EN EL PERDON ENCONTRAMOS ESPERANZA

Texto bíblico: Mat 18:21

Una de las cosas que más nos cuesta como humanos que somos es perdonar, más aun cuando no tenemos a Cristo en nuestro corazón o no hemos experimentado el perdón de Dios sobre nuestra vida. Pero siendo realista también hay muchos cristianos que aun después de haber sido perdonados de sus pecados, no han podido perdonar a determinada persona que les hizo un daño.

Introducción: Todo comenzó con una pregunta: ¿cuántas veces debo perdonar a mi hermano?

Para Pedro siete veces era suficiente (¿y para nosotros?) Jesús no determinó una cantidad de veces para perdonar, su respuesta indica que el perdón es ilimitado. Una frase en una determinada página decía lo siguiente: “Perdonar es devolver al otro el derecho de ser feliz”.

I. PERDON Y RELACION

Todos tenemos virtudes y defectos. Convivir con las virtudes es una tarea muy fácil; difícil es aceptar los defectos y todavía aún más difícil perdonar.

Esto quiere decir que nuestra relación con Dios depende de nuestra relación con el prójimo. También quiere decir que nuestra relación con el prójimo puede comprometer nuestra relación con Dios.

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Jesús nos contó una parábola para ilustrar la importancia del perdón en toda relación (Mat 18:23- 35)

Esta parábola presenta el principio del perdón en todo el mundo.

Para entenderlo, necesitamos resaltar algunos puntos:

a. Los protagonistas: un rey y dos siervos. El rey representa a Dios en su infinita justicia y misericordia. Los dos siervos representan a toda la humanidad.

b. La condición de los siervos: deudores. Todos debemos a Dios. Todos debemos al prójimo.

c. La deuda a Dios: Una suma elevada: imposible de ser pagada. Nuestros destinos dependen de la misericordia de Dios y de sus beneficios.

d. La deuda para con nuestro prójimo: La parábola sugiere que las ofensas que cometemos unos contra otros son mínimas en comparación a las ofensas que todos cometen contra Dios.

e. La gran lección: Para tener el perdón de Dios, necesitamos perdonarnos unos a otros.

f. El consejo final: “Así también hará con vosotros nuestro Padre celestial, si no perdonáis de vuestro corazón cada uno a su hermano”.

III. EL VERDADERO PERDON

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Seguramente más de alguien hasta este momento de la reflexión pueda excusarse en la ya tradicional y muy sonada frase: “Lo que pasa es que Dios no es como nosotros, por eso para él es fácil perdonar”.

Ciertamente tienes razón, lo que ocurre es que Dios ve todo desde la perspectiva espiritual y no carnal, y es por esa razón que él puede perdonar fácilmente tus iniquidades, aun cuando no eres merecedor de ese perdón, ¿Te das cuenta cuando nos hace falta a nosotros para llegar a pensar como Dios?, ¿Te das cuenta que nosotros medimos el perdón en el ámbito carnal y no espiritual?,

Puesto que si lo midiéramos en el ámbito espiritual, nos fuera más que fácil el poder perdonar, puesto que estaríamos al igual que Dios, dispuesto a OLVIDAR por completo todo error.

CONCLUSION

Ahora necesitamos recordar que el resentimiento no es buena compañía. Guardar resentimientos es poner en riesgo la salud y nuestra salvacion. Alguien dijo: “El resentimiento es un veneno que alguien toma, esperando que el otro muera”.

Necesitamos desarrollar una actitud de perdón manifestando disposición para perdonar. El perdón ofrece esperanza para todos.

APELACION

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Posiblemente estas necesitando pedir perdón a alguien, ó si estas necesitando perdonar a alguien, hágalo hoy mismo. Pidámosle a Dios que nos dé un corazón humilde y arrepentido por todas nuestras acciones negativas para con el prójimo y sobretodo ponga siempre el deseo de perdonar y pedir perdón.

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