situación de la literatura puertorriqueña

NGEL MANUEL AGUIRREUniversidad Interamericana de Puerto Rico

Situacin de la literatura puertorriquea a fines del siglo XIXy del XX: un parangn

La imprenta llega a Puerto Rico en 1806 e influye favorablemente el de-sarrollo y progreso de la cultura y del quehacer literario criollo en la colonia, apesar de las restricciones impuestas a la libertad de pensamiento y expresin,verdaderos obstculos a la capacidad creadora y artstica de los escritores en laIsla.

Mara Bibiana Bentez (1783-1875) es la primera poeta de nombre cono-cido y la primera en el tiempo entre las escritoras lricas puertorriqueas. Susversos revelan la lectura e influencia de escritores clsicos, neoclsicos y ro-mnticos como Garcilaso de la Vega, Fray Luis de Len, Caldern de la Barca,Melndez Valds, Fernndez de Moratn, Vctor Hugo, Lord Byron y Giaco-mo Leopardi. Autora de dos dramas en verso, Dilogo (1858) y La cruz del mo-rro (1862), su presencia en los orgenes de la lrica puertorriquea augura - se-gn Ramn Luis Acevedo - "la gran importancia que cobrar el elemento fe-menino posteriormente" l en nuestra literatura. Era ta de otra poeta, Alejan-drina Bentez (1819-1879), madre de Jos Gautier Bentez (1851-1880), elpoeta ms tpicamente representativo del movimiento romntico en la Isla y"uno de los poetas de ms bella expresin y exquisita sensibilidad, de ms ricafantasa y de ms delicado sentimiento que ha producido el pas y el que ha ex-teriorizado mayor intensidad de sentimientos en sus composiciones"2, en pa-labras de Manuel Fernndez Juncos. Alejandrina fue - entre las escritores de

1 Ramn Luis Acevedo, "Ensayo preliminar", en Laura Ros, Antologa General de la

Poesa Puertorriquea: Tradicin y originalidad, Hato Rey, Boriken Libros Inc., 1982, p. 8.2 Manuel Fernndez Juncos, Antologa portorriquea, Nueva York, Hinds, Noble & El-

dredge, 1944, pp. 144; 166.

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su poca - la de inspiracin ms elevada, aunque compona sus versos romn-ticos, algunos de ocasin, con poca frecuencia. Los public en revistas, cancio-neros y peridicos pero nunca los recogi en libro. Poesas, el libro de su hijoJos Gautier Bentez, el primero de nuestros grandes lricos, comparado conBcquer por su lirismo intimista y el cultivo delicado del tema amoroso, se pu-blica en 1880, el mismo ao de su muerte, y recoge poemas amorosos, patri-ticos, de tema reflexivo, religioso y filosfico y de crtica social.

La primera mujer que se destaca en nuestras letras por su obra lrica va-riada, rica y eclctica es Lola Rodrguez de Ti (1843-1924). Publica versosinspirados en poetas clsicos del Siglo de Oro, neoclsicos y romnticos (Es-pronceda, Bcquer, Heine y Musset) en peridicos y revistas del pas. Entrelos ms famosos estn los titulados "La vuelta del pastor", "El arpa hebrea" y"Mi ofrenda", inspirado en la muerte de Gautier Bentez. Segn Ramn LuisAcevedo, su gran aportacin a la poesa puertorriquea y antillana "es habersealado, por primera vez, la posibilidad de crear autntica poesa lrica to-mando como modelo la expresin potica popular"3. Desterrada varias vecesde Puerto Rico por su patriotismo militante, sus ideas revolucionarias y su ac-tivismo poltico en denuncia de las injusticias del rgimen colonial y el despo-tismo de los capitanes generales espaoles "que quieren regirnos con manos dehierro", publica en 1893 en Cuba, lugar donde muere en 1924, Mi libro deCuba. Marcelino Menndez y Pelayo y Rubn Daro han elogiado sus versos yentre ellos los ms conocidos y recordados son:

Cuba y Puerto Rico sonde un pjaro las dos alas,reciben flores o balassobre un mismo corazn.Qu mucho si en la ilusinque mil tintes arrebola,suea la musa de Lolacon ferviente fantasa,de esta tierra y de la ma:hacer una sola patria!

Otros escritores romnticos del siglo XIX son Santiago Vidarte

3 Acevedo, p. 19.

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(1827-1848), muerto prematuramente a los 20 aos y el primer puertorrique-o que se dedic a la poesa con brillantez y entusiasmo; Alejandro Tapia y Ri-vera (1826-1882), prolifico literato casi profesional pues cultiv el drama{Bernardo de Palissy; Vasco Nez de Balboa; Roberto DEvrewc, Camoens; LaCuarterona; La parte del len), la novela {Cofres; La leyenda de los veinte aos;Postumo el transmigrado; Postumo envirginado o Historia de un hombre que secol en el cuerpo de una mujer, A orillas delRhin; Enardo y Rosael), el ensayo, es-tudios de costumbres, la conferencia, el estudio biogrfico, el cuento, la leyen-da en prosa {La antigua sirena [sobre la ciudad de Venecia]; La palma del caci-que), el artculo periodstico, el libreto de pera, el verso romntico; el gneropico-simblico (en el poema La Sataniada) y fue director y redactor de unarevista de estudios literarios y sociales; Jos Gualberto Padilla, "El Caribe"(1829-1896), mdico, "poeta de mucho ingenio, de versificacin magistral yde puro y castizo lenguaje castellano" - segn Fernndez Juncos - , periodistay fundador de revistas, cultivador del verso de tono satrico-combativo, apolo-gtico, elegiaco y descriptivo, ganador de un premio literario con la composi-cin titulada "Contra el periodismo personal". Un poema inconcluso, "PuertoRico", pudo haber sido su obra maestra.

Manuel A. Alonso (1822-1889) es el primer representante del costum-brismo literario. Su libro El Gbaro4 (1849), con una segunda edicin aumen-tada en 1882) consta de trece "escenas" en prosa y ocho en verso. La mayorade esos poemas son "romances jbaros" y con ellos el autor inicia el criollismoliterario, pues, al utilizar en la elaboracin de sus amenos y graciosos versos latranscripcin fontica del habla dialectal campesina para pintar con exacto co-lorido la visin interna de los episodios y costumbres del mundo rural puerto-rriqueo, nuestra literatura adquiere caracteres propios. Manuel Mara Sama(1850-1913), poeta, comedigrafo (es autor del drama sentimental Inocente yculpable) y periodista, publica en 1892 la pieza teatral El regreso de Coln. Enesta ltima dcada el Romanticismo literario vigente en la Isla retrocede anteel impulso del Realismo y el Naturalismo y los escritores se orientan mayor-mente hacia el criollismo literario. Segn Lizabeth Paravisini-Gibert:

4 "Jbaro" es el trmino que se utiliza en Puerto Rico para designar al campesino o labra-

dor en el campo ["contadino"]. Equivalente al vocablo "guajiro" en Cuba, puede ser usado aveces en forma insultante, peyorativa o despectiva como el vocablo "cafone", "cafona" en ita-liano.


Desde sus comienzos, la novela en Puerto Rico responde a una vocacin com-prometida, dentro de la cual se apresta a revelar los males sociales, polticos, eco-nmicos y culturales de una sociedad colonizada, y en la que es vehculo para ladefinicin de la identidad nacional. [La novela] La charca (1894) de ManuelZeno Ganda, marca la pauta que seguirn sucesores como Miguel MelndezMuoz, Enrique Laguerre, Rene Marqus, Emilio Daz Valcrcel, Pedro JuanSoto, Luis Rafael Snchez y Edgardo Rodrguez Julia, entre otros5.

Segn Edna Coli, con Manuel Zeno Ganda, doctor en medicina, polti-co, poeta de tono romntico, novelista y periodista,

la novela aparece en Puerto Rico y para muchos Zeno sigue siendo el ms gran-de novelista que ha dado la isla. ...Lo extraordinario de la novela de Zeno Gan-da es su sorpresiva contemporaneidad. ...Zeno se ha clasificado entre los nove-listas ms distinguidos de la escuela naturalista zoliana. Se ha demostrado, tam-bin, que el naturalismo de Zeno no era enteramente zoliano, sino que asumeuna posicin intermedia entre el naturalismo francs y el espaol. ...Su novels-tica es un ejemplo elocuente de mestizaje, es decir, de la novela de injertos. Supaisaje es genuinamente puertorriqueo, como sus tipos, sus giros populares,sus cuadros de costumbres. La angustia contempornea del destino del hombreaparece en Zeno Ganda, pero ms bien en relacin con el destino de todo unpueblo que ha enfermado por su condicin de colonia. Qu ser del puertorri-queo?, se pregunta de la misma manera que nos preguntamos hoy: Qu serdel hombre? ante la crisis contempornea. Volviendo a leer La charca, hemosencontrado muchos puntos de contacto con la novelstica hispanoamericana ac-tual. Zeno, quien domin el ciclo novelstico de fin de siglo y principios del XX,fue nuestro primer gran novelista y para algunos no ha sido superado an ennuestra tierra. Su reputacin se afianza en sus novelas naturalistas que titulCrnicas de un mundo enfermo y donde analiza la degeneracin fsica del jbaro,con su hambre y su miseria, as como el vicio y la corrupcin social con el fin desaneamiento. La charca, publicada en 1895, es la novela del caf, con su denun-cia de males como el colonialismo, el temor, la fatalidad. El ttulo acusa el am-biente de estancamiento de aguas podridas y enlodadas, con sus miasmas y malolor, trasladado simblicamente, a la podredumbre social y humana. ZenoGanda pinta en su novela la miseria y el hambre, el latifundio, la promiscuidad,

5 Lizabeth Paravisini-Gibert, "Introduccin", en Ana Roque, Luz y sombra, 2da. ed.,

Ro Piedras, Editorial de la Universidad de Puerto Rico, 1991, pp. 1-2.


la avaricia y la ignorancia, en un fondo altamente potico en cuanto al paisaje serefiere.Los personajes principales son smbolos. El determinismo opera sobre estos per-sonajes... Como mdico al fin, Zeno Ganda (el mejor representante del Natu-ralismo en Puerto Rico) los enfoca desde un punto de vista clnico...La charca es un ejemplo tpico de autntica novela hispanoamericana, donde elmestizaje se refleja en la superposicin de poesa, costumbrismo y naturalismo.De todas las novelas de Zeno, consideramos sta su obra maestra6.

La novela Gardua se publica en 1896, dos aos despus de La charca,aunque, segn nos informa Edna Coli,

fue escrita y terminada antes que sta, en noviembre de 1890, y por consiguien-te se le considera la iniciadora de la serie de novelas Crnicas de un mundo enfer-mo. La novela toma el ttulo del protagonista, el licenciado Gardua, quien pa-rece heredarlo en espritu y letra, pues garduas son bestias feroces, descritas porRabelais en Gargantay Pantagruel, con tales uas que nada que aprisionen susgarras puede escapar. Enmarcado en un ambiente de podredumbre, el asunto dela novela gira alrededor del personaje central, bestia feroz que termina devorn-dolo todo. ... La pluma vigorosa de Zeno pinta con maestra y poesa los bellospaisajes de la naturaleza islea, as como la vida en las plantaciones de caa deazcar7.

Gladys Crescioni apunta que

...entre todas (las novelas de Zeno Ganda) resalta La charca que presenta la mi-seria fsica y moral de un grupo de campesinos. Sus personajes estn psicolgica-mente bien trazados, as como la trama. Zeno Ganda gustaba mostrar los con-trastes que existen entre la grandiosidad y belleza de la Naturaleza y las miseriashumanas. A su obra se la ha calificado de pesimista, pero lo nico que ha hechoen sus novelas es mostrar la realidad. El pesimismo naturalista no tiene cabidaen ellas, porque Zeno Ganda hizo un Naturalismo a su manera, no a la de Zo-la. l, como Emilia Pardo Bazn, separ lo que le pareci aprovechable y el res-

6 Edna Coli, ndice informativo de la novela hispanoamericana: Las antillas, Tomo I, Ro

Piedras, Editorial Universitaria, 1974, pp. 30-31; 163-65.7 Coli, pp. 164-65.


to lo deshecho. Y sin pesimismo ni determinismo hizo un cuadro del drama so-cial del Puerto Rico de su poca lleno de realismo y verdad8.

Un fecundo narrador que pertenece al movimiento naturalista (aunqueinsertado ms bien en el costumbrismo criollista), es Matas Gonzlez Garca(1866-1938), maestro, dramaturgo y poltico, autor de unos quinientos cuen-tos y de novelas como la regionalista y de protesta social La primera cra(1892), las naturalistas Cosas (que lo inicia en el Naturalismo en 1893), El es-cndalo (1894) y Carmela (tambin de 1894 y considerada su mejor novelapor ser un excelente estudio psicolgico de nuestros jbaros); la de asunto ro-mntico y realista titulada Ernesto y aparecida como folletn en la revista ElBuscapi en 1895, y la de tesis sociolgica e idealista, Gestacin (1895). SegnCesreo Rosa Nieves

la literatura de Matas Gonzlez se destaca primeramente por su comicidad (es-pecialmente la cuentstica) que a veces arde como pringamoza. Tambin se dis-tingue por su realismo vital de flagelo a los vicios; por sus proletarios idealestolstianos, de socialismo alumbrativo y mesurado (con preferencia sus novelas);por una prosa fcil y graciosa y se caracteriza en su trasfondo de novela por unhlito misterioso de romanticismo9.

Dos mujeres publican novelas en la ltima dcada del siglo XIX siguien-do patrones diferentes a los que la crtica contempornea prescriba entoncespara la novela, gnero comprometido con la afirmacin y enjuiciamiento denuestros valores. En 1893 se imprime la novela didctica de estructura episto-lar Luz y sombra de Ana Roque de Duprey (1853-1933), educadora, escritorafeminista y luchadora sufragista, fundadora de peridicos y revistas para de-fender la emancipacin y los derechos de la mujer, cuentista, ensayista y auto-ra de libros de texto, y quien haba aprendido a leer y escribir a la edad de tresaos y medio. Luz y sombra es una novela didctica de estructura epistolar conuna trama de intriga amorosa que se desarrolla en un mbito de intimidad do-mstica conyugal. Segn Manuel Fernndez Juncos, sta es la primera novelaque se ha escrito en Puerto Rico y quiz en las Antillas, en la que hay drama

8 Gladys Crescioni, Breve introduccin a la cultura puertorriquea, 3ra. ed., Madrid,

Editorial Playor, 1988, pp. 83-84.9 Cesreo Rosa Nieves, Plumas estelares en las letras de Puerto Rico, Tomo I [Siglo XIX],

San Juan, Ediciones de la Torre, 1967, p. 595.

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interno, bien visto y bien estudiado de un delicioso tipo de mujer. Ana Roquede Duprey publica en 1894 una coleccin de narraciones realistas de tesis so-cial donde agrupa bajo el ttulo de Pasatiempos las siguientes novelas: El rey delmundo; El secreto de una solterona y La fiesta de reyes. De 1895 es Sara la obre-ra.

La otra escritora que publica en 1895 su primera novela, titulada La mu-eca, es Carmela Eulate Sanjurjo (1871-1961). La autora, que tena veinticua-tro aos para la fecha de publicacin de su novela, escriba cuentos y poesa yhaca traducciones del francs. Al perder Espaa la guerra hispanoamericanade 1898, Eulate Sanjurjo pas el resto de su vida en varias ciudades espaolas,fijando residencia en Barcelona donde se distingui como concertista, cantan-te lrica, antologista de poetas orientales, novelista, ensayista, arabista, feminis-ta y traductora. Fue miembro de la Academia Arcadia de Roma. La mueca esobra de transicin del Romanticismo al Realismo, que presenta con rasgosmodernistas y atisbos psicolgicos el estudio patolgico de una mujer bella,frivola y egosta que destruye al hombre que la ama. La crtica contemporneajuzg que era una obra inmoral porque al final la protagonista no recibe el cas-tigo que mereca.

La situacin de la literatura puertorriquea en las ltimas dcadas del si-glo XX ha cambiado mucho. Por primera vez escritores como Rene Marqus,Rosario Ferr, Edgardo Rodrguez Julia y Luis Rafael Snchez han visto susobras traducidas a otros idiomas como el francs y el ingls. Ferr, autora dellibro Las dos Venecias, publicado en Mxico en 1992, ha publicado simult-neamente con la edicin espaola una versin inglesa de su libro La casa en lalaguna. Luis Rafael Snchez, cuya novela La guaracha del Macho Camacho esttraducida al ingls, ha puesto en escena su obra teatral Quntuples tanto en Eu-ropa (Madrid) como en Sur Amrica (Ro de Janeiro y Buenos Aires). Su lti-mo libro de ensayos, No llores por m, Puerto Rico (1997), ha recibido elogiosfavorables de la crtica. Ana Lydia Vega ha recibido el premio Casa de lasAmricas de 1982 por Encancanublado y otros cuentos de naufragio y el premioJuan Rulfo internacional de Pars de 1984 por Pasin de historia y otras histo-rias de pasin. En 1994 aparece publicada por la Editorial Torremozas en Ma-drid una antologa de poemas de Julia de Burgos, nuestra poeta ms impor-tante, y luego sus poemas se recogen en una extensa edicin bilinge, prepara-da en los Estados Unidos. Francisco Matos Paoli, nuestro poeta nacional, harecibido nominaciones para el Premio Nobel de Literatura, y en 1998 fue no-


minado para un importante premio en Espaa. Mayra Santos, antologista dela literatura puertorriquea del siglo XX, profesora, poeta y cuentista, acaba depublicar y presentar en febrero de 1998 su ltimo libro de cuentos erticos, Elcuerpo correcto, que incluye el relato "Oso blanco", ganador del premio RadioSarandi de la Competencia Internacional Juan Rulfo, auspiciada por RadioFrance Internationale de Pars. La mayora de los escritores son profesores uni-versitarios como Edgardo Zanabria Santaliz y Edgardo Rodrguez Julia (cuyaltima novela, Cartagena, result finalista en un concurso en Espaa, como lesucedi a la novela pastiche Figuraciones en el mes de marzo de Emilio DazValcrcel).

La prolificacin de escritoras, tambin egresadas o profesoras universita-rias, ha sido tal que se ha hablado de un boom de creacin femenina en nues-tra literatura y debemos aadir en la prosa narrativa los nombres de MaraArrillaga (poeta y ensayista, autora de la novela Maana Valentina), MagaliGarca Ramis (novelista y cuentista), Olga Nolla (poeta y novelista), MayraMontero (cuya novela ms reciente, Como un mensajero tuyo, noveliza la visitade Enrico Caruso a Cuba en una atomsfera de mafia y santera), MartaAponte (autora de las novelas Anglica furiosa y El cuarto rey mago); las cuen-tistas Angela Lpez Borrero {Amantes de Dios) y Gisela Paoli {La fea de los milrostros hermosos) y la poeta Loreina Santos Silva, autora de una docena de poe-marios - los ms recientes titulados Poemas para la madre ausente y El reclamode las rocas y del libro de memorias y formacin feminista, Este ojo que me mi-ra. En poesa, Yvonne Ochart ha publicado El libro del agua, Anagilda Garras-tegui, En la noche quieta, Magaly Quiones, Sueos de papel y en la antologade cuentos titulada Te traigo un cuento hay ms narraciones por cuentistas mu-jeres que por hombres. En poesa escrita por hombres destacan Alfredo Villa-nueva, autor del poemario La voz de la mujer que llevo dentro, Manuel RamosOtero, Invitacin alpolvo y Jos Luis Vega, profesor, crtico, antologista y poe-ta autor de Las natas de los prpados, Tiempo de bolero y Solo de pasin: teoradel sueo (1996) poemario del que leer dos sonetos:

La concha tibia que el molusco asomapor la punta de gracia coloraday entre perlas perfectas alineadasincita a que otra boca se lo coma,

la almeja viva que en el suave aromade su claustro se esconde recatada,


pero que sale pronto, si besada,del clido marfil de su redoma,

se llama lengua y en pasin renacecomo si otra de fuego en el enlacemordiera su funcin multiplicada,

y clama y burla y lame y se complacesaboreando al saberse saboreadaen toda su extensin de enamorada.

Llmase amor a esa pasin diversaque en el centro del pecho se amalgama,a esa extraa madeja, a ese diagramade signos que se leen a la inversa.

Un solo nombre para muchas fuerzasque del celo al temor se desparraman.Un solo tono para vasta gamaen cuyo fondo est la vida inmersa.

Cmo entenderlo, si contrario animaen su centro y razn mltiples cosasque ms se agotan mientras ms se suman?

Candente confusin, materia prima,vorgine, fulgor, diamante, rosa,piedra primero, y a la postre, espuma10.

10 Jos Luis Vega, Solo ele pasin: Teora del sueo, San Juan, Editorial de la Universidad

de Puerto Rico, 1996, pp. 18; 29.

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