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UNIVERSIDAD TECNOLOGICA DEL PERU CURSO: Sistemas Sociales PROFESOR: Respicio Lopez, Luis Alberto TEMA: Seguridad Social en el Perú INTEGRANTES: Rivas Vela, Luis Eduardo Huamán Vílchez, Ángel Contreras Rivas, Dante

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SEGURIDAD SOCIAL EN EL PERU

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UNIVERSIDAD TECNOLOGICADEL PERU

CURSO: Sistemas Sociales

PROFESOR: Respicio Lopez, Luis Alberto

TEMA: Seguridad Social en el Per

INTEGRANTES: Rivas Vela, Luis EduardoHuamn Vlchez, ngelContreras Rivas, Dante

CICLO: 2015-II

Antecedentes

Fundamento Constitucional

La concepcin y fundamento de la creacin del IPSS Instituto Peruano de Seguridad Social, en 1980 se encuentra en el artculo 14 de la Constitucin de 1979. En l se afirma que una institucin autnoma y descentralizada, con personas de derecho pblico y con fondos y reservas propios aportados obligatoriamente por el Estado, empleadores y asegurados, es la que tiene a su cargo la seguridad social de los trabajadores y de sus familiares.

Esta responsabilidad estatal no es exclusiva pues en el mismo artculo 14 se aade que: La existencia de otras entidades pblicas o privadas en el campo de los seguros no es incompatible con la mencionada institucin, siempre que ofrezcan prestaciones mejores o adicionales y hasta consentimiento de los asegurados.En la Constitucin de 1993 vigente, se aprecia un cambio en la concepcin de la responsabilidad del Estado en materia de seguridad social. El artculo 10 sostiene que el Estado reconoce el derecho universal y progresivo de toda persona a la seguridad social, para su proteccin frente a las contingencias que precise la ley y para la elevacin de su calidad de vida.

Segn el artculo 11, el Estado garantiza el libre acceso a prestaciones de salud y a pensiones, a travs de entidades pblicas, privadas o mixtas.

Enestemarco,elsistemadeseguridadsocialenel Per responde a un modelo mixto porque cuenta, enmateriadesalud,conregmenescontributivosyunrgimenestatal,as como, en materiadepensiones,conunrgimencontributivoderepartoyunrgimende capitalizacin individual.Enelcasodeaccidentesdetrabajoyenfermedadesprofesionales, elrgimenesdenaturalezacontributiva.

Falencias, Consecuencias y Alternativas de SolucinPrimera falenciaLafalencia principalaqu en el Per, es fcil de reconocer por cualquiera que tenga sentido comn. Nuestra desorganizacin social es la mayor vulnerabilidad que tenemos, al haber adoptado desde que nos transformamos en repblica, unaorganizacinpoltica, jurdica y social que se convirti, en un elemento protnico, para su momento y ajeno a nuestra realdad nacional, esta imposicin luego se convirti en falencia y vulnerabilidad, al haber iniciado nuestra vida republicana nacional, construyendo nuestra base doctrinaria, basando nuestra subyacente dogmtica, en una realidad falsa, en unahiptesisde pas, sin axiomas definitorios para nuestropensamientodirector, y en nuestra vida organizativa.En el Per de ahora subsisten dos clases de pases., uno el pas legal o formal, compuesto porla organizacinpoltica, jurdica y social, de los citadinos que conforman el mundo criollo, ya casi amalgamado como slido, por sus intereses comunes ehistoria, y por otro lado, el conformado por todas aquellas naciones de diferente raza, idioma ycultura, que habitan aquellas partes del territorio nacional, en donde elgobiernoha permanecido ausente durante toda la edad del pas como repblica, salvo ligeras excepciones donde era necesaria su imposicin al medio, por tener el rea en mencin algn recurso para la explotacin, tanto del lugar geogrfico, como del pueblo de la zona, que se transforma de inmediato, en la mano de obra barata alserviciode las compaas, que usufructan las riquezas de su propiatierra, relegndolos ala pobreza.El pas legal, pagaimpuestos, compra en modernos supermercados, tieneagua,luz,telfono, viste y come bien, est interconectado por carreteras modernas, y tiene acceso asaludyseguridad.El otro pas que a juro ahora tienen que reconocer los primeros, es el pas informal o ilegal, aquel pas dondeel estadoest ausente permanentemente, en casi todo sitio por su bajopoderde urna. Un pas sin acceso a todas las facilidades que le asignamos unprrafoatrs a los formales. Sin embargo, este pas informal, conformado por un gran nmero de naciones del interior, que se suman a los pueblos de las periferias de las grandes ciudades, en el ya famoso denominado cordn de la miseria, que adorna cual guirnalda a las grandes ciudades, del pas, y que al parecer es comn denominador en laAmricahispana, tiene su especial connotacin aqu. Somos diferentes. Por qu?El pas ilegal (o informal) nuestro, tiene una vida propia y ajena a las cuestiones formales que mantienen a la organizacin poltica y jurdica del pas dentro del marco que la hace reconocida por otras naciones ms organizadas estructuralmente. Y digo estructuralmente, debido a que muchos de los pases con los que tenemos relacin, ya tienen unaidentidad nacional, nosotros no. Lo que si tenemosseguro, esel conocimiento de que aqu en nuestra patria, que si la reconoce todo el mundo que la habita como una. Lasleyesno se aplican a todos por igual. Gente con investigaciones sobre narcotrficoapoyan descaradamente a propuestaspolticas, por conveniencia. y no me extiendo ms aqu, porque se investiga a gente que tienesignosexteriores de riqueza, en empresas millonarias, cuyos dlares provienen del narcotrfico, sin embargo elBanco de laNacin, acepta la informalidad nacional y se aprovecha de ella, sale todos los das a comprar dlares informales, (ilegales?) procedentes del negocio informal, o de nuestra selva ptrida, para mantener el balance econmico nacional, con estos dlares se hacen las mayores transacciones comerciales de monedafsicaen el pas, es el mundo financiero informal, que se encuentra excluido del mundo formal nacional para ciertas actividades, que no afectan por supuesto a los interesados en su permanencia.Esta situacin de tener dentro de un mismo territorio a dos naciones, es el primer escollo que se tiene que salvar aqu, si queremos de verdad a nuestra patria, para buscar su unidad y trascendencia. Si sumamos a esta situacin social, la ausencia de una cultura conexa entre nuestras diferentes naciones, nos vamos a encontrar que la ignorancia mantenida de ex profeso, es garanta para la explotacin del pueblo informal, que ahora, mas informado, ha tenido que recurrir a la ilegalidad, para subsistir, con la anuencia de los eternos ganadores del rio revuelto. Los polticos aptridas que durante muchotiempose han dedicado, con excepcin de algn patriota de verdad, saquear al pas, sin importarle que sean sus hermanos los explotados, porque estos tienen sus tiendas de campaa aqu entre nosotros, pero sus hogares, e intereses, se encuentran casi siempre en el extranjero. Mientras nuestranacinno sea una sola y carezca deidentidad, esta situacin de explotacin, einseguridad, permanecer vigente.El gobierno aqu semeja mucho al Leviatn, (obra deHobbes). Aqu elEstadotiene un poder casi absoluto, pero es llamadodemocracia, o plutocracia, y aunque aqu existe una -guerrade todos contra todos, para alcanzar el poder, somos tambin amantes de ese desorden en diferentes escalas de magnitud, claro que ms aman esta desorganizacin aquellos que detentan el poder, y por ultimo aqu s: -El hombrees el lobo de los hombres.Es monrquico, si, cuando le llaman tirano al gobernante, que impone a lafuerzasu voluntad (Bagua-Callao), es plutocracia, cuando le llaman oligarca al gobernante, que favorece solo a sus socios, de la elite gubernamental, peruanos o extranjeros (Entrega de puertos, recursos energticos), y es democracia, cuando est ausente en los pueblos pesqueros costeros, la sierra altiplnica, o selva, donde no hay nada que vender, y donde no tienen potencial de urna, y le llaman Anarqua.En nuestro sistema estatal peruano, el organismo, encargado de la Doctrina de Seguridad yDesarrolloNacional, (estructuragubernamental, que determina los fundamentos de nuestra doctrina, nuestrosobjetivosde desarrollo, bienestar y seguridad nacional),es tan inestable ahora, como lo fuera el momento de su creacin, hace ms de medio siglo, por iniciativa de nuestros militares, en sa hora iluminada, en que conscientes de la necesidad de estructurar, una slida posicin nacional, frente a la amenaza de los acontecimientos beligerantes mundiales del siglo pasado, disearon, en base al estudio de nuestra realidad, un rgano que preparara al pas para su trascendencia .Pero susfuncionesdirectrices, que deberan sealar el camino del estado, no son hoy para nada, las ms idneas, por que como institucin y organizacin, el Ministerio de Defensa, base de esta organizacin, est sometido a cambios constantes, demisin, de jefaturas, y de mecanismos decontrol, todo eso, en base al grado de confianza oamistad, que les tenga el mandatario de turno.En la organizacin estructural de este rgano, el Ministro de Defensa, y los elementos directrices, es decir las posiciones de primersima importancia, en lugar de poner el sistema al servicio del pas, lo hacen de hecho para el gobierno de turno, sus inclinaciones, tendencias y doctrinas partidarias, a veces de origen extra nacional ,perdiendo su trascendencia., y es as como sus finalidades, que deberan tambin serlo, se limitan a asuntos coyunturales y domsticos., que le hacen perder continuidad a esta estructura fundamental, porque ya no obedece sufuncin, a la Necesidad Nacional, sino a los caprichos gubernamentales, y todo esto porque sus jefaturas son cargos de confianza del Presidente dela Repblica. Es decir la dedocracia retrgrada, sobre la composicin orgnica, del elemento medular encargado de analizar, preparar, formular y difundir, al pueblo las bases doctrinarias que definen elcarctermoralde la patria., esta es pues a todas luces nuestraPrimera falencia. Segunda falenciaSi a ello le adicionamos la influencia, que cualquiera que sea el partido que este en control del gobierno, tiene de susorganizacionesafines, fuera de las propias fronteras ,as como los acuerdos o alianzas de ndole financiero, ideolgico, o de cualquier tipo, que esta asociacin demande, tendremos que la doctrina nacional ser entonces objeto de manipulacin, por los intereses de una organizacin, que es temporal en el poder y con antecedentes de subordinacin ideolgica, una organizacin menor, que no tiene la trascendencia que la nacin abriga en su existencia, en consecuencia hay que mirar acuciosamente y con cuidado extremo, elempleode las doctrinas emanadas, de lasinstitucionesencargadas de asuntos de mentalidad nacional, que podran ser sicosociales contraproducentes en el tiempo, as como las doctrinas que siendo necesarias, se dejan de emitir, en aberrante descuido aptrida.Nuestro enemigo artero, es la ignorancia, y la falta de iniciativas para superarla, principalmente si estas carecen de intencin integracionista, y una bsqueda constante de nuestra identidad nacional. Mientras en suenseanza, no exista conexin entre la historia, lageografay nuestrasociedad, no podremos superar esta situacin inicua.Con una adecuadaeducacin, que despierte nuestras conciencias histricas y geogrficas, lograremos que nuestra sociedad se conecte, se integre y por fin encuentre su identidad. Seremos consecuencialistas, tenemos que serlo, crticos y analistas de nuestra situacin real, tendremos posiciones prospectivas, y nuestraactitudcambiara, porque nuestro sentido estructuralista y humanista social, har de nosotros, responsables de la trascendencia, que nuestra patria merece, en el espacio geo sincrnico del maana, que tenemos la obligacinticade heredarle a nuestros descendientes en seguridad, en paz y en desarrollo continuo. Esa deber ser nuestra visin, y solo se lograra cuando hayamos cambiado, eso se logra con uncambiodoctrinario y conactitudesdinmicas transformadoras.En lo referente a los propiosprincipiosdoctrinarios, que definen los objetivos de nuestras aspiraciones nacionales, cuyo estudio,diseoy difusin est establecido porleyen el Per, los propios han sido soslayados sin miramientos ticos, yo acuso de esa infamia a los responsables de nuestra doctrina nacional, porque nos han trado otros principios extraos aqu. Estos han sido a travs de la historia, impuestos para servir a intereses extra nacionales, como parte de sus propias planificaciones yproyectos, incluyndonos en su sistema, y excluyndonos de nuestra propia realidad, y con eso, postergando incesantemente nuestraintegracin, que les es contraproducente, evitando con esto la bsqueda de nuestra identidad nacional, y la utilizacin de nuestro propio pensamiento tico director, es decir, estas son doctrinas que hemos asumido como propias, y que son hasta ahora, inoperantes con nuestra Realidad Nacional.Segunda falencia.

Tercera falenciaEn cuanto, a los resultados de la aplicacindinmicade estas doctrinas nacionales, emanadas del CAEN (CENTRO DE ALTOS ESTUDIOS NACIONALES) que deberan ser materializadas en actos proactivos, y respuestas oportunas, a la posicin de coyuntura de hoy, y las que deberamos tener en plena vigencia, por el tiempo transcurrido desde que tcnicamente se comenzara con su formulacin, difusin, y supuesta implementacin, pero son laTercera falencia. No existen.Del ltimo medio siglo permanente de trabajos deinvestigacin, estudio y preparacin... Qu es lo que hemos obtenido como pas? : -por sus frutos los conoceris- Nada, solo un diagnstico, probablemente acertado de nuestras fallas, tambin la difusin, y absorcin en salones declase, de conocimientos doctrinarios que nadie defiende con ardor, y de disciplinastcnicasque no se utilizan, actividadesintelectualesbrillantes, sin duda, pero sin ningunaaccincorrectiva o preventiva concreta, que mejore la condicin de nuestra sociedad. Nada fuera de lo conceptual, encarpetarle, y hasta tristemente banal, por eso mi pasmo ante semejante desidia. Por eso es que, contrario a la formacin acadmica terica, quiero motivar con estas lneas, a la accin directriz correspondiente, para que responda positivamente y con hechos reales, a la pregunta precedente.Para esta pregunta, nosotros tenemos tambin otra respuesta, triste ulterior e insoslayable., y es, que como sociedad organizada, tenemos tambin ahora aqu, otrogrupode escuelas que estudian nuestra realidad, ahora independientes del estado, y que con injerencia poltica, o extranjera(otra falla), se dedican a mostrarnos a nosotros mismos, y al mundo entero, la oportunidad que generan nuestras falencias e inoperatividad, nuestro grado de preparacin intelectual, y nuestra absoluta falta de capacidad de respuesta, para formular una expresin dinmica, consecuencialista de lo que vivimos, y que nos permita mejorar siquiera algo, nuestra situacin social, poltica, econmica, militar, cultural, ecolgica, etc., actual.De estas escuelas, ahora metidas hasta los zapatos, en nuestra desnudada intimidad, respecto de Seguridad Nacional, que tienen lineamientos acadmicos paralelos, o similares con el CAEN, no podemos esperar unFAIR PLAY, si no estamosseguros, de que hemos adoptado las medidas acertadas, para bloquear sus posibilidades de empleo, al interior de nuestra sociedad, que son inciertas para nosotros, considerando que nuestra seguridad nacional social, debe extenderse en todo escenario antagnico posible de predecir. Ellos son los extraos aqu, hurgando en nuestra seguridad nacional.Si nuestro luminoso CAEN, no ha aportado aun, positivas actitudes dinmicas, en seguridad nacional Qu se puede esperar de aquellos que estn subvencionados por extranjeros?, y cuyas finalidades desconocemos.Sera entonces tambin, una medida acertada, como principio tico realizar una investigacin de los personajes que las conforman, conocer quines son los que estn detrs de ellos, y la finalidad que persiguen.Pero quin hara estetrabajo? Tenemos acaso los elementos idneos? Hemos previsto esta situacin?, o hasta en esto tambin, solo teorizamos... Las entidades esas que mencion, y los hechos estn all, aunque los ignoremos de exprofeso.Consideremos adems que los enemigos modernos, son estructuralistas y sistmicos tambin, que realizan en pocas de paz, ataques integrados,explotando diversas reas de vulnerabilidad y sin restricciones, en vista de que los famosos Teatros deOperacioneso Battlefield clsicos, esta hora, ya con la Guerra Sistmica, o Guerra Irrestricta, estn camino a la historia.Hay que actuar entonces su tempore, porque, ahora que esta modalidad de guerra, irrumpe en todos lossistemas, causando asombro, sorpresa, temor, y pavor, a los estrategas de todas las disciplinas, conresponsabilidaden algn rango de seguridad, sean estas civiles o militares, y cuyosanlisiscomprenden todas lasestructuras, aqu estas, se han mostrado incapaces de reconocer lo que est frente a sus ojos, porque sencillamente no se atreven a aceptar que la existencia de una eclosin estructuralista dinmica global, pone en evidencia la obsolescencia de sus doctrinas, no solo en el Per, sucede en todo el mundo.Pienso, como muchos, que la mayora de las propuestas del CAEN, son brillantes, pero tambin, son solo eso, un conglomerado de conceptos abstractos, que ellos mismos, no han logrado conectar con la realidad que a diario vivimos, hacindonos ver sus ideales como una utopa, y pienso tambin, que la influencia externa, tiene mucho que ver con esta incapacidad, de llevar las ideas alprocesode lapraxis.Por esa causa, en el transcurso del presenteensayoles proporcionar suficientesdatosreales, deproblemastambin reales, que requieren de una solucin, por ellos precisamente, y que s, estos problemas son parte de una realidad necesaria de cambiar. No es preciso enumerarlos, porque ustedes podrn reconocerlos, estn en nuestras narices, y no hemos sido capaces de distinguirlos como problemas nacionales concretos.Bueno al margen de estalgicay bien comprendida desconfianza, secuela de los golpes mortales a nuestras estructuras polticas, jurdicas, sociales, econmicas, militares, etc. del enemigo artero, que nuestra historia nos seala en cada pgina, y las visibles cicatrices, en nuestros textos de geografa mutilada, que los convenidos aptridas en posiciones de poder soslayan, sin informar a lajuventud estudiantil, tornndola indiferente, y sumadas estas falencias , a nuestra desastrosa realidad social actual, hablamos aqu de nuestra incapacidad, para jaquear nuestras falencias estructurales sociales, con actitudes reales, utilizando nuestro propio potencial, que es la finalidad que perseguimos aqu, para evitar los errores de conduccin humana en asuntos que vulneran a toda la sociedad, como lo que se describe a continuacin:Nuestra Armada Nacional, permanece al margen de asuntos que le competen directamente, permanecen ajenos a los asuntos navieros, y a los recursos estratgicos portuarios, ella no dice nada, no se pronuncia y menos hace, acta como si fuera la armada de otro pas, quiz son formados as, sin saberlo, o es que la comodidad les impide despertar, descuidando el mar y los puertos estratgicos, en la misma proporcin que nuestra Fuerza area, abandona nuestros cielos y aeropuertos. El Ejercito? Cul Ejrcito?Quiero ser especfico aqu tambin, no es esto solo una cuestin de carcter operacional tctico militar no., me refiero tambin, a la seguridad nacional, la de todoslos valoresestratgicos nacionales, de los que ellos son tan responsables como nosotros, y que tienen que ver con los aspectos tcnicos, sociales, econmicos, ecolgicos, etc. en su rea de trabajo, porque lo sabemos, no solo es defender elsueloo el mar, no, desarrollo y seguridad son estructuras paralelas, que tienen que integrarse interdependientemente para fortalecerse y defenderse. Solo juntas pueden existir, solas estn condenadas a su desaparicin, cualquiera que sea laestructura socialdonde subyacen.Las estructuras de formacin acadmica, de las escuelas responsables de la tesis doctrinaria, tambin son falencia, porque que evidentemente, no modificaron sus principios ticos, ni siquiera influenciaron en sus alumnos, por un cambio, a partir de iniciativas propias, no ensearon nada que haya dado algn resultado positivo,concreto, al menos visible, o que haya trascendido sus cuatro paredes, sin ser infidencia. En esa misma perspectiva, se ha desarrollado la enseanza, y solo se ha teorizado por decenios, pero tambin, (y hay que reconocerlo), han desarrollado, por cierto, interesantes trabajos de investigacin, que bien se pudieran aplicar, para nuestra integracin y desarrollo, as tambin, en lo referente al campo de la seguridad nacional, pero que siguen arrumndose en subibliotecasine die.Es decir, lo sabemos casi todos aqu, estas escuelas, capacitan gente para todo., desde como gobernar un municipio, una regin,Defensa Civil,Estrategiasde Defensa Nacional, Seguridad Integral, Estrategias de Desarrollo Integral etc., pero todo esto, no ha servido de nada al pas, tan solo les ha servido a los alumnos, y a sus intereses personales. Engrosando algncurriculum vitae.A travs de la intromisin externa de doctrinas, y demetodologasocial, que nuestras escuelas han aceptado, abdicando a sus propios estudios, y a su realidad, se ha tratado de influir en nuestra realidad,( de hecho lo lograron) concapacitacinde nuestropersonaly la aplicacin demodelos, que ellos, quieren de buena intencin, probablemente, (quiero pensar) desarrollar aqu, porque creen que es lo mejor para nosotros, para una sociedad organizada, de la manera ms parecida a la de ellos, a la de su cultura, y que encaja en sus planes, pero hemos de reconocer aqu que nosotros somos diferentes, y nuestra realidad, nos hace desear otras cosas, que son diferentes a sus esquemas sistmicos. Por otro lado, resultara bochornoso, preguntarse quienes son ellos. Quien no conoce a su enemigo, no se conoce a s mismo, y pierde antes de la batalla.Propongo cambiar toda esasuma de falencias,productode una visin errada e inaplicable, por fortalezas, basadas en nuestra cosmovisin, por accin inmediata y sostenida, para que nuestra patria, coseche resultados positivos, con movimientos estratgicos, y sin ir a contrapaso del sistema imperante global, que nosotros no podemos cambiar. Ya lo he dicho antes, en este hipottico barco que nuestro pas navega, llmese sistema neo liberal, o como quiera ser llamado, estamos en l, no podemos abandonarlo sin peligro de ahogarnos, estamos en el cmo en el mundo globalizado, si con todos los pases con que tenemos relacin. Y en este hipottico barco, nos ha tocado ser los carboneros, los cocineros, y no podemos salir de all, pero si adecuamos nuestras potencialidades, podremos cambiar de posicin a tripulantes o pasajeros tal vez. Por eso, para los estructuralistas peruanos, ir a contrapaso del sistema no es la solucin a nuestros problemas, tenemos que coger el ritmo del mundo en que vivimos, adecuarnos a l, sinaccioneserradas anti sistema, traumticas, que lesionen nuestra sociedad, entonces indudablemente mejoraremos nuestra situacin, hasta que podamos decidir por nosotros mismos nuestro destino, sin ataduras.Porque esta propuesta?, la respuesta es muy simple, y lo sabemos todos, sin embargo soslayamos de ex profeso la rplica, debido a que hemos renunciado al control, y fiscalizacin del gobierno, a nuestra condicin superior de sociedad organizada, conconciencia, con identidad, con vida, con objetivos comunes, y con representatividad en el poder. Tenemos que ejercer control como pueblo, y eso si est legislado, lo podemos hacer, es nuestro derecho.Respecto a nuestros lineamientos, de pensamiento doctrinario y de actitud, los elementos, a los que se les entreg la responsabilidad de su aplicacin, no han desarrollado laexposicinde una visin comn, para toda nuestra estructura social, sin esta, no tenemos norte, ni actitud prospectiva de respuesta, ni siquiera de preparacin, por lo menos equilibrarte, frente al caos sistmico que vivimos. Los que lo sabemos tenemos que exigir que se difunda la nueva doctrina nacional, y sabemos qu clase de doctrina se tiene que difundir, aclarando en este punto, de que nosotros como estructuralistas, no defendemos banderas polticas de derecha o izquierda, solo fomentamos la cohesin nacional como estructura social humanista, que se beneficie de todas las expresiones tcnico disciplinarias.Sabemos que nuestra organizacin del estado, como Estructura social, no une a todo el pas, carecemos de identidad nacional, el estado no protege a todos por igual, y no todos tenemos las mismas libertades, aqu no existe unaconstitucinfirme, que dure, ms all de los intereses de algunos gobernantes, ogrupospolticos, consecuencia de ello, no existen reglas dejuegodefinidas, no se respeta un Acuerdo Nacional, tampoco hay seguridad jurdica, nicontrato social, no hay prospectiva social.Finalmente resumimos que el Ejecutivo acciona sin control de nadie, y est completamente desprestigiado,por sus escndalos decorrupcin, que han ocasionado varias veces su reorganizacin forzada, inmoralidades que equilibran muy bien, los delincuentes que se pueden contar en cifras mayores, en el congreso, que es unpoder legislativo, vergonzante para cualquier pueblo condignidad.ElPoder Judicial, por su parte, no es ms confiable y tampoco es menos corrupto, que los anteriores, consecuencia de ello la anarqua campea. Entonces, la inseguridad interna y externa en nuestra patria, es la secuela de una sociedad aptica, que ha renunciado a sus poderes de control del estado, y que ha perdido su dignidad. La nica manera de que esto cambie, es cambiando los patrones decomportamientode la sociedad, y sus principios doctrinarios, para que no acepten, esta situacin desacertada.Entonces, las falencias, en el aspecto poltico, en el aspecto econmico, en la seguridad nacional, nos convierten en un pas en francacrisissocial. Los hombres controlan las estructuras sistmicas, y tambin son los nicos afectados por su mal manejo, es por eso que tenemos que cambiar nuestro comportamiento sistmico con actitudes proactivas permanentes. Quin enseara eso?, Quin conducir el cambio? Solo nosotros, los estructuralistas, la conciencia del pas, sin banderas polticas.Por eso, ya no es tiempo para lamentarnos, por las consecuencias de las acciones, o inacciones de los que nos precedieron, porque esta crtica y escarnio a los hombres que no asumieron sus responsabilidades en su tiempo, es tambin grave falencia, que no podemos repetir.Los que de alguna manera tenemos acceso ainformacinreal, (no la meditica y manipulada) que ahora somos una gran cantidad, tenemos tambin que hacernos cargo de la responsabilidad, pero activamente. La actitud es la parte esencial delhombrede este milenio, que no espera por milagros, ni presenta propuestas tericas.El aparato del ejecutivo, que ejerce control de nuestro desarrollo y seguridad, tiene que ser permanente, e involucrar a todos sus elementos en la responsabilidad. Solo as, se podr garantizar nuestra trascendencia en el futuro, Cmo? mediante una adecuada, apreciacin tctica de nuestra Realidad Nacional, y una correspondiente Respuesta Estratgica a sus falencias.

Entidades Involucradas en la Situacin del ProblemaLa Proteccin Social en el PerSeguridad Social y PobrezaSobre la base de la informacin proveniente de las Encuestas de Hogares de la Direccin de Empleo del Ministerio de Trabajo (MTPS-DNEFP) para Lima Metropolitana de 1987 y 1993, podemos dar cuenta del proceso que ms ha afectado a la seguridad social en el Per: el empobrecimiento de los asegurados por la cada de los ingresos reales en razn de la hiperinflacin de 1989-1990. El empobrecimiento no se debe a la ampliacin de la cobertura de la Seguridad Social, de manera que sta proteja a una mayor proporcin de poblacin pobre. Los menores ingresos reales afectan el monto de los aportes, especialmente de la gran mayora que gana muy poco, y a su vez, el que los aportes sean menores - junto con el mal manejo poltico y administrativo- afectar la capacidad del IPSS de pagar pensiones reales significativas. El resultado ha sido una marcada reduccin en los montos de las pensiones, que han llegado a ser irrisorias para la mayora de pensionistas.

En consecuencia, el cambio ms dramtico que se observa entre 1987 y 1993 en la relacin entre seguridad social y pobreza es el gran aumento -de 7.4% a 56.8%- de la proporcin de pobres entre los trabajadores asalariados asegurados (cuadro 12). Mientras que la proporcin de asalariados asegurados disminuye, de 87.9% a 83.8%, es decir, mientras que se produce un descenso relativo en la cobertura de la seguridad social, los protegidos por ella, se empobrecen ms que los no asegurados y que los no asalariados. El gran aumento de la pobreza incidi ms en aquellos que tenan ingresos que perder. Ntese en el extremo opuesto que la proporcin de los no-asalariados pobres no-asegurados es la que comparativamente aumenta menos, de 43.3% a 74.1%.

Sistemas de Pensiones

Calculo de las Pensiones

En el sistema del IPSS los hombres se jubilaban a los 60 aos y las mujeres a los 55. La edad de jubilacin se elev a los 65 aos tanto para hombres como para mujeres, con la creacin del Sistema Privado de Pensiones en 1993. Finalmente, en julio de 1995 se modific las edades del sistema pblico (ONP) adoptando la edad de 65 aos para todos.

Hasta agosto de 1990, el monto de las pensiones se determinaba bajo el criterio del sistema de reparto, por el cual una generacin de trabajadores aportantes cubra a los pensionistas de la generacin anterior. Al no mantenerse una proporcin adecuada entre aportantes y pensionistas, este sistema quebr, afectando el monto de las pensiones. En estas circunstancias, "el monto de la pensin se fij de acuerdo a una cantidad mnima para vivir". Las personas que aportaron durante 5 aos reciban una pensin igual a los que aportaron 30 aos o ms.

Actualmente, la pensin se calcula mediante la frmula que toma en cuenta el nmero de aos de contribucin (generalmente, los hombres deben haber contribuido cuando menos 15 aos y las mujeres 13), el ingreso promedio obtenido en los 12 meses previos y la composicin de la familia. Pero lo determinante para fijar el monto global a pagar es la disponibilidad de lo recaudado.

Una menor recaudacin, de una parte, y la hiperinflacin, por otra, hicieron que el monto de la pensin cayera en trminos reales a niveles irrisorios. La hiperinflacin no estuvo acompaada de una indexacin adecuada lo que cre una gran incertidumbre respecto al valor real de las pensiones. En 1984 una ley estableci una regla de indexacin trimestral segn el ndice de Precios al Consumidor de Lima (IPC). Esta indexacin fue respetada hasta 1988, cuando debido a la falta de fondos, el IPSS descontinu la indexacin con el IPC y lo reemplaz con reglas de correccin arbitrarias. Como consecuencia, el valor real de las pensiones declin y la mayora se agrupan ahora alrededor del nivel mnimo.26 Esto a su vez ha creado incentivos para que las contribuciones cayeran de manera similar a cerca de los niveles mnimos.

Segn el informe del Banco Mundial (1992), la esperanza de vida a la edad de retiro -la relevante para el clculo de las pensiones a pagar era de aproximadamente 16.5 aos en 1991. Un individuo que contribua con el monto mnimo al IPSS obtena el salario mnimo de Lima al retirarse. De esta manera, esa persona reciba una muy importante transferencia de ingresos reales a travs del sistema. En verdad, asumiendo 40 aos de contribuciones y una -baja- tasa de capitalizacin de 3%, tendra que haber pagado el 16% de su ingreso mnimo declarado para financiar la pensin.

El Caso de los Empleados Pblicos

Un caso muy particular es el de una parte de los empleados pblicos que se benefician del rgimen denominado de cdula viva, que se otorga de acuerdo al D. L. 20530 (del 28 de febrero de 1974). Los trabajadores de la administracin pblica (gobierno central, gobiernos locales y entidades pblicas) que ingresaron a trabajar antes de la fecha de promulgacin del decreto (1974) pueden jubilarse y tener una pensin equivalente a la remuneracin que perciban al momento de jubilarse luego de 20 aos de servicio, en los que se inclua hasta 4 aos de sus estudios universitarios. Esto llev el ao hasta el que podan beneficiarse de este rgimen a 1978. Los que se acogieron a este sistema tambin podan jubilarse con menos aos, obteniendo una pensin proporcional a los aos trabajados. Debe aclararse que durante sus aos de actividad -no los de estudio se descuentan al trabajador su contribucin a un fondo para el pago de esta pensin.

La pensin se reajusta de acuerdo a los aumentos de los haberes de un trabajador activo de su mismo nivel y categora y no tiene tope alguno. Un exceso en la cobertura de este beneficio llev a que los trabajadores de algunas empresas pblicas, que estn sujetos al rgimen de la actividad privada, tambin se beneficien de este tipo de pensin merced a dispositivos especiales. Se da en estos casos entre los que figura el Banco de la Nacin, la Compaa Peruana de Vapores y Petroper- el agravante de que el nivel de los sueldos en dichas empresas ha sido, y es, bastante ms alto que el de los trabajadores de la administracin pblica. Tambin decidieron acogerse a este beneficio un grupo de congresistas.

Sistemas de Salud

Cobertura y Calidad

La cobertura en prestaciones de salud abarca las del sistema de salud pblica y las del IPSS. Ya adelantamos las cifras de la poblacin protegida por el IPSS porque los asegurados para pensiones son a la vez los de salud, hasta la aparicin de las AFP. Uno de los temas que se discute al tratar sobre los servicios de salud en el pas es la falta de coordinacin entre la salud pblica y las prestaciones de salud de la seguridad social (Zschock 1986: 108). Otro tema es la condicin de privilegio de los asegurados al IPSS respecto al resto de la poblacin que debe ser cubierto por el MINSA y sus dependencias. En esta parte evaluaremos la cobertura comparando la evolucin de ambos sistemas.

De acuerdo con Zschock (1986:100) un sistema de prestaciones de salud implica dos dimensiones: la proporcin de poblacin protegida y los riesgos de salud a los que se da cobertura. Podemos aadir, una tercera, la calidad del servicio, la misma que puede medirse, indirectamente, por el gasto pblico en salud per cpita.

Programas de Asistencia

Poltica SocialEn tal sentido, el gasto social se canaliza en formas de asistencia peculiares, pues no se asignan fondos directamente, sino que se entregan productos en forma masiva y sobre todo se llevan a cabo obras pblicas en pequea escala e intentando alcanzar la mayor cobertura. Los sectores medios empobrecidos por el aumento del desempleo, en razn de los despidos y la recesin no han sido compensados con un incremento del gasto social corriente.

Un informe del FMI (1995:6) da cuenta de la reforma de la poltica social para reforzar la estrategia antipobreza del gobierno desde 1990. En agosto de ese ao se inici el Programa de Emergencia Social para enfrentar las necesidades ms urgentes en salud y nutricin. En agosto de 1991 se estableci el Fondo Nacional de Compensacin y Desarrollo Social (FONCODES) como dependencia del Ministerio de la Presidencia para financiar programas de generacin de empleo temporal a travs de la inversin en obras de infraestructura social de pequea escala (principalmente postas mdicas y aulas escolares).

Programas Sociales

El Programa de Emergencia Social (PES) fue el primero en establecerse, en agosto de 1990, como modalidad de gasto social directo. Blondet y Montero (1995: 145) presentan una apretada sntesis de lo que signific el PES: i. Su vigencia estaba programada hasta diciembre de 1990, pero se prolong hasta 1991; ii. Dirigi sus recursos a la atencin de la salud y la alimentacin infantil, mediante el Programa del Vaso de Leche54, la alimentacin escolar y los programas de reparto de alimentos de Critas, Care y de la Oficina Nacional de Apoyo Alimentario (ONAA); iii. Entre agosto y diciembre de 1990 se atendieron 2.25 millones de beneficiarios, alrededor del 30% de los 7.55 millones que deban ser atendidos; iv. De acuerdo a Cunto (1991), el 55% del gasto se destin a Lima, mientras que los departamentos ms pobres, como Huancavelica y Apurmac, slo recibieron el 2.5% de la ayuda; y. En 1991 slo ejecut el 28% del presupuesto de 213 millones de dlares aprobado, esto es, el 3.7% del monto necesario para atender a la poblacin en extrema pobreza estimado por Elas (1992) en 1,600 millones de dlares. En agosto de 1991, se crea el Fondo Nacional de Desarrollo y Compensacin Social (FONCODES) con el fin de captar fondos nacionales e internacionales para financiar la ejecucin de proyectos de apoyo social y de fomento al empleo productivo. Su presupuesto en 1992 fue de 164 millones de nuevos soles, de los cuales, hasta setiembre de ese ao slo se haban ejecutado cerca de 54 millones, es decir, 44% de 10 presupuestado hasta ese mes. La opinin del Grupo de la Agenda Social es que: ''El gasto social de ndole de emergencia, se centr bsicamente en FONCODES, que tom como modelo terico la experiencia boliviana con un fondo de inversin social basado en la demanda" (1994:29).

El Programa Nacional de Asistencia Alimentaria (PRONAA) se cre en febrero de 1992 y es resultado de la fusin de la ONAA creada en 1977 y el Programa de Asistencia Directa (PAD) de 1985. Este programa consiste en la distribucin directa de alimentos, el subsidio a comedores, los proyectos de alimentos por trabajo y la atencin a casos especiales (ancianos y hurfanos) (Blondet y Montero 1995:146).

Diagrama Causal

Diagrama de Forrester

Conclusiones

En la relacin entre seguridad social y pobreza no ha aumentado la cobertura de la seguridad a los ms pobres. Por el contrario, el empobrecimiento de la poblacin por la hiperinflacin, recesin y el programa de ajuste, ha conducido a que los asegurados y los que estaban cubiertos por la seguridad se empobrezcan. En consecuencia, su capacidad de aportar a la seguridad social es bastante menor y tambin lo sern las pensiones y la cobertura y calidad de las prestaciones.

La gran dificultad en el rea de la salud pblica es la falta de cobertura y el deterioro en la calidad de los servicios por el bajo presupuesto del sector. La respuesta de las dependencias del sector pblico en salud ha sido la de privatizar el servicio, haciendo pagar al usuario por los medicamentos o insumos que se requieren en las atenciones o cobrando tarifas por las consultas. Por estas razones la exclusin de sectores de bajos ingresos ha aumentado.

Si bien existe un amplio consenso en que el sistema pblico de pensiones ha hecho crisis, no existe el mismo consenso sobre las causas de esta crisis, sobre las perspectivas de evolucin a raz de su privatizacin ni sobre cul debera ser la alternativa de reforma. En el caso del Per no resulta claro cmo la ya iniciada tendencia al envejecimiento de la poblacin, el estancamiento del mercado de trabajo asalariado, y las limitaciones fiscales para cubrir y mejorar las pensiones del sistema pblico afectarn el sistema previsional.

En cuanto al gasto social, se ha optado por contener el gasto social corriente que ejecutan los sectores educacin y salud, principalmente, y destinar los escasos fondos a programas de emergencia administrados por entidades pblicas creadas para tal fin. Con ello se debilita la administracin pblica que brinda servicios y se deteriora an ms la calidad de los servicios pblicos de salud y educacin. En lugar de una poltica social de reconocimiento de derechos sociales a la poblacin se ha definido una poltica de emergencia temporal y de focalizacin del gasto para los sectores en extrema pobreza.