ser maestro

31
IV ENCUENTRO DEPARTAMENTAL DE EDUCACIÓN Y PEDAGOGÍA SER MAESTRO Pablo Romero Ibáñez 1 [email protected] Les invito hacer una reflexión que propongo sobre dos componentes claves que todo maestro, profesional de la educación, necesita poseer, y con más razón, si desea generar procesos de aprendizaje significativos en sus estudiantes; me estoy refiriendo a estos dos conceptos: 1. El amor y 2. La preparación. Sin amor no se puede concebir 1 Escritor, asesor e interventor internacional en educación y Bioética. Sector empresarial y educativo. Estudios en filosofía y semiótica en la U. Nacional de Costa Rica, Teólogo de la U. Nacional de Costa Rica, licenciado en Teología en la U. de San Buenaventura de Bogotá D.C. Especialista en Arte y folclor, especialista y magister en Bioética, especialista en pedagogía y docencia universitaria en la U. El Bosque, postgrado en Gerencia de proyectos educativos en la U. Industrial de Santander, doctor honoris causa en educación: Punta del Este Uruguay. Autor de 28 libros sobre Pedagogía, Educación Artística, Didáctica, desarrollo de pensamiento y Creatividad. Autor de 15 guías didácticas sobre Pedagogía artística. Co-director de 26 libros de Educación artística. Autor de numerosos artículos de pedagogía, publicados en revistas internacionales de educación y en periódicos de circulación nacional. Total libros: 69. Total artículos de pedagogía y creatividad publicados en revistas y prensa: 72. Total publicaciones: ciento cuarenta y una publicaciones (141). Publicación en proceso: Ser maestro. 17 premios, convocatorias, nacionales y regionales en investigación e innovación educativa. Un premio internacional en arte y cinco reconocimientos internacionales en innovación educativa. Co-autor de una especialización en desarrollo de procesos de pensamiento aprobados por el Ministerio de educación nacional y el Consejo nacional de acreditación. Autor de tres programas de formación superior en herramientas pedagógicas, desarrollo del pensamiento creativo y gerencia de proyectos. Ponente en numerosos congresos internacionales y nacionales de educación. Numerosos debates en universidades y en el congreso de la república. Pablo Romero es en la actualidad: docente investigador, autor y director de la investigación en Pedagogía de la humanización, en la Universidad de San Buenaventura de Bogotá D.C., asesor e interventor internacional en asuntos pedagógicos con Ediarte S.A. Conferencista e interventor en pedagogía con Magisterio formación. Estudiante de tercer semestre de la Maestría en Bioética de la Universidad El Bosque. Cel. 31468323248. Tel (1) 8025895. Asesorías actuales a México, Venezuela y Colombia. Conferencias y asesorías a la Biblioteca del estado de Zulia Maracaibo – Venezuela. Al grupo escolar Simón Bolívar 8 colegios (México), U. Libre, U. Nacional, SENA (Cartagena), U. De San Buenaventura, cientos de colegios entre los que se encuentran: La Salle, Stella Matutina, Walt Witman, ONG. y diversas editoriales. 1

Upload: ana-bedoya

Post on 27-Jul-2015

1.689 views

Category:

Travel


1 download

TRANSCRIPT

Page 1: Ser maestro

IV ENCUENTRO DEPARTAMENTAL DE EDUCACIÓN Y PEDAGOGÍA

SER MAESTRO

Pablo Romero Ibáñez1

[email protected]

Les invito hacer una reflexión que propongo sobre dos componentes claves

que todo maestro, profesional de la educación, necesita poseer, y con más

razón, si desea generar procesos de aprendizaje significativos en sus

estudiantes; me estoy refiriendo a estos dos conceptos: 1. El amor y 2. La

preparación. Sin amor no se puede concebir un maestro significativo y sin

preparación, sería altamente peligroso en su interacción académica.

En una ocasión, me invitaron a intervenir un proceso de evaluación realizado

por estudiantes acerca del desempeño de los docentes de un colegio de

Bogotá D.C. Allí, leí afirmaciones de estudiantes de grado 5º como estas: la

profesora Claudia es muy linda, nos trata con cariño, juega mucho con

nosotros, lástima que no domina la asignatura que nos dicta. En otro caso, leí

esto: el profesor Luís es exigente, sabe mucho, pero no le entendemos nada,

no tiene paciencia y es de mal genio, nos regaña por todo, ojalas y se vaya.

Obsérvese que el primer caso de valoración, reconoce el amor que la docente

le da a sus estudiantes, pero, a pesar de ese reconocimiento que sus

1Escritor, asesor e interventor internacional en educación y Bioética. Sector empresarial y educativo. Estudios en filosofía y semiótica en la U. Nacional de Costa Rica, Teólogo de la U. Nacional de Costa Rica, licenciado en Teología en la U. de San Buenaventura de Bogotá D.C. Especialista en Arte y folclor, especialista y magister en Bioética, especialista en pedagogía y docencia universitaria en la U. El Bosque, postgrado en Gerencia de proyectos educativos en la U. Industrial de Santander, doctor honoris causa en educación: Punta del Este Uruguay. Autor de 28 libros sobre Pedagogía, Educación Artística, Didáctica, desarrollo de pensamiento y Creatividad. Autor de 15 guías didácticas sobre Pedagogía artística. Co-director de 26 libros de Educación artística. Autor de numerosos artículos de pedagogía, publicados en revistas internacionales de educación y en periódicos de circulación nacional. Total libros: 69. Total artículos de pedagogía y creatividad publicados en revistas y prensa: 72. Total publicaciones: ciento cuarenta y una publicaciones (141). Publicación en proceso: Ser maestro.

17 premios, convocatorias, nacionales y regionales en investigación e innovación educativa. Un premio internacional en arte y cinco reconocimientos internacionales en innovación educativa. Co-autor de una especialización en desarrollo de procesos de pensamiento aprobados por el Ministerio de educación nacional y el Consejo nacional de acreditación. Autor de tres programas de formación superior en herramientas pedagógicas, desarrollo del pensamiento creativo y gerencia de proyectos. Ponente en numerosos congresos internacionales y nacionales de educación. Numerosos debates en universidades y en el congreso de la república. Pablo Romero es en la actualidad: docente investigador, autor y director de la investigación en Pedagogía de la humanización, en la Universidad de San Buenaventura de Bogotá D.C., asesor e interventor internacional en asuntos pedagógicos con Ediarte S.A. Conferencista e interventor en pedagogía con Magisterio formación. Estudiante de tercer semestre de la Maestría en Bioética de la Universidad El Bosque. Cel. 31468323248. Tel (1) 8025895. Asesorías actuales a México, Venezuela y Colombia. Conferencias y asesorías a la Biblioteca del estado de Zulia Maracaibo – Venezuela. Al grupo escolar Simón Bolívar 8 colegios (México), U. Libre, U. Nacional, SENA (Cartagena), U. De San Buenaventura, cientos de colegios entre los que se encuentran: La Salle, Stella Matutina, Walt Witman, ONG. y diversas editoriales.

1

Page 2: Ser maestro

estudiantes le hacen, le exigen además, un dominio mínimo, básico de la

asignatura de su responsabilidad, y en la segunda valoración, es todo lo

contrario. Al docente evaluado, se le reconoce su dominio del área, campo de

estudio o asignatura que maneja, pero también se le reclama que de más

cariño, que interactúe con buen trato, que tenga paciencia; mejor dicho, se le

pide que eduque con amor.

Veamos entonces, cómo es que se experimenta el amor y la preparación en la

praxis pedagógica de un maestro significativo.

1. Amor

Tradicionalmente la escuela ha descuidado y minusvalorado el componente

afectivo frente al cognitivo, olvidando que el ser humano aprende con mayor

facilidad cuando la afectividad, la salud mental y emocional están aseguradas.

Existen miles de autores, científicos, artistas e investigadores entre los que se

encuentran psicólogos, psiquiatras, sociólogos, filósofos, antropólogos,

pedagogos, teólogos, politólogos, expertos en ética y bioética que están de

acuerdo en la necesidad de construir una sociedad con un sólido imaginario

colectivo centrado en el buen trato, en el amor; por ejemplo, consúltese la obra

Inteligencia emocional de Goleman (1997) y su obra Inteligencia social (2006),

los aportes y aplicaciones educativas de Vallés y Vallés (2000), las reflexiones

de Gil María del Carmen (2008), los estudios psiquiátricos de Lammoglia

(2002) y entre miles de aportes más, sugiero consultar la obra Pedagogía de la

humanización en la educación inicial de Romero P. (2008).

Recuérdese, a mayor autoestima, mayor facilidad para aprender, y entre más

exista la presencia explícita del amor y de un ambiente agradable de trabajo,

mayor posibilidad existirá de acceder al aprendizaje significativo.

Según el diccionario de la lengua española, real academia española, el

concepto amor –siguiendo su raíz latina- significa: “sentimiento intenso del ser

humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el

encuentro en unión con otro ser”. También posee esta significación:

“sentimiento de afecto, inclinación y entrega a alguien o a algo”.

2

Page 3: Ser maestro

Siguiendo el concepto: inclinación, entrega a alguien o a algo, es el uso que

propongo para la comprensión del sentido y significado de ser maestro.

Un maestro humanizador, es aquel que se entrega a su profesión, a sus

estudiantes; por tanto, ama la profesión, ama lo que hace, ama a sus

estudiantes, está enamorado de las exigencias de esta profesión y está

comprometido con la formación de seres humanos con madurez mental, en un

ambiente agradable de trabajo y fundamentalmente con buen trato.

Lo anterior no exime al maestro de vivir momentos de crisis, de soledad,

sufrimiento, maltrato, angustias, falta de inspiración y preocupaciones múltiples

que le pueden hacer dudar del sentido de ser maestro.

La motivación como expresión pedagógica del amor

A diario leo artículos y ensayos sobre educación, y por lo menos dos veces a la

semana, tengo la costumbre de leer los artículos empresariales que aparecen

en las revistas de gestión empresarial, en la prensa y de las diferentes

aerolíneas en las que viajo, y ¿Qué encuentro siempre? Artículos que invitan e

intentan convencer sobre la necesidad de generar verdaderos procesos de

motivación en el entorno laboral, social o educativo en el que nos movemos, y

esto, más vale que lo hagamos si en verdad, queremos experimentar

resultados alentadores.

Y es que sin duda, sobre el asunto de la motivación, existen miles de teorías

que siguen defendiendo la idea que: en la ausencia de procesos de motivación

no debería existir un proceso de interacción social y de enseñanza-aprendizaje.

El problema de lograr una verdadera experiencia de motivación, pasa por

resolver y comprender múltiples preguntas que normalmente un docente

cotidianamente no se hace y que un maestro significativo si se plantea como:

¿Por qué este estudiante es tan dedicado y este otro no? ¿Por qué aquel

estudiante no trae tareas y por qué aquel sí? ¿Qué lleva a qué este estudiante

participe tanto en clase y aquel no? ¿Por qué aquel estudiante aprende con

mayor facilidad que los demás? ¿Qué motiva a un estudiante a colaborar

3

Page 4: Ser maestro

permanentemente y en forma activa y desinteresada? ¿Qué actividades,

estrategias o metodologías puedo implementar para mejora la actitud de este o

aquel estudiante?

En este sentido, Reeve, Johnmarshall (1999:2), sostiene que el intento de

explicar qué es lo que causa el comportamiento nos lleva a formular preguntas

más específicas, del tipo: “¿Qué es lo que inicia el comportamiento?”, “¿Cómo

se mantiene el comportamiento?”, “¿Por qué se dirige hacia algunos fines y no

otros?”, y “¿Cómo se detiene?” (Por ejemplo, Hunt, 1965; Jones 1955). No

basta con preguntar qué es lo que causa que una mujer entrene para ganar la

medalla de oro; también deberíamos preguntarnos por qué, en primera

instancia, empezó a entrenar. ¿Qué es lo que energiza su esfuerzo hora tras

hora, día tras día? ¿Por qué practica ese deporte y no otro? “Cuando entrena,

¿Por qué después se para, sea durante el día o en el transcurso de su vida?”

Un análisis motivacional del comportamiento ha de pasar por lo tanto por la

comprensión del comienzo, la persistencia y el final de la conducta.

No es sencillo comprender cómo se produce y cómo finaliza un proceso de

motivación en cada estudiante, porque esta dinámica está en constante

interacción con la representación cultural a la que se pertenece, la tradición, las

creencias, los afectos, los gustos, las inclinaciones e intereses.

Así que no hay decálogos ni reglas de oro para aplicar procesos de motivación

significativos; pero si existen resultados de investigación, experiencias y teorías

que permiten que nos acerquemos a su comprensión y aplicación en el aula de

clase; por ejemplo, con mi hijo Leonardo Andrés, me pasó esta experiencia:

Mientras el estudiaba para su evaluación de álgebra, al lado suyo, me

encontraba excitado escribiendo esta obra, cuando noté su preocupación; así

que le pregunté ¿Qué sucede? ¿Por qué estas tan preocupado? El me

respondió que no comprendía un ejercicio de álgebra que hace horas intentaba

resolver; entonces le volví a preguntar: ¿Bueno y yo en qué te puedo

colaborar? De inmediato, casi que no me deja terminar mi pregunta, cuando me

dijo: déjame colocar mi música y verás, -ok haz lo que quieras, le dije- de

inmediato instaló una “ruidosa y delirante música” y en menos de cinco minutos

4

Page 5: Ser maestro

observé atónito su grito: lo logré, lo hice, es fácil, que duro soy, breve, qué

nota.

La verdad, no comprendo muy bien qué fue lo que sucedió y cómo es que una

música que no comprendo y me altera, puede generar inspiración, motivación,

activación de la comprensión, de la inteligencia en un ser humano. Lo que si

tengo claro, es que el sí que le di, a su petición, fue con amor.

Estoy hablando de un joven de hoy, lo que a ellos les inspira, y de paso los

motiva a estudiar, trabajar y comprender, a muchos adultos como yo, nos

desconcentra y nos deja fuera de inspiración; por eso, hablar de motivación es

un asunto complejo y exige mayor dedicación de la que la mayoría de los

docentes le han puesto al asunto.

Reeve, Johnmarshall (1999:4), plantea que la motivación es más bien un

proceso dinámico que un estado fijo. Al definir la motivación como dinámica, se

afirma que los estados motivacionales están en continuo flujo, en un estado de

crecimiento y declive perpetuo.

Por ejemplo, Mc. Clelland, David (1989:579), en su obra sobre el estudio de la

motivación humana, plantea que: “si las personas aprenden cómo hacer algo

mejor, esto por definición incrementa la probabilidad de que triunfen en esta

actividad y hace más probable que realicen la actividad si están motivadas para

hacerla y la valoran”.

Para hacer realidad, la aplicación de la motivación como realidad didáctica,

Rosenthal (1966) nos aporta la experiencia de la aplicación del efecto

Pigmalión como enfoque de motivación en el ámbito educativo. Este autor,

expone que la expectativa o el sesgo de un experimentador influían

intensamente en el modo en que se comportaban los sujetos en una variedad

de diferentes tipos de situaciones. Rosenthal y Jacobson, citado por Mc.

Clelland (1989:579-580) llegaron a la conclusión de que bastaba con dar a un

profesor la expectativa de que algunos alumnos de sus clases, elegidos al azar

tenían una gran capacidad para que mejorara considerablemente el

rendimiento académico de esos alumnos.

5

Page 6: Ser maestro

Mc. Clelland (1989) nos socializa un resultado típico; estudio que fue realizado

sobre chicos de raza negra del casco urbano de siete a once años y del

segundo al quinto grado, la mayoría de los cuales no obtenían buenos

resultados en la escuela. Al profesor de cada grado se le comunicaron las

auténticas puntuaciones del test de capacidad de una mitad de la clase elegida

al azar y para la otra mitad unos resultados de capacidad con una desviación

típica más alta que sus puntuaciones reales. En otras palabras, se indujo a los

profesores a creer que la mitad de sus alumnos eran mucho más brillantes de

lo que sus resultados de test mostraban que en realidad eran. Al final del curso

escolar, esos alumnos revelaron un progreso mucho más amplio en los test de

lectura y de logros aritméticos que los estudiantes cuyas auténticas

puntuaciones de actividad, habían sido confiada a los profesores. Sin duda,

progresaron mucho más aquellos a quienes los profesores consideraban

particularmente brillantes.

Recordemos otra evidencia de investigación, citada por Mc. Clelland (1989:

582), como es la que desarrolló Dweck (1975) hizo que unos niños realizaran

cierto número de tareas durante su adiestramiento. Los niños tenían éxito en la

mayoría de las tareas, pero fracasaban en algunas. Siempre que fallaban se

les decía: “Has acertado solo en…… Eso significa que debes esforzarte más”.

A otros niños se les proporcionó exclusivamente información de sus éxitos. Los

que habían sido adiestrados en la atribución del fracaso a la falta de esfuerzo

rindieron más después del adiestramiento y les afectó menos una experiencia

de fracaso que quienes fracasaron sin haber recibido adiestramiento.

La idea que estoy defendiendo posee una doble vía: 1. Por un lado, sin amor

no existe la posibilidad de generar procesos de motivación y 2. Sin motivación,

no hay forma de concebir a un maestro significativo; pero motivación no quiere

decir alcahuetería, o un simple dejar hacer; por el contrario, exige un proceso

intencionado de educación en el descentramiento, la valoración del ritmo y

estilo de aprendizaje de cada estudiante, buen trato, en la interlocución y el

aseguramiento de un ambiente agradable de trabajo.

6

Page 7: Ser maestro

2. Preparación

Quien afirme: que ser un profesional de la educación es sencillo y por tanto,

cualquier profesional que esté sin trabajo, llámese médico, ingeniero, arquitecto

o artista, puede ejercer esta profesión, no solo ofende a los que somos

maestros de profesión, sino que además, muestra su ignorancia sobre las

exigencias, competencias, cualidades y valores del ser maestro.

En una ocasión en un encuentro nacional de Educación artística, un ponente,

se le ocurrió afirmar – en medio de su excitación- que el artista, por el solo

hecho de ser un artista, ya es sensible, expresivo, creativo y humano, por tanto,

podía –sin necesidad de poseer una preparación pedagógica- ser un excelente

pedagogo en la interacción con sus estudiantes.

En esta obra, podría contarles cientos y cientos de casos de artistas que están

en las aulas de clases sin preparación pedagógica alguna2, algunos –de los

que no poseen preparación pedagógica- son la excepción y se convierten en

grandes motivadores de las artes, pero otros, y por cierto, un gran porcentaje,

producen un efecto contrario en los estudiantes, hasta el punto de lograr que

niños y niñas terminen odiando la música, el baile, la danza, la expresión

dramática y hasta plástica. Y ¿Cómo lo logran? Con maltrato, sin paciencia, sin

motivación; en definitiva, sin preparación.

Lo que estoy afirmando es que ser un maestro humanizador exige una doble

preparación: 1. Disciplinar y 2. Pedagógica. En el caso que estoy exponiendo

de los artistas, si no poseen una preparación pedagógica, que les permita

comprender y aplicar teorías sobre la enseñabilidad y la educabilidad de las

artes, el manejo de actividades académicas, artísticas, emocionales y sociales,

la aplicación de estrategias didácticas, la interacción con modelos, enfoques y

metodologías de la pedagogía de las artes, y la preparación en el diseño,

gestión y evaluación de un curriculum en Educación artística; habrá mayor

posibilidad de equivocarse en los procesos de enseñanza aprendizaje con los

niños y niñas con los que se esté interactuando.

2 Si aquí socializara los cientos de caso de maltrato de artistas a sus estudiantes en las escuelas de América latina, entonces tendría que cambiar el propósito de esta obra, ahora tendría que llamarse, maltrato en la escuela, y efectivamente es una obra de esta colección: Pedagogía de la humanización. Recuérdese, no estoy afirmando que los artistas hacen mal su trabajo, lo que estoy defendiendo es el deber y el derecho de poseer una preparación pedagógica para estar en el aula de clase.

7

Page 8: Ser maestro

Recuérdese: no solo se maltrata con intención, también se maltrata por

ignorancia.

Y hay más, si yo les contara todo lo que escucho en los congresos, encuentros,

debates, foros y coloquios de educación, tendría que cambiar el objetivo de

esta obra que persigue comprender la esencia del ser de un maestro

significativo. Así que pido permiso, para socializar un pequeño conjunto de

afirmaciones arbitrarias y además, planteadas como tesis: las siguientes

expresiones las escuché de varios “académicos” en un encuentro nacional de

Educación artística en el año 2008: hoy sigue abundando una pedagogía

dogmática del arte, en la escuela hay que superar la pedagogía del

atontamiento, ya no más pedagogía de la alienación, no más pedagogía del

embrutecimiento. Me imagino -porque soy conferencista, los entiendo- cuando

se hicieron estas afirmaciones, era un momento de emoción, de excitación;

pero sin duda, estas afirmaciones le hacen mucho daño a la pedagogía.

A la pedagogía no le podemos atribuir este tipo de afirmaciones peyorativas,

caricaturescas, arbitrarias y sin ningún fundamento epistemológico, pues no

solo estaríamos mostrando nuestra ignorancia sobre el contenido, aportes,

reflexiones y la responsabilidad que posee la pedagogía, sino que además le

hacemos daño al dispositivo pedagógico, y entonces el mensaje que

estaríamos enviando es que cualquiera puede inventarse los adjetivos que le

venga en gana sobre la pedagogía.

En alguna ocasión me enojé con un correo en la red que me llegó a mi

dirección, donde me hablaban de los milagros de una estampa de la virgen

María. El mensaje me dio más miedo que fe, ya que me decían que iba a

obtener numerosos beneficios si lo enviaba a siete personas y si no lo hacía,

entonces me vendría toda clase de maldiciones y calamidades. Lo triste de

estos correos, no tanto es su contenido ignorante, es quienes lo envían y

patrocinan, me di a la tarea de averiguar quiénes eran los remitentes y quiénes

lo replicaban y Oh, cuál sorpresa: son profesionales de diferentes disciplinas;

entonces mucho más enojado, diseñé otro correo, donde en una carta, les

demostraba que de Dios jamás puede venir una maldición o algo dañino, pues

Dios es solo amor.

8

Page 9: Ser maestro

A la pedagogía le pasa lo mismo, a ella, no se le puede atribuir los errores que

se cometen en la escuela, en la familia y en la sociedad. Casualmente los

múltiples maltratos que se acometen contra niños y niñas, se producen por falta

de conocimiento pedagógico. Comprendo que hay mucho que mejorar en

nuestros contextos educativos, así que si no estamos de acuerdo con el

funcionamiento de una escuela determinada, es mejor, plantear el asunto en

forma objetiva y con evidencias de resultados diagnósticos o de investigación

educativa; por ejemplo una forma cualitativa de hacerlo es esta: según el

estudio realizado en tres mil centros educativos de la ciudad…. Y de la

localidad… se pudo determinar qué: en un alto porcentaje de centros

educativos, aún siguen existiendo docentes que alienan, atontan y maltratan a

los niños y niñas, y así; de esta forma, no prostituiríamos el concepto:

pedagogía.

Justamente, gracias al saber pedagógico, se evita caer en procesos educativos

alienantes, enajenadores y de atontamiento de las mentes de niños y niñas.

Un docente que maltrata a sus estudiantes no es malo, es ignorante, y un

docente que educa en el buen trato a sus estudiantes no es bueno, es un

maestro significativo y de hecho genera procesos de aprendizaje significativo.

En esencia, no hay docentes malos y buenos, lo que hay son docentes que

están leyendo y docentes que no están leyendo. Un docente que no lee, es

altamente peligroso.

En este compromiso de construir un tejido social de maestros significativos,

necesitamos que la preparación se dé en dos vías: por un lado, el dominio de

un saber disciplinar o específico y por otro, la apropiación de un saber

pedagógico, que implica la comprensión de una pedagogía y didáctica general

que adquiere aplicación en el manejo de una pedagogía y didáctica específica

del área o campo de estudio con el que se interactúa con los estudiantes.

Pero ¿Qué significa estar preparado? No es solo poseer un saber necesario

para el ejercicio de una profesión, sino además, permanecer en permanente

estado de actualización que implica un compromiso con la investigación y la

innovación cotidiana.

9

Page 10: Ser maestro

El saber específico

Según la población objeto o área del conocimiento en la que trabaja el docente,

es necesario poseer un dominio básico relacionado con un conjunto de

conocimientos que permiten acceder a una competencia enciclopédica mínima.

Esto permite no solo asegurar una autoridad cognitiva, sino que además, los

estudiantes son los primeros beneficiados.

En alguna ocasión les contaba a mis estudiantes de pedagogía en la

especialización de pedagogía y docencia universitaria en la que laboro, que un

maestro con solo motivar, excitar a sus estudiantes hacia el conocimiento y

aportándoles una bibliografía actualizada o de punta, ya podía ir a cobrar su

cheque. Naturalmente es una caricatura para referirme a la importancia que

tiene, el interactuar con un maestro que esté al día en los últimos resultados de

investigación, las últimas tendencias o perspectivas del conocimiento y

además, está en capacidad de interactuar con una gestión del conocimiento

apropiada.

Un docente que no esté leyendo, sigo insistiendo, es altamente peligroso y

sospechoso, puesto que podría hacerle creer a sus estudiantes que los

pajaritos vuelan porque tienen un motorcito atrás. Por estos días andan en

Colombia miles de personas alteradas y decepcionadas porque les robaron su

dinero por entregarlo a unas supuestas pirámides que luego de recaudar miles

de millones de pesos, se van y hasta les dejan notas ofensivas donde les dicen

que se fueron felices con los dineros de los ahorradores ilusos. Algunos

estudios de sociología, indican que hay un imaginario colectivo de ingenuidad,

ambición y naturalmente de falta de información y formación.

Pero este tipo de situaciones que parecen sacadas de una novela de Gabriel

García Márquez, no solo pasa en países como Colombia, esto sucede en toda

América latina porque sigue faltando programas y proyectos de formación y

actualización en nuestros docentes que son los primeros invitados y

comprometidos en tener una mejor formación de la que se tiene en la

actualidad. La superchería, el mito, el mundo mitico-mágico, la confusión entre

10

Page 11: Ser maestro

el mundo real e imaginario, el mal de ojo, el curanderismo, el entorno esotérico

y cientos de expresiones populares alienantes, en vez de activar nuestra

creatividad, ha aumentado nuestra estupidez.

No cualquiera debería estar en el aula de clase, pero así es, en América latina,

cualquiera con ganas, a veces disque con vocación o con alguna palanca, está

en el aula de clase. Luego vienen las denuncias por maltrato, negligencia,

abuso sexual y todo tipo de atropellos.

En alguna ocasión, en una conferencia que compartía con educadores

universitarios, me dijo un docente esto: “es que la pedagogía es innata, la única

forma de ser un pedagogo es naciendo con ese don, con ese talento”. A mí se

me bajó y se me subió la presión, me senté y pedí agua: al reponerme le dije,

vamos a un hospital. El me preguntó, aja ¿Y para qué?, de inmediato lo tomé

del brazo y le dije: para que me muestres una mamá pariendo un pedagogo. En

verdad, confieso mi enojo, posiblemente soy muy sensible y me he tomado

muy en serio el oficio de ser maestro que defiendo como profesional de la

educación, que necesita prepararse si no desea hacer daño.

No nos han parido o traído a este mundo sabiendo, nos toca aprender lo que

hoy creemos que hacemos bien. Al respecto, recomiendo leer el mito de

Prometeo; hay una versión que recomiendo en la historia de la pedagogía de

Abagnano y Visalberghi (2007) o consúltese la fuente directa en el Protágoras

de Platón.

La responsabilidad esencial del maestro, es la de transformar al sujeto, en

mejor ser humano de lo que ya es. En este sentido, Gadotti Moacir (2005) nos

recuerda esta tesis: la teoría educacional de Durkheim se opone

diametralmente a la de Rousseau. Mientras éste afirmaba que el hombre nace

bueno y la sociedad lo pervierte, Durkheim declaraba que el hombre nace

egoísta y sólo la sociedad, a través de la educación, puede hacerlo solidario.

Considero que esta afirmación se constituye en un gran elogio para el maestro.

Para Durkheim, la educación se definía como acción ejercida por las

generaciones adultas sobre las generaciones que no se encontraban aún

preparadas para la vida social.

11

Page 12: Ser maestro

El saber pedagógico

Conozco experiencias de docentes exitosos en la básica secundaria y al

intentar experimentar en la educación básica primaria, los resultados han sido

desastrosos3. No olvido un lamentable caso, que ojalas no le volviera a pasar a

ningún colega: en Bogotá D.C. un docente de secundaria del área de

matemática, era considerado el mejor docente de toda la institución, además,

era el más querido por parte de sus estudiantes. En alguna ocasión, en una

semana cultural del colegio, las porristas le hicieron un gran homenaje, en el

que diseñaron una espectacular coreografía donde la niña que lanzaban a la

cima de la pirámide, dejaba ver en lo alto, un cartel que decía: Eres lo mejor, te

queremos, nunca nos dejes.

Las directivas le pidieron que ya que era tan excelente maestro, por favor les

colaborara como docente de toda la primaria, pues allí, en este contexto, las

cosas no andaban muy bien. Para la educación básica secundaria contratarían

a un nuevo docente.

Posiblemente confiado de sus cualidades o de su competencia o “preparación”,

accedió hacer el cambio. Al año entrante, este docente empezó a tener

problemas con los niños y las niñas de grado 1º, 2º, 3º y 4º; que se quejaban

de la intensidad y la fiebre por enseñar de este docente. Niños y niñas le

pedían que explicara con más calma, que no corriera, que no gritara, ah y que

por favor jugara con ellos de vez en cuando.

Además, el problema se extendió a las pésimas relaciones con los papás de

estos niños y niñas que le pedían mayor paciencia con sus hijos, que no

explicara corriendo, que no les diera tanto contenido, que sus hijos no le

entendían el bombardeo de información que él les lanzaba en cada clase.

Algunas veces, se defendía ante las acusaciones de los padres así: “yo sé lo

que hago, además ustedes saben muy bien que soy el mejor docente de este

colegio” lo que él no sabía, era que hace rato ya había dejado de serlo.

3 Con esto no estoy afirmando que todo docente que intente hacer este ejercicio vaya a fracasar. P eor el contrario, conozco cientos de casos de docentes que hicieron el ejercicio y les fue muy bien, incluso les terminó gustando más la nueva experiencia de cambio de contexto escolar.

12

Page 13: Ser maestro

Este docente, pasó de ser considerado el mejor docente que el colegio había

tenido, a ser el peor “educador” de todo el colegio ¿Qué pasó? Aquí, sin duda,

no hay un problema de manejo específico del área de matemática, el problema

está relacionado con el saber pedagógico específico según la población objeto

que ahora tenía. Ya no eran estudiantes de secundaria, adolescentes, ahora se

enfrentaba a niños y niñas de 6 a 10 años de edad con ritmos y estilos de

aprendizaje muy diferentes a la población que él estaba acostumbrado.

Esta historia, la conté para hacer una invitación que está relacionada con el

respeto, la valoración y el dominio que necesitamos tener en el campo de la

pedagogía general, específica y especial, si queremos en verdad, comprender

e interactuar con el ritmo y estilo de aprendizaje de cada uno de nuestros

estudiantes.

Si los docentes tomaran con mayor dedicación el estudio de la pedagogía y las

didácticas específicas y especiales de su área, sin duda, obtendrían mejores

resultados en los procesos de enseñanza aprendizaje.

Por ejemplo, solo en el estudio de las taxonomías y divisiones de la didáctica,

existen numerosas propuestas. Por ejemplo, se le ha denominado como

Didáctica General en la medida en que es considerada como eje vertebrador

del estudio del proceso de enseñanza-aprendizaje y como instrumento capaz

de producir, no sólo un aumento del saber, sino una mayor cualificación de la

actividad educativa: Sevillano García (2004) citado por Castillo Santiago y

Cabrerizo Jesús (2006).

Dado que el desarrollo del proceso de enseñanza-aprendizaje puede presentar

distintas modalidades para lograr obtener un conocimiento científico de la

realidad, se plantea desde un doble enfoque: 1. en el marco general de la

didáctica y 2. En un marco específico que reclama la propia estructura

específica del conocimiento y de la población objeto que se intenta educar.

Para acercarnos un poco más a la complejidad de las especializaciones, por

ejemplo de la didáctica, véase el siguiente cuadro:

13

Page 14: Ser maestro

Desde los criterios

del sujeto discente.

Por su edad.

Didáctica evolutiva.

Didáctica de adultos.

Por su capacidad.

Didáctica de subnormales

Didáctica de supernormales

Por el ambiente. Didáctica de la escuela rural.

Didáctica de la escuela urbana.

Por las materias.

Didáctica de la escuela Infantil o Inicial

Desde los criterios

del sujeto y

objetivo.

Didáctica de la escuela Primaria.

Didáctica de la Enseñanza Secundaria

Didáctica de la Enseñanza Superior

Por los métodos.

Didáctica deductiva (filosófico-científica)

Didáctica inductiva (empírico-experimental)

Fuente: Titone (1981) citado por Castillo Santiago y Cabrerizo Jesús (2006).

Cada una de las anteriores especializaciones de la didáctica, a su vez, posee

subdivisiones y cientos de teorías, reflexiones, resultados de investigación,

estrategias, metodologías, herramientas y recursos que permiten hacer más

placentero, efectivo y significativo la profesión de ser maestro.

Algunos sistemas educativos en América latina permiten que profesionales de

otros campos como la ingeniería, la arquitectura y la medicina, puedan ser

docentes en las escuelas, ofendiendo y restándole importancia así, al que

desde un principio optó por ser licenciado, por ser un profesional de la

educación. Sin intentar resignarme a esta situación, por lo menos, a estos

14

Page 15: Ser maestro

profesionales de otros campos, se les debería exigir como requisito mínimo,

una formación sólida en pedagogía, antes de aceptar su ingreso al aula de

clase, y más si va a trabajar con menores de edad.

El panorama no es tan lamentable, pues ya en América latina, existen

numerosas entidades universitarias que le exigen a todos sus docentes como

requisito mínimo -además de su título profesional en la disciplina que va a

educar- una certificación de especialista o magister en pedagogía y docencia

universitaria.

Hace más de nueve años soy catedrático con el módulo de pedagogía en una

especialización en pedagogía y docencia universitaria y siempre el primer día,

además de una valoración diagnóstica, les pregunto esto: ¿Por qué decidió

estudiar pedagogía? La gran mayoría son honestos y me responden que: la

universidad donde laboran les está pidiendo este requisito para poder seguir

siendo docentes de la misma. Otros dicen que para capacitarse como mejores

docentes.

La cuestión es que la pedagogía no solo es para ser docentes, es en esencia,

para ser mejores seres humanos (esto, naturalmente no lo saben los que

afirman que hay una pedagogía del atontamiento), para ser mejor en cualquier

oficio profesional, para interactuar mejor, para acceder a la madurez mental.

En la especialización en pedagogía y docencia universitaria, he tenido como

estudiantes a cirujanos, arquitectos, ingenieros, médicos, odontólogos,

diseñadores, artistas, administradores de empresa, abogados y otras

profesiones, que al terminar el módulo de pedagogía dejan por escrito un

agradecimiento que se podría sintetizar así: jamás pensé que podría aprender

a ser mejor persona estudiando pedagogía, ahora puedo educar a mis

estudiantes en el buen trato, sin agredirlos. Otros enfatizan su agradecimiento

en lo didáctico así: con las estrategias, metodologías, herramientas y recursos

que ahora tengo, seguramente van a aprender con más gusto en mis clases.

Un médico general, no consiguió trabajo como docente, ahora tiene un

consultorio y es un excelente médico en su interacción social con sus

15

Page 16: Ser maestro

pacientes, hasta el punto que para apartar una cita con él, hay que hacerlo con

cinco meses de anticipación. El atribuye su éxito como médico a la pedagogía.

La actitud como requisito fundamental en la preparación de un maestro

La actitud está relacionada con la disposición, el ánimo y la motivación que

poseemos hacia algo o hacia alguien. Cuando hay actitud, llegan las ganas de

prepararse, actualizarse, mejorar, crecer y evolucionar con ganas, sin la

necesidad del beneficio material de un premio.

Jamás olvidaré la vez que encontré a uno de mis hijos a las dos de la

madrugada emocionado con una obra literaria. Le pedí que se fuese a dormir, a

lo que me dijo: ven papi, siéntate a mi lado y gózate esta metáfora, esta obra

está muy buena, el profe, ya nos había contado algunos apartes y nos habló de

cuánto nos íbamos a gozar esta novela. Cuando se vive una experiencia como

esta, provoca correr al otro día a darle un abrazo al maestro por haber logrado

despertar actitud hacia la literatura en un menor de edad.

Pero encontrarse a un niño o niña hasta las dos de la madrugada estudiando

por el miedo a sacar una nota negativa, es decir, por el terror de la nota, es una

de las tristezas de la escuela. Aquí no hay educación en la actitud, sino fiebre

por lograr la aptitud en un menor de edad. Necesitamos construir una escuela

que se centre en la actitud, que genera en los seres humanos, amor propio,

amor al otro, al mundo y al conocimiento. Para trabajar en la actitud,

necesitamos una escuela de maestros que toman la pedagogía muy en serio.

La actitud en un docente, mejora con la preparación. En una ocasión, recibí

una llamada a las once de la noche y cuando pregunté: ¿Quién es? Un docente

muy, pero muy emocionado, me dijo: perdone que lo llame tan tarde, yo se que

usted de pronto no se acuerda de mi, así que le haré memoria, soy aquel

contador que se inscribió a un curso de pedagogía y docencia universitaria con

usted hace dos años; siempre consideré que esa joda de la pedagogía no sirve

para nada, que eso era puro cuento, pura teoría vacía, pero hoy, me salió el tiro

por la culata; imagínese que me estaba yendo muy mal en las clases de

contabilidad que dicto, así que todo desanimado me di un día de estos a

16

Page 17: Ser maestro

repasar los escritos que usted nos dio y una serie de libros de pedagogía en los

que me encontré la teoría de la metacognición, se acuerda que usted nos dijo,

que esa teoría posee por lo menos tres variables que son: persona, tarea y

estrategia. Pues me dije, ah, en fin, ¿Qué puedo perder aplicando esta teoría?

si el caos ya lo tengo encima con estos estudiantes.

Así que llegué y empecé aplicando la variable persona: que está relacionado

con los conocimientos o creencias que una persona tiene sobre sus propios

conocimientos, sobre sus capacidades y limitaciones como aprendiz de un

tema determinado ¿Qué hice? Como tenían la costumbre de salirse del salón

cerca de la mitad de los estudiantes, les dije –mientras me coloqué abriendo

los brazos a la entrada del salón- antes de que alguien salga, escúchenme dos

minutos y después puede irse el que desee: la clase de hoy es muy importante,

porque ustedes como futuros contadores, de no saber lo que hoy van a

aprender, mínimo van a terminar en la cárcel o les va tocar pagar una multa y

como consecuencias serán expulsados y hasta pueden quemarse como

profesionales contables.

Un estudiante asombrado preguntó ¿profe y qué vamos a aprender hoy? Les

dije: hoy aprenderemos a resolver con eficiencia los procesos y formatos del

pago de impuesto y obligaciones ante el estado. Les entregué formatos

originales y desarrollé la clase aplicando las tres variables de la metacognición:

1. Persona, 2. Tarea y 3. Estrategia. Con la variable tarea, generé una

dinámica que me permitió respetar y valorar el conocimiento que poseían sobre

el asunto. Permanentemente estuve recordándoles y dándoles pista sobre

cómo sería la tarea o compromiso que les quedaba al final de la clase. Con la

variable estrategia, ateniéndome a los aportes de Flavell (1987), y a los

diversos planteamientos sobre la importancia del manejo de estrategias, les di

un método sencillo y práctico que les permitiría aprender a administrar estos

procesos de obligaciones con el estado.

Cuando me estaba despidiendo, no me dejaron salir del salón de clase y me

expresaron esto: profe que pena, aún no se vaya, queríamos pedirle que si es

posible nos repitiera la clase para grabarla. Estoy emocionado, jamás me había

17

Page 18: Ser maestro

pasado esto, ¡profe! –Me dijo- la pedagogía existe, es real se puede oler, se

experimenta, se puede tocar, qué viva la pedagogía.

Este docente universitario, antes de despedirse de mí, me dio un sentido

agradecimiento, a lo que le dije: no es necesario que me lo agradezcas, más

bien, te recomiendo que nunca dejes de darle las gracias a la pedagogía.

Para profundizar un poco más en las tres variables de la metacognición que

dieron origen a esta experiencia, sugiero revisar la obra: Estrategias docentes

para un aprendizaje significativo de Díaz Frida, Arceo Barriga y Hernández

Gerardo (2002) y la propuesta pedagógica publicada en: Pensamiento hábil y

creativo: Romero Pablo, Rodríguez Gabriel y Ramírez Jorge (2003).

Mentalidad planetaria

Tradicionalmente se le ha pedido a los docentes que inculquen en sus

estudiantes el patriotismo, el respeto a los símbolos patrios; me pregunto ¿Qué

clase de patriotismo? ¿Un patriotismo que nos da motivos y nos llena de

supuestos argumentos para agredir a nuestros vecinos? ¿Patriotismo para que

nos juzguen por pensar diferentes en una nación? ¿Patriotismo para que nos

encarcelen por denunciar internacionalmente los atropellos y las violaciones de

los derechos humanos? ¿Patriotismo para llevar diez mil soldados a la frontera

por cualquier diferencia que se presente con los vecinos? ¿No será que la

supuesta educación en el patriotismo nos ha vuelto más egoísta y prevenido

con el otro? ¿No será que la supuesta educación en el patriotismo nos ha

vuelto más inmaduros mentales? ¿Qué sentido, valoración y significado hemos

aprendido de nuestros símbolos patrios? ¿No será que nos hemos centrado

más en el recipiente que en el contenido, comprensión y vivencia de los

símbolos de una nación?

Sin duda, seguimos equivocándonos en la forma en que intentamos educar a

nuestra infancia. Aún permanecemos en el tejido de una sociedad egoísta,

envidiosa, ingenua, resentida, ambiciosa, facilista, homofóbica, racista e

inmadura en su estructura mental de comprensión de la convivencia.

18

Page 19: Ser maestro

Así que, ya es hora de interactuar en las aulas de clase con maestros con

mentalidad planetaria, con un pie en lo local y el otro en lo global; es decir, un

maestro que conduce a sus estudiantes a verdaderos procesos de

comprensión del amor que hay que tener por su única habitación: el planeta

tierra. Necesitamos con urgencia en las escuelas del mundo, un maestro que

genere procesos de aprendizaje significativos en sus estudiantes sobre la

importancia y papel que cumple su región específica en la que se nace o se

habita en íntima relación e interdependencia con el planeta tierra.

Todo mal que le hagamos al medio ambiente, a cualquiera de sus habitantes,

es un único mal para el planeta tierra. Nacemos en un pueblo específico, pero

por madurez mental, si es que la adquirimos, comprendemos que somos

habitantes de un solo lugar que le hemos llamado planeta tierra.

Comprender e interactuar en la cotidianidad con mentalidad planetaria no es

sencillo, porque implica un radical re-aprendizaje de parte del maestro que

tradicionalmente fue formado en el tiempo y el espacio con otra concepción que

se centra más en lo local que en la concepción Tierra-Patria.

Al respecto, Morin, Ciurana y Motta (2003:112) afirman que justamente la

creación de una civilización planetaria es inviable sin la noción encarnada

planetariamente de una Tierra-Patria que significa la matriz fundamental para la

conciencia y el sentido de pertenencia que ligue a la humanidad con la Tierra

considerada como primera y última patria. La patria es el término

masculino/femenino que unifica en él lo maternal y paternal.

Hoy no dudamos que el conjunto de maestros en el planeta Tierra, marcan una

fuerte influencia en la infancia, los adolescentes y jóvenes; de ahí, la

importancia de crear y consolidar un imaginario colectivo de maestros con

mentalidad planetaria, con responsabilidad social, libres de xenofobias,

homofobias, racismo, egoísmo, fanatismo y todas aquellas limitaciones

humanas que alimentan odio, violencia, discriminación y guerra.

Referencias bibliográficas

19

Page 20: Ser maestro

- Abbagnano, N. y Visalberghi, A. (2007). Historia de la pedagogía. México, D.F. Fondo

de cultura económica.

- Beltrán, Jesús A. (2002). Educación universitaria, en: Enciclopedia de pedagogía, v.1

El alumno, España: Espasa

- Bogoya Daniel y otros. (2000). Competencias y proyecto pedagógico. Bogotá:

Universidad Nacional de Colombia.

- Borgogno, Mónica (2004). Entrevista a Laura Pitman, en: Diario de Paraná el 25 de

junio de 2004.

- Castillo y Cabrerizo (2006). Formación del profesorado en educación superior.

Didáctica y currículum v. 1. Madrid: Mc. Graw Hill.

- Díaz, F. Barriga A. y Hernández G. (2002). Estrategias docentes para un aprendizaje

significativo, una interpretación constructivista. México: Mc. Graw Hill.

- Chaux, E. Lleras, J. y Velásquez, A. (2004). Competencias ciudadanas: De los

estándares al Aula. Una propuesta de integración a las áreas académicas, Bogotá

D.C., Ministerio de Educación Nacional, Uniandes y CESO.

- CISSPRAXIS, S.A. (2000). Cuadernos de pedagogía. Especial 25 años. Pedagogías

del siglo XX, Barcelona: CISSPRAXIS, S.A.

- De Zubiría Miguel (2005). Enfoques pedagógicos y didácticas contemporáneas,

Colombia: FIPC. Fundación internacional de Pedagogía conceptual Alberto Merani.

- Dweck, C.S. (1975). “The role of expectations and atributions in the alleviation of

learned helplessness”, en Journal of personality and social psychology, N. 31.

- Donaldson, Margaret (1993). La mente de los niños, 3ª edición, Madrid: Morata.

- El Tiempo (2008). Domingo 27 de abril.

- Gadotti, Moacir (2005). Historia de las ideas pedagógicas, México: siglo veintiuno

editores.

- Ganem, Patricia (2005). Escuelas que matan 1, las partes enfermas de las instituciones

educativas, México, D.F. Limusa Noriega editores.

- Gil, María del Carmen (2008). Convivir en la diversidad, una propuesta de integración

social desde la escuela, Bogotá D.C. Magisterio y eduforma.

- Goleman, Daniel (1997). Inteligencia emocional. Barcelona: Kairós.

20

Page 21: Ser maestro

- Goleman, Daniel (2006). Inteligencia social, México D.F. Planeta.

- Gonczi, A. (1998). Enfoques de educación y capacitación basada en competencia: la

experiencia Australiana. En papeles de la Oficina Técnica. Cinterfor/OIT.

- Lammoglia, Ernesto (2002). La violencia está en casa, agresión doméstica, México:

Grijalbo.

- Mc. Clelland, David (1989). Estudio de la motivación humana, Madrid: Narcea.

- Morin Edgar (2001). Los siete saberes necesarios para la educción del futuro, Bogotá

D.C. Cooperativa editorial Magisterio.

- Morin, Ciurana y Motta (2003). Educar en la era planetaria, Barcelona: Gedisa.

- Reeve, Johnmarshall (1999). Motivación y emoción, Madrid: Mc. Graw Hill.

- Real academia española (2001). Diccionario de la lengua española, vigésima segunda

edición, Madrid: Espasa.

- Romero Pablo, Rodríguez Gabriel y Ramírez Jorge (2004). Pensamiento Hábil y

creativo. Bogotá D.C. Redipace.

- Romero Pablo (2008). Pedagogía de la humanización en la educación inicial, Bogotá

D.C. Universidad de San Buenaventura de Bogotá.

- Rosenthal, R. (1966). Experimenter effects in behavioral research. Appleton-Century-

Crofts, Nueva York (1979). Skill in nonverbal communication. Oelgeschlager,

Cambridge, Mass.

- Sternberg R. (1999). Estilos de Pensamiento. Claves para identificar nuestro modo de

pensar y enriquecer nuestra capacidad de reflexión. Barcelona: Paidós.

- Titone, R. (1981). Psicodidáctica. Madrid: Narcea.

- Tobón Sergio (2004). Formación basada en Competencias. Bogotá D.C. Ecoe

ediciones.

- Vallés, Antonio y Vallés Consol (2000). Inteligencia emocional, aplicaciones educativas.

Madrid: EOS.

- Zepeda Monique (2003). Profesión: Maestro, México D.F. SM. Aula nueva.

- Zuleta Estanislao (1995). Educación y Democracia, un campo de combate. Santafé de

Bogotá: FEZ. Fundación Estanislao Zuleta y Corporación Tercer Milenio, educación

para la nueva época.

- www.pedagogiadelahumanizacion.org

21