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Sustitutivos Penales y Nociones de Amparo

“La Crisis de la Prisión”

Mtro. Abdú Betancourt Cabrera ABOGADO – POLICIÓLOGO – CRIMINÓLOGO

@AbduBetancourt

TEMA 1

La Crisis de la Prisión


INTRODUCCIÓN:

El Derecho Penal esta enfermo de prisión, así:

[…] la prisión constituye hoy en día el núcleo de los sistemas

penales del mundo; constituye el criterio sancionador del hombre

corriente, ocupa el centro de todos los sistemas actuales de Derecho

Penal. Sin embargo, sus orígenes fueron provisionales, su

funcionamiento es insatisfactorio y su futuro, poco prometedor.


En ese sentido, el Maestro Carranca y

Rivas menciona que:

[…] la prisión no es, desde luego,

expiativa y redentora en el grado extremo

en el que la han imaginado sus

apasionados defensores. Incluso de las

mejores cárceles puede decirse que son

criminógenas, que corrompen en un índice

alarmante y preparan a la reincidencia.


1.1. DEFECTOS DE LA PRISIÓN:

§  La Prisión, cuando es colectiva =

Corrompe;

§  La Prisión Celular = Enloquece y deteriora;

§  La Prisión con régimen de silencio = Disocia y embrutece;

§  La Prisión con trabajos forzados = Aniquila físicamente;

§  Sin trabajo = Destroza moralmente.


§  L a P e n a e s a l t a m e n t e

neurotizante;

§  Disuelve el núcleo familiar;

§  La pena es cara y antieconómica.


LA PRISIONALIZACIÓN:

Por prisionalización se entiende una

adaptación a la prisión, un adoptar las

costumbres, el lenguaje, en una palabra,

la subcultura carcelaria (termino

acuñado por Donald Oemmer en 1940).

*Película: “Sueños de Fuga”.


LA ESTIGMATIZACIÓN:

Por estigmatización se interpreta el

hecho de marcar a un sujeto,

desacreditándolo y haciéndolo indigno

de confianza, lo que le atrae la repulsa

social, el aislamiento, el antagonismo.


§  El interno se integra con mayor fuerza a

la subcultura de sus compañeros de

desgracia, pues, o se prisionaliza o se

aísla;

§  La prisionalización se da desde que el

interno ingresa a la cárcel;

§  Su desarrollo consiste en que el interno

va cambiando su concepto espacio-

temporal, lo que lo somete a una

situación de estrés continua.


§  El estrés generado por la prisionalización lo obliga a adaptarse con rapidez a

la prisión, lo que le causa serios deterioros mentales;

§  El proceso de prisionalización inicia con la perdida de status, se

despersonaliza, se convierte en un numero;

§  Inicia nuevas formas de vida y de conducta: los horarios, la vestimenta, la

comida, la sexualidad. Se pierde toda privacidad, toda propiedad, toda

libertad.


§  El ser ex presidiario o ex convicto,

equivale a estar “et iquetado”

socialmente, lo que dificultara al sujeto

su correcta adaptación al medio en

libertad;

§  El ex convicto corre el peligro de

desviar su conducta de acuerdo a la

etiqueta que se le ha impuesto.


§  La estigmatización es un hecho (aun

para aquellos que han estado en

prisión preventiva), y puede

considerarse que prisionalización y

estigma se unen para facilitar la

profecía cumplida, el estereotipo

criminal y la reincidencia.


§  A la prisión suele llamársele la

“Universidad del Crimen” debido al

contagio criminal entre sus internos.

§  La prisión es el lugar ideal de

agrupación de criminales, grandes

asociaciones delincuenciales han

nacido en la cárcel.


“Para hacer sociales a los antisociales se les debe disociar de la comunidad cívica y asociarlos con otros antisociales”.

Radbruch “Nadie puede aprender a vivir en libertad, sin libertad”.

Claus Roxin


§  La prisión es un mundo artificial; ficticio como sociedad pero terriblemente

real; microcosmos que reproduce a la realidad social del exterior, realidad a

la vez tan cercana y tan lejana.

§  El sistema es selectivo, llegan a prisión los mas desamparados: los que no

tienen influencias, los ignorantes que desconocen sus derechos, los pobres

que no pudieron arreglarse a tiempo, o que no tienen recursos para pagar

una buena defensa o, lo que es peor, no pueden pagar la fianza.


CONCLUSIÓN:

§  Las sentencias de cárcel apenas consiguen su objetivo en ultima instancia, a

saber, la rehabilitación social (Reinserción Social);

§  Por lo general pueden agravar aun mas el problema de la delincuencia;

§  Constituye una respuesta social y jurídica inadecuada, no funcional y costosa al

problema de la delincuencia;

§  El argumento según el cual la reclusión “protege a la población” de los

delincuentes, parece ignorar el carácter momentáneo de esta protección y el

mayor peligro social que suponen los reclusos liberados;

§  Se trata de la ilusión de que recluyendo una parte de la población se garantiza

la seguridad pública, cuando los hechos demuestran que la inmensa mayoría de

los delincuentes reales, y especialmente los potenciales, permanecen en la

sociedad.


1.2. PENAS LARGA Y CORTA DE PRISIÓN:

La pena corta y larga de prisión son dos extremos que deben combatirse:

§  La pena larga se convierte en una simple eliminación del sujeto, siendo super f luos los es fuerzos par a reintegrarlo a la sociedad y, en este sentido, “la prisión es la expulsión del grupo; es el destierro a un país peor que el que existe fuera de la prisión”.

§  Sin embargo, son frecuentes las exigencias para aumentar la duración de las penas.


Por otra parte, como nos recuerda Garofalo:

[…] el hombre se cansa de atormentar a su semejante indefenso. El mas horrible crimen resulta, al cabo de uno o mas años, una pagina de crónica de un tiempo casi olvidado. El disgusto contra su autor es una impresión que, como todas las demás, se debilita por el tiempo y con la familiaridad en que se vive con el reo.

Una vez viejo y abatido, ya no suscita nuestra invencible antipatía como en los primeros momentos que siguen al delito. Un tratamiento excesivamente rígido llega a parecer una inútil crueldad. Si el sufre, si pide por piedad no ser obligado a enloquecer entre las cuatro paredes de su celda, sus gemidos acaban por encontrar acogida.


PENAS CORTAS DE PRISIÓN:

§  Se consideran como penas cortas de

prisión las que no permiten por su

breve duración, limite de tiempo y

aplicación, lograr la intimidación

individual, la enmienda y readaptación,

o en su caso, la eliminación del

delincuente. Puede considerarse como

el “Talón de Aquiles” del sistema penal

moderno.


Las penas cortas de prisión carecen de ventajas, y si reúnen una notable variedad de desventajas entre las que se encuentran:

§  No existe tratamiento; §  Tienen un costo enorme; §  Son inútiles para obtener la corrección

del culpable; §  Falta de sentido intimidatorio; §  No repor tan ninguna utilidad o

beneficio; §  La familia queda abandonada; §  El delincuente es estigmatizado.


1.3. ¿LA PRISIÓN ES NECESARIA?

§  La historia de la prisión es uno de los

pasajes más siniestros de la historia

humana, tal como Howard, Beccaria y

Bentham lo señala en su tiempo y

Foucault lo demuestra en el nuestro; la

iniquidad, la corrupción, el sadismo, la

crueldad y la estupidez han sido su

signo…


Habría que preguntarse si la prisión nació en crisis, así, Benedetti afirma que:

[…] a riesgo de aparecer como cultor de la paradoja, puede acostarse que la pena

privativa de la libertad esta en crisis desde el momento mismo de su aparición en el

campo del derecho penal. Y lo esta, tanto por el divorcio que siempre ha existido

entre su programa y su realización histórica, como por incompatibilidades entre su

naturaleza y la del ser humano.


Como ya lo dijo un recordado maestro mexicano:

[…] seria utópico aspirar a suprimir la pena de prisión sin encontrar un

sustitutivo que la reemplace con eficacia. Lo que se hace imprescindible es

suprimir el absurdo sistema de encierro y la morbosa promiscuidad en que, por lo

general, viven los presos (González Bustamante, Juan José).


El maestro español Eugenio Cuello Calón, opino en su oportunidad, que:

[…] querer resolver los arduos problemas que esta pena plantea por medio simplista y tajante de proponer la abolición, es excesivo, esta es una pretensión utópica que corre pareja con la que pretende la abolición de toda pena.

Hablar de la abolición de la prisión es utópico, al menos en nuestros días. La prisión desempeña aun una función necesaria para la protección social contra la criminalidad.

Aunque sus resultados como medio de reforma del penado hayan sido hasta ahora poco satisfactorios, es innegable que un tratamiento reformador solo es aplicable bajo un régimen de prisión; además, la prisión intimida a los delincuentes y a los no delincuentes, en cantidad imposible de precisar y es medio irremplazable para evitar, al menos temporalmente, la perpetración de nuevos delitos mientras dura la reclusión en el establecimiento penal.


§  Los cr iminó logos y penólogos

progresistas creen y pugnan por la

abolición de la prisión;

§  El sistema penitenciario es meramente

residual, y la cárcel tiene un papel

meramente simbólico.


§  Habría que mencionar, además, el

aumento de las llamadas “Penas

Informales”, producto de una especie de

“Derecho Penal Subterráneo”, y que se

presenta en forma de “Desapariciones”,

ejecuciones por escuadrones de la

muer te, eliminaciones físicas en

“ E n f r e n t a m i e n t o s ” , a r r e g l o s

extrajudiciales (cohecho), etcétera.


1.4. LA CRISIS DE LA JUSTICIA:

§  Los problemas de la prisión son producidos por defectos legislativos y

judiciales;

§  La prisión se convier te en un

receptáculo, en una cloaca de todas las

equivocaciones del aparato de justicia; §  Las reformas son urgentes a los

códigos penales y procesales los cuales

solo son reactivos a la criminalidad.


§  Tampoco es comprensible un sistema de proceso escr i to, oneroso,

ritualistico e incomprensible para el

común de la gente;

§  El problema de la prisión no puede

resolverse atacando a la prisión

misma, sino proponiendo los sistemas

y subsistemas de justicia.


§  La solución a esta crisis es urgente, ya

que no so lamente e l c r im ina l

empedernido, el peligroso antisocial, el

depravado o el perverso van a prisión,

s ino tamb ién e l ocas iona l , e l

imprudencial, el inocente.


§  Por la lentitud del proceso, cuando se

d ic ta la sentenc ia “este ha

permanecido en prisión mas tiempo

que el que le correspondía por su

delito, constituyendo una flagrante

violación de los mas elementales

derechos humanos”.


§  Si la pena de prisión ha fracasado, la

prisión preventiva representa un

fracaso mayor , siendo un reto a la

imag inac ión de penó logos y

pen i tenc ia r i s tas e l encont r ar

sustitutivos eficientes y cambios

adecuados.


Algunas vías de solución a la crisis de prisión:

§  La transformación de la prisión, de lugar de castigo en institución de

tratamiento;

§  La diversificación de las formas de prisión;

§  La sustitución de la pena de prisión por otras penas mas eficaces;

§  La sustitución de la prisión por medida(s) de seguridad;

§  Otras formas de sustitución o terminación de la pena de prisión y de la prisión

preventiva.


1.5. LA REACCION PENAL:

§ La mas importante de las formas de

reacción social, es la reacción social

jurídicamente organizada, y dentro de

ella se encuentra la llamada “Reacción

Penal”.


Los tres componentes de la reacción penal son:

a)  Punibilidad: Es la amenaza de la privación o restricción de bienes para el

caso de que se realice algo prohibido o se deje de hacer algo ordenado.

Esta amenaza debe estar consignada en la ley.

b)  Punición: Es la fijación al caso concreto de la amenaza descrita en la ley.

Esta función debe ser propia del poder judicial (principio de competencia).

c)  Pena: Es la efectiva aplicación de la sanción enunciada en la ley y

pronunciada por un juez.


§  La legitimación de la punibilidad se

encuentra en la obligación que tiene

e l go b e r n a n t e d e p r o t e ge r

determinados bienes que son

indispensables para la convivencia en

sociedad.

LA LEGITIMACIÓN DE LA PUNIBILIDAD, LA PUNICIÓN Y LA PENA:


§  La legitimación de la punición se la da al

juez la efectiva agresión a los bienes

jurídica y penalmente tutelados, es decir,

la comisión de una conducta tipificada

como delito.

§  La legitimacion de la pena se desprende

de la comisión de un delito; la sentencia

legaliza la ejecución, pero no la legitima.


La finalidad de la punibilidad se dirige

básicamente a la prevención general.

§  Prevención General Negativa: Se

logra mediante la intimidación.

§  Prevención General Positiva: Se

logra mediante el convencimiento.

LA FINALIDAD DE LA PUNIBILIDAD, LA PUNICIÓN Y LA PENA:


La punición tiene como fin reforzar la

prevención general e iniciar la prevención

especial.

§  Reafirmar la prevención general en

cuanto demuestra a la colectividad que la

advertencia contenida en la punibilidad

no era en vano.

§  Da principio la prevención especial al

evidenciar al infractor la validez de la

punibilidad.


La pena tiene como finalidad predominante

la prevención especial:

§  Esta dirigida básicamente a evitar que

el sujeto reincida en la violación a la ley.

§  No le es ajena la prevención general, ya

que la ejecución de la pena es

ejemplificante.


1.6. FUNCIONES DE LA PRISIÓN:

Las funciones de la prisión

variaran según sea considerada

como:

§  Punibilidad;

§  Punición;

§  Pena.


Como punibilidad cumplirá exclusivamente

funciones de prevención general:

a)  Positiva, afirmando valores y

expresando el reproche para

determinadas conductas. Es sabido

que la prisión es la “medida” básica

para calificar la calidad de los bienes

jurídicamente tutelados.


Como punición reforzara la prevención

general, ya que el juez a dictar la

sentencia:

a)  Reafirmara la fuerza y autoridad de

la norma jurídica;

b)  Descalificara publica y solemnemente

el hecho delictuoso;


§  La prisión como pena debe cumplir fundamentalmente una función de

prevención especial, sin olvidar la función secundaria de reforzamiento de la

prevención general.

§  La prisión fortifica la prevención general, en su sentido de ejemplaridad, al

demostrar que la punibilidad, es decir, la amenaza no era vana.

§  La prisión en cuanto a la prevención especial, cumple esta función en principio,

al aislar al delincuente de la sociedad, impidiéndole la reincidencia.


1.7. DE LA RETRIBUCIÓN A LA PREVENCIÓN:

La institución penal contemporánea es el campo de batalla de corrientes

filosóficas opuestas:

§  Los que creen el efecto intimidatorio del castigo;

§  La protección a la sociedad mediante la segregación del delincuente;

§  Los que opinan que la rehabilitación del delincuente logra la no reincidencia al

delito y la protección de la sociedad.


Las antiguas ideas Kantianas de la pena

como un “imperativo categórico”, (“al

ofensor se le debe hacer sufrir no para

disuadir lo sino para equilibrar su

maldad”) se ven superadas con Beccaria,

que asegura que “el fin de las penas no

es atormentar y afligir a un ser sensible,

ni deshacer un delito ya cometido”.


Estamos en un claro viaje en el que se abandona el concepto retributivo y se va hacia otro tipo de conceptos, aunque, como dice Sánchez Galindo:

[…]el delincuente tiene que sufrir aun la

vigencia de patrones de castigo, represión

y contención, sin que se pueda implantar,

de f i n i t i v amen te l os s i s t emas de

rehabilitación, reestructuración de la

personalidad y resocialización por lo que

ahora pugnamos.


“La pena tiene como finalidad hacer mejores a los demás”.

Seneca

“No castigamos porque alguien haya delinquido, sino para que los

demás no delincan”. Platón


“En esta vida no se castiga por castigar. El

valor de los castigos impuestos al hombre

es un valor medicinal y tiende a lograr la

seguridad pública y la curación del

delincuente”.

Santo Tomas de Aquino


1.8. TRATAMIENTO Y RESOCIALIZACIÓN:

§  Aceptadas las func iones de

prevención general y especial de la

prisión, se debe plantear la función

resocializadora que debe tener la

c á r c e l , t e m a d e e s p e c i a l

preocupación en América Latina.


El problema queda planteado con

claridad por el Dr. Alfonso Quiroz

Cuaron en su frase:

“Pena si tratamiento no es justicia,

es venganza”.


El termino de “Resocialización” va siendo

comúnmente aceptado, junto con el de

“Readaptación Social”, del que dice

Neuman:

“Esta expresión que se acuño y obtiene

fijación hace casi dos siglos, es hoy una

obligada centinela y su proyección no

parece mediada ni menoscabada por el

uso corriente, como ocurre con otros

productos efectistas”.


En 1917, José Natividad Macías, miembro del Congreso Constituyente Mexicano,

defendiendo un proyecto para reformar las cárceles de su país, presentado por

el entonces Primer Jefe de la República, Don Venustiano Carranza, decía:

“Hoy, la cárcel y los sistemas penales deben tener exactamente el mismo objetivo

que tiene la educación de los niños en la escuela y en la familia: preparar al

individuo para poderlo lanzar al mundo, pudiendo subsistir y convivir

tranquilamente con sus semejantes”.


La prisión no puede aspirar exclusivamente a la “Readaptación” del sentenciado

por las siguientes razones:

a)  Hay penas que por su naturaleza excluyen el fin reformador, como la prisión

de corta duración.

b)  Hay delincuentes que por su moralidad y por su sentimiento de dignidad

personal no necesitan ser reformados (pasionales, imprudenciales,

ignorantes, políticos, etcétera).

c)  Hay delincuentes para los que no hay, o no se ha encontrado un tratamiento

adecuado (psicópata, profesional, habitual).


1.9. ADAPTACIÓN Y CLASE SOCIOECONÓMICA:

El maestro Javier Piña y Palacios señalo que:

“Estamos organizado tratamiento para delincuentes como nosotros, estamos haciendo planes para delincuentes como nosot ros, hacemos leyes par a delincuentes como nosotros, pero lo que llegan a la cárcel no son como nosotros”.


§  El problema se agrava en las grandes ciudades rodeadas de subculturas de miseria y crimen, de “ciudades perdidas”, de “favelas”, de “villas miseria”, de “barrios de emergencia”, a los que el sujeto llega a adaptarse perfectamente logrando sobrevivir y aceptando sus normas. ¿Cómo resocializamos a este tipo de criminal? ¿A que sociedad debe reintegrarse, a la nuestra? O a la nuestra.


§  La adaptación social se interpreta como un alejamiento de las clases bajas, lo

que requiere en mucho profundos cambios sociales y económicos.

§  Esto no significa que solo delinquen los individuos de clases

socioeconómicamente desamparados, tan solo señalamos que son los que

generalmente llegan a prisión, en los que el tratamiento puede ser mas difícil.



!Gracias por su atención!

MTRO. ABDÚ BETANCOURT CABRERA ABOGADO – POLICIÓLOGO – CRIMINÓLOGO www.sustitutivospenales.wordpress.com

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