicas donde destacaba Marleny nítidamente hizo una gracia que llampo la atención de Daniel y Mateo que la empezaron a mirar entonces es cuando Mateo se da cuenta que Daniel la estaba mirando al percatarse del hecho Daniel se avergonzó y agacho la cabeza y se dijo para sí: “No

Daniel, esa mujer no es para ti, esa mujer le pertenece a tu amigo; eso se respeta y nunca más volveré a mirarla con deseo”.

Mateo al ver como Daniel miraba a Marleny se puso celoso, demasiadamente celoso, pues era la primera vez que podía confirmar ese sentimiento entre Marleny y Daniel, su corazón se lleno de odio porque pensaba que se estaban burlando de él, Mateo quería hablar con Daniel y aclararle pero el tiempo le gano era hora de ordenar al grupo para que empiecen a danzar y así Mateo dio la orden para que la banda de músicos empiece a tocar y todos en un orden perfecto comenzaron a

marcar el paso y lo hacían tan hermoso levantando uno de los tacos con una gracia y la cabeza ladeando de un lado para otro, las chicas con una sonrisa sincera mostraban los perlados dientes de su juventud, gritaban para animarse, la gente cuando los veía se les hacia un nudo en la garganta que luego desfogaban por los ojos en forma de gotas de lagrimas que era el orgullo de nuestra tierra, de cómo nuestra gente amaba sus danzas, sus costumbres; como se entregan a ellas dando lo mejor de sus vidas, su juventud y su mejor momento.

Mateo tenía los ojos rojos de la cólera que le embargaba ese

sentimiento frustrado por Marleny el gran amor de su vida y también por culpa de Daniel su mejor amigo, él no lo concebía, no quería pensar en ello y se puso a orar a la virgencita de la candelaria, a quien le pedía que le de fuerzas para controlar sus emociones, que le de la fuerzas para olvidar a Marleny que estaba en todas partes de su ser y en cada espacio de sus pensamientos, en todo momento solo veía el bello rostro de Marleny y en cada compas de la música que escuchaba la voz de ella se sobreponía y el sentía que era la armonía más bonita del mundo y cuando se recordaba de Daniel tenía un rencor anclado ya en su corazón y lo veía como un ser

despreciable que le había quitado a Marleny aprovechando su ausencia. Pero por otra parte, el amor que le tenía a su madre era el más puro, el daría la vida por su madre, desde niño ella la cuido sola pues el padre de Mateo había muerto cuando él aún era niño, con las justas tenia algunos recuerdos tenues de su padre pero que mucha falta nunca le hizo, su madre trabajaba duro para darle una buena educación a él por eso creció como un buen joven alejado de las malas juntas y los vicios tratando de hacer feliz a su madre y disfrutando del amor protector de su madrecita que ahora estaba muy mal de salud.

Aquí falta el día domingo en el estadio

Los danzantes lo hacían muy bien, tenían que cruzar toda la ciudad bailando, las fuerzas las ganas lo tenían, bailaban con emoción y alegría concentrados en la coreografía. El publico los aplaudía con entusiasmo por que realmente se estaban ganado la admiración de la gente, la entrega era total, pasaron por el parque Pino donde le dedicaron sus mejores pasos a la virgencita de la candelaria y las lagrimas comenzaron a rodar por las mejillas de Marleny, Mateo y Daniel y también de otros danzantes, esas lagrimas se confundieron con el

sudor de su penitencia llena de amor que le dedicaban a la patrona de los Puneños, Mateo en silencio se decía: “Mamita linda/ Dame fuerzas para sacarme este amor que me está matando/ Por favor quita de mi a esa mujer/ Y a mi madrecita linda dale salud/ Marca mi camino que yo seré siempre tu fiel devoto”

-Mamita linda.

Dame fuerzas.

Para sacarme este amor.

Que me está matando.

Por favor quita de mí a esa mujer.

Y a mi madrecita linda dale salud.

Marca mi camino.

Que yo seré siempre tu fiel devoto-.

Esa era la petición de Mateo que lo hacía con lágrimas rodando por sus mejillas, como si con esto quisiera desfogar todo ese amor, ese sentimiento, estaba seguro que su amor por la virgencita le podría hacer el favor, el milagro y borrar todos estos sus sufrimientos.

Daniel se sentía muy mal al no poder contarle a su mejor amigo que estaba enamorado de Marleny, que lo que paso fue un asunto nada elaborado, algo que él no esperaba y que tenía que pedir perdón, lo haría; y luchaba con

todas sus fuerzas para no amar a Marleny y cuanto más se resistía ese amor crecía cada vez mas.

Daniel, él un joven tranquilo de buenos sentimientos y muy querido por sus familiares y amigos, siempre apoyando y ayudando a quien lo necesite. Su vida transcurría con la mayor normalidad entre sus estudios universitarios y su amor por las danzas hasta que se enamoro de Marleny. Su padre y madre eran muy buenas personas, tenía tres hermanos que eran muy unidos, de condición económica estable y no tenían mayores apuros monetarios, ellos eran muy devotos de la virgencita de la candelaria, su amor

y su fe hicieron de todos ellos personas de nobles sentimientos.

El sudor invadía cada uno de los cuerpos de los sesenta bailarines, la gente los aplaudían a rabiar pero también con alegría y orgullo, por eso ellos no escatimaban esfuerzos para lucir sus coreografías y conforme avanzaban se iba sintiendo el cansancio y la gente les pedía que bailen y ellos lo hacían no importando el cansancio, ni la sed, solamente querían bailar. Pero en el caso de Mateo, en cada paso que daba se sentía ese sentimiento frustrado por su mejor amigo, los celos lo estaban matando, de rato

en rato miraba a Daniel y también miraba a Marleny. De ese modo se fueron acercando al final y Mateo demostraba un físico envidiable y no se cansaba, grita con fuerza dando aliento a sus compañeros, él era el líder natural de la agrupación, se había lucido muy bien en todo el trayecto. Llegaron al final de la parada, todos los danzantes hicieron un circulo, algunos sentados frotándose los pies, otros de pie estirando las piernas para que no se les adormezcan, la banda seguía tocando, los familiares se acercaban con cajas de cerveza y gaseosas; algunos cogieron cerveza y aplacaron su sed y uno de ellos fue Mateo, al terminar de

tomar una botella de cerveza se acerca a Daniel y le dice:

–Daniel, uno de los dos se tiene que retirar de la agrupación, los dos no podemos estar juntos–.

Daniel escucho algo que la sabía que se venía llegar pero que según él no era el momento propicio para tocar el tema y entonces le responde:

–Espera hermano, no hagas eso –.

Mateo no entendía razones y se retira diciéndole:

–Prepárate Daniel que en un rato toca de nuevo la banda y el que baile mejor se queda y el otro

se va para siempre de la agrupación-.

Daniel permaneció callado en su lugar, parado pensando en la propuesta de Mateo y cuando levanta la mirada Marleny estaba bailando en su sitio mira sus pies morenos como se desplazaban por el piso en la punta de los dedos casi deslizándose de un lado a otro con sus caderas en un movimiento fino, ladeaban las polleras con una sensualidad que perturbo los sentidos de Daniel y el parado sigue mirando a Marleny. Sube la mirada al rostro y mira a los ojos de Marleny y sus miradas se cruzaron tiernamente, Daniel sintió que de esos ojos salían pasión, sus

corazones comenzaron a latir con más fuerza que de tanta presión salía fuego por los ojos y que ese fuego solamente se puede apagar entregando la vida uno al otro.

El silbato de Mateo suena llamando a Daniel al centro del círculo para empezar con el desafío. Ya se había corrido la voz entre los integrantes de la danza y callados esperaban el toque de silbato de Mateo para que la banda empiece, en este caso el desafiante era Mateo, el empezaba a bailar, en ese momento sonó el silbato y la banda de más de cien músicos empezó a tocar y Mateo hizo la demostración de sus mejores pasos; la gente se había

amontonado alrededor donde no cabía ni una sola persona más, Mateo bailo tan lindo que la gente lo aplaudió con fuerza y cariño y cuando Mateo se retira a un lado entra con paso lento Daniel, pensando en lo que iba hacer y cuando estaba en el centro quería renunciar, no podía luchar contra su mejor amigo, pero él era una persona que no podía luchar contra sus principios, él nunca dejo una batalla sin dejar la misma vida, él era un joven apasionado que nunca se rendía.

Y cuando llega al centro la gente lo aplaude entonces Daniel empieza a bailar muy ágil, su ritmo era inigualable, parecía que no

pisaba el piso a pesar de su contextura grande, cuando termina la gente explota en aplausos emocionados que miraban extasiados el máximo nivel de los bailarines de Tinkus a nivel mundial, pero lo que el público no sabía era que ellos estaban tratando de arreglar sus diferencias sentimentales de esta manera, sus problemas emocionales.

Llega la parte final de la demostración ahora los dos juntos tenían que bailar y así se pararon al centro con la mirada desafiante, con el orgullo inflado en el pecho, con una elegancia que solamente los bailarines de los Tinkus lo tienen, se miraron, luego

retrocedieron un paso cada uno y empezaron a bailar frente a frente, la gente los aplaudía, Marleny miraba como los líderes de los Tinkus dejaban todo en esa demostración de habilidad, eran los mejores del mundo, nadie bailaba como ellos y Mateo al mismo tiempo que está bailando se chanca el pecho con las manos desafiando a Daniel a chocar pecho con pecho en el aire en un salto de potencia. Y es así como lo entiende Daniel y se preparan y de un salto los dos al mismo tiempo se encontraron en el aire y Daniel es empujado por la fuerza de Mateo y este otra vez lo invita a chocar y Daniel acepta y así fueron cuatro veces donde Mateo gana a Daniel.

La quinta vez ya estaban completamente cansados, pero igual lo intentaron, pero esta vez los dos iban más decididos y es así que saltan y Mateo definitivamente era el más fuerte y chocan en el aire y Daniel pierde el equilibrio y cae al piso, desafortunadamente su cerebro pega en el filo de la vereda y se desmaya, toda la multitud se queda en silencio, la banda de músicos dejan de tocar; Marleny corre donde Daniel para ver qué consecuencias tenía el golpe, este estaba desmayado y no despertaba, de modo que la gente empieza a alejarse en silencio, algunos murmuraban, es cuando Marleny desesperada grita:

-¡Necesitamos un medico!-.

Y después de un buen rato aparece recién una ambulancia, lo chequean y se lo llevan. Los bailarines en silencio se sentaron, algunos tomaban cerveza y hacían apenas algunos comentarios, de la salud de Daniel no se sabían nada. Marleny estaba con su traje de Tinkus en el hospital esperando la respuesta de los médicos pero ellos no salían pasaban las horas y la incertidumbre se apoderaba de ellos. Mateo también estaba allí, parado, sin decir nada, era lógico estaba preocupado por su mejor amigo.

El doctor sale y se para por un momento, toma aire y busca las palabras exactas para explicar la situación. Mientras tanto los familiares de Daniel ya habían llegado al hospital. Marleny y Mateo esperaban que el médico empiece a hablar y dice:

–Señores, el joven Daniel sufrió un golpe severo en la cabeza el cual lo ha dejado en coma, no se sabe si despertara pronto o nunca, solo nos queda esperar- (…).

Dicho esto el médico se alejo.

Marleny se llevo las manos al rostro y se los cubrió por completo, se dejo caer en una banca y de

pronto sus manos estaban inundadas de lágrimas, Mateo se desespero y salió del hospital corriendo y descorazonadamente se decía:

-¡Qué he hecho, qué he hecho carajo¡- y corría y corría despavorido hasta que se canso y se sentó a pensar. los familiares de Daniel estaban desconsolados en el hospital sentados, entraron a verlo y estaba echado como si estaría durmiendo, vino la mamá de Marleny y se la llevo y es ahí cuando recién se entera que Marleny estaba enamorada de Daniel.

Y cuando llega a su casa Mateo, su madre lo estaba esperando con lágrimas en los ojos sentada en el sillón de la sala y lo aguardaba con los brazos abiertos y le dice:

-Hijito, lo sé todo, pero no te preocupes; tu amigo se pondrá bien te lo prometo-.

Lo abrazo tiernamente él se sentía seguro en los brazos de su madre y se calmo, los dos lloraban, las lagrimas eran incontenibles pero no se dejaban de abrazar.

Marleny echada en su cama y su madre sentada al filo del lecho le pregunta sobre Daniel, ella le cuenta que está enamorada de él,

pero él se alejo y no quería hablarle porque su amigo Mateo estaba enamorada de ella. Por eso nunca iba a estar con ella porque respetaba mucho su amistad con Mateo así él se muriese de amor.

Mateo Marleny y todos los amigos hicieron una velada por la salud de Daniel, rezaron y pidieron a la virgen de la candelaria.

Al día siguiente fueron a averiguar sobre la salud de Daniel, el doctor les dijo lo mismo que estaba en coma y que no había reaccionado. La madre de Mateo se puso mal, Mateo la estaba cuidando en casa, ahora su preocupación era por dos enfermos; su angustia crecía y él

pensaba que todo estaba en su contra, su mejor amigo estaba hospitalizado por su culpa por que el había iniciado el desafío de bailar. Marleny lo estaría odiando por que Daniel estaba mal por su culpa, su madre se puso mal seguramente porque estaba preocupado por la salud de Daniel.

Al tercer día la mamá de Mateo fue internada en el hospital justamente en el que estaba Daniel, la preocupación se ahondaba mas en torno a los dos enfermos. Mateo se aisló de sus amigos y nadie sabía que su mamá estaba mal, él se sentía culpable por la enfermedad de ambos.

Marleny y todos los danzantes de los Tinkus iban a misa todos los días a pedir por Daniel, la fiesta en honor a la virgen de la candelaria seguía pero para los Tinkus había terminado repentinamente.

Habían pasado ocho días desde el momento que entro Daniel al hospital y cuando Marleny estaba a su lado sintió que movió su dedo medio y ella llamo a los médicos, los médicos se apuraron en entrar y se quedaron solos. Marleny se quedo sentada esperando que salgan los médicos y, cuando salen le dicen señorita el paciente está recuperando la sensibilidad y eso no quiere decir

nada todavía, lo único que nos queda es esperar. Marleny tenía una leve esperanza de que Daniel se fuera a recuperar.

Mientras tanto en el otro lado del mismo hospital, Mateo estaba recibiendo la infausta noticia de que su madre estaba peor y que estaba entrando a un estado muy delicado.

Para sorpresa de muchos el noveno día Daniel había avanzado mucho con la sensibilidad, ya reaccionaba y en su rostro había gestos de recuperación, los doctores estaban contentos con el avance pero siempre decían que se tenía que esperar hasta el final.

Mateo se desesperaba, los médicos solo le daban malas noticias, su mama estaba muy mal; solo con su conciencia desgarrada lloraba solitario.

El decimo día Daniel vuelve recuperar la conciencia, abre los ojos y de a pocos comienza a reconocer a todos los que le rodeaban, para la noche Daniel ya prácticamente estaba sano.

Ese mismo día a las doce muere la mamá de Mateo quien se encontraba solo con su madre.

Los chicos de la danza se enteraron de la muerte de la mamá de Mateo y se organizaron y fueron

al velatorio. Mateo estaba totalmente destrozado y es allí donde se entera que Daniel había recuperado la conciencia y esto de alguna manera lo tranquilizo a Mateo, al día siguiente fue el entierro de la señora amigos vecinos y los integrantes de la danza estuvieron allí, Daniel haciendo un esfuerzo sobrehumano por que todavía tenía que guardar reposo se fue al entierro de la madre de su mejor amigo, Mateo lo vio lo saludo con la cabeza pero no más, no hablaron y cuando termino el entierro inmediatamente Mateo se retiro sin recibir el pésame de los que acompañaron al entierro.

Daniel se recupero y al día siguiente del entierro fue a la casa de Mateo para explicarle todo pero él ya no estaba, el pregunto por donde lo podría ubicar y los amigos le dijeron que lo vieron en la cima del cerro Huacsapata sentado por varias horas, así Daniel busco a Mateo pero no lo encontró durante tres días, dizque que a Mateo lo vieron en el cerro sentado en el mismo sitio con el rostro triste y las personas que lo conocían lo saludaban y el contestaba apenas levantando la mano, al cuarto día Daniel decide encontrarlo de todas maneras, volvió a la casa de Mateo, pero este no había ido a dormir, así que se fue para el cerro Huacsapata y

la gente le dijo que lo vieron hasta el día de ayer y que hoy día no se apareció para nada, Daniel todo el día trato de ubicarlo pero no lo hallo, al día siguiente Marleny y algunos bailarines deciden buscar a Mateo pero no lo lograron encontrar.

Mateo había desaparecido pero nadie sabía cómo, las cosas en su habitación estaban intactas ya que no había sacado nada de su casa, su desaparición era todo un misterio, los danzantes de los Tinkus organizaron búsquedas que no llegaron a nada, Daniel y Marleny seguían buscando a mateo que no apareció nunca.

Marleny y Daniel nunca fueron enamorados. Respetaron la amistad de dos amigos que sin querer amaron a la misma mujer. Ellos siguen solteros y no tienen pareja, ahora ya no bailan desde la desaparición de Mateo, ahora son dirigentes de la agrupación de Tinkus y son profesionales muy destacados en la ciudad de Puno.