sinopsis "sueño de nubes"

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FRANCISCO E ORTEGA & JOSÉ DIONEL BENÍTEZ SUEÑO DE NUBES LOS CABALLEROS DEL AIRE Sinopsis

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Un corto resumen del libro "Sueño de Nubes - Los Caballeros del Aire", una hermosa publicación que nos hace un hermoso recorrido por la historia de la aviación Colombiana desde 1911, relatándonos a través de ese personaje ficticio que haces va evolucionando inmerso en nuestra historia.La forma de la novela permite a los autores el poder encarnar un relato muy cercano a la realidad de lo que pudo suceder en el instante mismo en que ocurrieron los hechos. Una narración rica en detalles de la vida Colombiana en cada época. El personaje inicia su recorrido desde el mismo momento en que llega a Bogotá ese aeroplano Bleriot que trató por todos los medios posibles de levantar vuelo en una ciudad donde la altura era superior a los 2,500 metros del nivel del mar, y la capacidad de los motores de la época no permitían hacerlo. Así el personaje se va metiendo en cada momento d ella historia, relatándonosla de tal forma que el lector alcanza a vivirlo.Es un libro difícil de clasificar, porque es una novela ficticia, dentro de una historia real.

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FRANCISCO E ORTEGA & JOSÉ DIONEL BENÍTEZ

SUEÑO DE NUBESLOS CABALLEROS DEL AIRE

Sinopsis

El protagonista es Francisco Sornoza, nacido el primero de enero de 1900, hijo de un aserrador y carbonero que vivía a las afueras de Bogotá en algún pueblo de la sabana, de donde viajó a la gran ciudad con el fin de encontrar trabajo y así poder ayudar a sus padres con su pesada economía. En aquél tiempo Colombia era un país que no contaba ni siquiera con un himno nacional propio, una pequeña y salvaje isla recién emergida del inmenso océano, un país con una identidad cuarteada por las travesuras caprichosas de las insufribles montañas de los Andes.

Algún día en Bogotá, se elevaron en la plaza de Bolívar sendos globos que Francisco divisó a lo lejos, quedando impresionado por el resplandor que botaban sus luces de fuego que contrastaban con las nubes siempre grises y tristes de la sabana y volaban a merced del débil viento no muy por encima de los techos rojizos de las baldosas de greda que protegían las casas de la provinciana Bogotá. Francisco, en un instante de magia y sin darse cuenta por ser tan niño, se había contagiado de esa fiebre perniciosa que sólo les da a ciertos espíritus aventureros a quienes el gusanillo del vuelo les entra tan fácil que no sólo los hace cantar como pájaros, sino los lleva a

LA NOVELA

❖ Es importante recalcar que  esta sinopsis tiene como fin único   resumir en pocas palabras esta apasionante historia. Son solo algunas pocas páginas en donde tratamos de sintetizar  la fascinante historia de amor y de vida de Francisco Sornoza, su protagonista, amante acérrimo de la aviación.  Esta novela histórica en toda su extensión, nos lleva  a vivir junto al él, muchísimos momentos maravillosos e inolvidables de los primeros 40 años del siglo XX en Colombia, momentos llenos de alegrías, tristezas, pasión y amor, que pusieron a nuestro país de una manera magistral y con orgullo, en el gran mapa mundial de la aviación.

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SUEÑO DE NUBES

Sinopsis de la Novela

pensar como ellos. Con el vuelo de los globos y años más tarde, cuando vio por primera vez una maquina voladora, un avión Bleriot que dos empresarios bogotanos exhibieron en el

Parque de la Independencia con motivo de la celebración del centenario de la Emancipación de Colombia, el interrogante que lo acosó como un tábano a las vacas, sería saber cómo podría sostenerse en el aire algo más pesado que él mismo, y desde ese momento, su único deseo fue averiguar cómo se vería el mundo desde arriba.

Un tiempo después, ya en la gran ciudad, comenzó a trabajar a la temprana edad de 13 años en un almacén de venta de paños ubicado en plena Plaza de Bolívar en labores

de mantenimiento y barriendo del frente del almacén los excrementos que dejaban los caballos, mulas y burros que allí se estacionaban amarrados a postes usados como estacas. Este trabajo lo combinó con las labores de voceador de periódico entre las cuatro y las nueve de la mañana, todos los días. Logró ascender poco a poco en el almacén hasta alcanzar el empleo de vendedor de mostrador. Acumuló saber y condición avanzada en la lectura, pues lo primero que hacía antes de entregar el periódico era leerlo. La lucidez que encontró en los relatos del diario, le alimentaron su capacidad de abstracción, logrando como nadie hacerse conocido de los banqueros y señores feudales de la entonces Bogotá, a quienes resultó atendiendo como vendedor de paños, porque cachaco que se respetara mandaba hacer sus vestidos sobre medidas. En los periódicos y revistas empezó a buscar la suficiente información sobre el incipiente y peligroso mundo de la aviación, su gran obsesión, su norte de por vida; A la casa de Hilda, su jefa y donde ya vivía con algo de comodidad, un día llegó una sobrina de ella , llamada Vitalia de quien se enamoró perdidamente; no obstante, para hacerse a su amor, debió sortear muchos inconvenientes y una fuerte enemistad que crecía con el tiempo con Ulpiano, un donjuan que no respetaba a nadie en la familia, a pesar de ser el tío de su primer amor.

Con la pericia que había adquirido en la venta de paños en el mostrador, mereció el ascenso a vendedor mayorista; pero ahí encontró enemigos que se le opusieron de manera contundente en un negocio gigante en el que él debía venderle una gran cantidad de paños y telas al Ejército

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1911. Fracaso de la última prueba para volar el Blériot sobre la Sabana de Bogota.

nacional, sin que lo lograra finalmente. Algunos vivos, en busca de dinero fácil, se aprovecharon de su inexperiencia en ese mundo de las trampas y las marrullas y se amangualaron haciéndolo quedar en ridículo, y por esta razón fue echado injustamente de la compañía.

Como consuelo le quedaba haber encontrado el amor de su vida y este lo esperaba en casa. Desocupado como estaba y con la pobreza que lo afectaba como saltador sin ley, logró hacerse amigo de Anselmo, un joven mandadero que trabajaba como aseador en el taller de Carlos Padilla, un hombre que en la localidad de Chapinero, construía –por pedido del Ejército- un remedo de avión tipo Morane,

francés bastante conocido en el entonces. Allí entró a trabajar también como aseador, pero pronto su condición y conocimiento le dieron para que se convirtiera en la mano derecha de Carlos Padilla, quien ya no lo quería como un simple todero sino como curtidor y madurador de maderas propias para el ensamble de aviones. Entrado en confianza con el señor Padilla, le pidió que se fuera a vivir al taller en su casa en Chapinero, para que dejara de perder valioso tiempo viajando desde el centro de la ciudad, en donde seguía viviendo con su amada Vitalia. Francisco Sornoza aceptó de muy buena gana, pero después de un tiempo, la comunidad que crecía y vivía en Chapinero, que se preciaba de ser la más selecta en clase y categoría de la ciudad, no vieron bien que un pobre fuera arropado en una casa de este nivel; por esta razón, y como se sabía que Francisco y Vitalia estaban amangualados, se revelaron en el barrio y fueron echados del lugar. Pero Francisco no contaba con el respaldo tan inusitado que recibió del señor Padilla quien se opuso de modo rotundo a que fuera sacado de su propia casa.

Pero por cosas de política y negocios, todo cambió y giró bruscamente en contra de Padilla y por ende de Francisco, cuando el gobierno decidió no seguir financiando el proyecto, por lo que se quedó sin empleo de nuevo. En ese momento, Bogotá fue atacada por una virulenta epidemia de fiebre española que alcanzó a su amada Vitalia matándola sin compasión. Francisco se aferró destrozado al féretro cuando iba a ser enterrada en una fosa común al lado de muchas inocentes víctimas, en donde descansarían todos

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1910 Plaza de Bolivar, Bogotá

aquéllos que cayeron ante la furia de esta enfermedad tan espantosa.

Así sin futuro y sin ver un porvenir certero ni una guía a quien debiera seguir, Francisco decide viajar a Barranquilla, enterado como estaba por los amigos del señor Padilla de que hasta allí viajaría un aviador gringo que había sido contactado por un empresario de apellido Obregón en New York, amigo íntimo del señor Padilla. Haciendo cuentas de los costos que le ocasionaría el viaje desde Bogotá hasta Girardot en tren, opto por hacerlo en mula ahorrándose una suma nada despreciable, que le serviría más adelante para soportar los embates del viaje por el peligrosísimo río Magdalena, una proeza impresionante, llena de aventuras y

sorpresas que viviría en los casi dos meses que tardó en llegar a su destino final, Barranquilla.

Muchos de los bogotanos más anquilosados no conocían la Costa Atlántica, región a la que miraban con desprecio

por ser, decían algunos, un lugar habitado por indios que todavía usaban taparrabos. Pero el dinero se fue acabando y debió demorar su viaje quedándose en Puerto Berrío donde buscó y encontró trabajo con unos cafeteros para ganar algo de dinero y así poder continuar su aventura. Allí

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Knox Martin en Bogotá el 7 de agosto de 1919

Interior de un Champán en el río Magdalena

recibió la noticia de que su tía Gertrudis, quien lo había criado con amor y perseverancia había muerto. Esto le causó un dolor tan poderoso que le fue imposible soportarlo con la sed que produce la amargura en la garganta, y por esta razón, se inició en el rico, fácil, amplio y pegajoso camino del alcoholismo. Beber le curó del desánimo. Fue entonces cuando por cosas de la vida conoció a Rosario, una muy joven mujer huérfana, criada por un paisa bueno, quien viendo la amabilidad y el tesón de Francisco, y sintiendo que se entendían, no dudó en ningún momento para que ella hiciera su vida con él y le dio la bendición para lo acompañara como su pareja hasta Barranquilla.

Allí por cosas que solo entiende el destino, se hizo amigo de Flavio, un hombre rico con quien había competido en

Bogotá por un cupo para iniciarse en la mecánica aeronáutica, un concurso que había abierto el gobierno nacional y al que acudió por mando y patrocinio del señor Padilla. Finalmente por políticas corruptas y por ser pobre, y a pesar de haber demostrado con señoría y actitud que era un buen candidato para ganarlo, fue desechado por no ser reconocido en la ciudad y el curso se lo adjudicaron a Flavio, quien más tarde , ya en Barranquilla sería su mejor amigo.

Flavio había abandonado el curso de mecánica de aviación y se había dedicado al negocio que siempre había ejercido su familia, cual era, el de aduanas y diplomacia. En

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El champán en el río Magdalena como medio de transporte

1919 Barranquilla, calle del comercio

ese momento su oficio era dar vía libre a la importación de unos aviones Farman que habían pedido unos señores antioqueños a París. Por intermedio de Flavio, fue recomendado para que entrara a trabajar en el Club Alemán de Barranquilla como aseador, y puesto del que ascendió hasta llegar a ser un barman reconocido entre la comunidad alemana, tan cerrada y secreta en ese entonces. Allí se hizo conocido de Fritz Klein, un estudioso gemólogo muy famoso en la Alemania de ese entonces, cuyo propósito principal era y por el cual se encontraba en Colombia y específicamente en Barranquilla era que esperaba el momento propicio para viajar a Boyacá, exactamente a Chivor, de donde extraería el berilo. Como el viaje al centro del país le demandaba más que dinero paciencia, por el tiempo interminable de viaje que se gastaba desde esa ciudad costera hasta Chivor, esperaba a unos supuestos socios alemanes con quienes quería compartir su secreto. No obstante el tiempo le mostraría otros detalles, pues debido a que nadie creía en sus predicciones, viajó solo y en compañía de un guía, y dos maleteros. Ya en la mina, por un acontecimiento fuera de lo común cambió súbitamente su deseo de fama y de millones, y volteó su perspectiva hacia rutas más espirituales, que según entendió, le satisfacían mucho más. No obstante, dejó puesta en escena la necesidad del avión para viajar de la costa a Bogotá, pues lo que pretendía era crear una flota de aviones por medio de los que se transportarían las gemas de Chivor a los puertos de Cartagena y Barranquilla.

Francisco supo por información dada por Flavio que pronto arribaría a la ciudad el norteamericano William Knox Martin, amigo entrañable del señor Padilla, su mecenas. Francisco vivía con Rosario en un barrio de arrabal, una choza o covacha lejos del centro opulento de Barranquilla, la ciudad más cosmopolita del país en ese entonces.

Su amada quedó embarazada. Flavio, su amigo, se convirtió en el asesor en Colombia de míster Martin, con quien lo presentó –gracias a sus conocimientos en aviación- para que le ayudara a componer el Curtiss “Jennie” que

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Certificado Hall de la Fama de Knox Martin

traía con él. Míster Knox quiso volar su avión en Barranquilla una y otra vez transportando el correo aéreo, convirtiéndose así en el primero que lo hacía en Colombia; también fue él quien diseñó la primera estampilla que fue usada. En vista de sus proezas de fábula, fue invitado a Bogotá, por el presidente Marco Fidel Suárez para que llevara a cabo una demostración aérea motivada en la celebración de los cien años de ocurrida la victoria de la Batalla de Boyacá. Como ningún amigo de Knox conocía mejor el río Magdalena que Francisco, este fue invitado por él para que fuera su compañero de viaje hasta Flandes a donde esperaban el armazón del Curtiss que viajaba por vapor, para que allí lo recompusiera, ya no con el nombre de Jennie sino de Bolívar.

En el buque de viaje de regreso a Bogotá, Francisco se percató de que viajaba junto a él el alemán Fritz Klein, quien se dirigía directamente a las betas de berilo en Chivor y de donde no saldría jamás por una deuda espiritual adquirida con una comunidad religiosa que desde tiempos de la colonia, había descubierto dicho sitio, y que jamás hizo público tal hallazgo, salvo a Klein, por una casualidad única en el mundo. Francisco vería por última vez al alemán en el puerto de Girardot, descargando su maleta de viajero, para nunca más volverlo a ver.

Como el viaje río arriba, podría demorar más de cuarenta días con sus noches, si el tiempo se ponía en contra de la embarcación, Francisco se percató del método usado por el capitán del barco para aprovisionarse de comida y

alimentar a los pasajeros. El hombre, previos compromisos, encerraba más de una docena de reses en la popa a donde las vacas morían de física hambre antes de tiempo, por falta de ración.

Ya en Flandes, Knox y Sornoza se vieron en la obligación de construir la primera pista improvisada para aviones y buscar una brújula. Desde este aterrizadero voló por primera vez Knox hasta la sabana de Bogotá y más exactamente en la pista de carreras del hipódromo del Jockey Club en calle 39 con avenida Caracas.

La llegada del avión de Knox a Bogotá causó un revuelo inmarcesible y una locura colectiva espantosa. El vuelo por

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William Knox Martin

sobre la Plaza de Bolívar fue el apoteosis más siniestro que persona alguna pueda recordar. Pasados estos festejos, fue llevado al Puente de Boyacá, para que allí el siete de agosto de 1919, volara y realizara los raids necesarios para deleitar al público que no quería al presidente Suárez, por inepto, y

quien quería tender una cortina de humo para librarse de su baja popularidad, producida por la muerte de dos sastres que se habían reunido en la Plaza de Bolívar para protestar porque su gobierno les había quitado el contrato de coserles los uniformes a los militares, para entregarle dicho contrato a una empresa extranjera.

El raid realizado en el Puente de Boyacá, resultó más que exitoso, apoteósico por el nivel de peligrosidad que

registraran los giros inesperados que Knox obligó a dar al avión Bolívar. El momento de más recordación se dio cuando el aparato se elevó verticalmente por más de un minuto en dirección indeclinable hacia el cielo, y llegando a un punto de quiebre cae con dirección a la tierra como una proyectil apocalíptico con intención de enterrarse en el césped que lo esperaba como una boca gigante. El asombro que causó esta posición en los asistentes fue tan devastadora para sus espíritus que hasta los generales que asistían al evento rompieron filas y dieron la orden de “sálvense quien pueda” para que los soldados desencajados de sus caras hambrientas, huyeran hacia todas partes. Cuando el bramido del motor se escuchó como disparo en los oídos de la mayoría, pues el Bolívar se encontraba a menos de trescientos metros del terreno, Knox al instante maniobró tan perfectamente el aparato que equilibró y balanceó todas las fuerzas he hizo que el avión se elevara de súbito, causando desmayos a los asistentes quienes habían viajado casi por un mes desde regiones muy apartadas de los santanderes, del oriente y nororiente de Boyacá, hasta el emblemático campo de batalla.

Con el furor causado por la presencia del Curtiss y del piloto Knox Martin, Bogotá volcó toda la atención hacía él, tanto que era el invitado continuo en entrevistas de los periódicos locales, además de que lo hicieron socio perenne de todos los clubes emperifollados y clasistas como el Gun y el Jockey. El gobierno nacional también se dejó tentar por la presencia de este insigne hombre y lo dotó con capacidad para que creara el ministerio de Aviación, con un

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Avión Curtiss “Bolivar”en la Sabana de Bogotá en 1919

presupuesto inicial prometido en un millón de pesos, que debían ser manejados por Knox. Finalmente no se pudo hacer nada, a pesar de que el presidente logró tramitar ante el Congreso una ley incipiente que de todos modos sería la simiente de futuras normas para la creación de la fuerza aérea.

Knox logró congraciarse con lo más granado de la sociedad capitalina y con ella acomodó la creación de la “Compañía Bogotana de Aviación”. Con sus nuevos socios: Mario Clopatovsky, Carlos Obregón y Carlos Padilla, concretó un viaje de negocios a los Estados Unidos, con el fin de que él se encargara de traer de vuelta un avión Curtiss muy similar al Bolívar, pero para la nueva empresa.

Francisco Sornoza, nuestro personaje, presa de la angustia por lo demorado que resultó su regreso a Barranquilla, no podía suplir su deficiencia nerviosa dada la premura con la que su esposa Rosario lo esperaba, pues pronto su hijo nacería y él no estaría presente a este acto tan importante en su vida. En eso Knox enfermó víctima de una resaca causada por la chicha que había ingerido indefectiblemente en los últimos días.

Este evento le resultó tan doloroso a Francisco, que en un momento dado recibió una carta remitida por Flavio, en la que le hacía saber que su mujer, Rosario, había decidido irse a vivir a un buque en alta mar con un gringo que había logrado sonsacársela de su casa de habitación en el barrio de arrabal de Barranquilla. Y aunque el dolor en principio lo sintió por la falta mayor causada por su mujer, él dirigió su atención a la ausencia suya como padre; por esta razón era de gran importancia regresar cuanto antes a conocer a sus hijo. Antes de viajar, por su propia cuenta, fue al cementerio central a llevarle flores y a visitar a su primera mujer Vitalia, y a su madrastra Gertrudis a quienes todavía no había podido olvidar, o mejor jamás olvidaría en su vida.

Ya en Barranquilla en su covacha entendió de mejor modo todo lo que había pasado, y por eso mismo intentó quitarse la vida, pero algo lo iluminó: saberse padre de un hijo que lo necesitaba a gritos. Entró a la casa, y debajo de la puerta encontró el telegrama sin abrir que él le había escrito a Rosario en los días en que se encontraba con el norteamericano en el Puente de Boyacá. Para Francisco, con

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William Knox Martin en Medellín el 1ro de marzo de 1920

la actitud que tomó, sus días estaban contados. Tirado en el piso como un perro rabiosos del que todos huyen, fue llevado de caridad a un hospital por Flavio, quien al dejarlo internado al cuidado de su novia Eloisa, continuó realizando su labor de diplomático y agente de aduana. Como Eloisa era de ese tipo de mujeres que frecuentaba con cierta ignominia los filos del despeñadero moral, había logrado convencer a Flavio de que le dejara tener una relación paralela con un alemán a quien había conocido en su club. Flavio, harto falto de carácter había aceptado sin reticencia alguna, esta petición. En ese tiempo Eloisa se había hecho amiga muy cercana de Ann Hosie, sobrina de uno de los socios más importantes de una sociedad de aviación que estaban proyectando los alemanes y cuya sede principal era el club alemán. En eso, Ann se fue encariñando lentamente con Francisco, en las continuas visitas que realizaba al hospital en compañía de Eloisa y Flavio.

Knox, por su parte y en compañía de Padilla viajó hasta Flandes con el fin de abrir rutas aéreas que comunicaran a Girardot con Neiva e Ibagué. Al no obtener el éxito esperado, se dedicaron a realizar vuelos de turismo o raids con pasajeros que les representó ganancias inesperadas, pues quienes se arriesgaban pagaban una fortuna para que el gran piloto les diera una vuelta por el cielo en un lapso no mayor de cinco minutos. Las mujeres nunca faltaron a los eventos, y fue allí en Neiva donde mejor se portaron sus congéneres, pues ninguna se despegaba del lado del míster a quien las más intrépidas –que siempre las hay, se jugaron su virtud,

pero disfrutaron del hombre pájaro, del mono, del intrépido como llamaban los más cercanos al norteamericano.

Los paisas o antioqueños en Cartagena, por este tiempo, habían logrado organizar la primera empresa de navegación aérea, y esperaban con angustia la llegada de los tres aviones Farman F40 y un F60 o Goliat, de fabricación francesa con sus respectivos pilotos galos, que habían

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William Knox Martin y Mario Santodomingo

adquirido, bajo el criterio y gusto de Gonzalo Mejía, y Alejandro Echavarría Misas, después de haber invertido más de quinientos mil pesos en dinero líquido. Para todo esto Flavio era quien se encargaba de que se cumplieran todas las reglas y normas que regían las importaciones en ese entonces; por tal razón, él se había radicado en la ciudad heroica y como se comunicaba frecuentemente con Eloisa, ella le comentaba a Francisco de pasada, lo que ocurría en Cartagena.

Luego de un alivio notorio en la salud de Francisco, Ann, hizo que del Club Alemán, lo llamaran de nuevo a trabajar de tiempo completo. Él, hondamente recuperado dejó para su libre uso y servicio personal las mañanas de todos los días, momento que dedicó a retroalimentarse y buscar y dar con el paradero de su hijo, y su amada Rosario.

Los paisas, mientras tanto, amigos del presidente también antioqueño, habían adelantado bastante para que los aviones Farman, una vez armados en Cartagena, comenzaran a transportar el correo entre las ciudades costeras; para esto habían entrenado al personal suficiente para que mantuvieran al tanto al ministerio de Correos en Bogotá, y firmaran entre ambos sendos contratos en los que las ventajas eran notorias para el bienestar de la empresa de navegación tan recientemente organizada. Era la Compañía Colombiana de Navegación Aérea, con sede legal en Medellín y sede aeroportuaria en Cartagena, la primera línea comercial en las Américas.

Francisco, quien decidió que debía por todos los medios olvidar a Rosario, se fue a vivir a una habitación pobrísima en la estancia Suiza. Desde donde un buen día, resolvió visitar su casa de siempre en el barrio de arrabal. Al llegar allí encontró encerrado a su hijo, botado entre la melancolía repetida de la miseria humana, enlistado en la humanidad desechable que no cuida a sus congéneres. La humillación fue tan devastadora para consigo mismo que fue imposible acudir a la clemencia divina para poder soportar el paso de trago tan amargo. Recogió a Cristóbal luego de violentar la puerta de la casa, sin que acaso nadie se diera cuenta.

Desde que se hizo cargo de su hijo las cosas no fueron sino un nivel más dramáticas en su ya largo recorrido en la abyección mental en la que siempre oscilaba.

Pero entonces Flavio, su gran amigo, lo convence de que trabaje con los paisas y se traslade a Cartagena, como auxiliar de ensamble de aviones Farman. En este oficio, tal cual, siempre lo demostró, tenía la pericia y la idoneidad correspondiente, y sobresalió como buen ejecutor de su trabajo. Francisco no tenía dinero, pero si la idea clara y sagrada de trabajar, ¡y cómo!

Se llegó la hora de levantar la pista de despegues y aterrizajes de aviones; por esta razón, fue él quien organizó el personal necesario para que en la explanada de Boca Grande, construyera en compañía de Mike, un sanandresano que hablaba muy bien el inglés, el primer aeropuerto que existió en Colombia. En realidad no era una pista de más de seiscientos metros, pero era la mejor, la más moderna, y la

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construyó pensando y poniendo el práctica el conocimiento y la metodología que le había enseñado Knox Martin en Flandes un escaso tiempo atrás. René Bazin, el piloto francés más importante y avezado que había sido contratado por la compañía de navegación aérea, pidió como guía y guardián

de su estadía en Colombia, que se le dotara de un acompañante del nivel que tenía Francisco Sornoza, no sólo por su conocimiento tan notorio en aviación, sino por su reconocimiento y olfato de orientación por saber medir la intensidad de la fuerza del viento en determinados periodos, así como su perspicacia para saber en qué momento caería una lluvia torrencial, o en cuál, una llovizna nada más, y para completar, su gran conocimiento de la cuenca del río Magdalena.

De ese tiempo en adelante Francisco se hizo tan esencial para la compañía que a don Alejandro Echavarría le llegó a causar curiosidad sobre cómo había llegado a tal nivel de

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Piloto francés de la CCNA

Primer vuelo del Farman F40 de la CCNA (Compañía Colombiana de Navegación Aérea) sobre la ciudad de Cartagena

conocimiento en aeronáutica, sobre todo porque en Colombia no existía ninguna escuela de este tipo, ni tampoco muchas personas interesadas en la aviación. Francisco entre tanto, se mantuvo realizando viajes permanentes entre Cartagena y Barranquilla, de acuerdo a las necesidades que se fueran presentado en los vuelos de reconocimiento que se tenía que hacer. Incluso participó en la inauguración y obertura de la ruta, Cartagena, Barranquilla, Santa Marta. En fin, todo iba bien hasta el momento en que los Farman demostraran por desventura que el material con el que habían sido fabricados era caduco y de muy mal rendimiento en el trópico. Así comenzaron a perder uno tras otro los aviones conseguidos, a pesar de que las expectativas de crecimiento dentro de la compañía se mantenían incólumes, pues esperaban como locos la llegada del avión más grande jamás construido en mundo, el famosísimo Farman F-60, tipo Hércules para 14 pasajeros, ¡14!. Primero fue el accidente en el que infortunadamente muere el piloto y amigo Jourdanet, de quien aprendiera a manipular un avión que usaba como freno un garfio de metal que se enterraba en el piso cuando el avión buscaba aterrizar.

Como a Francisco le costaba trabajo sobrevivir a su soledad, una y otra vez durante este tiempo, cuando a Rosario, su amante la dejaba libre y encerrada en el buque, él trataba de hacerle llegar mensajes o de buscarla para reconvenirla y hacerla que volviera con él y su hijo Cristóbal, pues sentía que ese era el derecho de las cosas. En realidad él la amaba y sentía el deber cristiano de no alejar a su hijo de la madre. En ese momento, los señores Echavarría y Gonzalo

Mejía, tuvieron la brillante idea de abrir una ruta que comunicara a Cartagena con Medellín y otra del mismo puerto a Bogotá, en el centro del país, buscando evitar la excesiva pérdida de tiempo a que se sometía cualquier pasajero viajando de Barranquilla a Bogotá y viceversa. Para

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Farman F60 (Goliath) en Medellín. El superavión francés de la época

cumplir con este objetivo invitaron al piloto francés René Bazin para que fuera él quien se encargara de realizar el trabajo en compañía de Sornoza.

A Bazin se le ocurrió que la mejor manera de hacerle frente a la falta de aterrizadero en cada población a la que debían volar, era acuatizando sobre el río Magdalena, por lo que decidió adaptarle flotadores rudimentarios pero funcionales a los aviones en vez de ruedas. Sin embargo, en el camino apareció otro percance: la falta de gasolina y de un transporte eficaz que la transbordara al menos a sitios estratégicos o de puerto a puerto en la ribera del río Magdalena. Muchas veces el problema de falta de gasolina los mantuvo varados y perdidos durante semanas en amplios

playones formados por el río, acompañados de manadas de caimanes enemigos, y mosquitos depredadores, esperando que un buque o una canoa rústica, les allegara los cargamentos de gasolina necesarios para continuar el viaje. Ésta fue la causa de que la ruta a Medellín no se abriera, como tampoco la que buscaba comunicar a Cartagena con Girardot. Este fracaso le abrió los ojos a los empresarios antioqueños, quienes sin pensarlo más, siguieron el consejo de Bazin en el sentido de usar el cauce del río Magdalena como pista de acuatizaje natural. Descubierto esto, se dieron a la tarea de solucionar dos problemas más, el de la falta de gasolina durante largos recorridos, que lo resolvieron transportando el combustible dentro del fuselaje del avión junto a la carga de correo. Lo que no se previó nunca, fue

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Primeras estampillas de Correo de la CCNA

Farman F40 de la CCNA “Santa Marta” abordando pasajeros para su viaje de Cartagena a Barranquilla.

que el costo de este amaestramiento les saliera tan extremadamente caro, y no era para menos, pues una noche cerca de la Dorada, Bazin obligado a acuatizar cercado por una lluvia torrencial, atracó el avión a la vera del río amarrándolo a la rama de un árbol gigante, mientras escampaba; pero la lluvia no calmó durante esa tarde ni en toda la noche.

Luego de pernoctar en la casa de un buen samaritano, bien temprano en la mañana, se encaminó en busca del aparato, pero no lo encontró. El avión había sido arrastrado por el vendaval con rama y todo, y fue encontrado dos días después río abajo, hecho pedazos. Esto amilanó indefectiblemente a la Compañía de Navegación Aérea, pues con la pérdida del avión en el que había muerto Jourdanet, la pérdida del avión en el que murió el francés Frantoni, sumado al naufragio del último Farman, en un tiempo menor a tres meses, la compañía se desplomó.

Era imposible seguir trabajando con aviones así. Con estos acontecimientos terminaba el vía crucis en que se había convertido el sostenimiento quimérico de la empresa, a pesar de que todavía contaba con los Goliath que habían adquirido recientemente y de los que sólo había llegado uno, luego de una odisea inmisericorde dado que en el puerto de Cartagena, por su reducido tamaño, había sido imposible recibirlo, por lo que el barco debió navegar hasta Puerto Colombia en Barranquilla, en donde desembarcaron el avión que por falta de un hangar, debieron ensamblar casi que sobre el muelle y a la intemperie

De las calamidades de la Compañía de Navegación Aérea, los únicos beneficiados del caso por los errores cometidos por los franceses y antioqueños fueron los alemanes y los barranquilleros, quienes conociendo las dificultades en las que se vieron envueltos los galos, evitaron a toda costa, importar de Europa aviones de madera y tela. Con esto en mente, consultaron al famoso Hugo Junkers, el alemán encargado por el gobierno del Kaiser, de fabricar los aviones cazas usados en la recién culminada Gran Guerra. Junkers ofreció un gran consejo a sus paisanos, haciéndoles saber que él se encargaría de fabricar y diseñar unos súper aviones, propicios para hacerle frente al calor inclemente de Barranquilla. Con estas expectativas los alemanes en Colombia, adquirieron por adelantado dos de estas máquinas. Tan pronto como llegaron los Junkers F13 como los denominaron, los mismos llenaron el nicho comercial abierto con antelación por la empresa de los antioqueños.

Francisco en un momento de alegría veraniega y en vista de que el gringo, el amante de Rosario, no había vuelto, decidió –previa aceptación por parte de ella– vivir en pareja, pensando en que esto representaba un bien mayor para su hijo Cristóbal. Así, aprovechando que con la desaparición de la empresa de navegación aérea había perdido su empleo, se regresó de Cartagena a Barranquilla, donde –como recién casado– pasó un mes de nueva luna de miel inolvidable. Con la ayuda de Ann, la amiga de Eloísa, encontró trabajo de nuevo en el viejo Club Alemán, donde se enteró de la llegada del inveterado y generoso, según decían, piloto alemán

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Hellmuth von Krohn, perteneciente a los regimientos personales del Káiser.

En una de esas alegrías nocturnas, supo que Ann viajaría a Neiva, una ciudad ubicada en el interior del país. Contra todos los pronósticos, porque él desconocía este sentimiento, la noticia lo perturbó inesperadamente, a pesar de estar viviendo con Rosario y Cristóbal. Las cosas eran así y no debía enfrascarse en más problemas tan electrizantes para su carácter tan frágil y nervioso; por esta razón, invitado por Flavio de nuevo, y auspiciado por Rosario, fue recibido en la recién creada empresa de aviación: Sociedad Colombo-Alemana de Aviación, Scadta, como oficial empleado en el

ensamble de aviones Junkers F-13, establecida por algunos alemanes y barranquilleros, con el capital de conocimiento invaluable venido de la experiencia de los fracasos de los franceses y de cien mil pesos más.

Con su nuevo empleo, se puso tan feliz, que queriendo celebrar en compañía de Rosario, corrió a buscarla a su casa; pero el momento de alegría se convirtió en tristeza pues la encuentra en la puerta hablando con el norteamericano que acaba de regresar de sus viajes esporádicos. Sin saber qué hacer, dejó las cosas a la deriva, pues según pensaba, él ya había hecho todo lo que estaba a su alcance para salvar a su familia. Así que entró a la casa a buscar a Cristóbal, a quien alzó y se llevó en sus brazos.

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Hellmuth Von Krohn, piloto fundador y Guillermo Schnurbusch, ingeniero SCADTA. Hidroavión Junkers F13 en el río Magdalena durante su

primer viaje de Barranquilla a Puerto Berrio en 1929

Rosario en un acto imposible de pensar en ella, decidió enérgicamente aferrarse a la mano nerviosa de Francisco, agarrándola sin miedo enfrente de su antiguo amante, que sin más remedio huyó hacia sus destinos.

La felicidad que causó en Francisco la decisión de Rosario, lo energizó y vitalizó tanto, que lo puso al mismo nivel de potencia que cuando la había conocido y también cuando había vivido con Vitalia. Así la labora rendía, a nada se negaba y al cabo de un mes de un trabajo tan intenso como productivo, se vieron los frutos y el Junkers F13 alzó el vuelo de Puerto Colombia a Barranquilla, transportando el correo aéreo, que había sido timbrado con genuinas y novísimas estampillas.

Desafortunadamente, las cosas no dependían de él en todas las circunstancias y mucho menos en su trabajo. Al cabo de dos meses de efectuado el primer vuelo de inauguración, la Scadta, realizaba vuelos permanentes que comunicaban a Barranquilla con Cartagena y Santa Marta Hecho esto, lo que seguía, según las perspectiva de la dirigencia de la Scadta, era tratar de encontrar la manera de crear una ruta que comunicara a Barranquilla con Bogotá directamente. En este sentido, arriesgando su poderío, las directivas encargaron en la persona de Von Krohn la travesía de diseñar la primera ruta de aviación comercial para correos aéreos que uniera a Barranquilla con Girardot, donde existía una estación de tren en línea con Bogotá.

En efecto, había que estar preparados y la Scadta tomó precaución por partida doble para realizar el recorrido,

Barranquilla – El Banco – Puerto Berrío – Honda – Girardot – Flandes – y con todos los pergaminos aterrizar en Bogotá. Para el caso habían enviado con larga antelación buques cargados con combustible que debía ser distribuido en lugares estratégicos, previamente estudiados con geógrafos e ingenieros alemanes, que conocían tanto de aviones como de geografía. Ellos habían recorrido casi toda esta región, algunas veces en barco y otras a lomo de mula y de caballos, atravesando trochas inverosímiles.

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Rutas de SCADTA

Von Krohn el germano más alemán de todos, pero a la vez, y con el mismo amor, el más profundamente colombiano, sólo puso una condición para cumplir con semejante epopeya y fue que su acompañante y mecánico fuera, Francisco Sornoza. Ante esto las directivas de la Scadta, pensando que iba a pedir una casa o un sueldo estrafalario, no dudaron en aceptar tan sencilla proposición. Con estas garantías se unió al grupo el ingeniero Schnurbusch, y el diplomático Hosie, tío de Ann. Ese era todo el cuadro de voladores.

Pasadas dos horas de haber alzado el vuelo de la pista improvisa de Puerto Colombia, rumbo hacia el sur de Colombia, el avión comenzó a espetar o mejor a resfriarse, lo que lo hacía toser, obligándolos a aterrizar en playón a orillas del cauce incesante del rió Magdalena, en un arenal barruntado de cocodrilos a los que enfrentaron con bolas de fuego obtenidas de enrollar tela untada de gasolina. Por fin, y luego de artilugios de ingeniería colombiana, Schnurbusch resolvió el problema, por lo que alzando vuelo de nuevo y después de mucho sufrir y de volar al mejor estilo de las gallinas que no alcanzan a volar cuando ya está cayendo, descendieron en Flandes en el mismo aterrizadero que había construido un año antes, míster Knox en compañía del inefable y ahora, insustituible Francisco Sornoza.

Los periódicos de Bogotá, habían logrado enviar reporteros hasta el lugar de los hechos con el fin de dar a conocer la crónica del momento y ampliar la cobertura noticiosa en todo el centro del país. Pero algo inusitado

ocurrió, pues los dueños de los periódicos que tenían sede en Bogotá, se unieron con el fin de reunir dinero y proponerle a todo aquél que estuviera en condiciones de hacerlo, de premiar cuarenta mil pesos al primer aviador que lograra aterrizar si no en Bogotá, al menos en la Sabana. Y había que hacer cuentas pues la Scadta había sido creada con el doble de este capital. Mucho dinero, sin duda alguna.

Enterados de la oferta, los alemanes inmediatamente, presupuestaron el valor al que ascendía acondicionar el avión para elevarlo a más de tres mil metros sobre el nivel del mar. El resultado fue contundente: ¡diez mil pesos! Todo un dineral. Prontamente Hosie, el diplomático de la empresa, planteó la idea de volar hasta Neiva e Ibagué y contactar allí

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Junkers F13 acuatizando en Flandes, Tolima

al personal necesario para incorporarlo dentro del proyecto. Como su idea tuvo poca acogida en estas ciudades, se vieron obligados a resignarse y realizar apenas algunos cuantos raids al mejor estilo de míster Martin, para recolectar el dinero necesario para sufragar al menos el gasto en gasolina. De regreso a Flandes el avión en el que habían logrado realizar semejante proeza, se estrelló quedando casi en su totalidad inservible. En ese accidente perdió la vida el mecánico alemán Schroeder, quien había arribado a Flandes con un cargamento de gasolina. Su muerte disminuyó ampliamente la energía alcanzada por los integrantes del equipo de von Krohn. En vista de lo ocurrido, la Scadta decidió enviar el Junkers F13 bautizado con el nombre de Bogotá, que se encontraba en Barranquilla en óptimas condiciones. Los dirigentes de esta compañía confiaron el destino de la misma en la consecución del dinero propuesto inicialmente por los periódicos locales, pero ahora la suma había aumentado pues el gobierno o mejor el Ministerio de Fomento, había ofrecido aportar otros sesenta mil pesos más, por lo que el premio alcanzó la suma impensable de cien mil. En eso los teutones se enteran de que el intrépido norteamericano y nunca bien reconocido, Knox Martin se aproximaba a Colombia, proveniente de México trayendo consigo el novísimo avión Curtiss propiedad de la Compañía Bogotana de Aviación, con el fin de hacerlo aterrizar en el hipódromo del Jockey Club, en Bogotá. A Knox, sus socios bogotanos, con anterioridad, lo habían enterado de la competencia y el valor del premio.

Knox al llegar a Barranquilla, envió de inmediato el Curtiss desarmado en un buque con rumbo hacia Flandes. El norteamericano al enterarse de que los alemanes acampaban en ese puerto, ordenó que el avión lo desembarcaran en Honda, donde en menos de quince días lo armaría como a un rompecabezas.

Los alemanes mientras tanto ya habían volado el avión Bogotá desde Barranquilla y se encontraban nuevamente en Neiva realizando raids, con el fin de recolectar dinero. Enredados en estos aspectos, la Scadta se enteró de que Knox Martin, había arribado a Honda y que su avión ya traía acondicionadas las ruedas para aterrizajes; por esta razón, se vieron obligados a enviar a Schnurbusch junto con

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Bienvenida a Von Krohn y la gente de la Scadta en Girardot

Francisco hasta Bogotá, para que en la ciudad adquirieran un par de llantas de carro que se pudieran adaptar al Junkers F13 Bogotá. Finalmente Schnurbusch logra conseguir un par de llantas de automóvil Hudson y se regresa de inmediato a Flandes, en tanto que Francisco es encargado de que adecue, obrando conforme con su experiencia, un aterrizadero en la Hacienda Muzú, al sur de la capital y que era de propiedad de la empresa paisa: La Compañía Colombiana de Navegación Aérea.

Como el trabajo de construcción del aterrizadero se hizo en tiempo récord, Francisco decidió irse hasta Bogotá y visitar a su tío Pantaleón quien vivía con su novia de siempre, una prostituta que trabajaba en la casa en la que ambos habitaban. En esta corta visita, Francisco se halla a la muerte de su tío Panta, quien murió presa de una nostalgia y dolor, causado por haber encontrado a su mujer en plena acción en su propia cama. Francisco por el gran amor que le profesaba hizo que en el cementerio lo enterraran al lado de su amada Vitalia, y de su querida madrastra Gertrudis. Entonces decide irse a la casa de su padre, y allí escucha que en el aire además de la fuerza de las nubes y el viento, ruge un motor conocido por sus finos oídos, y sabe que se trata del Curtiss en el que vuela Knox, su gran amigo. Alegre y feliz de saber que quien le había ganado la apuesta y los cien mil pesos a los alemanes había sido Knox Martin, acude montado en su caba l lo Guat inay a encont rar se con e l mí s t e r. Lastimosamente el gringo no pudo aterrizar por el mal tiempo pues sobre toda la sabana caía una granizada que le causó hipoxia, que lo desorientó y que por fortuna no lo

mató, pero lo lanzó fuera del área de aterrizaje y lo obligó, recuperado el sentido, a devolverse a Honda. Francisco habiendo cumplido con la organización del aterrizadero había sido relevado por un equipo técnico alemán altamente competitivo, por lo que quedó libre en ese momento. Sin trabajo corrió hasta Honda en busca de su amigo Knox Martin, a quien fue fácil ubicar. Estando en Honda se enteró de que finalmente el alemán von Krohn descendió en Bogotá en el aterrizadero que él había organizado y que a tal evento habían acudido tanto el presidente Suárez, como el arzobispo y la alta sociedad bogotana. Con el dinero recibido como premio por parte de la Scadta, la compañía recuperó el ánimo y logró reponerse de la pérdida del Junkers F13 bautizado Colombia, estrellado en Flandes.

Francisco al momento, había logrado ahorrar constantemente una suma considerable de dinero que, aconsejado por Felipe Tobar, consignó en el pujante Banco López, entidad, ahora, por medio de la cual, se les pagaba las cargas de café a quienes lo cultivaban. Esta entidad financiera se había enriquecido por ser el único dueño de este privilegio.

Sornoza en este momento flotando sin trabajo, se entera de que sus hermanos Policarpo y Nicodemo, a quienes ha amado tan poderosamente, se han ido del lado de su padre hacia lejanas tierras, a trabajar en la construcción de una carretera que unirá a Barrancabermeja con Cartagena. Por varios medios supo que en ese trabajo los trataban como esclavos. Sin poder enterarse con suficiencia, emprende su

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búsqueda que resulta infructuosa. Como Policarpo y Nicodemo se pusieron al corriente de que Francisco los buscaba, le escribieron una misiva en la que le notifican que por los malos tratos y la mala paga recibida, decidieron desertar con el fin de enrolarse como trabajadores rasos en la United Fruit Company, donde, según dicen, pagan mejor y además queda más cerca del mar que no conocen.

En sus constantes viajes, Francisco supo que Ann Hosie se encontraba en Neiva junto con su tío, quien trabajaba en la próxima inauguración de las nuevas rutas abiertas por la Scadta en esa región del país. Apenas averiguó en qué hotel se hospedaban le escribió una carta en la que la enteró de que él estaba en Bogotá.

Ann informada de esto, viaja de inmediato a Bogotá, pero el día en que arriba a la ciudad, se llevaba a cabo una manifestación multitudinaria tanto en la Plaza de Bolívar, como en la de San Victorino, pidiéndole al presidente Marco Fidel Suárez su renuncia. La agitación es tanta y tan diversa que no se sabía en qué podía culminar semejante protesta. Las personas que acababan de arribar en tren de las dos de la tarde, prontamente se unen a la protesta, lo que obliga a Francisco a correr de la Plaza de Bolívar hacia la Estación de la Sabana en contravía de la multitud. Muy asustado por lo que le pudiera ocurrir a Ann, la piensa extraviada entre le multitud; pero no, ella, lo esperaba quieta y sola a la sombra de una columna del gran edificio de la estación, con su maleta de viaje extremadamente delgada que pendía de sus manos. Se ven al tiempo y ambos caminan al encuentro

mirándose mutuamente. Él le consigue alojamiento en el hotel Atlántico, el mejor en el centro de la ciudad, ubicado enseguida de la casa del Florero, al norte. Pocos días después ambos deciden que deben vivir juntos, para lo que Francisco acude de nuevo a la generosidad del señor Padilla quien los acomoda en la sencillez de su inmensa casa en el mismo lugar en el que hacía unos cuatro años, Francisco había vivido con Vitalia, su primera mujer.

La felicidad no le duraría mucho pues se entera por medio de Flavio de que en Barranquilla, Rosario ha abandonado a su hijo Cristóbal a su suerte. Esta noticia lo devasta y decide devolverse a la Costa Atlántica inmediatamente. En efecto, al llegar allí ve a su hijo desnutrido en el encierro de su casa de arrabal. Lo recoge y de nuevo se va a vivir con él a la Posada Suiza. Así vive un largo año, mientras sigue trabajando como barman en el Club Alemán. Desde la Arenosa le hace saber a Ann que regresará a casa pero en compañía de su hijo Cristóbal. Después de un mes de largo viaje llega a Bogotá y es acogido bellamente por Ann, quien luego de un tiempo no muy largo se adapta a la presencia de su hijastro Cristóbal.

Ann, al poco tiempo queda embarazada, lo que obliga a la nueva a familia a que piensen en casarse, pues ambos temían que fueran echados como perros de la casa, como alguna vez le ocurriera a Francisco cuando vivió con Vitalia. En esas angustias Sornoza, decide retirar su dinero consignado en el Banco López; pero en ese momento la entidad se declara en bancarrota. Este acontecimiento en su

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contra, aunque lo hunde emocionalmente, le muestra que él no depende directamente de ese dinero, como si le ocurría a los demás cuentahabientes, y quienes estaban dispuestos a irse a la guerra con tal de recuperar el patrimonio de sus cosechas de café. Así, con la posibilidad abierta de que ocurriera una verdadera guerra civil, lo único que pudo hacer Francisco, fue una fila infructuosa durante tres días y tres noches, sin que pudiera recuperar su capital. Una gran cantidad del mismo fue reconvertido a títulos y bonos del estado sin ningún valor comercial, tal como se lo explicara Tobar.

Al no tener dinero para casarse, finalmente fueron echados por amancebamiento del barrio Chapinero, junto

con sus dos hijos: Cristóbal y Alejandro, quien acababa de nacer.

Obligados a vivir como refugiados en la casa de Hilda y Tobar en el barrio la Candelaria, se acomodan a la incomodidad sin mucho peligro.

En eso von Krohn que se encontraba en Bogotá, por solicitud del presidente Pedro Nel Ospina, contacta a Francisco para que sea su mecánico en un trabajo ultra secreto con el que se buscaba conjurar la revuelta causada por el incumplimiento de los pagos por parte del Banco López. La misión consistía en traer el dinero en los aviones de la Scadta de los bancos de Medellín a Bogotá, cosa nunca hecha en ninguna parte del mundo. Para llevar a cabo trabajo tan delicado, sólo tenían dos días, el sábado y domingo, con el que debían pagar o sufragar la totalidad de las deudas adquiridas por dicho banco y lo debían hacer obligatoriamente el lunes siguiente. De no ocurrir esto, el país entraría en un paro total y por qué no, en una verdadera guerra civil.

Como el trabajo se cumplió del mejor modo posible, a Sornoza le quedó una buena cantidad de dinero con el que logró apaciguar los ánimos encontrado de Ann. Con las esperanzas renovadas en Francisco, ella creyó que el mejor modo de premiarlo era pidiéndole a su tío Hosie que lo integrara directamente en la nómina de la Scadta, aún y a pesar de que entendía que para cumplir con el trabajo tuviera que devolverse a Barranquilla. Sin demora en la Arenosa, continúa trabajando junto a von Krohn, quien de

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Multitud enfrente del Banco López en Julio de 1923, ante el pánico de su bancarrota.

nuevo lo recibe como un hijo. Desafortunadamente al poco tiempo, von Krohn sufre un accidente que le causa la muerte, y él por ser el protegido del alemán, simplemente pierde el respaldo sustentado en la figura del piloto, por lo que sus compañeros de trabajo aprovechan la situación para que a Francisco lo devuelvan a trabajar al taller como simple obrero raso que debía encargarse del mantenimiento de los hangares en Veranillo, Barranquilla. Se había ganado una ojeriza enconada por parte de Tietjen, el recién nombrado gerente de la compañía, quien no lo quería ni poquito, usando como disculpa que no había mucho trabajo; aunque todos sabían que este descargo lo usaba simplemente como una justificación para tapar el verdadero motivo, cual era

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Sobre de Correo-Aéreo utilizado por SCADTA en AlemaniaHellmuth von Krohn recién llegado a Barranquilla. Un tiempo después moriría en compañía de Ernesto Cortissoz en un terrible accidente aéreo.

que las facciones de Francisco se le hacían repugnantes por su marcada estética o fisonomía indígena. La muerte en la aviación nunca ha sido un obstáculo para continuar el camino que corresponde a esta profesión. Es más, pareciera que la misma es el imán que atrae a los intrépidos y en efecto, el puesto de von Krohn pronto fue ocupado por otro alemán, más o quizás igual de inteligente y afable. Por curiosidades que para algunas almas son casualidades enervantes nada más, el conocimiento adquirido en aviación por parte de Francisco había sido endosado con anterioridad por parte de von Krohn a Herbert Boy, quien ahora, pide que su compañero de viaje sea Sornoza.

Aunque para ciertas cosas se pueda pensar que Francisco fue un hombre afortunado y que siempre tuvo el sol al servicio de su visión de vida, ya tenía una vida formada y no podía dejar atrás sus obligaciones, así que sin pensarlo mucho debió regresar de Barranquilla a Bogotá por pedido de Ann, luego de que naciera su primer hijo Alejandro. En la capital del país debió ejercer como repartidor del correo que llegaba en aviones desde la Costa Atlántica hasta Girardot y Flandes, de donde él lo transportaba bajo su responsabilidad en tren hasta Bogotá. Ejerció este oficio por tres años, hasta que la Scadta le pide que viaje a Puerto Berrío y atienda desde allí las rutas de aerotaxis que vuelan desde este puerto hasta Barranca, el Banco, Bucaramanga y Pamplona.

En Puerto Berrío se entera de que a sus hermanos los busca la ley porque trabajando como empleados de las bananeras, decidieron aliarse con un tal Raúl Eduardo

Mahecha, un comunista y huelguista profesional. A él y a sus hermanos los buscaban para apresarlos por haber participado en una revuelta, hacia menos de un mes y donde el ejército y la policía habían matado a más de mil obreros por protestar. Como la información adquirida era bastante incompleta, decidió ponerse en la tarea de buscar a sus

hermanos, por pedido directo de don Rafael Sornoza, su padre.

Con esta consigna en mente, viaja hasta Ciénaga y Sevilla, en el Magdalena y averigua por ellos, enterándose de que Nicodemo ha muerto y que Policarpo había logrado huir

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Matanza de las bananeras en Ciénaga. Diciembre 6, 1928

en compañía del revoltoso Raúl Eduardo Mahecha. A pesar de que no puede dedicarle a la búsqueda tiempo completo, logra por fin, contactar al Policarpo que ahora se ha convertido en un próspero contrabandista de radios que él mismo trae desde Curaçao y Aruba hasta Barranquilla y distribuye luego, en champanes desde esa ciudad a lo largo y ancho del río Magdalena, hasta la ciudad de Neiva, mediante una compañía comercial que ha organizado con Domingo y Mike, sus amigos más íntimos desde que salió de Bogotá la tarde gris de 1919. Como el trabajo realizado por Sornoza, en el manejo de la flota de aerotaxis resultó todo un éxito, la Scadta lo requirió para que viajara al lado de Herbert Boy y lo acompañara en una misión del orden y jerarquía nacional y jamás realizada nunca antes en territorio colombiano. En ese momento, se supo que unos peruanos comunistas se habían tomado la población de Leticia en el Amazonas colombiano con el beneplácito solapado del gobierno peruano. Allí Boy, que había sido nombrado comandante de operaciones aéreas de la defensa nacional, logró organizar una flota inmensa de aviones, la mayoría de la Scadta, adaptados mecánicamente como cazas de combate. Francisco lo acompañó como fiel escudero en esta inusitada aventura.

Después de casi dos años, el ejército colombiano y sobre todo de la aviación logró, por fin, desalojar a los peruanos de Colombia. Para tristeza de Francisco, en Leticia se entera, por boca de un peruano, de que la guerra no se inició por problemas políticos o económicos entre las dos naciones, como por costumbre ocurre, sino que ésta se había generado

porque el comandante militar de Leticia, un bogotano, le había arrebatado la novia al comandante militar de una guarnición vecina pero peruana y de libre tránsito para ciudadanos de ambos países, por ser territorio fronterizo. Herido en su ego y a la vez, perdido y loco de amor, el comandante peruano, organizó no sólo a sus soldados sino que aprovechó una revuelta que se había montado en ese momento por parte de los peones de la Hacienda Victoria, otrora peruana, por el pago de impuestos, y se unió a esta manifestación y junto con sus soldados y los peones organizó la toma de Leticia, que en un principio no contó con la anuencia del gobierno peruano, pero como su presidente gozaba de mala imagen, aprovechó este hecho para llamar a la unidad nacional y llegar, en un momento de euforia, a apoyar abiertamente la toma de Leticia por parte de sus ciudadanos. Esto le causó desazón a Francisco, pues no se puede, según pensó, poner en riesgo tantas vidas, por un sentimiento tan obtuso, venido de parte de un presidente veleidoso y un hombre que ha perdido un amor. La única ganancia palpable para Sornoza fue haber recibido de manos del ahora coronel Herbert Boy, un papel de cuaderno firmado en el que como comandante le entrega el brevet que lo acredita como piloto, con el fin de que vuele un hidroplano de la ciudad de Mocoa a Florencia transportado a un grupo de indígenas enfermos de gripa que tantas muertes había causado en esta población. En ese momento se inauguraba el aeropuerto de Techo en Bogotá.

Terminada la guerra, y siendo piloto, Francisco pidió ascenso en la Scadta, pero Tietjen su presidente se lo niega.

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En eso se enteró de que en Bogotá habían montado una empresa de aviación de propiedad de un tal Ernesto Samper, que se llamaba Saco y a él fue a pedirle trabajo. Samper al ver que Francisco sabía de aviones, aceptó que trabajara con él, bajo la condición de que ejerciera de jefe de mecánicos, mientras arribaban al país nuevas aeronaves venidas de Estados Unidos. Prontamente fue nombrado capitán de vuelo de los aviones de esa compañía.

Por fin, como artilugio menos enervante y sofisticado, pudo darse la oportunidad para que miles de cosas se alinearan en pos de que ocurriera una sola, el matrimonio entre Francisco y su adorada Ann. Su sellamiento hacia la

eternidad, hacia la infinitud, se pudo dar, en un momento en que ambos habían pensado que no necesitaban ya la bendición por medio de ese sacramento. Por fin, el viento de la adversidad se detuvo y la quietud posibilitó que se celebraran los esponsales. Para cada hombre y para cada mujer en el mundo hay un tiempo, una variante a-lógica que se une sólo para que el destino concuerde en ese punto con los deseos de la eternidad, del tiempo y el de los humanos. Un tiempo para cada uno. A la ceremonia se hicieron presentes desde Boy, hasta Domingo y Mike, que se convirtieron en los primeros afroamericanos que residieron en Bogotá. También asistieron Tobar e Hilda, incluyendo la

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Propaganda durante la Guerra con el Perú

Hidroaviones de Scadta listos a ser despachados para las fuerzas militares durante la Guerra con el Perú.

familia de Ann y la de Francisco. El matrimonio ocurrió el 24 de diciembre del 1933.

Como Carlos Gardel, el Zorzal Criollo, a finales de mayo de 1935, se encontraba de gira en Colombia, a Ernesto Samper, se le dio por ofrecerle sus aviones, sin cobrarle un solo peso, con el único propósito de hacerle propaganda a su nueva empresa, netamente colombiana, transportando al único latino que había logrado llegar a Hollywood no como un aseador, sino como actor de verdad. Como en aquélla época para volar de Bogotá a Cali se tenía, por obligación, que hacer escala en Medellín con el fin de esquivar las montañas de la Línea, el Ford de Samper y en el que volaba Gardel, puso proa hacia la capital de la Montaña. Allí luego de algunas entrevistas concedidas por el Sorzal criollo a los

paisas, organizó su vuelo a Cali. El Ford, se perfiló y pidió pista, y sin siquiera haber decolado, se extravió del camino y se estrelló de frente con un avión Junkers de la Scadta que se encontraba al final esperando que el Ford despegara. Desafortunadamente todos los pasajeros que viajaban en el Junkers murieron, si no el acto, en medio de las llamas. No pasó lo mismo con los viajantes del avión Ford, donde hubo sobrevivientes que no fueron ni Gardel ni Ernesto Samper. El cadáver del cantor, luego de realizarle las honras fúnebres y

de ser enterrado en el cementerio San Pedro, fue exhumado y sacado subrepticiamente de Medellín, en un cofre metálico asegurado con pernos soldados al metal del cuerpo del cajón, para ser llevado hasta el puerto de Buenaventura y de allí en barco hasta Buenos Aires, pero primero haciendo escala en Nueva York.

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Gardel viajando el 14 de junio en el Ford Trimotor “Cali” de la SCADTA días antes del accidente en que murió.

Restos de los dos Ford Trimotores accidentados en el aeropuerto de Medellín el 24 de junio de 1935.

Después de que el cuerpo fuera pedido por la Paramount Pictures , el cuerpo viajó de Medellín a Buenaventura a lomo de mula en una travesía que se demoró casi cuatro meses. El accidente ocurrido en Medellín, para simplificar, acabó con la Saco. Empresa que luego de su terrible accidente se también en escuela, dando instrucción a nuevos pilotos y funcionando con los aviones restantes, por lo que Francisco perdió el empleo.

Sornoza, sin tiempo para detenerse en nada más allá de su tiempo, se entera de que en Europa ha estallado una guerra, como jamás habían ocurrido en el mundo, y de que Alemania estaba implicada hasta el cuello en ello. Se enteró entonces de que todos los pilotos alemanes de la Scadta debían regresar a Berlín y ponerse a disposición de Hitler.

Al saber que la Scadta necesitaba pilotos Ann habló con su tío Hosie para que este le diera un empleo a Francisco como capitán de vuelo, lo que ocurrió sin demora. En eso supo que su hermano Policarpo era ya millonario y vivía en una casa lujosa en Santa Marta.

Por una dolencia sufrida en el estómago, Francisco se ve obligado a viajar a Miami, donde le diagnostican cáncer. El Policarpo al enterarse de la desgracia, le propone que se cure comiendo chulos durante cuatro meses. Técnica que él mismo hubiera aprendido en sus múltiples viajes a Haití, donde el vudú era la ciencia médica encargada de aliviar los males de los isleños. Caso para el cual Francisco acepta, sobre todo al sentir que la enfermedad que padecía con nada se curaba y menos siguiendo las instrucciones, al pie juntillas,

que los médicos clásicos alemanes le exigían. Luego de padecer esta penosa enfermedad que lo mantuvo postrado casi un año, se recupera justo en el momento en el que su mujer Ann, que acaba de dar a luz la heredera, Lú, ha caído postrada víctima de la viruela.

En ese mismo momento, el gobierno nacional ha decretado la expropiación de la Scadta a los alemanes, por expreso pedido de los norteamericanos. La Scadta entonces tiene que ser vendida a colombianos mientras que a los dueños de la empresa y algunos empleados de alto rango son remitidos como prisioneros a un hotel tropical en Fusagasugá. Sin importar que su esposa esté más enferma

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Aeropuerto de Techo en Bogotá. Trimotores de SCADTA

que antes, Francisco sin dudarlo acude a sacar de esa prisión al tío de su mujer con el único fin de que Ann esté tranquila.

De carambola en Fusagasugá, Francisco logra sacar a Tietjen su eterno enemigo y a Hosie, el tío de Ann. Una vez más demuestra que los intereses de la generosidad se ponen por encima de las rencillas humanas, porque prima la solidaridad y la solidificación de una personalidad más conectada con la paciencia que con las discordias cotidianas que nunca faltan.

Ante tanta generosidad Tietjen, por fin comprende que los alemanes no son parte de un pueblo elegido, ni una raza superior a ninguna otra, sino más bien una manifestación

más de los muchos modos que la humanidad puede llegar a ser; dicho de otro modo, una cultura nada más, entre muchas otras.

Sornoza, por intermedio de Tietjen, se enteró de que la Scadta no era propiedad de Peter von Bauer, sino de Juan Trippe, el mismo dueño de la Panamerican Airways. Además de que el alemán le explica que por el momento no se notan cambios sustanciales en la gerencia ni en la dirección de la empresa, porque Trippe no ha tomado posesión de la misma. También y para sorpresa de Sornoza, el gobierno nacional por medio de la ley 89 de 1937, buscaba expropiarle la empresa colombo-alemana, a los alemanes con el argumento de que en la norma prohibía que el capital extranjero en la participación de la compañía no podía ser superior al 51%

Luego de que Francisco regresa a Bogotá con Tietjen y Policarpo quien lo acompañaba a todas partes, se obligó a regresar a Santa Marta para seguir con su tratamiento contra el cáncer. Allí sufre la esquizofrenia propia de las fiebres perniciosas que lo seducían a diario; pero sobre todo cuando se enteró de que su amada Ann había sido víctima de la peste de la viruela que atacó a Bogotá, lo que indefectiblemente lo pasmó. Entonces, presa de nuevo de su constante inconsciencia, creyó falsamente que su esposa había muerto y él entonces, decide entregarse a la muerte, dejarse morir sin ilusión, y este sentido duerme durante casi un mes, al cabo del cual se despierta preguntado por sus hijos y si ellos, todos, acudieron al entierro de Ann. Flavio y Policarpo que lo acompañan le explican que Ann no ha muerto y que durante

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Juan Trippe Presidente de la Pan American Airways.

el mes que ha durado su sueño, ella logró sobreponerse a la viruela, pero que acababa de ser contagiada de tuberculosis, por lo que se hizo ineludible que Francisco viajara a hacerse cargo de la situación. Esto lo levanta de la cama y decide viajar a Barranquilla para de allí volar a Bogotá. En La Arenosa se demora otra semana durante la cual debió realizarse exámenes médicos que dieran cuenta de su buena salud y de su capacidad para volar a más de tres mil metros de altura. Fue Khuel, el nuevo gerente de la Scadta quien le asigna la silla número uno del bimotor Boeing 247 de catorce pasajeros en el que lo embarca con dirección a Bogotá. El día del vuelo la pista en el aeropuerto en La Soledad estaba completamente despejada, el sol más alegre y brillante que nunca. Despegó sin percances a las tres de la tarde. Era la primera vez que marchaba en un avión de este tamaño, con la última tecnología de vuelo y como pasajero. Mostraba por esta razón, una ansiedad desabrida. Al tratar de elevar la máquina a más de tres mil metros para culminar el vuelo en la Sabana de Bogotá, a la altura de la ciudad de Barranca, nubarrones oscurecieron el panorama, además de que en la cabina de mando, el capitán Ramírez moría súbitamente de un infarto. Su joven e inexperto copiloto Eduardo Peñasblancas, sabiendo que el capitán Sornoza viajaba con ellos, le pidió el favor de que se hiciera cargo de la aeronave. Caso para el cual Francisco se mostró dispuesto y acudió en su ayuda a clamor tan doloroso. Pasada esa oscuridad aparecen en el horizonte las famosas manadas de garzas que incesantes se alinearon contra el Boeing 247. En efecto, ellas en una actitud hostil y suicida chocan contra el parabrisas de

la inmensa nave y una de ellas entra como un proyectil directo al cuerpo de Eduardo, el copiloto. Francisco por estar pendiente de lo que le acaba de pasar a su amigo, no se da cuenta de que ha sido alcanzado por un animal de esos y que su ojo derecho sangra como una vena sin cauterizar. Decide entonces aterrizar en el primer lugar que crea conveniente, disminuye la velocidad de la máquina y desciende estrepitosamente, hasta darse cuenta que en esta situación sólo puede acuatizar de barriga sobre el margen del gran río Magdalena. De allí es rescatado por Anselmo, su compañero inolvidable cuando trabajó, hacía ya casi 25 años en el proyecto de avión tipo Morane en Chapinero, con el señor Padilla. Anselmo lo logró identificar luego de descubrir en

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Boeing 247 de SCADTA.

uno de sus bolsillos, las medias que Ann, en alguna época de penurias económicas le zurció para que no se notara que estaban rotas. De allí es trasladado sigilosamente, debido a su gravedad, en un avión de la fuerza aérea hasta el aeropuerto de Techo en Bogotá, de donde fue remitido a la Clínica Marly, donde pasó unas pocas horas recuperándose.

Apenas despierta se encuentra totalmente vendado en las piernas y las costillas, y es obligado a viajar en una silla de ruedas a ver, por fin a su amada esposa que lo espera moribunda en la casa. Al llegar a su hogar, le entra la angustia de ver a Ann muerta, pero ella, apenas dormitando, lo espera. Al cuarto de chécheres donde reposa, no se acerca nadie, por miedo al contagio de la tuberculosos, la nueva lepra en el mundo.

A Francisco no le importa el contagio, por esto salta la barda invisible que separa el cuerpo de Ann con la gente que la rodea. Llega hasta ella y le habla. Luego de un rato, su amada despierta y pregunta por Cristóbal. La situación la revive y encuentra en Lú, su remanso de paz y apuntala su regreso a la vida, al oírla zapateando en el tablado. El amor los había unido

desde el principio, los había separado por momentos y ahora los volvía a unir indescriptiblemente, porque el amor es así. El momento fue emocionante y puso feliz a todos. Por fin, a Francisco se le concedía el deseo de vivir su sueño de nubes,

porque esta felicidad recibida en este preciso momento, bien lo valía.

A los pocos días, Francisco y su familia deciden viajar a Barranquilla en compañía del tío Hosie, creyendo como siempre en los privilegios de que gozaban por ser parte de la Scadta. Tanto Francisco como Hosie, entran por la pista a abordar el avión que los llevará a su destino. En la puerta, como nunca antes, se habían apostado varios guardias que requisaban a todo aquél que hiciera su arribo por el lugar. La guardia al enterarse de que Hosie, era socio activo de la Scadta, le impidieron su entrada, pues desde ese día, 150 empleados alemanes de alto rango de la compañía, habían sido despedidos irrevocablemente, por lo que ya no eran bienvenidos. Del mismo modo, habían sido reemplazados subrepticiamente por 150 funcionarios norteamericanos que poco a poco fueron relevados por ejecutivos colombianos. Con este acontecimiento acabó la era de la caballería del aire, llevada a cabo en territorio colombiano, pero eso ya no

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Logo SACO

Logo de SCADTA

impresiono a Francisco, pues él ya había cumplido su propio sueño de nubes en comunión con su familia, que a la hora de la verdad era lo único que valía la pena. El amor por su familia y haber alcanzado el aprecio de sus amigos.

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Comienza la era AVIANCA

PERSONAJES FICTICIOSLa siguiente es una lista de algunos de los personajes

ficticios en la novela:

El protagonista principal de la obra, Francisco Sornoza, su tía Gertrudis, Hilda, Felipe Tovar, Ulpiano, Enriqueta, Vitalia, Anselmo, Cleto Sinforoso Villa, Imelda, El tío Panda, María Asunción, los monjes del monasterio, el abejón, Don Fr u t o , D o m i n g o , F l a v i o , l a f l o r m a r c h i t a o l a desdentada,Rosario,el paisa,Ann Hosie, Eloisa, Telkamp, Nicodemo, Policarpio, Black, el gringo, Toribio, Cristobal, la pequeña Lu y algunos más.

PERSONAJES

❖ Dentro del trama de la novela se encuentran una serie de personajes ficticios y un gran número de personajes reales a los que se les da vida dentro de ella.

❖ El lector va reviviendo la historia de nuestra aviación a través de dichos personajes, ya sean reales o ficticios, los que le permiten a los autores encajarlos en una serie de momentos que van muy ligados con los hechos como sucedieron en la realidad.

❖ Este tipo de novela, permite a los autores, relatar momentos de nuestra historia, que de otra forma quedarían en el olvido por siempre.

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SECCIÓN 2

Personajes

PERSONAJES REALESEn los personajes reales que reviven en la novela están

algunos de los ex-presidentes de Colombia que jugaron algún importante papel dentro de la historia de nuestra aviación, como son:

• Pedro Nel Ospina, primer presidente en el mundo en utilizar una aeronave como avión presidencial y como su medio de transporte.

• Marco Fidel Suarez, a quien le correspondió promulgar la primera ley que dio nacimiento a la aviación militar en Colombia.

• Enrique Olaya Herrera, gran impulsor de la aviación y quien tuvo que lidiar con la Guerra contra el Perú.

• Alfonso Lopez Pumarejo, quien introdujo en Colombia las primeras leyes en defensa de los trabajadores en su gobierno de la revolución en marcha.

• El presidente Santos Montejo, en cuyo mandato ocurrió la Segunda Guerra Mundial y a quien le correspondió realizar la fusión entre la Saco y la Scadta.

Muchos políticos, obispos, empresarios de toda índole, aviadores, generales de la república y en fin, muchos personajes que ambientaron esos primeros 40 años de la historia de Colombia.

PIONEROSDe los personajes reales, tenemos a continuación algunos

de los pioneros de la aviación:

GEORGE SCHMITT

El 12 de diciembre de 1912, este aviador canadiense realizó sobre Santa Marta, el que sería el primer vuelo con una máquina más pesada que el aire en cielo colombiano, continuando dos días después con demostraciones similares sobre Barranquilla.Durante el mes de enero de 1913, el mismo aviador efectuó maniobras acrobáticas sobre Medellín, sembrando la pasión por la aviación en este país, la que más tarde daría origen a la aviación comercial.

Novela- Un día salimos de allí en busca de las cosas que él siempre tenía que comprar y tirado en el piso encontré una hoja de papel donde se leía “El Gráfico”, una revista de noticias en la que anunciaban con emotividad literaria, que George Schmitt, conocido como Geo, un norteamericano, había sobrevolado en un biplano, por primera vez la ciudad de Santa Marta y sus alrededores, el 9 de diciembre de 1912, a las 11 de la mañana. Luego de esto se desplazó a la ciudad de Barranquilla, donde hizo lo mismo y finalmente, sin saber cómo trasladó hasta esta ciudad el avión, sobrevoló Medellín el 13 de enero de 1913, decolando de la finca La Pradera, propiedad de un tal Medina, y mostraban una foto de la proeza humana en el aire, a pesar del calor inclemente de la ciudad al mediodía, hora en la que se realizó la prueba.

Así, con este espectáculo, un avión sobrevoló por primera vez Colombia. Esto me animó y redobló mi pasión por desintegrarme y

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hacerme una máquina de vuelo, o mejor un hombre con alas. Con tristeza supe que este poeta del aire murió en esos días en una exhibición aérea en la que sobrevivió su único pasajero. Morir a tan temprana edad era lo más corriente en estos espíritus aéreos.

CARLOS EDUARDO PADILLA

Este colombiano en 1915 construyó un aeroplano equipado con un motor radial de 120 h.p. el cual logró volar exitosamente sobre la Sabana de Bogotá. Este fue el primer avión desarrollado en Colombia por un colombiano. No obstante, como el objetivo del proyecto era la aviación militar, dicho proyecto no continuó debido a que el Gobierno optó por la importación de aeronaves europeas para el Ejército y para la Escuela de Aviación, lo cual obligó a cerrar las puertas de la proyectada fábrica de aviones, prácticamente antes de abrirlas. Entonces, para darle curso a su pasión por la aviación, lideró en 1916 la creación de un club de aviación.

Novela- Luego del saludo, le expliqué, de modo más o menos detallado, las funciones que desempeñé con el señor Padilla en la construcción del Morane. Él me interrumpió para darme la noticia de que dentro de poco viajaría a Bogotá para rendirle un homenaje a este hombre de grandes cualidades. Me alegré mucho, pues sabía que el señor Padilla se lo merecía, más que incluso todos esos empresarios que querían simplemente importar aviones y convertirlos en vehículos para hacer dinero. El señor Padilla había creado un avión y esta hazaña solo lo apreciábamos aquellos para quienes la creatividad está plenamente unida con la fe y el trabajo. Una hora después de haber oído mi perorata con atención, el míster me invitó a seguir a la bodega que estaba a sus espaldas. Allí, sin mediar una palabra más, me dijo que me aceptaba como ayudante principal, y con un sueldo muy superior a lo que había devengado alguna vez desempeñando la labor de vendedor de paños y voceador de periódicos.

George Schmitt & Henry Thor

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WILLIAM KNOX MARTIN

Este pionero de la aviación colombiana, nacido en Virginia, Estados Unidos, trajo y armó en Barranquilla un pequeño avión con el cual efectuó algunos vuelos de prueba hasta que el 18 de junio de 1819 despegó, desde esa ciudad, llevando como pasajero al empresario Julio Mario Santodomingo y transportando un saco de correo que dejaron caer sobre Puerto Colombia, siendo este el primer transporte de pasajeros y correo realizado en el país, aunque no con fines comerciales. Knox Martín fue también el primer aviador que aterrizó en Bogotá. Querido como nadie en Barranquilla y Bogotá, fue él , el que abrió los ojos a los empresarios sobre las bondades de la aviación como empresa comercial.

Novela- En lo publicado citan y entrevistan a míster William Knox Martin, quien dice que el proyecto teutón lo que buscaba era controlar la aviación dentro de los Estados Unidos, y desde allí hasta Suramérica8. Sin embargo, la publicación le dio renombre a Colombia y les abrió los ojos a los empresarios y fabricantes de aviones norteamericanos que vieron, según los datos que expuso Knox, un potencial de crecimiento, si se instauraban líneas aéreas en Colombia, pues como lo explicaba, su topografía hacía imposible otro tipo de transporte exitoso, fuera del avión.

A los norteamericanos les costó trabajo comprender que una aerolínea de un país subdesarrollado, guardara dentro de sus pretensiones la de manejar y controlar los vuelos aéreos comerciales desde el norte de Sur América hasta Nueva York, vía Panamá y Cayo Hueso. El periódico

en una conversación con míster Knox Martin, cuenta que esta línea “pronto será puesta en operación”.

A Knox le incomodó que la ruta fuera diseñada según los cánones, normas y leyes norteamericanas, pero manejada y controlada por alemanes y con aviones europeos;

William Knox Martin

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RENÉ BAZIN

Piloto Francés reconocido como gran aviador en la Primera Guerra Mundial. Llego a Colombia en 1920, como experto en el manejo de los aviones Farman que traían con orgullo los fundadores de la Compañía Colombiana de Navegación Aérea (CCNA). Persona afable y querida en Colombia, fue pieza fundamental para abrir la escabrosa ruta por el río Magdalena. Puso su empeño y su corazón en el éxito de la empresa.

Novela- Fueron ellos quienes trajeron consigo la carpa gigantesca con que se armó el campamento. Los mecánicos eran, los messieurs Georges Goupil y Eugéne Georges, junto con sus respectivos pilotos, los messieurs René Bazín y Jacques Jourdanet. El hangar que habían diseñado se organizó pensando en las proporciones y medidas de los Goliath que eran, en esa época, las máquinas voladoras más grandes del mundo.

La construcción cumplió a cabalidad con dos principios básicos de la aviación de aquel entonces, pues conectaba por un lado con la bahía para recibir los aviones que acuatizaban; y por el otro, comunicaba directamente con la pista para aterrizajes de aviones de ruedas. Era sin duda, el hangar más completo que se hubiera construido en Colombia vez alguna: 30 metros de largo, 10 de alto y 20 metros de ancho. Una construcción monumental sin lugar a dudas.

René Bazin

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JACQUES JOURDANET

Este aviador de origen francés veterano de la I Guerra Mundial, arribó al país en compañía de su colega René Bazin para volar al servicio de Compañía Colombiana de Navegación Aérea (CCNA). El capitán Jourdanet se dedicó a servir la ruta regular entre Cartagena y Barranquilla, en uno de cuyos vuelos el 29 de abril de 1920 tuvo un accidente que le costó la vida, convirtiéndolo de paso en la primera víctima fatal de la aviación en Colombia. Sus tres pasajeros resultaron prácticamente ilesos.

Novela- Escasamente me saludó para confesarme que había soñado que pronto haría un viaje muy largo por el mundo que lo haría famoso. De inmediato le pregunté si deseaba dejar la empresa y retornar a su país. Me contestó que eso no podía ser posible, porque la Compañía de Navegación Aérea, era su vida. —Siento, Fgranky, que mi cograzón aunque sigue en mi cuegrpo, lo siento lejos, prisionegro de una situación, falto de enegrgía pagra continuagr; como en un limbo liso de emociones —y sin volverse a mirarme siguió observando a lo lejos, con el cigarrillo en la boca.

Luego de esto, acudimos al aeropuerto en Boca Grande, en un auto que la compañía había dispuesto para uso exclusivo de los pilotos. El avión Cartagena estaba en la pista. Como todavía había tiempo, yo conté y sellé la correspondencia, anoté el itinerario, y la hora de salida, 9:45 a. m. Un momento antes de despegar, abordaron la máquina dos pasajeros: una mujer ya mayor y su hijo. Aunque ese día mi destino era volar como mecánico de monsieur Jourdanet, monsieur George Goupil me lo impidió, pues por instrucción de monsieur Bazin, yo solo podría

hacerlo en el próximo vuelo, luego de que monsieur Jourdanet regresara de su viaje a Barranquilla.

Jacques Jourdanet

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GEORGE GOUPIL

Mecánico de aviación que arribó a Colombia a comienzos de 1920, enviado por la casa Farman, fabricante de los aviones adquiridos por la Compañía Colombiana de Navegación Aérea (CCNA). Junto con su compañero Eugene Georges, armaron los aviones F-40 y el Goliat F-60, se ocuparon de su mantenimiento y volaron en ellos como mecánicos de a bordo. Goupil y Georges fueron los primeros mecánicos de aviación que hubo en Colombia.

Novela- El vuelo representaba un peligro adicional pues incluía no solo el transporte de correo sino también a los dos primeros pasajeros; uno, el señor Echavarría y otro un verdadero mecánico de aviación, monsieur George Goupil. Con las advertencias del caso, monsieur Bazin emprendió el vuelo enfrentándose a un sinnúmero de aventuras y experiencias que lo harían al final el piloto más experimentado que hubiera pisado tierra colombiana para el transporte de pasajeros. El señor Echavarría se subió al aparato con el único fin de hacerse cargo personalmente de la bolsa del correo que pesaba cuatro kilos, lo que significaba más de 800 cartas, pues cada sobre en promedio pesaba más o menos 50 gramos.

EUGENE GEORGES

De origen francés, Eugene Georges fue uno de los primeros mecánicos de aviación que hubo en Colombia. Con su compañero George Goupil armó los aviones Farman de la CCNA, los cuales tripuló como mecánico de a bordo. En compañía del mecánico ayudante Henry Tassot exploró por vía terrestre la ruta hasta Santa Marta, tomando previsiones para los futuros aterrizajes.

Novela- Lo que a la larga más me molestaba, más viendo el viaje tan azaroso que me esperaba, era no poder viajar con botas de piloto, por lo que me vi obligado a comprarme los zapatos más baratos y de peor calidad, junto con unas alpargatas, pues debía cumplir con mi promesa de pagarle a monsieur Goupil. Entre tanto monsieur René Bazin, monsieur George Goupil y monsieur Eugéne Georges debieron viajar a Barranquilla con el fin de culminar el ensamblaje del Goliath.

El señor Echavarría nos confesó que ensamblar el avión en Puerto Colombia podría resultar en una estrategia benéfica para sus intereses empresariales, pues con el aparato allí, no solo amedrentaría a su competencia, la Compañía Colombo-Alemana de Transporte Aéreo (Scadta), sino que además les mostraría quién es quién. Monsieur Jourdanet algún tiempo después..

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HELLMUT VON KROHN

El piloto alemán von Krohn, llegó al país, a comienzos de 1920 en compañía de su coterráneo y colega Wilhelm Hammer para volar los aviones Junkers F-13 que la SCADTA, había adquirido en Alemania. El 18 de noviembre, en compañía de su mecánico de apellido Varsh, despegó de la pequeña pista de Flandes con rumbo a Bogotá, tripulando el avión de mismo nombre, donde aterrizó horas después, logrando para la empresa el premio que venía ofrecido para el primero que aterrizara un avión en esta ciudad. El 8 de junio de 1924 tuvo un fatal accidente al precipitarse a tierra el avión “Tolima”, que piloteaba, mientras lanzaba publicidad aérea sobre Barranquilla, en compañía de don Ernesto Cortissoz, en el que ambos perdieron la vida.Fue gran impulsador de la aviación en Colombia y muy querido por la gente y su muerte fue muy llorada por el pueblo Barranquillero.

Novela- La llegada de von Krohn a Girardot era inminente y la expectativa aumentaba al ritmo de la voluntad del río Magdalena. De un modo u otro, su arribo me perturbaba, pues no sabía si su viaje lo estaba realizando en barco o en avión desde Cartagena o Barranquilla. De cualquier manera, en ningún puerto estaban preparados para su llegada.

Unos días después, distraído, un ruido explosivo que se adueñó del largo horizonte del río, me sacó del desánimo. A lo lejos aparecía el híbrido del ave y el metal, crujiendo con menor velocidad que el sonido, pero despedazando lo poco de corazón que me quedaba. Las llamaradas

de la expectativa devoraban mi corto aliento y me sometían bajo su estremecimiento. Por un momento pensé que se trataba del Curtiss pilotado por míster Knox, pero no, el ruido era diferente. Se trataba nada más y nada menos que del fabuloso Junkers F13 alemán.

Hellmut von Krohn

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FRITZ HAMMER

Fue el aviador quien en compañía de Hellmut von Krohn tripularon los primeros vuelos en las rutas comerciales de la SCADTA, abriendo itinerarios que honraron también la bizarría de sus alas. Cuatro años después viajó al Brasil. donde, con la experiencia ganada en Colombia, funda a Varig. Murió en un accidente aéreo mientras estudiaba rutas por la selva amazónica , todavía muy joven.

Novela- Su proyecto consistía en transportar el avión de Alemania hasta Puerto Colombia y allí, después de ensamblarlo, volar siguiendo la ruta trazada por el río Magdalena, hasta Chivor. La idea le sonó a Fritz Hammer, su amigo de sufrimientos de guerra, pero sin tener el eco suficiente por su falta de dinero. ¡Toda Alemania estaba quebrada! Klein, de nuevo acompañado de su sagrada promesa, decidió viajar en solitario hasta Barranquilla con la esperanza de encontrar a varios de sus compatriotas y paisanos, establecidos en esa ciudad, con el fin de exponerles claramente la posibilidad de establecer una ruta aérea con las características que él soñaba.

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Fritz W Hammer

HERBERT BOY

Este aviador y mecánico alemán, quien voló al servicio del cuerpo la aviación militar de su país durante la I Guerra Mundial, arribó a Barranquilla en 1924 para vincularse a la SCADTA, inicialmente como empleado del correo aéreo, después como mecánico y finalmente como piloto. A bordo de un Junkers F-13 voló las rutas aéreas sobre el Magdalena y con el tiempo llegó a ser jefe de pilotos de la empresa. En 1932 durante el conflicto con el Perú, se puso al servicio de la aviación militar colombiana y fue comandante de la escuadrilla aérea del sur, prestando invaluables servicios. Terminado el conflicto fue llamado como asesor del Ministerio de Guerra y posteriormente se retiró del servicio con el grado de Coronel y regresó a la aviación civil donde estuvo hasta poco después de la fusión SCADTA – SACO y su conversión en Avianca.

Novela- Esa mañana de sol radiante y cielo acerado, llegó herr Herbert Boy, mientras que herr von Krohn revoloteaba sobre el puerto con piruetas acrobáticas en un Junker F-13. Ahí también estaba el viejo Gerlein, el viejo capitán de puerto, despeinado bajo su quepis de marinero, vestido de punta en blanco como un príncipe y fumando su habano bajo el sol canicular. A mi izquierda y recargado en las barandas del muelle se encontraba, para mi sorpresa, monsieur René Bazín, el grandioso piloto francés, portando una maleta de poco tenor al colmo de su riqueza, lo que me hizo entender que era verdad el dicho de que el viajero se conoce por su maleta de viaje.

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Herbert Boy

GUILLERMO SCHNURBUSCH

En 1920, luego de haber asesorado a la SCADTA en la adquisición de los aviones Junkers F-13, arribó al país el ingeniero y técnico alemán Guillermo Schnurbusch, para ensamblar y probar los aviones Junkers F-13 de la naciente aerolínea, siendo así el primer ingeniero aeronáutico en Colombia, quien de inmediato debió efectuar modificaciones a las aeronaves para adaptarlas a las condiciones colombianas, entre ellas agregarles radiadores adicionales para evitar el recalentamiento de los motores, que no habían sido diseñados para operar en estos climas. Durante los primeros vuelos de la SCADTA a lo largo del Magdalena, voló en compañía del capitán Wilhelm Hammer como mecánico de a bordo y continuó dedicado al mantenimiento y adaptación de las aeronaves y su conversión de hidroavión a avión con ruedas, lo cual permitió a la SCADTA ser la primera en aterrizar en Bogotá, el 18 de noviembre de 1920. Schnurbusch quien se radicó en la ciudad de Barranquilla, hasta su muerte el 16 de mayo de 1960, fue el precursor de la ingeniería aeronáutica en Colombia.

Novela- Ellos eran hombres hechos para la república como diría San Agustín. En ese momento llegó Flavio, quien siguiendo el diálogo en este mismo sentido, me enteró de que quienes venían en el barco eran el piloto Hellmuth von Krohn, hijo de un general de la realeza del káiser y los ingenieros Guillermo Schnurbusch y Fritz Hammer. Todos, excombatientes de la marina alemana, especializados en hidroaviones.

Coincidió que el día de mi regreso a Barranquilla, mientras dormía en la hamaca que el gringo había guindado adentro de la casa, a eso de las cuatro de la madrugada golpearon insistentemente en la puerta. Yo, que esa noche dormía con ropa, me levanté y fui primero a ver si Cristóbal seguía dormido. Al asomarme y ver que los dos pernoctaban plácidamente, me dirigí a abrir la puerta y les reclamé a los que estaban afuera.

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Guillermo Schnurbusch

ERNESTO SAMPER MENDOZA

Luego de haber adelantado estudios de pilotaje en el exterior, Ernesto Samper fundó, junto con un pequeño grupo de pilotos, la empresa Servicio Aéreo Colombiano (SACO), el 15 de junio 1933, la que llegó a operar aviones Trimotores Ford de última tecnología, llegando a competir con la SCADTA. A los dos años de fundada la empresa, Samper Mendoza perdía la vida al colisionar su avión, mientras despegaba del aeropuerto de Medellín, con otro de SCADTA. Este suceso marcó el inicio de una serie de dificultades para la empresa, que terminó por fusionarse con SCADTA, fusión que se consolidó bajo el nombre de Avianca.

Novela- Recordé entonces, que alguna vez, cuando estuve en el aeródromo de Techo, de propiedad de la Scadta, vi al señor Samper maniobrar un Curtiss Kingbird D-2, en el potrero contiguo. Desde esa época, Samper había plantado allí una escuela de aviación para iniciar a pilotos principiantes y en las narices de la Scadta, lo que fue tomado por el público especializado como una bofetada para la compañía colombo-alemana.

Nadie se atrevía a desafiar a una firma con semejante tradición como la barranquillera. En su soledad empresarial, que él no disimulaba, contaba con la participación de Hernando Muñoz, quien en realidad era solamente el administrador y su principal socio capitalista. Samper, no solo era el único instructor, sino también el único aviador, y ¡qué aviador!

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Ernesto Samper Mendoza

CAMILO DAZA

Nació en Pamplona, Norte de Santander en 1898. Sus padres lo matriculan en la Escuela Industrial de Tarrasa, cerca de Barcelona, España, donde conoció y se hizo amigo del piloto español, Salvador Elila, que en un aparato construido por él, se elevaba los domingos sobrevolando el Parque de Montjuich.

Sus padres se opusieron a que estudiara aviación, por lo que le suspendieron la ayuda económica, pero esto lo hizo a desistir de sus propósitos y fue así como en 1919, voló un avión, y en marzo de 1920, obtuvo de la Curtis el diploma de piloto y de mecánico de aviación.

Novela- En este momento, don Camilo Daza, el colombiano nacido en Pamplona, había llegado a fundar en Cúcuta la empresa Nortesantandereana de Aviación, a bordo de su avión biplano Curtiss JN-4. Sus vuelos realizados, en su ciudad natal, sacaron del marasmo a los espíritus adormilados, e hizo fluir mejor el ánimo de la esperanza.

Colombia, con estos hechos, estaba sacando la cabeza del fango en el que la habían mantenido sumergida por más de cien años. Conocí a don Camilo Daza quizás como nadie lo hizo en su momento. Él fue, sin duda, el colombiano que más animó la construcción de vías aeroportuarias y rutas que de cualquier modo unirían a un país tan resquebrajado geográfica y culturalmente. Don Camilo Daza le temió más a los abismos que a las alturas a las que sin duda usó como guía para su alma y su espíritu.

Él fue sin duda un viajero, un estudioso, y un trashumante. Sé que una vez aterrizó su avión en la plaza de Socorro, Santander,

desquiciando al alcalde del pueblo que quiso ponerlo tras las rejas por atrevido. No obstante, apenas lo vio descender del avión, le causó tanta

sorpresa verlo tan inmenso y poderoso, que en vez de engrillarlo lo alzó de pura felicidad. Lo ocurrido motivó en seguida dos días de fiesta en su honor con sendas comilonas y banquetes que solo el intestino de un romano podía soportar.

Pero no siempre contó con la misma suerte, pues una vez s e e n r e d ó c o n t r a una a l a m b ra d a e n Pa ch o, Cundinamarca. Eso mismo le ocurrió en la Sabana de Bogotá donde se estrelló contra unos árboles de

eucalipto, lo que le valió que lo llamaran, calladamente, “el hombre de la desarborizada”, o Camilo Daza “El Valiente Desarborizador”. Su pasión más que demostrada por la aviación hizo que, de alguna manera, el gobierno le obsequiara un avión Caudron para que viajara por todo el país, haciéndole propaganda a la naciente aviación colombiana.

Sus vuelos despertaron tanto interés que resultó proclamado héroe nacional. Fracasó en el intento de querer volar en el mismo Caudron desde Nueva York hasta Bogotá sin escala. No obstante, se convertiría en el primer colombiano en intentarlo.

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Camilo Daza

BENJAMÍN MÉNDEZ

Nació en 1889 en una familia campesina de Fómeque Cundinamarca, siendo adolescente se traslada a Bogotá. Allí consigue ingresar a la Escuela de Aviación Militar en Flandes c o m o e n s a m b l a d o r d e a v i o n e s . Ingresa a la Factoría Escuela Aeronáutica Curtiss del estado de la Florida, en el ramo técnico y con parte de lo que gana se paga los cursos de instrucción de vuelo. El Departamento de Comercio de los Estados Unidos le expide la licencia de Piloto Civil Privado y es aceptado como oficial del Ejército colombiano y comisionado para adelantar el curso de piloto militar en la base de Brooks Field, en San Antonio Texas. En 1927 y por disposición del gobierno, se crearon las Tropas de Aviación, hoy denominadas Infantería de Aviación.

Novela.- Benjamín Méndez, quien el 19 de noviembre anunció, desde Nueva York, que realizaría el primer vuelo desde allí directamente hasta Bogotá, pasando por Barranquilla y Girardot, en su imponente avión Ricaurte.

Su atrevimiento comenzó entonces el 23 de noviembre, sin contra tiempos hasta aproximarse a Panamá. Ya habiendo recorrido un gran tramo de lo propuesto, sufrió un duro accidente acuático en las inmediaciones de la ciudad de Colón en Panamá, después de un “dificilísimo vuelo pretendiendo acuatizar a las cinco de la tarde en el puerto, cuando fue víctima de los remolinos y vaivenes de oleajes violentos que le cerraron las puertas de una buena maniobra, haciendo que el

Ricaurte, literalmente se estrellara contra la superficie acerada del agua en esta parte”.

El daño fue tan severo q u e , s e g ú n To d Hunter, su mecánico d e o r i g en g r i n go, tardaría en repararlo quince días. Me causó r i s a , l a f a l s a p r e s u n c i ó n d e l mecánico de querer precisar el tiempo que demoraría reparando la maquinaria. Era muy difícil predecir esto si uno no estaba en el taller doméstico donde continuamente revisaba el avión. Pensé que Hunter habló a s í po r la cortada tan grande que sufrió en su labio superior. ¡Pobre! Lo cierto fue que una lancha de vapor del

servicio de socorro del puerto, observando desde la costa la desenvoltura de los hechos, los rescató y los puso a salvo en la costa.

BenjamínMéndez

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JOSÉ IGNACIO FORERO

Habiéndose iniciado en la aviación militar colombiana, intentó junto con el pionero italiano Ferruccio Guicciardi, sacar adelante la compañía Líneas Aéreas del Cauca (LIADCA), una de las filiales de la SCADTA. Intentaron consolidar entre 1923 y 1924 las rutas entre Medellín, Manizales y Cali, con dos monomotores Fokker, pero una serie de accidentes dieron al traste con la empresa rápidamente. Fue el primer piloto colombiano que se vinculó a la SCADTA. El Coronel José Ignacio Forero participó en la Guerra con el Perú entre 1933 y 34. Sus vivencias, así como buena parte de la historia aérea de Colombia, están reseñadas en el libro de su autoría “Historia de la Aviación en Colombia”.

Novela- El paso para entrar allí era tan restringido que solo una persona, el alemán herr Lang, de carácter tan amargo como el limón o la hiel, firmaba las autorizaciones y nadie más. Era tan ácido, pero a la vez tan eficiente, que ni siquiera el presidente, ni el gerente de la compañía se atrevían a desafiarlo. Contaba con tres ayudantes alemanes y uno colombiano recientemente contratado. Se trataba de José Ignacio Forero, a quien en alguna ocasión nombré, por haber sido el primer piloto colombiano en tripular un avión en la exhibición realizada en Flandes, Tolima, en ocasión de la primera visita a la escuela de aviación aérea por parte de Marco Fidel Suárez, presidente de Colombia.

Él era un hombre jovial, muy instruido y atento a las enseñanzas. Lo había traído a la compañía herr Peter von Bauer, el hombre con más visión empresarial que jamás conocí en mi vida. Con las nuevas

instalaciones, la Scadta daba un nuevo salto hacia adelante en la formación de un emporio, no logrado por nadie en la empresa privada desde los albores de la primera república colombiana.

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José Ignacio Forero

PETER PAUL VON BAUER

En su primer viaje a Colombia, este empresario y científico, austriaco lo hizo como miembro de una comisión científica que se dirigía al Amazonas, en la que descubrieron escenarios descritos después por José Eustasio Rivera, en “La Vorágine”. Enamorado de los paisajes colombianos y habiendo sabido en las tertulias en el Club Alemán de Barranquilla de las perspectivas de la naciente aviación colombiana, decidió luego de vender algunas propiedades en Alemania volver a Colombia en mayo de 1920, donde se hizo socio de SCADTA, de la cual llegó a ser presidente. Debido a que la empresa experimentó dificultades a la hora de incursionar en las rutas internacionales que también él promovió, visitó al Presidente de los Estados Unidos en compañía del entonces Ministro Enrique Olaya Herrera.Allí, sin saberlo, propició ingenuamente la fundación de la Pm American Airways.

Novela- Tietjen —le dije—. Eso sí es una novela de muy mala sangre. Es de verdad una novedad impresentable. Creo que von Bauer y, según rumores, por ser austriaco, guardaba desconfianza por ustedes los propiamente alemanes y, como no tenía familia cercana a quien heredarle su fortuna, prefirió, por dinero y conveniencia, reconcomio y prevención, venderla de esa manera tan ridícula a los gringos.

Y creo que aumentó su decisión y grado de compromiso con el pacto de caballeros, al ver que… en ese tiempo los alemanes invadían su territorio en nombre de una supuesta superioridad racial, más ahora que recientemente sufrió muchos problemas para poder salir de su país y

regresar a Colombia. Conozco a Bauer, y estoy seguro de que él debió arrepentirse en más de una ocasión y con fuerza quiso deshacerse del tal pacto, pero los nazis se lo impidieron, y se sintió más cómodo en Colombia, mi patria, que le ha dado albergue y acaba de adoptarlo como su hijo. Ahora sí entiendo por qué en aquel momento arribaron tantos aviones americanos a Barranquilla.

—Creo que estás hablando barbarrridades, Frrank

Peter von Bauer

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CARLOS GARDEL

Famoso mundialmente como cantor de tangos argentinos. Fue el primer latino en incursionar con fuerza en el mundo cinematográfico de Hollywood, en los estados Unidos. En una gira de presentaciones por Colombia, en la ciudad de Medellín, murió en el primer gran accidente producido por el choque de dos aeronaves (Saco y Scadta) . Fue el comienzo del fin de las dos aerolíneas, que después de luchar una batalla comercial sin tregua ni cartel, mas tarde se unieron por acción del gobierno y de los norteamericanos, para darle nacimiento a la actual Avianca.

Novela- Al perderme las presentaciones en vivo y en directo que realizó en Bogotá, se presentó una oportunidad de oro para mí, pues Gardel, ágil como un águila, debía viajar a Cali. Como la Saco, por compromisos ya firmados con las demás compañías, no podía viajar directamente de Bogotá hasta allí, más el hecho de que con las naves existentes era imposible tramontar la pirámide colosal del alto de la línea sin la visibilidad que mantiene la temprana mañana, y debido a que era ya medio día, se vio en la obligación de volar por Medellín.

Que fuera esta compañía y no la Scadta la encargada de su transporte, a pesar de haber sido esta la que lo transportó en su exitosa gira por el Caribe y, luego de culminada, lo trajo en un vuelo exclusivo desde Barranquilla hasta Bogotá, representaba una desventaja inmedible para la Scadta. El doctor Ernesto Samper Mendoza, queriéndose granjear la......

Carlos Gardel a la derecha, como pasajero en el Ford Trimotor “Cali” de la SCADTA durante los inicios de su gira por Colombia. Gardel y algunos de sus compañeros de viaje murieron unos después

cuando se transportaba en el Ford Trimotor de matrícula F-31 de la SACO que perdió el control durante el decolage y chocó con el Ford Trimotor “Manizales” de la SCADTA.

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ANTIOQUEÑOS

Antioqueño, antioqueña (pl. antioqueños , antioqueñas), son gentilicios masculino y femenino, en singular y plural, de los nacidos en el departamento de Antioquia, Colombia.

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BARRANQUILLA

Es la capital del departamento colombiano del Atlántico, situada a 7.7 kilómetros de la desembocadura del río Magdalena, fue fundamental en el desarrollo de la navegación fluvial por el río. Cuando se inició la aviación con los hidroaviones, Barranquilla fue escogida también como la puerta de la aviación hacia el interior del país.

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BERILO

Mineral compuesto de silicato de aluminio y berilio que se presenta en cristales hexagonales de diferentes colores; las variedades más conocidas son la esmeralda, de color verde, y la aguamarina, de color azul.

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BLERIOT

Aviador francés que en 1909 realizó el primer vuelo en el que se cruzó en Canal de la Mancha (English Channel)

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BOGOTÁ

Capital de la República de Colombia. Ubicada en el centro de Colombia en la región conocida como la “Sabana de Bogotá”, que hace parte del altiplano cundiboyacense, formación montañosa en la cordillera Oriental de los Andes.

Situada a 2,625 metros del nivel del mar, implicó un gran reto para los pioneros de la aviación.

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CARLOS PADILLA

Mecánico bogotano quien en 1916 construyó el primer aeroplano en Colombia.

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CARTAGENA

Cartagena de Indias, oficialmente Distrito Turístico, Histórico y Cultural de Cartagena, más conocida como Cartagena, es una ciudad colombiana y capital del departamento de Bolívar. Fue fundada el 1.° de junio de 1533 por Pedro de Heredia.

Está localizada a orillas del mar Caribe, jugo un papel muy importante en los inicios de nuestra aviación al ser la sede de la primera empresa de aviación que inició operaciones en Colombia, la CCNA, a principios de 1920.

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CURTISS “JENNIE

El Curtiss JN-4 “Jenny” es uno de los históricos aeroplanos construidos por la Cyurtiss Aeroplane Company de Hammondsport, estado de New York. Fue construido originalmente como avión de entrenamiento para el US Army, pero una vez terminada la guerra jugó un papel muy importante en el desarrollo de la aviación civil.

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FLANDES

Flandes es un municipio colombiano ubicado en el departamento de Tolima. Se encuentra localizado en el centro del país a orillas del Río Magdalena, en las desembocaduras del Río Bogotá, Río Sumapaz y el Río Coello.

Si historia ha estado atada directamente a la ciudad de Girardot situado en la orilla opuesta del río Magdalena. Su importancia en la aviación radicó en que por su ubicación estratégica fue seleccionado como el lugar para crearse la primera escuela de aviación militar en Colombia y fue la base de operaciones d ela empresa SCADTA durante su operación con hidroaviones.

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FRANCISCO SORNOZA

Es el protagonista de la obra, un personaje ficticio, que nos permite al situarnos en aquella época, ir narrando las costumbres, ciudades y momentos importantes de nuestra historia. El poder situar el personaje en cada acontecimiento, nos permite el poder contar grandes momentos de nuestra historia en la aviación, en tal forma, que el lector es transportado en esa máquina del tiempo, y revive ese momento de una manera muy cercana a la realidad.

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FRITZ KLEIN

En 1902 vino a Colombia el minero alemán Fritz Klein en busca de piedras preciosas para mantener la industria de joyería de Idar, su ciudad natal, y subió el Magdalena en un penoso viaje de 23 días. Después de varios recorridos de exploración encontró a un colombiano que había 'descubierto' las minas de esmeraldas de Chivor en los archivos coloniales de un monasterio del sur, donde estuvo convaleciendo de una enfermedad. El colombiano murió, después de informar de su hallazgo a Klein, quien comprobó la existencia de las minas y viajó a Alemania para conseguir apoyo y solicitar una concesión.

Klein regresó con otro experto pero lo sorprendió el comienzo de la Primera Guerra Mundial en Chivor, así que volvió a Alemania, donde entró a la caballería; de esta arma dio el paso 'natural' a una escuela de pilotaje, la Flieger Ersatz Abteilung Nº 10, y se dio cuenta de la importancia que tendría el avión como medio de transporte. En Berlín conoció a Fritz Hammer, con quien discutió la posibilidad de establecer una línea aérea en la remota Colombia para reemplazar al lento vapor del río Magdalena.

Pasada la guerra, y derrotada Alemania, Klein retornó a Colombia para reanudar las actividades mineras y 'soltó' su idea en el Club Alemán de Barranquilla, donde fue acogida con interés. Coincidió lo anterior con la llegada del ingeniero Werner Kämerer, que venía a investigar posibilidades de trabajo para la ingeniería alemana y quien no era, como se ha afirmado, un vendedor de aviones: la idea de la aerolínea, expuesta a Kämerer, se concretó en el Club Alemán y se formó Scadta (Sociedad Colombo-Alemana de Transportes Aéros). Klein no estaba interesado en la empresa pues su pasión eran las gemas y viajó a Bogotá para perderse en los laberintos de la minería.

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PAISA

En Colombia, el vocablo paisa (plural paisas) denota la intención de describir a los habitantes de Antioquia, Risaralda, Caldas, Quindio, Norte y Oriente del Valle del Cauca y Nordeste del Tolima.

Antioquia y el Eje Cafetero conformaron una unidad histórica, administrativa muy definida hasta 1905, cuando tuvo lugar la creación del departamento de Caldas y, posteriormente, en 1966, de los otros dos departamentos del Eje, lo que terminó dividiendo a la región paisa original.

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PUERTO BERRÍO

Puerto Berrío del departamento de Antioquia en Colombia, localizado a orillas del río Magdalena. Su cabecera dista 191 kilómetros de la ciudad de Medellín, capital de Antioquia.

Fundado en 1875 para iniciar la construcción de la línea del tren que permitiría unir ese gran río de la Magdalena, con la capital antioqueña. Fue un gran puerto de entrada hacia el interior del departamento de Antioquia, puerto al que llegaban todos los barcos de vapor que recorrían esa gran arteria fluvial que se internaba desde Barranquilla hacia el interior del país y que era el único medio de transporte hacia el interior que existía en Colombia. A partir de los inicios de nuestra aviación, desde 1920 se convirtió también en un famoso puerto aéreo.

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WILLIAM KNOX MARTIN

William Knox Martin comenzó su carrera como piloto en 1912 en la escuela de vuelo de Sloane. En 1916 se unió a la recién fundada Pacific Aero Products Company de Seattle, en el estado norteamericano de Washington como jefe de instructor para William E Boeing en su nueva escuela de aviación. Posteriormente realizó los vuelos de prueba iniciales de los nuevos Boeing, permaneciendo allí hasta el estallido de la Primera Gran Guerra. Durante la Guerra fue asignado como teniente en la sección de aviación de la Infantería de Marina de los Estados Unidos. En la primavera de 1919 se embarcó hacia Sur América junto a su avión Curtiss OXX “Jennie” con el fin de realizar exhibiciones aéreas. Intentó primero realizar sus exhibiciones en Cartagena, pero ante la imposibilidad de recoger el dinero necesario, se embarcó hacia Barranquilla donde realizó su primer vuelo el 15 de junio de 1919. Ante el entusiasmo generado por sus demostraciones en Barranquilla, empaca su avión de nuevo en cajas y se desplaza hacia Bogotá, en donde realizó su primer vuelo en Bogotá el 9 de agosto de 1919. Permaneció por varios meses recorriendo las diferentes ciudades colombianas realizando demostraciones y tratando de organizar una compañía de aviación ante las ofertas de muchos empresarios.

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