solis alfonso - el designio de los dioses

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{\rtf1{\info{\title El designio de los dioses}{\author Alfonso Sol?s}}\ansi\ansi cpg1252\deff0\deflang1033 {\fonttbl{\f0\froman\f prq2\fcharset128 Times New Roman;}{\f1\froman\fpr q2\fchars et128 Times New Roman;}{\f2\fswiss\fprq2\fcharset128 Arial;}{\f3\fnil\fprq2 \fcha rset128 Arial;}{\f4\fnil\fprq2\fcharset128 MS Mincho;}{\f5\fnil\fprq2\f charset12 8 Tahoma;}{\f6\fnil\fprq0\fcharset128 Tahoma;}} {\stylesheet{\ql \li0\ri0\nowidctlpar\wrapdefault\faauto\rin0\ lin0\itap0 \rtlch\ fcs1 \af25\afs24\alang1033 \ltrch\fcs0 \fs24\lang1033\langfe255\cgrid\langnp103 3 \langfenp255 \snext0 Normal;} {\s1\ql \li0\ri0\sb240\sa120\k eepn\nowidctlpar\wrapdef ault\faauto\outlinelevel0\ rin0\lin0\itap0 \rtlch\fcs1 \ab\af0\afs32\alang1033 \ltrch\fcs0 \b\fs32\lang1033 \langfe255\loch\f1\hic h\af1\dbch\af26\cgrid\la ngnp1033\langfenp255 \sbasedon15 \ snext16 \slink21 heading 1;} {\s2\ql \li0\ri0\sb240\sa120\k eepn\nowidctlpar\wrapdef ault\faauto\outlinelevel1\ rin0\lin0\itap0 \rtlch\fcs1 \ab\ai\af0\afs28\alang1033 \ltrch\fcs0 \b\i\fs28\lan g1033\langfe255\loch\f 1\hich\af1\dbch\af26\cgr id\langnp1033\langfenp255 \sbasedo n15 \snext16 \slink22 heading 2;} {\s3\ql \li0\ri0\sb240\sa120\keepn\nowidctlpar\wrapdefault\faauto\outlinelevel2\ rin0\lin0\itap0 \rtlch\fcs1 \ab\af0\afs28\alang1033 \ltrch\fcs0 \b\fs28\lang1033 \langfe255\loch\f1\hic h\af1\dbch\af26\cgrid\la ngnp1033\langfenp255 \sbasedon15 \ snext16 \slink23 heading 3;} {\s4\ql \li0\ri0\sb240\sa120\keepn\nowidctlpar\wrapdefault\faauto\outlinelevel3\ rin0\lin0\itap0 \rtlch\fcs1 \ab\ai\af0\afs23\alang 1033 \ltrch\fcs0\b\i\fs23\lan g 1033\langfe255\loch\f1\hich\af1\dbch\af26\cgrid\langnp1033\langfenp255 \sbasedon 15 \snext16 \slink24 heading 4;} {\s5\ql \li0\ri0\sb240\sa120\k eepn\nowidctlpar\wrapdef ault\faauto\outlinelevel4 \ rin0\lin0\itap0 \rtlch\fcs1 \ab\af0\afs23\alang1033 \ltrch\fcs0 \b\fs23\lang1033 \langfe255\loch\f1\hic h\af1\dbch\af26\cgrid\la ngnp1033\langfenp255 \sbasedon15 \ snext16 \slink25 heading 5;} {\s6\ql \li0\ri0\sb240\sa120\keepn\nowidctlpar\wrapdefault\faauto\outlinelevel5\ rin0\lin0\itap0 \rtlch\fcs1 \ab\af0\afs21\alang1033 \ltrch\fcs0 \b\fs21\lang1033 \langfe255\loch\f1\hic h\af1\dbch\af26\cgrid\la ngnp1033\langfenp255 \sbasedon15 \ snext16 \slink26 heading 6;}}  {\s1 \afs32 {\b {\qc EL DESIGNIO DE LOS DIOSES\par\pard\plain\h yphpar}\par\pard\plain\h yphpar}\par\pa rd\plain\hyphpar} { Kalam, un joven m\u233?dico procedente de la ciudad de Assur, emigra con su espo sa Damkira y su hijo Nabui a N\u237?nive, capital del imperio asirio. Gracias a sus habilidades m\u233?dicas, consigue salvar la vida del todopoderoso rey Assar haddon. \u201?ste, como agradecimiento, le nombra su m\u233?dico personal y Kala m se traslada con su familia al palacio real. Pero poco le dura la felicidad al joven m\u233?dico. Assarhaddon se encapricha de Damkira e intenta alejarle de el la envi\u225?ndole a la guerra contra los temibles cimerios. Comienza as\u237? u n largo peregrinaje que le llevar\u225? desde el Egipto de los faraones hasta el  Kushan de los yuezhi. El odio y los deseos de venganza guiar\u225?n sus pasos d e nuevo hasta N\u237?nive con el objeto de hacer justicia y asesinar al hombre q ue le hab\u237?a separado de su amada familia.\par\pard\plain\hyphpar} { \~\par\pard\plain\hyph par} { \~\par\pard\plain\hyph par} { \~\par\pard\plain\hyph par} { Autor: Alfonso Sol\u237?s\par\pard\plain\hyphpar} { ISBN: 9788492635207\par\pard\plain\hyp hpar} {\par\pard\hyphpar }{\page } {\s1 \a fs32 {\b {\qc EL DESIGNIO DE LOS DIOSES\par\pard\plain\h yphpar}\par\pard\plain\h yphpar}\par\pa rd\plain\hyphpar} {\s4 \afs23 {\b

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El designio de los dioses

EL DESIGNIO DE LOS DIOSES

rd Kalam, un joven mdico procedente de la ciudad de Assur, emigra con su espo sa Damkira y su hijo Nabui a Nnive, capital del imperio asirio. Gracias a sus habilidades mdicas, consigue salvar la vida del todopoderoso rey Assar haddon. ste, como agradecimiento, le nombra su mdico personal y Kala m se traslada con su familia al palacio real. Pero poco le dura la felicidad al joven mdico. Assarhaddon se encapricha de Damkira e intenta alejarle de el la envindole a la guerra contra los temibles cimerios. Comienza as u n largo peregrinaje que le llevar desde el Egipto de los faraones hasta el Kushan de los yuezhi. El odio y los deseos de venganza guiarn sus pasos d e nuevo hasta Nnive con el objeto de hacer justicia y asesinar al hombre q ue le haba separado de su amada familia. Autor: Alfonso Sols ISBN: 9788492635207

fs32 EL DESIGNIO DE LOS DIOSES

rd Alfonso Sols

n

A Paloma, el amor de mi vida, sin su apoyo y ayuda, esta obra jams

d hubiera podido ser escrita.

par Asiria, ao 678 a. C.

ard

CAPTULO I

yphpar Nnive era la capital del reino ms poderoso del mundo conocido. Situa da en la confluencia de los ros Tigris y el Khosr, era ruta obligada para los comerciantes que cruzaban ambos ros, ya se dirigieran tanto a Fenicia como a la India. Fue construida bajo la supervisin del rey Senaquerib y se trataba de un verdadero oasis en medio del desierto. Las amplias calles desembo caban en hermosas plazas decoradas con obeliscos y estatuas majestuosas. Sus mon umentos conmemorativos, sus zigurats, los parques que rodean las lujosas villas y sobre todo, el palacio real, la convertan en la ciudad ms hermosa del imperio. Nnive estaba surcada por dieciocho canales que le abastec?an con agua fresca de las colinas y regaban los innumerables parques y jardine s, proporcionando a toda la ciudad, el aroma del jazmn y del cardo. Quince grandes puertas franqueaban el paso a sus slidas murallas, cada una de el las escoltada por una pareja de toros alados de cinco metros de altura, que con su solidez y su fuerza, protegan a la ciudad y a sus habitantes de sus no pocos enemigos. La prosperidad del imperio se vea claramente reflejada en los ciudadanos de su capital. Mercaderes, sacerdotes, soldados y cientos de arte sanos, eran los habitantes de la ciudad que se eriga como el centro del mu ndo. Kalam paseaba por la calle principal de Nnive, acompaado por su espo sa Damkira y su hijo Nabui. Se dirigan hacia la plaza del mercado, m s para disfrutar del bullicio de la gran ciudad que por la necesidad de realizar alguna compra. Tena menos de treinta aos y haba conseguido, g racias a sus artes curativas, ser nombrado mdico personal de Assarhaddon, el todopoderoso rey de Asiria. Kalam era un hombre alto, joven y apuesto. De tez morena, tena los ojos verdes muy claros, revelando sus orgenes feni cios. Su barba finamente recortada y una nariz recta, le proporcionaba un aire d istinguido. Vesta una tnica clara y una cinta de seda azul, le ce1?a la cintura. El anillo de oro con el escudo de la casa real, le distin gua como empleado personal de Assarhaddon, lo que le proporcionaba un stat us elevado dentro de la sociedad asiria. Su esposa, Damkira, era una mujer de ex tremada belleza. De origen semita, tena el pelo negro y liso hasta la cint ura. Sus ojos, de un intenso color negro, emanaban misterio y sensualidad. Ten237?a la nariz fina y sus blancos dientes eran comparados con las perlas del mar arbigo. Tena el porte de las antiguas sacerdotisas y una mirada suy a era suficiente para desarmar al ms audaz de los guerreros.n Kalam aprendi los secretos de la medicina de su padre Alamkar, mdico en Assur, que le instruy en tan noble arte durante aos. El asirio, en busca de nuevas oportunidades, emigr a Nnive, la capital del impe rio, donde cualquier joven con experiencia y ambicin, podra consegui r las ms altas metas. Durante ms de tres aos, ejerci su profesin con total diligencia y pronto su fama de gran asu, se extendi por toda la ciudad, sobre todo en las capas menos favorec idas. Finalmente, dicho prestigio lleg a odos de Nigirsu, gobernador de la capital asiria. El rey Assarhaddon tena una fiebre muy alta producida por una grave infecc in, y sufra fuertes dolores abdominales que le hacan retorcers e de dolor. Apenas coma y cuando lo haca, las nuseas y los v243?mitos provocaban que expulsase de su cuerpo, el poco alimento que apenas hab a ingerido. Durante das el mdico de la corte haba utiliz ado todas sus habilidades curativas, pero su esfuerzo fue en vano. Le haba sumergido en agua fra, realizado sangras con sanguijuelas y con vas os de vidrio caliente, preparado infusiones y pcimas pero, finalmente, se vio impotente y con lgrimas en los ojos, reconoci su fracaso ante Ni girsu, informndole que si el rey continuaba en ese estado, morira en pocos das. Nigirsu habl con los sacerdotes que a su vez, haba n inmolado cientos de corderos en honor al dios Shamash, y les inquiri sob re los augurios de estrellas y orculos, deseando que hubieran arrojado alg o de luz sobre la enfermedad del rey. En su ltimo sacrificio, el sacerdote del templo del dios Shamash, abri en canal un cordero y derram sus entraas en una bandeja de plata. Despus de analizar las vscera s del animal, mir con tristeza al gobernador y le dijo que no haba n ada que hacer, pronto el dios Shamash lo reclamara ante su presencia. El g obernador era un hombre acostumbrado a luchar hasta el fin y no se rendira con facilidad, pero no tena tiempo para buscar mdicos o curanderos ms all de las murallas de la ciudad. Consult a los consejeros del rey y despus de haber mandado emisarios e informadores por todo Nnive, se reuni con ellos en la sala principal del palacio. All lleg aron a la conclusin de que nicamente haba en la ciudad dos m233?dicos capaces de, por lo menos, intentar salvar la vida del rey, ya que el r esto de fsicos se sentan incapaces y se excusaban alegando que no po dan hacer por l ms, de lo que ya haba hecho su mdi co personal. Uno de los fsicos que asumi la responsabilidad de intentar curar al rey, fue un egipcio de nombre Tessub. El otro, era un joven desconocido llegado haca pocos aos de la ciudad de Assur, llamado Kalam. Tessub era un r eputado mdico, para muchos el mejor del reino. Era un hombre ambicioso y s u clientela haba que buscarla entre los nobles y los comerciantes de la ci udad. Para muchos, su origen egipcio, impeda que fuera el mdico pers onal del rey, pues slo fsicos asirios podan asumir ese cargo. Kalam era un joven prcticamente desconocido por las clases altas de la ciu dad, pero muy popular entre los artesanos y los campesinos, donde tena la mayor parte de sus pacientes. El joven asu, vea la curacin del rey como una oportunidad nica para po der ascender en la escala social y construirse una reputacin de gran m?dico. Por este motivo, cuando un heraldo del gobernador le inform de la enfermedad del rey, y sus dificultades para encontrar una cura, no dud en ofrecerse voluntario para intentar remediar los males que aquejaban al monarca.par Cuatro soldados de la guardia real escoltaron a los dos mdicos a los apose ntos del monarca. All les esperaba Nigirsu, Imashar el mdico persona l de su majestad y el rey Assarhaddon, que segua en estado de semiinconsci encia postrado en la cama. La habitacin estaba prcticamente a oscura s, poco ventilada y a pesar del incienso que haba prendido por toda la sal a, emita un olor nauseabundo. Junto a la cama del rey haba una pequea mesa de nogal y situada sobre ella, una pequea figura de alabastro que representaba a la diosa Nin-Karrak protectora de la salud del hombre.ard Qu sntomas tiene el rey? pregunt Tessub, m ientras se diriga hacia Assarhaddon. Tiene una fiebre muy alta respondi Imashar con voz trm ula, dolores en el abdomen y prdidas de conciencia. Apenas toma nin gn alimento y lo poco que come, lo vomita casi de forma inmediata. Est? muy grave. El anciano fsico se sent en un escabel y se tap la cara con am bas manos para que nadie viera su rostro contrado por el dolor.lain Tessub auscult al rey, le tom el pulso y le levant los p rpados. Puso su odo en su pecho, le abri ligeramente la boca e intro dujo su nariz en ella. Empez a tocar cada parte de su cuerpo; primero las piernas, luego los brazos y finalmente el vientre. En ese momento el rey dio un fuerte gemido, justo cuando el egipcio ejerci una leve presin sobre el bajo vientre. Orden a los asistentes del rey que le desnudaran para pod er auscultarlo mejor y pudo observar como el abdomen lo tena hinchado. Mie ntras tanto, Kalam observaba las acciones del egipcio, en un profundo silencio y desde cierta distancia. La infeccin que tiene el rey proviene del bajo vientre dijo de forma categrica, si logramos bajarla, creo que conseguiremos sal varlo. Qu debemos hacer? pregunt esperanzado el goberna dor. Tenemos que continuar con las sangras respondi el egip cio. Las sanguijuelas absorbern los humores malignos a travs de la sangre y por lgica, la hinchazn de su estmago se reducir hasta que desaparezca. Tambin debemos continuar con los baos fros para bajar la fiebre. Si hacemos eso, el rey morir intervino Kalam, ante la sorpre sa de Nigirsu que casi se haba olvidado de l. Todos dirigieron la mirada hacia el joven mdico. Qu quieres decir? pregunt Tessub sin ocultar su irritacin. Has identificado correctamente el mal que aqueja a nuestro rey dij o con mucha seguridad, dirigindose hacia el lecho del monarca, pero has errado con el tratamiento Tessub le miraba con los ojos inyectados e n sangre, no se poda creer lo que estaba oyendo Un advenedizo le est aba cuestionando!. Si hacemos lo que t dices, las sanguijuelas cont aminarn su sangre y le debilitarn, el mal que lleva dentro se har5? ms fuerte, la fiebre aumentar y, finalmente, el rey morir. Y cul es tu diagnostico? inquiri el gobernador c on cierta indignacin. Hasta ese momento, Kalam no haba hecho nada pa ra curar al rey, y Nigirsu tena seras dudas de que ese joven farsant e pudiera hacer algo por l. Kalam tom el pulso al monarca, toc su frente para sentir su calor y le puso un espejo en la boca para poder ver la fuerza de su respiracin. Fi nalmente, pos su mano sobre su vientre y el rey solt un leve quejido . El mdico ya no tena ninguna duda sobre su diagnstico y as7? se lo hizo saber a los presentes. El rey tiene un tumor en el abdomen, la nica opcin es operar y extirparlo. Es ms, si no lo hacemos hoy mismo, Assarhaddon, con toda seg uridad, no ver un nuevo amanecer. El diagnstico de Kalam sorprendi a todos. El egipcio empez a h acer aspavientos, a insultarle. Se araaba la cara exclamando palabras inin teligibles en su idioma. El gobernador, encolerizado, se levant y llam3? a la guardia real para que ajusticiaran en ese mismo momento al joven m dico. Solamente Imashar permaneci impertrrito, con la mirada perdida como si su mente y su cuerpo estuvieran en lugares distintos. Cuando la guardia entr en los aposentos, desenvainaron sus espadas y a una orden del gobern ador, se dirigieron hacia Kalam que les miraba aterrorizado. En ese momento, Ima shar se levant de la silla. Quietos malditos, deteneos! orden Imashar con una auto ridad que en su vida haba tenido, mientras se diriga a Kalam. Dejad al joven asu en paz, creo que tiene razn. O dios Assur, cmo no se me h aba ocurrido! dijo el mdico clamando al cielo con los brazos en alto. Joven, eres un mdico audaz y no te asusta correr riesgos. Mi edad y mi cobarda me han impedido ver lo que t, con tu juventud y con tu valor, has podido ver con claridad. Assur es grande y te ha permitido di agnosticar correctamente la enfermedad del rey. Adems, has podido determin ar cul es el mejor remedio para curarle. Slo espero que todo salga b ien le dijo a Kalam cogindole de los hombros.r Tessub y Nigirsu se quedaron petrificados, no esperaban la respuesta del anciano mdico. Los soldados miraron confusos al gobernador, que les orden q ue envainaran sus espadas y salieran de la estancia. Explicaros de qu magia o hechizo estis hablando? les espet el gobernador. Deja que hable yo le dijo Imashar a Kalam cogindole del braz o, ahora ser mejor que vayas a por tus instrumentos, medicamentos y el material que necesites. En cuanto ests preparado, ejecutars la o peracin. La has realizado alguna vez? le pregunt.ard No seor, pero mi padre es todo un experto y la ha realizado varias veces. En alguna de ellas fui su asistente y l me fue explicando paso a pa so todo lo que hay que hacer. Tengo papiros con dibujos, s que instrumento s y medicinas son necesarias y anot todos los pasos para realizarla. Creo que soy capaz. Muy bien hijo dijo sonriendo Imashar, yo nunca he extirpado un tumor, pero si he ledo mucho sobre ello. Yo te asistir. Kalam le sonri mostrndose agradecido. Sin ms tiempo que perder , se dispuso a salir de la habitacin cuando una mano le agarr con fu erza del brazo. La guardia te escoltar en un carro hasta tu casa dijo Nigirs u mientras haca un gesto a los soldados. Vuelve tan rpido com o puedas y espero por tu bien que tengas razn. En el caso de que el rey mu era aadi, haciendo el gesto de cortarse el cuello con la mano. El rey sobrevivir, soy el primer interesado. Sali a toda velocidad del palacio en un carro de guerra conducido por un a uriga y escoltado por dos jinetes. En pocos minutos cruzaron la ciudad, atropell ando a todo viandante que descuidadamente se cruzaba en su camino. Al entrar en su casa, encontr a su mujer dando de comer al pequeo Nabui, un d?til rebozado en miel. La mujer, asustada, vio como su marido entraba a toda pr isa en la casa franqueado por dos guardias reales. Qu pasa cario? pregunt inquieta Damkira in corporndose y dejando al nio en el suelo entretenido con su golosina . Vengo a coger los instrumentos que me regal mi padre respond i Kalam, sin mirarla y entrando rpidamente en su dormitorio.

d Su mujer le miraba con preocupacin y Kalam, mientras buscaba los instrumen tos, la puso en antecedentes. Abri un pequeo armario de madera de pino y sac de su interior una esbelta caja rectangular de madera de cedro re vestida en cuero. La abri y mir en su interior. Sujetos con peque1?as tiras de cuero y perfectamente alineados, aparecieron diversos instrumento s mdicos. Eran de plata y oro realizados por el mejor orfebre de Jerusal233?n. Dentro de la caja haba un pequeo bistur, tijeras, un pu nzn, agujas, tenazas, hilo y alambres de distintos tamaos, grosores y durezas. Alamkar, el padre de Kalam, se la haba regalado como premio al aprobar el examen de asu en el tribunal mdico de Assur. Le haba costado una autnti ca fortuna, pero el orgullo y la felicidad que senta, le compensaba sobrem anera el coste del regalo. Guard la caja en una alforja y sali a toda velocidad de la casa no s in antes despedirse de su mujer, dndole un beso y cogiendo a su hijo en br azos. Le levant y comenz a girar sobre s mismo. Despus d e un par de giros, se lo entreg a Damkira y lo bes.yphpar Amor mo, nuestra vida va a ser muy distinta a partir de ahora ?le dijo a Damkira ignorando los grititos de su hijo que exiga ms d iversin. Ten cuidado le susurr su mujer con los ojos velados por la p reocupacin. Te quiero. Le dio un beso de despedida y sali a toda prisa de la casa. Con agilidad, salt sobre el carro de guerra y el auriga comenz a fustigar con sa241?a a las bestias, que golpearon con sus cascos el empedrado suelo produciendo un sonido seco y amenazador. Con el corazn encogido por la preocupaci?n, Damkira observ como su marido, escoltado por dos jinetes, desaparec237?a entre una aterrorizada multitud que gritaba todo tipo de improperios mient ras se apartaba para evitar ser pisoteada por los cascos de los caballos.rd Ya estoy aqu dijo Kalam entrando en el aposento real seguro de s mismo. Debemos sacar al rey de esta habitacin, est inundada de humores malignos que pueden contaminar mis instrumentos y su sangre . Asistentes, coged al rey y llevadle a los aposentos de la reina madre, es la sala ms perfumada y limpia del palacio orden Nigirsu. No, que sea la que mejor huela no significa que est libre humores. Necesito una sala bien iluminada, limpia, bien ventilada, casi sin muebles y cer ca de una fuente de agua limpia y fresca exigi Kalam.n El mejor sitio es la antesala del patio principal intervino Imasha r. Hay una fuente de agua fresca cerca y es una estancia muy bien ventila da. Mientras trasladamos al rey all, mandar que la limpien. Qu ms necesitas? pregunt Nigirsu. Necesito mantas, pelo de cola de caballo, paos de lino, agua calien te Sabes preparar opio y mandrgora para dormir? pregun t a Imashar. Naturalmente contest molesto Imashar, tengo suficient e en mis aposentos como para dormir a todo un ejrcito.par Necesito la cantidad suficiente para que un hombre duerma cuatro horas, n o necesito ms. Perdona si te he ofendido le dijo conciliador al ver su ceo fruncido. El asu del rey le sonri. No te preocupes por m, querido amigo, tus preocupaciones ahora son otras y mucho ms apremiantes le dijo el anciano sealando al m onarca. Kalam mir con atencin como los sirvientes cogan el cuerpo iner te de Assarhaddon y, con sumo cuidado, lo sacaban de sus aposentos. Sin duda el mdico real tena razn, sus preocupaciones ahora eran otras; su vida estaba ligada a la suerte del rey y si ste mora, se cernira sobre el joven fsico un futuro de lo ms incierto. Kalam le mir3? con inquietud y asinti aceptando con entereza su destino.in Los asistentes reales trasladaron a Assarhaddon a la estancia que les haba indicado el asu. La sala era rectangular, tendra unos cinco metros de lar go por cuatro de ancho. Dos ventanas daban a un patio interior y se poda o r el fluir del agua de la fuente y oler el aroma de las flores. Cuando los asistentes llegaron a la estancia, ya estaba todo preparado para la operaci?n; la habitacin haba sido limpiada, ola a fresco y estaba pe rfectamente ventilada. Kalam encontr todo lo que necesitaba sobre una mesa de madera. Se acerc a una palangana y se lav de forma persistente l as manos. Luego auscult al rey y percibi que su temperatura haba aumentado levemente, puso su mano en el vientre y apret suavemente el l ado inferior derecho. Assarhaddon, al notar la presin, dio un leve gemido, abri los ojos y mir al asu. Jo joven, he he estado casi inconsciente todo este tiempo p e pero he podido or todo lo que habis hablado. No s que que me vas a hacer, pero si salvas mi vida te te aseguro que te c ubrir de de oro y gloria dijo el rey en un hilo de voz, apen as tena fuerzas para hablar. Mi rey, no os preocupis, haced lo que yo os diga y dentro de unas s emanas estaris cazando leones en Siria. Shamash te te oiga hijo, Shamash te oiga. Debis salir todos de la sala orden Kalam, s?lo Imashar me asistir durante la operacin. Por favor, dejadnos sol os. De ninguna manera, yo tambin soy mdico y mi opinin debe ser escuchada protest Tessub. Como digas Kalam, estaremos fuera esperando. Tessub, guardias, asistentes , todos fuera, esperaremos en el pasillo orden Nigirsu.ain Tessub implor y se lament ante el gobernador, pero ste, le ful min con la mirada. El egipcio, humillado por el joven asirio, sali d e la estancia con la cabeza baja y un odio profundo en su corazn. Nigirsu orden a un oficial de la guardia real que apostase soldados en todas las p uertas del palacio y que vigilasen desde fuera cualquier movimiento de la antesa la. Tambin envi soldados a la casa de Kalam y les orden que pr ohibieran a su familia salir de ella. El destino que le aguardaba a la familia K alam era incierto en el caso de que el rey falleciera. Imashar, da de beber a su majestad suficiente pocin de opio y mandr gora para que duerma durante unas cuatro o cinco horas orden Kalam una vez que se quedaron solos. El anciano se acerc al rey, que an estaba consciente, y le dio de be ber varias gotas de un lquido transparente. Poco despus, Assarhaddon dorma plcidamente. Kalam e Imashar le desnudaron completamente, lim pindole de arriba a abajo con agua ligeramente mezclada con vino. Luego le pusieron boca arriba y le taparon con una sbana de lino. Kalam cort con un cuchillo el trozo de sbana que le tapaba el vientre, dejando el ab domen al descubierto. Imashar permaneca expectante a su lado, muy atento a todos sus movimientos. Kalam cogi un bistur de plata, lo pas suavemente por la llama de una vela y sin apenas hacer presin, prcti co una pequea incisin en el lado inferior derecho del abdomen del re y. Luego introdujo un alambre de plata, que previamente haba calentado al fuego, para separar la piel y que no le molestase durante la operacin y pu do ver lo que estaba buscando. El colgajo rojo era ahora perfectamente visible,hizo un gesto a Imashar para que lo viera. El medic se incorpor, mir el abdomen del rey y asinti. Por ahora las cosas estaban saliendo b ien. Cort el colgajo separndolo de las tripas, cosi la piel y la lav con agua y vino. Se lavaron las manos, los brazos y la cara. Tomaro n el pulso al rey y vieron que era normal. La fiebre le haba bajado y pare ca tener mejor color. Kalam mir al suelo y pudo ver la figura de la diosa Nin-Karrak. No pudo por menos que sonrer. Salieron de la antesala y se encontraron con el gobernador, el egipcio y los cuatro soldados.in El rey est en perfecto estado se adelant a decir Imash ar, poniendo sus manos delante, y todo gracias a este joven.in Entremos dijo desconfiado el gobernador, sin mirar a Kalam.rd Slo puede entrar el gobernador para certificar que el rey est en perfecto estado, los dems deben esperar fuera. El rey tiene que descan sar dijo Imashar. Tres das despus de la operacin, el rey llam a Kalam. Est aba tumbado en la cama ligeramente incorporado, haba adelgazado, pero tenu237?a buen color. An senta ligeras punzadas de dolor en el abdomen, pero la hinchazn y la fiebre, haban desaparecido. En un par de d7?as, podra dar paseos por la habitacin y, a lo sumo, en una semana ya estara plenamente recuperado. En la habitacin se encontraban Nig irsu, Imashar, Nisher-Sag, sacerdote del templo del dios Shamash, la reina Zukat u y Nakiya la madre del rey. Kalam mir a Imashar, que le sonrea con simpata, Nigirsu le sal ud con la cabeza, pero no hizo ningn gesto. Hurao como siempre , su rostro no transmita ningn tipo de emocin. Le llam l a atencin el sumo sacerdote. Se encontraba a la derecha de la reina madre, a quien miraba asiduamente de reojo. Kalam an desconoca, si por atr accin o por temor. Hombre de pequea estatura y bien alimentado, tenu237?a la cabeza rasurada y una larga barba cortada de forma rectangular. Vest237?a una tnica ocre con los ribetes negros. Un manto, tambin negro con flecos, colgaba de su hombro. Le miraba con desconfianza y Kalam crey interpretar que tambin con desprecio. Nakiya le caus una gran impres in. No pareca mucho mayor que su hijo y an mantena basta nte de la belleza, que haca no pocos aos, cautiv al rey Senaqu erib. Tena los ojos negros como una noche sin luna y cristalinos como las aguas que alimentan las fuentes del ufrates. Su mirada, profunda y poderos a, emanaba una gran autoridad. Vesta una tnica de lana de color blan co con flecos. Una banda de color azul cielo cea la tnica a su cintura insinuando unas curvas casi perfectas. Kalam pens que esa mujer h aba vendido al dios de los infiernos su alma, a cambio de mantener durante unos aos ms, el cuerpo de una adolescente. Adornaba su hermoso cuel lo, casi sin arrugas, con un collar de oro y lapislzuli adornado con dos t erneros de jaspe. Su pelo largo lo tena recogido con un moo en la nu ca y estaba sujetado por una pequea tira de oro. Cuando le mir, le s onri con sinceridad y agradecimiento. A su izquierda se encontraba Zukatu, la esposa del rey. Permaneca sentada en una silla, le mir y le salu d con un movimiento de cabeza y una leve sonrisa. Vesta ropajes simi lares y el mismo peinado que su suegra. Pareca la hermana mayor de la rein a madre, pero careca del porte y la autoridad de sta. Aunque tambi233?n era una mujer hermosa, careca de su atractivo. Kalam interpret que la fuerte personalidad de la reina madre, absorba todo aquello que se encontraba cerca de ella. An desconoca si dicha influencia era como la de un parsito, que se alimenta de su husped hasta que muere o be neficiaba a ambas partes como la polinizacin de las abejas. Volvi amirar a la reina madre y observ que sta le escrutaba. De pronto, se sinti desnudo y un escalofro recorri su cuerpo. Mi seor dijo Kalam acercndose al lecho real.plain Se postr e intent olvidar la mirada inquisitiva de la reina, la desc onfianza del sacerdote y la indiferencia del gobernador. Buenos das, Kalam. Has hecho un gran trabajo, parece que los dioses han sido generosos contigo y te han bendecido con el don de la cura. Nin-Karrak estar orgullosa de ti dijo satisfecho Assarhaddon.hyphpar Kalam hizo una leve reverencia con la cabeza y sonri. Su fe en los dioses era muy limitada. Te agradezco, en nombre del pueblo de Asiria, lo que has hecho por nuestr o amado rey dijo hurao Nigirsu. Has sido muy audaz y arriesgado, pero lo que importa, es que has curado a nuestra majestad le dijo con una sonrisa sincera Imashar. Mi querido asu, no creas que se me ha olvidado la promesa que te hice 12?dijo el rey, e hizo un gesto con la mano a Nigirsu que le acerc una pe quea caja de madera Antes de la operacin, te promet que te cubrira de oro y gloria si conseguas curarme de mi mal y ha lleg ado el momento de que cumpla mi palabra. El rey abri la caja y sac una pequea bolsa de cuero y un anill o de oro. Toma este anillo. Por tu valenta, coraje y conocimientos en el arte de la medicina, te nombro mi mdico personal. Ponte el anillo que te disti nguir como empleado real. Kalam estaba emocionado, su gran sueo se haba hecho realidad; hab7?a sido nombrado asu del rey ms poderoso del mundo. Sin ser consciente d e la importancia de su nuevo cargo, cogi el anillo con las manos tembloros as y se lo cal en el dedo anular. Imashar sonri feliz y asinti ante la decisin del rey, mientras que Nigirsu, le miraba con semblante se vero. Toma tambin esta bolsa le dijo el rey entregndole una bolsa de cuero finamente curtida. Cincuenta siclos de oro, un primer pago por los servicios prestados. Ahora te pido que guardes discrecin hasta qu e tu nombramiento sea oficial. Muchas gracias, mi seor, es un gran honor servirle dijo Kala m, con voz trmula. Ahora puedes marcharte. Pronto me pondr en contacto contigo.rd Mi seor dijo Kalam despidindose del rey.n Cuando sali de la habitacin, le sigui el sumo sacerdote acompa ado de la reina madre. Kalam espera un momento! exclam Nakiya. El mdico se gir sobresaltado y vio como se le acercaban Nakiya y el sumo sacerdote. Su corazn comenz a latir con fuerza.hyphpar Todava no he podido agradecerte personalmente que hayas salvado la vida de mi hijo dijo sonriendo la reina madre. Mi seora, cumpl con mi deber contest Kalam lo mu225?s tranquilo que pudo. Los dioses te han beneficiado, por lo menos por esta vez le dijo hurao el sacerdote. Me he informado sobre ti y me han dicho q ue reniegas de su poder termin de decir, sin ocultar su irritaci3?n. Nisher-Sag, este no es el momento para reproches, recuerda que fue l, quien salv la vida del rey, mientras t no sabas qu3? hacer! le interrumpi enfadada la reina madre.phpar Lo siento, mi seora dijo sumiso el sacerdote bajando la cabe za. Kalam se senta incmodo y deseaba que terminara la conversacin cuanto antes. Disculpa a nuestro sacerdote, a veces dice las cosas ms inoportunas , en el momento menos adecuado se excus la reina madre.ain El mdico no saba exactamente a qu se refera Nakiya y no tena la menor intencin de saberlo, simplemente asinti con la c abeza sin decir nada. Comenzaba a sentirse incmodo. Acepta de nuevo mi ms sincero agradecimiento. Cualquier cosa que ne cesites, no dudes en pedrmela le dijo la reina acercando su rostro al del mdico. Gracias alteza real, es todo un honor. La reina madre se march seguida por el sumo sacerdote, que no dud en girar su cabeza para lanzarle una ltima y desafiante mirada, antes de ale jarse por el pasillo. De pequeo, Assarhaddon, sufri una ligera disfuncin vocal. Fue tratado por varios mdicos y sacerdotes, que incluso, llegaron a pensar que estaba posedo por el dios de los infiernos Nergal. Un sacerdote llegado d e lejanas tierras le realiz un exorcismo con catastrficas consecuenc ias. Durante semanas mojaba la cama, sufra horrorosas pesadillas y se volv i un nio inseguro y enfermizo. Slo encontraba consuelo cuando estaba en los brazos de su madre Nakiya. Su padre le ignoraba y le trataba con d esprecio. Su hermanastro Arad-Nalil le humillaba constantemente y le dejaba en r idculo delante de los otros nios. El balbuceante endemoniado le llam aba. Al ser el hijo menor del rey, haba sido educado para convertirse en s acerdote del templo de Shamash. El dominio del mundo estaba reservado para AradNalil, pero el destino o mejor dicho su protectora madre, tuvo mucho que ver par a que finalmente Assarhaddon se convirtiera en el rey de Asiria, en lugar de su hermanastro. Gracias a la proteccin de su madre y de innumerables sacerdot es y curanderos, logr sobreponerse a su mal y fue nombrado rey. Pero era u n rey inseguro. Se volvi supersticioso y peda constantemente consejo a los dioses, a travs del sacerdote Nisher-Sag. No haca nada sin an tes consultrselo y frente al ms mnimo problema, hua y se protega en los brazos de su madre Nakiya. El bullicio en el mercado era ensordecedor. Los comerciantes anunciaban sus prod uctos voz en grito y los nios jugueteaban corriendo entre las piernas de l os viandantes, perseguidos por sus padres. El olor a comida impregnaba todo el a mbiente y abri el apetito del pequeo Nabui, que tir de la fald a de su madre para llamar su atencin sobre una torta de miel y pasas de as pecto apetecible que asomaba en la mesa de un comerciante. Damkira sac un dtil de una bolsa y se la entreg al pequeo. El olor a comida d istrajo a Kalam de sus pensamientos. Observ como su mujer le miraba con at encin. En qu piensas cario? pregunt Damkira a su marido. Llevas un buen rato absorto y con la mirada perdida.in En nada importante contest sonriendo Kalam, rascndose la cabeza. Simplemente estaba recordando el da que oper al re y. Cmo ha cambiado nuestra vida desde entonces!ar Pero si slo han pasado dos semanas! exclam Damki ra riendo. S, pero estars de acuerdo conmigo, en que han sido maravillosas. Es cierto, gracias a tu trabajo y esfuerzo estoy segura que conseguir?s todo lo que te propongas dijo su mujer acaricindole el rostro.par Kalam sonri ante las palabras de su mujer y cogi a su hijo en brazos . En eso tienes razn, an recuerdo lo que me cost convence r a tu padre para que me diera permiso para cortejarte, pero finalmente lo conse gu. Gracias a un par de botellas de vino egipcio que le regalaste y que se be bi en un par de horas dijo Damkira sonriendo.r No me quites mrito! dijo fingiendo enfado Kalam . No sabes el dineral que tuve que pagar para conseguir ese par de botella s! Pero mereci la pena verdad? dijo Damkira dndole un suave beso en los labios. S, mereci la pena. Volvamos a casa, ya es hora de comer y el nio tiene hambre d ijo Damkira mirando a Nabui, que estaba chupando con fruicin el hueso de s u ltimo dtil. Cuando llegaron a su casa, encontraron en la puerta a un mensajero real. Por su rostro malhumorado, pudieron sospechar que llevaba bastante tiempo esperando par a entregarles un mensaje de Assarhaddon. El mdico y su mujer haban s ido invitados a una fiesta esa misma noche en palacio para festejar la recuperac in del monarca. Todos los personajes relevantes de Nnive acudiran al evento. Qu nervios! exclam Damkira inquieta. ?Y cmo voy a ir vestida? Nunca me han invitado a ninguna fiesta y m enos en palacio! Creo que no voy a ir. Ja, ja, ja, no te preocupes dijo Kalam abrazando a su mujer , eres la mujer ms bella de Nnive, estars deslumbrante.rd Damkira dud. Adems, qu haremos con Nabui? pregunt Damki ra mientras miraba a su hijo que se gir en ese momento con cara de susto8212? no podemos dejarle solo. No te preocupes por el nio, se lo dejaremos a Aola, a ella le encan ta Nabui y seguro que no tendr ningn problema en quedarse esta noche con l. Est bien dijo resignada Damkira, ya no le quedaban ms argumentos ni escusas para no asistir al evento. Me acercar a casa de Aola para pedrselo Y luego vuelvo al mercado para comprarme un ve stido bonito! No irs al mercado, all todos los vestidos son muy mediocres. Irs a la tienda de Yassim. Yassim? pregunt incrdula Damkira. P ero te has vuelto loco? Eres consciente del precio de sus vestidos?rd Por eso no te preocupes, eres la mujer del mdico personal del rey, el precio del vestido no es problema. Pero vayamos a comer algo, ya tendremos ti empo de prepararnos para la fiesta. CAPTULO II

hyphpar La sala del trono fue adornada para la ocasin, y hermosos tapices de seda con hilos de oro, colgaban del techo. Las paredes estaban franqueadas por cada u no de los dioses principales; Shamash, el dios Sol. Era el dios de la justicia,del orden y de la ley. Estaba representado por una figura humana con el pecho es culpido con un disco solar de ocho puntas; Ishtar la diosa del amor, de la atrac cin sexual, de la belleza y tambin de la guerra. Estaba personificad a por la escultura de una mujer desnuda con un arco en la mano; Anu, dios del ci elo, con su corona de siete pares de cuernos, emblema del poder; Assur, dios pro tector de Asiria, representado como un hombre montado sobre un toro sosteniendo unas flechas; Marduk, el dios del destino, el gran curandero y organizador del u niverso, su escultura apareca amaestrando una serpiente. Cada uno de ellos , vesta con las ms finas sedas procedentes del lejano oriente, suave lino arbigo y estaban engalanados con collares y diademas de oro y plata. El olor a incienso impregnaba la sala, y la msica suave y embriagadora de l lad, conceda a la sala una gran sensacin de paz y quietud.ar La mesa del trono se encontraba en frente de la escultura de Shamash, y estaba a dornada con figuras de alabastro y centros de flores. Los invitados fueron llega ndo, poco a poco, a la gran sala. La clase dirigente de Asiria y sus provincias, estaba all representada. Generales, jueces, gobernadores, ricos comercian tes, altos funcionarios, influyentes sacerdotes, etc., todos vestan sus mu225?s lujosos ropajes, ansiosos por impresionar a todos los presentes, con sus smbolos de poder y riqueza. La mayora de los asistentes se pavoneaba n acerca de sus posesiones, esclavos, concubinas, xitos comerciales y mili tares. Los sirvientes llenaban, con gran rapidez, la copas vacas de los co mensales con vino sin aguar y sikaru restu. Los efluvios del alcohol, hicieron efecto en alguno de los invita dos, antes de que hiciera acto de presencia la familia real. En ese ambiente, Ka lam y su mujer se sentan extraos y fuera de lugar. Comenzaron a apar tarse hacia una esquina de la sala, para intentar pasar lo ms desapercibid os posible. El sonido de la msica acall el murmullo de los invitados y varios mu250?sicos irrumpieron en la sala tocando lades, flautas y liras. Detr?s de ellos, bellas danzarinas movan sus cuerpos oscilando de un lado a o tro de la sala con un suave baile, dejando sin palabras a ms de un invitad o. Cuando las bailarinas concluyeron sus danzas, entraron en la sala varios sold ados de la guardia personal del rey, precediendo a la familia real al completo, el rey Assarhaddon, la reina Zukatu, los prncipes, Sin-Iddina-Apla, SamasSuma-Ukin y Assurbanipal, la princesa Sherna y cerrando la comitiva la madre del rey Nakiya. Los invitados hicieron un pasillo y se postraban al paso de la fami lia real. El rey tom asiento y dio la orden para que se sirviera la comida . Los invitados se sentaron a lo largo de dos largas mesas, situadas de forma pe rpendicular al trono real, junto a las esculturas que adornaban las paredes. Dil igentemente, decenas de sirvientes aparecieron portando enormes bandejas con los ms suculentos platos. Asados de cabra y oveja, faisn relleno con du225?tiles, palomas asadas con higos y uvas, pan de cerveza aromatizado con espe cias y muchos ms manjares hicieron las delicias de los numerosos comensale s. Los sirvientes raudos, llenaban las copas de los invitados con sikaru restu, vino e hidromiel. La msica no dejaba de sonar y las danzarinas con sus gru225?ciles movimientos, deleitaban a los invitados. Varios grupos de acrba tas aparecieron en la sala y maravillaron a los asistentes con sus saltos y piru etas. Posteriormente, un comerciante de animales hizo desfilar ante el rey y su squito tigres, hipoptamos, avestruces, cocodrilos y otros exti cos y raros animales. Magos, danzarinas y bufones amenizaron la velada, hasta qu e llegado un momento, el rey se levant de su trono. Queridos invitados comenz a decir el rey mientras se secaba el sudor de la frente, hoy, hace dos semanas que gracias al todopoderoso dios Shamash, un mal que estaba dentro de m fue expulsado y he vuelto a la vida hizo una pausa y bebi un largo trago de vino. Esta fie sta es en honor al dios Sol, que con su infinita benevolencia, me ha favorecido para servirle humildemente, durante el resto de mi vida. Bien es cierto, que nue stro dios Shamash se vali de las manos de un desconocido asu para conseguir tal proeza. Quiero presentaros a Kalam, el mdico de qu ien nuestro amado dios se sirvi, para devolverme al mundo de los vivos y a rrancarme de las garras de Nigishzida, el dios del inframundo. Kalam, acrc ate, quiero que todos te conozcan orden el rey al mdico con u n gesto. Kalam estaba desconcertado, hasta ese momento haba pasado desapercibo. Sen tado junto a su mujer en una esquina de la mesa, apenas haba hablado con n adie. Tmido, se levant y se dirigi hacia la mesa del trono, an te la mirada inquisitiva de ms de un invitado. El paseo hasta el trono se le hizo eterno pues se encontraba en la otra punta de la sala y temi que l os nervios le jugaran una mala pasada. Finalmente lleg al trono del rey y se postr ante l. Cuando finaliz la operacin y empec a sentirme bien, le dije a Nigirsu que quera que Kalam fuera mi mdico personal co menz a decir el rey. Es un joven fsico que ha demostrado tene r los conocimientos, valenta y la fuerza necesaria para ser la mano ejecut ora de Shamash. Imashar, mi antiguo mdico ser su asistente. He habla do con l y est de acuerdo dijo Assarhaddon ante el asentimien to del asu. He querido aprovechar esta fiesta en la que estn presentes lo s ms altos dignatarios de Asiria, para hacerlo oficial.hpar Se produjo un ligero murmullo en la sala del trono. Prcticamente nadie hab a recalado en ese joven en toda la noche y de golpe se converta en u na de las personas ms influyentes de la corte. Muchos fueron los que le mi raron con recelo y Kalam pudo ver la mirada de Tessub que no disimulaba un pice el odio y el desprecio que senta por l. Desgraciadamente, Tess ub no fue el nico que comenz a tener ese mismo sentimiento. Creo que no vienes solo verdad? le pregunt el rey a Ka lam. Cierto mi seor, me acompaa mi mujer Damkira.ain Tienes hijos? S, mi rey, tengo un hermoso nio llamado Nabui. Muy bien, los dioses tambin te han bendecido con un hijo dij o satisfecho el rey levantndose del trono. Los hijos son los ms hermoso que los dioses te pueden regalar, adems de la vida claro. Ya qu e est aqu tu mujer, trela ante m orden el r ey, todos los aqu presentes estamos deseando conocerla. Este es el primer acto social de los muchos a los que te tendrs que acostumbrar a asi stir y es bueno que nos conozcamos cuanto antes. Kalam se gir y mir a su mujer. Damkira baj los ojos, estaba mu erta de vergenza y no quera levantarse. Los comensales dirigieron su mirada hacia ella y Kalam se vio obligado a llamarla. Damkira, el rey te quiere conocer le dijo con cario pero con autoridad, no quera dar sensacin de debilidad delante de los invita dos. En ese momento, Damkira se levant de su asiento y todos los asistentes a l a fiesta pudieron contemplar su belleza. Se miraron atnitos los unos a los otros, preguntndose cmo era posible que esa diosa hubiera pasado de sapercibida durante toda la noche. Vesta una tnica de lino blanco ha sta los tobillos y un cinturn de seda azul le cea la cintura, insinuando una esbelta silueta. El pelo, recogido por una fina redecilla de oro, estaba ligeramente oculto tras un transparente velo de gasa que le llegaba hast a la cintura. Tena ambos brazos adornados con pulseras y brazaletes de pla ta baados en oro, y un suave maquillaje en labios y pmulos, resaltab an an ms su belleza, regalndole rasgos divinos. Camin de spacio hacia el trono, mirando al suelo y levantando tmidamente la cabeza intentando evitar la mirada de los curiosos. El rey la miraba fascinado. Zukatuobservaba la mirada de su marido y sinti como naca en su interior un odio enfermizo hacia la mujer del mdico. Ella era la reina, la mujer del todopoderoso Assarhaddon y la madre del futuro rey. No tolerara que ningun a campesina de sangre innoble le hiciera sombra. Nisher-Sag, sacerdote del templo del dios Shamash, no perda detalle. Senta do al lado de la reina madre Nakiya, observaba las miradas de unos y de otros. E l rey desnudaba a Damkira con la mirada, Zukatu la observaba con odio, Nakiya co n inquietud y el resto de invitados con fascinacin. Nisher-Sag vesta una tnica negra que le llegaba hasta los tobillos, le colgaba un collar d e oro con un gran medalln de ocho puntas, que le distingua como sace rdote del templo del dios Shamash. Tena la nariz puntiaguda y la barba per fectamente recortada y negra como el ala del cuervo. Un turbante negro cubra su cabeza y siempre apareca apoyado en un enorme bastn de cedro, con el busto de un toro como pomo. Hombre ambicioso, tena un gran ascenden te sobre el rey; era su consejero, su adivino, su confidente. Assarhaddon no tom aba ninguna decisin importante sin antes consultarle. Nisher-Sag estudiaba los astros, haca sacrificios animales y analizaba sus vsceras, lueg o informaba al rey sobre los designios de los dioses y sobre las decisiones m5?s oportunas que ste deba tomar. Como por ejemplo, reconstruir la ciudad de Babilonia, destruida hasta los cimientos e inundada por el padre de As sarhaddon, Senaquerib que muri asesinado por sus hijos mayores. Nisher-Sag , despus de interpretar un sueo del rey, le aconsej que recons truyera la ciudad para calmar la ira Marduk, el dios protector de Babilonia, si quera evitar ser asesinado por su primognito, tal y como le ocurri243? a su padre. El rey no slo obedeci, sino que adems se casu243? con Zukatu, princesa de origen babilnico. Nisher-Sag, vio en Kalam y en Damkira una amenaza. Tambin era el consejero de la reina y no quer?a que nada en el mundo la perturbara. La irrupcin de Kalam, como asupersonal de su majestad y de Damkira, mujer de extremada belleza que natural mente no pas desapercibida al rey, podan causar ciertas inquietudes en palacio y Nisher-Sag, no estaba dispuesto a perder un pice de su influe ncia dentro de la familia real. Debera estar atento a los acontecimientos y obrar en consecuencia. Esta misma noche consultar los orculo s, pens. Nakiya miraba con preocupacin a su hijo, que no disimulaba su mirada lasci va hacia Damkira. Madre protectora, haba intercedido por Assarhaddon como rey en contra de su hijastro Arad-Nalil, hijo de Senaquerib y su primera esposa, Gissab que muri durante el parto. Nakiya acus a Arad-Nalil de consp iracin en el asesinato del rey Senaquerib. No tena muchas pruebas en contra de su hijastro, nicamente un documento encontrado entre las ropas de uno de los asesinos, en el que apareca su nombre, junto con una bolsa d e cuero con doscientos siclos de oro. Prueba suficiente para poner a los nobles y a la mayora de los gobernadores de su parte. Durante meses, los seguidor es de Arad-Nalil fueron perseguidos y asesinados y ste se vio obligado a h uir a las lejanas tierras de Urartu. Durante aos, la reina madre Nakiya ha ba velado por su hijo, protegindole, eliminando uno a uno a sus enem igos y rodendole de fieles colaboradores. El rey debera ocultar un poco ms sus emociones le dijo Nisher Sag a Nakiya, que estaba sentada a su lado. Veo que t tambin te has dado cuenta. Es evidente, creo que todos los aqu presentes hemos podido ver la m irada del rey hacia la mujer del mdico, naturalmente Zukatu tambin u8212?dijo Nisher-Sag mirando hacia la reina. S, yo tambin me he dado cuenta y Zukatu no va a tolerar que e l rey tenga otra esposa. Est escrito en el contrato de matrimonio, uno de los acuerdos de bo da era que Assarhaddon, se negaba a tener ms esposas a no ser que Zukatu n o le diera descendencia o se tratase de una boda poltica. Adems, Dam kira est casada. El rey tiene poder suficiente para anular la boda de Damkira y para rompe r el contrato de matrimonio quin se lo iba a reprochar, t? Mi reina, el equilibrio en el universo parte tambin de que el rey c umpla sus acuerdos y compromisos. Si el rey incumple, es muy posible que un peru237?odo de desgracias e infortunios se cierna sobre el imperio dijo con tristeza el sacerdote. Esta misma noche estudiar los orculos y maana al alba, sacrificar un cordero. Espero que los dioses gu?en nuestro camino. Mantenme informada ordeno la reina madre. Siempre lo hago, mi seora dijo el sacerdote bajando la cabez a. A Kalam tampoco le pas desapercibida la mirada del rey y un fuerte escalof ro recorri su cuerpo. Aprovech el paseo de su mujer hacia el t rono, para estudiar al resto de invitados. Hasta ese momento, no le haba d ado importancia, pero presenta que sera interesante conocer cuanto a ntes, con quin tendra que vrselas desde ese da en adelan te. A la mayora no les conoca, pero pudo distinguir a Tessub, el m233?dico egipcio al que se vea bastante inquieto, a Nigirsu el gobernador de Nnive, que beba tranquilamente una copa de vino y a su amigo Imas har, que le saludaba en ese momento con un gesto con la cabeza. Tambin obs erv como dos generales del ejrcito, rean a carcajadas despu3?s de que uno de ellos hiciera un gesto obsceno. Uno de los oficiales tena una cicatriz que le cruzaba toda la cara. Cuando dej de rerse, mi r a Kalam que segua observndole con atencin y le salud243? levantando una jarra de vino que bebi de un solo trago. Este sera su nuevo ambiente. Se debera acostumbrar a las intrigas de palacio, alg o a lo que l, un joven mdico llegado haca poco a la capital de l reino, no estaba muy habituado. Tena ganas de hablar con Imashar, de que le informara sobre los miembros de la corte y que le guiara sobre la mejor mane ra de conducirse en ese tipo de entornos. Continuaba inmerso en sus pensamientos , cuando su mujer lleg a su altura y le cogi de la mano.ain Mi seor dijo Damkira postrndose ante el rey.plain Mi bella Damkira, debera ajusticiar a Kalam por tenerte oculta dura nte todo este tiempo dijo el rey mirndola fijamente a los ojos, cau tivado por su belleza. Aunque tambin es verdad que es lgico q ue te tenga apartada de la mirada de otros hombres y slo te tenga para el disfrute propio. Kalam se sinti ofendido, pero intent que sus sentimientos no fueran reconocidos por ninguno de los presentes. Damkira miraba al suelo sonrojada, mue rta de vergenza. Maana mismo os trasladaris a palacio. El mdico real deb e vivir en el palacio junto al rey y su familia dijo Assarhaddon dirigi233?ndose a Kalam mientras se frotaba las manos y se humedeca los labios8212?. Os enviar a un par de criados para que os ayuden con el traslado. D eseo que la velada sea de vuestro agrado, id a vuestra mesa y disfrutad de la fi esta. Gracias, mi rey. Kalam y Damkira se sentaron en la mesa y apenas hablaron, ambos estaban inquieto s. Lo que debera haber sido una feliz velada, se convirti en una noc he de inquietud y malos presagios. Al da siguiente, se iran a vivir a palacio, todo un sueo para un hombre como l, pero no poda ap artar de su mente la mirada del rey hacia su amada. Tena ganas de huir, de dejarlo todo, de abandonar la ciudad e irse a un pueblo remoto y oculto, donde pudiera ejercer su profesin sin sobresaltos. Pero por otro lado, intentaba una y otra vez convencerse que quiz, fueran imaginaciones suyas. Simpleme nte el rey vea en su esposa a una mujer bella, muy bella y nada ms.Se encontraba preocupado y sonri a su mujer con amargura, intentado aparta r los malos pensamientos de su mente. En ese momento, sinti como una mano se apoyaba sobre su hombro. Saludos, mdico Kalam dijo con una fingida sonrisa Nisher-Sag . Saludos, honorable sacerdote dijo Kalam levantndose de la me sa. Permteme que te presente a mi mujer Damkira.hpar Mis mejores deseos para ti, bella mujer dijo cortsmente el s acerdote. Creo que a partir de ahora, no vas a pasar tan desapercibida en la corte, tal y como hasta ahora, has intentado muy hbilmente.lain Las palabras del sacerdote inquietaron a Kalam. Quiz el inters mostr ado por el rey hacia su esposa no fueran imaginaciones suyas.hpar Es un honor dijo Damkira, algo confusa por las ltimas palabr as del sacerdote. No estoy acostumbrada a asistir a este tipo de celebrac iones y a compartir mesa con invitados tan ilustres. Estaba un poco nerviosa, no quera cometer ningn error. Adems de belleza tienes una gran inteligencia, algo poco habitual h oy en da en una mujer, salvo honrosas excepciones dijo el sacerdote mirando a la reina madre. Mi joven mdico, debes saber que como sac erdote del templo del dios Shamash, y como interpretador de sueos y adivin o de su majestad, soy a la primera persona a la cual acude nuestro amado rey, cu ando tiene una dolencia. As lo hizo cuando sinti el dolor en el bajo vientre? 8212?pregunt Kalam, con toda la intencin. La bilis subi por la garganta del sacerdote, que tuvo que hacer grandes es fuerzos por mantener su fingida sonrisa. Guard la calma y respondi c on toda la amabilidad de la que fue capaz. Desgraciadamente, en ese caso, los dioses con su infinita sabidura, no quisieron darme alguna indicacin para poder curarle y por eso acudimos a Imashar y posteriormente a ti. Los dioses a veces estn demasiado ocupados dijo Kalam hastia do de la fiesta y del sacerdote. Con esto te quiero decir continu el sacerdote haciendo caso omiso de la blasfemia del asu, que debemos mantener una comunicacin fluida entre ambos y com partir cualquier informacin que tengamos sobre el estado de salud del mona rca y la familia real. Hasta ahora con Imashar, ha sido as y entiendo que no hay razn por la que cambiar. Por mi parte no hay problema y sers fielmente informado sobre el es tado de salud del rey. Pero tambin necesito que por tu parte, me informes de cualquier alteracin en su estado de salud. Tal y como me has comentado, t eres la primera persona a la que acude cuando se encuentra mal.

d Es cierto que nuestro primer encuentro no ha sido del todo amistoso ?dijo el sacerdote intentando ganarse la confianza del mdico, pero eso no significa que debamos ser enemigos. Por el bien de nuestro amado rey, de bemos cooperar y trabajar codo con codo. Ambos buscamos lo mismo, aunque por cam inos distintos. Naturalmente que sers adecuadamente informado cuando el re y venga a m. Ahora tengo que retirarme, por favor, disculpadme, estos acto s sociales me agotan. Te deseo lo mejor para ti y tu familia.hpar Muchas gracias, honorable Nisher-Sag dijo en tono conciliador Kala m. El rey se levant de la mesa y se dispuso a salir de la sala, escoltado por su guardia personal y acompaado por su familia. Se despidi de los i nvitados saludando con la mano hasta que sali por la puerta. Se pona as el punto final al banquete. Los invitados fueron saliendo de la sala en medio de murmullos y conversaciones bajo la msica de los lades, qu e no dej de sonar durante toda la velada. Eran altas horas de la madrugada cuando Nisher-Sag lleg al tempo de Shamas h. Se senta inquieto y deseoso de comunicarse con los dioses, un extra?o presentimiento estremeca su espritu. Un sirviente le abri la puerta y el sacerdote orden que le subieran un cordero al altar que se encontraba situado en la parte superior del templo. Se dirigi a sus aposen tos y abri un arcn que contena todos los utensilios que necesi taba para realizar el sacrificio. Cuando subi al altar, ya estaba preparad o el cordero. Sac un cuchillo muy afilado, ligeramente curvo y con la empu adura de madera engastada con piedras preciosas. Se coloc al lado de l cordero y le puso debajo una bandeja de plata ovalada y un cuenco de madera. M ir hacia el cielo invocando al dios Shamash y le pidi luz y sabiduru237?a para poder interpretar sus augurios. Levant el cuchillo hacia el ci elo apuntando al firmamento y con la precisin de un cirujano, reban el cuello del animal que apenas pudo emitir un leve quejido. Comenz a eman ar de su cuello un chorro de tibia sangre hacia el cuenco de madera. Pronto el a nimal yaca inerte tumbado sobre el altar de piedra. El sacerdote realiz3? una incisin en el vientre del cordero y comenz a sacar sus v?sceras y depositarlas sobre la bandeja de plata. Separ el hgado y comenz a estudiar con detenimiento los lbulos superiores e inferiore s, sus apndices, la vescula biliar, los conductos cstico y hep tico, la vena y la porta. Vio que la parte izquierda del hgado ten237?a dos perforaciones y estaban ligeramente manchadas con un color blanquecino , la vescula estaba hinchada y emanaba un olor nauseabundo. Se lav l as manos con agua de una palangana y orden a un sirviente que purificara a l animal quemndolo en una hoguera situada cerca del altar. El sacerdote ba j pensativo las escaleras, hasta que lleg a sus aposentos. Sin duda, Shamash se haba comunicado con l a travs del animal y ahora t ena la responsabilidad de cambiar los malos augurios. Ese mismo da h ablara con el rey. Kalam y Damkira llegaron a su casa escoltados por la guardia real. Apenas hablar on hasta que llegaron a su hogar. Ambos estaban nerviosos, la idea de mudarse al palacio les inquietaba. Los dos eran conscientes de la mirada del rey hacia Dam kira y, que a partir del da siguiente, dormiran bajo el mismo techo. Kalam, intent desechar los manos pensamientos pero tena bien claro lo que iba a hacer en el caso de que Assarhaddon intentara arrebatarle a su muje r; luchara por ella hasta la muerte, incluso sera capaz de enfrentar se con el todopoderoso rey de Asiria. Aunque estaba preocupado, no dejaba de pen sar que sus inquietudes no eran ms que meras conjeturas. Sonri y pen s que se estaba comportando como un marido celoso. Cuando llegaron a la pu erta de su casa, Kalam bes a su mujer. Nunca permitir que nadie te separe de m.ar Yo nunca me separar de ti, antes me matara Damkira sab a a qu se refera su marido. El rey se ha fijado en ti dijo con tono angustiado Kalam. Lo s, pero no creo que haya de qu preocuparse. Su mujer es mu y hermosa y t le salvaste la vida. Si intentara algo conmigo, los dioses l e castigaran. Ya sabes que yo no creo mucho en los dioses, solo creo en lo que veo. Si intentara algo contigo, no recibira el castigo de los dioses, sino de su m dico, y te puedo asegurar que s cmo hacerlo.phpar Estamos hablando de ms, maana nos mudamos con nuestro hijo a palacio y seguro que seremos muy felices. Seguro que s cario dijo Kalam no muy convencido.ard Entraron en su hogar y vieron a su hijo Nabui recostado con Aola, la vecina quele haba cuidado durante la noche. Con sumo cuidado, Damkira cogi al nio para acostarle en su cama mientras Kalam, despertaba suavemente a la c uidadora que se frot los ojos y se despert con una sonrisa. Viva a pocas manzanas y Kalam, amablemente, la acompa hasta su casa.ar Al da siguiente, se presentaron en la casa del asu los sirvientes prometidos por Assarhaddon, subidos en un carro tirado por d os mulas. Venan de palacio para hacer la mudanza. Kalam y su familia cogie ron sus pertenencias que no eran muchas, y dejaron los muebles, innecesarios en el palacio. Pronto llegaron a su destino, y dos robustos soldados le franquearon el paso cuadrndose ante l. Damkira no pudo disimular una sonrisa mi entras miraba a su marido que tambin la sonrea. El sirviente detuvo las mulas y se baj del carro, abri una hermosa puerta de roble talla do y les gui hacia su nuevo hogar. Su casa se encontraba en el lado oeste de palacio y estaba compuesta por tres habitaciones, una cocina y un patio inter ior decorado con una pequea fuente, que emanaba un chorrillo de agua muy f resca. El patio estaba adornado con todo tipo de flores y un par de datileras le protegan del sol durante todo el da. Las habitaciones estaban decor adas con relieves y figuras de alabastro. Los muebles, de bella factura, eran de cedro y tapices de lana con ribetes de piel de cabra, cubran las ventanas . El lugar se vea fresco y limpio. Tres sirvientes comenzaron a descargar el carro mientras Kalam les deca dnde tenan que dejar las cosa s. Bueno, este es nuestro nuevo hogar dijo Kalam cuando se fueron los sirvientes. Me gusta dijo Damkira mientras dejaba a Nabui en el suelo. No me puedo creer que vivamos en el palacio del rey!r A m tambin me gusta dijo el nio y todos comenzar on a rer. Aqu seremos felices dijo Kalam mientras estrechaba a su muje r con un fuerte abrazo y la besaba. Voy a la fuente dijo Nabui dirigindose a la puerta. Espera hijo, voy contigo dijo Damkira, vienes?rd Voy a buscar a Imashar, quiero que me ponga en antecedentes sobre las dol encias ms habituales del rey y su familia, y sobre todo, quiero que me ens ee a manejarme en la corte. Me parece buena idea y luego me ensears t cmo mov erme en este mundillo tan extrao para m dijo una sonriente Da mkira. Pronto va a parecer que siempre hemos vivido en palacio dijo Kalam , riendo mientras sala de la casa. El rey no se poda quitar de la cabeza a la bella Damkira. Desde que la vio por primera vez, se haba convertido en una obsesin. No poda p ensar en otra cosa, todo le recordaba a ella e incluso a su mujer la llam Damkira una vez durante el desayuno, algo que a la reina no le hizo nada de grac ia. Saba que, como rey, poda poseerla cuando y como quisiera, pero t ambin saba que Shamash no tolerara que mancillara el honor de quin le salv la vida. Decidi dar un paseo por los jardines de palacio para refrescar un poco su cabeza cuando vio que se acercaba Nisher-Sag. Eso le agrad, porque tena enorme inters en verle.in Saludos mi rey dijo Nisher-Sag postrndose ante Assarhaddon.par Buenos das sacerdote, tienes mal aspecto acaso no has pasado buena noche? Es cierto mi seor, no he dormido demasiado bien.hpar Es una pena encontrarse mal en un da tan maravilloso no crees ? La primavera apenas ha llegado y el frio invierno no parece ms que un le jano recuerdo dijo feliz el rey. Un da maravilloso, mi rey dijo el sacerdote con indiferencia . No conoca vuestras intenciones de cambiar de mdico c ontinu Nisher-Sag yendo directamente al grano. El rey se detuvo ante la inesperada pregunta del sacerdote.ar Es Kalam la causa de tu malestar, mi fiel sacerdote? Entre otros motivos mi rey respondi con tono misterioso Nish er-Sag. Es normal que nombre a Kalam mi mdico personal, me salv la vi da dijo el rey mientras reiniciaba el paseo. Por mediacin de Shamash, mi rey puntualiz el sacerdote . Claro, claro, pero fueron sus manos y no las tuyas las que utiliz n uestro gran dios. Que sea mi asu es lo ms justo y estoy seguro que a los dioses les agradar la i dea. A Nisher-Sag no le pas desapercibido un cierto tono de reproche en las pal abras del rey. Es cierto que los dioses se valieron de l para salvaros la vida, pe ro Imashar es un gran mdico y quiz Kalam no tuvo ms que un gol pe de suerte dijo con cierto disgusto Nisher-Sag. Imashar seguir siendo mi mdico junto con Kalam. Estoy seguro que entre vosotros tres velaris por m hasta que llegue mi hora y sea llamado por Shamash. Naturalmente mi rey, simplemente me extra que no consultaseis conmigo la conveniencia o no de nombrar a Kalam como vuestro asu personal. El rey se detuvo delante de una bella flor a punto de florecer.yphpar No saba que tena que consultarte todas las decisiones que tom o le dijo en tono cortante mirndole a los ojos.par No es a m a quin se debe consultar, mi seor, sino al di os Shamash. Sabis que la mayora de las decisiones importantes que ha bis tomado han sido consultadas con nuestro dios, que nos ha iluminado con su infinita sabidura y, corregidme si me equivoco, pero hasta ahora os ha guiado con xito dijo seguro de s mismo el sacerdote.

d Assarhaddon arranc la flor, la apret fuerte con el puo y la ti r al suelo. El sacerdote le miraba satisfecho. No pens que esta decisin fuera tan importante para el reino u8212?claudic finalmente el rey. Mi seor, vuestra labor es agotadora, vuestro imperio infinito y vue stra majestad no tiene tiempo para ocuparse de todo. Permtanos que la rein a madre y yo, aconsejados por el dios Shamash, le ayudemos en todo lo que precis e. El da ya no le pareca tan maravilloso al rey. El sacerdote ten a la facultad de hacerle sentirse culpable de cualquier cosa. De repente se sint i cansado y se sent en un banco de piedra. Nisher-Sag le tena donde quera, era el momento de darle la estocada final.hpar Tambin me he fijado como mirabais a la mujer del mdico dijo el sacerdote, mientras observaba distrado una flor de jazmn.ar El rey le mir sobresaltado. A qu te refieres? Creo que lo sabis perfectamente. Tan evidente es? No se te escapa nada sacerdote dijo Assarha ddon sin ocultar irritacin. Con todos mis respetos majestad, fue evidente y todos los all prese ntes se dieron cuenta. Quieres decir que ahora todo el mundo sabe que estoy enamorado de D amkira? pregunt el rey. El sacerdote se levant y mir hacia el horizonte.par No lo s mi seor, pero estoy seguro que vuestra mirada no pasu243? desapercibida. Es una mujer extremadamente hermosa, y muchos hombres perderan la c abeza por ella dijo el rey mirando al suelo y dando una patada a un guija rro Su majestad no es un hombre ms, su majestad es el hombre ms p oderoso del mundo. Debis respetarla, es la mujer del fsico que ayudu243?, con la mediacin de los dioses, a salvaros la vida matiz el sacerdote. El rey se levant y cogi al sacerdote por los hombros. Busca la manera que me permita yacer con esa mujer sin levantar la ira de los dioses! le orden con energa. Quiz ofr eciendo sacrificios a Ishtar, donaciones a los templos, liberando esclavos no s, algo se podr hacer dijo desesperado el rey.plain Anoche realic un sacrificio y estudi el hgado de un cor dero dijo el sacerdote. Y bien? Si tocis a esa mujer, la desgracia caer sobre su majestadR0? Nisher-Sag hizo una pausa para concentrar toda la atencin del r ey y sobre el imperio. Assarhaddon se sinti desfallecer. Y y si fallece Kalam? pregunt en un susurro el rey, como temiendo ser escuchado por los dioses. Queris ordenar la muerte del mdico que os salv la vida? pregunt desconcertado el sacerdote. No, no quiero decir eso. No voy a ordenar ninguna muerte, lo que quiero d ecir es que si el mdico muere de forma natural, o por accidente, quu233? ocurrira? cul sera la decisin de los dioses respecto a Damkira? Enseguida entendi Nisher-Sag cules eran las intenciones de su rey. M edit durante unos instantes, sopesando todas las posibilidades y sobre tod o aquella que ms le beneficiase. Si tiene una muerte en la cual vuestra majestad no tiene nada que ver, Da mkira sera una mujer viuda, que al vivir en el palacio estara bajo v uestra proteccin. Los dioses entenderan que mantuvierais una relaciu243?n con ella, pues prcticamente vivirais bajo el mismo techo R2?dijo el sacerdote. Bien, muy bien, eso es lo que quera or. No temas mi fiel cons ejero dijo sonriendo satisfecho el rey. No voy a ordenar la muerte de mi mdico, es ms, voy a intentar evitar ver a Damkira. No quiero caer en ninguna tentacin, por lo menos mientras Kalam siga vivo. Olvidemos esta conversacin. El sacerdote sonri sorprendido por la direccin que estaba tomando la conversacin. Tena a Kalam y al rey a su merced. Era el momento de q uitarse al molesto mdico de en medio de una forma definitiva.in Hay otra cosa ms mi seor dijo el sacerdote.lain Habla orden el rey. Los dioses ven en Kalam un peligro para vuestra majestad y para vuestro r eino dijo con semblante serio el sacerdote. No lo entiendo, los dioses no me dejan yacer con la mujer del mdico y no puedo ordenar su muerte porque le debo la vida pero, a su vez, dicen que e s un peligro para m y para mi reino dijo confuso el rey.lain A veces los dioses son difciles de entender, pero creo que en este caso han sido cristalinos como el agua. Kalam es un ateo que reniega de su poder , tiene ideas subversivas y eso no les agrada, sus mtodos no son tradicion ales y ponen en cuestin el poder de Shamash. En cuanto a Damkira, es una b ella mujer que ha engendrado un nio. Ella no es culpable de los pecados de su marido el sacerdote comenz a andar mirando al suelo con las man os entrelazadas en la espalda. Meda cada una de sus palabras buscando aque lla que fuera ms til para sus propsitos. Los dioses me dicen que Kalam le ha embrujado con alguna de sus pcimas, ungentos o incluso, con magia negra. Los dioses consideran a Damkira una gran mujer y por este motivo, la han bendecido con un hijo sano y fuerte. Quieren protegerla y no manchar su karma con el adulterio, aunque sea forzado. El sacerdote se detuvo y mir a su rey. Entonces los dioses ven con buenos ojos que Kalam desaparezca? R2?pregunt expectante Assarhaddon. Siempre y cuando su majestad no tenga nada que ver.r Gracias por tu consejo, mi fiel sacerdote. Como es habitual, tu ayuda ha sido inestimable. Es un placer y un honor servir a mi rey dijo con tono servil Nishe r-Sag al despedirse. El da volvi a ser radiante y Assarhaddon se senta pletri co. Estaba emocionado, lleno de energa, se senta radiante. Ten a la necesidad imperiosa de hablar con su madre, contarle todo, su amor por Damk ira, la conversacin con el sacerdote y el confuso futuro del mdico. Corri hacia palacio y se dirigi hacia las estancias de Nakiya.ard Madre, madre! grit el rey golpeando la puerta del dorm itorio Abre la puerta necesito hablar contigo!ar Nakiya oy los gritos de su hijo y abri la puerta asustada.plain Hijo, qu es lo que ocurre? pregunt la reina madr e preocupada. Madre, la quiero solloz el rey abrazado a su madre. A Damkira verdad? S, madre confirm el rey la quiero ms que a nada en este mundo. Nakiya acarici el pelo de su hijo. Hijo, debes olvidarla es la mujer de tu mdico. Kalam te salv la vida, los dioses te castigaran si intentas algo con ella.n He hablado con Nisher-Sag dijo Assarhaddon secndose los ojos Me ha dicho que si muere Kalam, puedo yacer con ella.hpar Nakiya neg con la cabeza. Hijo, creo que ests confundiendo el amor con la lujuria. T no quieres a Damkira, simplemente la deseas porque es hermosa. La pasin que sientes por esa mujer es pasajera, y estoy segura que se te pasar en unos das. Tampoco creo que quieras matar al hombre que salv tu vida.

pard La quiero madre protest el rey. No es slo deseo lo que siento por ella, es tambin amor. En cuanto a Kalam, no voy a orden ar su muerte, no quiero ofender a los dioses. Pero necesito tu ayuda madre, ?Me tienes que ayudar! orden el rey en tono de splica.ard La reina madre sinti compasin una vez ms por su hijo, y volviu243? a repetir la pregunta que tantas y tantas veces le haba hecho a lo l argo de su vida. Qu quieres que haga hijo? pregunt su madre.pard Me tengo que deshacer de Kalam sin provocar a los dioses.hyphpar Quieres que Kalam muera, pero no quieres ordenar su muerte verdad?par As es, madre. No debes hacer dao a Kalam o la ira de los dioses caer sobre el imperio! dijo enfadada Nakiya. Esa mujer no te conviene. Vete con Zukatu y cuida de ella! Pero la quiero dijo entre sollozos el rey abrazando nuevamente a s u madre. Y su hijo? pregunt la reina madre. Quiere s que su hijo sea el rey de Asiria en lugar de alguno de los tuyos? Hijo m o dijo Nakiya con un tono ms sosegado, tienes tres hijos var ones, uno de ellos ser rey, si el hijo de Kalam reclama el trono, Asiria p uede entrar en desgracia tras tu muerte. La guerra civil se cernira sobre el imperio y sera el fin de nuestra estirpe. Recuerda lo que le suce di a tu padre! Esas palabras bloquearon a Assarhaddon, durante toda su existencia haba vi vido con el miedo de ser asesinado por sus propios hijos, como ocurri con su padre, Senaquerib. Sabes que Sin-Iddina-Apla ser proclamado rey cuando yo muera dijo el rey. Hijo, recapacita y piensa en Asiria, piensa en tu pueblo suplic3? Nakiya. Lo har, madre, lo har. He de marcharme, estoy cansado dijo el rey entre sollozos, ante la mirada preocupada de Nakiya.hyphpar Assarhaddon sali de la habitacin con la mirada baja, lgrimas e n los ojos y un fuerte dolor de cabeza. Necesitaba descansar y aclarar sus ideas . Tena que pensar en la mejor manera de desembarazarse de Kalam, pero ahor a no era el momento, se senta dbil y necesitaba dormir.in Nakiya se qued pensativa en su habitacin, una vez ms, su hijo la necesitaba, y ella estaba obligada a ayudarle. Desde que era nio, hab237?a tenido problemas de salud y su hermanastro Arad-Nalil se mofaba de l y obligaba a sus amigos a hacer lo mismo. Ella siempre le haba protegido y defendido, como una leona defiende a su camada. Nunca le haba negado nad a, pero ahora era distinto, tena que buscar lo mejor para su hijo y para e l imperio. Saba que Assarhaddon no se iba a echar atrs y que buscaru237?a la manera de poseer a Damkira. Ella tendra que impedirlo y sl o tena dos opciones; o acabar con la vida de Damkira o evitar la muerte de Kalam. Matar a Damkira no agradara a los dioses, era la mujer del m dico que salv la vida de su hijo. Los dioses no toleraran ese acto y la condenaran al ms profundo y terrible de los infiernos. Slo le quedaba una opcin, proteger la vida del fsico. Mientras As sarhaddon siga encaprichado con Damkira me voy a convertir en la ms fiel p rotectora de Kalam, no tengo otra opcin, si quiero ayudar al rey y al impe rio. Tengo que proteger a mi hijo de su peor enemigo, l mismo, pensu243? la reina madre. Kalam atenda a diario a la familia real. Se haba ganado el cario de los jvenes prncipes Sin-Iddina-Apla, Assurbanipal, Samas-SumaUkin y de la pequea princesa Sherna. Sin-Iddina-Apla era el mayor y el fut uro sucesor del rey. A sus apenas diez aos, posea la fuerza y el car cter de su abuela. La mayor parte del tiempo lo pasaba con su mentor Hasha t, que le instrua en el arte de la guerra, as como en el conocimient o de las letras y la astronoma. Assurbanipal tena cinco aos, c omo su hermano iba a convertirse en rey, l estaba siendo instruido por Nis her-Sag, para convertirse en el futuro sacerdote del templo del dios Shamash. Er a un joven taciturno y reservado. Parco en palabras, se refugiaba en los estudio s y era fcil encontrarle por los jardines de palacio, estudiando alguna ta blilla de arcilla. Samas-Suma-Ukin era poco mayor que Assurbanipal y no haca otra cosa que seguir a su hermano mayor. Era un nio inquieto e irascibl e, de carcter impulsivo y variable. En cambio, la princesa Sherna, era tod o dulzura y simpata. Haca poco tiempo que haba aprendido a and ar y se diverta corriendo por los jardines, mientras que una niera f inga perseguirla. La nia no paraba de rer y sus pequeas carcajadas resonaban por todo el jardn, alegrando tanto a la familia real, como a todos aquellos que tenan el placer de orla.yphpar Nabui, el hijo de Kalam, jugaba a menudo con ellos y con los hijos de otros alto s funcionarios. Era habitual ver un corrillo de nios jugando a las batalla s en los jardines de palacio, vigilados de cerca por sus cuidadoras que no parab an de correr tras ellos. La reina Zukatu, apenas hablaba con Damkira, todava celosa de su gran belleza, no olvidaba como la miraba el rey en el banquete y sus conversaciones, se limitaban a ligeros saludos de cortesa cuando se c ruzaban en el palacio. El rey evitaba encontrarse con Damkira y cuando lo hac7?a, se diriga a ella de forma corts. Solamente la reina madre Naki ya, pareca haber tomado aprecio por la mujer del mdico. Solan coser juntas en el jardn o iban a pasear por los mercados de la ciudad. Pa saron as varias semanas, y Kalam pudo aprender de Imashar numerosos aspect os de la medicina que desconoca, pero sobre todo, el anciano mdico l e ense cmo moverse con habilidad en palacio y cmo maneja r sus relaciones sociales con las clases dirigentes. Damkira se senta feli z y cada vez ms cmoda en palacio, a pesar de que era consciente de l a antipata que la reina le profesaba. No se senta culpable y pensaba que, algn da, cuando Zukatu se diese cuenta que era totalmente inof ensiva y que el rey no tena ningn inters por ella, podra n ser incluso amigas. Era una clara maana de primavera, y la luz del sol entraba a travs d e dos grandes ventanales en la sala de lectura. En la enorme estancia, hab a miles de tablillas de arcilla escritas en lenguaje cuneiforme, escritura propi a del idioma acadio, pero tambin haba centenares de tablillas escrit as en arameo, hebreo y rabe. Cuidadosamente ordenadas por temas, cubran las paredes y llegaban hasta el techo de la biblioteca de Nnive. Kalam se encontraba con Imashar, estudiando una tablilla de ciencias en la que se pod a leer acerca de las propiedades medicinales de determinadas plantas, cuan do un sirviente, visiblemente alterado, entr en la sala y les dijo que se dirigieran de forma urgente a la alcoba del prncipe Assurbanipal, pues se encontraba gravemente enfermo. Kalam fue rpidamente al dormitorio del pr237?ncipe acompaado por Imashar, y le encontr postrado en la cama. V elando junto a l, se encontraban Assarhaddon, la reina Zukatu y Nisher-Sag . El dormitorio del prncipe era grande y muy iluminado, una gran ventana p ermita que entrara la luz y el aire fresco. Estaba amueblado por un gran a rcn de cedro, donde el joven prncipe guardaba sus tablillas y alg0?n que otro juguete, un armario de roble y dos hermosas mesillas de noche. Fig uritas de alabastro que representaban a dioses y soldados, estaban esparcidas po r la estancia. El prncipe pareca dormido, estaba empapado en sudor y tena fiebre. Qu le ocurre al prncipe? pregunt inquietoKalam acercndose al nio. Tiene fiebre, sudores fros y el corazn le late con fuerza 12?dijo el rey, con voz temblorosa, frotndose con fuerza las manos.ard Es el mal del dios Adad, pronto se curar, ya he realizado sacrifici os a la diosa de la medicina Gula y los orculos son propicios dijo Nisher-Sag seguro de s mismo. Kalam observ que, debajo de la cama del joven prncipe, alguien hab237?a puesto una figura de alabastro que representaba a un monstruo. Neg c on la cabeza y se centr en la curacin del nio.hyphpar Me parece bien. Ahora, si al noble sacerdote no le importa, vamos a proba r con otros mtodos ms mundanos dijo escptico Kalam?. Tiene la temperatura muy alta y los pmulos estn al rojo vivo, ta mbin veo que tiene los ojos un poco hundidos. Imashar, treme r pidamente agua fresca, zumo de uva y sal. Tambin necesito unas gasas y una palangana con agua. He trado una figura de la diosa de la salud Nin-Karrak inter vino el sacerdote, poniendo la figura de alabastro junto a la del monstruo.pard No creo que unas simples figuritas de barro curen al prncipe, pero tampoco creo que le hagan ningn mal. Estoy seguro que con mis remedios y t us dioses, le curaremos dijo Kalam. Los ojos del sacerdote se cubrieron de ira. Intent responder a la blasfemi a del asu, pero sinti la mano del rey sobre su hombro y prefiri callar, e se no era su momento. Es grave? pregunt la reina a Kalam.hpar Es posible que los dioses estn enfadados con el prncipe por a lgn motivo, y sta es su forma de castigarlo dijo el sacerdote mirando desafiante a Kalam, esperando alguna respuesta blasfema. Qu puede hacer un nio para que los dioses le castiguen de esta manera? pregunt la reina. No lo sabemos mi reina, pero cuando se recupere el prncipe, se lo p reguntaremos respondi el sacerdote. Los dioses son crueles intervino el rey. Los dioses velan por el equilibrio del universo. Si todo est en ord en, no participan en nuestro mundo, cuando actan es para restaurar nuevame nte el equilibro perdido dijo el sacerdote. Mi reina, qu ha estado haciendo el prncipe durante la m aana? pregunt Kalam indiferente a los debates teolgicos . Ha estado jugando con sus amigos fuera del palacio, cerca de la muralla, ha llegado sudando y rojo como un hierro incandescente. Luego se ha desmayado y ha perdido el conocimiento. Cuando conseguimos reanimarle, estaba aturdido y no saba dnde se encontraba dijo entre sollozos la reina.

d Creo que esto no es un castigo de los dioses dijo Imashar que entr aba en ese momento en la habitacin, el prncipe ha sufrido una fuerte deshidratacin. Lo que tenemos que hacer, es darle de beber l quido de forma abundante y ponerle gasas hmedas en la frente. En pocas hor as, estar dando patadas y corriendo otra vez como si nada.hyphpar Las palabras de Imashar tranquilizaron a los reyes, que sonrieron esperanzados.par Los dioses te oigan Imashar le dijo el rey. Imashar tiene razn confirm Kalam. Tiene que beber abundante agua con mosto mezclada con un poco de sal y maana amanecer225? como nuevo. Shamash es grande dijo el sacerdote. Shamash es grande respondieron los reyes. Kalam no dijo nada, sec el sudor de la frente de Assurbanipal y, despidi233?ndose de los all presentes, sali de la estancia.hyphpar El sacerdote estaba rojo de ira. Cada minuto que pasaba, odiaba ms al vani doso mdico. Se despidi cortsmente de los reyes y se dirigi? al templo de Shamash inmerso en sus pensamientos. No soportaba ms la ar rogancia y las blasfemias de ese estpido asu. Le haba dejado en ridculo una vez ms y no volvera a tolerarlo. Durante toda su vida, haba servido fielmente a la familia rea l y no consentira que un vulgar mdico de provincias le hiciera sombr a. Recordaba cuando Assarhaddon era nio, y l velaba su sueo pa ra alejar a los malos espritus, y como realizaba cientos de sacrificios pa ra apartar el mal que le consuma. Imploraba, noche tras noche, a todos los dioses hasta que llegaba el alba. Estuvo varios das sin comer, ni dormir, hasta que casi l tambin enferma. Todos decan que se esforzaba para nada, pues el joven prncipe continuaba consumido por la enfermedad, hasta que qued postrado en la cama. Raro era el da que no tena fiebre, dolor de cabeza, diarreas o falta de apetito. Nadie en la corte pensaba que conseguira vivir mucho ms tiempo, pero el esfuerzo del sacerdot e, permiti que el prncipe saliera adelante y que incluso, se convirt iera en el rey del ms poderoso imperio del mundo conocido. Despus de tantos esfuerzos, de tantos sacrificios, de tanto amor derramado en la familia real, no iba a tolerar que ese mdico blasfemo se interpusiera en su camino . Quera acabar con l, pero tema despertar la clera de lo s dioses. Tena que buscar la forma de conseguir su propsito, sin irr itarles ni provocar su furia. Record que el rey tambin quera v er muerto a Kalam, por motivos distintos, pero quera verle muerto, y el re cuerdo de las palabras del rey, produjo una ligera sonrisa en sus labios.rd

CAPTULO III

Assarhaddon estaba sentado en su trono, degustando frutos secos con sikaru restu , cuando un soldado irrumpi en la sala. El rey se sobresalt, y el sa cerdote Nisher-Sag, que se encontraba de pie a su lado, casi se cae del susto. L a reina madre y Zukatu, que tambin se encontraban en la sala, miraron ater radas al hombre que se diriga a toda prisa hacia el rey. La guarda persona l se abalanz haca el intruso, que se arrodill delante de stos, mientras intentaba respirar todo el aire que poda. Cuando el primer guarda acerc su lanza hacia el cuerpo del extrao, ste levantu243? los brazos y rpidamente se identific. Mi seor, soy mensajero de su majestad y traigo un mensaje urgente d e la guarnicin de Kanesh se apresur a decir mientras permanec a de rodillas. Te parece sta una forma adecuada de entrar en los aposentos r eales? le espet el guardia que mantena su amenazante lanza ap untando su cuello. Lo siento mi rey, pero creo que la urgencia del mensaje justificar la forma de recibirlo dijo una voz detrs del mensajero.ain Nigirsu, espero que sean noticias importantes. Casi me atraganto co n una uva! dijo el rey mientras tosa. Habla soldado!ar El mensajero permaneca de rodillas mirando al suelo, nunca haba esta do en palacio y, mucho menos, en presencia del todopoderoso rey de reyes. Hasta ese momento y debido a la excitacin por la importancia del su misin, no haba sido consciente de dnde se encontraba y se qued compl etamente mudo. Levntate y habla estpido! le espet el rey mientras se levantaba del trono. Seor dijo el mensajero levantndose lentamente y mirand o los pies de su rey, los cimerios nos han atacado. Son miles y se encuen tran en la regin de Cilicia y Tebal, han saqueado Kanesh, pasando a cuchil lo a todos sus habitantes. Y la guarnicin? pregunt el sacerdote.lain Todos muertos, mi seor. Nuestros exploradores nos han informado que se dirigen hacia el sur. Es posible que a estas alturas estn sitiando Kar atepe o Harran. Cuntos son? pregunt inquieto el gobernador.pard Miles mi seor, acompaados por cientos de jinetes dijo con dificultad el mensajero que senta como le costaba respirar.lain Hubo un silencio de preocupacin. Hasta ese momento, los cimerios no hab7?an sido mayor problema, se encontraban ms all de las puertas de C ilicia, en la regin de Frigia y nunca se haban aventurado a cruzar l as fronteras de Asiria. Qu les haba hecho cambiar de idea? 1?Acaso pensaban que Asiria no iba a responder a su ataque? Assarhaddon recordu243? que fueron los cimerios quieres mataron a su abuelo Sargn, durante u na batalla y un escalofro recorri su cuerpo. En Harran tenemos una fuerte guarnicin y la ciudad est muy bi en protegida dijo el rey, mientras paseaba por la estancia. No obs tante, debemos enviar refuerzos cuanto antes, la ciudad no debe caer en manos ci merias. Guardias, llamad a Artacomo, que se presente ante m ahora mi smo! Y t, soldado, ve a las cocinas, que te den algo de comer y beber. Has hecho un buen trabajo. El rey, sumido en sus pensamientos, comenz a pasear por la sala del trono. Se encontraban con l la reina madre y el sacerdote. Quiz el ataque de los cimerios no era tan mala noticia, enviara unas cuantas tropas y aca bara con ellos sin problemas. Segua meditando cul sera l a mejor estrategia, cuando le fue anunciada la presencia del general.lain Mi seor salud el oficial bajando la cabeza.lain Mi querido general, tenemos malas noticias. Los cimerios han saqueado Kan esh y parece que se dirigen al sur, hacia Karatepe o Harran dijo Assarhad don sin ms prembulos. El general, aunque conoca la noticia antes que el rey, fingi descono cimiento. No son buenas noticias, mi seor dijo preocupado el general8212?, son muchas tropas? Miles o eso parece. Debes ir de inmediato y destruirles.yphpar Artacomo era uno de los mejores generales asirios. Hombre de accin, era el primero en enfrentarse al enemigo y el ltimo en retirarse. Sus mtod os, salvajes, no eran cuestionados. Su misin era aniquilar al enemigo a cu alquier precio. En su corazn no haba sitio para la piedad o el perdu243?n. El enemigo deba morir y si era de una forma cruel, mucho mejor. No eran pocos los ejrcitos enemigos que se rendan al escuchar su nombr e. Su cuerpo estaba surcado por infinidad de heridas, pero la ms evidente, era una profunda cicatriz que cruzaba su mejilla izquierda. Hombre de complexiu243?n fornida, tena los ojos negros y la mirada profunda. Amado, temido y respetado por sus hombres, conoca mejor que nadie el arte de la guerra y sin duda era la persona adecuada para acabar con los cimerios.phpar De cuantas tropas dispongo, mi seor? pregunt el general. De las que necesites contest el rey, quiero dar un es carmiento a esos malditos cimerios, para que le sirva de leccin al resto d e los pueblos que tengan intencin de levantarse en armas contra mi poder.par Bien, mi seor, organizar todo lo que necesite y partir lo antes posible. Sacerdote, haz ofrendas a los dioses y consulta los orculos. Quiero que esta campaa sea exitosa. Ahora dejadme a solas con el general, tenemo s que concretar algunos detalles de la campaa orden el rey.ar La reina madre y el sacerdote se despidieron del rey y del general.in Srvete una sikaru restu orden el rey. S, mi seor dijo el general mientras se serva un vaso de una pequea tinaja. Te acompaar uno de mis mdicos personales.n Artacomo le mir sin entender sus palabras, no era habitual que el md ico de la corte fuera enviado a la guerra. Te agradezco el ofrecimiento mi seor, pero no es necesario, en el e jrcito tengo suficientes y hbiles cirujanos. Creo que no me has entendido, no es una peticin, es una orden.pard En tal caso ser un placer tener a todo un asu de su majestad, entre mis fsicos acept el general algo c onfuso. El rey se sirvi una sikaru restu y se dirigi hacia la ventana. El da era claro y en el cielo volaban las grullas que se dirigan hacia el norte, huyendo del t?rrido calor que les aguardaba en el sur. Assarhaddon interpret la emigra cin de las hermosas aves como un buen augurio. Quiero que muera en esta misin le dijo al general dndo se la vuelta. Seor? pregunt perplejo el general. No ent iendo, se refiere a Imashar? Est al servicio de la familia real desd e hace aos y siempre le ha servido con humildad y fidelidad.n Hablo de Kalam. El general recordaba a Kalam de la fiesta en honor a Shamash, y tambin, cu243?mo no, recordaba a su hermosa mujer. Comenz a atar cabos.ain Seor, no har ms preguntas y sus rdenes sern cumplidas. Yo mismo matar a Kalam. No ser as, Nisher-Sag vaticin que si ordenaba la muerte de Kalam, la desgracia se cernira sobre el imperio. Debes enviarle a algu na misin peligrosa, debe morir a manos de nuestros enemigos.n As ser mi seor, pondr en peligro su vida para que sean los cimeros quienes acaben con l. Y ser enterrado con los honores de un hroe de guerra s onri el rey mientras beba un trago de sikaru restuphpar Nakiya se encontraba en el estanque del jardn de palacio, dando de comer a los peces, cuando el sacerdote se la acerc. Buenos das, mi reina dijo Nisher-Sag, haciendo una peque?a inclinacin con la cabeza. Buenos das tengas, sacerdote. Parece que el rey inicia una nueva campaa militar.yphpar Eso parece dijo la reina distrada mirando el estanque.ard Artacomo dirigir la campaa, es su mejor general.in El ms sanguinario dira yo. La reina se levant y comenz a pasear por el jardn acompa ado por el sacerdote. Y, parece, que esta vez no ir solo dijo Nisher-Sag intentand o llamar la atencin de la reina madre. Nakiya detuvo su paso. A qu te refieres? Su nuevo mdico personal ir con l.r Cmo? pregunt la reina levantando la voz.

d Nakiya no quera entender lo que intentaba decirle el sacerdote.lain Parece ser que el rey, ha aprovechado la incursin de los cimerios p ara quitarse otro, digamos, problema de en medio dijo sin ocultar satisfa ccin el sacerdote. Pero no dijeron los dioses que castigaran al rey y a toda Asi ria, si haca dao a su mdico? El rey es hbil estratega, l no har dao alguno a K alam, sern los cimerios los que se encarguen de hacer ese trabajo.

d El rostro de la reina reflejaba preocupacin. Mi hijo est llegando demasiado lejos por esa mujer, esto tiene que terminar. Qu ser lo siguiente, aborrecer a la reina para casar se con Damkira? Y quin ser su heredero, sus hijos o el hijo de Kalam? El rey ser prudente, creo que pronto se aburrir de Damkira y volver a los brazos de su esposa. Cundo parten? En dos das, mi reina. Esta noche tengo que sacrificar un cordero y estudiar su hgado, pero creo que los augurios sern positivos. Cuando termine, me reunir con el rey. Bien, vete a preparar tu sacrificio y que los dioses nos protejan, pero q uiero que vengas a hablar conmigo antes de que hables con el rey, quiero conocer los augurios de los dioses antes que mi hijo. As ser accedi dcilmente el sacerdote, mien tras se despeda inclinando la cabeza. Nisher-Sag realiz el sacrific del cordero y estudi su hg ado. Los designios de los dioses eran cristalinos respecto al vencedor de la bat alla pero, la sombra de la duda, vel la mente del sacerdote. Despus de estudiar detenidamente el hgado del animal, haba observado que la llamada puerta del palacio era doble y tena tres protuberanci as con forma de rin, lo que significaba que, a todas luces, la victo ria sera del rey, pero tambin observ que la parte inferior del hgado apareca con una tonalidad verde pardusca, muy poco habitual y que suele presagiar funestos acontecimientos. Haba estudiado muchas tabli llas antiguas y en ninguna haba visto que, en un mismo hgado, se vie ran ntidamente augurios tan dispares. Tendra que meditar y estudiar una y otra vez el hgado en busca de nuevas seales. Pase por eltemplo y or delante de la escultura de Shamash con la esperanza de que el dios, al que tanto veneraba, iluminara su camino. Pas toda la noche en ve la buscando una explicacin a los resultados del sacrificio, pero no la enc ontr. Sera complicado explicar al rey los resultados de la ofrenda, pero antes, como era habitual, ira a hablar con Nakiya, quiz ella pu diera arrojar algo de luz sobre esos misteriosos designios.ar Nisher-Sag se dirigi a los aposentos de la reina madre, llam a la pu erta e inmediatamente, Nakiya le dej entrar. Vesta una tnica d e lino negro, ceida a la cintura por una cinta de algodn de color ve rde. Al sacerdote, la belleza que irradiaba la reina, no le pas nunca desa percibida. La conoca desde haca aos, y ejerca sobre ?l una malfica influencia. Y, esa noche, estaba ms bella que nunca. Nisher-Sag intent obviar la figura de la reina, pero la tentacin er a superior a su propia debili